El SLG anuncia que tratará de bloquear el cambio en Bruselas por ir en contra de las directrices de la nueva PAC
“El cambio en el Reglamento de Ternera Gallega Suprema es una propuesta muy negativa para el sector, tanto desde el punto de vista de la calidad de la carne producida como desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, el bienestar animal y la rentabilidad de las granjas”, asegura el Sindicato Labrego Galego.
Su secretaria general, Isabel Vilalba,
reiteró la oposición del SLG al cambio propuesto y anunció que tratarán de que la modificación, que debe ser aprobada ahora por la UE, no salga adelante en Bruselas.
Argumentan que va en dirección contraria a las directrices marcadas en la nueva PAC, que apuesta por la extensificación de la producción, con medidas como el ecorregimen de pastoreo o la ayuda agroambiental de fomento de pastos, así como contra la Estrategia de la Granja a la Mesa, que busca que el 25% de la superficie agraria europea sea ecológica en 2030.
Más gasto y trabajo para las explotaciones
Isabel Vilalba destaca que muchas de las ganaderías que certifican a sus animales dentro de Suprema en la actualidad carecen de instalaciones idóneas para hacer el cebo dentro de los establos, teniendo en cuenta las nuevas normativas de bienestar animal, además de suponer un incremento de mano de obra y del volumen de trabajo para las explotaciones.
Muchas granjas tienen establos antiguos que no cumplirían las condiciones exigidas hoy por las normativas de bienestar animal para acoger a los animales
Por eso, la secretaria general del SLG considera una temeridad la aprobación de este cambio por parte del Pleno del Consejo Regulador sin antes tener un estudio hecho de las consecuencias de una medida que “supone expulsar de la marca Ternera Gallega Suprema a una buena parte de los productores”, dice. “No es razonable tomar una decisión de tanto calado sin un estudio de las repercusiones sobre las granjas”, insiste la secretaria general del Sindicato Labrego.
“Obligar a construir instalaciones nuevas o reformar las existentes para poder cebar es endeudar a los productores y meterlos en más gastos”, se queja. Del mismo modo, tampoco no ve “factible” el uso de instalaciones móviles para cebar en las praderas, debido al minifundio y a los impedimentos urbanísticos fijados en áreas con protección ambiental, como pueden ser las zonas declaradas Red Natura.
Ácidos grasos beneficiosos para la salud gracias al pasto
El SLG niega también que la calidad de la carne de animales procedentes del pasto sea peor que la de los que se finalizan dentro. “La carne de los animales alimentados a pasto tiene más calidad porque tiene ácidos grasos reconocidos científicamente como beneficiosos para la salud, como son el Omega3 o el Omega6”, argumentó.
La calidad se incrementa también, aseguró, al aumentar el período de amamantamiento más allá de los 7 meses obligatorios por parte de la IGP. “Pero si estabulamos a los terneros los dos meses finales está claro que reducimos el tiempo de permanencia con la madre y de alimentación a base de leche materna”, insistió.
Pensamos que es una equivocación intentar homogeneizar la carne de Suprema para que se parezca a la de cebadero
Para Isabel Vilalba, “es posible lograr en los pastos animales que cumplan con los requerimientos de peso y engrasamiento fijados por la IGP”. “Si las granjas llevan desde la creación de TG Suprema, hace décadas, alcanzando esos indicadores con una alimentación saludable en base a pasto y prácticas medioambientalmente sostenibles, ¿qué motivo justifica que se les obligue ahora a alcanzar esos mismos indicadores que ya cumplen, pero estabulando y alimentando con concentrados?”, se pregunta la secretaria general del Sindicato Labrego.
Asegura además que Ternera Gallega dispone ya en este momento “de herramientas suficientes para garantizar el cumplimiento de esos estándares, de manera que si algún animal tiene algún defecto o no cumple con los índices fijados no esté dentro de la marca”.
No se justifica esta medida drástica cuando, según los datos de la propia IGP, solo el 0,1% de los animales no cumple
Pero argumenta que “un exiguo 0,1% que apuntan que podría representar el porcentaje de canales que ahora no alcanzan los estándares de engrasamiento de la marca no justificaría una modificación de calado como sería obligar a todas las productoras y productores a estabular en los últimos meses”, defiende.
Desde el Sindicato Labrego propusieron como alternativa a la estabulación la posibilidad de colocar tolvas con cereal en los prados para suplementar la alimentación en base a pasto para aquellos animales que lo precisen para alcanzar los niveles de peso y engrasamiento requeridos, una propuesta que no fue aceptada.
Incentivar la producción ecológica
Desde el SLG consideran que, en vez de obligar a la estabulación del ganado en su tramo final, la IGP debería ir en sentido contrario, fomentando la extensificación y la producción ecológica, impulsando un doble sello para la carne marcada como Suprema ecológica.
La mayor dureza de la carne de los terneros que vienen del prado se logra corregir teniendo las canales más días en la cámara
Los becerros marcados de Suprema y criados en ecológico tienen necesariamente que salir al prado, por lo que la carne tiene un color más intenso, que no es sinónimo de peor calidad, sino todo lo contrario, dice. “A nadie se le ocurre decir que lo pollo campero es de peor calidad aunque sea un poco más duro”, compara.
“Nadie duda que la producción en ecológico es una producción de calidad que reclama la sociedad. Por eso no tiene sentido desligar la Suprema de la sostenibilidad ambiental y el bienestar animal, sobre todo cuando la propia UE y los consumidores optan por eso”, concluye Isabel Vilalba.