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Carioni, la granja ecológica más grande de Italia, con 1.500 vacas y 1.000 hectáreas

Sara Carioni, junto a Adrián Fernández, Antón Chaín, Mateo García y Brais Cajide, alumnos de la EFA Fonteboa que esta primavera hicieron prácticas en esta ganadería italiana En 1920 la familia Carioni empezó a producir leche con 5 vacas en su pequeña granja de Trescore Cremasco, en el límite entre las provincias de Cremona y Bérgamo. Un siglo después y propiedad en la actualidad de Tommaso Carioni y sus hermanos Mario y Tiziana, se ha convertido en la explotación ecológica más grande de Italia. En ella realizaron prácticas esta primavera cuatro alumnos de la EFA Fonteboa dentro del programa de intercambio europeo Erasmus+.  Situada en la zona agrícola de Crema, a 50 minutos de la ciudad de Milán, la granja de la familia Carioni es hoy unha empresa diversificada, que trasforma su producción láctea en quesos y otros productos y que cultiva también hortalizas con las que hace conservas.
La granja de la familia Carioni es hoy un ejemplo de emprendimiento agrícola reconocido en Italia
La importante dimensión alcanzada garantiza todo el ciclo productivo, desde la producción de forrajes y la cría del ganado hasta la transformación y venta directa de sus productos lácteos, un modelo de emprendimiento agrícola reconocido con numerosos premios en Italia. La búsqueda de la autosuficiencia energética les ha llevado a invertir también en placas solares y biodigestores para el aprovechamiento del metano generado por el purín. En ecológico desde 2015 Vista aérea de las instalaciones donde se encuentra el establo de producción de leche ecológica, la quesería y la planta de biogás En su evolución como empresa, han sabido fusionar tradición e inversiones en las tecnologías más avanzadas para abrirse camino en el mercado. Un crecimiento constante iniciado hace más de medio siglo pero que se ha multiplicado en la última década. El padre de Tommaso, Francesco Carioni, incrementó en los años 60 la cría de ganado lechero y el cultivo de la tierra con la producción de hortalizas. Siguiendo su ejemplo de diversificación, en el año 2000 sus hijos montaron una quesería y empezaron a transformar la leche que producían en queso fresco y curado de distintas denominaciones de origen, como Salva Cremasco o Taleggio. Pero es a partir de 2015 cuando se produce el gran salto en la empresa familiar, con la conversión a ecológico y el lanzamiento de Carioni Food & Health, que resume la filosofía actual del grupo: adaptarse a las demandas del consumidor produciendo alimentos de calidad, saludables, y que preserven el medio ambiente. 1.000 hectáreas de terreno Sistema de regadío, con 600 metros de manguera y pivote Desde entonces han duplicado varias veces el tamaño de la granja y extendido su superficie agraria, que suma en la actualidad 1.000 hectáreas repartidas por 3 de las 20 regiones italianas: Lombardía, Emilia Romagna y Marche. “Hacemos dos cultivos al año. Las rotaciones son muy importantes en ecológico para mantener el suelo y evitar las malas hierbas”, asegura Sara Carioni, que se encarga del manejo de datos, la certificación ecológica de las tierras y la ganadería y del sistema automatizado de alimentación, formado por tres robots Triolet. La ración incluye silo de trigo, silo de hierba, pastone de maíz, harina de maíz, torta de soja, harina de guisante y paja o hierba seca. En la actualidad sólo salen al pasto las vacas secas, pero a partir de la próxima primavera saldrán también las vacas en producción. “Para ello tenemos que cambiar de sitio la carretera principal y necesitamos la autorización del Ayuntamiento”, explica Sara.    Cultivos para alimentación humana y animal A cultivo de girasol destinan 150 hectáreas Las vacas se alimentan con forrajes ecológicos producidos en las tierras que gestiona la propia granja y con la importación de suministros procedentes de otras áreas y de otros países, como por ejemplo maíz de Europa del este, que llega cada semana en tráiler por carretera. Cultivan 250 hectáreas de trigo, 150 de maíz, 150 de girasol, 100 de cebada, 100 de hierba para el ganado y, para alimentación humana, 60 hactáreas de colza, 60 de guisante y 50 de soja. Cuentan con tierras en distintos municipios (Trescore Cremasco, Casaletto Vaprio, Crema, Romanengo, Pantigliate, Vignate) de varias provincias (Milán, Lodi, Cremona). Realizan ellos mismos directamente una parte importante de los trabajos agrícolas, para lo que disponen de un amplio parque de maquinaria, aunque también subcontratan algunas labores específicas en momentos concretos. Tres granjas Vacas de producción ecológica, con 600 cabezas en ordeño y previsión de doblar en el plazo de 4 años La ganadería cuenta con 1.500 cabezas totales repartidas en varias ubicaciones. El establo principal alberga a 600 vacas adultas en producción ecológica en Trescore Cremasco, que se complementa con una granja aparte para la recría. A pocos kilómetros, en Casaletto Vaprio, Carioni mantiene otra explotación que produce en convencional con un centenar de vacas en ordeño.
Producen diariamente 18.000 litros de leche ecológica y transforman el 40% de la producción
La media de producción es de unos 30 litros por vaca y día, con un 4,2% de grasa y un 3,5% de proteína. De las granjas de la familia Carioni salen diariamente unos 18.000 litros de leche ecológica y 2.800 de convencional. Transforman el 40% de la producción, a la que dan salida a través de la venta directa en tiendas propias, situadas en Brescia y en la estación central de Milán. Son socios además de la cooperativa Granarolo, a la que suministran leche ecológica con la que elaborar productos de alimentación infantil. “Nos pagan poco, sólo 69 céntimos por litro, unos 12 céntimos más que la convencional”, se queja Sara. Exportación Entre los productos elaborados se encuentran quesos con denominación de origen, leche fresca y distintas conservas La demanda interna italiana está “saturada”, afirma. “Es necesaria una regulación de la producción de leche porque, a falta de normas, el mercado italiano ha sido invadido por materia prima procedente del extranjero, lo que ha provocado una bajada de precio que pone en dificultades a los ganaderos italianos”, asegura. Por eso apuestan por abrir mercados fuera, a través de la exportación e internacionalización de sus productos. Tras convertirse en proveedores oficiales de McDonald’s Italia, han iniciado contactos en destinos lejanos como Australia, Asia o EEUU.

Seguir creciendo con la innovación constante como bandera

Sara Carioni, junto a los alumnos gallegos, en el establo de producción ecológica Sara es la cuarta generación en la ganadería iniciada por su bisabuelo hace más de un siglo y representa el cambio tecnológico por el que está apostando Carioni. “La innovación fue la clave de nuestra evolución y de nuestro crecimiento”, asegura Sara. Pese a haber vivido un crecimiento exponencial en los últimos 10 años, tanto en cabezas de ganado como en hectáreas de terreno, su objetivo a corto plazo es seguir creciendo. “Nuestro objetivo en 4 años es duplicar el número de vacas en producción, pasando de las 600 actuales a 1.200”, detalla.
Aquí no se cuestiona el tamaño de las explotaciones, porque la sostenibilidad no depende de eso sino de cómo se hagan las cosas
“Aquí no se cuestiona el tamaño de las explotaciones, las hay de más de 1.000 vacas y no existe límite legal al respecto y para mi puede ser sostenible una granja de este tamaño, porque no depende del número de vacas sino de cómo se hagan las cosas”, argumenta. Robotización Zona de carga de forrajes y concentrado del robot de alimentación Para acompañar ese crecimiento, la granja de la familia Carioni apuesta por un alto nivel tecnológico en sus procesos de producción, tanto agrícolas como ganaderos. “Tanto el robot de alimentación como los de ordeño que estamos montando están ya pensados y diseñados para llegar a las 1.200 vacas en producción”, explica.
Están sustituyendo el ordeño en sala dos veces al día por 20 robots
Se trata de un sistema pionero, de la marca italiana TDM, en el que los robots no están situados en medio de los distintos lotes de animales, sino en una instalación aparte, a la que se conducen las vacas a ordeñarse, igual que si se llevasen a la sala de ordeño. Los robots están dispuestos en forma de semicírculo alrededor de una sala de espera central para grupos de 150 vacas. “Para nuestra visión de futuro, una sala de ordeño rotativa no cumplía con nuestras expectativas, porque nuestro objetivo es robotizar la granja”, cuenta Sara. Cambio en el rol de los trabajadores Eso no va a eliminar mano de obra, considera, pero sí va a cambiar sus funciones y el perfil de los trabajadores, porque “a partir de ahora necesitaremos menos operarios y más técnicos informáticos”, afirma.
Dan empleo a más de 60 personas
Con todo, matiza, “aunque se trabaje con ordenadores y se manejen datos, las vacas hay que conocerlas igual, y la tierra también”, enfatiza. En total dan empleo a entre 60 y 65 personas en las distintas patas del grupo: agricultura, ganadería, transformación, distribución y comercialización. Agricultura de precisión Cisterna con sistema de inyección para el purín En el cultivo de la tierra, practican la agricultura de precisión, instalando sistemas de riego por goteo capaces de medir las necesidades hídricas específicas de cada parcela y tipo de cultivo. “El clima está cambiando mucho, en esta zona tenemos entre 80 y 100 días de lluvia al año, pero en los dos últimos años ha llovido mucho menos, la cantidad de precipitación ha sido muy inferior, por lo que se hace imprescindible el regadío”, asegura. “Lo hacíamos por turbina y este año hemos incorporado una manguera de 600 metros con pivote”, detalla.
En verano la temperatura alcanza los 35 grados y en invierno las mínimas caen hasta los 5 grados bajo cero
La producción ecológica tiene además otros requerimientos. “No podemos usar nada de abono químico, por lo que únicamente fertilizamos con abonos orgánicos, mediante purín líquido inyectado y estiércol sólido que enterramos al momento para reducir las emisiones”, explica. Este profundo conocimiento de la producción agrícola desde un punto de vista científico, la aplicación de buenas prácticas agronómicas y las inversiones en tecnologías avanzadas les han permitido mejorar la productividad de las tierras. Recría propia Pese a estar en producción ecológica, sólo las vacas secas salen a pastar al exterior de las instalaciones Carioni pretende duplicar en los próximos 4 años el número de cabezas de ganado en base a su propia recría, para lo que están inseminando a todas las vacas con semen holstein, usando sexado en novillas y vacas de primer parto. “Llevamos 2 años haciéndolo para crecer más rápido”, indica. Sin embargo, los problemas de hacinamiento de las terneras están retrasando su crecimiento y dificultando este objetivo. Les suministran 5 litros de calostro a las terneras al nacer, lo que les ayuda a arrancar muy bien en las primeras semanas de vida, pero después su crecimiento se ve frenado a medida que pasan a los lotes grupales, por lo que se ven obligados a ampliar la edad de destete en algunos casos hasta los 4 meses de edad. Bienestar animal Las camas en las nuevas naves son de colchoneta de látex Desde hace 6 años cuentan con certificación de bienestar animal. “Es una demanda de los consumidores que compran nuestros productos y una garantía de buen manejo para nuestros clientes”, argumenta Sara. Las naves de producción construidas hace 5 años disponen de cubículos con colchoneta de látex para el ganado y en las más antiguas la cama es de paja picada.
La certificación no tiene en cuenta la innovación; está un poco desfasada
La certificación tiene en cuenta la comodidad del alojamiento en el que se encuentran los animales, la ausencia de ruidos en el establo, la abundancia de bebederos y plazas de cornadiza, la amplitud de las instalaciones, el rayado de los suelos y otros aspectos constructivos, pero no las innovaciones tecnológicas, por lo que Sara considera que este tipo de certificaciones se han quedado ya “desfasadas”. Autosuficiencia energética Parque de maquinaria, con el tractor que usa el biometano como combustible Otro de los objetivos de Carioni es lograr ser una explotación autosuficiente desde el punto de vista energético. Para ello están instalando paneles solares para autoconsumo en todos los techos de las naves.
Por la noche siguen funcionando los robots de alimentación y mantienen las luces de los establos encendidas para estimular la ingesta
“El precio de la electricidad se ha multiplicado por cuatro el año pasado y el coste de la factura se nos ha disparado, pero cuando instalemos todas las placas seremos autosuficientes energéticamente”, destaca Sara. Además, desde el año 2010 disponen de una planta de biogás de gran tamaño, con dos turbinas de 1 kw/h de potencia cada una, que les permite inyectar a la red eléctrica la energía equivalente al consumo de 3.000 familias.
Disponen de un tractor New Holland que utiliza biometano como combustible
La planta se alimenta de purín de vaca, estiércol de gallina, ensilado de cereal y raigrás, cebada de las fincas que no están en ecológico, avena, harina de maíz, el suero de la quesería y diversos subproductos. El material digestado es utilizado posteriormente en las tierras como abono.   Esta granja italiana es pionera también en la búsqueda de fuentes renovables alternativas para la maquinaria. “Hasta ahora producíamos sólo electricidad, pero vamos a transformar la planta para hacer biometano”, avanza Sara. Disponen ya del primer tractor que utiliza biometano como combustible, de la marca New Holland.

La nueva evaluación genética de Conafe incluye por primera vez emisiones de metano

Conafe acaba de realizar en junio de este año nuevas pruebas para el vacuno de leche. Con estas evaluaciones comienza a aplicar la nueva escala del ICO y es además la primera evaluación genética a nivel mundial que usa medidas directas de emisiones de metano, una información relevante relacionada con la eficiencia productiva de los animales. Además, en estas nuevas pruebas se incluyen por primera vez valoraciones genómicas del efecto materno para facilidad de parto. Hay también otras modificaciones: • Cambio de la base genética: Se traslada a las vacas nacidas en 2013. • Cambio de las Desviaciones Típicas (DT) que se usan para estandarizar las pruebas de los caracteres de tipo. • Cambio de la transformación de caracteres de tipo de óptimo intermedio (OI) en el cálculo los índices combinados de Tipo. • Cambio de las fiabilidades de las pruebas genómicas después de un nuevo estudio de validación. Como resultado destacado el incremento en la fiabilidad del valor combinado de varios caracteres.

Nueva base genética

En esta evaluación genética realizada por Conafe en junio de 2023 se ha actualizado la base de la valoración genética, que ahora son las vacas nacidas en 2013. Esto supone un cambio en todos los animales de -73,1 en kilos de Leche; -2,21 kilos de grasa; -2,39 kilos de proteína: entre 0,06 (Condición Corporal) y -0,11 (Profundidad de Ubre) en los caracteres de tipo; -0,03 en IPP; - 0,13 en ICU; y -0,18 en IGT. En Recuento varían en -0,02; en Velocidad de Ordeño -0,07; y en Salud Podal (ISP) -0,08. Estos valores equivalen al progreso genético de la población de hembras nacidas en 2013 respecto a 2012. Para realizar la evaluación genética tradicional de junio de 2023 han utilizado los datos del Control Lechero Oficial y los datos de las calificaciones disponibles a mediados de mayo.

Animales genotipados y probados

En cuanto a las evaluaciones genómicas, el número de animales genotipados y evaluados ha sido de 205.862, incluyendo la población española formada por 4.067 machos con código ESP y 154.304 hembras. Así, la población de referencia aumenta hasta 42.194 toros genotipados con prueba de descendencia al menos en producción. La lista de los 100 mejores toros genotipados está encabezada por Glax Delta ET, un ejemplar nacido en el 2021 y con una puntuación ICO de 1.356 y procedente del centro Aberekin (País Vasco). En los siguientes puestos de la tabla se encuentran Rico Ripley, un animal procedente de Xenética Fontao y con una puntuación ICO de 1351. Le sigue Sha Sundowner ET (1350), PH Campeon ET (1349) y en quinto lugar CMP Gabrielle de Chanel ET (1347 ). Todos ellos son ejemplares nacidos en 2022. En cuanto a los toros testados, el listado de los 100 mejores ejemplares probados está liderado por Nemo G Santi ET, un animal del 2017 con un valor ICO de 1265 y procedente del Centro de Inseminación Aberekin (País Vasco). En segundo lugar se sitúa K&L Oh Rossi Guay, un ejemplar del 2018, con una puntuación 1262 y de Xenética Fontao. Le sigue Lieu Thomain Baltazar ET (1258), Salud ET (1257)y en quinto lugar se sitúa Salvus ET (1255). Son animales nacidos en 2017. En lo referido al valor promedio, los 100 mejores toros probados españoles se sitúan en los 1.217 y el de los 100 mejores toros genómicos españoles alcanza los 1.304. Como señalan desde Conafe, los resultados de las evaluaciones genéticas no son comparables a evaluaciones previas, mucho menos en esta ocasión con el cambio de escala. En el gráfico se muestra la tendencia genética con este nuevo ICO para los toros ESP registrados y con prueba oficial.

Métha-Ferchaud, un ejemplo de una planta de una planta de biogás que si beneficia a los ganaderos

Producción de electricidad Km0 a partir del metano contenido en el purín generado por el ganado. Esa es la filosofía de Métha-Ferchaud, una planta de biogás colectiva, propiedad de tres granjas, dos lecheras y una de cerdos, ubicada en la localidad de Martigné-Ferchaud, en la Bretaña francesa. “Asociarme a ese proyecto colectivo era una manera de diversificar mi actividad agrícola. En mi granja ya teníamos paneles fotovoltaicos y queríamos continuar produciendo energías verdes”, explica Guénaël Hamelin, titular de una explotación de leche en Retiers, GAEC Ker Laezh, formada por 150 vacas en producción y 170 hectáreas de terreno.
En Francia hay 500 granjas que hacen aprovechamiento energético del metano y la mayor parte de ellas se encuentran en la región de la Bretaña
En Francia hay 500 granjas que hacen aprovechamiento del metano generado por las deyecciones de su ganado. Están integradas en la Asociación de Agricultores Metanizadores de Francia. La mayor parte de las plantas se encuentran en la región de la Bretaña y son instalaciones de pequeño tamaño. Un proyecto colectivo que empezó a funcionar en 2016 Guénaël explicando el funcionamiento de la tolva de residuos sólidos que alimenta al digestor Tres explotaciones ganaderas próximas pusieron en funcionamiento en el año 2016 esta planta de metano para tratar sus puríns y estiércoles. Hoy suministran electricidad a 1.000 hogares y aprovechan el calor para secar la alfalfa que producen en sus tierras. Guénaël destaca precisamente el hecho de que Métha-Ferchaud sea un proyecto colectivo y autogestionado por varias granjas. “Emprender entre varios es algo importante para mí, porque permite intercambiar y dinamizar nuestro día a día. Trabajar en un proyecto colectivo es algo muy enriquecedor”, asegura.
El asociacionismo agrario está mucho más desarrollado en Bretaña que en Galicia
Además de la ganadería lechera de Guénaël, también es socio de la planta de biogás Stéphane Boudet, que tiene una explotación porcina en Fercé. Su granja, EARL du Jahan, está formada por 230 madres reproductoras y 86 hectáreas de cultivos, dedicados mayoritariamente la cereales con los que alimentar a los cerdos. Participan también en el proyecto Frédéric Brizard y Stéphane Choquet, socios en una granja de vacas en Martigné-Ferchaud, EARL de la Voie Lactée, con 150 vacas en producción y 240 hectáreas de superficie agraria. Reducir los desprazamientos necesarios La planta de biogás se ubica en un lugar intermedio entre las tres granjas para así facilitar el transporte del purín y reducir los desplazamientos. Cuentan con un trabajador a tiempo completo en el biodigestor y otro a media jornada, encargado del transporte del purín desde las explotaciones y de llevar de vuelta el material digestado, que aprovechan como materia orgánica fertilizante para las tierras de cultivo.
La ubicación del biodigestor, en un lugar intermedio a las tres granjas, facilita el transporte del purín
Las tres explotaciones cuentan con dos fosas de purín, una de menor tamaño para el purín fresco que produce el ganado y otra con mayor capacidad que es en la que almacenan el producto digestado que es devuelto a las ganaderías.
Un metro cúbico del material digestado equivale a 5 unidades de nitrógeno
“Uno de nuestros objetivos era también valorizar agronómicamente los puríns para su mejor aprovechamiento a la hora de aportalos al suelo”, explica Guénaël. “Hay que tratar los nitratos. No lo digo para ir contra la agricultura de España ni para generar alarmas, sino por convencimiento y para llamar la atención sobre un problema real”, remarca. Problemas de contaminación por nitratos “En Bretaña en los años 90 teníamos serios problemas de contaminación del suelo debido a la carga ganadera, porque los suelos aquí son muy arenosos, de origen granítico, y por lo tanto muy permeables, lo que favorece la contaminación de las aguas subterráneas”, reconoce.
100.000 hectáreas de superficie agrícola y 1.500 productores se vieron afectados en Francia por la declaración de zonas vulnerables a raíz de la aplicación de la Directiva de Nitratos europea
La presión social, con una población cada vez más concienciada por la ecología, llevó a la aprobación de normas restrictivas por parte de las autoridades, en virtud de la Directiva europea de Nitratos, que en Francia afectó a 1.500 productores y 100.000 hectáreas de superficie agraria declaradas zonas vulnerables. “Había realmente un problema y una preocupación social por todo ello, pero hoy ese problema de contaminación ha disminuido y está controlado”, asegura Guénaël. Aun así, el nivel de nitratos en los suelos y acuíferos es evaluado de manera permanente por parte de técnicos de la administración.
Los planes de abonado y los cuadernos de explotación ya son obligatorios en Francia y el purín no se puede echar en los meses de verano ni en los fines de semana
“Los ganaderos tenemos que hacer una declaración anual de cuantas vacas tenemos y, por lo tanto, cuantas unidades de nitrógeno producimos. A eso se añade el abono químico que compramos y el resultado de esa suma se divide entre la superficie que tienes. Si no cumples con las ratios establecidas, la Administración viene a inspeccionarte. Van parcela por parcela realizando analíticas”, cuenta. El doble de vacas lecheras que Galicia y tres veces más superficie agraria El tractor de la CUMA encargada del transporte del purín a la planta cargando en una de las explotaciones Bretaña cuenta con 2 millones de cabezas de ganado bovino, de las que 740.000 (el 37%) son vacas lecheras, que producen 5,3 millones de toneladas anuales de leche (el 40% de la producción francesa). La región produce además carne de vacuno (150 toneladas anuales), 8,6 millones de pollos (el 33% de la producción francesa) y 13,7 millones de cerdos (el 54% de la carne de cerdo francesa).
Uno de cada tres pollos y uno de cada 2 cerdos franceses se produce en la Bretaña
Con esta carga ganadera, y a pesar de disponer de tres veces más superficie agraria que Galicia (1,6 millones de hectáreas de SAU), Bretaña lleva años sufriendo problemas de contaminación por nitratos, lo que llevó a la aprobación de normativas medioambientales estrictas que limitan la aplicación de purines.
El límite máximo en la Bretaña son 70 unidades de nitrógeno de origen orgánico por hectárea
El límite máximo permitido a la hora de fertilizar suelos agrícolas son 220 unidades de nitrógeno por hectárea, de las que 70 pueden proceder de orígenes orgánicos. A la hora de realizar la aplicación, están prohibidos los sistemas de plato o abanico, al igual que pasará en España a partir de 2024. Producen 500kw/h Imagen del interior del digestor, que produce el biogás que es después transformado en electricidad “Es muy importante explicar a la sociedad civil que los agricultores no solo no contaminamos sino que cuidamos del medio ambiente y contribuimos a la economía circular con proyectos como este. En esta planta recibimos muchísimas visitas. Las escuelas vienen todos los años, y también personas particulares. Cuando la pusimos en marcha, en solo dos días de puertas abiertas visitaron la instalación 1.200 personas. Esa parte de comunicación es muy importante”, dice Guénaël.
Suministran electricidad a 1.000 hogares y 2.500 habitantes del entorno
Un panel explicativo en la sala donde reciben las visitas trata de explicar el funcionamiento del complejo bajo un esquema de economía circular. “El purín que producen nuestros animales contiene metano, que extraemos en el biodigestor, que produce gas, que va a dos motores que producen energía eléctrica para la sociedad civil y calor que empleamos para un secadero de alfalfa con la que después alimentamos el ganado que produce el purín. Pero la planta de metano no hace ecología, somos nosotros, los ganaderos los que hacemos ecología a través de la planta de metano”, remarca.
La energía producida es vertida a la red, a través de la compañía estatal francesa EDF, que se la paga a 23 céntimos el Kw/h
En 2016 la planta de Métha-Ferchaud comenzó a funcionar con un motor de 200 KW/h y en el 2022 añadieron un segundo motor, con una capacidad de producción de energía eléctrica total actual de 500Kw/h, lo que permite suministrar de electricidad a 1.000 hogares y unos 2.500 habitantes. La energía es vertida a la red, a través de la compañía estatal francesa EDF, que se la paga a 23 céntimos el Kw/h. Aprovechamiento del calor generado para secar alfalfa y otros productos Secadero de la planta, empleado para alfalfa, raigrás, grano de maíz y péllets y astillas de madera Además de valorizar el purín producido por las tres explotaciones ganaderas para generar electricidad, con el calor producido en el proceso secan la alfalfa que también producen sus granjas para lograr ser autónomos en insumos proteicos.
Los restos del digestor van a los campos de cultivo, en los que producen cereales y alfalfa para alimentar el ganado
Hasta el año 2015 la normativa francesa obligaba a aprovechar el calor generado por los digestores, lo mismo que el generado en las ganaderías en el proceso de enfriamiento de la leche, por ejemplo. Por eso inicialmente los impulsores de Métha-Ferchaud pretendían vender el calor producido tras el proceso de fermentación anaeróbica del purín a la industria local y a las comunidades de vecinos de la localidad más próxima, Martigné-Ferchaud, en forma de agua caliente a través de una red comunitaria, pero en la actualidad lo aprovechan en la propia instalación para el secado de forrajes (alfalfa y raigrás) y otros materiales como cereales (granos de maíz o trigo) o madera (péllets y astillas).
El secadero supone una fuente de ingresos a mayores
Cuentan para eso con un secadero de grandes dimensiones, dentro de las instalaciones de la propia planta de biogás. El calor generado es conducido por unas tuberías y sale través de unos agujeros que hay en el suelo del secadero, donde son descargados los distintos materiales a secar. El secadero es empleado tanto por las ganaderías socias de la planta, como por otras empresas y es una fuente de ingresos más. Financiación pública Los seis socios de SAS Métha-Ferchaud La inversión total realizada para la puesta en marcha de Métha-Ferchaud fue de 1,6 millones de euros. El 83% fue para la construcción de la planta de biogás y el 17% para la zona de almacenaje de residuos y productos empleados y el resto de instalaciones.
En Francia se apuesta por pequeñas instalaciones locales; la Xunta por megaproyectos
Los 6 socios aportaron el 4% del capital necesario, unos 15.000€ cada uno. El 30% procedió de subvenciones tanto regionales como departamentales y el 65% restante se financió mediante un crédito bancario. Las cifras contrastan con las que maneja la Xunta para su proyecto de construir en Galicia 5 plantas de biodigestión y 19 de transferencia de purines, con un coste estimado total de 600 millones de euros.

Cultivos intermedios con vocación energética

Un grupo de 4 amigos que se conocían de organizar un festival de música folk bretona en la localidad de Martigné-Ferchaud (Festival Les Mines d’Or), dos de ellos ganaderos, decidieron montar este proyecto para tratar los purines de sus explotaciones y producir electricidad a partir de él. Métha-Ferchaud es hoy una planta de producción de metano modélica desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
La idea surge en el año 2010 pero no echa a andar hasta el 2016
Este proyecto colectivo de tres granjas surge con varias motivaciones y objetivos: producción de energía renovable, valorización de los purines ganaderos y mejora en el aprovechamiento del nitrógeno orgánico como fertilizante, diversificación de los ingresos de las explotaciones y contribuir a mejorar la imagen de la agricultura y los agricultores. No solo de purín vive el digestor Almacenaje de distintos residuos sólidos dentro de la planta El 60% de los aportes al digestor son purines y estiércoles procedentes de las tres explotaciones ganaderas y el 40% restante cereales, cultivos energéticos, lodos de depuradora y restos de la industria alimentaria. Los ciudadanos también pueden llevar los restos de poda u otro tipo de material vegetal.
El 60% de lo que entra al digestor es purín y el 40% restante, restos de cultivos, lodos de depuradora, cereales y subproductos de la industria alimentaria
“Lo más importante para un buen funcionamiento del digestor es tener siempre purín fresco”, explica Guénaël. Dos días a la semana transportan el purín de las granjas para la planta de metano, que consume cada día 25 metros cúbicos. La mezcla que hacen lleva un 80% purín de vaca y un 20% de cerdo. Además de la fosa de almacenaje de purines, en las instalaciones de la planta disponen de otras zonas de depósito para el resto de productos empleados en la mezcla: 5 metros cúbicos al día de lactosuero y 20 toneladas diarias de centeno, restos de paja o maíz en grano. “El digestor es como el intestino de una vaca y un especialista nos hace una ración equilibrada para él”, compara. Rotación de cultivos para alimentar la fermentación En unas 15 hectáreas de superficie Guénaël hace cultivo de centeno para alimentar al digestor, dentro de una rotación bianual con trigo y maíz. “Recojo el trigo a 31 de julio y abono con 125 unidades de nitrógeno procedentes del digestor. El 15 de septiembre meto el centeno, que recojo el 20 de abril, aporto 30 metros cúbicos del digestor (150 unidades de nitrógeno) y a continuación labro el maíz. Hacemos una producción agrícola muy intensiva”, reconoce.
Hacemos una producción agrícola muy intensiva
Las otras dos explotaciones socias, EARL du Jahan y EARL de la Voie Lactée, también siembran cultivos energéticos para aportar al digestor, como maíz en grano, de las que consumen entre 30 y 40 hectáreas al año. “Es la gran pega que los ecologistas le ponen a la planta, ya que no entienden que se cultive maíz para producir energía”, afirma. Mayor capacidad fertilizante que el purín Carga de material ya digestado El digestor es un pozo en forma de tubo de 6 metros de profundidad donde se mezclan los aportes sólidos y líquidos, que fermentan alcanzando los 42 grados de temperatura. El biometano generado sale por una tubería colocada en la parte superior y la parte liquida, que es más pesada, queda abajo. A continuación el gas es enfriado y va a dos motores, de 200 y 300 kw de potencia, que son los que transforman el biogás en electricidad.
Empleando el material digestado como abono estamos ahorrando dinero, porque su poder fertilizante es mayor y evitamos utilizar abonos químicos
Las tres explotaciones hacen el abonando de sus tierras con el material digestado, con mayor poder fertilizante que el purín a partir del cual se produce. “Por ejemplo, si cogemos el purín de vacas lecheras tiene 2,5 unidades de nitrógeno mientras que un metro cúbico de digestato contiene 5,5 unidades de nitrógeno. Es un abono más concentrado y más asimilable por las plantas que el purín en estado puro. Al aportar esas unidades de nitrógeno extra sobre los cultivos de trigo y maíz economizo, porque antes utilizaba fertilizantes químicos que ahora no necesito con el digestato. En ese aspecto, estoy ahorrando dinero”, asegura Guénaël.

«El metano de vacas, ovejas y cabras sólo representa el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España”

David Yáñez Ruíz es investigador del CSIC en la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), en Granada, y responsable del equipo de investigación que ha participado en el desarrollo de Bovaer, un aditivo con capacidad de reducir las emisiones de metano del ganado vacuno en un 30 %. Hablamos con él para conocer cuáles son los avances y las investigaciones relacionadas con la producción ganadera y la inclusión de aditivos en la alimentación del ganado para rebajar las emisiones de metano, un gas con un potente efecto en el calentamiento global. -¿Qué motivaciones te han llevado a investigar los efectos de las emisiones de metano desde explotaciones ganaderas? La motivación principal es que soy veterinario y especialista en nutrición animal, tema sobre el que gira la tesis con la que obtuve mi doctorado, y más concretamente sobre la modulación de la fermentación ruminal. Este elemento ha despertado mucho interés en relación a la producción de metano entérico. Actualmente existe una creciente demanda, tanto en el sector ganadero como en el sector de alimentación animal, en la búsqueda de vías para reducir emisiones, ahí está la razón fundamental de mis investigaciones. -¿El metano tiene un comportamiento diferente al resto de gases de efecto invernadero (GEI) como puede ser el CO2? Sí, el metano tiene unas características que lo hacen diferente a otros GEI. Si tenemos en cuenta los tres principales GEI como son el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4), y si comparamos el CO2 con el metano, este tiene dos características fundamentales. Una, su poder de calentamiento a efectos de calentamiento, ya que cuando está en la atmósfera es veintiocho veces mayor que el del CO2 en una escala temporal de cien años. Una molécula de metano tiene un poder de calentamiento en la atmósfera superior a una de CO2, por eso requiere una atención importante. Por otro lado, lo caracteriza una permanencia más corta en la atmósfera que el CO2, unos doce años aproximadamente, frente a más de cien en el CO2. Esto tiene una gran relevancia porque el cambio climático ya no es una cuestión de futuro, es ya parte del presente. Ya hemos visto que el patrón climático ha cambiado, y además de una forma acelerada puesto que no sigue un patrón de cambio lineal. Por todo esto, debemos desarrollar estrategias de reducción a corto y largo plazo. En el corto plazo, el metano tiene mucho interés, porque si lo reducimos, los efectos beneficiosos los veremos en un plazo de tiempo más reducido, precisamente por su corta presencia en la atmósfera. Sin embargo, aunque reducir emisiones de dióxido de carbono es importante, los efectos se verán en un plazo de tiempo más largo. Estos son los motivos por los que casi cien países, entre ellos España, han puesto sobre la mesa una propuesta (Global Methane Pledge) para rebajar las emisiones totales del CH4 un 30 %, precisamente por eso, porque se pueden reducir sus efectos en un período menor de tiempo sobre el patrón climático. -¿Cuál es el papel que realmente juegan los rumiantes en la presencia de metano y sus efectos como GEI, y en el caso de España? En el caso de los rumiantes, las emisiones de GEI, en España el CH4 supone 12,2 % de las emisiones totales, de ellas el 41 % lo produce la fermentación entérica por rumiantes, por lo que la contribución a las emisiones de GEI totales en España del metano de todos los rumiantes (vacuno, ovino y caprino) es del 5 %. Tiene una contribución importante, pero parcial y mucho menor a la que tienen otras fuentes. Entiendo que cuando aparace más en prensa parece que se exagera, pero es necesario e importante dar los datos exactos para poder comparar con otras fuentes.
“No es justo asociar el cambio climático a la ganadería”
Lo que sí es cierto es que todo tipo de actividad humana tiene un impacto a efectos de emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo cómo nos calentamos, cómo nos enfriamos, cómo nos vestimos, cómo nos transportamos o cómo nos alimentamos. Creo en la importancia de que el sector se haga cargo de su porcentaje de contribución a los GEI, que es el que es y reducir en la medida de lo posible las emisiones de metano. Esto dependerá de los márgenes de mejora posibles dentro del sector. -¿Se estarían sobredimensionando las emisiones procedentes de la ganadería? Si hablamos de cifras, no. Lo que sí se puede sobredimensionar es la atención que a veces tiene este sector, pero por intereses de otros sectores que compiten en imagen. La industria de energías fósiles, por ejemplo, tiene detrás una maquinaria de publicidad y de marketing que empujan muy fuerte, por eso a ellos les interesa más que salgan en los medios otros sectores. Lo que se sobredimensiona no son las cifras sino la atención y esto es importante que se tenga en cuenta. No es justo asociar el cambio climático a la ganadería, que tiene una repercusión porcentual como cualquier otra actividad. -¿Influyen tanto el forraje que se le da al ganado como la genética del mismo en las emisiones de metano? Influye todo. La fuente desde el punto de vista biológico es la fermentación del alimento que toma el animal por la microbiota en su panza, el rumen. Sin duda influye la calidad de ese alimento, cuanto más digerible y de mejor calidad sea, se produce menos metano porque se desecha menos en ese proceso de fermentación. Sí es cierto que los animales cuya genética es mejor, teniendo en cuenta la genética desde un punto de vista de producción vitalicia, no de una lactación sola, van a producir menos metano porque son más eficientes o porque tienen una longevidad mayor. Por ejemplo, un animal que tenga un valor genético muy alto, pero que solo pueda dar un servicio en una lactación o una lactación y media, su producción de metano será mayor que la de otro animal porque ese animal va a tener que pasar por un proceso de recría igual para todos, dos años aproximadamente.
“Reduciremos las emisiones de metano con vacas más longevas y de alta producción”
La eficiencia en cuanto a la utilización de un animal, la capacidad de tenerla en servicio más lactaciones, y que sean buenas lactaciones. Eso repercute enormente ya que el 20 o 30% de las emisiones de una ganadería provienen de la recría, animales que no dan leche y que en realidad son una inversión. Animales que tienen una longevidad mayor y más lactaciones, generarán menos emisiones porque van a amortizar mejor los dos años de crecimiento y gestación, período en el que no producen leche. -¿En cuanto a la eficiencia en alimentación del ganado, qué ha supuesto Bovaer? Bovaer es un producto comercializado por una empresa con la que hemos trabajado. Yo soy un investigador del CSIC que ha participado con otros colegas en proceso de desarrollo de esta molécula. En cuanto al producto, supone un elemento más para reducir las emisiones, pues su diseño está pensado para la inhibición de los organismos que producen metano sin afectar al resto del proceso de digestión y a la salud del animal. Es importante resaltar que, si bien es un producto muy interesante y consigue una reducción del 30% en la producción de metano, no es una solución mágica ni es la única solución que hay sobre la mesa. El producto ha recibido la aprobación para que se pueda comercializar y entiendo que es la empresa la que está llegando a acuerdos con cooperativas o empresas de tamaño medio o grande para su uso. Desconozco en qué países se está ya empleando en granjas comerciales. -Existe la opinión de que las emisiones de metano desde granjas se compensan con el CO2 que capturan los campos de cultivo y los pastos. ¿Compartes este punto de vista? No, eso no se compensa. Sí, es cierto que las plantas capturan CO2 que forma parte del ciclo del carbono, pero ese balance no es neutro y no se compensa. Es verdad que en algunos ecosistemas, sobre todo aquellos con menos carbono en el suelo, sí se captura más C, pero es un proceso que en general no compensa las emisiones, no deja la ecuación a cero. Sí, hay ciertos ecosistemas más extensificados en los que también se incluye arboleda, con más capacidad de captura de emisiones, pero se trata de un proceso más a largo plazo y que por una mala gestión del suelo puede perderse en un corto espacio de tiempo. Por tanto, el argumento de que cultivos y pastos compensan las emisiones no es cierto. Reducen pero no compensan.
“Cultivos y pastos restan parte de las emisiones de metano de las vacas, pero no las compensan”
-¿Qué otras líneas se están siguiendo para la reducción de emisiones de metano? Se sigue buscando nuevos aditivos, Bovaer ha supuesto un gran desarrollo, pero hay otras muchas empresas trabajando en nuevos aditivos que igualmente puedan reducir emisiones. También se trabaja en la mejora del sistema de racionamiento en la alimentación, es decir, la dieta base debe estar bien racionada y que sea de buena calidad, esa es la principal vía para reducir la producción metano. Se está trabajando mucho la genética, pero no solo relacionada con el metano sino en relación con la eficiencia alimenticia. Se espera poder incorporar en los sistemas de selección genética no solo animales que son bajos productores de metano, sino que además sean más eficientes en digerir y utilizar el alimento.
“En España los residuos urbanos, por ejemplo, emiten casi tanto metano como los rumiantes”
-¿Qué consejos prácticos darías a ganaderos y ganaderas para reducir las emisiones de sus granjas? Fundamentalmente, mejorar y optimizar la calidad del forraje que utilizan y tener una gestión de la genética y recría lo más adecuada posible. Todo esto, independientemente de poder o no, utilizar aditivos. Además es importante también lanzar el mensaje de que el sector ganadero no debe avergonzarse de generar emisiones. Todas las actividades humanas emiten GEI, pero que se resalte más sector ganadero entiendo que puede parecer más pintoresco, y sin duda más ventajoso para otros sectores asociar el ganado rumiante al efecto invernadero. Por ejemplo la producción de metano de purines de cerdo, animales monogástricos, es muy relevante y la que se genera en el almacenamiento de residuos urbanos en vertederos es equivalente a la que producen los rumiantes.

El revolucionario tractor T6 Methane Power arranca su andadura en España

Desde hace más de quince años, New Holland ha liderado el desarrollo de productos más sostenibles dentro de su gama de producto gracias a la estrategia “Clean Energy Leader”, explorando nuevos combustibles y sistemas de propulsión. El lanzamiento a nivel comercial del nuevo T6.180 Methane Power -propulsado por gas natural renovable-, es un hito dentro de la compañía porque representa el primer y único tractor de estas características que entra en producción a nivel mundial.

Presentación oficial 

En el marco del Green Gas Mobility Summit, congreso anual celebrado en Madrid el pasado 21 de septiembre y en el que se exponen los últimos avances en movilidad con alternativas más sostenibles, New Holland ha presentado el T6.180 Methane Power, como su punta de lanza dentro de la mencionada estrategia “Clean Energy Leader”.
José Llopis -director de marketing de New Holland para España y Portugal- comentó las variables que en la actualidad hacen de este tractor una pieza clave en el puzle mundial de una industria agroganadera circular y más respetuosa con nuestro entorno.

Cuestiones como el elevado precio de los combustibles, la contaminación procedente de grandes explotaciones ganaderas, o el cambio climático son ahora mismo de máxima actualidad y las tres podrían tener una solución común, al menos parcialmente.

El biometano o gas natural renovable, puede obtenerse a través de los desechos que generan las granjas o explotaciones agrícolas. Mediante un proceso de fermentación, el gas que se extrae puede utilizarse para generar electricidad, pero también para convertirlo en gas natural a través de un sistema de purificación. De esta manera nos encontramos con que, una explotación agrícola de determinadas dimensiones sería capaz de producir su propio combustible a la vez que procesa residuos que de otra manera tendrían un gran poder contaminante.

Pero no solo eso, al mismo tiempo estaría generando una huella de carbono negativa. Primero, porque evita que el metano procedente de los excrementos se escape a la atmósfera, y después porque si ese bioGNC se usa para la flota de tractores o vehículos de reparto, su utilización se ubica muy próxima a donde se ha obtenido el combustible, ahorrando una gran cantidad de CO2 que sí se genera en la obtención y logística del diésel, por ejemplo.

Características únicas

El T6.180 Methane Power cuenta con ventajas adicionales, como explicó Álvaro Almarza, especialista de producto de alta potencia para la zona mediterránea; durante la presentación del tractor, y que lo convierten en único en el mundo.

Al propulsarse por gas natural (sea renovable o no) su motor emite muchos menos contaminantes que su versión homóloga en diésel de Fase V (la más limpia que existe hoy en el mercado) y con un sistema de postratamiento de los gases de escape, extraordinariamente más sencillo. En concreto, este modelo es capaz de emitir un 98% menos de partículas (PM) o un 62% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) con la única presencia de un simple catalizador de tres vías. Con ello se evitan filtros de partículas y sus regeneraciones, sistemas SCR con AdBlue o incluso válvulas EGR.

Todo ello con las mismas prestaciones que su versión equivalente diésel en cuanto a par y potencia, pero con una rumorosidad mucho más baja, lo que supone una ventaja en la utilización dentro de espacios públicos.

En cuanto al apartado de autonomía, el nuevo T6.180 Methane Power tiene capacidad suficiente para trabajar varias jornadas en tareas livianas sin repostar, siempre que se instale el depósito frontal opcional, que añade 270 litros a los 190 que el tractor tiene de serie. En tareas pesadas tampoco habrá problema si el punto de suministro de GNC está cerca o, mejor aún, si la explotación tiene su propio punto de suministro de biometano comprimido.

Primeras pruebas en España

Un nicho importante de mercado en el que el T6.180 Methane Power puede ofrecer un argumento diferencial es el de las contratas municipales de mantenimiento y limpieza, ya habituadas al uso de este tipo de combustibles en su flota de camiones y muy interesadas en que los numerosos tractores que intervienen en el mantenimiento de carreteras o en la limpieza de playas sean también medioambientalmente más respetuosos.

Dentro de esta particularidad, New Holland ha querido ir de la mano de una de las mayores empresas a nivel nacional, FCC Medio Ambiente, empresa que ha facilitado al constructor de maquinaria la oportunidad de hacer pruebas de rendimiento y autonomía en las playas de Vigo con el equipo que se utiliza habitualmente.

FCC Medio Ambiente es la empresa del Grupo FCC que, desde hace más de 120 años, lleva a cabo la prestación de servicios municipales y gestión integral de residuos, y sirve a más de 60 millones de personas en 5.200 municipios. Realiza una gran variedad de actividades para los ciudadanos, como gestión integral de residuos, limpieza viaria y de playas, mantenimiento de zonas verdes o servicios de eficiencia energética, entre otros.

Los resultados han sido excepcionales, consiguiendo realizar los trabajos de mantenimiento del mismo modo que sus equivalentes diésel, pero con una menor rumorosidad y unos niveles de contaminación muy inferiores. Los operarios que habitualmente trabajan con estos equipos también han alabado las excepcionales prestaciones, que nada tienen que envidiar a las versiones en diésel que se utilizan hoy en día.

En definitiva, una interesante alternativa que coloca a New Holland como pionero en alternativas sostenibles con una solución ya en producción y lista para su comercialización en Europa.

La Xunta anuncia una gran planta de biogás a partir de purines ganaderos

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció hoy en el pleno del Parlamento de Galicia que el Gobierno gallego va a apoyar la creación de una planta de transformación de purín y otros residuos ganaderos en biometano y fertilizantes orgánicos, en la que participan Reganosa, Repsol y Naturgy con la sociedad semipública Impulsa Galicia. El titular del Ejecutivo autonómico informó de este nuevo proyecto de economía circular en su intervención del Pleno del Parlamento gallego, donde garantizó el “apoyo total” de la Xunta a esta planta que, según concretó, “contará con una inversión de 146 millones de euros y creará 600 puestos de trabajo, entre directos e indirectos”. Además, se prevé que podrá generar cada año más de 300 gigavatios hora de energía limpia y “ayudar así a solucionar los problemas de residuos que tienen nuestros ganaderos”, puso en valor el presidente. En todo caso, desde el sector ganadero se viene advirtiendo en los últimos años que más que un problema de gestión del purín lo que hay es falta de base territorial para las explotaciones ganaderas, de ordenación de usos del suelo y de concentración de la actividad ganadera en unas pocas comarcas. Como muestra, en los últimos años el abandono y la forestación ilegal de tierras agrarias llevaron a que Galicia solo cuente con un 25% de superficie agraria útil, cuando en la media europea este porcentaje supera el 60%. Ante este nuevo proyecto, Rueda consideró imprescindible el apoyo del Gobierno central, a través de los fondos europeos, ya que mostró su preocupación por los 24.600 millones de euros que aún se tienen sin ejecutar de los PERTE y que suponen el 80% del total. Por eso, pidió el respaldo de los grupos parlamentarios de la oposición para que el Ejecutivo de España “mire los ojos y le dé apoyo” a este proyecto con objeto de que salga adelante y se puedan crear estos puestos de trabajo.

Más detalles del proyecto  

El proyecto consiste en desplegar progresivamente por el territorio una red de plantas que valoricen los excedentes de purines bovinos, porcinos y avícolas mezclados con una cantidad menor de FORS (fracción orgánica de recogida separada) y RIO (residuos industriales orgánicos) del sector agroalimentario para producción de energía renovable. Así queda recogido en el memorando de entendimiento que recientemente han suscrito Reganosa, Repsol y Naturgy con Impulsa, la sociedad mixta promovida por la Xunta de Galicia con el objetivo de acompañar iniciativas empresariales que incidan en la dinamización, el progreso y la transformación de la economía gallega a través de un modelo verde y digital. En una fase inicial, las tres energéticas planean construir una primera planta de digestión anaerobia que produzca gas renovable y cinco plantas de pretratamiento asociadas a esta para deshidratar el excedente de purín bovino. La planta de generación de gas renovable se emplazaría en Meirama (Cerceda), zona de transición justa, mientras que las cinco plantas de pretratamiento se repartirían, en una primera fase, por municipios de la misma provincia coruñesa y de Lugo, de acuerdo con una distribución fundamentada en el mapa gallego de explotaciones ganaderas, optimizando así la logística entre ambos tipos de instalaciones. Con una inversión aproximada de 146 millones de euros, en esta primera fase se tratarían anualmente 1.240.000 toneladas de purines excedentarios y se producirían, amén de fertilizantes orgánicos y CO2 neutro, unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectarían a la red de gas natural. Este gas renovable se utilizaría para descarbonizar distintos sectores, como el del transporte, el residencial y el industrial, pudiéndose emplear en los procesos de la refinería de Repsol en A Coruña.

Ampliación a toda Galicia

Completada esta fase inicial, la intención de los promotores es ampliar el proyecto de economía circular en el futuro a toda Galicia, implantando una red centralizada de tratamiento de los excedentes de deyecciones ganaderas. En este sistema se garantizará la disponibilidad para los ganaderos del purín necesario para abonar sus tierras de manera sostenible, así como la viabilidad económica de sus explotaciones. Los cálculos de los promotores determinan que podrían valorizarse alrededor de 6 millones de toneladas de residuos cada año. Redondeando, el biometano producido (1 TWh anual) equivaldría a un 7 % del gas natural de importación que ahora se demanda en Galicia, con lo que la comunidad avanzaría sustancialmente en su autonomía energética y en el consumo de renovables. El proyecto ha sido presentado a cuatro ministerios del Gobierno central (Economía, Transición Ecológica, Agricultura e Industria) con el objetivo de encajarlo en los fondos Next Generation, tanto por su componente de circularidad como por el hecho de que proporciona una fuente de energía verde y autóctona a partir de los excedentes de las deyecciones ganaderas.
     

“El metano generado por el sector vacuno de carne forma parte de un ciclo circular”

Provacuno, la Interprofesional de la carne de vacuno, presentó en el marco de la feria Meat Attraction el vídeo ‘Carbono Biogénico’, un trabajo realizado con la ayuda de los científicos de la Red Remedia: Fernando Estellés de la Universidad Politécnica de Valencia; David Yañez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC); y Agustín de él Prado, del Basque Center for Climate Change (BC3). Este vídeo es una muestra de cómo las emisiones de metano generadas por el sector del vacuno de carne forman parte de un ciclo natural que, a diferencia de otros gases, permanece en la atmósfera durante 12 años para transformarse en CO2 y volver a ser absorbido por las plantas, que después van a ser consumidas por los propios animales. Este proyecto forma parte del compromiso del sector por informar sobre las acciones que está realizando la cadena de valor del vacuno de carne, avanzando hacia neutralidad climática en 2050. A diferencia de las emisiones de la ganadería, el CO2 procedente de los combustibles fósiles permanece en la atmósfera durante cientos de años, produciendo un efecto acumulativo y generando un calentamiento global. De este modo, Provacuno aprovechó su participación en la feria para presentar este vídeo informatico y para explicar cómo se está trabajando con el código de buenas prácticas medioambientales en el sector del vacuno de carne.

”Acidificar los purines con un resíduo rico en hidratos de carbono supondría importantes ventajas”

Dinamarca es una potencia a nivel mundial en la producción ganadera, sobre todo de vacuno de leche y de porcino, y también fue uno de los países pioneros en aplicar medidas en las granjas para reducir las emisiones de gases contaminantes, en concreto de amoniaco. Esto fue lo que motivó a la investigadora gallega Iria Regueiro a trabajar en la Universidad de Copenhague, donde están estudiando tratamientos alterrnativos del purín y del estiércol para reducir sus emisiones de amoniaco y aumentar su valor fertilizante mediante la acificación biológica, sin usar ácidos. ”El uso de un residuo de bajo valor económico que no compita con otros usos y que podría usarse para el tratamiento biológico de los purines sería una buena opción. Si este residuo se produjera en la granja, entonces tendríamos una situación ideal. Incluso se podrían emplear materiales lignocelulosos desarrollando tratamientos adecuados para convertir el contenido de celulosa en azúcares que los microorganismos del abono pudieran digerir”, explica la investigadora. ¿Como decidiste especializarte en el estudio de la reducción de las emisiones de amoniaco en la ganadería y como acabaste en Dinamarca? Siempre me gustaron los temas de investigación relacionados con la protección del medio ambiente y la posibilidad de llevar a la práctica los resultados obtenidos en el laboratorio es una de mis pasiones como científica. Creo que la investigación básica es muy importante, pero a mí me gusta más la ciencia aplicada, poder ver resultados en la vida real. Las emisiones de amoniaco (NH3) procedentes de la agricultura son una importante preocupación en Europa en las últimas décadas, ya que representan el 90% de la emisión total de NH3 y los purines ganaderos son la principal fuente de estas emisiones. Uno de los mayores retos del siglo XXI es aumentar la producción de alimentos sin aumentar los impactos negativos que la agricultura puede tener en el medio ambiente. No obstante, menos del 8% del abono ganadero producido en Europa es tratado. Dinamarca es uno de los países europeos donde existen límites en la cantidad de amoniaco que se puede emitir en las granjas y donde se hacen tratamientos para reducir estas emisiones desde hace décadas. Por lo tanto, es un buen lugar para aprender y seguir estudiando diferentes posibilidades para el tratamiento de abono animal. Mi supervisor, Lars Stoumann Jensen, y yo solicitamos juntos una bolsa Marie Curie Individual con el proyecto "Treat2ReUse" que queríamos llevar a cabo. Este proyecto consiste en estudiar tratamientos alternativos a la acidificación actual del abono animal y el uso posterior de estos purines tratados como fertilizantes. La propuesta fue financiada por la Comisión Europea, así que vine a Copenhague para llevar a cabo este proyecto. ¿En que medida los purines ganaderos contribuén a la emisión de amoniaco en Dinamarca y como se reparten por sectores? La mayor parte de las emisiones de amoniaco en la Dinamarca (97%), proceden del sector agrícola, el 3% restante está relacionado con el sector del transporte y la industria. De las emisiones en el sector agrícola, el 80% procede de los purines animales y su manipulación (en las granjas, en los tanques de almacenamiento o durante la aplicación en el campo) y el 6.5% proviene de la aplicación de fertilizantes minerales y el 12% procede de los cultivos. La producción ganadera es mayoritariamente de cerdos, pero el ganado, principalmente lechero, también es un importante contribuyente a las emisiones gaseosas. ¿Que medidas son obligatorias para los ganaderos en Dinamarca para reducir las emisiones de amoniaco de los purines? En Dinamarca existen una serie de medidas en política ambiental para evitar la pérdida de nitrógeno de la agricultura al medio acuático. Las medidas más económicas para reducir las emisiones de amoniaco consisten en técnicas de aplicación de abono que limitan la volatilización del amoniaco, estrategias de alimentación y el almacenamiento de baja emisión (almacenamientos cubiertos). La legislación danesa obliga a que las instalaciones de producción ganadera implementen las mejores técnicas disponibles para reducir las emisiones de amoniaco. Las explotaciones ganaderas existentes sólo se pueden ampliar si no se supera la capacidad máxima para el deposito de nitrógeno en el ecosistema circundante. Los purines empleados como fertilizantes deben inyectarse o acidificarse para reducir la volatilización del amoniaco.
”La legislación danesa obliga a que las instalaciones de producción ganadera implementen las mejores técnicas disponibles para reducir las emisiones de amoniaco”
La legislación danesa exige una capa de cubierta flotante (natural o artificial) de los tanques de almacenamiento de purines para limitar la emisión de amoniaco, metano y olor a la atmósfera, a no ser que se acidifique. La acidificación del purín es otra tecnología de reducción utilizada en Dinamarca para reducir la volatilización del amoniaco. Es posible acidificar los purines en el interior de las granjas, en los tanques de almacenamiento de los purines o en el momento de la aplicación en el campo empleando un sistema montado en el remolque. Se puede emplear el equipo estándar de esparcido para aplicar los purines acidificados al campo. También se implementan otras estrategias para evitar las pérdidas de nutrientes al medio ambiente, como la separación de los puríns en una fracción sólida y líquida. ¿Como es la normativa sobre esparcido de purines y estiércoles en el país? La emisión de amoniaco debido a la aplicación de abono representa el 25% de la emisión total de amoniaco en Dinamarca. La distribución de los purines a los campos debe minimizar la exposición superficial, es decir, aplicándolo debajo de la tierra, por ejemplo mediante aplicación de banda, inyección superficial o incorporación directa. Normas más estrictas existen tanto para los purines, orinA como abono digerido, lo que significa una reducción del potencial de emisiones de amoniaco entre el 45 y el 90% dependiendo del tipo de abono y del tiempo después del esparcido. Normalmente las ganaderías danesas pueden aplicar los purines como fertilizante en campos a menos de 3-5 km de la unidad ganadera donde se produce.
 ”Desde 2001 es ilegal esparcir purines mediante sistemas de cañón u otros métodos de amplia difusión”
Desde 2001 es ilegal esparcir purines mediante cañones de riego y por amplia difusión, debido a consideraciones sanitarias y ambientales. En la actualidad, la mayor parte de los purines se aplican mediante el uso de tanques cisterna con sistema de colocación de bandas en primavera. El equipo de esparcimiento de purines es grande y caro, de ahí que la mayor parte del transporte y extendido se realizan en grupos de máquinas que pueden utilizar el equipo en un corto período de esparcido. La inyección tiene que emplearse en campos sin cultivos y en pastos, así como en algunas áreas de naturaleza sensibles. La legislación danesa permite esparcir los purines mediante el uso de sistemas de bandas en el caso de purines acidificados. Una posibilidad es la acidificación durante la aplicación; un sistema que obtuvo un éxito considerable debido a su capacidad para reducir la evaporación del amoniaco durante la aplicacion en un 50% para los purines de ganado vacuno y en un 40% para los purines de cerdo, asegurando así que se disponga de más Nitrógeno para el cultivo. Una alternativa a la inyección en áreas de hierba forrajera es emplear la acidificación del tanque, es decir, mezclar los purines con ácido sulfúrico durante la homogeneización del purín justo antes de ser aplicado. ¿En que consiste la acidificación de los purines y en que medida reduce las emisiones de amoniaco? La acidificación ha sido investigada desde principios del siglo pasado como un tratamiento de mitigación para reducir las emisiones de amoniaco y más recientemente también demostró reducir las emisiones de metano (CH4). La cantidad de amoniaco (NH3) que se volatiliza del abono es directamente proporcional a la cantidad de amonio (NH4) que contiene el abono. El abono tiene un pH elevado que varía según su composición. Al bajar el pH del abono, el equilibrio entre amoniaco y amonio se desplaza hacia el amonio, que es soluble en agua y por lo tanto no se evapora, disminuyendo así el potencial de volatilización de amoniaco. Como el amonio se mantiene soluble en los estiércoles acidificados, el valor del fertilizante también aumenta ya que más N es retenido. Normalmente, para disminuir el pH del purines a un valor de pH 5.5 se usa ácido sulfúrico, debido a su eficiencia y por razones económicas. Es posible acidificar los purines en las granjas, en los tanques de almacenamiento o durante la aplicación en el campo mediante un sistema montado en el remolque. ¿Que otras alternativas a la acificación existen para reducir las emisiones amoniacales y son compatibles con la agricultura ecológica? Existen tratamientos alternativos que se están investigando en este momento en el laboratorio. Uno de estos tratamientos, en el que yo estoy trabajando, consiste en la acidificación biológica (o fermentación) de los purines, de manera similar a lo que ocurre durante el ensilado. La idea es acidificar los purines añadiendo hidratos de carbono de fácil degradación (como los azúcares) que ayuden a iniciar el proceso de fermentación por parte de los microorganismos ya presentes en los purines. Estos microorganismos consumen los hidratos de carbono y los convierten en ácidos orgánicos, que disminuyen el pH de los purines evitando, por lo tanto, la volatilización de amoniaco. El desafío de este tratamiento es encontrar un residuo con un alto contenido en hidratos de carbono que no tenga otro valor para el agricultor y que pueda usarse como sustrato para añadir a los purines. Con este tratamiento, los purines tratados resultantes podrían aplicarse a campos de agricultura ecológica o emplearse para la producción de biogás.
”Acidificar los purines mediante un resíduo con alto contenido en hidratos de carbono supondría importantes ventajas”
Además de los beneficios de evitar emplear un ácido sintetico peligroso como el ácido sulfurico, existiría el valor añadido de poder darle otros usos la los purines tratados, ya que no está permitido que las explotaciones ecológicas de los regímenes actuales de la UE empleen ácidos sintéticos (como el ácido sulfúrico), y estas granjas también necesitan reducir sus emisiones de NH3 y aumentar el valor de los fertilizantes de los purines. Por lo tanto, estas alternativas al uso del ácido sulfúrico son incluso necesarias. Además de estos motivos, con el uso de ácido sulfúrico para la acidificación, el contenido de azufre en los purines aumenta hasta un nivel que prohíbe el uso extensivo de los purines acidificados en plantas de produccion de biogás, debido a la inhibición durante el proceso de formación de biogás. Por lo tanto, este tratamiento alternativo podría ser una opción viable para la reutilización de purines bioacidificados tamen en las plantas de producción de biogás. ¿Como valoras la eficacia de otros métodos como el uso de aditivos en los purines? En el mercado hay una abundancia de aditivos para abono. Los más comunes y eficaces son los reguladores de pH (ácidos, sales solubles de Co y Mg), inhibidores de la ureasa, adsorbentes y la inmobilización biológica del amonio. Las sales solubles de magnesio o calcio llevan añadiéndose al abono desde comienzos de este siglo con el propósito de reducir el hedor y, en algunos casos, para reducir las emisiones de amoniaco. Las ventajas de las sales de cloruro y nitrato de magnesio y calcio son que no son peligrosas y son baratas. No obstante, las sales de cloruro tienen la desventaja de aumentar el contenido de cloruro del abono y, por lo tanto, también el contenido de cloruro en los suelos sobre los que se extiende el abono. Las sales de magnesio y calcio son eficaces para reducir la emisión de amoniaco solo durante un par de semanas y, por lo tanto, están restringidas al uso en el interior de las granjas.
 ”El uso de inhibidores de ureasa puede ser una manera eficaz de reducir las emisiones de amoniaco en el interior de las granjas”
El uso de inhibidores de ureasa puede ser una manera eficaz de reducir las emisiones de amoniaco en el interior de las granjas. Tienen menos efecto sobre las emisiones de los depósitos de purines, porque el amoniaco se deriva de la amonificación de materia orgánica. Por lo tanto una desventaja de estos inhibidores es el efecto temporal de la reducción, lo que los hace adecuados sólo para el interior de las granjas. Además, se sabe poco sobre la persistencia y los posibles efectos secundarios de estos aditivos en el ambiente. Hay varias substancias eficaces en la adsorción de amoniaco, amonio o ambas. De los diferentes materiales, los minerales de arcilla y la turba son los más eficientes. Las ventajas de las zeolitas y la turba son que son eficaces para reducir las emisiones de amoniaco adsorbendo el nitrógeno amoniacal y también son acondicionadores de suelo no tóxicos, no peligrosos y valiosos. Una desventaja disteis aditivos es que son costosos. La inmobilización biológica del nitrógeno es un método eficaz para reducir los niveles de amonio en los estercos, siempre que se disponga de un sustrato de carbono adecuado. No hay efectos secundarios ambientales asociados la este método y el nitrógeno inicialmente inmovilizado remineralizase después cuando se aplica lo abono en el campo. Hay algunas desventajas relacionadas con este método, ya que es adecuado para estercos sólidos durante el almacenamiento en condiciones aeróbicas y semi-aeróbicas, pero es menos adecuado para los purines. ¿Cuál sería en tu opinión el sistema más aconsejable en cuanto a coste para el ganadero y eficacia para reducir las emisiones de amoniaco de los purines? En mi opinión, el tratamiento ideal debería poder ser aplicado en las instalaciones existentes de la explotación, sin necesidad de modificaciones que supongan un coste adicional para el agricultor. Tampoco debe poner en riesgo a salud y seguridad de los agricultores y de los animales, evitar daños en la instalación y ser eficiente a largo plazo.
”Además de no precisar de una inversión en nuevas instalaciones, el tratamiento de los purines debería dar al agricultor un valor añadido”
Además de no precisar de una inversión en nuevas instalaciones, el tratamiento de los purines debería dar al agricultor un valor añadido. Si el agricultor utiliza el abono como fertilizante, un aumento del valor del fertilizante del abono es un incentivo importante. Mediante la acidificación, el valor como fertilizante en los purines tratados aumenta, ya que más nitrógeno es retenido en los purines. Si esta acidificación fuera biológica, y por lo tanto se evitara el uso de ácidos inorgánicos, los purines podrían ser usados como fertilizantes en la agricultura ecológica y esto sería algo muy positivo. O se podría obtener otro tipo de beneficio con el uso de los purines tratados, por ejemplo mediante el uso como materia prima para plantas de producción de biogás. El uso de un residuo de bajo valor económico que no compita con otros usos y que podría usarse para el tratamiento biológico de los purines sería una buena opción. Si este residuo se produjera en la granja, entonces tendríamos una situación ideal. Incluso se podrían emplear materiales lignocelulosos desarrollando tratamientos adecuados para convertir el contenido de celulosa en azúcares que los microorganismos del abono pudieran digerir. Los agricultores saben que la protección del medio ambiente es importante y están dispuestos a cumplir las normativas ambientales, pero tener costes adicionales que dificulten su trabajo no debería ser el camino a seguir.

¿Cómo reducir las emisiones? (III) Manejo y eficiencia productiva

La responsabilidad de las emisiones en la ganadería se divide principalmente entre el sistema digestivo de los rumiantes (42%), estiércoles (15%) y manejo del suelo (uso de fertilizantes, estiércol, laboreo, etc.), que provoca el 38% de las emisiones. Por tanto, las emisiones entéricas suponen una parte principal en el cómputo global de gases. Lograr mayor eficiencia productiva, un rebaño más sano y mejoras digestivas y en materia de conversión de alimento de los animales permiten disminuir las emisiones de metano propias del sistema digestivo del ganado vacuno. 
Mayor optimización productiva y un rumen más eficiente permiten reducir las emisiones de metano entérico
Los avances en el campo de la genómica y la mejora genética, que abren la vía a la selección no sólo por aspectos meramente productivos sino también de eficiencia medioambiental (emisiones por quilo de carne o leche producida), introducen un campo todavía incipiente pero prometedor en cuanto a su potencial para mitigar de forma considerable los gases de efecto invernadero imputados a la producción ganadera. 

GENÉTICA, REPRODUCCIÓN Y MANEJO:

Toma de datos para una ganadería de precisión La recogida de datos y la obtención de información en la explotación es esencial para tomar decisiones basadas en evidencias. La ganadería de precisión consiste en utilizar las tecnologías disponibles en la actualidad para mejorar el control de la granja y del rebaño, abarcando un amplio rango de herramientas de monitorización, manejo, alimentación, control de comportamiento, etc. Aunque se ha desarrollado más en vacuno lechero estabulado, también hay ya aplicaciones disponibles para pastoreo. La aplicación de estas tecnologías contribuye a optimizar el funcionamiento de la ganadería, haciéndola más eficiente y evitando emisiones derivadas de esas ineficiencias, lo que puede contribuir a reducir las emisiones de metano en un 20%. Selección de reproductores La selección de hembras y machos idóneos para la mejora genética del rebaño es una de las estrategias de reducción de emisiones que puede ser implementada a menor coste, ya que al mismo tiempo mejora la rentabilidad de la explotación, con un efecto a largo plazo, ya que los avances en este campo tienen un efecto acumulativo en las siguientes generaciones.
Las evaluaciones genéticas de caracteres relacionados con las emisiones ya están disponibles, aunque por ahora rara vez estos datos figuran en los programas de mejora genética
Utilizar animales con alto valor genético (tanto hembras como machos) ayuda a mejorar la productividad pero también puede contribuir a disminuir las emisiones si uno de los valores de selección que se tienen en cuenta es el de su eficiencia en la conversión, lo que equivale a una menor ingesta de alimento por quilo de carne o de leche producida. Las evaluaciones genéticas para algunos caracteres relacionados con las emisiones ya están disponibles, aunque estos datos no figuran por ahora de forma generalizada en los programas de mejora genética.
Seleccionar animales más fértiles reduce los periodos improductivos, al igual que lograr un mayor crecimiento comporta menor tiempo y, por tanto, reducción de emisiones
Otro de los aspectos relacionados con la mejora de la eficiencia productiva tendría que ver con la reducción de los periodos improductivos de los animales, en aspectos como aceleración del crecimiento de la recría o reducción del intervalo entre partos. Mejorar el bienestar Las mejoras en el bienestar animal contribuyen a incrementar la productividad y reducen la intensidad de las emisiones. La disminución del estrés del ganado, avances en su confortabilidad, mejora de su salud y longevidad, reducción de enfermedades y mortinatalidad de las crías son estrategias beneficiosas desde el punto de vista tanto productivo como de descenso de emisiones.
Las enfermedades del ganado tienen un potente efecto de incremento de la intensidad de las emisiones
Con todo, algunos aspectos relacionados con el bienestar animal, como es el caso del pastoreo, puede, en determinadas circunstancias, si no está gestionado adecuadamente, estar ligado a un aumento de emisiones, especialmente de óxido nitroso. Además, si la densidad en los sistemas de pastoreo alcanza un determinado umbral (que variará con el tipo de ecosistema de pasto) se puede exceder la capacidad de los pastos para operar como sumidero de carbono y provocar el efecto contrario. Estrategias de alojamiento La intensificación del en espacios cerrados y el incremento de la densidad (nº de animales por unidad de superficie) busca la mayor rentabilidad del sistema basada en la optimización de los recursos, por lo que puede contribuir a disminuir las emisiones relativas de gases de efecto invernadero. La reducción de las emisiones en los sistemas intensivos también puede lograrse a partir de factores adicionales como la mejora de la digestibilidad de la dieta, puesto que este alojamiento implica una alimentación desligada del pastoreo y normalmente basada en dietas concentradas.
El aumento de la densidad puede comprometer el bienestar, debido al incremento de la competencia y estrés social
Por otro lado, un acceso al pasto restringido (confinamiento) disminuye la proporción de energía para el mantenimiento. Además, el confinamiento permite capturar excretas lo cual, en términos generales, disminuye las emisiones de óxido nitroso. Aumento de la longevidad Aumentar la vida útil de las hembras reproductoras ayuda a reducir el número de animales de reposición necesarios. Los animales de reposición consumen recursos y emiten gases de efecto invernadero durante su periodo no productivo, haciendo que aumenten así las emisiones del rebaño.
Los animales de reposición consumen recursos y emiten gases de efecto invernadero durante su periodo no productivo
Mejora de la fertilidad Aumentar la fertilidad de las hembras reproductoras ayuda a reducir el número de vacas nodrizas en el rebaño para tener una determinada producción. Los animales improductivos que no paren en su tiempo consumen recursos y emiten gases de efecto invernadero durante su periodo no productivo, haciendo que aumenten así las emisiones del rebaño.
Los animales improductivos cunsumen recursos y generan metano y estiércol
Mejora de la salud Un rebaño que goce de buena salud maximiza su capacidad productiva optimizando los recursos y disminuyendo los desechos. Los problemas de salud tales como enfermedades, pero también lesiones, provocan que se necesiten más animales para producir la misma cantidad de producto. La mejora de la salud permite una mejora de la eficiencia productiva del rebaño, de modo que se puede producir más alimento con menos animales.
Un peor estado físico y de salud del ganado produce una menor ingesta de alimento y mayores requerimientos de energía para el mantenimiento
Un peor estado físico y de salud del ganado produce una menor ingesta de alimento, una reducción en la capacidad de digerir los alimentos y mayores requerimientos de energía para el mantenimiento. Por el contrario, las mejoras en la salud de los animales también mejoran los resultados productivos, lo que se traduce en una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Además, una mejor salud reduce la tasa de reposición por eliminación involuntaria, por lo tanto, se extiende la vida productiva promedio del rebaño.

ACTUAR SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DEL RUMEN:

Incorporación de suplementos que reducen las emisiones de metano El metano se produce en el rumen mediante la actividad de las arqueas metanogénicas que utilizan gran parte del H2 generado por la fermentación anaerobia de carbohidratos para reducir CO2 a CH4. Se puede modular el funcionamiento del rumen de los animales a través de la adición de aceites vegetales y taninos; ácidos orgánicos como el malato o el fumarato; y extractos fitogénicos como los organosulfurados, de microalgas (Asparagopsis taxiformis) o sintéticos como el 3-NOP en la alimentación o el agua de bebida.
La reducción puede llegar hasta el 30-40%, expresada por kilogramo de materia seca ingerida, pero su utilización en dosis elevadas reduce la ingesta del animal
Los aceites esenciales poseen un efecto antimicrobiano, antioxidante y mejoran la absorción de nutrientes y el índice de conversión. El modo de acción de los taninos consiste en evitar la degradación de la proteína a nivel ruminal y posteriormente favoreciendo su liberación en el intestino. Las saponinas poseen un efecto anti-protozoario como principal modo de acción. Fruto de ello reducen las emisiones de metano en torno al 6%, aunque las bacterias ruminales desarrollan la habilidad para inactivar las saponinas tras un periodo de tratamiento superior a 2-3 semanas. En su mayoría estos suplementos no suelen reducir las emisiones de metano per se pero en muchos casos incrementan la productividad y la eficiencia del rebaño; por lo tanto, la intensidad de las emisiones (por unidad de producto) se ven reducidas. Hay muchos productos ya en el mercado (como es el caso de extractos de plantas) pero ninguno está registrado oficialmente, hasta la fecha, como aditivo zootécnico para reducir las emisiones. El coste de los compuestos es otro escollo para su utilización. Aditivos que optimizan la función ruminal Se trata del empleo de compuestos (extractos de plantas fundamentalmente) que ejercen un efecto modulatorio sobre la microbiota ruminal, de manera que el perfil de fermentación anaerobia favorece la producción de propionato a expensas de la de acetato.
La producción de propionato consume H2 mientras que la de acetato lo genera, de ahí el efecto reductor de la producción de CH4
Dentro de los aditivos para optimizar la función ruminal también estarían incluídos los probióticos. El más utilizado en animales adultos para modular la función ruminal es la levadura (Saccharomyces cerevisiae). Su principal modo de acción consiste en consumir oxígeno ruminal y favorecer un ambiente anaerobio estricto. La levadura no suele reducir las emisiones de metano. La ventaja de esta estrategia nutricional radica en que favorece la degradación de la fibra e incrementa el pH ruminal, permitiendo así evitar procesos de acidosis ruminal y la consecuente bajada en los índices de conversión. Muchos de estos aditivos (como las levaduras o los aceites esenciales) se suelen utilizar de forma habitual en los piensos comerciales de animales de alta producción (caso de las vacas lecheras) debido a que mejoran la productividad y previenen acidosis. Su aplicación en terneros de cebo podría ser también rentable. Acelerar el desarrollo del rumen a edades tempranas El rumiante cuando nace carece de rumen funcional, ya que se alimenta a base de leche que pasa directamente al omaso y se digiere posteriormente. Durante las primeras semanas de vida el rumen se va desarrollando y colonizando por una compleja mezcla de microorganismos procedentes del alimento, del agua, del suelo o las heces, y del contacto con animales adultos.
Esta estrategia tiene por objetivo acelerar el desarrollo anatómico, microbiológico y funcional del rumen para que el animal aproveche de forma eficiente, lo antes posible, el alimento sólido
En el caso de terneros mamones procedentes de explotaciones de leche, al carecer de contacto con animales adultos el desarrollo del rumen se retrasa pero si se consigue modular la microbiota ruminal en las primeras semanas de vida, ésta permanecerá en el animal adulto, permitiendo minimizar el estrés y ralentización de crecimiento durante el destete y mejorar sus niveles productivos. Las estrategias a emplear incluirían aditivos fitogénicos, probióticos o cambios en la alimentación y estarían especialmente indicadas para animales separados de la madre tras el parto y criados con leche artificial.
MÁS INFORMACIÓN: 

¿Cómo reducir las emisiones? (II): Alimentación y gestión de pastos

Lograr disminuir los gases de efecto invernadero que produce la actividad ganadera es una tarea que requiere un enfoque multidisciplinar que atienda distintos aspectos del manejo del ganado y los cultivos, ya que junto a la adecuada gestión de estiércoles y purines y a las estrategias para la reducción de los niveles de emisiones provocadas por la fermentación entérica de los rumiantes, una alimentación eficaz en relación a los objetivos productivos sería la tercera pata esencial en la ecuación de la reducción de la contaminación y la sostenibilidad medioambiental de las granjas.  En la producción de carne de vacuno existen dos modelos diferenciados de explotaciones: el de las ganaderías extensivas de vacas nodrizas, que utilizan el pasto como base principal de la alimentación del ganado, y el de los cebaderos de terneros, un modelo intensivo en el que los concentrados tienen mayor protagonismo.  La optimización en la producción y aprovechamiento del pasto y la apuesta por praderas permanentes capturadoras de carbono en el primer caso y el ajuste de la ración, el incremento de la digestibilidad de la dieta y el uso de fuentes de proteína locales en el segundo, son estrategias encaminadas a lograr una mayor sostenibilidad productiva, con menores niveles de emisiones por unidad de producto.  

PASTOS Y CULTIVOS:

Aumentar el tiempo de pastoreo El Ministerio de Agricultura acaba de anunciar que la ganadería extensiva constituirá el primero de los ecoesquemas para el futuro reparto de los fondos europeos de la PAC en el  periodo 2023-2027, de los que dependerá el 20% de las ayudas, al igual que el fomento del pastoreo es uno de los objetivos del Plan del Sector Lácteo 2020-2025 aprobado por la Xunta el mes pasado, por lo que sacar el ganado a pastar será un aspecto que comenzará a pesar de manera notable tanto en las explotaciones de leche como de carne en los próximos años.  Aumentar la proporción del tiempo que los animales se encuentran en el exterior de las naves, aumenta la cantidad de deyecciones que se depositarán en el pasto. De esta manera, los nutrientes aportados por la alimentación retornan al suelo a través de la deposición de estiércol y orina. Siempre y cuando la carga ganadera sea adecuada a la oferta del pasto, una mayor duración del pastoreo permitirá una distribución homogénea de las deyecciones en la superficie del pasto, lo que favorece una menor emisión de metano y óxido nitroso en relación al almacenamiento del estiércol y/o purín y su posterior tratamiento y aplicación durante las operaciones de abonado en campo. Además, con el pastoreo se dificulta el contacto de la ureasa presente en las heces con la urea en la orina, ralentizando por tanto la emisión de amoníaco.
Las emisiones de amoníaco durante el pastoreo son bajas, ya que el nitrógeno amoniacal total en la orina depositada directamente en los pastos es absorbido rápidamente por el suelo
Será importante controlar la intensidad del pastoreo dado que, con una elevada carga animal, se podría dar lugar a mayores emisiones de óxido nitroso, debido a que las heces se encuentran más expuestas a las condiciones ambientales, por la compactación del suelo provocada por el pisoteo de los animales. Este efecto sería mucho más desfavorable en condiciones de suelo húmedo y temperaturas templadas, caso de Galicia, en las que se favorecen los crecimientos microbianos en anaerobiosis y, por tanto, las emisiones de metano y óxido nitroso.
Será importante controlar la intensidad del pastoreo dado que, con una elevada carga animal, se podría dar lugar a mayores emisiones de óxido nitroso por la compactación del suelo provocada por el pisoteo de los animales
Si bien generalmente se considera que una dieta forrajera se asocia a mayores emisiones de metano del rumen, será preciso evaluar el posible efecto positivo del consumo de dietas forrajeras de alta calidad o de los taninos presentes en muchas de las especies arbustivas existentes. Además, la alimentación de los herbívoros en pastoreo supone una menor necesidad de suplementación con cereales, soja, etc, y de este modo se reducen las emisiones que es preciso imputar a la producción y transporte de estos insumos. Los pastos permanentes actúan como sumidero de carbono en mayor medida que una pradera de siega y las ventajas del pastoreo se incrementan en la medida que se realice en tierras marginales que no compiten con la agricultura, utilizando la ganadería ligada al territorio como sistema de limpieza de fincas o montes, un método que reduce el uso de combustibles fósiles necesarios para su desbroce mecánico. Establecer pastoreo rotacional Se considera que los pastos, con el manejo apropiado, tienen un importante potencial para la lucha frente al cambio climático, ya que se considera que una tasa de crecimiento anual del 0,4% de las reservas de carbono del suelo en los primeros 30-40 cm de suelo reduciría significativamente la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Se ha demostrado que el pastoreo rotacional contribuye a la fijación de grandes cantidades de carbono en el suelo, debido a que una buena distribución del pastoreo aumenta el contenido en carbono del suelo, por el aumento en materia orgánica y por la reducción de la erosión de las parcelas.
El establecimiento de un calendario de pastoreo adecuado facilita la fijación de grandes cantidades de carbono en el suelo, lo que mejora la cantidad y calidad del pasto de manera considerable
Además, las estrategias de pastoreo rotacional y el establecimiento de un calendario de circulación del ganado por las distintas parcelas optimiza el aprovechamiento del pasto disponible en la explotación, ya que permite el descanso de las parcelas pastoreadas y, si la carga ganadera está bien ajustada, se mejora la producción de pasto, en cantidad y calidad. Incorporar leguminosas La siembra de pratenses leguminosas proporciona una mejora en la calidad del pasto, y una reducción en la necesidad del uso de fertilizantes, ya que éstas fijan nitrógeno en el suelo y contribuyen a incrementar su fertilidad, con la consecuente respuesta positiva en la producción de pasto.
Los animales que pacen pastos con leguminosas producen menos emisiones de metano que los que lo hacen en pastos ricos en gramíneas, lográndose reducir hasta un 20% de las emisiones de metano
Los animales que aprovechan pastos ricos en leguminosas producen menos emisiones de metano que los que lo hacen en pastos ricos en gramíneas. Esta reducción de emisiones se explica por la presencia de taninos condensados, una menor proporción de fibra, una mayor ingesta de materia seca y un paso más rápido por el rumen.
La estrategia de incrementar la cobertura de leguminosas frente al abonado nitrogenado es especialmente interesante en épocas o zonas de mayor sequía
La presencia de leguminosas reduce las emisiones de óxido nitroso en los sistemas de pastoreo, ya que el nitrógeno atmosférico se fija en los rizomas de las leguminosas, y no queda libre para reaccionar. Además, en mezclas optimizadas de gramíneas y leguminosas, las gramíneas toman nitrógeno de las raíces de las leguminosas, por lo que se depende menos de la fertilización externa. A mayores de los beneficios ambientales y la reducción de costes de fertilización, esta práctica puede suponer también una reducción en el coste de alimentación del ganado al suplir las leguminosas parte de las necesidades proteicas que aportan insumos como el concentrado a base de soja.
Aunque las leguminosas contribuyen a fijar carbono, la necesidad de resiembra cada pocos años de algunas variedades provoca la liberación del carbono del suelo y es poco viable en zonas pendientes o terrenos pedregosos
La presencia de leguminosas en los pastizales contribuye a fijar carbono, ya que esta fijación depende de la disponibilidad de nitrógeno. Sin embargo, algunas variedades de leguminosas, como la alfalfa o algunos trévoles, requieren una resiembra cada pocos años, de manera que parte de las ventajas derivadas de la reducción de gases de efecto invernadero que aportan las leguminosas podrían verse penalizadas con una liberación de carbono del suelo cada vez que es labrado en el proceso de resiembra, algo que no es viable en zonas de montaña de gran pendiente o en terrenos muy pedregosos. Uso de técnicas de no laboreo o de mínimo laboreo El manejo del suelo tiene influencia directa sobre las emisiones de CO2, ya que se puede estimular su producción y acumulación en la estructura porosa del suelo a través de los procesos de mineralización de la materia orgánica. Pero la acción mecánica del laboreo supone una rotura de los agregados del suelo, con la consiguiente liberación del dióxido de carbono atrapado en su interior y su posterior emisión a la atmósfera.
Al mantenerse la estructura del suelo, se disminuyen las pérdidas de CO2 a la atmósfera y se aumenta la materia orgánica, lo que aumenta la capacidad productiva del terreno
Las técnicas de no laboreo o laboreo mínimo se basan en la realización de siembra directa dejando que el suelo quede cubierto en más de un 30% de su superficie. De esta forma, se mantiene la cobertura vegetal del suelo durante todo el año y se previene la erosión. Otra modalidad de resiembra con menor impacto sobre la estructura del suelo es la siembra en superficie e introducción posterior del ganado para facilitar la incorporación de la semilla al suelo mediante el pisoteo. Preservar las superficies de pastoreo Cuando el pastoreo se realiza en unas condiciones de equilibrio, pasto-ganado, con unas cargas ganaderas elevadas, se consiguen unos aportes de carbono al terreno, que provocan el secuestro de carbono en el suelo.
Cuando se gestiona la superficie de pastoreo de manera optimizada, se reducen tanto las emisiones de dióxido de carbono como de óxido nitroso
La magnitud del secuestro depende del tipo de suelo, así como del tipo de vegetación existente y sirve para compensar una parte de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en la propia explotación. Además, las superficies pastoreadas requieren menos trabajos de maquinaria agrícola y necesitan igualmente menos aportes de fertilizantes inorgánicos de síntesis.
La preservación temporal de las superficies de pastoreo disponibles durante la mayor parte del año implica una reducción de la necesidad de conservar forrajes
La mejora y preservación temporal de las superficies de pastoreo disponibles durante la mayor parte del año implica una reducción de la necesidad de conservar forrajes, dado que los animales tienen la posibilidad de consumir pasto fresco, con la consiguiente disminución del uso de maquinaria y las pérdidas de nutrientes asociadas al ensilado o a la conservación de hierba seca. Para ello ha de adoptarse una estrategia multidisciplinar con diversas medidas a aplicar en cada caso: • Un plan integral de mejora del pastoreo, manteniendo un porcentaje de leguminosas. • Un control de la altura del pasto, tanto a la hora de la entrada del ganado en la parcela, que será de unos 9-16 cm aproximadamente, como en el momento de la salida de los animales, que se hará cuando la altura del pasto haya caído hasta los 5 cm; el objetivo de estas decisiones es evitar sobrepastoreo y permitir una regeneración del pasto en la superficie pastoreada. • Mejorar la resiliencia del ecosistema frente a las sequías mediante la aplicación de técnicas que mejoran la capacidad de retención de agua en el suelo, como puede ser el caso del diseño en línea clave (keyline) considerando las curvas de nivel. • Aumentar la diversidad vegetal para garantizar la productividad en distintas condiciones climáticas y/o momentos del año (distintas fenologías). • Producción de cultivos (cereales, leguminosas, etc.) sobre praderas (pasture-cropping) u otras superficies mecanizables. Aprovechamiento y conservación del paisaje agroforestal El uso de sistemas silvopastoriles para la producción ganadera tiene indudables efectos beneficiosos en materia de mitigación del cambio climático. La compatibilidad de producción herbácea con el mantenimiento de las masas forestales aumenta el secuestro de carbono y evita la liberación en masa que se produciría de generarse incendios forestales favorecidos por la falta de limpieza de las fincas o masas arbóreas.
Los desbroces del matorral necesarios para el mantenimiento de la superficie herbácea, se harán preferentemente mediante el uso de ganado, evitando la introdución de maquinaria
Pero la conservación del paisaje agroforestal ha de seguir una serie de recomendaciones: • Los desbroces del matorral necesarios para el mantenimiento de la superficie herbácea, se harán preferentemente mediante el uso de ganado, valorando la especie más adecuada a introducir en función del estado inicial y su evolución, evitando en la medida de lo posible los medios físicos o mecánicos mediante la introdución de maquinaria. • Apostar por la diversificación de especies (caballar, caprino, ovino, vacuno y porcino) en función del tipo de parcela, para complementar el aprovechamiento adecuado del pasto/matorral • Han de conservarse las masas arbóreas, evitando que el ganado las deteriore • Fomentar el aprovechamiento estacional de pastos que favorezca el crecimiento de la vegetación herbácea • Deben mantenerse cargas ganaderas equilibradas en función del pasto generado y tipo de ganado Establecer planes de fertilización Las dosis de fertilizante por encima de las necesidades de los cultivos conduce a un exceso de nitrógeno, con la consiguiente reducción de la eficiencia en el uso de nitrógeno y pérdidas al aire y agua. En términos de contaminantes gaseosos, las aplicaciones de fertilizantes nitrogenados están asociadas a las emisiones de óxido nitroso y amoníaco, por lo que si la dosis se ajusta a las necesidades del cultivo las emisiones de amoníaco y las pérdidas por lixiviación de nitratos ser verán reducidas.
Un exceso de fertilización llevará a pérdidas de nutrientes en forma de emisiones, mientras que una fertilización insuficiente provoca una reducción en la productividad, por lo que ajustar la fertilización a las necesidades reales de los curtivos permite ganar eficiencia y reducir costes
En un Plan de Abonado, se debe conocer, mediante la realización de analíticas, con qué nutrientes cuenta el suelo y las necesidades nutricionales del cultivo según los rendimientos previstos que se quieran alcanzar, para estimar la cantidad y tipo de nutriente que será necesario aplicar. Se tendrán en cuenta las aportaciones del pastoreo, si las hubiese, y se priorizará el uso de fertilizante orgánico producido en la explotación frente a la adquisición de fertilizante nitrogenado mineral. Mejorar el pH del suelo El último paso de la ruta de desnitrificación en los suelos, es decir, la ruta de reducción de óxido nitroso (N2O) a nitrógeno molecular (N2), depende en gran medida del pH del suelo. Esta ruta se inhibe progresivamente cuando el suelo se acidifica por debajo de 7. Así, esto quiere decir que el encalado de suelos ácidos a pH cercano a 7 hace que la reducción de óxido nitroso sea más eficiente y, de esa manera, disminuyan las emisiones directas procedentes del suelo.
En suelos ácidos con pH inferior a 7 el encalado ha demostrado entre un 49 y un 66% de reducción en emisiones de óxido nitroso
Por lo tanto, se puede mejorar la capacidad de absorción de nutrientes de los suelos ácidos y la emisión de gases de efecto invernadero encalando para ajustar el pH a los niveles necesarios de los diferentes cultivos. Los beneficios del encalado en suelos ácidos, como los que abundan en Galicia, incluyen una mayor disponibilidad de nutrientes, una mejor estructura del suelo y mayores tasas de infiltración, lo que redunda en una mayor productividad y menor riesgo de contaminación de aguas. Uso de fertilizantes orgánicos El empleo de enmiendas orgánicas, abonos en verde mediante trituración de nabos o guisantes, o técnicas de rotación de cultivos fijadores de nitrógeno frente al uso de fertilizantes de síntesis química permite optimizar los ciclos de nutrientes, evitando el coste económico y ambiental de utilizar fertilizantes sintéticos.
Los abonos orgánicos, la rotación de cultivos fijadores de nitrógeno y el abonado en verde mediante trituración de nabos o guisantes son técnicas especialmente recomendadas en climas húmedos donde las pérdidas de nitrógeno en los fertilizantes de síntesis es mayor
Los fertilizantes químicos son menos efectivos en climas húmedos que los aportes de enmiendas orgánicas, ya que se estima que el 1,6% del nitrógeno aplicado por fertilizantes de síntesis en climas húmedos se va a emitir en forma de óxido nitroso, frente a un 0,6% para el resto de inputs de nitrógeno de procedencia orgánica. En las zonas secas, sin embargo, se calcula que aproximadamente se emite un 0,5% del nitrógeno, ya sea procedente de fertilizantes de síntesis o de estiércoles o purines. Por lo tanto, reemplazar el uso de fertilizantes inorgánicos por orgánicos reduce las emisiones directas de óxido nitroso, especialmente en los climas húmedos. Utilizar fertilizantes inorgánicos de baja emisión Las emisiones de óxido nitroso provenientes de los suelos se pueden reducir a través de la aplicación de prácticas encaminadas a mejorar la capacidad del cultivo en captar nitrógeno y competir con otros procesos que conllevan una pérdida de nitrógeno en el sistema suelo-planta.
Los inhibidores de la nitrificación pueden reducir hasta un 50% las emisiones directas de óxido nitroso, aunque en zonas más húmedas su eficiencia es menor
Esto se puede hacer mediante el uso de fertilizantes de liberación lenta, el uso de fertilizantes amoniacales frente a los fertilizantes con base de nitrato, a través del uso de inhibidores de la nitrificación y combinaciones de fertilizantes ureicos con inhibidores de la ureasa. En general, estos fertilizantes suelen tener un coste más elevado, con excepción de la urea, aunque en este caso hay que considerar el coste añadido de los inhibidores de la ureasa.
El uso de urea debe ir unido a la aplicación de inhibidores de la ureasa para evitar que se produzcan emisiones altas de amoníaco
Los fertilizantes amoniacales o los de base ureica, frente a los fertilizantes con base de nitrato, reducen las emisiones de óxido nitroso. Sin embargo, en el caso de la urea, puede darse como contrapartida una emisión muy alta de amoníaco, por lo que para evitar estas emisiones de amoníaco, los fertilizantes ureicos deben ir acompañados siempre de inhibidores de la ureasa.

ALIMENTACIÓN Y MATERIAS PRIMAS:

Mejora de la digestibilidad de la dieta El incremento del aporte de concentrado y la alimentación con forrajes de buena calidad son las dos opciones más ampliamente utilizadas desde el punto de vista nutricional. El incremento del aporte de concentrado reduce las emisiones debido a que propicia una fermentación propiónica de modo que el propionato actúa como sumidero de hidrógeno evitando que se desvíe hacia la producción de metano.
El uso de leguminosas forrajeras es una estrategia que permite reducir las emisiones hasta un 10%
La alimentación con forraje de buena calidad permite incrementar la digestibilidad del alimento y alcanzar mayores rendimientos, originando una reducción de las emisiones por unidad de producto de hasta un 30% en comparación con la alimentación con forraje de baja calidad. El uso de leguminosas forrajeras es una estrategia que permite reducir las emisiones hasta un 10%. Ajustar los niveles de proteína El exceso de proteína es excretado (principalmente por orina) en forma de urea. Una parte de esta urea se volatiliza en forma de amoníaco (NH3) y, posteriormente, otra parte se pierde en forma de óxidos de nitrógeno (por ejemplo óxido nitroso N2O) y lixiviación de nitratos en agua. Además, el animal rumiante precisa de gastar energía para deshacerse de este exceso de energía, lo que podría incluso tener efectos productivos negativos.
El exceso de proteína es excretado en forma de urea mientras que los niveles bajos reducen la producción
Por contrario, una dieta excesivamente baja en proteína puede limitar la síntesis de proteína microbiana ruminal, así como los parámetros productivos. Por lo tanto, es preciso ajustar el nivel de proteína (y energía) en cada una de las etapas productivas, mediante una correcta estimación de las necesidades nutricionales y el análisis frecuente de los alimentos, y en animales de alta producción también se puede suplementar con aminoácidos esenciales si la calidad de la proteína dietética es baja. Utilizar fuentes locales de proteína La proteína importada (soja principalmente) posee una elevada huella de carbono debido a que su producción suele implicar deforestación en su lugar de origen, elevado uso de fertilizantes industriales y un transporte intercontinental.
Reemplazar suplementos proteicos importados como la soja por productos locales como guisante, colza, alfalfa o forrajes de leguminosas permite reducir la huella de carbono
Por ello, el uso de alimentos proteicos locales o regionales tales como el uso de leguminosas en grano (guisante, colza, etc.), pellet de alfalfa o forrajes de leguminosas, permite reducir dicha huella de carbono. En este sentido, alimentar con silo de maíz o de leguminosas permite reducir las emisiones en comparación con el silo de raigrás. El forraje de colza se ha visto que también reduce las emisiones aunque los efectos son variados sobre la productividad. Combinar maíz y silo de legumbres frecuentemente incrementa la ingestión y reduce las emisiones por unidad de producto.
Alimentar con silo de maíz o de leguminosas permite reducir las emisiones en comparación con el silo de raigrás
Dada la menor calidad proteica de las alternativas a la soja, los niveles productivos se pueden ver afectados negativamente si no se hace un correcto racionamiento de la dieta. Por otro lado, la dependencia del mercado exterior de soja se reduce, lo que permite trabajar con precios de la ración más estables. Utilizar subproductos agroindustriales, residuos vegetales y alimentos novedosos Los subproductos agro-industriales (subproductos de cítricos, bagazo de cerveza, destrío de frutas y verduras, como manzana de sidra, orujo, pulpa de remolacha azucarera, etc.) representan una fuente barata de alimento para rumiantes ya que de otro modo no pueden ser utilizados por ninguna otra especie de animales.
El uso de alimentos novedosos como el pienso alcalinizado o el pellet de paja pueden suponer una herramienta en sistemas de cebo
El problema es que en su mayoría deben ser consumidos a nivel local o regional ya que su transporte no es rentable (por el elevado contenido en agua) y a ello hay que añadir que estos productos son frecuentemente estacionales y de difícil almacenaje o conservación. Sin embargo, son productos interesantes que permiten aportar carbohidratos fácilmente fermentables (reduciendo así la formación de CH4 en el rumen) a bajo coste, facilitando disminuir el suministro de forraje, y, al tratarse de subproductos o residuos de otros procesos industriales, su huella de carbono es muy reducida. El uso de alimentos novedosos como el pienso alcalinizado o el pellet de paja pueden suponer una herramienta en sistemas de cebo. Alimentación de precisión Las necesidades nutricionales de los animales cambian a lo largo del ciclo de producción, por lo que subministrar el nutriente apropiado en el momento apropiado puede representar una estrategia para maximizar la producción y reducir las emisiones de metano.
Se ha observado en vacuno de leche que realizar raciones personalizadas puede incrementar la productividad y reducir las emisiones de metano en un 15-20% y la excreción de nitrógeno en un 20-30%
La monitorización del rebaño y el acceso al big data facilita la toma de decisiones y la gestión de la explotación, pero en sistemas de alimentación combinada de pastos y dieta se requiere de tecnología avanzada para monitorizar los pastos. Mejorar la conservación de forrajes y ensilados La recolección de forraje en una etapa temprana de madurez aumenta su contenido de carbohidratos solubles y reduce la lignificación de las paredes celulares de las plantas, lo que aumenta su digestibilidad y disminuye la producción de CH4 entérico por unidad de MS digestible, reduciendo las emisiones de GEI.
En los procedimientos de ensilado se produce pérdidas de materia seca, que oscilan entre el 5 y el 25%
Un mal proceso de secado y recogida de la hierba seca puede suponer pérdidas de hasta el 12% de la materia seca disponible, mientras que en el ensilado, dependiendo de cómo hagamos las cosas, puede oscilar entre el 5 y el 25%. Mejorar estos procesos permite reducir la pérdida de materia seca y aumentar la calidad nutricional del forraje con el mismo coste. Los aditivos que con frecuencia se utilizan para mejorar la preservación del ensilado, especialmente de maíz, pueden ser una herramienta de gestión importante para reducir las pérdidas de almacenamiento, particularmente en ensilados de baja calidad. Sin embargo, algunos aditivos pueden contribuir significativamente a las emisiones netas de gases de efecto invernadero del silo.
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¿Cómo reducir las emisiones? (I) Gestión del purín y el estiércol

El objetivo en 2050 es que la ganadería de vacuno de carne logre secuestrar tanto carbono como produzca La interprofesional del vacuno de carne, (Provacuno), acaba de publicar un Código de Buenas Prácticas Medioambientales con las que conseguir reducir progresivamente los gases de efecto invernadero generados por las explotaciones con el objetivo de que la ganadería logre ser climáticamente neutra en materia de carbono en 2050. El objetivo es que secuestren el CO2 equivalente a los gases de calentamiento global que genera en su proceso productivo. La preocupación medioambiental aumenta en la sociedad (y por tanto también en el consumidor), por lo que la disminución de la huella ambiental y la contaminación se ha convertido en una necesidad en la que, pese al esfuerzo de los ganaderos y su intento de adaptación progresiva en los últimos años, todavía existe margen de mejora.
Metano, amoníaco o nitratos son términos que estarán en el día a día de los ganaderos en los próximos años
Aunque frenar el calentamiento global es una necesidad humana a nivel planetario que afecta a todos los sectores económicos, desde distintos ámbitos y de manera interesada se ha focalizado sobre la ganadería la lupa de las emisiones de gases de efecto invernadero, un mensaje que ha calado incluso en las élites gobernantes, de forma que las normativas europeas y estatales ponen ya el acento sobre la disminución de emisiones, al mismo nivel que sobre los aspectos nutricionales de los alimentos, en documentos como la Estrategia de la Granja a La Mesa, presentada el pasado mes de mayo, en plena pandemia sanitaria, por la Comisión Europea. Metano, amoníaco o nitratos son términos que estarán en el día a día de los ganaderos en los próximos años. A pesar de que los últimos datos del inventario del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico hechos públicos el pasado marzo, le atribuyen al sector de la carne de vacuno apenas el 3,6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, el sector vacuno está obligado a reducir, por ejemplo, sus emisiones de amoníaco un 40% en la próxima década, según el listón legal colocado por el Gobierno español en el Plan de Proyecciones de Emisiones de Gases Contaminantes a la Atmósfera.  
Aunque están pensadas para explotaciones de carne, muchas de las medidas son también aplicables a ganaderías de leche
Se trata de un objetivo que no es fácil de lograr y para el que hasta ahora non existía un documento de referencia, de carácter práctico, con medidas a aplicar en las explotaciones. A través de este Código de Buenas Prácticas que acaba de ser presentado, las explotaciones contarán con una herramienta de base científica para saber qué hacer en cada caso, en función de las características particulares de cada ganadería, y sus efectos. Esquema resumen de las principales medidas a aplicar para reducir las emisiones de la ganadería de vacuno La guía, elaborada por 17 expertos integrados en la Red Remedia y pertenecientes a 7 instituciones y centros de investigación españoles (CSIC, INIA, Neiker, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad Politécnica de Valencia, Universidad de Córdoba y Basque Center for Climate Change), recoge un total de 37 medidas de mitigación de emisiones estructuradas en 5 grandes bloques: alimentación; mejora del funcionamiento del rumen; genética, reproducción y manejo; gestión del estiércol y pastos y cultivos.
La guía ha sido elaborada por investigadores pertenecientes a la red científica Remedia, que desde el 2012 engloba a expertos que trabajan en la mitigación del cambio climático en los sectores agrario, ganadero y forestal
Dentro de cada bloque se han identificado las medidas disponibles, describiendo brevemente el fundamento de éstas, los efectos sobre los diferentes gases de efecto invernadero, así como la disponibilidad tecnológica y económica de cada medida. Con esta información, se pretende que cada productor pueda identificar las medidas más aplicables en términos coste-beneficio a su explotación. Iniciamos en Campo Galego una serie de cuatro artículos en los que intentaremos desglosar cuáles son estas posibilidades de actuación a nivel de granja y sus efectos reductores, empezando por la gestión de purines y estiércoles, un aspecto clave y que sufrirá modificaciones con la próxima entrada en vigor del Decreto de Nutrición Sostenible de Cultivos redactado por el Ministerio de Agricultura

TRATAMIENTO Y APLICACIÓN DE PURINES:

Cubierta de balsas de purines Las balsas de purines son fuentes relevantes de emisión de metano. Cubrir estas balsas evita la emisión descontrolada de este gas. Esta técnica funciona mejor cuando la cubierta es estanca y se equipa la balsa con un sistema de recuperación del biogás y su aprovechamiento para la generación de energía o con una llama piloto que queme la mezcla de gases producida, ya que se generaría dióxido de carbono (CO2), también contaminante pero con un efecto invernadero 24 veces menor que el metano (CH4).
Las cubiertas estancas permiten la recuperación de biogás y reducen las pérdidas de nutrientes del purín, aumentando su capacidad fertilizadora
Además, al reducirse las emisiones de óxido nitroso (N2O), su capacidad como fertilizante se incrementa al aumentar el contenido en nitrógeno del purín, permitiendo así reducir el uso de fertilizantes sintéticos. Mantener costra permanente en las balsas o fosas de purín La presencia de costra natural en los depósitos de purín se relaciona con la reducción de las emisiones de amoniaco, ya que evita el contacto del purín con la atmósfera, disminuyendo la circulación de aire sobre la superficie emisora. Se considera que el uso de material orgánico en las camas (serrín, paja, etc) favorece su formación, al igual que forma de llenado, frecuencia y condiciones climáticas del entorno.
La costra evita el contacto del purín con la atmósfera y reduce las emisiones de amoniaco hasta en un 60% en la fase de almacenamiento
Además de la reducción de emisiones de amoniaco, el metano puede verse también disminuído por la creación de zonas aeróbicas en los primeros centímetros de la superficie, donde el CH4 se convierte en CO2 por la acción de las bacterias metanotróficas.
Al reducirse significativamente las pérdidas de nitrógeno en forma de amoniaco, la capacidad fertilizante del purín se ve incrementada
Al reducirse significativamente las pérdidas de nitrógeno en forma de amoniaco, la capacidad fertilizante del purín se ve incrementada, pero este hecho obliga a optimizar la aplicación en campo para minimizar las pérdidas de amoniaco y óxido nitroso. Aplicación de purín mediante tubos colgantes Consiste en la aplicación localizada de los purines mediante tuberías que lo depositan en la superficie del suelo. Se trata de una técnica diseñada para reducir las emisiones de amoníaco, y, por consiguiente, las emisiones indirectas de óxido nitroso, y es una de las opciones permitidas para la aplicación del purín tras la restricción de las aplicaciones en abanico.
Destinado principalmente al abonado de praderas, al evitar emisiones y pérdidas de nutrientes asociadas, permite aprovechar mejor la capacidad fertilizante del purín
El objetivo de esta técnica es reducir la superficie de purín en contacto con la atmósfera. Es aplicable principalmente en cultivos herbáceos en fases iniciales de crecimiento y su principal ventaja es ser un sistema poco intrusivo con el cultivo. Aplicación de purín mediante inyección Al igual que la aplicación del purín mediante tubos colgantes, la inyección en el suelo es una técnica diseñada especialmente para reducir la emisión de amoníaco. Combina un arado que abre surcos en la tierra con unas mangueras que depositan el purín en el surco abierto y es otra de las posibilidades permitidas por la nueva normativa sobre fertilización de suelos agrícolas.
En comparación con el método de tubos colgantes, es una técnica que reduce más las emisiones de amoníaco, pero tiene un mayor coste energético y de desgaste de maquinaria, existiendo dificultades para aplicarla en suelos pesados de textura arcillosa
Existen dificultades al realizar inyección de purín en suelos pesados de textura arcillosa por su menor permeabilidad y facilidad de encharcamiento, dado que la humedad del terreno es un factor que favorece las emisiones. En comparación con el método de tubos colgantes, es una técnica que reduce más las emisiones de amoníaco, pero tiene un mayor coste energético y de desgaste de maquinaria. Separación sólido-líquido de purines La colocación de un sistema de separación de la fracción sólida y líquida del purín permite hacer una gestión diferenciada de ambos componentes: la parte sólida puede someterse a un proceso de compostaje que incrementa su valor fertilizante o permite su reutilización en las camas como material de relleno de cubículos, mientras que la reducción del contenido en materia orgánica de la parte líquida reduce de forma muy importante las emisiones de metano debidas a la fermentación en las balsas o pozos de purín.
La separación del purín y la gestión diferenciada de la parte sólida y líquida permite realizar un uso agronómico más eficiente
Para ser más efectiva, la separación ha de hacerse lo antes posible, preferiblemente sobre purín recién excretado o que lleve poco tiempo almacenado. Del mismo modo, para evitar la emisiones secundarias de amoniaco deben usarse técnicas como la aplicación y enterrado rápido de la fracción líquida resultante. Compostaje El compostaje es un tratamiento aeróbico que se aplica sobre el estiércol o sobre la fracción sólida del purín que permite lograr un abono orgánico estabilizado en términos de nitrógeno, con una mayor concentración de nutrientes (elevada concentración de Nitrógeno de liberación lenta), disminución de patógenos y reducción de olores.
Compostar aumenta el valor fertilizante del estiércol y reduce a la mitad las emisiones de metano
Respecto a un almacenamiento estándar del estiércol, este sistema reduce a la mitad las emisiones de metano y tras la aplicación en campo el compost reduce de manera significativa las emisiones de óxido nitroso, compensando las emisiones acumuladas durante el proceso de compostaje.
Al tratarse de un abono estabilizado con elevada concentración de nitrógeno de liberación lenta, las emisiones de amoniaco en campo se reducen significativamente hasta compensar las que se producen en el proceso de compostaje
El compostaje se relaciona con el aumento de las emisiones de amoniaco debido a la mineralización del nitrógeno orgánico durante el proceso. Estas emisiones pueden suponer hasta un 45% del contenido inicial del nitrógeno incluído en el estiércol. Estas emisiones nitrogenadas pueden reducirse cubriendo el montón a compostar para limitar la transferencia al aire y evitando un excesivo número de volteos en el proceso y mediante la compactación del montón de estiércol. Extracción de biogás La digestión anaerobia es un sistema de tratamiento que potencia la producción de metano procedente del purín en condiciones controladas con el objetivo de aprovecharlo para la obtención de energía mediante su combustión, habitualmente en un motor de cogeneración (produciendo energía térmica y eléctrica).
Las plantas de biogás reducen en gran medida la emisión de metano procedente del purín, no así la carga de nitróneno y las emisiones de amoníaco en los efluentes digestados
Es importante someter el purín a este proceso de digestión anaeróbica lo antes posible para evitar emisiones de metano anteriores que disminuyan su potencial en la planta de biogás. Lo habitual es utilizar la co-digestión con otros sustratos, idealmente de disponibilidad local, que complementan el potencial de los purines para generar biogás. Aunque es una tecnología madura y disponible en el mercado, la clave de su viabilidad económica depende del valor de la energía obtenida. En España es, a día de hoy, una técnica poco viable por su elevado coste y las limitadas primas existentes actualmente a este tipo de energía, por lo que la inversión necesaria sólo es asumible por granjas o agrupaciones de cierto tamaño. Uso de adhitivos inhibidores de la nitrificación Los procesos microbiológicos por los que se produce óxido nitroso se pueden modificar gracias al uso de aditivos químicos. Existen dos tipos de aditivos inhibidores: • Inhibidores de la nitrificación: que inhiben la oxidación de amonio (NH4+) a nitrato (NO3-). Los animales que reciben estos inhibidores con el alimento lo excretan sin alterar la orina, por lo que pueden ejercer su función sobre las excretas. • Inhibidores de la ureasa: impiden el paso de urea a amonio, por lo que presentan gran potencial para reducir las pérdidas de amoníaco por volatilización. Estos inhibidores se han aplicado tanto al suelo como al estiércol almacenado. Los inhibidores de la ureasa reducen la volatilización de amoníaco, ya que éste no llega a formarse y, por tanto, también las de óxido nitroso, al ser el amoníaco un precursor de éste.
El uso de inhibidores de la nitrificación reduce las emisiones de óxido nitroso asociadas a la orina en más de un 60% y puede aumentar la producción de pastos cuando se utilizan con animales en pastoreo
Los inhibidores de la nitrificación reducen de forma directa la emisión de amoníaco, pero pueden aumentar el amonio disponible en el suelo, por lo que provocaría un aumento de las volatilizaciones de este gas a largo plazo.

ALMACENAMIENTO Y GESTIÓN DE ESTIÉRCOLES:

Aumentar la frecuencia en la retirada del estiércol La cama profunda (almacenamiento durante largos períodos de tiempo) puede ocasionar mayores emisiones de óxido nitroso y metano, al acumularse mayor cantidad de material degradable y hacerlo en condiciones de compactación (ausencia de oxígeno). Retirar frecuentemente la cama (frecuencia de al menos 1 vez al mes) impediría que se emitieran estos gases en el alojamiento interior.
Retirar al menos una vez al mes el estiércol de las camas evitaría la emisión de óxido nitroso y metano
Aunque las emisiones del estiércol sólido son relativamente bajas, su retirada frecuente reduce la generación de metano, al disminuir las condiciones anaeróbicas necesarias, así como de óxido nitroso, ya que estas se reducen por la menor cantidad de sustrato orgánico disponible. Sin embargo, el problema de estas emisiones no desaparece, sino que se traslada a los estercoleros, donde pueden continuar si no se hace un adecuado manejo del estiércol almacenado. Almacenamiento de estiércol sólido Es recomendable el apilado del estiércol sobre una superficie de hormigón o de un suelo compacto e impermeable. En ambos casos, es conveniente recoger los drenajes mediante una canaleta, para su almacenamiento en un depósito específico, ya que recoger estos lixiviados reduce el riesgo de contaminación de acuíferos.
Proteger los estercoleros con una cubierta para impedir la acción directa del sol, bien sea introducirlos dentro de un cobertizo o cubrir la superficie del estiércol, reduce las emisiones de amonio (NH4)
Se debe cubrir el estercolero con una cubierta, con independencia de la recomendación de cubrir el propio estiércol con paja, o con un plástico flexible para evitar el contacto directo con el aire. La reducción de las emisiones de gases se producirá como consecuencia de impedir el contacto directo entre el estiércol y el aire, que es el lugar el que se produce la liberación de CH4. Dicha emisión disminuye sustancialmente por debajo de los 10ºC de temperatura ambiental y aumenta por encima de los 25ºC.
La emisión de metano, que se produce en contacto con el aire, disminuye por debajo de 10ºC y aumenta sustancialmente por encima de los 25ºC
Se han realizado estudios sobre el impacto de distintas medidas de manejo del estiércol y los porcentajes de reducción de emisiones que se consiguen: cuando se mantiene el estiércol sobre un suelo impermeable, y con un sistema de drenaje, el porcentaje de reducción de emisiones oscila entre un 0 y un 3%; si cubrimos el estiércol con paja o con un plástico, estabilizado frente a la radiación ultravioleta, el porcentaje de reducción se ha valorado entre 2 y 5%. Todas estas medidas contribuyen también a aumentar el valor fertilizante del estiércol. Abonado mediante incorporación del estiércol al terreno El estiércol debe enterrarse o mezclarse con la tierra en el momento de su aplicación o en las 4 horas siguientes. Enterrarlo después de las doce horas supone una pérdida importante del nitrógeno aportado, por su volatilización como óxido nitroso, por lo que enterrar el estiércol lo antes posible hace que el nitrógeno retenido en el suelo aumente, aumentando de esta forma la capacidad fertilizante del estiércol.
El estiércol debe enterrarse o mezclarse con la tierra en el momento de su aplicación o en las 4 horas siguientes
Otras precauciones en la aplicación del estiércol son: • No aplicarlo en suelos húmedos, o en momentos de riesgo de lluvia, en los que se facilita la liberación de óxido nitroso. Lo mismo ocurre si se aplica a lugares inundados, nevados o helados. • Analizar las características del terreno en el que se va a aplicar, especialmente pendientes o proximidad a cauces de agua, manantiales o pozos, para prevenir que se produzcan escorrentías o arrastres. • Aplicar estiércol cuando lo requieran los cultivos, en la dosis apropiada.
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¿Son los biofertilizantes una oportunidad para las cooperativas?

Convertir un residuo o subproducto ganadero o agrícola en un recurso, bien sea para los propios socios de la cooperativa, como de cara a otros productores. Así se presentan los biofertilizantes. Si bien, son también herramientas en la lucha contra el cambio climático en una apuesta por la economía circular o una oportunidad sostenible de mercado. Esas fueron algunas de las conclusiones del seminario web Biofertilizantes en la nueva Economía Circular que Cooperativas Agro-alimentarias de España organizó, dentro de las actividades del proyecto europeo Rubizmo y para celebrar el Día Internacional de las cooperativas. De mano de los representantes de 4 entidades (Complus, Central Lechera Asturiana, Champinter, Coexphal), que han apostado por la valorización de los recursos de sus socios en el ámbito agroganadero, se abordaron también algunas de las cuestiones que se plantean tanto a cooperativas como a ganaderos a la hora de comenzar a apostar por los biofertilizantes. La rentabilidad y viabilidad económica es una de las dificultades que sobrevuelan, al menos en sus inicios, a estos proyectos sostenibles.
Las líneas marcadas desde Europa en busca de una producción más sostenible llevan a las cooperativas a apostar por los biofertilizantes
Sin embargo, las líneas marcadas desde Europa hacia producciones cada vez más respetuosas con el medio ambiente hacen que sean una vía para encauzar y aprovechar los residuos agroganaderos, tal y como coincidieron en señalar desde las distintas cooperativas inmersas desde hace años en estos proyectos.

¿Oportunidad u obligación?

Al margen de la inversión económica que estas plantas de tratamiento suponen, uno de los frenos que se encuentran en las cooperativas para su implantación viene dado por la escasa concienciación de los socios sobre la necesidad de apostar por la transformación de residuos o subproductos. “Aún no hemos logrado una concienciación al 100% con estas iniciativas, pero nuestros socios se van dando cuenta, cada vez más, de que es necesario aportar valor añadido a nuestro producto más allá de la calidad, que llevamos años consiguiendo”, explica Francisco Sanmartín, gerente de Central Lechera Asturiana, que ha apostado con la planta Biogastur por la gestión de los purines, con una capacidad de 1.200 toneladas al día y que genera tanto metano para producir electricidad como digestato, que se emplea como fertilizante, así como cama para el ganado e incluso se valora su poder calorífico para emplearlo en industrias. Aunque en estos momentos la actividad en la planta se encuentra paralizada, tras problemas entre los accionistas y en la gestión, aguardan activarla en breve y tienen en previsión ampliar su capacidad, que en la actualidad es de 4,5 megavatios y empezar a producir biometano.
“Vemos la gestión de los purines no solo como una vía de negocio, sino como un servicio a nuestros socios”, Francisco Sanmartín, Central Lechera Asturiana
“No estamos centrados en ver la gestión de los purines solo como una vía de negocio, sino como un servicio a nuestros socios”, detalla Sanmartín. Sin embargo, llegar a convencer a los socios para apostar por esta transformación de los purines no fue una tarea sencilla, tal y como recuerda el gerente de Central Lechera Asturiana. “Cuando en 2009 empezamos con Biogastur fue muy rompedor convencer a los socios que era necesario dar este paso, ya que suponía dejar de percibir un beneficio que les estaba aportando el uso directo de los purines para la fertilización de sus campos y pasar a pagar una tasa por su gestión”, comenta Sanmartín. En una línea similar trabajan en Complus, una cooperativa extremeña con 9 socios, entre los que se incluyen cooperativas agroganaderas y una almazara, y que gestiona los residuos para transformarlos en compost. “Nuestra preocupación es dar solución a subproductos de nuestros socios y a su vez valorizarlos y sacar rendimiento”, detalla Sebastián Trinidad, gerente de la planta. Entre los residuos que gestionan está el estiércol procedente de dos ganaderías de ovino junto con subproductos de una almazara. De hecho, la planta se ha convertido en una solución para la gestión de estos residuos. “En estos cebaderos de cordero, el estiércol tiene demanda en determinados momentos del año, pero después deben buscarle una solución ya que tenían que sacarlos de la granja”, detalla.
“Los socios vieron muy claro la necesidad de apostar por la transformación de los residuos pese a la inversión de más de 3 millones de euros”: Sebastián Trinidad, gerente Complus
Obtienen el compost tras someter los diferentes materiales orgánicos a un proceso biológico de digestión aerobia, en que controlan la temperatura y la humedad. Como resultado obtienen un compost, tanto en polvo como en pellets, que ayuda a mejorar la estructura del suelo y aumenta su capacidad de retener líquidos, uno de los desafíos de la agricultura frente al cambio climático y las etapas de sequías cada vez más extremas. “En nuestro caso, los socios vieron muy claro la necesidad de apostar por esta transformación de los residuos y subproductos, ya que es preciso vender mucho compost para rentabilizar la inversión de más de 3 millones de euros que supuso la planta”, detalla Trinidad. Además, la planta se sitúa en una parcela colindante a uno de los socios, la almazara, para así conseguir un ahorro en los costes de transporte de los subproductos y lograr un proceso más sostenible al reducir también las emisiones de carbono que implica el traslado de los restos.

Economía circular

Los biofertilizantes pueden ser un eslabón más para cerrar el círculo de una economía circular, donde los residuos se transformen en recursos. Así lo entienden desde la Cooperativa Champinter, que lleva 40 años inmersa en el cultivo de champiñón en Albacete. El substrato que emplean para el crecimiento de los champiñones, una vez agotado para esta producción, termina siendo aprovechado por otras ganaderías y explotaciones agrícolas para la fertilización de las tierras.
“Conseguimos generar beneficios a partir de este sustrato agotado por el que antes el cultivador debía pagar para su retirada”: Juan Carlos Anguix, técnico de compost de Champinter
Elaborado a base del compostaje de paja de cereal, estiércol de gallinaza y yeso de cantera, el substrato empleado para el cultivo del champiñón supone un aporte para el suelo agrícola, aún cuando ya no consigue sacar adelante la producción micológica. “Conseguimos generar beneficios a partir de este sustrato agotado por el que antes el cultivador debía pagar para su retirada”, explica Juan Carlos Anguix, técnico de compost de Champinter. La huerta es otro de los sectores que está mirando, cada vez más al aprovechamiento de biofertilizantes. Así lo ponía de manifiesto el entomólogo del Departamento de Técnicas de Producción de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), Jan Van Der Blom, que destacó el esfuerzo por optimizar el riego y la fertilización que están realizando desde hace años en invernaderos de Almería. Prácticas como el triturado de restos de materia vegetal de cultivos como el tomate son una herramienta para mejorar la estructura del suelo, desgastada por años de cultivo intensivo y, sobre todo para aquellas producciones en ecológico, que hoy en día suponen ya el 15% de los invernaderos de esta región, unas 4.000 hectáreas, en las que se deben emplear fertilizantes orgánicos.

SAT San Miguel, 20 años de unión en busca de calidad de vida

De izquierda a derecha, Alejandro, Antonio, Carlos y Jesús, cuatro de los cinco socios de la SAT "Lo que queríamos era mejorar y el que más perdía iba a ganar, lo teníamos todos claro". Así resume Carlos Dablanca la creación en 1998 de la SAT San Miguel, en Camoucos, en la parroquia de Berbetouros, perteneciente al ayuntamiento lucense de Palas de Rei. Tan claro lo tenían que en menos de un mes tenían la sociedad constituida y tal es la sintonía entre ellos que en estos más de 20 años de trabajo en conjunto siempre han tomado las decisiones por consenso y sin necesidad nunca de hacer una votación. "Uno de los socios, José Manuel Iglesias, estaba en ese momento haciendo el curso de incorporación y me habló de esa posibilidad de agrupar las granjas, algo que ya estaba funcionando en otros lugares. El 3 de septiembre comenzamos a hablar entre los vecinos y a finales de septiembre estaba la SAT constituida", recuerda Carlos. Al proyecto se sumaron también Antonio Viña, Jesús Prieto y José Antonio Rodríguez, hoy sustituido por su hijo Alejandro tras su jubilación hace tres años. Pero a pesar de resultarles fácil tomar la decisión de unirse, lo difícil vendría después. "Le debemos mucho a Caja Rural, gracias a ellos seguimos adelante. Fueron 130 millones de pesetas de inversión hace 20 años. En el Plan de Mejora solo habíamos podido meter 100 millones porque el sistema informático no dejaba meter más y luego pedimos otros 45 millones en créditos personales", recuerdan.
Comenzaron con 120 vacas y 700.000 litros de cuota y hoy ordeñan 250 y producen tres millones de litros al año
Destinaron el dinero a construir la nave principal, la sala de ordeño, cuatro silos y a comprar vacas, que no entraban en el Plan de Mejora. Los animales que cada uno tenía en sus explotaciones los valoraron por igual, diferenciando solo por su edad, y a mayores compraron 2 camiones de vacas de la Bretaña francesa y otro de Holanda. "El 9 de diciembre de 1999 metimos aquí las vacas, todos los años lo celebramos con una comida", cuenta Carlos. En total, empezaron ordeñando 120 vacas para una cuota de 700.000 litros; hoy tienen el doble de cabezas en producción y dan 3 millones de litros al año, que venden a Pascual desde hace 6 años. La explotación fue ganando en eficiencia y a día de hoy les permite tener un salarios dignos y tiempo libre como en cualquier otra profesión, que era realmente el objetivo que los llevó a constituir a SAT. Pero "los comienzos fueron fastidiados", reconocen. "El empiece fue difícil desde el punto de vista económico más que organizativo. Metimos vacas que venían de trabado y no se adaptaron, algunas de las que compramos también fallaron y durante 6 meses no cobramos un duro", detalla Carlos. Incrementar la producción por vaca Los cubículos más antiguos, de hace 20 años son muy altos y quieren reformarlos Año y medio después hicieron una nave para la recría y trajeron a las novillas para ella y luego poco a poco fueron ampliando y mejorando aquellas instalaciones iniciales hasta contar hoy con 500 animales en total, la mitad de ellos en producción, aunque su idea de cara al futuro "no es aumentar en cabezas, es aumentar en litros con los mismos animales", indican. Para eso quieren reformar los cubículos iniciales, construidos hace 20 años con perfiles muy altos, para rebajarlos y aumentar también su anchura, que en este momento es de 1,20 metros, para que de este modo las vacas ganen en confort, bienestar y producción.
Nuestra idea no es aumentar en cabezas, es aumentar en litros con los mismos animales
Llevan también unos meses probando distintos materiales para las camas, que en la nave de producción principal es de colchoneta de goma con carbonato pero en una ampliación que hicieron posteriormente para las vacas problemáticas, con cubículos más anchos, cambiaron por una mezcla de serrín, corcho y carbonato que no les ha convencido del todo porque les supuso un incremento en los recuentos de células somáticas. La calidad higiénico-sanitaria de la leche es precisamente otro de los aspectos en los que ponen énfasis, dado que la empresa que les recoge prima a bacterioloxía. "En eso estamos siempre por debajo de 10. Pascual por debajo de 25 ya te lo tiene en cuenta y si bajas de 11 te aplica un extra", explica Carlos.   Probaron una mezcla de serrín, carbonato y corcho pero no les ha convencido por el aumento de células que notaron Cuatro lotes de animales en producción A los animales en producción los tienen divididos en cuatro lotes: uno es el de las recién paridas, en cama libre de paja; otro la de las vacas más grandes en cuanto a tamaño, que están en la zona de cubículos más anchos, y luego estarían en la nave principal dos lotes más, uno en el que priman las primerizas y otro en el que hay vacas adultas fundamentalmente.
Nosotros aprovechamos mucho las vacas de desvieje, hemos puesto el corte en 25 litros
Los cuatro lotes, sin embargo, reciben la misma composición en la ración, con la única diferencia que en las primerizas la cantidad es menor. La ración de producción está formada en este momento por 36 kilos de silo de maíz, 8 de silo de hierba, 9 de bagazo de cerveza, que traen de la fábrica de Estrella Galicia, 5 de maíz molido y 6 de harina de colza. Cuentan con carro mezclador propio en la explotación, que comparten con otra ganadería de la zona y disponen de un arrimador automático "que es de todos nosotros el que más trabaja de la granja, porque funciona 12 horas diarias e igual hace 10 kilómetros cada día", indica Carlos. Zona de posparto con cama libre de paja, sin cubículos, y capacidad para 28 animales La producción media anual por vaca es de 36 litros diarios, con un 3,60% de grasa y un 3,40% de proteína. "No tenemos mucha grasa porque a nosotros lo que nos interesa es dar litros y no tenemos tampoco un promedio de producción muy alto porque nosotros aprovechamos mucho las vacas de desvieje, porque tenemos sitio y mientras tanto engordan para mandarlas al matadero, hemos puesto el corte en 25 litros", explica. Sin embargo, este año su estrategia en cuanto al reemplazo no les ha resultado igual de rentable que en años anteriores por culpa de la bajada de precios de las vacas para el matadero. "Aquí hubo vacas gordas de desvieje que dejaron 1.400 euros y ahora tranquilamente ese tipo de animales están valiendo 400 euros menos", lamenta Carlos. Ventilación y luminosidad La colocación de una cumbrera transparente y la sustitución de los ventiladores son los próximos proyectos Las instalaciones se encuentran en este momento al máximo de su capacidad y, por ahora, no prevén hacer más ampliaciones para acoger a más animales, lo que les obligaría también a tener que ampliar su superficie agraria o a comprar más insumos, pero sí que pretenden seguir modernizando las naves hechas hace 20 años. La última ampliación que hicieron fue la construcción el año pasado de una nave nueva para la recría, lo que les permitió liberar espacio para destinarlo a una zona de posparto con capacidad para 28 animales donde están tanto vacas como novillas recién paridas en cama libre de paja, sin cubículos. "Cuando paren van para allí y están hasta que hay que hacer sitio para que entre otra, normalmente pasan allí un mes y lo notamos mucho, ya no solo porque hay menos bajas sino porque la vaca arranca mucho mejor en la leche y produce más durante la lactación que si la metes de la paridera al cubículo directamente", afirma Carlos.
Pretenden incrementar la producción por vaca mejorando el bienestar y comodidad del ganado
Otra de las obras que tienen solicitada es el cambio de la cumbrera actual de uralita por una de metacrilato transparente para ganar de este modo claridad en la parte central de la nave, sobre el pasillo de alimentación, y fomentar de este modo una mayor ingesta de alimento por parte de los animales. También quieren aprovechar para modificar el sistema de ventilación actual, formado por 13 ventiladores interiores, que serían sustituidos por ventiladores exteriores conectados a unos conductos de ventilación mediante tubos de lona colgados del techo, que distribuirían el aire por toda la nave, con lo que lograrían una mayor eficacia en la reducción de la temperatura en el interior de la granja gracias a uno reparto más uniforme del aire, así como un importante ahorro energético. Recría propia Destetan a los 70 días y llevan ya 12 años usando amamantadora nodriza Que la recría estuviese más cómoda fue también lo que motivó la construcción hace un año en esta SAT de una nueva nave para las terneras pequeñas. "Llevamos ya 12 años alimentando a las terneras pequeñas mediante amamantadora nodriza, pero disponían de poco sitio y estaban muy amontonadas. Ahora están mucho más cómodas. Las destetamos a los 70 días con una curva de lactancia con un máximo de 8 litros de leche y luego pasan para un lote en el que están con pienso y hierba seca hasta que cumplen los seis meses, en el que ya pasan a comer ración, una específica para ellas que les hacemos hasta los 12 meses. Después de esa edad comen ya la ración de las vacas secas, a base de silo de hierba y paja y algo de silo de maíz, colza y harina de maíz", explica Carlos.
Para ahorrar en paja han construído la zona de comedero en cemento y la zona de descanso en cama caliente
En esta nueva nave de recría las terneras están hasta los 6 meses en cama caliente de paja, primero en la zona de la amamantadora y luego en en un lote contiguo en el que son alimentadas con pienso y hierba seca. "Fue algo que notamos también mucho, en la paja están mucho mejor y al estar más cómodas también crecen más. Lo que sí que hicimos fue a separar la zona de comedero, en la que no echamos paja y que se limpia con una arrobadera, de la de descanso, donde estramos con paja, para así gastar menos paja y ahorrar", cuenta. También en la zona que habilitaron para el posparto emplearon este mismo sistema, con una división que separa el lugar en el que se acuestan las vacas en paja de la zona de cemento donde comen. Las vacas secas y las novillas preñadas disponen de un patio para poder salir libremente al exterior SAT San Miguel cubre sus necesidades de reemplazo con recría propia, por lo que en este aspecto también es autosuficiente. "Hacemos la recría nosotros y recriamos todo siguiendo el Programa de Acoplamientos de Africor Lugo", explican. De la reproducción se encarga José Manuel, con una estrategia que busca mayor longevidad a través de aspectos como la dureza de patas. El promedio de partos de esta explotación es de 2,8 y el ganado destaca por la facilidad de parto, ya que en sus más de 20 años de historia tan solo han tenido una docena de cesáreas. La paridera, igual que la zona de la recría y otras partes de la granja, la tienen siempre vigilada con cámaras, lo que les permite detectar el momento justo del parto y poder intervenir. "Ya hemos salvado alguna cría gracias a las cámaras, ya que cuando no estamos aquí y hay una vaca próxima podemos hacerle el seguimiento desde casa o a través del móvil", explican. Emplean semen sexado solo en las primerizas y hacen la primera reproducción en función de la configuración morfológica individual que cada ternera. "Inseminamos por tamaño pero nunca antes de los 13 meses y si tienen poco tamaño les esperamos más tiempo", explica Carlos. Una vez preñadas y confirmadas las terneras pasan a otro lote en el que tienen acceso libre a un patio exterior. También lo tienen las vacas secas, que disponen de una finca de 4.000 metros para moverse y con las que comparten después instalaciones las novillas hasta el momento del parto. Secan las vacas en producción a los 7 meses (56 días de secado). "Si en ese momento alguna está dando mucha leche la tenemos 5 días a agua y paja", indican. En esta nave de preparto que comparten las vacas secas y las terneras preñadas disponen además de un sistema de pulverización con agua en los pasillos mediante un programador para de este modo facilitar su limpieza. Especialización en las distintas tareas Además de los 5 socios actuales, SAT San Miguel tiene a dos personas contratadas: un vecino de Bertetouros y un inmigrante de origen marroquí al que pagan 1.050 euros y al que ponen vivienda, luz y agua gratis. "Cada uno de nosotros tiene unas tareas asignadas, aquí llegamos a la mañana y cada uno sabe ya lo que tiene que hacer", explica Carlos, que hizo tres años de formación agropecuaria y se encarga de todo el papeleo, facturación y proveedores. "Aunque sabemos hacer de todo, desde el comienzo teníamos claro que nos teníamos que especializar y cada uno escogió lo que más le gustaba, de este modo estás más a gusto y tratas de mejorar", añaden. Por ejemplo, José Manuel es el responsable de la reproducción, Jesús se encarga del cuidado de la recría y el mantenimiento de las camas y Antonio está centrado en la maquinaria y el trabajo de campo.
Cada uno escogió lo que más le gustaba, de este modo estás más contento en el trabajo y tratas de mejorar
Para ordeñar se turnan entre todos. Ordeñan dos veces al día, a las 7 de la mañana y a las 7 menos cuarto por la tarde, con dos personas en la sala y una más haciendo las camas y cambiando lotes. A pesar de que están barajando cambiar la cama, destacan una de las ventajas de los cubículos con colchoneta: su fácil mantenimiento. "Con una hora a la mañana y otra a la noche tenemos 230 camas hechas", destaca Carlos. Disponen aún de la primera sala de 10x2 puntos paralela de ordeño trasero que montaron hace 20 años pero que modernizaron y ampliaron a 14x2 puntos. Pasa ya de las 47.000 horas pero se encuentra en buen uso. "Tiene 20 años pero la fuimos cuidando: cambiamos el suelo, los medidores, la identificación por chip y el sistema de retirada, con lo que ganamos en comodidad y limpieza", detallan. No se plantean pasar a tres ordeños diarios porque "ordeñar tres veces te complica más las libranzas y pierdes calidad de vida", asegura Carlos. "Los cinco socios hicimos esto con la filosofía de librar más, no de ganar más dinero. Antes de constituir la SAT yo llevaba 10 años sin librar un solo día y el resto de vecinos igual. Siempre tuvimos claro que esto se fundaba para vivir mejor. De poco sirve hacer dinero si no tienes tiempo libre para disfrutalo", añade.
Ordeñar tres veces te complica más las libranzas y pierdes calidad de vida y esto se fundó con la filosofía de librar más, no de ganar más dinero
Por eso, tienen las distintas tareas programadas por días para que los fines de semana haya menos trabajo que hacer y que sea suficiente con atender a ordeñar y a la alimentación del ganado. "Estramos e inseminamos siempre los viernes", explica por ejemplo Carlos. "Para tomar las decisiones no eres tú solo, tienes que contar con los demás, es decir, tienes que consensuar las cosas, pero a nosotros nos cambió la vida totalmente. Ahora libramos dos días a la semana, el que trabaja el fin de semana libra entre semana, y tenemos cada uno un mes de vacaciones en verano y una semana en Navidad. Nos entendemos bien en el funcionamiento de la granja porque compartimos los mismos objetivos, llevamos 20 años y nunca tuvimos que votar una decisión, la estrategia de la explotación siempre la consensuamos entre todos", resumen en SAT San Miguel haciendo balance de estas dos décadas de trabajo en común.

"Comprar los cereales a futuro nos permite obtener buenos precios"

Almacén de materias primas de SAT San Miguel La busca de eficiencia a través de la innovación, la mejora en la comodidad y el manejo y la reducción de costes han sido siempre las máximas de esta explotación de Palas de Rei. Y aunque aseguran que les cuesta mucho hacer cambios, desde el inicio siempre han estado dispuestos a introducir novedades que contribuyan a mejorar su rendimiento siempre que su eficacia esté contrastada y demostrada previamente. "Somos muy reacios a hacer cambios, nos cuesta mucho, pero si algo vemos que funciona lo aplicamos", aseguran. Una de las decisiones por las que apostaron hace años fue por la compra directa de las materias primas en origen, sin intermediarios. Junto a otro medio centenar de explotaciones gallegas, cuentan con la ayuda de la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña, que les asesora en cuanto a precios y a la hora de tomar las decisiones de compra.
Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener
"Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener. Llevamos más de 10 años comprando el maíz y la colza a futuro con CAP Coruña y hemos mejorado mucho con eso. Antes yo lo que hacía era pedir todos los meses precio a tres empresas de pienso, pero de esta manera tenemos más control sobre lo que damos a las vacas y ahorramos dinero", razona Carlos. La obsesión por la reducción de gastos es una constante en SAT San Miguel, asesorados también por Seragro, que les aporta el nutrólogo. "Siempre quisimos contar con un nutrólogo independiente, que no perteneciera por ejemplo a una empresa de piensos y todos los años hacemos también una auditoría para ver dónde podemos mejorar o dónde podemos ajustar algo los gastos", dice.
Logran que los costes de alimentación del ganado estén por debajo de los 20 céntimos por litro de leche
Por eso, la próxima modificación que quieren hacer es construir dos silos de 34.000 kilos para meter en ellos el maíz y la colza, que ahora tienen en un almacén abierto. "Los gatos y las palomas nos dan problemas, por eso queremos pasar las materias primas que empleamos en la ración a silos cerrados, para tener menos desperdicio y también para liberar espacio en el almacén, porque una buena estrategia para ahorrar dinero es comprar la paja en grandes cantidades cuando hay abundancia, cuando es un año bueno en producción, porque las oscilaciones de precio son importantes de un año para otro en función de la cosecha, y para estrar es igual que la paja sea del año o de dos años. Pero para hacer eso es importante tener donde almacenarla", justifica Carlos. 140 hectáreas de superficie agraria Plantación de maíz al lado de la explotación. Siembran 85 hectáreas, 50 en rotación con veza-cebada Junto con la adquisición en origen de los insumos y la economía de escala en las compras, otra de las estrategias de esta explotación para ahorrar es la autosuficiencia en los forrajes. Disponen de un total de 140 hectáreas de superficie agraria: 70 propiedad de los socios, 20 que son titularidad de la SAT, 30 en alquiler y 20 más de monte comunal de la parroquia.
Hay gente que es ella sola y tiene más tractores que nosotros
De esas 140 hectáreas, 50 las mantienen la pradera permanente y en las otras 85 siembran maíz, en 50 de ellas en rotación con un cultivo de invierno a base de veza con cebada. Llevan más de 10 años echando esta mezcla con buenos resultados. "Nos funciona bien, logramos unas cosechas de unos 22.000 kilos por hectárea con una proteína del 19% y una muy buena digestibilidad y nos sirve para preparar las tierras para el maíz. Este año por ejemplo cuando ya teníamos las tierras preparadas en otoño llovió mucho y no pudimos echar la veza con cebada y cuando fue de sembrar el maíz la tierra estaba mucho más dura y llena de malas hierbas", explica Antonio. El nuevo silo tiene cuatro metros de altura por 60 de largo y 12,5 de ancho y almacena 50 hectáreas de maíz El año pasado construyeron un silo nuevo para el maíz, de grandes dimensiones (60 metros de largo por 12,5 de ancho y 4 metros de alto) y con otra novedad, ya que en vez de rampa le hicieron un muelle de descarga por la parte de arriba que les facilita llenarlo más cómodamente y con menos esfuerzo para la maquinaria. Les costó 100.000 euros pero les han entrado en él 50 hectáreas de maíz de la última campaña con un promedio de 46.000 kilos de materia verde por hectárea. Otra de las ventajas de una SAT como la que formaron estas cinco ganaderías con respeto a las explotaciones individuales es que "rentabilizas más las inversiones, por ejemplo en maquinaria", dicen. Disponen de 2 tractores de 180 caballos, otro de 145, uno de 90 y una telescópica. "Hay gente que es ella sola y tiene más tractores que nosotros", afirma Carlos. Aprovechamiento de las distintas posibilidades del purín SAT San Miguel dispone de tres fosas de purín cubiertas más una balsa, con una capacidad de almacenaje total de cuatro millones de litros. La balsa está a un kilómetro de la explotación y la tienen conectada con los pozos de purín de la granja por medio de una tubería enterrada, de manera que pueden bombear hasta ella el purín en vez de tener que transportarlo en cisternas. Aunque hacen ellos la mayoría de los trabajos agrícolas, contratan ciertas tareas, como la siembra del maíz o el picado y transporte de los ensilados. Cuando están apurados también contratan un refuerzo para esparcir el purín. "Lo que intentamos es hacer las tareas lo más rápido posible", justifica Carlos. Pozo de purín doble cubierto de la explotación Pero además de la capacidad como fertilizante del purín, en esta explotación han participado en un ensayo pionero auspiciado por AGACA y la Universidad de Vigo para estudiar las posibilidades de aprovechamiento del purín para generar biogás. La investigación, financiada con fondos europeos, consistió en medir durante un año, mediante un sencillo sistema de una balsa hinchable (una lancha de playa de las que usan los niños dada la vuelta y conectada a un tubo), las emisiones producidas por la fermentación del purín para estudiar las posibilidades de aprovechamiento de ese gas una vez extraído, almacenado y filtrado (las emisiones contienen además de un 50% de metano otros componentes como dióxido de carbono). Más allá de las posibilidades de utilización de este biogás como fuente de energía en las explotaciones, la extracción del metano en sí de las fosas de purín supondría reducir de manera importante las emisiones contaminantes de las ganaderías, una exigencia cada vez mayor por parte de Bruselas. En esa apuesta por la economía circular y el aprovechamiento de los residuos, al usar carbonato en las camas, "hace 20 años que no encalamos las tierras, así que lo que gastas en la cama vuelve a la granja por esa vía de ahorro", dicen en esta SAT. Eficiencia energética Sistema de condensadores para eliminar la energía reactiva Dentro de la minimización de costes en las explotaciones, la reducción de la factura de la luz mediante la introducción de medidas de eficiencia energética es un aspecto muy importante. Lo saben bien en SAT San Miguel, que llevan muchos años trabajando en este campo. "Si podemos arañar algo en eso siempre intentamos mirarlo", asegura Carlos. Hace 15 años ya que colocaron un sistema para neutralizar la energía reactiva que genera el sistema eléctrico de la granja y que les suponía un coste añadido en la factura de la luz de 70 euros al mes. "El aparato de condensadores que instalamos nos costó 1.200 euros hace 15 años, ya lo hemos desquitado con creces", evidencia.
El 70% del agua caliente que gastamos nos sale gratis
Disponen también de iluminación led y de un sistema de preenfriado de la leche que va al tanque, que reduce la temperatura con la que sale del ordeño, lo que tiene efectos beneficiosos ya no solo desde el punto de vista del ahorro económico, sino también en la calidad de la leche, ya que la velocidad de enfriado de la leche en el tanque condiciona el desarrollo de microorganismos. "Instalamos condensadores, variadores de frecuencia y placas para rebajar la temperatura de la leche y aprovechar la energía que se genera en el proceso de enfriado. Gracias a eso hoy ahorramos el 70% del gasóleo de la caldera que usamos para el agua caliente y con el doble de cabezas estamos gastando en luz lo mismo que antes", resume Carlos.

¿Son todas las razas de vacas igual de eficientes y contaminan lo mismo?

El profesor Giovanni Bittante La Cumbre del Clima celebrada este mes en Madrid sirvió para concienciar a la población española del grave problema que supone ya a día de hoy el cambio climático y sus devastadoras consecuencias en el futuro si no se ponen en marcha las medidas necesarias para frenar el calentamiento global. La ganadería, injusta e interesadamente colocada en el punto de mira como causante de emisiones de gases de efecto invernadero, sufrirá también las consecuencias del cambio climático. El profesor Giovanni Bittante, de la universidad italiana de Padua, es un experto internacional con multitud de artículos y estudios publicados sobre la capacidad quesera de la leche y sobre la huella de carbono de la ganadería. En un encuentro internacional celebrado este verano en Holanda, al que asistieron ganaderos gallegos y del resto de España, avanzó algunas medidas que el sector productor de leche puede acometer en base a la selección de razas para mejorar su adaptación a los cambios ambientales y a las condiciones de producción que se avecinan.
"Sabemos que el calentamiento global es una realidad, con olas de calor y episodios severos que afectan a la producción de leche y debemos buscar los animales que mejor se adapten"
"Sabemos que el calentamiento global es una realidad, con olas de calor y episodios severos que afectan a la producción de leche. Sabemos que la temperatura del planeta va a subir y que ese incremento de temperatura no lo podemos parar, solo podemos frenarlo o ralentizarlo, por eso debemos hablar de mitigación o alivio del calentamiento global, adoptando las medidas para lograrlo, y escoger a los animales que mejor se adapten al cambio climático para poder seguir produciendo en esas condiciones", argumenta. En ese sentido, dijo, "tenemos que hacer los sistemas de producir alimentos más resistentes al calor". "La FAO publica cada año informes sobre seguridad alimentaria y el de este año estuvo centrado en la resilencia y la resistencia al cambio climático. La resilencia es la capacidad de adaptarse a los cambios, en este caso es la capacidad de los animales de seguir produciendo a pesar del incremento de temperatura", explicó. Reducción de las tierras de cultivo disponibles “La evolución de los sistemas lecheros nos obligarán a producir con menos energía involucrada, con menos disponibilidad de agua y con más severos y numerosos episodios de calor, por lo que precisamos granjas y animales más resistentes y resilentes para hacer frente a mayores fluctuaciones de los precios mundiales en un mercado global”, insistió.
“Va a haber una reducción de las tierras para producir carne y leche, porque hay competencia entre el terreno dedicado a producir alimento y el dedicado a producir biomasa para energía"
En el futuro, dijo, se va a producir una reducción de la tierra agraria disponible como consecuencia, por un lado, de la subida del nivel del mar, inundando zonas de cultivo actuales, y por otro lado, por la competencia de la demanda de biomasa. “Va a haber una reducción de las tierras para producir carne y leche, porque hay competencia entre el terreno dedicado a producir alimento y el dedicado a producir biomasa a consecuencia de la necesidad de reducir los combustibles fósiles. Cada vez más va a haber el dilema entre producir alimentos o producir energía, y eso provoca competencia por la tierra”, afirmó. Por eso, pronosticó un incremento futuro del precio mundial de los insumos a consecuencia de la mayor competencia por el agua y por la tierra, lo que generará menos producción de forrajes y que el precio de los cereales se incremente, de ahí la importancia de seleccionar animales más eficientes. ¿Contaminan lo mismo todas las vacas? La Universidad de Padua es una de las más antiguas de Italia, tiene 8 siglos y una historia investigadora importante en ramas como la Medicina y la Veterinaria. Giovanni Bittante y su equipo comenzaron a comparar hace 8 años el comportamiento en materia de aprovechamiento de alimento y la huella de carbono y el impacto ecológico de los cruces de vacas frisonas con razas como la montbeliard o la roja sueca (animales trihibridos conocidos como Procross) frente a las 100% holstein.
Durante 8 años el departamento de la Universidad de Padua que dirige Giovanni Bittante estuvo analizando el comportamiento de las distintas razas en la emisión de metano
"Una vaca emite entre 200 y 300 gramos de metano al día. Pero no todas contaminan lo mismo e influyen distintos factores como la alimentación, el manejo o la genética y quisimos comparar la huella de carbono entre las vacas cruzadas y las holstein. Hay un tipo de variabilidad en la emisión de metano que es genética, hay diferencias entre animales de la misma raza, varía entre las distintas razas y también si la raza es pura o existen cruces, por el efecto del vigor híbrido o heterosis”, asegura Giovanni. El estudio, titulado Genesi Project: Evaluación de la huella ecológica de las granjas lecheras bajo un programa de cruzamientos, llegó a la conclusión de que las vacas procross son más eficientes en el aprovechamiento de la energía y emiten menor cantidad de metano por litro de leche producida durante toda su vida. "Si queremos bajar el nivel de emisiones de nuestra granja podemos seleccionar vacas que producen menos metano, vacas con mayor rendimiento medioambiental, es decir, menos emisión de metano por kilo de materia seca consumida", defendió. "Para producir un kilo de grasa y proteína una vaca frisona precisa ingerir 9 kilos de materia seca, mientras que para producir esa misma cantidad de grasa y proteína una vaca cruzada necesita medio kilo menos de ingesta de materia seca”, explicó Giovanni. Cambiar la alimentación del ganado Ganaderos y técnicos españoles presentes en el encuentro internacional celebrado en Holanda Las procross son más eficientes en la producción, dijo, porque aunque producen algo menos volumen de leche, la cantidad total de sólidos es la misma y lo logran con menor ingesta de materia seca y, por lo tanto, con menor producción de metano. "Hasta ahora en la producción de leche nos centramos en aumentar la fermentación en el rumen para lograr mayor energía y, por lo tanto, mayor producción. Tenemos que revertir esa filosofía", defendió el profesor italiano, que se mostró partidario de variar las raciones actuales, reduciendo alimentos altos en almidón o los aditivos, que cambian las fermentaciones rumiales.
"Para bajar el nivel de emisiones de nuestra granja podemos seleccionar vacas con mayor rendimiento medioambiental, es decir, menos emisión de metano por kilo de materia seca consumida, y en eso las procross son más eficientes"
La cantidad de grasa corporal en las vacas cruzadas es más alta, por lo tanto, dijo, "hay más energía en el cuerpo de las procross, y también hay más proteína, por lo que los requerimientos de mantenimiento son más bajos comparado con las holstein". "La eficiencia metabólica y la partición de la energía es distinta por lo que necesitan menos ingesta para mantenerse porque al tener más grasa corporal su condición corporal es mejor y se aguantan mejor durante la lactación porque su balance energético negativo es menor", explicó. Otras ventajas de estos animales, detalló, son su mejor resistencia al estrés por calor, su mayor longevidad y su mejor fertilidad. "Más fertilidad y más longevidad provoca una menor tasa de reposición y por lo tanto menores necesidades de recría en las explotaciones, lo que se traduce, además de en mayores ingresos por producción de terneros de carne y menos pérdidas por vacas de desvieje, en menor emisión de metano por litro de leche producida en la graja", concluyó.

¿Son las vacas las culpables del cambio climático?

  "Las vacas y los granjeros son vistos por parte de la sociedad y de los poder públicos como culpables del cambio climático", asegura Giovanni Bittante, que añade que "los animales son vistos como causantes de la contaminación pero son también víctimas de la contaminación", dice, porque van a sufrir con más frecuencia episodios de sequía y temperaturas elevadas, mayor estrés por calor y escasez de agua y alimento.
"Los consumidores requieren más producción ética y están deseando pagar un poco más por un mejor trato (bienestar animal) y un mejor cuidado del medio ambiente (menores emisiones y contaminación)"
"El sistema de alta producción produce actualmente muchos residuos y esas granjas no son sostenibles, necesitamos explotaciones que no generen tantos residuos y también transformar esos residuos para que contaminen menos, convirtiéndolos en materia prima en una economía circular", defendió. "Los consumidores requieren más producción ética y están deseando pagar un poco más por un mejor trato (bienestar animal) y un mejor cuidado del medio ambiente (menores emisiones y contaminación). El sistema lechero va hacia sistemas de precisión (robots, tecnificación) que permitan un mayor aprovechamiento de los recursos disponibles en un medio ambiente cambiante y necesitamos también animales más eficientes y granjas más sostenibles que puedan aguantar esos cambios", defendió. El metano desaparece de la atmósfera a los 12 años, el CO2 tarda 200 El dióxido de carbono es el principal causante del calentamiento global, aunque la presión sobre el sector ganadero por la emisión de metano de las vacas va en aumento. "El gas carbónico represena el 73% de los gases de efecto invernadero actuales y el metano el 9% y no todo eso viene de la ganadería", aseguró el profesor italiano. "Lo que emitimos con nuestros coches es gas carbónico, que dura muchísimo tiempo en la atmósfera, por lo que el gas carbónico acumulado actualmente viene de eso y no de las vacas", añadió.
El metano que emiten las vacas tiene 28 veces más impacto directo sobre el calentamiento global que el dióxido de carbono que emiten los coches pero dura 16 veces menos tiempo en la atmósfera
La duración del gas carbónico (CO2) es de 200 años mientras que el metano (CH4) tiene 12 años de vida. "Es cierto que el metano tiene un impacto sobre el calentamiento global mucho más importante que el gas carbónico, hasta 28 veces mayor, pero también el óxido de nitrógeno tiene 265 veces más impacto que el gas carbónico y el gas de las bombonas de butano o refrigeradores es hasta 4.000 veces más dañino para el planeta que el dióxido de carbono, pero, por el contrario, el metano solo dura 12 años, por lo que no es un problema a largo plazo, porque el metano que emiten hoy nuestras vacas desaparece en solo 12 años, no como el gas carbónico de los coches, que dura 200", argumentó el profesor italiano.