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“Producir 35 litros por vaca es fácil, sólo hay que ser buen agricultor para tener buenos silos. El problema es pasar la barrera de los 40 litros”

“Producir 30 o 35 litros por vaca es fácil, sólo hay que ser buen agricultor para tener buenos silos y llenarle el rumen a la vaca. El problema más serio es pasar la barrera de los 40 litros, porque requiere más precisión y eficiencia en términos de nutrición”, afirma Alejandro Castillo, profesor de la Universidad de California, que visitó recientemente Galicia para participar en las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro. Este experto en nutrición considera que en Galicia es posible todavía incrementar la producción media de leche de las vacas, como se ha hecho en EEUU en los últimos años, a través del control de la alimentación. “Hay un gran trabajo aún por hacer y se puede lograr un incremento de la productividad y la eficiencia de las ganaderías basado en datos cuantitativos de calidad de los forrajes y de balance de minerales en la dieta”, asegura.
En Galicia hay un gran trabajo aún por hacer y se puede lograr un incremento de la productividad y la eficiencia de las ganaderías
“En California hay sistemas sostenidos en el tiempo de producción de leche con medias de 55 litros por vaca y para eso es fundamental hacer análisis químicos de forrajes y analíticas de agua para balancear correctamente las dietas corrigiendo posibles excesos y antagonismos e integrar la nutrición del suelo en el sistema para evitar problemas futuros de altas concentraciones de determinados minerales en los forrajes”, ejemplifica. Integrar la nutrición animal y la nutrición del suelo Además de introducir los minerales que necesita la vaca en la ración final que se le facilita en el pesebre, este experto defiende la necesidad de integrar la nutrición mineral de los animales con la nutrición mineral de los suelos. “La vaca come minerales y excreta minerales. La idea es tener eso en cuenta para utilizar bien el poder fertilizante del estiércol. El objetivo de la integración de la nutrición animal con la nutrición del suelo es controlar los balances de minerales en ambos casos para maximizar la eficiencia en la absorción de los mismos y consecuentemente en la producción de leche y de forrajes”, explica.
Una sobrealimentación en minerales de la vaca lleva a una mayor excreción de minerales a través de las heces y la orina
“Así como los nutricionistas balanceamos la ración de la vaca en función de las necesidades de la vaca y los aportes de la dieta, el mismo concepto hay que aplicarlo al suelo. Todo el estiércol de la vaca es en realidad un fertilizante que debe ser balanceado a la hora de ser aplicado al suelo. De esa manera vamos a integrar la nutrición del suelo con la nutrición animal porque estamos trasladando, a través de la nutrición del suelo, esos minerales de nuevo a la composición química de los forrajes que come la vaca”, argumenta. “Es muy importante empezar a planificar la integración de la nutrición animal y la nutrición del suelo. Es algo fundamental para mejorar la sostenibilidad de los sistemas de producción de leche, porque una sobrealimentación en minerales de la vaca lleva a una mayor excreción de minerales a través de las heces y la orina, lo cual tiene efectos perjudiciales sobre el suelo y el medio ambiente”, afirma Alejandro.
Los ganaderos deben aumentar el control sobre la ingesta de nitrógeno y minerales de sus animales y conocer la composición química del purín que devuelven al suelo
Por eso, dice, los productores de leche deben aumentar el control sobre la ingesta de nitrógeno y minerales de sus animales, así como conocer la composición química del purín y el estiércol que devuelven al suelo para de este modo realizar un balance entre los aportes y las necesidades del cultivo para suplementar únicamente con la cantidad justa de abono químico. Contaminación de suelos por acumulación de minerales La aplicación indiscriminada de estiércol al suelo en altas concentraciones y sin considerar estos factores puede incrementar la presencia de algunos minerales en el suelo, con efectos negativos sobre los propios cultivos y el medio ambiente. En el año 2007, por problemas de contaminación de aguas subterráneas por nitratos, en California se reguló la aplicación de purines y estiércoles por parte de las ganaderías, algo que en España se pretende llevar a cabo por medio del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, actualmente en tramitación.
La Universidad de California tuvo un rol muy importante de apoyo a los productores en la aplicación de las nuevas regulaciones
Con la entrada en vigor de estas nuevas normas ambientales, un equipo dirigido por Alejandro Castillo empezó a estudiar la gestión de purines y estiércoles por parte de las ganaderías californianas, encontrando grandes pérdidas de nitrógeno, de más de un 30%, por volatilización.
En California se perdía por volatilización el 30% del nitrógeno de los estiércoles
“Uno de los errores que cometimos en California es que al principio no considerábamos algunos minerales, sólo balanceábamos por nitrógeno a la hora de hacer el cálculo de la cantidad de estiércoles y abonos químicos que se aplicaban al suelo. Más tarde introducimos también el fósforo y el potasio, pero al principio, al no tener en cuenta eso, estábamos sobreaplicando grandes cantidades de minerales. El potasio, por ejemplo, empezó a acumularse en el suelo y a aumentar su concentración en los silos de maíz, donde los niveles de potasio pasaron de 1,5% a 2,5%”, indica.
Inicialmente sólo se tenía en cuenta el nitrógeno aportado y estábamos sobreaplicando otros minerales al suelo, como el potasio, que empezó a acumularse en los silos de maíz
“El potasio es un mineral muy importante en la nutrición de las vacas lecheras pero cuando está en exceso en la dieta afecta a la absorción de otros minerales. Eso provoca un antagonismo que nos lleva a gastar dinero en intentar corregir esa presencia en exceso. Ahí nos dimos cuenta de la relación entre los minerales del suelo y la ración”, explica Alejandro.  “El potasio cuando está en exceso no deja absorber el magnesio, y el magnesio es caro (400 dólares la tonelada). Lo primero que hubo que hacer en California fue un esfuerzo para hacerle entender a los productores que el estiércol era un excelente fertilizante”, indica.
La aplicación del estiércol sin control lleva a la contaminación de los suelos
“Hoy en California es frecuente ver en una finca maíz de 3 metros de altura y de repente una zona con maíz de 1 metro. Y cuando uno pregunta qué pasa en esa zona, la respuesta es que se estuvo acumulando en esa zona estiércol durante años. Algunos elementos como el zinc y el cobre, en cantidades ajustadas son buenos, pero en exceso son tóxicos para el suelo”, aclara.

“Los sistemas de producción a nivel mundial son cada vez más intensivos y Galicia no escapa a esta realidad”

Con su experiencia en distintos países, Alejandro hace una reflexión acerca de cómo están evolucionando los sistemas de producción de leche en el mundo y alerta de los desafíos que la intensificación de la producción lleva aparejados. “Si vemos lo que ha pasado en  California y Nueva Zelanda, comprobamos que se dan patrones similares pese a ser dos sistemas totalmente diferentes, uno estabulado y otro pastoril, pero ambos intensivos. No es distinto a lo que está ocurriendo también en Galicia”, asegura. “Galicia no escapa a la realidad de otras zonas productoras del mundo. Hay una serie de parámetros que nos están indicando que la producción individual y la eficiencia de los sistemas de producción de leche van en aumento y la única manera de lograr mantener ese aumento de forma sostenible es aprovechar la capacidad analítica que tenemos hoy para poder balancear la dieta de las vacas correctamente y la aplicación de abonos al suelo también correctamente”, afirma este experto.
La producción de leche se ha incrementado más rápido de lo que lo han hecho las estrategias de gestión de minerales
“En los últimos 40 años, todos los sistemas de producción de leche en el mundo, desde los pastoriles intensivos neozelandeses hasta los estabulados californianos, han evolucionado intensificando su productividad, incrementando significativamente el número de vacas por explotación y la producción de litros de leche por vaca. Pero en la mayoría de los casos se ha aumentado el número de vacas sin incrementar la superficie, lo que plantea importantes desafíos en el manejo del estiércol”, asegura Alejandro. Vacas sin tierra En California, desde 1980 ha habido una reducción del 50% en el número de explotaciones, pero el número de vacas por ganadería ha aumentado un 400%, con un incremento promedio de un 10% por año, mientras la producción de leche por vaca ha ido aumentando casi un 1% por año. A partir del año 2007, como consecuencia de la entrada en vigor de leyes ambientales, el número de vacas está tendiendo a estabilizarse.
En California se ha pasado de una vaca por hectárea a 10
“En los años 80 en California una granja media tenía 150 vacas en una superficie de 150 hectáreas de terreno, cuando hoy hay 1.500 vacas sobre la misma superficie. Por eso, a medida que aumenta la escala de los sistemas de producción de leche se hace más necesario controlar la aplicación de purín y estiércol al suelo”, justifica.
En la mayoría de las explotaciones se ha aumentado el número de vacas sin incrementar la superficie, lo que plantea importantes desafíos en el manejo del purín
En el caso de Nueva Zelanda, en ese mismo periodo la reducción en el número de ganaderías se aproxima al 40% y aunque en términos absolutos los datos de productividad son menores que en EEUU, al tratarse de un sistema basado en el pastoreo, las tendencias de crecimiento son muy similares.
El fósforo es un serio problema desde el punto de vista de la contaminación ambiental porque provoca eutrofización de las aguas
“En Nueva Zelanda se empezaron a aplicar normas ambientales en el año 2018. Allí hay ríos muertos como consecuencia de la eutrofización por la aplicación de fertilizantes y la excesiva carga ganadera. En un sistema pastoril intensivo con 4 vacas por hectárea, los orines de esos animales equivalen a 800 kilos de urea por hectárea, y sobre esas excreciones aún aplicaban abonos químicos”, explica Alejandro, que pide a los ganaderos en Galicia que tomen conciencia del problema y de lo ocurrido en estos países. Galicia vs California y Nueva Zelanda El número de vacas por explotación se ha multiplicado por 4 en California y por 2 en Nueva Zelanda en los últimos 40 años. Pero la entrada en vigor de normas ambientales en 2007 en California y en 2018 en Nueva Zelanda ha provocado que la cabaña ganadera haya dejado de crecer en ambos casos.
California aprobó leyes ambientales en 2007 por problemas de nitratos y Nueva Zelanda en 2018 por fosfatos
En este momento en California hay 1.200 explotaciones de leche, que suman un total de 1,7 millones de vacas (1.400 vacas de media por ganadería) y una producción total de 18,8 millones de toneladas de leche (10.900 litros por vaca y año). En el caso de Nueva Zelanda, las 11.000 ganaderías existentes poseen un total de 4,9 millones de vacas (450 vacas por explotación), con una producción total de 21,7 millones de toneladas de leche (4.400 litros por vaca y año).
El número de vacas por explotación se ha multiplicado por 4 en California y por 2 en Nueva Zelanda en los últimos 40 años
Si lo comparamos con Galicia, nos encontramos con que el año pasado las 6.400 ganaderías lácteas existentes en aquel momento (a día de hoy quedan solo 6.100) poseían 327.000 vacas (48 vacas de media por explotación) y entregaron casi 3 millones de toneladas de leche (9.100 litros por vaca y año). En los últimos 5 años la productividad media por vaca en Galicia ha aumentado en más de 1.400 litros (un 18% más), mientras el censo de vacas de más de dos años cayó en casi 12.000 animales en ese mismo periodo (-3,5%).

Gestión del pasto en Nueva Zelanda, el país con los costes de producción de la leche más bajos

La gestión del pastoreo en Nueva Zelanda es cada vez más imprescindible con el aumento de los nuevos objetivos ambientales y la necesidad de mantener nuestra ventaja competitiva debido a la volatilidad de los precios. Nuestra ganadería tiene como objetivo estratégico aumentar los beneficios de la productividad en 65 dólares por hectárea al año. Para eso es fundamental una mejora de la gestión del pastoreo, al aumentar la cantidad de pastos de alta calidad cultivados en cada hectárea de tierra y convertirlo de manera eficiente en sólidos lácteos. La gestión correcta del pastoreo es una habilidad con resultados dependientes de la planta, del animal que pace y del empresario. Este artículo aborda todos estes componentes: los principios del crecimiento del pasto, el valor y las limitaciones del ryegrass como alimento para la vaca lechera y las decisiones operativas tomadas por el empresario. Finalmente reunimos todo esto para definir objetivos y procesos de gestión del pastoreo que mejorarán la rentabilidad en la granja.

Maximizar la disponibilidad de hojas usando principios de crecimiento

La energía de la luz solar: el alimento vegetal principal y el punto de partida para comprender el crecimiento de las plantas y el rendimiento de los pastos es la captación de luz. En este sentido, podemos ver la luz como el alimento básico de las plantas. “La energía de la luz solar: es el alimento vegetal principal y el punto de partida para comprender el crecimiento de las plantas y el rendimiento de los pastos”. El regreso del pasto tras el pastoreo elimina las hojas y priva a las plantas de su fuente de alimento principal: la luz. Generalmente, la primera hoja después del pasto es relativamente pequeña porque la planta tiene poca energía para su cultivo y restringe su tamaño. No obstante, una vez sale, la primera hoja añade más energía a la planta, por lo que hay más energía para la siguiente hoja -que ya será un poco más grande- continuando este patrón hasta que la planta recupere su estado energético. Las hojas tienen una vida útil limitada. Así, el Ryegrass a menudo se denomina planta de "tres hojas" porque, normalmente ese es el máximo de hojas vivas que soporta. Por tanto, una vez que se produjo la tercera nueva hoja -la primera se produjo tras el pasto- comenzará a morir. En última instancia, el pasto alcanzará su rendimiento máximo mientras las plantas produzcan nuevas hojas, al tiempo que la cantidad producida queda cancelada por la tasa de muerte. En este momento de máximo rendimiento, la tasa de pérdida por muerte de hoja vieja es igual a la producción de hoja nueva; por tanto, el material muerto seguir acumulándose en la base, pero no se acumula material foliar adicional para el pastoreo. Por tanto, hacer una buena limpieza del pasto mediante diente se ve como un deber para hacer una excelente entrada de luz en la primera hoja.

Momento óptimo de pasto

La tasa de crecimiento instantáneo es la tasa diaria de crecimiento neto de pastos que contribuye a la acumulación neta de pasto. Esto lo sabemos haciendo mediciones en toda la plataforma de pasto una vez o dos veces por semana, ya que saber lo que crece el pasto diariamente es la base del sistema. El crecimiento instantáneo aumenta inicialmente, a medida que se forman nuevas hojas y no se produce ninguna muerte, y luego disminuye a medida que las hojas comienzan a morir y anulan la tasa de producción de nuevas hojas. La tasa de crecimiento promedio es la cantidad de pasto cultivado desde el último pastoreo (rendimiento actual, menos residual en el último pasto) dividido entre el número de días. Cuando se alcanza la tasa de crecimiento medio máximo es porque hay un equilibrio excelente entre la cantidad de hoja nueva producida y la cantidad de hoja que muere. Más allá de este punto, la eficiencia de nuevos aumentos en la cubierta de pasto está disminuyendo, por lo que es el punto óptimo para pastar. Entonces, ¿como pueden los ganaderos identificarlo? Por ejemplo, a través del estadio de las hojas: generalmente, la tasa media máxima de crecimiento se produce aproximadamente en el estadio de tres hojas después del pasto , por lo que el control del estadio de las hojas es una manera práctica de rastrear lo que está sucediendo.

Impacto residual del pastoreo

El análisis anterior de la dinámica de pastos y la identificación del punto de pastoreo óptimo se basan en el regreso del pasto tras los residuos de pastoreo (lo que dejan las vacas tras cada pasto) de 3,5-4.5 cm de altura comprimida. El residuo a partir del que se recuperan los pastos impacta en su dinámica, las tasas de crecimiento posteriores y el momento óptimo del pastoreo. Está demostrado el impacto de diferentes residuos post-pastoreo (bajos, medios y altos) sobre la tasa de crecimiento medio durante el siguiente ciclo de regeneración. Esto resalta que: - El tiempo que lleva alcanzar la tasa de crecimiento medio-máximo es muy corto con un residuo alto y muy largo con un residuo bajo. - La tasa de crecimiento real alcanzada en la tasa de crecimiento promedio máximo es inferior para el residuo de pasto alto y el residual bajo en comparación con el residual medio De ahí, la cantidad de pasto que queda después de cada pastoreo impacta sobre el momento óptimo para pastar de nuevo y la tasa de crecimiento promedio máximo.
“Lo óptimo es que las vacas salgan del pasto con una altura de 3,5 a 4,5 centímetros para que el rebrote sea más rápido”
Por lo tanto, esto afecta a la cantidad de pasto disponible en el siguiente pasto. En otras palabras: los residuos juegan un papel clave en el crecimiento global de los pastos. Asegurar que los residuos post-pastoreo son gestionados de forma consistente dentro de un rango muy alto (3,5-4,5 cm de altura comprimida) permitirá a las plantas captar tanta energía solar como les sea posible y convertirla en alimento para las vacas. Minimizar la cantidad de hoja vieja que queda tras el pasto conducirá a un mejor ritmo de crecimiento, permitiendo que el tamaño y la densidad de la cepa se adapten a un régimen de luz consistente después de cada pasto. Esto minimiza el "retraso" en la acumulación de hoja verde nueva. Cuando se consiguen residuos consistentes, aproximadamente el 40% del rendimiento final total proviene de la primera, segunda y tercera hojas producidas. Permitir que la luz llegue al fondo estimula la producción de nuevos rebrotes. Esto mantiene la alta densidad de la cepa, lo que permite que el pasto se recupere rápidamente después del pastoreo.

Consideraciones del sistema

En la granja, la aplicación de los principios de crecimiento de pasto se complican con la necesidad de equilibrar los requerimientos de los animales y la oferta de suplementos (siempre que las condiciones lo requieran) durante todo el año. Hay momentos en los que los agricultores necesitan doblar "las reglas" del pasto para mejorar los resultados globales del sistema. La consideración de estas desviaciones permite mejorar la toma de decisiones. La transferencia del pasto en otoño-invierno para alimentar el rebaño de leche a principios de la primavera es un objetivo común de la gestión del pastoreo a finales del otoño-invierno (estado de vacas secas, comiendo pasto de invierno como centenos, triticales, nabos, berzas o remolachas) es transferir el pasto del otoño-invierno a principios de la primavera, para lograr las cubiertas de pasto necesarias en el parto y cumplir los requisitos de pasto de las vacas post parto. Esto se consigue alargando la rotación en otoño y en invierno, más allá del tiempo que se tardan en cultivar tres nuevas hojas. Aunque esto producirá alguna muerte en hoja, la alimentación se puede transferir desde un período de demanda relativamente baja a un período de alta demanda de suplemento de ensilado del sobrante de la primavera si es el caso. En primavera es clave gestionar los excedentes y la calidad de los pastos durante la temporada, pues las tasas de crecimiento de los pastos a menudo superan la demanda de las vacas, dando como resultado períodos de excedente de pasto temporal que, si no están bien gestionados, producirán una calidad de pasto reducida y, posteriormente, un rendimiento animal inferior. La eliminación de excedentes de pasto (ensilado) puede reducir los intervalos de pasto, dando lugar a pastar algunos pastos antes de la etapa de 2½ y 3 hojas. Si la recolección de excedentes no es la deseable, los cortos intervalos de pasto pueden reducir el crecimiento del pasto. (encanado, espigado de la hierba, y hojas muertas)

Gestionar la cubierta del pasto

Hay que gestionar el rendimiento (importantísima la medición de los crecimientos diarios de la hierba: sin medir no podemos contabilizar y sin contabilizar no podemos gestionar) previo al pastoreo para optimizar el aprovechamiento del pasto y el rendimiento de los animales, al tiempo que se pueden conseguir los residuos óptimos. El objetivo recomendado es de 2600-3200 kg de materia seca / ha para las vacas lecheras en período de lactancia. Durante los períodos de rápido crecimiento y en pastos estimulados con nitrógeno, puede ser necesario el pastoreo entre las etapas de 2-2½ hojas para alcanzar los objetivos de cobertura previa al pastoreo.

Ryegrass como alimento para la vaca lechera

El rendimiento óptio en los sistemas basados en pastos requiere una gestión especializada del pastoreo. Aquí, nos centramos en el valor nutritivo de pastos dominantes de alta calidad y en el impacto de adherirse a una buena gestión del pastoreo en el rendimiento de los animales. Las vacas lecheras son rumiantes, con cuatro compartimentos estomacales (rumen, retículo, omasum y abomasum) que evolucionaron hasta prosperar en los forrajes. La configuración anatómica del sistema digestivo, combinada con el proceso de ruminación, hace que el rumiante sea muy eficiente para extraer energía de los forrajes. De hecho, los rumiantes son capaces de recuperar más nutrientes de los forrajes que cualquier otro herbívoro de un tamaño similar. Para conseguirlo, formaron "asociaciones" con microorganismos en el rumen. Los microorganismos son principalmente bacterias, pero también incluyen protozoos, hongos y arqueas. Juntos digieren el forraje comido por la vaca. El rumen de una vaca contiene unos 100 kg de forraje y hay aproximadamente 10.000 millones de bacterias en cada mililitro de líquido de rumen. Así, cuando se alimenta la vaca lechera, son los microorganismos del rumen los que se están alimentando más que la propia vaca. Muchas de las recomendaciones nutricionales proporcionadas ampliamente se basan en datos derivados de vacas alimentadas con una ración mixta total (TMR), pero estas no siempre son aplicables a las vacas lecheras. Esto es debido a que las vacas alimentadas con pasto tienen características únicas. Vamos a numerar algunas: - Carbohidratos: En teoría, la producción de leche se maximiza cuando azúcares y almidones solubles son del 40% de la dieta. Aunque los pastos de primavera contienen menos que esto, los carbohidratos estructurales (fibra) de buena calidad, los pastos de hoja son altamente digeribles (85%) y se degradan relativamente rápido, proporcionando así energía similar a azúcares y almidones solubles. Esto es debido a que los bloques constructivos de todos los hidratos de carbono (azúcares y almidones solubles y fibra) son esencialmente los mismos (un simple azúcar, por ejemplo, glucosa), siendo la única diferencia química el tipo de enlace que une las moléculas de azúcar. Los microorganismos del rume son capaces de romper todos estos enlaces; y suministrar a las vacas alimentadas con pastos con azúcares o almidón no mejora la energía generada por la fermentación microbiana, a menos que aumente la cantidad total de energía suministrada. Además, las recomendaciones de TMR sugieren que la fibra nuetro detergente debe constituir un 30% de la materia seca con fibra efectiva, la fibra más eficaz para estimular la ruminación y salivación, constituyendo un 20% de la materia seca. Aunque los pastos de primavera de alta calidad contienen más fibra neutro detergentes que lo necesario (40% DM), esta fibra es digerida fácilmente y no limita la ingesta. Además, aunque se estima que la fibra "efectiva" en el pasto es relativamente baja (17-20% DM) en comparación con un TMR, y puede producir un pH inferior al recomendado, no hay efectos adversos sobre la digestión o el crecimiento microbiano. Esto es debido a que una merma del pH en las vacas alimentadas con pasto generalmente es causada por un aumento del ácido acético y no resulta en trastornos. En comparación, la caída del pH del rumen en una vaca alimentada por TMR normalmente está asociada a un aumento del ácido láctico que puede tener efectos perjudiciales (acidosis del rumen). Además, proporcionar fibra adicional "eficaz" (es decir, paja) a las dietas basadas en el pasto no mejora la función de rumen ni la producción de leche. De hecho, cuando se añadió la paja a una dieta basada en pastos (pasto + 4 kg de harina de maíz) la producción de leche y la respuesta marginal al grano se redujo. - Proteína: Los niveles de proteína recomendados para las vacas alimentadas con TMR se basan en una dieta que contiene alrededor de un 16% de proteína bruta, del que el 65% es degradable, mientras que el 35% no se digirió en el rumen. En la mayor parte de las veces, el pasto de buena calidad contiene más proteína de la que la vaca precisa. Aunque la proteína en el pasto es altamente degradable (80-90%), la velocidad rápida de paso del rumen significa que aún hay suficiente proteína no digerida en el rumen. Cuando la proteína es degradada en el rumen, el amoniaco es producido y usado por los microorganismos del rumen o transportado a través de la sangre al hígado, donde es convertido en urea. La mayor parte se excreta en la orina, pero otra se recicla en el rumen y aparece una pequeña cantidad en la leche . Este proceso no es enérgicamente “caro” para la vaca lechera y las altas ingestiones dietéticas de proteína bruta no son perjudiciales para la salud o la reproducción en vacas a base de pasto. Como resultado, el pasto de alta calidad cumple los requisitos proteicos de la vaca lechera -Lípidos: Estos proporcionan una fuente de energía para la vaca, pero no son utilizados por los microorganismos del rumen para el aprovechamiento. Una vaca lechera tiene un bajo requisito de lípidos dietéticos (3-6% DM). De hecho, un exceso de lípidos en la dieta puede reducir la digestión de fibras y disminuir la producción de leche. El pasto proporciona una fuente adecuada. -Vitaminas: La suplementación de vitaminas rara vez es necesaria en las dietas basadas en pastos, aunque debe considerarse suplementar la vaca con vitamina A, D y E en el final de la lactancia (secado) y durante el período de vaca seca. - Minerales: Estos so esenciales tanto para los microorganismos del rumen cómo para la vaca. Las vacas lecheras alimentadas con hierba a menudo requieren magnesio antes del parto y durante la primavera. Los requisitos para los suplementos minerales están afectados por la región, el tipo de suelo, la fase de lactancia y la dieta. Normalmente son aplicados un mix de minerales, dependiendo de la fase en la que se encuentra la vaca, inyectados en el agua de bebida de las vacas o en grandes bloques (100 kg) dejados en el prado o también mezclados con melaza y algo de cebada rota (200g) suministrada en el comedero de la sala. Probablemente este último sea el mejor sistema, ya que aumentamos el flujo de entrada en la salas rotativas y la bajada más rápida de leche, lo que se traduce en un ordeño más rápido y eficiente. Esto ponen de manifiesto el elevado valor nutricional de la hierba como alimento para las vacas lecheras: hasta el momento, la investigación no demostró ninguna ventaja en la producción sustituyéndola por una fuente alternativa de piensos. Por tanto, el pasto en la fase de 2½ y 3 hojas, dirigir los residuos de pastoreo y maximizar el material de las hojas futuras de pasto proporcionará grandes cantidades de pasto de buena calidad para la vaca lechera, proporcionando un buen rendimiento durante toda la lactación.

Una visión operativa de la gestión del pastoreo

Es importante comprender este complejo proceso e identificar criterios clave para la toma de decisiones, ya que los procesos diarios de gestión del pastoreo empleados por los ganaderos a nivel de prados (PDK) tienen una influencia significativa en la productividad y en la rentabilidad de las explotación. Proceso de la gestión del pastoreo: -Establecer un plan: Reclutar y ordenar los prados según estos criterios: Altura, rendimiento previo al pastoreo, intervalo de pastoreo y etapa de la hoja. -Definir el plan: Revisar el orden de los prados a pastar. Criterios empleados: Clima, rendimiento previo al pastoreo, necesidades de gestión y fase de las hojas. -Calcular la demanda de pasto de los animales (kg de materia seca /animal/y tiempo) -Determinar la asignación del área a pastar. Criterios empleados: Pastos necesarios vs disponibles Longitud de rotación Suplementos ( sí son necesarios) Rendimiento previo al pastoreo. -Vacas en el prado y vigilar el pastoreo. Consideramos: Comportamiento de las vacas Residuos, torpeza Estado de la parcela -Sacar las vacas del prado y revisar los objetivos de pastoreo. Consideramos: Residuos Rendimiento de las vacas Estado del prado.
“Si dejamos hierba sin comer en el prado dejamos dinero tirado”
En el caso de no cumplirse tomaremos medidas correctivas, considerando: -Limpieza mecanizada de la pradera -Suplementos -Asignación (rendimiento de área / pre-pasto) -Revisar los pasos de control. Algo se hizo mal en algún paso anterior, por el contrario ahora incidiremos en gastos limpiando la pradera por quedar mal pastada debido a la aplicación masiva de suplementos o al mal cálculo de la hierba ofrecida a las vacas. Tenemos un gasto en limpiar la pradera mecánicamente y también un gasto en no transformar el remanente en leche. Y recordar siempre: si dejamos hierba sin comer en el prado dejamos dinero tirado que no podremos coger ni recuperar y eso ademáis incurrirá en gastos adicionales.

¿Como conseguir un correcto equilibrio?

Las comparaciones de costes totales de producción entre las diferentes granjas indican también que, a medida que aumenta la proporción de pasto en la dieta y la cantidad de pasto producida por hectárea, el coste total de producción disminuye. Por ejemplo, si aumentamos la cantidad de pasto de 20 a 30 kg de DM (50%) por vaca aumentará la ingesta por vaca en 1,3 kg de DM pero reducirá su utilización en un 23%. Esto indica que hay que conseguir un equilibrio entre la utilización de pasto y la ingesta individual de materia seca por vaca (DMI). La respuesta al aumento de la ingesta de pasto es bastante baja en los niveles más altos. Otras investigaciones informan de que la ingesta de pastos aumenta 0,45, 0,23 y 0,12 kg DM por kg de dotación DM dentro de los intervalos de 10-15, 15-20 y 20-25 kg DM (respectivamente) por encima de un resíduo de 5 cm3. En otras palabras, el aumento marginal de la DMI se reduce en la medida que aumenta la bonificación. La mala utilización de pastos (% utilizada por encima de los 3,5 cm) lo que resulta en altos residuos post-pastoreo, suprimirá las tasas de crecimiento del pasto en el ciclo posterior de crecimiento. También reducirá la digestibilidad de los pastos en el próximo pastoreo , repercutiendo negativamente en el rendimiento de los animales. Para conseguir altos niveles de aprovechamiento y altas ingestiones de energía a lo largo de la temporada se le deberían ofrecer a las vacas cantidades moderadas de pasto de alta calidad. El aumento de la tasa de abastecimiento en una vaca / ha se reportó en una merma del rendimiento lechero por vaca en un 8%, pero en un aumento del 20% en la producción de leche por hectárea, lo que indica de nuevo el compromiso del rendimiento de los animales para conseguir un rendimiento mayor por ha. Es decir, menor consumo de materia seca (DMI) por vaca pero mayor utilización de pasto por hectárea. Los residuos de pasto son un indicador clave de la utilización de pastos después de pacer las vacas. A finales de la primavera, la hierba pasa del crecimiento vegetativo al reproductivo, dando lugar a algunos cambios importantes en los pastos. El desarrollo reproductivo lleva a alargamiento del tallo y aumenta las proporciones de encañado en el futuro pasto, lo que puede llevar a pequeños aumentos en la altura residual posterior al pastoreo. Consecuentemente, los residuos de pastoreo aumentarán ligeramente en verano y las vacas tendrían que verse obligadas a comer el tallo y hoja muerta de baja calidad. La consecución de residuos de pasto objetivos en primavera reducirá posteriormente la relación de reproductores vegetativas, minimizando así este aumento de residuos de pasto. El invierno ofrece la oportunidad de restablecer el nivel de los residuos para la próxima temporada y asegurar que el crecimiento de las hojas se promueva en la base de la hierba. Por lo tanto, hay poco espacio para la desviación a través del período crítico de primavera, desde un objetivo residual de 3,5 cm con un ligero aumento en verano hasta 4,0 cm y 3,5 cm de nuevo a finales del otoño / invierno. Aunque el pasto es valioso y nutritivo, muchas veces se añaden fuentes complementarias al sistema. Generalmente, los suplementos aumentarán la DMI (materia seca ingerida) total. Sin embargo, cuando añadimos suplemento se dejará algún pasto en el prado. Se conoce como relevo y se caracteriza por una merma del tiempo de pasto de aproximadamente 30 minutos por cada kg de suplemento de materia seca y, en consecuencia, una merma del aprovechamiento de los pastos que es directamente proporcional a la producción de sólidos por hectárea de hierba consumida. El relevo puede ser negativa (pasto malgastado) o positivò (pastos ahorrados). El principal elemento de relevo es el hambre de vaca, habitualmente reflejado en la cantidad de pastos que quedan (residuales post-pastoreo) cuando las vacas salen del prado. Los residuos post-pasto son el principal motor de la respuesta de sólidos de leche producidos, ya que a medida que los resíduos aumentan la respuesta de sólidos de leche a los suplementos disminuye. El impacto potencial de la alimentación de suplementos sobre residuos de pasto, después de pastoreos consecutivos (rotaciones) en un prado donde los residuos no están bien gestionados, ilustra como este incremento es pequeño en cada pastoreo, pero acumulativo sobre eventos de pastoreo consecutivos con el futuro del pasto, aumentando e impidiendo que la vaca logre el objetivo residual con el paso del tiempo. Por lo tanto, el control de los residuos de pastoreo y una buena toma de decisiones operativas son esenciales para garantizar una respuesta elevada de sólidos en leche a los suplementos (si son necesarios) y altos niveles de crecimiento y calidad posteriores de los pastos.

Lograr los objetivos

La gestión de la etapa de las hojas y los rendimientos pre-pastos requiere un foco mayor a nivel táctico y operativo. Un proceso eficaz de gestión del pastoreo permitirá tomar las decisiones correctas para asegurarse de alcanzar los objetivos. Esto permitirá establecer la longitud de rotación correcta, basándose en la evaluación del estadio de las hojas, y se asegurará de que los prados pastados están dentro del intervalo de rendimiento deseado antes del pasto. La figura destaca la importancia de gestionar el rendimiento previo al pastoreo para alcanzar objetivos residuales y una alta cantidad de materia seca ingerida. Para conseguir 16-18 kg de DMI (materia seca ingerida) por vaca al llegar a los 3,5 cm de pasto residual el rendimiento previo al pastoreo debe gestionarse entre 2800-3200 kg DM / ha, con tomas más elevadas, necesitando rendimientos pre-pastoreos más bajos para un objetivo semejante residual. La consecución de una ingesta similar con rendimientos excesivos de pastoreo previo requiere altos residuos de pasto con impacto negativo en el crecimiento posterior de los pastos y calidad. En la búsqueda de una mayor DMI será necesario equilibrar con la consecución de la fase de hojas objetivo para maximizar el crecimiento del pasto y optimizar el aprovechamiento de los pastos. Cuando la DMI (ingesta de materia seca) sea inferior (14 kg de DMI), como por ejemplo en la lactancia tardía, se pueden pastar rendimientos de hasta 3800 kg DM / ha hasta llegar a los 3,5 cm. Esto requiere una buena toma de decisiones, ayudada por paseos semanales en granjas, dejando de pastar prados cuando sea necesario y prestar atención a los residuos posteriores. El manejo por estadios de las hojas también requiere la relación descrita. Por ejemplo, el pasto fertilizado con nitrógeno tendrá altos rendimientos en los estadios inferiores de las hojas, requiriendo el pasto antes de la etapa de tres hojas. También es importante considerar la demanda de suplementos (pienso o silo si había sido el caso ) de la explotación en comparación con la cantidad de pasto cultivado, con un estadio de hojas más avanzado (intervalo de pastoreo más largo) más favorable para las explotaciones con más animales por ha. Conseguir residuos uniformes y consistentes en todos los prados en cada pasto es difícil pero no imposible. Precisa un mayor foco en el nivel operativo para capturar oportunidades antes, durante y después de cada evento de pastoreo. A este reto se suman los cambios en el rendimiento previo al pastoreo y los hechos meteorológicos adversos. Durante largos períodos de precipitaciones altas, puede ser que los residuos de pasto no sean asequibles con residuos más largos o racimos de hierba restantes, reduciendo el crecimiento posterior. Por lo tanto, si no se cumplen los residuos de pastoreo y los pastos pasan a ser "irregulares" tiene sentido tener que corregirlos. Para esto se pueden utilizar medidas como el pastoreo con un rendimiento previo al pastoreo inferior en la siguiente rotación, dejar el prado para ensilado, pastar con vacas secas o con animales de descarte. Hay una serie de programas informáticos y software disponibles a través de proveedores comerciales dirigidos a ayudar a tomar decisiones sobre los datos de pasto.

Las claves del éxito en la gestión del pastoreo en vacuno de leche:

1. Medición y monitorización del crecimiento de la hierba semanal 2. Crear una estrategia basada en el crecimiento real de la hierba 3. Determinar que prados serán pastados cada semana 4. Definir la rotación de entrada de las praderas en días segundo el crecimiento 5. Marcar el objetivo de residuos 6. Calcular la demanda de materia seca ingerida por las vacas según la producción de sólidos y estado de lactación 7. Dar los metros cuadrados necesarios por vaca y día de pasto para conseguir el mayor aprovechamiento de pasto con el objetivo de resíduos. 8. Medir la hierba sin comer y comprobar que se logró el objetivo 9. Observar si los animales mantienen las producciones o si tienen hambre 10. Chequear la dosis y correcta administración de los minerales 11. Chequear que los bebederos funcionan perfectamente 12. Sacar las vacas del prado de manera tranquila y pausada, nunca empujar o apurarlas. Tener caminos lisos y anchos, sin barro ni piedras; facilitar que anden a súa velocidad (2km/h) para evitar gasto de energía y, por tanto, de leche. Distanciarse de la última vaca como mínimo 20 m. En la salida de la sala de ordeño, asegurar que tengan acceso a prado con pasto fresco. 13. No dejar nunca que las vacas entren en las zonas que ya fueron pacidas. Cuando acaben de comer los bocados grandes ellas volverán atrás a comer los rebrotes nuevos 14. Redefinir el plan si es necesario 15. Aplicar nitrógeno de síntesis siempre que la temperatura de la tierra esté por encima de 7 grados celsius y por debajo de 19, a razón de que tenga disponible 1 unidad fertilizante por día de nitrógeno 16. Aplicación de regadío a razón de 8 mm/día, dependiendo de la evapotranspiración 17.Resembrar las praderas menos productivas

Herramientas prácticas de nos pueden ayudar:

- La calidad de la hierba bien manejada es de 10.5-12.5 MJ ME/KG DM o más 1.1 ufls - Requisitos diarios de una vaca a principio de lactancia de 450 kg peso vivo kiwi crros, produciendo 2,0 kg sólidos / día y perdiendo 0,5 kg por día de peso a 12,0 MJ ME / kg DM ingerida: - Mantenimiento 54 MJ ME - Caminando en llano (3 km x 2 MJ ME / km) 6 - Sólidos lácteos (2,0kg MS x 80 MJ) 160 - Pérdida de peso (0,50 kg peso vivo x -37 MJ) -19 - Total MJ ME a 11,0 ME 201 ME -Requisitos reducidos en 5 % cómo 12,0 ME alimentados = 201 x 95% 191 kg de materia seca (DM) -kg DM consumido (191 ÷ 12,0 ME) 15,9 kg DM(materia seca requerida vaca día - Una vaca Kiwi crros (450 kg de peso vivo) come de promedio 16 kg de materia seca de hierba pastada y produce 420 kg de sólidos por lactacion - Una vaca transforma 10kg de hierba a 11ME en un kilo de sólidos de leche - 420kg de sólidos producidos por una vaca en un año equivalen a 4200kg de hierba pastada - Una ha produce al año 17 tn de materia seca de hierba o más, dependiendo de las habilidades del empresario ganadero. 17 kg de materia seca producida/4200kg de materia seca ingerida por vaca en lactanción=4,04 vacas por ha - 420 kg de sólidos vaca/año x 4.04 vacas/ha=1696.8 kg de sólidos/ha sin depender de ningún insumo externo, sólo con pasto. - El coste de 1kg de materia seca de pasto ingerido es de 0.027 dólares neozelandeses, calculando todos los costes menos el silo producido, en el caso de hacerlo - Una vaca, entre lo que come y rechaza o desperdicia, consume 17kg de DM(materia seca), lo que se traduce en un gasto de 17kg de DM x 0,027$NZD=0.459$ diarios - Cálculo de pastura previa al pastoreo: (vacas por ha x ingestión x rotación) + Residuo excelente = Cubierta previa al pastoreo Ejemplo: (3,0 vacas / ha x 17,5 kg DM / vaca x 22 días) + 1500 kg DM / ha = 2650 kg DM / ha - Asignación de pasto: Demanda por vaca kg materia seca ingerida x número de vacas = demanda del lote de vacas. Por ejemplo: 18 x 200 = 3600 kg DM demanda ese lote diario Suministro por ha. Rendimiento previo al pastoreo - residual = kg de materia seca ha, por ejemplo. 2800 - 1500 = 1300 kg DM / ha - área requerida: Demanda ÷ oferta = área necesaria, por ejemplo. 3600 ÷ 1300 = 2,8 ha / día (Superficie x suministro) ÷ número de vacas = pasto disponible / vaca, p. (2,8 x 1300) ÷ 200 = 18 kg DM. - Asignacion de área: - M² por vaca a vacas por ha 10.000 ÷ m² / vaca = vacas / ha, por ejemplo. 10.000 ÷ 140 = 71 vacas / ha (1ha = 10.000 m²) -Área que se necesita por lote de vacas: Total de vacas ÷ vacas / ha = área necesaria. Ejemplo. 200: 71 = 2,8 ha - Área del pasto para ser pastado: Área (m²) ÷ Ancho del paddock = longitud necesaria para el pasto, ejemplo. (2,8 x 10.000 = 28.000 m²) 28.000 ÷ 150 m = 187 m

Referencias:

RESEARCH CENTER TEAGASC IRELAND DAIRY NEW ZELAND David Chapman, Sean McCarthy, Cathal Wims, Jane Kay, Chelsea Hirst, Massey University, Danny Donaghy, David Gray and Brennon Wood,

Un gallego gestionando una de las mayores ganaderías de vacuno de leche de Nueva Zelanda

Fernando, “Ferreiro”, de Bama (Touro) es un gallego que desde hace años se ocupa de formar al personal y establecer protocolos de trabajo en Canterbury Pampas Ltd, una de las mayores ganaderías de Nueva Zelanda, con algo más de 6.000 vacas en ordeño. En esta entrevista nos explica como es la producción de leche en Nueva Zelanda y las lecciones que puede tirar Galicia. ¿De donde surge tu interés por la ganadería? Si soy honesto, yo no tengo interés por la ganadería, sólo pretendo ganar un sueldo acorde a mi productividad para lograr una determinada calidad de vida. Trabajo en esto porque en mi casa, en la parroquia de Bama, en el ayuntamiento coruñés de Touro, siempre hubo y hay vacas y se vivía y viven de ellas.  Y el entorno me llevó a trabajar en esto. Al finalizar los estudios estuve trabajando en otros sectores, y en un momento determinado decidí trabajar en la explotación de mis padres, y ahí empezó todo. Cada vez sentía más curiosidad por todo lo que englobaba el sector.  Intentaba absorber toda la información posible (revistas, charlas, cursos...etc). Me acuerdo que bombardeaba de preguntas a los técnicos, que mucho me ayudaron y a los que les mando un saludo. ¿Cómo acabas trabajando en Nueva Zelanda? Todo esto fue por curiosidad por tener ganas de conocer y de aprender. Siempre se escuchaba hablar de que determinados países hacían mejor las cosas que nosotros  los gallegos, y fui a ver si eso era cierto. Todo empezó con una oferta de trabajo que me llevó a Irlanda y de ahí a conocer el Reino Unido y algún otro país de Europa. Y ahora Nueva Zelanda. Explícanos un poco como es el trabajo que realizas y como es la granja en la que trabajas. Canterbury Pampas Ltd es una empresa  que está formada por 5 granjas distribuidas por todo lo largo de la isla sur de Nueva Zelanda.  En total, se ordeñan más de 6000 vacas. Para decirlo de una manera rápida: básicamente me ocupo de establecer protocolos de trabajo y de entrenamiento e incorporación de personal en la granja. Por ejemplo, de cómo sacar las vacas de una pradera y llevarlas a la sala de espera para ser ordeñadas, pues medimos el tiempo en llegar de la pradera a sala; la velocidad de avance del ganado, se mide el pasto residual (pasto que dejaron las vacas sin comer)  y se planea el nuevo pasto a comer, hacer el chequeo de bebederos y  de la potencia del pastor, etc. Pues todo esto, aunque parezca mentira, tiene unos procesos para hacerlo y unos tiempos establecidos. El objetivo es ser más eficientes en el trabajo para manejar más litros de leche por persona. En este momento estamos en cerca de los 8000 litros diarios por trabajador presente trabajando. ¿Qué importancia tiene el sector lácteo en Nueva Zelanda? Nueva Zelanda produce  casi 21 millones de toneladas de leche y este año se cuenta con un incremento del 5%. De las vacas neozelandesas sale casi el 5% de la leche mundial y el país produce el 17% de los productos lácteos comercializados internacionalmente (la cooperativa Fonterra produce 49% de la leche entera en polvo del mundo). Además, es de destacar que Nueva Zelanda exporta el 95% de su producción, principalmente a China, Japón, Estados Unidos y Unión Europea. El sector lácteo representa el 40% de las exportaciones del país. En determinadas condados de Nueva Zelanda el sector lácteo (granjas e industria) ocupa al 22% de la población activa, con un promedio del 12% en todo el país. Toda esta leche la producen 5 millones de vacas repartidas en 11.900 ganaderías y con un promedio de  1.800.000 litros anuales por granja. Todo este oro blanco es recogido por la cooperativa Fonterra, (que copa el 85% de la leche recogida) y por otras industrias como Synlait, OCD, Westland,  Miraca, Oceania y Tatua. La leche es transformada mayoritariamente en productos industriales, como quesos, leches maternizadas, leche A2A2 , yogur, helados, mantequilla y postres lácteos. Sobre todas destaca Fonterra, una cooperativa que tiene 50.000 empleados y que es propiedad de 10000 ganaderos, que tienen que obtener 1 acción por cada kilo de sólidos lácteos entregado a la fabrica. El valor de la acción en estos momentos es de algo más de 6 dólares neozelandeses. ¿Cómo están en este momento los precios de la leche en Nueva Zelanda y cuáles son las previsiones para este año? La previsión para esta campaña (2018-2019) va a ser un 5% más de producción de leche  comparada con la campaña anterior.  En Nueva Zelanda la leche se paga por kilo de materia seca (sólidos), no se premian los litros. Sin embargo, para cobrar el precio máximo se exigen una serie de calidades: bacterología cfu/ml < 10000, termoduricos cfu/ml < 1500, coliformes cfu/ml < 300, RCS < 150000, Inhibidores IU/ml <0,003 IU, calostros < 1, 35 gramos por litro y agua <=  a -0.513  del punto de congelación. Se sacan muestras aleatorias y obligatorias 3 veces por semana y que son analizadas en la  cooperativa y, a mayores, se sacan muestras otras 2  veces al año para analizar las aflatoxinas que tienen que quedar por debajo de 20 ppt. Si hablamos de grasa y proteína, es muy variable durante la época del año, ya que la producción es estacional, pero de promedio está en 3,9 % de proteína y 5% de grasa. En el caso de Pampas Ltd estamos ahora incluso en 5,02 % de proteína y 6,24 % de grasa. En cuanto al precio de la leche tenemos que hablar del Kg de materia seca de la leche que está en los 6,60$ neozelandeses; es decir, unos 3,96 € por Kg de sólidos. El futuro nadie lo sabe, pero se habla de que crecerá a un ritmo del 5% en producción de sólidos y el precio empezará en septiembre (nueva campaña) en los 7,25$ Nz ¿Cómo establecen el precio de la leche en ese país? El precio de la leche de NZ  se fija determinando los ingresos que obtendría Fonterra si el equivalente de toda la leche que  recoge se convirtiera en especificaciones de producto: leche en polvo entera,  leche en polvo desnatada, subprodutos como BMP y HMA. Los precios de los productos de referencia se reflejan en el Global Dairy Trade (GDT) cada 2 semanas en el mes. Y por otra parte,  se deducen los costes  que provienen de los costes reales de la actividad de Fonterra (transporte de la leche de granja a la fábrica, fabricación de los productos de referencia de productos básicos, coste de transporte al punto de exportación, gastos de venta y administración, deducción por depreciación de activos fijos y un retorno por inversión de capital). Y el saldo resultante comprende la cantidad a pagar a accionistas y a los socios empresarios/ganaderos en $/Kg de sólidos  recogidos. El modelo neozelandés se ponen a menudo como ejemplo a nivel internacional de producción de leche a bajo a coste. ¿Realmente son tan bajos los costes de producción? Presumen de tener los costes de producción más bajos de los países consolidados cómo productores de leche y sólo la India produce más barato, pero siguen mejorando para ser más competitivos. En este momento los costes están en los 3$ por kilo de sólidos de beneficio bruto calculado antes de la deducción de los gastos financieros.
 “La clave de la eficiencia de Nueva Zelanda en producir leche es su manejo del pasto”
Las ventajas que  tienen son: clima como el de Galicia, sobre todo en la isla sur; todo el terreno junto, con fincas de cientos de hectáreas y con la sala de ordeño en el centro de la finca; regadío con agua suficiente para regar toda la primavera y verano y parte del otoño y sin  mucho coste y están especializados en la técnica pastoril de coincidir la curva de lactación de la vaca con la curva de crecimiento de la hierba, para lo cual hacen concentración de partos. La clave de su eficiencia es el manejo del pasto. ¿Como es la ración y el manejo del ganado vacuno de leche en Nueva Zelanda a lo largo del año? No hay ración  TMR,  no hay carros mezcladores directamente, o por lo menos yo aún no los vi.  Las vacas se alimentan directamente  en los pastos y están todo año a la intemperie, por lo que no hay cuadras y el único cobertizo que hay son las salas de ordeño y para guardar los terneros. Las vacas van del pasto a la sala y de la sala el pasto. El pasto suele ser de raygrass inglés y trébol blanco, y en las épocas de invierno y final de lactación, secas y principio de lactancia pueden pastar remolacha y kell, con su cambio de minerales correcto, que se aplica en el agua de bebida.
“En las granjas ni si ensila ni se da pienso”
El manejo de los animales se basa en el rendimiento del pasto, de forma que cuanto más pasto en cantidad y calidad más sólidos por hectárea. Es decir, cuanto más pasto seamos capaces de producir más vacas podremos meter por hectárea y menos insumos consumiremos. De hecho, en las granjas ni si ensila ni se da pienso. El  silo de hierba es considerado un coste muy alto por el rendimiento que crea. En Pampas Ltd estamos con una carga ganadera de 4,2 vacas por hectárea al principio de lactación y de 3,5 cuando secamos. No se suplementa nada, ni forrajes ni pienso. Las novillas se van para otra granja donde se llevan con 1 mes y se traen con un mes antes del parto, dos años después aproximadamente. ¿Qué razas emplean y que destacarías de las mismas? Las razas más empleadas son las Kiwicross y las Frisonas Nezelandesas y Jersey. Todo el semen es seleccionado en LIC,  una cooperativa de más de 11000 socios y donde cuentan con un centro de testaje de los toros y hacen el control lechero entre otras cosas.
 “Las kiwicross son máquinas de transformar hierba en sólidos”
En todo caso, la raza más utilizada, con cerca del 70% de la cabaña ganadera, es la kiwicross. Estas son vacas de poco tamaño y peso (con 450 kg ya es una vaca muy grande) que tienen muy buena movilidad, con una capacidad de ingesta de no más de 17 kg de materia seca, y que destacan por las buenas patas, por el alta fertilidad, empreñan fácil y también paren sin problemas, y porque producen leche con altos sólidos. Las kiwicross son máquinas de transformar hierba en sólidos. En cuanto a la frisona neozelandesa, ya es una vaca más grande y más lenta, con un peso de 550 kg, y da algo más de leche pero menos sólidos que la kiwicross y da algo más de problemas en estos sistemas extensivos, por lo que cada vez es menos utilizada en Nueva Zelanda. El numero de partos por vaca es bajo, unos 3,5, y se descartan muchos animales por problemas de patas, así como los animales viejos, lentos andando o ordeñando o por no empreñar. Los animales ineficientes se van eliminando según se va reduciendo el pasto. La producción media de leche por vaca y lactación anda cerca de los 5000 litros de leche, con 400 kg de sólidos por vaca. La gente dice que el sistema extensivo da más calidad de vida a las vacas, y por el contrario duran más, pero eso merecería un debate sobre que sistema da más bienestar a las vacas. ¿Es un factor limitante el acceso a la tierra en Nueva Zelanda? La tierra siempre es un factor limitante, y en este país más porque ganaderos, agricultores y viticultores compiten entre ellos por acceder a la base territorial. Pero los mejores posicionados son los ganaderos, porque cuando tienes una finca de 500 hectáreas para hacer pasto es muy difícil crecer debido a las características técnicas, pues las vacas pueden caminar un número limitado de km al día. Los precios de la tierra arable se mueven cerca de los 50000 $ Nz por hectárea,  pero  depende en que sitio y si es con regadío o sin él. Normalmente las operaciones de compra o de alquiler son de granjas enteras o propiedades. Un elemento importante es que la tierra en este país no se puede dividir, lleva así desde que llegaron los primeros colonos británicos. ¿Qué cambios está habiendo en el sector? Está habiendo un cambio donde se están consolidando aquellos empresarios ganaderos, gente joven con alta capacidad de gestión, que manejan sus empresas de producción de leche con costes cada vez más bajos, con  bajo nivel de endeudamiento y con una alta producción de sólidos por hectárea, porque saben que es la única manera de manejar la volatilidad de los precios. ¿Cómo manejan las praderas los ganaderos neozelandeses? Las especies que se siembran en praderas normalmente dependen de las zonas, pero suele ser una mezcla entre raygrases ingleses  en sus variedades de tetraploides o diploides, donde pueden ser muy precoces hasta muy tardías. Siempre se toma como testimonio el Nui como valor cero. Así, si una variedad espiga 21 días antes que el Nui es considerada  muy precoz, y si tarda  22 días después es considerada tardía. También siembran en la mezcla tréboles blancos de hoja ancha mediana o pequeña, y tréboles rojos. En la mezcla también incluyen festucas y Kikuyo -un raygrás tropical- y también Cocksfoot, conocido en Galicia como la pata de gallina.
 “Las praderas llegan a producir 17 toneladas de  materia seca por hectárea y con una calidad superior a 1,06 UFL”
Las ganaderías que hacen un buen manejo del pasto y con regadío están siempre por encima de las 17 toneladas de  materia seca por hectárea y con una calidad superior a 1,06 UFL. El suelo tiene una capa de 15 centímetros y a veces menos de cobertura vegetal o arable. Son suelos de textura muy arenosa, con muy poca materia orgánica y por debajo hay piedra y cantos rodados. El PH esta siempre entorno al 6. Se hace un solo abonado de fósforo y potasa al año. Las dosis son muy variables por finca, siempre dependiendo de las  analíticas de tierra y de lo que permita la legislación.  En el tema  del nitrógeno estamos limitados  a 220 unidades de nitrógeno por hectárea al año.  Lo ideal es que el pasto tenga entre 1 y 1,5 kilo de N al día para el crecimiento de la hierba. La pradera se renueva únicamente cuando no rinde las toneladas esperadas. Por el contrario, ¿En que aspectos consideras que habría que mejorar o que debilidades detectas en el sector en Nueva Zelanda? Todo es mejorable pero para mí la prioridad más importante es que con un mejor manejo de los animales mejoraríamos la cantidad de sólidos producidos por vaca e incluso su vida productiva. Creo que se centran mucho en el pasto y la vaca la dejan un poco de lado, ¿Cuáles son las principales preocupaciones de los ganaderos neozelandeses en este momento? Las preocupaciones más grandes de un ganadero son los efectos que crean sobre el medio ambiente y la preocupación de como son producidos sus productos. También tienen temor por las tecnologías disruptivas (leches de soja,  coco, avena, yogures sin leche, etc) y les preocupa la falta de mano de obra, de forma que cada vez más tienen que recurrir a gente de otros países. ¿Son atractivas las condiciones laborales en cuanto a salario y horarios? Los salarios son muy competitivos y las condiciones son muy buenas. El salario básico está en los 1800 euros al mes para personal en proceso de entrenamiento. Los sueldos de los managers son muy altos, dependen de la productividad, pero como mínimo están en los 4800 euros, fuera de impuestos. Los salarios son altos, pero la exigencia también es muy elevada.

Así es la granja en la que trabaja Fernando:

¿Está entrando la robótica con fuerza en el sector, también en el ordeño? Siempre es atractivo para el ganadero el ordeño robotizado, como no, pues a priori piensa en las múltiples ventajas del robot. El problema es que de momento no hay robots que traigan las vacas del pasto al robot de ordeño. Pero sí que alguno se está instalando, de hecho aquí del lado hay una granja que tiene 24 robots. Pero la opción que más está gustando son las salas rotativas robotizadas. ¿Quién le ofrece asesoramiento a los ganaderos? Cada granja puede tener consultores o servicios veterinarios privados. Pero normalmente varias granjas contratan en conjunto especialistas en determinadas áreas  para que les ayuden a ser  más productivas y sólo trabajan para esas granjas.
“El asesoramiento de las granjas es independiente, lo hace Dairy Nz, y es pagado por los ganaderos”
Pero el asesoramiento normalmente procede de Dairy Nz, una organización independiente sin fines de lucro y sin intereses comerciales, que está dedicada a investigar y desarrollar herramientas de extensión. Esta organización  está financiada por las granjas con 0.036$ NZ por kilo de sólidos vendidos. Hacen actividades como centros de discusión de grupos de granjas o dan clases para los empleados que trabajan en las granjas, u ofrecen masters junto a la Universidad de Hamilton. Es todo uno circulo aprendizaje continuo. ¿Hay relevo generacional en las ganaderías? No porque aquí comprar y vender granjas o arrendarlas es normal. Los que se dedican a producir leche normalmente son particulares o empresas que compran las propiedades o las alquilan y ponen a trabajar a otras personas. Cada vez hay menos tradición de ser ganadero y lo que hay más son propietarios de unos determinados recursos que son explotados total o parcialmente por otra persona o empresa mediante un contrato. A esto se le llama Sharemilker o también Contractmilker.
“La percepción de la sociedad neozelandesa es que sin sector lácteo no hay país”
La percepción de la sociedad es que sin sector lácteo no hay país, porque crea riqueza económica, paisajística, cultural,  medioambiental, y turística. Saben que sus productos son vendidos en el mundo entero con la percepción de que provienen de un medio ambiente limpio y verde, 100% pure New Zeland Con la perspectiva que te da haber trabajado en ganaderías de vacuno de leche de varios países ¿Cómo ves la situación del sector lácteo gallego? ¿Cómo podemos ser competitivos? Primero decir que los ganaderos gallegos y la gente que trabaja con ellos son realmente mis ídolos, porque lo que ocurre en Galicia si pasa en otro lado no había sector, estoy totalmente seguro. La única ventaja y la más importante que tienen en este mercado tan agresivo y competitivo es su tenacidad y actitud por mejorar. Son los mejores con diferencia.
“Los ganaderos gallegos como ganaderos son supercompetitivos, con los recursos que tienen hacen cosas increíbles”
Los ganaderos gallegos como ganaderos son supercompetitivos, con los recursos que tienen hacen cosas increíbles. Los que son unos incompetentes e ineficientes son la administración, con políticas nulas y sin ideas para mejorar el sector lácteo. Los segundos culpables son los sindicatos que llevan influyendo en el sector para sacar su beneficio y nunca el de los ganaderos.  En tercer lugar coloco a las cooperativas que siguen siendo los nidos de los nuevos caciques que ahora se agrupan para hacer oligopolios de venta de pienso, pero no piensan en mejorar las políticas de  ventas, de creación de nuevos productos y en la búsqueda de nuevos mercados.
“El problema principal del sector gallego es que no hay un plan estratégico”
En cuarto lugar está la industria que está en su paraíso: manejan 7 millones de toneladas de leche en toda España sabiendo que se consumen 9 millones de toneladas y, claro, les llega con meterla en un brick y ya ganan suficiente. El problema real del sector es que no hay un plan estratégico que una las diferentes partes del sector y se vaya en una dirección.  Suiza lo tiene,  Irlanda, Holanda, Alemania,  Canadá, USA, Italia, Reino Unido, Arabia Saudí, Nueva Zelanda....etc lo tienen. La mejor herramienta para ser más eficiente es saber que tienes apoyo y que tu leche va a ser vendida en el mercado con productos de alto valor añadido. Si esto no va unido a los resultados técnicos de una explotación, las granjas acabarán por ir desapareciendo, poco a poco. Por muy buen granjero que seas, porque estos países que nombré van a por todas y sin piedad. Mirad para Irlanda por ejemplo. ¿Qué planes tienes para los próximos años a nivel laboral? Intentar aprender lo máximo posible de este sector. El futuro y lo que pasará no lo sé. ¿Algo más que quieras añadir? Suelo decir que el sector lácteo en Nueva Zelanda es un conjunto de escalones muy bien unidos para lograr un objetivo común, no solo para el sector, sino para toda la sociedad neozelandesa. FONTERRA no solo vende productos lácteos, sino que vende sensaciones: sostenibilidad, medio ambiente, paisajes, vacas felices...etc. Es una marca reconocida mundialmente, hacen marca, hacen país, se diferencian.

El vacuno de leche de Nueva Zelanda en fotos: