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Los pinares dunares de la costa gallega resisten el cambio climático

Los pinares ubicados en zonas dunares de la costa son la primera diana del cambio climático, pues el suelo arenoso repercute en una menor disponibilidad de agua. Con el aumento de sequías más prolongadas, en el sur de Europa se está constatando una mayor mortandad en los pinares de la línea de costa, como sucede por ejemplo en Cataluña. Sin embargo, en Galicia por el momento las masas de coníferas de zonas dunares están resistiendo bien el cambio climático, según las conclusiones del proyecto ForManRisk. La iniciativa ForManRisk, en la que participan numerosas entidades del sur de Europa, analizó la actual situación de los pinares dunares costeros, entre ellos los gallegos, así como de la evolución de los montes de coníferas del interior. El cambio climático no solo agrava el estrés hídrico de los bosques durante el verano, sino que empeora otros riesgos asociados, como incendios, plagas y enfermedades. Ante esta situación, el sector buscó desarrollar en el proyecto ForManRisk herramientas para la prevención de riesgos en los bosques. Por la parte gallega, participó la Asociación Forestal de Galicia, en colaboración con el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. Resiliencia de los pinares costeros de Galicia En Galicia, los trabajos se centraron en 10 bosques piloto de la costa atlántica, 6 pinares dunares y otros 4 de interior. Si bien en otras áreas del proyecto, como Cataluña, se constató una alta mortandad de las plantas de coníferas en la regeneración de los pinares en dunares, en el caso gallego por el momento no se observaron esos problemas de mortandad y sequía de las plantas, por lo que se espera que los pinares de la costa puedan seguir manteniendo una buena regeneración natural. Es de destacar además que los pinares costeros de Galicia acogen con frecuencia un alto uso social, incluso albergando áreas recreativas y campings. El proyecto observó que esta actividad social es compatible con la regeneración y mantenimiento del arbolado.

‘Rewilding’ de arenas en los pinares dunares?

En el ámbito de los pinares dunares y de línea de costa, un asunto candente son algunas decisiones que están tomando las Administraciones ambientales para eliminar masas forestales, como es el caso de Corrubedo, donde la Consellería de Medio Ambiente comenzó a actuar en el 2022 para erradicar el pinar que se encuentra a unos cientos de metros de la gran duna. En el caso de Corrubedo y en otras acciones similares en zonas costeras, el objetivo declarado es el de lograr una ‘renaturalización’ del ecosistema inicial, con mayor espacio para las arenas y para las especies herbáceas y de fauna asociadas a las arenas. Ese ‘rewilding’ (restauración ecológica basada en la renaturalización) es visto con escepticismo por el sector forestal, que recuerda que los pinares de zonas dunares se asentaron a finales del siglo XIX y primera mitad del XX con un objetivo utilitario (no sólo productivo), como era precisamente el de frenar el avance de las dunas. Hoy en día, cumplen además una función ambiental, con fauna y floras asociadas, y presentan la singularidad de acoger un alto uso social, en especial en verano. En tanto en Corrubedo se decidió reducir la zona de pinar en su Parque Natural, otros espacios protegidos del Eje Atlántico, como el Parque Natural de las Dunas de San Jacinto (Aveiro, Portugal), optan por la preservación de su masa de coníferas como parte capital del ecosistema de la Reserva, en el que se combinan distintos hábitats (dunas móviles, fijas y área forestal). Y en Cataluña, la Administración ambiental centra su preocupación en como conservar pinares dunares que presentan una alta mortandad. Volviendo a Galicia y dejando a un lado Corrubedo, un recorrido por zonas de Red Natura de la costa permite constatar algunos dilemas que plantean los pinos en diferentes áreas dunares y marismas. En esta imagen del área dunar de la Playa das Furnas (Porto do Son), cerca de la laguna pequeña de Xuño, se ve como los pinos se adentraron en una zona que hasta hace unos años estaba rasa, con vegetación dunar, como prueba el observatorio ornitológico allí ubicado y que ahora tiene su vista trabada por los pinos. Una de dos, o sobran los pinos o se colocó mal el observatorio ornitológico orientado a la laguna. Si en las Furnas, esos pinos pueden estar de más, en la marisma de Carnota se presenta un caso que podemos calificar de inverso, un pinar afectado por un fuego que se está colonizando con eucaliptos de una manera ‘natural’. Parece que aquí sí sería precisa una intervención de Administración y/o propietarios para impulsar una buena regeneración del pinar, un ecosistema que parece encajar mejor a nivel ambiental y social con la marisma, visitada cada año por decenas de miles de personas. Eucaliptos colonizando el pinar quemado de la marisma de Carnota, en una imagen de 2020. / Archivo. La adecuada gestión de las masas por parte de sus propietarios es otro de los retos, de cara a garantizar una buena conservación de los pinares costeros, así como ecosistemas más resilientes al fuego y a las enfermedades, pues masas como esta, a unos metros de la línea de costa de las Furnas, representan un potencial nido de problemas por la falta de claras y podas.

Árboles más resistentes a la sequía

El papel de la Asociación Forestal de Galicia en el proyecto ForManRisk incluyó también la toma de muestras y mediciones ‘in situ’ en las masas de coníferas, en colaboración con el INRAE de Francia (Institut National de Recherche pour l’Agriculture, l’Alimentation et l’Environnement), que analizó pinos de todo el sur de Europa para comparar su resistencia al estrés hídrico y encontrar poblaciones que puedan ser empleadas en el marco de un proyecto de mejora genética, de cara a obtener montes más resilientes al cambio climático. Guía trasnacional de buenas prácticas Del mismo modo, la Asociación Forestal de Galicia colabora en la edición de una guía transnacional de buenas prácticas, pues en el marco del proyecto se desarrollaron diferentes ensayos para mejorar la regeneración y supervivencia de los pinos, con distintos métodos de plantación y materiales. Otros trabajos realizados en el proyecto En el proyecto, que contó para su realización con fondos FEDER del programa Interreg Sudoe, se realizaron además otra serie de trabajos, como los siguientes: • Office National des Forêts. La ONF francesa desarrolló un sistema de información geográfica para obtener un mapa detallado de las Obligaciones Legales de Desbroce a nivel municipal, con un desglose de las superficies a desbrozar en cada propiedad. A diferencia del caso gallego y portugués, el desbroce de las fajas de protección existentes alrededor de urbanizaciones son responsabilidad de la comunidad de vecinos residentes en la misma, y no del titular del monte afectado. • Instituto Mediterráneo del Corcho (ILM). Puso a punto un método para medir las afecciones del cambio climático en el alcornoque y en otras especies. • Universidad de Trás-los-Montes y Alto Duero (UTAD). Instaló tres parcelas piloto para estudiar la regeneración natural del pino bravo (dos parcelas) y del alcornoque (1 parcela). • Gistree. La empresa trabaja en la puesta en marcha de un sitio web para compartir la información geográfica producida a lo largo del proyecto y para permitir también simulaciones sencillas de fuegos, en torno a las parcelas piloto del proyecto. • Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC). Esta entidad centró sus esfuerzos en la regeneración de una duna continental (200 hectáreas) que tiene un origen humano, pues se plantó con pinos a finales del siglo XIX con el objetivo de fijar la duna. El pinar tiene hoy en día 130 años y un importante uso social. En los últimos tiempos, el Pinus pinaster está sufriendo una muerte progresiva de los árboles adultos, algo que se atribuye al cambio climático, sin que haya una suficiente regeneración natural. El proyecto está valorando otras especies para esta regeneración, como el pino carrasco y el piñonero. • Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA). Desarrolló una aplicación que contribuye a tomar decisiones silvícolas para la prevención de grandes incendios forestales. • Diputación Provincial de Ávila. Plantó cuatro bosques piloto de pino silvestre y de encinas para analizar su desarrollo en un contexto de cambio climático.

“Galicia es la región que mayor proyección de futuro tiene en estos momentos para el resinado”

Presidente de la Asociación Nacional de Defensa del sector resinero, la única que abarca a todo el sector tanto en España como a nivel europeo, Juan Carlos Álvarez ha sido uno de los impulsores de la recuperación de la actividad resinera. Es también uno de los colaboradores del grupo operativo Go Acrema, centrado en optimizar la actividad resinera. Con Juan Carlos conocemos la evolución y perspectivas que se presentan para la resina. Además analizamos como lograron recuperar el aprovechamiento de la resina en la localidad segoviana de Coca, uno de los bastiones del resinado en España en los últimos años, un proceso en el que Álvarez ha estado muy implicado. -¿Cómo se encuentra el sector de la resina en la actualidad? -La resina vegetal, extraída de los pinos, vive un muy buen momento, debido a que se han disparado los precios de su principal competidor, la resina sintética, elaborada a partir de los derivados del petróleo. Las previsiones de los mercados del petróleo ya eran muy altas el año pasado y se ha mantenido esa tendencia, lo que ha provocado que tanto los precios de la resina sintética como de la resina vegetal estén al alza. Además, la resina vegetal es un producto natural, ecológico y renovable. Con estas características de origen las perspectivas son muy buenas para su desarrollo y aprovechamiento.
“La resina vegetal es un producto natural, ecológico y renovable. Con estas características de origen las perspectivas son muy buenas para su desarrollo y aprovechamiento”
-¿Estamos entonces ante un muy buen momento para el aprovechamiento de la resina vegetal? -Desde luego hay muy buenas expectativas sobre la resina vegetal y la tendencia es al alza. Sin ninguna duda, estamos ante un momento muy bueno. Los precios son elevados en el mercado internacional, aunque si es cierto que este es un mercado en dientes de sierra, con lo que pueden bajar en breve, aunque si bajan sabes que volverá a subir. -¿No se resiente este producto como otros a la crisis que se está viviendo, derivada tanto de la pandemia como de la guerra de Ucrania? -Desgraciadamente, uno de los usos para los que se destina la resina es la industria armamentística, como se vio durante la primera y segunda guerra mundial en el siglo XX, por lo que en este contexto actual, con una guerra en Europa, la resina vegetal está teniendo, al igual que la sintética, mucha demanda. De la resina se extraen por un lado, una parte líquida (el aguarrás vegetal) y por otro el sólido, conocido como colofonia, que supone un 75% de la resina. La balística lleva colofonia, bien sea natural o sintética, por lo que aunque se consuma para ese uso sintética incrementará la demanda de natural para otros fines que echaban mano de la sintética. -¿Qué factores, al margen del aprovechamiento para balística ya comentado, han favorecido tanto la evolución como el buen momento que vive la resina? -Es verdad que desde que se comenzó con su extracción y aprovechamiento ha habido muy buenos momentos para la resina. Año tras año se están abriendo nuevos mercados y la investigación está avanzando mucho. Cuando se empezó a utilizar la resina vegetal para las antivirales del VHI fue un paso importante, ya que se ha usado también para la fabricación de vacunas. Además ha habido otros factores que contribuyen a este buen momento de la resina vegetal como el éxodo del campo a las ciudades que ha producido en China en los últimos años, lo que ha convertido al gigante asiático en un importador de resina, mientras que durante años fueron exportadores de resina, ya que no la transformaban. Hoy China es uno de los principales compradores.
“En 1987 llegó a pararse toda la extracción de resina en montes públicos, llegó a estar totalmente prohibido dar licencias de resinación”
-¿Siempre se ha realizado resinado de los pinares en España? -La industria española nunca dejó de trabajar, pero hubo un tiempo en que la colofonia llegaba de China, Brasil y Portugal. En estos países se pagaba muy poco a los trabajadores y se producía una resina muy barata con la que era muy difícil competir. En España hubo un parón de la extracción de la resina en los pinares públicos con la entrada en vigor del Estatuto del Trabajador en 1985, ya que la extracción de la resina en España pasó a no poder competir con los precios que tenía la resina llegada desde Brasil o China. En 1987 llegó a pararse toda la extracción de resina en montes públicos, llegó a estar totalmente prohibido dar licencias de resinación. -¿Cómo se consigue volver a activar el sector de la resina? -Hubo varios factores determinantes para lograr el éxito. Por un lado conseguir que un fabricante creyera en nosotros, eso lo hizo el Banco Santander con la fábrica que tenía en Coca. Por otro lado, yo actuaba como propietario forestal, durante mi etapa como alcalde, ya que aquí en Coca contábamos con una superficie de 7.000 hectáreas de monte resinero. Además, tenía la intuición de que el mercado chino iba a invertirse, debido a un éxodo del campo a las ciudades, de modo que China dejaría de ser un gigante en materia de venta de resina. Para conseguir resineros que volviesen a trabajar en los pinares hablamos con la comunidad de resineros. En aquel momento la Dirección General de Castilla y León no quería que se reactivase en los montes públicos esta actividad. Fue una lucha política dura, pero al final se consiguió y se abrieron 7.000 hectáreas de monte para resinar y la cooperativa tenía más de 60 empleados. Ahí empezó todo. Fue entonces cuando tanto otros ayuntamientos como resineros particulares comenzaron a pedir licencias para resinar y se fue reactivando la actividad. -¿Qué cifras de resinado se manejaron en Coca? -De manera industrial, en Coca comenzó a resinarse a finales de los 90. En aquel momento se resinaron 180.000 pinos y hemos llegado a resinar 420.000 pinos. Hemos sido el lugar en el que más pinos se han resinado de todo Europa. -¿Ha seguido esa tendencia al alza de la actividad desde entonces? -Hubo un boom inmediato, pero se volvió a producir una bajada de la actividad alrededor del año 2000 cuando buena parte de esos resineros se jubiló, ya que no hubo jóvenes interesados en la actividad.
“La base de nuestro proyecto para recuperar el interés por el resinado se centró en que el resinero no fuera empleado de fábrica, sino que fuera autónomo”
-¿Qué acciones llevaron a cabo para conseguir revertir la tendencia y que los jóvenes se interesasen por la actividad? -Antes el resinero era siempre trabajador por cuenta ajena de las fábricas, eran fijos discontinuos que trabajaban de marzo a noviembre. La fábrica los contrataba por un salario base al que después se le añadía un extra por los kilos de resina que el resinero extrajera, a modo de plus de productividad. Este modelo se fue a pique cuando la resina importada de Brasil y China llegaba más barata. La base de nuestro proyecto para recuperar el interés por el resinado se centró en que el resinero no fuera empleado de fábrica, sino que fuera autónomo. Los primeros resineros debían declarar el 21% de IVA, hoy en día ha pasado no solo a ser de un 12%, sino que además el fabricante asume un 10% y el resinero se queda con un 2%. Fue una negociación muy dura, pero al final logramos la modalidad que solicitábamos, ya que la resina llegó a ser el primer sector en exportaciones en Segovia durante algunos años. -¿La evolución en los métodos de extracción ha contribuido a sumar interés? -El sistema de pica de corteza, ahora conocido como el método tradicional, se comenzó a utilizar de manera efectiva en el año 1998. Hasta ese momento se empleaba el sistema Hugues, que arrancaba madera del árbol. Había tratados teóricos sobre el sistema de pica, pero no se había empleado de forma generalizada antes.
“En Acrema están trabajando en la investigación sobre la resina como no se había hecho hasta el momento. Es fundamental seguir trabajando tanto en la investigación sobre los derivados como sobre la metodología de extracción”
Los sistemas mecanizados de extracción también están favoreciendo que esta actividad sea más atractiva para el resinero. Proyectos como Acrema están trabajando en la investigación sobre la resina como no había hecho ningún otro hasta el momento. Es fundamental seguir trabajando tanto en la investigación sobre los derivados como sobre la metodología de extracción. -Uno de los hándicap de la actividad resinera es su estacionalidad, ¿De qué manera han superado esta dificultad? -Estamos en esa lucha. Ahora mismo el precio de la resina es muy bueno, pero es un mercado globalizado y bajo la influencia de internacional. Se busca que esos meses en los que el resinero no está resinado pueda tener actividad en el monte. En la Junta de Castilla y León hemos negociado el Contrato Territorial, de manera que la Administración firme un contrato específico con el resinero para que realicen actividades de silvicultura en los meses en que la resina está en parada vegetativa. Queremos que el resinero que resina en un monte tenga la garantía de que esos trabajos ineludibles y previos al resinado realizados durante años le sirven para tener titularidad de explotación. La clave es conseguir que el resinero trabaje como autónomo todo el año en el monte, ya que trabajo hay. -Más allá de la repercusión económica que supone la resina, ¿Qué beneficios tiene apostar por la extracción de la resina? - La resina es una oportunidad en la lucha contra los incendios forestales, ya que los montes tienen que estar limpios para poder resinar en ellos. Además, el resinero permanece en el monte en la época de mayor riesgo de incendio, lo que contribuye a tener los montes limpios y más vigilados. El aprovechamiento de la resina es también una vía para fijar población en el rural. Se ha demostrado que en el sector forestal es la actividad que más población consigue fijar. -Para las regiones donde la actividad resinera está aún iniciándose o retomándose, ¿qué estrategias considera importantes para favorecer el éxito de la actividad? -La resina son tres actores: fábricas, resinero y propietario (bien sea montes públicos o privados). Lo más importante es que el resinero se integre en la gestión forestal de los montes resineros. El resinero será clave en la lucha contra los incendios forestales y de producirse estos fuegos contribuirá a que tengan menor virulencia al reducir la acumulación de biomasa en los montes. -¿Qué recomendaciones le haría a Galicia para lograr un mayor aprovechamiento de la resina? -Lo primero es creer en las oportunidades que ofrece la resina vegetal, ya que es el origen de infinidad de productos que hay en nuestro día a día. Por otro lado, es preciso tener presente que la resina es una de las estrategias para conseguir mitigar los incendios. Los montes gestionados fijan C02. Galicia es la región que mayor proyección de futuro tiene en estos momentos para el resinado. Por ahora no tendrá muchos resineros, pero se están dando pasos muy importantes. Se están creando empresas de resinación y ya hay alguna industria de resina y se prevé que vayan sumándose más. En base a un estudio que realicé hace ya unos años sobres las perspectivas del resinado, si llegaran a resinarse todos los pinares españoles, un 50% de la resina procedería de Galicia. El potencial de Galicia es realmente brutal.   Proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 con un importe de 558.710,55 euros. El importe del proyecto es cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y al 20% por fondos de la Administración General del Estado (AGE), tal como se establece en el Real Decreto 169/2018, de 23 de marzo. El organismo responsable del contenido es el GO-ACREMA y la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA) como autoridad de gestión encargada de la aplicación de la ayuda FEADER y nacional correspondiente.

Este es el monte que viene: regulación del eucalipto y promoción de coníferas y castaños

Fumata blanca sobre a las políticas públicas que orientarán el futuro del monte gallego. El Consello Forestal, un órgano consultivo de la Xunta en el que participan todas las asociaciones de la cadena de la madera, ha respaldado hoy de manera mayoritaria el proyecto de Plan Forestal de Galicia 2021 - 2040. El documento asienta las bases para regular las plantaciones de eucalipto y para favorecer el aumento de los pinares y de la superficie de castaños. Los números son los siguientes. En las próximas dos décadas, la Consellería de Medio Rural aspira a lograr una reducción de un 5% en la superficie de eucaliptales, que se retirarían de 20.000 hectáreas. De manera paralela, se quiere promover un aumento de 20.000 hectáreas en la superficie de pinares, en regresión en los últimos años; así como un incremento de 16.000 hectáreas de plantaciones de castaños, la mitad para castaña y la otra mitad para producción de madera.

Regulación adicional del eucalipto

La expansión progresiva de la superficie de eucalipto en Galicia se frenará en los próximos años. La Xunta anuncia un “control de nuevas plantaciones” con el objetivo de que en el 2040 se hayan reducido en 20.000 hectáreas las tierras ocupadas actualmente por la especie. Queda por ver cómo se concreta esta regulación adicional, que será posterior a la aprobación del Plan Forestal, prevista para el primer semestre del 2021. En la actualidad, el eucalipto ya no se puede plantar en tierras agrarias ni en sustitución de masas de frondosas caducifolias. Tampoco se pueden acometer plantaciones de nuevas superficies en zonas de Red Natura. La regulación adicional que se avecina apunta a frenar la expansión del eucalipto en las zonas en las que logra menores productividades, bien por la calidad del suelo, la altitud, la proliferación de plagas u otros condicionantes.
La Xunta prevé un plan de ayudas para convertir eucaliptales degradados a otras especies
La Xunta prevé un plan de ayudas para la conversión de eucaliptales degradados a otras especies y también quiere incentivar la rotura de las grandes masas, de forma que se cree un paisaje mosaico que reduzca los riesgos en caso de un incendio forestal. Planta con mejora genética, desbroces y fertilización En las áreas más aptas para el eucalipto, entre tanto, la Xunta proyecta fomentar la gestión activa de las masas para mejorar su productividad. Para ello, se aboga en el Plan Forestal por un mayor empleo de plantas mejoradas y por actuaciones silvícolas para controlar el matorral y aumentar el aporte de nutrientes en los eucaliptales. El objetivo es pasar de una productividad media de los eucaliptales que se estima en la actualidad en 15 metros cúbicos por hectárea y año a una productividad de 20 metros cúbicos por hectárea y año en el 2040 (medias de productividad conjuntas de eucalipto globulus y eucalipto nitens, teniendo en cuenta las diferentes calidades de estación). Sobre el manejo silvícola de los eucaliptales, la Xunta apunta que para reducir los riesgos de incendios sería adecuado proceder a desbroces de control del matorral cada 3 - 5 años. Es una medida que además contribuiría al aumento de la productividad, a la que también ayudaría una mayor fertilización de las masas. Para la gestión nutricional de la especie, Medio Rural señala la conveniencia de emplear “de manera sostenible” cenizas procedentes de la biomasa forestal.

Las fibras textiles, ¿una oportunidad para el eucalipto nitens?

Los proyectos de producción de fibras textiles a partir de la madera abren un nuevo escenario para el eucalipto nitens, según recoge el Plan Forestal de Galicia: “La madera de ‘Eucaliptus globulus’ le aporta a los productores unos precios más competitivos que la de ‘E. nitens’ (dada su mejor aptitud para la producción de pasta de papel), siendo previsible que las diferencias de precio se incrementen progresivamente. Pero esta dinámica puede verse alterada si el destino de las masas de E. nitens se dirige a la obtención de otros productos no directamente relacionados con la pasta de papel (fluff, dissolving pulp, viscosa, rayón, modal, lyocell o cupro)”. En la última década, se ha producido un aumento progresivo de la superficie de eucalipto nitens, una especie más resistente a la plaga del gorgojo y más adaptada al clima del interior gallego. El eucalipto nitens, que ya representa alrededor de un 15% de las talas de eucalipto en Galicia, demostró además buenas productividades, que llegaban en algún caso hasta a duplicar las conseguidas por el eucalipto globulus. Esas condiciones favorecieron la proliferación de la especie en las plantaciones de eucalipto, si bien, la menor aptitud de su madera para pasta de papel, llevó a las empresas de celulosa a reducir el precio de la madera de nitens en un mínimo de 6 euros por tonelada, en comparación con la del globulus. Los proyectos anunciados ahora para producir fibras textiles a partir del eucalipto podrían generar un cambio de escenario, según la Xunta.

Aumento de los pinares y mejora de su manejo silvícola

De manera paralela a la reducción de los eucaliptales, la Xunta proyecta fomentar el aumento de la superficie de pinares en las próximas dos décadas. El objetivo que se marca la Administración es el de elevar la superficie de coníferas en 20.000 hectáreas. Prevé además incentivar mayores tratamientos silvícolas de las masas, de forma que en el 2040 hasta un 75% del volumen de pino cortado tenga un destino para sierra o para uso estructural en la construcción, frente al 50% actual. La mejora genética de los pinares es otro de los ejes de actuación, fijándose el reto de lograr plantas de pino radiata que permitan turnos de tala inferiores a 25 años.

Castaños y frondosas

Un tercer eje de actuación del Plan Forestal se centrará en los castaños y en el resto de frondosas caducifollias. Según el último inventario forestal, Galicia cuenta con 26.000 hectáreas de castaños y con cerca de 400.000 del resto de frondosas caducifolias (robles, rebollos, abedules, bosques de ribera, etc.). El Plan Forestal proyecta aumentar la superficie de castaños en 16.000 hectáreas, la mitad para producción de castaña y la otra mitad para madera, así como incentivar la gestión activa y recuperación de 8.000 hectáreas de sotos tradicionales. En cuanto al resto de frondosas caducifolias -que experimentaron un notable crecimiento en las últimas décadas en regenerados naturales, sobre todo en zonas agroforestales abandonadas del interior gallego-, el Plan Forestal pretende incentivar tratamientos silvícolas que favorezcan la obtención de madera de calidad, así como actuaciones de repoblación para la obtención de madera de alto valor. Los objetivos que se marca el Plan es fomentar los tratamientos silvícolas en 5.500 hectáreas en los próximos 20 años, así como apoyar la reforestación de 3.500 hectáreas.

Valoraciones

Tras el Consello Forestal de hoy, la Consellería de Medio Rural emitió una nota de prensa en la que se felicitaba por el consenso conseguido para el Plan Forestal. Medio Rural prevé que el Plan Forestal sea aprobado en el primer semestre del 2021 en el Consello da Xunta, después de pasar por el Parlamento para su debate. La Consellería avanzó también que en la primera mitad de la legislatura quiere aprobar la reforma de la Ley de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Galicia, para lo cual iniciará un proceso participativo con el sector forestal. Sobre los servicios de extinción, Medio Rural anunció por último que potenciará la formación del personal en un Centro Integral para la Lucha contra el Fuego, que se ubicará en el ayuntamiento ourensano de Toén.
Toén acogerá un centro de formación para el personal de servicios de extinción
Por parte del sector forestal, se confirmó igualmente el consenso mayoritario conseguido para el Plan Forestal de Galicia 2021 - 2040. Así lo manifestaron tras la reunión el director de la Asociación Forestal de Galicia, Francisco Dans, y el representante de Unións Agrarias y Asefoga, Jacobo Feijoo, que únicamente lamentó “la ausencia de una mayor apuesta por las frondosas caducifolias”. “Tenemos un 30% de superficie forestal arbolada con frondosas caducifolias, que representan alrededor de un 3% de las talas con destino industrial. El resto sólo tiene uso para leñas domésticas. Si queremos apostar por las frondosas y que los propietarios vean en ellas una rentabilidad, hay que ser más ambiciosos a la hora de incentivar tratamientos silvícolas que mejoren las masas”, valora. Tras el Consello Forestal de hoy, las últimas puntadas del Plan Forestal de Galicia se darán previsiblemente en el Parlamento en las próximas semanas. Después, el documento será aprobado por el Consello da Xunta y se enfrentará a su gran reto: pasar del papel al monte en un escenario como el gallego, donde el 98% de la superficie forestal es propiedad particular o de comunidades de montes. En la memoria, queda el Plan Forestal de 1992, con un planteamiento ambicioso pero lastrado por una evolución de la cadena forestal que marchó por diferente camino.