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“Estamos aburridos de la burocracia, en los despachos desconocen lo que es el agro”

Las protestas del campo que se han vivido en Europa en las últimas semanas se mantienen activas a nivel de Galicia y del resto de España. En el caso gallego, tras las tractoradas de la pasada semana en Lugo y Ourense, la asociación Agromuralla se desplazó hoy a Coruña para protagonizar una manifestación a pie por las calles de la ciudad hasta la Delegación del Gobierno. El colectivo pide un giro radical en las políticas dirigidas al campo. “Nos tienen que tener en cuenta a la hora de hacer las normativas porque en los despachos vemos que hay un absoluto desprecio y desconocimiento del campo” -opina el presidente de Agromuralla, José Luis Pérez-. “Estamos aburridos de burocracia, para una explotación pequeña es inasumible cumplir con todos los requerimientos de burocracia y con todas las exigencias de las nuevas normativas”, advierte. “La sociedad se tiene que preguntar por qué cada vez cierran más explotaciones agrarias y quedan menos. Si alguna persona joven se quiere incorporar, se encuentra con zancadillas por todos los lados”, cuestiona Pérez. El presidente de Agromuralla se pronuncia contra nuevas normativas, como la de purines, la del veterinario de explotación o la de bienestar animal. La subida de costes de producción fue otra de las quejas de los productores. Pérez pide además la derogación o modificación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. “No estamos en contra del medioambiente, somos conscientes de problemas como el cambio climático y somos los primeros que estamos dispuestos a trabajar para mejorar las cosas, pero las normativas se tienen que hacer sentándose con nosotros”, defiende. “Hay que decir que basta ya y que las Administraciones corrijan los errores. Los ganaderos y agricultores somos esenciales, somos los mismos que alimentamos a la población durante el coronavirus y somos los que cuidamos la tierra. Se nos echan culpas que no tenemos”, critica Pérez. Uno de los carteles que exhibieron los ganaderos en la protesta de Agromuralla. Convocatoria de las organizaciones agrarias Para mañana viernes está previsto que las organizaciones agrarias (Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asaga) detallen la movilización que tienen convocada para el próximo martes 20. Las tres organizaciones habían anunciado ya hace semanas que aplazaban la protesta hasta que pasasen las elecciones, para evitar que la movilización se instrumentalizara o se pudiera ver como una protesta con tintes políticos. Diferente es la opinión de Agromuralla, que hoy se desplazó a Coruña para concentrarse ante la Delegación del Gobierno: “No entendemos por qué no nos podemos manifestar antes de las elecciones. En Europa y en España ya llevan semanas de protestas. Serán los sindicatos los que tengan que explicar por qué no se manifiestan”, cuestiona Pérez. Para esta tarde, está previsto que Agromuralla continúe la mobilización con acciones de protesta sorpresa. Cabecera de la protesta. Uno de los carteles que se exhibieron en la movilización. Actualización En paralelo a la protesta de Agromuralla en A Coruña y comarca, se desarrolló en Madrid una reunión entre el ministro de Agricultura, Luis Planas, y las organizaciones agrarias Asaja, Coag y Upa, que acordaron un primer paquete de medidas para simplificar la PAC y normas asociadas, así como para aumentar los controles en la cadena alimentaria.

Agromuralla anuncia una manifestación a pie en A Coruña para mañana, jueves 15

La asociación Agromuralla ha anunciado esta mañana una manifestación en A Coruña para mañana, jueves 15, a partir de las 12 horas. La movilización se dirigirá a pie desde el Coliseum (12 horas) hasta la delegación del Gobierno, donde se leerá un manifiesto. Para las 16.30 h. se anuncia otro acto de movilización, sin concretar. El objetivo de la manifestación, dicen, es mantener viva la llama de las tractoradas de las últimas semanas en toda España, con movilizaciones en el caso gallego en Lugo y Ourense. Con esta convocatoria, Agromuralla se desmarca de la protesta unitaria convocada por las organizaciones agrarias de la Cornisa Cantábrica para el martes 20 de marzo, tras las elecciones gallegas. Las organizaciones agrarias Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asaga prefirieron esperar al final de la campaña electoral, para evitar una posible instrumentalización de la protesta, pero por parte de Agromuralla no lo ven así. En nota de prensa remitida a los medios, el presidente de Agromuralla, José Luis Pérez Barreiro, considera "insuficientes" los compromisos alcanzados por parte de los Gobiernos de las distintas Administraciones para hacer frente a la "situación de emergencia que vive todo el sector primario", por lo que hace un llamamiento a "mantener la presión" para que las reivindicaciones de los productores sean "escuchadas y atendidas". La asociación enfoca sus reivindicaciones por la derogación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, en línea con las demandas de la polémica plataforma 6F. “Uno de los motivos de la protesta es solicitar la retirada de la Agenda 2030, aprobada por el Gobierno español en sintonía con la Estrategia de la Granja a la Mesa de la UE, pues ahoga la agricultura y la ganadería con imposiciones imposibles de cumplir, como la nueva normativa de purines", señalan en nota de prensa. En líneas generales, Agromuralla pide la reducción de la burocracia, la reforma y simplificación de la PAC, la modificación de las normativas ambientales y un precio justo por los productos en origen. El acto está convocado por Agromuralla, pero el colectivo señala que está prevista la participación de distintos colectivos y asociaciones de productores llegados desde distintos puntos de Galicia, en representación de sectores como el de la leche, el de la carne, el ovino, el porcino, la producción hortícola o la pesca. En su nota de prensa, Agromuralla hace un “llamamiento expreso” a la participación de las organizaciones agrarias.

Las organizaciones agrarias de Galicia y de la Cornisa Cantábrica convocan movilizaciones el martes 20

Las organizaciones agroganaderas de la cornisa cantábrica saldrán a la calle el próximo 20 de febrero. La fecha fue fijada en una reunión en la que participaron los colectivos mayoritarios de Galicia, Asturias y Cantabria. En el encuentro dieron luz verde a las movilizaciones coordinadas que se espera se extiendan desde la frontera con Portugal a la de Francia. Euskadi no pudo participar en la reunión, pero se espera que los colectivos de la Comunidad también se sumen a las acciones conjuntas en la defensa del sector agroganadero. Ante la existencia de problemáticas comunes a toda la cornisa, los convocantes entienden que es necesario que los ganaderos y agricultores de toda esta franja vayan de la mano en la defensa de sus intereses. Con ese objetivo, el próximo martes 13 de febrero celebrarán una nueva reunión para cerrar la tabla de reivindicaciones conjunta, para la que el documento consensuado en Galicia por Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asociación Agraria de Galicia servirá de base. El sector entiende que existen suficientes motivos para salir a la calle. Las organizaciones ven necesario actuar para paliar la excesiva burocracia y el aumento de los costos generado por la entrada en vigor de nuevas normativas europeas; así como para garantizar que los acuerdos comerciales con países extracomunitarios no pongan en riesgo la soberanía alimentaria ni supongan una competencia desleal para los productores locales. A pesar de que la Ley de Cadena es clara al respecto, la ausencia de contratos claros, el pago por debajo de costos de producción y la imposición de precios eludiendo la negociación colectiva siguen siendo prácticas habituales, según el sector. Estas cuestiones, dicen, precisan de soluciones contundentes mediante un incremento del celo de las administraciones y un reforzamiento de los medios y actuaciones de control

“En la crisis de la leche, aparecieron salvadores que sólo querían cargarse la representación sindical”

Roberto García es uno de los históricos del sindicalismo agrario gallego de las últimas décadas. Vinculado a Unións Agrarias casi desde la fundación del sindicato, lleva más de treinta años como secretario general de la organización gallega. Procedente de una familia ganadera de Rodeiro (Pontevedra) -cuya actividad aún mantiene junto con su hermano-, estuvo inmerso en algunos de los procesos de transformación más destacados del mundo rural, gestionados tanto en Galicia como en Europa. Abordamos con él algunos de los retos que aún se le presentan al rural gallego. La última movilización del sector lácteo, en 2015, dio lugar al nacimiento de organizaciones ganaderas desligadas de los sindicatos. ¿Esto os llevó a replantearos como estabais trabajando? Si analizamos los movimientos dentro del sindicalismo agrario, tienen que ver con crisis que se dieron en dos organizaciones en ese momento: Agromuralla estaba formada por gente que provenía, en su mayoría, de la crisis de Xóvenes Agricultores, y de movimientos políticos en la órbita del Partido Popular, para desgastar a la única organización que tenía un peso central del sector leche. Y lo mismo pasó en el otro extremo por parte del BNG que tras su escisión en el frente político. En Unións Agrarias esto no supuso una pérdida de afiliación, sino todo lo contrario, con un incremento de los afiliados en el sector lácteo. De los 4.200 afiliados que tenemos en este sector (que agrupa a un total de 8.000 productores), cerca de 2.600 forman parte de la organización de productores Ulega, es decir, no sólo son afiliados sino que delegan en la organización la capacidad de negociación de su leche. Los otros 1.600 no pueden entrar en ULEGA porque forman parte ya de cooperativas. El grado de credibilidad y de confianza es masivo. Es muy difícil en un sector tener casi el 50% afiliado e influyen más factores que la confianza sindical, influye el trabajo de asesoramiento, de gestión...
"Somos progresistas, pero no entramos en campañas electorales. Por eso tenemos gente del PP que está cómoda en Unións"
Volviendo a las movilizaciones de Lugo, somos conscientes de que aquellas movilizaciones se hicieron en una clave muy concreta: para desgastar a Unións Agrarias porque políticamente en un lado y en otro no se estaba cómodo en esa representación. Hicimos una organización transversal, no partidista, ya que no hubo ni una sola campaña electoral en la que la organización estuviese implicada con ningún partido político. Somos una organización progresista pero diferenciamos muy claramente el papel que tenemos como organización del debate partidista y eso hace que dentro de la organización se sientan cómodos muchos votantes del PP. En aquel momento, con una crisis sectorial muy importante, aparecieron salvadores con soluciones demagógicas que el tiempo demostró que sólo buscaban cargarse la representación sindical. No existen soluciones mágicas. No es problema de que el sistema de representación tradicional ya no sea operativo. Echar a andar una organización agraria y darle servicios a los ganaderos no sólo es muy costoso económicamente sino que requiere mucho trabajo. ¿Cuál creéis que es la clave para manteneros en el tiempo y que la gente siga eligiéndoos como sindicato? La gente valora lo que conoce y el trabajo hecho desde el año 1985 por Unións, pasando todos los filtros de todos los gobiernos. Unións apostó no solo por ser un sindicato de lobby de sector de leche, de carne y de vino, sino que buscamos ser una organización que aglutine la representación del rural. Hoy tenemos una organización de mujeres rurales (Fademur), una asociación forestal (Asefoga), una asociación sectorial avícola (Acriaga) y un colectivo de productores de terrenos en los que se instalaron parques eólicos (Vento Noso)... Por lo tanto, Unións es una organización que procuró estar en los distintos colectivos del rural. ¿Cómo ves en la organización la incorporación de gente joven a explotaciones con un cierto carácter empresarial y que muestran una cierta filia a las asociaciones sindicales? Nosotros estamos haciendo un trabajo muy importante de profesionalización de los dos departamentos más potentes de la organización: el departamento jurídico y en la gestión económica fiscal. Hoy cada día más las explotaciones demandan que el sindicato los represente en la negociación de sus productos, pero también que les resuelva de forma integral todos estos problemas. Hace unos meses la Fruga le pedía a la Consellería de Medio Rural que convocara elecciones sindicales, ya que se llevan más de diez años sin convocar. ¿Cómo ves esa posibilidad? En España tenemos los tres modelos: Comunidades Autónomas que nunca tuvieron elecciones agrarias, aquellas que llevan más de diez años sin convocar y las que las están repitiendo de forma permanente. La experiencia de las elecciones aquí en Galicia nos llevaría a unos resultados electorales de poco contenido sindical y mucho de contenido político-partidista. Nosotros cada vez que nos presentamos a unas elecciones (DO Rías Baixas, DO Ribeiro...) no nos enfrentamos a otro sindicato, nos enfrentamos al Partido Popular. Politizar de forma partidista, no ideológica, las organizaciones aportaría pocas soluciones. Por tanto, yo no tengo tan claro lo que nos aportaría un modelo de elecciones a un órgano que ni existe ni le queremos dar funciones. Existen cantidad de elementos de medición que son tan operativos o más que unas elecciones políticas. Hoy la Administración nos tiene controlados para saber cuántas declaraciones de la PAC hace cada organización agraria, cuántas declaraciones de la renta y trámites fiscales tenemos que hacer, cuántos proyectos de planes de mejora hacemos... Por lo tanto, para saber la representación horizontal, tenemos muchos más elementos objetivos y medibles que en una campaña política al uso. Creo que la organización partidista aportaría poco a las organizaciones agrarias y sería un flaco favor para los agricultores.

“Mi idea es trabajar en la dinámica de relevo en la organización”

Quedan dos años para el congreso general, ¿te ves con ánimos para seguir? Es muy difícil encontrar una persona que tenga una explotación viable y de referencia en el sector y que tenga tiempo para dedicarle a la organización, sobre todo cuando es una organización con más de 100 trabajadores, más de 50 oficinas, alrededor de los 14.000 afiliados ... Mi idea es trabajar en la dinámica de relevo, no sólo generacional, ya que no creo que la edad sea el condicionante para la renovación, pero creo que es necesario ir generando nuevas incorporaciones y, llegado el congreso, tendremos que buscar una fórmula que nos permita afrontarlo. Es una cuestión que ya abordamos en el anterior congreso. Va a depender de cómo se encuentre uno, pero sobre todo de encontrar una persona que por consenso siga representando esa unión que tiene ahora la organización. Si se encuentra la persona idónea, ¿a ti te gustaría propiciar el relevo? Sí, desde luego. Yo seguiré vinculado a Unións Agrarias aun después de jubilarme, ya que siempre dije que no daría el salto a la política. A diferencia de lo que ahora está de moda, no llevo con complejo ser secretario general mientras el 100% de los afiliados del sindicato me siga apoyando. Creo que en los últimos seis años hicimos más cambios en el sindicato y en el sector que en los últimos 30. Hay que darse cuenta de que organizaciones de productores, en este país las intentaron crear todos, nosotros no sólo fuimos capaces de crearla sino que tenemos la más grande de Europa, con 2.600 ganaderos. También hay que ver el esfuerzo hecho en la creación de la Asefoga y de Vento Noso, colectivos que no eran tradicionales de leche y que están reforzados. También es importante el trabajo de comercialización y mercados que están haciendo desde Fademur... No nos quedamos en un modelo clásico de sindicato de los años 90.
Las movilizaciones del 2015 acabaron en el acuerdo lácteo, pero a día de hoy la percepción general entre los productores es de cierta decepción. Unións Agrarias -UPA no firmó inicialmente, no por ser mal acuerdo, sino que le pusimos tres reparos: quien lo firmaba no tenía una representación real en el sector (no firmaba cada grupo empresarial), no establecía sanciones para los incumplimientos y porque en una definición de ‘buenismo’, hablaba de sostenibilidad económica en la cadena pero no la definía.
"Tres años después, el Acuerdo lácteo está por desarrollarse"
Aquel acuerdo tenía una comisión de seguimiento para poder ir viendo punto por punto como se desarrollaba, y con el paso de reuniones, Unións se dio cuenta de que, siendo una de las organizaciones con mayor representación de ganaderos de leche, estaba excluida de las reuniones de trabajo para modificar la situación. Entonces terminamos firmando por imposición legal, para formar parte de esa mesa de negociación. Creo que en aquel momento hubo una voluntad política de buscar un acuerdo muy difícil de atacar en las definiciones iniciales, que luego quedaban en el ‘buenismo’, eso implica que tres años después todo aquello que dependía del Ministerio aún está por hacer. ¿En qué aspectos se estuvo trabajando y en qué situación se encuentran a día de hoy? Se hablaba que España era un país deficitario que estaba trayendo mucho de fuera, por lo que pedimos que se identificase el origen de los productos para que el consumidor lo pudiera conocer: hay borradores pero aún están sin aprobar. Dentro del acuerdo también se contemplaba un decreto que obligaba a dar a conocer a cuánto pagaba la leche la distribución a la industria. A día de hoy el Decreto se aprobó, pero esa información sólo la conoce el Ministerio. Otro elemento, el más importante, era la ley de sostenibilidad económica que consistía en establecer qué tramos podemos considerar sostenibles en materia económica (precio al ganadero, a la industria y a la distribución). A día de hoy está sin desarrollar. Un proyecto de productos lácteos sostenible sin sostenibilidad económica es inviable.
“Aquí la industria acusa la debilidad de no prepararse, como hicieron otros países, para el final de las cuotas lácteas”
Y por otra parte, para que haya negociación debe haber alternativas, y no hay un solo ganadero que a día de hoy negocie en igualdad de condiciones el precio de la industria, hasta el punto de que la industria ni siquiera se sienta con las OP a negociar el precio. Es una imposición, un contrato por adhesión y el problema está sin resolver. Aquí la industria acusa una debilidad al no se haber preparado, como hicieron otros países, para el final de las cuotas lácteas. Tenemos el hándicap de que dependemos del mercado de leche líquida, con una evolución a la contra con una bajada del consumo de leche. Hubo algo más grave, aceptamos como norma que la leche líquida no es para ganar dinero, ni siquiera para pagarle al productor, sino para que la distribución lo emplee con precios que prácticamente son el 40% de los manejados por un país excedentario como Francia. Esto creó una situación de complicidad y espero que la aprobación de los decretos pendientes permita evitar una crisis como la de hace dos años.

“Uno de los mayores logros fue visibilizar los más de 1.000 caseros que estaban a punto de ser desahuciados en Galicia”

¿Cuáles son para ti los grandes logros a nivel general del sindicalismo agrario en Galicia en las últimas décadas? El gran papel de las organizaciones agrarias en Galicia coincidió con la integración en la Unión Europea donde fue clave el papel de la gestión de la política agraria comunitaria y la gestión de las OCM fundamentalmente de leche. Las organizaciones agrarias, en mayor o menor medida, jugamos un papel básico. Si tuviese que quedarme con hechos concretos y muy gratificantes me quedaría con el gran trabajo de sensibilización política y visualización de los más de 1.000 caseros históricos que había en Galicia y que estaban a punto de ser desahuciados. Desde Unións Agrarias llevamos al Parlamento la creación de las aparcerías históricas, una figura jurídica que en aquel momento no contemplaba ni el código civil ni el Derecho Foral. En esa batalla tramitamos de balde más de 300 accesos a la propiedad para aquellas personas que llevaban desde antes del 42 trabajando esas tierras. Para otros más de 400 buscamos mutuos acuerdos con los propietarios a los que aún le llamaban ‘amos’ para quedarse con la casa y con parte de esa tierra. Ahí Unións fue determinante, pero también lo fue encontrar una sensibilidad del gobierno autonómico y central. ¿Cómo vivisteis el proceso de implantación de cuotas lácteas a finales de los años 80? Fue uno de los temas que nos produjo muchos disgustos, ya que nuestra posición fue muy criticada. Quedamos en exclusiva -incluso contra toda una plataforma del sector- como defensores del sistema de cuotas dentro de la producción de leche. Nosotros defendíamos las cuotas como sistema y modelo, más allá de la cuantificación, porque nos parecía que era básico hacer una declaración de dónde partíamos y tener márgenes para ir creciendo ordenadamente dentro del sector. Hubo momentos duros pero permitió que hubiese un crecimiento ordenado del sector, una situación de cierta lógica para que llegásemos a 2015 con el doble de la cuota que teníamos asignada en su momento. En esa coherencia dentro del sector, evitamos en la última década la compra-venta de cuota, donde los ganaderos, especialmente los gallegos, se estaban endeudando cuando ya se preveía que en cualquier momento esa cuota iba a dejar de tener vigencia. Nosotros apostamos por las explotaciones activas que iban a continuar.
En estas últimas décadas el campo en Galicia cambió de manera radical, ¿cuáles crees que son los grandes retos para el campo gallego para las próximas décadas? Uno de los retos que se le presentan a los ganaderos es cómo hacer frente a las oscilaciones que se van a dar en el mercado de la leche. La forma que tenemos aquí de ser competitivos va a estar ligada a tres fenómenos: -El primero, y más importante, es la reducción de costes de la gestión del territorio. Tenemos una utilización de superficie agraria muy baja, apenas un 28% (las explotaciones con menos tierra de todo España y Europa). Por lo tanto, en estas oscilaciones va a influir mucho también el incremento de los costes al depender de forraje externo. Es importante resolver la gestión de la tierra que tenemos en Galicia. Es fundamental gestionar la tierra y que el Banco de Tierras no se quede sólo en el nombre, con apenas mil parcelas... -El segundo tema es cómo participemos del equilibrio en la cadena. Es decir, cómo pasemos industria, distribución y ganaderos a ser conscientes que en el futuro es imprescindible una cooperación para que cada parte de la cadena tenga su margen de beneficio. Mientras la leche siga siendo un producto empleado por la distribución no para ganar dinero sino para ganar clientes, mientras la industria traslade las condiciones impuestas por la distribución al ganadero y mientras la sostenibilidad no sea una realidad vamos a tener muchas dificultades.
"Lo más grave es que aceptamos como normal que la leche líquida no se venda para ganar dinero, sino para ganar clientes"
-Como tercer factor tenemos una tarea importante que pasa por resolver el problema de abandono que se está dando en el rural, que también se concreta en un problema de relevo generacional. Más allá de las cifras de autobombo y propaganda de incorporación de jóvenes que se hacen cada año, más de la mitad de los titulares de explotación tienen más de 55 años. Buscar relevo generacional implica resolver dos elementos importantes: la rentabilidad económica y la calidad de vida en el rural. Ese abandono del rural y falta de gestión del territorio está llevando a que hoy miremos cómo hacemos un aprovechamiento económico y viable del monte y cómo resolvemos el problema de las masas continuas de terreno abandonado que son ingestionables ante un incendio. Combinar una gestión económica y variada del monte ligado al tema de protección creo que es de los temas que tenemos pendiente junto con el acortamiento de los circuitos de comercialización. Seguimos teniendo un gran número de intermediarios en todos los sectores gallegos que aportan poco al producto, probablemente porque participamos poco en la comercialización y en el proceso de poner en valor el producto y en que eso revierta en quien lo produce. Por lo tanto, la participación del productor en la industria es otra de las materias pendientes. ¿Qué expectativas tienes puestas en el nuevo Ministro de Agricultura? Los agricultores y ganaderos esperan del nuevo Gobierno que garantice unas rentas justas para las explotaciones en base a dos líneas de actuación. Por un lado forzando para que el presupuesto comunitario sea suficiente y alcance el 1,3% de la renta nacional bruta y que una vez que ese dinero llegue a los estados, se reparta de forma que se primen las personas sobre los territorios. En el reparto de las ayudas de la PAC es necesario que éstas lleguen a los productores reales. Por otra parte, es prioritario conseguir, de una vez por todas, precios y mercados justos para los productores, en una cadena alimentaria que funcione con equilibrio, respeto de las leyes y garantías para productores y consumidores. La supervivencia del modelo de producción agraria y ganadera en Galicia depende del funcionamiento de los mercados, de la existencia de precios que compensen los costes de producción, y del respeto de la industria y la distribución a la necesaria negociación colectiva con los productores a cara descubierta para garantizar la calidad y seguridad alimentaria. El Gobierno tiene también un amplio margen de maniobra para facilitar mecanismos que mejoren el relevo generacional y la incorporación de mujeres a las explotaciones que servirá para luchar contra la despoblación y la falta de gestión medioambiental de en medio rural. [/box]

La reforma del Paquete Lácteo en España ultima su puesta en marcha, tras el trámite de Competencia

El proyecto de reforma del Paquete Lácteo en España, presentado por el Ministerio de Agricultura hace casi un año, afronta sus últimos trámites, tras el informe emitido estos días por Competencia. La revisión del Paquete Lácteo en España tiene entre sus objetivos principales hacer operativas las organizaciones de productores (OPs), que hasta el momento han tenido un funcionamiento residual en el país. Otro de los fines es el de ofrecerle mayores garantías a las explotaciones ganaderas en caso de impagos de primeros compradores. El Paquete Lácteo nació en Europa en el 2012 con el objetivo de establecer relaciones específicas de contratación en el sector lechero, permitiendo excepciones a las normativas comunitarias de Competencia. El informe emitido ahora por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) reconoce la excepcionalidad del Paquete Lácteo, pero precisa que “salvo en los casos recogidos expresamente, la normativa de competencia sigue aplicándose en el sector”. Negociación colectiva con las industrias El proyecto de reforma del Paquete Lácteo en España busca impulsar la negociación entre las organizaciones de productores (OPs) y las industrias lácteas, que hasta ahora estuvieron bloqueadas por parte de las industrias. La revisión del Paquete Lácteo nació con la idea de impedir que las industrias lácteas negocien de forma individual con los ganaderos adscritos a una organización de productores, de forma que se fuerce así la negociación colectiva entre industrias y OPs. Una de las dos organizaciones de productores constituida en Galicia, Ulega, creada por Unións Agrarias, está ultimando estos días los comités negociadores que se reunirán con cada industria, que estarán conformados por ganaderos de la propia OP, acompañados del correspondiente asesoramiento. Ulega espera que la negociación con las industrias se active en cuanto se apruebe la reforma del Paquete Lácteo. En relación a la reforma del Paquete Lácteo proyectada por el Ministerio de Agricultura, la CNMC cuestiona el periodo mínimo de adhesión de los ganaderos a una OP, que se establece en dos años. La CNMC propone que se baje ese periodo y recuerda que el mínimo exigido por la normativa comunitaria es de un año. También pide que se eliminen las penalizaciones a las explotaciones en caso de renuncia anticipada y que no se les impida incorporarse a otra OP en el plazo de un año, como figura en el proyecto de Real Decreto. Primeros compradores Competencia también quiere estar informada sobre los acuerdos de producción y venta que suscriban las OPs, a fin de controlar que se cumple con la normativa comunitaria. Otro punto polémico del informe de la CNMC radica en que se opone a la fianza de 150.000 euros que el Ministerio de Agricultura propuso exigirle a los primeros compradores con el objetivo de enfrentar posibles casos de impago. Esa fianza era considerada insuficiente por las organizaciones agrarias, pues antes del fin de las cuotas lácteas se pedía una fianza de 300.000 euros, pero desde la perspectiva de Competencia no está justificada la petición de la fianza. Igual que sucede con el resto de informes de Competencia, corresponderá ahora al Ministerio competente decidir sobre la redacción final del proyecto de Real Decreto. Queda también por ver si el cambio de Gobierno lleva a la inclusión de cambios en la iniciativa, si bien al frente de la Secretaria de Agricultura del Ministerio se ha situado Fernando Miranda, hasta ahora director general de Mercados, por lo que no se esperan grandes cambios.

Creada una asociación sectorial de vacuno de carne, A Vaca

El sector del vacuno de carne gallego se está preparando para la futura creación de organizaciones de productores, una figura aún pendiente de regulación en España. Son varias las organizaciones de productores en perspectiva, entre ellas la que tiene previsto crear Unións Agrarias, que ya se decidió a aglutinar a las explotaciones interesadas en el proyecto en una asociación sectorial, A Vaca, orientada solo a ganaderías en extensivo que trabajan con vacas nodrizas. El presidente de A Vaca es José Ramón González, que ya venía coordinando el sector de vacuno de carne en Unións Agrarias. "El objetivo último de la asociación se sitúa en la creación de una marca propia, en el marco de Ternera Gallega y de Vaca e Boi de Galicia, con la idea de impulsar prácticas comerciales más transparentes y del siglo XXI", destaca González. Acto de presentación de la asociación. La creación de A Vaca se formalizó la pasada semana en una reunión constituyente celebrada en el salón de actos de la Deputación de Lugo. A lo largo de los próximos meses, Unións informará sobre la asociación a sus explotaciones socias de vacuno de carne en extensivo, "que superan las 3.000", señala el presidente de la agrupación. El colectivo se organizará en torno a cinco territorios, tres de la provincia de Lugo (Mariña - Terra Cha, montaña lucense y Lugo interior y sur), uno en la provincia de A Coruña y otro que aglutinará a Ourense-Pontevedra. PAC post-2020 Como primer paso de la nueva asociación, José Ramón González sitúa la batalla política que prevé dar sobre la PAC post-2020. José Ramón González, presidente de A Vaca. "Están previstos recortes en las ayudas de la PAC, que son imprescindibles para las ganaderías de vacuno de carne en extensivo, que tienen una renta que depende un 40% de las ayudas. Ante esta situación, hay que demandar unos nuevos criterios de reparto en los que clarifiquemos quién puede cobrar la PAC y quién no. Se deberá también establecer un techo de ayudas máximas a percibir por explotación", advierte González. "La ganadería de carne juega un papel imprescindible a la hora de fijar población en el rural y cumple también una función medioambiental clave en cuestiones como la prevención de incendios", concluye González.

La Fruga interpone un contencioso contra la Xunta por las subvenciones a organizaciones agrarias

La orden de ayudas dirigida a organizaciones profesionales agrarias (OPAs), convocada por Medio Rural en diciembre del 2017, ha sido impugnada por la Federación Rural Galega (Fruga) por medio de un recurso contencioso administrativo. La Fruga considera que la orden de ayudas, dotada de 210.000 euros para el conjunto del sector, tiene unas bases reguladoras que en la práctica impiden que la Fruga se pueda beneficiar de esas ayudas. En la argumentación de su recurso, la Federación destaca que es una organización profesional agraria constituida y reconocida al amparo de la Ley 19/1977, que regula el derecho de asociación sindical. La Fruga cuestiona que la orden de la Consellería deje fuera a las organizaciones que no hayan concurrido a las elecciones a cámaras agrarias provinciales del 2002, pues considera que desde aquella ha cambiado el panorama de representatividad del sector. Otra de las cuestiones con las que no está de acuerdo la Fruga es con que la orden de ayudas establezca la obligación de pertenencia de la organización solicitante a una organización profesional agraria a nivel estatal.

“Las granjas tenemos un trabajo bien hecho, fallaron otros”

La ganadera vilalbesa Lupe Prado ha sido reelegida en el Congreso de Leche del Sindicato Labrego como responsable del sector en la organización. Hablamos con ella sobre la situación de la producción en Galicia y las perspectivas de futuro. Nos atiende en una pausa de trabajo en su explotación, una sociedad que crearon dos familias hace 11 años, cuando las sociedades agrarias (Sat) aún eran una fórmula poco habitual. La ganadería maneja en la actualidad un rebaño de 215 animales, 120 en ordeño, y cultiva 122 hectáreas a hierba, maíz y desde el pasado año también a sorgo. “El sorgo lo ponemos como alternativa al maíz. En nuestra zona se da bien el maíz, pero tenemos el problema del jabalí”, cuenta. - Comencemos hablando de la cuestión que os preocupa siempre a las explotaciones, el precio de la leche. ¿Qué perspectivas le veis para este año? - Es la pregunta del millón de todas las campañas. Tenemos unos supuestos contratos con las industrias, pero un contrato tiene que ser acordado entre dos partes y la realidad es que más del 90% de los contratos son imposiciones que se firman forzadamente. Si te niegas a firmar, tienes encima una amenaza de no recogida de la leche.
"La especulación gobierna y no sabemos qué va a pasar con el precio de la leche. En nuestra explotación firmamos un contrato de 3 meses que mantiene el precio"
El problema de fondo es que nunca vimos una Administración que vigilara esta situación. En su día teníamos una Mesa de la Leche en Galicia en la que industrias, organizaciones agrarias y Administración podíamos hablar, pero eso desapareció. Por encima, la Consellería presume estos días de lo que subió la leche en el último año, cuando seguimos a la cola de España en el precio de la leche. No sabemos qué va a pasar porque la especulación es la que gobierna en este sector. En nuestra explotación, hemos firmado con Reny un contrato de 3 meses que mantiene el precio, pero dado que el anterior contrato que teníamos era de 6 meses, hay que pensar que nos reducen el tiempo de contrato porque piensan que la leche va a bajar. Si pensasen que va a subir, harían un contrato más largo. - La cuestión es que la producción está aumentando en toda Europa en los últimos meses, lo que hace prever caídas del precio de la leche. Desaparecieron las cuotas, pero ¿no sigue siendo necesario un control de la producción? - No podemos tener más producción que consumo porque eso nos lleva a crisis. Nosotros apostamos por el control de la producción y la regulación de mercados. La política láctea de la UE tiene que tener en cuenta a las personas que hay detrás de cada explotación, que deben poder vivir de su trabajo. Estamos viendo que tras el fin de las cuotas continúa el cierre de explotaciones y la desaparición de puestos de trabajo. Ahora que venimos de una plaga de incendios, no está de más recordar que los fuegos se dieron sobre todo donde menos explotaciones y actividad rural hay. Somos las granjas, las de leche y las de otros sectores, las que cuidamos el medio y fomentamos que haya vida en el rural. - Llama la atención la situación de abandono de la tierra que se registra en muchas comarcas, en tanto la mayoría de las explotaciones lácteas siguen apretadas por la falta de base territorial. - Es una situación increíble que en pleno siglo XXI, en una Galicia desarrollada, sigamos sin resolver la ordenación del territorio. Precisamos políticas que garanticen que cada explotación disponga de una base territorial equitativa para desarrollar su actividad, pero no hay un modelo ni propuestas. Corregir el problema de la falta de superficie agraria es cuestión de ganas y compromiso. Se nos dice que tenemos que aumentar base territorial para ser competitivos, pero se permite la forestación ilegal de tierras agrarias y proyectos mineros que acaban con explotaciones.
"Parcelas agrícolas que nosotros cultivamos a hierba y maíz están ahora a eucaliptos. Fueron denunciadas, pero los eucaliptos siguen allí"
Con la forestación de tierras agrarias, en nuestra explotación tenemos casos muy cerca. Estamos en una parroquia que acabó la concentración hace unos 15 años y parcelas agrícolas que nosotros cultivamos algún día a hierba y a maíz están ahora con eucaliptos. Esas parcelas están denunciadas, pero los eucaliptos siguen allí, se pueden ver. Y esta situación se da igual en muchos otros sitios. - En vuestro Congreso de la Leche, otra cuestión en la que apuntasteis la necesidad de medidas es la del relevo generacional. ¿Qué perspectivas veis en el sector? - Hay explotaciones con gente mayor que no tienen quien venga detrás. Esa es una preocupación muy clara y faltan políticas adecuadas para que la gente joven tenga ganas de seguir con las explotaciones familiares. Tienen que verse políticas favorables al desarrollo del sector. - Volviendo al tema del precio de la leche, ¿crees que los proyectos cooperativos de Clun y Dairylac y otros de industrias, como el de Goodleit, pueden contribuir a darle más estabilidad al sector? - La realidad es que tenemos cooperativas que comercializan ellas la leche y que le pagan a las granjas precios más bajos. Cuando las cooperativas nacieron, lo hicieron con un compromiso y trabajo de los ganaderos, pero hoy en día las cooperativas acabaron siendo una industria más, no están dando soluciones reales a los problemas del sector.
"El Acuerdo lácteo fue un documento por el que el Gobierno le pedía buena voluntad a las otras partes, pero nada cambió"
- Dejas pocas vías de esperanza para el sector. ¿Ves algún motivo para el optimismo? - Hay que decir que las granjas tenemos un trabajo bien hecho, fallaron otros. Si queremos vivir dignamente de nuestro trabajo, tenemos que ponernos las pilas y comprometernos a luchar por lo que es nuestro. - Ese ambiente de movilización desapareció tras la frustración que supuso para el sector el acuerdo lácteo del 2015... - El acuerdo lácteo, que no firmamos, fue simplemente un documento en el que el Gobierno le pide buena voluntad a las otras partes. Entretanto, seguimos con contratos que son imposiciones y con el uso de la leche como producto reclamo en las cadenas de distribución. Necesitamos un precio de referencia de la leche, no un precio fijo, pero sí un precio que tenga en cuenta los costes de producción. Pagar por debajo de los costes de producción es ilegal pero se hace.

“El sector lácteo de Galicia merece un prestigio social que aún no tiene”

La asociación Gandeiros de Mazaricos, creada hace un par de años coincidiendo con las protestas del sector lácteo, está ya consolidada como un referente del sector en la comarca de Barcala - Xallas. Aglutina a la gran mayoría de las explotaciones de leche del ayuntamiento y coorganiza cada año la Semana Gandeira de Mazaricos, un evento que logró no sólo implicar al sector, sino a toda la población del municipio. Preside la asociación Óscar Blanco, un ganadero que se incorporó hace algo más de 15 años a la explotación familiar, en la que manejan a día de hoy unas 250 cabezas, 120 en ordeño, con unas medias de producción de alrededor de 41 litros por animal. - Lleváis algo más de dos años con la asociación en marcha, ¿qué balance hacéis? - Una de las cuestiones importantes de Gandeiros de Mazaricos es que prácticamente todas las explotaciones del concello están en la asociación, y no sólo las explotaciones, sino que también acogemos a los negocios del entorno, como talleres, ferreterías y otros, que indirectamente viven en buena medida del sector lácteo. La idea que teníamos cuando nos constituimos era la de mirar en conjunto por los problemas del sector en Mazaricos, para ver lo que se podía cambiar. También nos orientamos al tema de formación, potenciando la jornada técnica de la Semana Gandeira de Mazaricos y dándole un enfoque práctico, que le sirva a la gente para mejorar cuestiones en el día a día de su granja. - ¿Qué problemas destacarías en el sector lácteo a nivel de vuestro concello? - La cuestión que nos preocupa siempre a los ganaderos es el precio de la leche. Hubo acuerdos y se implantaron contratos por escrito entre granjas e industrias, pero seguimos igual. Son las empresas lácteas las que continúan imponiendo sus precios. Por parte de la Xunta, tenía que haber más presión sobre las industrias para cambiar la situación. Otro de los temas que preocupa a nivel de la comarca es la falta de mano de obra para las explotaciones lácteas. La gente prefiere trabajar en otro sector, como la hostelería, incluso ganando menos, en lugar de en la ganadería. Nos cuesta atraer mano de obra externa, en buena medida porque en Galicia el sector lácteo no se ve como el sector fuerte que es ni logró el prestigio social que tiene la ganadería en otros países. En nuestra explotación, por ejemplo, instalamos recientemente dos robots de ordeño por estos problemas de mano de obra que hay. - Aumentar el reconocimiento social del sector es precisamente uno de los objetivos de la Semana Gandeira de Mazaricos, en la que os estáis implicando no sólo ganaderos, sino asociaciones culturales, escuelas y todo el concello, en definitiva. - Tratamos de promover que la ganadería tenga un reconocimiento, que sea bien vista y que la gente se involucre, participe en las actividades que hacemos y haya otra idea sobre el campo. El sector lácteo tiene que ser más valorado porque siempre aguantó de Galicia. Y si hablamos del rural, lo mismo. Lo lógico es dar unos servicios públicos en el rural y que la gente no se vea obligada a marchar por la falta de servicios. Esos servicios tienen un coste, pero ¿qué es mejor, pagar ese coste o gastarlo en un futuro en extinción de incendios del territorio que queda abandonado? - En cuanto a los problemas del sector, dos cuestiones habituales son la falta de acceso a tierras suficientes y el relevo generacional. ¿Cómo es la situación en la comarca? - La zona de Mazaricos - Santa Comba es de gran concentración de explotaciones, así que el acceso a la tierra es un problema. Las ganaderías crecen, los alquileres de fincas escasean y están altos, y además tenemos el problema de superficies pequeñas, en ocasiones. Sería precisa una nueva concentración parcelaria para mejorar la gestión de las tierras. En cuanto al relevo generacional, en Mazaricos sí que hubo mucha gente joven que se fue animando a entrar, pero tenemos un grupo de explotaciones con productores de 50 - 60 años que no tienen perspectivas de relevo generacional. Puede ser un problema en unos años. Pienso que hay que animar a la gente a que viva en el rural. Hay alternativas. No hay que pensar sólo en grandes explotaciones lácteas. Puede haber pequeñas explotaciones que trabajen a la vez varios sectores, como una pequeña ganadería complementada con huerta, por ejemplo. - Gandeiros de Mazaricos nacisteis en el 2015, coincidiendo con las movilizaciones del sector lácteo. Tras aquellas protestas conjuntas de todo el sector, el campo quedó bastante desmovilizado y desunido. ¿Cómo ves la organización del sector? - Cuando las movilizaciones, tuvimos el problema de siempre, que cada sindicato o asociación que se movilizaba miraba más por lo suyo. Nosotros juntamos mucha gente que venía con nosotros porque no teníamos nada que ver con la política. En el 2015 hicimos unas protestas históricas, nunca vi otras como aquellas, con todo el apoyo ciudadano que tuvimos en concellos como Santiago. La cuestión es que si se prometen cosas y no se consiguen, la gente se desmoraliza. Falta también unión en el sector y así es complicado. Me da envidia ver como se movilizan en conjunto en países como Francia. - Vuestra comarca siempre fue fuerte a nivel de sindicalismo agrario, caso de UniónsAgrarias, y también tuvo un papel importante en la creación de la Organización de Productores de Leche (OPL). ¿Cómo ves el papel hoy en día de las organizaciones agrarias? - Hace años, el 90% de las explotaciones de la zona estaban en un sindicato o en otro, principalmente en Xóvenes Agricultores o en Unións Agrarias. ¿Qué pasó? Que en las explotaciones hubo un relevo generacional, entraron los hijos o socios nuevos y prácticamente ninguna de las personas que se incorporó quiso seguir en los sindicatos. Los sindicatos tuvieron cosas buenas pero también otras que llevaron a que perdieran apoyos. Tienen que preguntarse por qué antes tenían tanta gente y por qué ahora hay mucha gente que no quiere saber nada de ellos. La OPL (y otras asociaciones igual) no lograron el valor y el peso que precisan a nivel de instituciones. Podrían ser un buen defensor del sector porque la directiva y sus socios son todos ganaderos, y la comarca y Galicia podrían ganar mucho si existiesen mesas de negociación para el sector de la leche y dejasen que los ganaderos defendamos nuestros intereses. Lo que sucede es que, al final, los políticos siguen dándole el poder a los sindicatos. - Desde hace algo más de un año, el cooperativismo gallego está inmerso en dos procesos de concentración, a través de Clun, que os toca de cerca, y de Aira. ¿Qué perspectivas le ves a la integración de las cooperativas? - A nivel de Europa, vemos que las grandes cooperativas están funcionando bien, por lo que el tamaño puede ser clave, pero también es importante hacer una buena gestión. Para que una cooperativa funcione bien, la gestión tiene que ser verdaderamente cooperativa, no individual; el socio tiene que sentirse parte y ver un beneficio a final de año de estar integrado en la cooperativa.

Apoyos de la Deputación de A Coruña para las organizaciones de productores lácteos

Las organizaciones de productores lácteas han tenido por el momento escaso éxito en Galicia. A pesar de que las dos organizaciones existentes, Aprolact, ligada a las cooperativas, y Ulega, impulsada por Unións Agrarias, aglutinan a la mitad de los ganaderos de la comunidad, no han logrado por el momento que las industrias lácteas se hayan sentado a negociar con ellas precios y contratos. Ambas organizaciones se mantienen sin embargo operativas, con la perspectiva en un futuro de lograr una interlocución con las industrias. Con el objetivo de apoyar sus actividades, la Deputación de A Coruña les ha concedido una ayuda de 107.000 euros. La concesión de la subvención fue publicada hoy en el Boletín Oficial de la Provincia. Las ayudas, según indica la Deputación, buscan apoyar a las sociedades de productores lácteos en cuestiones como servicios de orientación y formación práctica, fomento de la realización de proyectos de investigación e innovación tecnológica, gastos de personal y de funcionamiento o gastos derivados del asesoramiento técnico necesario para conseguir los objetivos de venta y estabilidad de los precios de la leche. La provincia coruñesa produce el 41% de la leche gallega El presidente de la institución provincial, Valentín González Formoso, manifestó que “a través de estas ayudas, la Deputación tiene como finalidad estimular las actividades ganaderas e impulsar económicamente el sector lácteo, especialmente estratégico en la provincia de A Coruña, donde se concentran 5.000 explotaciones y una producción de 900.000 toneladas anuales, lo que representa el 41% de la producción gallega de leche”. Asimismo, González Formoso afirmó que estas aportaciones “muestran el compromiso de la Deputación con los productores, para que puedan financiar proyectos innovadores que permitirán una mayor eficiencia en la producción de leche y aumentar la competitividad de las industrias lácteas gallegas”.

Galicia perdió un 10% de las granjas desde el fin de la cuota láctea

Hay una realidad sobre el sector lácteo gallego en la que hay consenso en el conjunto de los agentes, tanto en la Administración como en las cooperativas y en las organizaciones agrarias. Todas las partes coinciden en que las granjas gallegas hicieron un gran esfuerzo de modernización en las últimas décadas, hasta el punto de que las explotaciones de la comunidad poco tienen que envidiarle en instalaciones, equipos y manejo a las del resto de Europa. Las interpretaciones sobre el sector a partir de ahí son como el día y la noche. Los balances particulares que cada entidad efectúa del 2016 han generado un cruce de declaraciones y de notas de prensa entre la Consellería de Medio Rural y las organizaciones agrarias.
Las organizaciones agrarias aseguran que hay granjas que no cierran porque no pueden, dadas las altas deudas pendientes de pago
Los números sobre cierre de explotaciones lácteas parecen tener poco misterio. El goteo de reducción de granjas es constante y progresivo en los últimos años. El fin de la cuota, en marzo del 2015, abría un periodo de libre mercado en el que en teoría las granjas tendrían libertad para crecer y dimensionarse; pero esas expectativas fallaron. Las cotizaciones de la leche cayeron, parte de las explotaciones tuvieron y tienen problemas para vender la leche a precios de mercado y el cierre de ganaderías prosiguió. Desde el fin de las cuotas, Galicia perdió un 10% de sus explotaciones lácteas, pasando de unas 9.530 a 8.550. Las organizaciones agrarias interpretan que la crisis de precios está detrás del cierre de las granjas y aseguran que incluso hay explotaciones que no cierran porque no pueden, dadas las altas deudas pendientes de pago. Punto de vista de la Consellería Donde las organizaciones agrarias ven negro, la Consellería ve blanco. Medio Rural acusa de "catastrofismo" a las organizaciones agrarias y habla de que la reducción de explotaciones está provocada en buena medida por el asociacionismo y fusión de granjas. "El 24,2% de los ganaderos gallegos ya están unidos a través de distintas fórmulas (sociedades limitadas, sociedades civiles, Sat, etc.). Destacan especialmente las sociedades civiles, con 1.585 socios y que producen el 32% de la leche gallega", valora la Xunta en nota de prensa.
"El 24% de los ganaderos está unido a través de fórmulas asociativas. Las granjas que desaparecen son pequeñas y sin relevo generacional" (Medio Rural)
Desde la Administración inciden en que la mayoría de las explotaciones más dimensionadas, por encima de 400.000 kilos de cuota, están gestionadas por personas jóvenes, en tanto las granjas de menos de 200.000 kilos de cuota están en manos de personas mayores y con escasas perspectivas de relieve xeneracional, según el entender de la Consellería. "Son estas las granjas que están desapareciendo por falta de relevo generacional", señala Medio Rural. Valoraciones de las organizaciones agrarias Esas valoraciones son cuestionadas por las organizaciones agrarias. El sector productor atribuye la gran mayoría de cierres de granjas a la crisis y cuestiona los argumentos de la Xunta. Unións Agrarias sostiene que gran parte de las sociedades ganaderas son familiares, no derivadas de la fusión de explotaciones.
"¿Qué es mejor, un rural con 3.000 macro-granjas o con 10.000 explotaciones, teniendo en cuenta el impacto de cada ganadero en su entorno?" (SLG)
"La práctica totalidad de las sociedades civiles son sociedades entre hombre y mujer, o entre padre e hijo. La propia Xunta obligaba a constituir la sociedad civil para acceder a ayudas" -recuerda Óscar Pose, de Unións Agrarias.- "Es cierto que alguna fusión de granjas hubo, pero muy escasas", concluye. El problema de fondo, desde la perspectiva del Sindicato Labrego Galego (SLG), es de modelo. En tanto la Xunta considera lógico el cierre de las pequeñas explotaciones, sin relevo generacional, el Sindicato Labrego, ante estos razonamientos, siempre hace la misma pregunta: "¿Qué es mejor para Galicia, un rural con 3.000 macro-granjas o un rural con 10.000 explotaciones, teniendo en cuenta el impacto que tiene cada ganadero en su entorno, tanto a nivel social como económico y de gestión del territorio?”

Materias pendientes en el rural

Aprovechando el comienzo de la nueva legislatura, la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, ha mantenido una reunión con las tres organizaciones agrarias tradicionales, Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asaja Galicia para exponerles su plan de trabajo y para escuchar sus propuestas. Fue una reunión institucional, que no entró a fondo en ninguna cuestión, pero de la que se extrae una idea de lo que pueden ser los grandes temas en los próximos cuatro años. Por parte de la Consellería, se le trasladó a las organizaciones agrarias la importancia de impulsar estructuras de comercialización para los principales sectores del campo, como el lácteo o el vacuno de carne. La cuestión tierra es otro de los pilares sobre los que se quiere avanzar. La titular de Medio Rural comprometió medios y personal para que el Banco de Terras esté operativo en las zonas con mayor demanda de superficie. Sobre esas zonas, se quieren también impulsar mecanismos de ordenación y gestión del territorio, de cara a lograr un mayor aprovechamiento. Por último, la conselleira trasladó también su idea de agilizar el funcionamiento administrativo para resolver los expedientes en el menor plazo posible. En esa línea, para antes de fin de año comprometió la publicación de las ayudas concedidas para planes de mejora e incorporación al campo. Medio Rural sostiene también que reforzará la atención en las oficinas agrarias comarcales. Propuestas de las organizaciones agrarias Desde las organizaciones agrarias, las preocupaciones giraron tanto en torno a cuestiones puntuales, que precisan de una pronta respuesta, como sobre problemas endémicos para los que se hace necesaria un abordaje legislativo y de estrategia política. El secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, abogó por un reconocimiento del papel de servicio que juegan en el campo las organizaciones agrarias, “ahora que se perdió el papel de Extensión Agraria”, y planteó una serie de propuestas de trabajo. En primer lugar, García entiende que hay que resolver todos los problemas que surgieron en el nuevo ciclo de ayudas de la PAC, tales como las incompatibilidades entre el cultivo del maíz y el cobro del 'greening', los problemas con los pastos arbustivos o los fallos del programa informático de tramitación de las subvenciones. Formación de precios En segundo lugar, desde Unións se incide sobre la formación de precios en la cadena de valor agraria. “Estamos ante un conflicto político. La legislación en la práctica obliga a la firma de contratos en sectores como el vitícola o el lácteo, pero lo que está sucediendo es que tenemos contratos de adhesión, pero no negociación. Se hace precisa la creación de un arbitraje y una mayor transparencia sobre la formación de precios”, valora Roberto García. El sindicalista también tuvo palabras para la calificada por la Xunta cómo "legislatura del rural". "Tendremos un ojo puesto en los presupuestos para comprobar que las palabras se transforman en hechos. Si es la legislatura del rural, habrá que resolver cuestiones como las escuelas de cercanías para los chavales, la apuesta por el transporte público comarcal, el mantenimiento de servicios de salud o el impulso a una red de centros de día en el rural. En definitiva, que se haga más fácil vivir en el rural", concluyó. Por parte de Asaja Galicia, su responsable, Francisco Bello, le trasladó a la Xunta su oferta de colaboración y compartió con la conselleira la idea de que hay que hacer posible no sólo vivir en el rural sino también "vivir del rural".

Impacto en el mercado lácteo de la leche en polvo intervenida

El Sindicato Labrego ha mostrado su preocupación por el impacto que puede tener la salida al mercado de leche en polvo intervenida durante la crisis láctea. La secretaria xeral del Sindicato Labrego, Isabel Vilalba, que viene de participar en una reunión del Observatorio Lácteo Europeo, informó de que la Comisión Europea prevé la liberación en el mercado en diciembre de más de 20.000 toneladas de leche en polvo procedente de los volúmenes retirados por la intervención pública. Desde el Sindicato Labrego se entiende que el mercado no está en condiciones de recibir ese contingente de excedentes, pues se teme que finalice con los primeros síntomas de recuperación y que vuelva a hundir los precios de la leche. El SLG aboga porque esos excedentes no lleguen al mercado y sugiere alternativas como su destino para alimentación animal. Vilalba puso el problema encima de la mesa en la reunión mantenida con la conselleira y pidió su implicación en la cuestión. La medida anunciada por la Comisión Europea se debatirá en el próximo Consejo de Ministros de Agricultura, así que el Sindicato Labrego le pidió a la conselleira que le traslade el problema al Ministerio de Agricultura, con el objetivo de que la ministra, Isabel García Tejerina, se oponga a esa venta de leche en polvo.

“Nuestro trabajo no finaliza al poner la leche en el tanque, hay que venderla”

La crisis que ha atravesado el sector lácteo en el último año y medio puso de manifiesto las carencias de organización que hay en el sector, sin mecanismos que garanticen la comercialización de toda la leche a precios de mercado. Representantes de cooperativas, organizaciones agrarias y asociaciones han participado en una mesa redonda para analizar los retos de organización de cara al futuro. El evento, encuadrado en las jornadas de Seragro en Lugo, contó con las intervenciones de José Ángel Blanco (cooperativa Os Irmandiños), de Roberto López (Agromuralla), de Manuel Iglesias (Organización de Productores de Leche, OPL) y de Román Santalla, como representante de Unións Agrarias-Upa. Santalla también es presidente de la cooperativa Cobideza.

El sector ganadero ante el reto de una mayor organización

José Ángel Blanco: El objetivo de las cooperativas hoy en día debe ser generar beneficios y que repercutan en los socios. El sector necesita vías de comercialización y estructuras fuertes. En parte de los ganaderos, hubo un mal concepto sobre las cooperativas, pero yo a veces digo: no tenemos cooperativas, somos grupos de amigos. Las cooperativas actuales no nos sirven para defender el mercado. Precisamos estructuras más fuertes, que defiendan más a los ganaderos, como hay en Europa y, más cerca de nosotros, en comunidades como Asturias, Andalucía o País Vasco.
"No tenemos cooperativas, somos grupos de amigos. Precisamos estructuras fuertes que defiendan al ganadero" (José Ángel Blanco)
Roberto López: Somos buenos ganaderos, cada año producimos más litros de leche y de más calidad. Somos punteros en Europa, excepto a nivel de tierras disponibles, pero nos conformamos con poner la leche en el tanque. Tenemos que ser capaces de venderla. Ese es nuestro objetivo, llegar a envasar nuestra leche y venderla como leche de Galicia. Manuel Iglesias: Antes de que finalizaran las cuotas, en el 2014, ya nos dimos cuenta de que los ganaderos íbamos a quedar sin protección, pero como de aquella pagaban bien la leche, nadie se preocupó. Es cierto que, como se está viendo en estas jornadas, los ganaderos tenemos que ser lo más eficientes posible a nivel individual, en el manejo de nuestra explotación, pero nuestro trabajo no puede finalizar al poner la leche en el tanque, como dice Roberto. Tenemos que tener una estrategia colectiva, como sector, a corto y medio plazo. ¿Cuál es nuestra estrategia? No tenemos.
"Tenemos que ser eficientes a nivel individual, en nuestra granja, pero también necesitamos una estrategia colectiva" (Manuel Iglesias, OPL)
Román Santalla: Yo tengo claro que rompiendo cada uno por su lado no vamos a avanzar en la organización del sector. Si queremos defender el precio de la leche, habrá que hacerlo de forma común y buscar las cosas que nos unen. En segundo lugar, hay que aspirar a la negociación colectiva de precios. Si no aspiramos a negociar, las movilizaciones o cualquier cosa que hagamos tendrá un recorrido corto. Para negociar, tenemos la herramienta de las organizaciones de productores (OPs). ¿Qué pasa? Que las industrias en Galicia no quieren negociar con las dos OPs existentes. Para evitar esta situación, la Administración tiene que legislar que las industrias sólo puedan negociar con las OPs la leche de los ganaderos que estén en una organización de productores, que no puedan puentearlas yendo a negociar directamente con cada granja.
"Hay que aspirar a la negociación colectiva de la leche a través de las organizaciones de productores" (Román Santalla)

Proyectos de industrialización

José Ángel Blanco: En Francia, una cooperativa pequeña vende el doble de toda la leche que se produce en Galicia. Hay que abrir los ojos. Las cooperativas que tenemos no somos capaces de meternos en proyectos importantes. Cuando las cooperativas entramos en Clesa, se precisaba la aportación de 12 millones de euros. Tuvimos una reunión de 23 cooperativas, pero sólo 10 dimos el paso de implicarnos en la compra, y hay que decir que de aquella quedamos tambaléandonos. Si analizamos, por ejemplo, el proyecto industrial que se va a montar en Teixeiro, el de Goodleit, vemos que hay prevista una inversión de 70 millones de euros. Tenemos que tener en cuenta quién somos y dónde estamos. También observo que se habla con mucha facilidad de industrializar la leche y de buscar vías de exportación. Estamos viendo en estas jornadas como precisamos de un experto que nos asesore para mejorar en el ordeño y, sin embargo, lo de industrializar y vender la leche parece a veces como si fuera muy sencillo.
"Hablamos con mucha facilidad de industrializar la leche, como si fuera cosa sencilla" (José Ángel Blanco)

Utilidad de las organizaciones de productores

Manuel Iglesias: Las OPs no son capaces de negociar y, por tanto, tienen una utilidad que genera dudas. Para tener fuerza, sería precisa una unión de todas las organizaciones de productores de España, no sólo de las dos de Galicia. José Ángel Blanco: El sector no está preparado para negociar, ni ganaderos ni industrias. Como ganaderos, tenemos una posición reivindicativa, enfrentados a la industria, y a nivel individual no somos capaces de ceder la negociación del producto. No lo hacemos. Si viene la industria y nos negocia en la casa y firmamos, no valen para nada las organizaciones de productores. Yo no creo en las organizaciones de productores, pero mejor una única en Galicia que dos.
"Los ganaderos no somos capaces de ceder la negociación del producto. Así las organizaciones de productores no sirven" (José Ángel Blanco)
Román Santalla: La negociación colectiva tiene todo el sentido del mundo. ¿Va a ser difícil? Sí. Las cooperativas ya están organizadas y el reto es organizar a todo el sector que está fuera de las cooperativas. Eso daría pie al respeto de las industrias.

Valoración de la Interprofesional Láctea (Inlac)

Roberto López: A los ganaderos no nos llega información de la Interprofesional Láctea. Para nosotros no significa nada. Manuel Iglesias: La Interprofesional ni funciona ni es útil para el ganadero. No vemos que defienda el consumo de la leche de vaca frente a las leches vegetales. Tampoco tiene un papel en la mejora de la cadena de valor de la leche.
"A las granjas no llega información de la Interprofesional Láctea. Para nosotros no significa nada" (Roberto López)
Román Santalla: La Inlac tiene valor a la hora de promocionar la leche y de llegar al consumidor. También ha elaborado unos índices para la indexación de precios de los contratos en el campo. No se utilizan mucho, pero alguna industria sí que los coge. La cooperativa que presido (Cobideza) sí tiene firmados contratos con esos índices.

Reactivación de la Plataforma en Defensa del Sector Lácteo

José Ángel Blanco: Yo defiendo la unidad del sector en organizaciones fuertes. Cualquier proyecto que repercuta en la imagen del sector y que vaya acompañado de estrategias empresariales y de poder económico sería positivo. Roberto López: En tanto no seamos profesionales para vender nuestro producto, dan igual sindicatos, cooperativas o asociaciones. Unidos sí, pero con el único fin de comercializar lo nuestro. Manuel Iglesias: La Plataforma puede ser útil si sirve para crear una estrategia. Si no vale como herramienta, dejémosla en la caja de herramientas. Sólo para manifestarnos, no sirve de mucho. Los actos reivindicativos deben estar dentro de una estrategia. Román Santalla: Cualquier estrategia tiene que pasar por la unión. Nosotros vamos a apostar por la unidad de acción y por ir juntos a las movilizaciones.