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SAT O Palomar, una explotación que busca en la autosuficiencia la máxima rentabilidad

Odón Castro, junto a las vacas en producción de la ganadería en Ronfe (Láncara) En la parroquia de Ronfe, en el ayuntamiento de Láncara, Odón Castro está al frente de la SAT O Palomar, que con 690 cabezas es una de las más grandes de la zona, y que destaca por la organización del trabajo en la granja y la autosuficiencia en los trabajos agrarios de las 140 hectáreas que manejan. Los inicios de la explotación se remontan al año 1999 cuando José Antonio y Berta, los padres de Odón, tomaron la decisión de empezar con la granja. “Mi abuelo enfermó y tenía unas 30 vacas de leche pero las instalaciones eran antiguas. Fue entonces cuando se hizo aquí una primera nave para 42 vacas”, cuenta Odón, que se incorporó a la SAT familiar en el año 2004 después de marcharse a estudiar capataz agrícola.
SAT O Palomar ordeña unas 320 vacas tres veces al día
En la SAT están hoy Odón, su madre y su mujer, Kiara, que se encarga de las labores administrativas. Cuentan en la actualidad con 8 empleados y con 2 técnicos externos con formación veterinaria, que se reparten la nutrición y la reproducción de la explotación. La intención de SAT O Palomar es seguir creciendo tanto en número de vacas en producción como en base territorial, pero debido al alza actual de los costes de producción ese proyecto de ampliación está de momento parado. Gestión del personal Con el volumen que ya tiene hoy la explotación, la organización del trabajo y la gestión de la mano de obra es uno de los aspectos fundamentales para un buen funcionamiento, reconoce Odón. “La clave está en protocolizar los trabajos porque sino no se hacen. Aquí somos muy minuciosos a la hora de hacer las cosas y por eso procuramos que los trabajadores se centren en tareas concretas y que a poder ser realicen esas mismas labores los 365 días del año”, dice. Uno de los trabajadores de la explotación está íntegramente dedicado a la maquinaria, dado que SAT O Palomar hace por sí mismo todos los trabajos agrarios, y otro es el que se encarga de hacer los carros unifeed para la alimentación del ganado.
Procuramos que los trabajadores se centren en tareas concretas; aquí la gente realiza las mismas labores los 365 días del año
Otras tres personas están dedicadas a ordeñar, en cada uno de los tres turnos diarios, con un empleado a mayores que hace de correturnos para las libranzas, cubrir bajas, etc. Por último, hay un empleado que lleva 12 años en la explotación que ejerce de comodín y que se encarga de la alimentación de las terneras y la fabricación del pienso, además de ayudar al resto de empleados en momentos puntuales. El protocolo de postparto incluye la medición diaria de temperatura durante los primeros 10 días Aunque en este momento la estabilidad laboral y la organización del trabajo es una de las claves en la gestión de la granja, Odón reconoce haber pasado momentos de dificultades. “Pasé una época muy complicada cuando pasamos la tres ordeños por falta de conocimiento y de experiencia. Hasta entonces teníamos estabilizada la mano de obra de la explotación, pero de repente la granja tuvo un crecimiento muy grande y tuvimos que contratar a tres personas de golpe. En ese momento había un problema de mano de obra, porque no encontrabas gente profesional, y tuvimos que cambiar por completo el sistema de gestión del personal que llevábamos”, admite.
En este momento tenemos estabilidad. La última persona que entró en la granja fue hace dos años y medio. Pero para eso hay que ofrecer condiciones de trabajo en las que los empleados estén cómodos
Para que encontrar personal para trabajar en el sector sea más fácil es necesario hacer inversiones en infraestructuras destinadas a la vivienda de los empleados, considera Odón. Otro de los handicaps es el idioma, dado que la mayor parte de la mano de obra disponible es de origen inmigrante. En este caso, en SAT O Palomar optaron por “especializarse en un origen concreto, de manera que los que llevan más tiempo son los que se encargan de explicar los trabajos a los que acaban de llegar y el choque cultural es menor”, asegura. Sucesivas ampliaciones SAT O Palomar no ha dejado de crecer en los últimos años y ordeña hoy unas 320 vacas, por lo que estos 23 años han sido un proceso de crecimiento constante y de sucesivas obras de ampliación para acoger a los animales sin perder eficiencia en el trabajo y bienestar en el ganado. La primera ampliación de las instalaciones fue en el 2006, para construir una nave de recría que más adelante se adaptó para vacas en producción. En el año 2011 hicieron otra inversión importante en una nueva ampliación para vacas en producción y la construcción de silos en la zona donde tienen la fábrica de pienso con la que elaboran sus propias mezclas y concentrados.
Estos 20 años han sido un proceso constante de construcción y de ampliación
La última de las ampliaciones de las instalaciones tuvo lugar en el año 2016, con 80 cubículos más para vacas en producción y la construcción de un edificio para la lechería y para la instalación de una nueva sala de ordeño. En este momento las instalaciones están “sobrecargadas” con un 15% más de ganado, pero el proyecto que tenían para seguir ampliando está de momento parado debido a la actual situación de alza en los costes de producción y en los materiales. Los márgenes por la venta de la leche “son mínimos en este momento”, asegura Odón, que estima el coste de producción actual entre 39 y 40 céntimos por litro. Al encarecimiento de las materias primas hay que sumar el alza de combustibles y fertilizantes sufrida este año. “Para la campaña del maíz de este año compré el abono a 725€ la tonelada, cuando el año pasado el mismo producto vino a 245€ y el gasóleo lo compramos a 1,03€ el litro, cuando en la anterior campaña estaba a 0,68”, ejemplifica. Cambio de paja por arena en los cubículos A a hora de hacer las naves, no son necesarios “lujos”, considera Odón, pero sí una serie de cuestiones esenciales para la comodidad y el bienestar del ganado. “Los aspectos fundamentales que deben tener unas buenas instalaciones son camas dimensionadas y en buen estado y una anchura de pasillos que facilite una buena gestión del ganado, con eso es suficiente”, defiende.
Cuando dependes de mano de obra contratada, la arena es más segura y sencilla de manejar por parte de los empleados
En los cubículos emplean desde hace 5 años arena. Antes usaban paja y carbonato. El cambio se debió a que con el aumento de la dimensión de la granja los costes del material de relleno también se disparaban, y a que al depender de mano de obra, el mantenimiento de un material inerte como es la arena es más fácil y seguro. Para evitar los problemas agronómicos que la arena provoca en las tierras, lo que hacen es separarla por decantación. “Después la echamos en determinadas fincas que tienen mucho barro y de este modo logramos incluso mejorarlas”, explica. Estrés por calor La arena tiene además otra ventaja. “Estamos metidos en un valle y desde el mes de mayo hasta octubre sufrimos episodios de calor extremo. Al contar con sistemas de ventilación los patios se secan y con la paja se convertían en pistas de patinaje para las vacas. Teníamos problemas de accidentes que con la arena se han resuelto”, cuenta Odón.
Hemos renovado el sistema de ventilación porque teníamos problemas severos en verano, tanto en bajada de producción como en la reproducción
A pesar de contar con ventiladores, los efectos del estrés por calor sobre el ganado se dejaban notar con claridad en esta ganadería, hasta que este año hicieron una importante inversión, de unos 37.000 euros, en la renovación de los sistemas de enfriamiento del ganado. “Teníamos problemas severos con el calor, que provocaban una caída en los niveles de producción y en los índices reproductivos. Pero este año, con la instalación de 18 nuevos ventiladores y de duchas en todas las naves la bajada fue mínima porque las vacas no redujeron la ingesta", asegura. La gestión de la granja sufre ligeras modificaciones para adaptarse al periodo de más calor. "En verano tenemos unos protocolos reproductivos más agresivos y retrasamos una hora los ordeños, que pasan a hacerse a las 6 de la mañana, a las 2 de la tarde y a las 10 de la noche en vez de a las 5 de la mañana, a la 1 de la tarde y a las 9 de la noche. Hacemos también cambios en la alimentación, con una ración más fresca”, explica Odón. Manga de manejo a la salida de la sala Para facilitar el ordeño de las 320 vacas, las tienen divididas en 4 lotes. En uno de ellos están las primerizas y vacas de segundo parto; en otro están las vacas adultas, y en el lote intermedio se encuentran vacas de segundo y tercer parto. El último de los grupos es el de postparto y enfermería. La nueva sala, puesta en marcha hace tres años, está preparada para ordeñar lotes de 120 animales. Los que están más sobrecargados se ordeñan primero. “Es muy importante que las vacas estén el menor tiempo posible esperando para ordeñarse”, afirma. En las nuevas instalaciones, con 20 puntos, logran ordeñar unos 84 animales a la hora. Con todo, finalizar cada una de los tres ordeños diarios se aproxima a las 4 horas.
El protocolo de postparto incluye la medición diaria de temperatura y acetona en tira de leche al menos durante 10 días o hasta que la vaca es dada de alta
Una de las novedades que Odón ha querido incorporar es una zona de separación a la salida de la sala, con trabadizas con capacidad para 70 vacas a la vez, que es muy práctica para la revisión de animales, la aplicación de tratamientos, el control reproductivo o la podología. “Nos evita tener que andar buscando vacas en medio del establo o prender un lote entero de 100 vacas para inseminar tres o cuatro”, indica. Para salvar el desnivel existente desde el establo a la sala de espera de la sala de ordeño idearon un sistema de escaleras por las que accede el ganado. “No queríamos una rampa para evitar accidentes, porque las vacas resbalarían. Las escaleras funcionan muy bien”, asegura.
La manga de manejo nos permite reducir los tiempos y el estrés de la vaca. Antes pasábamos 10 horas haciendo reproducción; ahora en menos de cuatro horas, al tiempo que se ordeña, hemos finalizado
La sala de ordeño es el lugar en el que se detectan la mayor parte de los problemas del ganado, más aún cuando las vacas pasan por ella tres veces al día. Para avisar de las incidencias detectadas disponen de un grupo de whatsapp en el que están todos los trabajadores. “Es una manera de que no se nos pase nada, porque de otro modo hay turnos que no se ven”, explica Odón. En base a esos avisos se puede actuar mucho antes, ya que cuando se detecta una vaca coja, en celo o enferma, es apartada inmediatamente, nada más acabar de ordeñarse, a la zona de separación que hay a la salida de la sala. Separación y descontaminación del purín SAT O Palomar está preparando también un cambio en el sistema de tratamiento del purín. “Hay un problema severo en las explotaciones con el purín y no se trata de tener más o menos tierras donde echarlo. La legislación no va a permitir emplear más de una cantidad de metros cúbicos por hectárea y eso va a obligar a las explotaciones a reducir el número de cabezas, como ya está pasando en otros países europeos”, asegura. “Nosotros queremos separar la parte sólida de la líquida y después aplicarle a la parte líquida un tratamiento químico y mecánico descontaminante semejante al que se hace en las depuradoras para poder usarla en el riego del maíz. Hay una planta ya montada en Zaragoza y nosotros estamos ya mirando equipos. El proyecto está bastante avanzado”, indica.
Hay un problema severo en las explotaciones con el purín y no se trata de tener más o menos tierras donde echarlo
Una parte de la instalación, lo que sería el proceso de decantación necesario, ya está montado, puesto que disponen de tres fosas de purín más una balsa en cascada que les permite separar la parte sólida de la líquida. “En su día, ya en el año 2011, cuando usábamos paja, habíamos estado mirando ya de montar una planta similar” y una parte de esa infraestructura ya se aprovecharía”, detalla.   Recría centralizada Para poder crecer, la primera de las necesidades de la granja tenía que ver con la recría. En el año 2009 alquilaron una finca a 11 kilómetros, en Maside, para centralizar allí todo el proceso de las terneras y novillas. “La nave está en una propiedad de 28 hectáreas todas concentradas y se adaptaba muy bien para eso en aquel momento, porque la carga ganadera era menor, estaríamos ordeñando unas 150 vacas en aquel instante”, explica Odón.
La finca de Maside la siguen trabajando y en primavera y en otoño mueven entre 50 y 60 novillas gestantes para ella para hacer pastoreo
Cuando el establo de Maside quedó pequeño, encontraron una alternativa en la antigua SAT A Veiga, que tienen alquilada desde el año 2017 y donde centralizan en la actualidad el proceso de recría. Tienen allí en este momento unas 250 novillas que cubren las necesidades de reemplazo de la granja e incluso les permite vender animales en momentos puntuales. “Gracias a la mejora de las instalaciones y al buen manejo de la granja, la tasa de reposición es baja y nos encontramos con que nos sobraban 70 novillas cada año”, explica Odón. Por eso, hace año y medio cambiaron de estrategia. Cruces con angus “Antes inseminábamos todo con frisón y con semen sexado, porque teníamos pensado seguir creciendo, pero desde marzo del año pasado estamos poniendo cruces cárnicos con angus. Tenemos un contrato con una empresa catalana para la venta de esos terneros”, explica.
Llevamos 7 años usando únicamente semen de toros americanos y cuando alguna vaca no se da quedado preñada empleamos embriones terapéuticos de carne
De este modo, en las novillas y en las mejores vacas siguen empleando semen sexado de toros americanos, mientras que el resto de las vacas las inseminan con angus para obtener un mayor rendimiento de la venta de terneros. Entre 21 y 30 días esos terneros angus salen de la explotación con destino un cebadero de una empresa catalana. “Nos está funcionando muy bien, porque no estamos teniendo problemas en los partos ni nos retrasa nada la gestación, y los terneros salen con mucha vitalidad y tienen un precio más elevado”, cuenta Odón. Homogeneidad en el rebaño Considera que para una explotación como la suya es más interesante poner cruces cárnicos a las vacas que vender novillas próximas al parto, ya que es difícil recuperar el coste de los dos años de recría. “La recría hay muchas maneras de hacerla, pero haciendo las cosas bien los costes son importantes”, reconoce. A la calidad del semen hay que añadir el correcto encalostrado y amamantado, el cuidado de las terneras, así como el control de enfermedades en el conjunto del rebaño. “Somos una granja con casi 700 cabezas libre de cualquier tipo de enfermedad infecciosa y por eso no hacemos ningún tipo de vacunación”, destaca.
Somos una granja libre de enfermedades infecciosas y con un nivel genético medio importante en el rebaño
Las novillas paren antes de los dos años de edad. Después del destete están con hierba seca y pienso, hasta que son trasladadas a la nave de SAT A Veiga, donde completan el proceso hasta el momento próximo al parto. SAT O Palomar apuesta “por vacas que no dan problemas”. “A mí me gustaba ir a los concursos y cuando teníamos 60 vacas teníamos mejores animales que hoy desde un punto de vista estrictamente morfológico, pero ordeñando 320 vacas tenemos que irnos a otro tipo de vacas, aunque seguimos manteniendo un nivel genético medio importante”, destaca Odón. Estabilidad en los costes Zona de almacenaje de cereales y fabricación de pienso de la explotación Para la alimentación del ganado disponen de un carro autopropulsado propio con el que hacen la ración varias veces al día para las vacas de leche buscando una mayor ingesta. En la ración de producción meten 32 kilos de silo de maíz, 9 kilos de silo de hierba, 13,2 kilos de cereales y 2,2 kilos de morea. A mayores hacen una ración para las vacas secas y tres distintas para la recría, en función de la edad de los lotes.
Elaboran raciones frescas por la mañana y por la noche para las vacas de leche para incrementar la ingesta
Las materias primas que emplean en las distintas raciones son las básicas: maíz, soja, colza y pulpa de remolacha en grano. En función de la situación del mercado y de los precios pueden variar en algún momento, echando mano también de girasol o cebada. “Miramos que las materias primas que compramos sean de calidad y vengan en las condiciones óptimas. Cada camión que nos llega a la granja se muestrea”, explica. Compran las materias primas con las que luego elaboran los concentrados bien directamente en puerto o a través de mayoristas, en función del precio y las condiciones ofrecidas, pero buscando siempre la calidad y la estabilidad en los precios, con contratos a varios meses.
Estamos gastando diariamente en este momento solo en alimentación por encima de 7 euros por vaca
“Es muy importante en una granja, cuando llega al volumen de la nuestra, tener un coste fijo y estable para poder gestionar la explotación y saber que en un año o en 8 meses el coste de la alimentación no va a aumentar”, asegura. Pero este año el encarecimiento ha sido generalizado. En la renovación de los contratos de suministro la subida fue, dependiendo de la materia prima, de un 20 o un 30% en relación a los precios cerrados para el año anterior, admite. Búsqueda de eficiencia y rentabilidad Por eso, afirma Odón, “queremos producir leche sobre la base de los forrajes que producimos nosotros, sin tener que salir a comprar eso fuera, y con esa premisa no podemos dar más leche de la que damos, porque sería a base de perder dinero”. La media de producción es en este momento de 42,8 litros, calculada en cómputo semanal, pero la granja llegó en otros momentos a picos de 44 litros. El porcentaje de grasa se sitúa entre 3,70 y 3,80%, la proteína en 3,30% y las células por debajo de 200.000.
Podríamos subir la 45 litros, pero no me interesa porque sería a costa de perder dinero
“Buscamos tener producciones altas, las máximas posibles, pero es cierto que desde hace dos años para aquí buscamos sobre todo rentabilidad, el llamado índice de eficiencia, que es intentar producir lo más barato posible pero sin descuidar los principios básicos de lo que es una granja de producción de leche”, indica Odón. “Yo sé que si aceleramos, podemos subir la 45 litros, pero no me interesa, porque me cuesta más producir esos 45 litros que los 42. Nosotros estamos en este momento en ese punto de equilibrio en el que más rendimiento le sacamos a la producción que tenemos”, asegura.

 “El 100% del trabajo de campo lo hacemos nosotros mismos”

Una de las premisas de SAT O Palomar es buscar la máxima estabilidad en los costes de producción. “Decidimos ampliar la base forrajera que teníamos y optamos por tener un parque de maquinaria propio por ese motivo, para poder hacer una gestión de costes propia. Todos los pasos que hemos dado han ido encaminados hacia ahí”, afirma Odón. Para eso, su estrategia se basa en ser autosuficientes en materia agrícola. Este año cogieron 8 hectáreas de terreno más, pero el gran salto se produjo en el año 2011 cuando incrementaron la base territorial en 50 hectáreas de golpe. La explotación dispone de una superficie total de 140 hectáreas, de las que este año echaron a maíz casi 70. Fueron casi 20 hectáreas menos de las que sembraban otros años. "Este año, aquellas parcelas que cumplían muy justas las expectativas que nosotros tenemos para el maíz decidimos no sembrarlas y acertamos teniendo en cuenta cómo vino después la climatología", dice.
Una finca que no llega a los 40.000 kilos por hectárea y que no mantiene el stay green y la digestibilidad no sirve para echar maíz
Debido a la sequía este fue "un año muy complicado para el maíz", dice. "Nosotros adelantamos la siembra casi un mes para poder echar ciclos más largos, ciclos 700, 600 y 500. Pero en alguna finca no llegó ni a echar la espiga y empezamos a picarlo ya en los últimos días de agosto", explica. Odón es muy exigente con la calidad de los forrajes que recoge. "Para mí una finca que no llega a los 40.000 kilos por hectárea y que no mantiene el stay green y la digestibilidad del maíz no cumple para echarlo. En estos casos es más rentable tenerlas a hierba. En las 20 hectáreas que no sembramos a maíz este año sacamos dos cortes buenos para ensilar y uno para hierba seca", detalla.
No dejamos nada vacío, en las 70 hectáreas en las que echamos maíz hacemos rotación con hierba
“No dejamos nada vacío, en todas las fincas de maíz hacemos rotación hierba-maíz”, aclara. Además del empleado que se encargada durante todo el año de la maquinaria, es Odón quien le ayuda en los trabajos de campo y durante las campañas contratan una persona más de refuerzo. Fincas a 30 km de distancia La superficie está muy dispersa, con fincas que están a 30 kilómetros de distancia de la nave principal de Ronfe. Por lo tanto, dice, “hay mucha diferencia de altitud, de tipo de suelo e incluso de pluviometría”, por lo que emplean distintos tipos de variedades de maíz y de pradera en función de la zona. En las fincas en las que hacen rotación con maíz, por ejemplo, en las que hacen un único corte de hierba, siembran una mezcla personalizada que lleva trébol blanco, trébol ladino, raigrás inglés tardío y veza. “Durante años hicimos pruebas en distintas parcelas hasta que llegamos a la mezcla que mejor nos funciona”, indica Odón. En el resto, la mezcla es de pradera permanente. Riego con aspersores para el maíz Las variedades de maíz también las adaptan al tipo de finca. Este año llegaron a emplear desde un ciclo 700 a un 400 largo. Disponen también de superficie de regadío. Son 18 hectáreas. Una parte de la superficie de regadío es de hace 15 años, pero a otra es reciente, incorporada en los dos últimos años a la explotación. “Ahí aseguramos una producción de 70.000 kilos por hectárea”, destaca Odón. "El sistema de manejo de esas tierras es totalmente diferente”, afirma.
En el regadío aseguramos una producción de 70.000 kilos por hectárea
Empezaron usando cañones de riego porque el coste económico de la instalación es menor, pero “en una fase del ciclo de crecimiento del maíz es un sistema que maltrata bastante a la planta, por lo que hemos ido cambiando y ahora lo tenemos todo con aspersores”, explica. No usan el sistema de riego para la fertilización, ya que emplean un abonado de fondo inicial de liberación lenta que cubre las necesidades del maíz durante todo el ciclo de cultivo. Queremos producir la leche con lo que somos capaces de producir nosotros La estrategia de esta ganadería de cara al futuro es seguir manteniendo el mayor grado de autosuficiencia posible, tanto en la alimentación del ganado como en el trabajo de campo. Es cierto que precisan de un parque de maquinaria importante (la inversión en maquinaria supera el millón y medio de euros), pero no dependen de la disponibilidad de empresas de servicios o cooperativas para la recogida de los forrajes. “Planificamos las siembras y las recogidas en función de nuestras necesidades y en el momento óptimo”, asegura Odón.
Planificamos las siembras y las recogidas en función de nuestras necesidades y en el momento óptimo
La cosechadora que tienen ahora la compraron para la campaña de recogida del maíz el año 2020 y supuso un cambio importante en la calidad del ensilado. “Es una inversión importante y hay que disponer del dinero, pero es super rentable porque influye en lo que come el ganado a lo largo de todo el año”, destaca.  

Claves para formar y motivar a las personas contratadas en ganaderías de vacuno de leche

Las actividades educativas para una capacitación del personal representan un punto clave para optimizar el trabajo de las personas empleadas en una ganadería de vacuno de leche, así como para fomentar su motivación laboral. ¿Qué aspectos debería tener en cuenta una ganadería? La consultora, Carolina Pinzón, y el experto en desarrollo, Jorge Delgado, abordaron estas cuestiones en la ‘2022 National Mastitis Council Annual Meeting’, de Estados Unidos, celebrada la pasada semana y que se pudo seguir online. 

Capacitación del personal: en que consiste, beneficios y técnicas

La capacitación puede ser una herramienta para procurar una mayor eficiencia de la mano de obra en una granja de vacas de leche. La optimización del personal a través de una integración laboral didáctica fue una de las temáticas abordadas en la reunión anual sobre la mastitis. Carolina Pinzón, consultora en Forte Dairy Consulting, expone que, con la capacitación de los empleados “podemos tener mejor calidad de la leche porque va a haber vacas más sanas, fruto de una mayor eficiencia, y una mayor consistencia en los procesos, en el sentido de que todo el mundo lo haga igual”. ¿Qué beneficios tiene la capacitación para las personas trabajadoras? Entender sus responsabilidades y el impacto de su trabajo, sentirse que tienen un compromiso y una motivación en su ámbito laboral, o incluso desarrollar la capacidad de exponer y solucionar problemas son algunas de las cuestiones positivas que Pinzón destaca. “Una vez se establezca una capacitación continua se van a formar equipos fuertes que quieran trabajar de forma correcta y segura”, comenta la consultora.
“La capacitación para la mejora continua del personal constituye una estrategia para el éxito de las fincas lecheras” (Carolina Pinzón)
Los estilos de aprendizaje para acercar de manera efectiva conocimientos teórico-prácticos al personal son diversos: visual, auditivo, físico, social, verbal, personal, lógico o mixto. Lo ideal según comenta Carolina Pinzón es este último para “abordar de todas las maneras posibles las formas con las que le gusta aprender a la gente”. La finalidad de esta muestra de estilos es instruir de una manera que fomente el aprendizaje en adultos. La forma de capacitar a la gente que trabaja en lecherías es mostrar un contenido relevante, práctico, organizado y de aplicación inmediata. Hace falta tener en cuenta que “se trabaja con personas adultas que tienen conocimientos y experiencias”, matiza Carolina Pinzón. Por esto, trasladar información útil, bien explicada, e incluso basada en situaciones reales, “como, por ejemplo, cómo atender determinados partos o dar claves para rutinas de ordeño”, referencia Pinzón.
“Necesitas enseñarle al personal algo que les sierva, pero algo que les sierva para ya” (Carolina Pinzón)
Las recomendaciones prácticas que la consultora de Forte Dairy Consulting menciona como un respaldo a una llegada eficiente de los contenidos está en torno al uso de un lenguaje sencillo y sin asunciones; esto es, “si utilizamos el término ‘despuntar’ para explicar cuestiones del ordeño, no se puede dar por supuesto que todas las personas conozcan esa palabra para referirse a los primeros chorros de leche que se extraen, hay que señalarlo para evitar confusiones”, especifica Carolina Pinzón. Otras cuestiones, como un contacto visual directo, un lenguaje corporal positivo para hacer que la persona que se capacita esté cómoda, o incluso procurar su participación son recomendaciones que la consultora destaca. Carolina Pinzón hace hincapié en la necesidad de “aplicar técnicas participativas mediante intercambio de experiencias, planteamiento y solución de problemas, y análisis a partir de casos propuestos por los trabajadores”. Conjunto de actividades utilizadas como ejemplo en la presentación de Carolina Pinzón Las estrategias de capacitación en fincas lecheras deben ser didácticas. Según la consultora de Forte Dairy Consulting, “en las granjas en que se haga un cultivo propio hace falta que las personas trabajadoras en ella vean los resultados, vean como es una bacteria; a la hora de hablarles de la vida de granja hay que hacerles un tour completo enseñando lo que hay más allá de la sala de ordeño para mostrar la importancia de las diferentes partes”.

Fomento de la motivación

Según Jorge Delgado, experto en desarrollo de talentos en Alltech, “la motivación tiene una falta de definición en los negocios”. Para acercar el “deseo o comportamiento concreto, hace falta establecer acercamientos emocionales y racionales con las personas empleadas en las granjas”, explica Delgado. Con la aplicación de esta fórmula se puede conseguir una serie de ventajas en términos de reducción de costes de contratación y de mejora de la productividad. “Las ganaderías deben tener la consideración de las personas trabajadoras como esenciales”, comenta Delgado. Con esta premisa, el experto en desarrollo establece la necesidad de un manejo proactivo de los empleados. En algunos casos, no tienen un acceso a una educación sobre el sector o existe una falta de conexión con la industria lechera, por lo que “es importante poner a su disposición recursos que mejoren su comodidad en el ámbito”, aconseja Jorge Delgado. Ejemplo enseñado por Jorge Delgado para representar malas herramientas de trabajo en una ganadería El experto de Alltech propone la estructura 3-4-5 para conseguir resultados positivos: 3 pilares y 4 impulsores de la motivación de los empleados, y 5 formas de restablecer el entorno de trabajo. “Medir su propio progreso y su contribución con independencia de gerencia, como, por ejemplo, tener cuenta del número de litros de leche entregados, debe ser uno de los pilares”, amplía Delgado. Mostrarle a una persona la importancia de su contribución para la empresa, bajo un ‘no anonimato’ que acerque comprensión y aprecio al personal de una ganadería son los otros dos pilares que Delgado identifica como claves. Los impulsores de la motivación deben estar presentes en el ámbito laboral para fomentar un confort. Según detalla Jorge Delgado, “el impulso a adquirir un estatus social dentro de la granja, a formar conexiones con los compañeros, a satisfacer curiosidades y a promover la justicia conforman los cuatro puntos en los que la empresa debe enfocarse a potenciar simultáneamente”. Por úlitmo, ‘Reset’ es la palabra seleccionada por Delgado para explicar las 5 formas de restablecer el entorno de trabajo. Describir las normas y reglamentos internos, crear un entorno de aprendizaje adecuado, determinar unos patrones culturales internos comunes dentro de la ganadería, introducir unos incentivos económicos uniformes bajo una explicación, y aportarle al trabajador buenas herramientas de trabajo definen el modo de abordar esta última parte de la estructura.

Las ganaderías de leche incrementan sus necesidades de contratar mano de obra en esta época del año

Ganadería Gayoso, de Castro de Rei, una de las que busca personal Hacer frente a inversiones en modernización y ampliación de las instalaciones, aumentar la base territorial y contratar personal externo son las tres principales necesidades de las explotaciones gallegas para poder crecer. El precio de la leche no ayuda a la hora de pagar las inversiones, pero las dificultades para encontrar mano de obra estable y cualificada es seguramente la mayor dificultad con la que se encuentran las ganaderías familiares en el camino de su profesionalización empresarial. Según los datos de la Estrategia de Dinamización del Sector Lácteo Gallego, presentada a finales del pasado año por la Xunta, el 13% de las 7.000 explotaciones que quedan entregando leche en Galicia son ganaderías de tamaño medio con 75 vacas en producción y 40 hectáreas de superficie y otro 7% explotaciones grandes de más de 160 vacas en ordeño y 68 ha de SAU. Son fundamentalmente estas dos tipologías de ganaderías las que demandan personal, en unos casos para aliviar la carga de trabajo familiar y poder disponer de algo de tiempo libre y una mejor calidad de vida, y en otros para mantener la estructura laboral de las granjas, sobre todo en las de mayor dimensión, que ya dependen mayoritariamente de personal externo para su funcionamiento diario.
La falta de mano de obra se suple en muchos casos con un sobresfuerzo por parte de los titulares de las explotaciones
La falta de mano de obra, y de continuidad y estabilidad cuando se encuentran trabajadores, está suponiendo un freno en la capacidad de crecimiento de las ganaderías de leche gallegas y en la profesionalización del sector en su conjunto y llevando a muchas explotaciones a decantarse por sistemas robotizados de ordeño, que reducen las necesidades de mano de obra pero suponen fuertes inversiones y condicionan el crecimiento de las granjas, que deja de ser continuo y pasa a ser escalonado, con saltos 60 en 60 vacas en producción. Estrategia de Dinamización del Sector Lácteo Gallego (Fundación Juana de Vega) a partir de datos del FOGGA   Mano de obra inmigrante Con un rural despoblado y carente de gente joven, la mano de obra inmigrante está cubriendo mayoritariamente los puestos de trabajo que se ofertan. Personas procedentes de África, América latina o el este de Europa trabajan mano a mano en las granjas con los titulares y socios de las explotaciones, pero en muchos casos hay dificultades de comunicación por culpa del idioma, diferencias culturales e incluso desconocimiento de lo que es el trato y el manejo del ganado.
La primera opción casi siempre es contratar a una persona de la zona que ya hubiese tenido ganado en su casa
La primera opción, en caso de poder escoger, casi siempre es contratar a una persona de la zona que ya hubiese tenido antes contacto con los animales por tener ganado en su casa. "En esta zona había muchas ganaderías pequeñas que han ido cerrando y algunas de esas personas están ahora trabajando con nosotros. Es gente que ya sabe lo que es el sector y conoce el trabajo, y es más fácil que mentalizar a personas que vienen de otros sectores como la construcción o la hostelería o que nunca antes han tenido contacto con animales", reconoce Manuel, de la SAT O Chope de Silleda. "En esta época no se da abasto" Aunque las necesidades de personal son constantes a lo largo de todo el año, es en estos meses de la primavera y el verano, cuando coinciden las campañas de ensilado de la hierba y siembra del maíz y también se acercan los turnos de vacaciones del personal fijo, cuando las ofertas de empleo en las granjas se multiplican.
Aunque existe alguna oferta para ganaderías de vacuno de carne, granjas de cerdos o de pollos, la mayoría de las demandas proceden de explotaciones lecheras
"En esta época no se da abasto", reconoce José, de la Ganadería Del Río Deus, de Ordes. "Ahora tenemos mucho trabajo pero nuestra idea es para continuar después también", indica por su parte Álex, de Argerey SC, una explotación familiar del ayuntamiento de Friol. "Nosotros es la primera vez que buscamos un empleado", aclara. Álex y sus padres ordeñan 34 vacas de leche, que mantienen en pastoreo, lo que aumenta el volumen de trabajo, y cuentan a mayores con una explotación avícola, con una nave nueva de pollos construida hace dos años. Buscan una ayuda tanto en la explotación de pollos como en la de vacuno de leche para poder tener un poco más de calidad de vida.
Cuando se acerca el verano siempre hay más trabajo en otros sectores, por ejemplo en la hostelería, que hasta ahora había estado parada por la pandemia
Con el aumento de la demanda, las dificultades en estos meses para encontrar trabajadores también se incrementan, según reconoce Manuel, de la SAT O Chope de Silleda. Esta explotación cuenta con 8 empleados y la demanda de gente para trabajar es habitual. La semana pasaba buscaban un trabajador a tiempo completo por la marcha de uno de los trabajadores, y a comienzos de abril precisaron otro. "De esta vez no fue tan fácil como en otras ocasiones, cuando se aproxima el verano siempre hay más trabajo en otros sectores, por ejemplo en la hostelería, que hasta ahora había estado parada", razona. Empleados de apoyo polivalentes En la mayoría de los casos el perfil que se busca es el de un peón de apoyo para el manejo diario del ganado en trabajos como ordeñar, hacer camas, dar la leche a las terneras o labores de limpieza del establo y acondicionamiento del frente de los silos. Pero si lo que se busca es personal con una mayor cualificación, capaz de quedar solo al frente de la explotación o de trabajar con la maquinaria, las dificultades para encontrar empleados aumentan.
Las explotaciones demandan planes de formación por parte de la Administración para que los trabajadores adquieran una base mínima de conocimientos
En la mayor parte de las ganaderías se valora la experiencia en el sector (por el esfuerzo y gasto de tiempo que implica formar de cero al personal) pero se tiene en cuenta también casi tanto como el currículum el interés y las ganas de aprender, así como la seriedad en el trabajo. "Se valora que tengan experiencia, pero sobre todo que sea gente responsable", afirma José, de la Ganadería Del Río Deus, de Ordes. Una queja habitual es que la formación corre siempre a cargo de las ganaderías, que consideran que debería darse una base mínima de formación por parte de la Administración para facilitar la inserción laboral en el sector y el reciclaje de trabajadores procedentes de otros ámbitos para que de este modo su labor como empresas demandantes de mano de obra se limitase a una adaptación posterior de ese empleado a la forma de trabajar y a las peculiaridades concretas de cada granja. Municipios con más demanda Estrategia de Dinamización del Sector Lácteo Gallego (Fundación Juana de Vega) a partir de datos del FOGGA Las ofertas de empleo se suceden por toda Galicia, pero se concentran sobre todo en las zonas con más producción, en los 20 ayuntamientos que ordeñan el 50% de la leche gallega. El personal con experiencia no abunda y las ganaderías compiten entre ellas por esos trabajadores, lo que incrementa la movilidad laboral y la inestabilidad de la mano de obra en las explotaciones. "En esta zona somos muchas granjas y todas buscamos. Muchos trabajadores echan 5 o 6 meses en una explotación y ya se aburren y van a probar a otra porque piensan que van a estar mejor pero el trabajo es parecido en todos los lados", asegura Dulce, de la Ganadería Novío, de Mazaricos, que lleva 4 años contratando personal externo y constata las dificultades para encontrar mano de obra que tienen las explotaciones de la comarca.
El personal con experiencia no abunda y las ganaderías compiten entre ellas por esos trabajadores
Los horarios de ordeño condicionan, en la mayoría de los casos, la jornada laboral, con jornadas partidas que abundan sobre las jornadas continuas. Eso, sumado a la dispersión geográfica de las explotaciones y a la carencia de vehículo propio de muchos de los inmigrantes que demandan empleo en el sector, hace que el hecho de disponer de vivienda para el personal contratado e incluso para sus familias sea un elemento diferencial en las ganaderías y que juega a favor a la hora de encontrar empleados. El ayuntamiento de A Pastoriza es, junto con los de Santa Comba y Mazaricos, uno de los que más leche produce de Galicia. Allí los puestos de trabajo en las ganaderías son también el principal motor económico y laboral del municipio y están sirviendo también para asentar población. En los últimos años han sido varias las familias inmigrantes que se vinieron a vivir a A Pastoriza y en los principales núcleos de población la disponibilidad de viviendas vacías que alquilar prácticamente está agotada, lo que ha llevado al Ayuntamiento a arreglar las antiguas escuelas de las parroquias para poner estos inmuebles en el mercado de alquiler, complementando con la oferta pública la oferta privada de casas.  

Estas son algunas de las ganaderías que necesitan personal en este momento: 

Ganadería ubicada en Carballo Explotación de vacuno de leche de A Milagrosa con 150 vacas en producción. Trabajos a realizar: Ordeñar, hacer camas, cuidado de los terneros y ayudar en otras labores. Se busca persona responsable y con experiencia en ganaderías de vacuno de leche para cubrir una baja prolongada. Se ofrece contrato a jornada completa, en horario partido, y libranzas tanto por la semana como en fines de semana a acordar dentro de la organización del trabajo de la explotación, que cuenta con otros dos empleados. Contacto: 626903070 (Diego) Ganadería del Río Deus (Ordes) Explotación familiar con algo más de 100 vacas en producción. Trabajos a realizar: ordeñar, ayudar a hacer camas y otras labores. Se busca personal responsable y se valora experiencia. Contacto: 660940407 (José) o 634710952 (Miguel) SAT Aricicos (Cospeito) Explotación familiar ubicada en Arcillá que cuenta con 2 robots de ordeño. Trabajos a realizar: Limpieza, atención a las terneras y otras labores. Jornada partida. No es necesario tener experiencia. Contacto: José Manuel 682804542 Ganadería Novío (Mazaricos) Explotación familiar ubicada en Vioxo de un centenar de vacas en producción. Trabajos a realizar: Ordeñar, hacer camas, limpieza de silos y otras labores. Jornada partida. Imprescindible carnet de conducir. Contacto: 630855756 ( Dulce) o 630855756 (Beatriz) Arguerey SC (Friol) Explotación avícola de cría de pollos y de producción de leche en pastoreo con 34 vacas en producción ubicada en Lamas. Trabajos a realizar: Ordeñar, andar con la maquinaria y otras labores. Jornada partida. No se requiere experiencia. Contacto: 608540546 (Álex)

"Queremos contratar a una persona joven a la que le podamos dejar la granja dentro de unos años"

Nave de producción de la ganadería Gayoso, de Prevesos, en el ayuntamiento de Castro de Rei En la actualidad, 4 de cada 10 explotaciones gallegas tienen como titular a una persona de más de 55 años. Muchas de ellas no cuentan con un relevo claro, lo que supone, en caso de no lograr garantizar la sucesión al frente de la granja en el plazo de 10 años, una pérdida de las inversiones productivas realizadas. Es precisamente el dilema en el que se encuentran Bautista y Clara, el matrimonio que está al frente de la Ganadería Gayoso, ubicada en Prevesos, en el Ayuntamiento de Castro de Rei. Es una de esas explotaciones familiares que han ido creciendo a base del esfuerzo de sus propietarios y ahora, a las puertas de la jubilación, no cuentan con un relevo garantizado.
Buscamos una persona joven, con experiencia o con ganas de aprender, con la posibilidad de que le podamos dejar la ganadería a un precio muy asequible dentro de 3 o 4 años cuando nosotros nos jubilemos
Bautista y Clara tienen una hija, pero no entra en sus planes incorporarse, por lo que la continuidad de la granja depende de una aportación externa. Por eso los actuales propietarios llevan un tiempo buscando contratar "a una persona joven con experiencia o con ganas de aprender, con la posibilidad de que le podamos dejar la ganadería a un precio muy asequible dentro de tres o cuatro años cuando nosotros nos jubilemos", dicen.
La ganadería está bien montada y me da mucha pena que quede sin relevo
A Clara es a quién le falta más tiempo y cuenta ya con la ayuda de dos empleados en este momento, pero no cumplen con el perfil para una posible sucesión al frente de la explotación. "La ganadería está bien montada y me da mucha pena que quede sin relevo", dice Bautista, consciente de que "si la granja se cierra después ya es mucho más difícil que alguien la ponga a andar de nuevo". Instalaciones para 70 vacas y 40 hectáreas muy productivas Vista de las fincas que rodean a la explotación, que cuentan con cierres para hacer pastoreo Ganadería Gayoso cuenta en este momento con 70 vacas en producción y unas 40 hectáreas de superficie agraria para forrajes, donde sacan dos cortes de hierba y uno de maíz. "Lo bueno de esta zona es que las tierras son muy productivas", destaca Bautista. A mayores, disponen de fincas al lado de la nave donde hacen pastoreo tanto con las vacas en producción como con la recría.
Disponen de fincas al lado del establo en las que hacen pastoreo tanto con las vacas en producción como con la recría
A pesar de tener ya dos empleados, Clara y Bautista estarían dispuestos a coger a una persona que diese el perfil de continuidad que están buscando. Durante los años que ellos se mantengan al frente de la ganadería cobraría un salario y ese tiempo le serviría para ponerse al día en los distintos aspectos de la granja para que una vez que ellos se aparten pueda seguir llevando la explotación de manera rentable y generando ingresos desde el primer día. Para las personas interesadas, los teléfonos de contacto de Ganadería Gayoso son: 606369740 (Bautista) y 678369169 (Clara). Sala de ordeño de la ganadería, donde la persona contratada tendría que hacer labores de apoyo Zona de cubículos de la nave de producción, donde emplean paja en las camas

SAT Seixas, una apuesta por valorizar la leche haciendo helados

Manuel Arias, junto a las vacas de SAT Seixas que producen la leche para los helados Xeou! La gestión del personal y las dificultades para encontrar mano de obra es uno de los mayores retos a los que se enfrentan la mayoría de explotaciones lecheras a medida que van creciendo y ganando volumen. En el caso de SAT Seixas, esas necesidades de personal aumentan, ya que además de producir leche bajo el sistema de tres ordeños diarios, transforman una parte de ella en helados que además hacen llegar al consumidor a través de su propia red de establecimientos. Manuel Arias, uno de los socios de esta SAT formada en la actualidad por dos familias y que ordeña entre 220 y 240 animales, reconoce que en una ganadería de esta dimensión la labor de gestión acaba absorbiendo tanto tiempo o más que el trabajo con los animales. "Son muchas cosas, hay que estar pendiente de muchos frentes", asegura. Pero no olvida sus inicios, no hace tantos años, y se sigue considerando ante todo ganadero.
Yo fui criado en la época que te decían vete a trabajar fuera que aquí no haces nada
Manuel es de Aldosende, en Paradela, donde comenzó produciendo leche "con 8.000 kilos de cuota y una vaca de cada color". "Yo fui criado en la época en la que te decían vete a trabajar fuera que aquí no haces nada. Pero yo fui y no me gustaba. Y por una serie de circunstancias, porque enfermaron mi padre y mi abuela casi juntos, volví", cuenta. La producción y el número de cabezas fue aumentando y las instalaciones quedaban pequeñas. "Llegué a ordeñar casi 80 animales allí", recuerda. "Pero era yo solo con la ayuda de mi madre, no tenía mano de obra externa ni tenía para donde crecer y me vi tan agobiado y saturado que busqué una alternativa, la de hacer una sociedad, y surgió la oportunidad de hacerla aquí", explica.
En Paradela éramos yo solo y mi madre. Llegamos a ordeñar 80 vacas, pero no teníamos personal ni para donde crecer. Me vi tan saturado que busqué la alternativa de hacer una sociedad
Crearon la SAT en el 2004 y entre el año 2007 y 2008 comenzaron a trabajar ya en las nuevas instalaciones construidas en el lugar de As Seixas, en la parroquia de Bembibre, perteneciente al ayuntamiento de Taboada, donde hoy trabajan entre 8 y 10 personas dependiendo de la época del año. "Estamos a tres ordeños y hacemos turnos tratando de que la gente esté lo más cómoda posible y sepa cuál es su horario y el calendario de libranzas, vacaciones y fines de semana para que pueda organizar su vida", indica Manuel. Esa es una de las claves, a su juicio, para lograr estabilidad en el personal. A tres ordeños desde el 2010 Sala de ordeño de la explotación, con 20 puntos y sistema trasero La organización del trabajo en la explotación se hace en función de los horarios de funcionamiento de la sala, para hacer los tres ordeños, que comienzan a las 5:30, 13:30 y 21:30 horas. Empezaron con este sistema en el año 2010 y hoy están contentos con los resultados que alcanzan pero, en base a su propia experiencia, no lo recomiendan en explotaciones de menor tamaño o con problemas para disponer de mano de obra. "Cuando nosotros comenzamos a hacer tres ordeños ordeñábamos sólamente 120 vacas y este sistema no se adapta bien en explotaciones pequeñas. Fue una decisión tomada a destiempo en aquel momento, un poco porque estaba de moda, pero nosotros no estábamos preparados para aquel cambio y tuvimos muchos problemas", admiten.
Cuando pusimos en marcha los tres ordeños no estábamos preparados y tuvimos muchos problemas
Pero, a pesar de las dificultades, decidieron no volver atrás y "a base de trabajo y de ser sistemáticos" fueron mejorando y perfeccionando un sistema que ahora les da buenos resultados. "Hoy estamos contentos porque las vacas están mejor y al estar muchas más horas en la granja tienes también mucho más control sobre ella". El primer turno entra a las 5 de la mañana para hacer el ordeño de las 5 y media y acaba su jornada laboral a la una de la tarde, cuando entra el siguiente reemplazo, el que se encarga del ordeño del mediodía. El tercero de los turnos arranca a las 9 de la noche y finaliza a las 2 de la madrugada, lo que hace que haya personal en la granja de manera ininterrumpida durante 21 de las 24 horas del día.
Ordeñar tres veces conlleva más gastos pero las vacas están mejor y al estar más horas en la granja tienes más control sobre el ganado
Esto lleva aparejado que el control y la vigilancia sobre el ganado sea mucho más exhaustivo en aspectos como la detección de celos y enfermedades o la atención a los partos, permitiendo, por ejemplo la ingesta de la primera toma de calostro por parte de las terneras antes de las cuatro horas inmediatamente posteriores al nacimiento, momento a partir del cual deja de ser tan efectivo a nivel de inmunización. Para reducir el tiempo de espera de las vacas para ordeñarse, establecen lotes de 70 animales como máximo, de manera que el resto del ganado permanece descansando o alimentándose mientras no llega su turno. Ordeñar más veces a las vacas no significa exprimirlas más, considera, ya que "a nivel de salud de ubre están mucho mejor y no se ve comprometida su longevidad". De hecho, SAT Seixas tiene animales que destacan tanto por sus medias de producción diaria como también por su número de lactaciones y producción vitalicia. "Tenemos animales con 6 o 7 partos", destaca Manuel. Nave de producción de SAT Seixas. En las camas emplean arena y las hacen una vez al día Con todo, en este momento tienen exceso de recría y no aprovechan mucho las vacas. También por eso hacen secados largos, de hasta tres meses, buscando que los animales que ordeñan tengan todos altas producciones y que luego descansen y se recuperen para encarar el siguiente parto y facilitar también de este modo que las vacas vuelvan a quedar preñadas a la primera.
Para reducir el tiempo de espera para ordeñarse, establecen lotes de 70 vacas como máximo
El paso de los dos a los tres ordeños diarios también hace posible un incremento de producción de los animales. "Nosotros tenemos vacas que en los controles lecheros llegaron muy cerca de los 80 litros y eso con dos ordeños es impensable", afirman. Ese aumento de producción permite compensar el incremento de gastos en mano de obra o consumo eléctrico, algo para lo cual también instalaron placas solares y un variador de frecuencia, pero Manuel defiende que "a las salas de ordeño cuantas más horas estén funcionando más rendimiento se le saca". La de ellos es de ordeño trasero con 20 puntos. Problema este año con el silo de maíz SAT Seixas tiene un déficit importante de superficie agraria y cultiva fincas a 20 kilómetros de distancia La producción media de la ganadería en la actualidad es algo más baja de lo habitual por culpa del silo de maíz. "Ahora mismo debemos andar en los 42-43 litros pero esa no es nuestra producción media. Normalmente andamos entre los 43 y los 45 litros y en algún momento llegamos a picar incluso los 48 litros pero en este momento estamos muy bajos porque tenemos un silo de maíz horrible este año y no sabemos muy bien el por qué. Pienso que fue que el año pasado secó mucho la planta y luego comenzó a llover y tuvimos que esperar mucho para poder ensilar y seguramente la planta llegó al silo muy pasada y no debió fermentar bien porque el silo no huele a ácido láctico como debería y las vacas comen pero no hay producción", explica Manuel. En cuanto a calidades, están entre 3,50% y 3,70% de grasa y en 3,45% de proteína y entregan su producción a Naturleite.
Normalmente andamos entre los 43 y los 45 litros de producción media y tenemos vacas que se aproximan a los 80 litros; eso con 2 ordeños es impensable
SAT Seixas maneja alrededor de unas 120 hectáreas de terreno, insuficiente para poder cubrir las necesidades de alimentación de su ganado, por lo que priorizan la producción de forraje para silo de raigrás. "La hierba la producimos toda nosotros, silo de maíz a veces compramos algo y hacemos también grano de maíz húmedo con maíz que compramos porque nos facilita muchas cosas y los animales están mejor. Tienes una seguridad, porque sabes que lo tienes ahí para todo el año", indica Manuel. Hacen grano húmedo con maíz que traen de León pero en el último año el precio se disparó en 30€ por tonelada Acostumbraban traer entre medio millón y un millón de kilos de maíz para grano húmedo, con el que logran un silo de calidad con entre un 30 y un 35% de almidón, aunque el año pasado trajeron menos por el encarecimiento de los cereales. "Compramos en León y subió de repente 30€ la tonelada, así que metimos menos grano húmedo y suplimos con harina de maíz, ya que habíamos cerrado precio a largo plazo", cuenta Manuel. Este tipo de materias primas, como la harina de maíz, la colza o el bagazo de cerveza, las compran a través de CAP Coruña, intentando tener una estabilidad de precios a largo plazo.
Aquí al lado tenemos un monte comunal de 500 hectáreas que no está a nada. Si la Administración nos ayudase podíamos coger ahí 100 hectáreas para cultivar y de esa manera hacer también un cortafuego natural
De las 120 hectáreas siembran a maíz unas 70 o 80, dependiendo del año, porque algunas son muy pesadas y en función de cómo venga el tiempo no logran laborearlas a tiempo. En la mayoría hacen rotación de cultivos, habitualmente con wester, pero llevan dos o tres años probando una mezcla de raigrás inglés con italiano que les está dando buenos resultados. "Crece muy bien, no es tan precoz como el wester pero casi, y la calidad es muy distinta, seguramente los silos sean mejores sobre todo en proteína", aseguran. La falta de superficie es un defecto importante en esta explotación, que precisaría doblar las tierras de cultivo de maíz que disponen para ser autosuficientes.
Echamos unas 70 o 80 hectáreas a maíz pero necesitaríamos otras tantas
"Ojalá tuviésemos más superficie para poder producir más maíz, y es uno de los objetivos que tenemos, pero es muy difícil, porque estamos en una zona en la que está todo muy esparcido y es muy complicado obtener hectáreas de calidad, logras trozitos pero piezas grandes no es fácil. A ver si ahora con la Ley de Recuperación da Terra Agraria podemos hacer algo en algún monte, porque tenemos un monte comunal aquí al lado de 500 hectáreas y no está a nada. Podíamos ahí coger 100 hectáreas juntas y beneficiarnos todos, porque al mismo tiempo que nosotros lograríamos tierra, haríamos un cortafuegos natural y la Xunta no tendría que estar desbrozando. Pero para eso nos tiene que ayudar la Administración, porque nosotros tal como está la legislación de montes comunales no podemos hacerlo", piden. La falta de superficie disponible en la zona los obliga a cultivar parcelas en Monterroso, a casi 20 kilómetros de distancia de la granja y dos terceras partes de la superficie de la explotación es alquilada. Hacen el carro tres veces al día Compran directamente las materias primas para ahorrar costes y cerrar precios estables a largo plazo Al igual que ordeñan tres veces, también elaboran la ración unifeed de alimentación otras tantas. Para eso disponen de carro mezclador propio, lo que les permite mayor flexibilidad. "Para las vacas en producción hacemos una única ración pero tres veces al día. De otro modo tendría que venir el carro una vez sola y dejarte todo hecho y hacer para los lotes de novillas y secas aunque tuviesen comida, así vamos haciendo según van comiendo", defiende.
Para el manejo diario de la granja preferimos tener carro propio porque nos parece mucho más eficiente y operativo
En cuanto a los trabajos agrarios, dicen, "cada vez hacemos menos porque cada vez estamos más volcados con la granja, así que hacemos lo imprescindible y el resto lo contratamos fuera". Trabajan con el parque de maquinaria de la cooperativa Aira. "Tratamos de sacar dos cortes de hierba y uno de maíz y eso nos obliga a tener que hacer todo tremendamente rápido. A veces tenemos aquí trabajando 10 tractores al mismo tiempo; tú no puedes tener 10 tractores. Es totalmente inviable. Por lo tanto, para conseguir esa rapidez tenemos que contratar", justifican.
Cada vez hacemos menos trabajo agrario porque a veces tenemos aquí trabajando 10 tractores al mismo tiempo, y una granja no puede tener 10 tractores propios porque es totalmente inviable
Las producciones de maíz en esta zona del sur de la provincia de Lugo son bastante inestables y dependen mucho de la climatología. "Pueden variar un 25% de un año a otro, están entre 30.000 a 40.000 kilos por hectárea dependiendo de cómo venga el año", explica Manuel. Por eso, intentan garantizar un buen ensilado de hierba. "Procuramos meter siempre la hierba muy tierna, haciendo dos cortes. Eso nos permite ir jugando un poco con la hierba y con el maíz en la ración en función de las cantidades que tengamos de una cosa o de la otra", indica. En este momento a las vacas de leche les están dando 30 kilos de silo de maíz, 11 de silo de hierba, 0,3 de paja, 8,3 de bagazo de cerveza, 6,2 de colza, 4 de harina de maíz y 2 de núcleo. Reorganización de las instalaciones para ser más eficientes Pretenden reunificar la recría y reubicar las vacas secas para trabajar más cómodos SAT Seixas está inmersa en la actualidad en una serie de obras de ampliación y mejora, para lo cual han tenido que solicitar informe de impacto ambiental. No buscan sin embargo aumentar el número de cabezas, sino reconfigurar la explotación para hacer el trabajo de manera más fácil y eficiente. "Ahora mismo no queremos crecer más, estamos reorganizando todo para que la gente trabaje más cómoda y ser más eficientes, es decir, con las mismas horas hacer más trabajo, y perfeccionar el sistema, porque tenemos muchas cosas que mejorar aún, evidentemente, porque fuimos creciendo a un ritmo tan alto que no nos paramos en los pequeños detalles, que es lo que queremos hacer ahora", reconoce Manuel.
Tienen la recría repartida entre Taboada y Paradela, pero pretenden agruparla para mejorar el manejo y ahorrar tiempo y mano de obra
Pretenden agrupar, por ejemplo, la recría, que ahora está dividida entre las instalaciones de As Seixas y el establo viejo que tenía Manuel en Paradela. "Están aquí en Taboada hasta que son inseminadas y una vez preñadas las mandamos para allí, donde son alimentadas con veza, pero una vez que reagrupemos aquí toda la recría haremos varias raciones diferenciadas en el carro", avanza. En cuanto a la fase de lactación, tienen las terneras en boxes, primero individuales y luego ya en grupos de tres. "Yo no soy mucho de amamantadora, prefiero los boxes, pero lo que estamos haciendo ahora es ya reagruparlas de tres en tres antes del destete y luego ya van pasando a grupitos más grandes en estiércol. En Aldosende las tenemos en cubícolos y las traemos de vuelta para aquí dos meses antes de parir", explica. Juntan en boxes de tres plazas las terneras antes del destete y de este modo consiguen que crezcan más Para destetar no se basan tanto en la edad sino en como come el animal, de manera que se trata casi de un destete individualizado a medida que van estando preparadas. "Miramos que coman un mínimo de cuatro kilos de concentrado al día y ahí es cuando empezamos a destetar", explican. "Salen impresionantes, estamos cubriendo con 12 meses y yo ya digo siempre de broma que cualquier día vamos a tener que empezar a inseminarlas en los boxes por el tamaño con el que salen", bromea Manuel.
Queremos empezar a dar a las terneras tres tomas de nuestra leche pasteurizada y empezar a juntarlas mucho antes porque agrupadas crecen muchísimo más
"En este momento damos dos tomas de tres litros y medio cada una pero otra de las cosas que queremos pasar a hacer es dar tres tomas de nuestra leche, en vez de lactoreemplazante. A los tres días ya les ponemos un puñado de pienso y agua desde el primer día porque te vas dando cuenta de que a medida que van comiendo más, crecen más y crecen antes. Hasta que comen 2 kilos las tenemos con ese pienso y después desde los 2 hasta los 4 kilos les cambiamos a otro tipo de concentrado pero seguimos con la leche. Yo considero que el mayor secreto para que crezcan a esa velocidad está en la leche. Antes destetábamos cuando comían dos kilos de pienso, ahora no, ahora esperamos hasta los 4 kilos", detallan.
La mejora en la recría les ha permitido adelantar varios meses la producción de las novillas y mejorar sus medias de leche al primero parto
Hacen un destete progresivo y están adelantando la reagrupación de los animales. "Para destetar lo que hacemos es sacarles una toma y después la otra, así no sienten nada el cambio cuando les sacamos la leche. Antes también teníamos la costumbre de primero destetar y después juntarlas, pero ahora nos estamos dando cuenta que es un error, que es mejor juntarlas primero y luego destetar, crecen más así, si las juntas antes, y estamos buscando la forma de adelantar ese agrupamiento incluso", explican. La mejora en la recría les ha permitido adelantar varios meses su producción, mejorar las medias del primero parto y "no tener nunca novillas paradas y comiéndote durante dos o tres años".
Hemos crecido muy rápido hasta ahora pero últimamente ya estamos poniendo mucho semen de carne porque no queremos crecer más
Desde su creación SAT Seixas ha estado volcada en aumentar su número de cabezas para poder alcanzar una dimensión suficiente como para rentabilizar las inversiones realizadas y hacer viable el sistema de tres ordeños diarios, pero ahora el objetivo es estabilizar la granja. "Hasta ahora inseminábamos todo con frisón y poníamos sexado en las novillas pero ya no queremos crecer más y estamos ya casi desbordados de recría, así que lo que estamos haciendo ahora es poniendo sexado en las primerizas y azul belga en el resto, excepto que sea una vaca que nos interese criar de ella. En alguna novilla que no nos interesa también ponemos carne, en este caso angus, por facilidad de parto. Últimamente estamos trabajando mucho con el sexado y seguramente acabemos poniendo solo sexado para cubrir el reemplazo y carne en el resto, porque los machos frisones tienen muy poco futuro", consideran. El "secreto a voces" de los jabalíes Daños provocados por el jabalí en una de las fincas de maíz de SAT Seixas Desde hace unos años, esta ganadería pone cara en primera persona a un problema generalizado en el campo gallego: el de los ataques de la fauna salvaje. Los jabalíes destrozan año sí y año también buena parte de los cultivos en esta explotación de Taboada, que ya ha probado todos cuantos métodos había sin lograr resultados satisfactorios. "Probamos de todo: hicimos una inversión importante en pastores y cerramos todo con 25 pastores, pero eso era insostenible, primero porque no era eficaz y después porque tenías que estar todos los días revisando los cierres y reponiéndolos", dicen. Como aquello no era solución al año siguiente probaron a cerrar con malla de oveja unas cuantas fincas. "Ese año funcionó muy bien, supongo que porque las otras estaban abiertas y les era más cómodo ir a las otras, pero a medida que las fuimos cerrando todas ya empezaron a entrar por todos los lados. Luego pusimos malla de cuadros pensando que esa no la agujerearían, pero entraban por abajo. Usamos petarderas, cohetes, perros, pero nada resulta efectivo. Al jabalí no hay forma de controlarlo, es un animal que se va adaptando según le vas poniendo obstáculos, y cuando el maíz está en estado lechoso debe ser como una droga para él y es imposible frenarlo a no ser que se hagan batidas razonables", defienden en SAT Seixas.
Hay Tecores que están colaborando con nosotros, haciendo batidas cuando hay daños, pero hay otros que no y ahí es donde tenía que actuar la Xunta
Pero se quejan de que no siempre encuentran la receptividad esperada entre los cazadores. "Lo primero que hicimos fue hablar con ellos y lo único que recibimos fueron recochineos y amenazas, pero desde que destapamos públicamente el problema, hay cazadores que han empezado a colaborar con nosotros, con los ganaderos. Yo pienso que en los últimos años hicimos algo muy interesante, ya que fuimos capaces de desmantelar ese secreto a voces que había ahí oculto. Pero aún hay otra gente que sigue sin colaborar. Nosotros aquí tenemos fincas en cinco Tecores distintos y hay cazadores que en cuanto hay destrozos van y hacen batidas, y eso minimiza los daños y hace que sean asumibles, pero hay otros presidentes que llevan décadas en el cargo y que parece que siguen incrustados en las leyes franquistas, piensan que todas las fincas son suyas y no hacen nada por ayudar para evitar los destrozos. Ahí es donde la Xunta tenía que tomar medidas y mirar la forma de buscarles relevo para que entrase gente nueva con otra mentalidad en la directiva de esos Tecores y con ideas adaptadas a las nuevas necesidades para ponerle fin a esta pesadilla que sufrimos las explotaciones", defiende Manuel, que calcula que "tranquilamente en los últimos años podemos llevar unos 600.000 euros de pérdidas y de gastos que se ven, porque hay otros que no cuantificas, como la tierra que entra en los silos o las vacas que enferman por clostridium. Los gastos son terribles. El año pasado, por ejemplo, fue horrible", dicen.
Calculan unos destrozos de unas 20 hectáreas por año, lo que supondría más de medio millón de euros en pérdidas desde que lleva funcionando la SAT
Este año en esta explotación optaron por mandar burofaxes a los cotos pero algunos de ellos actuaron únicamente para cumplir el expediente. "Vinieron a hacer una batida con 5 personas solamente para cubrir kilómetros y kilómetros de monte. No puedes venir en ese plan", se quejan. Ante la falta de colaboración están valorando dar un paso más y presentar denuncias contra los Tecores y piden a la Xunta, a la que también se dirigieron con distintos escritos y peritación de daños, que se tome en serio el problema y actúe. "La solución a los daños de la fauna salvaje pasa por la ordenación del territorio. Con fincas de maíz de solo 2.000 metros cuadrados rodeadas de monte es imposible resolver el problema", asegura Manuel. "Se nos pide que seamos competitivos en estas circunstancias y cobrando los precios de la leche más bajos de toda Europa. Y aun así en Galicia somos capaces de ser una potencia produciendo leche. Imagínate que podríamos hacer si las condiciones fuesen otras", evidencia.

Xeou!, helados de la Ribeira Sacra con ingredientes naturales y entre el 40 y el 60% de leche

Montse con helado de fresa recién sacado de la mantecadora En un pequeño obrador debajo de la oficina de la granja, al lado de la sala de ordeño, SAT Seixas transforma desde junio de 2019 una parte de la leche que producen sus vacas en helados artesanos. El proyecto busca valorizar su leche, una materia prima de primera calidad que no siempre las industrias valoran como deberían. "Desde niño vi los abusos constantes de las empresas. Estaban mis padres que no sabían nunca a qué precio iban a cobrar la leche. Pasaron cuarenta y pico años y las cosas están más o menos igual, con la única diferencia de que ahora nos obligan a firmar un papel con las condiciones que ellos nos imponen", denuncia Manuel. Llevado un poco por eso y también por la ilusión que siempre tuvo de hacer algo con la leche de sus vacas, Manuel a su mujer, Montse, decidieron poner en marcha una iniciativa para llevar de alguna manera hasta el consumidor final su leche. Cuando comenzaron a darle vueltas a cómo darle un valor añadido a su materia prima se decantaron por los helados frente a otros productos como los quesos o los yogures, porque pensaron que ese otro mercado podía estar ya más saturado.
Desde niño vi los abusos constantes de las empresas. Mis padres no sabían nunca a qué precio iban a cobrar la leche. Pasaron cuarenta y pico años y las cosas están más o menos igual, con la única diferencia de que ahora nos obligan a firmar un papel
Aunque en este momento el porcentaje de leche que transforman es pequeño, aspiran a poder incrementarlo. "Ojalá pudiésemos transformarlo todo", dicen, aunque prefieren de momento "seguir a pequeña escala para poder mimar el producto y ofrecer un helado gourmet de calidad". "Nosotros queríamos llevar hasta el consumidor lo que nosotros producimos, porque el consumidor cuando va al supermercado compra algo que no se parece en nada a lo que producimos los ganaderos. Aquí mimamos el producto, lo cuidamos y llegamos al cliente con un producto de calidad", aseguran. Aprovechar el Camino de Santiago Xeou! cuenta con tiendas propias en Portomarín, Palas de Rei y Arzúa Sus helados son desde hace dos años el emblema de SAT Seixas, una explotación que no ha parado de innovar desde su creación hace 15 años. En este momento cuentan con tres heladerías propias en Portomarín, Palas de Rei y Arzúa, donde comercializan tanto helados como leche pasteurizada. En vez de decantarse por instalar los establecimientos en las ciudades, optaron por aprovechar que el Camino de Santiago no pasa lejos de Taboada. Bembibre está también muy cerca del embalse de Belesar y de las laderas del río Miño donde se producen los vinos de la Ribeira Sacra de la subzona de Chantada. Su idea siempre fue vender solo en sus establecimientos, pero están teniendo demanda por parte de distintos puntos de venta que quieren contar también con sus helados.
Sus helados son desde hace dos años el emblema de esta explotación que no ha parado de innovar desde su creación hace 15 años
La explotación y el proyecto de transformación y comercialización de la leche en forma de helados son proyectos independientes pero que se pueden ayudar y complementar mutuamente. "Aquí no tenemos grandes industrias, tenemos el sector primario y el turismo. Y pensamos en diversificar de este modo, porque en los precios de la leche nunca tenemos garantía y si eso en un momento falla estarían las tiendas de los helados", razonan. El Camino de Santiago era una ruta que antes de la actual pandemia movía miles de visitantes cada año, y este año estaría a rebosar en pleno año Xacobeo, pero el coronavirus ha frustrado esas espectativas, así que en este momento es al revés; el respaldo lo está aportando la ganadería.
Tal como está el sector turístico y con la inversión recién hecha, el respaldo en este momento lo aporta la ganadería
A pesar del parón por el coronavirus, están convencidos del éxito de iniciativas como esta. "En Galicia tenemos tantísimo potencial y tan mal explotado que es una lástima. El Camino de Santiago aporta muchísimas posibilidades. Cuando abrimos en verano del 2019 en Portomarín, fueses el día que fueses desde las 4 de la tarde a las 9 de la noche veías la plaza de la villa abarrotada de turistas y peregrinos. Tenemos ahí un potencial que es terrible y lo tenemos muy mal explotado, pienso que Galicia está de moda y a esa gente que nos visita tenemos que ofercerle productos gourmet gallegos", defiende Manuel. Sin colorantes ni productos químicos Los helados se hacen con leche y fruta natural en su momento óptimo de maduración Pero más allá de la afluencia de clientes, condicionada por la covid-19, Manuel y Montse están satisfechos con la acogida que están teniendo los productos Xeou. "Nuestros clientes valoran la calidad que les estamos ofreciendo, algo que no hacen las industrias, que solo se preocupan de meter leche en un cartón y cuadrar sus números a base de apretar y bajarle el precio al ganadero", dice Manuel, que recuerda la cara de satisfacción de los peregrinos japoneses cuando probaban su leche fresca pasteurizada.
Esa cremosidad y esa textura que diferencia nuestros helados la da la leche fresca recién ordeñada. Tan sólo pasteurizamos la leche por seguridad, pero es el único tratamiento que le hacemos
"Dependiendo del tipo de sabor, entre el 40% y el 60% de los helados que hacemos es leche", aclara Montse, que se encarga de la parte de transformación y venta en la heladería y lleva la gestión de la granja. "Elaboramos con leche recién ordeñada que es lo que le da esa cremosidad y esa textura a nuestro producto. Únicamente pasamos la leche por un proceso de pasteurización, es algo a lo que nos obliga la normativa sanitaria. Luego mezclamos esa leche con productos naturales, tratando de buscar también el origen en el resto de los ingredientes, como puede ser la fresa, la mandarina o la avellana", explican. 30 sabores diferentes Uno de los top venta es precisamente el helado de avellana con chocolate. "Es también el que más trabajo nos da, hacemos nosotros la pasta de avellana y es un sabor que no encuentras en otros helados", aseguran. Elaboran cada día helados de un sabor diferente y van produciendo según el consumo. "Es un producto natural que es importante que se consuma lo antes posible y que no sufra cambios de temperatura. Si haces algo distinto es mas fácil venderlo", razona Manuel. El proceso es relativamente sencillo. Con la leche que viene del tanque de frío una vez pasteurizada hacen una base sobre la que añaden el puré con el sabor que toque ese día, elaborado con fruta madura para que el azúcar sea natural, al igual que el que aporta la lactosa de la leche. Esa mezcla de leche y fruta pasa entonces a la mantecadora que tras un proceso de casi una hora devuelve la crema inicial en forma de helado. "No hay secretos, nuestro helado no lleva colorantes ni añadidos químicos. La gente se sorprende porque nuestros helados no tienen el color que el consumidor está acostumbrado a ver en los helados industriales. Por ejemplo, nuestro helado de limón sabe a limón pero no es amarillo, es blanco, porque el zumo de limón es blanco y no amarillo, y para que el helado salga amarillo hay que echarle polvos y nosotros no se los echamos", aclaran.
La gente se sorprende porque nuestros helados no tienen el color que el consumidor está acostumbrado a ver en la televisión. Nuestro helado de limón es blanco, porque el zumo de limón es blanco. Para que salga amarillo hay que echarle polvos y nosotros no se los echamos
En este momento cuentan ya con unos 30 sabores diferentes. "Una vez que aprendes la técnica de hacer los helados, el resto es cuestión de ir probando e innovando en los sabores, en las mezclas de sabores y en el planteamiento", indican. Ni Montse ni Manuel tenían experiencia haciendo helados y tuvieron que formarse. Viajaron varias veces a Italia, donde hicieron cursos acelerados en la Carpigiani University, cerca de Bolonia, donde está la mejor escuela de heladería del mundo y visitaron heladerías y ferias especializadas como la SIGEP. En Galicia contaron también con la ayuda de Bico de Xeado, la empresa vinculada a la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña, otra de las ganaderías que en los últimos años apostaron por los helados para valorizar su leche. Formación para que las ganaderías se animen a transformar Para aprender a elaborar helados se desplazaron a Italia, donde realizaron varios cursos Para poner en marcha su proyecto les fueron concedidas dos subvenciones por parte de la Xunta de Galicia, que "son positivas porque arrancar siempre es muy difícil", reconoce Manuel, que sin embargo considera que "habría sido mucho más útil que esa formación que nosotros nos tuvimos que buscar por nuestra cuenta nos la hubiera facilitado la Administración, es decir, que hubiera algún programa de formación en Galicia que ayudase a las explotaciones que queremos transformar nuestra leche a llevar adelante nuestro proyecto".
Las subvenciones están bien, pero ayudaba más que hubierse donde formarse. Nosotros idea de elaborar helados no teníamos y tuvimos que ir a aprender a Italia
Manuel opina que ahí es precisamente donde está el futuro, la sostenibilidad y la rentabilidad para las ganaderías por lo que desde la Administración se debería apostar por estas iniciativas y no tanto por grandes proyectos industriales de multinacionales foráneas que se asientan en Galicia buscando materia prima barata. En SAT Seixas a mayores de las entre 8 y 10 personas que atienden la granja, el primer año llegaron a tener otras 5 personas para elaboración de los helados y comercialización en sus tiendas, puestos de trabajo que sirven para crear riqueza y asentar población en el rural.
Gestionar una explotación es mucho más complicado que hacer helados
Es el hábitat en el que Manuel se siente cómodo. Montse es madrileña y cuando él iba verla "desde La Bañeza ya iba agobiado pensando en donde iba a aparcar", dice. Animan a otras granjas a dar el paso que ellos han dado porque a pesar de tratarse de un mundo que requiere de cierto grado de especialización, Manuel considera que "gestionar una explotación es mucho más complicado que hacer helados" y destaca el mérito de los ganaderos y ganaderas de Galicia, que en los últimos años han sido capaces de hacer competitivas sus granjas en un escenario de precios bajos y déficits estructurales en el sector, que siguen sin corregirse. Una vez más, y pese a tener que atender muchos frentes, Manuel demuestra ser "ganadero por encima de todo".

Curso sobre gestión de personal en ganaderías

El edificio administrativo de la Xunta de Galicia en Lugo acogerá el próximo 16 de octubre -inicalmente la actividad estaba prevista pra el 18 de septiembre- una jornada formativa sobre la gestión del personal en las ganaderías. Bajo el título Nuevas estrategias de revalorización y de gestión técnico-económica de las explotaciones gallegas con el empleo de nuevas tecnologías y benchmarking, el curso busca ofrecer claves a aquellos ganaderos interesados en mejorar la organización laboral de la empresa.  Se trata de una sesión dinámica en grupo, en la que los participantes afrontarán situaciones similares a las que le pueden surgir en sus ganaderías. El curso se llevará a cabo en horario de 9:00 a 14:00 horas y por la tarde de 16:00 a 21:00 horas.  Dada la situación sanitaria actual, el curso contará con 10 plazas. Las personas interesadas en la actividad pueden formalizar la inscripción remitiendo un email a lideresenbienestar@gmail.com. El seminario se incluye en el programa para el apoyo a las actividades de demostración e información al campo gallego 2020, cofinanciado con fondos europeos.

¿Qué se puede hacer para mejorar la gestión del personal de la granja?

«Una buena gestión del personal en la granja es tan importante como el manejo que se hace de los animales para conseguir buenos resultados», reivindica Libby Eiholzer, especialista en gestión y formación de personal en granjas de leche en la Universidad de Cornell, en Nueva York (Estados Unidos). La experta incidió, durante un reciente seminario web organizado por el equipo de ruminantes de la firma farmacéutica MSD Animal Health, en el papel fundamental que supone en las ganaderías de leche contar con personal formado e implicado para garantizar el buen funcionamiento.

Junto con Eiholzer, Carlos Carbonell, integrante del equipo técnico de MSD Animal Health, y el veterinario Román González, de la ganadería lucense SAT Prolesa, donde ambos están implicados en un programa de mejora del manejo de la recría, también coinciden en destacar el valor de formar un equipo de trabajadores para conseguir los objetivos de la ganadería. «El principal activo de una ganadería no son sus animales, ni la maquinaria con la que cuenta, sino sus trabajadores», apunta Román González.

«El principal activo de una ganadería son sus trabajadores»: Román González, veterinario en SAT Prolesa

La experta incide en la importancia de conseguir la implicación de los trabajadores para lograr buenos resultados en la granja. «No basta con ordenar tareas y pagar para ser un buen patrón, es preciso saber motivar al personal», indica Eiholzer. En este sentido, invita a los ganaderos a tener en cuenta los motivos que los hicieron decidirse a dedicarse a esta profesión e intentar conocer también los de los empleados, con el objetivo de asignarles las tareas para las que encajan mejor. «A veces ciertas personas no están en el puesto más adecuado para sus capacidades. Hay que ir viendo las potencialidades de cada trabajador y aprovecharlas», detalla.

A la hora de afrontarse a la gestión del personal en la ganadería, Libby Eiholzer recomienda someter a evaluación los distintos procesos que se llevan a cabo en la granja por el personal para detectar aquellas secciones donde puede haber problemas y atajarlos. Así, será clave ver quién hace cada tarea, cómo se realiza, cómo se le comunicó ese trabajo al empleado y los resultados que se están teniendo. Para apoyar a los ganaderos en esta revisión y análisis de sus rutinas de trabajo, la experta propone herramientas y métodos que contribuyen a mejorar resultados y conseguir objetivos.

En la gestión del personal en la granja es necesario evaluar los procedimientos y los resultados.

Protocolos, la llave del éxito

Una de las medidas más efectivas para organizar la gestión del personal en la granja es la definición de protocolos, donde se detallen tanto las funciones más básicas como aquellas que sean fundamentales para el funcionamiento de la ganadería, aunque no se desarrollen a diario. Deben ser instrucciones básicas y claras para realizar las tareas. «Los protocolos son una guía que ayuda tanto al empleado a desarrollar el trabajo como al patrón para indicarle al operario cómo quiere que se realice esa tarea», detalla la especialista.

«El uso de protocolos sirve para recordar la explicación de un trabajo y, al mismo tiempo, ayuda a capacitar a los trabajadores que se acaban de incorporar»: Libby Eiholzer

Los protocolos son también una herramienta para generar un criterio único en aquellas ganaderías con varios responsables. «No hay peor situación para un empleado que recibir órdenes contradictorias de sus patrones», valora Eiholzer. Tampoco hace falta que los protocolos se desarrollen para todas las tareas de la granja, sino que es preciso identificar aquellas áreas de interés o aquellas de máxima prioridad para mejorar el funcionamiento de la ganadería. Además, cuando se trata de trabajos complejos, la experta recomienda desarrollar varios protocolos secundarios, que concreten y especifiquen cómo realizarlos.

La experta detalla varias recomendaciones para asegurar que estas herramientas sean de utilidad en la granja para los operarios:

-Deben ser escuetos y claros. Resumir en pocas palabras la tarea.

-Es preciso tener en cuenta las dificultades que pueden tener los trabajadores con el idioma y emplear expresiones sencillas y directas. Debe evitarse que los protocolos sean manuales densos, sino unas instrucción claras.

-La utilización de imágenes y esquemas para concretar las indicaciones puede facilitar la comprensión y ayudar a que se empleen estos protocolos. «Algunos de los ganaderos con los que estoy trabajando incluso están empezando a emplear vídeos a modo de tutorial para compartir con sus operarios», detalla la especialista.

-Hace falta colocar los protocolos en lugares visibles y en láminas plastificadas o impermeables, de modo que sean accesibles y no se deterioren con el uso. «El uso de protocolos sirve para recordar la explicación de un trabajo y, al mismo tiempo, ayuda a capacitar a los trabajadores que se acaban de incorporar», señala Eiholzer.

Uno de los protocolos empleados por Libby Eiholzer en las granjas.

Implicar a los trabajadores

Otra de las cuestiones en las que Libby Eiholzer insiste para mejorar la gestión del personal en la ganadería se basa en conseguir la implicación de los trabajadores con la propia granja y los resultados que se obtengan. «Queremos que los empleados no solo entiendan que tienen que venir a trabajar, sino que quieran que la granja tenga éxito», explica la especialista. Para lograr esto, una de las vías es hacer partícipes a los trabajadores de los datos de rendimiento que se están a monitorizar en la granja, de modo que comprendan su significado, así como la meta a conseguir. «Es muy importante que sepan qué significan los números y cómo cambian en función de su trabajo», explica Eiholzer.

«Queremos que los empleados no solo entiendan que tienen que venir a trabajar, sino que quieran que la granja tenga éxito»

Para conseguir esta implicación del personal, la experta aboga por dedicar esfuerzos a la capacitación de los operarios, mediante charlas, seminarios o vídeos que los ayuden en su formación. También resulta fundamental contar con la persona adecuada para impartir la formación o mostrar cómo se realizan las tareas. «Un empleado puede ser muy bueno ordeñando el ganado, pero no tener habilidades para explicar cómo se debe hacer. Precisamos contar con un bueno capacitador, no todo el mundo sirve para eso», concreta.

También es preciso que los supervisores estén implicados con la capacitación de los operarios y que se defina claramente una estructura jerárquica para supervisar y resolver los problemas y las dudas de forma rápida a los trabajadores. Al mismo tiempo, para Eiholzer resulta clave que se reserve tiempo y un espacio idóneo para la capacitación del personal, sin que haya interrupciones y para conseguir que al operario le resulte clara la explicación y pueda llevarla a la práctica.

Zona destinada a la recría en SAT Prolesa.

SAT Prolesa, un ejemplo de mejora en la gestión de la recría

La ganadería lucense SAT Prolesa, cuenta con 9 operarios que trabajan en 2 turnos, lo que le permite realizar 3 ordeños al día y que el personal tenga dos jornadas libres. En esta SAT, creada en el 2000 por 14 socios, en estos momentos tienen como objetivo el incremento de la producción y superar los 5 millones de litros que lograron el año pasado, con un aumento tanto del número de animales, como del promedio de producción y de la eficiencia en la granja.

Para lograr estas metas, están trabajando también de forma directa en la mejora de la recría, un proyecto en el que están implicados tanto el veterinario de la ganadería, Román González, como Carlos Carbonell, integrante del equipo técnico de MSD Animal Health. El trabajo conjunto comenzó en el 2019, pero la mejora de la recría había comenzado ya en el 2014 con el diseño de un protocolo, como una herramienta más para mejorar resultados.

Los protocolos les sirvieron para monitorizar los resultados y contar con datos objetivos para la toma de decisiones

En los primeros tiempos, la falta de control y de monitorización fue haciendo que el protocolo dejara casi de existir. Por eso, uno de los aspectos en los que incidieron desde MSD fue en la necesidad de monitorizar los protocolos y los resultados, para contar así con datos objetivos y rentables que les ayudaran en la toma de decisiones. «A veces, se produce el conocido como síndrome de la ‘ceguera en la granja’, que lleva a interiorizar y aceptar prácticas que antes no se concebían cómo idóneas, e impide que el ganadero o el personal se dé cuenta de que esas prácticas le están impidiendo avanzar, por lo que es muy importante contar con datos que le ayuden a comprenderlo», reflexiona Carbonell.

En la actualidad, cuentan con protocolos detallados para facilitar el trabajo al personal. Disponer de esta herramienta también les está ayudando a mejorar el manejo de los animales, consiguiendo atajar problemas como las diarreas. Uno de los momentos claves es el encalostrado, por lo que definieron un protocolo específico en el que se incluye desde la recogida de muestras de calostros, hasta una estimación de la calidad y del encalostrado así como un registro de datos.

«Cuanto menos tenga que intuir el operario a la hora de hacer la tarea mejor va a funcionar la granja»:Román González

Además, en la ganadería están desarrollando protocolos para otras tareas como la limpieza y desinfección. La monitorización le aporta información en la toma de decisiones para implantar nuevas prácticas. También disponen de protocolos ante situaciones que son determinantes para la recría, como la aparición de diarreas. «Cuanto menos tenga que intuir el operario a la hora de hacer la tarea mejor va a funcionar la granja. El trabajador tiene que disponer de unas instrucciones claras para hacer el trabajo», explica el veterinario, Román González.

Uno de los protocolos que emplean con las becerras para confirmar el estado de los animales y detectar problemas.

Los protocolos también les sirven como herramienta de comunicación entre los distintos empleados para actualizar el estado de los animales y detectar problemas de una manera más inmediata. De hecho, uno de los protocolos instalados informa sobre las tomas que realizaron los animales para extremar el control sobre los animales.

González reivindica tanto la necesidad de protocolos en la granja como la implicación del personal en el desarrollo de esas pautas, para conseguir que sean efectivas, al tiempo que valora que los gastos de la capacitación del personal son siempre una inversión que se recupera.

Más información

A Campiña, 30 años produciendo leche en una de las SAT más veteranas de Galicia

Ricardo Pérez, en la nave de producción que SAT A Campiña tiene en Vilaxuste "Estamos buscando estabilizar la explotación en 280 animales en producción y tenerlos cómodos. Si las vacas están cómodas nosotros trabajamos cómodos también", afirma Ricardo Pérez, uno de los tres socios de la SAT A Campiña, una de las más veteranas de Galicia, con 3 décadas ya de trabajo en conjunto. Los 2,9 millones de litros producidos en 2019 (400.000 más que en el 2018), que entregan a Leche Río desde hace 2 años, convierten a esta explotación de Portomarín en una de las más grandes de la provincia de Lugo. Pero su principal característica, además de apostar por la unión con otras granjas de la zona, es su capacidad para ir adaptándose al paso del tiempo.
"A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce"
"Aunque son instalaciones antiguas, fuimos haciendo reformas para actualizarlas y tener a las vacas cómodas. A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce", insiste Ricardo. SAT A Campiña cuenta en este momento con 234 vacas en ordeño y 390 cabezas totales pero acaban de hacer una ampliación para 50 animales más en producción. "Es una zona nueva con cama caliente para reubicar a las vacas de más edad o que no se adaptan bien a los cubículos", explica. Paridera "Para incrementar nuestra producción estuvimos dudando entre pasar a hacer 3 ordeños diarios con las vacas que teníamos o seguir con dos ordeños y aumentar el número de animales y pensamos que nos sería más factible esta segunda opción, por eso decidimos ampliar", razona. Ordeñan a las seis y media de la mañana y a las seis de la tarde y les lleva dos horas y media ordeñar y media hora más lavar. Tienen una sala 2x10 semitrasera remodelada en el 2011 y ordeñan dos personas mientras otras dos limpian los patios y las camas. 390 cabezas repartidas en tres ubicaciones Tienen toro para las repetidoras La explotación en su conjunto la forman tres núcleos diferentes ubicados tres ubicaciones distintas. El núcleo principal, donde se encuentran las vacas en producción, las vacas secas y las terneras más pequeñas (hasta que son destetadas a los 2 meses de vida) está en Vilaxuste. Los siguientes lotes de recría se reparten después, a medida que van creciendo, entre Recelle y Guntín, con 70 y 20 novillas respectivamente. Esta SAT fue creada en el año 1989 por tres socios, de los que en la actualidad siguen dos, Ricardo y José Pérez. El otro de los fundadores, José Luis López, dejó en 2009 la sociedad, a la que se había incorporado en el 2003 José Manuel López, que continúa hoy en la SAT junto a Ricardo y José. José Manuel es de Recelle, un pueblo vecino a Vilaxuste, y en el que era su establo se encuentra la mayor parte de la recría, que atiende su mujer. "Las novillas las llevamos durante tres años a un centro en Escairón pero no nos resultó y decidimos volver a hacerla nosotros", explica Ricardo. Menos recría Logran animales muy productivos aunque lo que buscan también es que duren. "A nivel genético estamos a un nivel medio-alto. Buscamos producción, evidentemente, pero también patas y ubres, lo que queremos son animales medios que a nivel de establo respondan bien", indica. A los dos meses, las terneras se reparten entre Recelle y Guntín "Hoy tenemos menos recría, con criar un ciento de terneras al año arreglamos, tuvimos épocas en las que recriábamos todo, ahora no, solucionamos con menos. Las que tenemos nos llegan y sino compramos, hoy hay animales buenos a buenos precios", asegura Ricardo. Tienen toro para las repetidoras, para asegurar la reproducción después de tres intentos mediante inseminación. Tres de las primerizas del 2018 de esta explotación se situaron entre las de más producción de Galicia según los datos de control lechero. Las tres superaron los 16.000 litros en su primera lactación, colocándose entre las 10 con más producción al primer parto de la provincia de Lugo y Campiña Rosendo 5738 incluso se subió al podio como tercera clasificada con un total de 17.609 litros producidos en el 2018 con el 3,62% de grasa y el 3,25% de proteína. Mano de obra estable Además de los tres socios y de la mujer de José Manuel, que atiende la recría en Recelle, cuentan con tres trabajadores, tras la incorporación en 2019 de un tercer empleado. El que más tiempo lleva en la explotación es Ricardo, portugués asentado en Vilaxuste y que lleva trabajando en la granja desde el principio. Hace 10 años empezó Enrique y Álvaro lleva 6 meses. "Nosotros tenemos todos entre 50 y 60 años y no tenemos hijos que quieran seguir con las vacas pero la idea es seguir por los empleados", explica Ricardo. Las camas son una mezcla con el 80% de carbonato y el 20% de serrín o cascarrilla de arroz En esta SAT tienen distribuido el trabajo de manera semanal con horarios que facilitan la libranza tanto de los socios como de los trabajadores. "Los horarios en la explotación son de 6 a 10 por la mañana y de 7 a 9 por la tarde pero si acaban el trabajo antes se marchan. Si no hay trabajo no los queremos aquí para nada, las vacas si están listas no hay que estar aquí, tienen que descansar las vacas y también los empleados. A nosotros nos interesa que se haga el trabajo, no si un día hacen una o dos horas menos y se marchan antes porque ya acabaron", afirma.
Después de la jubilación de los socios pretenden seguir con la explotación unos años más por los empleados, que llevan mucho tiempo con ellos
En A Campiña los trabajadores tienen día y medio libre a la semana y "si hacen una hora más se les paga, no regateamos en eso, porque la gente si no la tratas bien no te dura", añade Ricardo. La organización del trabajo busca descargar los fines de semana para que las necesidades de personal sean mínimas. "En las camas, por ejemplo, lo que hacemos es picarlas los miércoles con una gradilla y meter material el jueves, para que el viernes quede encamado y el fin de semana no haya que tocarles", explica. De este modo, los sábados y domingos solo hacen los ordeños y la alimentación del ganado y revisan si hay vacas para parto o para inseminar. "No tenemos collar ni podómetros y hacemos la detección visual de los celos", indica Ricardo, que añade que él, José  e José Manuel se van turnando "para que uno de los tres socios esté siempre en el fin de semana". Vilaxuste Sociedad Cooperativa Gallega Maquinaria perteneciente a la CUMA y que da servicio a 6 explotaciones de la zona SAT A Campiña es una de las 6 explotaciones que forman la CUMA Vilaxuste S. Coop. Gallega, junto a SAT A Cruz, Abrita SC, Ganadería Luchana, San Martiño SL y Ganadería Outeiro. Foi la primeira CUMA en crearse en Galicia y segunda a nivel de todo el Estado, en el año 1998, y cuenta con un parque de maquinaria y con una persona contratada que lleva la gestión de todas las granjas. "La CUMA nos hace todos los trabajos, pero tenemos límites, porque todas las explotaciones que la formamos fuimos ampliando y no tenemos horas para todos, así que las explotaciones más grandes tenemos maquinaria de apoyo para la CUMA que empleamos sobre todo en campaña. En nuestro caso son 2 tractores y una cisterna para sacar purín", indica Ricardo.
Además de maquinaria, la CUMA cuenta con una persona que lleva la gestión de todas las granjas
Vilaxuste S. Coop. Gallega cuenta con 5 empleados fijos durante todo el año: tres tractoristas, una persona que se encarga del carro mezclador y la persona de la oficina. "En campaña metemos un tractorista más y ayudamos también los socios", explican. Aunque la CUMA hace todos los trabajos agrícolas en las 6 explotaciones que la forman, en los últimos años decidieron contratar a otra empresa externa el picado para el ensilado. "Antes teníamos cosechadora propia en la CUMA pero ahora no, contratamos una o dos cosechadoras en campaña y nosotros ponemos los remolques y nos sale más rentable. La campaña hay que sacarla rápido porque el maíz no puede esperar y somos muchos socios con mucha superficie", razona Ricardo. 170 hectáreas de superficie SAT A Campiña dispone de 170 hectáreas de terreno y tiene dificultades para ampliar su base territorial por encontrarse en una zona con muchas explotaciones de leche y por la presión que ejercen sobre los terrenos agrícolas las plantaciones forestales. "Llevamos tierras en los ayuntamientos de Guntín y de Portomarín y pagamos 250 euros por hectárea de alquiler, se nos van mucho dinero en eso", indican.
Redujeron las hectáreas que sembraban a maíz porque no en todas las parcelas lograban buenos rendimientos
Esta explotación decidió en los últimos años reducir la superficie que echaban a maíz para sembrarlo solo en aquellas parcelas donde los rendimientos por hectárea eran interesantes, dedicando a hierba el resto de la superficie agrícola. "Cambió la climatología y no todas las fincas son productivas para maíz, en algunas sacábamos rendimientos pequeños, así que este año echamos solo 60 hectáreas, pero hubo años que llegamos a echar el doble, unas 120 hectáreas, pero pienso que seguramente nos compense comprar, porque escoges forraje y así es siempre de calidad", cuenta Ricardo. Ración dos veces al día Nave de producción Cada una de las seis explotaciones que forman la CUMA de Vilaxuste ensila en sus propias instalaciones y diariamente el carro mezclador que tienen en común acude a las granjas de los distintos socios a hacer las diferentes raciones de alimentación de cada una de ellas. En el caso de SAT A Campiña el carro de la CUMA va dos veces al día, la primera de ellas a las 7 de la mañana, porque para las vacas en producción prefieren hacerles la mezcla fresca dos veces al día.
En 2019 quedaron escasos de silo de maíz y tuvieron que suplirlo con más silo de hierba
Este año la cosecha de maíz en esta zona fue buena, pero la del 2018 había sido muy escasa, por lo que no les llegó para todo el año. "Quedamos escasos dos meses", admite Ricardo. En esta explotación de la alimentación se encarga el nutrólogo Ángel Ávila y se vieron obligados entonces a suplir la falta de silo de maíz con silo de hierba variando la ración de leche por una con 14 kilos de pienso, 1 kilo de hierba seca y 33,5 kilos de silo de hierba. "Arreglamos bien con el silo de hierba que teníamos porque era de buena calidad, con un 17% de proteína", aclara. En el caso de las vacas secas la ración lleva 3,5 kilos de hierba seca, 3,2 kilos de concentrado, 12 kilos de silo de hierba y 1,5 kilos de morea (un pienso liquido complementario elaborado con azucares de alta digestibilidad, microelementos minerales y vitaminas). La de las novillas de recría es semejante a la de las secas pero sin silo de hierba y con 2 kilos de morea. Mejoras en el confot de los animales Separan a las vacas que van a secar para bajarles progresivamente la alimentación y reducirles la cantidad de agua disponible Uno de los mayores énfasis que ponen en esta ganadería es en la comodidad del ganado y en los últimos años fueron realizando mejoras buscando el aumento del confort de las vacas. "La nave de producción era una granja de cerdos de uno de los socios que reconvertimos, por lo que son instalaciones antiguas y más bajas de lo debido, y aunque son ventiladas, tenemos chorros de agua y ventiladores para combatir el estrés por calor, porque aquí el calor aprieta en verano y el año pasado llegamos a estar la 40 grados", explica Ricardo. El sistema de ventiladores y aspersores de agua se enciende automáticamente cuando la temperatura pasa de los 25ºC. La cama de las vacas en producción es de una mezcla de carbonato (80%) con serrín o cascarrilla de arroz y en la última ampliación, acometida en 2019, apostaron por un espacio con cama caliente con capacidad para 50 animales, pensado para aquellas vacas de más edad o que no se adaptan bien a los cubículos. También una parte de la recría, la que se encuentra en Guntín, está en cama caliente. "Las secas las tenemos en paja porque queremos que estén cómodas", dice también Ricardo. La instalación de las secas cuenta con una cubierta con trabantes y acceso al exterior, a una finca al lado de la nave de producción, pero las meten todos los días a comer para también vigilarlas y tenerlas controladas. "Les respetamos a todas las vacas dos meses de secado. En algún caso es difícil hacerlo bien porque llegan dando 50 litros, pero lo que hacemos cuando secamos es separarlas durante unos días para bajarles a la alimentación y al agua", explica.

Conflicto por la gestión del monte comunal entre ganaderos y vecinos sin vacas que quieren plantarlo

"La mayoría de las fincas que tenemos era antes monte pero fue roturado y se llevan trabajando muchos años. Tenemos 40 hectáreas alquiladas al Monte Veciñal en Man Común Rañadoiro, de la parroquia de Vilaxuste, y otras 20 hectáreas alquiladas al monte comunal de Recelle", explican los socios de la SAT A Campiña. Pero en esta parroquia, como en otras muchas en Galicia, la presión de las plantaciones forestales sobre las explotaciones que quedan en activo es cada vez mayor, sobre todo por parte de aquellos vecinos que no tienen vacas y quieren obtener un rendimiento maderero del monte. El acta fundacional del monte comunal de Vilaxuste, un documento original del siglo XVIII, establece que el monte tendrá "usos agrícolas" para aquellos vecinos "que demuestren que la casa está abierta y que hay humo en la chimenea", aclarando además que "no concede derechos ni a los curas ni a los viandantes". Pero este uso agrícola tradiconal del monte comienza a estar en peligro en muchas parroquias a medida que los ganaderos fueron quedando en minoría en las comunidades de montes. Fue lo que ocurrió en Vilaxuste. La nueva directiva de la CMVMC quiso hace 5 años modificar el uso de muchas de las parcelas que habían sido convertidas en pastizales, algunos mediante subvenciones públicas, y que las explotaciones usaban para alimentar al ganado, poniendo así en peligro la viabilidad de las ganaderías de la parroquia y que suman en conjunto más de 1.500 cabezas de ganado.
NOTA ACLARATORIA: EL PERIODISTA DE CAMPO GALEGO VISITÓ ESTA GANADERÍA PARA REALIZAR EL REPORTAGE ANTES DE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS COVID19

¿Cómo se vive en las granjas la crisis del coronavirus?

En las ganaderías se procura manter la distancia entre los trabajadores para reducir el riesgo de posible contagio Poco a poco el sector productor comienza a adaptarse a la nueva realidad motivada por la crisis sanitaria del coronavirus. Las explotaciones tratan de mantener el ritmo de trabajo habitual, aunque adoptando medidas de carácter preventivo para cumplir dentro de lo posible las recomendaciones de las autoridades. En el segundo día tras la entrada en vigor del estado de alarma para el conjunto del territorio español, la mayor parte de las ganaderías gallegas está notando poco las restricciones impuestas, pues quedan excluídas como primer escalón del sistema de producción de alimentos. Con todo, su funcionamiento diario se ve condicionado por las limitaciones al movimiento de personas y las recomendaciones de que únicamente se lleven a cabo aquellas actividades que sean imprescindibles. Aumentar las distancias entre los trabajadores Aunque no existe ni por parte del Ministerio de Agricultura ni por parte de la Consellería de Medio Rural un protocolo que contenga recomendaciones específicas a seguir por parte de las granjas para evitar el contagio, son muchas las explotaciones que han decidido variar las rutinas de trabajo habituales para evitar el contacto entre los trabajadores o ampliar las distancias lo máximo posible en lugares como la sala de ordeño. "De momento no nos ha afectado prácticamente nada. De suministros hasta ahora estamos servidos, de todas maneras las comerciales nos han avisado de que podría haber cambios en los próximos días. Como prevención nosotros lo que hacemos es que no trabajamos juntos, en los turnos cada uno está solo", explica Francisco Javier, de la ganadería Casa Devesa, de Monforte.
Como prevención nosotros lo que hacemos es que no trabajamos juntos, en los turnos cada uno está solo (Francisco Javier, ganadería Casa Devesa de Monforte)
Ganadería Varela, de Castro de Rei, ya funcionaba antes del coronavirus con rutinas de trabajo individual, donde cada empleado tiene unas tareas específicas. "Aquí las distancias entre personas son grandes y ahora se acabó eso de hablar uno al lado del otro pero por lo demás todo normal", detalla Gabriel. "De momento nosotros hacemos vida normal pero recomendamos a los trabajadores el uso de guantes y mantener la distancia de seguridad", cuenta por su parte Román, veterinario responsable de Prolesa SAT, una de las más grandes de la provincia de Lugo, con 10 empleados, donde extremaron las precauciones en las zonas comunes. La falta de recomendaciones específicas claras dirigidas al sector agroganadero y en concreto al trabajo en las explotaciones hace que las medidas adoptadas varíen de unos casos a otros en función del criterio de sus propietarios y trabajadores. "Aquí el recogedor de la leche pone guantes como siempre, ya lo hacía antes, y nosotros no hemos adoptado ninguna medida especial", cuenta por su parte Moisés, de SAT As Pandas de Vilalba. Evitar el contacto con el lechero Muchos ganaderos no coinciden habitualmente en los horarios con los recogedores de la leche o con los que suministran el pienso, pero una de las medidas generalizadas está siendo no mantener contacto directo con ellos. "Nosotros intentamos que el ritmo de la granja siga con normalidad, los suministros básicos siguen funcionando y otros temas o trabajos en la explotación los dejamos en stand by. Procuramos comunicarnos todo vía telefónica con los camioneros (pienso, leche, etc), no mantenemos contacto ninguno ni conversación en persona con ellos, todo vía móvil, y ya ellos por precaución ponen guantes y mascarilla", explica Marcos, de Lebón SC de Samos.
Lo que me parece triste es que no valoren nuestro trabajo, y más en esta situación (Miguel, SAT O Liñar de Sarria)
"Más allá de lavar con más frecuencia las manos y de seguir todos los consejos que recomiendan las autoridades sanitarias para el conjunto de la población intentamos desinfectar y ser más cuidadosos en la limpieza de la sala de ordeño y la lechería. Naturleite nos ha enviado un comunicado diciendo que van a aumentar la producción y que están tomando las máximas precauciones posibles para seguir manteniendo la cadena de producción y el viernes llamé a Progando y me dijeron que iban a seguir sirviendo igual", explica Miguel, de SAT O Liñar, de Sarria, que añade: "lo que me parece triste es que no valoren nuestro trabajo, y más en esta situación". Los fabricantes de piensos están manteniendo el suministro con normalidad, lo mismo que las empresas de abonos, que están sirviendo el fertilizante en las explotaciones y a los distintos clientes sin problema de ningún tipo. Solo servicios imprescindibles Los carros de cooperativas, CUMAS y empresas de servicios siguen acudiendo a las ganaderías a hacer la ración Los servicios de carácter técnico, sin embargo, están reduciendo al mínimo las visitas a las granjas. "Servicios que no son urgentes nos mandaron aviso de que quedaban suspendidos hasta que todo esto se haya normalizado", indica Pablo, de Ganadería Xuíz de Bóveda. Las empresas de robots y salas de ordeño solo atienden averías y guardias urgentes, pero están suspendiendo las visitas que realizan a las explotaciones para mantenimientos ordinarios en las instalaciones. También las empresas que comercializan semen están haciendo solo las visitas imprescindibles. "El relleno de nitrógeno en los tanques lo estamos haciendo, pero semen solo estamos sirviendo pedidos", explica Noel Balsa, de Global Genetics.
El mantenimiento de sistemas de ordeño se reduce únicamente a las averías y las empresas de semen solo rellenan nitrógeno y sirven pedidos
Nutrólogos u otro tipo de técnicos hacen también teletrabajo. "En vez de tener visitas estamos comentando por teléfono u otros medios las incidencias con los técnicos habituales", cuenta Juanjo, de Ganadería Barbeiro, con instalaciones en los ayuntamientos de Alfoz y Ribadeo. "En nuestro caso al tener varias explotaciones evitamos sobre todo el contacto entre el personal de las distintas granjas. Yo normalmente las visito todos los días y desde el sábado solo estoy en la de Alfoz y con las otras hablamos o nos mandamos información. Hoy iré a Ribadeo para hacer la revisión de reproducción y nada más", indica.
Africor Lugo mantuvo ayer el control lechero con las visitas de los controladores a las explotaciones
Hay sin embargo otros servicios que se mantienen por el momento. El lunes Africor Lugo, encargada de efectuar el control lechero o el programa de apareamientos en numerosas explotaciones, funcionó con normalidad aunque no se descarta que la situación pueda cambiar en los próximos días y que haya que suspender por ejemplo las visitas de los controladores a las granjas. Muchos veterinarios solo atienden urgencias En el caso de los veterinarios, aunque por su consideración como personal de salud pública, al igual que los médicos, deben seguir operativos, muchos también han decidido establecer restricciones y limitarse a atender casos urgentes. "El veterinario que viene por aquí dijo que solo saldrían a atender las urgencias", cuenta Sergio, de la ganadería A Lagoa Serabel SC de Xermade. No hay ninguna recomendación ni por parte de Medio Rural ni por parte de los Colegios Veterinarios sobre que sevicios deben atenderse y cuales no, lo que impide que haya un criterio único entre los profesionales.
No hay una directriz de Medio Rural o del Colegio de Veterinarios sobre que casos se deben atender y cuales no
"En el grupo de veterinarios del que yo formo parte hemos decidido no ir a inseminar, por ejemplo. Hay cuestiones que pueden esperar. No es urgente hacer el control reproductivo pero sí atender cuestiones como cesáreas, enfermedades o hemorragias. Pero es una decisión individual de cada cual, por lo que el criterio puede ser dispar", reconoce un veterinario que trabaja en la zona sur de Lugo, que considera que "en el caso de hacer visitas que tuvieran carácter urgente habría que extremar las medidas de prevención e ir a las explotaciones con mascarilla pero no las hay ni hay manera de conseguirlas", asegura. En el caso de las ADS, no se están haciendo los sangrados rutinarios al ganado pero sí se sigue actuando en las nuevas incorporaciones de animales o en los casos de que surjan casos sospechosos o problemas con enfermedades infecciosas. El suministro de medicamentos está garantizado El suministro de medicamentos veterinarios está garantizado por el momento y no se aprecia ningún tipo de desabastecimiento en las tiendas de fitosanitarios y material veterinario, que permanecen abiertas, lo mismo que las farmacias. Algunas han remitido a sus clientes un protocolo a seguir por parte de los ganaderos para cuando acudan a ellas a retirar algún tipo de producto, como por ejemplo, el mensaje enviado por la cooperativa Aira, que hace hincapié en aspectos como la limitación del aforo, el mantenimiento de las distancias de seguridad o el uso obligatorio de guantes tanto para el personal que atiende como para los clientes.
Aira proporciona guantes en la entrada de sus tiendas de uso obligatorio tanto para trabajadores como para clientes
Limitaciones al movimiento en las carreteras "Nosotros mantenemos la distancia entre los empleados y les hemos hecho un justificante a los trabajadores para que puedan venir en caso de que los pare la Guardia Civil en los controles que están haciendo en las carreteras", explica Jose, de SAT Ladeira de O Páramo, que espera que las restricciones a la movilidad por las carreteras no afecte a la circulación de tractores y camiones cuando comience la campaña de ensilado de la hierba. Las empresas de servicios agrícolas están trabajando también con relativa normalidad y sin impedimentos a la circulación a la espera de que empiecen los trabajos de ensilado de hierba y posteriormente la de siembra del maíz. "En nuestra empresa seguimos trabajando, tomamos medidas como no llevar a nadie en la cabina de los tractores y de las máquinas ni hablar con los clientes en persona, solo por teléfono, llevar la comida de casa y poco más", cuenta un empleado de la empresa de trabajos agrícolas y forestales Marcos Otero.
Les hemos hecho un justificante a los trabajadores para que puedan venir en caso de que los pare a Guardia Civil en los controles que están haciendo en las carreteras (Jose, SAT Ladeira de O Páramo)
Los controles en las carreteras también están afectando a los tratantes de ganado. "Solo puede ir una persona en cada camión, pero a veces son necesarias dos personas para cargar o descargar los animales", indica Enrique Otero, presidente de la Asociación Gallega de Empresarios Tratantes, que explica que el domingo a él lo paró una patrulla de la Guardia Civil por este motivo aunque una vez explicado que una persona sola no podría hacerse cargo de mover el ganado con seguridad no les pusieron impedimento alguno a continuar. Con todo, Enrique recomienda a los asociados que sigan dentro de lo posible las recomendaciones de las autoridades y "si para ciertas entregas o recogidas de ganado llega con una persona que no vayan dos", al igual que pide responsabilidad a los conductores cuando transporten ganado vivo respetando el límite de horas y los descansos con independencia de que haya sido decretado un levantamiento del tacógrafo en el caso de transporte de mercancías básicas.

Pedrón A Ponte, una ganadería que busca ser más eficiente y optimizar los robots

Juan Carlos Pita Valiña, junto a sus vacas en San Martiño de Goberno Las explotaciones lecheras deben contar con una estrategia a largo plazo porque trabajar con animales requiere que los cambios que se hagan sean meditados. Contar con una línea clara da estabilidad a las ganaderías y garantiza ver resultados. Pero a veces las circunstancias cambian y también hay que tener capacidad de adaptación para superar las dificultades. Pedrón A Ponte SL es una de esas explotaciones que acabó en los robots por problemas de personal. "Me quedé sin gente y en tres días los compré", reconoce Juan Carlos Pita Valiña, su propietario. "No había pensado pasarme a los robots ni invertir en eso de momento, tenía otros planes, que pasaban por seguir creciendo con la sala de ordeño que tenía, pero de un día para otro la situación de la granja cambió y hubo que reaccionar", explica.
"Caí en los robots porque no tenía más remedio al marcharme de golpe dos trabajadores"
Esta ganadería ubicada en San Martiño de Goberno, en Castro de Rei, contaba hace un año con tres trabajadores contratados, además del propio Juan Carlos. Estaba David, que es un joven vecino de tan sólo 21 años que sigue en la explotación, un empleado marroquí que llevaba 3 años en la granja y una trabajadora rumana que llevaba 5. "Yo tenía el problema de personal resuelto, pero de golpe me marcharon dos de los trabajadores y me topé con un problema gravísimo", cuenta. Así que Juan Carlos reconoce: "caí en los robots porque no tenía más remedio". "Acababa de hacer una ampliación de la granja pensando en los tres trabajadores con los que contaba. Habíamos aumentado un trozo a la nave de producción con la idea de ponernos en 150 vacas en ordeño pero de repente me cambió la situación", recuerda. A comiezos de 2019 compraron dos robots de segunda mano y redujeron los animales Fue entonces cuando sacrificó algunos de los cubículos para colocar los dos robots Lely A3 de segunda mano que compró de un día para otro. Y no le quedó más remedio que reducir la cabaña hasta las 125 vacas que ordeña hoy para adaptarse a la capacidad máxima de los robots. Aquel cambio brusco supuso la jubilación de la sala de ordeño trasera de 16 puntos que tenía y una redistribución de tareas y de la manera de trabajar en la explotación. El cambio no fue para nada fácil. El primer robot comenzó a funcionar en el mes de enero y el segundo estaba ya operativo en febrero pero Juan Carlos no guarda buen recuerdo de aquellos días. "Nosotros las pasamos muy gordas a la hora de empezar con los robots, estuvimos 6 meses metiendo vacas seguido, era penoso", recuerda.
Las vacas no les entraban en los robots hasta que lograron ajustar la ración en pesebre al punteo de concentrado que hace la máquina en el momento del ordeño
Hasta que dieron con el fallo. "Fue un problema de alimentación, cuando pasas a los robots hay que cambiar la ración en pesebre para pasar a suplementar en el robot y adaptar la ración del carro al punteo de concentrado que hace la máquina en el momento de ordeñar. Tardamos meses en lograr ajustar eso, que es cuestión de ir haciendo pequeños cambios", dice. Ángel Ávila fue quien les resolvió el problema y es hoy el nutrólogo de la explotación. La ración en este momento la tienen en 25 kilos de maíz, 14 de silo de hierba y 6,7 de mezcla de cereales, que se suma al punteo de concentrado que hace el robot, que se sitúa en unos 5,3 kilos de promedio por animal. Tratando de recuperar los 41 litros por vaca y día Ahora disponen de 125 vacas en producción Pedrón A Ponte está aún tratando de recuperar el nivel de producción que tenía antes de poner los robots. "En sala llegamos a 41 litros", recuerda. De aquellos 41 litros de promedio de producción por vaca y día bajaron a 38, con 3,70 de grasa y 3,32 de proteína. "Al arrancar mal cuesta más recuperar el nivel que tenías, pero a principios de año cuento estar ya al 90%", dice. Hoy está ya en una media de 40 litros con el 3,95 de grasa y el 3,32 de proteína. "Vamos mejorando y a pesar de empezar mal con los robots hoy estoy contento con ellos", afirma. Al dar corregido los retrasos iniciales en la entrada de vacas al robot incrementaron el promedio de ordeños. "Cuando teníamos la sala estuvimos una época a 3 ordeños diarios y luego volvimos otra vez a 2 por tema de mano de obra. Ahora con los robots estamos logrando medias de 2,8 ordeños al día y eso que estamos en el límite máximo de la capacidad de los robots en cuanto a número de animales", explica Juan Carlos.
Al tener que reducir el número de vacas para ajustarse a la capacidad de los robots aprovecharon para descartar a aquellos animales que tardaban más en ordeñarse
"Ahora lo que nos queda es ir seleccionando más las vacas y descartar aquellas con menor flujo de leche, que son las que tardan más en ordeñarse", añade. "Estaba ordeñando 140 vacas en la sala pero tuve que reducir los animales en producción para ajustarme a la capacidad máxima de los robots, así que aproveché para hacer mucha limpieza. Además, ya te la piden los propios robots, las vacas con glándulas mamarias mal colocadas o muy duras no sirven", argumenta. Ganaron calidad de vida Pero a pesar de los recuerdos negativos, el cambio trajo cosas buenas. Una vez pasado ese duro proceso de adaptación, Juan Carlos reconoce ventajas, sobre todo en calidad de vida y mayor flexibilidad de horarios. La organización del trabajo en la granja mudó por completo porque "trabajar con robots es totalmente distinto a como se trabaja en la sala", asegura.
"Los robots te permiten ganar dos horas por la mañana y otras dos por la tarde para hacer otros trabajos"
"Ahora llegamos a las siete de la mañana y mientras que se hacen las camas se van metiendo las vacas que no entraron, que pueden ser unas 5 ó 6 en cada robot, y al acabar de hacer las camas ya has acabado el ordeño. Antes hasta las 10 de la mañana estabas liado entre ordeñar y lavar la sala de espera y la sala de ordeño. Son dos horas que ganas por la mañana y por la tarde para hacer otros trabajos. Y antes por la noche no finalizábamos nunca hasta después de las 9 y hoy a las 8 tenemos todo listo", argumenta. Pedrón A Ponte sigue manteniendo dos empleados, frente a los tres que tenía antes de instalar los robots. "En el día a día te ahorran un empleado y cuando uno de los dos que tenemos coge vacaciones atendemos perfectamente yo más el otro trabajador que queda, incluso si un día puntual tenemos que quedar una persona sola también nos arreglamos. Antes cuando ordeñábamos en la sala éramos 4 trabajando y cuando uno cogía vacaciones era complicado para organizarnos los 3 que quedábamos para los descansos", dice.
Tienen las vacas en dos lotes con un robot en cada lote y las distintas tareas están asignadas siempre a la misma persona para que sean rutinarias
Siguen manteniendo jornadas partidas pero con menos horas. "Por la tarde un empleado comienza a las 5 y el otro a las 5 y media. Cada uno tiene asignados sus trabajos para que no se pisen. Yo en vez de tener gente que haga de todo prefiero tener tareas distribuidas para que las haga siempre la misma persona y de esa manera las mecánicas de trabajo sean siempre las mismas y el trabajo sea rutinario", defiende. Ser más eficientes Las camas son de serrín con carbonato Juan Carlos es ingeniero técnico agrícola de formación y tomó el relevo de la explotación familiar que regentaban sus padres Carlos y Elisa, ya jubilados. "En el 2004 nos juntamos con un tío mío de Santa Leocadia e hicimos una SAT. Construimos una nave nueva con fosa de purín y silos y juntamos aquí todo el ganado. Ordeñábamos 50 vacas en aquel momento. Luego fuimos criando y comprando para ir aumentando el número de animales hasta que ya se nos quedó pequeña la cuadra, así que hicimos una ampliación para llegar la 110 en producción. Seguimos haciendo obras, como más silos y rehicimos la nave vieja para meter la recría. Todos los años hicimos alguna obra, no es que no tuviésemos donde meter el dinero, lo que pasa es que una obra pide otra. La última fue el año pasado, cuando hicimos otro silo y ampliamos un trozo la nave con la idea de ponernos en 150 vacas en ordeño", explica. Pero aquella idea de seguir creciendo cambió al instalar los robots y ahora la estrategia es otra: ser más eficientes. "Tenemos 125 vacas en producción hoy, que es el número con el que nos quedaremos. Las perspectivas de futuro no son aumentar porque eso nos obligaría a instalar otro robot más, son ser más eficientes y sacar el máximo rendimiento a las vacas que tenemos, en definitiva, ajustar lo más posible los gastos mejorando los ingresos", resume. "Queremos producir la misma leche con 125 vacas en los robots que antes con 140 en la sala, es decir, con el aumento de producción que nos tienen que dar los robots compensar la bajada en el número de cabezas", añade. Volver a hacer la recría en la propia explotación Por falta de espacio tuvieron que recriar de manera externa el 20% de las terneras Tras la última ampliación, y descontando los cubículos que tuvieron que desmontar para colocar los robots, Pedrón A Ponte dispone hoy de 138 camas para un total de 125 vacas en ordeño, algo que a Juan Carlos le permite meter antes a las novillas para que se acostumbren a andar en medio del rebaño de producción y también a los robots. "Lo que hago es bajar antes a las novillas para la nave de producción desde la de la recría para que tengan más tiempo para adaptarse", explica. Al bajar al número de cabezas las necesidades de recría también disminuyeron, al tiempo que los descartes sirvieron para bajar la edad media del establo y la tasa de reemplazo. "Con tanta limpieza que hice hoy tengo el 50% de las vacas en producción primerizas y el año que viene me va a sobrar recría", cuenta.
Tras la "limpieza" que hicieron la mitad de las vacas en producción son primerizas
Además de poder vender terneras, Juan Carlos va a poder ahorrar en su crianza. A pesar de que hace la recría en la propia explotación (con los animales divididos en 11 lotes por edades de entre mes y medio y dos meses para que los grupos sean lo más equilibrados posibles y los animales crezcan por igual), por problemas de espacio se había visto obligado en los últimos años a externalizar parte de ella. "La que me cabe la tengo en casa y el resto la mando al Rancho Las Nieves de Zaragoza y a la explotación de un particular de Castroverde, Pepe, de Córneas, que hace recría para otras granjas. En el centro de recría de Castro no pude entrar al principio y tuve que buscar esta solución porque no me cabían las terneras en casa. Tengo fuera de la explotación alrededor de un 20% de las novillas, pero ahora con los robots al reducir el número de cabezas voy a necesitar menos recría y me va a coger el 100% en la explotación", detalla. Contratan los trabajos de campo pero tienen carro propio Solo disponen de cisterna de purín y carro mezclador Pedrón A Ponte tiene también contratados otros trabajos, como la inseminación, de la que se encarga el grupo de veterinarios de Castro, o las labores agrícolas, para las que echa mano de empresas de servicios. "Contrato los trabajos agrarios porque la maquinaria es algo que no me gusta nada y al final no te puedes dedicar a todo. Si quieres tener la cuadra bien o tienes mucha gente o tienes que encargar los trabajos de campo". Eso reduce considerablemente las necesidades de maquinaria de la explotación. "Si echas cuentas, para una explotación de este tamaño casi no compensa tener ningún apero, excepto los que trabajan todos los días, como la cisterna, el carro mezclador o la telescópica, que son las que tengo, pero los aperos que trabajan solo en campaña no se dan desquitado", considera. En total esta ganadería dispone de unas 60 hectáreas de superficie, muchas de ellas alquiladas, de las que siembran unas 40 a maíz. Aunque contrata los trabajos, ensila en la explotación y cuenta con carro mezclador propio para elaborar las distintas raciones para el ganado. Además de la de producción, hace una para las vacas secas con silo de hierba, silo de maíz, pienso y hierba seca. Esa misma ración la usa para las novillas desde los 10 meses en adelante, hasta el parto. Antes, entre los 5 y los 10 meses, les hace una ración específica en el carro con hierba seca, pienso y melaza. Hasta esa edad las terneras están con hierba seca y pienso desde el momento del destete, que se produce a los 2 meses y medio de vida. Adquisiciones para facilitar el manejo diario Acercadora de comida Una parte de las adquisiciones que Juan Carlos hizo últimamente, además de la de los robots, buscan facilitar los trabajos diarios y ahorrar en mano de obra. "Es cierto que muchas de las últimas decisiones y cambios que fuimos haciendo últimamente estuvieron motivados por problemas de personal. Por ejemplo, acercábamos la comida a mano pero en el momento que me quedé sin uno de los empleados y coincidió que el otro estaba de vacaciones fui a comprar el acercador por agobio", describe.
"Cuando puse los robots me aumentó considerablemente la factura de la luz, que casi se me duplicó"
Los robots o los acercadores automáticos de comida son inventos que ayudan al ganadero, pero también incrementan el consumo de electricidad en las granjas. "Fue algo que a mí nadie me dijo pero después lo vi en el consumo. Cuando puse los robots me aumentó considerablemente la factura de la luz, que casi se me dobló. Por ser un aparato pequeño no quiere decir que no consuma, porque está trabajando las 24 horas del día", explica. Otro de los trabajos que hay que hacer todos los días en las explotaciones son las camas. Para reducir el tiempo necesario se hizo con una telescópica a la que le saca mucho partido. "Para mí fue la mejor compra de un apero que hice, desde que la tienes te preguntas cómo pude estar tanto tiempo sin ella", reconoce. La emplea, por ejemplo, para llenar los cubículos. Los de la zona de producción y los de las secas son de mezcla de serrín y carbonato. También usa la telescópica para sacar el estiércol de la recría. Una parte está en paja y otra parte en serrín. "La paja está cara pero es más rápida en las tierras. El serrín también abona, pero la degradación es más lenta", indica Juan Carlos.

SAT Os Penedos, seguir creciendo para ajustar mejor los horarios de trabajo

Distintas generaciones de la misma familia trabajan en esta explotación de A Pastoriza Este martes se cumplía medio año de la entrada en vigor del Real Decreto Ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo, que entró en vigor el pasado 12 de marzo. El cambio normativo supuso una modificación en el Estatuto de los Trabajadores, instaurando el deber de registrar la jornada laboral de todos los trabajadores en la totalidad de las empresas independientemente de la modalidad de contrato. En el caso de las explotaciones lecheras, este deber legal de hacer fichar a los empleados trastocó en muchos casos los horarios establecidos para los trabajadores, ajustados normalmente hasta ese momento a las horas de realización de las tareas de ordeño y con la jornada partida, por lo tanto, como sistema más habitual.
En caso de incumplimiento del registro de la jornada laboral las sanciones van desde los 626 euros a los 6.250
A las dificultades para encontrar personal, recurrentes en la mayoría de las granjas, se añade ahora el hecho de tener que cuadrar los horarios y tener en cuenta cuestiones como los periodos de descanso, que se hacen difíciles de cumplir en momentos como las campañas de ensilado o siembra o incluso por problemas sobrevenidos dentro de la propia jornada laboral común (las vacas no son máquinas que se puedan apagar a una determinada hora e incluso a alguna puede que hasta le dé por ponerse a parir justo cuando teóricamente finalizaría la jornada laboral). En muchos casos, pues, el cumplimiento estricto del Real Decreto de control horario hizo aumentar las necesidades de personal en las explotaciones. Es el caso de la SAT Os Penedos, ubicada en una de las parroquias más lecheras de Galicia, la de Álvare, en el ayuntamiento de A Pastoriza. Esta explotación familiar, formada por 5 socios trabajadores, contaba hasta ahora con un empleado, que reforzaron con otro a mayores para poder cumplir con las exigencias de la nueva normativa. "Tuvimos que hacerlo para ajustarnos a la jornada laboral, porque no solo cuentan las horas efectivas de trabajo que se realicen en el día, sino que también hay que tener en cuenta los periodos mínimos que deben pasar entre una jornada y la siguiente", explica Manolo Eiros, uno de los miembros de la SAT. "Tienes que cumplir con los descansos, los empleados tienen que tener un mínimo de 12 horas de descanso entre la hora de salida y la de comienzo y eso a veces es difícil en este sector", añade su cuñado Manuel Penedo, también socio de la explotación. "Esto es igual que los camioneros, vamos a tener que ponerles tacógrafo a los trabajadores en las granjas", bromea. Jornada continua SAT Os Penedos quiere hacer las cosas bien y cumplir con las nuevas exigencias legales. "Si te dicen que hay que ir por aquí hay que procurar ir lo más recto posible", defiende Manolo. Con la incorporación del segundo empleado quieren hacer turnos de trabajo, de manera que uno de ellos trabaje por la mañana y el otro por la tarde y organizarlos en función de los horarios de ordeño, que hacen a las 7 de la mañana y a las 6 y cuarto de la tarde. Aunque la obligación de fichar no afecta a los socios de la SAT, que quedan excluidos expresamente del deber de control horario en el propio Real Decreto, esas mejoras en las condiciones laborales las quieren tanto para el personal contratado como para ellos mismos. "Queremos seguir creciendo hasta que nos permita vivir con unas jornadas laborales como las que hay en otros sectores. Es la única manera de que la gente se anime a seguir. En nuestro caso, aquí en esta explotación hay relevo, pero si las condiciones son peores que las de los otros sectores tarde o temprano estás condenado a cerrar porque la gente se cansa", razona.
"Los empleados, para que te duren, tienes que cuidarlos", dice Manolo.
Los turnos de trabajo y descanso que tienen les sirven para librar como mínimo un día a la semana. "Descansamos un matrimonio el sábado y el otro el domingo, vamos rotando y cuando te toca librar el sábado libras también el viernes por la tarde", explican. "Los trabajadores libran como nosotros, el mismo número de días, porque lo que no quieras para ti no se lo pongas al empleado. Los obreros para que te duren tienes que cuidarlos", asegura Manolo. Mejora de las instalaciones La sala de ordeño les quedó pequeña y les roba muchas horas todos los días Una manera de reducir las jornadas de trabajo en las explotaciones es haciendo mejoras en las instalaciones que sirvan para acortar los tiempos de realización de determinadas tareas. La sala de ordeño representa, pues, en este sentido, uno de los principales aspectos a tener en cuenta. Su substitución está ya en el punto de mira de esta explotación. "Tenemos una sala de 16 puntos trasera y nos lleva mucho tiempo ordeñar. Son tres horas por la noche y tres horas y veinte por la mañana sin contar el tiempo de lavar la sala", explican. Ordeñan siempre entre dos personas por lo que este es uno de los puntos en los que quieren mejorar para ahorrar tiempo. "La sala tenemos que jubilarla. Con lo que gastamos en maquinaria aunque gastemos algo en la sala no pasa nada, es algo que usas todos los días y nos roba mucho tiempo", admite Manolo. Optimizar los trabajos diarios Van a comprar una minicargadora para no tener que hacer los cubículos a mano Al igual que el ordeño, hay otra serie de tareas de realización diaria en las que la incidencia de la reducción de tiempos se multiplica por 365 días del año. El arreglo de las camas de las vacas es una de esas tareas. "Los cubículos los hacemos a mano pero vamos a comprar una minicargadora, que nos vale para la arena y también nos valdría si cambiamos para compost", detalla. En este momento las vacas de producción las tienen en arena. "Para las vacas es lo mejor, pero es un sistema a extinguir, tenemos que cambiarlo cuando podamos", razona Manolo. Gastan una bañera de arena a la semana, es decir, unas 27 toneladas semanales. Solo los animales que están produciendo tienen cama de arena y el lote de recría de 8 a 13 meses aprovecha la arena que retiran de la fosa de purín. El resto se reparten entre paja y compost. "Las vacas secas están en cubículos de paja para no echar tanta arena para la fosa", cuenta Manolo.
Emplean cama fría de compost para algunos de los lotes de recría y paja para las secas
En el caso de la recría, las condiciones del suelo son distintas para cada uno de los cinco lotes en los que la tienen dividida en función de los espacios de los que disponen para ellas. Así, las terneras pequeñas están hasta el destete, mientras están en la amamantadora, en paja, que cambian cada 3 días. Entre los 3 y los 8 meses pasan a cama fría de compost, con buenos resultados. "Solo tuvimos una cojera desde hace un año y eso sin sulfatar ni baño de pies ni nada. El compost funciona bien, pero tenemos excesiva carga de animales para el espacio que tenemos y no seca tan bien, sobre todo en invierno", reconocen. Después pasan a arena reciclada y más tarde, entre los 13 y los 15 meses están en colchoneta. "Es un sistema que no me gusta nada y no recomiendo a nadie", dice Manolo. De los 15 meses al parto pasan nuevamente a cama fría de compost, que fresan todos los días. Ajustar el tamaño de la explotación al personal disponible Usan semen sexado y cuentan con mucha recría, lo que les permite seguir creciendo SAT Os Penedos cuenta en este momento con unos 500 animales, de los que 216 son vacas en producción. "Tenemos mucha recría, casi tenemos tantas novillas como vacas en ordeño porque inseminamos mucho con sexado en las primerizas", explican. La primera y la segunda dosis en las novillas es semen sexado siempre en todas ellas. Inseminan ellos mismos y cuentan también con indentificación y detector de celos en las vacas en producción. Su intención es seguir incrementando el número de cabezas hasta que el tamaño de la explotación se ajuste a la mano de obra de la que disponen tras el refuerzo del segundo empleado contratado este verano y de la incorporación de Rubén en el 2018. Rubén es hijo de Begoña Cruz y de Manuel Penedo, uno de los dos matrimonios de esta SAT, que se completa con el formado por Marina Penedo y Manolo Eiros. Entre los cinco continúan con la tradición de la ganadería familiar, en la que Rubén representa ya la cuarta generación. "Había vacas en casa ya desde nuestros abuelos", cuenta Manolo. Marcos (el otro hijo de Manuel y Begoña) y Manuel (hijo de Manolo y Marina) están aún estudiando y no han decidido si van a quedar también en la explotación. La formación de los jóvenes para su incorporación a las explotaciones es una de las necesidades en las que incide Manolo. "Echamos de menos que la Admininstración se preocupe más de formar a los chavales, me parece una cosa fundamental", dice.
Para poder aumentar su producción gastaron 150.000 euros en cuota, que fueron comprando hasta multiplicarla casi por diez
El crecimiento fue una constante en esta granja desde que constituyeron la SAT hace ya 20 años. "Antes ordeñábamos 40 vacas. En el 98 hicimos la sociedad y el primer establo para 92 vacas. Luego fuimos comprando cuota de otras explotaciones para poder seguir creciendo. Nosotros teníamos 221.000 litros en el 98 cuando empezamos y acabamos cuando desaparecieron las cuotas con 2.100.000 litros después de meter más de 150.000 euros en cuota", recuerda Manolo. Una ampliación cada tres años desde el 2005 El año pasado hicieron una nueva fosa de purín En el 2005 se unió a la SAT Manuel, que también tenía vacas en su casa y continuaron creciendo, con 4 ampliaciones desde entonces, cada tres años una. La última coincidió con la incorporación de Rubén en el 2018, con la construcción de una nave para la recría y una fosa de purín cubierta de 2 millones de litros. Ya tenían otras dos fosas de un millón de litros cada una. Esa era una de las limitaciones que tenían para seguir aumentando el número de animales. Precisan también ampliar las instalaciones, que les volvieron a quedar pequeñas. "Estamos ya saturados, porque creces día a día y cuando te das cuenta estás otra vez a tope, no trabajas cómodo y los resultados son peores", dicen. "Pero para seguir creciendo ya tenemos que hacer estudio de impacto ambiental", explica Manolo.
Negocian la venta de la leche en conjunto con la vecina SAT Os Foros
Venden hoy un promedio de entre 240.000 y 250.000 litros al mes, que entregan la Lactalis. "Éramos ya clientes de Lauki y seguimos en Lactalis cuando el grupo Besnier compró Lauki", explica Manolo. Negocian la entrega de la leche en conjunto con la vecina SAT Os Foros. Limitados por la escasez de superficie Otro de los condicionantes con los que se encuentran para seguir ampliando es la escasez de superficie disponible en esta zona. "Estamos limitados por la propiedad, en esta zona se paga mucho la tierra", explican. Llegan a pagar hasta 500 euros por hectárea de alquiler al año por la competencia que hay entre las distintas explotaciones existentes en esta parroquia.
En Álvare llegan a pagarse 500 euros al año de alquiler por hectárea
SAT Os Penedos dispone en este monento de 80 hectáreas de superficie, 70 de ellas en rotación anual de maíz y raigrás. "Hasta ahora nos llegó la superficie que tenemos, solo compramos el concentrado y la paja para las secas y la recría", indica Manolo. Hacen ellos mismos todos los trabajos agrícolas, excepto el picado, para lo cual no disponen de la maquinaria necesaria. Ensilan en la explotación y disponen de carro mezclador propio para hacer las distintas raciones de alimentación. Elaboran cuatro distintas, una para las vacas de leche, otra para las secas y dos diferentes para la recría. "Hasta los 3 meses están en la amamantadora, a los 90 días se destetan y comen hasta los 6 meses la ración de producción. Luego les hacemos raciones específicas para ellas, una para cuando tienen entre 6 y 15 meses y otra distinta de los 15 meses hasta el parto", explica Manolo. En conjunto hacen 5 carros al día porque "a las vacas en producción les hacemos dos veces al día", cuenta.

Separadores flexibles importados de Alemania buscando máxima comodidad para los animales

Una de las novedades que introdujeron en esta granja y que hoy ya se puede ver también en otras explotaciones, como en A Lagoa Serabel SC de Xermade, son los separadores de cubículos flexibles. Evitan muchos golpes y accidentes del ganado, sobre todo en aquellos animales de mayor edad. "Es como si te compras un coche con airbag o sin él, hay diferencia", asegura Manolo. En vez de los hierros tradicionales para separar unas camas de las otras, en este caso se emplean unos tubos de plástico semirrígidos que doblan en caso de que una vaca se apoye o choque contra ellos a la hora de levantarse, por ejemplo. Eso evita los frecuentes percances por impacto y también que las vacas puedan quedar atrapadas debajo de ellos. "Nos quedaron dos vacas descalcificadas no hace mucho. Las levantamos con la pinza y no se dañaron nada. Si en vez de estar en esta parte de la nave, en la que ampliamos con este tipo de cubículos, hubiésen estado en la parte antigua, donde aún tenemos los hierros para separar, igual ya no las hubiésemos podido ni sacar", relata Manolo. "Si volvemos a ampliar, desde luego, volveríamos a poner este sistema", asegura. "Son algo más caros, pero merece la pena, porque las vacas no se golpean nada", justifica. En esta SAT de A Pastoriza copiaron este sistema de granjas europeas donde comenzaron la ulitizalo. "Los vimos hace dos años en un viaje a Dinamarca y Alemania. Los compramos allí directamente y nos costó mucho que el fabricante aceptara, no nos los querían vender porque aquí no tenían distribuidor", cuenta Manolo. Pero su interés por introducir esta novedad en la última ampliación que hicieron sirvió para abrir mercado en Galicia a este modelo, que tiene también otra ventaja: el hecho de que tampoco tengan apoyo vertical facilita los trabajos a la hora de hacer las camas. Revisión de podología una vez al año Toño Pérez, de la empresa Sepogán, junto a un emplegado revisando una de las vacas en la SAT Os Penedos En la búsqueda de confort para el ganado, la salud de las patas es un aspecto importante. "Hacemos una revisión a todos los animales una vez al año", explican. Este año esperaron a que pasase el verano para hacerla para que no coincidiese en días de mucho calor "porque quieras que no las vacas se estresan bastante en estas revisiones", asegura Manolo. SAT Os Penedos es una explotación muy saneada en materia de podología, no suelen tener problemas excepto por algún golpe o accidente puntual. De los trabajos en este campo se encarga la empresa Sepogán, de Ribadeo, que cuenta con 5 potros en circulación para atender las distintas urgencias que se presentan en las explotaciones que tienen contratados sus servicios. "Son muy rápidos, los llamas y aquí están, trabajan muy bien", dice Manolo, que explica que "cuándo se trata de hacer las revisiones a toda la cabaña vienen con 3 potros y en la mañana revisan 200 vacas".

Curso sobre gestión de personal en las explotaciones ganaderas

La Consellería de Medio Rural organiza el próximo 25 de octubre en Lugo un curso sobre gestión de personal en las explotaciones ganaderas. El curso es gratuito y está dirigido a ganaderos con el afán de mejorar la organización laboral de la empresa. La actividad de formación, que lleva por título "Nuevas estrategías de revalorización y de gestión técnico-económica de las explotaciones gallegas con el empleo de nuevas tecnologías y benchmarking", será impartida por Yolanda Trillo, veterinaria y especialista en gestión de recursos humanos en ganaderías. El curso es de carácter gratuito y se celebrará en el IBADER -Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural-, en el Campus de Lugo, en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 21:00 horas. Los contenidos que se impartirán son: -¿Eres el líder de tu empresa? -¿Cómo lideras tu empresa? -Estructura del equipo de trabajo: Organización del trabajo y coordinación de equipos. -¿Como seleccionar el perfil de personal que necesito? -Posicionamiento del líder con el personal -Motivación del personal: Metodología dinámica y en grupo mediante resolución de casos prácticos reales. Las personas interesadas en asistir deberán enviar un email a lideresenbienestar@gmail.com El límite es de 20 plazas, que se reservarán por orden de inscripción. 

Curso de gestión de personal en el sector agroganadero

El próximo 26 de junio se celebrará en Lugo un curso de formación de "Gestión de personal dentro de las empresas del sector agro-ganadero e industrias alimentarias". El curso será impartido por la veterinaria Yolanda Trillo Dono, de Líderes en Bienestar, una empresa con una amplia experiencia en formación para gestionar trabajadores asalariados dentro de las granjas. Se impartirá en el Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural (IBADER) en horario de 16:00h a 21:00h. El curso está dirigido a técnicos de ganadería, gerentes, encargados de personal y asesores de los sectores agrícola, ganadero e industria alimentaria. La metodología que se seguirá será una sesión dinámica en grupo mediante resolución de casos prácticos. Solicitar participación enviando un e-mail a lideresenbienestar@gmail.com. Máximo 10 asistentes por orden de recepción de las inscripciones. El precio del curso es de 60 euros/persona

Programa:

1) ¿Eres el líder de tu empresa? 2) ¿Cómo lideras tu empresa? 3) Estructura del equipo de trabajo: Organización y coordinación de equipos. 4) ¿Cómo seleccionar el perfil de personal que necesito? 5) Posicionamiento del líder con el equipo de trabajo 6) Motivación del personal

Prolesa SAT, una de las mayores explotaciones lecheras de la provincia de Lugo

Las más de 700 cabezas de Prolesa SAT la convierten en una de las mayores explotaciones lecheras de la provincia de Lugo, con una producción anual que ronda los 4,8 millones de litros. Hablamos con Román González Sanmartín, veterinario y encargado de la granja, que nos cuenta como se organiza el trabajo en una explotación de estas dimensiones. "Buscamos que el trabajo sea homogéneo porque trabajamos a turnos y hay que ir a eso. Las vacas no deben notar los cambios de turno o qué persona hace un determinado trabajo", justifica. Para eso emplean protocolos y calendarios muy concretos con determinaciones específicas que convierten el trabajo diario en rutinario. Tanto que Román afirma que los 10 empleados de granja no tienen ni que pensar. "El trabajador no está para pensar, eso se le da hecho, para tomar las decisiones está el equipo técnico. Eso también facilita la vida del trabajador", explica. Además de Román, que es el veterinario de la explotación y ejerce además las funciones de encargado, el equipo técnico está formado por dos asesores externos, un encargado de la alimentación y otro de la verificación de protocolos.
"El mayor activo de una explotación no son las vacas, ni las instalaciones ni los tractores de 150 caballos, son sus trabajadores"
En esta explotación valoran especialmente la labor de sus trabajadores. Los 10 empleados hacen turno de mañana o de tarde y libran día y medio o dos días a la semana, trabajan dos fines de semana de cada tres y todos tienen 22 días laborables de vacaciones. "El mayor activo de cualquier empresa son sus trabajadores, también en una explotación, no son las vacas, ni las instalaciones, ni los tractores de 150 caballos", afirma Román. De los 14 socios que constituyeron la SAT en el año 2006 quedan hoy 3 trabajando, el resto son en este momento únicamente socios capitalistas. Eran todos miembros de la cooperativa Cogasar y buscaban gestionar en conjunto su ganado y sus fincas para de este modo tener mayor capacidad de inversión, poder profesionalizar la gestión de la explotación y tener mayor calidad de vida. Buscaron un espacio donde poder juntar todo su ganado. Necesitaban una finca grande a un precio asequible, que tuviera agua y donde se pudiese edificar una hectárea. Acabaron construyendo sus nuevas instalaciones en Cabezares, un lugar de la parroquia de Goián perteneciente al ayuntamiento de Sarria pero en el límite ya con O Páramo y próximo a Paradela. La finca mide 12 hectáreas y las naves y el pozo de purín ocupan un total de una. Los socios tenían sus explotaciones en lugares como Corvelle, A Veiga, Vilarello, A Lama o San Mamede. El más próximo vivía a 10 kilómetros del lugar donde construyeron finalmente las nuevas instalaciones. Las vacas vinieron para ellas en diciembre de 2006. Primero trajeron los animales que los socios tenían en sus explotaciones después de un muestreo individualizado en el que se descartaron los animales con problemas. "Sólo vinieron los animales sanos", explica Román. Comenzaron de este modo ya con 400 vacas en producción y 250 novillas.
En 2007 importaron 100 vacas de Francia, Alemania y Holanda pero el 20% no se adaptaron y fueron baja ese mismo año
Hoy tienen prácticamente las mismas: 425 vacas en ordeño y 290 animales en recría. Están comenzando ahora a crecer en cabezas, después de superar en estos años diversos problemas. El año pasado lograron reducir el número de bajas y de descartes y acabaron creciendo en 30 vacas. Descartan, de todos maneras, incorporar animales procedentes de fuera de la explotación. La experiencia en este sentido no fue positiva, según recuerda Román. "Al año siguiente de comenzar a funcionar, en el año 2007, se trajeron 100 vacas francesas, alemanas y holandesas. Pero la adaptación de estos animales es difícil y un 20% de ellos fueron baja en el primero año", recuerda. "Desde entonces no volvió a entrar otra vaca de fuera de la granja", dice. La inversión total para poner en marcha el proyecto fue de unos 3 millones de euros, entre la adquisición de la finca, la obra de construcción de las instalaciones y la compra de animales del año 2007. La amortización de las naves es a 20 años y la de la maquinaria, que está a punto de finalizar, estaba prevista a 10 años.

Manejo en 7 lotes

Uno de los cinco lotes de las vacas en producción Román llegó a la explotación en el año 2008 para tratar de atajar un problema que tenían con el germen contagioso agalacti, un estreptococo responsable de la mayoría de las mamitis por infección subclínica. "Había un recuento de 750.000 células en tanque", recuerda Román, que explica que "hoy el problema está erradicado, ya no tenemos ningún positivo y nos movemos en una horquilla de entre 190.000 y 250.000 células durante todo el año", explica.
El filtro para las vacas en producción se hace por calidad de leche
Para tratar de ir arrinconando aquel brote infeccioso Román decidió separar el rebaño en distintos lotes que aún se mantienen hoy en día. Los animales están divididos en un total de 7 lotes: uno para las vacas secas, otro para las vacas tratadas, 2 de postparto (uno para las primerizas y otro para el resto de vacas recién paridas) y tres para las vacas en producción. El filtro para las vacas en producción se hace por calidad de leche. De este modo, en el lote 3 están las que tienen problemas de mamitis o células altas. El orden de ordeño también está condicionado por ese mismo factor, de manera que el último lote de ordeño es el de las vacas tratadas, donde no acostumbra haber más de 8 o 10 vacas. Hacen tres ordeños diarios, que tienen lugar a las 6 de la mañana, a las 2 de la tarde y las 9 de la noche. La misma ración para todas Actualmente el 70% del coste de producción de esta explotación es la alimentación, que les sirve diariamente Cogasar mediante su servicio de mezcla húmeda. "Es un sistema cómodo pero da menos posibilidades", admite Román. "Para mí no es el sistema ideal. No tienes un remanente de alimentación y es menos versátil. Pienso que si ensilásemos en la explotación tendríamos más control de la alimentación e incluso podríamos hacer raciones distintas para los distintos lotes de producción", argumenta.
"El sistema de catering es cómodo, pero no es el sistema ideal porque es menos versátil y tienes menos control sobre la alimentación"
En este momento la ración es a misma para todos los lotes porque "supondría un aumento de costes brutal personalizar las raciones, es uno de los handicap que tiene el sistema de catering", reconoce Román, que considera además que "con la alimentación propia puedes gestionar de otra manera a subida o la bajada de precio de las materias primas". La ración diaria de una vaca en producción está formada, en esta explotación, por 18 kilos de silo de maíz, 7,5 de silo de hierba, 1 de paja, 3 de pulpa de remolacha, 3 de harina de colza, 2,4 de harina de soja, 1,8 de cascarilla de soja y 1,5 de melaza de caña. El coste de la ración está alrededor de los 6 euros por vaca y día en producción y baja hasta los 2 euros en el caso de las vacas secas. Prolesa tiene asignada una superficie de 190 hectáreas. Pertenece a los distintos socios pero cada uno trabaja sus tierras y vende después el forraje a la cooperativa Cogasar. Directamente la SAT sólo cultiva las 10 hectáreas que hay alrededor de la explotación, en las que siembran un corte de maíz y después mantienen la barbecho el resto del año.
Separando las vacas primerizas del resto durante el postparto redujeron los problemas de cuajar
Román otorga gran importancia a la alimentación, pero al mismo tiempo asegura que "los veterinarios aprendimos ya que la alimentación no tiene la culpa de todo, hay más factores relevantes". Pone un ejemplo: "antes teníamos el postparto todo junto, pero las vacas les pegaban a las novillas y estas no iban a comer y una semana después surgían los problemas de desplazamiento de abomaso. Desde que separamos en dos lotes el postparto, uno para las vacas primerizas y otro para el resto, igualamos los casos de cuajar en los dos grupos, cuando antes el de las novillas recién paridas era 5 veces superior al de las vacas", cuenta. "La vaca seca es la grande olvidada" El responsable de esta SAT considera "fundamental" el bienestar de las vacas secas para el buen funcionamiento de una explotación. "La vaca seca es la gran olvidada y a muchos de los problemas que aparecen en el principio de la lactancia les buscamos su origen después del parto cuando en realidad vienen de antes", dice. "Cuando una mujer queda preñada, todo son cuidados. Con las vacas es al contrario, cuando deja de dar leche desaparece de los listados y se aparta como si estorbase", compara.
A las vacas de más de tres partos les suministran dos botes de calcio y permanecen 48 horas en la paridera antes de pasar al lote de postparto
Por eso desde que ampliaron las instalaciones para las vacas secas estas redujeron los problemas en las lactancias. "Desde que tienen más amplitud se nota. Sobre todo en la longevidad. Ahora cuentan con más espacio y con más de una cornadiza por vaca y tenemos como protocolo que a las vacas de más de tres partos se les suministran dos botes de calcio (uno durante el parto y otro a las 12 horas) y pasan 48 horas en la paridera antes de pasar al lote de postparto", explica. Con estos cuidados logran un promedio de 2,31 partos por vaca. "Prefiero producciones vitalicias antes que grandes productoras poco duraderas", argumenta Román. El promedio de producción en esta explotación en 2017 se situó en 11.696 kilos por vaca, con 3,75% de grasa y 3,19% de proteína, con animales como Prolesa Autopilot 0114 situados entre los mejores de la provincia, con una producción de 15.480 kilos el año pasado. Mejoras pendientes en la zona de recría Zona de recría de la explotación Tras la ampliación del espacio de las vacas secas, la siguiente obra pendiente es en la zona de recría. "La primera idea era externalizar parte de la recría a través de Agroganadera de Sarria, el centro de recría de la cooperativa Cogasar, pero no tenía capacidad suficiente, por lo que hubo que hacer una nave para la recría, que se hizo a posteriori y es muy cerrada y tampoco tiene aislante en el techo, por lo que resulta problemática en otoño y en primavera, más incluso que en verano, por los cambios de temperatura entre el día y la noche", explica Román. "Pero el precio actual de la leche y el coste de la ración no da mucho margen para hacer obras", se queja.
Recrían en la propia explotación y, sin imputar los costes de personal, una novilla en el momento del parto les sale en 1.500 euros
Otra de las mejoras necesarias es la construcción de otro pozo de purín para poder hacer descarga directa desde los canales y tener también más capacidad de almacenamiento. El pozo actual tiene capacidad para 2,5 millones de litros de purín y cuenta con una balsa de decantación de arena que se vacía cada dos meses. El purín lo llevan los socios para abonar sus tierras y otra parte se vende en primavera coincidiendo con la época de renovar las tierras del maíz. "De maquinaria sólo tenemos un tractor y una pala, el resto del trabajo se lo subcontratamos a la cooperativa", explica Román. 1.000 dosis anuales de semen de tres toros distintos Prolesa sigue apostando por mejorar paulatinamente la genética de sus animales holstein sin hacer cruces y poniendo sólo razas de carne a los descartes. "Compramos unas 1.000 dosis de semen al año de tres toros distintos, que elegimos entre los que nos ofrecen las distintas empresas. Escogemos toros positivos en patas y ubres para mejorar en esos aspectos pero sin perder lo que ya tenemos en otros. Básicamente todo lo que ponemos es genética canadiense o americana y nos movemos siempre en precios de 10-12 euros por dosis", explica Román.
Tienen 400 partos al año y no hacen más de 1 o 2 cesáreas
"Al usar pocos toros es más fácil hacer las elecciones para evitar la consanguineidad", dice. Otro aspecto que tienen siempre en cuenta es la facilidad de parto. "Dos de los tres toros son siempre de parto fácil para que nos sirvan también para las novillas", explica. A mayores usan unas 100 dosis de semen sexado y entre 100 y 150 de carne. "Nosotros no vendemos carne, para nosotros es un subproducto, así que cuando ponemos carne inseminamos con toros pequeños y de parto fácil", cuenta. "Con 400 partos que tenemos, no hacemos más de una o dos cesáreas al año", destaca. Al principio contaban también con un toro en la propia explotación, comprado a SAT Xercas de Xermade. "Cuando llegué había 24 animales vacíos con más de 2 años parados. Con el toro, de esos 24 animales 20 llegaron a parir", cuenta. El toro, que tuvieron desde el año 2008 al 2013, se usaba básicamente para las vacas problemáticas de la explotación pero a medida que estas fueron bajando se fue haciendo innecesario. "El porcentaje de vacas que no empreñan hoy es bajo, así que el número de vacas problema no era suficiente para tener un toro. Además, el manejo de los toros conlleva un riesgo, así que la decisión de prescindir de él no fue porque no sea efectivo", aclara. El control de los celos en las vacas se realiza mediante podómetro. "Comenzamos a trabajar a los 35 días. Ahí las inyectamos para provocar el celo y 15 días después inseminamos, es decir, a los 50 días, y a partir de ahí sincronizamos las inseminaciones a dos días por semana, lunes y jueves, para evitar que queden vacas paradas, aunque si vemos celos el resto de los días también inseminamos", explica Román. En las novillas, comienzan a sincronizar con 13 meses de vida para lograr que estén paridas antes de los dos años. El punto de corte para los descartes se hace por producción. "Una vaca con 180 días en leche y menos de 28 litros al día tomamos la decisión de no volver la inseminarla", cuenta. El corte de secado está puesto en 20 litros de producción diaria con más de 4 meses de preñada. Hacen placas de cultivo para acertar con el tratamiento de enfermedades Dentro de las instalaciones de Prolesa hay un pequeño laboratorio donde Román hace placas de cultivo para acertar a la hora de hacer los tratamientos para determinadas dolencias. "Es muy útil porque adelantas tiempo de tratamiento y tratas a tiro fijo. Con respecto a enviar la muestra a laboratorio adelantamos tres o cuatro días y ahorramos dinero, porque enviar una analítica al laboratorio cuesta 6 euros y una placa de cultivo nos sale por la mitad", indica. De los tratamientos de podología se encarga Seragro. Cada 15 días hacen la revisión a las vacas cojas y una vez al año, normalmente en primavera, recortan los cascos a todos los animales. El baño de patas se hace dos veces por semana a los animales en producción y una vez sola a las novillas y vacas secas para evitar golpes o posibles accidentes en las vacas preñadas durante el periodo de gestación. La salud del rebaño de esta explotación también mejoró con la introducción de arena en las camas de las vacas en producción. "Al principio las camas eran de paja con carbonato pero la paja llegó un momento que estaba carísima y el coste de la cama se disparó. Así que decidimos pasarnos a la arena y mejoramos en calidad de ubre. La arena si está bien mantenida es una maravilla, tiene el problema de que desgasta y acaba en el purín pero tiene otras muchas ventajas: se evitan resbalones en los patios, problemas de atascos en los canales de purín, y se ven mejor los celos", describe Román. En la zona de recría, igual que en las parideras, emplean cama caliente de paja. Vista aérea de las instalaciones de Prolesa SAT

Resumen del curso sobre gestión de personal en las explotaciones ganaderas

El pasado viernes, 2 de noviembre, se celebró en el IBADER, en Lugo, un curso sobre gestión de personal en las explotaciones ganaderas bajo el título de "Nuevas estrategias de revalorización y de gestión técnico-económica de las explotaciones gallegas con el empleo de nuevas tecnologías y benchmarking". La actividad formativa, organizada por la Oficina Agraria Comarcal de Lugo, fue impartida por Yolanda Trillo, veterinaria y especialista en gestión de recursos humanos en ganaderías. El objetivo en esta primera jornada fue conseguir el bienestar personal en primera instancia en el líder del equipo de trabajo, el ganadero, y así posteriormente transmitir ese bienestar al entorno; es decir, a los animales y a los trabajadores que forman el equipo. Se comenzó así la jornada planteándole a los asistentes un reto, "conocerse a sí mismos para poder gestionar su entorno". A través de una serie de preguntas clave, Yolanda Trillo fue sacando las mejores cualidades y las oportunidades de mejora de los asistentes hasta encontrarse en el más "profundizo yo", dentro de lo que se pudo lograr en una sesión grupal. Los ganaderos pudieron percatarse de la falta de tiempo, quizá mal organizado, que les impedía dedicarse a sí mismos, más acusado en el sector femenino. Y posteriormente en una sesión individual con los participantes, la experta los guió a descubrir sus habilidades como líderes, destacando que la mayor parte de los asistentes mostraron inseguridad para afrontar dicho rol. La importancia de ponerse en el papel del empleado Ya por la tarde abordaron la gestión del entorno, el ámbito laboral, y comenzaron trabajando los aspectos de gestión de personal dentro de su empresa ganadera.  Es decir, cómo dirigirse a los trabajadores, cómo reclutar candidatos, mediar en conflictos u organizar una jornada de trabajo. Por medio de casos reales los asistentes se pusieron en la situación de potenciales candidatos para trabajar en granja, experimentando así en su propia piel el papel de empleado, de forma que los ganaderos participantes se dieron cuenta de las oportunidades de mejora. "En esta jornada se abordó la gestión de personal desde otra perspectiva que no charla-coloquio, y los participantes se mantuvieron entretenidos mediante juegos grupales, casos prácticos, y debate entre ellos, una forma innovadora de impartir una formación práctica para los ganaderos", destaca Yolanda Trillo. "Mencionar que se generó un interés de participantes que no pudimos admitir en el curso por el limite de plazas y en algunos casos por no pertenecer a una ganadería, pero cualquier interesado en la temática puede contactarme a través del correo lideresenbienestar@gmail.com ", concluye.