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El ayuntamiento lucense de A Pobra do Brollón albergará un campo de ensayo de olivos

La Xunta impulsará la creación de un campo de ensayo de colección de ecotipos de olivos, fomentará la caracterización agronómica de este cultivo en Galicia y promoverá estudios comparativos sobre su productividad. Lo hará dentro del proyecto "Impulso del olivo en Galicia" que promueve la Consellería de Medio Rural a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria. Precisamente, el director de esta Agencia, José Luis Cabarcos, asistió ayer en la localidad luguesa de A Pobra do Brollón a la presentación de esta iniciativa, dentro de una jornada sectorial en la que participaron artesanos, industrias, cooperativas y asociaciones relacionadas con el aceite en la comunidad. La presentación del proyecto sobre el olivo corrió a cargo de su investigador principal, Manuel Riveiro, experto del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM). El objetivo principal de esta iniciativa es potenciar estas producciones y evaluar su ventaja competitiva. Para eso, se trabaja en un campo de ensayo con hasta 25 variedades de olivo, entre ellas 17 autóctonas, en las que destacan la mansay la brava gallegas. Se trata de evaluar las oportunidades que ofrece este producto, tanto desde el punto de vista de su condición de elemento de calidad clave en la alimentación como por su capacidad de generar riqueza en el territorio. Asimismo, se busca obtener datos de producción media, precocidad, sensibilidad de plagas y enfermedades, entre otros, además de estudiar los rendimientos en la producción de aceite, la caracterización de ácidos grasos y la valoración organoléptica de los aceites obtenidos. En esta jornada participaron también varios artesanos del aceite que cuentan con la correspondiente certificación en Artesanía Alimentaria que gestiona la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria. Esta entidad, adscrita a Medio Rural, ya aprobó la norma técnica del aceite y certificó varios elaboradores de este producto. La iniciativa presentada hoy por la Xunta se desarrolla en paralelo a otra mucho más avanzada: La que realizan la Misión Biológica de Galicia, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Fundación Juana de Vega (FJDV), que llevan seis años trabajando en la recuperación, descripción y recolección de variedades autóctonas de olivos gallegos.
Libro sobre la historia del producto
 
La evolución histórica de este producto y su impacto en el territorio es el objeto del libro "Del olivo a la mesa" editado por la Xunta y que también fue presentado en este foro. Esta obra repasa la historia de la producción de aceite en Galicia desde la época romana hasta la actualidad, pasando por el esplendor de la Edad Media hasta el declive de este cultivo y su posterior recuperación en tiempos más recientes.
 
La autoría del libro corresponde a las expertas Mercedes Vázquez Bartomeu y Pilar Rodríguez Suárez. El trabajo está ilustrado con multitud de fotografías, así como de mapas y gráficos centrados en este cultivo, su distribución por la geografía gallega y su evolución histórica.

Se constituye la primera cooperativa olivarera gallega

El Consejo Rector de PROLIGAL, la recién constituida cooperativa olivarera de Galicia, culminó este jueves, con la rúbrica notarial, el proceso de su conformación como entidad de carácter gallego para la promoción, estudio, conservación y dinamización de la olivicultura gallega y con presencia activa en las cuatro provincias gallegas. Xoán Couto, María José Salgado, José Antonio García, María del Mar Pantín, Rebeca González, Carmen Lage y José Pérez son las personas que conforman el cuerpo rector de esta coopoerativa que inicia su andadura al amparo de la Agencia Gallega de Calidad Alimentaria (AGACAL) y la Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias (AGACA).

PROLIGAL, Productores de Olivas de Galicia

PROLIGAL nace con la vocación de servir para dinamizar un cultivo que en los últimos años constató una presencia creciente en Galicia. En este sentido, esta breve trayectoria lleva implícita la necesidad de solucionar dudas relativas a todo el proceso vinculado con la oliva, desde la adecuación de los suelos hasta el procesado para la elaboración de aceite. En este sentido, la finalidad de PROLIGAL reside en facilitar a todas sus personas asociadas un marco común, colaborativo y abierto, de intercambio de conocimientos, procesos y productos que favorezcan la potencial consolidación de un cultivo con implicaciones positivas en más sectores productivos de Galicia. Desde la manufactura de herramientas y maquinaria, consultoría y asesoramiento, trabajo agrícola, manufactura de la materia prima o la posterior comercialización, esta nueva iniciativa de dinamización quiere contribuir al desarrollo en muchos otros de los sectores socioeconómicos.

Últimos avances en la recuperación de los olivos propios de Galicia

El grupo de Viticultura, Oliveira y Rosa (Vior), perteneciente al CSIC, y financiado por la Fundación Juana de Vega continúa desarrollando el proyecto sobre la caracterización de las 20 variedades autóctonas descubrimientos. Actualmente, 11 de ellas se encuentran en registro, “y tardarán en torno a dos años en pasar el proceso para su posterior comercialización”, amplía Carmen Martínez, jefa del grupo de investigación. En paralelo, Vior puso en marcha dos parcelas experimentales, en campo y una colección en macetas en invernadero, con una doble finalidad: “tenemos ejemplares de cada una de las variedades en macetas aisladas y cubiertas con una malla, para conservarlas y evitar su afección por virus, otras enfermedades, o plagas, y también en diversas parcelas de campo de diferentes zonas para ver en los próximos años su comportamiento agronómico y su evolución en diferentes escenarios”, avanza Martínez. Por lo tanto, los objetivos inmediatos que procuran para cada variedad desde el grupo de investigación son “saber cómo crecen, como es su desarrollo, registrar la época óptima de maduración del fruto, etc.”, destaca la jefa del grupo. Paralelamente, “se procederá con pequeñas elaboraciones de pocos kg de aceituna para sacar muestras de aceite de los cultivos, a través de un Olimaker; una vez se tenga una mayor producción se harán elaboraciones de mayor cantidad en almazara. En ambos casos, los aceites resultantes se someterán en distintas catas organolépticas”, explica.

Variedades y algunas características

 Hasta el momento, ‘Brava Galega’ y ‘Mansa Galega’ son las únicas dos variedades reconocidas oficialmente. A pesar de esto, “aún existen dificultades para afrontar la multiplicación, y no damos atendido a todas las peticiones que nos llegan”, por lo que “se solicitó recientemente un proyecto en la última convocatoria de Grupos Operativos de la Xunta para poner a punto el sistema de multiplicación a gran escala, mejorar el sistema clásico de estaquillado e implementar nuevos métodos como la multiplicación in vitro”, especifica Carmen Martínez. El clima gallego y el tipo de suelo en el que se cultivan las diferentes variedades representan factores diferenciadores para la producción de aceites con fruto autóctono, en comparación con otros producidos en otras zonas de España. Por el momento, al respecto, el grupo de investigación realizó estudios preliminares con ‘Brava Galega’ y ‘Mansa Galega’, donde identificaron un rendimiento graso ligeramente superior en las olivas de la variedad ‘Brava -un 17%- que en la ‘Mansa’ -un 15,80%-. En cuanto a la composición en ácidos grasos, los resultados extraídos en este estudio inicial con el método Abencor presentan cifras en los rangos esperados para aceites de oliva virgen extra, con la excepción del ácido graso monoinsaturado margaroleico del aceite monovarietal de ‘Brava Gallega’, que superó ligeramente el límite especificado para esta tipología. Por su parte, las características organolépticas diferenciadas hasta el momento para estas dos variedades, aparecen definidas en el artículo publicado en la Revista Almazaras, ‘Bases científicas para la creación de una DOP o IXP Aceites de Galicia’, como “aceites equilibrados, con un afrutado acentuado con muchas notas verdes a hierba y con unos niveles medios de picante y amargo”. Asimismo, también están trabajando en la denominación de cada variedad. La jefa del grupo de investigación afirma que “uno de los problemas es que no hay registro alguno de nombres, como en el caso de las vides en el vino, por lo que tenemos que ‘bautizarlas’ en torno a diferentes criterios, pero siempre intentando que cualquier persona de fuera que escuche el nombre, le suene a Galicia”. Hay que tener en cuenta que “quién pone el nombre son los autores de la descripción de la variedad, pero también que está sujeto a unas normas: no se pueden poner nombres de lugares, o nombres que ya estén registrados para otras especies o incluso otros productos. No es fácil, aunque en este caso, cada nombre que pusimos tiene una historia detrás”, comenta Martínez. De este modo, utilizaron rasgos propios de la zona donde se encontraron para denominar algunas de ellas, como ‘Brétema’, ‘Carapucho’, ‘Amoreira’, ‘Folgueira’, ou ‘Hedreira’ mientras que, en otros casos, recurrieron a criterios de viejos botánicos del S. XIX para darles nombres galleguizados de algunos de los investigadores y colaboradores del proyecto, como ‘Santiagueira’, ‘Carmeliña’, ‘Maruxiña’, ‘Susiña’ o ‘Xoana’ por la Fundación Juana de Vega. Actualmente, de estas últimas variedades existe un artículo de investigación sobre un estudio con caracterizaciones a nivel molecular y botánico, donde también se hace referencia la ‘Brava’ y ‘Mansa’. En ellos se muestra mediciones en torno a varias partes, como la hoja o diferentes partes del fruto. Alguna de las conclusiones que destaca el estudio es que, a pesar de las diferencias de tamaño entre ambas partes, su forma se mantiene constante. Esta imagen sacada de un estudio del grupo de investigación representa las similitudes en forma del fruto.  

Localizaciones   

Aunque todas estas variedades de olivo se encuentran dentro de Galicia, existen algunas de ellas con predominancia en ciertas zonas concretas, mientras que otras aparecen en toda Galicia. En un primero momento, el grupo de investigación liderado por Carmen Martínez actuó sobre partes del territorio que se adecuaban a estos cultivos, o de las cuales existían referencias del cultivo olivarero. La zona limítrofe con Portugal, Ourense, o las partes sur y norte de las provincias de A Coruña o Pontevedra se sitúan entre las que existía una mayor presencia. Imagen de las diferentes zonas de estudio En municipios como Sergude, Lestedo o Boqueixón -sur de A Coruña-, o Campo Lameiro y Cotobade -provincia de Pontevedra-, la mayoría de los ejemplares centenarios localizados pertenecen a la variedad ‘Brétema’, mientras que en la comarca de Vigo, por ejemplo, se corresponde más con la variedad ‘Mansa Galega’. Sin embargo, en el sur de la provincia de Lugo -en municipios como Quiroga o Ribas de Sil- predomina ‘Brava Galega’, ‘Folgueira’ y ‘Carmeliña’. Del mismo modo, la variedad ‘Xoana’, de nuevo junto a ‘Brava’ ocupan especialmente el noroeste de la provincia de Ourense.

Jornada sobre «Manejo del cultivo del olivo en Galicia»

El Servicio de Explotaciones Agrarias de Ourense, dependiente de la Consellería de Medio Rural, organiza par el jueves 25 de noviembre, una jornada sobre "Manejo del cultivo deL olivo en Galicia". La formación se impartirá en horario de 15:30 a 20:30 h, en el ISSGA de Ourense (Rúa de Villaamil y Castro, s/n, Ourense). En los últimos años se produjo un incremento de la superficie de olivo en Galicia. En este sentido, esta jornada tiene como objetivo dar información a los agricultores y técnicos sobre el cultivo del olivo, especialmente en lo relativo a las técnicas de cultivo, elección de variedades y terrenos, principales plagas y enfermedades y el uso sostenible de productos fitosanitarios. La inscripción en la jornada es obligatoria y gratuita, mediante la presentación de una solicitud que será enviada al Servicio de Explotaciones Agrarias de Ourense a través de un Registro o enviada al correo electrónico diana.gonzalez.fermandez@xunta.gal. He aquí el programa de la jornada:

Descarga aquí la solicitud.

Esta actividad fue aprobada en el Plan de Transferencia Tecnológica para el campo gallego 2021, y cofinanciada por el FEADER en un 75%.

Jornadas formativas sobre la poda en O Barco de Valdeorras y en Verín

Los ayuntamientos ourensanos de O Barco de Valdeorras y Verín acogerán a partir de la próxima semana sendos cursos de poda organizados por la Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal). En ambos cursos tratarán cuestiones claves para la gestión y poda de castaños, aunque en el caso de la formación de O Barco también se abordarán otras plantaciones como el olivo o los viñedos.

En concreto, la acción de O Barco de Valdeorras comenzará el lunes 15 y se prolongará hasta el 25 de noviembre. La formación tendrá lugar en la Casa Grande de Viloira, a lo largo de ocho jornadas con un total de 30 horas lectivas. El personal de la Oficina Agraria Comarcal de la localidad se encargará de impartir la formación en la que se proporcionará a los asistentes nociones generales de la poda del viñedo, del olivo y del castaño, así como del suelo. El curso también incluye prácticas de poda en campo.

En el caso de Verín, se hablará de labores culturales en el soto y de la poda del castaño. El curso se celebrará el martes 16 y el miércoles 17 con un total de ocho horas. Tendrá lugar en el Centro de desarrollo cooperativo de Pazos, en horario de tarde. Esta acción será impartida por la Oficina Agraria Comarcal de A Gudiña, que busca transmitir conocimientos sobre un buen manejo del soto, desde los trabajos previos a la plantación a su mantenimiento a lo largo de todo el año, incluidas las técnicas de poda, de las que también habrá prácticas demostrativas.

Estas iniciativas están dirigidas en general a personas vinculadas profesionalmente con la agricultura, la ganadería, la industria agroalimentaria y el sector forestal o con expectativas de incorporación, en especial a gente joven del rural gallego. Las personas interesadas podrán anotarse en ellas cubriendo las solicitudes disponibles en el apartado de formación de la web de Medio Rural. En el caso de O Barco, la inscripción deberán remitirla cubierta a la dirección electrónica oac.seca.obarco@xunta.gal y podrán consultar cualquier duda llamando al teléfono 988 788 944. En lo que se refiere a la acción de Verín, el correo de referencia es el oac.seca.agudina@xunta.es y el teléfono el 988 788 816.

Curso sobre cultivo del olivo en ecológico en Galicia

La Consellería de  Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal), organiza este fin de semana en el ayuntamiento ourensano de Vilamarín un curso de olivicultura ecológica. Previsto desde el sábado 2 de octubre al domingo 3 en el Pazo do Rego, el departamento de Protección de la Calidad Diferenciada de la Agacal será el encargado de impartirlo en horario de mañana y tarde, con un total de 20 horas lectivas. El objetivo de la iniciativa es dotar de recursos a los olivicultores que quieran desarrollar su actividad en la agricultura ecológica. Así, los contenidos arrancarán con una introducción sobre este modo de producción para seguir tratando las plagas y enfermedades que afectan a los olivos, así como los métodos ecológicos para combatirlas. Seguidamente se hablará de la nutrición ecológica a base de compost, fertilizante en verde y de fertilizantes ecológicos radiculares y foliares. Por último, se abordará el control ecológico de malas hierbas. Cuanto a los participantes, la acción están dirigida en general a personas vinculadas profesionalmente con la agricultura, la ganadería, la industria agroalimentaria y el sector forestal o con expectativas de incorporación, en especial  jóvenes del rural gallego. Para inscribirse se puede descargar la solicitud en este enlace y remitirla cubierta a la dirección electrónica ramon.jesus.lamelo.otero@xunta.gal. Los interesados en obtener información adicional pueden llamar al teléfono 981540282.

La Xunta organiza un curso de márketing y comercialización de aceite de oliva virgen extra

La Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal), organiza este próximo fin de semana en el ayuntamiento ourensano de Vilamarín un curso de marketing y comercialización de aceite de oliva virgen extra. Tendrá lugar en el pazo de O Rego en horario de mañana y tarde. Esta acción, en la que también participan la Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia, tendrá una duración de ocho horas y estará impartida por el jienense Ramón Pulgar, experto en en el sector de la oleicultura. Entre los temas a tratar está la gestión de empresas oleícolas, el marketing estratégico y operativo en AOVE, estrategias de ventas, normativa y la comunicación y gestión de redes. La finalidad del curso es facilitarle herramientas a los profesionales de este sector que les permitan mejorar la difusión y comercialización de sus aceites como producto gallego emergente. Los asistentes serán, principalmente, productores y elaboradores de toda Galicia que comercializan aceite de origen virgen extra. Así, a día de hoy en Galicia hay alrededor de 164 hectáreas plantadas con un total de 180.000 olivos, por lo que se trata de un sector emergente en la Comunidad. Este curso está integrado en el Plan de formación al campo gallego 2020, cuyo principal objetivo es impulsar el desarrollo de actividades formativas, de demostración e información que desarrolla la Consellería de Medio Rural. Con estas acciones, se pretende contribuir a que los conocimientos lleguen a sus últimos destinatarios: agricultores, ganaderos, silvicultores o representantes de la industria agroalimentaria.

¿Qué le aporta la inteligencia artificial a la agricultura?

Maquinaria cada vez más autónoma, programas que ofrecen información relevante para mejorar la productividad de los cultivos, modelos que proporcionan predicciones determinantes para garantizar la cosecha, son ejemplos de cómo la inteligencia artificial está al orden del día en la agricultura. Algunos de estos casos en los que la inteligencia artificial ha proporcionado respuestas efectivas en el campo se han abordado durante un reciente encuentro digital coordinado por la firma Hispatec Analytics, experta en la gestión de datos. Este encuentro se organizó como preludio del Foro para el impulso de la transformación digital del sector agroalimentario (Datagri), que este año será virtual. Expertos involucrados en proyectos de marcas comerciales como John Deere o del consorcio de centros de investigación Cgiar han mostrado en detalle las mejoras que la inteligencia artificial ofrece. Conocemos dos casos concretos.

Reducir el riesgo de deriva en la aplicación de fitosanitarios

“Hoy en día el agricultor está sometido a producir más con menos recursos y la digitalización es la respuesta a este reto”, explica Federico Pérez, director general de la firma Pulverizadores Fede, que en 2018 firmó un acuerdo global con John Deere para implementar y distribuir los equipos de pulverizado para cultivos leñosos de alto valor, entre los que se encuentran los viñedos, los cítricos o los olivos. En el campo de la aplicación de productos fitosanitarios, la inteligencia artificial ha permitido avances como un substancioso ahorro de costes con la identificación de las malas hierbas por la máquina. “Detectar las malas hierbas posibilita un ahorro en herbicidas de entre el 70 y el 90%, además de poder realizarse ya a una velocidad media de 20 kilómetros por hora”, detalla Pérez. Aunque el 80% de la maquinaria agrícola se centra en cultivos extensivos, el avance de la inteligencia artificial en maquinarias destinadas para cultivos leñosos como el viñedo también está avanzando de forma notable en los últimos años. Uno de los ejemplos en este campo es el equipo pulverizador autónomo H3O, que incorpora la inteligencia artificial para atajar la deriva, las pérdidas de producto que no llega a la planta sino que se pierde diseminado en el ambiente y que pueden suponer el 50% del producto. Se estima que las pérdidas por la deriva suponen de media entre 30.000 y 50.000 euros para los agricultores cuyo gasto medio se sitúa próximo entre los 60.000 y los 100.000 euros.
Consiguieron reducir en un 50% la deriva al adaptar la pulverización al árbol y a las condiciones meteorológicas
En este sistema, la inteligencia artificial le ha permitido ajustar los atomizadores que pulverizan el producto de manera que se adapten al árbol y a su estado para reducir las pérdidas. Así, la máquina reconoce no solo la planta sino las diferentes partes como la copa y el tronco para ajustar su aplicación. “Los algoritmos nos permiten saber la cantidad de aire y caldo necesario para aplicar el tratamiento de forma optimizada para cada árbol”, detalla Pérez. Esta tecnología posibilitó reducir en un 50% la deriva, según ha confirmado un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia). “En algunas fincas, los agricultores han comenzado a reducir entre un 10 y un 15% la cantidad de químicos”, concretan desde Pulverizadores Fede. Además, la empresa estima en un año el plazo de retorno de la inversión de estos equipos. Plazo de amortización de la maquinaria en función del tipo de cultivo.

¿Agricultura sin agricultores?

Ante el avance de las soluciones de maquinaria cada vez más autónoma que la inteligencia artificial está proporcionando surge la pregunta de si caminamos hacia una agricultura donde el papel del agricultor quede reducido al mínimo o llegue a eliminarse. Enrique Serrano director general de la firma española Tinámica, especializada en el análisis de Big Data e inteligencia artificial, lo tiene claro: “Claramente no. Todas estas herramientas son un complemento. No pueden substituir a la inteligencia humana, al sentido común y a la capacidad de contextualizar del ser humano, ya que trabajan de una manera estanca”, aclara. “No se debe caer en la trampa de que esta tecnología sustituirá al conocimiento de los agricultores, sino que estas herramientas lo complementan”, reivindica el ingeniero agrónomo Daniel Jiménez. Una opinión similar maneja Federico Pérez, que valora el aprovechamiento de la inteligencia artificial como un paso evolutivo más hacia una agricultura con menos puestos de trabajo, pero más cualificados.

Incrementar la productividad del maíz pese a las adversidades meteorológicas

En la región de Córdoba, en el norte de Colombia, los agricultores deben hacer frente a importantes inundaciones que vienen seguidas de campañas con sequías extremas, que dejan en el campo pérdidas millonarias. Ante esta situación, el gobierno colombiano, el Cgiar, consorcio de centros de investigación para incrementar la seguridad alimentaria; así como asociaciones de productores locales han sumado esfuerzos en los últimos años para incrementar la productividad de cultivos básicos como el maíz. Uno de los expertos que ha participado en este proyecto ha sido el ingeniero agrónomo Daniel Jiménez, que lleva 15 años aplicando la inteligencia artificial en cultivos tropicales en países en vías de desarrollo. Los datos proporcionados por los agricultores y técnicos en Colombia fueron fundamentales para los resultados del proyecto. “Nuestro objetivo era lograr patrones y modelos explicativos que nos ayudasen a mejorar las técnicas de cultivo y no tanto predictivos”, detalla Jiménez. Con esta premisa comenzaron a recopilar datos sobre el suelo, la siembra de la cosecha, el manejo del cultivo o el clima. Al principio tuvieron acceso a los datos de unas 400 fincas de cultivo que pronto se transformaron en 1.000 y que en la actualidad alcanzan las 5.000.
“En una agricultura que cada vez busca ser más sostenible, estas herramientas nos permiten averiguar cómo reducir la contaminación y los costes de producción”: Daniel Jiménez, ingeniero agrónomo
En estos modelos, disponer de datos que aporten información es una de las tareas fundamentales para lograr extraer conclusiones, donde el relleno de datos que faltan, la eliminación y concreción de la información centra casi el 80% del trabajo. “Una vez tenemos las bases de datos organizadas, pasamos a analizarlos para saber cómo esta información se puede volver en algo útil para el agricultor”, explica. Más allá del análisis de los datos, la aplicación de métricas sobre estas variables les permitió extraer recomendaciones que se fuesen de utilidad para incrementar la producción. En concreto, consiguieron un ajuste en parámetros como el aporte de fósforo y la densidad de plantas, que fue determinante para los cultivos. Los datos les indicaron que en estas plantaciones se estaban llegando a aplicar unos 40 kilos de fósforo por hectárea, mientras que las métricas determinaron que lo ideal sería un aporte de 15 kilos por hectárea para optimizar la producción y ahorrar costes. En cuanto a la densidad de plantas, el análisis determinó que lograr entre 60.000 y 75.000 plantas por hectárea permitiría ajustar la producción y optimizarla. “En una agricultura que cada vez busca ser más sostenible ambientalmente estas herramientas nos permiten averiguar cómo reducir la contaminación y los costes de producción”, reivindica el experto.
Consiguieron un incremento de la producción del 20%, pese a los vendavales y las inundaciones
Los modelos explicativos proporcionaron información más en detalle que permitió elaborar recomendaciones, pero Jiménez destaca que en todo este proceso es fundamental la aportación humana de los conocimientos de los agricultores, que los han ido adquiriendo a lo largo de los años de experiencia. “El modelo nos permite saber la cantidad exacta de fósforo y la densidad más adecuada, pero ambos se sustentan ya en las sospechas que tenían los agricultores. Estos modelos nos permitieron afinar y concretar más”, explica. Con estos cambios lograron un incremento de la producción del 20%, pese a los vendavales y las inundaciones que sufren en el país. En condiciones climáticas más favorables la optimización permitiría incluso un incremento de la producción del 40%, según concretó Jiménez. La diferencia entre aplicar estas recomendaciones supuso incrementar los rendimientos hasta 2,5 toneladas por hectárea, lo que se traduce en un aumento de supone 5 millones de dólares para la región. Rendimientos del cultivo del maíz en función de la implementación que hicieran de las recomendaciones proporcionadas.

Aceite de Quiroga, una producción asentada en la calidad

Los olivos son parte del paisaje del ayuntamiento lucense de Quiroga desde tiempos pasados. "Ni los intentos de los Reis Católicos por limitar la producción de aceite en esta tierra consiguieron acabar con ellas", reivindica Julio Álvarez, alcalde del municipio y uno de los principales impulsores de la recuperación del olivo y de la producción de aceite de Quiroga. Aunque lo poder Real no había conseguido acabar con ellas, el aprovechamiento de las que quedaron había ido quedando relegado con la emigración de los años 50 y 60 y también los incendios forestales de los años 90 mermar mucho el número de olivos. El interés por recuperar los olivos comenzó hay más de 30 años de la mano de vecinos y del Ayuntamiento que impulsaron plantaciones y la puesta en funcionamiento y rehabilitación de molinos de aceite que habían ido quedando en desuso.
Hay más de 30 años comenzaron las repoblaciones de olivos y la recuperación de molinos de aceite
Hoy la producción de aceite del municipio se sitúa alrededor de los 40.000 litros, aunque sólo unos 20.000 litros se comercializarán, mientras que el resto se destina para autoconsumo. "Aquí todos los vecinos tienen olivos, ya sean para la comercialización del aceite o para autoconsumo", explica el alcalde. Tras años de trabajo cuentan con una marca propia del municipio, para comercializar un aceite vinculado a la calidad, que ya reconocieron diferentes entidades y que lo sitúa en la élite mundial. Ahora están pendientes de conseguir la Denominación de Origen por parte de Europa.

Entre los mejores aceites

El año pasado la Universidad de Córdoba, con uno de los laboratorios de mayor prestigio a nivel internacional, certificaba la calidad del aceite de Quiroga por sus propiedades químicas. "Los análisis refrendaron la calidad de nuestro aceite situándolo entre los 5 mejores del mundo", indica Julio. La elevada cantidad de polifenois, componentes antioxidantes y beneficiosos para la salud, fueron los responsables de esta clasificación.
El aceite de Quiroga se sitúa entre los mejores del mundo por la cantidad de antioxidantes que contiene
Además, los productores están consiguiendo que sus aceites tengan una acidez más próxima las exigencias del mercado para los aceites de calidad. La selección de las olivas, descartando las que se encuentran en el suelo, y recolectándoas en el punto de envero, cuando se encuentran en el paso del color verde a la negra fueron algunos de los cambios que se introdujeron y que ayudaron a producir aceites de mejor calidad. "Ahora ya las procesamos sin dejarlas almacenadas y eso también ayudó a reducir la acidez", explica Manuel Mondelo, uno de los productores más importantes de la zona y que cuenta con un molino de aceite propio donde elabora unos 2.000 litros de Aceiroga, un aceite elaborado en exclusiva con las olivas que cogida. Sus aceites tienen una acidez de entre 0,2 y 0,3 % frente a valores del 2% que eran los que se obtenían con los molinos tradicionales y con los procedimientos de selección antiguos.

Olivos autóctonos

Una de las claves para de la calidad del aceite que se logra en Quiroga son las variedades de olivos autóctonos que predominan en esta zona: la brava y la dócil. Las variedades fueron identificadas y catalogadas por el grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que trabaja en el inventariado de otras variedades autóctonas de Galicia, también con presencia en esta zona.
En el municipio se contabilizan más de 19.000 olivos
Los últimos datos que manejan desde el Ayuntamiento del inventariado de árboles contempla que en el municipio se contabilizan unos 19.000 olivos. Sin embargo, esa cifra es del 2018 y estiman que en la actualidad sea superior. "En los últimos años estuvieron haciéndose plantaciones de olivos por lo que ahora tenemos más olivos, aunque no todas en producción", indica el alcalde. Manuel es uno de los productores que está realizando plantaciones. Los primeros olivos las plantó a comienzos de los años 90 y ahora está pendiente de plantar una hectárea de olivos que se sumará las 2,5 hectáreas que tiene ahora en producción. La mayor parte de los olivos de la zona son de castas autóctonas pero también cuentan con variedades de origen mediterráneo como la arbequina. "Nosotros estamos trabajando para que se opte por las variedades autóctonas y son las más abundantes",concreta Julio. "Las variedades autóctonas enraíza muy bien y se dan bien en esta zona", explica el productor. Una de las dificultades que presenta el cultivo de los olivos son los largos plazos que manejan frente a otras cogidas puesto que aunque comienzan a producir a los 5 años de plantarlas, hasta los 25 años no consiguen una producción estable. "Los olivos también requieren unos cuidados como el riego que influye después en el volumen producción y en la calidad de las olivas", comenta Manuel Mondelo. Una de las diferencias ven dada por el riego. "Antes se creía que no precisaban de riego, pero con las temperaturas que llegamos a tener aquí en verano, si se riegan la producción varía", explica. De hecho, él realiza varios riegos en los meses de julio y agosto.
"Los olivos también requieren unos cuidados como el riego que influye después en el volumen producción y en la calidad de las olivas"
En su caso los cuidados se complementan con dos tratamientos de cobre que aplica un mes y medio antes de la cosecha y trala recogida. Una vez cogidas las olivas también realiza podas para reconducir los árboles y al largo del año desbroza varias veces el terreno para tener un campo bajo los olivos. "Para eliminar las hierbas no empleo fertilizantes ni aro a tierra para evitar daños en las raíces superficiales", indica. El marco de plantación es otro de los condicionantes para la producción de los olivos. "Hay ejemplares antiguos que están aislados y que pueden tener una producción de entre 60 y 100 kilos de olivas, pero no es el habitual en las plantaciones", comenta. En sus plantaciones establece un marco de plantación de 6x6 metros que le permite obtener una producción de entre 20 y 30 kilos por olivo dependiendo de factores como la meteorología o la edad de los árboles.

Competencia y diferenciación

La diferenciación del aceite de Quiroga es una de las reivindicaciones por las que llevan años trabajando los productores de la zona. En el 2015, en el Ayuntamiento registraron la marca Aceite de Quiroga, que identifica en una contraetiqueta a los productores de la zona que además cuentan con unas exigencias de calidad en la producción. Hoy en día, 6 comercializadoras disponen del distintivo aunque el número de pequeños productores que elaboran aceite en la zona puede situarse alrededor de los 400. ?En Quiroga elaboramos un aceite de calidad bajo unos parámetros de control lo que hace que tengamos un aceite singular?, reivindica el alcalde. En estos años ya tuvieron varios casos en los que productores de otras zonas intentaron comercializar sus aceites como se fueran los del municipio lugués. "Incluso hubo un productor de Sevilla que quería registrar un nombre similar al nuestro, como Marqués de Quiroga", recuerda Julio. En esa línea trabajan desde hace años en el reconocimiento de la Denominación de Origen para sus aceites. "Ahora estamos pendientes de la resolución de Europa después de que la Xunta de ese ya lo visto bueno para el ", comenta el responsable municipal. También están valorando la catalogación de algunos de los cultivos como ecológicos puesto que ya siguen pautas respetuosas con el medio ambiente. Además, cada año Quiroga promociona las bondades de uno de sus productos en la Muestra del Aceite que se celebra en el único molino de aceite tradicional de Galicia y que fue rehabilitado por la administración local.

Curso sobre la poda en verde del olivo

La Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (Apaag) organiza una nueva jornada de formación centrada en la poda en verde en el olivo, aunque en el curso también se asesorará a los asistentes sobre buenas prácticas en las plantaciones.

La sesión formativa tendrá lugar el domingo 11 de agosto a partir de las 10:00 horas en un olivar en el ayuntamiento ourensano de San Amaro. La actividad tiene un coste de 10 euros para los asociados de la Apaag y de 50 euros para el resto de asistentes.

Esta actividad se enmarca dentro del programa anual de formación que desarrolla la asociación de productores y que incluye cursos de poda, charlas sobre el aceite gallego, buenas prácticas, catas, etc. El curso será impartido por Ramón Pulgar, experto oleícola de reconocido prestigio y buen conocedor del emergente sector olivícola en Galicia.

Para más información, las personas interesadas pueden ponerse en contacto con los organizadores en el correo: info (arroba) apag.gal o en el teléfono 692 700 034.

Jornada sobre el olivar gallego en Boborás

La Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (Apaag), organiza este jueves, 25 de abril, una nueva charla sobre el olivar gallego. En esta ocasión la sesión se impartirá en el Ayuntamiento de Boborás (Ourense) a partir de las 20.00 horas.

Esta actividad, que abordará aspectos generales sobre los cuidados del olivo en nuestro entorno, se enmarca dentro de las que a lo largo del año viene realizando la asociación. El objetivo es formar a productores y personas interesadas en el cultivo del olivo y, sobre todo, concienciar de la importancia que este sector está tomando en Galicia.

En concreto, en la sesión se abordarán temas como la plantación de olivos en el rural, el aprovechamiento de la tierra y la actividad económica que genera este sector. El encargado de impartir la charla será José Antonio García, presidente de la asociación. También contarán con la participación de un técnico en seguros para abordar la importancia de asegurar las plantaciones.

 

“Necesitábamos un distintivo para la planta ornamental gallega, muy demandada en países como Alemania”

La planta ornamental gallega acaba de estrenar su nueva marca y certificación Planta Ornamental de Galicia – Galicia Calidade , que permite diferenciar la oferta gallega en el mercado internacional. El técnico Santiago Ramos, de la Asociación de Viveristas del Noroeste (Asvinor), impulsora de la iniciativa, nos concreta qué supone contar con este distintivo y los retos que se le presentan ahora al sector. ¿Cuándo y por qué decidisteis empezar a trabajar en esta certificación de planta de Galicia? La idea de comenzar a trabajar en diferenciar la planta de Galicia surgió en un viaje a Alemania en el que tuvimos una reunión con el dueño de una cadena de centros de jardinería en Colonia que nos dijo que la planta de Galicia les estaba funcionando muy bien, pero que tenían el pequeño hándicap de que les llegaba como planta de España. Como es lógico la planta española se asocia más a una planta mediterránea, de Andalucía y Levante, ya que producen bastante más que nosotros desde Galicia, y a diferencia de la planta gallega, esa es una planta que no se adapta bien a Centroeuropa. Necesitábamos una marca o un distintivo para la planta gallega, que era la que estaban demandando, porque se adaptaba bien y funcionaba en países como Alemania, con climas continentales. De ahí surgió todo, hace ya bastantes años. Comenzamos a trabajar en ello en la asociación y buscamos ayuda para desarrollarlo, que vino a través de la Fundación Juana de Vega, que creyó en el proyecto. También contamos con colaboración de técnicos externos y de la Xunta y se creó la norma, luego registramos una marca colectiva (Planta Ornamental de Galicia, propiedad de la asociación Asvinor). Y por último, una vez que teníamos esto, solicitamos formar parte de Galicia Calidade.
“Somos los primeros que hemos fijado estas normas a nivel nacional y pocos ejemplos hay a nivel mundial”
¿Qué dificultades os habéis encontrado hasta el momento en el camino de echar a andar esta certificación? Ha sido un trabajo duro y de muchos años. Hay que tener en cuenta también que somos pioneros, somos los primeros que han fijado estas normas a nivel nacional, y pocos ejemplos hay a nivel mundial. En Europa hay unas normas de la Asociación Europea de Viverismo y en Estados Unidos tienen también definidas ya algunas normas, pero es muy poco lo que hay concretado. Llegar a tener unas normas específicas para las condiciones climáticas y la producción de Galicia nos ha llevado mucho tiempo porque la casuística de toda la producción de plantas es enorme, es prácticamente infinita. Ahora mismo nos estamos dando cuenta, una vez que hemos puesto a funcionar la marca y la certificación, que nos faltan muchas producciones por incluir o por actualizar. La norma siempre va a estar viva y se va a ir modificando para las necesidades que se vayan detectando en el mercado. ¿Qué producciones se incluyen bajo esta certificación? Tiene que ser planta producida en Galicia. La semilla o el plantel puede llegar de fuera, pero después debe pasar, dependiendo del tipo de planta, un determinado tiempo en Galicia, para aclimatarse y poder funcionar realmente como una planta hecha en Galicia. ¿Qué producciones estáis viendo que es preciso incluir en la norma y que no teníais? Estamos viendo que nos falta incluir temas concretos que nos van surgiendo, como el caso de las coníferas, que las teníamos definidas solo en cepellón y no en contenedor . Estamos incluyendo aquellas plantas que nos están demandando. Así, vamos incluyendo cada vez más planta.
“El sector se está reactivando, los viveros empiezan a producir más y a aumentar exportaciones, porque la planta de calidad se está vendiendo”
¿A qué mercados está orientada la producción de esta planta certificada? Principalmente hacia el mercado europeo, tanto Francia como Alemania, Bélgica, Holanda o el Reino Unido, son países de clima más bien continental, con un clima más duro en cuanto a tema de frío o luz. Son un poco más restrictivos que Galicia pero la planta va bastante rústica y se adapta bien, sin tener mayores problemas en estos climas. Lograr esta certificación ha sido un paso más en la modernización del sector, pero ¿cómo ha evolucionado el sector de la planta ornamental en Galicia en los últimos años? Los primeros viveros en Galicia aparecieron ya en 1900, pero es en 1990 cuando se produce un boom en el viverismo de Galicia debido a la demanda, principalmente, de la zona centro de España, Madrid y alrededores. Esa expansión tan importante se mantuvo hasta 2005-2007, con la llegada de la crisis económica, que provocó el cierre de muchos viveros en Galicia. En los últimos años, tras la crisis, los viveros volvieron otra vez a apostar por la producción y ahora estamos en la primera fase de la reactivación del viverismo. La gente está empezando a producir más, mirando para aumentar las exportaciones, ya que ahora la planta buena y de calidad se está vendiendo. ¿Cómo es esa planta de calidad que demanda el mercado? Antes de la crisis, había tal demanda de planta que, aún sin ser una planta de tanta calidad, se vendía. Pero, ahora mismo, la planta que se demanda, tanto por parte de la poca obra pública que hay como la jardinería privada son plantas de mucha calidad, plantas selectas. De los mercados exteriores piden también planta seleccionada.
“La camelia es la producción estrella en Galicia. Se están poniendo a la venta cerca de 2 millones de plantas al año”
¿Qué cantidad de planta se produce actualmente en Galicia? Es muy complicado dar una cifra al respecto, se puede ofrecer una aproximación en plantas puntuales. Por ejemplo, en la producción estrella de Galicia, la camelia, se están poniendo a la venta cerca de 2 millones de plantas al año. La producción de planta es muy variable, porque entra también la planta de temporada, como petunias o surfinias, que se hace muy rápido y se va renovando, por lo que tiene una rotación enorme tanto en los viveros de producción como en la venta. ¿Qué superficie manejan los viveristas? Ahora mismo en Galicia se está en las 700 hectáreas de producción. Dentro de la asociación tenemos viveros con 40 o 50 hectáreas, los más grandes, aunque no es lo más habitual. La media dentro del colectivo es que manejen entre 5 y 7 hectáreas. Entre nuestros 40 socios se concentra el 80% del volumen de producción de planta en Galicia. Aparte de la producción de la camelia que destacabas, ¿en qué está centrada la producción en Galicia? Sobre todo en el arbusto. Hay tres grandes grupos en la producción gallega. Por un lado el árbol ornamental, destinado, sobre todo, a mercado nacional. Luego el arbusto, que es lo que más volumen tiene, que copa el grueso de la producción, y que está más enfocado a la exportación. Por último, la planta de temporada, que tiene unos precios tan bajos que no compensan los portes, ni siquiera a nivel nacional, por lo que se centra en un mercado local y de proximidad.
“Los principales viveristas gallegos están centrados en el mercado francés y alemán”
Apuntabas que los productores están buscando también nuevos mercados, ¿hacia dónde se está mirando desde el sector? La mayor cantidad de planta se destina a un mercado nacional. Después, uno de los mejores mercados para los viveros gallegos es Francia, a pesar de la proximidad con Portugal que tenemos. En los últimos tiempos otro mercado que nos está funcionando muy bien es el mercado del Reino Unido, solo que ahora mismo con el Bréxit estamos un poco a la expectativa de lo que pasa y cómo nos puede afectar. Otros grandes consumidores son Alemania y Holanda. Los principales viveristas gallegos están centrados en ir al mercado francés y alemán.

“Hay demanda de miles de ejemplares de oliva autóctona gallega, tanto de brava como de mansa”

Al igual que se está mirando a nuevos mercados, ¿se mira también a nuevos productos, como la comercialización de las variedades de olivos autóctonos? ¿Hay interés en el sector? El tema de los olivos autóctonos surgió a raíz de un proyecto del CSIC, que consiguió el respaldo también de la Fundación Juana de Vega, para comenzar a indagar sobre las variedades que había en Galicia. Desde la fundación contactaron también con nosotros para saber si había viveros interesados en comercializarlos. Ahora mismo hay dos viveros interesados y donde se está ya produciendo planta tanto de la variedad mansa como brava, pero creo que va ir en aumento porque hay mucho interés. Personalmente recibo entre tres o cuatro llamadas semanales interesándose por los olivos. Es un cultivo que se está iniciando ahora. Tuvimos hace apenas un par de meses la primera transferencia de material para reproducción y vamos a solicitar al CSIC material en las tres fases de reproducción: la que hicimos ya sobre madera dura, la de madera verde que se hace ahora a principios de verano y semidura, que es, en teoría, la que mejor funciona, que se hace a finales de verano. Ahora mismo hay una gran cantidad de demanda de olivo. Hay miles de ejemplares de olivos autóctonos gallegos demandados, tanto de brava como de mansa. ¿Hay planta disponible para la venta de estas dos variedades de olivos? Estos dos viveros tienen en producción pero, por el momento, no están vendiendo.
“El viverismo va a cambiar hacia una producción un poco más hermética por el tema de la transmisión de plagas”
Otro de los retos de los últimos años para el sector es hacer frente a las plagas, ¿cómo os está afectando y cómo lo enfocáis? Estamos en un momento bastante crítico en cuanto a sanidad vegetal a nivel europeo, con un montón de plagas y amenazas. La legislación europea ahora mismo está siendo demasiado conservadora. En Estados Unidos llevan 100 años conviviendo con la 'Xylella fastidiosa', una de las principales amenazas tanto de los olivos como de la vid, sin mayor problema. Una vez que se detecta, se desinfecta la zona y se vuelve a plantar, mientras que aquí, a nosotros, se nos está exigiendo destruir toda la planta que pueda estar afectada en 100 metros y en 5 km estamos haciendo actuaciones fitosanitarias contra los vectores, analíticas de plantas que pueden ser susceptibles de esta plaga… Creo que hay demasiado miedo a esta enfermedad y, como a esta, a muchas otras. Ahora estamos en una fase de miedo con los positivos que se van dando tanto en Europa como a nivel nacional. El viverismo va a cambiar hacia una producción un poco más hermética por el tema de la transmisión de plagas. Desde la asociación ya estamos avanzando también en formación en materia de bioseguridad en los viveros, que es hacia lo que se va a tender cada vez más.

Curso de cultivo y poda del olivo gallego en A Estrada

La Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (APAAG), organiza un curso de cultivo y poda del olivo gallego. Será este fin de semana, 2 y 3 de marzo, en la localidad pontevedresa de A Estrada y estará impartido por Ramón Pulgar, reconocido ingeniero agrónomo y oleólogo. Esta jornada formativa se enmarca dentro de las actividades que APAAG realiza durante el año, enfocadas a sumar conocimientos en el cada vez más importante sector olivarero gallego. El curso va dirigido a personas socias y también a las que no son socias. Además, un día antes, el viernes día 1 de marzo, tendrá lugar también en A Estrada, una nueva presentación de los aceites gallegos de la APAAG. Se trata de productores asociados de la APAAG que ya van teniendo las primeras producciones de aceite y que, al igual que se hizo en enero en Ourense, se dan a conocer a través de una cata dirigida también por Ramón Pulgar.

Más información: info@apag.gal o en el teléfono 692 700034

Ourense acogerá en marzo una amplia jornada sobre «Las bondades del consumo de aceite de oliva virgen»

El cultivo del olivo se está consolidando en los últimos años como una alternativa en Galicia, especialmente a partir de variedades autóctonas. En este sentido, la Universidade de Vigo organiza el próximo 7 de marzo, jueves, una jornada divulgativa sobre "Las bondades del consumo de aceite de oliva virgen". La jornada se celebrará en el Edificio Politécnico (Facultade de Ciencias) del Campus de Ourense y está dividida en tres bloques: olivo, aceite de oliva y consumo de aceite/salud. Las ponencias correrán a cargo de grandes expertos nacionales e internacionales. Las personas interesadas en inscribirse pueden hacerlo a través de este enlace: http://xaov.webs.uvigo.es/gl/programa.php Programa: 9.15 h. Recepción de asistentes 9.45 h. Presentación de la jornada Dra. Ana Torrado Agrasar. Coordinadora del Clúster de Investigación y Transferencia Agroalimentaria del Campus del Agua (CITACA) de la Universidad de Vigo Bloque I. Olivo 10.00 h. Variedades de olivo: Catalogación, Certificación y Registro de Variedades Comerciales. Dra. Isabel Trujillo Navas, investigadora del Grupo de Recursos Genéticos y Mejora del olivo de la Universidad de Córdoba 10.30 h. Autenticidad del aceite de oliva mediante técnicas basadas en biología molecular. Contribución de la micro y nanofabricación. Dra. Marta Prado Rodríguez. Investigadora responsable del Grupo de Calidad y Seguridad Alimentaria del International Iberian Nanotechnology Laboratory (INL) de Braga (Portugal) Bloque II. Aceite de oliva virgen 11.00 h. Aroma del aceite de oliva virgen, interpretación química de la percepción sensorial. Dr. Diego Luis García González. Investigador del Grupo de Trazabilidadd y Calidad de Alimentos del Instituto de la Grasa de Sevilla 11.30 h. Compuestos fenólicos y otros compuestos bioactivos del aceite de oliva: ¿Por qué es importante cuantificarlos correctamente?. Dra. Alegría Carrasco Pancorbo. Investigadora responsable del Grupo de Control Analítico Ambiental, Bioquímico y Alimentario de la Universidad de Granada 12.00 h. Pausa café Bloque III. Salud 12.30 h. Efecto anti-tumoral de los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen extra en la línea celular humana MCF-7. Dr. Maurizio Battino . Investigador Highly Cited Researcher del Grupo de Bioenergética de la Università Politecnica delle Marche (Italia) 13.00 h. Aceite de oliva y envejecimiento. Dr. José Luis Quiles Morales . Investigador responsable del Grupo de Fisiología y Bioquímica Nutricional del Estrés Oxidativo de la Universidad de Granada 13.30 h. Papel del aceite de oliva y la dieta mediterránea, en la enfermedad cardiovascular. Ensayos clínicos. Dra. Montserrat Fitó Colomer. Investigadora responsable del Grupo de Investigación de Riesgo Cardiovascular y Nutrición en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas en Barcelona 14.00 h. Cierre oficial de la jornada