“Aumentar los pastos es mucho más viable que desbrozar cada año” (Marcos Ferreira, Parada dos Montes)Después de la pausa para el café, Marcos Ferreira, ingeniero de montes expuso su modelo de recuperación de zonas de pastoreo en montes del Courel y Pobra del Brollón cómo “herramienta viable y sostenible, frente a los cortafuegos tradicionales que, en este nuevo tipo de incendios, no funcionan e implican una gran inversión en mantenimiento. "Aumentar los pastos es mucho más viable que desbrozar cada año”, valora. Continuó la jornada María Virginia Rodríguez y su explotación familiar de cabras en Sobredo (Courel), enfatizando en la dificultad y soledad de comenzar en la ganadería, y en la importancia de que este tipo de proyectos puedan tener apoyos, como el del programa “O que non arde” del Área de Medio Rural de la Diputación de Lugo.
“Queríamos recuperar tierras abandonadas y pensamos que podría ser un negocio rentable. Decidimos apostar por la cachena porque es una carne que gusta mucho y para los partos es una maravilla” (Alex Villa, Marcón)Por último hubo un breve debate en el que se enfatizó en la importancia del apoyo de las instituciones públicas y privadas a las explotaciones agroganaderas, especialmente a las de nueva creación y, concretamente, en la creación de infraestructuras. También se habló sobre la importancia del valor añadido que generan las ganaderías, capaces de fijar población generando nuevos puestos de trabajo, al tiempo que sirven para conservar el paisaje y aumentar la biodiversidad, mitigar los efectos del cambio climático y son una gran prevención contra incendios, quizás una de las más eficientes y viables que tenemos a día de hoy. En próximas entregas ofreceremos información más en profundidad de las distintas iniciativas de aprovechamiento agroganadero que se presentaron en esta jornada
“Es un agravio para el resto de propietarios que solo se subvencione la limpieza de fajas secundarias de las parroquias con riesgo alto de incendios. Se penalizan las zonas con menos fuegos”- En la actualidad, las Administraciones (Xunta y Fegamp) realizan desbroces bonificados en alrededor de 150 parroquias consideradas prioritarias. ¿Cómo ven esta situación? - Es un agravio para aquellos propietarios de terrenos en fajas secundarias de parroquias con un riesgo de fuego bajo, que deben asumir su limpieza. Mientras, a los propietarios con parcelas en parroquias prioritarias (aquellas que registran mayor número de fuegos) la Administración les subvenciona estos desbroces. Es un agravio para el resto de los propietarios que se subvencione la limpieza de fajas secundarias de estas parroquias y que no se haga lo mismo con el resto de parroquias, ya que de este modo las que menos fuegos tienen se están castigando, en vez de salir favorecidas. -Otro de los temas sobre los que se lleva mucho tiempo debatiendo es el minifundismo forestal y ahora vuelve a estar de actualidad con la creación de las agrupaciones de gestión conjunta. ¿Qué perspectivas tienen sobre ellas desde la AFG? -Tenemos esperanzas puestas en ellas, después de que haya habido otros intentos por afrontar el minifundio, como fueron las UXFOR (en el bipartito) o más recientemente las SOFOR, que no han dado mucho resultado. Ahora estamos esperando que el día 23 de este mes de junio, en el Consello Forestal, se presente el borrador de los estatutos de estas agrupaciones de gestión conjunta y un borrador del tipo de contrato que deberán firmar los propietarios. La superficie mínima son 10 hectáreas, como mínimo deben ser 3 propietarios y tienen que estar de acuerdo los propietarios del 75% de la superficie. Este es un requisito muy importante, ya que en Galicia hay bastante rechazo al asociacionismo para la gestión de la tierra, por lo que el hecho de que no tenga que ser el 100% de la superficie puede ser decisivo para que puedan ir adelante. También suponemos que las ayudas de las Administraciones irán encaminadas a este tipo de agrupaciones, por lo que también puede ser un incentivo para su creación.
“Estamos esperando a que se presenten los estatutos para poder crear las agrupaciones de gestión conjunta”-¿Qué trabajo están realizando con sus socios para fomentarlas? - Nuestra intención es fomentar su creación entre nuestros asociados porque creemos que puede ser una manera de superar el minifundismo. Ya lo estamos haciendo con iniciativas como las desarrolladas con Promas de A Mariña y en la provincia de A Coruña, que de alguna manera ya casi son agrupaciones de gestión conjunta. Falta darle la forma legal, para lo cual es preciso que se presenten esos estatutos, que ya llegan con casi dos años de retraso.
“En algunas zonas de Ourense se desconoce el propietario de cerca del 40% de la superficie forestal”-Junto con el minifundio, una de las trabas para la gestión de los montes es la problemática del Catastro en Galicia, que presenta errores, falta de actualización, propietarios desconocidos... ¿Qué impacto tiene en los propietarios? -Es una reclamación recurrente, de hecho el tema se volvió a tratar en la última asamblea de la Asociación, que celebramos a finales del mes de abril. Volveremos a enviar una petición para entrevistarnos con el delegado del Catastro, al no tener por el momento contestación, ya que queremos poder tratar la situación con él. Hubo muchas revisiones del Catastro, pero seguramente la que está vigente sea una de las peores. Hay un gran número de parcelas con errores en la cartografía o en la identificación del propietario e incluso muchas de ellas de propietarios desconocidos. En algunas zonas de Ourense se desconoce el propietario de entre el 35 y 40% de la superficie de monte, según datos del Agader. En Galicia tampoco es un porcentaje nada despreciable, puesto que posiblemente se encuentre entre un 20 y un 30%. Estos errores generan a los propietarios un importante perjuicio, ya que incluso se están dando casos de venta de madera por parte de personas que no son los propietarios de la parcela. -¿Cómo se podría solucionar esta problemática? -Hay distintas medidas que se pueden tomar. Por un lado tratar de aclarar la propiedad y actualizar el catálogo en cuanto a los propietarios, para que figuren los propietarios actuales y no sus antepasados. También habría que mejorar la cartografía, echando mano de las nuevas tecnologías, que pueden contribuir a tener referencias de gran calidad. Y sin dilatarlo mucho en el tiempo, sería conveniente hacer un nuevo Catastro. - La demanda de una mejora de la fiscalidad de los propietarios particulares y comunidades de montes es otra de las líneas de trabajo de la AFG de los últimos años. ¿En qué se basa la propuesta que se hace desde la Asociación? -Uno de los aspectos más importantes tiene que ver con el tratamiento fiscal que tienen muchos propietarios forestales. Aquellos propietarios que se deben acoger al sistema de estimación directa para la venta en madera, al tener ya ese régimen para su actividad principal, tienen un agravio frente a los propietarios que para la venta de madera pueden hacer una estimación objetiva (funcionarios, pensionistas...). A aquellos que lo hacen por estimación directa solo se les permite desgravar los gastos que tuvieron a lo largo de los años (podas, desbroces...). Toda vez que se trata de turnos de tala que pueden llegar a varias generaciones, es difícil que se guarden los recibos durante este tiempo. Mientras, los que pueden acogerse a una estimación objetiva, simplemente se les aplica un coeficiente en función del tipo de especie (de crecimiento rápido es el 0,26% y para las de crecimiento lento del 0,13%). Realmente es un tratamiento muy favorable y buscamos que se pueda extender a todos los propietarios. -¿Hay posibilidades de lograrlo? ¿Han tenido respuesta a esta petición? -El Ministerio de Transición Ecológica se muestra partidario, pero las reticencias vienen por parte de Hacienda, que ya rechazó la propuesta. Seguiremos trabajando para conseguir un trato más justo para los propietarios.
"En Vilar están valorando hacer plantaciones de castaños, de pinos, de frutales, de plantas medicinales... que sirvan de experiencia piloto para realizar en otras áreas del Courel"-¿Cómo habría que enfocar la restauración del espacio? -Hay iniciativas de la Administración para la recuperación y plantación de nuevos sotos. En las zonas de matorral se va recuperando poco a poco. También es cierto que se perdió tierra, ya que tras el fuego hubo importantes lluvias. En esas zonas la recuperación será mucho más lenta, incluso en el matorral. Hay alguna iniciativa a pequeña escala en Vilar para hacer plantaciones de castaños, de pinos, de frutales, de plantas medicinales... que sirva de experiencia piloto para ver lo que se podría realizar en otras áreas de la montaña. -En los últimos años hemos vivido grandes fuegos en zonas como Ancares, Courel o Valdeorras. ¿Veremos más fuegos así en los próximos años? -Por desgracia creo que sí. Estamos viviendo los efectos del cambio climático, con el incremento de las temperaturas y las sequías, tal y como muestran los datos, por ejemplo del último año hidrológico (septiembre de 2021 a ese mismo mes de 2022). En este año, las precipitaciones en Galicia fueron la mitad de la media de los últimos años. Estos períodos de sequía prolongada y altas temperaturas favorecen los grandes fuegos, que son muy difíciles de atajar y peligrosos.
“Debería priorizarse la investigación aplicada, que responda a los problemas que se detectan desde el sector, dada la importancia que tiene en Galicia”- ¿Cuáles deberían ser los objetivos prioritarios en la investigación forestal en Galicia? -Aunque es importante la investigación básica, también debería priorizarse la investigación aplicada al sector, es decir, que responda a los problemas que se detectan desde el sector, dada la importancia que tiene en Galicia. Sería interesante que la Administración estableciese un plan de investigación agroganadero y forestal para atender los problemas de estos tres subsectores.
Cuando acabe la moratoria del eucalipto, sería partidario de establecer limitaciones territoriales y de superficies mínimas de la especieUna tercera vía es que con el fin de la moratoria se establezca una tercera vía, con ciertas limitaciones a la hora de realizar plantaciones de eucaliptos. Limitar el territorio donde plantar esta especie y fijar una superficie mínima para atajar el mosaico de eucalipto que había antes de la moratoria por toda Galicia. De este modo, se podría superar el minifundio y se fomentaría la gestión del monte de manera conjunta, como con las agrupaciones de gestión conjunta o con las comunidades de montes. Además, debería limitarse la proporción de eucalipto de nueva plantación, siendo mínima, y que el resto tenga que plantarse con otras especies.
" La moratoria del eucalipto y la subida del precio de la madera de pino de calidad favoreció que se incremente el interés de los productores por el pino"- El pino ha sido en los últimos 15 años una especie en regresión en el monte, si bien los datos apuntan a un aumento de las plantaciones en monte. ¿Hay que ser optimistas sobre el futuro del pino en monte? -Pienso que sí. Es verdad que desde que se comenzó a hablar de la moratoria y ya años antes, se estaba viendo un boom del eucalipto, en parte por el precio alto que se estaba pagando por el eucalipto en comparación con el pino. Mientras el eucalipto para trituración podía rondar los 30 euros la tonelada, en el pino para el mismo fin el precio caída hasta los 15 euros. Pero, desde hace un par de años el precio de la madera de pino ha mejorado notablemente y hoy la tonelada de pino de calidad para sierra puede llegar a pagarse a 60 o 80 euros la tonelada, mientras que la de eucalipto está a menos de la mitad. Esto, junto con la moratoria del eucalipto, ha favorecido que el propietario se anime a plantar pino, aunque el turno de corta sea un poco más largo. En el año 2022 se plantaron unas 5.000 hectáreas de pino en Galicia (2.000 de pino insigne y 2.000 de pino del país y unas 1.000 de pino silvestre) y se vendieron unos 6 millones de plantas, lo que hace que sea un año récord. Hay una buena tendencia de recuperación del pino y esperemos que cuando se levante la moratoria del eucalipto no se rompa esta tendencia.
“Con la aldea modelo tenemos las parcelas de cerca de nuestras casas limpias y cercadas, una cuestión que evita que el fuego llegue a las viviendas” (Marisol Martínez)“Más allá de las viviendas y de las fincas que rodean la aldea, se encuentran, en un círculo más abierto, los terrenos personales que ya no tienen uso y que fueron los primeros en quedar abandonados; sobre estos no tenemos actualmente capacidad de gestión. A partir de ahí, ya sería el territorio de la Comunidad de Montes de Parada dos Montes”, explica Marcos Ferreira, secretario de la comunidad y vecino. El monte vecinal está conformado por 950 hectáreas de monte clasificado, que estaban en distintas situaciones. “Las 600 hectáreas que estaban conveniadas con la Xunta se destinaron a aprovechamiento maderero, por lo que hay diferentes especies de pino -pinaster, sylvestris y radiata- de distintas edades. El resto del monte está sobre todo a raso y otras zonas pequeñas tienen frondosas, aunque la mayor parte de las frondosas corresponden a propiedades personales. Por eso, cuando la Comunidad cogió la gestión directa del monte, lo que se encontró fue una superficie muy grande dedicada a la madera de pino”, detalla Marcos Ferreira.
“Cuando la Comunidad cogió la gestión directa del monte, lo que se encontró fue una superficie muy grande dedicada a la madera de pino” (Marcos Ferreira)Tras la gran ola de incendios de este verano, las 950 hectáreas de los vecinos de Parada ardieron por completo. “El proceso que se siguió a partir de esto fue llorar, luego cubicar la madera quemada de diferentes formas -manualmente y con tecnología lidar- y luego subastarla. Una vez se venda y si corte, toda la cantidad obtenida se destinará a regenerar el monte de la Comunidad y a intentar gestionar aquellos terrenos que están abandonados para darles un uso, como por ejemplo, para frutales”, amplía sobre el proyecto futuro comunal el secretario.
“Toda la cantidad obtenida se destinará a regenerar el monte de la Comunidad e intentar gestionar aquellos terrenos que están abandonados para darles un uso, como por ejemplo, para frutales” (Marcos Ferreira)El problema que se encuentra la comunidad de montes es la falta de población. “En el núcleo no hay gente, por lo tanto, si queremos mantener gestionado el territorio y pretendemos resolver el tema de los incendios es fundamental que haya gente que tenga ganado para controlar el territorio que nos rodea. Hay que pensar en un proyecto integral”, comenta Ferreira. Por este motivo, Marisol Martínez critica la falta de apoyos que ve para el rural, “ya que dicen que lo apoyan pero seguimos teniendo estos problemas; la gente no quiere venir para los pueblos y la actividad ganadera es necesaria, pero en este caso, soy la única ganadera que queda aquí en Parada, y para llegar el fin de mes solo con el ganado es muy complicado porque estamos vendiendo a pérdidas”, valora. “De seguir así, el futuro pinta muy complicado”.
Desde la entrada en vigor en 2018 del convenio de protección de las aldeas firmado entre la Consellería de Medio Rural, la Federación gallega de municipios y provincias (Fegamp) y la empresa pública Seaga, el porcentaje tanto de parcelas como de superficie gestionada en las franjas secundarias -las más próximas a las viviendas- de las parroquias priorizadas como de mayor riesgo de incendios pasó de representar la mitad del total en 2019 a situarse cerca del 70% en este año 2021.
Desde la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia se valora el buen funcionamiento del convenio, que es resultado, entre otras cosas, de los trabajos de la comisión parlamentaria creada tras los incendios de 2017, por lo que se da así cumplimiento a un mandato de la Cámara gallega.
Precisamente al amparo de este acuerdo, la Xunta acaba de finalizar los trabajos de comprobación de cerca de 180.000 parcelas de parroquias priorizadas, donde los titulares pueden ejecutar la limpieza por su cuenta o contratarla directamente a Seaga por un precio ventajoso de 350 euros por hectárea limpia. En esa inspección, la Xunta constató el incremento en el grado de cumplimiento de las obligaciones de gestión de la biomasa para la prevención de incendios forestales, alcanzándose tres de cada cuatro parcelas gestionadas.
Mientras, a unos 65.000 titulares la Consellería de Medio Rural les enviará una notificación para que procedan a la limpieza advirtiéndoles que, de no hacerla, cada ayuntamiento procederá subsidiariamente y luego les trasladará el coste correspondiente. A día de hoy, ya están advertidos unos 8.000 propietarios y personas jurídicas de los 81 ayuntamientos priorizados mientras unos 31.500 son ilocalizables, por lo que se publicarán las notificaciones en el Diario Oficial de Galicia (DOG) y en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Tras la revisión de las parroquias priorizadas, la Consellería de Medio Rural procederá este año a la revisión de las parroquias no priorizadas de esos 81 ayuntamientos priorizados. Así, se contrataron un total de 30 capataces que se están encargando de la supervisión del estado de gestión de la biomasa, sumados a otras 15 personas que ya venían trabajando en el territorio de las parroquias priorizadas. En esta revisión se están priorizando los ayuntamientos de Porto do Son, Guitiriz, Cualedro, Oímbra, A Gudiña, Verín, Sandiás, Boborás, Arbo y Mondariz.
Además de las acciones en las franjas secundarias, el acuerdo contempla la gestión de la biomasa en vías de titularidad municipal hasta un máximo de 10 kilómetros por ayuntamiento y año, con cargo al convenio, así como 10 ha de ejecución subsidiaria, también por ayuntamiento y año.
A mayores, está incluida la puesta en marcha de iniciativas estratégicas, es decir, de proyectos de movilización de tierras en franjas secundarias que se consideren de especial trascendencia, así como de aldeas modelo para recuperar parcelas alrededor de núcleos de población. En esa dirección, hay ya 44 figuras de este tipo en diferentes etapas o fases de ejecución y 14 declaradas en toda Galicia.
Otra actuación viene dada por el refuerzo a actuaciones preventivas mecanizadas en los ayuntamientos adheridos, que permitirá alcanzar una superficie de actuación en áreas cortafuego próxima a las 1.500 ha. También se trabaja en el marco de las iniciativas vecinales para el cumplimiento de las medidas preventivas en las franjas secundarias, como la que supuso la entrega a la Asociación medioambiental «Axuge» de Lobios de media docena de motosierras, una decena de «batelumes y otros utensilios como aserraderos y tijeras cortarramas.
En lo que alcanza a la asistencia técnica a los ayuntamientos, la Xunta sigue apoyando a los consistorios para la tramitación de sus planes de prevención y defensa contra incendios, llegando ya a los 232 planes enviados a otros tantos municipios. De ellos, 130 ya están aprobados y 41 cuentan con informe favorable de la Consellería y están pendientes de la aprobación en el Pleno de los ayuntamientos.
En cuanto a las herramientas tecnológicas la disposición de los 270 ayuntamientos adheridos, el convenio contempla un visor de trabajo que permite determinar y visualizar las parcelas afectadas por franjas secundarias y la aplicación Xesbío, para la gestión de los numerosos registros que genera el convenio.
"Los vecinos están realmente cabreados por la falta de gestión que se está viendo del parque" (Domingo González, comunero y presidente del Tecor de Lobios)"Aquí ha habido un desastre, que es el fuego: un acto criminal, con un efecto devastador a nivel medioambiental, puesto que han ardido los valles profundos del Xurés, la zona con mayor protección, la reserva de animales como el lobo o la cabra; y que también supone un drama económico para esta zona", valora José Yañez Barros, miembro de la junta directiva de la Comunidad de Montes de Río Caldo (Lobios). A las importantes pérdidas en el patrimonio medioambiental se añaden las dificultades que se presentan para buena parte de los núcleos que tenían en el Parque del Xurés un medio de vida por su atractivo turístico y que se encuentran ahora con que algunas de las mejores rutas, que atraían a un mayor número de visitantes hasta la zona, quedaron arrasadas por el fuego.
A las pérdidas medioambientales se suman el impacto que los fuegos tendrán en la actividad económica de algunos ayuntamientos y la contaminación de puntos de abastecimiento de aguaComienzan también a verse otros daños que causaron los fuegos, como es la contaminación de algunos de los principales riachuelos que abastecen núcleos como los de Vilameá, A Devesa o Os Baños. Ante esta situación, se valora que se declare zona catastrófica para poder asumir su recuperación.
"No puede ser qué ni se permitan hacer cortafuegos para intentar proteger de alguna manera estos montes del fuego" (Domingo González, comunero)Por su parte, entre los vecinos de los lugares más vinculados con el Parque acusan las carencias que van constatando en su día a día. "No puede ser qué ni se permitan hacer cortafuegos para intentar proteger de alguna manera estos montes del fuego. En su afán por proteger algunas especies al máximo están propiciando que acaben arrasadas como ha acontecido ahora", valora Domingo González que evidencia la descoordinación existente entre administraciones. "Medio Rural te da el permiso y te obliga a desbrozar para mantener limpias algunas zonas y llegas aquí y no te dejan hacerlo", indica. "Durante años, las culpas de los incendios las llevaron los ganaderos y los cazadores, pero hace tiempo que la gente se concienció y saben de los problemas de las zonas quemadas. Los ganaderos saben bien que se pueden enfrentar a multas de 100 euros por vaca si las encuentran en las zonas quemadas a lo largo de los próximos años, por lo que no tienen ningún interés en eso", apunta el comunero. La falta de mantenimiento de los viales que transcurren por los montes es otra de las críticas que hacen los vecinos de la zona. "Tanto los cortafuegos como los caminos de acceso no están limpios y no se mantienen en buenas condiciones, por lo que es imposible que luego sirvan de cortafuegos", valora Álvaro González, un joven apicultor del lugar de Torneiros, en la parroquia de Río Caldo (Lobios). "El monte tiene que valer más estando lleno de vida, y ahora casi parece que valiera más muerto. Yo quiero que siga habiendo el parque, que se mantenga el espacio protegido, pero no abandonado", indica. "Hay muchas zonas de estos montes que se están volviendo totalmente inaccesibles. Incluso hay dificultades para encontrar empresas que se encarguen de venir a hacer desbroces", apunta Davide Outeiro, veterinario y apicultor en la parroquia de San Mamede de Grou. "El fuego es solo la bandera visible del abandono que está sufriendo el rural, y en especial la provincia de Ourense, con la supresión de servicios y las continuas trabas, que no hacen más que invitarte a marcharte de él", valora.
"El fuego nos afecta a todos. Este año mis abejas se han salvado, pero tendrán más dificultades para pecorear (Álvaro González y Davide Outeiro, abejeros)Los apicultores miran con preocupación la superficie arrasada por el fuego. Aunque esta vez los colmenares de estos dos profesionales no se vieron afectadas directamente por las llamas, los incendios también le pasarán factura. "El fuego nos afecta a todos. Este año las abejas se han salvado, pero tendrán más dificultades para encontrar polen. Este año se han librado, pero da miedo pensar que para el año puede tocarle a mis colmenas", reflexionan. En las comunidades de montes también acusan a las trabas que encuentran para realizar acciones, en muchos casos, de protección a masas boscosas. "Es difícil comprender cómo la mayor parte de las ayudas europeas que vienen para la gestión de los montes van a parar a los ayuntamientos, en vez de ser las comunidades de montes las que puedan acceder a ellas, para poder invertirlas en el monte", explica Domingo González.
Pretenden crear una mancomunidad de comunidades de montes con la que trabajar en la organización del territorio e incidir en la prevenciónBuscan establecer una mesa de trabajo en la que puedan colaborar las distintas entidades y organismos en la búsqueda de soluciones tanto a corto como a medio plazo para la gestión de estos montes. De manera inmediata proponen recuperar los espacios quemados y realizar acciones que eviten corrimientos en las laderas más pronunciadas para evitar nuevos episodios de contaminación. Además, pretenden crear más fajas de protección tanto para los núcleos como en los montes y afrontar una nueva organización y planificación del monte. "La emigración, la orientación hacia una explotación forestal de estos montes o el abandono del pastoreo propiciaron el abandono del monte. Vemos que la gestión que se hizo no está funcionando, por lo que habrá que probar nuevas estrategias para evitar que se repitan los fuegos año tras año", apunta Yañez. "Hay mucha gente que ha retornado y que tiene interés en mantener vivos los montes. Es necesario que la Administración también escuche a los propietarios y vecinos de la zona, que no sigan trabajando de espaldas a nosotros", explica. En estos días también la consejera de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, así como la directora general de Patrimonio Natural, Belén del Campo, mantuvieron una junta por videoconferencia con los alcaldes de Lobios y Muíños para comenzar a trazar la estrategia de recuperación del parque. Por el momento, los agentes medioambientales tanto de la consellería de Medio Ambiente como de Medio Rural continúan a colaborar con las fuerzas de seguridad para esclarecer las causas de estos fuegos y localizar a sus responsables.