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Críticas ante la propuesta de cambio en la regulación de las técnicas de edición genética de las plantas

La Reunión informal ministerial de Agricultura que tendrá lugar los días 4 y 5 de septiembre en Córdoba, dentro de las actividades de la Presidencia Española de la Unión Europea, sirve de palanca para manifestar el desacuerdo de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) con ciertos aspectos que consideran “pendientes de desarrollo o que deben ser estudiados”, afirman desde la entidad. “La propuesta presenta, sin embargo, algunas incoherencias, como la prohibición de utilizar plantas derivadas de NGTs en la agricultura ecológica, al privar a los productores que apuestan por este modelo de la libertad de elegir nuevas variedades más resistente a plagas y enfermedades, más resiliente a los cambios climáticos y con un mayor potencial productivo para hacer el cultivo sostenible económicamente”, critican desde ANOVE. A modo de contexto, la Comisión ha diferenciado las plantas obtenidas por nuevas técnicas genómicas (resultantes de métodos de mutagénesis dirigida y cisgénesis) de las plantas transgénicas (variedades que incorporan ADN de especies foráneas), cuya regulación no se modifica.  Para ello, establece dos categorías de plantas NGT, lo que permite un procedimiento de verificación simplificado.  El uso de estas técnicas permitiría acortar significativamente el tiempo necesario para poner una variedad nueva en el mercado pasando de los 10-12 años actuales a apenas 5-7 años. “Este objetivo es esencial para poder hacer frente lo antes posible a los retos que plantea el Pacto Verde europeo, los efectos derivados del cambio climático y las crisis geopolíticas que impactan en la cadena de suministro alimentario”, avanzan desde ANOVE.

Otero Vilar SC, una granja en constante crecimiento

Ubicada en la zona de Marquide, en la parroquia de A Rigueira, esta sociedad fue constituida en el 2006, siguiendo el paso de tres generaciones de ganaderos anteriores. A día de hoy, sus titulares, Javier, Carlos y María, junto con cuatro empleados, atienden diariamente a cerca de 550 animales. El punto de partida, hace ya 16 años, fue una explotación con 30 vacas en ordeño en régimen semi-extensivo. “Teníamos un establo antiguo y pequeño. No era cómodo ni para nosotros ni para las vacas, por lo que decidimos en ese momento realizar una obra nueva”, recuerda Carlos. Esta nave, tenía capacidad ya para 90 vacas. “En el establo nuevo cogían las vacas de producción, secas, recría y aún sobraba sitio”. Desde que entraron las primeras vacas, en mayo del 2007, hasta hoy en día se produjeron hasta cuatro ampliaciones sucesivas, para dar cabida al total de animales que hay actualmente. “Hoy tenemos falta de hacer una nueva ampliación porque el establo actual está saturado y además, también estamos tramitando la construcción de una obra para la recria, en la que instalaremos una amantadora” prevén Carlos y Javier. Vista de la granja. Manejo del ganado La cabaña ganadera en Otero Vilar se va dividiendo en diferentes lotes de acuerdo con su edad o la etapa productiva. Una vez nacen las terneras, pasan unos días en boxes individuales, donde toman el calostro de la madre los primeros días. Pasadas las primeras 3 semanas se incorporan a un lote en el que permanecen hasta el destete. En esta fase, las terneras ingieren dos veces al día leche en polvo, además de tener a libre disposición forraje seco, pienso y agua fresca. Lote de vacas secas. Posteriormente se agrupan en lotes por edades, hasta que llega la hora de la inseminación. “Les vamos poniendo la primera dosis de semen a los 16 o 17 meses, para que vengan pariendo con poco más de dos años”. Una vez están confirmadas, pasan al siguiente lote, en el que permanecen “hasta tres semanas antes del parto, que las pasamos con las vacas secas y de preparto”, comentan Javier y Carlos. Lote en cama caliente de paja. Cama caliente y colchonetas En el grupo de producción, las vacas están agrupadas en dos lotes, uno en cama caliente de paja y otro en cubículos con colchoneta y carbonato. “El lote de cama caliente está ocupando el espacio en el que en principio irían las vacas secas, pero al ir aumentando necesitamos echar mano de este espacio, desplazando a estas a otra nueva nave” explica Carlos. En el lote de cama caliente hacen una limpieza diaria para volver a cubrir con paja nueva. Con esto consiguen controlar los casos de mastitis, sobre todo en épocas de calor en las que los animales buscan zonas más húmedas en las que refrescarse. “Es un trabajo laborioso que tenemos que hacer todos los días, por lo que de cara a la nueva ampliación, nos decantaríamos por poner cubículos”.
El estiércol da bastante trabajo en la cama, pero después se nota en las fincas, ya que es un abono muy bueno
Para el ordeño, cuentan con una sala en espina de pescado con capacidad para 24 animales y en la que realizan el ordeño dos veces al día, a las 6.30 y las 18 h. Orientación de la genética En el aspecto de la genética, trabajo al que se dedica principalmente Javier, buscan animales con altas producciones. “En estos momentos, la industria está demandando más cantidad que sólidos. Apostamos por vacas de altas producciones y que no penalicen en calidades, patas, ubre o longevidad”. Actualmente la media de producción se sitúa en 35 litros por vaca y día con unas calidades de 3.4 de proteína y 3.7 de grasa. Para esto seleccionan dos toros a principios de año, que serán los que emplean durante esa campaña. A mayores, utilizan semen de razas cárnicas para aquellos animales que no les interesa sacar recría. Tres generaciones de la familia en la granja. Alimentación Para elaborar la ración diaria, en Otero Vilar SC contratan el servicio de carro mezclador a una empresa. Se elaboran cuatro carros diariamente, dos para las vacas de producción, uno para las novillas y otro para las vacas secas. La mezcla de las vacas en producción se compone por 0.5 kg de paja picada, 32 kg de silo de maíz, 12 kg de silo de hierba y otros 12 kg de concentrado. Un aspecto a destacar es la calidad de conservación que consiguen en los silos. Tanto Carlos como Javier atribuyen esta buena conservación a que “durante el ensilado estamos con dos tractores en el silo, uno extendiendo y otro pisando, logrando de este modo una buena compactación. Luego para tapar empleamos un film que actúa como barrera frente al oxigeno, por encima una lona de plástico, una malla que protege de picaduras y luego cubrimos el silo todo con ruedas.” comenta Carlos, mientras muestra el silo de maíz y hierba.
Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para henolaje
Carlos enseñando el silo de maíz. En la alimentación del ganado son autosuficientes e incluso tienen excedentes en la producción de maíz, lo que les permite vender cada año unas 20 hectáreas. Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para ‘henolaje’, un paso intermedio entre el silo y la hierba. “Este año vamos a recoger una parte para hierba seca y otra de este modo. “Tenemos que esperar a que la hierba espigue, para que haga el efecto de la fibra de paja. La segamos, la dejamos unhos días secando y cuando ya casi valdría como hierba seca la hacemos en rollos y los encintamos” explica Javier. Gestión de las tierras Trabajan una superficie agrícola de unas 190 hectáreas en las que el principal cultivo es el maíz, que se rota con raygrass como cultivo de invierno. “Del total de las fincas tenemos unas 40 hectáreas de praderas permanentes, que son terrenos más secos y donde el maíz no sacaría rendimiento. En las 150 restantes hacemos una rotación de maíz y una mezcla de raygrass inglés e hibrido. En las fincas con mejor suelo llegamos a superar las 60 toneladas de maíz por hectárea, bajando a 50 en aquellas que no tienen tanto fondo” comenta Carlos. La siembra del maíz comienza a principios de mayo. Para no retrasarse realizan un único corte de hierba, “a no ser que venga un invierno seco y podamos entrar en marzo en las fincas, pero esta es una zona muy llana en la que el agua no escurre rápidamente, por lo que casi siempre vamos a un corte” comentan Javier y Carlos. Para las primeras fincas de maíz emplean un ciclo 400, que van reduciendo a medida que avanzan en el calendario, llegando a principios de junio con un ciclo 260. En esta campaña, como en muchas otras granjas, sufrieron el ataque de rosquilla en muchas fincas, teniendo que volver a sembrar 40 hectáreas. “El próximo año queremos emplear una semilla con tratamiento porque es una garantía, y al final teniendo que resembrar no se ahorra nada”, dice Carlos. Para la fertilización de las fincas, tanto de maíz como de hierba, utilizan el purín y el estiércol producidos en la granja. "El estiércol de la trabajo a la hora de manejarlo en la cama, pero la verdad es que producimos bastante y eso se nota después en las fincas, ya que es muy bueno como abono", reconoce Carlos. En el caso del maíz complementan con 400 kg por hectárea de un abono de liberación lenta 20-7-10, que esparcen a voleo previamente a la siembra. Para la hierba utilizan 200 kg de NAC por hectárea. El trabajo de las fincas lo reparten entre Javier y Carlos. Excepto para el picado de la hierba y del maíz o del enrolado, tienen un extenso parque de maquinaria con el que realizar las tareas de campo. “Quitado algún día que estamos apurados y nos hace falta ayuda externa para no retrasar, los trabajos agrícolas los hacemos todos con nuestra maquinaria”, apunta Carlos. Maquinaria de la granja. Veranos Esta granja está ubicada en una zona alta en la que el aire enfría las instalaciones sin necesidad de ventilación forzada, por lo que el estrés por calor hasta ahora no fue un problema. Aun así, el año pasado, las altas temperaturas fueron motivo de baja de varios animales. “Fue un verano fuera de lo normal, en el que día tras día había temperaturas muy altas, ya desde primeras horas de la mañana y con noches en las que no bajábamos de 25 grados. Hubo algún caso de vacas que al pasar al lote de las secas, que tienen acceso a una finca exterior, pasaron muchas horas al sol y no recuperaron. Este año de momento no tenemos problemas de temperaturas, pero en caso de que veamos que se repite la situación, tendremos que valorar medidas para mejorar el bienestar de los animales” apunta Carlos. Este año, debido a la subida de los precios de la paja para la ración, van a recoger un último corte de hierba para henolaje El estiércol da bastante trabajo en la cama, pero después se nota en las fincas, ya que es un abono muy bueno Tenemos la granja en una zona alta con circulación de aire, pero el pasado verano las altas temperaturas nos crearon problemas, así que valoramos medidas para mejorar el bienestar animal

Grasa, proteína y rendimiento en leche por animal: la situación comparada de Galicia

Las granjas gallegas destacan a nivel europeo por sus rendimientos anuales en Kg. de leche por vaca, pero se encuentran en la franja baja en calidades de grasa y proteína. Un artículo elaborado por investigadores de Mabegondo y del Ligal, publicado en la obra ‘El sector lácteo en España’ (Cajamar), compara los valores gallegos y españoles con los de las principales potencias lácteas europeas. Desgranamos los datos y conclusiones. Para la comparación, se tomaron en cuenta los valores promedio del último quinquenio (2016-2020), a fin de evitar posibles sesgos de un año concreto. El contenido medio en grasa de la UE-27 fue del 4,07%, en tanto la proteína fue del 3,43%. En Galicia, la comunidad con los mejores datos de sólidos en leche de España, la grasa fue del 3,81 y la proteína del 3,28%, en tanto la media española se situó en el 3,69 y 3,27 respectivamente. Son datos que ubican a la producción láctea española en la franja baja de producción de grasa y proteína a nivel europeo, una cuestión que tiene que ver con múltiples factores, principalmente por la tradición española de industrias orientadas a la leche líquida y granjas centradas, consecuentemente, en el rendimiento lechero en Kg. Escenario europeo A nivel europeo, en grasa destacan Países Bajos, Irlanda y Dinamarca, con porcentajes que oscilan entre el 4,2 y el 4,4% de grasa. Alemania, Francia y Polonia superan también el 4%, en tanto España e Italia se sitúan en el tramo bajo, con 3,7-3,8. En proteína existe menor fluctuación, pero se pueden establecer similares agrupaciones, con los países líderes en un 3,5 - 3,6 de proteína, seguidos de Alemania, Italia y Polonia, con un 3,3 - 3,4 %, y a la cola quedan Francia y España, por debajo del 3,30%. La composición de la leche se ve afectado por múltiples factores, entre los que figura el sistema de alimentación, la genética o la raza. La raza es uno de los factores más importantes, pues hay diferencias significativas en la producción de sólidos entre la Holstein y otras razas, pero países con una alta proporción de Holstein, como Países Bajos, destacan también en los porcentajes de sólidos de la leche. Datos de sólidos sólo en Holstein La raza frisona (o Holstein) es la dominante en toda Europa, pero en países como Alemania, Francia, Dinamarca o Italia presenta una menor proporción, con alrededor de un 70% de los animales. En el resto de Europa (España, Países Bajos, Irlanda o Polonia), el porcentaje supera el 90%. Si se analizan sólo los datos de las vacas Holstein en la UE-27, destacan Países Bajos e Irlanda, con porcentajes del 4,2 - 4,3 % de grasa y 3,4 – 3,5% de proteína. España, por su parte, se situaría entre los países con valores más bajos, con alrededor del 3,7% de grasa y 3,2% de proteína. Rendimientos En el rendimiento de leche por animal, en una producción normalizada a 305 días, España se sitúa entre los valores más altos de Europa, por encima de los 10.000 Kg. por vaca, en tanto Irlanda tiene menos de 7.000 Kg. por vaca. El resto de países se sitúan entre 9.000 y 10.000. Hay, por consiguiente, tres modelos de producción de leche, uno con altos rendimientos y bajo en sólidos lácteos (España e Italia), otro con pocos rendimientos y alto en sólidos (Irlanda) y un tercero, el más habitual en Europa, que busca un equilibrio entre rendimientos y porcentajes en sólidos.
La raza Holstein presenta significativas diferencias en los distintos países europeos, de lo que se deduce que existe un amplio margen de mejora en España en cuanto a aumentar la producción de sólidos, en especial de grasa
Los autores del artículo (Gonzalo Flores, Adrián Botana y César Resch por el Centro de Investigaciones de Mabegondo; y Roberto Lorenzana por el Laboratorio Interprofesional Gallego de Leche) subrayan precisamente la conveniencia de que España tenga como referencia países que combinan una elevada productividad por animal con una alta concentración de sólidos en leche. Los investigadores inciden en que la raza Holstein presenta significativas diferencias entre los distintos países europeos, de lo que se deduce que existe un amplio margen de mejora en cuanto al aumento de sólidos en España con esta raza, principalmente en materia grasa. Comparativa de datos en raza Holstein: grasa, proteína y rendimientos. Calidades de la leche de vacas en pastoreo Las granjas en pastoreo, comparadas con las estabulaciones permanentes, tienen en general menor producción de leche (y menor gasto de concentrado), pero destacan por un mayor porcentaje de grasa, en comparación con los sistemas de alimentación basados en el maíz. Otro de los puntos fuertes de las granjas en pastoreo (convencionales y ecológicas) radica en la composición de ácidos grasos de su leche y en una mayor presencia de antioxidantes. Es de destacar que toda la leche presenta buenos datos de ácidos grasos y de antioxidantes, pero la leche en pastoreo presenta un mayor porcentaje de ácidos grasos cardiosaudables, así como una proporción más positiva de Omega 6 / Omega 3, desde el punto de vista de la dieta humana. Las granjas en pastoreo, por tanto, obtienen una leche con características diferenciales que tiene demanda entre un sector de los consumidores. La expansión de este modelo de producción, como señalan los investigadores, está limitado sin embargo por la escasez de base territorial y por la deficiente estructura territorial de la superficie (minifundio).

Desmontan el mito de la ineficiencia de la proteína animal procedente del vacuno de leche

El debate sobre la eficiencia de la proteína obtenida de los animales, en comparación con la procedente de los vegetales, es otro de los puntos abordado en el artículo por los investigadores de Mabegondo y del Ligal. Se trata de un debate que -dicen-, presenta en general importantes carencias, pues se echan de menos análisis basados en la diversidad de dietas animales y en los distintos niveles de eficiencia de su aportación a la dieta humana. Para el caso del vacuno de leche, los investigadores decidieron hacer los cálculos. En general, la literatura científica valora la eficacia de la conversión en proteína del porcino y de la avicultura, pero habría que precisar que estas especies consumen mayoritariamente cereales que también podrían ser consumidos por los humanos. En cambio, la ganadería vacuno emplea con frecuencia tierras marginales, convirtiendo pastos y forrajes no empleables en la alimentación humana en alimentos de alto valor nutricional, al tiempo que le proporciona abonos orgánicos a la tierra.
Con el actual uso de la tierra, el ganado vacuno realiza una contribución positiva a la disponibilidad de proteína en la dieta humana
Un 86% de las tierras mundiales destinadas al vacuno son pastos y otro 14% tierras de cultivo de cereales, leguminosas y oleaginosas. Si bien una parte de los pastos se podrían destinar a tierras de cultivo -aproximadamente la mitad de los pastos a nivel mundial-, eso tendría también un efecto medioambiental desde el punto de vista del cambio climático, principalmente por la roturación de pastos semi/permanentes y la pérdida del carbono almacenado en el suelo. Del total de la dieta animal del vacuno, el máximo de alimentación que podrían consumir los humanos oscila entre el 9 y el 34%, en función del sistema de alimentación de la granja. Si se mide en proteína, el porcentaje oscilaría entre el 6 y el 22%. Si cogemos la proteína utilizable por los humanos que consume el vacuno de leche y la comparamos con la proteína que esta misma ganadería le aporta a la dieta humana, nos encontramos con una relación positiva, pues las granjas de leche, en función de su sistema de alimentación, consumen entre 0,28 y 0,85 Kg. de proteína por cada Kg. de proteína que le aportan a la dieta humana. Estos datos demuestran, según los investigadores, que con el actual uso de la tierra, el ganado vacuno realiza una contribución positiva a la disponibilidad de proteína para consumo humano. Los autores destacan que es una cuestión a tener en cuenta, pues factores como la competencia animal – humana por los alimentos, el impacto de la actividad ganadera en el cambio climático o la relación entre dieta y salud tendrán a cada paso una mayor importancia entre los consumidores y en las instituciones públicas.