Los pinos están en retroceso y tenemos problemas con los eucaliptos por la competencia que ejercen sobre los pastos para el ganadoEsta zona de la costa norte gallega está orientada al Cantábrico, lo que hace que los montes de Boimente sean muy batidos por los vientos del noreste. De hecho, en terrenos de la comunidad de montes hay instalado un parque eólico con 9 aerogeneradores. La labor del ganado en la implantación de las praderas
Los suelos son de turba, muy ácidos y con baja fertilidad inicialSe hizo un desbroce inicial y luego un gradeo de discos, con alguna quema superficial, con cierto peligro por tratarse de suelos turbosos donde se corre el riesgo de que el terreno arda durante meses. Entre las tareas que la comunidad debe hacer en el momento actual está la corrección de la acidez del suelo. "Tenemos que encalar de manera moderada, porque tratándose de suelos de turba y al tener poco aluminio, las necesidades de cal son menores que en otro tipo de suelos", explica Antonio.
Los pastos bajo arbolado fueron hechos por el ganado a lo largo de estos 38 añosEn los 38 años que llevan hechas, las praderas nunca fueron renovadas. Se mantienen productivas y en buen estado gracias a la presencia del ganado, que se encargó de esparcir las semillas del raigrás y el trébol blanco hacia otras zonas, como por ejemplo cebajo de los pinares, que hoy en día tienen también aprovechamiento ganadero. “La zona arbolada también encampiza y produce pasto porque son los propios animales los que se encargan de extender la pradera hacia la zona forestal”, asegura. La comunidad de Boimente participa, junto a otras 10 de los ayuntamientos de Xove, Ourol, Muras, O Valadouro y Abadín, con las que comparte los montes de la Sierra de O Xistral, en el proyecto europeo Life on common Land, que estudia precisamente los beneficios del ganado en el cuidado del territorio. Vacas y caballos
La carga ganadera se sitúa en 0,6 UGM por hectárea y la superficie está dividida en 7 parcelasCon todo, una de las cláusulas establecidas para este traspaso de derechos es que ambos tienen que vivir en la parroquia. “No se pueden ceder a ganaderos de fuera de la comunidad, especialmente por el control sanitario”, detalla Antonio. La carga ganadera se sitúa en 0,6 UGM por hectárea, adecuada al potencial del monte y a las necesidades de los comuneros. Las 300 hectáreas están divididas en 7 parcelas. “Comenzamos con 3 parcelas pero reducimos superficie para tener el monte más controlado”, argumenta. Los beneficios del arbolado para el ganado
Es una zona batida por los vientos del noreste y con una sensación térmica bajaLa Comunidad de Boimente cuenta con un plan de ordenación y gestión del monte que se encuentra en estos momentos a la espera de aprobación por parte de la Consellería de Medio Rural para poder iniciar los trabajos de tala y repoblación.
Los terneros entran en el cebadero desde los 7 hasta los 10 meses y el 20% de las hembras quedan para recría“No concentro los partos, miro de tener terneros todo el año, por lo que dependiendo de la época del año y de la disponibilidad de pasto están más tiempo en el prado o entran antes al cebadero, pero las madres pacen en las fincas de alrededor para que así puedan seguir mamando hasta los 7 meses”, explica.
Cuando tengo muchos terneros para cebar les doy hierba verde para ahorrar en concentradoEl consumo medio de concentrados por animal de Suprema, sacrificados a los 10 meses de edad, es de unos 460 kilos. “Les doy una ración diaria, no les doy a discreción, para tener más controlado el gasto. Cuando tenía muchos para cebar les daba hierba verde todos los días para ahorrar en concentrado, porque el precio del pienso se ha incrementado en 110€ por tonelada en el periodo de un año. Lo de la hierba verde me iba bien, pero había que segarla por la mañana y recogerla por la tarde para dársela, para que no se me descompongan, porque sino no asimilan el concentrado como deberían”, indica Antonio. Ataques del lobo
En el recuento realizado en el mes de enero echaron en falta varias yeguas y 5 potrosEn colaboración con la empresa gallega Innogando el pasado mes de abril comenzaron un proyecto de investigación para la detección de los ataques del lobo en el ganado caballar en extensivo. Se colocaron 50 collares a yeguas y potros de los que, a partir de ahora, se tendrá toda la información de localización GPS y actividades en tiempo real.
En colaboración con la empresa Innogando, en el mes de abril instalaron 50 collares GPS a yeguas y potros para detectar ataques a través del movimiento de la manadaEn los montes de Boimente las manadas de caballos de pura raza gallega y cruzados viven en condiciones de semilibertad. Normalmente estás manadas están separadas para evitar cruces no deseados y poder de este modo criar en pureza racial los caballos de pura raza gallega. Un par de veces al año, en el mes de enero y en el mes de julio para la rapa, recogen todo el ganado, se hace un recuento de los animáis y de sus crías (en el recuento del mes de enero echaron en falta varias yeguas y más de 5 potros por ataques del lobo), se desparasitan, se identifican con su respectivo microchip y se mira que los animales estén en buenas condiciones para volver al monte.
Ahora mismo no cambiaría por nada trabajar en mi explotación, el grado de satisfacción para mí es muy elevadoCon todo, reconoce que “a las nuevas generaciones no se nos forma para la producción, ni en la escuela ni en la universidad”. Lidia conoce esa parte, la de ser ganadera, por su padre Marcelino y su madre Sonia. La explotación familiar, heredada ya de sus abuelos paternos, cuenta en la actualidad con 100 vacas reproductoras en régimen extensivo, con un sistema de pastoreo rotacional. Una finca de 54 hectáreas en una pieza
Lo importante es tener base territorial y parcelas amplias, en las que el manejo es sencillo y las necesidades de mano de obra disminuyenPor eso la intención de Lidia, más que seguir incrementando el número de cabezas, es mejorar la superficie de pastos. “Tenemos 54 hectáreas todas unidas, solo con cierres en medio y el manejo es muy fácil”, explica. Esa finca, heredada de su abuelo, la hicieron a base de roturar monte. “Mis abuelos tenían allí sobre todo caballos porque es una ladera de mucha pendiente, pero todo lo que pudimos hacer a pasto se hizo; tuvimos que traer tractores de cadenas”, detalla. Ceban entre 120 y 130 terneros al año
A las nuevas generaciones no se nos forma para la producción, ni en la escuela ni en la universidadEn este momento están comercializando la carne directamente con el matadero de Baixomiño. Logran un peso medio de 260 kilos en canal en los machos y de 220 kilos en las hembras. “Intentamos conseguir una conformación U+”, indica. “Para eso tenemos un consumo medio de 7 kilos de pienso por ternero y día y 2 kilos de paja diarios, entre la comida y la cama”, detalla Lidia. Este año, los animales que pesaban más de 270 kilos de peso vivo al entrar a cebar ya se mandaban directamente al matadero, debido a la subida de los costes de los piensos.
Abonan las praderas con 6.000 kilos de estiércol por ha y cada tres años encalanEl cebo es en cama de paja, produciendo de este modo el estiércol que emplean después como abono en las praderas. La fertilización la realizan entre mediados y finales del mes de marzo por medio de remolques esparcidores. Extienden unos 6.000 kilos de estiércol por hectárea y cada tres años encalan, con una dosis de 2.000 kg/ha. Cambiando la rubia gallega por limusín
Probamos con cruces con la Blonde y las F1 salían muy bien, pero a medida que avanzaban hacia una mayor pureza empezaban los problemas de cojerasEn la actualidad están introduciendo la raza limusín y forman parte de la Federación Española de Criadores de Limusín. “Ahora apostamos por limusin y estamos contentos. Buscamos facilidad de partos, con becerros de unos 35 kilos al nacimiento y que enseguida se pongan a mamar, porque no atendemos los partos y sobre todo en invierno si no maman rápido enseguida les baja la temperatura y morirían con el frío”, indica. Reemplazan las vacas a los 14 años
Agrupan los partos en dos épocas del año: la primavera y el otoñoLas vacas se retiran a los 14 años y es común la recría de hembras para reposición como reproductoras y también la compra de novillas en otras explotaciones. Los machos puros de limusín con carta los venden como futuros sementales a otros ganaderos. Sin mano de obra contratada
Hacen silo de hierba porque la climatología en esta zona no ayuda para la recogida de hierba secaNecesitan unos 500 rollos anuales para pasar el invierno, que es duro y obliga a suplementar la alimentación durante varios meses. Por eso, reservan el 25% de la superficie para hacer silo de hierba, que realizan en los meses de junio y julio. Es un trabajo que les ocupa entre 15 y 20 días y en función de cómo venga el tiempo pueden contratar algún trabajo para de este modo adelantar la recogida. Siegan la hierba y hacen un presecado de un día y posteriormente la enrollan y la encintan. Para el manejo y cuidado del ganado cuentan con la ayuda de perros de distintas razas: border coli para mover el ganado y mastines para evitar los ataques del lobo. “Son fundamentales en nuestra explotación”, asegura Lidia.
En la actualizad somos 15 comuneros, pero solo 8 aprovechamos los pastos, unas 167 hectáreas en las que cada uno tenemos 24 vacasEntre todos los comuneros se llevan a cabo las tareas de renovación de los cierres o desbroces, pero otras labores, como la fertilización, corre a cargo únicamente de aquellos vecinos que hacen un aprovechamiento de los pastizales. “Abonábamos con 300 kilos de 8-24-16 por hectárea pero este año por los elevados costes del fertilizante se optó por no abonar”, explica Lidia.
Tenemos aún 15 ha a matorral que no se pudieron transformar a pasto por las pendientesReservan una parcela para el ensilado y hacen unos 300 rollos de silo de hierba anuales para complementar el pasto en invierno, ya que se trata de una zona de alta montaña donde los inviernos son duros, con presencia de nieve y mal tiempo, pero donde los pastizales se mantienen verdes en los meses del verano. “El tiempo es húmedo y con nieblas en verano, que nos ayudan a mantener unos pastos verdes y sin problemas de sequías”, afirma. Manejo del ganado en conjunto
Tenemos un CEA diferente para las vacas que están en el monte comunal por culpa del cebadero, para no obligar al resto de vecinos a hacer el saneamiento cada 6 mesesEn su caso, además, cuentan con dos CEAS diferentes, uno para la explotación particular y otro para las vacas que tienen en el pastizal comunal. “Dado que en Facenda Currodeguas e Saragás SC incluimos el cebadero y compramos animales en otras explotaciones, los servicios veterinarios de la Xunta la consideran una explotación de riesgo y nos obligan a hacer el saneamiento cada 6 meses. Por eso tenemos dos CEAS, para evitar tener que sanear todo el ganado cada 6 meses y no hacerle a todos los vecinos que tienen vacas en el monte comunal sanear también”, razona. Transformación del matorral a pasto
Fue difícil convencer a los comuneros inicialmente porque estaban acostumbrados a trashumar con el ganado a los montes de O XistralEl trabajo de roturar y sembrar se hizo poco a poco y la transformación duró varios años. Se empleó un ripper para abrir el terreno, además de quitar las piedras por parte de los comuneros. Luego se hicieron dos pasadas de grade de desmonte y finalmente una grade de refino para llevar a cabo a siembra con una mezcla de raigrás inglés (30 kg por ha) y trébol blanco (3 kg por ha).
Se sembró una mezcla de raigrás inglés y trébol blanco que no se ha renovado desde el año 1985El abonado inicial consistió en 3.000 kilos de cal por hectárea 15 días antes de la siembra y 500 kilos de 8-24-16 aplicados 8 días antes de sembrar la hierba. A los 90 días tras la siembra se comenzó a pacer con el ganado. Cada comunero, 18 en aquel momento, introdujo 3 vacas y después poco a poco fueron aumentando el número de animales pastoreando y disminuyendo el de vecinos con ganado. Desde entonces no se ha vuelto a hacer renovación de los pastizales, simplemente labores de mantenimiento.
La Lei de montes veciñais en man común data del año 1989. Desde aquella, se le fueron haciendo cambios puntuales para adaptarla al marco legislativo y a las necesidades actuales, pero tras más de tres décadas en marcha, le llegó el momento de una revisión en profundidad. La Xunta inició en enero la consulta de su revisión con el Consello Forestal, un órgano consultivo de la Administración con participación de todo el sector. En cuanto se cierren las aportaciones del Consello Forestal, la Xunta abrirá un periodo de exposición y participación pública, según se anunció este viernes en el Parlamento.
Antes de la actual revisión, los últimos cambios en la Lei de montes veciñais llegaron en diciembre pasado a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos, una normativa que con frecuencia se aprovecha como cajón de sastre para modificar múltiples disposiciones legales.
En el caso de la Lei de montes veciñais, los cambios se centraron en el supuesto de montes que se declaren en estado de grave abandono, es decir, cuando no haya una comunidad vecinal para gestionar el monte. Entonces, la Xunta pasaría a asumir su gestión pública, con posibilidad de alquilar el terreno por 50 años a empresas.
Esa opción de alquiler por 50 años es vista con reticencia por el Bloque y por colectivos como la Organización Galega de Comunidades de Montes, pues interpretan que un acuerdo de cesión de 50 años es excesivo y “un primer paso para que se acabe perdiendo la memoria del monte vecinal y este desaparezca”.
Desde la Xunta se sostiene que el mecanismo sólo busca evitar que las tierras queden en abandono y se incide en que la normativa garantiza la reversión del monte en cuanto haya una comunidad vecinal constituida que lo reclame, algo que ponen en entredicho los nacionalistas: “Si una empresa hace una inversión, con la idea de gestionar ese monte 50 años, ¿cómo se le va a devolver a los vecinos?”, se preguntan.
Iniciativa Legislativa Popular
En vista de la situación, la Organización Galega de Comunidades de Montes ha optado por iniciar la recogida de firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular en torno a la nueva ley de montes vecinales La Organización considera que es preciso “proteger los montes vecinales del expolio”, un expolio que atribuye a empresas de diversa índole (forestales, madereras, eólicas, mineras, etc.).
El colectivo aboga por defender el carácter germánico de la propiedad vecinal, consolidándola como propiedad diferencial, diferente de la particular y de la pública.
La ONU puso en valor a nivel internacional su labor de preservación de especies como el castaño y el robleUno de los factores fundamentales que llevaron a la ONU a otorgarles este reconocimiento fue la preservación de las frondosas autóctonas como el roble y el castaño y la eliminación progresiva de especies como el eucalipto e invasoras como la acacia. Esta estrategia se acompañó de una técnica de nueva implantación en Galicia, la inoculación de shiitake en tocones de eucalipto. Junto a la empresa Circular Forest, capitaneada por Miguel Ángel Martínez y José Luis Ríos, los montes en mancomún de Couso están sirviendo de campo de ensayo para el cultivo de shiitake. "Cada vez hay más comuneros que quieren darle un valor mayor a los montes e ir eliminando progresivamente las plantaciones de eucalipto que sólo son rentables para las grandes empresas", opina Araúxo. El proceso que siguen es el siguiente. Tras las talas en parcelas que quieren repoblar con frondosas, inoculan shiitake en los tocones que quedan. De este modo, "el hongo va transformando la biomasa en setas de alto valor culinario. Además, como el tronco tiene que quedar cubierto de la luz, también impide el rebrote", explica José Luis. Sin embargo, la relación de la Comunidad de Montes de Couso con Circular Forest nació con anterioridad. El proyecto en el que comenzaron a trabajar juntos fue en la elaboración de unidades de producción autónoma de shiitake. En este caso, habilitaron una parcela de 500 metros cuadrados para hacer un cubierto en el que acopiaron ordenadamente ramas de frondosas a las que, posteriormente, también les inocularían shiitake. La idea de llevar a cabo esta revalorización del monte nació, como explica Xosé Antón, para crear puestos de trabajo fijos. Con la venta de madera veían que no sacaban un buen rendimiento. "Nosotros nos dedicábamos a la venta de pino y eucalipto. El rendimiento que le sacábamos al eucalipto era de 1,14 euros por metro cuadrado cada veinte años. Para nosotros aquello era una miseria", argumenta Araúxo. En aquel momento se decidieron a buscar alternativas como la plantación de frambuesas, grosellas y arándanos para comercializar y, por supuesto, el cultivo del shiitake. El presidente de la Comunidad de Montes de Couso reconoce que tienen trabas para competir con los precios de los elaborados industriales y, por eso, están trabajando mano a mano con el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia para certificar sus productos. Actualmente, venden shiitake fresco y mermeladas, pero esperan que, en el corto plazo, puedan comercializar un paté de shiitake, castañas y derivados de ellas.
A medida que las cabras desaparecieron del monte, aparecieron los fuegosLos pequeños rumiantes (cabras y ovejas) fueron esenciales en el control del matorral hasta los años 70, cuando comienza a desaparecer el sistema tradicional de pastoreo en el monte. Hasta entonces, cada familia disponía de un pequeño rebaño de medio centenar de animales que se pastoreaban con sistemas de veceira (turnos entre los vecinos para llevar el ganado al monte). Pero a medida que la población en las casas mermaba y las familias se iban deshaciendo de las cabras y las ovejas para no tener que atenderlas, más a menudo les tocaba al resto de vecinos, los que aún las mantenían, ir con el ganado al monte, lo que aceleró una desaparición en cadena en la mayoría de parroquias.
El ganado se pastoreba tradicionalmente mediante sistemas de 'veceira' pero a medida que menos familias tenían cabras, más a menudo les tocaba a los que las mantenían ir con los animales al monteRevertir esa situación no parece fácil, más aún cuando la despoblación ha ido avanzando a la par que lo hacía el matorral en muchas de esas aldeas donde antes había cabras y ovejas, pero existen jóvenes en Os Ancares que están viendo una oportunidad en el sector, siguiendo los pasos de otros ganaderos más veteranos y que han mantenido la tradición hasta la actualidad. Conocemos sus historias.
Hay que adaptar el ganado al lugar, no el lugar al ganadoAunque en Teixeira nunca había habido cabras u ovejas, al contrario del que sucedía históricamente en otras muchas aldeas de Os Ancares, José apostó por el ganado caprino de manera profesional. "No tenía experiencia ninguna con cabras y tuve que ir aprendiendo sobre la marcha y muchas veces perdiendo dinero", reconoce.
José Claudino producía en ecológico con cabra gallega fundamentalmenteEsa experiencia es la que le lleva a intentar ayudar a los jóvenes que se incorporan “para que les vaya bien”. Se jubiló hace 3 años y está dispuesto a compartir su conocimiento con ellos e incluso las instalaciones de las que disponía. "Sería una explotación viable para quien la quisiera coger, para mí lo fue, pero yo no puedo obligar a nadie", dice.
Lo máximo de carga ganadera sin suplementar en esta zona sería de 2,5 cabras por hectáreaLa de José Claudino es la única casa habitada a diario en Teixeira, donde hay 6 casas y 180 hectáreas de monte comunal. De joven José Claudino se había marchado a trabajar a Bilbao pero con el tiempo decidió volver al lugar donde había nacido y vivir de la tierra. "Volví porque pensé que me podía ganar mejor la vida aquí", dice. En la casa tenía una pequeña explotación familiar, con 5 o 6 vacas, y pocas posibilidades de crecimiento. Por eso apostó por el ganado caprino. "En 1986 compré 2 cabras y luego al poco tiempo ya introduje otras 40 y fui recriando de ellas", recuerda. Transformación del matorral en pradera Su idea era tenerlas en el monte, que en esta zona es muy pobre y muy pendiente, imposible de mecanizar. Llegó a tener 400 cabras en 180 hectáreas de superficie, pero de las 180 hectáreas solo 4 pudieron transformarse en prado de manera mecanizada. Sin embargo, si hay alguien capaz de transformar los brezales en praderas esas son las cabras.
José Claudino empleaba sistemas de silvopastoreo rotacional, pero con una duración de la rotación de 6 mesesAl introducirlas en el monte de Teixeira dejaron los brezales, que tenían 80 cm de altura, totalmente defoliados, como si hubiese pasado un fuego. Después de pasar un tiempo se retiraron las cabras para que la vegetación se fuese recuperado y volviesen a tener brotes verdes que comer. Mediante este sistema de silvopastoreo rotacional se logró controlar el matorral y bajar la altura de la biomasa, formada por brezo fundamentalmente, a entre 15 y 20 cm. No hubo necesidad de hacer ningún tipo de quema controlada. Un animal delicado A mayores de las 4 hectáreas de monte transformadas inicialmente a pradera, se cercaron otras 30 ha con una malla de 2 metros de altura, un lugar seguro que le permitía a José Claudino tener las cabras protegidas del lobo y de las inclemencias meteorológicas en invierno bajo una zona arbolada.
La cabra es más delicada que la oveja en días de mal tiempo y tolera mal la lluviaLa cabra es un animal del desierto que tolera mal el agua, sobre todo de noche cuando duermen. Por el día, mientras están comiendo, no les afecta tanto porque no pierden tanta temperatura. Los cambios bruscos de temperatura del día a la noche también les provocan problemas de neumonía. Una cuadra para los cabritos Las cabras de José Claudino estaban siempre en el monte, pero la explotación contaba a mayores con unas instalaciones cubiertas de 400 metros cuadrados de superficie destinadas a los cabritos, que estaban siempre dentro. "Con 400 cabritos cada año no podía pasar el trabajo de meterlos y echarlos todos los días y si pasaran la noche fuera al día siguiente la mitad no volverían", asegura.
En una ocasión el lobo le mató 41 cabras, unos daños que las compensaciones de la Xunta no cubrieronEste ganadero de Cervantes tiene mal recuerdo del lobo. Aún recuerda cuando en otoño del 2002 una manada le mató 41 cabras, unas pérdidas valoradas en unos 9.000 euros que las compensaciones de la Xunta no cubrieron en su totalidad. José Claudino vendía los cabritos entre los 2 y los 3 meses de vida, fundamentalmente a carnicerías de la zona de Ponferrada y también a particulares. Se trataba de una carne tierna y de mucha calidad. "Los cabritos criados en el establo tienen una carne más blanda y más blanca que los criados fuera; esa carne es más roja y de textura más dura porque los cabritos hacen más ejercicio", explica. "Solo con brezo no es suficiente"
La cabra necesita comer bien, no sirve darle cualquier cosa, le hace falta el monte para la fibra y la pradera para la proteínaEste sistema le permitía reducir mucho los costes de alimentación de las madres, pero José Claudino advierte de que no llega solo con llevarlas al monte. "El cabrito si no mama leche no sale adelante y la cabra para que dé leche tiene que comer bien, igual que una vaca o una oveja, no sirve que coman cualquier cosa", compara. Por eso, dice, "solo con brezo no se mantienen las cabras". El brezo tiene un nivel de proteína muy bajo, por lo que la combinación con tojos o retamas funciona muy bien porque son arbustos con niveles de proteína mucho más altos. Pero en el monte de Teixeira no abundaban.
Los cabritos estaban siempre en la cuadra, no salían con las madres, y una vez destetados comían hierba seca y pienso ecológicoLa cabra es un animal muy selectivo en su dieta, pero se les puede obligar a comer el tipo de vegetación que al ganadero le interese, para domesticar una zona o controlar el matorral, manteniéndola más tiempo en una parcela concreta. Pero "si las tienes una semana castigadas en una zona muy mala hay que llevarlas después dos semanas a una zona buena para que recuperen", dice. En 2018 José Claudino se jubiló y vendió las cabras y esa labor de control del matorral en el monte que su ganado hacía ya no lo hace nadie. En las 180 hectáreas que rodean a las 6 casas de Teixeira está volviendo a crecer la vegetación y toda esa infraestructura de cierres y cercas está hoy en desuso.
Navia y Cervantes en los últimos 70 años han perdido el 83% de su poblaciónCabras y ovejas se complementan bien, pero las cabras duplican la capacidad de comer brezo de las ovejas, así como otras leñosas, por eso la cabra debería ser el animal pionero para el tipo de vegetación que hay hoy en los montes de esta zona de Os Ancares.
Vilela es una aldea en recuperación en la que a finales del año pasado se reinició la actividad de pastoreo en el monte vecinalSuso vivía en Becerreá pero hace 5 meses se trasladó a Vilela con su mujer y su hija y están arreglando la casa de la familia, a unos 100 metros de la que Óliver Laxe está convirtiendo en centro cultural. "Me dedico a comprar terneros para sacrificar pero quiero dejar eso y dedicarme por completo a la ganadería. El objetivo es quedarnos aquí y vivir de las posibilidades que nos ofrece el rural, no solo con el ganado, sino con la ayuda de otras cosas que puedes hacer aquí y que en Becerreá no podía hacer. La casa es grande, la estamos arreglando y la idea es montar habitaciones para que la gente que venga a hacer actividades al centro que está montando Óliver se pueda quedar a dormir", explica.
Pagué 600€ para que me desbrozaran con un tractor 2 ha alrededor de la casa pero enseguida volvía a estar igual, eso no era la soluciónVilela está rodeada por casi 100 hectáreas de monte vecinal y la intención es que formen parte de una aldea modelo promovida por la Xunta. En 1998 ardió todo y el fuego incluso se acercó a las viviendas. "Las casas se salvaron pero incluso había ardido un hórreo. Yo limpiaba alrededor de la casa todos los años porque no quería que si venía otro fuego me ardiera, pero no daba limpiado. Rozaba en enero y en agosto pero enseguida volvía a crecer el matorral. Hasta que un día me calenté, tiré con la desbrozadora y dije aquí hay que buscarle otra solución porque esto no es sostenible", cuenta Suso.
Las cabras tienen que estar aquí, tienen que volver a formar parte de Os Ancares y de toda GaliciaSuso estuvo durante un año formándose en la ganadería Teixeiro e Pistón SC en cuestiones como el manejo del ganado o la confección de los cierres, un aspecto importante en el caso del ganado caprino. "Tenemos esas 10 ha cercadas con varillas de hierro y 4 hilos de pastor eléctrico. Llevamos un año con animales y de momento no tuvimos problemas de ataques de lobo", explica. "El objetivo es limpiar el monte y evitar que vuelva a arder la aldea igual que en el año 1998. De momento ya hicimos una franja de seguridad de 10 o 11 hectáreas alrededor de las casas por la parte de arriba del pueblo, porque por abajo está el río, por lo que si viene el fuego va a llegar por la parte de arriba", explica.
Es una de las comunidades de montes vecinales gallegas que solicitó y percibió más ayudas forestales en los últimos añosHoy, esta comunidad de montes es también una de las entidades de gestión de montes vecinales gallegas que más ayudas forestales solicitó y recibió en los últimos años, según los datos de la Consellería de Medio Rural. Algunas de las últimas partidas que recibieron fueron para la plantación de coníferas, el mantenimiento de las plantaciones y para realizar tratamientos silvícolas en áreas de frondosas.
Recientemente plantaron unas 20 hectáreas de pino y en los próximos meses tienenprevisto vender unas 35 hectáreasPara el próximo año tienen prevista una segunda subasta para la corta de 30 hectáreas, de la que esperan sacar buenos rendimientos. Los beneficios los vuelven a invertir en el monte, así además de plantar de nuevo la superficie en la que corten la madera, tienen previsto actuar en otra parte del monte. “Contábamos que esa zona del monte se fuera regenerando poco a poco, pero como no lo conseguimos decidimos plantarlo”, explica Alonso. La comunidad maneja un presupuesto de unos 150.000 euros procedentes en exclusiva de la madera y que destinan a la gestión del monte, tanto de labores de silvicultura como de mantenimiento de accesos y del punto de agua con el que cuentan en la parroquia, para reducir el riesgo de incendios forestales. “Además del punto de agua que tenemos en la zona, en los pueblos del entorno también cuentan con pozos a escasos kilómetros, lo que es una herramienta muy buena contra los fuegos”, señala el presidente de la comunidad. Con los fondos de la comunidad de montes también se realizó, hace años, un pozo con sistema de bombeo para evitar los cortes de agua en el abastecimiento a los vecinos en la época estival. De hecho, la propia comunidad además de la gestión del monte vecinal también se encarga de gestionar el suministro de agua de la parroquia.
Realizaron trabajos de poda y rareo en masas de frondosas para mejorar su aprovechamiento por parte de los vecinosCon una aportación autonómica de algo más de 29.000 euros afrontaron trabajos tanto en esa masa de robles como en otras zonas del monte donde predominan las frondosas y que llevaban tiempo sin ningún tratamiento silvícola. Realizaron tanto entresacas como podas en altura para mejorar el estado de estas masas. “Aclaramos algo el monte, para que esté más separado al tiempo que realizamos podas para conseguir guías más derechas y una masa más saneada”, detallan desde la comunidad de montes.
"A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce""Aunque son instalaciones antiguas, fuimos haciendo reformas para actualizarlas y tener a las vacas cómodas. A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce", insiste Ricardo. SAT A Campiña cuenta en este momento con 234 vacas en ordeño y 390 cabezas totales pero acaban de hacer una ampliación para 50 animales más en producción. "Es una zona nueva con cama caliente para reubicar a las vacas de más edad o que no se adaptan bien a los cubículos", explica.
Después de la jubilación de los socios pretenden seguir con la explotación unos años más por los empleados, que llevan mucho tiempo con ellosEn A Campiña los trabajadores tienen día y medio libre a la semana y "si hacen una hora más se les paga, no regateamos en eso, porque la gente si no la tratas bien no te dura", añade Ricardo. La organización del trabajo busca descargar los fines de semana para que las necesidades de personal sean mínimas. "En las camas, por ejemplo, lo que hacemos es picarlas los miércoles con una gradilla y meter material el jueves, para que el viernes quede encamado y el fin de semana no haya que tocarles", explica. De este modo, los sábados y domingos solo hacen los ordeños y la alimentación del ganado y revisan si hay vacas para parto o para inseminar. "No tenemos collar ni podómetros y hacemos la detección visual de los celos", indica Ricardo, que añade que él, José e José Manuel se van turnando "para que uno de los tres socios esté siempre en el fin de semana". Vilaxuste Sociedad Cooperativa Gallega
Además de maquinaria, la CUMA cuenta con una persona que lleva la gestión de todas las granjasVilaxuste S. Coop. Gallega cuenta con 5 empleados fijos durante todo el año: tres tractoristas, una persona que se encarga del carro mezclador y la persona de la oficina. "En campaña metemos un tractorista más y ayudamos también los socios", explican. Aunque la CUMA hace todos los trabajos agrícolas en las 6 explotaciones que la forman, en los últimos años decidieron contratar a otra empresa externa el picado para el ensilado. "Antes teníamos cosechadora propia en la CUMA pero ahora no, contratamos una o dos cosechadoras en campaña y nosotros ponemos los remolques y nos sale más rentable. La campaña hay que sacarla rápido porque el maíz no puede esperar y somos muchos socios con mucha superficie", razona Ricardo. 170 hectáreas de superficie SAT A Campiña dispone de 170 hectáreas de terreno y tiene dificultades para ampliar su base territorial por encontrarse en una zona con muchas explotaciones de leche y por la presión que ejercen sobre los terrenos agrícolas las plantaciones forestales. "Llevamos tierras en los ayuntamientos de Guntín y de Portomarín y pagamos 250 euros por hectárea de alquiler, se nos van mucho dinero en eso", indican.
Redujeron las hectáreas que sembraban a maíz porque no en todas las parcelas lograban buenos rendimientosEsta explotación decidió en los últimos años reducir la superficie que echaban a maíz para sembrarlo solo en aquellas parcelas donde los rendimientos por hectárea eran interesantes, dedicando a hierba el resto de la superficie agrícola. "Cambió la climatología y no todas las fincas son productivas para maíz, en algunas sacábamos rendimientos pequeños, así que este año echamos solo 60 hectáreas, pero hubo años que llegamos a echar el doble, unas 120 hectáreas, pero pienso que seguramente nos compense comprar, porque escoges forraje y así es siempre de calidad", cuenta Ricardo. Ración dos veces al día
En 2019 quedaron escasos de silo de maíz y tuvieron que suplirlo con más silo de hierbaEste año la cosecha de maíz en esta zona fue buena, pero la del 2018 había sido muy escasa, por lo que no les llegó para todo el año. "Quedamos escasos dos meses", admite Ricardo. En esta explotación de la alimentación se encarga el nutrólogo Ángel Ávila y se vieron obligados entonces a suplir la falta de silo de maíz con silo de hierba variando la ración de leche por una con 14 kilos de pienso, 1 kilo de hierba seca y 33,5 kilos de silo de hierba. "Arreglamos bien con el silo de hierba que teníamos porque era de buena calidad, con un 17% de proteína", aclara. En el caso de las vacas secas la ración lleva 3,5 kilos de hierba seca, 3,2 kilos de concentrado, 12 kilos de silo de hierba y 1,5 kilos de morea (un pienso liquido complementario elaborado con azucares de alta digestibilidad, microelementos minerales y vitaminas). La de las novillas de recría es semejante a la de las secas pero sin silo de hierba y con 2 kilos de morea. Mejoras en el confot de los animales
"Yo estoy muy aburrido ya, pero no de los animales ni de la tierra, sino de la Administración""A mí me gustaría que la Administración tomase decisiones y que las aplicase conociendo las consecuencias sobre el terreno", dice José. "Estamos en una zona en la que sobra base territorial, en toda la parroquia solo hay otras 15 o 20 vacas y la explotación más próxima está a tres kilómetros, pero se están plantando todas las fincas con eucalipto", denuncia. "Y la Administración lo permite", añade. Este ganadero reclama que la Xunta haga "labor de vigilancia y control de oficio". "A mí que me importa que hagan una ley cada semana si después no la aplican", argumenta. La normativa forestal vigente no permite forestar tierras agrarias con especies como pinos o eucaliptos y en el caso de frondosas caducifolias, esos terrenos deben pasar antes por el Banco de Terras, por lo que tampoco se pueden acometer esas plantaciones si hay ganaderos interesados en el arrendamiento de esas tierras. Y en este caso, José las precisa. "Necesito base territorial cerca, tengo fincas muy lejos de la explotación que no me sirven para llevar y traer las vacas a pacer todos los días", explica. El único comunero que quiere hacer pastizales en el monte
"Las vacas fijan población, los eucaliptos no, con venir cada 15 años cortar lo que haya llega"Así que la comunidad de montes decidió plantar de eucaliptos los pastizales que alimentaban al ganado de José, una decisión que lo deja sin parte de su base territorial. "Están plantando desde abril, no me dejaron ni recoger la hierba para ensilar", se queja. El monte comunal linda con la propiedad de José y se encuentra a unos 200 metros de la explotación. "El monte comunal para lo único para lo que se puede trabajar de manera individual es para agricultura o ganadería. Yo les decía que separasen la superficie que me corresponde como comunero y me la dejasen para pradera, pero no quieren. O bien alquilar. Les hice las dos ofertas, todas las opciones habidas y por haber, pero no hubo manera", dice. "Sin superficie, me abocan a cerrar" José dice que "la Administración puede actuar sobre el uso que se hace del monte comunal" porque "toda plantación de eucaliptos de más de 5 hectáreas está sujeta a autorización administrativa previa". Sin embargo, cuenta, en la comunidad de montes de su parroquia "están plantando a trozos y no hacen gestión alguna ni cuentan con un Plan de Ordenación". "Lo que no se puede hacer es un monocultivo de eucaliptos ni plantar las fincas que valen para cultivar", considera.
"Muchas parcelas están abandonadas porque no tiene ningún coste para el propietario tener una finca sin uso"El problema para la Ganadería Armental se agrava porque si por un lado de la granja tiene los eucaliptos del monte comunal, por el otro un vecino plantó tierras que antes también eran agrarias. Son unas 15 hectáreas que pertenecen a una casa que ahora está sin habitar. "Plantaron el labradío y cambiaron los sotos de castaños por eucaliptos también", denuncia. "Es una vergüenza y la Xunta no hace nada", dice mientras recuerda "el despropósito -hace años- de haber dado incluso subvenciones para plantar las agras y las fincas y desplazar las explotaciones fuera de las aldeas". "De toda España, la única zona donde se perdió tierra agrícola fue en Galicia", evidencia. "Las vacas fijan población, el eucalipto no. Con venir cada 15 años a cortar lo que haya llega. Si no vino antes el fuego, claro, porque el fuego en estas circunstancias, cuando se dan las condiciones, no hay quien lo pare. Arde hasta que ya no tiene nada que arder, por eso cuando informan de la situación de un incendio dicen de que está controlado pero no extinguido", argumenta José. "Yo estoy muy aburrido ya, pero no de los animales ni de la tierra, sino de la Adminstración", dice. Y achaca la situación de abandono de muchas parcelas al hecho de que "no tiene un coste para el propietario tener la finca parada porque si lo tuviese no estaban las tierras paradas y abandonadas como están", asegura. Y añade que "si no tengo superficie me abocan a cerrar y supongo que en ese caso también me dejarán plantar a mí eucaliptos en mis fincas, igual que se lo consienten a los demás. Así que de este modo, para fijar gente en el rural, como no la aten con una cuerda al eucalipto, imposible", resume. De la producción de leche a las razas autóctonas
"Las fincas de maíz dan cada vez menos y cada año hay que cargarles más abono químico y más herbicida para que produzcan"Tampoco había tenido nunca mucha maquinaria y ahora necesita usarla menos. Notó el cambio por ejemplo a la hora de echar purín. "Ahora saco sólo 10 o 12 cisternas en todo el año, antes era una cada día, ni las cuentas". Un problema cada vez mayor en las explotaciones de leche, sobre todo de cara a la nueva PAC, que José está convencido de que estará muy vinculada al medio ambiente. "La mayor parte de las ayudas estarán ligadas a condicionantes ambientales", dice. El purín será seguramente uno de esos condicionantes a los que habrá que dar solución. "La Administración nada hace, y si algo hace es porque los aprietan desde Bruselas, sino nada harían", recrimina. Lo mismo pasa con el lobo, que ya le comió este año 6 terneros, o con el jabalí, que le levanta todas las praderas. Pero a pesar de las dificultades, José no se arrepiente del cambio. "Cuando dejas de producir leche echas un par de años sin producción, entre que compras las novillas, paren y crías los terneros, y eso te supone una descompensación en los ingresos y en los gastos, pero ahora vivo más tranquilo que antes", concluye.
"La industria se aprovecha y paga lo ecológico a precio de convencional. Si no le suben el precio al productor, por lo menos que se lo bajen al consumidor"José es rotundo y asegura que "hay más mafia aún en la carne que en la leche porque está controlado el negocio por menos gente" y reclama a la industria y a la distribución que "si no van a subir el precio al productor, por lo menos que lo bajen al consumidor para que haya más consumo de carne ecológica y más mercado para este tipo de producciones". Este ganadero destaca además otro valor de sus animales, su buena adaptación al medio (es un animal rústico adaptado a la climatología extrema con calor en verano y frío en invierno) y los beneficios que aportan al entorno, realizando una labor de desbroce natural que contribuye a reducir el riesgo de incendios. Son animales dóciles y de manejo fácil, que fueron usados tradicionalmente para los trabajos agrícolas, aunque hoy en la mayoría de los casos su vocación es la producción cárnica. Una de las vacas de José, Finlandia, lleva dos años ganando el concurso morfológico de la raza frieiresa organizado coincidiendo con la celebración de la Semana Verde de Silleda. Tan sólo 28 explotaciones mantienen la raza frieiresa La raza frieiresa toma su nombre de la comarca natural de As Frieiras, situada el sureste de Ourense, norte de Zamora y parte de Portugal. El área geográfica de origen se encuentra en A Mezquita (A Canda, Castromil, Santigoso, Cádavos, Manzalvos, Esculqueira y Chaguazoso), con diferentes aldeas ubicadas en otras zonas del sudeste de la provincia de Ourense en ayuntamientos como el de A Gudiña (Tameirón y O Cañizo). Asimismo, se constató históricamente la presencia de animales de la raza en aldeas colindantes de la provincia de Zamora. Esta raza, por diferentes motivos, tuvo a lo largo del tiempo pocas posibilidades de expansión pero en este momento se encuentra ya distribuida por toda la geografía gallega, con mayor presencia en la provincia de Ourense pero con explotaciones que la fueron introduciendo también en las provincias de Lugo, A Coruña y Pontevedra. Con todo, solo hay 28 explotaciones con animales de esta raza y su censo ronda las 900 cabezas.
En el año 1991 solo había 94 ejemplares de esta raza. Hoy el número de cabezas se multiplicó por diez pero sigue estando en peligro de extinciónLa raza frieiresa está catalogada como raza autóctona en peligro de extinción por el Real Decreto 2129/2008, de 26 de diciembre, por lo que se establece el Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas ganaderas. El año 1991 marca los inicios de los programas de conservación por parte de la Xunta de Galicia, con un censo en aquel momento de solo 94 cabezas. Existen varias teorías sobre el origen de la raza pero estudios filogenéticos realizados con marcadores genéticos relacionan el origen con el Bos primigenius estrepsiceros. Los machos adultos pesan de promedio 860 kilos y las hembras 600, con una alzada a la cruz de entre 131 y 156 centímetros en el caso de los machos y de entre 128 y 145 centímetros en el caso de las hembras. La capa es castaña, más oscura en los machos y más clara en los animales más jóvenes. Otra característica a destacar en la raza es el pelo largo de la región frontal, una melena, más abundante en los machos. FRIEIREGA es la entidad gestora del Libro Genealógico de la raza frieiresa y del Programa de Conservación de la raza, reconocida oficialmente mediante lo Decreto 149/2011 de 7 de julio de la Xunta de Galicia, e integrada desde el 2001 en la Federación de razas autóctonas de Galicia (BOAGA).