Galicia cuenta con unos 5.000 apicultores y unas 200.000 colmenasSegún los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), entre el 2,3% y el 2,8% de la población rural española sufre alérgicas generalizadas por el veneno de avispas y abejas, pero en la última década los casos de reacciones alérgicas graves (grados III y IV de la clasificación de Müller) han aumentado un 20%. Aunque solo entre un 5 y un 10% de los pacientes que pasan por la consulta del doctor Carballada en el Hospital de Lugo con reacciones locales extensas a picaduras de abeja acaban siendo alérgicos en el futuro, el jefe del servicio de Alergología indica que es “imposible de predecir con ningún tipo de prueba, ni mediante un test en la piel ni mediante un análisis de sangre, quién puede desencadenar una reacción grave” y advierte que “si uno es alérgico, con una sola picadura de abeja puede producirse desde una urticaria a un shock anafiláctico mortal”, explica.
En un estudio realizado mediante pruebas cutáneas y determinación de IgE específica en sangre se detectó una prevalencia de entre el 2,3% y el 2,8% en la población rural españolaLa tasa de mortalidad anual se estima en un 0,08 por millón de habitantes, lo que implicaría que entre 3 y 4 personas podrían fallecer cada año por esta causa en España, aunque la mortalidad por estas reacciones alérgicas está infraestimada, debido a que algunas muertes súbitas podrían deberse a esta causa sin ser diagnosticadas. La mayoría de fallecimientos se producen en la primera media hora tras la picadura. Condicionante genético
No se puede predecir, mediante ningún tipo de prueba, qué personas van a ser alérgicas ni cuándo se va a producir esta reacciónEstas reacciones alérgicas pueden desencadenarse a cualquier edad y no se conocen los motivos que provocan esta hipersensibilización. Por eso, no está indicado el estudio predictivo en pacientes con familiares alérgicos, ya que es frecuente la positividad de pruebas cutáneas y en sangre en personas no alérgicas. Un factor que sí está demostrado que está relacionado con la alergia a veneno de himenópteros es la mastocitosis sistémica, una enfermedad considerada rara que padecen el 8% de los pacientes alérgicos a picaduras de abejas y avispas. Se trata de una patología de la sangre en la que se produce una proliferación anómala de mastocitos que favorece que estas personas sufran reacciones alérgicas graves cuando les pica un himenóptero. Estos pacientes tienen que recibir inmunoterapia con venenos durante toda su vida porque si se suspende el tratamiento, recaen. Gravedad de las picaduras
Una pequeña proporción de las personas expuestas al veneno de himenópteros produce anticuerpos de la inmunoglobulina E, que desencadena la alergiaEn estos casos, después de una picadura se producen anticuerpos de la inmunoglobulina E (IgE), y si la persona es picada en una ocasión posterior por la misma clase de insecto, el veneno interacciona con este anticuerpo específico, desencadenando la liberación de sustancias que causan la reacción alérgica. “Hay que diferenciar entre reacción local y una alergia. La alergia produce una reacción en todo el cuerpo. Las reacciones locales extensas son las que producen hinchazón y mayor reacción al día siguiente en la zona de la picadura, pero no es una alergia, que requiere una afectación sistémica”, aclara.
La prevalencia de reacciones sistémicas alcanza el 42% entre apicultoresLa prevalencia de reacciones alérgicas en Europa se sitúa entre el 0,4 y el 0,8% en niños y entre el 0,3 y el 8,9% en adultos, aumentando hasta el 42% entre apicultores. Las reacciones alérgicas sistémicas pueden ser exclusivamente cutáneas (urticaria) o afectar a varios órganos (anafilaxia). Síntomas de alergia
Las reacciones alérgicas pueden ir desde urticaria hasta un shock anafilácticoEn el caso de apicultores, el hecho de trabajar con guantes dificulta la identificación del prurito palmoplantar y puede llevar a confusión. Otro síntoma de alergia sería la hinchazón fuera de la zona de picadura (hinchazón facial, ocular o de los labios, por ejemplo), así como dificultad respiratoria. La alergia a la picadura provoca también a veces vómitos, náuseas y diarreas y urticaria o ronchas en distintas partes del cuerpo en cuestión de media hora tras una picadura. Tratamiento de picaduras en personas no alérgicas El primer consejo que el jefe de Alergología del HULA da a los apicultores es la prevención, evitando las picaduras mediante la utilización de trajes de protección adecuados. “Cuando hay un defecto en el traje, las abejas por feromonas detectan donde está ese agujero o esa rotura y entran por ahí a picar”, explica. Cuando se produce una picadura, las abejas inyectan un veneno, rico en enzimas y otras proteínas que, en la mayoría de casos, produce una reacción tóxica no inmunológica, local y más o menos intensa.
Tras una picadura lo primero es extraer el aguijón y aplicar hielo. Las reacciones locales extensas se tratan con antihistamínicos orales y corticoides por vía tópicaLo primero que hay que hacer es extraer el aguijón sin exprimirlo y alejarse del área donde se ha producido la picadura para evitar un ataque masivo, ya que cuando una abeja o avispa pica libera una feromona que incita a otros individuos de la colonia a picar. Las reacciones locales se tratan mediante la aplicación de frío local, antihistamínicos orales y corticoides por vía tópica. “Lo primero es aplicar hielo de manera inmediata y para reacciones locales extensas se utilizan cremas de corticoides. Los antihistamínicos en crema a veces empeoran la reacción; los antihistamínicos mejor tomarlos vía oral”, recomienda el jefe de la unidad de Alergología del Hospital de Lugo. Adrenalina autoinyectable Si una persona ha padecido ya alguna reacción sistémica por picaduras es conveniente que lleve consigo adrenalina autoinyectable para su aplicación intramuscular sólo en caso de desencadenar una reacción de tipo alérgico. “En las reacciones locales, aunque sean extensas, aplicamos hielo y antihistamínicos orales, no requiere adrenalina. La adrenalina tiene un montón de contraindicaciones a nivel cardíaco, con efectos secundarios como palpitaciones y aumento del ritmo cardíaco. Existen riesgos en caso de ponerla a una persona mayor o con problemas cardíacos, ya que puede provocar una cardiopatía”, explica el doctor Carballada.
La adrenalina tiene muchas contraindicaciones a nivel cardíacoEl tratamiento de las reacciones sistémicas con afectación de órganos (anafilaxia) requiere la aplicación inmediata de adrenalina al 1:1000 (1 mg/ml) en dispositivos inyectables. La dosis establecida es de 0,01 ml/kg de peso hasta un máximo de 0,5 ml. Se aplica vía intramuscular en la cara externa del muslo y puede repetirse a los 15 minutos dos o más veces para facilitar el traslado a un centro médico. En caso de picadura en una extremidad es útil también aplicar un torniquete por encima del lugar de la picadura. Curación mediante inmunoterapia La alergia a picaduras de abejas o avispas es a día de hoy “una de las pocas enfermedades potencialmente mortales que se curan de verdad”, afirma el doctor Carballada. Los tratamientos con inmunoterapia, a base de inyectar pequeñas dosis de veneno bajo la piel, tienen una efectividad superior al 95%.
La alergia a las picaduras de abejas y avispas es una enfermedad potencialmente mortal que logramos curarLa duración convencional del tratamiento es de 3 a 5 años y está indicado para personas de cualquier edad que hayan sufrido una reacción sistémica con afectación de varios órganos o exclusivamente cutánea en el caso de personas altamente expuestas, como es el caso de apicultores. La dosis habitual es de 100 microgramos, que se incrementa a 200 microgramos en el caso de apicultores profesionales. El intervalo inicial es de un mes durante el primer año, que se alarga a 6 semanas el segundo año y a 8 semanas del tercer al quinto año.
La dosis de mantenimiento es de 100 microgramos, que equivale a la picadura de 2 abejas, 7 avispas comunes o 1 velutina“La eficacia de la vacuna es muy alta. Se trata de una vacuna curativa. Las alergias al polen, por ejemplo, se controlan; estas se curan. Actuamos sobre el mecanismo que regula la respuesta inmunológica”, detalla el doctor Carballada. Velutinas La vacuna mediante inmunoterapia está disponible para abeja, avispa común y velutina. “La composición de los venenos de abejas y véspidos es similar desde el punto de vista farmacológico, pero claramente diferente alergológicamente. Es decir, producen los mismos efectos, pero la estructura química es suficientemente diferente como para que el sistema inmunológico reconozca que se trata de sustancias distintas. De esta forma las personas alérgicas a veneno de abejas habitualmente toleran las picaduras de avispas”, explica.
Se puede ser alérgico a abejas y avispas, aunque lo habitual es serlo solo a una de las dosTambién hay diferencias entre las picaduras de avispa y las de las velutinas. “Son las mismas proteínas pero la concentración es diferente. Hasta hace un año vacunábamos con la vacuna de avispa común, ahora disponemos de una específica de velutina”, cuenta. En el caso de picaduras de velutina, se producen en ocasiones reacciones tóxicas por exceso de veneno. “Suele ocurrir al romper accidentalmente un nido, mientras hacemos labores de desbroce, por ejemplo. Se produce una picadura múltiple. Por encima de 50 picaduras se produce shock tóxico, que puede ser letal. No es necesario ser alérgico, porque se produce por exceso de veneno”, indica el jefe de Alergología del HULA.
A partir de noviembre la mayoría de las velutinas mueren al abandonar la reina el nido y el riesgo es menorEl 70% del territorio francés está ocupado en estos momentos por velutina, que en España se extiende sobre todo por la cornisa cantábrica, dado que se trata de una especie que requiere calor y humedad para su proliferación. Francisco Carballada recomienda extremar las precauciones y no manipular nunca los nidos. “La mayoría de los problemas con la velutina se producen por roturas accidentales de nidos”, reconoce. Por eso, recomienda desbrozar en los meses de diciembre y enero e inspeccionar la finca antes de realizar estos trabajos. Más información sobre alergias a picaduras de abejas y avispas en este folleto de la Sociedad Española de Alergología y de su Comité de Venenos, del que Francisco Carballada forma parte.
La Seguridad Social financia una parte del coste del tratamiento, que ronda los 40€ por dosis para trabajadores en activo y 7€ para jubiladosAcudió a urgencias, le pusieron corticoides y lo derivaron al servicio que dirige el doctor Carballada, donde lo sometieron al proceso de desensibilización con inmunoterapia. Su mejoría fue rápida. “Cuando llevaba un año vacunándome ya casi no tenía reacción y hoy si me pica una abeja no me hace nada, lo mismo que si fuera un mosquito. Llevo 3 años y medio con el tratamiento y en las pruebas cutáneas ya doy negativo, aunque en la analítica de sangre aún me sigue dando algún parámetro positivo”, explica, por lo que completará las dosis de mantenimiento hasta los 5 años. Convivir con el oso
Miel Melosa tiene muchos clientes entre la comunidad gallega de BarcelonaEl año pasado obtuvieron unos 1.800 kilos de miel, más o menos la misma cifra que el año anterior, porque aunque bajó la producción por colmena a causa de la sequía lo compensaron con un incremento en el número de unidades de producción. Sin embargo, no piensa seguir creciendo. “Mi objetivo no es vivir de esto, sino obtener unos ingresos que me permitan cuidar las fincas y rehabilitar la casa familiar”, explica.
La Consellería de Medio Ambiente publicó hoy en el Diario Oficial de Galicia la convocatoria de las ayudas para la prevención de daños causados por la fauna salvaje, en concreto los ataques del lobo, oso y jabalí.
Las ayudas para evitar los daños del lobo y el oso podrán ser solicitadas por ganaderías de bovino, ovino, caprino, porcino de raza Celta, equino y apícola que figuren inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (Reaga) de Galicia. Para las ayudas destinadas a la prevención de los ataques del lobo hay un presupuesto de 300.000 euros, de los cuales 200.000 se destinarán a la adquisición de perros protectores y defensores del ganado, pastores y cercas móviles de malla electrificada y los 100.000 restantes serán para la instalación de vallados fijos. La línea de ayudas centradas en el oso tiene una dotación de 30.000 euros para la adquisición de pastores eléctricos.
En el caso de las ayudas para prevenir los daños del jabalí, podrán ser solicitadas por agricultores y ganaderos inscritos en el Reaga, así como por personas con explotaciones agrarias destinadas al autoconsumo. Para estas subvenciones hay un presupuesto de 150.000 euros para comprar pastores eléctricos.
En concreto, la orden contempla que se subvencionará la adquisición de las siguientes medidas de protección para el ganado y cultivos:
-Perros para la protección y defensa del ganado, hasta un importe máximo de 500 euros por perro.
-Adquisición de pastores eléctricos. La cuantía máxima de la ayuda por explotación es de 600 euros.
-Adquisición de cercas móviles de malla electrificada. La cuantía máxima de la ayuda será de 100 euros por malla de 50 metros, hasta un máximo de 8 mallas por explotación.
-Adquisición de vallados fijos electrificados. El importe máximo de la ayuda será de 3 euros por metro lineal hasta un máximo de 1.500 euros por vallado.
-Vallados fijos con malla ganadera o cinegética metálica. La cuantía máxima de la ayuda será de 3,70 euros por metro lineal hasta un máximo de 3.700 euros por vallado.
Las personas interesadas podrán solicitar las ayudas hasta el próximo 15 de febrero. Las solicitudes se presentarán preferiblemente por vía electrónica, a través del formulario normalizado (anexo II), disponible en la sede electrónica de la Xunta de Galicia.