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Consejos para mejorar el tiempo que esperan las vacas en el ordeño

Víctor Manuel López, durante su intervención en las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro El veterinario Víctor Manuel López Rodríguez ofreció en las XX Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro algunos consejos prácticos para reducir las incomodidades del ganado en la sala de espera, un lugar por el que las vacas pasan al menos dos veces al día y que se puede convertir en un foco de estrés para ellas. “La sala de espera debería ser una zona de transición rápida donde las vacas permanezcan el menor tiempo posible, no un lugar donde las amontonamos a la espera de ser ordeñadas”, asegura Víctor, que en su charla, titulada La sala de espera desespera, dio una serie de recomendaciones sobre cómo manejar a las vacas en el período de tiempo que pasan desde que salen de la zona de alimentación y cubículos hasta que entran en la sala de ordeño.
La sala de espera no debería existir como un lugar donde amontonamos vacas, sino una zona de transición rápida
“La sala de espera desespera pero, ¿a quién? ¿A las vacas, a los ganaderos, a la rentabilidad de la explotación?”, se preguntó el veterinario del servicio de calidad de la leche de Seragro, que detalló que en la actividad diaria óptima de la vaca tres cuartas partes de su tiempo (unas 18 horas) debería pasarlas rumiando y descansando. “Debemos conseguir que las vacas pasen la mayor parte del día comiendo y descansando”, insistió, por lo que es contraproducente que transcurra más de una hora desde que la vaca sale de la zona de cubículos y alimentación para ir a ordeñarse hasta que vuelve. Adaptar los lotes a la capacidad de la sala de ordeño Por eso, es fundamental adaptar el tamaño de los distintos lotes a la capacidad de la sala de ordeño (número de puntos), de manera que se reduzca el tiempo de espera. “El tiempo en la sala de espera debería ser el menor posible; lo ideal sería que las vacas no echaran más de 30 minutos esperando y un cuarto de hora ordeñándose”, explica Víctor.
Lo ideal sería que las vacas no echaran más de 30 minutos en la sala de espera y 15 minutos en la sala de ordeño
El tiempo para ordeñarse debería estar entre los 10 y los 15 minutos, en función de la producción del animal, el momento de la lactación y el tipo de vaca (vacas duras con velocidad de flujo reducida, etc). Ese tiempo incluiría la entrada y salida a la sala de ordeño (la sala paralela y la rotativa son más rápidas para la entrada y salida de los animales que la tándem y la espina de pescado), el tiempo de preparación (entre minuto y minuto y medio) y el tiempo de ordeño propiamente dicho (entre 4 y 6 minutos). “Si tenemos 4 vueltas de vacas por 15 minutos de media de tiempo de ordeño son ya los 60 minutos, que sería el tiempo máximo que debería estar una vaca fuera de la zona de alimentación y descanso”, indica el veterinario de Seragro. Diseño de la sala de espera “Las salas de espera deben ser más largas que anchas, con una proporción 2 a 1 (2 metros de largo por cada uno de ancho), con entrada por la parte de atrás para que al entrar las vacas se dirijan a la sala de ordeño, que es lo que queremos”, asegura.
En las salas muy anchas las vacas se dispersan mucho, lo que no favorece el avance hacia la sala de ordeño
El espacio idóneo en una sala de espera es de 1,8 metros cuadrados por vaca. “Si tenemos muchas vacas con la cabeza erguida y con el lomo arqueado quiere decir que no respiran y no caben bien. Si eso pasa en vuestra sala de espera es que tenéis vacas de más o sitio de menos”, dijo Víctor a los ganaderos asistentes a las jornadas técnicas de vacuno de leche. Para ampliar la capacidad de la sala de espera puede cerrarse con cancillas algún pasillo de la zona de cubículos pero no se deben aprovechar espacios muertos que no sean adecuados. “Las salas de espera con recovecos hacen que constantemente tengamos que ir a buscar vacas”, dice Víctor.
El arrimador es una herramienta que hay que usar con sentido común, no es un apilador de vacas
Las entradas deben ser amplias. “Si trabajamos con lotes de entre 80 y 90 vacas nos harían falta 3 metros de anchura en la entrada a la sala de espera y con más de 100 vacas necesitaríamos 5 metros. De este modo conseguimos que entren de manera fácil y evitamos que se golpeen”, aclara.
Debemos evitar que las entradas a las salas de espera sean por los laterales, porque eso crea cierto caos
En cuanto a la pendiente del suelo de la sala de espera, Víctor asegura que “si puede ser del 0% mejor, pero como máximo del 2-3%”. “Con pendientes muy elevadas a las vacas les cuesta mucho avanzar y se acentúan los problemas podales porque cargan más peso en las patas posteriores y tienden a ponerse de lado o incluso de culo hacia sala de ordeño.
La pendiente del suelo no debe superar el 2-3% para que a las vacas no les cueste avanzar y no provocar problemas podológicos
Además en los sistemas de lavado del suelo por flushing, “cuando tenemos pendientes elevadas el agua baja muy rápido y en vez de arrastrar la basura del suelo salta por encima de ella y tenemos un lavado muy ineficaz”, asegura. Iluminación y ventilación Debido al cambio climático, el estrés calórico del ganado en los establos va a más y se debe aprovechar el momento del ordeño para bajar la temperatura corporal de los animales. “La sala de espera es un lugar perfecto para refrigerar a las vacas, porque van a pasar por ella 2 o 3 veces al día”, recuerda el veterinario de Seragro.
La sala de espera es un lugar perfecto para refrigerar a las vacas y que entren frescas y tranquilas a ordeñarse
La sala de espera debe estar bien ventilada (al estar las vacas juntas la temperatura se incrementa) y lo ideal es que cuente con sistemas de aspersores y ventiladores con los que lograr empapar de agua a las vacas evaporando su calor corporal mediante circulación de aire. Otro aspecto a tener en cuenta es el de la iluminación. “Muchas veces nos encontramos con una sala de ordeño muy bien iluminada pero al lado la sala de espera muy oscura. Eso es un problema porque estamos obligando a las vacas a un contraste lumínico al que lea cuesta mucho adaptarse y que simplemente poniendo unas luces para iluminar la sala de espera resolvemos”, indica Víctor. Ni chillar ni dar golpes Las vacas tienen buen oído, pero les molestan los ruidos fuertes, bruscos y estridentes. “A menos 10 decibelios, cuando nosotros no estamos escuchando nada, ellas ya están oyendo perfectamente, pero a partir de 70 decibelios ya se empiezan a molestar”, explica Víctor.
El nivel de ruido tolerable para una vaca estaría en los 70 decibelios, que es el ruido habitual en una sala de ordeño
“El nivel de ruido habitual que hay en una sala de ordeño se sitúa en esos 70 decibelios, por lo que cuanto más ruido metamos a mayores peor”, afirma. “Hay que evitar chillar, tanto entre nosotros como con las vacas. Hablarles a las vacas no es malo, pero nunca chillarles; hay que hablarles de manera pausada y que asocien la voz de la persona a un estímulo positivo”, dice. La utilización de música en la sala de ordeño para el veterinario de Seragro no tiene demasiada utilidad. “Las radios no deben estar a mucho volumen y si se quiere poner música que sea constante, sin altibajos que las asusten”, aclara. También recomienda evitar ruidos estructurales estridentes o chirridos molestos de los hierros, que son muy frecuentes en los establos. “Algunos de ellos se solucionan simplemente echándole un poco de aceite a las cancillas o poniendo una goma entre dos hierros y otros son ruidos neumáticos para los que hay silenciadores. Deberíamos evitar que las vacas y nosotros mismos tengamos que sufrir este tipo de ruidos en una sala”, asegura. Tampoco se deben dar golpes en los hierros para que las vacas anden. “No sirve absolutamente para nada; es algo contraproducente”, afirma. Acostumbrar a las novillas a entrar a la sala antes del parto En el momento en el que a las vacas que están esperando en la sala de espera les toca entrar a ordeñarse, hay que hacer un manejo dinámico, acompañando su entrada con movimientos en sentido contrario al que se tienen que dirigir para que avancen cuando alguna se queda parada. “No debemos estar clavados en la entrada de la sala de ordeño mirando el móvil, ni dando golpes o chillando, porque lo que haremos será asustar a las vacas”, indica Víctor. Para el manejo de las primerizas, recomienda “no dejarlas para el final del lote de ordeño”. “Las primeras veces que se ordeñan tienen miedo y tienden a irse para atrás y a quedar rezagadas, pero entrarán mejor a la sala si van por el medio de otras vacas”, dice. Aconseja también meter a las novillas antes de parir a la sala de ordeño. “Pienso que estamos haciendo un mal manejo de las terneras desde que nacen hasta que paren, porque nunca estamos con ellas . Deberíamos de gastar un poco más de tiempo en tener contacto con las novillas y llevarnos bien con ellas para evitar tener que pelear después en la sala”, asegura. Buenas rutinas de preparación de las vacas Una de las partes esenciales de un bueno ordeño pasa por establecer rutinas correctas de preparación de las vacas en las salas (limpieza de pezones, primeros chorros, etc). “Si hacemos una buena preparación y tenemos vacas tranquilas el ordeño es mucho más rápido y fácil”, dice. Además de establecer protocolos a seguir, hay que comprobar que se cumplen por parte del personal encargado de ordeñar y que son eficientes. “El objetivo es que al colocar las pezoneras empiece a caer la leche manteniendo un flujo alto y continuo hasta el final, cuando actúan los retiradores. De esta manera tendremos una vaca perfectamente ordeñada en 5-6 minutos”, calcula.
El ordeño bimodal se da más en las salas y establos en los que hay prisas
Pero si no preparamos bien a las vacas previamente o tenemos vacas estresadas, advierte, “tendremos ordeños bimodales, en los que no cae la leche o cae muy poca durante los primeros 40 o 50 segundos y el ordeño se alarga mucho más tiempo porque el flujo es menor”, describe. “A veces incluso salta el retirador porque no detecta leche, por lo que tenemos que volver a colocar las pezoneras en el modo manual y el ordeño pasa a durar 7, 8 o incluso 10 minutos”, relata. El ordeño bimodal, dice, “se da más en las salas y establos en los que hay prisas”, pero aclara que “la prisa es un concepto humano; la vaca nunca tiene prisa”. “Si acabamos provocando sobreordeño, haciéndole daño a la vaca y estropeándole el esfínter del pezón, esa vaca va a tener un recuerdo negativo para el día siguiente y va a entrar más mal a ordeñarse”, evidencia.
A la hora de ordeñar hay que tratar de ser lo más eficientes posible pero siempre respetando los tiempos de la vaca
A la hora de buscar rapidez y eficiencia, “no por tener más gente en la sala de ordeño va a ser mejor”, asegura. “Tenemos que tener las menores personas posibles pero muy preparadas. Hay que dar formación y cursos de reciclaje a los trabajadores cada 5-6 meses para refrescar ideas y corregir errores”, recomienda Víctor. Sin obstáculos ni distracciones a la salida de la sala Salida defectuosa de una sala de ordeño por un pasillo estrecho que obliga a girar 180 grados a las vacas La zona de tránsito a la salida de la sala de ordeño debe estar siempre limpia y sin obstáculos. “En la salida de la sala hay habitualmente más distracciones que en las entradas y eso ralentiza mucho los cambios. Tenemos que acompañar a las vacas en su recorrido y ver dónde y por qué se paran y tratar de corregir esos elementos”, afirma. Para favorecer el flujo de vacas, la zona de salida debe estar bien iluminada, para que las vacas no tengan miedo a salir de una zona muy luminosa, como acostumbra ser la sala de ordeño, y entrar en una zona del establo muy oscura. “Las luces no deben estar nunca enfocadas a los ojos de las vacas, porque las van a deslumbrar y va a ser peor el remedio que la enfermedad”, advierte Víctor.
El manejo de las vacas para la salida de la sala de ordeño debe ser, lo mismo que para la entrada, dinámico, pero sin molestarlas ni chillarles
En las salas en las que se comparte el pasillo de vuelta con la propia sala de espera el veterinario de Seragro es partidario de poner paneles opacos de separación para que las vacas que salen de ordeñarse y las que esperan para entrar no tengan contacto visual y no se distraigan o enreden unas con las otras. “Se debe separar con planchas opacas, pero que no sean planchas metálicas brillantes, que molestan mucho a las vacas”, indica.

“Tenemos que llevar a las vacas con tranquilidad, sin asustarlas, porque lo que no queremos es meter vacas nerviosas a la sala de ordeño”

La sala de ordeño constituye el verdadero corazón de una ganadería de leche y las salas de espera no son un elemento que se pueda disociar de la sala de ordeño, al igual que los pasillos que conducen a esta parte del establo. Todos estos elementos conforman uno todo con la sala de ordeño y deben ser considerados en conjunto con esta zona también a la hora de manejar a los animales. Por eso, es necesario actuar de una manera correcta desde el mismo momento en que levantamos a las vacas de los cubículos para conducirlas a ordeñarse. “Tenemos que llevar a las vacas con tranquilidad, sin asustarlas, porque lo que no queremos es meter vacas nerviosas a la sala de ordeño”, argumenta Víctor.
Una vaca nerviosa puede estar en ese estado de estrés entre 30 y 45 minutos y pasarle esa ansiedad a las vacas que tenga a su lado
Afirma además que “es importante saber cómo piensan las vacas, cómo reaccionan ante determinadas circunstancias, a qué le tienen miedo o cómo ven”. “Para mí uno de los mayores errores que cometemos hoy en día en los establos es pensar que las vacas son como nosotros, que piensan como nosotros y reaccionan como nosotros”, dice.
Uno de los mayores errores que cometemos hoy en día en los establos es pensar que las vacas son como nosotros y como desconocemos ese comportamiento creamos patrones de manejo completamente inadecuados
“Y eso nos llevan a construir estructuras en los establos que no favorecen en nada el comportamiento del animal o a seguir patrones de manejo completamente inadecuados, porque las vacas reaccionan ante los estímulos de una manera completamente distinta a como lo hacemos nosotros”, insiste. Las vacas: curiosas y miedosas Las vacas son animales herbívoros presa de depredadores carnívoros. Eso hace que estén en todo momento alerta vigilando su entorno ante posibles ataques, lo que las convierte en curiosas y miedosas por naturaleza. “Cualquier elemento nuevo que haya en el establo, o por ejemplo si hay un plástico volando, enseguida irán a mirar qué pasa”, describe Víctor.
El cerebro de la vaca no es capaz de hilar una idea con otra hasta llegar a una conclusión; tiene sobre todo memoria fotográfica
En cuanto a la capacidad cognitiva, el cerebro de la vaca es poco evolucionado y no es capaz de enlazar unas ideas con otras. “Tienen una memoria más bien fotográfica con la que relacionan los distintos espacios con actividades diferentes, es decir, aquí como, aquí bebo, aquí descanso o allí tengo miedo”, explica. La pupila del ojo de la vaca es rectangular y gracias a eso las vacas son capaces de ver todo a su alrededor excepto en una zona ciega que coincidiría con la prolongación del rabo y que es muy útil para su manejo. Son además animales que crean una zona defensiva de exclusión a su alrededor, que varía en función de la vaca y en la que no quieren tener a nadie.
La visión de la vaca está diseñada para detectar peligro y percibir movimientos rápidos y agresivos en su entorno
“Su visión bifocal es mucho peor que la nuestra y perciben los colores de una manera muy distinta a la nuestra. Les cuesta mucho pasar rápidamente de una zona clara a una zona oscura porque las zonas claras para ellas brillan mucho más y las oscuras son mucho más profundas; por eso lo que para nosotros es una simple sombra en el suelo a ellas les crea mucho miedo porque ven un agujero”, asegura Víctor.
Las vacas tienen querencia por el color amarillo; les gusta mucho
Teniendo esto en cuenta, el veterinario de Seragro recomienda una serie de pautas de manejo, como son evitar hacer movimientos bruscos en el entorno de las vacas, aprender a manejar su zona ciega y su zona defensiva para moverlas hacia donde nos interese y evitar hacerles pasar rápidamente de zonas muy claras a zonas muy oscuras y viceversa.

Recomendaciones para reducir las lesiones durante el ordeño

Dos veces al día un mínimo de 2 horas y a veces durante los 365 días del año. Ese es el tiempo que dedican las personas que realizan el ordeño a realizar esta labor clave en una ganadería de vacuno de leche ya que de su buen hacer dependerá la calidad higiénico-sanitaria de la leche y muchas veces también la salud del ubre de las vacas. Sin embargo, las muchas horas que se le dedica, y sobre todo la falta de ergonomía en los movimientos, así como de una buena organización del trabajo y de unas instalaciones idóneas provocan con frecuencia la aparición de dolores, e incluso lesiones, en la espalda y en los hombros, que a veces incluso llegan a ser incapacitantes. A diferencia de Galicia o de España, en Francia los centros públicos, en concreto las cámaras agrarias y el Institut de L´Élévage (Idele) llevan ya décadas informando a los ganaderos sobre cómo mejorar la higiene postural y el diseño de las instalaciones para reducir el riesgo de lesiones durante el ordeño. He aquí las principales recomendaciones: -Los movimientos de los brazos, por debajo del corazón: Lo ideal durante el ordeño -limpieza de los pezones, colocación de las pezoneras, despuntado...etc- es trabajar lo máximo posible con los codos cerca del cuerpo y siempre intentando que la altura a la que trabajamos con las manos esté por debajo de nuestro corazón. En este sentido, debería haber adaptaciones para respetar esta higiene postural por dos vías: Plataformas de elevación individuales dentro de la fosa, pues no es lo mismo que haga el ordeño una persona de 1,90 metros de altura que una de 1,70 metros. Por otro lado, la tendencia de las últimas décadas de vacas Holstein cada vez más altas, y por lo tanto con la ubre más alto con respeto al piso del foso de la sala de ordeño, deberían hacer revisar las medidas de construcción. -Importantes diferencias entre vacas adultas y primíparas: De promedio la altura desde el piso a los pezones es de 65 centímetros en las Holstein pero en las primerizas puede elevarse hasta los 82 centímetros. Es decir, si el foso de la sala de ordeño tiene un metro de profundidad, los pezones en el caso de una primeriza se encuentran a 1,80 metros. Y eso para una persona que mida 1,65 o 1,70 metros obligará a elevar los brazos 15 o 20 centímetros por encima de su cabeza, incrementando notablemente el riesgo de lesiones músculo-esqueléticas. -Limitar lo máximo posible los desplazamientos, primando la economía de gestos. También se debe asegurar lo máximo posible el confort tanto en la ropa (ropa cómoda y que nos proteja de las bajas temperaturas, si es el caso) como de calzado, cómodo y que asegure un buen agarre al suelo. -Buena iluminación: Una buena iluminación de los pezones, de las pezoneras, así que de las zonas de riesgo (sobre todo las escaleras), son indispensables. -El peso de las pezoneras: Según las marcas comerciales y el tipo de materiales, el peso de las pezoneras puede oscilar entre 1,9 y 2,5 kilos. El objetivo debería ser reducir su peso al máximo, tendiendo hacia los 2 kilos. -La posición de los mandos (apertura de puertas..etc) debe estar en la zona de confort de la persona que ordeña; es decir entre la altura de los hombros y de la cintura y a una distancia máxima que alcance el brazo.

El semáforo de los movimientos durante el ordeño: 

Principios generales que influyen en la seguridad laboral durante el ordeño:

1- Reducir el estrés organizando las rutinas: Como punto de partida resulta clave tener y cumplir un protocolo de rutinas que se deben realizar para reducir el riesgo de olvidar una tarea durante el ordeño, colocando cerca todo aquello que vamos a precisar durante el ordeño, para reducir de este modo la necesidad de desplazamientos. 2- Mejorar la circulación de los animales durante el ordeño: No solo va a reducir el tiempo de la operación sino que también reducirá las veces que tengamos que salir del foso de la sala para empujar las vacas, con un menor riesgo de caídas. 3-Mejorar la luminosidad: Una sala de ordeño bien iluminada, especialmente con dispositivos LED (con un menor consumo de energía), facilitará el trabajo de las personas que ordeñan, y también reducirán el estrés de los animales (menos zonas de sombra). La luminosidad debe ser semejante entre la sala de espera y la sala de ordeño, para reducir el estrés de las vacas y facilitar la bajada de la leche. 4- Facilitar la gestión de la leche de descarte. En algunas granjas prefieren poner varios recipientes y en otras juntarla en uno sólo para reducir los desplazamientos. 5- Facilitar la limpieza de la sala de ordeño: La elección del tipo de revestimiento del suelo, tanto en el foso como en la zona de desplazamiento de los animales influye también en el confort.

Jornadas técnicas sobre ordeño en la EFA Fonteboa

El Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa, de Coristanco, organiza a lo largo de este mes de octubre unas jornadas técnicas sobre ordeño. Las personas interesadas en asistir pueden enviar un email a fonteboa@fonteboa.es o llamar al 981 733 051

Delagro lanza una promoción de productos de higiene de ordeño

La cooperativa Delagro acaba de lanzar una promoción de productos de higiene de ordeño que se extenderá hasta finales de agosto.

La oferta incluye descuentos del 10% y regalos por la compra de productos Proquimia.

Esta promoción estará disponible en todas las coopeativas socias de Delagro.

Más información en tu cooperativa, enviando un correo a delagro@delagro.org o en el teléfono 981 519920

Sala, robot o rotativa: ¿cuándo optar por un sistema de ordeño u outro?

El ordeño es una de las tareas diarias esenciales en una explotación de producción de leche. Con distintas opciones disponibles en el mercado, la elección de un sistema u otro va a condicionar el manejo del ganado, los turnos de trabajo o incluso la alimentación de las vacas. Por eso, la elección de la máquina de ordeño es una de las decisiones más importantes a la hora de poner en marcha una granja o reformar una existente. “Antes de decidirse por un sistema u otro, hay que analizar bien una serie de condicionantes: tipo de explotación, disponibilidad de mano de obra, número de vacas a ordeñar, perspectivas de crecimiento, etc”, recomienda Andrés Mejuto, presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (AGATEM).
Hay que tener en cuenta el tipo de vaca que hay en la explotación y la persona que la va a ordeñar
“Hay que analizar la máquina, al animal y al ganadero, es decir, lo que da la vaca, las instalaciones que tienes y la persona que va a ordeñar. En función de todo eso es cuando hay que optar por una máquina de ordeñar u otra, pero muchas veces no se tiene nada de eso en cuenta”, dice. Establos de nueva construcción o remodelaciones Otro de los aspectos decisorios tiene que ver con la facilidad de instalación, teniendo en cuenta en este sentido si se trata de un establo de nueva construcción o si es necesario hacer obras de adaptación para el cambio de un sistema de ordeño por otro en una granja ya existente. “Poner robots muchas veces obliga a restar plazas y perder algunos cubículos, pero normalmente es mucho más fácil pasar de una sala a un robot que cambiar o aumentar la sala”, asegura Andrés, porque “hay que seguir ordeñando todos los días durante el tiempo que duran las obras y cambiar la sala puede llevar tranquilamente un mes si se monta una un poco grande”, indica.
Es mucho más fácil pasar de una sala a un robot que sustituir una sala por otra en el mismo sitio
Por eso, dice, si en una explotación sigue funcionando la sala mientras se ponen los robots no supone tanto problema como cambiar una sala por otra en el mismo sitio. “Se convierte muchas veces en un problema gordo, es una cosa que hay que pensar mucho, porque hay que ordeñar todos los días 2 o 3 veces en una sala que va a estar en obras y las vacas se estresan porque acabas variándoles los horarios para aprovechar más tiempo para trabajar”. Para evitar este tipo de inconvenientes, explica, hay ganaderías que optan por construir desde cero la nueva sala de ordeño en otra ubicación o en un edificio aparte, para seguir manteniendo operativa durante ese tiempo a vieja sala. Esta opción la recomienda, siempre que sea posible, sobre todo en casos en los que se va a incrementar mucho la capacidad de la sala pero se cuenta con un espacio reducido o con una sala de espera de escasas dimensiones. Número de cabezas estabilizado o en aumento Una de las disyuntivas que deberían influir en la elección del sistema de ordeño es el tamaño futuro de la explotación a medio o largo plazo. “Si la ganadería está estabilizada escogerá una máquina acorde al número de cabezas que tiene, pero si tienen previsto crecer tiene que tener en cuenta cómo lo va a hacer porque el robot, en ese sentido, te obliga a hacerlo de 50 en 50 vacas y muchas veces con la recría de la propia explotación no llega. La sala te da más flexibilidad en ese sentido”, afirma Andrés.
Influye el tamaño de explotación presente y futuro porque si uno quiere crecer, en función del sistema de ordeño que elija, tiene que pensar cómo hacerlo
Pero incluso en el caso de instalar una sala, las decisiones de crecimiento futuro tienen que ser tenidas en cuenta. “La sala hay que dimensionarla, ya no solo en el número de puntos a instalar, sino en la capacidad de las infraestructuras de conducción de la leche o en la conexión eléctrica”, ejemplifica. Si se piensa crecer ya puede quedar eso previsto, dice. “Lo ideal cuando un establo está evolucionando es meter una sala de ordeñar de línea baja, porque se adapta mucho mejor, y dejar el foso ya preparado. En ese caso solo habría que aumentar la conducción de leche y la bomba de vacío acorde al número de nuevos puntos a instalar”, explica. Distintos tipos de salas de ordeño en función de la producción por vaca Dentro de las salas de ordeño también las hay de varios tipos en función de la colocación de los animales y aunque “es cuestión de gustos o del espacio disponible escoger una u otra”, Andrés recomienda tener en cuenta el número de ordeños diarios que se realizan y el nivel productivo del rebaño. “El ordeño trasero yo lo recomendaría solo para vacas de alta producción, de más de 40 litros diarios. Las vacas con la ubre llena no tienen más remedio que abrir las patas, pero se estás a tres ordeños o tienes vacas con poca producción la vaca cierra las piernas y es difícil muchas veces poner la pezonera por atrás. A mi modo de ver, la sala más cómoda para colocar y que menos problemas da es una sala en espina, aunque muchas veces no es posible por problemas de espacio y se monta una semitrasera”, detalla.
La sala en espina es la que menos problemas tiene; yo una trasera solo la recomendaría para vacas de alta producción, por encima de 40 litros a 2 ordeños
Independientemente del tipo de colocación, Andrés recomienda siempre salas de línea baja para vacas de alta producción. “El ordeño es más rápido y el nivel de vacío menor”, dice. Del mismo modo, añade, “las salas con medición electrónica, que son las que se ponen hoy en día, son mas eficientes porque puedes variar los parámetros y regular la pulsación en función de la producción de la vaca”. Lotes de ordeño en sala y número de animales por robot A la hora de ordeñar, cuando se distribuye el ganado por lotes de producción, se precisa un mayor diámetro para la salida hacia el tanque de frío. “Si metes juntas a las vacas de mucha leche necesitas una sala con diámetros de conducción más fuertes que si el ganado entra mezclado”, explica Andrés. En el caso de los robots, una de las claves para evitar retrasos es calcular bien el número de animales por cabina en función de su producción y de la velocidad de ordeño del ganado. “La vaca cuando tiene sensación de que necesita ordeñarse acude al robot, pero si está ocupado da la vuelta e igual ya no vuelve a entrar”, razona Andrés, que considera que los modelos de tráfico libre tienen “menor complicación” que los de tráfico dirigido.
Muchas veces el problema del robot es que está ordeñando 65 o 70 vacas
Con más de un robot, la distribución en lotes de los animales, al igual que en el caso del ordeño en sala, permite elaborar raciones de alimentación diferenciadas, pero, a mayores, también es posible puntear de manera individualizada el concentrado en función de los litros de leche producidos por cada vaca. Mano de obra Aunque la proliferación actual de robots de ordeño es en gran parte una consecuencia directa de la falta de mano de obra disponible en el sector, Andrés asegura que “un robot exige mucha más mano de obra que una sala, porque hay que estar las 24 horas pendiente de él”. “Muchas veces el problema del robot es que ordeña 65 o 70 vacas. Si tiene poca carga de animales habrá menos retrasos y puedes esperar a por la mañana para meterlos, pero si está saturado no”, aclara.
El robot exige ser un ganadero muy profesional y también es necesaria mano de obra para atenderlo
En cuanto a los problemas de células, dice, “los hay igual en el robot que en la sala”. “Una parte del problema puede ser la máquina, porque actúa 2 o 3 veces al día sobre la ubre y si no está bien calibrada o no funciona adecuadamente puede causar daños, pero otra parte del problema procede habitualmente de la cama, el manejo o la alimentación”, argumenta. Robot vs sala: coste del litro de leche En su opinión, en una explotación de 170 vacas en producción el debate entre poner sala o montar tres robots debe despejarse en términos económicos, más que de mano de obra. “Hay que pensar cuánto va a costar el litro de leche y hoy puede haber tranquilamente entre 4 y 5 céntimos de diferencia a favor de la sala, porque el robot aumenta el consumo de luz y de pienso e incrementa los gastos de mantenimiento”, opina.
El robot te limita más, porque te obliga a crecer de 50 en 50 animales
“Es cierto que las vacas en el robot aumentan a la producción, pero lo hacen al aumentar el consumo de pienso y nunca ha sido rentable producir litros de leche a base de pienso”, afirma. En cuanto a las salas de ordeño, insiste en que “hay que dimensionarlas en función de las necesidades de la granja”. “El ordeño hay que hacerlo rápido, sino la gente que está operando se cansa y pierde la concentración. Ordeñar es un trabajo delicado que exige hacerlo bien, pero si pasas muchas horas lo que quieres al final es acabar, aunque sea de cualquier manera. Lo máximo recomendado serían dos horas más el tiempo de lavado”, indica. ¿Cuándo optar por una rotativa? Aunque cada vez se ven más robots de ordeño instalados en ganaderías de mayor volumen de producción, “los establos muy grandes escapan de los robots”, considera Andrés, que tampoco recomienda las salas rotativas para ganaderías de pequeño tamaño.
Para no tener que reducir la velocidad de giro tiene que haber como mínimo 3 personas ordeñando
“Hay rotativas pequeñas, de 24 o 32 puntos, pero también las hay de 60, pero para rentabilizar una sala rotativa cuantas más vacas ordeñes mejor, pero siempre a partir de 100 vacas en producción”, dice. Entre otros motivos, porque “en una rotativa de colocación exterior hay que tener como mínimo a 3 personas funcionando: una preparando ubres, otra poniendo pezoneras y otra aplicando sellador y atajando los problemas que puedan surgir”, indica. “Si falta mano de obra hay que retrasar la velocidad de giro, pero de esa manera ya no es eficiente una rotativa”, asegura. Lo mismo sucede en una sala convencional: “en una sala de 24 puntos puedes ordeñar con 2 personas o con 1 sola, pero no es rentable, porque puede implicar tener la sala funcionando en vacío la mitad del tiempo y la sala se desgasta igual funcionando sin vacas que con ellas, son horas de funcionamiento igual”, insiste. “Hay que equilibrar el número de operarios con los puntos a atender para no tener a las vacas mucho tiempo en la sala, porque es un lugar en el que no están agusto”, recuerda. Vida útil de las instalaciones “Todas las máquinas de ordeñar, sea cuál sea, se estropean siempre cuando están en funcionamiento”, dice. Por eso, independientemente del sistema de ordeño que uno tenga, es preciso llevar a cabo un idóneo mantenimiento de las instalaciones, la maquinaria y los elementos de reposición, como gomas el pezoneras.
Las averías en las máquinas de ordeñar se producen siempre a la hora de ordeñar
“Depende del ganadero, de lo minucioso que sea, y del mantenimiento que se haga de la instalación, pero la vida útil de una sala puede pasar de los 30 años funcionando perfectamente. Las salas se quedan normalmente anticuadas porque las vacas han aumentado mucho a la producción y las conducciones de leche no tienen el diámetro idóneo y eso puede provocar muchos problemas de células”, explica. Ese aspecto hay que tenerlo en cuenta también antes de ampliar la sala. “Si aumentas a los puntos tienes que tener en cuenta el promedio actual de producción por vaca y día, el número de operarios que hay normalmente en el foso ordeñando a la vez y el número de puntos con los que se cuenta para saber si las conducciones que hay van a ser suficientes para ese flujo de leche que vamos a estar mandando”, recomienda.
Una máquina funcionando mal no es una máquina de ordeñar, sino una máquina de maltratar a las vacas
Ampliar una sala, sobre todo si ya quedó previsto, “es más barato que comprar otro robot”, dice. “El segundo robot es más fácil de montar, pero a veces si se tarda mucho tiempo ya no es posible sin cambiar todo el sistema porque los nuevos modelos puede que no sean compatibles con los más antiguos, a no ser que se instale uno de segunda mano como el que ya tienes”, indica. En cuanto a la vida útil de un robot, afirma: “normalmente cuando lo acabas de pagar ya está él también acabado”. Finalmente, sobre las salas rotativas, dice, “son máquinas caras y complejas porque llevan muchos automatismos”. En caso de avería en el sistema de rotación, suele haber problemas para liberar al ganado. “Si te queda atascada, que no puedas sacar a las vacas, es un follón, porque tienes que tener a esos animales sin comer, beber u ordeñarse mientras no viene el técnico y la repara, y pueden pasar un par de horas”, describe.

“La rotativa te obliga a andar más rápido”

Sala de ordeño rotativa de Ganadería Barbeiro en su establo de Arante (Ribadeo) Ganadería Barbeiro cuenta con dos sistemas de ordeño diferentes en sus establos: sala paralela en Alfoz y sala rotativa interior en Ribadeo. En los dos casos son instalaciones de 20 puntos en las que ordeña un operario solo, por lo que es posible comparar la eficacia de los dos sistemas. “En un rebaño homogéneo en el que no haya retardos es un pelín más rápida la rotativa. La rotativa te obliga a sacar más vacas, hay una diferencia de unos 10 animales por hora”, explica Juanjo Fraga. En Alfoz están ordeñando en la actualidad unas 250 vacas a un ritmo de entre 85 y 90 vacas por hora, mientras en Ribadeo ordeñan 210 a un ritmo de entre 90 y 95 vacas a la hora, detalla.
La paralela va siempre a tu ritmo; en la rotativa tienes que ir tu al ritmo de ella para no retrasarla
“La rotativa es muy práctica, pero hay que estar más atento, porque tienes que atender varios puntos simultáneamente, mientras que en la paralela el sistema es más mecánico porque trabajas en bloque, es decir, entran 10 vacas juntas, haces el predipping a las 10, colocas pezoneras a las 10 y una vez retirado haces el sellado a las 10. La paralela va siempre a tu ritmo, en la rotativa tienes que ir tú al ritmo de ella y si no le das hecho la retardas tú y al final lo que haces es bajarle el rendimiento a la sala”, razona. “Un operario con 20 puntos tiene que andar rápido en cualquiera de las dos para que no haya retrasos, en la paralela lo ideal sería 16 puntos para un operario”, reconoce. Tres ordeños Sala de ordeño paralela de 20 puntos de Ganadería Barbeiro en su establo de Lagoa (Alfoz) En los dos casos, tanto en Alfoz como en Ribadeo, están haciendo tres ordeños diarios a las 7 de la mañana, a las 3 de la tarde y a las 10 de la noche con dos turnos de trabajo de dos personas por turno: una para ordeñar y la otra de apoyo para meter vacas y hacer camas. “Con 4 personas arreglamos el ordeño en las dos granjas pero tenemos siempre otras 4 personas de refuerzo para que haya siempre un mínimo de 2 personas por turno por si hubiera cualquier incidendia”, cuenta. La intención de Juanjo es ampliar a corto plazo la capacidad de los dos establos para acercarse a los 500 animales en producción en cada uno de ellos, doblando la capacidad actual de las instalaciones. “Contando la recría y las secas estaríamos ya prácticamente en la capacidad máxima legal fijada para las explotaciones lecheras, 850 UGM”, calcula.
Aumentando el número de vacas queremos restar tiempos muertos y optimizar las salas sin hacer grandes inversiones en instalaciones de ordeño
En ese momento pasarán a tres turnos de trabajo de 8 horas y aumentarán el tiempo de funcionamiento de las dos salas hasta las 18 horas diarias. “Queremos restar tiempos muertos y optimizar las salas sin hacer grandes inversiones en instalaciones de ordeño, que al final es lo más caro”, dice. Ni robots ni una rotativa exterior Juanjo no ve factibles los robots para un tamaño de granja como el que van a tener las suyas. “Yo el robot lo veo para ordeñar 120 o 180 vacas, más de ahí ya no. Para las 200 vacas más que vamos a tener en Alfoz tendríamos que poner 3 cabinas de robot más, que serían 300.000 euros. Con la sala esa inversión no la tenemos que hacer”, compara.
El robot no lo descarto en el futuro, pero tiene que aparecer una alternativa de robot para este volumen de animales
En cuanto al personal necesario, dice, “en la sala actual de 20 puntos en 6 horas vamos a poder ordeñar casi 500 vacas con una persona sola y no eres capaz de atender esas vacas en robot con el doble de gente”, considera. No descarta incorporar sistemas de ordeño robotizado en el futuro, pero dice que “tiene que aparecer una alternativa de robot para este volumen de animales, porque en la próxima primavera vamos a tener 500 vacas en ordeño en Alfoz y tendríamos que tener 10 robots”, evidencia.
No veo factible una sala rotativa exterior para una granja de tamaño medio
Tampoco ve viable la instalación de una rotativa exterior porque multiplicaría las necesidades de personal. “No la veo factible para una granja de tipo medio porque hacen falta 3 personas para atenderla”, asegura. Ganadería Barbeiro ha hecho inversiones en los últimos años para modernizar sus sistemas de ordeño. En Ribadeo la sala rotativa originaria, del año 2007, era una Gascoigne, pero fue remodelada en 2019 manteniendo únicamente la estructura y cambiando toda la parte de ordeño por el sistema Afimilk. “La tenemos actualizada en la parte electrónica de medición e identificación”, explica Juanjo. En el caso de la sala paralela de Alfoz, de la marca Fullwood, fue montada en el año 2013 y ya le han actualizado la identificación con un sistema más moderno.  

“No concibo nuestra granja hoy sin los robots”

Uno de los tres robots de ordeño que Lebón SC tiene en su establo, en Suñide (Samos) Hace ya casi 20 años que Lebón SC ordeña sus vacas en robot. Esta explotación de Samos fue una de las primeras ganaderías de Galicia en incorporar el sistema de ordeño robotizado. Manuel López había hecho un viaje a Holanda, donde había visto por primera vez los robots, que aún no se vendían en España. Estaba construyendo en ese momento el nuevo establo y ya no montó sala. Hoy su hijo Marcos dice no concebir la explotación sin los robots. “Vista la falta de personal que hay, no me veo ordeñando en una sala. Una granja familiar como la nuestra a 3 ordeños sería inviable y con los robots logro promedios de 3 ordeños y una producción por vaca entre 44 y 45 litros diarios. La media por lactación superó los 14.000 litros en 2022 en el Control Lechero”, detalla. Cuentan en la actualidad con tres Lely A5, después de incorporar el último el pasado mes de enero. El ordeño robotizado, dice Marcos, ha mejorado mucho desde aquel primer Lely A2 montado en el año 2004. Esa evolución del sistema de ordeño ha acompañado el crecimiento de esta ganadería. En el año 2010 montaron el segundo robot, en el 2018 cambiaron los dos por un modelo más moderno y hace 5 meses instalaron el tercero.
No queremos tener más de 55-60 vacas por robot, en función de la época del año
Marcos no se siente condicionado por la capacidad del robot a la hora de ir creciendo. En este momento está ordeñando 145 vacas repartidas en las tres unidades, pero su intención es ir incrementando paulatinamente el número de vacas por cabina hasta las 55-60 como máximo, dependiendo de la época del año. Flexibilidad horaria y calidad de vida De los robots Marcos destaca “la flexibilidad horaria y la calidad de vida que te dan”. “Yo no me veo a las 10 de la noche en un establo todos los días del año. Nosotros, salvo en campaña, en la que las jornadas laborales siempre se alargan, a las 8 de la tarde finalizamos el trabajo. Al día siguiente empezamos a las 7 y media a meter retrasos, que normalmente son muy pocos, pero si un día vas a las 9 tampoco pasa nada. La flexibilidad horaria es otra. Pero pienso que los ganaderos valoran poco tener un horario”, dice. La ganadería la atienden 3 personas, pero ordeñando en una sala tres veces diarias las necesidades de personal serían mucho mayores para poder cubrir los distintos turnos y las libranzas, dice. “Nuestra granja puede atenderla una persona sola. En una sala eso no sería posible. Nosotros tenemos un obrero y se entiende perfectamente con los robots porque el trabajo es mucho más sencillo”, dice.
Aunque te llame una vez al mes, prefiero eso que tener que ordeñar los 30 días
Hay que estar pendiente de los avisos pero asegura que “pocas veces hay que ir porque el robot pare de ordeñar”. “Aunque te llame una vez al mes, prefiero eso a tener que ordeñar los 30 días”, argumenta. Marcos no concibe a día de hoy su explotación con sala de ordeño. “Sería volver atrás”, considera, aunque respeta que otros ganaderos apuesten por otras opciones. “Cada uno tiene que escoger el sistema que mejor se le adapte o en el que se sienta más cómodo”, opina. Con todo, considera imparable la robotización de las ganaderías de leche. “La demanda de robots no para de crecer. Antes se decía que los robots eran para granjas pequeñas pero ahora hay también explotaciones grandes con robots. Por el centro de España hay granjas de 6 y 8 robots”, ejemplifica.

Análisis de mastitis con Uniform-Repro

La mastitis supone uno de los problemas más importantes a los que se tienen que enfrentar los ganaderos en su día a día. La incidencia que comporta supone una de las principales pérdidas económicas en las ganaderías: descenso de la producción, menor precio de venta de la leche producida o incluso retirada de la misma y costes veterinarios.

Por ello, cobra especial importancia entender las razones que hacen aumentar los casos de mastitis en cada granja. Es necesario conocer los aspectos de la gestión que no se están realizando de manera correcta y que llevan a una mayor incidencia de mastitis en la explotación. Para ello, hemos de detectar los grupos de animales y la tendencia en donde la incidencia es mayor.

UNIFORM-Agri cuenta con una serie de herramientas y análisis de mastitis que proporcionan información concisa sobre los patrones que siguen los animales con mayor incidencia. De esta manera, es posible encontrar las causas y actuar en consecuencia para que con la gestión disminuyan los casos de mastitis.

Los análisis de mastitis de UNIFORM-Agri permiten detectar los grupos de animales con mayor incidencia para encontrar las causas y actuar en consecuencia

En el gráfico a continuación podemos visualizar los casos de mastitis presentes en la ganadería por mes de parto. Vemos que en este caso en particular la mayoría de los casos de mastitis tuvieron lugar en animales que parieron en los meses más fríos del año, lo que nos puede dar ciertas pistas sobre lo que deberíamos cambiar.

Gráfico 1: Casos de mastitis por mes de parto.

Podemos ver también de manera gráfica los casos de mastitis por lactación, como se visualiza en el gráfico a continuación, en donde vemos que la mayoría de los casos de mastitis tuvo lugar en animales en su tercera o cuarta lactación.

Gráfico 2: Casos de mastitis por mes de lactación.

De la misma manera, el informe permite visualizar los casos de mastitis agrupados por otras categorías, tales como por mes, por días en lactación, por última producción o por estado.

Asimismo, con UNIFORM es posible analizar otros factores relacionados con la mastitis, tales como la reincidencia o la mastitis por cuarterones, lo que nos permitiría analizar la relación del proceso de ordeño con la incidencia de mastitis.

Gráfico 3: Casos de mastitis por repetición (reincidencia).

 

Gráfico 4: Casos de mastitis por cuarterón.

Con UNIFORM-Repro es posible analizar los casos de mastitis por un amplio abanico de factores para detectar las razones de la incidencia y actuar en consecuencia.

Curso de ordeño en la EFA Fonteboa

El Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa organiza del 17 al 21 de este mes de octubre un curso sobre ordeño. La formación está dirigida principalmente al alumnado de primero de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal (GASA) pero también está abierto a otras personas interesadas en participar. El curso tendrá un horario de 8:00 a 14:00 horas distribuido en dos partes: participación en el ordeño en granjas y formación en el aula. En esta acción formativa participan varias ganaderías de la zona y empresas especializadas en equipamientos y productos como Química Industrial Savelo, De Gea o Lely. Las personas interesadas en asistir pueden llamar al 981 733051 o enviar un email a fonteboa@efagalicia.org

El sistema de pulsación: Claves en la máquina de ordeño

Tras abordar el funcionamiento y los diferentes sistemas de ordeño que pueden instalarse en la granja, así como el sistema de vacío y las conducciones de las máquinas de ordeño en las primeras entregas de esta serie centrada en la máquina de ordeño, en este capítulo final abordamos el sistema de pulsación, fundamental en la instalación.

Además, el técnico acreditado y presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (Agatem) Andrés Mejuto, aporta explicaciones y recomendaciones a tener en cuenta para lograr un correcto funcionamiento del sistema de ordeño en la granja.

Sistema de pulsación

Uno de los elementos destacados en la máquina de ordeño de la granja es el sistema de pulsación, indispensable en su funcionamiento. Tal y como indica Mejuto, entre los elementos fundamentales en el sistema de pulsación se encuentran el propio pulsador y la cámara de pulsación. El técnico incide también en otras cuestiones primordiales a tener en cuenta para comprender el funcionamiento del sistema de pulsación y su importancia en la máquina de ordeño.

“El pulsador es el accesorio indispensable en toda máquina de ordeño, sin él el ordeño no se llegaría a producir”

La normativa vigente define el pulsador como el dispositivo que produce cambios cíclicos de presión. Mejuto describe el pulsador como un auténtico grifo, que está abriendo y cerrando el paso de vacío a la cámara de pulsación. “El pulsador es el accesorio indispensable en toda máquina de ordeño, sin él el ordeño no se llegaría a producir”, explica Andrés Mejuto.

La cámara de pulsación es el espacio anular entre el manguito de ordeño y la copa. Estos cambios de subida y bajada de vacío se hacen de forma muy controlada. De hecho, hay normas a las que tiene que adaptarse el fabricante para ajustar la subida y bajada de vacío. Además, el propio fabricante también fijará la frecuencia y la relación de pulsación.

Así, en el sistema de pulsación también hay que tener en cuenta cuestiones como la frecuencia de pulsación, es decir, el número de ciclos por minuto que se registran. La frecuencia no debe subir o bajar más de 3 ciclos por minuto de los valores dados por el instalador. Mientras, la relación de pulsación es el tiempo en que el manguito de ordeño está abierto con respecto al tiempo total del ciclo.

Fases de pulsación en la máquina de ordeño.

Un ciclo de ordeño está formado por 4 fases (A, B, C y D). En concreto, la fase A es la subida del vacío, la fase B es el vacío máximo o la extracción de leche. La fase C corresponde a la caída de vacío y la fase D es la fase de masaje.

“La normativa nos indica que la fase B no debe ser inferior al 30% y la fase D o de masaje no puede ser inferior al 15% y este no bajar de 150 milésimas de segundo”, concreta el experto. Además, la caída de vacío durante la fase B no debe ser superior a 4kpas por debajo del vacío máximo en la cámara de pulsación y el vacío durante la fase D tampoco debe ser superior a 4kpas.

La suma de la fase A y B es el tiempo en que la leche puede empezar a fluir del pezón, por este motivo cuando se quiere aumentar la velocidad de ordeño se puede subir la relación de pulsación.

Hay dos tipos de pulsación: alterna y simultánea. En la pulsación alterna dos de los manguitos se alternan con los otros dos, es decir, hay dos canales. La diferencia entre estos dos canales se conoce como cojeo. Tal y como explica Mejuto, no debe haber una diferencia superior al 5% entre los dos canales. “Este modelo es más recomendable por conseguir menos caída de vacío en punta del pezón y ser más estable”, detalla el técnico.

Por otra parte, la pulsación simultánea es el ordeñado de los 4 pezones a la vez. Si bien, en la pulsación simultánea el cojeo no existe.

 

Revisión de la máquina de ordeñar realizada por un técnico especializado. // Foto cedida.

Control de una máquina de ordeño

El incorrecto funcionamiento de la máquina de ordeño es uno de los factores que puede provocar una mayor incidencia de mastitis en la granja, uno de los problemas sanitarios más comunes y a la vez destacados en las ganaderías de vacuno de leche. De ahí la importancia de mantener un control y revisiones de las instalaciones de ordeño, con el objetivo de evitar problemas sanitarios en la ganadería y contribuir al bienestar de los animales.

El mal funcionamiento de una máquina de ordeño puede deberse a factores diversos como una mala instalación, estar mal dimensionada para las necesidades de la granja, la falta de vacío o encontrarse con una reserva real baja. Además, el mal funcionamiento del sistema de regulación y del sistema de pulsación pueden estar detrás de problemas con la máquina de ordeño.

A la hora realizar una supervisión de la máquina de ordeño, uno de los primeros parámetros que se evalúan por los técnicos especializados son las caídas de vacío. “Cuando hacemos un control completo empezamos midiendo las caídas de vacío que hay entre la unidad final y la bomba de vacío y entre la unidad final y el sensor del regulador”, explica Mejuto. Estas caídas de vacío se miden a vacío de trabajo y 2kpas por debajo del vacío de trabajo.

“Las exigencias de la normativa están centradas en las 2kpas por debajo del nivel de vacío de trabajo porque en ese momento la bomba produce más litros de caudal y el regulador de vacío debe estar cerrado, entonces el caudal de la bomba debe circular desde el receptor hasta la bomba sin producir caídas de vacío superiores a lo permitido”, detalla el técnico.

Tener una conducción principal insuficiente puede ser otro de los factores que originen un incorrecto funcionamiento de la máquina de ordeño, ya que pueden producirse pérdidas de regulación y reserva real insuficiente, que a su vez provocará fluctuaciones de vacío. Además, si la bomba de vacío es escasa puede producirse un problema similar.

Otro tema a tener en cuenta para garantizar el correcto funcionamiento del la máquina de ordeño es el cálculo de la conducción de leche. “Debemos medir su pendiente y en función de esta debemos calcular su diámetro mínimo para la producción de leche, recordando que en cualquier momento del ordeño y en cualquier punto de la conducción de leche el vacío no debe caer más de 2kpas”, concreta el técnico especializado.

En un control de la máquina de ordeño también hay que medir las fugas de las conducciones de vacío y conducciones de leche. “De poco importa tener una bomba de mucho caudal si después queda por el camino”, valora Mejuto. Además, las fugas desestabilizan el vacío y todas las normas están encaminadas a tener vacío estable en la punta del pezón, que es el sitio más difícil de conseguir. “El vacío estable solo se consigue teniendo conducciones tanto de vacío como de leche bien dimensionadas, una reserva suficiente y una buena regulación del vacío”, sentencia el experto.

También es muy importante el buen funcionamiento de los colectores. Hay que medir la entrada de aire, el cierre y las fugas. “Si tenemos una entrada de aire superior a 12 litros por minuto esto puede hacer caer el nivel de vacío en punta del pezón y conseguir un ordeño más lento en perjuicio de la salud de la ubre”, detalla el especialista. Para conseguir un ordeño rápido y eficiente debe tenerse un caudal en el tubo largo de leche suficientemente alto. “La normativa dice que no debe bajar de 65 litros por minuto, pero yo lo considero muy bajo puesto que hay máquinas que llegan a 320 litros por minuto y la mayor parte están en torno a 200 litros por minuto. Cuando el caudal es alto aunque tengamos colectores con consumos un poco más altos de los normal pueden seguir funcionando bien”, justifica Mejuto. Y para terminar la supervisión de la máquina de ordeño debe supervisarse el funcionamiento de los pulsadores.

Tras más de 30 años de experiencia como técnico especializado en el control de equipos de ordeño, Andrés Mejuto también incide en la importancia de mantener informado al ganadero sobre todos los defectos detectados en su máquina.

-Consulta aquí las entregas previas de esta serie sobre los equipos de ordeño, su funcionamiento y control:

-Máquina de ordeño I

-Máquina de ordeño II

-Máquina de ordeño III

Aspectos a tener en cuenta en la conducción de la leche: Claves en la máquina de ordeño (III)

Uno de los elementos fundamentales para un correcto funcionamiento de la máquina de ordeño es el sistema de conducción de leche. Conseguir ajustarse a las necesidades de la granja es primordial para lograr un correcto funcionamiento del equipo de ordeño. De mano de Andrés Mejuto, técnico acreditado y presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (Agatem) abordamos ya el funcionamiento y los diferentes sistemas de ordeño que pueden instalarse en la granja, así como el sistema de vacío y las conducciones de las máquinas de ordeño en las dos primeras entregas de esta serie. En esta ocasión, Mejuto se centra en la conducción de leche y ofrece claves para una optimización en el sistema de ordeño. Conducción de leche y receptor en una sala de ordeño.

Conducción de leche

La conducción de leche es el sistema que se encarga de transportar la leche desde las unidades de ordeño al receptor, un depósito que almacena leche hasta un nivel máximo. Este nivel es la parte inferior de las entradas de leche. En concreto, el volumen de leche no puede sobrepasar, en nivel, las entradas de leche, ya que se produciría una caída de vacío superior a lo permitido. Una de las cuestiones claves en la conducción de leche es el cálculo del diámetro que se necesita en la máquina de ordeño. Para realizar esta estimación es preciso tener en cuenta los siguientes factores: 1-El número de unidades de ordeño que se necesitan, conocidas estas unidades como el número de puntos de ordeño. 2-La producción de leche por vaca al día. “A la hora de hacer este cálculo soy partidario de sobrepasar un poco esta producción estimada, ya que las vacas pueden mejorar el rendimiento y de ese modo la conducción no resultará insuficiente aunque se produzca un aumento de la producción”, detalla Andrés Mejuto. 3- Grado de pendiente de la conducción de leche. Esta conducción tiene que tener pendiente en dirección al receptor. Además, cuanto mayor es la pendiente menos diámetro se necesita. “En conducciones horizontales, la leche ocupa más volumen y esto hace que quede menos espacio para circular el vacío que está circulando por la conducción”, explica Mejuto. A la hora de calcular el diámetro también es preciso tener en cuenta que, en ocasiones, cuando se produce una entrada de aire ocasional, al colocar pezoneras o retirarlas o bien porque una vaca tira un juego de ordeño, este aire circula por la conducción. Al no tener espacio suficiente, el aire hace levantar ondas en la parte superior de la leche y produce tapones, lo que provoca una caída del vacío en la punta del pezón o incluso puede hacer que se suelten las pezoneras o respirar.

Diferencia entre conducción simple y en anillo

La conducción simple está unida al receptor por un extremo y en el otro tiene un tapón. La leche de todos los puntos circula por el mismo tubo, por lo tanto necesita más diámetro. Así, cuando se hace un tapón de leche durante el ordeño, en la parte posterior del tapón se corta el nivel de vacío. En conducciones largas, como son los circuitos de ordeño, cuando esto ocurre pueden caer los juegos de ordeño de las ubres. La conducción en anillo nos ofrece muchas ventajas para ordeñar y para lavar. Una de ellas es que se necesitan diámetros más pequeños. Ya que los puntos se reparten entre dos líneas, al estar unidas al receptor por los dos extremos, la leche siempre seguirá el camino más corto y si hay una entrada inesperada de aire se reparte entre las dos líneas. Por este motivo, será mucho más difícil que se haga tapón. Aún así, en caso de que se hiciera tapón, si no suministra vacío a la punta del pezón por una línea lo suministra la otra. En cuanto al lavado, con la conducción de vacío en anillo, puede necesitarse menos caudal de bomba de vacío, debido a que este modelo de conducción necesita menos diámetro. Cuanto menor sea el diámetro de la conducción de leche más fácil es producir turbulencias en la conducción.
En el ordeño, la leche y el vacío deben circular a la misma velocidad, mientras que en el lavado deben entrar agua y aire para que se produzcan turbulencias que contribuyen a la limpieza de las conducciones
Mejuto recuerda que en una conducción de leche todo lo que debe ocurrir para ordeñar no puede pasar para lavar. Así, mientras en el ordeño deber circular la leche a la misma velocidad que el vacío, así no habrá turbulencias que provoquen tapones, durante el lavado debe pasar todo lo contrario. En el lavado debe entrar agua y aire para provocar turbulencias. De no producirse así, la parte superior de la conducción puede quedarse sin lavar. En la parte superior, flujo laminar. En el medio, flujo turbulento y en el dibujo inferior, deslizándose un tapón. Además, los grifos o boquillas de leche deben estar siempre colocados en la parte superior de la conducción, para que la leche, durante el ordeño nunca pase por encima de la entrada y no produzca caídas de vacío innecesarias en la punta del pezón. El experto se muestra partidario de no instalar conducciones mínimas de diámetro, debido a que hoy en día se están colocando juegos de ordeño con consumos más altos de los recomendados por la normativa, que debieran estar entre 4 y 12 litros por minuto. “El aire que entra en el colector también tiene que pasar por la conducción y los cálculos están hechos para 12 litros por minuto”, explica Mejuto. Otro motivo para evitar instalar conducciones de un diámetro mínimo tiene que ver con el incremento de la velocidad de ordeño que puede producirse cuando se aumenta la producción por vaca y día o cuando el ordeñador cambia la rutina.

Recomendación para el personal de control lechero

Las máquinas de ordeño pueden clasificarse en base a si disponen de una línea alta o baja de conducción de la leche. Así, las máquinas de línea alta son aquellas en las que la leche sube del colector a la conducción, que se sitúa más alta que el colector. Medidor porcentual colocado correctamente. Mientras, en las máquinas de línea baja esta se sitúa por debajo de los pies del animal. De este modo, la leche al subir a línea alta necesita un nivel de vacío más alto, en regulador, que la línea baja y puede haber hasta 10 kpas de diferencia. “Muchas veces me he encontrado con el problema de que en líneas bajas se coloca el medidor porcentual colgado en la estructura de la sala. En estos casos, al quedar más alto que la conducción, lo que era una línea baja se convierte en una línea alta y se provoca una caída de vacío en punta de pezón y normalmente ese día el ordeño es más lento y puede haber vacas mal ordeñadas provocando subida de células”, explica Mejuto. Por este motivo, el técnico recomienda evitar los medidores porcentuales. “No son muy recomendables. Siempre producen caídas de vacío y si el mantenimiento es nulo el problema se multiplica”, señala el experto.

Caudal en el tubo largo de leche

Otro de los elementos fundamentales del sistema de ordeño es el tubo largo de leche, una tubería flexible que une el colector con la conducción de leche. Para realizar esta medida se debe hacer desconectando del colector y acoplando el medidor de caudales, cerrado y midiendo el nivel de vacío. A continuación, se abre el medio hasta hacer caer el vacío 5kpas. “El caudal que está entrando no puede ser inferior a 65 litros por minuto y cuanto más grande sea, más rápido evacúa el colector y el ordeño será más rápido”, concreta Mejuto. Esta medida mejora cuando las boquillas y grifos de leche tienen un pase de leche con diámetros amplios. Cuando los tubos largos de leche están en muy buen estado también mejora considerablemente. Sin embargo, cuando estos tubos largos tienen grietas en su interior ofrecen más rozamiento y baja la capacidad de evacuación. El tubo largo de leche tiene que tener un diámetro mínimo de 12,5 milímetros y como máximo 16 milímetros en línea alta. En línea baja cuanto más diámetro mejor, adaptándose a la medida de la toma de leche y a la boquilla del colector.
Si se colocan colectores que consuman más de 12 litros por minuto o que tengan fugas, el ordeño puede ser un fracaso
El caudal en tubo largo de leche de la mayor partes de las máquinas entra alrededor de 180 a 220 litros por minuto, pero también las hay de 320 litros por minuto. “En medidores volumétricos si llega a 125 litros por minutos casi nos podemos dar por satisfechos. Esto se debe al pase de las boquillas de entrada del vacío de ordeño y a la boquilla del tubo largo de leche, que siempre tienen diámetros muy escasos”, detalla Mejuto. El técnico también advierte que si se colocan colectores que consuman más de 12 litros por minuto o tengan fugas, el ordeño puede ser un fracaso, puesto que cuando la capacidad de evacuación es baja al entrar mucho aire en el colector, el nivel de vacío cae considerablemente en la punta del pezón y el ordeño se vuelve más lento.

Conducción del receptor

Esta conducción no es conducción de leche, es la conducción que une el depósito sanitario con el receptor. No está sujeto a ninguna medida, pero por experiencia se sabe que cuando tiene un diámetro muy pequeño, con respecto al caudal de bomba, produce una caída de vacío superior a la permitida entre bomba y receptor y también entre regulador y receptor, por este motivo se debe instalar con un diámetro amplio para que pueda circular el caudal de la bomba sin caer el nivel de vacío más de lo recomendado por la normativa. Esto puede provocar pérdidas de regulación, con la consiguiente subida de células.

Consulta aquí las dos primeras entregas de esta serie:

-Claves sobre la máquina de ordeño y su mantenimiento (I).

-Claves sobre el sistema de vacío y las conducciones de las máquinas de ordeño (II).

Claves sobre el sistema de vacío y las conducciones de las máquinas de ordeño (II)

Las máquinas de ordeño, bien sean los sistemas más tradicionales o los nuevos robots de ordeño automatizado, son de los sistemas indispensables en las granjas de leche. A la par de imprescindibles, su puesta a punto y el conocimiento que se tenga de su funcionamiento puede resultar de interés para atajar y prevenir averías y garantizar que están funcionando correctamente. Con Andrés Mejuto, técnico acreditado y presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Muxido (Agatem) ahondamos ya sobre el funcionamiento y los diferentes sistemas de ordeño que pueden instalarse en la granja en la primera entrega de esta serie de artículos pensados para ampliar los conocimientos sobre las máquinas de ordeño. Ahora, tratamos con él el sistema de vacío y las conducciones, dos elementos fundamentales de los equipos. Además de conocer el funcionamiento de ellos, Mejuto también aporta recomendaciones para el correcto mantenimiento en la granja. 

El sistema de vacío

En esta segunda entrega, Mejuto aporta información sobre uno de los elementos claves en el funcionamiento de las máquinas de ordeño: el sistema de vacío. Como bien indica su propio nombre, el sistema de vacío de una máquina de ordeño está compuesto por una serie de accesorios que funcionan como vacío y permiten conducirlo a las diferentes partes de la máquina de ordeño.

La bomba

La pieza fundamenta en el sistema de vacío es precisamente la bomba que produce el vacío. Tan importante como el propio vacío que se genera para el funcionamiento del equipo es el caudal de vacío que se genera y garantizar además que este sea suficiente. "Todas las máquinas de ordeño funcionan con el vacío, por lo tanto precisamos una bomba que sea capaz de producir un caudal de vacío suficiente para que toda la instalación funcione con un nivel de vacío estable e idóneo", concreta Mejuto. A la hora de establecer el caudal de necesidades de la máquina, el técnico precisa conocer algunos datos clavesc como el lugar en el que se instalará la máquina, ya que la localización modifica las necesidades del caudal de la bomba. "Es muy importante conocer la altitud a la que nos encontramos por la influencia que tiene la presión barométrica sobre el rendimiento de la bomba", explica el técnico de ordeño.
La altitud a la que se encuentra la granja condiciona el rendimiento de la bomba. A más altitud se precisan bombas con mayor caudal y del mismo modo, las necesidades para ordeñar son mayores
La altitud a la que se encuentra la granja condiciona el rendimiento de la bomba. "Cuando tenemos altas presiones la bomba de vacío produce más caudal, por este motivo cuando aumenta la altitud sobre el nivel del mar la presión barométrica baja y la bomba baja rendimiento", explica el experto. Así, a más altitud se precisan bombas con mayor caudal y del mismo modo, las necesidades para ordeñar son mayores. Otros elementos que condicionan el funcionamiento de la bomba son los puntos de ordeño. "Se precisa saber el número de puntos de ordeño que se van a disponer para el cálculo del caudal y el sistema de vacío", indica el especialista. También es imprescindible conocer el diámetro de la conducción de leche, ya que cuanto más diámetro haya más caudal de bomba se necesita para hacer el lavado. Además del número de puntos de ordeño, si los colectores tienen cierre automático también influye en el caudal de la bomba y se precisarán 200 litros por minuto menos de caudal en la bomba. "El cierre automático es el cierre que tiene el colector y se debe ordeñar con él libre, puesto que si se da el caso de que una vaca tire el colector, el cierre salta automáticamente", detalla Mejuto. Con todo, el cierre del retirador no es automático y siempre tarda unos segundos en cerrarse.

La conducción principal

Tan importante como la bomba es la conducción principal. Esta tubería une la propia bomba con el depósito sanitario. En esta conducción se sitúan otras piezas fundamentales como el calderín de vacío, el regulador o el vacuómetro. "La principal función del calderín de vacío es evitar que pasen líquidos o cualquier cuerpo extraño a la bomba", explica el técnico de ordeño. Debe tener entrada y salida del mismo diámetro o superior que la conducción, para que de este modo no se produzcan caídas de vacío inecesarias.
La conducción principal debe tener un diámetro suficiente para que pueda circular el caudal de la bomba sin caer el vacío más de 3 kilopascales
Mientras, el regulador de vacío es una válvula que sirve para mantener el nivel de vacío estable en la instalación. "Todas las normas de montaje van encaminadas a conseguir un nivel de vacío estable en la punta del pezón, con lo que garantizar un ordeño adecuado", detalla el especialista. La conducción principal también debe contar con un vacuómetro, un aparato que le permite a la persona que ordeña que pueda saber el nivel de vacío de la máquina. Para garantizar que la conducción principal funcione correctamente debe tener un diámetro suficiente para que pueda circular el caudal de la bomba sin caer el vacío más de 3 kilopascales. La normativa recomienda hacer un cálculo para 1 kilopascal de caída entre la bomba y el receptor. También hace falta tener en cuenta que hay otros factores que repercuten en el diámetro de la conducción principal como son el caudal de la bomba, los metros de longitud, el número de curvas y cruces (tes) que haya, así como el número de calderines y también las variaciones de diámetro de la conducción. Además de estos elementos, la conducción principal también puede incorporar un tanque de distribución. Se trata de un calderín opcional que se emplea como colector para otras conducciones. "Este calderín de vacío hará que necesitemos un diámetro superior de conducción principal", apunta Mejuto.

Las caídas de vacío

Para el correcto funcionamiento de la máquina de ordeño es preciso tener muy presente las caídas de vacío y sus consecuencias en el caudal. "Las caídas de vacío exigidas por la norma no son un capricho, ya que cuando calculamos un caudal para una máquina, ese caudal tiene que estar disponible en el receptor. Si no tenemos una conducción suficiente, estaremos ordeñando igual que si tuviésemos una bomba pequeña", argumenta el técnico.
"Las caídas de vacío nos obligan a meter conducciones de mayor diámetro y esto encarece el precio de la máquina de ordeño"
Es preciso tener presente que cuando el caudal de vacío pasa de una tubería a un calderín se produce una expansión del vacío. Mientras, cuando pasa del refervedor a la tubería tiene lugar una comprensión. En ambos casos, tanto la expansión como la comprensión provocan una caída del vacío. "Las caídas del vacío nos obligan a meter conducciones de mayor diámetro y esto encarece el precio de la máquina de ordeño" concreta Mejuto. También es fundamental la situación del regulador o el sensor del variador. En este caso, la caída de vacío permitida entre el regulador y el receptor es de 1 kilopascal. "Si se supera esta medida, el regulador no se entera de las caídas que puede haber en el receptor y no cierra la entrada de aire en la instalación, de manera que queda ordeñando con un nivel de vacío más bajo. Esto es lo que se conoce como pérdidas de regulación", detalla Mejuto.
Una incorrecta caída de vacío entre el regulador y el receptor puede derivar en que aumente el recuento de células en la granja
Este tipo de variaciones ya no sólo influyen en el funcionamiento de la máquina de ordeño, sino que es además causa de subida del recuento celular en la leche, según informa al técnico. Para evitar que se generen estos problemas, Mejuto recomienda acercar siempre lo máximo posible el sensor de regulador al receptor. Otras de las piezas de la máquina de ordeño es el depósito sanitario, que está situado entre el sistema de leche y el de vacío. "La función de este depósito es evitar que pase leche o agua del lavado al sistema de vacío", concreta el técnico. Máquina de ordeño con conducción.

Conducción de vacío de ordeño y conducción de pulsación

También es necesario señalar que en las salas de ordeño con medidores volumétricos existe una conducción de vacío del ordeño. Este tipo de conducción une el medidor con la conducción principal y también sirve como tubo de lavado. Para finalizar, Mejuto recuerda que en la máquina de ordeño existe también una conducción de pulsación, aquella que soporta los pulsadores y da vacío también a los retiradores. "Esta conducción necesita diámetros pequeños porque aquí los consumos son bajos, normalmente incluso está sobredimensionada", reconoce el técnico de ordeño.

Claves sobre la máquina de ordeño y su mantenimiento (I)

La máquina de ordeñar es uno de los equipos fundamentales en las ganaderías de vacuno de leche. Durante años en Galicia las revisiones de estas máquinas eran obligatorias y se llevaban a cabo al menos una vez al año para asegurar un correcto funcionamiento. A día de hoy, como apuntan desde la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (Agatem) aunque la Xunta ha dejado de exigir esta revisión, resulta igual de importante controlar el equipo de ordeño para garantizar su correcto funcionamiento antes de que pueda producirse una avería de mayor trascendencia o de que pequeños desajustes puedan derivar en problemas para el propio ganado o la actividad y la rentabilidad de la granja. En función del número de animales de la ganadería también será preciso un recambio más habitual de las piezas como las gomas de las pezoneras, ya que estarán sometidas a un mayor desgaste, tal y como ya recomiendan los propios fabricantes. De la mano de Andrés Mejuto, técnico acreditado y presidente de Agatem, ahondamos en el conocimiento sobre las máquinas de ordeñar. En esta primera entrega desgranamos algunas de las cuestiones a tener en cuenta para comprender el funcionamiento de la máquina de ordeñar, así como los diferentes tipos. Con ella iniciamos una serie de artículos en los que abordaremos cuestiones como las distintas partes de la máquina y sus accesorios, explicando la función que tienen cada uno de estos elementos y los mínimos exigidos por la normativa para garantizar su correcto funcionamiento en la ganadería.

Conocer la máquina

En las ganaderías gallegas podemos encontrar a día de hoy varios tipos diferentes de máquinas de ordeño: 1_ Cántaras o máquina de ordeño con cubo. Son las más elementales y también las que primero se comenzaron a instalar en las ganaderías. 2_ Máquinas de ordeño con conducción de leche. En este grupo es donde se encuadran tanto los circuitos como las salas de ordeño. En las máquinas con conducción de leche pueden establecerse otras dos clasificaciones, que son también las que más nos interesan para comprender mejor la máquina: líneas altas y líneas bajas. Se llaman de línea alta aquellas máquinas en las que la leche sube del colector a la conducción de la leche, puesto que esta está más alta que el colector. Mientras, se conocen como máquinas con conducción de leche de línea baja aquellas en las que la leche baja del colector a una conducción que está ubicada a una altura por debajo de los pies de la vaca. Hace falta tener claro que las máquinas de ordeño en circuito serán siempre una línea alta. Sin embargo, unasala puede ser línea alta o baja dependiendo de la altura de la conducción de la leche. El caso de la cántara de ordeño prácticamente es una línea baja que puede trabajar a entre 40 o 43 kilopascales y los reguladores fijos regulan a 50 kilopascales. Sistemas modernos y actuales como los robots de ordeño tienen cálculos semejantes a los empleados para las cántaras. 

Las piezas fundamentales

A la hora de analizar el funcionamiento de la máquina de ordeñar es prioritario tener un conocimiento sobre sus componentes. "Hay partes fundamentales que sí le faltan no funcionarían y otras que son opcionales, como es el caso de los medidores", apunta el técnico. La máquina de ordeñar trabaja por vacío, por lo tanto el primer componente será una bomba de vacío. Para unir dicha bomba con las demás partes de la máquina se necesita un sistema de vacío, que a su vez debe contar con un sistema de regulación del vacío y pulsación. Este es el accesorio encargado de trabajar sobre el pezón de la vaca para producir la bajada de la leche. Otra parte importante de la máquina de ordeñar es el sistema de leche, que se encarga de llevar la leche desde el colector al receptor. En esta parte de la máquina pueden ir incorporados los medidores.
"Todas las máquinas, tanto líneas altas como bajas tienen o pueden tener los mismos componentes, la única diferencia entre ellas es el nivel de vacío al que trabajan"
El nivel del vacío es una de las cuestiones a las que es preciso prestar especial atención. "Todas las máquinas, tanto líneas altas como bajas tienen o pueden tener los mismos componentes, la única diferencia entre ellas es el nivel de vacío al que trabajan", explica Mejuto. La leche al subir del colector a la conducción produce una caída de vacío importante, así, cuanto más alta está la conducción, más caída habrá en la punta del pezón de la vaca, que realmente es el vacío que interesa tener en cuenta en la máquina de ordeñar. En los robots de ordeño, la caída de vacío es baja, puesto que por cada pezonera hay un tubo largo de leche, mientras que en un sistema normal hay un tubo para las cuatro pezoneras. El nivel de vacío en el robot de ordeño es variable, en función del caudal de leche que baja la vaca en ese momento, así cuanto más leche más vacío.   

Soluciones ante variaciones de los niveles de vacío

Las variaciones de los niveles de vacío pueden provocar situaciones que sean perjudiciales para el correcto funcionamiento de la máquina o para lograr buenos resultados en el ordeño del animal. Analizamos algunas de las circunstancias más habituales que pueden producirse en la máquina de ordeñar en cuanto a los niveles de vacío y cómo corregirlas:

- Nivel de vacío alto en el pezón de la vaca.

En las máquinas de ordeñar en línea alta se utilizan niveles de vacío en regulador de entorno a 50 kilopascales o incluso más. En estos sistemas pueden surgir problemas derivados de un nivel de vacío alto en la punta del pezón. Así, en el momento en el que se colocan las pezoneras, y mientras no hay leche, el vacío sube en el pezón casi a niveles máximos. "En estas circunstancias, si hay 50 kilopascales en el regulador podemos llegar a tener en la punta del pezón 48 kilopascales. Este nivel de vacío normalmente es muy alto para hacer un ordeño correcto", especifica el técnico. Para mejorar esta variación del nivel de vacío, Mejuto recomienda preparar muy bien las vacas para la bajada de la leche y retirar las pezoneras justo cuando termine de bajar la leche. "En estos casos las pezoneras deben retirarse cuanto antes, todo lo más pronto posible", concreta el especialista.

-Caída del vacío.

Otro problema de las líneas altas se produce con aquellas vacas que apuran a bajar la leche en el pico máximo del ordeño, ya que puede caer el vacío en la punta del pezón a 30 kilopascales o incluso por debajo de ellos, un nivel de vacío que se considera muy bajo para ordeñar. Por esta razón, es recomendable montar salas de línea baja, sobre todo en aquellas ganaderías que tengan o quieran trabajar con producciones altas de leche. "Con una línea baja bien dimensionada y correctamente instalada podemos trabajar con vacíos en el regulador de entorno a 42 kilopascales y tener en la punta del pezón, de principio a fin del ordeño, 40 kilopascales. Así, se puede hacer un ordeño rápido y suave", explica el técnico. Bajar el nivel del vacío puede ser la solución para distintos problemas que puede haber en la granja y con el ganado. "Cuando se comenzaron a instalar las ordeñadoras eran todas cántaras de ordeñar, con una línea baja y con los reguladores de vacío fijos. Con estos sistemas, he resuelto muchos problemas de recuentos de células somáticas altos con sólo bajar el nivel de vacío", apunta Andrés Mejuto.
*En las próximas entregas continuaremos a conocer las distintas partes de la máquina, su función y los mínimos exigidos por la normativa para garantizar su correcto funcionamiento en la ganadería.
 

Oferta de empleo en una ganadería de leche de O Páramo

La ganadería Pena Guisande SC, del ayuntamiento lucense de O Páramo, busca un empleado para colaborar en las tareas diarias de esta granja de leche. Las funciones a desempeñar se centran principalmente en el ordeño de las vacas, así como, de manera complementaria, deberá colaborar con la realización del resto de trabajos de la ganadería, como la alimentación del ganado, el mantenimiento de las camas, la limpieza de los silos... La ganadería cuenta con unas 400 cabezas de ganado de las que tiene 240 en ordeño. La intención es que la persona contratada se encargue del ordeño de una parte del rebaño, que se encuentra en una granja próxima a las instalaciones principales. Por el momento, el ordeño se realizará en sala, pero en la ganadería están pendientes de la instalación de un robot de ordeño, por lo que una vez que lo hagan se tratará de supervisar el funcionamiento de este. En estos momentos, en la ganadería ya han contratado otro empleado que colabora junto con los propietarios en la atención del ganado, pero dada la carga de trabajo actual están buscando incrementar la plantilla. Además, desde la ganadería también informan de que el empleado podrá optar a alquilar una vivienda próxima a la granja. Las personas interesadas en esta oferta pueden ponerse en contacto con Adrián llamando al teléfono 680 84 81 88. Al igual que esta granja, otra ganadería familiar situada en O Páramo también está procurando un empleado para colaborar en el ordeño y las tareas diarias. En este caso se trata de una ganadería de menor tamaño, con unos 40 animales en ordeño, que precisa incorporar personal.

«Inspeccionar el equipo de ordeño es muy necesario, aunque ahora no sea obligatorio ni subvencionado»

Andrés Mejuto es uno de los técnicos de equipos de ordeño más experimentado de Galicia, con más de 35 años especializado en la revisión y control de estas máquinas. Ha sido el primer técnico de la provincia de Pontevedra autorizado para hacer estos controles. Desde hace más de 5 años ejerce también como presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (Agatem). Abordamos con él la evolución que han sufrido estos equipos en los últimos años, así como los aspectos que se deben tener en cuenta para lograr un buen funcionamiento o el control que se hace de ellos en las ganaderías en la actualidad. -Hace poco más de 5 años que la asociación comenzó a funcionar, ¿cómo valoran estos primeros años? ¿En qué se centraron en este tiempo? -La intención de crear la asociación fue para intentar estar un poco unidos, ya que cada uno trabajamos en distintas empresas y para seguir de alguna manera en contacto y coordinados cómo cuando los testajes eran obligatorios y subvencionados por la Xunta. De aquella se hacían cursos y reuniones para abordar temas que nos interesaban y la intención de la asociación y seguir manteniendo a la gente en contacto. Otro de los objetivos es hacer cursos de formación. Por el momento ya hemos hecho algún curso y ahora tenemos otro solicitado para formar a más gente, ya que las casas de ordeño siguen solicitando este perfil y no encuentran profesionales con esta formación. En este tiempo ya hemos conseguimos que la Xunta nos cediese la Unidad de Ordeño que hay en el Centro de Experimentación y Formación Agraria (CFEA) de Sergude (Boqueixón, A Coruña) para que hagamos uso de ella. Esto nos permite hacer un control y revisión de nuestros equipos, cada técnico paga su revisión, pero tenemos un espacio y un equipo con el que verificar los nuestros.
"Hace 35 años los controles eran obligatorios y estaban subvencionados según los puntos de ordeño que había en la granja. Por aquel entonces le daban hasta las cánulas de secado de las vacas y los detergentes que se precisaban para la sala de ordeño"
- Durante algún tiempo las revisiones de los equipos de ordeño en las granjas fueron subvencionadas y obligatorias, ¿cuál es la situación actual? -Ahora no hay inspección por parte de la Xunta. Habrá unos 10 años que dejó de haber subvenciones para el testaje de los equipos y dejó también de hacerse ese control, por lo que las revisiones pasaron a ser voluntarias. Hace 35 años, cuando yo comencé, los controles estaban subvencionados según los puntos de ordeño que había en cada granja. Por aquel entonces le daban las cánulas de secado de las vacas y los detergentes que se precisaban para la sala de ordeño. Eso fue también lo primero que suprimieron, cuando consideraron que los ganaderos ya sabían de la importancia de emplearlos y que los comprarían ellos. Los testajes continuaron aún bastantes años siendo obligatorios y subvencionados. Cuando remataron de ser financiados, muchos profesionales siguieron exigiéndolos, porque saben de la importancia para comprobar que la máquina funcione correctamente. Se nota que cada vez la gente exige más, pero también hubo quien dejó de hacérselos. -¿Con cuántos socios cuentan en la actualidad en la asociación? ¿Qué porcentaje supone de los técnicos que operan en Galicia? -Ahora mismo estamos sobre unos 40 socios, pero hay muchos técnicos fuera, ya que inicialmente en los estatutos se recogió que sólo podía asociarse aquel personal que hubiese estado autorizado a hacer la testaxe, que contara con certificación oficial. Es un tema que tenemos que revisar, para intentar que puedan participar más, ya que en Galicia puede haber cerca de 400 técnicos que están trabajando con sistemas de ordeño y tanques de frío. Ahora bien, que hagamos sólo los testajes puede que seamos unos 10, 3 de ellos ajenos a las marcas. -¿Tienen alguna reclamación a la Administración como colectivo? -Estuvimos durante años intentando reunirnos con los distintos Conselleiros y ahora conseguimos que este nos recibiera. Nosotros le pedimos poder hacer un curso de formación y un examen oficial que permita a la gente prepararse en condiciones, así como disponer de los equipos en las condiciones adecuadas para hacer un control adecuado y contar con un título oficial que lo acredite. Por el momento no ha sido posible, pero vamos a seguir insistiendo. Ahora mismo entre Raul Regueiro, que es el vicepresidente de la asociación, Zapata que es el secretario y yo hemos estado impartiendo los cursos que hubo en Sergude, pero precisamos relevo porque algunos ya estamos próximos a jubilarnos. -¿Cómo fue la instalación de aquellos primeros sistemas de ordeño en Galicia? -Recuerdo que cuando hicimos el primer curso de la nueva normativa en Sergude, estábamos controladores de toda Galicia, y todos hablaban de aquellas primeras salas de ordeño en la comarca de Deza. Las tres empresas que había por entonces querían instalar estas primeras y recuerdo, como sin contar, al final terminé siendo yo el que realizó el control de aquella sala que se instaló, que justo acaba ahora de incorporar un robot. Era una sala de ordeño con 6 puntos, que para aquel momento era ya todo un avance, cuando ahora son de las más pequeñas que hay, puesto que hay granjas con 20 o 30 puntos de ordeño.
"Hacer un testaje es muy necesario, ya que si el equipo de ordeño no funciona bien es muy probable que aumenten los recuentos de células somáticas"
-Con la automatización que ha experimentado el ordeño en los últimos años, ¿está siendo más necesario la labor de los técnicos especializados en estos equipos? -Hacer un testaje es muy necesario, ya que si el equipo de ordeño no funciona bien es muy probable que aumenten los recuentos de células somáticas. Es cierto que también hay granjas donde el equipo de ordeño está en pésimas condiciones y se mantienen las células en valores normales, pero no es lo habitual. Yo creo que hacer un testaje y un control del sistema es tan necesario ahora como lo era antes, sólo que ahora no es obligatorio ni subvencionado. La normativa del 1981, que fue la primera que hubo en Galicia, y que se modificó en el año 2001 para hacerla más exigente, sigue siendo por la que nos regimos. -¿Cómo han evolucionado los equipos de ordeño en estos años? -Antes se llegaba a la granja y había una tubería de leche, una tubería de vacío y una bomba y mediamos que todo funcionase bien, ahora es todo bastante semejante, solo que empleamos una hoja de cálculo para estimar las necesidades de la máquina en función de los puntos de ordeño y la producción de leche, para que no haya problemas en la circulación de la leche y el caudal tanto de la bomba como los diámetros de la conducción sean los necesarios. Tenemos que ser conscientes de que cuando se precisa un caudal mínimo en la bomba, ese caudal debe estar disponible para ordeñas las vacas. Ese es un aspecto que antes no se tenía en cuenta. También fueron apareciendo medidas nuevas, como las pérdidas de regulación, que es muy semejante a lo que antes eran las fugas del regulador. Cuando tenemos las pérdidas de regulación controladas quiere decir que la máquina tiene la conducción principal de vacío adaptada al caudal de la bomba y ese caudal está disponible en la unidad final para poder ordeñar las vacas. Otras medidas nuevas que se fueron incorporando y que son muy necesarias para hacer un ordeño rápido y eficaz es la capacidad de evacuación de los colectores. Con una capacidad alta  de evacuación, la leche circula mejor y conseguimos menor caída de vacío en la punta del pezón, con un vacío más estable y un ordeño más rápido. -¿Precisan más revisiones y mantenimiento ahora estas instalaciones? -No es que sean necesarias más revisiones, es preciso cambiar las gomas y hacerle el mantenimiento al regulador para asegurarse de que esté limpio como se hacía antes. Ahora con las mediciones electrónicas y con las incorporaciones de servicios que se incluyen, como los retiradores automáticos, se incrementan también las posibilidades de que haya averías. Las máquinas que mejor funcionan son las más sencillas, las que menos extras tienen, pero a veces esos servicios a mayores son muy necesarios para el día a día de los animales y del ganadero.
"El robot no deja de ser un caldero de ordeño como el que había antes, pero con un ordenador incorporado para intentar substituir al ganadero, lo cual es muy difícil"
-¿Cómo valora la introducción de los sistemas de ordeño robotizados? -Es una maquina de ordeño tan honrosa como la que más. El robot no deja de ser un caldero de ordeño como el que había antes, pero con un ordenador incorporado para intentar substituir al ganadero, lo cual es muy difícil. El robot está solucionando el problema de falta de mano de obra para el ordeño, pero sigue necesitando que estés pendiente de él, no te libera por completo del ordeño, como puede parecer inicialmente. El robot no elimina mano de obra, casi diría que al contrario. -¿Qué opina sobre el sistema de ordeño móvil? - En Galicia aún hay muy pocas y está pensado sobre todo para aquellas ganaderías que tienen los prados alejados y para evitar que el ganado se desplace mucho. Debe ser una máquina igual de eficiente que la que tengas en la sala, solo que en vez de tenerla en la granja la tienes montada sobre ruedas. Uno de los mayores inconvenientes que presentan estos sistemas es que precisan tener grupos electrógenos sofisticados para que te proporcionen una corriente eléctrica estable. 
"Un regulador bien ajustado es primordial para conseguir un ordeño eficiente"
-¿Cuáles son los aspectos más importantes en el control de los equipos de ordeño? -El alma mater del equipo de ordeño es el regulador, tanto los más tradicionales como los variadores de revoluciones que hay ahora, que destacan por el ahorro eléctrico que consiguen. Un regulador bien ajustado es primordial para conseguir un ordeño eficiente, sino además de no ahorrar, te puede fastidiar el ordeño. La norma principal para una máquina de ordeño es el nivel de vacío estable en la punta del pezón, y eso es lo más difícil de conseguir. Si a la máquina le falla, tanto el regulador normal como el variador, eso desastibiliza el ordeño. Además, para tener un ordeño eficiente se precisa una bomba con un caudal suficiente. También se necesita que todas las conducciones tengan las dimensiones necesarias, cumpliendo el mínimo de la normativa. La pendiente en la conducción de la leche también es fundamental, para que la leche corra por su peso y debe tener un diámetro adecuado, tal y como especifica la normativa, para que en cualquier momento del ordeño y en cualquier punto de la conducción de leche el vacío no caiga más de 2 kpas y el caudal de la leche circule a la misma velocidad que el caudal de aire, para que no se hagan tapones de leche.

"Cuando en una granja tienen que usar mucha oxitocina hay que pensar que puede no funcionar correctamente el sistema de ordeño"

-¿A qué deben prestar mayor atención los ganaderos durante el ordeño para optimizar el funcionamiento de estos equipos? -Los ganaderos ya tienen bastante trabajo con alimentar y atender a sus animales y no pueden tener que estar pendientes de las máquinas, para eso estamos los técnicos para asegurarnos de que el equipo de ordeño funcione correctamente. Con todo, en la sala de ordeño tal y como recoge la normativa, debe haber un manómetro visible, que le puede indicar al ganadero si hay fallos en el sistema. Tampoco es que sean una herramienta muy útil, puesto que la mayoría son analógicos y cuando el ganadero puede apreciar una variación en ellos es que se trata ya de un problema muy grave, ya que los técnicos en el día a día los empleamos digitales y tenemos en cuenta las mínimas variaciones. Las unidades finales de cristal, que cada vez quedan menos, es otra parte del equipo que para los ganaderos puede ser de utilidad a la hora de detectar problemas en el sistema. En este punto la leche debe llegar de forma continua, sin formación de tapones. Si no es así hay algún fallo en el funcionamiento, bien por falta de pendiente o por un diámetro insuficiente en la conducción de la leche. El ganadero también debe ser consciente de que si tiene una máquina en conducción simple de la leche normalmente puede darle problemas. Lo que está funcionando hoy en día son las conducciones en anillo, para evitar que haya tapones que obstaculicen todo el funcionamiento del sistema. A veces, cuando en una ganadería tienen que recurrir a un uso muy habitual de oxitocina, para conseguir el ordeño de un buen número de animales, hace falta barajar que puede estar habiendo un problema en el sistema de ordeño, que provoca que vaya muy lento el ordeño.
"Tanto las fábricas de leche como las certificadoras están exigiendo un testaje anual"
-¿Qué resulta más problemático en un sistema de ordeño? -Las conducciones de leche es uno de los puntos más problemáticos. En este aspecto siempre es mejor contar con un margen amplio, en vez de quedarse cortos a la hora de calcular las necesidades del sistema para el volumen de leche que vaya haber en la granja. Estamos viendo granjas que siguen con la misma máquina después de 20 años, pero en este tiempo las producciones se incrementaron mucho y la genética contribuyó a que la leche baje con mayor rapidez, por lo que es muy necesario que las conducciones sean amplias para poder asumir los incrementos. -¿Cada cuánto tiempo se deben revisar los equipos? -Los equipos habían deben someterse a un testaje al menos una vez al año. Tanto las fábricas de leche como las certificadoras están exigiendo un testaje anual, y la tendencia es que se quiera granjas con equipos certificados. Hubo también épocas en las que desde Sanidad, al detectar recuentos celulares muy elevados, se le exigía realizar una revisión. -¿Hay aspectos que se descuiden en el mantenimiento y control de las instalaciones de ordeño en las granjas gallegas? -Siempre hay margen para mejorar. Muchas veces hay que mejorar en la limpieza que se hace de los equipos. Aunque aparentemente pueda verse limpio, van quedando espacios en los que no se hace una limpieza idónea. Otro de los aspectos que se descuida son los cambios de gomas. Las pezoneras y los tubos de leche se cambian cuando rompen y no cuando debían. Tanto por higiene como por funcionamiento debieran cambiarse. Hay muchos ganaderos que están haciendo un mantenimiento muy bueno, cambiando cuando le corresponde, pero también hay quien intenta aguantar mientras no rompen. Tanto en las gomas como en las pezoneras los propios fabricantes indican cuando deben cambiarse. En base al uso que se haga de ellas pueden aguantar un año, aunque hay granjas que las tienen que cambiar cada 6 meses dependiendo del número de vacas y de puntos de ordeño. También cabe recordar que se debe seguir un protocolo de lavado después de cada ordeño. Para ello es preciso que se utilice una cantidad de agua suficiente y a la temperatura indicada por el fabricante del detergente. Debe hacerse un tiempo mínimo de circulación de la solución formando tapones en la conducción de la leche. Al final debe hacerse un muy buen aclarado para garantizar la eliminación de los restos de detergente. 

Medio Rural estudia crear cuadrillas de sustitución para granjas afectadas por la Covid-19

La Consellería de Medio Rural está evaluando la creación de cruadrillas de peones para hacer sustituciones en aquellas ganaderías cuyos propietarios o trabajadores se vean afectadas directamente por el coronavirus y tengan que afrontar la enfermedad o pasar una cuarentena. Estas cuadrillas estarían integradas por peones agrícolas especializados en ordeño y maquinaria. La medida se incluye en un paquete de propuestas que la administración está estudiando para afrontar las consecuencias de la Covid-19 en los distintos sectores agrarios y ganaderos. Aún por concretar los pormenores, la disposición se anunció en una reunión celebrada a comienzos de semana y en la que participaron el director general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, y organizaciones agrarias. La propuesta de poner en marcha distintas brigadas para garantizar que la actividad en las ganaderías pueda continuar en caso de sufrir un contagio por coronavirus responde a una petición realizada por Unións Agrarias, que se muestra satisfecha con la sensibilidad de la Consellería respeto de esta situación. "Hay un problema real para los ganaderos con un positivo de Covid-19, puesto que pueden aislar a los trabajadores de una granja y la ganadería es una actividad que no puede esperar", explica José Ramón González, responsable de Agricultura y Producciones Extensivas de Unións Agrarias. La organización agraria demanda además a la Consellería la continuidad de estas cuadrillas de sustitución en el sector ganadero. "Lo que demandamos es que estas brigadas, aunque no sean subvencionadas al 100% como es ahora, que continúen después de la Covid-19, porque les va a permitir a muchos ganaderos descansar algún día", apunta González. Por el momento, desde la Consellería de Medio Rural sólo confirmaron que están evaluando la aplicación de esta medida, pero no quisieron concretar plazos. Sin embargo, en dicha reunión, según Unións, apuntaron a que la orden podría quedar aprobada esta misma semana. Más información - -Recomendaciones para granjas familiares con casos positivos de coronavirus.