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3.800 euros, precio máximo en la Primera Subasta de Ganado Frisón en la Finca Mouriscade

La granja de la Finca Mouriscade, dependiente de la Diputación de Pontevedra y ubicada en Lalín, acogió esta mañana la Primera Subasta de Ganado Frisón, con animales de gran valor genético y pertenecientes a la propia granja. La iniciativa congregó un elevado número de ganaderos procedentes tanto del Deza, como de las principales zonas ganaderas de A Coruña, así como de la provincia de Lugo. Pese a que el acceso era libre, para poder participar en la subasta y comprar los animales fue preciso realizar una inscripción previa, que formalizaron un total de 26 ganaderías. Salieron a subasta un total de 17 vacas, en la mayor parte animales de segundo parto, aunque también hubo alguna de primero y un ejemplar de tercer parto. El precio de salida fue de 1.750 euros, excepto en el animal de más edad, que partió de 850 euros. El precio medio se situó en los 2.600 euros y se alcanzó un importe total de 44.450 euros. El precio máximo de la subasta lo alcanzó la vaca Mouriscade Neutrón Petri, cuya venta comenzó en 1.750 euros y, tras una ágil y disputada puja, alcanzó los 3.800 euros, pagados por la ganadería Pena Guisande, de O Páramo (Lugo). Es un animal con una cualificación de 85 puntos y que ya cuenta con una producción de 14.000 kilos de leche. Además, pertenece a una de las familias de gran trayectoria en la Finca.
El precio medio de los animales se situó en los 2.600 euros
El segundo mejor precio fue para la vaca Mouriscade Sálvame Malva, que fue adquirida por la ganadería de José Ramón Carballeiro Becerra, de Tordoia (A Coruña), por 3.250 euros. Todas las vacas alcanzaron un precio superior al de partida en una subasta que se desarrolló de forma ágil y rápida, en poco más de una hora. El precio más bajo de la sesión se situó en los 2.050 euros y no quedó ningún animal sin adjudicar de los que salieron a la subasta.
Una de las actividades celebradas en la Escuela de nuevos ganaderos, celebrada esta semana en la granja de la Finca Mouriscade.

Jornada de clausura de la Escuela de Iniciación de futuros ganaderos

La subasta coincidió con la jornada de clausura de la segunda edición de la Escuela de Iniciación de futuros ganaderos, organizada por la Federación Frisona Gallega en colaboración con el Clube de Xóvenes Gandeiros y que también contó con las instalaciones de la Granja de la Finca Mouriscade. A lo largo de esta semana un total de 35 chavales de entre 8 y 17 años se iniciaron en el manejo del ganado, disponiendo para eso de los animales más jóvenes de la ganadería de Mouriscade. Recibieron formación sobre cuestiones como la morfología de los animales, la alimentación del ganado, la importancia de un buen encamado, así como del pelado, limpieza, doma y preparación para los certámenes morfológicos. Además, cuestiones como el sistema de ordeño robotizado, que se emplea en la granja, también suscitaron gran interese entre el alumnado.
Los chavales abordaron cuestiones como la morfología, la alimentación y manejo del ganado o la preparación para los concursos
En la jornada de clausura, los jóvenes alumnos hicieron una exhibición de las destrezas en la doma y el paseo de los terneros. El curso concluyó con una comida de confraternidad y una entrega de premios y diplomas a los asistentes, un acto que contó con la intervención del director general de ganadería, José Balseiros.

Plan estratégico de Mouriscade

Tanto la celebración de la primera subasta de ganado frisón, como acoger la escuela de nuevos ganaderos son dos ejemplos de las actividades contempladas en el Plan estratégico de Mouriscade. Con este plan se busca, entre otros objetivos, volver a situar a la Finca en un referente en el sector ganadero, ofrecer servicios directos de mejora genética para las ganaderías gallegas y, en especial de la provincia; así como dar a conocer las instalaciones y el trabajo desarrollado en el centro a la sociedad. La ganadería de Mouriscade, que cuenta con una granja experimental en selección genética, se encuentra entre las 12 mejores de España. En ella se lleva a cabo un programa de mejora genética “vía hembra” con la implantación de embriones recogidos de los animales élite de la granja y se hace un seguimiento científico de la salud y manejo del ganado, monitorizándose los datos productivos y transfiriendo el conocimiento adquirido a las granjas, cooperativas y empresas del sector.

«Los animales ganadores de los concursos morfológicos tienen que ser buenas vacas lecheras»

El lugués Bonet Cid Salgado, juez internacional de Conafe, fue el encargado de juzgar este año la 38ª edición de Feiradeza y el segundo Open Internacional de la Raza Frisona, celebrado en Lalín (Pontevedra) el pasado fin de semana. Cid Salado lleva como juez de Conafe desde el 2008 y en su trayectoria ha juzgado diversos concursos a nivel nacional, como el concurso de Gijón, así como varias ediciones de los certámenes de Euskal Herria y Cataluña o los de Mallorca y Menorca. Además, es también socio de la Ganadería Cid, situada en Barreiros (Lugo), una granja familiar con unos 180 animales de la raza Holstein, de las cuales tienen unas 90 en producción. Hablamos con él tras elegir a la vaca Kergo Ozalid 6818, procedente de la ganadería A Lagoa Serabel, de Xermade (Lugo), como Gran Campeona del Open Feiradeza. Conocemos los motivos de su elección, así como aquellos aspectos que considera fundamentales para que un animal sea vencedor de este tipo de concursos. -¿Qué te hizo escoger esta vaca como Gran Campeona del Open Internacional de la Raza Frisona Feiradeza 2023? -La Gran Campeona de este Open es una vaca fantástica de la que solo puedo decir cosas buenas. Es una vaca con una estructura lechera muy buena, que es uno de los aspectos que más buscamos los jueces en pista. Además, la acompaña una ubre posterior extraordinaria, en cuanto a la altura, anchura y ligamento. Por último, es un animal que camina sobre muy buenas patas. -Al margen de los aspectos que señalaste en este animal, ¿qué criterios consideras imprescindibles para una vaca ganadora? -Realmente una vaca ganadora tiene que tener una fantástica ubre, como es el caso de esta. Además tiene que desplazarse sobre unas muy buenas patas y esto siempre debe estar acompañado de una buena estructura lechera. Las vacas ganadoras de estos concursos tienen que ser vacas lecheras. También es muy importante que la condición, el estado de forma del animal, sea muy bueno para poder optar a ser campeonas. -Es la primera vez que juzgas Feiradeza, ¿qué opinión tenías y te llevas de este certamen? -Es el primer año que asisto como juez de Feiradeza y del Open y me ha resultado una muy buena experiencia. Me llevo una muy buena impresión de él por el buen ambiente que ha habido entre los participantes y los buenos animales que hemos visto. Me marcho sorprendido de la gran calidad de los ejemplares que se presentaron en la pista en estos dos días del certamen.
“Estos concursos son una exposición del tipo de animales que hay en las granjas gallegas y permiten estar en contacto con otros ganaderos”
-En tu experiencia como juez y como ganadero, ¿por qué crees que son importantes este tipo de certámenes sobre ganado frisón? -Estos concursos son una exposición del tipo de animales que hay en las granjas gallegas y permiten estar en contacto con otros ganaderos. Es verdad que para los ganaderos participantes es un hobby, pero participar en este tipo de certámenes requiere mucho trabajo previo en la ganadería. Realmente estar en estos concursos hace que seas más profesional, además te permiten ver la evolución de la genética y de la morfología de la raza, lo que hace que nuestras ganaderías también vayan mejorando poco a poco. -¿Qué opinión tienes de la evolución morfológica de las vacas Holstein en Galicia? -Estos son animales para competir tanto a nivel nacional como internacional. La vaca que escogí como ganadora de este concurso es una vaca que puede competir en cualquier punto del estado y de Europa, es un animal que cualquier juez va a valorar positivamente. Todos los ganaderos que nos gusten las buenas vacas lecheras nos fijamos en animales como esta ganadora. -¿Hay cantera también en las ganaderías gallegas? ¿Cómo has visto a la recría que ha participado? -Desde luego. En este certamen hemos visto no solo animales adultos, en la jornada del sábado tuvimos novillas y terneras que pueden competir en concursos internacionales. Bonet durante una de las clasificaciones del certame de ganado frisón Feiradeza, celebrado en el Lalín Arena. -¿Están cambiando los criterios a la hora de escoger a los mejores animales de la raza Holstein? -Es una pauta que se va poco a poco preseleccionando. En el caso de los jueces de Conafe, todos los años tenemos un relevo. Si echamos la vista atrás y vemos los concursos celebrados hace 10 años a nivel provincial, autonómico, nacional o internacional, se aprecia una notable evolución de la raza Holstein.
“Tras la pandemia los concursos morfológicos han vuelto con mucho interés y continuidad”
-¿Atraviesan este tipo de concursos horas bajas? -No se puede decir que este tipo de certámenes estén teniendo más gente que participe en ellos, pero tampoco creo que estén experimentando un bajón. En la pandemia hubo un pequeño parón, ya que como otros eventos, tuvieron que dejar de celebrarse, pero realmente los concursos morfológicos volvieron con mucho interés y continuidad. -Por último, toda vez que como juez ves animales de muy buenas características, ¿qué tipo de vacas escoges para tu ganadería? -En las ganaderías queremos animales rentables. En este certamen hemos tenido la oportunidad de ver vacas que, además de contar con un alto valor genético, han tenido una producción de más de 50.000 litros de leche y que pasearon y han sido premiados. Eso es lo que buscamos los ganaderos. De ahí que sea tan importante este tipo de concursos, que nos permiten ver los animales que hay en otras granjas y las producciones que manejan. Buscamos animales rentables, funcionales y que tengan buena genética.

¿Qué vaca elegir para la producción de leche en Galicia?

Elegir la raza de vaca con la que contar en la ganadería es una decisión determinante para lograr el éxito y la rentabilidad de la actividad. Con un descenso del número de ganaderías notable en los últimos años, la caída de los precios de la leche pagados a los productores, los elevados costes de producción y los problemas asociados como la falta de relevo generacional y el abandono del campo, esta decisión cobra mayor importancia. Así lo destacó la investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, Isabel Roca, durante su participación en las II Jornadas de Pastos y Forrajes, organizadas por Delagro, recientemente. “Las ganaderías están buscando un modelo productivo alternativo que ayude a afrontar estas problemáticas y para ello es determinante la elección de una raza de vaca que se adecúe a ese modelo”, explica Roca. Pero, ¿qué raza se adapta mejor a las necesidades de las ganaderías gallegas? Para intentar dar respuesta a ello, Roca echó mano del trabajo de investigación que dirigió y que fue realizado por Cristina Carro en tres granjas de vacuno de leche en intensivo y que cuentan con distintas razas. El trabajo les permitió conocer sobre el terreno los datos que manejan tres de las principales razas seleccionadas para la producción de leche en Galicia: Holstein-Friesian, la más habitual en las granjas de leche gallegas y las dos razas que se están introduciendo en los últimos años, Jersey y Procross. La información proporcionada por estas granjas gallegas arroja mayor detalle sobre las consideraciones iniciales de cada una de las tres razas, ya que mientras las Holstein son reconocidas por sus altas producciones de leche, las Jersey destacan por el alto contenido en sólidos y las vacas Procross aportan un mayor vigor híbrido. Así, el estudio ofrece información sobre cuestiones como la producción de leche y sólidos que logran las tres razas con las raciones similares a las que se utilizan en buena parte de las ganaderías de leche gallegas.

Tres ganaderías, tres razas

El estudio se realizó desde noviembre de 2019 y a lo largo de un año en tres ganaderías todas ellas situadas en la provincia de A Coruña. En concreto se trata de la Ganadería Carro, una granja familiar situada en Mesía, que cuenta con unas 290 vacas Holstein, con una superficie territorial de 50 hectáreas, de las que dedica 37 hectáreas a la producción de maíz y las restantes a hierba. Su producción está orientada a la venta de leche con Betacaseína A2A2. La Ganadería Esperanza, de San Sadurniño, pertenece a la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña (CAP) que cuenta con 440 animales, tiene un rebaño de 220 vacas Jersey en ordeño. Venden su leche líquida para la elaboración de helados. Para alimentar el ganado tienen una superficie de 54 hectáreas dedicadas a producir maíz. Las vacas Procross se sitúan en la Ganadería Perfecto, en Dumbría, con 250 animales en ordeño y que maneja unas 100 hectáreas, 75 de ellas para maíz y las 25 restantes para hierba. Su producción se destina a la venta de leche líquida. Manejo alimenticio en las tres ganaderías que participaron en el estudio. En el caso de la ganadería Perfecto, a estos datos se suman 5,8 quilos de materia seca por vaca y día en el robot de ordeño.

Limitaciones y objetivo de la ganadería

La experta apunta que para optimizar el rendimiento de la ganadería, se debe elegir tanto la raza de vaca como el manejo alimenticio que más se ajuste a los objetivos que se han marcado y que se adapte a las limitaciones que tiene. Roca señala que la elección de la raza de vacas de una ganadería debe estar directamente relacionada con condicionantes como la superficie con la que cuenta la granja y los forrajes que dispone para alimentar al ganado, ya que las necesidades alimenticias de una raza a otra varían. Además, Roca señala que es importante tener en cuenta otros factores que también condicionan la elección de la raza que mejor se ajusta como es el precio de los insumos externos que incorpora la ganadería y el grado de dependencia de ellos para cubrir la alimentación del ganado.
“Las vacas Jersey no necesitan una alta ingestión de materia seca para producir un alto contenido de sólidos en leche”: Isabel Roca, investigadora de la USC
Las tres ganaderías del estudio realizaban un aporte de forraje concentrado del 50%. Si bien, el contenido en materia seca, energía neta, la proteína bruta, la energía metabólica, carbohidratos no fibrosos, almidón, azúcares, grasas y cenizas fueron mayores en las vacas de raza Procross y Holstein frente a Jersey. “Las vacas Jersey no necesitan una alta ingestión de materia seca para producir un alto contenido de sólidos en leche (proteína y grasa)”, detalla Roca. Por otra parte, a la hora de valorar el consumo alimenticio de los animales, la experta destaca que las vacas Procross presentan un mayor aprovechamiento al final de su vida productiva al ser posible utilizarlas como vacas de doble propósito. En relación a la alimentación, en el estudio también evaluaron la eficiencia alimentaria de las tres razas. En este caso los mejores resultados los obtuvieron tanto las Holsteins y Procross por su producción de leche. Si bien, la investigadora incide en que para obtener un dato más acertado sobre la eficiencia alimentaria de la vaca es necesario incluir una corrección con el contenido en grasa y proteína, de manera que las Holstein logran una eficiencia ya que aunque realizan una mayor ingesta también producen más litros de leche, si bien las Jerseys con menor producción consiguen compensarlo con los sólidos que logran.

Más leche o mayor cantidad de sólidos

El destino que tenga la leche que se produce en la ganadería será también determinante para elegir una raza en función de otra. Por eso, en función de si se pretende lograr mayor cantidad o leche con calidades de grasa o proteína superiores deberá optarse por un tipo de animales u otros. Las vacas Holstein y Procross demostraron una mayor producción de leche, casi el doble que las Jersey, pero con menores contenidos en sólidos. También hay que tener en cuenta que los recuentos de células somáticas fueron superiores tanto en Holstein y Procross en comparación con Jersey. En el caso de las vacas frisonas y Procross la producción media de leche en las 3 primeras lactaciones oscila entre los 30 y los 50 kilos por vaca al día. Mientras, esta cifra se sitúa entre los 15 y 35 kilos por vaca y día en la raza Jersey. Parámetros productivos en las tres granjas. En la producción de leche y el recuento celular (gráfica 1 y 4) las Holstein y las Procross tienen los valores más elevados. En las gráficas 2 y 3 (proteína y grasa) destacan las Jerseys. Además, Roca incide en que, independiente de la raza de la vaca y del manejo alimenticio que se haga en la ganadería, la producción de leche se incrementa con el número de lactaciones, de manera que las mejores cifras se logran en la tercera lactación. “Por el contrario, el contenido de proteína y grasa en leche disminuye con las lactaciones y el recuento celular aumenta”, apunta Roca. A la hora de analizar los resultados de sólidos, el contenido de proteína en leche de las vacas Holstein y Procross se sitúa entre un 3 y un 4%. En el rebaño de Jerseys estas cifras rondan entre el 3,5 y el 5%. Contenido de proteína en la leche de las tres razas de vacas. Las mayores diferencias en el análisis de los sólidos se produce en la grasa, donde las Jersey se imponen a las otras dos razas. Así, la media en la ganadería del estudio se sitúa entre el 5 y el 7% , mientras que el contenido en grasa en leche en las Holstein y Procross oscila entre 3 y 5%. Contenido de grasa en la leche de las tres razas de vacas. Con estos resultados, Roca insiste en que la elección de la raza estará determinada por el precio que se pague en la leche. En estas tres ganaderías, pese a tener un precio base similar, las primas por sólidos en leche logradas en el rebaño de Jersey provoca que el precio final de la leche en esta ganadería sea notablemente superior que en las que cuentan con Holstein y Procross. Así en estas dos razas, el precio final se sitúa a lo largo de todo el año por encima de los 30 euros por tonelada, pero sin llegar en ningún momento a los 40 euros. Por su parte, en la granja de Jersey, el precio medio a excepción del mes de noviembre de 2019, si situó siempre por encima de los 40 euros por tonelada, y en los últimos meses del estudio (de julio a octubre) incluso superó los 50 euros por tonelada. “Las vacas Jersey con altos contenidos en sólidos resultan rentables para las ganaderías cuando las primas de la leche son elevadas. Sin embargo, cuando se valora la cantidad de leche producida, las vacas Holstein y Procross resultan adecuadas para lograr beneficios económicos por su alto rendimiento”, valora la especialista. Debido a las primas logradas por los sólidos el precio final de la leche de las Jersey fue notablemente superior. El estudio también abordó parámetros reproductivos y sanitarios. En cuestiones como el número de días en leche, las razas que mejores resultados obtienen son Holstein y Procross, con una media de 180 y 189 días respectivamente, frente a los 158 que manejan las vacas Jersey de este rebaño. De igual modo, las Holstein tienen un mayor intervalo entre parto y parto (409 días), cifras similares manejan las vacas Procross (414 días) y las Jerseys se sitúan en 391 días aunque destaca su tasa de preñez (60) frente a Holstein (54) y Procross (52). En un análisis de la salud de los animales en las ganaderías, Roca señala que las causas mayoritarias de descarte, independientemente de la raza y del manejo alimenticio, son de tipo reproductivo y debido a la incidencia de mastitis.

“Hoy en EEUU el 5% de las ganaderías ordeña casi el 60% del total de vacas lecheras del país”

En su día a día Gustavo Schuenemann, veterinario y profesor del departamento de Medicina Preventiva en la Universidad de Ohio (Estados Unidos), trabaja mano a mano con productores y asesores en vacuno de leche de todo el estado, actividad que compagina con la docencia. Además es especialista en cuestiones como el manejo de la vaca de transición, la gestión de personal y las tecnologías de precisión en las ganaderías de vacuno de leche. Con él conocemos las preocupaciones de los ganaderos norteamericanos, al tiempo que le pedimos algunas recomendaciones para abordar los principales retos en la producción de vacuno de leche. -¿Cuáles son las principales preocupaciones de los ganaderos en Estados Unidos? -Para entender a un productor lechero hoy, hay que entender los cambios que han sucedido en la industria lechera. En enero de 2020, había 9.3 millones de vacas distribuidos en unas 34.200 granjas con una producción promedio de casi 11.000 litros por vaca al año para una población de 328 millones de habitantes. En los últimos 20 años, se cerraron aproximadamente el 50% de las granjas, a una tasa promedio de cerca de 2.300 granjas al año, esto equivale a 6,3 granjas por día, la mayoría de menos de 500 vacas. Actualmente, la industria lechera está en un proceso muy fuerte de consolidación con algunos sistemas de producción integrados en lecherías de 10.000 a más de 100.000 vacas y la productividad promedio anual por vaca ha aumentado en casi 3.000 litros. Esta consolidación en la industria lechera ha cambiado la forma de trabajar, desde el profesional consultor a los proveedores de insumos, con mejor consistencia en los procesos de producción. Las principales preocupaciones del productor lechero son la pérdida de rentabilidad en el negocio lechero, la falta de empleados, el manejo de purines y cumplir con las demandas de los consumidores. Sin duda, eficientizar y mejorar la consistencia en los procesos de producción son también prioridades para poder dar continuidad al negocio lechero, pero con un fuerte énfasis en mejorar bienestar animal, sustentabilidad y teniendo en cuenta las demandas de los consumidores. Esta crisis de Covid-19 nos mostró que las estanterías vacías en el supermercado generan mucho miedo a todo nivel, pero los campos sin cultivar o cerrados puede ser devastador para un país. Momentos como estos nos recuerdan a todos la importancia de tener un sistema de producción de alimentos sólido para garantizar la seguridad alimentaria de una nación.
“En algunas granjas hemos revertido la falta de empleados cubriendo gastos asociados como transporte, vivienda o oportunidades de educación para los empleados y sus familias”
-A la gestión del personal en la granja cada vez se le está prestando más interés y también hay más dificultades para conseguir trabajadores, ¿Por qué es complicado encontrar gente que quiera trabajar en las granjas estadounidenses? -Es sin duda un fenómeno social multifactorial donde probablemente influyen las expectativas del trabajo en el calendario semanal, acceso a más oportunidades de educación, o simplemente vivir cerca de comunidades con mejor infraestructura (internet, salud, vivienda, tiendas, etc.). La falta de empleados en las empresas rurales es un fenómeno global, aquí en EEUU, y también observo la misma tendencia en Sudamérica y Europa. En algunas granjas hemos podido revertir parte de la falta de empleados cubriendo los gastos asociados: transporte o vivienda, oportunidades de educación para los empleados y sus familias, y proveer almuerzo o ropa de trabajo. -En su opinión, ¿cuáles son las claves para lograr el éxito en la contratación de personal en ganaderías de vacuno de leche? -Hoy en muchas granjas están satisfechos con solo poder cubrir los puestos de trabajo vacantes. Es necesario definir claramente las responsabilidades, habilidades necesarias, rol del empleado en la granja y expectativas (transmitir claramente la cultura de trabajo y la misión de la granja). Durante la entrevista de trabajo es importante evaluar la actitud del futuro empleado. Las personas tienen la capacidad de aprender y sobreponerse a limitaciones, pero es muy difícil y costoso resolver problemas de actitud (no me importa, falta de atención a los detalles o compromiso, etc.). En nuestros programas de entrenamientos nos dimos cuenta de que una persona con actitud negativa termina teniendo mal desempeño, a pesar de tener excelentes conocimientos y habilidades. Hoy damos más importancia a una persona con actitud positiva que a sus conocimiento y habilidades, porque esto lo podemos mejorar muy rápidamente dentro de la granja. -La producción de leche en EEUU en los últimos años ha evolucionado hacia granjas cada vez de mayor tamaño, las conocidas como megagranjas. ¿Son ya el presente y serán el futuro de la ganadería de vacuno en el país? -La industria lechera se ha consolidado fuertemente en los últimos 20 años con menos granjas, pero de mayor tamaño en número de vacas. Hoy en EEUU, un 5% de las granjas (con 1.000 vacas o más) ordeña casi el 60% del total de vacas lecheras. A medio plazo, la consolidación de granjas lecheras continuará con énfasis para mejorar eficiencia en los procesos, integradas con las comunidades locales y recursos naturales (tierra, agua y energía) teniendo en cuenta las demandas de los consumidores para dar sustentabilidad al sistema de producción.
“El ganadero debe estar atento a los cambios y demandas de alimentos para poder adaptar su sistema a tiempo, transformar desafíos en oportunidades y así poder seguir en el negocio lechero”
-En Europa, aunque en menor medida, también se ha visto este cambio hacia ganaderías de mayor tamaño en decremento de las unidades familiares, lo que habitualmente suscita críticas. ¿Qué opina de este modelo de megagranjas tan alejado de las ganaderías familiares? -La consolidación de la industria lechera es una realidad global, aquí en EEUU pero también en Europa, Sudamérica y Asia. La mayoría de las granjas de más de 1.000 vacas siguen siendo familiares, pero a mayor escala. En términos de eficiencia, las granjas grandes han aumentado la productividad individual de los animales con el uso de estándares definidos de bienestar animal y están trabajando mucho en sustentabilidad con especial atención a las demandas de los consumidores. La falta de empleados es un desafío, pero la tecnología de precisión ofrece oportunidades para automatizar procesos. Es importante destacar que también vemos productores con 300 vacas eficientes y explorando oportunidades para comercializar su leche a través de asociaciones, produciendo leche ecológica o A2A2 para cubrir demandas específicas de los consumidores. Indistintamente del tamaño de la granja, el productor líder debe estar atento a los cambios y demandas de alimentos para poder adaptar su sistema a tiempo, transformar desafíos en oportunidades y así poder seguir en el negocio lechero. El traspaso del negocio de una generación a la siguiente es un tema importante que requiere un plan, compromiso y visión a medio-largo plazo para coordinar una transición ordenada y así dar continuidad al negocio. En las lecherías pequeñas este traspaso generacional no esta tan claro y los bajos márgenes de rentabilidad generan incertidumbre que impacta sobre la viabilidad del negocio a futuro. -Mejorar la productividad es uno de los objetivos habituales en las ganaderías y que ha abordado en distintos trabajos, ¿Alguna recomendación para lograrlo? -El negocio lechero es el arte de controlar variación y manejar riesgo. Los sistemas eficientes en producir leche se caracterizan por un fuerte énfasis en el recurso humano, con un programa definido para manejar el periodo de transición con procesos simples pero efectivos. Debe contarse con un programa eficiente para producir forrajes de calidad y un programa de recría definido y eficiente para lograr consistencia en el desarrollo de las futuras madres. Todos estos puntos tienen que estar integrados en un programa de bienestar animal y sustentabilidad. -¿Qué priman en la actualidad las ganaderías estadounidenses en la producción de leche: cantidad o calidades de los sólidos? ¿Ha hecho la industria una apuesta clara en este sentido? -En las últimas décadas, la leche se paga en base a sólidos totales con bonificaciones por calidad. Por lo tanto, hubo una mejora genética muy marcada en los últimos 30 años a través de elegir toros positivos en sólidos (proteína y grasa) y con menos mastitis. Hay una tendencia muy marcada a pagar la leche en base a sólidos (principalmente proteína) y calidad, con nichos de mercado orientados a diversos grupos de consumidores desde compra local, leche ecológica o producción de lácteos sin uso de maíz transgénico (GMO). -¿Hay interés por incorporar otras razas a las granjas más allá de la Holstein? ¿Cuáles y porqué? -El 86% de las vacas lecheras en EEUU son Holstein y el resto están distribuidas en las demás razas como Jersey, Brown Swiss, Guernsey, Ayrshire, Shorthorn lechero, and Red and White Holstein. También hay algunas granjas que usan cruces entre Holstein, Red Holstein, Montbeliarde y Jersey con muy buenos resultados en términos de producción de leche con altos sólidos totales (3.7% proteína y 4.2% grasa), calidad de leche (menos de 100.000 células somáticas por mililitro) y eficiencia reproductiva (30% TP 21 días). Indistintamente del tipo de vaca, hay un gran interés por el uso de la tecnología genómica para seleccionar animales (toros y las novillas de remplazo) con alta producción de sólidos totales, mejorando salud y reproducción, pero sin resentir producción de leche.

“Las granjas que apuestan por el bienestar animal logran mejorar la longevidad en los animales y la rentabilidad económica”

-Otro de los aspectos al que cada vez se está dando mayor importancia es el bienestar de la vaca, ¿Cuáles son las pautas que más contribuyen a mejorar el confort del animal? ¿En qué inciden las ganaderías estadounidenses? -El confort está definido por las cinco libertades del bienestar animal: acceso a una dieta balanceada con agua, instalaciones que ofrezcan termoneutralidad (evitar el estrés calórico o frío), instalaciones limpias y bien ventiladas que permitan expresar el comportamiento normal (descansar, comer, caminar, etc.), animales libre de dolor y enfermedades y lesiones, y una interacción positiva entre los animales y las personas para evitar animales temerosos. En términos prácticos a nivel de la granja, trabajamos en las siguientes 4 áreas: 1) Definir el manejo: Integrar los protocolos, personas, animales, alimento/agua y las instalaciones para definir los procesos en el sistema de producción. 2) Monitoreo de los procesos: Establecer un control de calidad a través de un panel de control usando indicadores líderes (horas de descanso de las vacas, disponibilidad de alimento, etc.) y rezagados (eventos de salud, calidad de leche, reproducción, etc.) para determinar cómo responden las vacas al manejo. 3) Capacitación de los empleados: Integrar instalaciones y manejo (personas y protocolos) para lograr consistencia. 4) Certificación: evaluación independiente de los puntos anteriores para dar transparencia al sistema de producción de leche. El bienestar animal se logra integrando las instalaciones y el manejo, personas y protocolos, con confort y salud para darles una buena vida a los animales. Al final del día, las granjas que apuestan por el bienestar animal logran mejorar la longevidad en los animales y la rentabilidad económica.
“La vaca tiene una marcada necesidad de descansar una media de 12 horas al día y este comportamiento tiene prioridad sobre el consumo de materia seca””
-Una de las áreas de trabajo en las que se ha especializado es el período de transición de las vacas. ¿Cuales son los principales errores que, en su opinión, se suelen cometer en el manejo del ganado durante esta fase? -Formular una dieta correctamente o administrar una vacuna es muy importante, pero no necesariamente soluciona los problemas de salud o baja productividad. En estos últimos años, la investigación aplicada sobre el comportamiento de las vacas en transición nos ha demostrado que las vacas tienen una marcada necesidad de descansar, un promedio de 12 horas por día, y esto tiene prioridad sobre el consumo de materia seca. Hoy sabemos que sin un descanso consistente por falta de confort (camas duras o mojadas, sobrecarga de los corrales, estrés calórico, etc.) es muy difícil promover altos consumos de materia seca y productividad, indistintamente de cómo formulemos la dieta. La vaca acostada tiene aproximadamente un 30% más de flujo sanguíneo en la glándula mamaria comparado con cuando está parada. La vaca come parada y se acuesta con el rumen lleno, y esto explica el aumento en producción de leche con un mejor confort.
-¿Están concienciados los ganaderos de leche de EEUU con la producción libre de antibióticos? -Es importante aclarar que la leche que llega al consumidor es libre de antibióticos o sus residuos. Las plantas procesadoras monitorean frecuentemente la presencia de antibióticos en leche y a nivel de las granjas los productores lecheros siguen los protocolos establecidos por sus veterinarios para evitar la introducción de residuos en la cadena alimentaria, tanto de leche como de carne. En la década de 1990 comenzó un marcado crecimiento de la leche ecológica, regulada por el National Organic Program del USDA y donde el uso de antibióticos no está permitido. A partir del 1 de enero del 2017 tuvimos cambios significativos a través de la agencia federal Food and Drug Administration donde se reguló el uso de antibióticos en animales de granja incluyendo abejas y peces. Hoy también tenemos granjas convencionales donde producen leche, pero sin el uso de antibióticos en vacas lactando. -¿Qué pautas siguen para lograr reducir los antibióticos? -Básicamente implementando un sistema de trabajo con un fuerte énfasis en prevención y mejora continua. Trabajamos en integrar las instalaciones con un programa eficiente de manejo (recría, vacas en transición y calidad de forrajes) y capacitación del recurso humano para optimizar consumo de materia seca, prevenir enfermedades y optimizar productividad mejorando el bienestar animal.
“Un programa de recría eficiente proporciona 5 litros más de leche al día y casi 5 puntos porcentuales más de tasa de preñez”
-En materia de prevención, ¿cuáles son bajo su criterio los aspectos en los que más deben incidir los ganaderos con las vacas en producción? -Hay cinco áreas que son fundamentales para poder prevenir enfermedades y lograr procesos más eficientes: 1) Instalaciones: Principalmente diseñadas con conceptos modernos para promover una interacción positiva entre los animales, las instalaciones, la dieta, las personas y el ambiente porque esto determina el confort. El confort marca consumo de materia seca, salud y productividad. Es muy difícil lograr consumos de materia seca sin tener confort en los animales indistintamente como este formulada la dieta. Mejorar el confort con instalaciones amigables para los animales y el personal teniendo en cuenta los procesos. 2) Programa de recría: Diseñar un programa simple pero eficiente para lograr crecimiento constante de ganancia de peso vivo mayor o igual a 0,9 kilos por día en las vaquillas de remplazo entre el nacimiento y el parto. Las terneras, principalmente los primeros 60 días de vida, necesitan ganar más de 0,5 kilos al día para que funcione su sistema inmunitario. Por ejemplo, las terneras que en sus primeros 60 días de vida tuvieron una ganancia de peso vivo mayor o igual a 0,9 kilos al día producen 2.000 litros más de leche por lactancia comparado con las que crecieron a una tasa de menos de 0,5 kilos por día. Hoy la tecnología genómica nos permite seleccionar animales (toros y novillas) con mejor salud (mastitis, metritis, neumonía) sin que se resienta la producción de leche o sólidos. Un programa de recría eficiente proporciona 5 litros más de leche al día y casi 5 puntos porcentuales más de tasa de preñez. 3) Programa de transición: Diseñar un programa simple pero efectivo para optimizar el confort y consumo de materia seca, y así evitar enfermedades metabólicas (hipocalcemia y cetosis). Programa de vacunación que se ajuste a las necesidades de cada granja. Mejorando el confort logramos mejores consumos de materia seca, menos enfermedades metabólicas en la lactancia temprana con una mejora significativa en producción de leche y reproducción. Esto tiene un efecto positivo sobre longevidad y rentabilidad del negocio lechero. 4) Programa para producir forrajes de calidad: Esto es muy importante para dar consistencia al sistema de producción lechera en el tiempo. Sin forrajes de calidad es muy difícil ofrecer una alimentación balanceada, la cual afecta a la salud (cetosis, DA), producción de leche y reproducción. El sistema inmunitario de los animales no funciona adecuadamente sin una dieta balanceada y que esté al alcance de los animales, indistintamente de qué tipo de vacuna usen. 5) Capacitación del personal: Un programa de capacitación que sea consistente con los protocolos establecidos y las instalaciones. Implementar un sistema de trabajo con fuerte énfasis en prevención y mejora continua. La falta de empleados o profesionales en agricultura es una tendencia global. Necesitamos formar líderes y capacitar el recurso humano existente con herramientas y conceptos modernos. Trabajo en equipo, liderazgo y comunicación son esenciales en sistemas modernos de producción. Crear una cultura en el ambiente de trabajo que fomente una interacción positiva entre los animales y las personas integrada con bienestar animal y sustentabilidad. -¿Cómo están abordando el secado? -En las granjas ecológicas no está permitido el uso de antibiótico al secado. En granjas convencionales hay tres opciones: el secado tradicional con antibióticos, la terapia selectiva sin antibiótico en vacas de bajo riesgo (teniendo en cuenta el recuento de células somáticas y los casos de mastitis clínicas) y ofrecer una dieta baja en energía una semana antes del secado: la dieta de las vacas secas. En granjas con vacas en alta producción al momento del secado, es decir con unos 25 litros por día, se forma un grupo de vacas semanalmente y son alimentadas con la dieta de las vacas secas durante una semana antes del secado siguiendo la rutina de ordeño diario. La producción de leche baja aproximadamente el 60% y esto disminuye sustancialmente el riesgo de contraer infecciones intramamarias al secado. La pérdida de leche esta compensada por una mejor calidad de leche en la siguiente lactancia y las bonificaciones recibidas por calidad.
“Hay una tendencia a incorporar tecnologías de precisión en la granja sin comprometer el impacto ambiental y prácticas de manejo regenerativas”
-Otra de las preocupaciones actuales en el sector ganadero europeo es la gestión de residuos y la reducción de emisiones, ¿qué tratamiento de los purines realizan las granjas norteamericanas? ¿Es un problema en la actualidad? ¿Es una prioridad la reducción del impacto ambiental en las macrogranjas? -El manejo de los residuos (materia fecal del ganado) y el agua es una prioridad absoluta en las granjas lecheras. Hay varios sistemas para el tratamiento de purines desde sistemas de biodigestores, compostado, separador de sólidos con almacenamiento de materia fecal líquida (piletas o lagunas con procesado anaeróbico y aeróbico). Hoy vemos empresas agropecuarias midiendo el impacto ambiental de sus procesos de producción y mejorando la utilización de los recursos naturales (nutrientes del suelo, agua y energía). Hay una marcada tendencia a incorporar tecnologías de precisión sin comprometer el impacto ambiental y prácticas de manejo regenerativas (biodigestores, paneles solares, reciclar agua o nutrientes, uso de cultivos de cobertura sin herbicidas, etc.) en el sector agropecuario en general y en granjas lecheras en particular. -¿Cómo ve el futuro del sector lechero estadounidense? -Necesitamos mirar al medio plazo. En los próximos 10 años, siguiendo la tendencia de consolidación actual, es muy probable que tengamos la misma cantidad de vacas lecheras (aproximadamente 9,3 millones) pero en 11.200 granjas, eficientes en términos de producir sólidos (principalmente proteína) y sustentables, con énfasis en tecnologías regenerativas. Hoy vemos sistemas de producción de alimentos completamente integrados con una cadena de proveedores establecidas, involucrándose activamente con la comunidad local, midiendo el impacto ambiental y con una logística que va del campo a la mesa del consumidor. Las innovaciones las podría resumir en cuatro áreas: 1) Diseño de instalaciones modernas para optimizar procesos teniendo en cuenta el medio ambiente, hacer más eficientes los recursos disponibles para obtener forrajes de calidad y mejorar el confort de los animales y las personas. Esto tiene un impacto positivo en bienestar animal y productividad. Hoy tenemos el conocimiento para poder integrar estos conceptos con automatización de procesos y generación de energía alternativa en distintos sistemas (pastoril, lote seco, establos libres o compost). 2) Automatizaciones de procesos para hacer más eficientes los recursos, telecomunicaciones audiovisuales en tiempo real, y crear una red de trabajo integrada para dar soporte al recurso humano responsable de ejecutar tareas en el día a día. Hoy podemos conectarnos a través de smart-glasses (lentes inteligentes equipados con cámaras y micrófonos) a miles de kilómetros de distancia y poder resolver en tiempo real un problema puntual. Esta tecnología revoluciona la forma de aprendizaje y trae oportunidades a comunidades rurales. También existen, en desarrollo, impresoras 3D para imprimir en el lugar de trabajo las partes o repuestos de los equipos o implementos necesarios para producir alimentos. 3) Tecnología genómica tiene un potencial enorme para dar respuestas concretas en la selección de animales adaptados a las necesidades de cada región o país (productividad, salud, reproducción, longevidad, etc.) con impacto medible en sustentabilidad.
“Hoy necesitamos programadores para integrar datos, visualizar la complejidad de los sistemas de producción y mejorar la toma de decisiones en la granja”
4) Formar profesionales y líderes comprometidos teniendo en cuenta las nuevas demandas. Este proceso necesita que nosotros, los responsables de formar profesionales y capacitar empleados, debemos identificar estas necesidades para poder transformarlas en oportunidades y ajustar prioridades educativas. Todo cambio es doloroso, pero es necesario para contribuir de forma proactiva a las demandas a medio y largo plazo de un país. Además de veterinarios, nutricionistas o ingeniero agrónomos, hoy necesitamos desarrolladores y programadores de aplicaciones digitales para integrar datos, visualizar la complejidad de los sistemas de producción y mejorar la toma de decisiones o para dar transparencia a los procesos. Necesitamos comunicadores o “influencers” en el agro para conectarnos con las nuevas generaciones de consumidores y poder contar la historia y hechos de forma transparente.

«Mi abuelo me inculcó la ganadería y quiero seguir apostando por buenos animales, como ya hacía él»

Cuando el abuelo de Miguel Madriñán compró las tierras en las que se asienta hoy la ganadería Carballeiras, apostó ya por contar con animales con buena genética en su granja. Hoy, más de 40 años después, Miguel sigue con la misma filosofía en la granja. "Las primeras vacas que se importaron para la ganadería las trajo mi abuelo de Canadá. Él quería tener buenos animales en la granja y ahora seguimos en la misma línea", explica.
"Mi abuelo trajo vacas de Canadá para la ganadería porque quería tener buenos animales en la granja y ahora seguimos en la misma línea"
La mejora genética es uno de los pilares de esta ganadería familiar situada en la parroquia lalinense de A Veiga, (Pontevedra). Miguel es la tercera generación de esta SAT que integran junto a él sus padres y sus tíos, y a la que acaba de incorporarse también su hermano Rubén. En los últimos meses se encuentran además inmersos en plena fase de expansión con la construcción de una nueva nave para incrementar el número de cabezas de esta ganadería en intensivo. "Nuestra intención es llegar a tener unos 250 animales en ordeño", detalla. Ahora mismo cuentan con unas 360 cabezas de ganado, con 185 vacas en ordeño de raza Holstein y una producción media anual de casi 10.800 litros. A estas vacas en producción se suman unas 126 novillas y la recría más joven.

Apuesta por la genética

SAT Carballeiras Madriñán es uno de los nombres habituales de los concursos morfológicos de ganado de raza Frisona, una pasión que también el patriarca transmitió a las nuevas generaciones. "Desde pequeño, mi abuelo me inculcó en la ganadería y en ir a concursos. Ya desde muy joven sabía que quería seguir con las vacas", recuerda Miguel. En la ganadería tienen vacas destacadas en distintos certámenes como el de Feiradeza y también recibieron el reconocimiento a su labor como criadores. Miguel resultó en 2012 séptimo mejor manejador de Europa y tercer mejor preparador, en un certamen internacional celebrado en Inglaterra.
"Para nosotros, las vacas con buena genética son también las más rentables en la granja"
"Ahora cada vez participamos en menos certámenes, porque  nos quita mucho tiempo, pero seguimos apostando por la genética del mismo modo", detalla. Este año tenía pensado volver acudir al certamen de Feiradeza con varios ejemplares, pero la crisis sanitaria del coronavirus hizo que, por el momento, se cancelara esta edición y ya ha comenzado a pensar en el próximo año. "Para nosotros, las vacas con buena genética son también las más rentables en la granja, por eso nos preocupamos por contar con animales con buenas características", explica Miguel. Miguel con la vaca Carballeiras Bruno Bruna, elegida Vaca Gran Campeona en el concurso Feiradeza en 2017. Uno de los animales más destacados de la granja fue Carballeiras Bruno Bruna, una vaca que con 7 años resultó vaca Gran Campeona en Feiradeza en el año 2017. Ese año resultó muy destacado para la ganadería, puesto que cosecharon un importante número de premios en ese certamen. Junto con esta vaca, Carballeiras Beemer Niura fue la Ternera Campeona y Gran Campeona de las Novillas. Carballeiras Mccutchen Concava quedó como la Vaca Nueva Campeona y, por último, Carballeiras Hill Marta resultó Vaca Intermedia Campeona. "Fue uno de los mayores logros en un concurso, ya que nuestros animales resultaron ser las campeonas de las distintas categorías del certamen", recuerda Miguel, que también llevó el reconocimiento como mejor criador.
En 2017, las vacas de la ganadería resultaron campeonas de las distintas secciones de Feiradeza
Además, continúan prestando especial interés a los toros que seleccionan y también llevan años trabajando con sus propios embriones. "Miramos con lupa los toros que escogemos para nuestras vacas, nos fijamos especialmente en que proporcionen buenas ubres y buenas patas", señala el ganadero. Estas decisiones son cosa tanto de Miguel como de su tío, José Manuel Madriñán, que trabajó durante años como cualificador y fue presidente de Africor Pontevedra. Ambos son los que se encargan principalmente de la atención y de las decisiones que afectan a los animales en la granja. Tienen una tasa de inseminación de 2,8 y sólo emplean toros americanos y canadienses para sus vacas.

Colaboración entre ganaderías

Llevan tiempo apostando por conseguir embriones de buena calidad de los ejemplares que tienen en la granja o mediante la colaboración con otros ganaderos. Es el caso de la Ganadería Rato, de Rodeiro, con la que comparten varias vacas a medias para la producción de embriones. Algunos de los animales en los que ponen especial interés para la reproducción proceden de subastas como la de Curtis (A Coruña) o la de Vegadeo (Asturias), al tiempo que también importan embriones procedentes de Europa y América. Lote de vacas de alta producción de la ganadería. Tanto José Manuel como Miguel quieren además rentabilizar los animales en la granja. "Para nosotros no se trata de priorizar lograr buenos promedios globales de producción, sino conseguir aprovechar el potencial de cada vaca", detalla José Manuel, al tiempo que indica que siguen ordeñando vacas que parieron hace más de 2 años y que continúan produciendo 25 litros de leche, mientras que en el rebaño también disponen de vacas con una producción media de 57 litros. "En otras ganaderías, estas vacas ya las habrían vendido, nosotros preferimos conseguir que tengan unas buenas condiciones y que nos sigan dando leche mientras que a la hora de echar cuentas eso sea rentable", explica. "Sin estas vacas nuestro promedio, que ahora está en unos 34 litros por vaca, seguro que subiría, pero para nosotros es mejor trabajar de este modo, sin desaprovechar lo que nos puede ofrecer ese animal mientras está en la granja", apunta Miguel. En la ganadería, la ración de las vacas en producción consiste en medio kilo de paja, 10 kilos de silo de hierba, 23 kilos de silo de maíz, y 14 kilos de pienso. Mientras, la ración de las novillas es de 27 kilos de silo de hierba, 2 de paja y 4 de silo de maíz. Por su parte, las vacas secas reciben 3,5 kilos de paja, 14 kilos de silo de hierba, 12 kilos de silo de maíz y 2,5 kilos de pienso.
El año pasado incorporaron 23 novillas de raza Jersey para diversificar el rebaño e incrementar la producción de sólidos
Actualmente, tienen unas calidades de 3.29% de proteína y 4,16% de grasa y trabajan para incrementar estos valores. Este es uno de los motivos por lo que decidieron incorporar un nuevo lote de 23 novillas de raza Jerseys procedentes de una ganadería de Menorca. "Las compramos el año pasado en el mes de febrero a ahora tenemos la primera para parir", explica el ganadero. Las novillas de raza Jersey las adquirieron a comienzos del año pasado y ahora comienzan a parir las primeras. Buscan diversificar el rebaño y no sólo apostar por incrementar la cantidad de leche sino la calidad. "A ver cómo se va poniendo el precio de la leche, pero los sólidos están teniendo cada vez más importancia", comentan. Desde el mes de abril venden la leche a Inleit, que acaba de bajarle el precio 2 céntimos. "Vendimos siempre a Larsa, pero decidimos cambiar para Inleit porque lo pagaba mejor, y veremos cómo va yendo ahora", valoran.

Una ampliación en marcha

Este mes de agosto se cumplen 15 años desde que comenzaron a trabajar en la nave actual y ahora se encuentran inmersos en pleno proceso de ampliación para conseguir duplicar la capacidad de las instalaciones. En febrero del año pasado comenzaron las obras de una nave contigua de 28 metros de ancho y 60 metros de ancho. "Las lluvias del año pasado nos retrasaron los trabajos y las obras están condicionando mucho nuestro día a día en la granja", indican los ganaderos. La ampliación supone una inversión de 591.800 euros y obtuvieron una aportación de casi 296.000 euros dentro de un Plan de Mejora con fondos europeos. Están ampliando las instalaciones para duplicar la capacidad de la granja. En la nave nueva en estos momentos tienen las vacas secas y la novillas preñadas, así como los terneros más jóvenes, mientras que la mayor parte de la recría aun está en el antiguo establo, situadas a escasos metros. La estructura de las nuevas instalaciones mantiene las directrices de la granja actual, donde tienen las vacas en producción. "Como mi tío trabajó mucho tiempo de cualificador había visto muchas granjas y eso nos sirvió a la hora de tomar decisiones en la construcción de la nave", detalla Miguel.
Las vacas en producción las tienen en camas de carbonato cálcico, mientras que las próximas al parto están en cama de paja
Las vacas en producción las tienen en camas de carbonato cálcico, que limpian 3 veces al día y renuevan y vuelven a llenar cada 10 días. Mientras, las vacas acabadas de parir y las terneras más jóvenes están en cama de paja. "Las vacas acabadas de parir que tienen alguna complicación recuperan antes si están en cama de paja", justifica el ganadero. Algunos de los terneros que tienen ya en las nuevas instalaciones, aún pendientes de terminar. Las obras de ampliación de la granja también llevaron parejo el cambio del sistema de ordeño. Pasaron de una sala de ordeño de 8x8 puntos a una de 14x14 con salida rápida, de la firma GEA. En la ganadería cuentan con 3 trabajadores que les ayudan tanto en las tareas de ordeño como en la atención de los animales. "Por el momento, no tenemos problema de falta de personal, el operario que menos tiempo lleva con nosotros va ya para 6 años, y el que más, pasa de los 20 años trabajando en la ganadería", apunta. Acaban de instalar una nueva sala de ordeño.

La tierra, al lado de la granja

La ganadería maneja unas 120 hectáreas de terreno, entre las fincas en propiedad y las que tiene alquiladas. La mayor parte de las tierras se encuentran en las cercanías de la granja. El abuelo de Miguel adquirió ya en 1979 buena parte de las tierras a un cura, al que también le compró las viejas instalaciones, así como el rebaño de vacas que tenía el sacerdote y la maquinaria. "Mi familia no tenía nada aquí hasta que mi abuelo compró estas tierras. En aquel momento, tenían un rebaño de unas 20 vacas en la parroquia de Sello (Lalín) y decidieron traer todo para aquí", concreta el ganadero.
Tienen unas 72 hectáreas dedicadas al cultivo de maíz, donde también cosechan veza y avena
Por eso, 10 hectáreas de terreno aún las tienen en la zona de Sello, donde vive la familia. A ellas también se suman otras 21 hectáreas en otra parroquia lalinense próxima, en Castro de Cabras, en el límite con el ayuntamiento de Rodeiro. El resto de la tierra que manejan se encuentra en las cercanías de la granja. En la finca enfrente de la granja, de unas 15 hectáreas, han sembrado maíz y aún tienen una parte a hierba que segaron en días pasados, siendo la tercera corta de este año. Tienen unas 72 hectáreas dedicadas al cultivo de maíz, donde previamente aprovechan para producir veza y avena. Suelen tener una producción de maíz de 43.000 kilos por hectárea. Por el momento, en ninguna de las sus fincas cuentan con sistemas de riego, pero no descartan instalarlos en un futuro, sobre todo ante la sequía que se está viendo este año. Este año hicieron 5 silos de hierba y tienen otros 7 de silo de maíz. En el resto, tienen praderas permanentes de raigrás inglés, que renuevan cada 3 años. "Estamos logrando hasta 3 cortas y con buenas calidades, por lo que decidimos seguir con el raigrás inglés, ya que nos está funcionando muy bien", valora. Miguel se encarga, junto con su padres, de todas las labores en las fincas. "Sólo contratamos puntualmente para meter el maíz, del resto nos encargamos nosotros", explica. Además, su padre también se encarga del transporte de paja desde Castilla. SAT Carballeiras es también una de las socias de la Cuma Ganaderos de Lalín, que integran ganaderías como Pérez, Blanco o Vila, desde hace alrededor de 13 años. "La Cuma te permite comprar maquinaria muy grande, lo que después te facilita hacer bien el trabajo", valora Miguel. De este modo, aunque no trabajan con ninguna cooperativa de la zona, tienen un amplio abanico de maquinaria. En la Cuma disponen de 2 tractores, un carro mezclador, una cuba de 26.000 litros, una grade rotativa o un remolque para el estiércol, entre otros aperos.