El precio de venta o alquiler será negociado por las partes con la mediación de Agader“Pondremos en marcha una aplicación informática ya desarrollada que permitirá la gestión de la información de todas las granjas e incluirá un visor geográfico donde se podrá consultar su ubicación y características”, indicó Santé, que compareció en el Parlamento a petición del grupo popular. Incorporación obligatoria de explotaciones que recibiesen ayudas La puesta en marcha del Banco de Explotaciones centró también una Proposición no de Ley presentada por el BNG, en la que se solicitaba su articulación “de manera inmediata” y la difusión de su existencia a través de las oficinas agrarias comarcales. El PP apoyó la propuesta y el diputado José Antonio Armada avanzó que este año se pondrá en marcha un proyecto piloto del Banco de Explotaciones en una comarca, explicando además que “el precio será negociado por las partes con la mediación de Agader”. Al Banco de Explotaciones se incorporarán las granjas de manera voluntaria, excepto todas aquellas que tengan una ayuda activa en el momento del cierre o en los años previos. “Las explotaciones sin relevo que hayan recibido planes de mejora de la Xunta se incluirán automáticamente en el Banco de Explotaciones”, explicó. El sector lechero pierde entre 30 y 40 granjas por mes El encargado de defender la iniciativa del BNG fue el diputado Xosé Luis Rivas, Mini, que indicó que “el año pasado, pese a ser un buen año para el sector lácteo, cerraron 344 explotaciones lecheras en Galicia, 1.600 sumando las de carne”. Alertó además de que “empiezan a cerrar granjas grandes, bien dimensionadas, rentables pero sin sucesión”. “El sector lácteo, que es el mejor remunerado en este momento, pierde entre 30 y 40 granjas por mes. Muchas veces está el hijo pero dice yo no la cojo porque se me viene encima un lío tremendo. Si es chica buscará trabajo de cajera de supermercado y si es chico de camarero en un bar”, describió.
Ustedes echan para atrás a cualquiera. Este año hubo 73 solicitudes de incorporación denegadas por falta de presupuesto (Xosé Luis Rivas, BNG)“Ustedes echan para atrás a cualquiera. Este año hubo 73 solicitudes de incorporación denegadas por falta de presupuesto y estamos asistiendo a una gran amenaza de apocalipsis que es la nueva PAC, pronunciada en charlas oficiales por un director general que es un conseguidor”, denunció. “Los 13 años de política somnolienta del Gobierno del PP están siendo letales para el campo gallego. Se ha producido una pérdida de 20.000 explotaciones y la tendencia de abandono no se frena porque no se van a incorporar 400 jóvenes al año en leche, que sería lo necesario para mantener el número actual de explotaciones”, alertó. “El abandono llama por el fuego” “El abandono llama por el fuego, hasta que la Consellería se dedique únicamente a eso”, dijo Mini, que criticó la estrategia de la Xunta para el sector de la carne: “Solo las explotaciones profesionales tienen derecho a la existencia, este es un mantra que se repite y que cala, pero la realidad es que tenemos más de la mitad del territorio gestionado por pequeñas explotaciones a tiempo parcial, de menos de 10 vacas. La reestructuración lechera se hizo así, a base de abandono inducido”, denunció. El PSOE apoyó la iniciativa presentada por el BNG. El diputado Martín Seco expuso que “los datos hablan de que 5 de cada 6 ganaderos pueden estar jubilados en el año 2030 sin que tengan relevo” y advirtió a la Xunta de que “no estamos en tiempo de propaganda, sino de actuar” porque “dos años después el Banco de Explotaciones está puesto en la Ley pero sigue sin estar en funcionamiento”.
En Muimenta (Carballeda de Avia) se ofertarán fincas con invernadero para tres explotaciones de huerta ecológicaEn lo que respecta a los polígonos agroforestales, uno de los instrumentos de referencia de la ley para la movilización de una mayor superficie de tierra, se está trabajando en 21 de estos polígonos de iniciativa pública, de los cuales 13 cuentan con acuerdo de inicio y 8 se encuentran en fase de actuaciones previas. Precisamente el Consello de la Xunta, en su última reunión, declaró de utilidad pública y de interés social tres polígonos agroforestales en Larouco, Montederramo y Bóveda para poner en valor cerca de 300 hectáreas. En total, son cerca de 8.900 hectáreas movilizadas gracias a esta herramienta de los polígonos en toda la comunidad gallega, con más de 26.400 parcelas y casi 7.250 personas beneficiadas.
La Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia entró en vigor el 22 de mayo de 2021. Desde entonces, con los diferentes instrumentos creados al amparo de esta norma, se están movilizando más de 9.300 hectáreas en toda Galicia.
De este total de hectáreas, 8.788 ha corresponden a polígonos agroforestales y 574 ha a aldeas modelo. Entre ambos instrumentos de recuperación se está beneficiando a más de 9.600 propietarios de más de 35.000 parcelas.
Estas iniciativas se ponen en marcha en aplicación de esta norma, con el fin de recuperar grandes espacios productivos según el tipo de cultivo más apropiado o de mayor tradición en cada zona. El objetivo es dinamizar el territorio y generar actividad económica, al tiempo que se avanza en la anticipación a los incendios forestales.
A día de hoy, de los 21 polígonos de iniciativa pública existentes en Galicia, 10 están ya iniciados y 11 se encuentran en fase de actuaciones previas. Estos 10 polígonos ya iniciados suponen la recuperación de 4.114 ha.
Así, los más adelantados son los de Cualedro (con 64 hectáreas y unas 72 parcelas de 70 propietarios) y Oímbra (cerca de 22 hectáreas y unas 72 parcelas de 73 propietarios), para los que ya se tramitó la declaración de utilidad pública. En ella se establecen como usos y actividades admisibles para el polígono de Oímbra los cultivos agrícolas de ciclo corto y la ganadería en extensivo, además de árboles frutales como actividad secundaria. En el caso de Cualedro, se establecen como actividades a ganadería en extensivo y los cultivos complementarios.
En los otros ocho polígonos, se tienen prácticamente finalizados los estudios de viabilidad, en los que se proponen diferentes usos o actividades para cada uno de ellos, destacando los cultivos de huerta, viñedo y forestal. Estos polígonos son los de Remuiño, en Arnoia (224 ha y 6.753 parcelas), Barzamedelle, en Leiro (146 ha y 183 parcelas), Pousada, en Riós (94 ha y 663 parcelas), Vences, en Monterrei (22 ha y 535 parcelas), Solbeira, en Paderne de Allariz (43 ha y 317 parcelas), Vilalén-Tomonde, en Cerdedo-Cotobade (68 ha y 1.534 parcelas), Mandelos, en Crecente (45 ha y 391 parcelas) y Santaia-Foxado, en Curtis (3.386 ha y 6.161 parcelas).
Además, hay otros 11 polígonos de iniciativa pública en los que se ha iniciado un procedimiento de actuaciones previas, los cuales suman 4.674 hectáreas y 9.750 parcelas de 5.013 propietarios. Se trata de los de Ver, en Bóveda; Barcia, en Navia de Suarna; Prado, en Castrelo de Miño; Freixido, en Larouco; Panascos, en Tomiño; Alta Limia, Corno do Monte y Lamas Ganade (todos ellos en Xinzo de Limia); San Salvador de Sabucedo (Porqueira); A Graña de Seoane (Montederramo) y Soutopenedo (San Cibrao das Viñas).
En cualquier caso, hace falta matizar que la Xunta busca desarrollar polígonos en zonas en las que exista voluntad e interés por parte de los propietarios y de la gente del lugar, ya que la Ley de recuperación establece como un tipo de zonas preferentes para el desarrollo de polígonos agroforestales de iniciativa pública aquellas en las que desde el inicio se cuenta con el acuerdo de los propietarios de más del 70% de la superficie. Por este motivo, la Xunta colabora con las distintas administraciones locales con el fin de localizar ámbitos en los que se pueda dar esta condición.
Se da prioridad a las explotaciones gallegas instaladas que demanden base territorial
Al amparo de los polígonos, se reestructurarán las parcelas para que tengan un tamaño suficiente que garantice la rentabilidad en función de los cultivos, dando prioridad a las explotaciones gallegas instaladas que demanden base territorial.
También, en el caso de los polígonos agroforestales de iniciativa pública, serán zonas prioritarias aquellas de concentración o reestructuración parcelaria finalizadas que presenten un abandono superior al 50%; las áreas cortafuegos, que se delimitarán con criterios técnicos con el fin de generar discontinuidades de la biomasa que frenen o atenúen el avance de los incendios mediante la implantación de la actividad agrícola, ganadera o forestal; aquellas en las que se acredite la disposición de compromisos de adhesión al proyecto, que deberán suponer una superficie mínima del 70% de las tierras incluidas en el perímetro propuesto del polígono agroforestal.
Entre las restantes zonas, se dará carácter preferente al desarrollo de proyectos de polígonos agroforestales cuando concurran algunas de las siguientes circunstancias:
-Zonas de elevada aptitud agropecuaria delimitadas en el catálogo de suelos agropecuarios y forestales de Galicia que se encuentren en situación de especial abandono.
-Ampliación de la base territorial de las explotaciones existentes mediante el acceso a tierras límites en situación de abandono o infrautilización o con usos u orientaciones no conformes con la cualificación hecha en el catálogo de suelos agropecuarios y forestales de Galicia.
-Y recuperación y puesta en valor de tierras apropiadas para producciones acogidas a Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen Protegida, así como para producciones que estén optando a ese reconocimiento o cualquier otra marca de garantía de calidad.
En abril del año pasado, la Consellería de Medio Rural lanzó una Manifestación de Interés en la que se preguntaba expresamente por la necesidad de tierra para el desarrollo de las actividades agrarias.
A través de esta convocatoria se recibieron un total de 1.244 encuestas simplificadas sobre demanda de tierra agraria y 255 proyectos completos para el sector agrario gallego. A partir de los datos incluidos en estas propuestas se pudieron geolocalizar 991 solicitantes y 21.321,7 ha delimitadas geográficamente. En este sentido, cabe señalar que un total de 34 iniciativas mostraron interés por desarrollar polígonos agroforestales de iniciativa privada, que suponen más de 1.300 hectáreas a movilizar.
Asimismo, cabe indicar que otro instrumento de movilización y recuperación de tierras que ofrece la Ley de recuperación son las aldeas modelo.
La Agencia Gallega de Desarrollo Rural, dependiente de la Consellería de Medio Rural, acaba de resolver la declaración de tres nuevas aldeas modelo, en el marco de la Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia. Se trata de las de Soutogrande, en el ayuntamiento ourensano de Vilariño de Conso; Cortegazas, en el también municipio ourensano de Avión; y Ferreiros, en la localidad coruñesa de Ames.
Así, la aldea modelo de Soutogrande, en Vilariño de Conso, tiene una superficie de 33,50 hectáreas, distribuidas en 99 parcelas de 46 titulares catastrales. Cuanto a la de Cortegazas, en avión, abarca 15,11 ha, repartidas en 727 parcelas de 99 propietarios. Por último, la de Ferreiros, en Ames, tiene una superficie de 8,55 hectáreas, con 128 parcelas implicadas de 52 titulares catastrales.
Las nuevas aldeas modelo se declaran en colaboración con los ayuntamientos correspondientes, todos ellos situados en zonas de alto riesgo de incendios (ZAR) y adheridos al sistema público de gestión de la biomasa en las franjas secundarias.
Cabe recordar que el objetivo principal de esta figura recogida en la Ley de recuperación es devolver a la producción tierras con buena aptitud agronómica que se encuentren en estado de abandono o infrautilización, impulsando de este modo nueva actividad económica agroforestal que no solo fije población y genere riqueza en el entorno, sino que -al tiempo- reduzca el riesgo de incendios forestales y mejore la calidad de vida de los vecinos de los núcleos que se busca poner en valor.
Las nuevas aldeas modelo declaradas se suman a las ya en marcha y hacen un total de 21. Por provincias, hay una en A Coruña, otra en Pontevedra, cinco en Lugo y 14 en Ourense que, conjuntamente, alcanzan las 574,27 ha de superficie de actuación, 9.346 parcelas y 2.359 titulares catastrales.
Las aldeas modelo de Lugo son las de Trascastro (O Incio), Parada dos Montes (A Pobra de Brollón), Moreda (Folgoso do Courel), Bustelo de Fisteus (Quiroga) y Francos de Proendos (Sober). La ubicada en la provincia de Pontevedra es la de Mouteira-Parado, en el municipio de Cerdedo-Cotobade.
A mayores, se sigue con los trabajos de recogida de firmas de otras siete aldeas modelo de cara a su aprobación: una en A Coruña, otra en Lugo, una más en Pontevedra y cuatro en Ourense. En total, representarán otras 194,84 ha de superficie de actuación, 3.395 parcelas y 901 titulares catastrales.
Todos estos instrumentos de movilización de tierras regulados por la Ley de recuperación, entre ellos los polígonos agroforestales y las aldeas modelo, contribuyen a un uso más eficiente y sostenible de la tierra agraria a través de la ordenación de los usos del suelo rural y de la minoración de los predios abandonados (con el beneficio que esto supone para la lucha contra incendios y el medio ambiente). De esta forma, se contribuye a la orientación de las explotaciones hacia una producción competitiva y sostenible que eleve, consecuentemente, el nivel de vida de los profesionales del sector primario de Galicia.
En definitiva, se trata de distintas fórmulas, pero todas con un mismo objetivo: dinamizar el territorio y generar actividad económica para que sea posible vivir en el y del rural. Y también para anticiparse a los incendios y disminuir los daños que puedan causar.
Empezamos en febrero de 2020 creando la asociación, pero había ya un movimiento en el pueblo a favor de agrupar las fincas. Hablar de reestructurar era un tema tabú hasta hace pocos años, pero hoy ya no lo es“El interés por parte de la gente es total. Los propietarios recibieron la propuesta muy bien y convencer a los vecinos fue relativamente sencillo. Siempre que se habla de propiedad tenemos detrás el mantra del apego a las fincas, pero esa perspectiva en Galicia ya cambió. La percepción que nosotros tenemos, en base a nuestra experiencia, es que en el rural hoy ya se ve por parte de la gente que es necesario dar una vuelta al modelo de propiedad tradicional para poder seguir adelante", afirma Eduardo. El 80% de las fincas de la aldea están abandonadas "Sólo un 15 o 20% del pueblo está productivo hoy por hoy. Debido al minifundio que hay, es inviable el trabajo para la gente que quiera asentarse con una parcela mínimamente dimensionada. O Ribeiro tiene un problema en la actualidad de producción porque con fincas pequeñitas no se puede trabajar y crear una parcela con una superficie adecuada para trabajar resulta muy complicado", explica.
La denominación de origen más antigua de Galicia está perdiendo producción de manera acelerada en la última décadaRemuíño se encuentra en el corazón del Ribeiro, una denominación de origen que está perdiendo producción de manera importante en los últimos años. En las dos últimas décadas la capacidad efectiva de producción de uva en la Denominación de Origen se redujo a la mitad, con un descenso de la superficie productiva de un 18% desde 2016. Superficie media de 300 metros cuadrados Ligado a la alta edad media de los viticultores (cerca de la mitad tienen más de 65 años) y al bajo grado de profesionalización de una parte de los productores, el excesivo minifundio es uno de los factores que amenaza el futuro de la producción de vino en el Ribeiro. La Denominación de Origen cuenta con 1.374 hectáreas, que están divididas en 20.542 parcelas, una estructura de la propiedad que dificulta el relevo generacional. "En Remuíño quedan 5 familias con gente joven trabajando el campo. Se dedican fundamentalmente al viñedo, complementado con otras actividades agrícolas, pero la actividad principal es la viticultura", cuenta Eduardo. "Alguno de ellos tuvo que cambiar y comprar entre 150 y 180 parcelas para conseguir una hectárea de viñedo, que ya le permite trabajar mecanizadamente y sacar unos rendimientos idóneos. Hoy es inviable pensar que se van a trabajar las fincas como hace 50 años", argumenta.
Quedan 5 familias con gente joven dedicada a la agricultura, alguna de ellas tuvo que comprar y cambiar más de 150 parcelas para conseguir juntar una hectárea de viñedoEl polígono agroforestal propuesto por los vecinos contaría con una superficie de 260 hectáreas, distribuidas en 9.000 fincas con una superficie media de 300 metros cuadrados, que "urgen una reestruturación que permita no solo mejorar la dimensión de las fincas sino también aumentar la viabilidad técnica, económica y social" de las iniciativas productivas, defienden desde la asociación. Propietarios ilocalizables Además de una población envejecida y el pequeño tamaño de las parcelas, los impulsores de la iniciativa de agrupamiento de las parcelas se encontraron con otra barrera: la dificultad para saber de quién eran las fincas. "Localizar a todos los propietarios es muy complicado, yo diría que imposible", asegura Eduardo.
En el Ribeiro hubo mucha emigración a Sudamérica y quedaron muchas parcelas sin repartir en herencia porque en su momento había una cultura de no hacer partijasTras un exhaustivo trabajo de búsqueda, concluyeron que entre un 11 y un 14% de los propietarios no son localizables. "En el Ribeiro hubo mucha emigración a Sudamérica y quedaron muchas parcelas sin repartir en herencia porque en su momento había una cultura de no hacer partijas, por lo que en muchos casos figuran como propietarios personas que serían bisabuelos de los actuales dueños. Esto hace que sea imposible localizar a muchos de esos descendientes de los vecinos emigrados en su día", explican.
Tuvimos que trabajar de manera exhaustiva; tenemos mapas con todas las fincas delimitadasLa Asociación de Propietarios de Predios de Remuíño está formada hoy por hoy por 146 dueños de fincas, el 94% de los propietarios localizables, y aportan el 89% de la superficie total de las tierras. "Los no localizables, la cantidad de superficie que aportarían es poca, puede ser un 5% del total", detallan. "La ley del 2021 aporta herramientas interesantes" El interés de los vecinos de Remuíño por dar una salida a la superficie abandonada del pueblo viene de atrás. "Comenzamos a trabajar con la ley de reestructuración del 2015, pero pedía el acuerdo de los propietarios del 90% de la superficie. Por eso todos los proyectos quedaban parados. Pero la ley del 2021 abre una manera de trabajar diferente, más sencilla. Ahora baja la necesidad de acuerdo al 70% de la superficie y eso lo hace mucho más fácil", explica Eduardo.
La Ley de Recuperación de la Tierra Agraria de Galicia exige el acuerdo de los propietarios de cuando menos el 70% de la superficieOtra de las novedades que aporta la Ley 11/2021 de Recuperación de la Tierra Agraria de Galicia, pensando en los casos de fincas con dueños desconocidos, como acontece en Remuíño, es la posibilidad de incorporación al Banco de Terras. "La ley de febrero de 2021 permite que se pueda hacer igual un reagrupamiento aunque haya propietarios ilocalizables, dejando la propiedad pendiente de que alguien la pueda reclamar durante 10 años", cuentan desde la asociación. Vino, huerta y monte
Nuestra propuesta sería que la actuación fuera integral, en todo el terreno que conforma el pueblo y que rodea las casasPor eso, la propuesta de usos que desde la asociación hacen para las 260 hectáreas incluiría distintos tipos de aprovechamiento: "la parte principal sería para cubrir la demanda de tierras de viñedo que hay en la actualidad en el Ribeiro; otra parte sería para huerta, sobre todo para pimiento de Arnoia; y el resto para monte. En total serían unas 100 hectáreas forestales y el resto para viñedo y huerta", detallan. Defenderse contra el fuego La superficie de monte que rodea el pueblo está plantada con pinos y castaños, pero hoy está totalmente abandonada, "porque con una superficie media de 300 metros cuadrados no se puede aprovechar la madera y hacer talas y plantaciones, y en la zona de castaños lo mismo.
En Remuíño el día que haya un fuego no queda absolutamente nada, no hay manera de pararlo, el riesgo es inmensoEl cuidado del monte y su gestión supondría, además de un beneficio económico para los vecinos, poder reducir el riesgo de incendio. "Nuestra propuesta sería que la actuación fuera integral, en todo el terreno que conforma el pueblo y que rodea las casas. En el Ribeiro y en Arnoia no hay muchos incendios, pero en Remuíño, el día que haya un fuego no queda absolutamente nada no hay manera de pararlo, el riesgo es inmenso", dicen. Emigración y repoblación Remuíño perdió en los últimos 20 años un tercio de su población. Tras la primera ola de emigración a América vino después una segunda, en la que la gente joven marchó a las ciudades en busca de trabajo. Es el caso de Eduardo. Él trabaja en A Coruña, aunque su madre sigue viviendo en Remuíño, e igual que otros vecinos está muy implicado en el proyecto.
Tuve que marchar por trabajo, pero mis orígenes están en Remuiño y voy mucho allí"Cogimos este tema una generación joven y entre los 146 propietarios que ya aceptaron y firmaron el pre-compromiso para llevar a cabo un polígono agroforestal de iniciativa pública se encuentran, por un lado, todos los que residiendo en Remuíño dedican actualmente su producción a la comercialización y, por otro, los que conociendo la posible potencialidad agraria de la zona quieren aprovechar la oportunidad que la reestructuración les brindaría para proyectar y ejecutar nuevas explotaciones", explica. "Si esto va adelante, los proyectos surgen solos. Además de la demanda de tierra para viñedo, ya tenemos tres personas interesadas en hacer plantaciones de castaño para fruto. Si se hace la reestructuración, luego procede hacer una actuación de recuperación de las viviendas y de los caminos, porque el pueblo tiene potencial y hay casas que se podrían rehabilitar para asentar población", defiende. Esperando por la Xunta "La ilusión de los propietarios hoy por hoy es inmensa y nos gustaría que la Xunta acompañara este proyecto porque va a suponer seguro un punto de inflexión no solo para Remuíño sino para el Ribeiro", dice convencido Eduardo. "Esperamos que la Xunta pueda ver en este proyecto las posibilidades que puede dar a la zona", añade.
Estamos esperando por la Xunta, porque el trabajo fundamental, el de poner de acuerdo a los vecinos, ya se lo dimos hechoLos vecinos de Remuíño están viviendo con extraordinaria ilusión los pasos que se fueron dando desde el inicio del proceso hasta el momento de la presentación de los pre-compromisos firmados, el 25 de noviembre de 2021, y esperan desde entonces con entusiasmo que la Xunta de Galicia aborde este proyecto. "Toda la documentación fue presentada en noviembre 2021. Estamos poñiéndole a la Xunta encima de la mesa un tema que pensamos que está listo. El trabajo fundamental ya se lo damos hecho, porque el básico y fundamental es el acuerdo de los propietarios y conseguimos que los vecinos estén de acuerdo. La Consellería nos pedía firmar un pre-compromiso para entrar a formar parte de un polígono de iniciativa pública y entendimos que cumplimos con creces los requisitos que nos pedía la normativa. Se presentó la documentación y estamos a expensas de que se produzca alguna comunicación y la Consellería dé un paso adelante y aborde este proyecto", dicen.
Es un complejo muy curioso que tiene potencial tanto para la producción de vino como para otros usos de restauración o turísticos"Son 80 bodegas que están semienterradas, es un complejo muy curioso que tiene posibilidades de otros aprovechamientos además del de la producción de vino. Estamos elaborando un dosier para presentar también a la Xunta para ponerlas en valor. Tienen potencial tanto para la agricultura como para otros usos de restauración o turísticos", explican. Como el de los viñedos, la situación de las bodegas también es de abandono hoy por hoy. "En conjunto puede haber 3 o 4 vecinos que elaboran en ellas vino para autoconsumo y otras 2 o 3 que las tienen más para para dar un paseo e ir de visita y todo lo demás está abandonado, en muy buenas condiciones hasta ahora pero sin uso", describen. Un ejemplo para otros lugares El espíritu de colectividad viene de antiguo en Remuíño, que durante la Segunda República fue uno de los núcleos activos del socialismo en Ourense. De esta vuelta, la unión del pueblo busca poner en valor sus recursos, hoy por hoy infrautilizados, luchar contra el abandono y dar cabida a proyectos nuevos que dinamicen la economía del rural.
Reestructurar la tierra en la parte norte de Galicia es más fácil, en nuestra zona es mucho más complicadoPuede ser además un modelo a imitar en otros lugares de Galicia. "Estamos convencidos de que sí, sobre todo en el sur de Galicia, donde la estructura de la propiedad es muy complicada y hay un problema importante de minifundio y de desconocimiento de los propietarios. Reestructurar en la zona norte de Galicia es más fácil", opina Eduardo. "Nuestra experiencia puede servir a otros. Demostramos que si a la gente le presentas proyectos bien diseñados, los vecinos lo entienden porque ven que es una necesidad. Hablar de reestructurar era un tema tabú hasta hace pocos años, pero hoy ya no lo es", asegura.
Pensamos que el de Remuíño puede ser un modelo de actuación para la comarca del RibeiroLos propietarios de Remuíño son conscientes de que hay que poner en valor el rural y dieron los pasos necesarios para no ser un freno, sino un motor, en este proceso, aceptando una reestructuración de la superficie que permita aprovechar los recursos agrarios disponibles y fijar población. "Pensamos que el de Remuíño puede ser un modelo de actuación para la comarca del Ribeiro, donde el minifundio sigue siendo un problema para la puesta en valor de su potencialidad agrícola, facilitando por medio de este tipo de iniciativas una estructura y dimensión adecuada a proyectos nuevos", defiende Eduardo.