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La plaga de la polilla guatemalteca de la patata avanza en la provincia de A Coruña

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la resolución de la Consellería de Medio Rural por la que se actualizan las zonas demarcadas por la presencia de la plaga de cuarentena “Tecia solanivora povolny”, o polilla guatemalteca de la patata, en la comunidad autónoma de Galicia. Mediante esta resolución, la Xunta levanta formalmente la prohibición del cultivo de patata -medida que se mantenía para evitar la expansión de la couza de este tubérculo- en las parroquias de Chamín (Santaia) y Corrizo (San Pedro) en Arteixo; y en la parroquia de Caión (Santa María do Socorro) en A Laracha, también en la provincia de A Coruña; así como en la totalidad del ayuntamiento lucense de Burela. Además, declara como nuevas zonas plagada las parroquias de Abegondo (Santaia), Cabanas (San Xián), Figueroa (San Miguel) y Sarandós (Santa María de Sarandós), en el ayuntamiento de Abegondo; las parroquias de Cañás (Santa Baia) y Paleo (Santo Estevo), en el ayuntamiento de Carral; y las parroquias de Barallobre (Santiago) y Maniños (San Salvador), en el ayuntamiento de Fene. Al tiempo, se mantiene la prohibición de plantar patata en las parroquias coruñesas de A Pedra (Santa María), en el ayuntamiento de Cariño, y San Xurxo de Moeche, en Moeche. En Lugo, la prohibición del cultivo de este tubérculo sigue manteniéndose en la parroquia de Santa María de Trabada, en el ayuntamiento homónimo. Por lo tanto, son zonas tampón -espacios límite de contención en lugares que lindan con otras zonas plagadas y en las que se puede plantar patata comunicando el cultivo-, en la provincia de A Coruña, las parroquias de Cerneda (San Salvador), Folgoso (Santa Dorotea), Mabegondo (San Tirso), Meangos (Santiago), Montouto (Santa Cristina), y Viós (San Salvador), en el ayuntamiento de Abegondo; la parroquia de As Somozas (Santiago Seré), en el ayuntamiento homónimo; Laraxe (San Mamede), en Cabanas; Vigo (Santa María), en Cambre; Cariño (San Bartolomeu), Landoi (Santiago) y Sismundi (Santo Estevo), en Cariño; las parroquias de Beira (Santa Mariña), Quembre (San Pedro), Sergude (San Xián), Tabeaio (San Martiño) y Vigo (San Vicente), en Carral; Régoa (Santa María), en Cedeira; As Encrobas (San Román), en Cerceda; Castelo (Santiago), en Culleredo. También son zonas tampón las parroquias de Limodre (Santa Eulalia), Magalofes (San Xurxo), y Perlío (Santo Estevo), en el ayuntamiento de Fene; Labecengos (Santa María), San Xoán de Moeche (San Xoán) y Santa Cruz de Moeche (Santa Cruz), en el ayuntamiento de Moeche; las parroquias de Franza (Santiago) y Piñeiro (San Xoán), en el ayuntamiento de Mugardos; y las parroquias de Ferreira (San Paio) y Lamas (San Xiao), en San Sadurniño. Y en la provincia de Lugo, son zonas tampón las parroquias de San Xusto de Cabarcos, en el ayuntamiento de Barreiros; Santo Tomé de Lourenzá y Santo Adrao de Lourenzá, en Lourenzá; A Fórnea, A Valboa (Santa María Madanela), Sante (San Xiao), Vidal (San Mateo) y Vilapena (Santiago), en el ayuntamiento de Trabada. Todos los productores de las nuevas zonas declaradas como plagadas que tengan que destruir o arrancar patatas podrán solicitar la correspondiente indemnización, a través de una línea de ayudas que saldrá en las próximas semanas. Todas las zonas tampón declaradas con anterioridad y no incluidas en la presente resolución pasan a ser zonas libres.

Medidas en las zonas plagadas

Los agricultores de las nuevas zonas plagadas deberán declarar las existencias de patata almacenada en la oficina rural más próxima, en cualquiera de los lugares y registros establecidos en la normativa reguladora del procedimiento administrativo común o a través de la sede electrónica de la Xunta de Galicia (https://sede.xunta.gal/portada) utilizando el código de procedimiento MR465B. El plazo para presentar esta declaración será de veinte días hábiles, contados a partir del día siguiente al de la publicación en el DOG de la resolución (26 de marzo de 2024). La patata almacenada será retirada por los servicios oficiales para proceder a su destrucción. Posteriormente, los titulares deberán desinsectar el suelo, las paredes y el techo de la zona donde había estado almacenada. En todas estas zonas queda prohibido el cultivo de patata y los operadores de patata de semilla no podrán tener existencias ni comercializar este tipo de patata. También se prohíbe la salida de patata de consumo de la zona plagada excepto en el caso de tránsito, donde el vehículo deberá ir totalmente cerrado con una estructura rígida o con una lona protectora que se ajuste perfectamente con la caja del camión e impida cualquier contacto de los tubérculos con el exterior. Si el motivo de la entrada de tubérculo en la zona plagada es suministrar este producto dentro de esa zona, en ningún caso, la patata que entró podrá salir de la dicha zona.

Medidas en las zonas tampón

En todas las zonas tampón declaradas, los agricultores deberán comunicar inmediatamente después del cultivo, y en todo caso antes de 1 de abril , todas las parcelas cultivadas con patata. Esta declaración podrá presentarse nos mismos lugares que los indicados para la declaración de existencias o a través de la sede electrónica utilizando el código de procedimiento MR465C. En cuanto a los operadores de patata de semilla deberán llevar el registro de información de los compradores de patata de semilla y haber instalado en el local destinado a almacén trampas de feromona específica para la captura de Tecia solanivora.

Evolución

La plaga de cuarentena de la polilla guatemalteca de la patata se detectó por primera vez en el año 2015, por lo que la Consellería de Medio Rural tuvo que prohibir su cultivo en diversos ayuntamientos de A Coruña y Lugo de cara a buscar su erradicación. "En la actualidad, los datos de seguimiento de la presencia de este organismo -a través de la red de monitorización de la Xunta, que cuenta con 2.100 trampas en el territorio para realizar análisis sistemáticos- muestran un avance significativo en su contención, previa la una posible erradicación. En varias zonas demarcadas no se detectó la presencia de este organismo durante dos años, lo que hace posible el levantamiento de las medidas fitosanitarias de erradicación", destacan desde la Consellería do Medio Rural.   En 2019, momento de máxima expansión de la polilla guatemalteca, llegaron a estar plagados 35 ayuntamientos. En el período 2017-2023, la Xunta invirtió 5,2 millones de euros en el Plan de choque contra la polilla guatemalteca de la patata. Enlace a la resolución en el DOG: https://www.xunta.gal/dog/publicados/2024/20240227/AnuncioG0426-210224-0001_gl.html

Actualizadas las zonas afectadas por la plaga de la polilla guatemalteca de la patata

El Diario Oficial de Galicia publica la resolución del 28 de diciembre de 2022, de la Dirección Xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, por la que se establece una prórroga de todas las medidas fitosanitarias para el control de la polilla guatemalteca de la patata hasta nuevo aviso. Igualmente, se actualiza el mapa de zonas afectadas. Sale todo el concello de Muxía y una parroquia de A Laracha, mientras se amplía el radio de prohibición a la parroquia de San Xurxo de Moeche, en el concello de Moeche (A Coruña). Las personas de esta parroquia deberán presentar una declaración de existencias de patata almacenada para que los servicios oficiales procedan a su retirada y destrucción, con un plazo de 20 días hábiles contados a partir de mañana. Esta documentación podrá presentarse en la oficina agraria comarcal, a través de la sede electrónica (procedimiento MR465B) o en cualquiera de los lugares de registro establecidos en la normativa reguladora. Por el contrario, dejan de ser consideradas zonas infectadas y pasan a ser zonas tampón las parroquias de Leyendo (San Xián), en el concello de A Laracha, y todo el concello de Muxía. De este modo, los agricultores de estas últimas zonas deberán comunicar inmediatamente después de la sementera, y antes del 1 de abril, todas las parcelas cultivadas con patatas en los mismos lugares habilitados para la presentación de la declaración de existencias -en este caso, en la sede electrónica se corresponde con el procedimiento MR465C-. Además, en las zonas tampón deberán llevar el registro de información de los compradores de patata de semilla, y los operadores deberán instalar en el local destinado a almacén unas trampas de feromona específica para la captura de estos organismos. Anexo II de la resolución dónde se especifican las nuevas zonas infectadas y zonas tampón. Fuente; Consellería do Medio Rural/DOG

Polilla guatemalteca: La Xunta levanta la prohibición de cultivar patata en el ayuntamiento de Muxía

La Xunta acaba de levantar la prohibición del cultivo de patata en el ayuntamiento coruñés de Muxía, que se mantenía hasta el momento para evitar la expansión de la polilla guatemalteca que afecta a este tubérculo. Así se decidió hoy en la Comisión de seguimiento de esta plaga, que estuvo presidida por el director general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros. En este sentido, pasan a ser consideradas zonas tampón -espacios límite de contención en lugares que lindan con otras zonas plagadas y en las que se puede plantar patata comunicando el cultivo- la totalidad del ayuntamiento de Muxía, incluidas las parroquias de A O (Nosa Señora), Leis (San Pedro), Muxía (Santa María), Moraime (San Xulián), Ozón (San Martiño) y la parroquia de Lendo (San Xián) en el ayuntamiento de A Laracha, también en la provincia de A Coruña. Por otra parte, se mantiene la prohibición de plantar patata en las parroquias de Chamín (Santaia) y Sorrizo (San Pedro) en Arteixo; A Pedra (Santa María) en Cariño; Caión (Santa María do Socorro) en A Laracha y San Xurxo en Moeche. En Lugo la prohibición del cultivo de este tubérculo sigue manteniéndose en la totalidad del ayuntamiento de Burela y en la parroquia de Santa María de Trabada, en el ayuntamiento homónimo. La plaga de cuarentena de la polilla guatemalteca de la patata se detectó por primera vez en el año 2015, por lo que la Consellería de Medio Rural tuvo que prohibir su cultivo en diversos ayuntamientos de A Coruña y Lugo de cara a procurar su erradicación. "En la actualidad, los datos de seguimiento de la presencia de este organismo nocivo están mostrando un avance significativo en su contención, lo que sería la fase previa para valorar su posible erradicación", señalan desde Medio Rural. De este modo, la Comisión de seguimiento propone un nuevo mapa de ayuntamientos afectados para que algunas zonas dejen de ser consideradas cómo plagadas. En el 2019, momento de máxima expansión de la polilla guatemalteca, llegaron a estar plagados 35 ayuntamientos. Se prevé que esta plaga pueda erradicarse en Galicia en los próximos dos años. Según la normativa fitosanitaria, para que una zona plagada deje de serlo hace falta que no se detecte ningún individuo de esta especie durante dos años seguidos en su territorio.

¿Cómo informar a la Xunta de las fincas donde se labre patata dentro de la zona tampón de la polilla guatemalteca?

En muchos municipios del norte de A Coruña y Lugo están ya preparándose para volver a plantar patatas después de cuatro años de prohibición a causa de la polilla guatemalteca y una vez que la Xunta ha autorizado las plantaciones de esta campaña dentro del ámbito de aplicación de las medidas para el control y erradicación de la plaga. Sin embargo se debe tener presente que muchos de estos ayuntamientos siguen estando declarados zona tampón, lo que supone una serie de condicionantes a la hora de sembar el tubérculo. Ser zona tampón implica que todas las personas que planten patata deberán comunicarle a la Consellería de Medio Rural inmediatamente después de la siembra (y siempre antes del 1 de abril ) todas las parcelas que tengan cultivadas, independientemente de la superficie plantada y de si esta es para autoconsumo o para la venta. En la comunicación hay que indicar los datos personales y la localización exacta de las plantaciones con los datos SIXPAC del polígono, parcela, recinto, superficie total, superficie sembrada y la variedad que se ponga en el terreno.
Tanto los propietarios de las fincas como los almacenistas de patata para siembra deberán llevar un control del tubérculo
El formulario que se deberá cubrir puede descargarse desde este enlace y después habrá que presentarlo, preferentemente, a través de la Sede electrónica de la Xunta. También se puede imprimir y registrar presencialmente bien en las oficinas agrarias comarcales, bien en los Ayuntamientos, para mandárselo directamente a Medio Rural a través de la Ventanilla Única municipal. El deber de comunicación también deberán cumplirlo las empresas que vendan patata de semilla mediante un formulario específico, además de llevar un registro de información de las personas que la compren, y en el local destinado a almacén tendrán que instalar trampas de feromona para la captura de la Tecia solanivora povolny. Colaboración desde las entidades locales En la zona de Ferrolterra están declarados como libres de la plaga los ayuntamientos de Cabanas, A Capela, Fene, Ferrol, Neda, Ortigueira, As Pontes y As Somozas. A mayores, está declarada zona tampón la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de Cedeira, Cerdido, Mañón, Moeche, Narón, San Sadurniño y Valdoviño. También tienen esta condición las parroquias de Cariño, Feás, Landoi y Sismundi, en el ayuntamiento de Cariño. En toda la comarca solo la parroquia de A Pedra, perteneciente también a Cariño, continúa con la cualificación de zona infectada, en la que no se podrá plantar.
El Ayuntamiento de San Sadurniño ayuda a sus vecinos a tramitar la declaración de las plantaciones de patata para facilitar los trámites para la recuperación del cultivo
Ante la necesidad de hacer las comunicaciones a la Xunta, algunos Ayuntamientos de la comarca están ayudando a los vecinos con el papeleo. "Con el tiempo soleado que tenemos ya hay quien está preparándose para volver a plantar patatas y en los últimos días han sido varias las personas que se han acercado al Ayuntamiento para preguntar qué tenían que hacer. Por esta razón, en la oficina del Registro Municipal ya están al tanto para facilitarles las cosas", explican en el Ayuntamiento de San Sadurniño. "El trámite es sencillo para personas que estén acostumbradas a tramitar papeleos relacionados con los montes o con las tierras, pero también hay quien no se maneja bien con el ordenador ni tampoco con los formularios en papel", evidencian. "La declaración hay que hacerla después de plantar, no antes, y para quien no sepa como cubrir y presentar el papel, en el Ayuntamiento le ayudaremos", indican.

Burela, Trabada, Arteixo, A Laracha, Muxía y Cariño mantienen la cuarentena y no podrán plantar

Trampa para la detección de la polilla de la patata en el municipio de Barreiros El Consello de la Xunta analizó este jueves un informe sobre las actuaciones llevadas a cabo por la Consellería de Medio Rural para la erradicación de la plaga de cuarentena de la Tecia solanivora (polilla guatemalteca de la patata) en la comunidad gallega, que han supuesto más de 4 millones de euros de inversión por parte de la Xunta. Así, desde su detección en 2015 y tras la aplicación de las pertinentes medidas, se ha constatado que una treintena de ayuntamientos gallegos han dejado de tener zonas infectadas por la polilla. Mientras, solo quedan seis municipios gallegos (Burela, Trabada, Arteixo, A Laracha, Muxía y Cariño) con áreas en las que actualmente no se puede cultivar patata, entre otras medidas.
El control de la plaga ha supuesto un gasto de 4 millones de euros por parte de la Xunta
En concreto, siguen siendo zonas infectadas por la polilla la parroquia de A Pedra, en el municipio de Cariño; las parroquias de Sorrizo y Chamín, en Arteixo; las de Lendo y Caión, en el municipio de A Laracha y las de Nosa Señora da O, Leis, Muxía, Moraime y Ozón, en el municipio de Muxía, dentro de la provincia de A Coruña. En la provincia de Lugo se considera como zona infectada la totalidad de la superficie del municipio de Burela y la parroquia de Trabada, en el municipio homónimo. En estos casos, la prohibición de plantar patata se prolongará durante un periodo mínimo de dos años desde la aparición del último caso de polilla.
Desde la detección de los primeros casos en 2015, una treintena de municipios gallegos han dejado de tener zonas infectadas por la polilla
Mientras, están en la zona tampón la totalidad de la superficie de los municipios de Cedeira, Cerdido, Mañón, Moeche, Narón, San Sadurniño y Valdoviño. También las parroquias de Bardullas, Buiturón, Caberta, Couceiro, Frixe, Morquintián, Nemiña, Touriñán y Vilastose, del concello de Muxía; así como una franja de 5 km limítrofe con los concellos infectados que afecta parcelas de los municipios de Camariñas, Dumbría y Vimianzo y las parroquias de Monteagudo, Barrañán y Armentón, en el concello de Arteixo; Rebordaos, Vilela y Noicela, en el concello de Carballo; Cabovilaño, Lemaio y Torás, en el concello da Laracha y Cariño, Feás, Landoi y Sismundi, en la localidad de Cariño. En la provincia de Lugo, la zona tampón incluye los concellos de Alfoz, Barreiros, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ribadeo, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove; ademais de las parroquias de Balboa, Fórnea, Ría de Abres, Sante, Vidal, Villaformán y Villapena, en el concello de Trabada. Revisión periódica de las trampas con feromonas Los trabajos efectuados tras la detección de la polilla en Galicia consistieron en el establecimiento de una red de trampeo para capturar masivamente al insecto en las zonas infectadas y controlar su expansión, así como en la zona tampón en las franjas límites con el área infectada. También se instalaron trampas en las principales zonas productoras de patata, principalmente en la comarca coruñesa de Bergantiños y en la ourensana de A Limia.
En la actualidad, el trabajo se centra en revisar periódicamente las trampas instaladas para registrar la evolución de capturas y la dispersión de la plaga, así como en la vigilancia de todo el territorio demarcado para evitar plantaciones ilegales
A mayores, desde el comienzo de la plaga se procedió a la recogida de patatas de semilla en los almacenes comercializadores de las zonas infectadas, así como del propio producto en las explotaciones de los ayuntamientos afectados, además de controlar el movimiento de patata producida en la zona infectada, dentro de esta zona y entre la zona infectada y la zona tampón. En la actualidad el trabajo se centra en revisar periódicamente las trampas instaladas para registrar la evolución de capturas y la dispersión de la plaga. Al mismo tiempo, se sigue vigilando todo el territorio demarcado para evitar plantaciones ilegales.

Declarados libres de la plaga de la polilla de la patata 16 nuevos municipios de las provincias de A Coruña y Lugo

Trampeo para la detección de la polilla guatemalteca en el municipio de Barreiros, declarado como zona tampón Este martes se celebró en Santiago una nueva reunión de la Comisión de seguimiento de la polilla guatemalteca de la patata, donde los datos alcanzados de las trampas en campo y en explotaciones muestran un avance significativo en la contención de esta plaga de cuarentena, "un paso previo a una posible erradicación", asegura la Xunta. Así, tras los últimos datos de capturas, quedan totalmente libres de esta plaga los ayuntamientos de Cabanas, A Capela, Fene, Ferrol, Neda, Ortigueira, As Pontes de García Rodríguez, As Somozas, Cee y Fisterra. En la provincia de Lugo, salen de la zona demarcada los ayuntamientos de Abadín, Muras, Ourol, A Pastoriza, A Pontenova y Riotorto.
En Cariño, A Laracha, Arteixo, Muxía, Burela y Trabada se sigue detectando presencia de este organismo nocivo, por lo que seguirán permaneciendo, bien en su totalidad o en alguna parroquia concreta, en la zona infectada
Por otro lado, pasan a considerarse zona tampón la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de Cedeira, Cerdido, Mañón, Moeche, Narón, San Sadurniño y Valdoviño. También pasan a esta demarcación las parroquias de Bardullas, Buiturón, Caberta, Couceiro, Fríe, Morquintián, Nemiña, Touriñan y Vilastose, del ayuntamiento de Muxía; así como una franja de 5 km limítrofe con los ayuntamientos infectados que afecta a parcelas de los municipios de Camariñas, Dumbría y Vimianzo y a las parroquias de Monteagudo, Barrañán y Armentón, en el ayuntamiento de Arteixo; Rebordaos, Vilela y Noicela, en el ayuntamiento de Carballo; Cabovilaño, Lemaio y Torás, en el ayuntamiento de A Laracha; Cariño, Feás, Landoi y Sismundi, en el ayuntamiento de Cariño.
En zona tampón los propietarios deberán comunicar antes del 1 de abril las parcelas en las que hayan plantado patatas
En la provincia de Lugo, la zona tampón supone los ayuntamientos de Alfoz, Barreiros, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ribadeo, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove; además de las parroquias Balboa, Fórnea, Ría de Abres, Sante, Vidal, Villaformán y Villapena, en el ayuntamiento de Trabada. En todas estas zonas tampón, los agricultores deberán comunicar inmediatamente después de la siembra, y en todo caso antes de 1 de abril , todas las parcelas cultivadas con patata. En cuanto a los operadores de patata de semilla deberán llevar el registro de información de los compradores de patata de siembra y haber instalado en el local destinado a almacén trampas de feromona específica para la captura de Tecia solanivora. Zonas infectadas Por otro lado, se incorpora la parroquia de A Pedra, en el ayuntamiento coruñés de Cariño, a la zona infectada por la existencia de la plaga de la polilla. Este área se suma a las parroquias de Sorrizo y Chamín, en el ayuntamiento de Arteixo; de Lendo y Caión, en el ayuntamiento de A Laracha; de Nuestra Señora A O, Leis, Muxía, Moraime y Ozón, en el ayuntamiento de Muxía. En la provincia de Lugo se considera como zona infestada la totalidad de la superficie del ayuntamiento de Burela y la parroquia de Trabada, en el ayuntamiento homónimo.
Sigue detectándose la plaga en parroquias de los ayuntamientos de Cariño, Arteixo, A Laracha, Muxía, Burela y Trabada, donde está prohibido plantar patata
En todas estas zonas queda prohibido el cultivo de patata y los operadores de patata de siembra no podrán tener existencias ni comercializar este tipo de patata. También se prohíbe la salida de patata de consumo de la zona infectada excepto en el caso de tránsito, donde el vehículo deberá ir totalmente cerrado con una estructura rígida o con una lona protectora que se ajuste perfectamente con la caja del camión e impida cualquier contacto de los tubérculos con el exterior. Si el motivo de la entrada de tubérculo en la zona infectada es suministrar este producto dentro de esa zona, en ningún caso, la patata que haya entrado podrá salir de nuevo de dicha zona.

Ayudas para agricultores y viveros afectados por organismos de cuarentena

La Consellería de Medio Rural ha publicado las bases reguladoras para la concesión de indemnizaciones en materia de sanidad vegetal a los viveros o explotaciones agrícolas afectadas por organismos de cuarentena, en especial la polilla guatemalteca de la patata y el hongo ‘Fusarium circinatum’, que desde el 2006 se ha detectado de manera puntual en pinos en Galicia.

El presupuesto disponible para estas aportaciones es de 75.000 euros, un 15% superior al año anterior, y podrá incrementarse en función de las necesidades detectadas y la disponibilidad presupuestaria, según señala la Xunta.

En concreto, podrán ser personas beneficiarias de estas indemnizaciones tanto las personas físicas y jurídicas como las entidades sin personalidad jurídica cuyos productos vegetales fueran afectados por las medidas fitosanitarias adoptadas en virtud de la declaración de una plaga de cuarentena por la autoridad competente.

Estas empresas podrán ser beneficiarias siempre y cuando tengan la consideración de pequeña y mediana empresa agraria. En el caso de los productores de plantas de vivero, estos deberán estar inscritos en los correspondientes registros oficiales. En este sentido, el plazo de presentación de solicitudes será de tres meses contados a partir de hoy.

Polilla guatemalteca: ¿En que ayuntamientos no se podrá plantar patata este año en Galicia?

La Consellería de Medio Rural publica este viernes en el Diario Oficial de Galicia una resolución por la que decide ampliar las zonas plagadas por la existencia de la plaga denominada Tecia solanivora Povolny (polilla guatemalteca de la patata) en la Comunidad Autónoma de Galicia a las parroquias de Sorrizo (San Pedro) y Chamín (Santaia) en el ayuntamiento de Arteixo, en la provincia de A Coruña. En estas parroquias, por tanto, estará prohibido plantar patata a partir de ahora. Se considerarán zonas tampón, límites con estas nuevas zonas plagadas, las parroquias de Barrañán (San Xián) y Armentón (San Pedro) en el ayuntamiento de Arteixo en la provincia de A Coruña. Los agricultores de todas las zonas tampón pueden plantar patata, pero deberán comunicar inmediatamente a la Xunta después de la siembra y, en todo caso, antes del 1 de abril, todas las parcelas cultivadas con el tubérculo.

Ayuntamientos dejan de ser zona plagada

En cuanto a las medidas de erradicación de la plaga, la Xunta informa de que las medidas adoptadas están dando sus frutos: "A día de hoy, los datos de seguimiento de la presencia de este organismo nocivo muestran un avance significativo en su contención, previa a una posible erradicación, ya que en los ayuntamientos de Cariño, Neda y Ortigueira en la provincia de A Coruña y Lourenzá, A Pastoriza, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto y O Valadouro en la provincia de Lugo, no se ha detectado la presencia de este organismo durante dos años consecutivos".  Por tanto, Medio Rural informa de que dichos ayuntamientos dejan de ser considerados como zonas plagadas por Tecia solanivora Povolny o polilla guatemalteca de la patata y pasan a ser considerados dentro de la zona demarcada como zonas tampón, pudiendo plantar patata de nuevo este año, aunque informando a la administración.

Ayuntamientos de Galicia en los que está prohibido plantar patata debido a la polilla guatemalteca

Por el contrario, se considera zona plagada en la provincia de A Coruña la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de Mañón, Muxía, Narón, San Sadurniño y Valdoviño y de las anteriormente citadas parroquias de Sorrizo (San Pedro) y Chamín (Santaia) en el ayuntamiento de Arteixo, de Lendo (San Xián) y Caión (Santa María del Socorro), en el ayuntamiento de A Laracha, y la parte sur de la parroquia de Noicela (Santa María), en el ayuntamiento de Carballo. En la provincia de Lugo se considera como zona plagada la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de Alfoz, Barreiros, Burela, Ciervo, Foz, Mondoñedo, Trabada, O Vicedo, Viveiro y Xove.

Zonas tampón

Se considera zona tampón en la provincia de A Coruña la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de Cabanas, Cariño, A Capela, Cedeira, Cerdido, Fene, Ferrol, Moeche, Neda, Ortigueira, As Pontes de García Rodríguez y As Somozas, una franja de 5 km limítrofe con los ayuntamientos plagados que afecta parcelas de los ayuntamientos de Cee, Camariñas, Dumbría, Fisterra y Vimianzo y, además, las parroquias de Monteagudo (San Tomé), Barrañán (San Xián) y Armentón (San Pedro) en el ayuntamiento de Arteixo, Rebordaos (San Salvador), Vilela (San Miguel) y la parte norte de la parroquia de Noicela (Santa María), según figura en el anexo, en el ayuntamiento de Carballo, y Cabovilaño (San Román), Lemaio (Santa María) y Torás (Santa María), en el ayuntamiento de A Laracha. En la provincia de Lugo la zona tampón supone los ayuntamientos de Abadín, Lourenzá, Ourol, A Pastoriza, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto y O Valadouro y una franja de 5 km limítrofe con los ayuntamientos plagados que afecta parcelas del ayuntamiento de Muras.

Enlace a la resolución del DOG

Críticas del Sindicato Labrego a la gestión de la polilla guatemalteca de la patata

Tras la decisión de la Xunta de levantar la prohibición de plantar patata en un total de 9 municipios que en años anteriores habían estado afectados por la polilla guatemalteca, el Sindicato Labrego emitió un comunicado para demandar más transparencia de la Administración gallega. Advierte la organización agraria de que todo el procedimiento de cierres y aperturas de ayuntamientos por la plaga se hace sin explicación de los datos que motivan esas decisiones, por lo que solicita mayor claridad. El Sindicato Labrego emplaza a la Xunta a hacer públicos los datos de capturas de ejemplares de polilla guatemalteca por municipio y sugiere que en los casos donde sea posible, se vaya a prohibiciones de siembra por parroquias, en lugar de por ayuntamientos enteros. Desde la delegación del Sindicato Labrego en la Mariña lucense también cuestionan que no exista información de la Xunta directamente a las organizaciones del campo ni a los productores que viven de la patata, “que deberían tener una información puntual por parte de la Administración”, valoran. Por otra parte, la organización entiende que el anuncio del levantamiento del cierre se conoció en fechas excesivamente tardías, a finales de noviembre, “en una época en la que la semilla estaba ya siendo encargada, generando consultas y llamadas urgentes a las que no podemos dar respuesta desde las organizaciones agrarias ni desde las oficinas agrarias comarcales, pues sólo se conocen los datos publicados por la prensa”, concluyen.

Polilla guatemalteca: Estos son los 9 municipios en los que la Xunta levanta la prohibición de cultivar patata

Una de las trampas con feromonas que la Consellería tiene distribuidas para el seguimiento y control de la plaga La polilla guatemalteca (Tecia solanivora Povolny) seguirá impidiendo sembrar patatas en 17 ayuntamientos gallegos el próximo año, aunque la evolución de la plaga desde su aparición en 2015 y el establecimiento de las primeras medidas de control en el 2017 está permitiendo el levantamiento progresivo de las restricciones en aquellos lugares donde las trampas instaladas por parte de la Consellería de Medio Rural no detectan presencia de insectos. Según las previsiones de la Xunta, que tienen que ser ratificadas por el Gobierno cental, encargado de la supervisión y control de las medidas para la erradicación de la plaga a través de la aprobación en 2017 del Real Decreto 197/2017 por el que se establece el Programa Nacional de Control y Erradicación de la Tecia solanivora Povolny (BOE número 54, de 4 de marzo ), a partir de la publicación de la resolución en el DOG se podrán hacer plantaciones controladas de tubérculo en 9 ayuntamientos gallegos, que pasan de estar declarados "infectados" a ser considerados "zona tampón".
Los productores encuadrados en las zonas tampón deberán comunicar a la Consellería la localización exacta de las parcelas donde planten patatas para hacer un seguemento del cultivo
Se trata de cuatro ayuntamientos de A Mariña de Lugo (Ribadeo, A Pontenova, Lourenzá y O Valadouro), dos de A Terra Chá (A Pastoriza y Riotorto) y tres de la comarca de Ortegal (Ortigueira, Neda y Cariño). En estos municipios se podrán cultivar patatas pero los propietarios de las parcelas tendrán obligación de comunicar a la Consellería el lugar exacto donde se produzcan las plantaciones para que los técnicos puedan hacer control y seguimiento por si reapareciese la plaga. Para esta comunicación, donde se deberán recoger todas las parcelas cultivadas con patata, se deberá emplear el modelo establecido en el anexo I de la resolución de 9 de febrero de 2017 (DOG núm. 31, de 14 de febrero). La Consellería establece la fecha del 1 de abril como el plazo máximo para presentar las declaraciones de cultivo en estas zonas tampón. 18 ayuntamientos abiertos en dos años Estos 9 ayuntamientos donde está previsto el levantamiento de las restricciones el próximo año se añaden a los otros 9 que ya habían sido abiertos en el mes de enero de este año. Las prohibiciones iniciales tenían una vigencia de dos años, con la posibilidad de ser prorrogadas si en este tiempo la plaga no desaparecía o, en caso contrario, modificadas si la evolución así lo permitía, como finalmente ha sucedido en estos casos. Los datos de seguimiento efectuados en 2018 y 2019 en Ares, Cabanas, A Capela, Fene, Ferrol, Mugardos y As Pontes de García Rodríguez en la provincia de A Coruña y Abadín y Ourol en la provincia de Lugo permitieron que en este año ya se pudiesen retomar las plantaciones, al igual que en 2021 se podrá hacer en los otros 9 ayuntamientos que ahora se suman a la reapertura, y donde los controles han mostrado que no se ha detectado la presencia de la plaga durante por lo menos dos años consecutivos. También se han realizado controles en los 9 ayuntamientos abiertos en el mes de enero pasado y en todos ellos se ha confirmado la ausencia de capturas de polilla guatemalteca en lo que va de 2020, según ha informado la Xunta este jueves a través de una nota de prensa.
El levantamiento de la prohibición está condicionado a que no se detecte presencia de insectos durante dos años consecutivos en el trampeo permanente que se realiza
A consecuencia de la modificación de la zona infectada podría haber cambios también en la considerada zona tampón, como ya sucedió en enero de este año al quedar excluidos de esta zona de seguridad toda la superficie de los ayuntamientos de Pontedeume, Monfero, Vilarmaior y Miño en la provincia de A Coruña y los ayuntamientos de Xermade y Vilalba en la provincia de Lugo, que adquirieron desde entonces el estatus de zona libre de la plaga. 17 municipios mantienen la cuarentena A pesar de la efectividad de las medidas y la evolución positiva generalizada en el control de la plaga, se mantendrán las restricciones en 7 ayuntamientos de la provincia de A Coruña y 10 de Lugo donde el trampeo de control establecido sigue capturando ejemplares de polilla guatemalteca, aunque en número muy inferior al inicial, pasando en algunos casos de capturar 240 ejemplares en 40 días a tan sólo media docena en la actualidad. De este modo, los ayuntamientos que mantendrán la declaración de infectados (y, por lo tanto, donde seguirá prohibido hacer plantaciones de patata un año más) serán en la provincia de Lugo Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Mondoñedo, O Vicedo, Trabada, Viveiro y Xove. En la provincia de A Coruña los ayuntamientos infectados son los de San Sadurniño, Mañón, Muxía, Narón y Valdoviño y las parroquias de Lendo y Caión en el ayuntamiento de A Laracha, así como la parte sur de la parroquia de Noicela en el ayuntamiento de Carballo.
A Limia, principal comarca productora de Galicia, parece a salvo de la plaga, que sin embargo ha avanzado por la provincia de A Coruña hasta ayuntamientos como Carballo y A Laracha en Bergantiños o Muxía en la Costa da Morte, a donde se amplió en 2018 la zona demarcada
Las medidas fitosanitarias decretadas el 8 de marzo de 2017 por la Xunta para el control y erradicación de la plaga de la polilla guatemalteca de la patata en la comunidad autónoma de Galicia pretendían evitar la propagación de la zona afectada hasta las principales comarcas productoras de patata en la comunidad, como son la de Bergantiños en A Coruña o A Limia en Ourense. Aunque parece que por ahora a Limia, principal comarca productora de Galicia, está a salvo de la plaga, la Tecia solanivora ha avanzado en la provincia de A Coruña hasta llegar a ayuntamientos como el de Carballo y A Laracha o incluso a Muxía, a donde se amplió la zona demarcada en marzo de 2018 tras haberse detectado la presencia de la plaga en plantaciones particulares realizadas en este municipio. Problemas derivados del almacenamiento para consumo Las recomendaciones pasan por no almacenar en casa más de un saco o dos de patacas para que el consumo sea rápido y no permitir de este modo la reproducción del insecto Las distintas medidas establecidas para el control de la Tecia solanivora Povolny son de obligado cumplimiento tanto para los agricultores profesionales y de autoconsumo (los que más abundan en la zona en cuarentena) como para los operadores comerciales y puntos de venta tanto de patata de consumo como para siembra y la Xunta ha incrementado el número de sanciones impuestas a plantaciones ilegales, venta a granel o movimientos de patatas no permitidos entre unas zonas y otras, dado que no solo el cultivo hace posible a pervivencia de la plaga. De hecho, aunque ya van tres años sin poder plantar patatas en los ayuntamientos donde continúa vigente la prohibición y la polilla solo es capaz de sobrevivir en contacto con el tubérculo, su almacenaje sigue permitiendo la propagación y la captura de polillas en las trampas aún a día de hoy.
En Burela existe un foco relacionado con el acopio de patatas para consumo en las casas en cantidad suficiente como para que la palomilla se reproduzca
Esto ocurre, por ejemplo, en Burela, donde se ha detectado un problema puntual localizado en un barrio concreto de esta villa, donde se sospecha que la causa se encuentra en el almacenaje privado en las casas de patata comprada para consumo propio. Las recomendaciones en este campo pasan por no almacenar más de un saco o dos de tubérculo, para que el consumo sea rápido y evitar que el acopio prolongado y en cantidad suficiente posibilite la reproducción de la polilla.
Casos como el de Alfoz, que llevaban dos años sin positivos, han vuelto a dar este verano
En otros casos no se sabe el origen concreto de la propagación y después de no detectarse la plaga durante varios meses esta reaparece con la captura de algún ejemplar suelto en los trampeos. Ha ocurrido esto, por ejemplo, en el ayuntamiento de Alfoz, que hasta el pasado mes de julio llevaba dos años sin dar ningún positivo, pero en una de las trampas cayó un ejemplar en ese mes y lo volvió a hacer en septiembre, lo que impedirá que en todo el ayuntamiento se puedan labrar patatas el próximo año, mientras sin embargo se prevé que sea autorizado en el vecino ayuntamiento de O Valadouro.

Agricultores profesionales y aficionados, a la espera para planificar el calendario anual de cultivos

En el norte de Lugo y A Coruña se empieza a labrar la pataca en los meses de enero y febrero La decisión sobre en qué ayuntamientos se va a mantener la prohibición, cuáles pasan a zona tampón y cuáles se declaran libres fue tomada esta semana tras la reunión de la Comisión de Seguimiento de la plaga, pero falta ahora, para su entrada en vigor, que la resolución sea publicada en el DOG una vez la propuesta de la Xunta reciba el visto bueno del Ministerio. No es una cuestión menor, porque una de las características que comparten la mayor parte de los municipios con restricciones es la plantación temprana del tubérculo. Son las llamadas patatas tempraneras, labradas en los meses de enero y febrero con miras a su recogida a finales de la primavera y principios del verano.
Los propietarios de parcelas en zonas donde se prevé la apertura reclaman agilidad a la Xunta en la publicación de la resolución para poder encargar la simiente y preparar las tierras
Por eso, en las zonas afectadas había incertidumbre en las últimas semanas por conocer la decisión de la Xunta y son muchas las personas, tanto a título particular como profesionales del sector de la huerta, que esperaban tener información sobre los posibles cambios para poder planificar el calendario de cultivos de la próxima campaña. Otro de los aspectos comunes en los ayuntamientos costeros de las provincias de Lugo y A Coruña es que se trata de lugares donde se labra fundamentalmente patata para autoconsumo, lo que multiplica el número de fincas y pequeñas parcelas donde se cultiva el tubérculo y donde la Xunta deberá el próximo año supervisar las plantaciones.
En A Mariña y Ortegal abundan las plantaciones tempranas destinadas a autoconsumo
El anuncio del levantamiento de las restricciones en Ribadeo, A Pontenova, Lourenzá, O Valadouro, Riotorto, A Pastoriza, Ortigueira, Neda y Cariño, permitirá a sus vecinos planificar las plantaciones de cara al año que viene y encargar la patata de siembra pero no podrán retomar el cultivo hasta que el DOG publique la resolución modificando la demarcación de la plaga y así el cambio de situación de estos ayuntamientos entre en vigor oficialmente. Por eso, en estos ayuntamientos se espera que la resolución se publique lo antes posible para poder comprar la simiente y preparar las tierras para poder labrarla. San Sadurniño tendrá que esperar Pataca afectada pola couza guatemalteca A pesar de que se debatió en la comisión técnica si levantar o no las restricciones en el ayuntamiento de San Sadurniño, finalmente la Consellería decidió mantener a este municipio como zona infectada. El Ayuntamiento de esta localidad coruñesa advertía a principios de semana que había gente "interesándose en las agrotiendas por cuándo empezaría a llegar patata de siembra para las plantaciones tempranas", pero desde el Gobierno municipal mantenían la prudencia y recomendaban a sus vecinos no comprar patata de siembra mientras no hubiese un levantamiento oficial de la prohibición de plantar para que no les sucediese lo mismo que pasó en el 2017, cuando la prohibición de la Xunta llegó a mediados del mes de marzo, cuando muchos vecinos tenían ya la simiente comprada en sus casas, o incluso labrada ya en sus fincas, una circunstancia que obligó a la Xunta a recogerla, indemnizar su compra y decretar el levantamiento de las plantaciones efectuadas.
Es suficiente con capturar un solo un ejemplar para constatar que la plaga sigue presente en un ayuntamiento y, en consecuencia, que todo su territorio siga cerrado al cultivo, independientemente del lugar donde se hubiese producido la captura
"Medio Rural tiene distribuidas por las 7 parroquias de este ayuntamiento un total de 52 trampas dotadas de dispositivos con feromonas que atraen a los insectos de Tecia solanivora Povolny y en septiembre de 2018 aquí aún cayeron en las trampas algunos insectos. Durante 2019 no se detectó ninguno y, si se respetó la prohibición de plantar y la normativa sobre movimientos y almacenaje, en 2020 tampoco deberían haber aparecido, dado que esta plaga solo puede sobrevivir y reproducirse donde hay patatas", indican desde la entidad local, que lamentan no tener "datos oficiales que nos permitan saber cuál es el estado de la plaga en nuestro municipio" y temen "que la Xunta mantenga las restricciones hasta 2023, puesto que tendrían que pasar dos años sin presencia de la plaga -2021 y 2022- para volver a autorizar las plantaciones".
A día de hoy, no han trascendido datos oficiales que nos permitan saber cuál es el estado de la plaga en nuestro municipio (Ayuntamiento de San Sadurniño)
Por eso, desde el Ayuntamiento insisten en transmitir a los vecinos que "en San Sadurniño las restricciones siguen vigentes y no se pueden plantar patatas, por lo que los vecinos que se adelantaron a la decisión de la Xunta y compraron ya la simiente no podrán labrarla y "tampoco es demasiado aconsejable comer esa patata ante la duda de los tratamientos antigerminantes que pueda traer y que, por cierto, están prohibidos", recuerdan desde el Ayuntamiento de San Sadurniño.

Polilla guatemalteca: Desde hoy se puede volver a plantar patata en 9 ayuntamientos gallegos

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la resolución que levanta la prohibición de plantar patata en nueve ayuntamientos de las provincias de A Coruña y Lugo afectados por la polilla guatemalteca. La medida se hace efectiva después del acuerdo conseguido en Madrid entre el director general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, y el director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa. El levantamiento de la prohibición de plantar patata beneficiará los agricultores de los ayuntamientos coruñeses de Ares, Mugardos, Cabanas, Fene, Ferrol, A Capela y As Pontes de García Rodríguez, así como los de los municipios lucenses de Ourol y Abadín. La resolución deja de considerar estas localidades zonas plagadas por la polilla al no haber registrado ninguna captura en los dos últimos años y pasa a englobarlas en la demarcada como zona tampón. Esto supone que se les permitirá plantar patata pero que se hará un seguimiento exhaustivo de las plantaciones por parte de la Consellería de Medio Rural, que mantendrá las demás medidas de control y vigilancia previstas en la legislación con el objetivo último de controlar la expansión de la polilla. Por otra parte, la resolución que publica hoy el DOG excluye de la zona tampón toda la superficie de los ayuntamientos de Pontedeume, Monfero, Vilarmaior y Miño en la provincia de A Coruña, y de los municipios de Xermade y Vilalba en la provincia de Lugo. De esta forma, adquieren el estatus de zona libre de polilla y dejan de estar sometidos a control por parte de la Consellería. Por último, la resolución especifica las parroquias y ayuntamientos de las provincias de A Coruña y Lugo que siguen incluidos en la denominada zona tampón. También concreta los municipios que continúan plagados por la polilla guatemalteca, donde se mantiene la expresa prohibición del cultivo de patata. El enlace a la resolución en el DOG: https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2020/20200117/AnuncioG0426-130120-0010_gl.html

Polilla de la patata: Lista de los 9 ayuntamientos gallegos en los que se podrá volver a plantar en 2020

La Consellería de Medio Rural propondrá próximamente el levantamiento de la prohibición de plantar patata en un total de nueve ayuntamientos de las provincias de A Coruña y Lugo afectados por la polilla guatemalteca, al cumplirse el plazo de dos años, establecido por la normativa, desde que se registró en estos municipios alguna captura del insecto. Se trata de los ayuntamientos de Ares, Mugardos, Cabanas, Fene, Ferrol, A Capela y As Pontes de García Rodríguez, en la provincia de A Coruña, y de los de Ourol y Abadín, en la de Lugo. El director general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, presidió esta mañana la comisión de seguimiento de la polilla guatemalteca de la patata en la que se abordó este asunto. Se acordó trasladar esta propuesta en breve en la junta prevista para principios de enero próximo en Madrid con responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y representantes del Principado de Asturias. En la reunión de la comisión de esta mañana, en la que participaron técnicos de Medio Rural, del Laboratorio Agrario y Fitopatológico de Galicia y representantes de la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) y de la Indicación Geográfica Protegida Patata de Galicia, se trató la situación de la polilla en las zonas demarcadas en 2017, tras detectarse el primer foco. Así, se constató una evolución muy positiva en la reducción de capturas en todos los municipios de la zona plagada y en nueve de ellos no se registró ninguna en los últimos dos años, razón que permite levantar las restricciones, de forma que los citados ayuntamientos pasen de estar en zona plagada a la zona tampón. Esto supone que se permitirá plantar patata, pero que se hará un seguimiento exhaustivo de las plantaciones por parte de la Consellería y se mantendrán las demás medidas de control y vigilancia previstas en la legislación. En el encuentro se evaluaron también las medidas adoptadas recientemente, tras detectar casos de tubérculos afectados en almacenes de autoconsumo en tres parroquias de los ayuntamientos coruñeses de A Laracha y Carballo, que ya fueron destruidos. Entre las actuaciones llevadas a cabo figuran, además de la destrucción de las patatas infectadas, la colocación de trampas para la captura de polillas y el refuerzo de las labores de inspección. En este sentido, desde Medio Rural agradecen la colaboración de los productores y comercializadores de la zona, "que hizo posible la retirada de unas nueve toneladas de tubérculos de diversos almacenes en este área, para evitar la propagación del insecto". Jornadas informativas Precisamente hoy y mañana se están celebrando también encuentros informativos en las zonas afectadas, para dar cuenta de todas estas medidas y explicar a los interesados como deben actuar frente a la polilla. La próxima semana tendrán lugar jornadas semejantes en los ayuntamientos de la zona tampón.

Unións critica que la Xunta redujo un 25% las ayudas para luchar contra la polilla de la patata

El sindicato Unións Agrarias critica que "la Xunta de Galicia decidió reducir el ya escaso presupuesto que destinaba a ayudas por los daños derivados de la plaga de la polilla guatemalteca, en un 25% a pesar de ser cada vez mayor la superficie afectada". La organización agraria recuerda que "en la actualidad hay 60 ayuntamientos afectados y con la producción de patata suspendida del que se derivan miles de parcelas sin cosecha". ?"todo ellos la Consellería de Medio Rural ha previsto una inversión irrisoria de 75.000 euros lo que supone una irresponsabilidad que va a causar la continua extensión de la plaga", advierten. En este sentido, el sindicato Unións Agrarias "resulta imprescindible una mayor voluntad presupuestaria en la que se incluya el lucro cesante por no plantar patatas en las zonas afectadas para atajar la plaga con mayores posibilidades de éxito". "La partida que se tendría que disponer -unos 3,5 millones de euros para cubrir una demanda de unas 180.000 toneladas de consumo-, resulta pequeña si se tienen en cuenta los daños económicos a los que habría que hacer frente si la plaga no se contiene y llega las zonas de producción de patata para comercialización como ahora amenaza en Coristanco", argumentan desde Unións Agrarias. Por parte de la organización agraria también ponen de manifiesto la necesidad de que se haga público el trabajo de la Comisión de seguimiento que el Parlamento ordenó abrir sobre esta plaga a la Medio Rural, "puesto que la falta de datos conocidos hace pensar de la escasa dimensión de los trabajos que acometió". Finalmente, desde Unións Agrarias insisten en la necesidad de que la Xunta pida a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) un seguro específico sobre la plaga que pueda afectar a los profesionales del sector.

La polilla de la patata entra en Bergantiños, una de las principales comarcas de produción

La polilla de la patata ha llegado finalmente a una de las principales comarcas productoras de Galicia, Bergantiños, donde la Xunta detectó la plaga en almacenes de autoconsumo de las parroquias de Lendo y Caión (Laracha) y de Noicela (Carballo). Medio Rural anuncia que reforzará el trampeo en torno a las tres parroquias afectadas, en las que queda prohibida la plantación y el movimiento de patata. Se esperan reuniones con los vecinos en los próximos días para explicar la situación. De acuerdo con la normativa vigente, en estas tres parroquias afectadas sólo se podrá comercializar tubérculo embolsado y etiquetado preparado para el consumidor final, precisamente porque el movimiento de patata a granel estará prohibido, igual que en el resto de ayuntamientos demarcados en la comunidad. Restricciones en la zona tampón La Consellería de Medio Rural, con el fin de que el insecto no se extienda por el entorno, establece también zonas tampón en las parroquias limítrofes a las afectadas, en las que se tomarán medidas específicas, como que los agricultores deberán comunicar, inmediatamente después de la siembra todas las parcelas cultivadas con patata, según el modelo establecido para ese fin. Para la producción de patata en estas zonas cualificadas como tampón, será preciso aplicar las medidas establecidas en el Real decreto 197/2017 publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tales como un tratamiento fitosanitario durante la fase de tuberculinización y antes de la cosecha. Las patatas recogidas no se podrán dedicar la semilla mientras la plaga no se dé por erradicada. Asimismo, su movimiento se realizará siempre en vehículos cerrados o cubiertos con una malla. En el caso de los comercializadores, para su producción se aplicarán otras medidas a mayores, recogidas también en la misma normativa, entre las que se encuentran la instalación de mallas tupidas y de trampas de captura de tecia en los almacenes. Plan de acción La Consellería de Medio Rural anuncia también que establecerá las medidas necesarias para evitar la propagación de este organismo a otras zonas productoras, reforzando la red sistemática de puntos de trampeo existente. Desde la Xunta de Galicia se apela a la compresión de los vecinos y de los productores para evitar que el insecto llegue a otras zonas y se agradece su colaboración a la hora de desarrollar las medidas de control y erradicación de la polilla para procurar su contención. Cabe trasladar que esta nueva situación no impide que se puedan levantar las prohibiciones en otras áreas que estaban afectadas hasta el momento. Esto es, la Xunta podrá realizar levantamientos de la prohibición en las zonas en las que transcurran dos años sin que se detecten positivos de polilla. Actualmente, aparte de la Bergantiños, la plaga afecta a las comarcas de la Mariña Lucense y Terra Cha en Lugo y de Ferrolterra, Eume y Ortegal en A Coruña, así como al municipio de Muxía, en la Costa da Morte. Los ayuntamientos demarcados son los siguientes: A Capela, Ares, As Pontes, Cabanas, Cariño, Fene, Ferrol, Mañón, Mugardos, Muxía, Narón, Neda, Ortigueira, San Sadurniño y Valdoviño en la provincia de A Coruña, y Abadín, Alfoz, A Pontenova, A Pastoriza, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, O Valadouro, O Vicedo, Ribadeo, Riotorto, Trabada, Viveiro y Xove en la provincia de Lugo.

Hortícolas Javier Miranda, una empresa que crece a base de seriedad, innovación y trabajo

Javier Miranda recogió este ano más de 500 toneladas de pataca, una cifra que espera doblar en 2020 Javier Miranda es un joven que cuando habla transmite la ilusión que pone en todo lo que hace. Se dedica a lo que le gusta y eso se nota. Su empresa tiene solo 7 años pero es un ejemplo de profesionalización en el sector de la huerta y no para de crecer, innovar y diversificar. Pero lo que es quizás más importante, da empleo fijo a 7 personas durante todo el año, un número de trabajadores que se multiplica por tres en las campañas, en un ayuntamiento pequeño como es Riotorto. Javier cuida a sus empleados igual que cuida sus plantaciones. Ese es también parte del éxito de su explotación: rodearse de gente preparada y profesional en las diferentes facetas.
"Teníamos una explotación de leche con 30 vacas pero veíamos que con eso no íbamos a ninguna parte porque no éramos competitivos"
Si hubiese que ponerle cara a eso de ser emprendedor llevaría la de este chico que con 28 años y después de diversas experiencias laborales en distintos sectores dentro y fuera de Galicia decidió apostar por lo que le gustaba, por vivir de la tierra. "Empecé en 2012 con 28 años porque me gustaba. En el 2010 se había vendido la explotación de leche que tenía mi madre, de unas 30 vacas. Veíamos que con eso no íbamos la ningún lado, no éramos competitivos en un escenario sin cuotas. Nunca habíamos tenido huerta más que para autoconsumo en casa, pero a mí era lo que me tiraba", cuenta. Los comienzos no fueron fáciles. Le cogió de lleno lo veto ruso a la importación de productos españoles y la cuarentena de la polilla de la patata. Sin embargo, en vez de tirar la toalla, Javier se sobrepuso a las dificultades que una tras otra le iban llegando. "A veces de los problemas salen soluciones, aprendes más de un año malo que de 5 buenos", dice. Aún se acuerda de lo que le dijo su padre, José, que procede de una familia de 11 hermanos y lleva trabajando desde los 15 años, la primera vez que a Javier le apareció un percance en el negocio. "La primera vez que me dejaron tirado con 7 hectáreas de repollo plantadas me dijo: como me gusta que empieces así, sabiendo lo que cuestan las cosas", recuerda.
"A veces de los problemas salen soluciones, aprendes más de un año malo que de 5 buenos"
Con ese espíritu de superación se enfrentó a ese primer problema, en el segundo año de actividad. "El primer año había echado una hectárea de repollos para un mayorista. Al año siguiente nos pidieron 7 hectáreas y las echamos, pero cuadró con el veto ruso y no había salida para ellas. Así que no nos llevaron la producción. Quedó el repollo en las tierras después del gasto que habíamos hecho para plantarlo. Así que para poder cubrir costes comenzamos a movernos y a buscar clientes tanto en esta zona de la provincia de Lugo como en Asturias. De día recogíamos y de noche distribuíamos en una furgoneta. Así libramos ese año y con lo que sacamos pudimos afrontar la siguiente campaña", cuenta. Un nuevo obstáculo: la polilla guatemalteca En 2017 tuvo que buscar tierras en Sobrado dos Monxes para plantar las patatas y no abandonar a sus clientes Salvada esa cosecha, Javier planificó ya el siguiente año. "Buscamos otros distribuidores y seguimos con las rutas de las furgonetas para suministrar directamente al pequeño comercio y a restaurantes, que es lo que nos empuja a crecer", dice. Se queja, en cambio, de la falta de seriedad de algunos intermediarios y distribuidores. "Falta aun mucha seriedad y concienciar a la gente de que somos empresas y que el kilo de tomate no se puede vender a 70 céntimos", afirma. "Nosotros producimos basándonos siempre en compromisos y contratos previos y aun así siempre hay cosas que salen mal", dice. Pero el siguiente percance no vino de la distribución sino de un pequeño bichito que mantiene en cuarentena a los ayuntamientos del norte de las provincias de A Coruña y Lugo. Javier había decidido ampliar y diversificar su explotación con la producción de patatas cuando en el año 2017, con la campaña de plantación a punto de comenzar, la prohibición de plantar tubérculo decretada por la Xunta lo cogió de lleno. En previsión por lo que se venía hablando en las semanas anteriores a la aprobación del Decreto 197/2017 y contando con que Riotorto había quedado dentro de la zona de cuarentena, alquiló 18 hectáreas de terreno en Pacio, en el ayuntamiento de Castro de Rei con la intención de echar allí las patatas. Pero la redacción final de la normativa para la erradicación de la plaga de la Tecia Solanivora establecía a Castro de Rei como zona tampón, por lo que tampoco podía arriesgarse a echarlas allí, no fuera a ser que saltase un positivo y se las hiciesen arrancar. Así que, con la simiente ya comprada, de nuevo a toda prisa tuvo que buscar una nueva ubicación. La encontró en el ayuntamiento coruñés de Sobrado dos Monxes, pero los costes de aquel año se dispararon y lo único que logró fue no perder los clientes a los que les servía patata. Haba blanca y verdina En San Martín de Ferreiros, en el ayuntamiento de Pol, plantó una finca de 8 hectáreas con haba verdina Pero a pesar de ser en aquel momento uno de los productores profesionales más afectados por la prohibición de plantar tubérculo a consecuencia de la polilla guatemalteca, Javier vuelve a aplicar la máxima de que no hay mal que por bien no venga. "Con la prohibición de la patata nos metimos con las habas para darle un uso a las tierras", explica. Este año echaron 26 hectáreas de haba verdina y 8 de haba blanca. La verdina la recogen primero y ponen en esas tierras repollos para el invierno. Otras 16 hectáreas las dedicaron este año a patata kenebec y 4 hectáreas y medio a cebolla redonda y plana. Ponen también judía, pepino, calabacín, berza, acelga, coliflor, puerro, berenjena o pimiento. Para estas plantaciones dejan las fincas de la zona de Riotorto, que son más pequeñas pero también más frescas. Esa fue otra de las ventajas que ahora, pasado el tiempo, Javier le ve al hecho de no poder plantar patatas en ellas en su día. "Pudimos dedicarlas la otros cultivos y vinimos para la zona de A Terra Chá buscando tierras para las patatas, donde hay fincas más grandes y más rentables a la hora de trabajar con maquinaria", argumenta. 70 hectáreas de plantaciones este año, todas al aire libre Plantación de repollos en las fincas de Riotorto En 2018 ya se arriesgó a echar las patatas en las fincas de Castro de Rei, donde también tiene las habas. La mayor parte de la tierra que trabaja Hortícolas Javier Miranda es alquilada y a pesar de que compiten en zonas ganaderas donde hay importantes explotaciones de leche, no tienen más dificultad para tener superficie que el de tener que pagarla a un precio superior al de otras zonas de Galicia. "No tenemos problemas para tener tierras porque nosotros cuidamos mucho las fincas (abonamos con estiércol, les sacamos las piedras) y la gente también ve eso", dice Javier. En total maneja hoy una superficie de 52 hectáreas en los ayuntamientos de Riotorto, Castro de Rei (en la zona de Pacio), Pol (en San Martín de Ferreiros) y A Pastoriza (en la parroquia de A Reigosa), aunque al hacer más de un cultivo por año la superficie total trabajada se incrementa. "Si sumamos el doble cultivo, este año llegamos a las 70 hectáreas de huerta plantadas", aclara. Las fincas más grandes son de 4 y 6 hectáreas en una pieza. "Vine para esta zona por culpa de la prohibición de la patata. En aquel momento fue un palo, pero al final resultó ser positivo. Son fincas más grandes, más fáciles de trabajar, lo que reduce los costes", dice.
Cultivan todo al aire libre y hacen plantación todas las semanas para que las producciones vengan repartidas. La planta se la sirven desde Cantabria
"Después tenemos muchas más pequeñas al lado del río que dedicamos a los cultivos verdes por ser más frescas", indica. "El sur de la península no da competido con nosotros en frescura. Ellos recogen a mucha más temperatura y esa mercancía tiene que pasar por Mercamadrid, así que cuando da llegado aquí al cliente lleva varios días por ahí dando vueltas. La nuestra la recogemos más fresca y llega mucho más fresca al cliente", asegura. "Aquí se da todo, tenemos un microclima. Por ejemplo nosotros sacamos más producción de judía al aire libre que en la zona de A Terra Chá en invernadero", dice. "En esta zona no hay mucha oscilación térmica, ni hace mucha calor en verano ni las temperaturas bajan mucho por las noches", añade. Por eso Javier cultiva todo al aire libre. Solo tiene dos invernaderos, que usa para secar la haba verdina y también como semillero, aunque casi toda la planta es comprada. "Casi toda la traemos de Cantabria, de Viveros Barbas SAT, uno de los más grandes de España con 35 hectáreas de cultivo y 30 empleados", indica Javier. "Casi no hacemos semillero nosotros porque no puedes estar a todo. Vienen a traernos planta todas las semanas porque plantamos todas las semanas para que la producción venga repartida. Cuando empieza la campaña programamos las plantaciones y se lo comunicamos al vivero y así nos van suministrando según la programación que tenemos hecha", explica. Doblarán la producción de patata en 2020 Este año recogieron más de 500 toneladas de patata, la mayoría kenebec "Lo que pide el mercado es calidad y continuidad, es decir, poder ofrecer el mismo producto el máximo tiempo posible, y para eso tienes que tener superficie y producción suficiente", asegura. Hortícolas Javier Miranda pasó en poco más de 5 años de cultivar una hectárea a echar 52 en esta última campaña, una cifra que incrementarán para la próxima, puesto que uno de sus fuertes, la patata, tiene mayor demanda. Este año recogió más de 500.000 toneladas de patata y la comercializadora a la que entrega la mayor parte de esta producción le pidió doblar para el año que viene hasta llegar al millón de toneladas. Es la consecuencia de apostar por la calidad. "Nosotros no usamos secantes para secar la rama de la patata. El 90% del tubérculo que hay en el mercado tiene secante, que hace que en 5 días puedas recogerla y además engorda la patata", explica.
"Lo que pide el mercado es calidad y continuidad, es decir, poder ofrecer el mismo producto el máximo tiempo posible, y para eso tienes que tener superficie y producción suficiente"
También recurren al sistema tradicional de usar las patatas para renovar las tierras y rotar los cultivos. "Queremos emplear lo menos posible los herbicidas, por lo que hay que rotar mucho", explica. Siempre hacen doble cultivo, bien con alguna producción de huerta de invierno o sino con algún cultivo pensado para emplear como abono verde en primavera. Lo hicieron este año en la mitad de las 52 hectáreas que tenían, en las que echaron veza con trigo o incluso guisante. Después de triturar esas cosechas abonan con purín de explotaciones de la zona y encalan antes de hacer la plantación de primavera. "Nunca dejamos las tierras vacías, porque son fincas pendientes y sin plantación a lluvia arrastra la tierra para el fondo de la finca", explica Javier. Visitan todas las fincas dos veces por semana Hacen plantación e recogida escalonada y un vivero de Cantabria les sirve planta todas las semanas Una de las claves de esta empresa de Riotorto es la vigilancia continua tanto de las tierras como de los cultivos, lo que hace que puedan atajar antes las enfermedades teniendo que usar menos tratamiento. "Visitamos todas las fincas dos veces a la semana, o voy yo o va nuestro técnico, Juan, por lo que cualquier incidencia que detectamos podemos corregirla más rápido. Es como cuando tienes un resfriado, si lo tratas a tiempo no tienes que usar antibiótico, si te descuidas y empeora puede acabar en neumonía", compara. "Las fincas y las plantas son agradecidas, si las cuidas obtienes resultados, aunque no sea algo matemático y a veces aún haciendo las cosas bien acaban saliendo regular", reconoce este joven horticultor, que considera fundamental la toma de datos durante todo el proceso de producción y comercialización. "Teniendo información y datos tienes poder, tanto para producir como para vender", asegura.
Realizan una exhaustiva toma de datos de cada una de las fincas y cultivos para mejorar en eficiencia en campañas sucesivas
Por eso cuentan con un programa específico para la recogida de datos de cada una de las fincas que trabajan, que incluye un cuaderno de campo de cuando se hizo la siembra y el resto de trabajos hasta la recolección, la cantidad de semilla, abonos y fitosanitarios utilizados y el volumen de producción obtenido. "Anotamos todos los costes e ingresos de manera pormenorizada e individualizada para cada finca y cultivo para intentar mejorar en años sucesivos en lo que fallamos", explica. Uno de los condicionantes fundamentales a la hora de tomar decisiones en el sector de la huerta es la meteorología y en el caso de esta explotación disponen de datos muy precisos. "Meteogalicia se involucró, la solicitamos a través del Ayuntamiento y nos pusieron en Roitorto una estación meteorológica de última generación que nos aporta un montón de datos interesantes que usa nuestro técnico", indica. Control de los tratamientos fitosanitarios Aunque cuenta con maquinaria propia y personal especializado en su manejo, muchos trabajos agrícolas los hace a través de empresas de servicios. Excepto la aplicación de los distintos tratamientos tanto a las tierras como a las cosechas. "En los tratamientos fitosanitarios hay que ser muy estrictos y prefiero hacerlos yo", dice. Ponen el foco en la reducción del número de tratamientos y para eso la clave es adelantarse en la detección para aplicar menos dosis. "La gente piensa que comer una lechuga es comer sano, pero no mira la etiqueta de lo que lleva esa lechuga", argumenta. Al ganar volumen y aumentar el número de hectáreas trabajadas la sulfatadora que tenían les quedó pequeña y acaba de comprar una nueva con mayor capacidad, en la que invirtió 60.000 euros. "La otra sulfatadora que teníamos era muy pequeña y nos llevaba mucho tiempo aplicar los tratamientos, además teníamos que dar muchos viajes y parecía que estábamos siempre sulfatando, daba mala imagen para nuestros productos", argumenta.
"Estamos a medio camino entre convencional y ecológico, nosotros queremos tener una huerta tradicional pero en gran superficie, es decir, hacer lo que se hizo siempre pero mecanizados"
"Nosotros estamos entre convencional y ecológico. Abonamos con estiércol y usamos herbicidas y insecticidas de residuo cero. Queremos tener una huerta tradicional pero en gran superficie, es decir, hacer lo que se hizo siempre pero mecanizados", asegura. Cuentan en la actualidad con 3 tractores. "Un era el que había en la explotación de mi madre pero lo equipamos con ruedas estrechas para trabajar entre cultivos", explica. Tienen también uno pequeño de 45 caballos y otro más grande, de 110, que es con el que hacen "los trabajos más brutos". Cuentan también con una telescópica, abonadoras, tres tipos de sulfatadora, arados, cultivadores, remolques, cisternas para regar, y equipo GPS para el tractor. "Muchas veces la falta de personal nos obliga a meternos a comprar máquinas. A mí no me gusta tener una inversión millonaria en maquinaria por gusto", justifica. Los animales que ceban son de raza rubia gallega y asturiana de los valles Parte del estiércol que emplean para el abonado sale de la explotación de carne que sigue manteniendo su madre, Dominica Vidueiro, y a donde van a parar también los excedentes de producción. "Cebamos 80 terneros al año de las razas rubia gallega y asturiana de los valles. Los animales cumplen una doble función. Por un lado estramos y aprovechamos el abono para las fincas y además los terneros son unos grandes consumidores de producto de segunda. Hoy en el mercado como el producto no sea todo de primera no tiene salida y la gran distribución es muy exigente con eso", explica.
Con los excedentes y el producto de segunda ceban 80 terneros al año, que producen también el estiércol para las tierras
Así que patatas, repollos, calabacines u otros productos que salen de la huerta sirven para cebar a los terneros, dando así salida a los excedentes. También venden directamente a clientes en la propia explotación ese producto de segunda, que comercializan a mitad de precio como una manera de recuperar parte de lo gastado en producir esos artículos que cuentan con menor valor comercial en el mercado o directamente son rechazados.

El 15% de las ventas las realizan ya a través de la página web

Javier, con una de las tres furgonetas que tienen para el reparto Una de las apuestas de esta empresa de huerta de Riotorto es la venta online. Aunque a simple vista parece que los productos de la huerta no son los que mejor encajan para vender a través de internet, tanto por su menor precio como por el carácter perecedero de los productos, la experiencia de Hortícolas Javier Miranda demuestra que se trata de un prejuicio que el consumidor no tiene o cuando menos está perdiendo a pasos agigantados. "Empezamos con la venta online en el 2016. Al principio fue un fracaso pero hoy el 15% de lo que facturamos ya es a través de la venta por intenet, que es algo que nos sirve también para darnos mucha visibilidad", explica Javier. Dos son sus principales tipos de clientes online: restaurantes gourmet de toda España y gallegos que están fuera y que quieren producto de temporada de Galicia.
Restaurantes gourmet de toda España y gallegos que están fuera son sus dos principales clientes por internet
El proceso que siguen está perfectamente protocolizado. "Recogemos por la mañana, a mediodía preparamos los paquetes, una empresa de mensajería lo recoge por la tarde y antes de la una del mediodía del día siguiente la mercancía tiene que estar en destino", indica. Los precios que ofertan a través de su web ya incluyen el incremento que supone la caja y el transporte, que son dos elementos que van a precio de coste porque su interés no es ganar dinero con esto sino con la venta de sus productos. "El precio final resultante es en muchas ocasiones el que te puedes encontrar en muchos mercados de esos lugares de destino", asegura Javier, que cuando se le pregunta si compensa mandar productos de huerta de este modo responde muy a la gallega, casi con otra pregunta: "Habría que preguntarle al cliente gallego de Barcelona si le compensa comer un caldo de grelos de verdad, yo cuando estaba en Maiorca, estuve allí un año, valoraba mucho estas cosas", cuenta. Y hace una reflexión en voz alta: "Todos los que producimos huerta nos centramos en el cliente de al lado de casa, y ahí no hay mercado para todos, pero como estamos tan centrados en producir y con unos márgenes tan cortos no tenemos tiempo de pensar en vender ni nos centramos en eso", argumenta. Un equipo profesional formado por gente joven La clave para que la venta online le funcione a esta empresa fue la incorporación de Ana Fernández, una joven de A Pontenova de tan sólo 23 años licenciada en Económicas y con formación especializada en Marketing Digital y Gestión Comercial. Ella es la que se encarga de la página web y la venta por internet. "La base de esta empresa es rodearme de gente profesional, yo no lo poedo hacer todo ni estoy capacitado para saber de todo. Mucho y bien no hay quien, ya lo dice el refrán. Llevábamos invertido 24.000 euros en la página web y no nos funcionaba. Hasta que llegó Ana", destaca Javier, que explica que otro gran problema al que tuvieron que hacer frente para poder vender por internet fue el del transporte. "Nos cogían una caja de tomates y la tiraban como si fuesen tornillos", se queja.
Cuentan con una especialista en marketing digital, un técnico agrícola, un conductor para andar con la maquinaria y una persona que se encarga de las bases de datos
La misma estrategia que siguió con la incorporación de Ana la aplicó también a otros puestos clave de la empresa, que cuenta con una plantilla fija de 7 personas todo el año, con personas especializadas en las distintas facetas (además de la responsable de marketing cuenta con un técnico de campo, con un conductor especialista para la maquinaria y con una persona responsable de la base de datos). El personal fijo llega a multiplicarse por tres con la mano de obra contratada de manera temporal durante las campañas de productos como las patatas o las cebollas. Javier pone encima de la mesa el problema existente para encontrar este tipo de mano de obra. "Aquí pagamos lo que marca la ley y los horarios también son los que marca la ley pero no damos encontrado personal", dice. "Aquí no hay gente para trabajar porque la gente joven se marchó y los inmigrantes no quieren venir para un sitio como Riotorto, donde no hay comunidad senegalesa o marroquí como hay en Lugo, por ejemplo", argumenta. E insiste: "queremos gente profesional aunque tengamos que pagar más". Cuenta lo que le pasó ya en varias ocasiones: "En la campaña de la plantación de la cebolla teníamos una cuadrilla que como se puso a llover y no podía trabajar y cobraba por peonadas, se marchó para el sur en medio de la campaña. En la patata nos pasó lo mismo, porque andan al sol que más calienta", afirma. Javier tiene trabajando consigo de manera permanente a cuatro inmigrantes que están perfectamente integrados tanto en la empresa como en Riotorto. "Ahora van a traer a las familias para aquí, que es también lo que queremos nosotros porque es algo importante para un ayuntamiento que pierde 80 habitantes cada año", dice. Llegar directamente al cliente final El hecho de llegar directamente con el producto al cliente final, bien sea a través de la venta online o del punto de venta minorista, encaja a la perfección con la filosofía que aplicaron desde el comienzo para salvar la primera de las crisis a la que tuvo que hacer frente a explotación cuando el distribuidor con el que tenía apalabrada la producción de repollos los dejó tirados: contar con una red de distribución propia.
"Con la venta directa te sacas intermediarios, pero supone más gasto, tiene unos costes importantes"
Acaban de separar administrativamente la explotación de huerta dedicada a la producción, que figura a nombre de Javier Miranda como persona física, del canal de distribución, que funciona jurídicamente bajo la fórmula de una SL. Cuentan con tres furgonetas de reparto y 5 personas dedicadas a estas labores, tanto preparando la mercancía y los pedidos como haciéndolos llegar al cliente. "Con la venta directa te sacas intermediarios, pero supone más gasto, tiene unos costes importantes", dice. "Las grandes superficies te libran de todo eso pero te exigen exclusividad y después al año siguiente te tiran los precios", denuncia. Para cumplir con todos los pedidos y abarcar una gama más amplia de productos tiene acuerdos con otros productores. "Además de lo que nosotros labramos, también compramos a otros productores de la zona para poder dar servido a nuestros clientes", explica. "Tenemos una productora en Lourenzá que nos pone lechuga todo el año y otro en Castro que nos labra el tomate. Nosotros les aportamos todo, la planta, el asesoramiento técnico y el embalaje y ellos producen para nosotros", cuenta. "Quiero precio en mis productos para poder pagar bien a mis empleados" La empresa cuenta con 7 empleados fijos todo el año y en campaña da trabajo a casi 20 personas "Yo quiero precio para mis productos porque no quiero explotar a la gente y ser un negrero. Yo no busco solo el beneficio para mí, lo busco para todos los que están conmigo. Cuando el mercado me obligue a pagarles 700 euros a mis trabajadores yo cierro porque yo no quiero eso", afirma rotundo Javier. "La gente en este sector es poco profesional pero yo defiendo que los agricultores tenemos que ser una empresa y funcionar y tomar decisiones como tal. Nosotros el año pasado tiramos faba de Lourenzá, porque había mucha, y hay veces que trituramos fincas de repollo enteras. No queremos meter producto en el mercado a cualquier precio porque eso es tirar los precios para la temporada siguiente", asegura.
"Cuando el mercado me obligue a pagarles 700 euros a mis trabajadores yo cierro porque yo no quiero eso"
Sofía, su hija, nació cuando arrancaba con la explotación. "Yo siempre digo que la empresa es como criar un hijo, hay que ir educándola conforme va creciendo, a cada edad sus cosas", compara. Y con los siete años que tiene ahora Hortícolas Javier Miranda ya se puede permitir el lujo de seleccionar a los clientes. "El año pasado hicimos una criba muy importante de clientes. Estábamos saturados de clientela e hicimos una selección, nos quedamos con los que nos interesaban más para centrarnos más en ellos, cuidarlos y producir para ellos a la carta", explica. Javier es un joven valiente y con ética que está orgulloso de lo que hace pero echa de menos en el consumidor en Galicia la cultura que hay en el País Vasco, donde "la gente lee las etiquetas de los productos", dice. "Aquí la gente se queja de que no queda nadie en el rural pero después va al supermercado y compra las lechugas de Portugal y las judías de Marruecos. Con esa mentalidad no se fija población ni en el sector de la huerta, ni en el de la leche, ni en el de la carne ni en ningún otro", argumenta.
"Hay veces que trituramos fincas de repollo enteras. No queremos meter producto en el mercado a cualquier precio porque eso es tirar los precios para la temporada siguiente"
Por eso, asegura, "todo pasa por cambiar al consumidor, porque si el mayorista vende más lechuga de Portugal que de aquí porque es más barata seguirá trayendo lechuga de Portugal", evidencia. Y añade hablando de la falta de concienciación del consumidor gallego: "Yo no puedo entender que en casa de un ganadero que tuvo que cerrar porque le pagaban poco la leche se vaya ahora al supermercado a comprar leche de marca blanca". "La Administración, más que las subvenciones que nos pueda dar a los productores, la gran ayuda que nos haría sería vigilar que no viniese producto de fuera sin las mismas exigencias y garantías que se nos exigen a los que producimos aquí, porque eso se llama competencia desleal", reclama. Cuando Javier comenzó su oficina era la cocina de la casa. "Eso era antiempresarial total, porque venía cualquier comercial y acababa tomando café o comiendo unos chorizos", ríe. Ahora cuentan con uno pequeño local con dos mesas y dos ordenadores. Este joven emprendedor agradece la ayuda que le prestaron sus vecinos. "Mucha gente se involucró al ver que yo me quería dedicar a esto y me dejaron sus fincas gratuitamente en muchos casos", recuerda. Donde hace la recepción del producto y prepara los pedidos era una antigua cuadra de un vecino que llevaba 20 años cerrada y sin actividad. Pero la empresa fue creciendo y ya no les cogen las cosas. "Necesitamos una nave nueva con cámaras", evidencia Javier. Estos siete años que lleva produciendo cultivos de huerta le obligaron a pensar de otro modo. "A veces me arrepiento de haberme metido en esto. Yo era feliz cogiendo el tractor. Ahora pasé de ser agricultor a resolver problemas de todo tipo todos los días y pocos tienen que ver con la agricultura, porque son los problemas propios de una empresa", razona.