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EDV, una bodega de la Ribeira Sacra que apuesta por los vinos blancos

Pablo, en uno de los viñedos de la bodega familiar en Margaride En la aldea de Margaride, perteneciente a la parroquia de Quintá de Lor (Quiroga) está EDV Viticultores, un proyecto familiar de elaboración y comercialización de vino que está creciendo, con la plantación de cepas de variedades como godello, treixadura, blanco legítimo o loureiro y la construcción de una nueva bodega enfocada también hacia el enoturismo. En la casa de Pablo, la Casa do Cosme, siempre se hizo vino, igual que en la mayoría de las de la zona. Su padre, José González Losada, se marchó de funcionario a Ponferrada pero mantuvo las vides hasta que en el año 1999 Pablo decidió que quería vivir en el rural y apostó por profesionalizar la producción. “Cuando empezamos teníamos unos 5.000 metros cuadrados en 3 o 4 parcelas”, recuerda Pablo. Hoy trabajan más de 10 hectáreas (6,5 propias y 4 mediante otro tipo de tenencia) y están preparando el terreno para plantar otras 4 hectáreas, tres de ellas pegadas a la bodega por la parte de arriba.
Trabajan 10 hectáreas y están plantando otras 4. Hacen diferentes tipos de vino, desde vino de mesa a vinos especiales
Además de decantarse por los vinos blancos dentro de una Denominación de Origen caracterizada por los tintos, EDV busca diferenciarse a través de sus vinos de guardia y de barrica y, a nivel productivo, lleva a cabo medidas culturales en la viña para reducir el uso de fitosanitarios. Apuesta por los blancos en la tierra de los tintos Pablo ha apostado siempre por las variedades blancas en sus viñedos. “La primera planta de godello que compramos la trajimos en el año 1992”, destaca. En las nuevas hectáreas que están plantando el 95% van a ser también variedades blancas, sobre todo godello, pero también treixadura, blanco legítimo y loureiro. En la actualidad ya cuentan con un 85% de godello y con un 15% de treixadura.
La primera planta de godello que compramos la trajimos en el año 1992
La nueva plantación da sentido a muchos años de trabajo. Lograron hacerse con 26 parcelas para juntar en una pieza 4 hectáreas pegadas a la bodega por la parte de arriba, entre las casas y el monte. Es también de este modo el mejor cortafuegos que tiene hoy la aldea de Margaride, que se salvó por poco del incendio que afectó a la zona hace 3 años. “En esta finca había tojos y maleza, esa era la vegetación espontánea que tenía, y la capa de suelo eran 3 dedos, pero el suelo puede hacerse encalando y abonando, lo más importante es la orientación, sobre todo pensando en poner godello”, dice.
El viticultor tiene que buscar optimizar la parcela al máximo
El diseño de la plantación está pensada para optimizar la parcela y también para facilitar el trabajo, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de mano de obra, que ya se están dando en momentos como el de la vendimia. “En una parcela profesional lo que tienes es que optimizarla al 100% sin perder los ratios de calidad”, defiende. Entre hileras están dejando entre 2,15 y 2,20 metros para poder mecanizar y optaron por colocar espalderas a 45 grados en los perímetros (suman 1 km todo alrededor de la finca) y parrales a 3,5 metros de altura en las zonas de volteo de la maquinaria para no perder esos espacios para la producción. “Esas zonas ocupan en total unos 7.000 metros cuadrados, que equivalen a unos 8.000 o 9.000 kilos de uva, que pasado a dinero son unos 15.000 o 16.000 euros”, calcula Pablo. Pensando en la barrica Parte del vino elaborado por EDV pasa en barrica entre 4 y 14 meses Tienen previsto también arrancar unos 8.000 metros cuadrados de mencía y reestructurar las variedades tintas con la plantación de caíño, con la intención de “apoyar en los vinos de guardia y ayudar a la uva mencía en los procesos de barrica”, explica. “Nuestra intención es reducir vinos jóvenes e irnos más a vinos de guardia y barrica y el caíño tiene más estructura y más cuerpo que la mencía y también más taninos y más color”, explica Pablo. “Pienso que el futuro de la Denominación de Origen pasa por reducir los vinos jóvenes y apostar más por la barrica. Ribeira Sacra tiene vinos para competir en ese mercado con Borgoña, con Brasil, con Chile, con EEUU o con grandes zonas de Italia”, asegura.
El mercado de los vinos jóvenes se está reduciendo; hay que buscar otras alternativas a la hora de elaborar
“El mercado de los vinos jóvenes se está reduciendo; hay que buscar otras alternativas a la hora de elaborar y posicionar en el mercado otras alternativas porque la tendencia mundial no es la de los vinos jóvenes y nosotros tenemos que entrar en la Champios League de los vinos tintos, no podemos seguir en Segunda División. Ahora somos los primeros de la Segunda División y lo que tenemos que tratar es de ascender e ir hacia los primeros puestos de la Primera División”, compara Pablo. “Los grandes vinos se logran a base de mezclar uvas de distintas parcelas, donde cada una de ellas aporta la riqueza que tiene”, dice. Con esa idea, se hicieron también con una hectárea de terreno en O Carballo, a 700 metros de altitud, tratando de buscar vinos con menos graduación alcohólica y con más acidez. “Con esa uva buscamos frescura, vinos de 12 grados más expresivos en boca”, explica. “El godello no se da en todos los sitios ni vale para todo el mundo” Nueva plantación realizada en la ladera situada detrás de la bodega, con orientación nordeste y el río Lor al fondo. Margaride se sitúa en primer término y Freixeiro enfrente, en la otra orilla Pero en ese proceso para complementar la uva mencía Pablo alerta de la complejidad que supone trabajar con variedades como el merenzao, al igual que pasa con algunas variedades blancas. “Ahora que está muy de moda el godello hay que pensar que es una variedad que no se da en todos los sitios y aquí en la Ribeira Sacra hay que escoger muy bien donde se planta”, dice, porque “hay que tener mucho cuidado con las orientaciones, con las isolaciones y con los tipos de suelos”. “Al mencía le vale todo, pero al godello no”, remarca.
Al mencía le vale todo, pero al godello no; hay que tener mucho cuidado con las orientaciones, con las isolaciones y con los tipos de suelo
“Nosotros estamos en una de esas zonas en las que se da y tenemos experiencia de muchos años manejando esta variedad”, añade. Aun así, reconoce, “no estamos en el godello a un 70 u 80% de producción como podemos estar en una variedad tinta, estamos mucho más bajos”. Eso hace que los precios de la uva sean más altos a respecto de la mencía, tanto por la menor producción como por la necesidad de mayores cuidados. “De un día para otro el godello cambia por completo y en menos de 24 horas puedes perder la cosecha, mientras que en el mencía pasan 9 o 10 días para empezar a notar los síntomas”, asegura.
Tú no puedes meter a la gente a una variedad que desconoce y que requiere de muchas más atenciones cuando aquí la mayoría de la viticultura es de fin de semana
Por eso, dice, “tú no puedes meter a un viticultor no profesional a una variedad que desconoce y que precisa de una profesionalización altísima porque hay que estar atendiéndola al 100% cuando aquí la mayoría de la viticultura es de fin de semana”, advierte. 40.000 kg de uva La producción actual de EDV es de unos 40.000 kilos de uva al año en sus parcelas, más algo que compran a mayores a otros viticultores locales. De esa producción más del 85% son variedades blancas y el 15% restante tinto. Pablo, que es una persona observadora y que gusta de trabajar con datos, pone números a las producciones medias en la Denominación de Origen y sus costes. “El máximo que está permitido son 9.000 y pico kilos por hectárea de mencía y hay que andar detrás de los viticultores porque todos se van a 10 o 12.000 kilos y sin grandes atenciones, porque la mencía es una variedad super agradecida”, asegura.
Con la mencía u otra variedad tinta puedes dormir tranquilo; el godello es para no dormir
Sin embargo, dice, la producción máxima para el godello está establecida en 11.800 kilos, pero “el año que consigues 8.000 eres un fenómeno”, admite. “Cuando se habla de que el godello se paga tanto hay que echar cuenta también de los costes de producción, porque duplicas tratamientos y duplicas trabajo en viñedo haciendo podas en verde, varando, atando, recortando, que es algo que no lo haces en la mencía. Por eso, la diferencia entre los 15.000€ por hectárea que le puedes sacar a una parcela de godello con respecto a los 11.000€ de una de mencía está en eso, en los gastos a mayores, el trabajo y los dolores de cabeza”, razona. Sumiller en certámenes internacionales Pablo lleva unos 10 años asistiendo a catas internacionales, a las que acude tanto con sus vinos como también como sumiller y destaca la gran valoración que tanto los blancos como los tintos de la Ribeira Sacra alcanzan en certámenes como CERVIM, considerado el más importante para la viticultura heroica a nivel mundial. Acudir a estos certámenes le sirve para hacer contactos pero también para conocer de primera mano cómo están evolucionando las tendencias en el sector del vino. “Hago unas 8 o 10 catas todos los años, tanto en España como en otros países, como Francia, Italia, Alemania o Bélgica y eso me permite estar al día de los cambios en el sector y ver cómo se está trabajando en las distintas zonas. Eso me ayuda después a acabar de perfilar nuestros vinos y tomar decisiones en nuestra bodega”, razona.
El año pasado lograron un Gran Oro en blancos y un Oro en tintos en CERVIM en Italia
El año pasado lograron con sus vinos 16 premios, entre ellos un Gran Oro en CERVIM en Italia para Inseparables godello y un Oro para el Don Cosme mencía. En los tintos, hacen dos vinos jóvenes (Don Cosme e Inseparables) y dos más en barrica (A Conchousa y As Covas), lo mismo que en los blancos (los jóvenes Don Cosme e Inseparables y O Robledo y A Carreira, que maduran 4 y 14 meses en barrica respectivamente). A mayores, tienen la marca 40 años, de la que los beneficios obtenidos son donados a la investigación contra la enfermedad degenerativa del ELA. Diferenciación Inseparables godello y mencía de EDV, premiados en distintos certámenes en los últimos años En esa apuesta por la diferenciación, la bodega EDV destina el 50% de su producción a vinos de rotación anual y la otra mitad a elaboraciones especiales. “En los blancos, por ejemplo, tenemos un godello joven con mucha intensidad aromática, muy fácil de beber, y en las cepas más viejas hacemos vinos más estructurados y más complejos en nariz que van a estar 2 o 3 años en botella y que son vinos de cuerpo como los que se hacen en Francia o en Italia. Y en los tintos, lo mismo, mezclamos garnacha con mencía hasta en un 15% para sacar vinos jóvenes y los vinos más estructurados se meten a barrica. Buscamos vinos de largo recorrido, que puedan estar 2 o 3 años en barrica pero que no evolucionen”, explican.
Los vinos de rotación anual son los que te permiten pagar las facturas y los vinos más marquistas, con mayor margen, son los que te permiten invertir en la explotación
Esos vinos especiales, dice, “no tienen un mercado local tan fácil, sino que se van sobre todo al mercado nacional e internacional, posicionados en tiendas gourmet y restaurantes con una carta de vinos más compleja, pero ahí hay que pelear mucho el mercado y salir fuera”, asegura.
En mercados donde la oferta supera a la demanda vende el más hábil
“La gente quiere probar algo distinto, esa es la tendencia a nivel mundial y si queremos vender tenemos que irnos a eso”, defiende. As Covas, por ejemplo, es un vino tinto elaborado por EDV en el año 2019 con un 85% de uva mencía muy madura de cepas viejas y un 15% de garnacha que dio un rendimiento próximo al 20%, en la que no se pudo mecanizar el despalillado y que estuvo después 14 meses en barrica. “Fue una apuesta muy personal mía, una apuesta arriesgada porque o te encanta o no te gusta nada. Ha logrado ya dos Grandes Oros y llegó a 99 puntos. Es un vino que está aún nervioso en cata, pero que ya se puede beber, pero hay que esperar aún al 2025 para que esté en plenitud. Es decir, son 5 o 6 años en total para que esté en el momento óptimo”, destaca.
Si un vino no nos convence lo bajamos de categoría y lo vendemos como vino de mesa fuera de la Denominación de Origen para no devaluar nuestras marcas principales
Pero además de esos vinos top, también trabajan en el sector del vino de mesa fuera de la Denominación de Origen en formato bag in box. “Eso te permite acercarte a un público que no quiere gastarse 10 o 12 euros en una botella de vino y al mismo tiempo seleccionar más la uva y ganar calidad en el resto de nuestros vinos, porque cuando un vino no nos convence para incluir en la Denominación de Origen lo bajamos de categoría y lo vendemos como vino de mesa”, explica Pablo. De este modo trabajan los tres segmentos de mercado: el del vino de mesa, el del vino joven y el del vino especial. Descenso en el uso de fitosanitarios A nivel de viñedo, EDV lleva muchos años apostando por medidas culturales para reducir el uso de fitosanitarios. “Hay que modificar la manera de trabajar en la viña, porque si podamos en febrero es muy probable que nos llueva en abril o en mayo, por lo que vamos a tener floración con mucha humedad y en los días buenos mucha infección por hongos; mientras que si podamos en marzo el ciclo de la planta irá más retrasado y la floración coincidirá más hacia junio, cuando seguramente tendremos mejor tiempo y así podemos ahorrar ya dos tratamientos”, argumenta. El cambio climático acelera los ciclos naturales de la planta y ayuda a que esas vides podadas más tarde sean capaces de coger a las otras y llegar al mismo tiempo a la vendimia, dice, y el hecho de podar más tarde también les permite no tener que emplear tampoco productos fitosanitarios antibotríticos, algo importante a la hora de elaborar el vino, considera Pablo. “Es lo que te permite trabajar más tranquilo en bodega y, excepto en los vinos blancos, no usamos tampoco levaduras”, destaca.
Llevamos más de 20 años sin usar herbicidas
En sus viñedos no emplean tampoco herbicidas. “Llevamos más de 20 años sin usarlos”, destaca Pablo. “O bien tenemos cubiertas vegetales o bien desbrozamos o aramos, pero no usamos glifosato de ningún tipo”, explica. Otra de las claves en el trabajo que hacen en la viña son las analíticas de suelo para ajustar mejor el abonado, y las enmiendas que hacen al suelo son siempre de abono orgánico. Apoyarse en la tecnología y en el saber popular Además de reducir el número de tratamientos fitosanitarios que aplican, otro de sus objetivos es maximizar su eficacia cuando los echan. Por eso van a montar dos estaciones meteorológicas con las que podrán medir la humedad del suelo, la humedad de la hoja y el punto de rocío. Teniendo en cuenta las condiciones orográficas y para tener datos fiables de las distintas zonas, una va a estar situada en la zona alta de la parcela, con un 30% de pendiente, y la otra en el fondo, cerca del río, donde la finca es llana. Además de proporcionarles datos valiosos y en tiempo real a ellos, estas estaciones también van a ser útiles a otros viticultores, ya que están dentro de una red de alertas que hay creada a nivel de toda Europa para tener una previsión certera de cómo viene el tiempo.
El godello es muy caprichoso para el sol, no puede cogerlo el atardecer porque sino lo quema, por eso no se le pueden sacar las hojas de poniente
Las condiciones climatológicas son especialmente relevantes en el caso del godello. “Aquí tenemos 3 grados menos que en Quiroga, la planta hidrata la hoja con esa llovizna de la noche, por eso aquí se da el godello, porque no sufre ese estrés”, asegura. En variedades como el godello tienen también muy en cuenta la orientación con respecto a la puesta de sol, tanto en el momento de hacer la plantación como después a la hora de trabajar con ella. “El godello es muy caprichoso para el sol, no puede cogerlo el atardecer por el lateral porque sino lo quema. La clave del éxito del godello es esa”, dice Pablo. Por eso, explica, “al godello no se le puede sacar la hoja en el poniente”. “Son medidas que vas aprendiendo a base de perder cosechas”, reconoce. Variedades resistentes “Cada vez estamos teniendo más enfermedades y las plantas son menos resistentes, por lo que cada vez son necesarios más tratamientos, pero ahora la Agenda 2030 nos pide que tenemos que rebajar a la mitad el uso de fitosanitarios. Hay que decirle a Bruselas que eso es imposible en este momento”, insiste Pablo, que mantiene esperanzas en que se pueda lograr más a largo plazo a través de la investigación en variedades resistentes. “Desde hace 2 o 3 años se están haciendo ensayos en España sobre variedades resistentes a enfermedades como el hongo del mildiu o al oídio, pero por muy prometedores que sean los resultados hay que esperar por lo menos 5 años más para que esas variedades estén disponibles para plantar y otros 10 para que alcancen su producción máxima”, explica. Pablo se queja del conformismo del sector, más aún en la zona noroeste, más dependiente del uso de fitosanitarios. “En la Mancha con dos manos de azufre resuelven y eso es barato y se puede echar sin problemas, pero en la Ribeira Sacra estamos con 7 u 8 tratamientos tranquilamente y si te vas al Ribeiro ya son 10 o 12 y en las Rías Baixas 17 o 18 tratamientos”, indica.
En la Mancha con dos manos de azufre tienen el año resuelto, pero en la Ribeira Sacra estamos con 7 o 8 tratamientos, en el Ribeiro con 10 o 12 y en Rías Baixas con 17 o 18
“Tenemos las medidas más restrictivas de la historia en fitosanitarios, pero mientras los viticultores franceses estaban cortando las autovías y eran parte activa en las protestas de los agricultores del país, nosotros estábamos en casa”, compara. “Se están sacando las materias activas que funcionan. Las que se retiran por alertas de salud me parece normal y lógico, pero las que se sacan por capricho o porque no son rentables a las farmacéuticas ya no me parece bien”, protesta. El reto de las enfermedades de la madera Uva mencía de la bodega en una de las últimas vendimias A finales del siglo XIX a filoxera afectó de lleno a la zona de Quiroga. “No quedó nada”, relata Pablo. A raíz de su paso, poco a poco se fueron cambiando las variedades autóctonas prefiloxéricas por otras. “Después de la filoxera, las primeras cepas que vinieron para aquí las trajo el abuelo de mi padre, no se sabe de qué variedades pero es muy probable que fuesen alicante o palomino”, cuenta.
Después de la filoxera, las primeras cepas que vinieron para esta zona las trajo mi bisabuelo
La filoxera, dice, continúa presente. “Se ve aún en la tierra, sigue siendo un problema que no está solucionado pero es secundario porque tenemos otros más graves”, afirma. “Las enfermedades de la madera son la gran filoxera del siglo XXI”, asegura. Actualmente, las enfermedades de la madera en viñedo que presentan una mayor incidencia en plantas jóvenes son la enfermedad de Petri, el pie negro de la vid y el decaimiento por Botryosphaeria. Esta última enfermedad también puede afectar a vides adultas, junto con la yesca y la eutipiosis.
Las enfermedades de la madera son la gran filoxera del siglo XXI
Pablo alerta de la dificultad para encontrar planta en los viveros libre de los hongos que provocan estas enfermedades así como el reto que para el sector supone la falta de tratamientos efectivos para combatirlas. “No tenemos ninguna herramienta eficaz para luchar contra ellas y provocan daños muy importantes”, dice, convencido de que van a condicionar la rentabilidad de las explotaciones vitivinícolas en los próximos años. “Se está hablando de crear variedades resistentes al mildiu, al oídio y al black rot, pero para eso tenemos tratamientos. A lo mejor hay que apostar por medidas culturales y dejar algún año con menos tratamiento, asumiendo ciertas pérdidas en la cosecha, para que las plantas vayan perdiendo resistencia y los tratamientos sean más efectivos. Pero para la yesca o para la virosis no tenemos nada y esas enfermedades se están contagiando en los viveros, por lo que nos llegan las plantas ya enfermas. A nosotros nos certifican que la variedad es mencía y el patrón 110, pero no que ese patrón venga libre de enfermedades. Hay 8 o 10 enfermedades víricas de la madera que hacen que plantes las cepas hoy y se sequen a los 4, a los 6 o a los 10 años”, alerta.
Es necesario investigar más en las enfermedades víricas, porque para el mildeu y el oídio tenemos tratamientos; para donde no los tenemos es para la yesca o para la virosis
“Estamos buscando una cosa sin tener solucionada la otra. Yo pienso que lo primero que hay que solucionar es lo de abajo, el pie franco que vas a poner, el portainjertos, porque para las enfermedades de arriba tenemos tratamientos; para donde no los tenemos es para las de la tierra”. Pensando en el futuro Don Cosme es un vino que pretende hacer un homenaje a la tradición EDV es un proyecto familiar que está dando los pasos necesarios para garantizar su viabilidad futura y el relevo generacional, un reto al que se tendrán que enfrentar en los próximos años muchas de las 96 bodegas que hay en la Ribeira Sacra. Además de Pablo y su mujer Sandra, ya está incorporado también su hijo, Geovanni, que estudió Viticultura y Enología, lo mismo que tiene pensado hacer Sandriña, su hija, que estudia en estos momentos Servicios, algo pensado para complementar con el turismo la parte productiva.
En el sector primario hay que trabajar siempre a 10 años vista
“Una de las intenciones que tenemos con las obras que estamos haciendo en la bodega es meternos de lleno en el enoturismo; queremos profesionalizarnos también en ese campo”, avanza Pablo. “En la aldea de As Covas, perteneciente a la parroquia de Augasmestas, tenemos otra hectárea de godello que da al río Sil y hay una ruta de senderismo que une esas dos cuencas con la bodega”, explica. EDV es un proyecto que mira al futuro pero que bebe de la tradición. Por eso, acaban de cambiar la imagen de una de sus marcas principales, Don Cosme. El diseño fue hecho mediante inteligencia artificial pero quiere representar el pasado de la producción de vino en la zona. “Es un hombre de espaldas. Ese hombre es mi padre, mi abuelo o cualquier persona mayor del sector primario de espalda ancha y trabada por trabajar la tierra”, dice Pablo. Un homenaje en definitiva a toda una historia, la de los hombres y mujeres que mantuvieron el rural vivo y la tradición del vino en el valle de Quiroga y en toda la Ribeira Sacra.  

¿Es posible reconvertir la Ribeira Sacra hacia el godello?

EDV lleva muchos años apostando por el godello como variedad principal en la bodega junto con la mencía En este momento en el que parece que los vinos tintos están pasando una crisis, al menos a nivel español, Pablo, que apostó por las variedades blancas desde sus inicios, reflexiona sobre la posibilidad real de reconvertir una zona de producción tradicionalmente vinculada al mencía, como es la Ribeira Sacra, hacia los vinos blancos. “No considero que la solución para la DO Ribeira Sacra sea que todos arranquemos el mencía para plantar godello”, afirma. “Tratar de cambiar ahora el sector al blanco puede suponer meter a los productores en un camino sin salida, más aún teniendo en cuenta que la edad media de los 1.200 viticultores de la Ribeira Sacra es de 70 años”, recuerda.
No considero que la solución para la DO Ribeira Sacra sea que todos arranquemos el mencía para plantar godello
En el territorio que abarca la Denominación de Origen hay en este momento unas 1.200 hectáreas amparadas por el sello de calidad, en las que se producen unos 5 millones de kilos de uva tinta y un millón de blanca, “de los que medio millón provienen de los últimos 5 años, porque los ratios hace una década eran de 4 millones de kilos de uva tinta y 200.000 de uva blanca”, matiza Pablo. “No podemos organizar una charla y decir que el camino es el blanco, tenemos que reflexionar por qué nuestros antepasados hicieron esa distribución ya que, o bien eran tontos y se les olvidó poner godello o, por el contrario, eran listos, probaron y vieron que no era efectivo poner esa variedad en esta zona”, razona.
Pasarse al godello, donde las condiciones de suelo y orientación lo permitiesen, requeriría de una profesionalización total de los productores
Por eso, dice, hay que ser cautos a la hora de sustituir unas variedades por otras en función de la demanda puntual del mercado, aunque esté subvencionado el injertado y los dos años de pérdida de producción, porque “puede ser tirarse a un pozo sin fondo”. “¿Queremos caer de nuevo en el error en el que se cayó en el año 2000 de la industrialización, en el error de arrancar variedades por que sí para plantar otras por que sí y que después no sean viables?”, pregunta. “En aquel momento se arrancaron variedades muy buenas que se perdieron y que hoy se están empezando a recuperar, como la garnacha, que estaba implantada aquí sin problema, pero llevamos 20 años para deshacer aquel error de plantar tempranillo, que hoy se está sacando porque no da”, asegura, por lo que insiste, “¿vamos ahora a aconsejarle a la gente pasarse al godello por el hecho de que tengamos un problema puntual con el mencía?”.
Lo que tenemos es que resolver el problema de los tintos y mejorar por ese lado, porque tenemos cepas con unas edades brutales de las que podemos sacar una calidad única
Las consecuencias de eso, dice, sería “dejar a Galicia sin tintos”, toda vez que la Ribeira Sacra es la única Denominación de Origen de Galicia centrada principalmente en los vinos tintos, por lo que Pablo propone “aprovechar esta diferenciación en vez de pasarse a la moda de los vinos blancos”. “Lo que tenemos es que resolver el problema de los tintos y mejorar por ese lado, porque tenemos cepas con unas edades brutales de las que podemos sacar una calidad única”, defiende.“Hay que seleccionar más porque el mercado se ha hecho más exquisito y los mínimos de calidad que nos pusimos en la Denominación de Origen hace 30 años hoy ya no valen. El problema de la Ribeira Sacra fue la masificación de la producción sin saber dar el salto al mercado, centrándose solo en los vinos jóvenes”, argumenta. Además, asegura, en este momento existe mayor competencia porque se rebajaron precios en otras denominaciones de origen con vinos tintos, como puede ser Rioja o Ribera del Duero, donde se aumentó mucho la producción, al igual que en zonas de Francia o Italia donde también tienen sobreproducción.
Borgoña arrancó 8.000 hectáreas de viñedo para plantar olivos y en Rioja va a pasar lo mismo
“Borgoña arrancó 8.000 hectáreas no hace mucho tiempo, tuvieron una subvención para eso y plantaron olivos”, explica. “Y en España se habla de que en Rioja posiblemente también tengan que arrancar otras 8.000 hectáreas, pero de momento es un globo sonda y estaremos 2 o 3 años hablando de eso y con una sobreproducción de vino en las bodegas que va a bajar los precios y afectarnos también a nosotros, porque Rioja está copando el mercado con excedentes y tirando los precios”, denuncia. “Los nuevos hábitos tras la pandemia favorecen a los blancos” En la Ribeira Sacra, reconoce, también se están notando esos problemas de acumulación de stocks en las bodegas, aunque considera que se trata de una situación puntual. “Se dieron dos años de una muy buena producción y venimos de la pandemia, en la que las bodegas asumimos todas las uvas para no dejar al viticultor tirado y cuando comenzamos a vender vimos que la cosa arrancó más ralentizada, porque coincidió con el verano y las terrazas son más de vinos blancos, porque cuando hace calor se piden cosas frías”, asegura.
¿Se ralentizó el consumo de vinos tintos o es que no hicimos los deberes para volver a ponerlos en el mercado?
La incorporación de la mujer como consumidora de vinos también está ayudando al despegue de los blancos en detrimento de los tintos y Pablo es crítico con la estrategia seguida por el sector. “Es muy fácil echar los balones fuera y buscar el culpable en otro lado pero también tenemos que ser objetivos y mirar lo que nosotros hicimos”, dice. “¿Se ralentizaron los tintos o es que no hicimos los deberes para volver a ponerlos en el mercado? Porque durante la covid se cogieron unos hábitos que no había antes, como el de mayor consumo en casa y el del gusto por probar cosas nuevas y ante esas nuevas tendencias la estrategia de las bodegas, las Administraciones y las Denominaciones de Origen fue cero”, opina.
La Denominación de Origen está en este momento en una encrucijada importante y quizás tenga sobre la mesa el mayor problema en sus 30 años de historia
Ante la “lentitud” en la salida de vinos tintos las bodegas tienen los depósitos ocupados, por lo que Pablo considera necesario “buscar fórmulas para dar salida a ese stock de producto porque en pocos meses estamos vendimiando de nuevo”, advierte. “Yo pienso que de la Denominación de Origen está en este momento en una encrucijada importante y quizás tenga sobre la mesa el mayor problema en sus 30 años de historia, pero también toda la comarca de la Ribeira Sacra, porque corremos el riesgo de perder bodegas pero, sobre todo, a una parte importante de los viticultores y, con ellos, la imagen para el turismo; el momento es crucial”, asegura Pablo. El cambio climático pone en el mapa a Galicia Con todo, es optimista sobre el futuro del sector del vino en Galicia, entre otras cuestiones por los efectos del cambio climático sobre muchas zonas productoras a nivel mundial. “Es cierto que por la sequía estamos en un lugar privilegiado, en una de las zonas óptimas para la producción de vinos hoy y en las próximas décadas”, dice. “¿Por qué las grandes firmas de vinos en España se están viniendo a la zona noroeste, del Bierzo para aquí?”, reflexiona.
Las grandes bodegas de Rioja o Ribera del Duero están comprando aquí porque con el vino blanco gallego quieren vender su tinto
Ese aterrizaje en Galicia de importantes bodegas procedentes de la Rioja o Ribera del Duero está provocando también una cierta fiebre del vino blanco gallego. “Tienen en su portfolio unos tintos muy buenos de los otros lados y quieren meter también uno de los mejores blancos del mundo, porque eso es lo que les va a ayudar a vender sus tintos en mercados como los EEUU, porque tú tienes 2 millones de botellas de vino tinto y 300.000 de blanco pero con esas 300.000 vas a entrar para vender los otros 2 millones de tinto”, razona. “Esa misma estrategia también se puede hacer aquí en la Ribeira Sacra con el godello y el mencía”, asegura. Pablo llama además la atención sobre los riesgos que lleva aparejados la llegada al sector del vino gallego de grandes bodegas foráneas. “Debemos cuidar y mantener el tejido productivo, porque no es lo mismo que una bodega compre 100.000 kilos de uva a 10 pequeños viticultores que que produzca ella esos 100.000 kilos de uva porque no fija población ni crea riqueza en la zona de igual manera. Ese fue el modelo que implantaron en Rueda o en Ribera del Duero y allí todo viene de fuera, porque las grandes bodegas tienen centrales de compras y no compran a la tienda local. En Galicia eso de momento es diferente y no se debería perder”, defiende.

Aitor Rodriguez, un joven viticultor en uno de los viñedos más antiguos de la Ribeira Sacra

Hablamos con Aitor Rodríguez, fundador y administrador general de Bico de Lagar, vino tinto Mencía de la DO Ribeira Sacra. Conocemos cómo trabajan en esta bodega y cómo fue la cosecha de este año. Aitor Rodríguez y su tío quieren hacer una apuesta por la calidad y la producción en ecológico, aunque de momento aún no cuentan con la certificación del CRAEGA , que esperan conseguirlo en unos años. Su finca A Salamanca, situada en la zona de Eivedo, en Vilachá de Salvadur, en Pobra do Brollón (Lugo), ya aparece mencionada en documentos históricos de 1403. ¿Como empezó el proyecto Bico de Lagar? El proyecto empezó a planearse en 2019 con mi tío. No teníamos pensado hacer nada serio y al final nos metimos en la compra de las viñas y las finalizamos en 2020, cuando adquirimos la propiedad de A Salamanca. Empezó como un juego entre tío y sobrino y al final se está convirtiendo en algo muy bonito para nosotros. ¿Dónde están situadas las fincas y qué extensión y características tienen? Las fincas se sitúan en la Ribeira Sacra, concretamente en la zona de Eivedo, que junto con Os Conventos y Lagares conforman las tres riberas vitícolas de Vilachá de Salvadur. El viñedo de A Salamanca abarca dos parcelas y tiene datación de 1403, ya que perteneció al Monasterio de Montederramo. Tiene una extensión de unos 6000 metros cuadrados. Luego tenemos otra parcela que nos cedió un vecino, que está un poco más arriba y tiene una extensión de unos 1600 metros cuadrados. A diferencia de A Salamanca, ésta es de cepas centenarias en vaso. La orientación de las fincas es totalmente sur, en el embudo de Quiroga, donde tenemos bastantes corrientes de viento y así evitamos botritis y otros posibles problemas. Geológicamente son fincas muy especiales. En primer lugar encontramos mucho “ojo de sapo”, un mineral que también se encuentra en otras fincas cercanas pero creo que es una gran singularidad. Además, en la finca A Salamanca, encontramos bastante cuarzo blanco, lo que es más raro incluso, tanto en esta ribera como entras viñas de Galicia. El suelo y la climatología son los dos factores que más influyen en la uva y aquí por suerte tenemos unas condiciones muy buenas, se evitan muchos costes en sulfatos y enfermedades
“Geológicamente son fincas muy especiales, pues tenemos mucho ojo de sapo y bastante cuarzo, algo muy especial en un viñedo”
¿Que variedades de uva cultiváis? Estamos todo con Mencía, de hecho Bico de Lagar se elabora con Mencía 100%. Tendremos unos 60 o 70 kg de Garnacha en cepas sueltas, que se fueron replantando hace 50 o 40 años, son cepas viejas. Luego tenemos 3 cepas de Tempranillo y no tenemos nada de uva blanca. ¿Valoráis producir en ecológico? Pues está complicado porque antiguamente en este viñedo daban herbicidas, entonces entiendo que para conseguir ahora el certificado ecológico tendrían que pasar varios años pues solo llevamos desde 2020. No trabajamos con herbicidas, solo usamos desbrozadora y sachamos las cepas y bancales. A la hora de los tratamientos, intentamos no dar sistémicos, pero este año fue imposible si queríamos recoger uva. Pero intentamos hacer todo lo más ecológico posible, tanto en viña como en bodega. Mirar muy bien la acidez de la uva, que entre perfecta en bodega. Uno de nuestros objetivos es intentar acercarse lo máximo posible al cultivo y elaboración en ecológico.
“Uno de nuestros objetivos es intentar acercarse lo máximo posible al cultivo y elaboración en ecológico.”
¿Resulta difícil conseguir trabajadores? Difícil no, imposible, como quien dice. La viña la gestionamos entre mi tío, que es mi socio, y yo. De vez en cuando contamos con la ayuda de algún familiar, en momentos muy puntuales. Meter a una persona contratada todo el año creo que sería muy complicado para una bodega pequeña como la nuestra, pero bueno, todo se andará, intentaremos poder hacerlo. ¿Como surgió el nombre Bico de Lagar y qué significa? Surgió un día en un bar con mi buen amigo arqueólogo Xurxo Ayán. Empezamos a deliberar, se interesó mucho por el proyecto. Un día me llamó y me dijo: Aitor, creo que tengo el nombre para el vino. La verdad es que me encantó. El nombre Bico de lagar lo encontramos en los documentos recopilados durante la excavación de Los Conventos. Cuando los monjes y señores feudales venían aquí a cobrar los tributos, se podían llevar cualquier cosa, desde animales, comida, o incluso mujeres… Cuando venían a esta zona de Los Conventos, que pertenecía a ellos, les gustaba tanto el vino de aquí, que usaban la expresión a bico de lagar para referirse a cuando bebían con las ánforas de barro rebosando en el bico (en el borde). Debían beber hasta caer redondos. Además, queremos hacer un cambio de etiquetado porque en principio teníamos solo una referencia, pero ahora mismo queremos sacar tres referencias distintas, porque queremos hacer tres vinos diferentes. Todos llevarán el nombre Bico de Lagar pero cada referencia llevará un nombre a parte, para diferenciarlo. Cada etiqueta va a llevar una imagen distinta, que en principio corresponderá con la parcela de la que es la uva. ¿Dónde elaboráis el vino? Uno de nuestros objetivos es hacer una bodega propia, pero hasta ahora, como no tenemos, estamos elaborando en una bodega de Quiroga llamada Terraza de Outeiro, con Juan y Noemí, que se portaron increíblemente bien y somos unos privilegiados de poder elaborar vino con su ayuda. Empezaron casi al mismo tiempo que nosotros pero a un nivel más profesional y con bastantes más hectáreas de viñedo. Cuentan con última tecnología en bodega, digitalizada, cubas refrigeradas, muy digitalizado, con unos cuidados y conocimientos extraordinarios. De ahí sale uno de los mejores vinos de la Ribeira Sacra, acaban de ganar varios premios. ¿Como es el proceso de elaboración de vuestro vino? La vendimia es 100% manual, cortamos todo a mano con tijeras o navajas, carretamos arriba con cajas, e intentamos empezar lo antes posible para hacerlo a primera hora de la mañana y evitar que la uva entre en bodega con mucha temperatura. Mientras vendimiamos hacemos una selección de la uva, pero bueno, este proceso de selección ya empieza antes cuando quitamos racimos que vemos que no crecen bien o tienen problemas. Si hay uvas secas las quitamos unos días antes. Después lo llevamos a la bodega en transporte, y hacemos otra selección manual desechando racimos secos o mildio. Por último despalillamos y lo echamos a fermentar a la cuba. Se hace un proceso muy estricto en la limpieza de la bodega, desinfectando totalmente, tratando la uva lo mejor posible… y al final cada maestrillo tiene su librillo. Intentamos no echarle nada raro, nada de tartárico, aunque a veces es inevitable, como el primer año. El año pasado, por ejemplo, no hizo falta echarle nada. La verdad es que estamos muy contentos con nuestro proceso de elaboración y nuestra evolución.
“La vendimia es 100% manual, cortamos todo a mano y carretamos arriba con cajas”
¿Como fue la cosecha de este año? La verdad es que fue complicada sacarla adelante. Hubo muchos problemas en estas zonas con las tormentas del mes de junio y julio, que nos obligó a los viticultores a poner mucha más atención y esfuerzos en la viña, cuidando también del mildeu, que fue una plaga complicada. Vinieron días de lluvia y calor y se propagó mucho pero se controló a tiempo y no generó demasiados problemas finalmente. Bajamos muy poco la producción respecto a otros años, lo cual es muy buena señal.
“Tuvimos que vendimiar el 26 de agosto, un mes antes que el año pasado”
Sobre la vendimia, todos pensamos que tendríamos que empezar a mediados de septiembre pero finalmente tuvimos que venir el 26 de agosto, un mes antes que el año pasado. Hubo días de calor extremo en los que llegamos a temperaturas superiores al os 40 grados aquí en la Ribeira, lo que hizo que se disparase la graduación de la uva, pero al adelantarla conseguimos sacar la uva con una buena graduación, sobre 13 grados.

“En cada botella de nuestro vino está también el duro trabajo de la viticultura en la Ribeira Sacra»

El tinto Viña Vella elaborado por la bodega SAT Virxen dos Remedios, de O Saviñao (Lugo), es el mejor tinto de Galicia en este 2023. Conocemos de mano de Juan Carlos Varela Aguiar, responsable de la bodega y uno de los socios de esta SAT cómo trabajan en su día a día para lograr estos buenos resultados. En esta bodega familiar la apuesta es clara por la tradición y por los viñedos, así como su compromiso por contribuir a mantener viva la zona y conservar el patrimonio natural, clave para la producción vitícola. -Sois una bodega familiar, ¿cuéntanos cómo comenzó SAT Virxen dos Remedios? -Comenzamos con el germen de la Denominación de Origen Ribeira Sacra. En aquel momento veíamos que estaban quedando los viñedos abandonados, porque no había salida ni para la uva ni para el vino. Entonces decidimos fundar la bodega para darle salida a nuestra propia uva y al excedente que podían tener los vecinos de estos pueblos alrededor. -¿Cuántos productores formáis la SAT? -En la SAT somos 9 socios, mi madre y todos sus hermanos, un primo mío y yo. Además le compramos uva a viticultores de la zona. Así es que hoy en día estamos trabajando con unos 50 viticultores. El 95% de estos viticultores son gente mayor. Debemos tener unos 5 o 6 que no estén jubilados. Estos viticultores tienen las viñas para autoconsumo y nosotros le compramos el excedente que les sobra. No tenemos ningún viticultor que se dedique exclusivamente a la viticultura. -Os situáis en Diomondi, en O Saviñao, en pleno corazón de la Ribeira Sacra, ¿qué tiene de especial esta zona para la producción de vino? -Cualquiera que se acerque aquí puede ver que lo que tiene de especial, en gran medida, es el paisaje, que junto con la orientación, los suelos que tenemos y las variedades que trabajamos hacen un vino diferenciado con respeto de otras zonas productoras.
“Manejamos unas 4 hectáreas de viñedo, el problema es que están repartidas en más de 40 parcelas y la mayoría tienen accesos complicados”
-¿Qué superficie de viñedo manejáis y con qué variedades trabajáis? -La bodega y los socios manejamos unas 4 hectáreas de viñedo, el problema es que están repartidas en más de 40 parcelas y la mayoría tienen accesos complicados. A muchas de las parcelas podemos acceder solo con tractor y malamente. -Al situarse en bancales con tanta pendiente, ¿cómo es el manejo que hacéis de la viña? ¿Tenéis algún tipo de mecanización en los viñedos o todo debe hacerse de manera manual? -El trabajo en sí de la viña es todo manual, desde la aplicación de los tratamientos, la poda o la vendimia es manual. Solo en algunos casos, en aquellas viñas que tenemos más accesibles, en la vendimia podemos ayudarnos de una carretilla de orugas, el resto de las uvas tenemos que sacarlas cargándolas a la espalda. Todos los trabajos tenemos que hacerlos de manera manual, no tenemos ningún tipo de mecanización posible. En los últimos años y en aquellos viñedos en los que es posible estamos comenzando a echar mano de mangueras para aliviar algo trabajos como la aplicación de fitosanitarios, que se hacía siempre con la mochila cargada a cuestas. Con todo, aún sin el peso del producto, sigue siendo una aplicación manual que requiere mucho esfuerzo físico.
“Dentro de cada botella no solo hay vino, sino el trabajo duro que supone cultivar el vino en este entorno”
A veces la gente no entiende que un Mencía de la Ribeira Sacra cueste más que el de otras zonas, pero hay mucho trabajo duro detrás. Dentro de cada botella no solo va vino, sino el trabajo duro que supone cultivar el vino en este entorno. Los vinos de la Ribeira Sacra es una manera más de conservar el patrimonio. -¿Hubo y hay mucho abandono de los viñedos? -Sobre todo a comienzos de los 80 hubo mucho abandono de los viñedos. Masas forestales que hoy se encuentran al lado de los viñedos en otros tiempos también tenían viñas. Nosotros de hecho, hubo algún viñedo que hemos recuperado. En concreto, tenemos un viñedo singular, que se encuentra en la parte alta de la ladera, al lado de un castro, que había heredado mi padre y que una vez que perteneció a la familia decidimos recuperar. Arrancamos los árboles que había, rehabilitamos los muros de los bancales y la plantamos totalmente de nuevo. Ese trabajo también se hizo de manera manual, sin maquinaria. Hoy en día está quedando más viñedo abandonado del que se recupera, debido al envejecimiento de los viticultores que hay. -¿Cuánto tiempo se prolonga la vendimia y cómo se realiza con estas limitaciones? -La vendimia se prolonga entre 15 o 20 días, pero no por tenerla que hacer en estas condiciones, ya que sino sería cuestión de contar con más gente. Esos plazos son más bien porque la maduración también va siendo paulatina, no maduran al mismo tiempo aquellos viñedos que se encuentran más cerca del río que aquellos que se encuentran a una determinada altura en la ladera, de manera que la maduración y la vendimia son paulatinas. En nuestro caso como elaboramos blanco y tinto, comenzamos siempre antes por el Godello, que es la uva que madura más temprano, para luego ir pasando a las otras variedades, a medida que van alcanzando la maduración óptima. -¿Sacáis algunas de las uvas por el propio río? -No. En nuestro caso la mayor parte de los viñedos están situados en media ladera y llevarlas al río nos resultaría tan complicado como llevarlas a la bodega. Hoy en día es testimonial la uva que se saca por el río, ese era un sistema empleado en aquellos viñedos que se encontraban más próximos y antes de hacerse algunos de los caminos de acceso que hoy hay. -¿Cuánta gente trabajáis en la bodega, tanto habitualmente como en épocas de mayor carga de trabajo? -Durante buena parte del año solemos hacer el trabajo los propios socios. Durante la vendimia empleamos a 5 o 6 vendimiadores.
“Lo que tiene de especial nuestro vino es que cuándo lo bebes te recuerda a la zona”
-El trabajo duro en el viñedo parece que también da sus frutos, este año vuestro Viña Vella Mencía se ha vuelto a coronar como mejor vino de Galicia. ¿Qué destacarías de este vino? -Creo que lo que tiene de especial nuestro vino es que cuándo lo bebes te recuerda a la zona. Se nota que es Mencía y los suelos y la orientación también le imprimen carácter. Intentamos hacer la mayor parte del trabajo en la viña, que la calidad de la uva sea la mejor posible y en la bodega simplemente elaborarlo y reflejar lo que sale de la viña. Es un vino sin artificios, pero franco. -En el caso del blanco Viña Vella optáis por un plurivarietal. ¿Qué variedades tiene y por qué os decidisteis por ellas? -Hace años no era así, pero ahora nuestros blancos están compuestos mayoritariamente por Godello, sobre un 85%. El resto, a partes iguales, es Treixadura y Albariño. Escogemos estas variedades porque son las que tenían nuestros proveedores. Cuando comenzamos, de alguna de las variedades teníamos poca cantidad y decidimos no hacer monovarietales de cada una de ellas y por eso comenzamos a elaborar este multivarietal. Creo que fue una decisión acertada, porque unas variedades se complementan con las otras. Los vinos Viña Vella blanco y tinto que elabora la bodega. // Imagen Iago Seoane. -¿Qué producción tenéis tanto del blanco como del tinto? -Aunque varía en función de la cosecha, en el caso del tinto, en la última cosecha rondamos los 50.000 litros y del blanco tenemos unos 15.000 litros. -Al margen del manejo del viñedo, ¿cómo es el proceso de elaboración en la bodega? ¿Apostáis también por manteneros fieles a la tradición o aquí echáis mano de más tecnología? -Respetamos al máximo posible a uva, para que el vino refleje lo que tenemos en viñedo. Cada vez tendemos más a hacer una elaboración tradicional, pero utilizando métodos y tecnología modernos. Llevamos años trabajando con el enólogo Julio Ponce Mouriño e intentamos acercarnos a los vinos de la zona y a sus características.
“Nuestra producción se vende en Galicia, aunque también exportamos algo al resto de España y a países como Estados Unidos, Alemania o Perú”
-¿A qué mercados estáis dirigiendo vuestros Viña Vella? -Mayoritariamente nuestra producción se vende en Galicia, aunque también vendemos algo al resto de España y al extranjero. Así tenemos también algo de mercado en Cataluña, Baleares y hemos mandado vino a Estados Unidos, Holanda, Alemania, Rumanía o Perú. Son cantidades pequeñas porque también cuesta que nuestros vinos lleguen a mercados donde no son conocidos. -Uno de los retos del campo y sobre todo de la viticultura en zonas como la Ribeira Sacra, que exige uno manejo manual, es la falta de relevo. ¿Cómo os afecta personalmente? ¿Tenéis relevo y encontráis gente para trabajar en la bodega? -El problema es grave. Ya no es que no encuentres gente para la vendimia, sino que para algún trabajo puntual que precises mano de obra como puede ser la poda es casi imposible encontrar gente y menos que esté un poco preparada para trabajar en el viñedo. En cuanto al relevo en la bodega, está un poco complicado, ya que las nuevas generaciones parece que no apuestan, por lo menos por ahora, por el viñedo.
“Cuando comenzamos, nuestra ambición era contribuir a mantener vivo el paisaje y así queremos seguir, aunque no nos hagamos ricos con la bodega”
-Con la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad se veía más cerca el turismo y la viticultura. ¿Vosotros valoráis también acercaros más al etnoturismo y a recibir visitas en la bodega? -Puede ser una salida. Si el turismo se mueve y la economía marcha bien puede haber más posibilidades para que la gente quiera quedarse aquí. También es cierto que en este tipo de candidaturas debiera de contarse más con la gente de la zona, para que después no solo se traduzca en inconvenientes o restricciones para los que habitamos aquí y estamos manteniéndola viva, que haya también ventajas. -¿Qué perspectivas de futuro tenéis a corto plazo en la bodega? -Llevamos años estabilizados en cuanto a la producción que manejamos y ya cuando comenzamos nuestra ambición era contribuir a mantener vivo y preservar el paisaje y el entorno. Nuestra intención es seguir en esa línea, que la bodega de para mantenerse, aunque no nos hagamos ricos con ella.

Precios de la uva en la vendimia 2023 en Galicia: se estabiliza la blanca y caída de la tinta

Con la vendimia arrancando en todas las Denominaciones de Origen, bodegas y viticultores miran los precios de la uva que se marcarán en esta campaña. En estos primeros días de la vendimia aún se están firmando contratos y fijándose precios. Las variedades blancas siguen manteniendo una gran demanda, sobre todo el Albariño y el Godello. Con todo, este año los precios parecen estabilizarse luego del boom que habían experimentado el año pasado, cuando habían llegado a pagarse a 3,5 euros. Se prevé que esta campaña el precio de las uvas blancas en Galicia se pueda llegar a pagarse a 2,8 euros, segundo apuntan tanto industria como productores. Al igual que aconteció en otras campañas, habrá diferencias de precios entre las distintas demarcaciones y variedades. Mientras, las tintas acusan una caída de la demanda y del valor. En algunas zonas ya se están pagando las uvas de Mencía a 60 céntimos e incluso hay viticultores que dejarán sin recoger parcelas con Garnacha debido a la bajada de los precios.

Precios por variedades y DO’s

Hacemos un recorrido por las distintas DO’s para conocer los precios que se están pagando por variedades y territorios:

Rías Baixas

En la tierra del Albariño esta uva, junto con otras variedades blancas que se cultivan, sigue teniendo una elevada demanda en esta campaña. Se estima que el precio de la uva Albariña se situará entre los 2,5 y 2,8 euros, lejos de los 3,5 euros que habían llegado a pagarse puntualmente el año pasado, tras la entrada en el mercado de nuevas bodegas foráneas que demandaban más uva y habían incrementado el precio.

Ribeiro

En esta campaña en el Ribeiro se mantienen los precios en valores semejantes a los de los últimos años, aunque se aprecia una ligera subida con respeto de la última vendimia, según indican desde el sector. Así, las uvas blancas de variedades autóctonas se situarán alrededor de 1,5 y 1,8 euros, en función de la variedad y de la calidad.  En concreto, la Treixadura está pagándose entre 1,5 y 1,7 euros, según indican viticultores de la zona. Mientras, las uvas de Palomino están a 0,85 euros.

Ribeira Sacra

Los precios se resienten para las uvas tintas de la Ribeira Sacra. “La saturación del mercado de los vinos españoles está pasando factura también a los vinos gallegos tintos”, explica Carlos Basalo, responsable del área de viticultura en Unións Agrarias. En el caso de las uvas de Godello, la variedad blanca con mayor demanda en esta denominación, los precios se mantienen alrededor de los 2 euros, incluso pueden superarse de manera puntual en aquellas uvas de mayor calidad. “En la Ribeira Sacra cada vez hay más Godello, está habiendo un cambio importante hacia esta casta”, señala Basalo.

Valdeorras

En esta Denominación de Origen, el Godello sigue marcando los precios más altos y las uvas de esta variedad se sitúan una campaña más en un precio de entre 1,8 y 2 euros. “El Godello en Valdeorras tiene este precio, si quieres esta uva tienes que pagarlo, llevan años que se sitúa alrededor de los 2 euros”, apunta Basalo. En cuanto a los tintos, los precios de la Mencía en esta campaña se encuentran entre los 70 o 80 céntimos, aunque también se están pagando hasta a 90 céntimos en función de la calidad de la uva, según apuntan los viticultores de la zona.

Monterrei

Al igual que en Valdeorras, el Godello también se sitúa alrededor de los 2 euros en Monterrei. Aunque también hay ofertas puntuales que incluso se supera esta cantidad, aun cómo reconocen en el sector, son casos muy puntuales. Mientras, en esta DO se acusa una fuerte caída de la demanda de las uvas tintas. Se espera que la mayoría de las uvas se paguen en torno a los 90 céntimos o 1 euro, pero ya hay casos de bodegas que están pagando las uvas de Mencía a 60 céntimos.

Caída de la demanda de los tintos

Esta campaña parece que los mayores problemas se presentarán en la venta de los vinos tintos. Como señalan desde el sector, una de las principales causas es la caída de la demanda de los vinos tintos españoles, como el Ribera del Duero y en especial la bajada experimentada en los últimos tiempos del Rioja, debido a la saturación del mercado de estos vinos.
“Hay Riojas que se están vendiendo a auténticos precios de derribo para los tintos gallegos”: Carlos Basalo, responsable de viticultura de Unións Agrarias
“El problema es que cada día los vinos gallegos se venden en mercados más globales por lo que les afecta también la bajada de demanda de otros vinos, que pasan a ocupar el lugar de los nuestros en el mercado”, explican desde Unións Agrarias. Mientras los Riojas tenían unos precios más altos que los Mencías gallegos, convivían en el mercdo. Sin embargo, al saturarse el mercado del Rioja, estos están bajando los precios y pasan a hacer competencia directa con los Mencías gallegos. “Hay Riojas que se están vendiendo a auténticos precios de derribo para los tintos gallegos”, apuntan desde Unións. Mientras, otros vinos gallegos de variedades tintas como Sousón o Brancellao, castas que marcan otras líneas de mercado, no están experimentando esa caída de la demanda y se mantienen a precios semejantes a los de otros años.
Los vinos blancos continúan al alza tanto a nivel mundial como en Galicia
En la situación contraria se encuentran en la actualidad los blancos, tanto a nivel mundial, donde están experimentando un muy buen momento, como en Galicia, donde los vinos blancos tienen una alta demanda. Desde distintos ámbitos apuntan a que esto se debe al incremento del consumo de los blanco por parte de las mujeres, que comienzan a acercarse más al mundo del vino y lo hacen de mano de este tipo de vinos. Por otra parte, también el cambio climático, y el incremento de las temperaturas, está motivando que se comience antes con el consumo de blancos, más asociados al buen tiempo y a un consumo estival. En el caso de los blancos gallegos, además de los esfuerzos de internacionalización que se hicieron desde las distintas DO’s y en especial por parte de Rías Baixas, la entrada de grandes grupos bodegueros foráneos en los últimos años también está contribuyendo a esa expansión y a continuar aumentando el interés por estos vinos. También son significativos los reconocimientos que alcanzan los vinos blancos gallegos por su calidad, que están favoreciendo que cada vez se conozcan más fuera del territorio gallego.

Vigilantes ante la entrada de uva foránea

La alta demanda y los precios que se manejan para las variedades blancas provocan que haya cierta preocupación a la entrada de uva de fuera de Galicia, procedente de Portugal, donde el Albariño está pagándose a poco más de 35 céntimos; o incluso otras variedades como el Verdejo, desde Rueda. “Estamos reclamando que se extremen las inspecciones para que no llegue a entrar esa uva, ya que provocaría que se desvirtúen los blancos gallegos”, indican desde Unións Agrarias. En este sentido desde Medio Rural, se han vuelto a activar por quinto año consecutivo los controles en la vendimia para asegurar y preservar la calidad de los vinos de las denominaciones de origen. En el marco de las acciones del Plan de control de vendimia 2023 se incluye el control del origen en la entrada de las uvas a bodega. En esta campaña participarán 18 controladores de la Xunta que velarán porque se cumpla la legislación durante la vendimia.

“Los vinos del Bierzo clasificados por parcela y paraje tienen muy buena acogida en el mercado”

La Denominación de Origen Bierzo ha sido la pionera en España en introducir la clasificación de sus vinos por parajes y parcelas, una forma de poner en valor el terroir, especialmente en territorios con minifundio y orografía muy variable, y que ya lleva mucho tiempo implantado en otras zonas de Europa de gran prestigio vitivinícola como Borgoña. Para conocer como ha sido la puesta en marcha de esta nueva clasificación de los vinos hablamos con Carmen Gómez, directora técnica del CRDO Bierzo, que recientemente impartió una charla en Sober (Lugo). ¿Como calificarías la situación actual de la Denominación de Origen Bierzo? La imagen de nuestra Denominación de Origen vista desde fuera como figura de calidad, creo que es muy buena, que nos encontramos dentro de las Denominaciones de Origen punteras debido al gran trabajo que hemos realizado en cuanto a la Clasificación. En cuanto al Bierzo, en números nuestra situación es actual es la siguiente: 2250 hectáreas 1078 viticultores 74 bodegas inscritas 15.000 parcelas inscritas Superficie media por parcela: 0.15 ha Superficie media por viticultor: 2.08 ha Nº medio de parcelas que trabaja cada viticultor: 14 Esto nos indica el carácter claramente minifundista de la comarca, y que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Gracias al minifundio hemos conservado el viñedo viejo, ya que como las parcelas eran muy pequeñas y de muchas personas no se han podido concentrar grandes superficies para arrancar y hacer nuevas plantaciones, por lo que la edad media del viñedo en el Bierzo es de aproximadamente 75 años. De hecho, somos probablemente la zona vitícola con mayor cantidad de viñas viejas del mundo, que producen uva de gran calidad debido al equilibrio en la producción a lo largo de los años.
“La edad media de los viñedos en el Bierzo es de 75 años, somos la zona con más cepas viejas del mundo”
Nuestras viñas tienen una gran variabilidad genética en las plantaciones, ya que se han conservado numerosos clones y variedades minoritarias que de otra forma se habrían extinguido, como es el caso de la Estaladiña, que es una variedad única en el Bierzo que se logró rescatar y evitar que se perdiera. Las labores que se realizan son prácticamente todas manuales, haciendo difícil la mecanización, la vendimia es manual, la selección de la uva se hace en la viña, todo esto hace que los costes de producción sean elevados. En cuanto a las variedades que tenemos son: Mencía: 75.48 % Garnacha Tintorera: 1.61% Merenzao: 0.2% Estaladiña: 0.1% Godello: 10.08% Palomino: 10.38% Doña Blanca: 2.33% Malvasía: 0.1% Sobre las variedades indicar que en nuestro pliego de condiciones solo tenemos incluidas variedades autóctonas no abriendo el abanico a variedades foráneas manteniendo la identidad de la zona. -¿Cuales son los principales retos de futuro para la DO? El principal reto que tenemos es poner en valor el trabajo de la clasificación de los vinos que hemos puesto en funcionamiento a partir de la cosecha 2017, con el fin de que el Bierzo sea reconocido mundialmente por sus vinos y su viñas. -¿Que hace singulares a los vinos de la DO. Bierzo dentro de los vinos de Castilla y León? La diferencia fundamental es que las variedades que tenemos en nuestra Denominación de Origen son variedades autóctonas, diferentes del resto de las que se cultivan en Castilla y León, por lo que hace que nuestro producto sea exclusivo y diferente.
“En el Bierzo las variedades de vid que cultivamos son autóctonas, diferentes del resto de las que se cultivan en Castilla y León”
-La comarca del Bierzo comparte muchas similitudes con la de Valdeorras, y también en variedades como la godello o la mencía. ¿Cuales son las caracteristicas que os diferencian? Consideras que hay base para trabajar en una DO supraautonómica, como el caso de La Rioja? Aunque Bierzo y Valdeorras compartan las variedades, las diferencias entre los vinos blancos y tintos son significativas, y estas son debidas principalmente a lo que tradicionalmente llamamos “terroir” que hace que un vino de Mencía del Bierzo tenga unas características diferentes a un vino Mencía de Valdeorras, principalmente por las diferencias en el clima y en el suelo, por lo que creo que ambas denominaciones de origen tiene su propia identidad y por eso son reconocidas ambas a nivel mundial. -Habéis sido uno de los pioneros en España en poner en marcha la clasificación de los vinos de la DO. por paraje y por parcela. ¿Que os llevó a tomar esta decisión? Se tomó la decisión debido a que numerosos productores estaban elaborando vinos de sus mejores parajes por separado, e incluso había más de una bodega que elaboraba vino de un mismo paraje. Además los consumidores cada vez quieren saber más sobre el origen de los vinos y los productores querían ofrecer esa información adicional en el etiquetado, con el fin de poner en valor los pueblos y los parajes de gran tradición en la producción de uvas de calidad y que el consumidor pueda tener información veraz en el etiquetado, haciendo necesario que se regularan las condiciones de uso de los nombre de los pueblos y de los parajes. Con esto se ha mejorado la oferta de vinos de nuestra Denominación de Origen, y se ha reforzado nuestra fama ante la opinión de expertos y consumidores. -¿Como se está llevando su aplicación? ¿Requiere mucha complejidad técnica? Comenzamos a realizar controles en la cosecha 2017, esto requiere un mayor control por parte de los técnicos del Consejo Regulador, pero también una mayor implicación por parte de las bodegas, ya que al final de lo que se trata es que la bodega tiene que ser capaz de demostrar el origen del vino que está poniendo en mercado, con un nombre de una determinada villa o paraje. Tenemos a disposición de los viticultores y de las bodegas en la página web de Consejo Regulador, en el apartado de Clasificación los listados por municipios de todas las referencias catastrales de las parcelas que pertenecen a cada uno de los parajes, además de disponer de los planos donde se pueden consultar todos los parajes reconocidos en nuestro pliego de condiciones. Además el Consejo Regulador, ha implementado herramientas para facilitar el trabajo a las bodegas durante la vendimia poniendo a su disposición una aplicación de vendimia denominada “VITIO” que además de facilitar el control de la vendimia sirve como soporte para las comprobaciones de las elaboraciones de vinos de Unidades Geográficas Menores. También en estos momentos estamos implantando una aplicación de comunicaciones llamada ECOB, que sirve para facilitar el trabajo a las bodegas y para el cumplimiento del Plan de Autocontrol Mínimo. Viñedos no Bierzo -¿Que requisitos mínimos debería cumplir una DO para poner en marcha la diferenciación por parajes y parcelas? Lo primero es tener en el pliego de condiciones las unidades geográficas admitidas, en nuestro caso tenemos las villas y los parajes, e identificados los nombres todos ellos. Luego habrá que saber cada una de las parcelas inscritas en los Registros del Consejo Regulador en que Unidad Geográfica Menor se encuentran.
 “Nos hemos fijado principalmente en Borgoña, un referente en vinos de paraje y de productores”
-¿Cual sería para ti la DO referencia en este sentido y por qué motivos? Nos hemos fijado principalmente en Borgoña, ya que dentro de un mismo paraje, con características climáticas y edafológica prácticamente idénticas cada año, pueden producir vino varios productores, consiguiendo vinos diferentes, precisamente por la acción de la mano del hombre, acercándonos al concepto de terroir, tal y como se identifica en Borgoña. -¿Como valoráis su puesta en marcha y la acogida que ha tenido tanto por parte del mercado como de bodegas y viticultores? La acogida ha sido muy buena, tenemos en torno a 30 bodegas que elaboran vinos de unidades geográficas menores. En concreto, Vinos de Villa los elaboran 16 bodegas, de 14 villas y en mercado hay 23 referencias. Y Vinos de Paraje los elaboran 19 bodegas, de 43 parajes y en mercado tenemos 53 referencias. En cuanto al precio del vino, al ser exclusivos de unas determinadas zonas, si adquieren un precio más elevado en mercado, al mismo tiempo que incrementan el valor del la uva de la que proceden y de las viñas de donde salen las uvas. -¿Como se presenta esta campaña en la DO Bierzo? De momento muy bien, no hay ninguna incidencia, hemos pasado el periodo de heladas, por lo que ahora a esperar lo que nos trae el tiempo durante el periodo de floración y maduración de la uva.

“Cada vez somos más mujeres tanto en viticultura como en enología”

Susana Gulín es responsable técnica de viticultura en el grupo gallego HGA Bodegas, con viñedos en las denominaciones de origen Rías Baixas y Ribeira Sacra, entre otras, y marcas reconocidas cómo Altos de Torona y Regina Viarum. En colaboración con la cooperativa Delagro, hablamos con ella sobre su trabajo y sobre los retos a los que se enfranta la viticultura en Galicia, como son el cambio climático, la falta de mano de obra y un marco regulatorio cada vez más exigente. -¿Como fueron tus inicios en la viticultura? Comencé trabajando en la denominación de Origen Ribeiro con una beca de la universidad hace 20 años, actualizando el catastro de viñedo de los viticultores socios y proveedores de la bodega, identificando variedades, limitando las superficies...etc. No fue tarea fácil dado el gran número de parcelas de viñedo de pequeño tamaño, distribuidas por las diferentes comarcas del Ribeiro. - ¿Que te atrajo del mundo de la viticultura para enfocarte en este sector? Cuando comencé a dedicarme ya de pleno en el cuidado del viñedo en campo, el cuidado de la cepa desde que se inicia la plantación hasta que se recoge la primera cosecha es satisfactorio para cualquier persona viticultora. -¿Cuáles fueron los principales retos a los que te tuviste que enfrentar en tu carrera? Por los inicios del año 2000 se inició un proyecto de recuperación del potencial vitícola juntando derechos de viñedos que se estaban abandonando de viticultores que iban dejando la actividad de los viñedos menos productivos, menos accesibles o complicados de trabajar y juntarlos todos en una única parcela. fue un reto, una forma de no perder esa superficie de viñedo en la denominación. Fue algo novedoso que ahora mismo se está haciendo de forma similar con los polígonos agrarios. -Desde tu punto de vista, ¿hay un aumento del número de mujeres en puestos de responsabilidad en la viticultura gallega? Cuando comencé a trabajar en el mundo de la viticultura, había pocas mujeres en cualquier puesto de la bodega, comerciales, enólogas, viticultores o puestos de dirección, aunque esto cambió en pocos años y es cierto que cada vez somos más mujeres tanto en viticultura, como en enología. -¿Desde cuando formas parte de bodegas HGA? Comencé en el grupo HGA hace más de cuatro años, para mí fue una gran oportunidad de formar parte, junto con todo el equipo de HGA, de los proyectos de crecimiento en diferentes zonas de Galicia.
“Apostamos por fomentar la biodiversidad en nuestros viñedos, implantando cubiertas vegetales, corredores verdes y cajas nidos”
-¿En que consiste tu trabajo en HGA bodegas? Mi trabajo es hacer de nexo común de los diferentes viñedos, coordinar, y planificar todo el trabajo en los viñedos del grupo en todas las denominaciones de origen en las que posee viñedos, con el fin de obtener la mejor calidad de las uvas para la elaboración de nuestros vinos Altos de Torona en Rías Baixas y Regina Viarum en Ribeira Sacra. Coordino también los proyectos de investigación en los que estamos trabajando. Uno de ellos es GREENSOILVIN y consiste en la implantación de cubiertas vegetales, entre filas de las plantas, con el objetivo de reducir la erosión, y por tanto la pérdida de suelo y nutrientes, especialmente en las viñas en pendiente. Otro objetivo es el aumento de la biodiversidad, con mucha más fauna auxiliar, tanto de insectos polinizadores, ademái de empleo de la cubierta vegetal como abono verde en el momento que se desbroza y se incorpora al suelo. -Descríbenos los viñedos en los que trabajas..... Viñedos Altos de Torona y Regina Viarum son las dos bodegas a las que pertenecen nuestros viñedos, situados en distintas zonas de Galicia. Viñedos Altos de Torona está dentro de la denominación de origen Rías Baixas con viñedos en tres subzonas (Ulla, Salnés y O Rosal), aunque contamos con viticultores que nos abastecen de uvas de todas las subzonas de Rías Baixas. De este modo producimos vinos blancos con tipicidades diferentes según la zona y la variedad. Tenemos cerca de 200 hectáreas de viñedo y la principal variedad cultivada es el Albariño y otras como el Godello, Loureiro y Caiño Branco. El viñedo ubicado en O Rosal es un viñedo de más de 20 años dispuesto en empalizada, con un hábitat natural de más de 91 especies de plantas y 71 de animales. El establecimiento de esta riqueza biológica enriquece la vid desde sus raíces y favorece la obtención de vinos únicos, integrados con la naturaleza. En la explotación existen tres corredores ecológicos plantados con una gran variedad de especies arbóreas (abedules, fresnos, cerezos, madroños, alcornoques, robles...) y tenemos instaladas cajas nido para murciélagos y depredadores de polilla del racimo. Estos corredores permiten asentar un gran número de especies y brindar cobijo en el entorno del viñedo a insectos auxiliares que benefician el cultivo vid, siendo fauna auxiliar beneficiosa para combatir plagas y generando biodiversidad en el medio. El uso de cubiertas vegetales es necesario dada la disposición en pendiente, evitando así la erosión y pérdida de suelo. El viñedo ubicado en la subzona del Ulla, la subzona más norteña de la Denominación Rias Baixas, está ubicado en un terruño singular con un entorno natural y paisajístico único, son suelos arcillosos y profundos con mayor capacidad de retención de agua y nutrientes. Tiene un clima que aporta una maduración más tardía y un perfecto equilibrio entre maduración y acidez. Son vinos elegantes, con estructura, ya que los ciclos de maduración son más largos y se consigue una mayor carga de polifenoles durante la maduración. Regina Viarum es la bodega ubicada en la denominación de origen Ribeira Sacra, en concreto en la subzona de Amandi. Nuestros viñedos son un ejemplo de la llamada viticultura heroica ya que en buena parte de ellos el trabajo se hace a mano, y las variedades principales son la Mencía y el Godello. -¿Cuáles son las enfermedades más problemáticas para vuestros viñedos y cómo las combatís? El principal problema de los viñedos gallegos son los hongos como el mildiu, el oídio, el black rot y la botritis, con mayor o menor incidencia según la zona. La afectación va disminuyendo a medida que avanzamos hacia la zona más oriental de Galicia. Utilizamos una plataforma web basada en modelos matemáticos avanzados para la predicción de enfermedades y que analiza diferentes datos meteorológicos, variedad cultivada, datos del suelo y estados fenológicos...etc. Con toda esa información nos envía alertas en tiempo real de los principales problemas del viñedo y nos informa sobre la dinámica de protección. de los tratamientos aplicados. Se trata de una herramienta imprescindible para la gestión sostenible de los viñedos, pues nos proporciona información útil para prever el riesgo asociado a los principales patógenos del viñedo y tomar decisiones racionales en la gestión del cultivo.
“Empleamos una plataforma web para prevenir las enfermedades fúngicas en el viñedo. Es una herramienta imprescindible para una gestión sostenible del viñedo”
Los datos recogidos en esta plataforma web se recogen de las estación instaladas en cada uno de los viñedos con los sensores necesarios para la predicción de enfermedades como son la temperatura, humedad foliar, precipitación, velocidad y dirección del viento, temperatura del suelo, dos sensores de humedad de suelo a diferentes profundidades para un control de la humedad del suelo. La polilla del racimo también es un problema ya que hace agujeros en las uvas y esto provoca podredumbre en los períodos próximos a la maduración. Para combatirlas utilizamos para su control la técnica de la confusión sexual, basada en el uso de difusores de feromonas sintetizadas para confundir el macho y evitar el apareamiento. La técnica de interrupción del apareamiento para el control de la polilla del racimo es una estrategia de control biotecnológico altamente eficaz, reduce el uso de insecticidas y cumple con el sistema integrado de gestión de plagas, evitando así eliminar otras especies auxiliares que realizan el control biológico natural del viñedo y ayudando a controlar las poblaciones de polillas y otras plagas. -¿Cómo afrontáis los problemas relacionados con las enfermedades de la madera y que consejos darías para evitarlas? El ataque de estos hongos, que llevan años presentes en las vides, produce una alteración interna de la madera de la vid, ya sea necrosis o podredumbre seca, lo que lleva a una merma del desarrollo, menor vigor, que puede acabar con la muerte del planta. Una de las principales vías de entrada en la planta es a través de heridas de poda. En Altos de Torona tenemos un protocolo para reducir su incidencia. Así, antes de recibir la planta para las nuevas plantaciones, realizamos un control visual y físico, comprobamos que la zona de inserción del injerto no está rota, realizamos un corte longitudinal y otro transversal para comprobar posibles necrosis, analizamos la planta antes de plantar para comprobar que está libre de virus e incluso realizamos un análisis genómico para verificar la variedad y el patrón. Si no es apta no la plantamos. La planta debe salir sana del vivero, sino comprometerá el futuro de los viñedos. Una vez plantadas, tenemos varias medidas preventivas como la desinfección de las tijeras de podar con agua oxigenada y el sellado de los cortes de poda con esporas de Trichoderma, que son hongos antagónicos a los hongos que causan enfermedades de la madera. -¿Cómo consideras que debe hacerse un abonado correcto del viñedo? La fertilización adecuada contribuye a asegurar una nutrición correcta y equilibrada de las plantas, y siempre debe hacerse de forma razonada. Nos basamos en el análisis foliar, análisis de suelos que realizamos con frecuencia para hacer un plan de fertilización razonado, estudiamos las imágenes satelitales para conocer el índice de vigor de los viñedos, detectamos las carencias y aplicamos correcciones sólo en las parcelas o partes de parcelas que lo precisen. La aportación de nutrientes contribuye a compensar las pérdidas del viñedo derivadas de las extracciones, como la vendimia o la poda. -¿Hacia donde crees que irá la fertilización en base a las nuevas regulaciones? La fertilización así como la aplicación de fungicidas está siendo cada vez más controlada y regulada. Cada vez son más las materiales activas sintéticas que se eliminan para cumplir los objetivos de reducción de la Unión Europea, y esto nos llevan hacia una agricultura que promueva la economía circular con el objetivo de reducir la dependencia de terceros países. La nueva normativa fomenta el uso de fertilizantes distintos de los empleados meramente para proporcionar nutrientes, como bioestimulantes que hacen más eficiente la absorción de nutrientes, tolerancia a diferentes tipos de estrés vegetal y movilización de nutrientes del suelo. La fertilización del futuro es cada vez más sostenible, técnica y eficiente, y cada vez tenemos más herramientas para eso.
“Estudiamos las imágenes por satélite de nuestros viñedos para realizar una fertilizacion racional”
-¿Cómo afecta la nueva regulación de fitosanitarios a la viticultura? ¿Cómo os estáis adaptando a ellos? Supondrá un importante esfuerzo para los pequeños viticultores en esta materia por la obligación de cubrir el cuaderno electrónico digital, que está previsto que se implante de forma progresiva a partir del 1 de enero de 2024, para determinadas explotaciones. No obstante, en nuestro caso tenemos mucho avanzado en lo que se refiere al compromiso con el uso responsable de los fitosanitarios, fundamentalmente a través de la aplicación de la Gestión Integrada de Plagas desde el año 2015. Tenemos una herramienta digital que nos permite hacer el cuaderno de campo en el que se anotan además todos los trabajos realizados en el viñedo durante la campaña, operarios, aperos, materias auxiliares....etc. De esta forma tenemos un control de la trazabilidad de todos los viñedos desde la plantación hasta la entrega de uva en la bodega. Además, estamos implantando el control por GPS de la flota de tractores, de forma que geolocaliza la aplicación, ajusta el caudal de caldo a aplicar según la velocidad de avance y detecta el mal funcionamiento de las boquillas.
“Hay mucha falta de mano de obra especializada para trabajar en la viticultura”
-A lo largo de tu carrera, ¿cuáles son los principales cambios que detectaste en el sector en tu entorno? La viticultura de precisión está cada vez más extendida. La viticultura sostenible es el objetivo principal al que nos tenemos que dirigir y poco a poco los viñedos ecológicos van ganando terreno tímidamente. Cada vez hay una mayor conciencia ambiental, con una estrecha relación cultivo-paisaje-población. Tampoco debemos perder de vista las condiciones socioeconómicas. Si antes había problemas laborales, hoy quizás sea el problema más importante. No hay personal dispuesto a trabajar en los campos y, además, no hay mano de obra especializada. Un problema actual es el cambio climático o en su concepto más amplio, el cambio global, un mercado global. Para superar los retos a los que se enfrenta y se enfrentará el sector vitivinícola, habrá que plantear cuestiones muy relevantes como la poca disponibilidad de agua, la problemática de las tierras agrícolas, la pérdida de biodiversidad o la energía. Otra cuestión muy importante es el uso de las nuevas tecnologías como herramienta para afrontar con más eficiencia los retos del futuro. El problema es que la tecnología por sí misma no es suficiente, ya que el sector tiene que saber utilizarla correctamente y es ahí donde entra la educación y la formación aplicada al viñedo, formación desde las universidades o desde la FP-DUAL.
“La brotación y la floración se están adelantando en hasta 11 días respecto a hace 50 años”
-Precisamente, ¿como estáis notando el efecto del cambio climático en las viñas? El cambio climático, con olas de calor cada vez más intensas, está provocando desequilibrios entre la maduración alcohólica de la uva (aumentos) y la fenólica (merma de aromas y color), menor acidez (coste de acidificación), reduciendo la calidad de los vinos. Se observan desacoplamientos entre la madurez alcohólica y la fenólica. Esto obligará a la industria vitivinícola a realizar una adaptación forzada para preservar la calidad y calidades del vino que bebemos en la actualidad. Las próximas décadas, quizás, traerán vinos diferentes. La brotación y la floración se están adelantando en hasta 11 días respecto a hace 50 años, los ciclos principales del viñedo [brotación, floración, cuajado, envero y vendimia] son más rápidos, esas fases son más cortas. Todo sucede más rápido, y esa velocidad produce cambios fenológicos en la uva que afectan a su calidad, aromas y color. En poco tiempo se producen lluvias más concentradas y de gran volumen, junto con largos períodos de sequía, lo que dificulta el control de las enfermedades del viñedo. Las sequías afectan a una mayor evapotranspiración de la planta, las vides sudan y necesitan agua en momentos puntuales. -¿Que cambios prevés en la viticultura en los próximos diez años? La obtención de uva y vino requerirá cada vez más conocimiento, capital científico y tecnológico de todo el proceso productivo, dado que la viticultura tradicional no tiene capacidad para afrontar las múltiples alteraciones ambientales que se están produciendo, además de los cambios legislativos. -¿Qué oportunidades crees que ofrece el nuevo panorama regulatorio? Ahora mismo no hay suficientes profesionales para la transformación digital que está sufriendo el campo. Se precisan técnicos capacitados para cubrir las necesidades de modernización digital, sostenibilidad agraria, asesoramiento a las explotaciones...Y con la realización digital del cuaderno de campo, surgirán aún más oportunidades dada la complejidad de su realización.

Entrevista realizada con la colaboración de Delagro, cooperativa con la que colabora el grupo HGA

La D.O. Monterrei incrementa un 79% los litros verificados en los últimos cinco años

La Denominación de Origen Monterrei ha alcanzado cifras de récord en el año 2022, no solo por el número de hectáreas y bodegas, sino también respecto a los litros verificados. Si en el año 2018, se situaban en 2.626.590, el pasado 2022 se cerró con la cantidad de 4.707.350 litros, lo que revela un crecimiento del 79% en los últimos cinco años. Los datos que maneja el Consejo Regulador reflejan que en el año 2022, se han verificado un millón de litros más que en el 2019, y que el 2021 fue el primero en el que se superaron los 4,5 millones de litros. Prueba del crecimiento progresivo y constante de la denominación, es que la cifra de solicitudes verificadas en 2018 era de 287, y que este último año ha sido de 392, es decir, 105 muestras más que hace un lustro. Unos números de récord que también encontramos en la superficie inscrita. Mientras que en el 2017 el número de hectáreas de este territorio vitivinícola era de 566, en el 2022 alcanzó las 691. Un incremento que también es visible en la cifra de bodegas inscritas, pasando de 25 a las 28 actuales; aumento de más de un 10% en un lustro, lo que supone el mayor crecimiento de tejido empresarial en la Galicia vitivinícola. Más del 90% de los litros embotellados bajo el amparo de la D.O. Monterrei se venden en el mercado nacional, fundamentalmente en Galicia, zona noroeste (Asturias, Cantabria, País Vasco), Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana. Respecto a la exportación, las ventas se centran en países como Holanda, Irlanda, Alemania, Bélgica y Reino Unido. Sin embargo, y según los últimos datos de exportación, también se puede encontrar vino de la Denominación de Origen Monterrei en Dinamarca, Estonia, Francia, Malta, Polonia, República Checa, Suecia, Noruega, Suiza, Canadá, Colombia, Estados Unidos, México, China, Japón o Australia, entre otros. Valoraciones de la D.O. “Estos datos y hechos son fruto de la gran unión que se ha mantenido en los últimos años y del arduo trabajo, tanto de viticultores y bodegas como de todo el equipo técnico y profesional de la Denominación. No puedo más que sentirme orgullosa de poder hoy, ofrecer estas cifras. Creo que Monterrei vive una etapa de armonía, estabilidad y crecimiento paulatino que ha beneficiado a todos y cada uno de sus integrantes y, sobre todo, que ha posicionado la marca Monterrei como sello calidad, cuestión que ha sido como Presidenta de este organismo, mi máxima prioridad”, señala la presidente, actualmente en funciones, de la Denominación de Origen Monterrei, Lara da Silva Rodríguez.
El crecimiento es fruto de la unión. Monterrei vive una etapa de armonía, estabilidad y crecimiento paulatino
“Tenemos que recordar que estos últimos años no han sido fáciles debido a elementos desestabilizantes como el Covid-19, pero los datos ofrecidos por Nielsen revelaron una gran resiliencia por parte del sector, y una más que demostrada competencia técnica y eficacia de todo el equipo del Consejo Regulador, del que me siento especialmente orgullosa.” Da Silva ha recalcado la importancia de mantener un espíritu crítico para seguir mejorando las ya apabullantes cifras que avalan la profesionalidad con la que se viene trabajando y atisba un futuro en el que la mejora continua hará crecer la marca Monterrei, más allá de las cotas alcanzadas. Asimismo, la llegada de capital foráneo, con nuevos y ambiciosos proyectos de grandes grupos supone una gran oportunidad para fijar el crecimiento en valor que muestran los datos del último estudio Nielsen, donde la valoración del sello Monterrei ha destacado respecto a otras Denominaciones de Origen. “Pero no debemos olvidar”, destaca la Presidenta, “el excelente trabajo que han hecho y están haciendo las pequeñas bodegas, que siempre han apostado desde el principio por el sello de calidad de Monterrei”.
“Monterrei y su godello son clara tendencia nacional e internacional” (Lara da Silva)
“La cantidad no debe ser en ningún caso nuestra máxima, sino la calidad. Pero no debemos perder la perspectiva a largo plazo, por lo que es indispensable seguir trabajando en la promoción y mantener un flujo de abastecimiento constante tanto en nuestros mercados prioritarios como en los emergentes. Monterrei y la godello son clara tendencia nacional e internacional, debemos aprovechar el momento para asentar la marca de forma atemporal, más allá de modas.”, matiza la Presidenta. “Cuando la implicación, el respeto, el esfuerzo y la unión son la clave de una gestión, la profesionalización se nota y esto es fruto del trabajo de todos mis compañeros de sector, a los que le estoy muy agradecida por su labor y confianza en este proyecto común. Estoy segura de que la Denominación de Origen Monterrei tiene un futuro brillante mientras la gestión se asiente en esos valores y en una promoción ardua y eficiente”.

¿Son los esquistos un aliado del viñedo contra el cambio climático?

El estrés hídrico y las altas temperaturas que está dejando el cambio climático lleva a procurar alternativas para la gestión de los suelos de los viñedos. Las previsiones de un incremento de las condiciones extremas hacen necesarias cubiertas y manejos que ayuden a mitigar los efectos del calor en la producción. ¿Pueden ser los restos de esquistos una alternativa de utilidad? El doctor en Ingeniería Agrónoma de la Universidad de Santiago de Compostela, Javier J. Cancela, está trabajando sobre el uso de estos restos en los viñedos. Los primeros resultados del trabajo del Grupo de Investigación PROEPLA, los presentó en el ciclo de conferencias sobre el Manejo del estado hídrico y gestión de la vegetación empleando restos de esquisto en los viñedos, celebrado en días pasados en el ayuntamiento lugués de Quiroga, donde también desarrolló parte de los trabajos de campo de su investigación.
Combinar el uso de los esquistos con riegos se presenta como una opción para hacer sostenible la producción incluso con altas temperaturas
A falta de una investigación más prolongada en el tiempo con la que afianzar las conclusiones iniciales, los primeros datos muestran las ventajas que puede traer emplear restos de esquistos en los viñedos. Combinar el uso de los esquistos con riegos se presenta como una opción para la sostenibilidad de la producción incluso con altas temperaturas, pero también contribuye a reducir la temperatura en los viñedos.

¿Por qué emplear esquistos?

Una de las primeras cuestiones a las que Cancela se enfrenta a la hora de proponer el uso de esquistos en las líneas del viñedo es precisamente argumentar la elección de este material frente a otras alternativas como la propia cubierta vegetal espontánea o selecciones de plantas cultivadas que pueden crecer en este espacio. Uno de los argumentos empleados por el investigador es la capacidad de los esquistos para reducir la evaporación del agua del suelo. Se trata además de un material que contribuye a la propia conservación del suelo al ser de origen natural y estar presente ya en muchas de las tierras de las zonas vitícolas de Lugo y Ourense.
Los esquistos permiten mantener controlada la vegetación de la línea, mejoran la regulación térmica en el viñedo, reducen la evaporación del agua y contribuyen a la conservación del suelo
Cancela también destaca que el uso de esquistos es un método eficaz para mantener controlada la vegetación en la línea de las cepas, evitando la competencia por los nutrientes y el agua del suelo que pueden ejercer las plantas próximas. Además, los esquistos son una vía para mitigar las altas temperaturas del viñedo. "Los esquistos contribuyen a mejorar la regulación de la temperatura del suelo", apunta el investigador. Otra razón fundamental para valorar el empleo de esquistos en los viñedos es la gran cantidad de material disponible en municipios como Quiroga, pero también en otras zonas de la provincia de Ourense. Los restos descartados por las canteras y que permanecen acumulados en distintos puntos pueden convertirse en una herramienta útil en el viñedo, al tiempo que se le procura una nueva utilidad. Además, al tratarse de un material de origen natural y local se mantiene como una alternativa sostenible ambientalmente.

Los primeros resultados

El equipo de investigación de PROEPLA llevó a cabo la investigación sobre el empleo de esquistos en viñedos de Quiroga, en concreto en una parcela de 1,27 hectáreas plantada de viñas de Mencía. Se trata de una finca con unas 3.333 plantas por hectárea en un marco de plantación de 2,5 x 1,2 metros. En ella instalaron un sistema de riego por goteo en la línea del viñedo. Los primeros resultados recogidos muestran notables diferencias en aspectos como la producción y la temperatura alcanzada en el viñedo. En concreto, el uso de los esquistos consiguió una importante bajada del calor que recibe la planta. Así, mientras en el suelo la temperatura alcanzaba los 42.9 grados centígrados, en el dosel de vegetación y en los racimos la temperatura se situaba en 31 grados. En cuanto a la producción, los mejores resultados en la parcela fueron los logrados en las cepas que contaban con esquistos en la línea de la planta y riego diario. En este caso se lograron rendimientos de 3,62 kilos por cepa, mientras que en las plantas en las que sólo fueron regadas, pero no contaban con esquistos, se reduce a valores de 3,2 kilogramos por cepa.
El uso de esquistos y el riego diario permite incrementar el número de racimos y la producción del viñedo
Resulta significativo que el número de racimos logrados sólo con riego es ligeramente superior (14,7), aunque la producción sea más baja. En aquellas plantas que combinaban el riego diario y los esquistos el número de racimos fue de 14,1. Comparativa del número de racimos y producción entre los viñedos con riego diario y esquisto (T1SM) y los que solo tienen riego (T1). Por el contrario, en las cepas de secano y sin esquistos el número de racimos descendió a 12,4. Aunque las plantas no se rieguen, si se opta por emplear esquistos en la línea, se llega a conseguir un promedio de 13,2 racimos. Así, aunque con la combinación de riego diario y esquistos se logren mejores resultados, sólo con el empleo de los esquistos se puede conseguir incrementar el número de racimos. Lo mismo acontece en la producción. Las cepas de secano con esquistos logran una producción de 3,49 kilos por cepa, lo que incluso es superior a si se opta sólo por regar las cepas (3,20 kilos por cepa). En las cepas de secano que quedaron sin esquistos la producción cae hasta 2,98 kilos por cepa. Por eso, aunque la mejor opción para incrementar la producción pasa por combinar el empleo de los esquistos y el riego diario, sólo con los esquisos ya se puede lograr un incremento de la producción de casi un punto. Comparativa entre los viñedos en secano (TOP) y los que en secano tienen restos de esquistos en la línea del viñedo (TOPSM). Pese a los buenos resultados mostrados en estos primeros trabajos en campo con los esquistos, Cancela se muestra cauto e incide en la necesidad de seguir comprobando los efectos de estas prácticas en los próximos años. El investigador también apunta que es preciso realizar análisis de la calidad de la uva y de la composición aromática de los vinos obtenidos después de llevar a cabo este manejo del viñedo. Además, señala que se precisa evaluar más en detalle los resultados del efecto de combinar el riego y los esquistos.

El fertirriego y el uso de los esquistos

Además del empleo de esquistos y riego, desde la Universidad de Santiago también estudiaron los efectos que el empleo de esquistos puede reportar combinando con el fertirriego, un sistema que facilita el aporte de elementos nutritivos a la planta en la forma en la que mejor los absorbe y a la profundidad en la que se encuentran las raíces de alimentación. "Con este método evitamos uno de los problemas típicos de la fertilización: la contaminación por escorrentía. El fertirriego tiene una influencia decisiva en la calidad y en la cantidad. Se puede estimar que en condiciones similares la producción puede ser un 20% más", explica el investigador de la USC Benjamín Rey, quién presentó en estas jornadas los avances que permite este método de fertilización combinado con el uso de los esquistos.
Utilizar esquistos mejora el fertirriego y la producción de viñedo, a la vez que se evitan riegos como la escorrentía de los fertilizantes
"Los resultados han sido muy buenos y esperanzadores, aunque sólo haya sido un año de estudio. Este proyecto es un primer paso para poder optimizar tanto el agua como la incorporación de fertilizantes", detalla Rey. Los primeros resultados muestran que emplear esquistos en la línea del viñedo mejora el fertirriego y la producción del viñedo. "Al poder proporcionar fertilizantes en las capas más profundas, fuera de la competencia de malas hierbas y con una capa discontinua se evita la evaporación y el crecimiento de malas hierbas y se logra un mejor rendimiento", detalla Rey. Así, en este primero año de investigaciones constataron mejoras tanto en la calidad como en la cantidad de producción obtenida al tener esquistos y fertirriego en comparación con otros tratamientos. Los estudios, al igual que había hecho Cancela, se han llevado a cabo solo con cepas de la variedad Mencía. En el fertirriego emplearon fosfato monoámónico, para incorporar el fósforo, y nitrato potásico, para proporcionar potásio. También optaron por el nitrato de magnesio y las necesidades de nitrógeno las cubrieron con nitrato amónico. Este año no precisaron proporcionar calcio al suelo, según las analíticas realizadas. "Los buenos resultados obtenidos en este primero año de estudio abren la línea a nuevas investigaciones dadas las posibilidades que ofrece el uso de esquistos para reducir el impacto ambiental y la contaminación del empleo de abonos por escorrentías que afectan a acuíferos, ríos o pantanos", concluye Rey.

¿Es el Mencía un competidor frente a los Tempranillos del resto de España?

“Pese a la trayectoria del Mencía, para muchos, es aún un vino ‘nuevo’ entre los tintos en España, si bien es un vino que genera un gran interés”, valora la periodista especializada en el mundo del vino, Sarah Jane Evans. Evans recuerda que hasta hace poco, en materia de tintos, España era conocida por sus vinos Tempranillos y su gran tradición de maceración en barrica, pero los tiempos han cambiado y el Mencía se presenta para muchos consumidores como la opción que estaban buscando, una alternativa frente a vinos más tradicionales elaborados a base de Tempranillo.
“La variedad Mencía está hecha para esta nueva generación de consumidores que busca diversidad, producciones autóctonas y diferenciadas”
“Cada vez más, la gente busca diversidad, variedades diferenciadas y autóctonas. Creo que la variedad Mencía está hecha para esta nueva generación de consumidores”, afirma Evans, que intervino recientemente en una masterclass del salón Vinis Terrae, celebrado en Ourense. Los Mencías gallegos se presentan como un tinto fresco y en muchas ocasiones sin una crianza en madera, frente a lo habitual en la mayoría de los tintos españoles elaborados con Tempranillo. “Los consumidores buscan frescura y cada vez más buscan vinos sin crianza en barrica”, detalla Evans.

El afianzamiento del Mencía

Evans reconoce que durante años el Mencía fue denostado por los expertos en vino. “Se le criticaba que fuese un vino rústico y vegetal”, apunta. Y aunque es cierto que existen Mencías rústicos, también se pueden encontrar vinos perfumados y ligeros, con acidez. “Lo que falta en Tempranillo es acidez, mientras que esa acidez está presente en los vinos Mencía”, valora la experta. La experta también señala que la tendencia a clasificar los vinos más vinculados al territorio también está jugando a favor del Mencía. Por otra parte, por parte de los viticultores, Evans constata un interés por adquirir cepas viejas y barricas de mayor tamaño para aquellos vinos que opten por una crianza en madera. “Sin duda, el Mencía tiene un estilo muy original. Es el otro gran tinto de España, siendo además muy diferente del Tempranillo”, reivindica Evans.
Las familias vitivinicultoras y el paisaje son claves en la identidad y el éxito del Mencía
Parte del secreto de este afianzamiento del Mencía para Evans tiene que ver con las familias detrás de la elaboración de este vino, así como con el paisaje, que le confiere identidad. Entre los que considera ‘Magos del Mencía’ por sus destacadas elaboraciones, Evans reconoce el trabajo realizado por viticultores como José Luis Mateo, con viñedos en Monterrei, o Ricardo Pérez Palacios, descendiente de J. Palacios, bodega de la Denominación de Origen del Bierzo. “Es uno de los viticultores más reconocidos, y aunque su vino La Faraona es muy conocido, no todo el mundo sabe que está elaborado con Mencía. Es un profesional muy interesado en el terruño y su aporte a los vinos”, valora la especialista. Raúl Pérez es otro gran viticultor del que Evans destaca tanto las combinaciones que realiza, donde el Mencía tiene un papel imprescindible, así como la mínima intervención en sus vinos. “Elabora vinos de una gran complejidad que son capaces de reflejar la identidad del terruño. Son vinos casi naturales, ya que Pérez no realiza grandes intervenciones en sus vinos”, concreta.

5 Mencías a tener en cuenta

En un recorrido por Ribeira Sacra, Monterrei y Valdeorras, la experta selecciona 5 destacados vinos que representan las oportunidades que están ofreciendo los vinos Mencía en el sector:

En Monterrei

La experta en vinos selecciona tres elaboraciones en la denominación más pequeña de Galicia, Monterrei. Además, estos tres vinos responden a perfiles muy distintos y cada uno destacada por diferentes motivos. El primero en presentar es el Vía Arxéntea, un Mencía de 2020, elaborado por el viticultor Manuel Guerra Justo, que gestiona alrededor de 3,5 hectáreas de viñedo en Verín. Con una producción de 9.000 botellas es una mezcla de Mencía, Caíño y Sousón. Evans destaca este vino por ser un vino muy joven, sin pasar por barrica y por la propia elaboración, ya que para ayudar a los taninos en la bodega han optado por la microoxigenación. “Es un vino de aromas florales, a violetas, y tonos frutales como las fresas y moras. Estamos ante un vino fresco con aromas frutales y que además permanece en boca, perdura; lo que evidencia que es un gran vino”, valora la experta.
La experta destaca la elección de los bodegueros por el roble francés frente al americano para envejecer los Mencías
El vino Quérote 2016, de la bodega Trasdovento, es otra de sus elecciones. En este caso se trata de un Mencía que lleva 8 meses en barrica francesa. “De los vinos que recogemos aquí ninguno de ellos tiene barrica americana, creo que es realmente una buena decisión, ya que el sabor de coco que deja la barrica americana no sería un buen maridaje para un vino Mencía”, recomienda la experta. Vino Quérote, elaborado por la bodega Trasdovento de la DO Monterrei, fue uno de los vinos seleccionados por la experta. En este caso, Evans destaca que se trata de un vino con aromas a frutas, salinidad y muy sabroso. Además, la periodista especializada incide en la promoción de calidad que está realizando esta bodega no solo de sus vinos sino de su día a día, un ámbito en el que aún queda mucho que trabajar en las Denominaciones de Origen gallegas. Su tercer vino de Monterrei es Quinta da Muradella, elaborado por José Luis Mateo. Es un vino con 5 años, sin crianza en barrica, pero que parece un vino joven lleno de fruta, con acidez y ligero a la vez. Está elaborado con un 25% de Mencía, un 25% de Bastardo, 25% de Tempranillo (Arauxa), 25% Garnacha Tintorera. “Es un vino de variedades que refleja el paisaje sin llegar a que predomine una de estas variedades. Un vino vibrante”, reconoce la experta.

En Valdeorras

En su selección, Evans incluye un vino de Valdeorras, pese a que el Mencía no es la variedad predominante en esta DO. La experta incide en la importancia de algunos tintos como el de Joaquín Rebolledo, elaborado en A Rúa. Es un vino mayoritariamente Mencía (80%), aunque también mezcla un 10% de garnacha que proporciona dulzor, con un 5% de Sousón que aporta intensidad y fuerza. Es un vino que fermenta en depósitos de inox para luego pasar de 6 a 12 meses en barricas de madera de roble francés de 300 litros. “Al ver que ha macerado en barrica, uno piensa que va a predominar tanto en boca como en nariz esta crianza, si bien lo interesante es que el Mencía puede integrarse bien con la barrica. Si es cierto que la barrica proporciona algo más de textura, pero si se hace bien resulta una opción más compleja e interesante”, valora.

En Ribeira Sacra

El Mencía domina en este territorio, con más de 2.300 bodegueros y 94 bodegas, con un clima continental con influencias atlánticas. A boca do demo, es el vino top de la bodega Castro Candaz, procedente de cepas con más de 70 años de antigüedad y elaborado con Mencía, Garnacha tintorera, Domingo Pérez y Caíño. Se trata de un vino con la contraetiqueta Ribeira Sacra Summun, lo que implica que ha sido elaborado con un 85% de variedades preferentes y en las que se incluye un mínimo un 60% de Mencía. “Es un vino que llena la boca de perfume. Parece que fuese a ser un vino ligero que ofrece placer para luego demostrar que aporta frescor en un vino estructurado, con acidez y taninos no demasiado fuertes. Con un precio de 26 euros, es un vino memorable y especial que bien merece este precio”, reconoce la especialista.

Mencía en internet

Uno de los puntos débiles que Evans ha encontrado en los Mencías elaborados en Galicia es su proyección en internet, en concreto al falta de identidad de este vino en canales de comunicación tan utilizados hoy en día como las redes sociales. Una búsqueda por algunas de estas redes como Instagram o Facebook le ha permitido constatar a la experta las escasas referencias a los vinos Mencía.
Los tintos gallegos tienen el desafío de hacerse un hueco entre los vinos españoles
En un tiempo de pandemia como el que acabamos de vivir, donde los restaurantes han cerrado sus puertas, se ha visto la necesidad de buscar salida también al vino de otra forma y su escasa presencia en la red juega en contra del potencial de los tintos gallegos. No solo la escasa presencia en redes sociales, sino que tal y como apunta Evans, el Mencía se ha topado de lleno con la dificultad de que no se encuentra en las listas de vinos más recomendados. “Ourense tiene por delante el trabajo de promocionar su Mencía. Los tintos gallegos tienen que hacerse un hueco entre los vinos españoles, demostrando que hay más que Riojas o Ribera del Duero”, argumenta Evans. La experta aboga por la colaboración entre las dos D.Os, contando también con Valdeorras, aunque su producción de Mencía sea más reducida, ya que la confrontación entre denominaciones no proporcionaría buenos resultados. “En especial Ribeira Sacra y Monterrei tienen que trabajar juntos para mandar el mensaje de que son el corazón del Mencía”, valora.
Ribeira Sacra y Monterrei tienen que trabajar juntas para mandar el mensaje de que son el corazón del Mencía gallego
La escasa presencia de los Mencías en la red puede hacer que los vinos gallegos jueguen en desventaja, pese a su calidad, e incluso quedarse atrás aún con el bagaje histórico de los vinos tintos en tierras gallegas. Evans apremia a reivindicar el Mencía gallego, ya que otros productores de latitudes tan distantes como Australia están promocionando ya sus Mencías y pueden conseguir posicionarse a nivel mundial entre los consumidores como los productores destacados de esta variedad, lo que dejaría relegados los vinos gallegos. “Al Mencía puede pasarle lo mismo que ocurrió con el Garnacha, que aún siendo una variedad española, se asocia por muchos consumidores con otras regiones”, apunta la experta. La gran incógnita es saber que vino escogerá el consumidor, si bien para Evans, los tintos gallegos tienen grandes posibilidades en el mercado. “El Mencía puede abrirse camino como un vino fresco y aromático de Galicia. Mencía es la variedad, pero el vino es también personalidades y en Galicia las hay”, concluye.

Rectoral de Gundivós, el vino de la Ribeira Sacra hecho en barro

Elías, José y Manolo, en el patio de la Rectoral de Gundivós con tres de los vinos que elaboran Fusionar la alfarería y la viticultura, dos de las actividades tradicionales de la Ribeira Sacra, fue el objetivo con el que en el año 2016 nacía el proyecto de la bodega Rectoral de Gundivós SL. Sus cuatro socios, Elías, Manuel, José y José Antonio querían hacer unos vinos diferentes y, para conseguirlo, apostaron por recuperar los recipientes en los que desde los tiempos de los romanos se fermentaba el vino en esta zona. Aquella primera cosecha del 2016 daba forma a una idea trabajada desde hacía varios años entre los cuatro socios, dos de ellos con muchos años de experiencia en el sector. Manuel Verao es el responsable técnico de la bodega, con puntuales asesoramientos de enólogos de su confianza. Él y José aportan el conocimiento en el ámbito de los viñedos y la experiencia en el mundo de los vinos. Elías González es la otra de las patas necesarias del proyecto. Es el propietario de la rectoral donde se ubica la bodega y el alfarero del grupo, encargado de confeccionar las ámboas de barro, los grandes recipientes que servían en el pasado para la fermentación y almacenamiento del vino y que esta bodega ha recuperado para sus vinos de autor actuales. "Es un proyecto en conjunto de un alfarero con personas que se criaron debajo de las viñas", dice.
En el año 2016 sacamos la primera añada y empezamos un proyecto para poner en valor a alfarería y el vino de Amandi, una idea trabajada desde hacía varios años entre los cuatro socios
"Nuestra filosofía es intentar mezclar historia, tierra y paisaje, para hacer un vino lo más natural posible, conservando así la tradición de nuestros antepasados que con tanto sacrificio lograron hacer estos caldos desde épocas romanas. Fueron ellos los que organizaron las escarpadas laderas del río Sil en bancales, con pendientes que en ocasiones superan el 75% de desnivel y que dan su nombre a la famosa viticultura heroica de la Ribeira Sacra", explican. Dos hectáreas de viñedo propio Trabajos de vendimia en fincas con pendiente pronunciada y de difícil acceso sobre los cañones del Sil La bodega cuenta con casi dos hectáreas de viñedo propio situadas en las laderas del Sil, dentro de la subzona de Amandi. "Basamos nuestro proyecto en una viticultura respetuosa con el medio ambiente, con la mínima intervención en los vinos, limitando las producciones por planta para conseguir la máxima expresión de los viñedos y recuperando variedades autóctonas como albarello, merenzao, negreda o blanco legítimo", añaden.
Las viñas, que pertenecen a los socios, son de difícil acceso y están todas en la subzona de Amandi
A las viñas propiedad de los socios se añade algo de uva comprada a otros productores para una producción total de 10.000 botellas en las cuatro marcas que elaboran. Todas llevan nombres relacionados con la tradición vinícola y alfarera y son producciones limitadas. Del barro al vino Los vinos que elaboran llevan nombres vinculados al barro con el que se hacen las piezas que los acompañan Elías es propietario de la Rectoral de Gundivós y maestro alfarero de esta parroquia, que mantiene, gracias a personas como él, una de las alfarerías más ancestrales de la península ibérica. Elías es quien se encarga de elaborar las ámboas de cerámica, unos depósitos de tradición milenaria que históricamente servían para fermentar y transportar el vino. "El vino antes se transportaba mucho en barro, nosotros nos inclinamos por rescatar depósitos de nuestros ancestros y adaptar nuevas piezas a las nuevas tendencias actuales del vino", explica Elías.
Además de reproducir depósitos y decantadores tradicionales, cuentan con nuevos diseños de enfriadores para el vino hechos en cerámica
Entre esas nuevas piezas se encuentran distintos tipos de enfriadores, adaptados a cada uno de los vinos que hacen. El Adobe, por ejemplo, "es un enfriador natural que funciona mediante el efecto botijo, tú mojas el recipiente de barro y el agua tiende a evaporarse y de este modo enfría el vino que hay en el interior", cuenta su autor. En el caso del recipiente para el vino blanco Ímbrice está pensado como cubitera, mientras que en el Ámboa puede meterse también hielo dentro.
Todos los nombres de nuestros vinos hacen referencia al barro y a la historia de la Ribeira Sacra
"Con este proyecto pretendemos fusionar vino y barro para poner en valor la alfarería y la viticultura de Amandi y hacer así un pequeño homenaje a tanta tradición y historia de nuestra tierra. Por eso, los nombres de nuestros vinos están relacionados con esta práctica", detalla. La alfarería de Gundivós es una de las alfarerías tradicionales de Galicia que más se identifica con el vino, conservándose aun hoy depósitos de fermentación y decantadores hechos en barro, formas de siempre que Rectoral de Gundivós pretende ayudar a perpetuar de este modo, con un sentido estético y decorativo actual que se suma a su funcionalidad práctica original. Enoturismo como manera de aprovechar la historia que tiene la Ribeira Sacra Vista aérea de la Rectoral de Gundivós, donde se encuentra la bodega y el obrador de alfarería tradicional La Ribeira Sacra, candidata a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, cuenta con elementos históricos, paisajísticos y patrimoniales de indudable valor. El proyecto de Rectoral de Gundivós pretende aprovecharlos. "Muchas empresas se gastan miles de millones de euros en inventarse un relato histórico con el que vender sus productos, nosotros aquí tenemos ese relato sin tener que inventarlo y eso es algo que tenemos que aprovechar", defiende Elías. "En nuestras viñas aparecen restos de tégulas romanas, por eso nuestro vino blanco, Ímbrice, hace referencia con su nombre a esa época romana. Así era como denominaban los romanos a la pieza de cerámica que tapaba la unión de dos tégulas", explica.
Muchas empresas se gastan miles de millones de euros en inventarse un relato histórico con el que vender sus productos, nosotros aquí tenemos ese relato sin tener que inventarlo y eso es algo que tenemos que aprovechar
Del mismo modo, las ámboas eran los recipientes de barro donde se fermentaba y transportaba el vino en la época romana y medieval. "Es evidente la gran importancia de esta zona en la Edad Media, como atestiguan los monasterios románicos que hay salpicando toda la Ribeira Sacra, y se dice que la viticultura en esta zona comenzó porque los romanos empezaron a plantar vides y a llevar los vinos desde aquí en ámboas para los césares de Roma. Será leyenda o realidad, pero tenemos un potencial histórico tremendo que tenemos que aprovechar", dice.
Se pueden concertar visitas conjuntas a la bodega y al obrador de cerámica de la Rectoral de Gundivós, con demostración de alfarería en vivo y degustación de vino
Los vinos son solo una parte más en el proyecto de recuperación etnográfica, cultural y patrimonial iniciado hace ya casi 20 años. En el año 2003 fue adquirida la edificación de la vieja Rectoral de Gundivós y en el 2007 se finalizó su restauración y se comenzaron a hacer visitas guiadas al museo y demostraciones de alfarería en vivo. Se le suma ahora la bodega y la elaboración de los vinos y de las piezas hechas en barro que los acompañan.

"Buscamos la diferenciación incluso dentro de la Denominación de Origen Ribeira Sacra"

La bodega, con las ámboas de barro donde fermenta el vino antes de ser traspasado a barricas de roble Si algo tenían claro Elías, Manolo, José y José Antonio cuando se lanzaron a este proyecto es que querían que fuese diferente. "Buscamos la diferenciación incluso dentro de la Denominación de Origen Ribeira Sacra", aseguran. A pesar de ser una bodega de nueva creación, su vino cuenta una historia, la que hay detrás de la tradición. Adobe es el vino principal de la bodega, el más característico de la Ribeira Sacra, en el que se respeta la mencía como variedad principal de la zona y a la que se le mezclan otras como merenzao, brancellao y garnacha, que le aportan color y acidez y los matices que cada una de ellas tienen desde el punto de vista organoléptico.
Hacemos un vino de autor respetando como se hacía antes y usando el mínimo de productos químicos tanto en la viña como en la bodega
Ámboa es un vino de pizarra, con más mineralización y con un ligero pase por barrica para darle más longevidad en el tiempo. Es el vino de finca de Rectoral de Gundivós, con uvas procedentes de O Lombo y Lobeiras, con pendientes muy pronunciadas, en las que han instalado un elevador para poder sacar la uva. Se trata de una producción limitada de 1.200 botellas que tienen la particularidad de estar lacadas a mano.
En los recipientes de barro la temperatura nunca sube de los 20ºC, produciéndose una fermentación controlada de manera natural
Ámboa Lútum es el proyecto estrella de la bodega. Un vino tinto que fermenta en las ámboas de barro, con una fermentación controlada de manera natural. "En las ámboas nunca se superan los 18-20ºC sin necesidad de ningún tipo de frío artificial, cuando el acero, por ejemplo, llega a alcanzar los 30ºC si no lo corriges", explica Manolo. De este modo el vino consigue características y matices muy distintos. "Quisimos jugar con algo único que había en la zona, con un recipiente vinculado al vino con una forma milenaria y una capacidad de unos 200 litros cada una", añade. Tras la fermentación en las ámboas, el vino pasa a barricas de madera de roble durante 6 meses para que estabilice y tenga más recorrido.
Están recuperando la blanca legítima, una variedad autóctona de la zona que le aporta acidez y condición aromática al godello
Ímbrice es el nombre que lleva el vino blanco que elaboran. También una edición limitada de 1.200 botellas hecha a base de godello y otras castas, como treixadura, dona branca, o blanca legítica, una variedad de la zona que se está recuperando y que le da acidez al godello y una condición aromática floral muy particular que no tiene ninguna de las otras castas.

Jornada de reflexión sobre el vino del Bierzo de este año

Las viñas del Palacio de Canedo, el centro de operaciones de Prada a Tope en Cacabelos El 9 de noviembre se celebra la Fiesta del Vino Nuevo del Palacio de Canedo con la presentación del primer vino de la cosecha 2019, el Maceración Carbónica. El periodista deportivo y divulgador de la cultura del vino Sergio Sauca será el pregonero de este año, donde las castañas asadas, el chorizo escaldado en vino y dulces de castañas completarán la puesta de largo del primer mencía del año de Prada a Tope. El segundo sábado de noviembre, como es habitual, tendrá lugar la presentación del primer vino de la cosecha. Este año coincide con la jornada de reflexión de las elecciones generales, de modo que, como propone la organización, qué mejor forma de reflexionar que con una copa de buen vino en la mano mientras uno escucha la música en vivo del tributo a los Blues Brothers y Musicanimación. La Fiesta del Vino Nuevo comenzará a partir de las 19 horas, cuando se comiencen a servir las primeras bandejas, y en ella se podrá degustar ya el primer mencía de la cosecha de 2019 elaborado en la D.O. Bierzo, junto con las castañas asadas, como manda la tradición de los vinos recién hechos. Además, el menú se completa con el clásico chorizo cocido en vino tinto con pan recién horneado, acompañado de patata asada, dulce de castañas y una crema de limón para cerrar. Las reservas para la fiesta se pueden hacer en el propio Palacio de Canedo o a través del teléfono 987563366 y el precio será de 18 euros, incluyendo además una copa de cristal y una botella de vino del Maceración 2019 para disfrutar en casa. En el caso del menú infantil, el precio es de 9 euros. Sergio Sauca, pregonero El pregonero del Maceración Carbónica 2019 será Sergio Sauca, conocido periodista deportivo de TVE, que además es un enófilo de primera línea. Colabora con diferentes medios contribuyendo a la divulgación del vino. En RNE tiene una sección que bajo el título El Saucacorchos ha pasado a convertirse también en un blog de referencia para los aficionados al mundo del vino. Sergio Sauca es licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense y desde hace 30 años está ligado a Televisión Española, donde ha puesto cara y contenido a los deportes en el Telediario. Tras la presentación de Sauca seguirá la fiesta, con Musicanimación de Alberto González, y con un tributo a los Blues Brothers a cargo de Javier Arias y Javier Baíllo, que recordarán el repertorio de este mítico grupo inmortalizado por la película Granujas a todo ritmo. Hoja de abedul para la 28ª cosecha del Maceración El último tractor que entró a principios de octubre en las bodegas del Palacio de Canedo llevaba sobre las uvas el tradicional ramo de vid que señala el final de la vendimia. Ahora, tras el trabajo en la bodega, podrá degustarse el primer vino, el Maceración Carbónica. Esta será la vigesimoctava fiesta del Maceración Carbónica de Prada, un vino muy complicado de elaborar y que cada año es absolutamente diferente por llevar muy marcada la impronta del año meteorológico. La elaboración del Maceración obliga a una vendimia manual, y tras ella deben colocar los racimos uno a uno en la cuba, de modo que durante unos días arranca la fermentación sin romper esos racimos, antes de que continúe el proceso convencional. Este contacto de la pulpa con la piel de la uva a temperatura controlada hace que el Maceración de Prada sea un vino desnudo, en el que ni la madera ni la maduración en depósitos despista al apasionado de la mencía, que se puede disfrutar en todo su esplendor. Para esta bodega, es la mejor manera de tomarle el pulso a la cosecha de 2019 y el Maceración nos dará muchas pistas de lo que serán los mencías de este año en la Denominación de Origen Bierzo. La etiqueta de este año la forman hojas de abedul, uno de los árboles característicos del Bosque Didáctico de la Fundación Prada a Tope. El castaño, el roble y el peral de monte han sido las etiquetas anteriores, ampliándose así la colección para dar a conocer esta joya natural de la Fundación, concienciar del valor de los bosques y reivindicar con cada nueva etiqueta que cada cosecha de Maceración es única y diferente de las anteriores, pero todas con profundas raíces en el Bierzo.

“Vamos a duplicar los viñedos para elaborar un tinto de Valdeorras diferenciado”

Adega Avelina es una bodega familiar de Córgomo, en el ayuntamiento de Vilamartín de Valdeorras, cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo XX, cuando Avelina, abuela de los actuales propietarios de la bodega, despertó el interés de la familia por la viticultura, en una de las zonas de viñedo más cotizadas de la comarca. Hoy son sus nietos, Servando y Amancio, los que dan continuidad a esta tradición familiar...y con mucho futuro por escribir. Su nuevo proyecto es duplicar su superficie de viñedo en los próximos dos años, pasando de las 8 hectáreas con las que cuentan actualmente a entre 15 y 20 hectáreas, apostando por las variedades tintas para elaborar un vino de parcela diferenciado. Nos lo cuenta Amancio López Vázquez, copropietario de la bodega, y que encontró en el viñedo su pasión de una forma casual. Sois una bodega familiar con una historia muy interesante. ¿Cuéntanos cómo nació? El origen está en mis abuelos, y especialmente en mi abuela Avelina, que logró fama en toda la comarca como injertadora de vides en patrones americanos resistentes a la filoxera. En un principio elaboraban vino, que era fundamentalmente de Garnacha y de Jerez, variedades más productivas llegadas de fuera. Así fue hasta los años 80, cuando mi padre, Agustín, volvió de Suiza y decidió invertir los ahorros en comprar viñedos aquí, en Córgomo. Hay que tener en cuenta que el poco terreno bueno que había para viñedo estaba repartido entre pocas familias y él cuando volvió compró y lo unió al que heredó, llegando a juntar 4 hectáreas. Mi padre también empezó a plantar Godello y a arrancar cepa de Jerez y de Garnacha. Vendía el vino a granel, tanto blanco cómo tinto, pero empezó a elaborar mencía y godello por separado y se lo regaló a algunos clientes, que de esta forma empezaron a apreciar su calidad y comenzaron a demandarlo. El siguiente paso importante fue en el año 2000, cuando empezamos a embotellar con nuestra propia marca, Casal de Furcos Rocío, tanto blanco, de Godello, como tinto de Mencía. Lo de Rocío es un homenaje a Rocío, mi hija, y el futuro de esta bodega familiar. Nuestra oferta se completa con el Casal de Furcos barrica y con Pradolongo, un vino en honor a la película dirigida por Ignacio Vilar y que es un homenaje a Valdeorras. El Pradolongo Blanco es un godello sobre lías y su destino es Francia, y el tinto su destino principal es Inglaterra.
“La viticultura me parece una manera auténtica de vivir”
Tu formación no fue para incorporarte a la viticultura. Cuéntanos cómo acabaste continuando con la tradición familiar.. Empecé a trabajar en el viñedo en el año 1998, a raíz de un accidente de tráfico. Yo había estudiado empresariales y en el 1997 tuve un accidente de tráfico, viniendo de A Coruña, donde trabajaba llevando la gestión en una cadena de macrodiscotecas. Y en los meses siguientes quedé en Córgomo a recuperarme y empecé con mi padre a ir las viñas y ayudarle a podar y a hacer el resto de los trabajos. Y fue ahí donde me enamoré de este trabajo. Sé que con el viñedo no me voy a poner rico, pero es algo que me gusta, que me da la libertad de gestionar mi tiempo. Es cierto que tienes momentos duros, como estos últimos tres años de inclemencias del tiempo. Pero la viticultura me parece una manera auténtica de vivir. No se explican con palabras los sentimientos de plantar una vid, irla cuidando, lograr las uvas y elaborar el vino. Es cómo criar a tus hijos. Al principio empezamos a producir uva, y luego lo de embotellar fue posterior, un poco para tener un reconocimiento a lo que haces. Hoy tenemos 8 hectáreas, de las que el 70% está plantada con Godello, un 25% con Mencía y un 5% con Garnacha. Pero nuestro objetivo es llegar en los próximos años a entre 15 y 19 hectáreas de viñedo. Precisamos esa superficie, es un punto de inflexión para garantizar el suministro a los clientes y unos ingresos. Si tienes 15 hectáreas, por muy mal que vaya, 50.000 kilogramos de uva al año coges, pero con la superficie actual si viene un año muy malo, como el año pasado, cosechas solo 25.000 kilos. Además, contamos con la ventaja de que nuestras parcelas -Pousadoiro, Puxeiros, Bardaxal o O Agro- tienen unos tipos de suelo muy distintos, más pizarrosos en alto y más arcillosos en el valle. Esto permite que en los años muy secos en el valle tengamos cosecha y en los años algo húmedos las parcelas altas van a tener también uva. ¿Qué vais a plantar en esas 10 hectáreas de nuevos viñedos? Hemos pensado plantar entre un 50 o 60% de Mencía del clon 32, un 20 o 25% de Sousón y el resto Tempranillo. La Mencía acercará acidez y viveza, el Sousón calidad y profundidad de aromas y el Temperanillo esa profundidad y alargamiento en la vida en botella.
“Vamos a elaborar tintos de parcela diferenciados”
El clon 32 fue lo que mejor resultado nos dio después de probar con material vegetal procedente de la finca experimental de la EVEGA en Leiro. Redujisteis el número de botellas que elaboráis. ¿Por que motivo? En un año normal andamos por las 80.000 botellas, pero llegamos hace años a elaborar 200.000 botellas, ya que comprábamos uva y también vino. Sin embargo, llegamos a la conclusión de que no nos compensaba vender por precio. Tienes que hacer un producto diferenciado y que se acompañe de un precio que te deje margen y con unas garantías de cobro. Posiblemente iremos aumentando, pero aunque cosechemos 200.000 kilos de uva prefiero vender uva y quedar con esas 80.000 botellas. En cuanto a nuestro mercado, el Pradolongo va case todo para la exportación, aunque debido a la mala cosecha del año pasado reducimos a unas 12.000 botellas. La exportación vienen representando entre un 20 y un 25% de nuestras ventas; el 40% lo vendemos en Galicia y el otro 40% en el resto de España. ¿Hacia donde queréis orientar el futuro de Adega Avelina con estas nuevas plantaciones? Lo que vamos a hacer es intentar elaborar vinos de parcela, de pago, y en esa línea van las plantaciones que estamos realizando ahora. Primero vemos el terreno, su orientación, luego elegimos las variedades y después que la raíz que vaya sea lo más compatible posible tanto con el terreno como con la variedad. La idea es que toda la uva que salga de allí vaya directamente para elaborar cada vino, sin hacer coupage en bodega. Es decir, que de cada parcela salga una partida diferenciada y con su nombre, de forma que si un año la uva recogida solo produce x botellas serán las que salgan al mercado. Pienso que hoy en día mencías hay muchos, por lo que nuestra estrategia es elaborar un tinto diferente y que guste en el mercado. Donde podemos competir es en la diferenciación, con vinos de parcelas pequeñas y partidas de botellas limitadas. Fuera de España aprecian esa exclusividad de botellas numeradas y pienso que tenemos que ir a eso, porque no podemos competir con las miles de hectáreas que tienen en otras zonas. ¿Y que le pedirías a las administraciones y al Consello Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras? Lo que le pediría a la Administración es que nos ofreciera a los profesionales del sector vitícola formación específica para poder exportar, por ejemplo con clases de inglés específicas para cerrar negocios en este sector, o de comercio internacional para aprender a negociar con posibles clientes de otros países. De lo contrario, seguiremos dependiendo de intermediarios que nos llevan un parte del valor de cada botella. En el Consello Regulador pienso que están haciendo un gran trabajo, pero creo que aún deberían ser más exigentes en los controles, porque eso es lo que nos obliga a las bodegas y viticultores a estar al día y a mejorar año a año. Porque el control creo que está relacionado con la exclusividad y con la puesta en valor de nuestros vinos. En este sentido, lograr la acreditación de ENAC fue lo mejor que nos pudo pasar en Valdeorras.
“Un gran grupo bodeguero quiso comprar a buen precio nuestra bodega, pero dijimos que no”
Y en los viveros de planta echo en falta una labor de asesoramiento seria sobre lo que mejor va para cada zona y parcela y garantizar las variedades que venden, ya no digo que vengan libres de enfermedades. A las bodegas familiares de Valdeorras, ¿os causa inquietud entrada en la DO de grandes bodegas de fuera? Uno de los grupos más grandes que entró en Valdeorras incluso nos quiso comprar nuestra bodega con una muy buena oferta. Pero yo y mi hermano somos aún jóvenes e inquietos y queremos seguir vinculados a esto, por lo que la rechazamos. Habrá gente a la que no le duela vender, y no tengan una vinculación con esto, pero nosotros somos familias de bodegueros y para nosotros la tierra tiene una historia, mi abuelo estuvo viviendo de esto y yo lo sigo haciendo. Si eres una empresa no tienes ese vínculo emocional. En este sentido, los grandes grupos que vienen de fuera cuando dan con familias es raro que vendan sus viñedos. Por lo demás, creo que su llegada fue positiva, porque nos permite llegar a muchos mercados a los que nosotros no podriamos llegar, y nos aprovechamos del rebufo de ellos. En un principio creo que es positivo que inviertan en Valdeorras porque nos ponen en el mundo. De hecho, hace unos años en Madrid no sabían lo que era godello y hoy en Munich ya te piden “la Godello”. Además, son una alternativa más para venderles uva.

«La viña y la tierra es algo que viví desde pequeña y que llevo en las emociones»

La bodega Triay es la culminación de una tradición familiar de cuidado del viñedo y de elaboración de vinos que se remonta varias generaciones. Puri García, que creó la bodega conjuntamente con su marido, Antonio Triay, habla de una historia de emociones y pasión. "El mundo del viñedo y del vino es algo que viví desde pequeña y que marca. Ves esa lucha constante de tus padres, esa forma de vivir, que si el cuidado de una viña, que si la atención a un cliente, la elaboración del vino... Lo llevas mucho en las emociones y a mí es un sector que me tira", cuenta Puri García. Sus padres, Isaac García y Obdulia Domínguez, dedicaron toda la vida a la viticultura. Cultivaban algo más de ocho hectáreas en fincas tradicionales, con mezcla de variedades autóctonas y cepas antiguas que llegaban a superar el siglo de vida. La cosecha se transformaba de aquella en vino a granel. El objetivo era entonces producir todo el vino posible, aunque ya cuidando la calidad, pues el mercado comenzaba a demandar el vino de variedades nobles, como godello y treixadura en blancos y mencía en tintos. Obdulia Domínguez e Isaac García. Cuando Puri García y Antonio Triay decidieron crear la bodega para embotellar su propio vino, finalizaron el trabajo de reconversión de los viñedos hacia las variedades godello y mencía, principalmente, y comenzaron a manejar la viña para limitar su rendimiento productivo. En lugar de cantidad de uva, buscaron la calidad. "Es un trabajo que haces en la poda. Limitas el número de varas a fin de lograr una uva que reciba más alimento de la planta" -explica Puri.- "Cuando mi padre vio eso por primera vez, pensaba que estábamos haciendo algo equivocado porque en su época lo que importaba era el volumen, pero después se dio de cuenta de que íbamos en el camino correcto". Parte de las viñas de godello de Triay corresponden a lo que se conoce en Monterrei como verdello, una variedad local de godello caracterizada por uvas más pequeñas y por un sabor particular. "Recuerdo cuando se injertó esa viña -cuenta Puri-. Costó sacarla adelante porque no todos los injertos van adelante a la primera, pero finalmente consolidamos ese viñedo, que nos aporta elementos diferenciales". En Triay, el trabajo en la viña es algo que les apasiona. "Yo lo viví desde siempre, pero a mi marido, que nunca se había dedicado al vino, es algo que también le encanta", apunta Puri. La bodega maneja en la actualidad alrededor de cuatro hectáreas de viñas y le compra también pequeñas cantidades a productores de confianza del entorno, que siguen la misma línea de trabajo de Triay. Vinos La empresa elabora dos monovarietales bajo la marca Triay, un godello, que incorpora pequeñas aportaciones de treixadura, y un mencía. Del godello elaboran un año normal unas 32.000 botellas y otras 9.000 de mencía. Esta campaña, la producción será inferior a la mitad por el efecto de las heladas tardías de primavera, que limitaron la producción. "Cuando vimos los efectos de la helada pensamos en no coger nada e incluso teníamos miedo de que secasen las cepas, pero la viña volvió a brotar y aunque cogemos menos uvas y pequeñas, eran sabrosas y de calidad", destaca Puri. El mercado de la bodega se centra en Galicia y en el resto de España, con ventas principalmente en toda la zona norte, Baleares y Madrid. También exportan pequeñas cantidades a Estados Unidos y Alemania.

Una tesis prevé que las zonas altas serán las más aptas para el cultivo del vino en la Ribeira Sacra

La Denominación de Origen Ribeira Sacra es quizás la que presenta mayor variación de sus vinos de las cinco con las que cuenta Galicia. Las diferencias en el terroir, es decir, en la interacción entre topografía (altitud y exposición), clima, microclima y suelo de sus cinco subzonas de cultivo (Amandi, Chantada, Ribeiras do Miño, Quiroga-Bibei y Ribeiras do Sil) determinan distintos tipos de vinos.

Medir científicamente esto y con estos datos empezar a diseñar una estrategia para adaptar el cultivo de la vid en la Ribeira Sacra a la realidad cada vez más evidente del cambio climático ha sido el objetivo de la tesis “Composición bioquímica de la variedad Mencía (Vitis vinífera L.) en la D.O. Ribeira Sacra: influencia del terroir y adaptación al cambio climático”.

La investigación comenzó en el año 2009 en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y fue realizada por la investigadora monfortina Iria Rodríguez Vega, que la defendió recientemente en la Universidade de Vigo, obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum laude.

En total se analizaron 15 viñedos repartidos en las cinco subzonas de la Denominación de Origen. La variedad de vid que se analizó fue la Mencía, la predominante en la Ribeira Sacra.

Las zonas de altitud media son las permiten obtener vinos más equilibrados

Partiendo de que la Ribeira Sacra reúne unas condiciones muy favorables para el cultivo de la vid -la temperatura media efectiva, la registrada durante el período vegetativo de la vid, se sitúa en los 17,1 ºC y la precipitación efectiva es de 281 mm, mientras que la probabilidad de heladas en la fase inicial del ciclo vegetativo es escasa- lo que investigó Iria Rodríguez Vega es cuales son las mejores parcelas para obtener los vinos más equilibrados.

En este sentido, teniendo en cuenta que las viñas de la Ribeira Sacra van de los 200 metros en la cota más baja a los 466 en la más alta, lo que concluye la tesis es que las viñas situadas entre los 350 y los 450 metros de altitud y en las que la temperatura anual media se sitúa entre los 17,5 y los 19ºC son las más adecuadas.

Esto es así porque las uvas de las viñas situadas en esas alturas permiten obtener vinos con elevadas cantidades de compuestos fenólicos, que aportan matices cromáticos, características organolépticas y aromáticas, posibilidades de envejecimiento, y beneficios para la salud por su elevada capacidad antioxidante, y de compuestos aromáticos que influyen en la calidad organoléptica del vino.

“Las mejores zonas para un vino más equilibrado son las zonas medias, pero eso no quiere decir que sean las mejores zonas de cultivo”

En la investigación ha estudiado el efecto del terroir en la composición bioquímica de la variedad Mencía, en cuanto a polifenoles, aromas y aminoácidos y se han obtenido diferencias significativas importantes, lo que nos indica que dentro de una misma subzona podemos obtener mostos con diferentes propiedades y características incluso cuando provienen de la misma variedad, en este caso la Mencía, dejando claro el potencial de esta denominación para obtener vinos de calidad según las prioridades del viticultor hacia el tipo de vino a elaborar.

“En este sentido, según el lugar de plantación se obtendrá un mayor o menor contenido en polifenoles y esto permitirá obtener vinos con distintos matices cromáticos, más armónicos y con distintas posibilidades de envejecimiento en barrica, además de aportar efectos beneficiosos para la salud por su elevada capacidad antioxidante. Por otro lado, los diferentes microclimas también aportarán diferentes características organolépticas y aromáticas incluso dentro de una misma zona”, explica Iria Rodríguez Vega.

Las uvas de las Ribeiras del Sil tienen más riqueza aromática y las de Amandi y Quiroga maduran antes

Otro de los aspectos analizados fue la variación de la composición de las uvas en las cinco subzonas de la Denominación de Origen, partiendo del hecho de que existen claras diferencias tanto entre las temperaturas -las más bajas se dan en Chantada (17,1ºC de media) y las más altas en Amandi (18,2ºC)- como entre los suelos.

Y los resultados concluyen que las uvas cultivadas en Ribeiras do Sil tienen mayor concentración de compuestos fenólicos y aromáticos siendo las de Quiroga-Bibei más ricas en antocianos y las de Amandi en estilbenos.

Además, en las parcelas estudiadas en las subzonas de Ribeiras do Sil se obtuvieron las mayores concentraciones de compuestos fenólicos, junto con la de Amandi en el caso del resveratrol, compuesto de elevada importancia por su actividad antioxidante, y la de Quiroga en el caso de los antocianos, compuestos que aportan, principalmente, matices cromáticos a los vinos.

Fonte: Iria Rodríguez Vega

Todas estas zonas se caracterizan por unas condiciones climáticas con temperaturas altas por el día y noches frescas, lo que favorece la maduración gradual de la uva que llega a su punto óptimo antes que en el resto de las parcelas estudiadas, características que se deben principalmente a la topografía de estas zonas .

Estos indicadores revelan, por tanto, que el terroir de la Ribeira Sacra, es decir, el suelo, el clima y la topografía –principalmente altitud y exposición-, ejerce una notable influencia en la composición bioquímica de la variedad Mencía.

Con el cambio climático las viñas se cultivarán a más altitud

¿Como puede influir el cambio climático en el cultivo de la uva en la Ribeira Sacra y como poder adaptarse? Esta fue otra de las preguntas a las que intenta dar respuesta la tesis de Iria Rodríguez Vega.

Y lo que le concluye el estudio es que será necesario cultivar la vid a más altitud para obtener vinos equilibrados. De esta forma, la investigadora recomienda a los viticultores que quieran realizar nuevas plantaciones “que lo hagan en las zonas medias y altas porque en las zonas bajas, más cercanas al río, las cepas sufrirán sobremaduración”.

Este sentido, la tesis prevé que las posibilidades para adaptarse son grandes, ya que el viticultor puede jugar tanto con la altura a la que cultiva la vid, con los distintos microclimas e, incluso, con las variedades de uva.

“Tenemos la suerte de poder contar con esas zonas medias y altas que en muchos casos están aún sin cultivar y pueden tener gran potencial para el viñedo”, concluye la autora de la tesis.

Diferencias bioquímicas entre los vinos de las subzonas de la DO Ribeira Sacra: 

Fonte: Iria Rodríguez Vega.