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Los avicultores de carne y la industria avanzan en un contrato tipo que asegure la sostenibilidad del sector

Las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA, así como AVIANZA, (Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola) han llevado a cabo negociaciones desde el pasado verano, con la única finalidad de poner en marcha un Contrato Tipo de integración que asegure el cumplimiento efectivo de la ley de la cadena alimentaria, en especial por parte de la distribución El objetivo es consolidar un acuerdo en el primer trimestre del 2024. Desde el sector recuerdan que “la producción agroganadera se encuentra en un contexto socio-económico crítico desde hace casi 3 años, que necesita un diálogo continuo por parte de todos los agentes, incluidas las empresas de la distribución”.  “Nos encontramos -añaden- ante un sector que, a pesar de la reducción generalizada de la producción y el consumo de carnes, mantiene una tendencia positiva, que debe verse reflejada en la renta de toda la cadena de valor de este alimento, desde la producción, las empresas integradoras y todas las industrias de servicios asociadas (….), con un reparto equilibrado del valor económico entre todos los agentes, y en este aspecto, las empresas de la distribución tienen y deben asumir un papel fundamental”. En este sentido, en abril de 2023 se constituyó de forma oficial el Comité Ejecutivo de Integración, que tiene como objetivo la revisión y actualización de las Bases del Contrato Tipo de Integración, que establece las principales garantías y el marco de actuación para la regulación de la actividad entre las empresas productoras (integradoras) y sus integrados (granjas avícolas), actualizando y mejorando las condiciones de la producción, y estandarizándolas a nivel nacional. Este Comité Ejecutivo de Integración es un instrumento operativo para el debate constructivo y la negociación proactiva de la relación entre las empresas integradoras y los granjeros dedicados a la producción de carne avícola en España. En España se producen cada año más de 1.6 millones de toneladas de carne avícola -el segundo productor a nivel de la Unión Europea-, correspondiente a 793 millones de aves, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2022.

Poulet de Janzé: un ejemplo de cómo revalorizar la producción tradicional de pollos

Stéphane Letué y Sophie Guillet, en la sede de la cooperativa Poulet de Janzé Los productores de pollo gallegos no pasan por un buen momento. La subida de los costes de producción y su escaso poder de negociación condiciona en este momento a rentabilidad de las granjas. Muchas de ellas se montaron en los últimos años, como complemento a las explotaciones de vacuno, en comarcas lecheras, como la de Sarria, la de A Ulloa o la de O Deza. Es la misma estrategia de diversificación que llevaron a cabo en la Bretaña francesa los productores de leche en los años 80 y 90, mas en este caso supieron escapar al modelo de producción integrada que ata de pies y manos a los avicultores gallegos.
El modelo de producción integrada ahoga en este momento a las granjas avícolas gallegas debido a la subida de los costes de producción y a la congelación del precio en origen
Como ejemplo de autoorganización, conocemos la experiencia de los productores de pollo de la zona de Janzé, en el departamento de Ille et Vilaine, de la mano de Stéphane Letué, director de la cooperativa Poulet de Janzé, que apuesta por la producción de pollos camperos, con tradición en la zona y hoy reconocida por distintivos de calidad franceses y europeos. Al igual que en la Bretaña, la producción avícola tiene también una larga tradición en Galicia e incluso localidades como Vilalba o Vila de Cruces cuentan con producciones diferenciadas, aunque no logran traspasar el mercado local y una época de demanda concreta en el año que coincide con la Navidad.
Un productor avícola de Janzé recibe 1,80€ por pollo; uno gallego 0,40
Estandarizar esas producciones a mayor escala, ganando en volumen y posicionamiento en el mercado, podría ser una alternativa rentable para asentar nuevas explotaciones profesionalizadas. Fue lo que hicieron los productores de esta zona próxima a Rennes, que hoy venden sus pollos camperos, sus capones, pavos y gallinas de Guinea por toda Francia y en otros países europeos. Tradición y estrategia comercial Uno de cada tres pollos consumidos en Francia se produce en la Bretaña. En conjunto, el área conocida como Grand Ouest (Bretaña, Normandía y País de Loira) concentra el 63% de la producción avícola de Francia. Pero en la zona de Janzé apostaron por una producción diferenciada manteniendo criterios tradicionales, mas con técnicas actuales y una dimensión de las granjas que permita la profesionalización de las explotaciones y con una comercialización en conjunto que asegure mejor precio y poder de negociación en el mercado.
Un tercio de la producción avícola de Francia se concentra en la Bretaña
Esa es la estrategia que están siguiendo los 170 productores que integran hoy la Cooperativa, creada en el año 2000 y heredera de la Asociación Pollo de Janzé nacida en el año 1980 y que es la que se sigue encargando de la gestión de la IGP con la que cuentan desde el año 1996. La cooperativa presta una serie de servicios a los socios y comercializa en conjunto toda la producción, para escapar de este modo al control de los mataderos y empresas de distribución y lograr un mejor precio en origen. Controles estrictos durante el proceso de cría En el siglo XIX ya existía un importante comercio de aves en esta zona de la Bretaña francesa, hasta el punto de que las cenas de gala de los barcos que hacían el viaje trasatlántico entre Francia y América incluían en su menú pollo de Janzé. “Quisimos aprovechar esa fama y esa reputación para desarrollar un producto de calidad”, explica Stéphane. En su casa producían pollos y cebaban terneros y él entró como técnico de seguimiento de la cría de la Asociación en el año 1991.
Los pollos son criados al aire libre con una edad mínima de sacrificio de 81 días
“Sabíamos que para diferenciarnos lo primero era controlar todo el proceso de crianza para distinguirnos del pollo convencional”, indica. Existen unos 100 criterios, pero los más importantes serían: - Edad mínima de sacrificio a los 81 días, en comparación con el tipo industrial, donde se manejan periodos de 35 días. - Densidad máxima de 11 pollos por m2, la mitad que en la avicultura industrial. - Salida al exterior a partir de los 42 días, con un espacio al aire libre de 2 m2 por pollo. - Tamaño máximo de las naves de 400 metros cuadrados, en comparación con los 2.000 m2 que pueden tener las granjas industriales. “Estos criterios impactan en el coste de producción, pero tomamos la decisión de restringir para dar calidad”, asegura. Existen controles por sorpresa en las granjas y Stéphane aclara que “en Francia los controles funcionan bien”.
Hay controles sorpresa y somos exigentes y estrictos en ellos para mantener la calidad
“Somos exigentes con esos controles. A los pollos hay que abrirles a las 9 de la mañana y sería aceptable que se les abriese a las 9 y 5 minutos, pero si aceptas que se abra a las 9 y 5 se acabará abriendo a las 10 porque se van creando una serie de derivas. Por eso somos estrictos y si hay problemas se establece un plan de acción con mejoras concretas”, detalla. El poder de los mataderos El matadero es subcontratado pero la cooperativa dispone de una flota propia de vehículos de reparto a nivel local La Asociación creada en 1980 incluía a productores, mataderos y fabricantes de pienso, mientras en la cooperativa están solo los productores. “Aquí eran los mataderos los que tenían el poder y por eso los granjeros se agruparon en cooperativa para defender mejor sus intereses y hablar con una sola voz”, explica Stéphane. De 1980 a 2003 los mataderos pagaban directamente a cada productor. Ahora es la cooperativa la que compra la producción a los productores y la vende a los mataderos y el margen que logra puede reinvertirlo en servicios a los productores.
Los productores disponen de un seguro mutualista para ayudar a otro productor en dificultades económicas
Un ejemplo concreto de las mejoras que supuso la creación de la cooperativa sería el plazo de cobro. Antes eran 5 semanas de plazo de pago desde la salida de los pollos, ahora los productores tienen un primer pago anticipado a las 3 semanas. Es también la cooperativa la que paga las visitas de control, las visitas técnicas de asesoramiento, las visitas sanitarias y de desinfección para agilizar el sistema. Dispone también de una caja de seguridad, una especie de seguro mutualista para apoyar a ganaderos en apuros. No se habilita en casos de gripe aviar o siniestros protegidos por seguros convencionales y decide una comisión formada por productores. Lista de espera para entrar a la cooperativa Desde hace 10 años cada nuevo socio que entra en la cooperativa tiene que aportar una carta de motivación que explique su proyecto para ver la coherencia y los compromisos adquiridos. “Los socios tienen que implicarse con los objetivos de la cooperativa”, defiende Stéphane. Una comisión valida las candidaturas. “Para 2023 ya está cerrada esa lista y estamos trabajando ya en el listado de las personas que solicitan unirse en 2024”, cuenta.
Construyen entre 20 y 25 naves nuevas cada año y limitan el acceso de nuevos socios buscando un crecimiento sostenido que garantice ingresos razonables a los productores
Buscan un crecimiento sostenido que garantice ingresos aceptables a los productores. “En este momento estamos en situación de seguir construyendo naves de producción de manera razonable”, asegura. Construyen entre 20 y 25 naves nuevas cada año. Cada nuevo socio se incorpora normalmente con 2 naves, cada una de 400 m2 y con capacidad para 4.400 pollos / año (animal presente). “Aunque el aumento no es tanto en nuevos socios sino en socios actuales que construyen una nueva nave o en la adaptación de edificios ya construidos, más antiguos y que no cumplen con los criterios de bienestar animal actuales”, detalla. Alimentación La cooperativa se centra en la venta de la producción y en el asesoramiento a los socios pero no fabrica el pienso. “En Francia hay también muchas cooperativas que trabajan con el modelo de integración, en la que el productor no es nada, pero esa es una perversión del modelo cooperativo”, defiende Stéphane. Aunque la cooperativa no fabrica directamente el pienso, si fija los criterios de alimentación de las granjas y escoge a los proveedores. “El 100% de alimentos proceden de una sola fábrica para que sea cual sea el productor el pollo tenga el mismo gusto y la misma conformación. La receta y formulación es única y la elección de la fábrica es una escoja del Consejo de Administración. Hace 30 años había 5 fábricas bajo la misma fórmula pero no había uniformidad”, aclara.
Hace 30 años había 5 fábricas bajo la misma fórmula pero no había uniformidad; hoy escogemos un solo fabricante de pienso para todas las granjas
El fabricante de alimento no decide en nada la composición de la receta, son ingenieros externos contratados por la cooperativa los que hacen la formulación. Eso se pasa a la fábrica de pienso, que elabora y factura ese trabajo. Es el fabricante el que compra todas las materias primas y entre esos proveedores puede haber socios de la cooperativa (en Bretaña es frecuente que los ganaderos siembren también cereal), aunque no es obligatorio, hay libertad de comercio tanto para el socio como para la fábrica de piensos.
Las tres materias primas principales son trigo, maíz y soja y las dos primeras las hay en el mercado local
La cooperativa no ha caído en la tentación de crear su propia fábrica de pienso. “Fabricas de pienso en Bretaña hay muchas con buen coste de prestación y con nuestro volumen no es interesante fabricar. Son 40.000  toneladas de pienso al año, es el 10% de la capacidad de producción de una fábrica actual de pienso, con ese volumen no podemos ser competitivos”, argumenta Stéphane.
El objetivo no es controlar nosotros todo el proceso sino ofrecer al productor un sistema en el que se sienta seguro
Lo mismo con el matadero. “Cuesta mucho un matadero para tener poca producción. Somos demasiado pequeños y demasiado especializados en este momento para ir solos, quizás eso pueda cambiar dentro de 20 o 30 años, pero hoy en día es el matadero el que corre con el riesgo de negociación con la gran distribución. El objetivo no es controlar nosotros todo el proceso sino ofrecer al productor un sistema en el que se sienta seguro”, razona.
Label Rouge es una marca de calidad específicamente francesa para productos delicatesen
La marca Pollo de Janzé está dentro del sello Label Rouge, que aporta valor al productor y al matadero. “Tenemos que explicar nuestras diferencias para vender nuestra imagen y nuestros productos invirtiendo más en comunicación”, considera. Organización del mercado La cooperativa ha comenzado a fabricar productos elaborados, como por ejemplo patés Para fijar el precio se pone de acuerdo toda la cadena de forma transparente: desde la fábrica de pienso, la cooperativa y el matadero. “Es una garantía para todos. El matadero conoce todos los elementos que constituyen el precio, por lo que la negociación no es complicada. El precio de compra es el precio de la materia prima, más el margen de producción que hemos acordado con el ganadero, más el margen para el funcionamiento de la cooperativa, más el precio de transporte. Cada mes hacemos ese tipo de trabajo para fijar el precio”, detalla.
Trabajan con dos mataderos, pero uno de ellos es el más importante, vende el 80% de la producción de la cooperativa, sobre todo a los supermercados
“A diferencia de los cerdos, ponemos en producción lo que nos piden los mataderos, que son los que tienen realizado un análisis de necesidades. Anticipan esa demanda con una perspectiva de mercado de 4 a 6 meses de antelación para que nosotros podamos adaptarnos a ella a la hora de producir, ya que necesitamos 21 días para incubar los huevos más 81 días de crianza”, explica. Esa adecuación al mercado es un reto tanto para el matadero como para los productores, pero si por una circunstancia no hay demanda suficiente en un momento concreto el matadero siempre respeta los compromisos de compra y de precios, aunque él tenga que vender después ese pollo sin el sello Label Rouge a menor precio. El productor recibe 1,8€ por pollo El sello Label Rouge representa el 15% de la producción avícola de Bretaña. La mitad es Pollo de Janzé y la otra mitad Pollo de Bretaña, otra marca de productores de la zona oeste similar en cuanto a los criterios de cría de las aves. “Eso significa que el 85% de las aves producidas son industriales”, evidencia Stéphane.
Pollo de Janzé acapara el 5% de la producción avícola francesa
“En Francia el sistema de segmentación del mercado es quizás demasiado complicado, muchísima diferenciación, con muchas categorías y el consumidor se pierde. En los países del norte de Europa solo hay 3 categorías: pollo industrial y pollo ecológico y en medio Freerange”, explica. El precio final de venta no lo decide ni el productor ni el matadero, sino la distribución. El precio al consumidor se sitúa en 8€ el pollo entero bajo el sello Label Rouge; 6,5€ en el caso del Freerange; y 3,5 el pollo industrial. De ese montante, el productor recibe 1,8€ en Label Rouge; 1,50€ en Freerange; y 1,10€ en pollo industrial. 
Debido a la inflación no hay tantos consumidores que tengan el poder de compra suficiente para comprar Label Rouge
“El margen que las cadenas de distribución fijan es mucho mayor en un pollo Label Rouge que en un pollo industrial, si el margen fuera el mismo el Label Rouge lo venderían a 6,5€ y habría más ventas con el mismo margen para el productor”, se queja Stéphane. “A corto plazo puede que no haya margen de crecimiento en el mercado, porque con la inflación no hay tantos consumidores que tengan el poder de compra suficiente para comprar Label Rouge”, teme. Y si hay menor demanda y retraso en la salida de animales, eso tendría un impacto sobre el vacío sanitario entre lotes de producción y provocaría edificios vacíos, provocando una afectación importante sobre la rentabilidad y el futuro de las granjas. Diversificando razas y tipos de producción Gallinas de Guinea, conocidas como pintadas en Francia Por eso la cooperativa ha puesto en marcha una estrategia de diversificación de la producción más allá del pollo campero, pero manteniendo siempre el emblema de la calidad. “Debido a la inflación, la situación de mercado actual y los costes de materias primas no sabemos cómo van a funcionar mañana los productos bajo la marca Label Rouge. La cooperativa es consciente de la dificultad de prever cómo va a evolucionar el consumidor y hay que tener capacidad de adaptarse a esa evolución y esas demandas de los consumidores. Tenemos que anticiparnos a los deseos de la sociedad para preparar el futuro con optimismo”, argumenta Stéphane.
El 8% de los productores de la cooperativa son ecológicos
“Nuestros edificios son capaces de producir pollos y pintadas Label Rouge pero también pollos de nivel intermedio entre industrial y Label Rouge (56 días en vez de 81), con sello Freerange, bajo estándar europeo”, detalla. Las 170 granjas asociadas producen al año 4 millones de pollos, 300.000 pintadas o gallina de Guinea, 50.000 capones (tradicionales en Francia también en Navidad), 5.000 pavos también para Navidad y 1,5 millones de pollos Freerange para exportar únicamente (a Alemania y Holanda principalmente).
El matadero no pertenece a la cooperativa y se le confía el trabajo de matar los pollos pero no queremos concederle el monopolio de la comercialización
Han invertido también en crear una empresa filial de la cooperativa para hacer el reparto de la producción a nivel local (restaurantes, carnicerías, asadores) y empezar a comercializar productos elaborados. “Esta estrategia sirve para no concederle al matadero el monopolio de la comercialización y también para valorizar y comunicar la marca”, defiende Stéphane.

“Estamos convencidos de que podemos aportar futuro a nuestros hijos en las granjas”

Los pollos son criados en libertad a partir de los 42 días de vida Sophie Guillet es uno de los 170 productores que forman parte de la cooperativa. La mayoría están en un radio de acción de 30 km desde Janzé, ya que el hecho de disponer de IGP limita la ubicación de las granjas. Sophie empezó la producción de pollo en el año 2000 junto a su marido, Cristophe. “Teníamos sólo vacas de leche y queríamos tener otra producción complementaria sin necesitar demasiada mano de obra”, recuerda. Lo hicieron también con una perspectiva de futuro. Sophie y Cristophe tienen 3 hijos y aspiran a que continúen en la granja. “Hemos invertido con la idea del relevo”, asegura.
Hemos invertido y diversificado pensando en nosotros, pero también con una perspectiva de transmisión futura
En 2013 se asociaron con otra familia vecina y hoy son 5 los socios que constituyen GAEC Des Ondes. Disponen en total en la actualidad de 8 naves de producción en la localidad de Thourie y además de Sophie, Cristophe, Christine, Marie y Eric, tienen una persona asalariada.   Sophie y Cristophe siguen manteniendo la producción de leche aunque la mayoría de sus compañeros de cooperativa se han ido especializando en la producción avícola. “Al principio éramos todos productores de leche pero poco a poco vamos yendo a menos. La mayoría de los 170 socios producen solo pollo hoy en día”, cuenta Sophie. Complementar los ingresos Mientras recuerda los motivos que les llevaron a pensar en tener vacas y pollos, advierte del riesgo de depender de una única producción. “En los años 80 y 90 nos dimos cuenta que era peligroso apostar solo por la leche y pensamos en un enfoque de diversificación y en complementar los ingresos que teníamos los agricultores para no depender exclusivamente de los ingresos de la venta de leche. Esa experiencia iniciada para diversificar las producciones agrícolas de la zona nos debería servir de ejemplo y de advertencia para no apostar ahora todo exclusivamente a los pollos”, dice.  
Nos dimos cuenta que era peligroso apostar solo por la leche, había que diversificar los ingresos
En aquel momento, recuerda, “había muchos agricultores que estaban como concejales en los ayuntamientos, algo que no pasa hoy, y se daban cuenta de que era importante diversificar para preparar el futuro. Fueron ellos los que dijeron tenemos que desarrollar una producción de aves como seguro para los productores. Por eso es importante que los agricultores se impliquen en la vida local, para pensar en desarrollar el territorio y no en ganar elecciones”, argumenta. Bienestar y medio ambiente La cooperativa apuesta por las energías renovables en las granjas, las instalaciones y los vehículos La señal distintiva del Pollo de Janzé es su crianza al aire libre. “Salen fuera todo el año, incluso en invierno, pero el pollo es inteligente y cuando hace frío se queda dentro”, cuenta Sophie. Label Rouge utiliza la raza I657, que no es una raza autóctona específica de Bretaña. “Es una raza rústica, que no crece demasiado rápido”, indica. Aunque es el productor el que compra directamente tanto los pollos pequeños como el pienso, tanto las incubadoras como los fabricantes de alimentos son seleccionados por la cooperativa, que además de en la estandarización de las producciones en los últimos años está haciendo mucho hincapié también en la calidad de las instalaciones.
Mejorar la imagen de las granjas sirve también para mejorar la comercialización del producto
“No podemos ser creíbles para los consumidores si no damos una imagen positiva con nuestras granjas. La responsabilidad es conjunta, porque con un solo productor que tenga una mala imagen impactaría en todos los demás, por eso tenemos la obligación de ser exigentes. Hay un equipo de la cooperativa sobre el terreno que vela por eso”, defiende Sophie.   Con los beneficios de la cooperativa han empezado un programa de apoyo a la mejora de las granjas (seguridad, bienestar animal, mejora energética, imagen de los edificios para los visitantes y vecinos, etc) para mejorar de este modo también la imagen del producto que venden.

Piden un incremento “urgente” de 5 céntimos en kilo en el precio que cobran los productores de pollo para evitar el cierre de las granjas

Concentración este viernes de productores y miembros de UUAA a las puertas del supermercado Family Cash Lugo El sindicato Unións Agrarias denunció este viernes delante del nuevo supermercado Family Cash en Lugo, ubicado en el centro comercial Abella, “prácticas ilegales” de las cadenas de distribución y las empresas integradoras de carne de pollo mientras los productores reciben en origen precios que no les permiten hacer frente a la subida de costes y a los préstamos solicitados para construir las granjas. “Los titulares son personas muy jóvenes, que se metieron en grandes inversiones para tener una granja que cumpla con los condicionantes que exige la legislación vigente. Por lo tanto, esta crisis de rentabilidad coge a las explotaciones en pleno proceso de amortización de las instalaciones”, explicó Roberto García, secretario general de UUAA.
Esta crisis de rentabilidad afecta a explotaciones montadas hace poco y, por lo tanto, en pleno proceso de amortización de las instalaciones
En los últimos años ha proliferado en Galicia la instalación de granjas avícolas por parte de personas jóvenes que montaron las explotaciones bien como actividad principal, bien como complemento a ganaderías de leche o de carne. Pero el hecho de no tener las granjas pagadas hace que las pérdidas que están sufriendo en este momento no solo afecten a sus ingresos como medio de vida, sino que pone en riesgo incluso el pago de las letras y la amortización de los préstamos. Prácticas ilegales Productores y representantes de UUAA se concentraron este viernes delante de la cadena Family Cash en Lugo, “una cadena que acaba de abrir pero que viene con todas las malas prácticas que ya le vimos en la zona del Levante, de donde procede”, dijeron. El pollo de entorno a 3 kilos de peso se está vendiendo a un precio de 3,29€ en la mayoría de supermercados, mientras el nuevo supermercado Family Cash abrió esta semana en Lugo con una “oferta agresiva” de 2,59€.
UUAA presentó una denuncia delante de la AICA por venta a pérdidas contra la cadena de supermercados Family Cash, que ha abierto esta semana en Lugo
A las puertas del nuevo supermercado los miembros de UUAA denunciaron “la utilización de productos sensibles, como es la leche o la carne de pollo, como producto gancho para ganar clientes”. “No es solo un problema ético, sino de clara ilegalidad”, afirmó Roberto García. “Es una práctica engañosa, porque no pretenden beneficiar al consumidor, pretenden atraerlo con la disculpa de que el pollo es más barato para después cobrarle eso con creces en el resto de productos de la cesta de la compra”, denunció.
El consumidor paga ahora un 35% más por un pollo mientras el granjero sigue cobrando lo mismo que cobraba antes de que le subiese la luz y el gas
“Cuando un consumidor compra uno pollo de tres kilos en el supermercado y paga por él 3,29€, el granjero está recibiendo entre 40 y 45 céntimos, es decir, unos 15 céntimos por kilo, lo mismo que recibía antes de que se hubiesen producido todas las subidas de la energía”, explicó Roberto García. “Todos los incrementos de precio que hubo en el pollo, que fueron del 35%, se quedaron en la cadena de distribución o en la empresa integradora, pero no llegaron a los productores”, denunció el secretario general de UUAA, que explicó que pasar de cobrar 15 céntimos por kilo a 20 en origen serviría únicamente para repercutir el incremento de los costes de producción de los últimos dos años, tal como exige la Ley de la Cadena Alimentaria.

“Los productores cobramos 40 céntimos por pollo mientras el consumidor está pagando 3,29€”

José Luis Camiñas, avicultor con una granja de pollos desde hace 4 años, contó en primera persona cuál es la situación del sector. “A nosotros los costes de producción nos subieron mucho, desde la factura de la luz, que se duplicó, la del gas, que pasa lo mismo, o la de la cama. Todo subió menos el precio del pollo en origen, ya que las liquidaciones de las integradoras a los granjeros incluso bajaron”, denunció.
Si esto sigue así no va a haber pollo porque vamos a tener que dejar de producir
La situación pone en riesgo a viabilidad del sector y la continuidad de las explotaciones. “Las inversiones de este tipo de granjas son enormes para poder cumplir con las normas de bienestar que exige la legislación vigente”, explicó.
Tenemos las manos atadas, porque no tenemos capacidad de repercutir los incrementos de costes
La producción avícola tiene características que la diferencian de otros sectores ganaderos, ya que en el sistema de integración el ganadero pone las instalaciones y a mano de obra y la empresa que le compra la producción pone los animales y el alimento, por lo que los productores trabajan en un régimen de exclusividad que hace que tengan “las manos atadas”, denunció José Luis.

Denuncian que las integradoras siguen sin trasladar la subida del pollo a los granjeros

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) denuncia que menos de un 5% del precio que paga un consumidor por el kilo de pollo llega a los granjeros, un porcentaje “irrisorio y totalmente insuficiente que no ha dejado de bajar en los últimos meses”. “Este bajo precio percibido por los granjeros hunde su rentabilidad y dificulta su supervivencia, hasta el punto de poner en peligro el abastecimiento de pollo el próximo otoño”, advierte la organización. UPA lleva semanas denunciando la actitud “egoísta” de las integradoras, “apenas una decena de empresas que controlan la práctica totalidad de la producción de pollo, y que en los últimos seis meses han subido el pollo a la distribución y a los consumidores, sin que esto llegue a los granjeros”. “La situación es insostenible”, aseguran desde UPA, que hace un retrato del sector avícola como un sector basado en pequeñas explotaciones de propietarios jóvenes, con un nivel importante de endeudamiento debido a las inversiones necesarias para implantar y modernizar sus explotaciones. “Cada día es más difícil pagar las deudas”, aseguran desde la organización agraria.

Autorización a Marruecos para exportar pollo a la Unión Europea

Recientemente se conocía la autorización por parte de la Unión Europea de importar pollo procedente de Marruecos, en base al Reglamento de Ejecución 2022/1040 que el pasado 29 de junio publicaba el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Desde UPA aseguran desconocer qué se esconde tras esta decisión, pero a su juicio “no es difícil imaginar que las industrias quieran asegurarse el suministro de pollo si los bajos precios terminan por hundir a los granjeros españoles”. UPA ha vuelto a exigir al Gobierno y a las Comunidades Autónomas que actúen, a través de la AICA y de las autoridades competentes en cada territorio, “para lograr que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria y se cubran los costes de producción de los granjeros, que superan con creces los precios percibidos”. UPA ha asegurado que, de no subir los precios a los granjeros, organizarán protestas ante las principales integradoras y ante la patronal que las aglutina, Avianza, para “denunciar los abusos que están cometiendo con los granjeros”.

Estos son los importes máximos de las ayudas para vacuno de carne, ovino, caprino, conejos y pollos

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) inicia este martes 19 de abril el proceso de audiencia e información pública del borrador del Real Decreto que regulará el proceso de concesión del fondo de 193,47 millones de euros de ayuda excepcional para determinados sectores agrícolas y ganaderos. El paquete se creó para paliar la delicada situación como consecuencia de los efectos de la invasión rusa de Ucrania. En concreto, se concederán un total de 193.470.759 euros a los sectores más afectados por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, 64.490.253 euros de los cuales son aportados por la Unión Europea, y el resto, 128.980.506 euros por el Ministerio de Agricultura.
Este paquete de ayudas complementa los 169 millones de euros que el Gobierno destinará a los productores de leche de vaca, oveja y cabra que se abonarán en los próximos días
El proyecto, por razones de urgencia, estará sometido a información pública por un periodo de 7 días, hasta el próximo 26 de abril inclusive. Este paquete de ayudas complementa los 169 millones de euros que el Gobierno destinará a los productores de leche de vaca, oveja y cabra y que se harán efectivos en los próximos días. Topes máximos  Los montantes de la ayuda se distribuirán por sectores de la siguiente forma: - Vacuno de carne, hasta 110 millones de euros, correspondiendo 97,7 millones al subsector de la vaca nodriza y 12,3 al engorde de terneros. - Ovino y caprino de carne, hasta 31,7 millones de euros. - Carne de pollo, hasta 10 millones de euros. - Carne de conejo, hasta 3 millones de euros. - Cítricos, hasta 38,7 millones de euros. Se establecieron techos de animales y de hectáreas subvencionables y consecuentemente unos máximos de ayuda por explotación, así como importes unitarios máximos por animal o hectárea. El número máximo de animales subvencionables será de 125 vacas nodrizas, 520 terneros de engorde y 800 ovejas o cabras. El importe máximo de las ayudas queda fijado en 60€ por vaca nodriza, 15€ por ternero y 7€ por oveja y cabra.
Al sector de vacas nodrizas se destinarán 97,7 millones de euros y al de cebo de terneros 12,3 millones
En el caso de los productores de carne de pollo o pavo, la cuantía total dependerá del volumen de la explotación: 600€ para granjas de 251 a 1.000 plazas; 810€ de 1.001 a 5.000 plazas; 1.200€ de 5.001 a 10.000 plazas; 1.800€ de 10.001 a 20.000 plazas; 2.400€ de 20.001 a 30.000 plazas; 3.000€ de 30.001 a 40.000 plazas; 3.600€ de 40.001 a 50.000 plazas y 4.800€ a partir de 50.001 plazas. Para las explotaciones cunícolas, la ayuda máxima dependerá también de la capacidad de la explotación, con tres tramos diferenciados: 2.580€ de 50 a 500 plazas de reproductoras; 3.870€ de 501 a 1.000 plazas y 5.160€ a partir de 1.001 plazas de reproductoras. Incrementos tras la guerra en Ucrania del 20% en los piensos El ministerio, con las comunidades autónomas, las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agroalimentarias, ha analizado la magnitud de las perturbaciones del mercado y el incremento sostenido de los costes de producción y el desequilibrio en los intercambios comerciales. Tras este análisis, se ha optado por destinar las ayudas a los productores de carne de vacuno, ovino y caprino, carne de pollo, carne de conejo y cítricos. "En el caso de los sectores ganaderos mencionados, el conflicto bélico en Ucrania ha agravado la situación que ya atravesaban a lo largo de los últimos meses, caracterizada por un incremento sostenido de los costes de producción derivados del aumento de los precios de las materias primas para alimentación animal y de la energía y combustibles. La situación es aún más crítica si se tienen en cuenta los efectos de la sequía, que ha provocado una menor disponibilidad de pastos y, por tanto, una mayor necesidad de suplementación en la alimentación animal a precios más elevados", argumenta el Ministerio.
El precio de los concentrados han aumentado un 75% en comparación con el año 2020
"Los incrementos de los piensos desde el inicio de la guerra, el pasado 24 de febrero, superan el 20% en la mayoría de los casos, lo que se suma a los incrementos de precios acumulados respecto al año pasado, que pueden incluso superar el 50% o el 75% si comparamos con los precios de 2021 o de 2020, respectivamente. Del mismo modo, y aunque todavía no se disponen de datos posteriores al inicio del conflicto, el último dato disponible del INE correspondiente al mes de enero indicaba que el coste del gasoil se había incrementado casi un 95,8%, la electricidad más de un 114,7% y los fitosanitarios más de un 6,5%", detalla el departamento que dirige Luis Planas. 
El gasóleo y la electricidad se han duplicado en los últimos 12 meses
En el caso de las ayudas a los sectores agrícolas, el de los cítricos es un sector de elevado consumo de insumos, especialmente energía, fertilizantes y fitosanitarios, cuyos costes se han incrementado. La producción y la exportación española de cítricos tienen una importancia crucial para el sector agroalimentario en su conjunto. Su competitividad se ha visto afectada por la guerra, al producirse desvíos de producciones de países terceros que habitualmente se destinaban a Rusia, Ucrania o Bielorrusia, hacia el mercado comunitario. Estos cambios en los flujos comerciales presionan a la baja los precios de los cítricos españoles.

Gestión simplificada de las ayudas por parte de las comunidades autónomas en base a la PAC 2021

La gestión, tramitación y pago de las ayudas, corresponderá a los órganos competentes de las comunidades autónomas, y están previstos procedimientos muy simplificados de solicitud y concesión, de forma que las ayudas se otorgarán a todos los productores de vacuno, ovino y caprino y cítricos que cumplan unos requisitos básicos, y que hayan presentado en 2022 la solicitud única de la Política Agraria Común (PAC), prevista en el Real Decreto 1075/2014.
Se utilizará la información contenida en las solicitudes de ayuda de la PAC correspondiente a 2021 para determinar el número de animales y hectáreas elegibles
Con estos mismos fines se utilizará la información contenida en las solicitudes de ayuda de la PAC correspondiente a 2021, y la obrante en poder de las comunidades autónomas para determinar tanto los animales y las hectáreas elegibles, como el cumplimiento de los condicionantes medioambientales que exige el reglamento comunitario.
En el caso de las incorporaciones se tendrá en cuenta el censo de animales a 30 de abril de 2022
En el caso de productores de carne de pollo y de conejo, dado que no se dispone de toda la información anterior, se establece un procedimiento simplificado de gestión basado en los datos más actualizados declarados por los ganaderos en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA).
Los pagos a los productores se llevarán a cabo antes del 30 de septiembre de 2022. Un tercio de las ayudas son financiadas por la Unión Europea
Los fondos correspondientes se transferirán por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a las comunidades autónomas. Los pagos a los productores se llevarán a cabo antes del 30 de septiembre de 2022.

Traloagro, una vuelta a los origenes desde la emigración

Isabelle, con hamburguesas de pollo ecológico con espinacas elaboradas con la carne que ellos mismos producen Manolo Gómez tuvo que marcharse de Galicia en los años sesenta por falta de oportunidades. Su espíritu "aventurero" lo llevó a asentarse en Bruselas, donde trabajó en la construcción de las líneas del metro y más tarde, con la ayuda de su mujer, Maricarmen, acabó abriendo varios negocios de hostelería en pleno centro de la que hoy es la capital de la Unión Europea. Allí, en la emigración, nacieron sus hijos, Tito e Isabelle, pero la familia nunca perdió el vínculo con la tierra. Cuando eran pequeños, cada verano los niños volvían a casa de los abuelos, José y Carmen, donde seguía habiendo vacas. "Nosotros estábamos en Bélgica, pero los abuelos volvieron para Friol, estuvieron en Bruselas un año, pero no se acostumbraban, echaban de menos la tierra y las vacas. Mis padres cuando venían de vacaciones compraban fincas aquí, porque el gallego siempre quiere volver a los orígenes", cuenta Isabelle.
"Traloagro viene del nombre del lugar donde estaba la casa de los abuelos"
Con el paso de los años fue algo que acabaron haciendo realidad ella y su hermano, una vuelta a los orígenes, a Friol, y una vuelta a los orígenes también en la manera de producir. "Teníamos claro que tenía que ser en ecológico, cuidando la naturaleza y el bienestar animal", dice. Traloagro conjuga pues, una manera respetuosa de producción de alimentos y un proyecto empresarial complementario. "El amor por el campo nos lo transmitieron nuestros abuelos y el espíritu emprendedor es algo casi innato en nosotros, por las vivencias de nuestros padres en la emigración", razona Isabelle.

Pollos y vacas en libertad

Al ir comprando fincas había que cuidarlas y José y Carmen, los abuelos, iban haciéndose mayores, así que la solución fue meter más vacas y contratar una persona para atenderlas. Aquella base fue el germen de Traloagro, un proyecto que lleva el nombre del lugar donde se encuentra la casa familiar, ubicada en el lugar de Burgo de Negral, en la parroquia de Pacio.
Tito e Isabelle decidieron emprender el camino de vuelta a Galicia y poner en marcha hace 10 años en la casa familiar de Friol, a la que volvían todos los veranos, una explotación ecológica de vacas de carne y pollos siguiendo las enseñanzas que habían aprendido de sus abuelos
"Cuando nosotros, yo y mi hermano, nos vinimos para aquí a estudiar, como nos gustaba tanto el campo, decidimos hacer algo relacionado con eso. En diciembre del 2010 nos incorporamos con las vacas que había, unas 20, y solicitamos la conversión a ecológico. Junto con la incorporación pedimos un plan de mejora para hacer también la granja de pollos", explica Isabelle.
La ganadería bovina cuenta con 160 cabezas, la gran mayoría de raza rubia galega, y de la granja avícola salen unos 120.000 pollos al año
En el 2013, pasados los dos años de conversión, comenzaron a comercializar los primeros terneros certificados en ecológico y a vender también los pollos criados en libertad. La ganadería cuenta a día de hoy con 160 cabezas de ganado vacuno, de raza rubia gallega fundamentalmente, y de la granja de pollos camperos salen unos 120.000 ejemplares al año.

Ampliando la base territorial y recuperando tierra abandonada

Son conscientes de que con su sistema de manejo en extensivo es imprescindible contar con base territorial, por lo que el aumento de cabezas que llevaron a cabo va parejo siempre al de la tierra. "Queremos aumentar unas 20 vacas más, de ahí la necesidad de hacernos con más superficie", avanzan.
Están certificados en ecológico y producen dentro de la IGP Ternera Gallega Suprema
En estos momentos, cuentan con unas 120 hectáreas de superficie, que están ampliando. "Compramos tierras que estaban abandonadas y estamos trabajándolas y poniéndolas a producir", explica Isabelle.
"Contamos con 120 hectáreas de terreno donde tenemos las vacas, unas 160 cabezas entre madres y becerros, que pastan en extensivo y sólo se meten en los últimos dos meses para el cebo final en boxes de paja"
La mayor parte de los pastizales en los que pacen sus vacas se encuentra en el lugar de Traloagro, perteneciente a Burgo de Negral, en la parroquia de Pacio, aunque las últimas 22 hectáreas que adquirieron están a unos 3 kilómetros, en Racamonde, también perteneciente al ayuntamiento de Friol.

Una de las mayores granjas de pollo ecológico de España

A mayores, también crian pollos camperos, unos 120.000 al año. Los pollos, al igual que las vacas, también están en ecológico. "Buscábamos una actividad complementaria a la de las vacas y que fuese compatible y decidimos montar la granja de pollos. Cuando la montamos era la más grande de España, con capacidad para 20.000 animales", recuerdan.
Los pollos salen al exterior y cuentan con una finca de 9 hectáreas de patio arbolado
La nave está muy automatizada, tanto el suministro de pienso y agua como el control de la temperatura, lo que reduce la mano de obra necesaria. En el exterior hay 4 metros cuadrados de patio por animal, a donde los pollos salen a pastar diariamente.

Dar el paso a comercializar directamente

Puesto de venta directa que Traloagro tiene en la Plaza de Abastos de Lugo Junto con la producción en ecológico, otro de los aspectos esenciales de su proyecto era el de vender directamente lo que producían. "Que queríamos comercializar nuestra propia carne era algo que teníamos bastante claro desde el comienzo, pero en esos primeros años aún seguíamos yendo en los veranos a trabajar a Bélgica porque aún no nos desligáramos completamente de los negocios de restauración que la familia mantenía allí, y era difícil compatibilizar las dos cosas", cuenta.
Desde el 2019 venden sus productos en la ciudad de Lugo y también en el centro de elaboración abierto en el polígono de Friol cuentan con tienda para venta directa
En el 2019, ya asentados definitivamente en Friol, se incorporó también al proyecto la mujer de Tito, Ana, y fue ya cuando decidieron iniciar la comercialización sin intermediarios. "Empezamos en julio de ese año con un puesto de la Plaza de Abastos de Lugo que habíamos cogido y en diciembre abrimos también en Friol la ecotienda y el biocentro de despiece y elaboración de nuestros propios productos cárnicos", detalla Isabelle.

... y en esto llegó la pandemia

Pero fue casi empezar y parar, porque "justo estábamos arrancando y llegó el coronavirus", lamenta Isabelle. "Tienes todo planificado, incluso estrategias para comercializar para fuera, y ves que todo eso se detiene. Pero si sobrevives a esto nada más empezar, después tiene que ser rodado", razona. En el último año se agarraron al mercado local y al cliente de proximidad y el balance que hacen es muy positivo. "Quitando la situación de parón inicial que se dio al inicio del confinamiento, estamos muy contentos de haber dado el paso de comercializar directamente", afirma. La comercialización sin intermediarios fue la idea que movió el proyecto desde el inicio, para de este modo poder cerrar el círculo con la producción ecológica, la transformación y la comercialización directa de ese  producto. Por eso, el diseño del centro de elaboración abierto en el polígono de Friol contó siempre, de manera inseparable, con tienda para venta directa, al igual que hacen en Lugo al contar con carnicería propia en la Plaza de Abastos, un edificio reformado en los últimos años y que está ganando nueva vida, con un nuevo perfil de cliente e iniciativas como el reparto a domicilio puestos en marcha durante el confinamiento.

Mayor concienciación del consumidor

A raiz de la covid-19 tuvieron que posponer sus planes de exportar carne de ternera y pollo ecológico al mercado europeo, donde ya tenían contactos hechos, pero a nivel local apreciaron un cambio de tendencia en el consumidor, que valora cada vez más los productos saludables y de calidad. "La pandemia también nos hizo reflexionar como consumidores y entender que hay que cuidarse. Hay una concienciación mayor sobre el hecho de que hay que cuidar más la salud y la alimentación y gente que hasta ahora no se había planteado comer ecológico está comenzando a interesarse por este tipo de productos", asegura.
"A raíz de la pandemia hay como un nuevo consumidor de ecológico, gente que se comienza a preocupar por cuidar la salud a través de la alimentación"
"Nosotros teníamos ya la visión de que nuestro proyecto fuese algo en ecológico exclusivamente", explica Isabelle, un modo de producir y consumir que a nivel europeo, en países como el del que ellos venían, estaba mucho más extendido que en Galicia, pero que esta crisis sanitaria vino a cambiar.
"Se vio la gran necesidad y dependencia que hay del campo y el consumidor valora más los productos de proximidad"
La parte buena de la pandemia fue, dice, la mayor concienciación del consumidor. "Se vio la gran necesidad y dependencia que hay del campo y el consumidor valora más los productos de proximidad porque el abastecimiento que hay stockado en una nave es limitado, y si no fuese por los productores locales, que seguimos produciendo, ¿a ver qué se habría hecho en estos meses?", pregunta.

Un auténtico supermercado de lo ecológico 

La nave construida en el polígono industrial de Friol cuenta con dos edificaciones. En la principal, de unos 1.300 metros cuadrados, están las instalaciones industriales, con distintas salas de despiece y cámaras de conservación, oficinas y sala de degustación. La edificación anexa, con claro predominio de la madera en su construcción, acoge la ecotienda, en la que además de los productos elaborados por Traloagro también se ponen a la venta otros alimentos diversos de origen ecológico, desde mermeladas y conservas hasta lácteos, productos frescos de la huerta o huevos, un auténtico supermercado de lo ecológico de más de 250 metros cuadrados.
Cuentan con unas instalaciones que ocupan algo más de  1.500 metros cuadrados repartidos entre el biocentro cárnico y la ecotienda
Todo lo que hay en la ecotienda de Traloagro es producto ecológico certificado, con más de 1.200 referencias de productores tanto gallegos como del resto de España. El 80% son productos de proximidad. Por ejemplo, las frutas y verduras de temporada proceden de la Casa de Ribeiras, de Palas de Rei; los lácteos de Casa Grande de Xanceda, de Mesía; los quesos de Cobideza, la cooperativa de Agolada, etc. Pero Isabelle reconoce que "aún hay productos que no puedes encontrar en Galicia en ecológico, como queso de cabra, que aún no se produce en ecológico aquí, o los cítricos, y esos artículos tenemos que procurarlos fuera, pero siempre buscamos que vengan directamente del productor", justifica.
"Procuramos tener una gama amplia de productos que permita confeccionar la cesta de la compra habitual completa en ecológico"
A pesar de no encontrarse en una gran ciudad, el reclamo de lo ecológico y de la variedad está funcionando. "Hubo muy buena aceptación. Hay clientes a los que les enviamos los pedidos, pero hay otra gente de distintos puntos de Galicia que prefiere acercarse aquí a hacer la compra un día a la semana, normalmente los sábados, porque valora la experiencia de compra. Procuramos tener un surtido amplio de productos para que sea posible hacer la compra semanal aquí a base todo de productos ecológicos. Las tiendas ecológicas que hay incluso en las ciudades normalmente tienen menos variedad y surtido de productos del que tenemos nosotros", dice.

Carnicería al corte y acuerdo con otros productores

En pocas tiendas de productos ecológicos hay carnicería al corte y productos elaborados, un elemento más de diferenciación de Traloagro. Para completar su gama de ternera y pollo ecológico de producción propia, tienen un acuerdo con otro productor colaborador, Vence y Otero SL, la explotación que Lorena y José Manuel tienen en Agolada y que los suministra de carne de cerdo producida también en ecológico.
La carne de cerdo ecológica procede de la ganadería en extensivo que Lorena Vence y José Manuel Otero tienen en Agolada
Junto a la carne de vacuno, su idea es también comercializar directamente una parte de su producción de carne de pollo. De hecho, las instalaciones del centro de procesado cuentan con dos líneas independientes, una para la elaboración de productos de carne de vacuno y otra para los pollos. "Por temas de seguridad alimentaria y para evitar contaminaciones cruzadas o problemas de salmonela, el pollo cuenta con obrador propio y muelle de carga independiente", explican. El hecho de controlar todo el proceso, desde la producción al despiece y elaboración, les permite garantizar la trazabilidad de sus productos.

Vacuno mayor y elaborados innovadores

Con la carne de vacuno, además de cortes especiales de las piezas con mayor valor comercial, elaboran otros productos con los que incrementar el valor de mercado de otras partes y aprovechar de este modo más las canales. "Vamos innovando, hacemos desde hamburguesas de polo con espinacas o de ternera con remolacha a piruletas de carne, cachopo de ternera, brochetas, pinchos morunos", explica Isabelle.
"Sacamos una línea de elaborados que les llamamos GourmetAgro, que son todos hechos con carne ecológica y condimentos también ecológicos y que no llevan ni conservantes ni colorantes artificiales"
Este tipo de productos están pensados más de cara al consumidor final, mientras que la hostelería pide normalmente piezas de carne enteras. "A los restaurantes servimos normalmente la materia prima en sí y luego ellos elaboran a su manera, aunque a veces ya nos piden un despiezado o un fileteado concreto y estamos empezando a trabajar también con comedores de empresas, como el de Norvento en Lugo, y ahí sí que llevamos producto ya elaborado", cuenta.
Tanto la tienda como su producción está certificada como Slow Food
Ponen énfasis en transmitir, a través de las redes sociales, cómo producen y cuidan de los animales y del medio y eso da garantía y confianza al consumidor y sirve para implicar al cliente en el proyecto. "Quien consume nuestros productos está haciendo parte con nosotros y contribuyendo a cuidar el medio ambiente, el bienestar animal y todo lo que eso conlleva", explica Isabelle.

Suministrar ternera gallega al mercado europeo

Estar centrados en atender el mercado local y el consumidor de proximidad por causa de las condiciones especiales del último año no les hace perder otro de sus objetivos: apostar por vender fuera la carne ecológica que producen, en la búsqueda de un mayor volumen de mercado. El centro de procesado está pensado con esas miras, la elaboración de productos de carne ecológica destinados tanto al mercado gallego y español como a la exportación a países europeos como Francia o Bélgica, donde los productos ecológicos cuentan con una mayor cuota de mercado.
"Hay mucho interés por la rubia gallega en Europa y países como Francia, que tienen mucho más desarrollado el mercado ecológico, demandan productos de calidad", dice Isabel
"Conocemos el mercado centroeuropeo, sobre todo el mercado francés y belga, y vemos que aquí muchas veces no valoramos como debiéramos lo que producimos, que tiene mucha calidad, y lo ecológico aun más. Hay mucho interés por la rubia gallega en Europa, se habla mucho de ella y se comercializa mucho ya en Francia y Bélgica, pero la que llega a estos países es rubia gallega convencional", explica Isabelle. Hamburguesas de pollo campero ecológico con espinacas, una de sus creaciones Por eso ellos pretenden llenar el hueco existente fuera de Galicia para la carne ecológica. "Francia tiene mucho más desarrollado el mercado ecológico de lo que está aquí y hay mucho interés por los productos de calidad", asegura. De hecho, Traloagro ya tenía hecho, antes de que irrumpiese el coronavirus, contactos con distribuidores franceses y belgas para comercializar sus productos en restaurantes de alta gama, hoteles 5 estrellas y tiendas delicatesen. "Hay empresas francesas interesadas en nuestras hamburguesas ecológicas, que no llevan aditivos, por lo que para poder venderlas en Francia y que se conserven sin añadirles productos químicos las vamos a comercializar congeladas", aclara.
Hacen hamburguesas sin aditivos ni conservantes que comercializarán congeladas para el mercado exterior
Pero "en la situación en la que estábamos eso fue imposible y quizás fuera también algo precipitado nada más comenzar querer ya mandar para fuera", reconoce. Isabelle aprovechó este año de pandemia para formarse y afinar más la estrategia de expansión de la empresa, a través de dos programas para emprendedores, uno, financiado por Coca Cola, para la página web y la estrategia de márketing digital y otro, de la Fundación Juana de Vega, para consolidación y crecimiento de la empresa, dentro del que están preparando la estrategia de internacionalización. "Tomamos las cosas con más calma, pero a veces hay que poner la base sólida para después poder crecer sobre seguro", admite.
Pretenden comercializar en Europa su propia carne y la de otros ganaderos de la zona que produzcan en ecológico
Aunque al principio se van a centrar sólo en la rubia gallega, están valorando también exportar otras razas, como por ejemplo la cachena, en función de la demanda que pueda haber para ella. Si, llegado el momento, su producción no les llega, han pensado comercializar también la carne de otros productores gallegos, sirviendo de este modo para abrir puertas al sector. También está entre sus planes el vacuno mayor, aunque "al no haber aún líneas de comercialización está un poco parada la certificación dentro de la nueva IGP Vaca y Buey de Galicia", considera Isabel.

Volver a la tierra a crear empleo

Francisco, uno de los empleados, atando chorizos en la sala de elaborados del biocentro cárnico de Friol Manolo y su familia nunca perdieron las raíces y la vinculación con el lugar del que tuvieron que marcharse y, años después, decidieron volver y poner en marcha una iniciativa productiva con visión empresarial que crea valor añadido en el territorio y que genera riqueza y puestos de trabajo para que otros no tengan que seguir hoy el camino de la emigración que ellos emprendieron décadas atrás.
En total generan 8 puestos de trabajo entre la granja, la carnicería, la ecotienda y el centro de procesado
Aunque que tienen las distintas tareas más o menos definidas, "hacemos todos de todo y ayudamos en la explotación cuando hace falta". La granja familiar de vacuno y de pollos la atiende Tito, Ana está en la carnicería de la Plaza de Abastos de Lugo e Isabelle se encarga del centro de transformación y la ecotienda de Friol. A mayores de ellos tres, están generando 5 puestos de trabajo más, uno en la explotación, y cuatro en el centro de procesado y en tareas de venta y administración. "Mi hermano, con la ayuda de un empleado, está más en la ganadería, Ana está en el puesto de Lugo y organiza allí los repartos y yo estoy más en el biocentro. A parte de nosotros tres creamos cinco puestos de trabajo estables, cuatro en el biocentro y uno en la explotación, aunque hoy por hoy estamos sin trabajador en la granja porque se jubiló la persona que estaba", explica Isabelle.

Unións acusa a la avícola Avigrao de actitud «abusiva»

Unións Agrarias denuncia una supuesta actitud abusiva de la integradora Avigrao; empresa avícola que en los últimos meses -según Unións- le está imponiendo a los ganaderos con los que trabaja la cría de un nuevo tipo de pollo que supone mayores costes de producción para las granjas; pero que la avícola paga usando las mismas tablas de precios que para el convencional. Unións Agrarias se hace eco de esta forma del malestar existente entre los criadores de pollo en relación a las prácticas de Avigrao. La organización agraria considera intolerables este tipo de prácticas e insta a la firma con sede en Melide a respetar la Ley de Cadena Alimentaria y a renegociar tarifas acordes a esta nueva producción. "La integradora, tal y como reflejan las liquidaciones de las granjas, está ignorando el derecho de los productores a percibir precios justos aplicando tarifas que atentan contra la rentabilidad de las explotaciones", denuncia el sindicato. El periodo de cría pasa de 45 a 80 días En los últimos meses Avigrao está testando la viabilidad de un nuevo tipo de pollo, el conocido como pollo rubio, cuyos requerimientos de cría suponen un elevado incremento de los costes de producción de las granjas que la empresa no está cubriendo, según la organización agraria. Mientras el tiempo de cría habitual para uno pollo del tipo broiler ronda los 45 días, en el caso del rubio ese período casi llega a duplicarse, alcanzando los 80. Además, se trata de un ave con unos requerimientos de espacio también muy superiores al convencional; que obligan a las granjas a reducir su capacidad en un 60%.
El nuevo tipo de pollo tiene unos requerimientos de espacio muy superiores, lo que obliga a las granjas a reducir su capacidad total en un 60%
Unións Agrarias entiende que la introducción de este nuevo tipo de pollo puede ser una nueva salida de negocio para el sector. Sin embargo, considera intolerable que las pruebas sean de obligado cumplimiento para las granjas; que en ningún caso se haya consultado a los ganaderos su voluntad de incorporar este producto y, sobre todo, que no se adecúen las tarifas y que se esté pagando por él el mismo precio que por un pollo convencional, que supone una rentabilidad de prácticamente el doble para las granjas.

Retrasos en la recogida asumidos por los ganaderos

La introducción de este pollo rubio ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los productores. Sin embargo, el malestar de los ganaderos en relación a las prácticas de esta empresa viene de atrás -según Unións-, pues no es esta la primera vez que Avigrao obliga a los ganaderos a asumir el coste económico de sus pruebas; pues lo que ahora está sucediendo con este nuevo tipo de pollo pasó hace un año; cuando la experimentación con distintos tipos de alimentación se saldó con la aplicación de una tarifa casi un 40% inferior a la habitual.
A partir de la séptima semana los animales son más exigentes y menos rentables: aumentan sus requerimientos de alimento y apenas ganan peso, con lo que los gastos de los criadores se disparan
Las supuestas prácticas abusivas de la empresa con los ganaderos también se dan en el momento de recogida de los animales en las granjas para su sacrificio. “Las demás integradoras recogen los pollos a los 45 o 47 días. Y si el tiempo en las granjas pasa de los 52 aplican unos abonos al precio. Sin embargo, los tiempos de recogida de Avigrao suelen exceder la media habitual y la empresa obliga a los ganaderos a asumir el coste añadido; pues aplica siempre la misma tarifa independientemente del tiempo de cría de las aves", explica Loli García, responsable sectorial de Avicultura de UUAA. A partir de la séptima semana los animales son más exigentes y menos rentables: aumentan sus requerimientos de alimento y apenas ganan peso, con lo que los gastos de los criadores se disparan. Unións Agrarias insta a Avigrao a rectificar y a cumplir con el derecho de los productores a cubrir sus costes de producción, tal y como estipula la Ley de la Cadena Alimentaria.

El sector avícola entra en pérdidas por la subida de la luz y la bajada de precios de la carne

La organización Unións Agrarias advierte de las pérdidas del sector avícola gallego por el fuerte incremento de los costes de la electricidad en las granjas. "Hoy por hoy, las explotaciones están soportando picos de crecimiento del gasto eléctrico de hasta un 36%, lo que supone una cantidad insoportable, toda vez que la energía supone en condiciones normales más del 33% de los costes de producción", explican desde la organización. Frente a esta realidad, los avicultores están viendo como los precios de la carne de pollo no se recuperan del impacto de la caída del consumo en hostelería y turismo derivada de la pandemia. En este momento, los criadores perciben 0.18 €/Kg en el tipo Broiler, cuando para cubrir gastos no deberían de bajar de 0.23€/Kg,según Unións, que incide en que es una situación que implica que la Ley de Cadena no está funcionando, al no poder trasladarse los costes al precio en origen.
Las granjas deben hacer frente a una serie de gastos fijos de insumos, energía o seguros que no se han reducido a pesar del coronavirus.
Sin embargo, la crisis sanitaria sí obligó a mermar su habitual número de crianzas anuales alargando las estancias de los pollos de 14 días a un mes, de donde deriva mayor gasto. Y como colofón, se está reduciendo por parte de las empresas integradoras la entrada de crías pasando de 35.000 a 30.000 por camada. La organización recuerda que mucha gente joven que apostó por este sector para iniciar su actividad están viendo cómo los resultados condicionan su viabilidad por causas ajenas a su trabajo. En este sentido, anima al gobierno gallego a buscar apoyos y a liderar la búsqueda de un consenso a nivel nacional que evite que el sector avícola se convierta en una nueva víctima de la Covid-19. Desde Unións Agrarias también consideran necesario recordar la situación de dependencia de los productores respecto de las industrias integradoras para las que trabajan, ya que condicionan el ritmo de producción y la salida de los animales. Este hecho supone que la caída del consumo a nivel nacional derivada de un menor número de turistas, está implicando el abaratamiento de la producción por parte de esas empresas, por lo que es necesario poner sobre la mesa medidas que sirvan para compensar la subas constantes en la energía, de la viruta o de la alimentación.
Según UU.AA. las más de 900 explotaciones de pollo de Galicia podrían dejar de ingresar en el marco de la pandemia unos 13,5 millones de euros.
Unións cifra las pérdidas en 13,5 millones de euros. Son las estimaciones que el propio sector ya tiene sobre la mesa, en vista de los hábitos de consumo que, en un año normal, se traducirían en un aumento del consumo de carne de pollol durante los meses del verano. Así las cosas, Unións Agrarias insta a la Xunta de Galicia a buscar fórmulas que permitan compensar el bajón de la actividad y de los precios.

Los productores de carne de pollo lanzan un SOS por la crítica situación a la que se enfrentan

Unos 50 avicultores convocados por Unións Agrarias se concentraron esta mañana en Santiago de Compostela para denunciar la crítica situación a la que se enfrentan por el descenso de la demanda, el incremento de los costes de producción y la utilización de la carne de polllo por parte de la distribución como producto reclamo para atraer clientes. Precisamente, el acto de protesta tuvo lugar ante de un supermercado de la cadena de distribución GADIS, que estos días está realizando una oferta de "Pollo Extra Kilo 1,99 Euros". La organización agraria le advirtió a GADIS que en caso de que retirara los elementos promocionales de los supermercados, en un plazo máximo de 48 horas con la oferta -prevista para el 30/11 y 1/12-, iniciaría una campaña de señalamiento a través de todos los medios de los que disponga UUAA, tal como sucedió hoy. En cualquier caso, la organización dio traslado y propuso que se abra un expediente sancionador ante la Agencia de Información y Control Alimentarios, (AICA) a la cadena de supermercados por introducir en el mercado gallego productos "en clara  venta a pérdidas". Por parte de GADISA decidieron no hacer valoraciones. En este sentido, para el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, con este acto de protesta persiguen un triple objetivo. En primer lugar, le exigen a la Xunta de Galicia y al Gobierno Central que "hagan cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria no sólo a la parte débil de la cadena, sino también a las grandes distribuidoras, para que no se vendan alimentos por debajo de los costes de producción". "Hoy vemos que en esta cadena se vende pollo a 1,99 euros el kilo, un 30% por debajo de lo que cuesta producirlo", advirtió.

Caida del precio del pollo e incremento del precio del pienso

En este sentido, Roberto García aseguró que "vamos a estar muy vigilantes ante cualquiera venta por debajo de los precios de coste, denunciándolo ante la AICA para que sancione estas prácticas, pero también pidiéndole al consumidor su complicidad con los productores no comprando esos productos reclamo". Por último, la organización agraria alerta sobre el descenso de demanda a la que se enfrentan las alrededor de 670 granjas de pollo que existen en Galicia debido la crisis provocada por la Covid19. "Cada productor de pollos va a cobrar este año de promedio 5.000 euros menos, pues va a tener 3 meses las granjas vacías por falta de demanda; la caída del turismo también va a implicar una caída de la producción y por si fuera poco vemos una caída de precio en el pollo de 0,25 euros por kilo, cuando los costes de producción se vieron incrementados en un 30% en las últimas semanas por la subida del precio de los cereales", alertó el secretario general de Unións Agrarias.

Fuerte caída de la rentabilidad para los productores de pollo debido al cierre de la hostelería y al encarecimiento del pienso

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) advierte de la fuerte caída de la rentabilidad para los productores de carne de pollo, un sector que supone el 12,75% de la producción ganadera, rozando los 2.500 millones de euros en valor. La situación complicada por la que atraviesan las más de 7.000 granjas de pollo que hay en España se debe por una parte a la menor demanda, motivada por la ausencia de turismo y el descenso de actividad o cierre de la hostelería. Sirva como ejemplo que, según la patronal PROPOLLO, la producción total de aves cada mes en España está alrededor de los 44 millones de ejemplares, de los que un 25% se derivan al canal HORECA y que el 65% de las ventas de pollos asados están ligados a las fiestas y al turismo, ahora bajo mínimos. Esta menor demanda se está traduciendo en menos producción en las granjas: Si hasta ahora producían unas 5 camadas de pollos al año, con unos 15 días libres entre una crianza de pollos y la siguiente, ahora se está bajando a 3. "Estamos yendo a 25 días con la granja sin animales, pero los gastos fijos siguen siendo los mismos", advierte un avicultor de Ourense. El descenso de ingresos pone en una situación especialmente difícil a aquellas granjas más nuevas y con más endeudamiento.

Importaciones de pollo congelado a bajo precio

El otro motivo de preocupación es la subida de los piensos. Así, según UPA la soja se encareció un 25% desde agosto, pasando, de 299,5 $/tonelada en agosto a 398,7 $/Tn. De momento parte de los productores aun no sufren esta subida al negociar anualmente el precio del pienso con la integradora, pero es previsible que en los contratos del próximo 2021 se trasladen estas subidas de manera generalizada. Ante esta situación, UPA le pide a los supermercados un compromiso con el sector, rechazando las importaciones de pollo congelado a bajo precio, "que países como Polonia, fundamentalmente, están intentando colar en España". Desde esta organización también le exigen al Ministerio de Agricultura que actúe, activando medidas de gestión de mercado para gestionar las cerca de 30.000 toneladas de pollo congelado que están almacenadas actualmente, y articulando mdidas de apoyo a los productores.

Calculan que cada granja de pollos perderá unos 5300 euros a causa de la crisis del Covid 19

Unións Agrarias insta a la Xunta de Galicia a dar un paso al frente y a ponerse a trabajar sin demora en el diseño de fórmulas que permitan paliar las graves pérdidas que el sector del pollo prevé para este año. La organización agraria anima al gobierno gallego a actuar con la anticipación precisa para compensar la bajada de la actividad que podría darse en los próximos meses. "Sin una actuación adecuada, se traduciría en 3,5 millones de euros de pérdidas para las 670 granjas gallegas de avicultura de carne que hay en Galicia", advierten desde la organización agraria. Son, según Unións, las estimaciones que el propio sector ya tiene sobre la mesa, en vista de los hábitos de consumo que, en un año normal, se traducirían en un aumento del consumo de carne de pollo durante los meses del verano. El consumo de carne de pollo está muy ligado al turismo y a la actividad hostelera. Y suele repuntar durante la época de mayor afluencia de visitantes. Es por eso que las granjas gallegas miran con temor hacia la tormenta que se les viene encima; a consecuencia del descenso del flujo turístico previsto para esta temporada. "Las granjas deben hacer frente a una serie de gastos fijos de insumos, energía o seguros que no se reducirán a pesar del coronavirus. Sin embargo, la crisis sanitaria sí podría obligar a las explotaciones a mermar su habitual número de crianzas anuales. Una reducción de la producción que supondría un duro golpe para las rentas de estos productores", explican desde el sindicato. En concreto, calculan que podría significar la pérdida de 5.300 euros por explotación. Así las cosas, Unións Agrarias demanda anticipación e insta a la Xunta de Galicia a buscar fórmulas que permitan compensar el bajón de la actividad debido a la reducción del turismo. La organización recuerda que a causa de la estructura del propio sector, que trabaja de manera integrada, no caben soluciones parciales que se apliquen únicamente en la comunidad. Y anima al gobierno gallego a buscar apoyos y a liderar la búsqueda de un consenso a nivel nacional que evite que el sector avícola se convierta en una nueva víctima de la Covid-19. Advierten también de la tentación de abaratar la producción por parte de esas empresas integradoras ante la previsible bajada de la demanda de esta carne. Así las cosas, Unións Agrarias urge un plan estatal que permita adaptar la producción anual a las necesidades de consumo estimadas para este 2020, y que compense la pérdida de ingresos de los productores derivada de ese parón. Una especie de ERTE que, igual que ya se hizo en otros sectores, permita atajar los problemas de ingresos de los productores de pollo.

Se detiene la caída del precio de la carne de pollo gracias al descenso de la producción

El precio de la carne de pollo detuvo estas últimas semanas su su caída en la Unión Europea gracias al descenso de la producción que acometió el sector. Al igual que en otras producciones ganaderas, la crisis del coronavirus, con el consiguiente cierre de la hostelería -que en España representa alrededor del 25% de las ventas- y el parón en el turismo provocó una caída de precios significativa en el sector avícola. Sin embargo, según el informe que publicó esta semana la Comisión Europea, el descenso de la producción que está acometiendo el sector para hacer frente a la caída de la demanda está permitiendo que se frene el descenso de los precios. En concreto, la cotización esta semana del broiler se situó en 1,77 euros el kilo de promedio en la Unión Europea, lo que supone un 1,6% de subida respecto a la semana previa, aunque acumula una caída interanual del 7,2%, respecto a los 1,9 euros el kilo de mayo de 2019. Idéntico comportamiento se observó en los principales exportadores mundiales de carne de pollo, sobre todo en Estados Unidos, donde tras un desplome de los precios en abril y mayo de hasta 0,75 euros el kilo, en las últimas semanas rebotó hasta los 1,26 euros el kilo. En Brasil, el otro gran productor mundial, la evolución es peor, y la carne de pollo se mantiene en los 0,63 euros el kilo. La recuperación de los precios de la carne de pollo en la Unión Europea se produce gracias al descenso de la producción: en marzo se produjeron alrededor de 650.000 toneladas, frente a las alrededor de 730.000 del mismo mes del pasado año. La contraparte es que las exportaciones de carne de pollo de la UE pierden competitividad frente a las de Brasil y de Estados Unidos, con un precio notablemente inferior. Así, en los tres primeros meses de este año las ventas al exterior europeas bajaron en alrededor de 100.000 toneladas, mientras que EE.UU y Brasil incrementaron sus exportaciones de enero a marzo en unas 100.000 toneladas cada uno. Por la parte de las importaciones, China disparó sus compras al exterior de carne de pollo en los tres primeros meses del año: pasando unas 320.000 toneladas el pasado año a casi 450.000 en los tres primeros meses de este 2020.

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