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¿Como afecta el uso de fitosanitarios en el viñedo a la salud de los suelos?

El empleo de pesticidas es uno de los temas que preocupa en el campo y también en Europa, como ponen de manifiesto las nuevas normativas comunitarias que procuran una reducción de su uso de cara al 2030. Con todo, las campañas europeas de control del uso de pesticidas muestran una tendencia estable y controlada, con pequeñas variaciones por la entrada o salida de los listados de productos autorizados por las Administraciones o en parte debido a las campañas publicitarias de las casas comerciales. Con el uso que se hace en la actualidad en cultivos como los viñedos de pesticidas para la lucha contra patógenos, cabe preguntarse qué impacto está teniendo su uso en los suelos y en su salud. Este fue uno de los objetivos que procura un trabajo en el que participaron distintos centros de investigación como la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega-Agacal) y las universidades gallegas como la USC (Grupo de Cromatografía y Quimiometría) y la Universidad de Uvigo (Grupo de Investigación Planta, Suelo y Aprovechamiento de Subprodutos del Instituto de Agroecología y Alimentación), y en el que evaluaron suelos de viñedos del Ribeiro.
Analizaron los suelos tanto en la época de mayor aplicación de productos fitosanitarios como en invierno, para conocer si quedan residuos
En concreto, el estudio lo realizaron en parcelas con un manejo convencional y ecológico y tomaron muestras en julio del 2022 y en febrero de este año. “Elegimos hacerlo en dos fechas para tener registros en el pico de aplicación de los productos fitosanitarios (julio) y también muestras de la época en la que casi no se aplican tratamientos, para ver si hay presencia de ellos en los suelos”, detalla Isaac Rodríguez Pereiro, profesor de la USC y uno de los investigadores implicados. Los investigadores Isaac Rodríguez y Pilar Blanco durante la presentación de los resultados del estudio al sector. Recogieron muestras de suelos a dos profundidades diferentes y observaron diferencias entre los valores obtenidos en función de la profundidad y en función del tipo de manejo que se está aplicando en las parcelas. “Las propiedades relacionadas con contenidos totales de diferentes elementos como el carbono, el nitrógeno, hierro o cobre no presentaban diferencias entre los manejos. De hecho, los niveles de cobre son altos en todos los sistemas de manejo, probablemente por el recurrente uso desde hace décadas de fungicidas de base cúprica”, explica Flora Alonso Vega, profesora de la Uvigo y otra de las investigadoras implicadas en el proyecto. Sin embargo, al evaluar propiedades de los más vinculados con la fertilidad o la calidad de los mismos, encontraron valores más favorables en aquellas parcelas manejadas en ecológico en comparación con las manejadas en convencional. Así, los valores medios de pH, las concentraciones de cationes intercambiables como el calcio, potasio y magnesio, o las de micronutrientes como el manganeso y el zinc, fueron mayores en los suelos manejados bajo un sistema en ecológico. “Estas tendencias podrían confirmarse transcurrido más tiempo de aplicación del manejo en ecológico”, indica la investigadora Flora Alonso.

La presencia de compuestos en los suelos del Ribeiro

Analizar la presencia de restos de productos fitosanitarios en los suelos supuso un reto para los investigadores puesto que alguno de los principios activos presentes en las formulaciones comerciales resulta difícil medirlos en el medio, ya que son lábiles en condiciones naturales. Además, para analizar la presencia de algunos de ellos también se requieren metodologías específicas y relativamente caras, como apunta Rodríguez Pereiro. La heterogeneidad de las parcelas también fue otro condicionante y que incluso puede tener impacto en el análisis de los resultados, como señalan los investigadores. Así es que contaban con parcelas con más de 2 hectáreas de viñedos y otras donde apenas se llegaba a los 400 metros cuadrados y en las que se solía hacer un manejo ecológico. “En algunas de estas parcelas de menor tamaño detectamos la presencia de compuestos en los suelos que no se empleaban en esas viñas, por lo que nos lleva a pensar a que habían podido llegar allí a causa de transporte aéreo”, detalla Rodríguez.
Detectaron restos de 22 fungicidas y 2 insecticidas. En buena parte de las parcelas la presencia de estos compuestos está en cantidades muy bajas
En estos dos años de investigación analizaron la presencia de 53 compuestos, entre los que se encuentran los más presentes en los productos fitosanitarios empleados en los viñedos. De esos 53 compuestos encontraron restos de 26 de ellos en las muestras analizadas. La mayoría son fungicidas (22), mientras que dos de ellos son insecticidas y otros 2 restantes son compuestos de transformación de algunos de los fungicidas empleados en el viñedo. “En las parcelas con un manejo ecológico había valores muy bajos, en torno a 10 nanogramos por gramo de tierra, mientras que en algunas de las parcelas en convencional se detectaron valores de 2.000 nanogramos por gramo”, detalla el investigador.
En la época de reposo en el viñedo la presencia de restos de fitosanitarios en los suelos llegó a reducirse a una quinta parte
En este análisis de los suelos, además de detectar los fungicidas empleados durante las campañas de manera directa, resulta significativa la presencia de un fungicida, el Carbendazim, cuyo uso lleva años prohibido. “Puede haber algún fungicida de los empleados en la actualidad que se transforme en este principio activo”, apunta. También destaca que en la época de reposo del viñedo la presencia de estos compuestos se reduce significativamente, sobre todo en las parcelas con un manejo convencional, puesto que en las de ecológico su presencia es ya mínima. Así, en las muestras tomadas en febrero de este año se aprecian valores totales de 500 nanogramos por gramo, cuando en plena época de tratamientos puede llegar a situarse en los 2.500 nanogramos por gramo. Concentración de compuestos en los suelos del viñedo en función del manejo aplicado. Al igual que se reduce la cantidad de restos fitosanitarios también se reduce el número de compuestos identificados durante los meses de invierno. “A pesar de esa reducción aún hay parcelas en las que se detectan hasta 11 compuestos a niveles relevantes”, detalla Rodríguez. Esta reducción de los compuestos y de la cantidad encontrada se debe fundamentalmente a las condiciones ambientales, así como a las propias características del compuesto. “No todos los compuestos tienen la misma persistencia”, explica el investigador. Hace falta tener en cuenta además, que pese a que 2022 fue un año seco, a partir de septiembre se registraron precipitaciones por encima de los 700 milímetros, lo que puede provocar que haya problemas de escorrentías en las capas más superficiales de los suelos analizados.

El impacto en la salud de los suelos

Otro de los aspectos que analizaron en esta investigación fue el impacto que tiene el uso de fitosanitarios en la propia salud de los suelos y lo que condicionan la presencia de microorganismos en él. Cabe recordar que el papel de los micoorganismos en los suelos es fundamental para cuestiones como la regulación del clima o la salud de las plantas. En concreto, los microorganismos estimulan el crecimiento de la planta y aumentan su resistencia a situaciones de estrés o enfermedades. La presencia de microorganismos es también clave para la viticultura. “Desde la viña a la bodega, los microorganismos juegan un papel importante en la producción y calidad del vino”, argumenta Pilar Blanco Camba, investigadora de la Agacal-Evega, y coordinadora del proyecto. En el análisis de los suelos del Ribeiro se determinó que existen distintos terroirs microbianos en la DO Ribeiro en las áreas geográficas de los valles del Miño, Avia y Arnoia. Además, en las parcelas con un manejo ecológico del viñedo se detectaron más especies exclusivas que en las parcelas con una gestión convencional.
El manejo del viñedo afecta directamente a la salud del suelo y a los beneficios que este le proporciona a la planta frente situaciones de estrés y enfermedades
“En los viñedos con un manejo sostenible se aprecian redes microbianas mejor conectadas, con mayor interacción y cooperación para una mayor resistencia y resiliencia frente a condiciones de estrés”, detalla la investigadora. Así es que el manejo que se hace de la parcela influye directamente en la composición del suelo, en la presencia de bacterias y hongos. Los suelos analizados muestran una menor diversidad de bacterias, pero niveles de hongos semejantes a los manejados en otras zonas geográficas próximas como Portugal.

Una investigadora ourensana logra predecir la alternaria en la patata hasta con 30 días de antelación

La ingeniera agrónoma ourensana Laura Meno Fariñas acaba de presentar su tesis doctoral sobre la alternariosis, una enfermedad fúngica que junto con el mildiu supone una de las mayores preocupaciones para los productores de patata gallegos. En su estudio ajustó los modelos de predicción de esta enfermedad a las condiciones climáticas y agrícolas de la comarca de A Limia, principal zona de producción de patata en Galicia. El estudio busca una reducción del uso de los fungicidas, que no solo contribuye a mejorar la salud del medio ambiente sino que supone un importante ahorro económico para el sector. Los modelos de pronóstico testados fueron de tres tipos: modelos basados en el desarrollo fenológico de la planta de patata (P-Days, GDD y WE), basados en las condiciones favorables para el desarrollo del patógeno alternaria (IWP y TOMCAST) y un modelo que combina tanto las condiciones favorables para el desarrollo fenológico de la planta como las del patógeno (TOMCAST+P-Days). Con los modelos testados en el estudio se recoge que los basados en el desarrollo de la planta mostraron una predicción más acertada de los primeros síntomas, excepto el GDD. Con estos modelos consiguieron diagnosticar los primeros síntomas hasta 30 días antes de la aparición de las primeras infecciones. Mientras, los modelos basados en el patógeno fueron “los más conservadores”. Además, en la tesis se incluye un ajuste para la comarca de A Limia de los modelos de predicción abordados segundo las observaciones de la enfermedad en esta comarca realizadas por Laura Meno Fariñas.

La temperatura, un factor determinante

Otra de las conclusiones extraídas por la investigadora es que la temperatura es uno de los factores decisivos en el ciclo de infección de alternaria. “La temperatura influye tanto en la liberación de conidios como en el desarrollo de la enfermedad”, apunta Meno Fariñas. Además, los altos valores de humedad relativa también son necesarios para la presencia de conidios en el ambiente. “Cuando se combinó la temperatura y la humedad foliar en una misma variable, el número de conidios en el ambiente se vio incrementado por el aumento de la temperatura durante las horas de humedad foliar, sobre todo en los dos días anteriores, así como los períodos de humedad interrumpida”, recoge la tesis. El empleo de inteligencia artificial en la investigación les proporcionó una herramienta muy útil para la busca de las variables más determinantes en la liberación de conidios. “Nos mostraron que la humedad relativa y la radiación son las variables horarias más determinantes en el comportamiento de esta enfermedad”, destaca.

La alternariosis en el almacenamiento de la patata

Además de investigar la influencia de las condiciones meteorológicas en el desarrollo de la alternariosis y ajustar modelos de pronóstico a la zona de producción, en su tesis, la investigadora también se centró en ver la evolución de la calidad de la patata y la presencia de patógenos durante el almacenamiento. En este sentido, Meno aplicó la tecnología de infrarojos cercano (NIR) para la rápida determinación de los principales parámetros fisicoquímicos indicadores de calidad. En la investigación, Meno destaca que “la temperatura y la humedad tuvieron una relación positiva y significativa con la presencia de alternaria y de otras enfermedades que afectan a la conservación de los tubérculos en los almacenes, como helminthosporium, siendo los coeficientes más altos los de temperatura media y máxima”, detalla. Así, mantener controladas las condiciones de conservación puede ayudar a prolongar la vida útil de este alimento en condiciones óptimas de calidad. Con el objetivo de estimar en la patata la concentración de los principales parámetros de calidad como es la materia seca y los azúcares reductores a través de un método no destructivo, en la investigación se aplicó la tecnología de NIR durante el período de almacenamiento, alcanzando “resultados aceptables”. “Estos resultados pueden ser interesantes a la hora de su incorporación en las líneas de envasado para una selección automatizada e instantánea, que como novedad se haría sobre los tubérculos sin pelar”, afirma la investigadora del campus de Ourense. La tesis fue realizada en el marco del Programa de Doctorado en Ciencia y Tecnología Agroalimentaria. El trabajo de investigación estuvo dirigido por las doctoras María Carmen Seijo y Olga Escuredo y fue realizado con un contrato FPU del Ministerio de Educación.

Cómo la tecnología Furity de Seipasa mejora la acción del fungicida ‘Fungisei’

Furia y pureza: así es Furity, la tecnología patentada, innovadora y revolucionaria que Seipasa ha aplicado en el desarrollo y formulación del fungicida microbiológico Fungisei. Repasamos los puntos más importantes que ayudan a entenderla.

1.- ¿Cuál es el valor añadido que aporta la tecnología Furity?

Sin duda, la formulación exclusiva y diferencial. El mejor ingrediente activo del mundo no sirve de nada sin un buen formulado. El objetivo de un formulado es el de vehiculizar el activo, arroparlo y adecuarlo a un entorno que le permita desarrollar todo su potencial.

La tecnología Furity presente en el biofungicida Fungisei ha permitido a Seipasa diseñar una estructura molecular capaz de proteger al microoganismo y asegurar su estabilidad y homogeneidad. Furity permite que las esporas se mantengan inactivas y en perfecto estado de conservación hasta que se ponen en contacto con el agua en el tanque de aplicación.

La aplicación de un producto de origen microbiológico y su resultado en el campo son procesos muy complejos donde, a diferencia de los principios activos basados en la química de síntesis, existen muchos factores a tener en cuenta.

Partimos de la base según la cual un activo microbiológico es un ser vivo que, desde el mismo momento de su aplicación en el tanque de tratamiento, se va a encontrar en un medio hostil. ¿Por qué? Porque puede encontrarse con agua contaminada o puede ser mezclado con otra clase de fungicidas o compuestos químicos que afecten a su viabilidad. Tras su aplicación va a ser sometido a factores como los elevados índices de radiación solar ultravioleta, que pueden ser extremos. También puede encontrarse con una microbiota que competirá por el nicho ecológico. Todo ello son condicionantes adversos que afectarán a la viabilidad y al resultado final del producto.

Lo que Seipasa ha conseguido gracias a la tecnología Furity ha sido desarrollar una formulación que estabiliza al activo dentro de esos medios adversos y potencia su viabilidad, de forma que le permite instaurarse y desarrollar todo su potencial, es decir llegar al foco y actuar contra la enfermedad con la máxima eficacia.

2.- ¿Cómo actúa el producto a partir de su modo de acción?

La tecnología Furity confiere al fungicida microbiológico Fungisei tres modos de acción de carácter preventivo y curativo. El primero de ellos es el antagonismo, que se basa en la colonización del espacio y la competencia directa por los nutrientes. Aporta al producto una acción preventiva: permite una implantación previa y potente del microorganismo, que consigue ocupar el espacio e impide la instalación de los patógenos.

El segundo modo de acción es la inducción sistémica de resistencia en la planta (ISR). También es preventivo. Una vez que el microorganismo está presente en la planta, ésta lo detecta como un posible patógeno y enciende sus señales de alarma. En ese momento, la transcriptómica de la planta empieza a cambiar y a generar defensas porque cree que va a ser atacada. Todas esas defensas servirán posteriormente para proteger a la planta frente a la aparición de un patógeno real.

El tercer modo de acción es la antibiosis y confiere al producto una acción curativa a partir de su efecto fungicida y bactericida. Comprende varios mecanismos de control biológico a partir de la generación de antibióticos naturales con capacidad para inhibir el crecimiento de hongos y bacterias. Entre esos antibióticos se encuentran los lipopéptidos, que consiguen romper la membrana del hongo fitopatógeno y desencadenan su muerte celular.

3.- ¿Qué ventajas aporta esta tecnología al agricultor en su día a día?

Furity es una tecnología que facilita la vida al agricultor. Más allá de la formulación, existe un requisito esencial para maximizar el uso de un producto, y ese requisito es la facilidad de manejo y la seguridad de uso. Furity elimina esas barreras y permite que el biofungicida Fungisei sea muy sencillo de usar. ¿Por qué? Porque es ampliamente compatible con otros productos fungicidas de síntesis, se disuelve inmediatamente y se mezcla muy bien sin necesidad de removerlo o hidratarlo previamente. Lo puedes dejar en la cuba o tanque, retomar la aplicación 24 horas después y comprobar que el producto sigue estable y que no se ha separado en fases. Además, no deja restos o manchas en los cultivos tras su aplicación.

La tecnología Furity es, además, muy visual. El agricultor, tan solo con observar la formulación de Fungisei, lo va a detectar inmediatamente. Visualmente es una tipología de producto diferente a lo que entendemos por un agroquímico. Furity está basado en tecnologías de formulación de la industria farmacéutica que aportan un plus de seguridad al producto y que lo diferencian totalmente de los fungicidas biológicos presentes en el mercado.

4.- ¿Qué valor le otorga al producto disponer de una patente?

La licencia de uso la aporta el registro fitosanitario, pero la patente confiere exclusividad. Reconoce el valor tangible de la innovación, el valor de haber desarrollado algo novedoso, diferente, y de haber sido capaces de ponerlo en manos de la sociedad. Todo eso está recogido en la tecnología Furity y en la patente que hay detrás de Fungisei.

5.- ¿Por qué se presenta ahora al mercado?

Con el nombre Furity Seipasa quiere hacer más comprensible la compleja tecnología patentada que da vida a Fungisei y transmitir su valor diferencial en el momento en el que lanzamos el producto al mercado europeo. Conviene recordar que en los últimos meses Seipasa ha obtenido el registro fitosanitario en España, Portugal y Francia, tres mercados muy representativos dentro del continente europeo.

Furity pone el acento no solo en el activo, es decir en la cepa de alta eficacia de Bacillus subtilis, sino en el formulado exclusivo que vehiculiza el activo y potencia su efecto. Se trata de un registro fitosanitario a partir de un microorganismo considerado como Low Risk por la UE y que ha representado casi 10 años de inversión, tiempo y esfuerzo por parte de todos los equipos de la compañía.

Zorvec Vinabel, el nuevo fungicida sistémico para la etapa de floración de la vid

Zorvec es una solución fungicida que, gracias a su modo de acción, cambia el concepto de tratamiento antimildiu respecto a lo acostumbrado hasta ahora, asegurando una protección óptima tanto de las hojas como de los racimos, lo que permite al viticultor lograr una calidad de cosecha excelente y, por tanto, mayores beneficios, incluso en condiciones difíciles.

Dentro de la familia de productos de Corteva, Zorvec Vinabel incorpora una nueva materia activa para el control de enfermedades fúngicas en viñedo con un óptimo perfil medioambiental y de seguridad para el usuario.

Constituye un nuevo modo de acción completamente novedosa que no presenta resistencia cruzada con los fungicidas antimildiu existentes

Esta nueva molécula química, el oxathiapiprolin, produce múltiples efectos sobre el ciclo de vida del hongo y, gracias a su comportamiento sistémico, protege a las hojas tratadas a medida que estas crecen y se expanden, incluyendo las hojas que tienen menos del 20% de su tamaño final en el momento de la aplicación.

Zorvec Vinabel garantiza la máxima protección de la viña en momentos de mayor sensibilidad a la enfermedad

Zorvec Vinabel combina las propiedades de la zoxamida, que tiene un efecto cerapenetrante, es decir, entra en las primeras capas de ceras cuticulares, donde se fija fuertemente y se difunde lateralmente a medida que los racimos y hojas van creciendo.

Se recomiendan dos aplicaciones con un intervalo de entre 10 y 14 días, entre la floración y el cuajado del viñedo

Como resultado del movimiento sistémico translaminador y ascendente (vía xilema) se consigue la protección uniforme de la máxima superficie foliar de la planta, lo que garantiza un excelente control preventivo contra el posible lavado por lluvias posteriores al tratamiento.

Se recomiendan dos aplicaciones en bloque, separadas entre 10 y 14 días, en función de la presión de mildiu que tengamos en la parcela, entre la floración y el cuajado del viñedo. La dosis de aplicación autorizada es de medio litro de Zorvec Vinabel por hectárea. El producto está distribuido en Galicia por el Grupo Soaga

Zorvec lo cambia todo

Zorvec constituye una herramienta novedosa para el control del mildiu de la vid y una adecuada prevención del desarrollo de resistencias fúngicas, un producto que por sus propiedades es un importante balón de oxígeno para el viticultor. Sus principales ventajas son:

  • Sin resistencia cruzada con cualquier otro fungicida actual
  • Garantiza la máxima eficacia y duración de control gracias a su efecto sistémico, para obtener un óptimo beneficio de las estrategias de manejo de la enfermedad
  • Resistente a la lluvia tan solo 20 minutos después de la aplicación, lo que permite mayor flexibilidad de aplicación incluso bajo condiciones meteorológicas desfavorables, minimizando la necesidad de nuevas aplicaciones en caso de lluvias imprevistas
  • Protege el cultivo tratado a medida que este crece y se expande, protegiendo eficazmente nuevos brotes no expuestos al tratamiento

Corteva: innovación en la protección de cultivos al servicio del agricultor

La viña es un cultivo estratégico para Corteva. La compañía cuenta con algunas herramientas que han resultado ser un gran apoyo para el agricultor en el control de plagas y enfermedades del cultivo, donde predomina el uso de fungicidas.

Por ello, Corteva Agriscience pretende seguir innovando y aportando soluciones que permitan a los agricultores y a los técnicos que les asesoran estar ala vanguardia de un sector tan valorado y competitivo como este.

La gama Zorvec ha supuesto una revolución en el mercado de los tratamientos para la protección de los cultivos

Encontrar nuevas moléculas más eficaces y que al mismo tiempo cumplan con los estándares regulatorios cada vez más exigentes impuestos por la UE a los productos fitosanitarios no es fácil y requiere de un gran esfuerzo en investigación para lograr los máximos niveles de seguridad y eficacia que se adapten a las necesidades de los agricultores y que les ayuden a ser más competitivos en un mercado en el que el consumidor es cada vez más exigente con la calidad del producto y el cuidado del medio ambiente.

Lanzan una app para consultar los fitosanitarios autorizados en España

FRAC España (Comité de Acción contra Resistencias a Fungicidas), e IRAC España (Comité de Acción contra Resistencias a Insecticidas), han lanzado sus Apps de consulta para IOs y Android. Estas aplicaciones permiten la consulta de sustancias activas autorizadas en España, con indicación del grupo al que pertenecen según sus modos de acción. La clasificación de Modos de Acción (MdA) tiene como objetivo que los usuarios tengan una base sólida para llevar a cabo un manejo sostenible de los fitosanitarios y evitar problemas de resistencia.

Seipasa presenta en España el nuevo biofungicida Seitylis

La empresa española especializada en el desarrollo y planteamiento de bioinsecticidas, biofungicidas y bioestimulantes para la agricultura, Seipasa, viene de anunciar el lanzamiento de Seitylis, un nuevo fungicida biológico de origen natural formulado con una cepa de Bacillus subtilis de última generación y alta eficacia.

Según la información facilitada por la compañía a Campo Galego, Seitylis actúa de forma preventiva y curativa para el control de un amplio espectro de enfermedades como oídio, mildiu y moteado. Para Francisco Espinosa, director de I+D+i de Seipasa, este nuevo fungicida consolida el amplio conocimiento desarrollado por la compañía en el uso de microorganismos como enemigos naturales de plagas y enfermedades.

«Con Seitylis damos un paso más en todo el trabajo de investigación desarrollado alrededor de la bacteria Bacillus subtilis a lo largo de los últimos años. Fuimos pioneros a la hora de aplicar esta línea de conocimiento a la agricultura, que ya trasladamos al mercado internacional a través de soluciones registradas en diferentes países y continentes, en el caso del premiado biofungicida Fungisei, o del bioestimulante radicular Radisei, registrado en España», explica Espinosa.

«Con Seitylis ponemos en valor toda la innovación en el uso de microorganismos aplicados a la agricultura y la acercamos a las manos de los agricultores a través de una solución segura y de la máxima eficacia y confianza», añadió el director de I+D+i de la compañía.

Efecto antagonista y activador de defensas
Seitylis proporciona un efecto antagonista que desplaza los organismos patógenos de su nicho e impide que se desarrollen. Actúa formando una barrera biológica de protección que se instala en la cubierta vegetal y activa el sistema de defensa integral de la planta. Seitylis presenta, a corto plazo, mucha seguridad y es apto para su uso en agricultura ecológica.

Acerca de Seipasa

Seipasa es una empresa española pionera en biotecnología aplicada a la agricultura. Diseña, registra y comercializa soluciones de origen botánico y microbiológico para la protección, la bioestimulación y la nutrición de los cultivos a nivel global. La compañía nació en 1998 a partir de la visión empresarial de anticiparse al cambio y a la transformación que la industria agrícola vive hoy en día. Después de 23 años, Seipasa impulsó el modelo Natural Technology a partir del cual desarrolla soluciones de alto valor tecnológico, alineadas con la sostenibilidad y que se aplican en las agriculturas más exigentes del planeta.

Su sólida apuesta por la innovación en un sector tradicional y fuertemente regulado como el agrícola la hicieron merecedora del Premio Nacional de Innovación 2020 que concede el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España. Seipasa exporta sus productos a 25 países en todo el mundo.

Armas contra el mildiu en viñedo: estrategia de Massó

La combinación de lluvias, humedad y temperaturas altas obligan a extremar esta campaña la vigilancia contra el mildiu. Repasamos la línea de fungicidas aconsejada por Massó Agro para hacer frente al hongo.

Massó apuesta por una línea de tres fungicidas con distintos modos de acción para encarar la enfermedad, uno sistémico (Alexin), otro de contacto (Nordox Energy) y otro penetrante (Cynda). La recomendación técnica pasa por utilizar siempre al menos dos fungicidas en mezcla con distinto modo de acción. La mezcla triple también es muy útil entre floración y tamaño guisante de la uva.

  • Alexin. Es un fungicida sistémico que actúa de forma preventiva.
    • Composición: Fosfonato potásico 75,5% p/v (755 gramos / litro). Concentrado soluble.
    • Dosis: 1-4 litros / hectárea.
    • Plazo de seguridad: 14 días.
    • Recomendaciones de uso: Efectuar una aplicación por campaña, en combinación con un fungicida de contacto (Nordox Energy). Su uso se aconseja de forma preventiva, antes de que aparezca la enfermedad. Es posible aplicarlo desde sexta hoja hasta cierre del racimo.
  • Nordox Energy. Fungicida cúprico de alta concentración en gránulos dispersables. Producto de contacto. En caso de hacer un tratamiento con síntomas visibles, se recomienda su combinación con Cynda. Si se trata de una aplicación preventiva, sin síntomas visibles, puede ir en combinación con Alexin.
    • Composición: Óxico cuproso 45% p/p (450 gramos / Kg.). Gránulo dispersable en agua (WG).
    • Dosis: 1 Kg. / hectárea.
    • Plazo de seguridad: 21 días.
    • Recomendaciones de uso: Efectuar una aplicación por campaña. Su uso se recomienda desde 5 hojas hasta bayas aptas para recolección.
  • Cynda. Fungicida orgánico penetrante (translaminar), de carácter preventivo y curativo.
    • Composición: Dimetomorf 500 gramos / litro (50% p/v). Suspensión concentrada (SC).
    • Dosis: 0,34 litros / hectárea.
    • Plazo de seguridad: 28 días.
    • Recomendaciones: Máximo de 5 aplicaciones por campaña desde racimo visible hasta su cierre.

Información y contacto comercial

  • Antonio Taboada, 670 860 640
  • Ponen en marcha un proyecto para mejorar la predicción de enfermedades fúngicas en el viñedo

    El proyecto Viticast es una iniciativa que procurará soluciones innovadoras para la predicción de las principales enfermedades fúngicas del viñedo. El proyecto está integrado principalmente por firmas y entidades gallegas y tiene como objetivo optimizar la producción y el desarrollo sostenible del cultivo de la vid en las principales provincias viticultoras del noroeste peninsular. Las investigaciones se centrarán en desarrollar modelos de riesgo de las enfermedades de mayor incidencia como son oídio, mildiu y botritis. A partir de datos meteorológicos que combinarán con modelos de fenología, concentración de esporas y la observación de las enfermedades en el campo determinarán los niveles de riesgo para cada patología y el momento idóneo para la aplicación de tratamientos fitosanitarios. La incorporación de los modelos de fenología a los modelos obtenidos a partir de datos meteorológicos permitirá ponderar el riesgo real en función de la sensibilidad de la vid por el estado fenológico en que se encuentra. La incorporación de la información obtenida por los captores de esporas permitirá ajustar el momento óptimo para la aplicación de un tratamiento fitosanitario. Así, con la correlación de los tres modelos con las observaciones de síntomas de enfermedad apreciadas en el campo podrán emitirse avisos de posibles infecciones de hongos en función de los umbrales de riesgo de infección.
    El proyecto procura diseñar una herramienta de avisos y una estrategia de gestión de los tratamientos fitosanitarios
    A partir de los resultados proporcionados por la herramienta de avisos diseñarán una estrategia de gestión de tratamientos fitosanitarios. Para eso, se decidirá el momento óptimo de aplicación de cada tratamiento fitosanitario en las parcelas estudiadas, en función de las indicaciones proporcionadas por la herramienta de avisos. El proyecto busca conseguir una reducción de los tratamientos fitosanitarios, con el objetivo de lograr una viticultura más sostenible. Además, esta disminución de los tratamientos también supondrá una reducción de los costos económicos derivados de la adquisición de los productos, personal y maquinaria. La iniciativa procura de este modo encontrar herramientas para garantizar una producción de calidad para poder acceder a mercados exclusivos que priman las prácticas sostenibles.

    Cambio climático

    Además, el proyecto servirá para estudiar el impacto que tendrá en diversos escenarios el cambio climático sobre el cultivo de la vid, que es un excelente indicador de los cambios asociados al calentamiento climático, al ser muy sensible a las flutuacións climáticas. El hecho de que en el noroeste de España confluyan los límites de las regiones biogeográficas Mediterránea y Eurosiberiana hace que estos estudios tengan un valor añadido al poder apreciarse las evidencias del cambio climático.

    Los socios del proyecto

    En la iniciativa participan, como socios, la empresa gallega Monet Tecnología e Innovación, la bodega gallega Viña Costeira Sociedad Cooperativa Gallega, del Ribeiro, y las bodegas de Castilla y León Hacienda Monasterio y Matarromera, pertenecientes a Ribera del Duero. Además, también se incluye la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), la Estación Fitopatológica de Areeiro, la Universidad de Vigo con el grupo de investigación de Aerobiología y Apicultura y como entidad subcontratada la Universidad de Santiago de Compostela, con el grupo de Cromatografía y Quimiometría. Asimismo, el proyecto cuenta con entidades colaboradoras como la Plataforma Tecnológica del Viño (PTV), la Asociación Gallega de Vicitulcutura y la Asociación de Cosecheros Embotelladores del Ribeiro (ACER). La iniciativa cuenta con un presupuesto de 600.000 euros, el 80% procedente de fondos europeos Feader y el 20% restante procedente del presupuesto nacional en el marco de las ayudas para la ejecución de proyectos de innovación de interés general por Grupos Operativos de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri). El proyecto tendrá una duración de 2 años.

    Bayer presenta en Galicia su nuevo catálogo de fitosanitarios para la viña y de herbicidas para el maíz

    La multinacional Bayer celebró este pasado miércoles en Santiago de Compostela una jornada de presentación de su nuevo catálogo de productos para la protección de los cultivos.

    Unas 40 personas entre distribuidores y técnicos  asistieron a esta presentación, en la que técnicos de la multinacional alemana explicaron las importantes mejoras que supone la nueva gama de tratamientos fitosanitarios.

    Nuevos productos para una viticultura más sostenible

    Así, para combatir de forma eficaz, sostenible y con seguridad alimentaria dos de las principales patologías del viñedo en Galicia (oídio y botritys ) Bayer dió a conocer los beneficios de la nueva gama biológica de Bayer CropScience: Serenade ASO® y Sonata®.

    En cuanto al fungicida biológico Serenade ASO® tiene como base la cepa de Bacillus subtilis QST713. Se puede aplicar tanto para uso foliar  como en el suelo en otros cultivos, para la protección de las raíces y un mejor control de enfermedades bacterianas y fúngicas como Botritis, Esclerotinia, Alternaria u Oídio.

    Sonata®, un fungicida biológico para el control del oídio que actúa como revitalizador y mejora el rendimiento de la planta. Sonata® ha demostrado una gran compatibilidad con los cultivos registrados hasta el momento y con todos los agentes que son necesarios para una producción integrada con cada vez menos soluciones registradas, así como para la producción ecológica.

    Soluciones para las malas hierbas en maíz

    Por lo que respecta al control eficaz de las malas hierbas en maíz, se presentó la amplia gama de herbicidas de los que dispone Bayer, tanto de preemergencia como de post-emergencia, destacando Adengo, un herbicida de pre-emergencia y post-emergencia precoz (hasta un máximo de 3 hojas desplegadas del maíz), que asocia dos materias activas, isoxaflutol y tiencarbazona-metil, que le confieren eficacia sobre malas hierbas anuales, gramíneas y dicotiledóneas; incluso difíciles de combatir o aquellas que presentan resistencia a herbicidas tradicionales

    Consulta aquí la gama de herbicidas de Bayer

    Comprueban que la presencia de residuos de fungicidas en la uva altera el aroma del vino

    “La presencia de residuos de fungicidas en el medio fermentativo puede ocasionar cambios a nivel génico en las levaduras, lo que puede alterar el perfil aromático de los vinos. Por lo tanto, es muy importante respetar las dosis de aplicación y los plazos de seguridad recomendados por los fabricantes de estos productos, no solo para garantizar la obtención de un producto inocuo para el consumidor sino también para maximizar su calidad organoléptica”. Esta es la principal conclusión de la tesis de doctorado de la investigadora de la Universidad de Vigo Thais Sieiro en la que abordó el impacto de algunos de los principales fungicidas empleados en el sector. La tesis, dirigida por Raquel Rial y Carmen González, fue presentada en la Facultad de Ciencias del campus de Ourense bajo el título “Impacto de los fungicidas sobre el metabolismo de las levaduras vínicas y su implicación en la biosíntesis de compuestos volátiles responsables del aroma”. La idea de ahondar en este campo de estudio, indica la investigadora del Grupo de Nutrición y Bromatología, surgió teniendo en cuenta la relevancia y tradición del sector en Galicia, el uso generalizado de fungicidas en los viñedos y el hecho de que “el vino es un alimento que se consume básicamente por placer y son sus características organolépticas, entre ellas el aroma, las que juegan un papel decisivo a la hora de que el consumidor seleccione uno u otro producto en el mercado”. En su investigación esta ingeniera técnica agrícola evaluó el efecto que ejercen dos fungicidas ampliamente utilizados en los viñedos gallegos como son el mepanipirim y el tetraconazol sobre la evolución del proceso fermentativo y el perfil aromático de los vinos obtenidos, tratando de identificar las rutas metabólicas de las levaduras que resultan más afectados por la presencia de los fungicidas. Para conseguirlo, llevó a cabo diferentes ensayos de vinificación, tanto a escala de laboratorio, empleando mosto sintético o mosto ecológico pasteurizado de la variedad garnacha tintorera, como a escala pequeña-promedio en bodega experimental, empleando uvas de las variedades mencía y monastrell cultivadas respectivamente en las denominaciones de origen Valdeorras, de Galicia, y Jumilla, de Murcia. “Para un mayor conocimiento de su repercusión, los fungicidas se aplicaron sobre el mosto a distintos niveles de concentración coincidentes con el límite máximo de residuos establecido en la legislación y dosis superiores a este límite para simular condiciones críticas”, comenta la ya doctora. Además, añade, los fungicidas se aplicaron como sustancia activa y como producto comercial con el fin de evaluar también los posibles efectos de otros componentes del formulado, como aditivos.

    Interacción de varios factores

    En base a los resultados conseguidos, explica Thais Sieiro, se pudo concluir que, “si bien los cambios observados son fruto de la interacción de varios factores, tales como la composición del sustrato fermentable, el fungicida y dosis aplicada, las características del proceso de vinificación, etc., en general, los mayores cambios a nivel aromático se produjeron en aquellos compuestos volátiles que surgen durante el proceso fermentativo fruto del metabolismo de las levaduras, incrementándose los efectos con la dosis de fungicida aplicada”. Entre ellos, detalla, los alcoholes superiores (marcadores principales de la base aromática común a todos los vinos) y los ésteres de acetato y de etilo (máximos responsables de las notas afroitadas y florales) fueron las familias más afectadas por la presencia de ambos fungicidas, variando su contenido en comparación con el vino control, elaborado sin fungicidas. “En general, la adición del fungicida como planteamiento comercial maximizó estos cambios, posiblemente debido al efecto aditivo de la sustancia activa y del resto de componentes del formulado”, comenta la investigadora de la Facultad de Ciencias.

    Estudio sobre cómo inciden en la fermentación alcohólica de una cepa de Sacharomyces cerevisiae y la biosíntesis de compuestos volátiles

    En su trabajo Thais Sieiro también estudió el efecto de los dos planteamientos comerciales sobre el curso de la fermentación alcohólica de una cepa de Sacharomyces cerevisiae comercial y la biosíntesis de compuestos volátiles responsables del aroma derivados del aminoácido fenilalanina mediante el empleo de técnicas de transcriptómica. “Mientras que con la presencia del formulado de mepanipirim no se observaron cambios en la evolución del proceso fermentativo, con la presencia del formulado de tetraconazol se limitó la producción de biomasa, disminuyó ligeramente el consumo de azúcares y se potenció la síntesis del compuesto aromático acetato de 2-feniletilo (que aporta notas a rosa a los vinos), en comparación con la fermentación control”, señala la ingeniera técnica agrícola. Sobre la relevancia de su estudio, Thais Sieiro apunta como hasta la realización de esta tesis los efectos de los fungicidas analizados en ella “no estaban suficientemente estudiados ni se conocían los mecanismos moleculares que determinaban la respuesta de las levaduras ante la presencia de residuos de fungicidas”. Una vez finalizada la investigación, su autora destaca la importancia de continuar profundizando en esta línea de investigación “con el ánimo de poder recomendarle al sector vitícola cuáles son los fungicidas que muestran una menor repercusión en la calidad del vino e incluso seleccionar levaduras más resistentes”.