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La estabilidad en el tiempo da comienzo a la campaña de ensilado de hierba en toda Galicia

Trabajos de ensilado de praderas en la zona de Lugo Las máquinas comienzan la rugir estos días por toda Galicia. La llegada del buen tiempo, después de la inestabilidad vivida en las últimas semanas, está lanzando de lleno a las explotaciones agroganaderas, a las empresas de servicios y a los parques de maquinaria de las cooperativas a la campaña de ensilado de hierba. Con un par de semanas de retraso con respecto a otros años en algunas zonas, el corte de la hierba dará paso a la preparación de las tierras para labrar el maíz, que de momento iría en su tiempo. La previsión meteorológica habla de estabilidad para la próxima semana, lo que ayudaría a agilizar los trabajos y no acumular más demoras. La estrategia de sembrar antes y con ciclos más largos se está extendiendo como una forma de intentar minimizar los efectos de la sequía en verano, incluso en zonas de costa, como sucedió el año pasado en A Mariña de Lugo, con mermas importantes en la cosecha de maíz forrajero.
Cada vez más explotaciones apuestan por hacer un único corte de hierba con leguminosas y adelantar la siembra del maíz
Cada vez más las explotaciones lecheras que siembran maíz están apostando por hacer un único corte de hierba en el mes de abril. Por un lado porque reduce el riesgo que supone tener que ensilar un primer corte en febrero o marzo en años en los que la climatología no ayuda, como este, y también porque de este modo se reducen a la mitad los costes de ensilado. La introducción de leguminosas en las mezclas, una práctica fomentada desde Bruselas a través de la PAC, lleva también en muchos casos a hacer un solo corte, ya que vezas, guisantes o tréboles no crecen en condiciones de humedad y bajas temperaturas y necesitan, por lo tanto, la llegada del buen tiempo para desarrollarse. Las mezclas ganan peso frente a las praderas monofitas Debido a su aporte en proteína a la ración y a sus beneficios agronómicos, las especies mejorantes se están abriendo camino en los últimos años, bien en mezclas con gramíneas o cereales de invierno para ensilado, bien como abono en verde para fijar nitrógeno atmosférico y aportar materia orgánica al suelo.
Las especies mejorantes se están abriendo camino impulsadas por la PAC
El monocultivo de raigrás, habitual en las praderas gallegas años atrás, está dejando paso a una variedad mayor de especies, tanto a tréboles y otras leguminosas (guisantes, vezas) como la brassicas como los nabos. La entrada en vigor el año pasado en la PAC de la exigencia de rotación de cultivos y las primas por introducción de especies mejorantes motivó cambios en las decisiones de siembra y en los cultivos escogidos para la rotación anual, lo que provocó escasez de semilla y que ésta se encareciese.

"La tendencia cada vez más es ir a un solo corte y nosotros apostamos por mezclas de cereal con leguminosa"

El parque de maquinaria de Irmandiños comenzó ya la semana pasada la campaña de ensilado El peso del silo de hierba en la ración varía de unas ganaderías a otras, en función de las distintas estrategias nutricionales seguidas y también de la mayor o menor disponibilidad de otros ingredientes. Por eso, en la zona de A Mariña la campaña de ensilado de la hierba tendrá más importancia este año, debido a la escasa cosecha de maíz lograda en el pasado otoño, lo que obligó incluso a importar de otras zonas para cubrir las necesidades de las explotaciones y del CAVI de Irmandiños, el centro de mezcla húmeda que CLUN tiene en el municipio de Barreiros. La cooperativa lleva años apostando por sembrar en invierno mezclas de cereal con leguminosa en las tierras que gestiona directamente y que trabaja con su parque de maquinaria. "Este ano aumentamos un pouco e botamos unhas 220 hectáreas, todo con estas mesturas nas que predominan as leguminosas, cun 51% de semente de chícharo e veza e despois avea ou triticale", explica José Ramón Loza, responsable de maquinaria e cultivos na zona.  La abundancia de lluvias hasta ahora ralentizó el crecimiento de las leguminosas, por lo que hubo que esperar para que este tipo de praderas pudieran llegar a las máximas producciones y calidades, sobre todo en cuanto a nivel de proteína en el silo. "La producción se sitúa de media entre 15 y 16 toneladas de materia verde por hectárea y en cuanto a proteína, pasamos normalmente del 16%, moviéndonos entre el 16 y el 18%", detalla José Ramón. 
Muchas explotaciones de la comarca necesitan una buena cosecha de hierba para suplir la escasez de silo de maíz
Aunque para el CAVI en las fincas de gestión directa solo sembraron cereal con leguminosa, el parque de maquinaria de Irmandiños también labró en otoño praderas de raigrás en parcelas de socios de la cooperativa, en ocasiones mezclado con veza y trébol para cumplir con los condicionantes de la PAC. "Hay gente que hace dos cortes porque necesita más forraje, aunque la tendencia cada vez más es ir a un corte solo, también en el raigrás con trébol o veza, para no retrasar la siembra del maíz. En una pradera en raigrás puedes estar en 10-11 toneladas por corte, por lo que con dos cortes lograrías 20-22 toneladas y más o menos la misma proteína que en el cereal con leguminosa. Lo que ganas es más kilos y otra diferencia con respecto a nuestras mezclas es que el raigrás tolera mejor las condiciones de estrés por humedad, por lo que se adapta mejor a terrenos más encharcadizos", indica el responsable de maquinaria y cultivos de Irmandiños.
El raigrás tolera mejor las condiciones de estrés por humedad, por lo que se adapta mejor a terrenos más encharcadizos que el cereal
Más hacia el interior, en la zona de A Terra Chá, el raigrás sigue siendo mayoritario pero el encharcamiento que viven aún muchas fincas en ayuntamientos como Cospeito no permiten por el momento entrar con la maquinaria para segarlo y ensilarlo. Lo mismo sucede en muchas parcelas de A Pastoriza y también en algunas de las principales zonas lecheras de la provincia de A Coruña, pero la previsión meteorológica para los próximos días habla de altas temperaturas y algo de viento, lo que ayudará a secar el terreno. Irmandiños comenzó a ensilar la semana pasada (entre el jueves y el viernes segaron y picaron 100 ha) y esta semana tienen tres máquinas trabajando. "Ya hemos metido 80 hectáreas para el CAVI y el grueso prevemos ensilarlo la semana que viene", explican. Después comenzaría ya la preparación de las tierras para labrar el maíz. Prevén sembrar en total en esta campaña entre 1.200 y 1.300 hectáreas, contando las 350 que labran para el CAVI y las que siembran para los socios, lo que supone un ligero aumento con respeto a la campaña pasada. José Ramón insiste en la necesidad de adelantar todo lo que se pueda la siembra debido al cambio en las condiciones climatológicas, incluso en zonas como A Marina en las que las precipitaciones no eran hasta ahora un factor tan limitante. "El año pasado fue terrible, lo que se labró temprano aún se fue librando, pero en el maíz que se echó después la cosecha fue muy escasa", recuerda.

“Hay que dejar secar un poco las fincas antes de meterse, sino llevas mucha tierra para el silo”

Ganxabar ha comenzado a segar el segundo corte en las praderas permanentes este viernes Jesús Otero, técnico de Ganxabar, la cooperativa de ganaderos de las comarcas de Xallas y A Barcala, que cuentan con planta de alimentación en conjunto para el ganado en Mazaricos, recomienda empezar el ensilado por las fincas más secas para permitir entretanto que las más húmedas se vayan secando tras las abundantes lluvias de las últimas semanas para permitir de este modo entrar con la maquinaria. “Nosotros empezamos este viernes a la tarde cortando las fincas más secas y que están a pradera permanente y después continuaremos por las que están en rotación con maíz, que hay que dejar secar un poco antes de meterse porque sino llevas mucha tierra para el silo y eso complica el ensilado”, reconoce. Además, el paso de la maquinaria cuando el suelo mantiene aún mucha humedad acaba haciendo muchos rodales, algo que es contraproducente desde el punto de vista agronómico. “Las que están a pradera permanente no interesa estropearlas y en las que va a ir maíz esa compactación del suelo tampoco conviene”, afirma.
Ganxabar ensila siempre la hierba tras dos días de presecado
El corte actual, que es el segundo, “va en su momento”, afirman, por lo que “si se hace un buen presecado la calidad del silo va a ser buena”. Suelen tener la hierba tirada 2 días, lo mismo que harán en esta ocasión. “Cortamos el viernes y empezaremos a meter el domingo”, explican. Si la climatología ayuda, en la pradera permanente harán aún dos cortes más, uno a mediados de mayo y otro a finales de junio. Hicieron ya un primer corte de limpieza que ensilaron en febrero, y después aprovecharon unos cuantos días que vinieron de buen tiempo para abonar, hace ahora justo 40 días. “El corte que vamos a hacer ahora está abonado de hace 40 días, como después vino frio no hubo temperatura para que la hierba se disparase, por lo que ni está pasada ni se tumbó con el agua de los últimos días”, aseguran.
La hierba va en su momento; la calidad del silo va a ser buena
En las instalaciones del centro de forrajes, Granxabar ensilará este año unas 600 hectáreas de hierba, sumando la pradera permanente y las mezclas de raigrás con leguminosas (tanto tréboles como veza), que empezarán a segar a partir del día 15. A mayores, los socios de Ganxabar sembraron otras 100 hectáreas de cultivos mejorantes para abonado en verde, que a partir de la próxima semana empezarán también ya a triturar para después incorporar a la tierra, con la idea de empezar ya a labrar el maíz en las próximas semanas. “Las fincas que se pueda se van a echar ya este mes a maíz. Zonas como Landeira llevarán un ciclo 600 y después la mayoría irán con ciclos entre 450 y 500”, explica Jesús.

“La hierba está bastante retrasada por culpa de los encharcamientos y la falta de temperatura”

Pradera para ensilar en la zona de Chantada El parque de maquinaria de la cooperativa Aira, uno de los más importantes de Galicia, ensila en la comarca de Chantada tres veces más hierba que maíz. Jorge Meiriño es técnico de la cooperativa en la zona y explica que la campaña va este año con unos 15 días de retraso con respecto a las fechas habituales. “Estamos aún empezando a ensilar cuando otros años ya llevábamos un par de semanas cortando. Por ahora no va adelantada la hierba, está retrasada por culpa de los encharcamientos y la falta de temperatura en las últimas semanas”, dice.
No se pudieron hacer ni siquiera los primeros cortes de principios de marzo, no lo permitió la climatología
Al no estar aun el forraje para segar, las precipitaciones caídas en marzo no van a perjudicar la calidad de los ensilados. “La hierba que tiene mucha hoja cualquier agua la tumba pero después se recupera rápido. El problema se da solo cuando está encañada, antes de espigar, que si la tira ya no se levanta”, aclara Jorge.
Este año se han usado más tréboles anuales para cumplir con la PAC
En el sur de Lugo lo más habitual es hacer un solo corte de ensilado. “Aquí la practica de dos cortes de hierba y después maíz apenas se hace, las heladas afectan al crecimiento del forraje en invierno y después ya no da tiempo a hacer dos cortes, porque si esperas por el segundo sembrarías el maíz muy tarde y en esta zona no conviene porque después le afecta la sequía en verano. Aquí casi todo el mundo va ya a un corte solo, excepto la gente que no siembra maíz, que adelanta el primer corte y hace dos”, explica el técnico de Aira. La cooperativa hizo este año tres mezclas diferentes para sus socios para cumplir con la PAC en el 10% de las parcelas en las que era necesario sembrar especies mejorantes. Una de las opciones consistía en veza (70%) y avena (30%); otra era una fórmula con un 45% de raigrás y un 55% de trébol encarnado y veza; y la tercera llevaba 20 kg/ha de trébol violeta y 15 kg/ha de raigrás italiano.

Capón Holstein SC, nuevas instalaciones para seguir produciendo leche en base a la hierba

Águeda y Miguel, junto a su hijo Lucas, en el nuevo establo de Capón Holstein SC Capón Holstein SC es una ganadería familiar de Chantada que está de estreno. Tienen nuevo establo con el que buscan asegurar unas óptimas condiciones de producción para los próximos años, en los que aspectos como el bienestar animal o el cuidado del medio ambiente tendrán un peso determinante en la viabilidad de las granjas lecheras. Con el objetivo de lograr mayor calidad de vida para ellos y mayor confort para su ganado, en el mes de septiembre hicieron el cambio de sus vacas a las nuevas instalaciones, que acogen a las vacas en producción en una parte y a la recría en la otra mitad. Manuel Capón, su hija Águeda y su yerno Miguel están al frente de esta explotación ubicada en el lugar de Andemil, perteneciente a la parroquia de Vilauxe, que a pesar de aumentar al número de cabezas sigue apostando por el pastoreo y el silo de hierba para alimentar a sus vacas, aunque han echo ya algún cambio en el sistema de manejo. Ellos, en su forma de trabajar, pero sobre todo sus vacas, están aún en el proceso de acostumbrarse a las nuevas instalaciones. Tercera generación de ganaderos La incorporación de Águeda hace tres años marcó el punto de inflexión para esta ganadería familiar y fue el detonante para decidirse a construir el nuevo establo. “Las únicas instalaciones que teníamos eran una cornadiza de 30 puntos y una sala de ordeño en espina de pescado de 6 puntos en línea única. Para poder quedarnos nosotros teníamos que aumentar porque obviamente con 30 vacas no íbamos a poder vivir, y disponer también de condiciones de trabajo buenas, así que había que modernizarse”, razona.
El establo viejo tenía 33 años; teníamos que modernizarnos y aumentar el número de cabezas para poder quedarnos con las vacas
Ella representa ya la tercera generación de ganaderos en casa. “Empezó mi abuelo con vacas de carne. Después, cuando mi padre se quiso quedar, se pasaron a la leche, ya con vacas holstein”, cuenta. Su marido también procede de familia ganadera. Miguel es de Cantabria, pero ya lleva 15 años en Galicia. Buenas calidades En este momento están ordeñando unas 65 vacas, con una media de producción que está por encima de los 30 litros y niveles altos de grasa (4,26%) y proteína (3,40%). Con el cambio para la nueva cuadra han notado ya un incremento de producción en las primerizas y esperan que se vaya trasladando también a las vacas adultas a medida que se vayan acostumbrando a las nuevas instalaciones. “Nunca habían visto un cubículo y a muchas aun les cuesta acostarse en ellos”, reconocen. La zona de recría del nuevo establo cuenta con cama caliente para las terneras y cubículos para las novillas próximas al parto para que mejoren su adaptación de cara al momento de pasar al lote de producción, en el que las vacas descansan en camas de carbonato y serrín.
Venir para aquí ha supuesto un cambio muy grande de manejo, de alimentación y de instalaciones, al que las vacas aún se están acostumbrando
El cambio para el establo nuevo también coincidió con la campaña de vacunación de la lengua azul en esta zona del sur de Lugo. “Vinimos para aquí con la vacuna recién puesta”, recuerda Águeda, que espera que la llegada de la primavera y la salida del ganado a pastar se note de manera importante en el tanque de la leche. Llevan entregando la leche a Danone “toda la vida”. “Yo no recuerdo otra empresa”, dice Águeda, y de cara a la próxima renovación de contratos espera “que los precios al menos se mantengan”. “Es necesario para que las explotaciones podamos hacer inversiones”, asegura. En su caso, el nuevo establo les ha costado más de 360.000 euros. Mejora en la recría Zona de recría del nuevo establo, donde las terneras están hasta que son inseminadas Aunque en la media de producción del rebaño no hayan tenido todavía un incremento muy elevado, en el caso de la recría, de pasar de hacerla fuera, en el prado, a poder completarla a cubierto, el salto ha sido ya muy positivo. “Las novillas llegan mucho mejor al parto y eso se nota después en la leche que dan”, asegura Miguel. “Hasta ahora esa era una de las cosas en las que flaqueábamos”, admite.
Al pasar a hacer la recría dentro las novillas llegan mucho mejor al momento del parto y eso se nota después en la leche que dan
“Antes la recría la hacíamos toda en el prado porque no teníamos instalaciones, lo único que teníamos para ellas era una cornadiza que usábamos solo para inseminar. Ahora las terneras y novillas están todas dentro y creo que eso se va a notar mucho”, augura Águeda. Las vacas secas siguen estando un mes fuera, lo que favorece su recuperación, y las novillas de recría cuando empreñan también pasan 2 o 3 meses, en función de la época del año, en la pradera, pero después vuelven para el establo para tener un mayor control sobre ellas a medida que se acerca el momento del parto. Mantener el pastoreo En los planes de Capón Holstein no entra prescindir del pastoreo, pero contar con unas buenas instalaciones, que permiten mayor confort a los animales y que están dimensionadas para el número actual de cabezas que tienen, les ha permitido variar el sistema de manejo que hacían del ganado, pasando de un sistema totalmente extensivo “por necesidad” a un sistema semiextensivo que tiene en cuenta las condiciones meteorológicas y la calidad del pasto a la hora de salir las vacas a pastar. “Antes teníamos todo fuera, tanto las terneras como las vacas de leche, que solo venían a ordeñarse y a comer el pienso y el silo en las épocas en las que no había pasto fuera, pero después pasaban tanto todo el día como la noche en el prado. No teníamos nada estabulado porque no teníamos otra alternativa. Ahora las vacas en producción salen a pastar solo por el día y en las épocas en las que hay pasto”, explica Águeda.
Manejan unas 115 hectáreas de superficie pero en la zona no hay concentración parcelaria
La alimentación de las vacas en producción se suplementa ahora todo el año con silo de hierba y concentrado, mientras que para la recría emplean hierba seca y pienso. Manejan unas 115 hectáreas, concentradas en dos localizaciones principalmente, en Andemil y en Xedive. En las fincas que están en el entorno del nuevo establo hacen pastoreo con las vacas que están dando leche, mientras que en las parcelas más alejadas tienen el lote de novillas preñadas y vacas secas. El resto de los prados los reservan para la producción forrajera. Lo malo es, reconocen Águeda y Miguel, el pequeño tamaño de las fincas en esta zona, en la que no hay concentración parcelaria, lo que dificulta el manejo del ganado y encarece los trabajos de ensilado o abonado. “Eso es ahora lo que nos faltaba a nosotros para poder trabajar cómodos, la concentración”, piden. Socios de Aira Vista de la nueva granja desde la zona de almacenaje del purín Esta ganadería de Chantada es socia de la cooperativa Aira, que les proporciona la mayoría de los servicios técnicos, de maquinaria y alimentación que precisan, lo que les permite ahorrar costes, optimizar las inversiones y centrar su tiempo en el cuidado del ganado. “Aira nos suministra el pienso, nos hace el ensilado, nos presta el servicio de carro mezclador, el de podología, nos llevan la gestión, todo”, resumen. En la parte veterinaria, están en la ADSG de la cooperativa, aunque la reproducción, el control de la calidad de la leche y la parte clínica la hacen ellos, ya que tanto Águeda como su hermano Roi son veterinarios.
Tanto Águeda como su hermano Roi son veterinarios
La formación representa hoy en día un valor básico para estar al frente de una explotación lechera, aseguran. Águeda hizo Veterinaria y Miguel estudió un ciclo medio de FP en la rama agraria, lo que les permite tener conocimientos suficientes y capacidad técnica para adaptarse a las nuevas normativas que están llegando, como la del veterinario de explotación o la relativa al SIEX y al cuaderno digital.

Décadas de apuesta por la buena genética

Desde que Manuel Capón, el padre de Águeda, se hizo cargo de la ganadería familiar en los años 80 y cambió las vacas de carne que había en casa por animales de raza holstein, la mejora genética siempre ha sido uno de sus objetivos. “Mi padre siempre ha sido un entusiasta del pastoreo y un enamorado de las buenas vacas desde el punto de vista morfológico y yo sigo sus pasos”, reconoce Águeda, que desde pequeña acompañaba a su padre y a su hermano Roi en los concursos de ganado a los que acudían habitualmente, una experiencia que espera que ahora puedan vivir también sus hijos Lucas y Blanca.
Capón Holstein era una de las explotaciones habituales en los concursos de ganado
“En este momento hemos parado un poco de ir por todos los cambios pero esperamos reanudar”, adelantan. Han obtenido premios destacados tanto en el certamen autonómico como en el Concurso de la Moexmu. En este momento atienden la granja entre los tres (Águeda, su padre y su marido), pero Manuel está ya próximo a la jubilación, por lo que no tienen en mente seguir creciendo. “Para nosotros los dos solos las 72 vacas en ordeño que nos caben en el establo son suficientes”, dicen.
Mi padre siempre ha sido un entusiasta del pastoreo y de las buenas vacas desde el punto de vista morfológico
Tener que llevar y traer las vacas al pasto todos los días les supone un trabajo extra, aunque hayan reducido bastante la distancia que recorren, que antes llegaba a los 2 km, y encontrar mano de obra “formal y preparada” no es fácil, dice Miguel. Venta de recría Hace muchos años que no compran vacas y el crecimiento que han tenido para entrar en el establo nuevo lo han cubierto todo con recría propia. En los últimos años las novillas que criaban les hicieron falta para ellos, pero una vez estabilizada la granja en las 72 vacas en producción (la capacidad total del establo), tienen pensado volver a vender recría a otras explotaciones, como hacían antes.
Nosotros no buscamos vacas de concurso, pero una vaca buena morfológicamente es una vaca que va a durar muchos años dando leche
Emplean semen sexado en las novillas y también en algunas vacas adultas y buscan “animales funcionales”. “Nosotros no buscamos vacas de concurso, sino una combinación de todo, pero yo pienso que una vaca buena morfológicamente es una vaca que va a durar muchos años dando leche, va todo un poco de la mano”, asegura Águeda. “Seleccionamos bastante y en las primerizas que no nos convencen ponemos carne para seguir manteniendo un nivel morfológico alto en el conjunto del rebaño”, explica. Aunque en este momento, por la necesidad de crecer para llenar la capacidad del establo nuevo, la mitad del rebaño son primerizas, la media de lactaciones en el conjunto de las vacas en producción se sitúa en los tres partos, lo que da una idea de la longevidad que alcanzan.

YaraMila ACTYVA:  menos dosis de abono para mayores producciones


Lograr el máximo potencial de nuestras praderas es fácil y posible si usamos los fertilizantes adecuados. Yara pone a disposición de los ganaderos una amplia gama de soluciones de nutrición vegetal que cubran todas las necesidades y casuísticas posibles.

Gracias a su alianza con Yara, mayor fabricante de fertilizantes del mundo, Delagro pone a disposición de nuestros clientes soluciones únicas e innovadoras con dos objetivos: mejorar la eficiencia de los cultivos y contribuir a la reducción del impacto ambiental. Una de estas soluciones es YaraMila Actyva

YaraMila ACTYVA es un fertilizante complejo de alto contenido en nitrógeno fabricado en base al método de Nitrofosforación (patente de Yara), y que aporta nitrógeno, fósforo y potasio totalmente asimilables (20-7-10). YaraMila® ACTYVA se presenta en forma perlada y resulta especialmente adecuado como abonado de inicio del cultivo.

Desde un punto de vista técnico es un referente en NPK, sobre todo para usar en hierba o incluso podría ser recomendable para un uso en maíz para ciclos cortos combinado con Yara Amidas en cobertera.

Se trata de un fertilizante complejo, por lo que todos los nutrientes se encuentran en igual proporción en cada perla o gránulo, asegurando de esta manera una aportación homogénea en cada uno de ellos. Sería especialmente indicado para ganaderos que tienen poco purín o que lo manejan mal.

Rafael García

Actyva contiene dos formas de nitrógeno (nítrico y amoniacal) lo que hace que este esté disponible para la planta tanto de forma inmediata como a medio plazo. De esta forma, aseguramos un aporte de nutrientes continuo a la planta. Además, lleva azufre, lo que hace a la planta le sea más fácil absorber nitrógeno en forma amoniacal.

Entre sus principales características, cabe destacar su fósforo de alta solubilidad, que permite ver en poco más de un mes efectos positivos sobre las plantas, incluso en terrenos muy abonados. “YaraMila Actyva es un fertilizante que consigue un ahijado y cuajado que con otros productos es muy difícil de lograr”, tal y como nos dice Rafael García. Esta alta solubilidad del fósforo es consecuencia del extraordinario desarrollo tecnológico que ha hecho Yara con la tecnología P-Extend que aporta, además, un pequeño contenido en magnesio y azufre.

El hecho de que funcione a bajas dosis hace sea un producto cuyo uso es mucho más eficiente que otros fertilizantes, especialmente válido para ganaderos que van a dos cortes o que trabajan con praderas permanentes. Se consigue muy buen ahijado, muy buena hoja, con dosis de unos 300 kg aproximadamente por hectárea. Esto nos permite dejar el terreno con unas condiciones de abonado perfectas para un segundo corte o incluso para empezar el maíz. En segundos cortes para conseguir una buena producción la dosis sería un poco más alta, e incluso se podría abonar con otros productos con solo nitrógeno, como Nitrograss de Yara.

El encalado es un elemento fundamental para que el fertilizante haga su efecto. “Gracias a productos como YaraMila Actyva, que contiene en su formulación Azufre, logramos que los cationes de las tierras bien encaladas se muevan a capas más profundas, logrando así mayor raíz, sobre todo en maíz, arrastramos aluminios hacia el fondo por lo que logramos un mejor desarrollo radicular”, nos comenta Rafael.

Usar abonos de alto valor añadido ayuda a optimizar el uso de los fertilizantes, así como a mejorar las producciones al mismo tiempo que se produce una optimización de los costes de abonado debido al uso de menores dosis. Esto repercute directa y de forma positiva en el medio ambiente.

Más información:

981 519 920

delagro@delagro.org

Jornada este jueves Curtis sobre los beneficios económicos y sociales de la alimentación en base a pasto

En el marco de la campaña informativa lanzada por el Sindicato Labrego Galego a finales del pasado año para alertar de lo que consideran industrialización de la IGP Ternera Gallega, este jueves 25 de enero desarrollará en el Centro Etnográfico de Teixeiro la jornada “Los beneficios económicos y sociales de la alimentación en base a pasto - ¿Es la hierba alimento bastante para alimentar rumiantes?” en horario de 11 a 14h. La jornada, abierta al público y medios de comunicación, es gratis y para participar no es necesaria inscripción previa. La primera parte de la misma estará centrada en la exposición de diversos estudios académicos y trabajos de investigación alrededor del acabado en pasto. Participarán la ganadera de leche y Secretaria General del SLG-CCLL, Isabel Vilalba; el ingeniero técnico agrícola del grupo de investigación de la Universidad de Santiago de Compostela “Carne de vacuno a pasto”, Xan Pouliquen; el ingeniero técnico agrícola Eloi Villada y la investigadora del Centro de Investigación y Formación Agraria CIFA Cantabria Enma Serrano. A las 13h tendrá lugar una mesa de experiencias labradoras donde se establecerá un coloquio entre personas labradoras de carne.

Recomendaciones prácticas para mejorar la calidad del silo de hierba

La nutróloga Ana Rama, durante su intervención en las Jornadas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro La nutróloga e ingeniera agrónoma Ana Rama Andrade asegura que es posible mejorar la calidad del silo de hierba con el que cuentan la mayoría de las explotaciones ganaderas. En las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro dio algunos consejos para lograrlo. Comenzó definiendo que se considera una hierba de calidad, desde tres puntos de vista: calidad nutricional, conservación y calidad higiénica. “Nutricionalmente un silo de hierba busca aportar proteína a la ración; por lo tanto, cuanta más proteína tenga el silo mejor, pero como mínimo un 16%; con niveles de fibra no demasiado altos, de alrededor del 38-44% de fibra neutro detergente (FND), porque a medida que esos porcentajes son más elevados perdemos ingestibilidad y digestibilidad, es decir, capacidad de comer kilos de silo y de digerirlos por parte del animal; y con una materia seca de entre el 24 y el 30%, aunque no hay una materia seca ideal, ya que en función de como sea la hierba va a ser más interesante que vaya más o menos húmeda, porque esa humedad nos va a ayudar a compactar la hierba y un silo bien compactado va a ser mucho más estable una vez abierto, porque ya sabemos que el oxígeno es el enemigo de los silos”, aseguró.
Cuando la hierba se ha pasado  un poco necesitamos que vaya más húmeda para lograr que quede bien compactada en el silo
La humedad define la fermentabilidad de un silo. “Que un silo esté bien fermentado nos lo va a decir el valor de pH que aparece en las analíticas que hacemos habitualmente. Realmente no hay un nivel de pH ideal, porque depende de la materia seca que tenga el silo, pero se movería, en el caso del raigrás, entre un 4 para los silos más húmedos y un 5 para los más secos. En el caso de silos de leguminosas, esos valores deberían ser inferiores ya que fermentan peor”, aclaró Ana.
Cuanto más húmedo es un silo más bajo debe ser el pH para que la fermentación sea correcta
La conservación se ve perjudicada por dos cosas: por un exceso de humedad y por el contenido de cenizas, que define la calidad higiénica de un silo. “Niveles de cenizas superiores al 10% indican que hay contaminación por materiales extraños (restos del maíz, tierra, restos procedentes de la trituración de la hierba en invierno, etc)”, advierte. Además, las cenizas son la principal fuente de clostridium en los silos de hierba. 
Las cenizas deben estar por debajo del 10%, pues son la principal fuente de clostridium en los silos de hierba
Las analíticas realizadas por el Servicio de Alimentación de Seragro durante los años 2022 y 2023 a 1.589 muestras de silo de hierba mostraron niveles medios de cenizas superiores al 10% en 939 muestras, con niveles medios de proteína del 14% y una materia seca del 30%.
Soy nutróloga y por eso sé de primera mano que la calidad de la hierba de la mayoría de las explotaciones es mejorable
“El silo ideal no es el mismo para todas las granjas: unas necesitan un silo de hierba con más fibra para no depender tanto de la paja y otras muchos kilos por necesidades de alimentación, por lo que un silo de hierba pequeña con el 20% de proteína puede que no sea el mejor para todas las explotaciones”, afirma Ana. Pero matiza: “lo que sí que tienen que ser todos los silos son aptos para el consumo, es decir, que no tengan tierra, que no estén demasiado mojados y que no tengan niveles de ácido butírico que los hagan tóxicos para los animales”. La disculpa del mal tiempo A la hora de ensilar, a veces hay circunstancias que no están en la mano del ganadero para hacer un buen silo, como por ejemplo la climatología, aunque Ana recomienda aprovechar los días que vienen buenos para ensilar, aunque la hierba sea algo más pequeña, en vez de esperar y que después se pase por no venir una climatología adecuada para ensilar. “A veces no es que no haya buen tiempo para ensilar, sino que no os gusta la hierba que tenéis cuando hace buen tiempo”, le dijo a los ganaderos presentes en su charla.
Si no tenemos paredes se deben hacer silos anchos y no silos altos tipo pirámide de Egipto
“Este año, de los 61 días de los meses de marzo y abril hubo sitios en los que llovió 35 días pero en otros solo 20. En Santa Comba, por ejemplo, el 2023 fue un mal año para ensilar en marzo pero la primera semana de abril hizo buen tiempo”, aclaró. Recomendaciones para la siembra de la pradera tras el maíz Abonado con purín mediante un sistema de tubos colgantes antes de labrar la pradera En las fincas de rotación con maíz, la nutróloga de Seragro considera imprescindible “deshacerse de los restos de los tallos del maíz de alguna manera antes de sembrar la hierba, porque no van a desaparecer por sí solos en invierno”, asegura. “Hay que eliminarlos, porque son una fuente importante de contaminación en los silos de hierba”, afirma.
Los restos de los tallos del maíz hay que eliminarlos, porque son una fuente importante de contaminación en los silos de hierba
Los tocones del maíz se deben eliminar siempre antes de aplicar la cal o el purín en la parcela. Se puede optar por desbrozarlos o por fresarlos. “Se debe encalar y después echar el purín por arriba, enterrarlo para evitar las pérdidas de nitrógeno por volatilización y labrar la hierba, por este orden”, aclara. En cuanto al laboreo, recomienda emplear un subsolador para romper la suela de labor, facilitando el drenaje de las fincas, y garantizar que se trabajan bien los últimos 15-20 centímetros superficiales para romper y enterrar los tocones del maíz. Encalar en otoño para facilitar la absorción del nitrógeno en primavera “El momento de encalar es este, porque el efecto del cal no es inmediato, como el del abono, puede tardar de 3 a 4 meses en función del producto que utilicemos, y así ya lo dejamos incorporado para cuando abonemos la pradera en primavera y labremos después el maíz”, indica. “Si queremos que el nitrógeno que echemos en marzo para ensilar la hierba haga efecto tenemos que hacer el encalado con antelación porque si no corregimos el pH la planta no va a ser capaz de aprovechar el abono que le echemos”, añade.
El momento idóneo para encalar es este, al labrar la pradera, porque su efecto no es inmediato, como el del abono
“En las fincas en las que labremos leguminosas tenemos que tener en cuenta que no vamos a poder abonar en invierno, por lo que tenemos que ser más generosos con las dosis de purín en el momento de la siembra de la pradera”, propone Ana. Cuando echamos el purín en hierba que está muy grande y después no conseguimos que se lave porque no llueve, tendremos riesgo de que haya enterobacterias (como Escherichia coli, Mycobacterium, Salmonella) en el silo, que dan lugar a una gran pérdida de propiedades y de energía del forraje ensilado. Cuando abonamos con mineral para el segundo corte no es necesario esperar 10 días a que la hierba rebrote para echarlo, como pasa en el abonado para el primer corte, porque ya hay normalmente más temperatura ambiental. Siembra y trituración invernal de la hierba Siembra da pradera mediante el pase de una grada rotativa con sembradora incorporada Para la siembra de la hierba podemos hacer un solo pase o dos, en función de la maquinaria de la que dispongamos, pero teniendo claro que “debemos adaptar la velocidad de trabajo a la máquina que tenemos”. “Si trabajamos la tierra con la fresadora lo ideal son velocidades de trabajo bajas, entre 4 y 6 km por hora si queremos que quede bien, aunque la fresadora tiene un defecto, que es que crea suela de labor, sobre todo las que tienen las cuchillas con un ángulo de 90 grados”, explica.
Debemos adaptar siempre la velocidad de trabajo a la máquina que tengamos
En la grada rotativa también se precisan velocidades de trabajo lentas, mientras que en la grada rápida se puede trabajar a velocidades superiores a 10 km/h. Aconseja siempre pasar un rolete para aplanar la superficie y evitar segar terrones en el momento de ensilar. Una cosa que hay que tener en cuenta a la hora de sembrar la pradera es la humedad que hay en el terreno. “Si la tierra está muy seca la planta no germina, por lo que debemos aprovechar a sembrar después de echar el purín, para aprovechar la humedad que éste aporta a la tierra”, recomienda. Deberíamos triturar siempre la pradera, a no ser que lleve leguminosas. “El triturado no podemos hacerlo con una hierba demasiado grande, porque sino quedan restos que después van para el silo”, advierte.
Si la hierba está muy grande tenemos que segar y tirar, no sirve triturarla, porque después no se pudre y acaba yendo para el silo
La nutróloga de Seragro destaca las ventajas de ese corte de limpieza. “Con el triturado se logra acabar de destruir los restos de los tocones del maíz que quedaron después de la siembra y también nos deshacemos de las malas hierbas que hayan nacido durante el invierno. La hierba después de triturarla rebrota con mucha más vitalidad, incluso encampa, e inicia un nuevo ciclo vegetativo, por lo que la calidad del silo es mucho mejor. Si no trituramos cuando ensilamos en el mes de abril hierba sembrada a comienzos de octubre esa hierba es vieja, tiene ya pie y zonas podridas, por lo que si no queremos ensilar hierba en ese estado tenemos que triturarla”, aclara. ¿Cuándo hacer los ensilados? El momento idóneo para el ensilado es justo antes de que las gramíneas inicien el espigado y en las leguminosas en cuanto empecemos a ver flores en el cultivo. A la hora de ensilar, la altura de corte de la hierba debería estar entre los 7-8 centímetros, porque de este modo aumentamos el nivel de azúcares en la planta y reducimos el riesgo de llevar contaminación para el silo.
El momento idóneo para el ensilado es justo antes de que las gramíneas inicien el espigado y en las leguminosas en cuanto empecemos a ver flores en el cultivo
Ana defiende que las ganaderías deben disponer de un calendario anual que sirva de guía para los distintos trabajos a realizar en las praderas (triturado, aplicación de purín, abonado mineral y ensilado) que debe ser elaborado en función de las características de la finca y de si se trata de una pradera permanente o anual. En el caso de parcelas en rotación con maíz, la fecha de siembra del cultivo de verano condiciona las fechas de ensilado y los trabajos anteriores. "Si queremos labrar el maíz en torno al 15 de mayo  y queremos hacer dos cortes de hierba, el triturado debería hacerse en la primera quincena de febrero y a partir de ahí echar el purín y 10 días después el abono mineral para hacer el primer corte sobre el 20-25 de marzo y el segundo 35 días después, entre el 25 abril y el 1 de mayo", calcula. Esas fechas orientativas pueden ser variadas ligeramente en función del crecimiento de la hierba o de cómo venga la climatología. "Si queremos labrar el maíz el 1 de mayo en vez de el 15 de mayo , tenemos que correr 15 días hacia atrás las fechas de todos los trabajos, aunque corremos el riesgo también de tener peor tiempo para algunas labores. Y se viene un invierno muy frío quizás tengamos que retrasar la siembra del maíz, porque el tiempo no lo podemos cambiar, sino que tenemos que adaptarnos a él. Por el contrario, si viene un invierno cálido y la hierba está grande tendremos que ensilar antes. Lo que casi siempre sale mal es no aprovechar para ensilar si viene buen tiempo", dice.
Si hacemos un solo corte de hierba tenemos menos presión por los plazos
"Si abonamos para el primer corte y viene tiempo frío o lluvioso que haga que la hierba no crezca, cuando se cumplen los 40 días no debemos esperar más, yo aconsejo cortarla igual, aunque tengamos menos kilos, y abonar para el segundo corte, porque lo único que hace esa hierba si le damos más tiempo es espigar", asegura.
Tenemos que adaptarnos a las condiciones climáticas; lo que casi siempre sale mal es no aprovechar para ensilar si viene buen tiempo
Para decidir qué máquinas empleamos debemos diferenciar dos épocas claras de ensilado "porque cuando ensilamos en la segunda quincena de abril o mayo la hierba es muy diferente a cuando ensilamos en abril", argumenta. "Cuando ensilamos a partir del 15 de abril o en mayo cortaremos con una segadora agrupadora y dejaremos menos de 48 horas de presecado antes de picar la hierba con una cosechadora/picadora a un tamaño de corte que debe estar entre 2,5 y 3 cm de largo, porque cuanto más picada vaya la hierba más fácil es de extender y de pisar", explica. Lo ideal es al segar dejar ya la hierba junta para no tener que andar con el hilerador, "que lo único que hace es levantar porquería", dice. Y no deberían pasar más de 48 horas desde que segamos hasta que ensilamos porque sino perdemos los azúcares que necesitamos en el silo para una idónea fermentación. Si transcurridas esas 48 horas la hierba va aun muy húmeda, habrá que aplicar conservante químico. "Es mejor en estos casos no pasarse con el presecado, porque cuando ensilamos en estas fechas tardías la hierba ya no es tierna y precisamos un cierto nivel de humedad para que nos ayude a compactar el silo", indica.
En los ensilados tempranos (finales de marzo y primera quincena de abril) se debe segar y dejar la hierba tendida en el suelo 24 horas para que seque
Por el contrario, cuando ensilamos en marzo o en la primera quincena de abril el problema puede ser el contrario ya que la hierba es muy tierna, tiene mucha humedad y la climatología no suele ayudar a hacer un bueno presecado. "Si hace buen tiempo podemos cortar con una segadora agrupadora con el acondicionador a tope dejando la hierba en hileras igual que si hubiésemos segado en mayo y siguiendo después los mismos pasos: picadora con corte menudo y sin que pasen más de 48 horas entre segado y ensilado y si hay mucha humedad, uso de conservante químico", detalla. "En esos casos no tenemos riesgo de mala compactación aunque la hierba vaya muy seca porque es tierna y las hierbas tiernas compactan igual aunque vayan secas", aclara. Si no vienen días de sol y no sopla viento, tenemos que segar y dejar la hierba extendida en el suelo durante 24 horas para que se seque y luego juntarla con un rastrillo hilerador (cuando la juntamos no debemos llevar las púas del hilerador muy abajo para no levantar cenizas) y ensilar igualmente sin que pasen más de 48 horas desde que segamos. El picado de la hierba debe ser más largo (5 cm), siendo preferible la recogida con un remolque picador en vez de con una cosechadora, que machaca más la hierba, y se hace imprescindible casi siempre en este tipo de ensilados tempranos el uso de conservante químico.
Tenemos que hacer silos de buena calidad pero, sobre todo, silos que no sean tóxicos
Las recomendaciones posteriores cuando la hierba llega al silo pasan por "extender capas finas, de 15 cm como máximo, no superar con la hierba la altura de las paredes del silo y pisar, pisar y pisar", aconseja Ana. Finalmente hay que tapar bien y poner peso en la capa superior. “Tenemos que tratar de hacer silos con buena calidad de forraje, pero, sobre todo, tenemos que hacer silos que no sean tóxicos, es decir, sin tocones que quedaron de la cosecha del maíz, sin tierra, sin hierba podrida mal triturada y sin exceso de humedad”, resume la nutróloga de Seragro.

Elección de las variedades de simiente y del número de cortes en función del aporte que tenga el silo de hierba a la ración en la explotación

Público asistente a las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de este año A la hora de elegir las variedades de semillas a labrar tenemos que tener en cuenta el destino final de la pradera y el objetivo nutricional buscado con esa hierba. Para la elección miraremos cuál es el cultivo principal de la ración en nuestra granja. “Partimos de la base de que siempre es importante hacer silos de hierba buenos, pero si es el elemento principal de la alimentación de nuestras vacas, es imprescindible contar con buenos forrajes de hierba, por lo que en estos casos lo normal es tener praderas permanentes y la variedad que mejor se adapta es el raigrás inglés, optando por variedades diploides y tetraploides en función de las características de la finca”, explica Ana. “Otra opción para las praderas permanentes es el cultivo de la alfalfa, que también es muy persistente”, añade.
En función de los kilos de hierba que necesite para mi ración tomaré una decisión u otra sobre el número de cortes a realizar
Si nuestra ración es mitad maíz y mitad hierba, la cantidad de silo de hierba que lleva sigue siendo elevada, por lo que es importante que tengamos hierba de calidad y estimar cuanta cantidad vamos a precisar. “En este caso podemos tener una parte de nuestra superficie con praderas permanentes y en las parcelas donde rotemos con maíz sembraremos praderas anuales de raigrás híbrido e italiano o una mezcla de leguminosas con raigrás o con cereal. De todas estas posibilidades la que más margen de maniobra nos da es el raigrás híbrido, porque es el que más tarde espiga, por lo que disponemos de más días para ensilarlo en buen estado”, afirma. En función de los kilos de hierba necesarios para la ración, la explotación deberá tomar la decisión de cuántos cortes realizar en la pradera. “Si por ejemplo metemos 20 kg de silo de hierba en la ración y tenemos 100 vacas, necesitaremos 730 toneladas de silo de hierba al año. Si disponemos solo de 36 hectáreas de superficie, precisaremos obtener un rendimiento de 20.000 kg/por hectárea de hierba. Para lograr esos kilos en un solo corte tendremos que esperar a que la hierba sea muy grande, por lo que la calidad sería baja. En este caso habría que descartar el raigrás híbrido y las mezclas de cereales y leguminosas, porque la mayoría de las leguminosas no rebrotan, e irnos a varios cortes de raigrás italiano, por ejemplo. Si por el contrario disponemos de 49 hectáreas, el rendimiento necesario para obtener esas mismas 730 toneladas de silo sería de 15.000 kg/ha, por lo que podríamos irnos a un solo corte. Y lo que menos peligro tiene yendo a un solo corte es el raigrás híbrido, porque tarda más en espigar y tenemos menos riesgo de que se nos pase si no viene buen tiempo para ensilar”, explica Ana.
En zonas frías o muy húmedas, en las que no conseguimos entrar en las fincas, tenemos que irnos a un solo corte y elegir variedades que espiguen lo más tardío posible
Por último, en los casos en los que el silo de maíz constituye la base principal de la ración, la calidad de la hierba condiciona menos la obtención de buenas producciones lecheras. En este caso se optaría por praderas anuales en rotación con el cultivo de maíz y la ganadería podría optar por hacer un solo corte de hierba. "Nos podemos permitir hacer silos de hierba un poco más pasados, para no depender tanto de la paja, pero no ensilar leña", matiza. Diferencias entre los distintos tipos de raigrás Entre las gramíneas, una de las más habituales es el raigrás inglés (Lolium perenne), que tiene una persistencia de entre 4 y 5 años, un crecimiento lento (sobre todo el primer año), un espigado tardío (eso implica que vamos a tener muchos más días para ensilarlo en buen estado) y un mayor porcentaje de hojas que de tallo, por lo que es mucho más fácil conseguir forrajes de buena calidad con raigrás inglés, asegura Por el contrario, el raigrás italiano (Lolium multiflorum) tiene un ciclo anual, crecimiento rápido, espigado precoz (lo que implica que se pasa con más facilidad y tenemos más dificultades para cogerlo en el momento óptimo), y tiene mayor porcentaje de tallo que de hoja, por lo que “para conseguir silos de buena calidad con raigrás italiano hay que ser rápidos”, afirma Ana. En cuanto al raigrás híbrido (Lolium hibridum) seria una mezcla de los dos, pues “pretende tener la persistencia del inglés y el crecimiento rápido del italiano, por lo que en función de lo que busquemos escogeremos raigrases híbridos que se asemejen más a un italiano o a un inglés”, recomienda. Dentro de los raigrases hay que diferenciar también entre los diploides y los tetraploides, que fueron creados artificialmente con la pretensión de tener mayor producción y conseguir hojas más anchas. Tienen mayor vigor de establecimiento pero son menos persistentes y tienen también mayor potencial de producción, aunque son más exigentes tanto en agua como en fertilización frente a las variedades diploides, que tienen mayor rusticidad (resistencia a la sequía y al frío) y son ideales para el pastoreo. “Los raigrases tetraploides tienen mayor palatabilidad pero siempre debemos elegir variedades que sean resistentes a la rolla”, indica la nutróloga de Seragro.
Las calidades del triticale y el westerwold debería condenarlos a la extinción
En cualquier gramínea, leguminosa o cereal el contenido nutricional del kilo de materia seca disminuye a medida que avanza el desarrollo de esa planta pero, por el contrario, obtenemos mayor rendimiento, “pero si esperamos tanto para que el rendimiento sea máximo, el aporte a la ración será bajo”, advierte.

El milagro Comté, el queso que garantiza la rentabilidad de 2.400 ganaderías francesas

Vacas montbeliarde en GAEC Du Caron. Es la única raza permitida para la elaboración de queso Comté Francia es una de las grandes potencias lácteas europeas. Con 23 millones de toneladas de leche al año, es el segundo país en producción tras Alemania. La mayor parte de la recogida de leche se concentra en las regiones de Bretaña y Normandía, en el noroeste del país, con un sistema productivo más parecido a Galicia, pero existen otras zonas con peculiaridades propias, centradas en la producción de quesos de calidad diferenciada. La evolución del sector lácteo francés en la última década, sobre todo a raíz de la desaparición de las cuotas lácteas en 2015, ha seguido un camino diferente al resto de países de la UE, con peculiaridades que se han acentuado en este último año. Mientras en los primeros meses de 2023 la producción de leche en el conjunto de la UE aumentó un 1% con respecto a 2022, en Francia la recogida de leche en las explotaciones siguen registrando un descenso con respecto al año anterior de un 1,2%.
El aumento de precios más bien moderado de la leche en Francia en 2022 en comparación con el resto de países de la UE no ha impulsado un aumento de la producción 
Francia, que ha perdido al 25% de sus explotaciones lecheras en la última década, pierde peso en el contexto lácteo europeo con una producción en descenso y precios bajos, que han estado a la cola de la UE durante la revalorización de la materia prima en origen vivida en 2022. Hoy los precios en toda Europa se han ido nivelando y la leche convencional se pagó en Francia en julio a 44,6 céntimos, a medio camino entre los países del norte y los del sur de Europa: 7 céntimos menos que en España e Italia y 4 menos que en Portugal pero 5,5 más que en Irlanda, 3 más que en Dinamarca, 2,5 más que en Alemania y 1,5 más que en Holanda. Explotaciones mixtas de tamaño medio Mientras en países como España o Italia el final de las cuotas lácteas ha incentivado el crecimiento en número de cabezas de las ganaderías, Francia sigue apostando por un modelo de explotaciones de tamaño medio, con una dimensión ajustada al volumen de tierras disponibles.
Más de la mitad de las explotaciones lácteas francesas, donde hay un total de 50.000 granjas, tienen menos de 70 vacas
El 60% de las explotaciones lácteas francesas, donde hay un total de 50.000 granjas lecheras, tiene menos de 70 vacas y sólo 2.000 (un 4% del total) tiene más de 150 animales. La cabaña ganadera total del país ha menguado considerablemente en los últimos años, pasando de 4,5 millones de vacas lecheras en el año 2000 a 3,5 en 2022, con una producción media por vaca en Control Lechero de 7.350 kilos al año, frente a los 10.900 de España. La región de Bretaña concentra 1 de cada 5 vacas lecheras de Francia. Es una de las pocas regiones que mantiene un crecimiento, aunque sea moderado, en la producción. Desde 2007 la producción láctea bretona se ha incrementado un 15% (a un ritmo de un 1% anual, más del doble que en toda Francia) hasta alcanzar 5,3 millones de toneladas al año.
La producción media por vaca en Control Lechero en Francia es de 7.350 kilos al año
Pero en ese mismo período, los productores de leche en la región pasaron de 17.000 a poco más de 9.000, ya que al problema del relevo generacional (en Francia uno de cada tres ganaderos tiene más de 55 años y sólo 1 de cada 4 tiene menos de 40 años) se suma el hecho de que muchas ganaderías han decidido abandonar o reducir la producción de leche y centrarse en la de cereales, menos demandante de mano de obra y más rentable con los precios de venta actuales.
Muchas granjas han apostado en los últimos años por aumentar el cultivo de cereales y reducir la producción de leche
De hecho, en 2022, la situación de ingresos de las ganaderías francesas ha sido dispar entre los diferentes sistemas productivos. Las explotaciones mixtas, que mantienen cultivo y ganadería, han alcanzado importantes ingresos, gracias a la subida del precio de los cereales, mientras se han deteriorado las rentas de las explotaciones lecheras puras, y más aún de las ecológicas, que producen el 5% de la leche francesa. El camino seguido por muchas ganaderías francesas ha sido reducir su nivel de intensificación, recuperando prácticas como el pastoreo en los meses de primavera y otoño y sustituyendo insumos importados, como la soja, por cereales y forrajes de producción propia (maíz, trigo, colza, girasol). Denominaciones de origen Queso de denominación de origen Comté, producido en el este de la región Borgoña-Franco Condado Otra de las características del sector lácteo francés es su diferenciación productiva. El 17% de la recogida total de la leche está amparada bajo alguna Denominación de Origen, enfocada principalmente a la producción de quesos, que acaparan cerca del 50% de la producción láctea francesa. Entre los 46 quesos franceses con Denominación de Origen (29 de ellos con leche de vaca) el Comté es uno de los más consumidos en Francia. Este queso de pasta prensada en grandes ruedas de hasta 40 kg se produce en 140 queserías, muchas de ellas de estructura cooperativa participada por las propias ganaderías, un total de 2.389 explotaciones.
El queso Comté fue uno de los primeros en conseguir el sello de Denominación de Origen, en 1958, y es uno de los más vendidos en Francia
Las granjas del macizo del Jura, en la región Franco-Condado, limítrofe con Suiza, practican un modelo semiextensivo de ganadería, con las vacas alimentadas con pasto fresco desde la primavera hasta el otoño y con heno de hierba en el establo durante la estación invernal. El ensilado de hierba y el cultivo de maíz están prohibidos dentro de la denominación de origen. En 2022 los ganaderos franceses tuvieron que enfrentar un año climático históricamente cálido y seco, que redujo la producción de forraje en todo el país. Esta primavera ha sido diferente. Las lluvias de mayo han reverdecido los prados, pero los costes de producción siguen siendo elevados debido a los efectos duraderos de la guerra de Ucrania sobre los precios de los cereales, la energía, los combustibles y los abonos. Autolimitación en la producción Feria y concurso de raza montbeliarde que todos los años se celebra en la localidad de Besançon Ante este escenario, los ganaderos, que controlan también todo el proceso de producción y venta de Comté, ya que son socios de las queserías donde se elabora el queso, han decidido contener la producción como una estrategia para elevar los precios.
Los ganaderos establecen unos cupos de producción para cada granja, al estilo de las antiguas cuotas lácteas
Cada una de las 2.400 granjas dispone de un cupo de producción fijado por la propia denominación de origen, que es la encargada de repartir las etiquetas para marcar los quesos fabricados por las queserías locales que recepcionan diariamente la leche y que no pueden estar a más de 25 km del lugar donde se ordeña. Esta estrategia de contención de la producción quesera, llevada a cabo en la última década, ha servido para elevar el precio del producto final, así como de la materia prima que lo hace posible, incrementando la rentabilidad de las explotaciones, su relevo generacional y el valor actual de las granjas.    Prestigio en el mercado interno Las vacas salen al pasto de abril a noviembre y se alimentan con hierba seca la otra mitad del año Hoy el queso Comté goza de un importante prestigio en toda Francia, donde se comercializa el 90% de las 70.000 toneladas producidas. Su imagen se asocia a vacas pastando en libertad, aunque medio año tengan que estar confinadas en el establo debido a la dureza de la climatología de la zona.
El mercado interno absorbe la mayor parte de las 70.000 toneladas de queso producidas
Se trata del sistema de manejo tradicional del ganado en esta región fronteriza con Suiza, que la denominación de origen ha querido preservar, al igual que la raza autóctona de la zona, la montbeliarde, en la actualidad la raza lechera que más crece en Francia y la segunda, tras la frisona, en número total de animales en los censos, gracias al trabajo de recuperación desarrollado por la cooperativa Coopex, que integran más de 15.000 ganaderos. Esta percepción por parte del consumidor de una producción tradicional respetuosa con el medio ambiente se debe también a estrictos límites y reglamentaciones en cuanto a la carga ganadera (1 vaca por hectárea), alimentación (en base a pasto y heno de hierba, sin ensilados) uso de concentrados (máximo 1.800 kg/vaca/año), abonado de las praderas (50 unidades de nitrógeno químico por hectárea) y producción por hectárea (4.600 litros de leche).

“Tener limitado el concentrado nos obliga a hacer un buen forraje para el invierno”

Los hermanos Florian y Fabien Audy, titulares de la explotación familiar GAEC Audy GAEC Audy es una explotación familiar ubicada en la comuna de Lavans-Vuillafans con 777.400 litros anuales de cuota de producción dentro de la denominación de origen Comté. La leche se transforma en la quesería local de la que también son socios, con un precio medio en 2022 de 65 céntimos por litro. La granja pertenece a los hermanos Florian y Fabien Audy, que han decidido modernizar las instalaciones que había creado su padre en 1995 con la construcción de un nuevo establo, operativo desde hace un año, y que incorpora sistemas automatizados de alimentación y encamado y una serie de medidas buscando garantizar el máximo bienestar a los animales y mitigar la contaminación ambiental. Los animales en producción, 103 en este momento, están en cama caliente de paja sin cubículos. “Buscamos que las vacas duren más, pero además tanto para las fincas como a nivel de emisiones atmosféricas también es mejor el estiércol que el purín”, asegura Fabien.
GAEC Audy dispone desde hace un año de una granja moderna con instalaciones punteras
La nave, en la que han invertido 2 millones de euros, es abierta, buscando de esta forma generar menor contaminación por amoníaco, a pesar de padecer habituales nevadas en esta zona en los meses de enero y febrero. “La temperatura en invierno es baja pero para las vacas no supone un problema y nosotros nos ponemos un poco más de ropa”, bromea. Robotización En el nuevo establo construido hace un año los animales están en estabulación libre, con parrillas en la zona de alimentación y cama caliente de paja en la zona de descanso La segunda de las decisiones adoptadas fue la de automatizar algunos de los procesos que más tiempo de trabajo consumían en la explotación. El encamado era uno de ellos, al igual que la alimentación. “Antes hacíamos todo a mano, pero ahora hemos ganado tiempo y calidad de vida”, destaca.
La denominación de origen prohíbe los robots de ordeño
Del 1 de abril al 20 de noviembre las vacas están en pastoreo, suplementadas únicamente con 2 kg de heno y 4 de concentrado. La otra mitad del año, sin embargo, la ración se basea en 12 kg de heno (6 del primer corte y 6 del segundo), 6 kg de concentrado y 25 kg de remolacha, que aportan 5 kg de materia seca. “La ventaja de automatizar la alimentación es que ahora podemos hacer distintas combinaciones para los diferentes lotes”, explica Fabien. Aunque no pueden mezclar la ración (lo prohíbe la denominación de origen), van depositando directamente sobre el pesebre las distintas cantidades y el heno de hierba del primer y segundo corte de forraje. 169 hectáreas de superficie En enero y febrero la nieve es permanente y las vacas están confinadas en los establos La denominación de origen no permite dar más de 1.800 kilos de pienso por vaca y año, por lo que secan antes a las vacas y ponen especial énfasis en la calidad de la hierba que recogen. “El límite a los concentrados nos obliga a hacer un buen forraje”, asegura Florian.
El precio de compra de la hectárea en esta zona ronda los 3.500€
Disponen de una superficie agraria total de 169 hectáreas, de las que 73 son pastos naturales, 32 praderas artificiales y el resto distintos cultivos de cereal. Un tercio de las tierras son en propiedad y el resto alquiladas. El precio de compra en Francia está regulado por la Administración y la hectárea en esta zona, situada a 650 metros de altitud y con una media anual de precipitaciones de 800 mm, ronda los 3.500€. Tasa de reposición del 20% La media de producción por vaca de GAEC Audy en 2022 fue de 7.527 kg anuales, con un 4,08% de grasa y un 3,7% de proteína. Es uno de los aspectos más valorados por parte de las queserías en esta zona, lo que les supone 2 céntimos por litro de prima en esta ganadería.  
El 62% de las vacas llega al tercer parto, logrando un promedio de 3,6 lactaciones
La tasa de reposición es sólo del 20% gracias al control de enfermedades y los buenos resultados reproductivos. “Más de la mitad de las vacas se quedan preñadas al primer intento. En el establo viejo, donde teníamos espacio para 60 vacas y metíamos 100, necesitábamos 2,1 dosis por preñez, pero ahora hemos bajado a 1,7”, aclara Fabien. Recría La temporada de concentración de partos se produce en otoño. Las terneras están los primeros cuatro días de vida con la madre para tomar el calostro y después pasan a la amamantadora.
Con la amamantadora hemos logrado un mayor crecimiento de las terneras, reduciendo en 20 días la edad al primer parto
Tras el destete, los animales continúan en lotes colectivos y empiezan a alimentarse con concentrado, heno y remolacha por la mañana y por la tarde. Una vez preñadas, las novillas reciben 500 gramos de soja y el forraje seco en invierno y 1 kg de cereal más el pasto en primavera, verano y otoño.
Buscamos animales funcionales, con buena producción de leche y de proteína y con buenas patas
Un tercio del semen que utilizan es sexado y todas las hembras que nacen se recrían, una parte para ellos y otra para exportar a países como Argelia o Mongolia. “Genotipamos a todas las terneras y en función de los resultados decidimos con cuáles nos quedamos. Buscamos animales funcionales con buena producción de leche y de proteína y con buenas patas para salir a pastar”, indica Fabien. Los machos están en boxes individuales y son vendidos a las 5 semanas. Si son montbeliard puros tienen un valor de unos 250€ y si son cruces con azul belga unos 450€.

“Con el secadero para la hierba hemos mejorado la producción por vaca en 5 litros diarios”

Zona del secadero de forraje en la nave de almacenaje construida en 2019 por GAEC Du Caron GAEC Du Caron está situada en el departamento de Bouclans, a 430 metros de altitud y con una pluviometría media anual de 1.254 mm, unas condiciones que le proporcionan una mayor producción forrajera que a muchas otras explotaciones de queso Comté. Frabrice Lombardot, que se incorporó en el año 2004, y Arnaud Gaillot, que entró a formar parte de la sociedad 10 años después, explican que son capaces de obtener hasta 4 cortes de hierba al año, entre primavera y otoño, mientras las ganaderías situadas en la montaña se tienen que conformar muchos años con sólo 2 cortes. Para mejorar la calidad nutritiva del forraje, GAEC Du Caron decidió en 2019 construir un secadero. En total, les supuso una inversión de 300.000 euros, pero que se ha notado en la producción de las vacas.
Hacen 4 cortes de hierba al año con una media de proteína del 12%
“Hemos mejorado la producción en 5 kg de media por vaca y día. Ahora podemos cortar más verde la hierba y secarla en menos tiempo, con lo que ganamos en proteína”, explican. La media en todo el forraje que recogen a lo largo del año es del 12%. Disponen de la maquinaria necesaria para llevar a cabo las distintas tareas agrarias (segadora, equipos de araña, remolques autocargadores, etc). Tras segar la hierba, la extienden sobre la parcela para hacer un presecado, que dura más o menos tiempo en función de las condiciones climatológicas. En el primer corte, por ejemplo, realizado en la primera quincena de mayo, dejan dos días de presecado a la hierba antes de llevarla al secadero, pero en verano la siegan por la mañana y la recogen por la tarde. La instalación donde almacenan y secan el forraje cuenta con 4 divisiones, donde van descargando los distintos remolques. “Es fundamental distribuir bien la hierba cubriendo todo el suelo para que el aire no se escape y el secado sea uniforme”, explican. La hierba se deposita a granel en el secadero, donde se conserva todo el año La hierba entra con entre el 60 y el 70% de materia seca, es decir, mantiene aún entre un 30 y un 40% de humedad, por lo que no meten más de 1,5 metros de altura de hierba cada vez para evitar que fermente. “Si la temperatura sube por encima de 25ºC se queman los azúcares, hay riesgo de fermentación y pierde calidad el forraje”, aseguran. El funcionamiento del secadero es sencillo pero efectivo. Utilizan el calor generado por el sol bajo el techo de la nave para hacer circular ese aire caliente por las rejillas de la parte baja del secadero, sobre las que se coloca la hierba. “Tenemos el gasto energético de los ventiladores, pero no el de calentar el aire”, indican.
Han instalado 250 Kw de placas solares para complementar los ingresos lácteos
Con la intención de abaratar la factura eléctrica y diversificar los ingresos de la granja, GAEC Du Caron instaló en 2021 paneles solares, con una potencia de 100 Kw, a los que sumaron otros 150 Kw este mismo año, tanto para autoconsumo como para venta a la red de los excedentes. Precio de 69 céntimos La granja tiene una cuota de producción de 637.000 litros de leche al año. Son transformados en la quesería de la cooperativa Des Monts de Joux. El precio de venta de la leche es de 69 céntimos gracias a la importante prima por proteína (7,5 céntimos).
En 2022, el coste de alimentación, con 5,5 kg de pienso de media al día, ascendió a 15,5 céntimos por cada litro de leche producido
La producción media por vaca fue en 2022 de 8.004 litros, con un 3,79% de grasa y un 3,49% de proteína. Tienen en total 120 cabezas (90 vacas en ordeño y 32 terneras y novillas de recría) y 140 hectáreas de superficie para alimentarlas, 115 de ellas a pastos naturales y a praderas artificiales sembradas. El coste de alimentación, con 5,5 kg de pienso al día como máximo, fue de 762€ por vaca el pasado año, 15,5 céntimos por litro de leche. “En 2022 notamos menos el incremento de costes de producción. Teníamos stock de abono y el concentrado subió fundamentalmente en primavera, a raíz de la guerra de Ucrania, cuando nosotros tenemos a las vacas fuera y usamos menos pienso”, explican.

Trabajar un forraje “de precisión”

La evolución de las ganaderías de leche en los últimos tiempos está siendo frenética. Los sistemas cambian, la producción por vaca se eleva año tras año, el análisis de datos pasa a ser un tema clave y la gestión óptima de los recursos alimentarios en la granja es un aspecto crucial para que las explotaciones mantengan producciones elevadas.

Todo esto implica cambiar el enfoque de trabajo desarrollado tradicionalmente en las granjas, para enfocarlo en la búsqueda de un concepto que por un lado debe ser global e interconectado, pero por otro deba considerar a cada explotación como un sistema independiente. En este sistema los resultados de cada variable productiva (como si de un ecosistema se tratara) tienen una influencia medible que afecta positiva o negativamente a las demás.

Uno de los desafíos más importantes en la producción lechera es la precisión en la formulación de las raciones, ya que esta categoría supone históricamente alrededor del 50% del coste de producción medio de la granja tipo. Además, en estos momentos en los que el mercado de las materias primas se encuentra en niveles elevados de precios es de vital importancia, para la rentabilidad de las explotaciones, la obtención de forrajes de la máxima calidad que permitan a las explotaciones ganaderas alcanzar, en base a ellos, la mayor producción de sus animales.

Con objeto de ofrecer el mejor servicio a sus clientes de vacuno lechero, De Heus está trabajando en varias líneas. Por un lado cuenta con un laboratorio propio en su planta de producción de Orkoien (Navarra), diseñado con la tecnología más puntera y con un objetivo claro: obtener datos fiables y completos en tan solo 48 horas, que ofrezcan la mayor precisión en los resultados.

Por otro, y para ofrecer a cada granja una solución específica, han creado Laboexpert, un sistema que profesionaliza todo el proceso por el que pasa una muestra hasta llegar a la recomendación nutricional concreta más acertada en cada caso.

El forraje, visto en detalle

En la cornisa Cantábrica, el silo de hierba es un pilar importante de la producción leche y la aplicación de Laboexpert permite arrojar luz acerca de la evolución de la calidad de este forraje en los últimos años.

Este sistema engloba las actividades de toma de muestra, envasado, envío de muestra, recepción de análisis e importación de resultados a Feed Expert. A través de Laboexpert y QS podemos crear fácilmente una trazabilidad de la muestra y lo que es más importante, una base de datos que nos permite analizar el Big Data generado por más de 13.000 muestras analizadas en nuestro laboratorio propio con la tecnología más alta y el personal altamente cualificado.

El ensilaje de hierba en la nutrición del vacuno de leche cumple un papel principal, ya que es decisiva en cuatro de sus parámetros: materia seca, proteína, fibra y digestibilidad.

Este conjunto de variables indicará la calidad final del ensilaje, ya que su sinergia es clave en la cantidad de forraje que podrán consumir los animales y en la asimilación de sus nutrientes de la manera más eficiente.

La materia seca

Esta variable encuentra su punto óptimo cuando oscila entre el 25-35%, cifras adecuadas para que la fermentación y posterior conservación del silo sea correcta una vez abierto. Así, podemos encontrar dos realidades, con referencia a la materia seca. Una materia seca muy baja provoca una gran pérdida de nutrientes por los lixiviados y la acidez provocada por la humedad, lo que dificulta la fermentación y la consecución de un correcto pH de estabilización, clave para evitar posteriores fermentaciones indeseables. Y, por el contrario, una MS elevada afectará básicamente al desensilado, ya que con silos muy secos su compactación es muy compleja y al abrirlos es más factible la respiración, lo que provocará fermentaciones indeseables, con su posterior deterioro.

En Galicia en este año 2023, la materia seca media de las muestras analizadas en nuestro laboratorio es del 28,9%, lo que indica que estamos en un punto óptimo, pero cabe destacar que tenemos valores muy dispares con silos muy húmedos y otros secos, provocados por una primavera con muchos días de lluvia y humedad intercalados con semanas soleadas. Esta “inseguridad climatológica” generaba una complejidad añadida a la hora de decidir cuándo cortar, ya que en muchos casos cuando la planta estaba en su momento óptimo de corte el clima era inestable, obligando a segar sin poder hacer un presecado adecuado o esperar a poder hacerlo, a riesgo de penalizar cualquiera de los otros parámetros de ensilaje, antes mencionados.

La digestibilidad

Cada vez somos más conscientes de la vital importancia que esta variable tiene en la calidad del ensilaje. Este parámetro se está mejorando actualmente gracias a que los agricultores, que cada vez dan más importancia a las variedades que siembran y están realizando cortes más tempranos, lo que les permite obtener ensilajes más digestibles. En este sentido, el uso de variedades de raygrass inglés híbridas y de floración tardía nos está dando más tiempo para hacer un corte en el momento óptimo. Si a esto le sumamos el uso de una mezcla de variedades diploides y tetraploides, podremos combinar un mayor crecimiento con una mayor cantidad de hoja, respectivamente, lo cual es ideal.

La evolución del racionamiento lechero, tanto en explotaciones con PMR (Partial Mixed Ration) -alimentación disociada como es el caso de los robots de ordeño-, como con sistemas TMR, -Unifeeds completos-, exige un gran conocimiento sobre la digestibilidad de los forrajes de la propia explotación. Tanto la digestibilidad del forraje al momento de muestreo como la evolución de los parámetros durante el período de ensilado son claves. Este parámetro del ensilaje marcará la cantidad de alimento que un animal es capaz de ingerir y, sobre todo, en ordeño robotizado es determinante para su buen funcionamiento, debido al efecto negativo de saciedad que provocan los silos de baja digestibilidad en los animales: los silos de baja digestibilidad pueden afectar el número de ordeños y a la rutina voluntaria, haciendo que los ganaderos tengan que empujar muchas vacas al robot.

En este sentido, las medias (DIG MO =73%) indican que vamos mejorando en este parámetro, aunque es un proceso lento y difícil por la gran influencia del clima, que condiciona o dificulta a la hora de corte.

La fibra

Como bien se dijo antes, los parámetros de calidad de un ensilaje en el que nos estamos enfocando están en sinergia entre sí y la digestibilidad está directamente condicionada por las fibras de los forrajes, donde debemos hacer referencia a la Fibra Neutra Detergente (FND), compuesta esta por celulosa, hemicelulosa y lignina.

En referencia a esto, hay que recalcar de nuevo la importancia de la variedad de hierba a utilizar, ya que las últimas (híbridas e inglesas) tienen menor cantidad de fibra por tener mayor proporción de hojas que las italianas, que crecen más rápido y sondean antes. Eso sí, el momento del corte tiene un efecto directo porque, si nos retrasamos, las plantas contendrán una mayor cantidad de lignina dentro la FND que harán que disminuya la digestibilidad así como su valor nutricional, siendo el nivel de degradabilidad de la FND el que nos marcará da cantidad de energía y proteína que este aportará al animal para su producción lechera.

La proteína

Por último, y no por ello menos importante, tenemos que hablar de la proteína del forraje, una cualidad que en el caso del ensilaje de hierba tiene un peso muy grande en la decisión de utilización en la ración por parte de los ganaderos. La cantidad y calidad de la proteína de éste, al igual que los anteriores parámetros, depende de las variedades y del momento del corte. En el caso de las variedades, entre las que más aportarán está el raigrás inglés, pero con diferencia los cultivos que más aportarán son las leguminosas, por lo que para obtener una mayor cantidad de proteína, lo ideal sería sembrar una mezcla de ballico inglés y leguminosas.

Esta alternativa, por supuesto, como todo en la vida,tiene un punto complicado: la dificultad que tienen las leguminosas para su implantación y su intolerancia, en algunas variedades, al abono acolchado con purines.

Pero los datos medios obtenidos en nuestras muestras recientes indican un valor de Proteína Bruta (PB) de 12,2%, lo que refleja una mejora respecto al año anterior que fue del 11,5%. Algo estamos haciendo bien.

En definitiva, estamos viendo una gran evolución en la producción de ensilaje por parte de nuestros ganaderos, que están mejorando mucho la calidad de sus forrajes.

Es cierto que en ocasiones el clima no ayuda a elegir el óptimo momento de corte, pero lo principal es que cada vez son más conscientes de que para conseguir mejores rendimientos es necesario contar con silos de mejor calidad. Y no sirve únicamente tener en cuenta los valores de proteína, sino también los de digestibilidad, contar con valores bajos de cenizas, y realizar un proceso de ensilado correcto…

Trabajar con precisión es fundamental para conseguir mejores producciones, calidades y, en definitiva, ganaderías más rentables.

Campaña de ensilado de hierba 2023: Menor producción pero buena calidad

Este año la climatología no ha ayudado al crecimiento de la hierba y se está notando en los silos. Las heladas del invierno y la falta de lluvia en el comienzo de la primavera ha mermado considerablemente a cantidad de forraje cosechada, aunque la calidad está siendo buena. La campaña de ensilado de hierba avanza en toda la comunidad condicionada por las precipitaciones de los últimos días y con la vista puesta en la siembra del maíz, que ya se ha iniciado en las zonas más madrugadoras, como A Marina de Lugo y O Xallas en la provincia de A Coruña, en aquellas fincas en rotación con hierba, en las que no se espera a cosechar un segundo corte. La estrategia de sembrar antes y con ciclos más largos se está llevando a cabo también en zonas del interior como una forma de intentar minimizar los efectos de la sequía en verano, como sucedió el año pasado en áreas del centro y sur de Lugo, o en la comarca de O Deza, con mermas importantes en la cosecha de maíz forrajero.
El monocultivo de raigrás, habitual hace unos años, está dejando paso a una variedad mayor de especies
La entrada en vigor de la nueva PAC está motivando también cambios en las decisiones de siembra y en los cultivos escogidos para la rotación anual. Las especies mejorantes se abren camino, bien en mezclas con cereales de invierno para ensilado, bien como abono en verde para fijar nitrógeno atmosférico y aportar materia orgánica al suelo. El monocultivo de raigrás, habitual hace unos años, está dejando paso a una variedad mayor de especies, tanto tréboles y otras leguminosas como guisantes, vezas o habas a brassicas como los nabos. Analizamos cómo se está desarrollando la campaña de ensilado en distintas zonas de Galicia:  

“Hay producciones bajas por falta de agua y mucha desigualdad en las parcelas”

Ensilado de raigrás y trébol anual en la zona de Chantada en una parcela en rotación con maíz Jorge Meiriño es responsable de cultivos de la cooperativa Aira en la zona de Chantada, donde los efectos de la sequía se han dejado notar este año en la hierba. “Empezamos a cosechar hace 10 días, aunque con las lluvias del fin de semana se paró un poco de segar hasta que mejore el tiempo y se estabilice, pero estamos teniendo producciones bajas, similares a las del año pasado, con una media de 15 toneladas por hectárea en verde”, calcula. En esta zona del sur de Lugo está notándose mucha desigualdad en las parcelas. “Las fincas más profundas, que son normalmente en las que se hace rotación con maíz, se han comportado mucho mejor que otras en las que ya se estaba secando la hierba. Vuelve a haber una sequía enorme, peor que la del año pasado. La capa freática está muy abajo. Aquí el suelo es franco arenoso, no hay arcilla, y se pierde muy rápido el agua”, explica Jorge.
Este año no se pudieron hacer cortes de limpieza por las heladas
“A las praderas este año las castigó la helada en invierno y después les faltó agua”, dice. Las heladas hicieron también que no se hayan podido realizar los habituales cortes de limpieza, por lo que la calidad del forraje estaría en un 6 sobre 10, indica. Un solo corte en las tierras de maíz El ensilado se está produciendo más o menos en las mismas fechas de otras campañas. “No se puede esperar más. Aquí ya no vamos a hacer segundo corte, porque estamos a finales de abril y hay que intentar sembrar el maíz a principios de mayo. No se puede hacer mucho más tarde porque estamos limitados por la precipitación y el año pasado aguantaron las parcelas que se sembraron temprano”, recuerda. El parque de maquinaria de Aira trabaja mucha más superficie de hierba que de maíz. “Podemos estar hablando del triple, porque en los últimos años muchas ganaderías han aumentado su superficie agraria y han dejado de sembrar maíz”, argumenta.
El segundo corte es cada vez más complicado, es necesario tener un mes de tiempo fresco y precipitaciones para que la hierba no espigue
Por eso, dice, los segundos cortes solo se pueden hacer en parcelas donde no se va a echar maíz. “El segundo corte cada vez es más complicado, dependes mucho más de la climatología. Tiene que llover y venir tiempo fresco para que la hierba no espigue”, dice Jorge.

“El silo va a tener bastante humedad porque la climatología no ha permitido hacer buenos presecados, pero la calidad va a ser buena”

En la comarca de O Xallas y A Barcala, en la provincia de A Coruña, también han apostado este año por hacer un solo corte. “Había un pequeño porcentaje de socios que hacía dos cortes, pero con el frío del invierno ha venido todo más retrasado y se va a hacer un corte solo en las fincas con maíz”, explica Adrián Cundíns, el responsable de Forxabar, la cooperativa para gestión en conjunto de forrajes y alimentación del ganado de las ganaderías de la zona de Santa Comba y Mazaricos. Forxabar va a tener también una merma en la cantidad de forraje en los silos, aunque los motivos son distintos que en el caso de Aira. “Aquí no ha sido por escasez de precipitaciones, sino por todo lo contrario, se retrasó por el frío y por mucha agua. Este ha sido un año atípico y malo para el crecimiento de la hierba”, asegura Adrián.
Ha sido un año atípico y malo para el crecimiento de la hierba. Con el frío ha venido todo retrasado y vamos a hacer un corte solo en las fincas con maíz
En Forxabar ensilaron el raigrás permanente hace tres semanas y las parcelas en rotación con maíz el jueves pasado. “Al ser un corte solo, fue un corte largo, con muchos días en la tierra, y el rendimiento fue bueno”, explica. También la calidad será buena. “El silo va a tener bastante humedad porque la climatología no permitió hacer buenos presecados pero la calidad en general va a ser buena”, asegura Adrián. Levantando la pradera para sembrar el maíz En Forxabar basan la ración que reparten a las ganaderías lecheras socias en el ensilado de maíz, por lo que trabajan más hectáreas a este cultivo que a hierba. “De forrajes van 40 kg en la ración y de ellos el 75% es maíz y el 25% hierba”, explica Adrián. Este año han previsto sembrar unas 800 hectáreas a maíz. Una parte de ellas ya las tienen labradas, aquellas en las que no hacen rotación con hierba, mientras que en las ensiladas el pasado jueves comenzarán en los próximos días. “Estamos empezando a levantar para el maíz. Con estos días de agua está todo un poco parado. Ya hemos sembrado más o menos la mitad, donde no hubo rotación, y ahora nos falta lo que ensilamos la semana pasada. Estamos esperando a ver si estabiliza el tiempo, porque ha llovido mucho el fin de semana y nos va a retrasar hasta el final de esta semana poder ponernos con la tierra. Si llueve seguirá retrasándose la siembra”, cuenta. Apuesta por el cultivo verde en las rotaciones La entrada en vigor de nuevas exigencias en la PAC para el período 2023-2027 está provocando cambios en el esquema habitual de rotación maíz-hierba llevado a cabo por las ganaderías de vacuno de leche de Galicia. “Nosotros ya hemos hecho este año algún cambio. Hemos metido más leguminosas. Una parte de lo que ensilamos fue solo con trébol, 2 o 3 variedades de trébol, con buena implantación. En otra parte de las tierras hicimos cultivo verde, con especies mejorantes como nabo u otras brassicas, y con guisantes, un tipo de haba o cualquier leguminosa que entre en el rango de forrajeras y que esté disponible en el momento de la siembra”, indica.
No hay mucha disponibilidad de semillas para hacer abono verde, porque son especies que no tienen mucho aprovechamiento y no se cosechan
“No hay mucha disponibilidad, es una problemática que se va a dar de cara a este año. Como son variedades que no se cosechan y no tienen mucho aprovechamiento a no ser para abono verde no hay mucha oferta. Los precios de la semilla el año pasado fueron desorbitados”, explica Adrián. Aunque, a consecuencia de la excepcionalidad acordada tras la guerra en Ucrania, en esta campaña está en suspenso el deber de cumplir con la buena práctica de la rotación de cultivos para poder cobrar las ayudas de la PAC, se prevé que en los próximos años no se puedan dejar vacías las tierras del maíz, por lo que estrategias como las implantadas este año por Forxabar se convertirán en habituales. “Tal como están los precios hoy de la siembra creo que no cubre para cobrar el eco-regimen, pero si es una obligación ya no es cuestión de que cubra o no, habrá que hacerlo para adaptarse a las nuevas exigencias de la condicionalidad y poder cumplir para cobrar la PAC”, argumenta.

“Con las mezclas de cereales de invierno y vezas hemos obtenido producciones mayores en comparación con los primeros cortes de raigrás”

“En nuestra zona el único limitante que hubo fue falta de lluvias, en A Mariña pega mucho el noreste y no ha crecido mucho la hierba”, explica José Ramón Loza, responsable de maquinaria y cultivos de CLUN, que dispone en A Mariña de centro de alimentación (CAVI) y parque de maquinaria perteneciente a Irmandiños. “A nivel general los primeros cortes fueron mucho menos productivos que otros años, se acusó la falta de lluvias de principios de la primavera. Las calidades están siendo buenas pero las producciones mermadas”, describe. En A Mariña suelen hacer dos cortes en las praderas de raigrás antes de echar en ellas el maíz. “Ya hemos estado abonando para los segundos cortes y con estas lluvias esperamos obtener un segundo corte un poco más productivo que los primeros”, asegura José Ramón. 200 hectáreas de cereal con veza Irmandiños sembró este año cerca de 200 hectáreas de cultivo de invierno a base de cereal y leguminosa, que ya han ensilado en las instalaciones del CAVI en Vilamartín (Barreiros). “Por aquí se está implantando mucho la mezcla de cereales de invierno y vezas y con esas fórmulas hemos obtenido una producción algo mayor, en comparación con los primeros cortes de raigrás”, indica. A mayores de las parcelas que la cooperativa siembra directamente, habría que sumar la hierba que mandan los socios que no están dentro del servicio de Gestión Integral de las tierras y que son unas 150 ha de raigrás y otras tantas de prado natural (en los dos casos a 2 cortes) y 50 ha de cereal-veza (a un solo corte).
El cereal lo ensilamos por separado, pero los prados naturales vamos mezclándolos en el silo con el segundo corte de raigrás
“Los prados naturales aun no empezamos a segarlos, la previsión es comenzar de cara a la semana que viene para ir mezclando con el segundo corte de raigrás. El cereal sí que lo ensilamos por separado, pero en el caso del prado natural lo intercalamos en los silos con cultivo de raigrás”, explica José Ramón. La cooperativa sembrará este año unas 450 hectáreas de maíz, de las que a día de hoy ya llevan labradas unas 70. “Ya tenemos levantadas las tierras donde habíamos echado el cereal de invierno, en las que hacemos un solo corte. Empezamos a sembrarlas la semana pasada con una máquina y a partir de ahora incorporamos ya la segunda”, detalla.  

Las 15 claves para una buena conservación de los silos de hierba

Estamos en la segunda quincena de abril, época en la que se concentra el ensilado de la hierba en muchas comarcas ganaderas. El elevado precio de la soja o de la colza hicieron que la hierba volviera a recobrar valor en los últimos tiempos por su alta producción de proteína y sus efectos beneficiosos como cultivo de invierno en la rotación con el maíz.

Para seguir avanzando en la mejora del ensilado de hierba, y así garantizar una buena conservación y calidad del mismo, Antón Camarero, técnico de ADIAL, en colaboración con XESGA, está difundiendo entre los ganaderos y técnicos una serie de 15 «pastillas de hierba» en las que explica de manera muy gráfica y sencilla los aspectos clave a tener en cuenta. Son los siguientes:

Diez claves para mejorar el ensilado de hierba

“Hacer un buen ensilado de hierba es mucho más que segar y meter en el silo la hierba”. Así de contundente se muestra el responsable técnico de la Cooperativa O Rodo, Daniel Rodríguez, a la hora de hablar del ensilado de hierba. Precisamente la cooperativa agroganadera de Rodeiro (Pontevedra), organizó recientemente una jornada formativa para los socios en la que, entre otros temas, ofrecieron algunas recomendaciones a la hora de realizar los ensilados, a tener en cuenta ya en la próxima campaña de ensilado, que está a punto de comenzar. “Si se quiere tener un forraje de calidad hay que prestar atención a muchos factores, no solo durante el ensilado”, explica el técnico. Así, en las últimas semanas, el técnico estuvo haciendo visitas en las ganaderías socias de la cooperativa para incidir en la importancia de realizar un encalado adecuado para lograr forrajes de calidad y una buena producción. Jornada técnica organizada en la Cooperativa O Rodo en la que entre otros temas se abordó o ensilado de hierba. Recogemos algunas de las claves que apunta el técnico Daniel Rodríguez para mejorar los ensilados de hierba:

1. Elección de la semilla.

La elección de la semilla debe adecuarse a las condiciones edafoclimáticas de cada zona. Para los productores de Rodeiro, el técnico recomienda optar por variedades que tengan un espigado tardío. Están empleándose mezclas de raigrás con veza o tréboles, que ayudan a incrementar la calidad de la ración. “Introducir una leguminosa con el raigrás le permite fijar nitrógeno para las gramíneas”, recuerda el técnico.

2. Encalado de las tierras.

El encalado de las tierras es muy importante, dada la acidez media de las tierras gallegas, con pH muy bajos que pueden encontrarse entre 4,2 y 5. Con los pH tan bajos solo se suele aprovechar alrededor del 43% del Nitrógeno que se le aporta a la tierra. “Con el aporte de cal puede llegar a tener un pH de 6,5 o 7 de modo que todo el nitrógeno que le proporcionemos sea lo más eficiente posible”, explica. El técnico incide en la importancia de tener en cuenta minerales como el Calcio o el Magnesio, ya que son determinantes para el aprovechamiento del Nitrógeno. En la Cooperativa acostumbran a trabajar con un cal de origen marino, que cómo destaca Rodríguez tiene una reactividad carbónica con el terreno muy eficiente. “Echándolo un mes antes de segar la hierba ya hizo efecto para el ensilado, mientras que con cales de cantera, tardan más en verse los efectos y habrá que esperar para las siguientes cortas o para el ensilado del maíz”, concreta. Ambas son soluciones idóneas para conseguir corregir el pH de la tierra.

3. Fertilización.

A la hora de fertilizar la pradera, Rodríguez pone especial atención en conseguir un abonado equilibrado, aportando distintos minerales que permitan el desarrollo óptimo de la hierba y el aprovechamiento del abono que se le proporciona. “De nada nos sirve hacer un gran aporte de Nitrógeno si no le tenemos Magnesio y Azufre, ya que la absorción de Nitrógeno estará limitada”, indica. Rodríguez también recomienda planificar el ensilado de la hierba en base a la fertilización que se hace de la pradera. Así, con algunos de los fertilizantes más empleados, entre los 25 y 28 días estaría aprovechado ese abono. Mientras, si se opta por abonos con liberación más lenta pueden hacer falta alrededor de 40 días para su aprovechamiento. “El día que se fertiliza la hierba ya se puede fijar la fecha de ensilado, teniendo en cuenta el fertilizante que se le echó”, apunta.

4. Momento del corte de la hierba.

Escoger el momento idóneo para el corte de la hierba resulta también decisivo para lograr un silo de calidad. En el caso del raigrás, el corte debe realizarse justo antes del espigado, cuando la concentración de azúcares en la planta es mayor. “Para lograr un ensilado eficiente precisamos una buena cantidad de azúcares, que después contribuyen a tener un forraje más digerible”, detalla el técnico. La lluvia es uno de los factores que suele condicionar la siega de la hierba. Rodríguez es partidario de adelantar la siega se hay previsión de precipitaciones para las fechas que se había previsto ensilar. “Si hemos previsto segar la semana del 4 de mayo y da agua para esos días, es preferible ensilar a finales de abril antes que esperar a que vuelva a escampar. De este modo, si son tierras en rotación con el maíz podremos adelantar la siembra y si procuramos una segunda corta el rebrote de la hierba comenzará antes”, valora el técnico. La altura y el momento en que se corte la hierba son claves para conseguir forraje de calidad.

5. Altura del corte en la pradera.

Al igual que acontece con el maíz, la altura del corte de la hierba va a condicionar el rendimiento del ensilado, ya que al segar alto se pierde cantidad de hierba en el silo, pero se gana en calidad del forraje. “Segar alto no es solo ganar en calidad, también para favorecer un rebrote más rápido de la hierba si se quiere hacer segundas cortas”, indica. El técnico además recomienda evitar los cortes muy bajos para reducir la presencia de tierra en los silos, ya que provocan contaminaciones por la presencia de clostridium, lo que afecta a la salud de los animales. Rodríguez recomienda segar a una altura de 6-7 centímetros del suelo.

6. Manejo de la hierba en el prado.

Tan importante como la altura a la que decide cortarse la hierba es el tratamiento de presecado que se le hace en el prado a la hierba. Debe prestarse atención al manejo que se hace de la hierba a la hora de extenderla o enrolarla, para evitar que acabe llevando tierra para el silo. “De nada nos sirve cortar alto si después juntamos tierra cuando enrolamos”, explica.

7. Presecado.

Las primeras horas tras la corta son fundamentales para el secado de las gramíneas. En las dos primeras horas es cuando más agua se consigue que pierda la hierba, ya que los estomas (parte de la planta que está en contacto con el ambiente) permanece abierta y facilita el secado. Así, mientras los estomas permanecen abiertos llegan a perderse unos 100 litros de agua por tonelada cada hora. Sin embargo, cuando los estomas se cierran se reduce a 20 litros por tonelada a la hora. Se recomienda la siega con acondicionado o un uso ágil de maquinaria acondicionadora (hileradoras y similares) en las dos primeras horas tras la siega.

8. Picado de la hierba.

A la hora de ensilar, el tamaño de la hierba es otro de los aspectos a tener en cuenta, ya que contribuye a la conservación del forraje. “Al picar la hierba, mejor se compacta después en el silo”, recuerda el técnico. Recomienda el uso del picador o remolque autocargador sobre todo en los primeros cortes. En las segundas o terceras cortas, cuando la hierba tiene más tallo, que resulta más difícil su picado, se puede optar ya por la cosechadora.

9. El silo.

El estado del silo también influye en la conservación del forraje. Rodríguez recomienda emplear plásticos en las paredes de los mismos para garantizar que el silo de las orillas tenga la misma calidad que el resto y evitar de este modo las pérdidas de forraje. También insiste en el empleo del rollo de pisado y en hacer capas finas para conseguir una idónea conservación de la hierba. A la hora del pisado, hace falta llenar en forma de U para no dañar las lonas de los laterales y una vez que el pisador se encuentra en la cima de la hierba debe hacerse una U invertida, para que las aguas descorran y no se acumulen en la parte superior. También es importante que no sobresalga la hierba por encima de las paredes, ya que eso limitará el pisado de esa zona y dificultará la conservación. “Es fundamental pisar, pisar y volver a pisar el silo”, insiste el técnico.

10. Sellado y conservación del silo.

Para la conservación del silo, además del empleo de conservantes, es necesario asegurar el sellado del silo, para lo cual aconseja emplear el film protector, previo al plástico y a la lona protectora. Tampoco hay que descuidar el mantenimiento que se hará después del silo, una vez abierto, ya que va a influir en la calidad final del forraje que ingieren los animales.

Alternativas forrajeras, los ases en la manga para las ganaderías de vacuno de leche gallegas

“Deberíamos recordar que lo que le sirvió a nuestros abuelos para resistir igual nos puede servir también en las granjas hoy a nosotros”. De este modo invitaba a reflexionar la investigadora y doctora por la USC Ana Isabel Roca Fernández a los ganaderos que asistían a una jornada sobre alternativas forrajeras para el vacuno de leche que se celebró en la Granja Gayoso Castro, en Castro Ribeiras de Lea (Lugo). La investigadora pone el foco en la situación que atraviesan en la actualidad las granjas, afanadas en reducir los costes de producción. “El campo gallego precisa una mayor resiliencia y para eso las granjas deben hacer un aprovechamiento eficiente de los recursos forrajeros”, explica. Hacerlo permitirá a las ganaderías reducir los costes de alimentación y hacer frente a situaciones inesperadas como las que se están presentando con el cambio climático o que se derivaron de la pandemia sanitaria o la explosión de la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Diversificar cultivos es una estrategia forrajera viable gracias a la cual hacer las granjas más resilientes para producir leche de manera eficiente”
¿Y cómo lograr este mejor aprovechamiento de los forrajes en las granjas? La doctora Roca echa mano del saber aprendido de sus abuelos labradores, combinado con su formación académica y de la experiencia que le proporcionaron las estancias en países con sistemas productivos y climas semejantes al gallego para hacer una recomendación clara: apostar por distintas alternativas forrajeras para complementar los forrajes tradicionales. “Diversificar cultivos es una estrategia forrajera viable gracias a la cual se consigue hacer granjas más resilientes para producir leche de manera eficiente”, valora la experta.
En Galicia solo el 4% de las ganaderías utilizan cereales de invierno producidos en sus tierras
Así, en otras zonas de la Bretaña francesa, Nueva Zelanda o Irlanda, en las que la investigadora realizó estancias, están apostando por el uso de alternativas forrajeras para la alimentación del ganado. Mientras que en Galicia tan sólo el 4% de las ganaderías de leche utilizan cereales de invierno producidos en las tierras que gestionan. Por el contrario, el 57% de las granjas cultivan maíz y el 52% emplean raigrás italiano.

Sota, caballo y rey en la ración del ganado

A modo de ejemplo gráfico y divulgativo, la investigadora hace una comparativa de la ración del ganado y una partida de cartas jugando a la Brisca. La experta califica los cultivos de invierno como los ases en la manga de los que pueden echar mano las ganaderías de vacuno de leche. Recomienda así, dejar de optar solo por ganar la partida de la alimentación animal a base de emplear las figuras de la sota, el caballo y el rey. Sino recurrir al empleo de ellos para paliar posibles situaciones de déficit y condiciones adversas. En base al uso que los ganaderos hacen de los forrajes en las explotaciones gallegas, la doctora Roca equipara la hierba verde con la sota de la baraja, mientras que el silo de hierba lo sitúa como el caballo y el silo de maíz como el rey debido a su valor nutricional y el coste que suponen para las ganaderías el aporte de estos alimentos, siendo, este un modelo de “juego” fijo en el cual no se tiene en cuenta a las alternativas. Siguiendo con la comparativa entre las cartas y la alimentación del ganado, el resto de triunfos de la baraja lo constituyen los piensos, con diferente fuente de materias primas, en la ración de las vacas. Hace falta tener presente que de media el coste del pienso supone 5 veces al de la hierba verde y 3 veces más inversión económica que el silo de hierba y de maíz, de ahí que la doctora Roca considere los piensos como una de las estrategias menos adecuadas para ganar en resiliencia en la granja, al estar sujetos a mayores variaciones en los precios. Es suficiente ver cómo se han disparado los precios de los piensos tras la pandemia, pasando de un coste medio de 250 euros por tonelada a superar los 400 euros por tonelada en la época postcovid. La investigadora recuerda en este sentido que en España se suele emplear de media unos 400 gramos de pienso por kilo de leche producida, mientras que en otros países del entorno con producciones de leche semejante se usan entre el 30 y el 40% menos de pienso que lo utilizado habitualmente en Galicia. La composición media de las raciones en las granjas de leche suele estar compuesta básicamente por pienso (33%), junto con hierba verde (15%), ensilado de hierba (26%), ensilado de maíz (14%) y forrajes secos (12%). Así, es que casi no se emplean otras alternativas forrajeras que podrían servir a modo de ases en la manga para las ganaderías a la hora de reducir la dependencia que muestran de los piensos.

Los ases en la manga para reducir costes en la ración

Entre las alternativas forrajeras que la experta recomienda emplear en Galicia se encuentran cultivos de invierno, así como cultivos proteicos. “Las alternativas forrajeras pueden jugar un papel importante en la granja en la época de parada vegetativa de la hierba (en invierno), así como ante la seca del verano, cuando tras los partos de la primavera las vacas están aún en lactancia”, argumenta la investigadora. Además, este tipo de cultivos son forrajes que ya han sido empleados durante años en Galicia, por lo que la doctora Roca recomienda volver a echar mano de estas, puesto que la mayoría de ellas ya mostraron una buena producción y se encuentran bien adaptadas las condiciones edafoclimáticas imperantes en la región. Optar por la producción de forrajes de calidad en la propia ganadería es una de las practicas por las que la PAC contempla distintas líneas de acción, como las específicas para la gestión de pastos y la extensificación del vacuno de leche, recogidas en el DOG núm. 22 de 1 de febrero de 2017. Al margen de esto, el Real Decreto 1075/2014 contempla también una línea específica para la diversificación de cultivos, donde se podrían incluir estas nuevas alternativas forrajeras, así como para la conversión y mantenimiento de la agricultura ecológica. “Las alternativas forrajeras están llamadas a ser un pilar básico de la alimentación del ganado vacuno de leche en el futuro y lo van a ser”, reafirma la doctora Roca. Las principales alternativas que se presentan son:

-Leguminosas forrajeras

Tienen un bueno crecimiento invernal, lo que facilita su ensilado. Además aportan un alto contenido en proteína barata, en vez de comprar soja importada u otras fuentes de proteína, de manera que bien sea en monocultivo o asociadas con cereales de invierno, permiten abaratar los costes de alimentación del vacuno de leche. Por otra parte, este tipo de cultivos ayuda a ofrecer una ración más equilibrada. “Con la asociación de leguminosas se busca paliar el déficit de proteína vegetal que la mayor parte de la granjas han tenido debido a la asociación entre raigrás italiano y maíz”, detalla la investigadora. En el caso de leguminosas se puede apostar por especies como la alfalfa, la veza, la esparceta o la zulla. También se pueden emplear especies proteaginoasas como el guisante, el haba o el altramuz.

-Gramíneas

En este caso se puede optar por emplear el raigrás italiano híbrido. La doctora Roca recomienda sembrar el raigrás italiano anual y realizar un ensilado en las épocas idóneas para obtener los mejores resultados.

-Cereales forrajeros

Especies como la avena, la cebada, el centeno, el trigo o el triticale ofrecen un alto valor nutricional y son una buena combinación para mezclar con las leguminosas. “A la hora de asociar leguminosas y cereales es recomendable emplear mezclas con guisante por el excelente valor nutricional que este proporciona”, concreta la experta.
La doctora Ana Isabel Roca Fernández durante su participación en la jornada celebrada en la Granja Gayoso Castro.

Estudios recientes con estas alternativas forrajeras

La doctora Roca aprovechó para presentar en dicha jornada, los datos obtenidos en dos estudios realizados en los últimos años sobre algunas de las alternativas forrajeras, en las que testaron el tipo de forraje y el método de aprovechamiento. En concreto, compararon gramíneas (raigrás italiano), leguminosas (guisante, haba y veza) y cereales (avena, triticale y cebada), empleándolas tanto en verde como en ensilado y combinándolas. Entre las principales conclusiones de estos estudios conviene mencionar que: -Los forrajes en verde mostraron una calidad excelente frente a los ensilados. -El uso de leguminosas resultó una estrategia idónea como alternativa al raigrás italiano (la opción en combinación con el maíz por la que más ganaderías apuestan en la actualidad). Las leguminosas son una excelente alternativa para alimentar al ganado en producción de leche con altos requerimientos nutritivos en los 3 primeros meses de lactancia debido a su alto valor nutricional. -Se recomienda la introducción de leguminosas en monocultivo (tanto guisante como haba) por su alto contenido en proteína bruta. -La avena en verde sería el único cereal recomendado por su calidad nutricional excelente. -La cebada sería el único que no se recomendaría para animales altamente productivos, sino que sería mejor para las vacas secas. -En las asociaciones de leguminosas y cereales se recomienda el guisante por su excelente aporte nutricional. -Destacaron el haba, el guisante, la veza y las combinaciones de guisante-veza, guisante-triticale, la veza-cebada y veza-avena, por su excelente calidad nutricional.

Campos de ensayo en Galicia de mezclas de hierba con leguminosas: Hasta un 70% de ahorro en abonos nitrogenados

El aumento de los costes de producción en el sector agroganadero está motivando el desarrollo de la innovación y de la investigación en el entorno de las materias primas. La mezcla para el ganado fue el punto de atención de la jornada organizada en Mazaricos por Fertiprado, en colaboración con Fertiberia Tech, Botica del Xallas y la SAT Busto-Corzón. El objetivo era mostrar siete campos demostrativos diferentes con distintas soluciones de mezclas anuales biodiversas, todas ellas ricas en leguminosas.

En este caso se examinaron las posibilidades de un sólo corte caracterizadas por la alta cantidad de producción, y por ricos contenidos en fibra y proteína. La finalidad de estos ensayos se centró en extraer conclusiones a cerca de la viabilidad de la producción de forrajes propios, bajo las condiciones de uso, climáticas y de los suelos presentes en Galicia. Los resultados cumplieron las expectativas de los promotores de los campos de ensayo, permitiéndolos incentivar la puesta en marcha de estos cultivos.

Iniciativa, variedades utilizadas y pauta de abonado

 “La adaptabilidad de las mezclas biodiversas a Galicia nos llevó a promover el desarrollo de estos campos de ensayo con las posibilidades más adaptadas a esta región”, explica el gestor de producto de Fertiprado, Joel Presa. De este modo, el año pasado, la empresa portuguesa Fertiprado planificó, en colaboración con Fertiberia Tech y la Botica del Xallas, la puesta en marcha de un campo de ensayo de cultivos anuales biodiversos, sembrando franjas siete mezclas diferentes. La superficie utilizada forma parte de la propiedad de la SAT Busto-Corzón (Mazaricos).

Imagen de las franjas de cultivo de ensayo de los campos de Mazaricos

Para llevar a cabo esta comprobación a pie de campo, se seleccionaron siete tipos diferentes de mezclas anuales, seis de ellas concebidas para la alimentación ganadera, y una última únicamente de leguminosas destinada a la captación de nitrógeno para un posterior cultivo de maíz.

En la parcela 1 se plantó ‘Speedmix XL’ (30 kg/ha); en la 2, ‘Fertifeno XL’ (35 kg/ha); en la 3, ‘Avex AC’ (40 kg/ha); en la 4, ‘C-Mix AC’ (40kg/ha); en la 5, ‘Centauro AC’ (40g/ha); en la 6, ‘Tritimix L’ (65kg/ha); en la 7, ‘Max AC’, para enterrar y así producir abono verde y captar nitrógeno, en una proporción de 35 kg/ha.

Dentro de las seis primeras mezclas forrajeras, destacaron las variedades de leguminosas, tales como el trébol persa Maral, trébol vesiculoso Fertiseta, trébol squarroso Fertirrosa e a veza villosa Amoreiras combinadas con varios tipos de raygras y cereales.

En la parcela únicamente de leguminosas las especies cambian radicalmente pasando a formar parte de la mezcla variedades como la serradella Orniferti, trébol encarnado Diogene, veza Piedade, tremocilla Mister y Baryt, Altramuz Karo y Rumba.

Estas variedades fueron sembradas el 13 de octubre del año pasado, con una única pauta de abonado de 500 kg/ha de ‘Corbigran’, introducida el 25 de febrero de 2022. En este caso “Fertiberia Tech apostó por una fertilización más sostenible con menos unidades de aplicación, para que sea mejor tanto para el ganadero cómo para el medio ambiente, sin tener que recurrir a abonos nitrogenados que suponen un aumento de los costes de producción”, detalla el director regional de Fertiberia Tech, Nemesio García.

Resultados y conclusiones obtenidos

 “Aún falta entre una o dos semanas para terminar y hacer el ensilado”, avanza Joel Presa, pero con un ciclo de cultivo casi completado, las agrupaciones que llevaron a cabo el proyecto organizaron unas jornadas para la presentación de los resultados en los campos demostrativos. El gerente de la Botica del Xallas, Pepe Agra, explicó que “hace falta partir de la satisfacción percibida por la producción obtenida con una reducción de un 60-70% de los costes de abonado”.

Por su parte, el presidente de la SAT Busto-Corzón, José Manuel Fernández, afirmó que “con la semilla de Fertiprado, notamos un ahorro bestial este año porque prácticamente no utilizamos nada de purín y apenas abonamos”. Además, el ganadero concluye haciendo hincapié en que “hay un gran forraje, y pensamos que vamos a sacar una gran cantidad de kilos y con una gran calidad en base a proteína”.

El punto de vista del gestor de producto de Fertiprado, respalda las percepciones de José Manuel, explicando que “se demostró que es posible producir forrajes de alta calidad, optimizando recursos y utilizando menos abonos nitrogenados; de hecho, se observa como hierbas como el raygrass tiene buen color y buen tamaño gracias al aporte de las leguminosas y a la biodiversidad de la semilla, por lo que en Galicia se puede conseguir producir reduciendo costes”.

En conclusión, Joel Presa cree que “este tipo de mezclas biodiversas ricas en leguminosas (MBRL) son una buena solución para la rotación de cultivos, protección del suelo, fomento de la biodiversidad y reducción de la huella de carbono en las explotaciones introduciendo prácticas de agricultura regenerativa”.

Claves para mejorar los silos de hierba

Las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro 2021 han servido como marco de referencia para analizar las claves para conseguir un silo de hierba de calidad. Alexandre Udina, veterinario especialista en ensilado de forrajes, advirtió de que el ensilado se enfrenta a una serie de problemáticas como una mala fermentación o una inestabilidad aeróbica. Los responsables en el primer caso son la presencia de bacterias, y en el segundo caso los hongos materializados en mohos o levaduras. En su intervención en esta jornada, Udina se centra en el ensilado de raygrás. El veterinario expresa que “este tipo de hierba tiene una ensilabilidad media, esto es, más fácil de ensilar que una leguminosa, pero más difícil que un maíz”. El ‘lolium perenne’ o raygrás inglés tiene más hoja y menos tallo, lo que da lugar a un alimento más nutritivo y fácil de compactar que el raygrás italiano.  La fermentabilidad de este tipo de raygrás tiene un contenido de azúcares que actúan, de una manera positiva, como sustrato de las bacterias lácticas para producir ácido durante la fermentación láctica; el tipo más “interesante y compensado” según expresa Udina. Por el contrario, la proteína actúa como un tampón para el proceso, resistiéndose a una caída del Ph, además de ser un depósito de clostridios para producir ácido butírico y aminas biógenas.

Pautas previas al ensilado para evitar riesgos en la fermentación

La fertilización del campo tiene su efecto en el contenido de ácido butírico en el silo de hierba y, por lo tanto, influyendo en la nutrición de los animales. “Si fertilizamos con purines o heces frescas los niveles de butírico se van a disparar”, advierte Alexandre Udina. Además, el veterinario especialista en el ensilado destaca que “es muy importante la fertilización nitrogenada y aplicar ese nitrógeno correctamente”. Este componente bien utilizado aumenta los niveles de nitratos en el ensilado, haciendo disminuir el contenido de ácido butírico.
“Si el forraje contiene menos de 1 g nitrato/kg MS el riesgo de mala fermentación aumenta” (Alexandre Udina)
La proporción de nitratos puede desencadenar una mala fermentación El manejo y aplicación de los purines, junto a los montículos de tierra en los campos, afecta directamente a la aparición de clostridios. El purín inyectado reduce la contaminación sobre las hojas de hierba. La nivelación de la tierra es otro de los métodos para evitar la contaminación por butírico en el ensilado de raygrás mediante una “reducción de los niveles de cenizas (tierra), clostridio y butírico que mejora la calidad del silo”, especifica Udina. Existen otras cuestiones previas a la fermentación del silo que afectan a las mismas a través de una inestabilidad aeróbica. Los residuos de maíz que después de su recolección quedan en el pasto y mezclados con la hierba afectan al ensilado. “Procesar o desbrozar los residuos los residuos de maíz es importante para reducir el crecimiento de los hongos en el silo”, detalla el veterinario. Localizar el momento óptimo de corte del raygrás es otro punto que destaca en su intervención en las jornadas Alexandre Udina. Dos semanas antes del espigado y el inicio del espigado es el momento idóneo para cortar la hierba, y asimismo alcanzar un equilibrio entre calidad y cantidad. La producción, la proteína, y la capacidad de digestión de la materia prima varía mucho entre el inicio de la hoja y el espigado. La altura de corte de la hierba y la aplicación de un pre-secado del forraje son las últimas pautas previas al ensilado que el veterinario aborda. Ajustar la máquina a una altura de más de 6cm para sacar los mínimos residuos posibles es fundamental. Por debajo de esa medida la proporción de tierra en el silo va a ser mayor y, por lo tanto, de menor calidad. A partir de esta fase es necesario proceder con un acondicionado de la hierba para conseguir el óptimo de materia seca en silo, que es entre un 25 y un 35%. En este proceso hace falta “hacer un pre-secado de 24/48 h evitando el volteado, haciendo hileras anchas y usar rotativas acondicionadoras que eviten la contaminación del suelo”, adelanta Udina. La altura de corte tiene el efecto sobre los niveles de cenizas del silo El picadillo, junto al compactado y al cierre, son partes finales del proceso. La longitud de picadillo tiene un efecto directo sobre la concentración de ácido butírico en el silo. Por debajo de los 3cm es el óptimo, correspondiéndose con una concentración media de 3,7 g/kg Ms. Sin embargo, con una leve variación del picado, los resultados se disparan: entre 3,1 y 6cm de longitud de corte los niveles de ácido se multiplican hasta casi por tres, acercándose a los 10 g/kg Ms. La longitud de picadillo es fundamental para evitar que los niveles de ácido butírico se disparen En la fase de compactado se debe tener en cuenta la densidad y la altura de capa. Además del tamaño del picado y del uso de tractores de pisado, otro aspecto fundamental es la altura de capas. “Si hacemos capas de 5 a 10cm siempre estamos por los 200-225kg/m3 de media que es el objetivo de densidad que debemos procurar en un silo de hierba”, afirma Alexandre Udina. Otro de los consejos que añade el especialista es que se deben evitar las ‘barrigas’ en el silo, esto es, que la hierba ensilada no sobresalga muy por encima de las paredes porque da lugar a partes con diferente nivel de compactado. El cierre se comprendería cómo la parte final. En este momento se debe hacer un cierre efectivo teniendo en cuenta ciertas zonas problemáticas. En su presentación, Udina hace hincapié en la necesidad de poner un plástico entre las paredes y el silo para que no se acumule agua y no se produzca un proceso de putrefacción. En cuanto los materiales, el uso de plásticos para el sellado aconseja que sea de cuatro capas: un plástico interior de film transparente, un exterior bicolor, sacos de arena y lona de protección.  

Fermentación y apertura del silo

  Una vez cerrado el silo interesa que el proceso de fermentación se inicie el antes posible. El objetivo, tal y como lo describe el veterinario especialista en ensilado, “es hacer un ‘yogur’ de hierba, es decir, que los azúcares de la planta se transformen en ácido láctico, que asimismo nos reducirá el pH produciendo una acidificación”, explica Udina. ¿Qué función tiene esta parte del proceso? Se procura parar la respiración de la planta, reducir la actividad proteolítica, inhibir los microorganismos dañinos y aumentar la capacidad de digestión del forraje. La fermentación en el silo de hierba puede ser de varios tipos diferentes. La única que resulta interesante es la láctica, concretamente la variable homoláctica que aporta una proporción muy alta de materia seca y energía, aproximado 100/99 MS/energía. Otros tipos de fermentación que resultan negativos son aquellas que se producen por clostridios, levaduras o enterobacterias, las cuales dan lugar a una gran pérdida de propiedades y energía del silo. “Cuando vemos una serie de líneas en el silo más oscuras, que normalmente huelen mal, se debe a una mala fermentación que origina un ‘silo frío” (Alexandre Udina) La apertura del silo implica la entrada de oxígeno. Puede que hasta esta fase se haya producido una buena fermentación pero que después existan problemas de estabilidad aeróbica relacionado con la constitución de este o unas malas pautas de consumo. Además, la distancia de arriba del silo tiene un efecto sobre su estabilidad. Conforme existe una mayor distancia de arriba del silo, el nivel de compactado aumenta y menos aire puede entrar, dando lugar a un tiempo de espera alto para llegar a una estabilidad aeróbica. También es importante el avance diario de la frente del silo, para el cual Udina aconseja unos 30cm de avance o, por lo menos, no estar dos días o más con esta parte sin tocar. Efecto de distancia de arriba del silo sobre el nivel de compactado y las consecuencias en la estabilidad aeróbica A mayor calentamiento del silo, mayor desarrollo de levaduras. Una vez abierto el silo hace falta determinar los grados de su interior. Lo que debe suceder para una correcta estabilidad aeróbica es que el rectángulo central-alto tenga registre mayor temperatura que la periferia. Si pasa el contrario es señal de una inestabilidad que está favoreciendo el avance o aparición de levaduras, lo que lleva a una pérdida de propiedades.

Posibilidad de aplicación de aditivos

El objetivo de cualquier ganadería con el ensilado es alcanzar la máxima calidad. Para esto, Udina aclaró una serie de pautas que ayudan a conseguir este objetivo, como un tiempo de pre-secado corto o una longitud de tala y picado determinada. En el proceso, tanto previo a la conformación del silo como de fermentación, “puede haber deficiencias del forraje que hace falta compensar, como una baja materia seca, un bajo nivel de nitratos, o mismo carencias a nivel tecnológico, como un compactado insuficiente o un avance lento de la frente del silo”, explica el veterinario especialista en ensilado. Al igual que en el ensilado existen dos grandes tipos de problemas relacionados con la calidad de la fermentación y con la estabilidad aeróbica, existen aditivos que mejoran estas dos partes del proceso a través de la inhibición de bacterias patógenas, de levaduras u hongos. La combinación de ambos tratamientos se puede llevar a cabo para mejorar el conjunto del ensilado. Durante la fermentación, se puede incluir nitrito- hexamina o ácido fórmico para reducir las pérdidas de materia seca, así como los niveles de butírico. En la segunda fase, se puede utilizar un ‘lactobacillus buchneri’, mejorando el tiempo de estabilidad aeróbica que va a tener un silo, y acercándose a una mejora de 6 días de media, dependiendo de la materia prima.

“Un buen silo de hierba es la forma más económica y razonable de subir la grasa en la leche”

Antón Camarero, además de técnico de ADIAL, es un apasionado de la ciencia. Sus “silo aprende”, talleres teórico-prácticos, han servido para que cientos de ganaderos gallegos mejoren la calidad y la conservación de sus silos, tanto de maíz como de hierba.

Hablamos con el sobre estos últimos, los silos de pratenses, a los que augura que recuperarán su importancia como alimento equilibrado, sano y a buen precio en la ración del ganado vacuno lechero, máxime en un contexto de subida de la proteaginosas con las que se elaboran los piensos.

Estamos en plena campaña de siembra de las praderas de invierno, aunque no son pocos los ganaderos que deciden no intercalar estos cultivos. ¿Por qué si es recomendable rotar el maíz con pradera de invierno?
Muchos ganaderos desisten de cultivar hierba, seguramente debido a que les dio muchos problemas en el pasado. Los silos demasiado secos pueden sufrir calentamientos por crecimiento de hongos que podrían incluso ser productores de micotoxinas. Los silos demasiado húmedos pueden fermentar mal en lugar de la fermentación láctica que es la deseable, crecen clostridios. Creo que con los conservantes actuales se pueden hacer silos de alto valor nutritivo y seguros. La estrategia es hacerlos con cierta humedad, diría que entre un 25 y un 35 % de materia seca. La humedad ayudará a que quede bien compactado y se evitará el crecimiento de hongos, mientras los conservantes evitarán el crecimiento de bacterias indeseables: clostridios, colis, listerias etc.

“Un buen silo de hierba es mucho más completo que el silo de maíz”

-En los últimos años la hierba se la ha considerado muchas veces la hermana pobre del maíz forrajero, dedicándole menos superficie y cuidados. ¿Está justificada esta minusvaloración de la hierba?
No, un buen silo de hierba puede subir de un 20% de PB y esto ahorra el uso de proteaginosas en la ración: tortas de soja, colza o girasol que son las materias primas más caras. En muchos casos el silo de hierba alcanza las 0,9 UFL / kg de materia seca, igual que el maíz, pero sin aportar tantos almidones y la ración es menos propensa a producir acidosis. Un buen silo de hierba es mucho más completo que el silo de maíz y digamos que menos complicado y más sano a nivel ruminal.

-¿Que beneficios le puede aportar un buen silo de hierba a una ganadería de vacuno de leche, en momentos como estos de altos precios de los concentrados?
Un silo de hierba de calidad es una buena fuente de proteína y de energía. Permite dar menos concentrado en general y más particularmente sustituir las proteaginosas, de esta forma usaremos menos pienso en la ración y este será más barato

-¿Es mucho más difícil lograr un buen silo de hierba que de maíz? ¿por qué?
El silo de maíz fermenta siempre bien: tiene poca tierra, moderada humedad y proteína y muchísimos azúcares,. Los silos de hierba, por el contrario, siempre tienen más tierra, más proteína bruta y menos azúcares. Si la humedad es muy alta comprometemos más la fermentación y si es baja, más de un 35% de Materia seca, compactará mal y se calentará durante el consumo.

-Incides que un buen silo de hierba comienza ya en la siembra. ¿Cuales son los fallos más comunes que se suelen cometer y que aspectos deberíamos cuidar especialmente?
Mientras en el maíz a nadie se le ocurre sembrar con granos de la anterior campaña si se hace con la hierba, la famosa “nabiña”: semillas de raigrás que se recogen dejando espigar la hierba antes de su henificado con lo que conseguimos un heno demasiado pasado y unas semillas cruzadas con todos los raigrases que está alrededor.

Hay ganaderos que parece que siempre aprovechan las escasas situaciones de buen tiempo en la primavera para ensilar, están atentos y si hay que adelantarse unos días, sacrifican algo de producción pero la cogen a tiempo. Al contrario, otros parece que nunca las aprovechan y tras unos días de buen tiempo, vuelve un mes en que no para de llover y cuando escampa la hierba está pasada y encañada con bajo valor nutritivo y que no compacta por lo que se calienta durante el consumo.

-En cuanto a la elección de la variedad de pratenses. ¿Son iguales todas para garantizar una buena ensilabilidad y cantidades y calidades nutricionales? ¿Cuales recomendaría?
Los híbridos de raigrás inglés e italiano tardíos, o los ingleses puros para praderas permanentes. Los tetraploides son más productivos y con más proporción de hoja que los diploides, estos últimos son más adecuados para el pastoreo. Aconsejaría elegir las variedades tardías por su margen de maniobra como ya dijimos..

“Aconsejaría elegir variedades de raigrás tardíos para tener margen de maniobra a la hora de ensilar”

-Sigue siendo habitual sembrar semilla de pratenses cultivadas en la propia explotación ¿Que ventajas e inconvenientes tiene esta práctica?
Ventajas , supongo que el precio pero tiene muchos inconvenientes . Son hibridaciones impredecibles y múltiples, de baja calidad. Desconocemos su comportamiento y esto complica el manejo, no sabemos su momento óptimo de corta o mejor dicho tenemos velocidades de espigado distintas en cada una de las plantas . Esto se agrava más si se va haciendo año tras año. Las semillas certificadas están seleccionadas para alta producción y calidad, además conocemos su comportamiento, las variedades tardías tardan en espigar o incluso no espigan. Esto nos permite tener un “margen de maniobra”: Los días buenos suelen ser escasos en la primavera temprana , estas variedades tardías nos permiten esperar a que llegue el buen tiempo sin perder demasiada calidad .

-En cuanto al encalado y el abonado,
El encalado con enmiendas calizas en terrenos ácidos como en Galicia es una práctica imprescindible y básica. Tierras con un pH ácido los nutrientes minerales son poco asimilados por la planta, aunque los aportemos en el abonado.

Debemos de hacer analíticas de tierra en cada parcela cada cinco años aproximadamente y así sabremos las necesidades de cal, potasio y fósforo.

El nitrógeno debemos de aportar unas 90 unidades en la implantación, 120 unidades después del corte de limpieza y otras 90 unidades unos diez días después del primer corte

¿Que recomendaciones deberíamos seguir para garantizar buen rendimiento pero también reducir la posible contaminación de los silos con esporas de hongos?
Es importante antes del ensilado en tierras que se alternan con silos de maíz desbrozar las cañas que quedan en el campo. Estos “cañotos” a la intemperie crían hongos y sus toxinas, si las incorporamos al silo con el corte de hierba, meteremos todos estos indeseables.

La compactación es la principal recomendación para evitar la circulación de aire dentro del silo. El grado de compactación está determinado por el picado, la permanencia de la planta verde: “stay green”, el peso de los tractores y el grosor de las capas. Esto último factor es clave en la actualidad: las máquinas son cada vez más eficaces, lo que se cosechaba en tres días, hoy se hace en tres horas y así es muy difícil tener tiempo para compactar con capas finas, de menos de 10 centímetros..

 “Un buen silo de hierba es la forma más económica y razonable de subir la grasa en la leche”

-Si la climatología acompaña, ¿recomendarías realizar un ensilado de un corte de hierba en otoño? ¿En que condiciones?
Si lo recomendaría con buen tiempo, tenemos buenas experiencias. Cortaría alto, a más de 7 cm para evitar incorporar tierra, también utilizaría una buena dosis de conservante (nitrito sódico) . Posteriormente haría un análisis fermentativo para asegurarme de que obtuvimos un silo bajo en butírico, libre de clostridios, antes de suministrarlo a las vacas o a las novillas según la calidad fermentativa.

-En un contexto en el que el precio de los cereales parece que se va a mantener elevado durante por lo menos el próximo año, ¿que futuro ves para el cultivo de pratenses para la alimentación del ganado vacuno lechero en Galicia?
Creo que el ensilado de hierba va a a ir a más, por supuesto se harán silos de calidad con un mínimo de un 15% de PB y con menos o no mucho más de un 30% de FAD.

-¿Cuales son las principales ventajas que aportan los productos de ADIAL para lograr una buena conservación de los silos?
Tenemos una gama muy amplia de productos : químicos y biológicos, fungicidas , bactericidas y mixtos , sólidos y líquidos , sales y ácidos . Destaco la molécula de nitrito sódico para el silo de hierba que es muy efectiva para el clostridio y sus esporas, formas de resistencia de estos gérmenes. Además, su aplicación es sencilla pues no irrita los ojos ni garganta, ni corroe la maquinaria.

-¿Algo más que quieras añadir?
Creo que un buen silo de hierba es la forma más económica y razonable de subir la grasa en la leche. Considerar que tener un buen porcentaje de grasa no solamente tiene un interés económico, también es un buen índice para evaluar la salud ruminal.