¿Punta de lanza de una bajada generalizada?
Entre el sector productor de leche en Galicia preocupa notablemente el movimiento efectuado por Inleit, ante el temor a que arrastre a otras industrias que estaban esperando algún tipo de movimiento entre las empresas que compran leche en la comunidad para llevar a cabo una corrección genrralizada de los precios a la baja.
Al igual que
la decisión de Entrepinares en el pasado mes de septiembre de subir 6 céntimos el precio de la leche en origen desencadenó la escalada de precios que se vivió hasta diciembre, se teme ahora que la decisión de bajada por parte de Inleit abra una fase de descensos cuando los costes de producción por parte de las granjas continúan siendo elevados.
Las industrias quieren bajar el precio y estaban esperando a que alguna diese el primer paso
La palabra más repetida en este momento desde el ámbito industrial es “incertidumbre” a respecto ya no solo de lo que va a suceder a medio y largo plazo, sino incluso en lo más inmediato, a uno o dos meses vista. Esto está provocando que a estas alturas, a menos de un mes para la renovación de la mayoría de los contratos, no haya aún ofertas en firme ni se haya iniciado formalmente la negociación entre industrias y ganaderos.
Los precios de febrero, aún en el aire
Ninguna empresa quiere hablar del mes de abril y las ofertas de última hora, con contratos a muy corto plazo, están siendo la tónica general para la renovación de la compra de leche en Galicia esta primavera.
En esta situación de máxima incertidumbre y después de precios históricos pagados en el campo en los últimos meses, a día de hoy muchos ganaderos no saben ni siquiera a que precio van a cobrar la leche entregada en el mes de febrero.
Las ofertas de última hora con contratos a muy corto plazo están siendo la tónica general para la renovación de la compra de leche en Galicia esta primavera
Las granjas que entregan la Larsa, Lactalis o Entrepinares finalizan contrato a finales de marzo, mientras que las de Celta lo hacen a finales de abril. Lactalis hizo una primera oferta a 57,50 céntimos pero en el caso de Larsa, Celta, Entrepinares o Leche Río nada se sabe.
Cooperativas como Aira o Clun van a rebufo en las subidas, pero también en las bajadas. El compromiso de la cooperativa surgida de la unión de Feiraco, Clun y Melisanto con sus socios es pagar por encima de la media del Observatorio Lácteo de Galicia, con estratos diferentes en función del consumo de productos y servicios a la cooperativa.
Las industrias buscan efectuar bajadas sin perder proveedores para asegurarse el aprovisionamiento
La intención generalizada de las industrias de cara a la renovación de contratos en abril es aplicar una corrección a la baja en los precios pero buscan hacerlo sin correr el riesgo de perder aprovisionamiento en un momento en el que la producción no ha logrado aún recuperarse.
Ofertas en el último día de contrato
A pesar de que el Paquete Lácteo y la Ley de la Cadena Alimentaria, con las sucesivas reformas aprobadas para proteger los intereses de los productores, fijan un mínimo de dos meses para la presentación de las ofertas de renovación por parte de las industrias, este plazo no está siendo cumplido por prácticamente ninguna de las empresas que recogen leche en Galicia.
Algunas, como Reny Picot, incluso están haciendo llegar el precio de renovación a los productores el mismo día que vence el contrato. Fue lo que les sucedió ayer a granjas de la provincia de Lugo que suministran a la empresa asturiana.
La regulación aprobada en los últimos años no está sirviendo para proteger de manera efectiva los intereses de los productores
“Hoy era el último día de contrato y fue cuando nos comunicaron la oferta de renovación. Antes te enterabas del precio cuando te llegaba el talón para cobrar la leche del mes, ahora te enteras un poco antes, el primer día que te llevan la leche”, se quejaba ayer el ganadero.
La oferta de renovación de Reny Picot es solo por un mes y baja un céntimo el precio de la leche para marzo (60 céntimos) respecto de febrero (61 céntimos). En el caso de contratos a tres meses, la rebaja es de dos céntimos (precio base de 59 céntimos).
La alimentación del ganado, más cara en 2023 que en el 2022
En la negociación que está a punto de abrirse, la intención de los ganaderos es mantener dentro de lo posible los precios de finales de año, que incrementaron notablemente la rentabilidad de las granjas, con el argumento de que los costes de producción siguen altos.
Los ganaderos argumentan así que, puesto que los costes de producción no han bajado, tampoco lo debe hacer la leche. La soja y el maíz, los dos productos de referencia que marcan la tendencia del resto de oleaginosas y cereales empleados en la fabricación de piensos, se mueven en este momento por encima de los 600 euros la tonelada en el caso de la soja y de los 350€ en el caso del maíz. En los forrajes, la alfalfa está en 400€.
A esto, habría que añadir los costes de la propia alimentación producida por las explotaciones. Las ganaderías están consumiendo en este momento los silos de hierba y maíz recogidos el año pasado, cuando la subida de los combustibles y los fertilizantes supuso un incremento de 5 a 6 céntimos en el kilo de forraje, un sobrecoste que las granjas no notaron en el 2022 en la alimentación del ganado, pues esa parte de la ración procedía de los ensilados del año 2021.
Lo que parecía una recuperación de la producción en países como Francia está siendo un espejismo
Por eso, desde las organizaciones agrarias insisten en que “no hay razones para bajar el precio de la leche en este momento”, debido entre otros factores a que la producción aun no ha acabado de recuperarse
tras el descenso del año pasado.
Además, se muestran críticos con la actitud que está manteniendo la Xunta, a la que acusan de estar haciendo “el trabajo sucio a las industrias” con declaraciones como las que este martes realizó en Lugo el director general de Ganadería, José Balseiros, en las jornadas organizadas por Africor.
“La Xunta insiste en que el 2022 fue un año histórico para el sector, echando mano de los datos de
un informe que dice que los precios de la leche subieron un 65% y los costes un 11% pero que no tiene en cuenta el incremento de costes del año anterior. El triunfalismo de la Xunta no está ayudando y está siendo utilizado por la industria”, insisten desde las organizaciones que aglutinan a los productores.