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Bisannia Pradera Selenio: fertilizante, caliza y selenio en una sola aplicación

Bisannia Pradera Selenio es un fertilizante pensado para zonas de montaña y media montaña que se caracterizan por un manejo difícil debido a la orografía del terreno. Todas aquellas zonas de montaña y media montaña, tan abundantes en Galicia, son susceptibles de utilizar este producto, si bien esto no excluye a otras zonas. En palabras de Alonso López, Product Manager de Delagro: “Se trata de un excelente producto para usar en todas aquellas zonas en las que, por la orografía o el clima no se puede acceder con facilidad. De esta forma, en una vez aplicamos caliza y fertilizante”.

Lo novedoso de este producto radica en su formulación y su aplicación. En lo relativo a su formulación, de base nitrogenada, cuenta con una la caliza granulada más avanzada del mercado: Calcampo Plus. De esta forma obtenemos un fertilizante cuyo beneficio es doble: realizamos un aporte de fertilizante al mismo tiempo que aportamos caliza para corregir el pH, logrando un mayor aprovechamiento de nutrientes por parte la planta.

Bisannia Pradera Selenio mejora la eficiencia del abonado, al aportar dos productos en una misma aplicación. Esto contribuye a mejorar el manejo en aquellas zonas de montaña. “Bisannia Pradera Selenio ha supuesto una revolución y un gran éxito debido a su forma de aplicación, ya que facilita mucho el manejo al ganadero, por no hablar del ahorro de dinero y tiempo que supone el no tener que hacer varias aplicaciones”, continúa Alonso.

La gran fortaleza de Bisannia Pradera Selenio está en su formulación y facilidad de manejo

Otra de las grandes virtudes que tiene este producto es que en su formulación lleva incorporado Selenio. El Selenio, de manera natural, suele estar disponible en cantidades insuficientes en los forrajes, teniendo que realizar, en ocasiones, suplementación en los animales para que tengan niveles correctos de este mineral.
El Selenio es fundamental en la eficiencia reproductiva, tanto de las hembras como de los machos; así como también para la fase que va desde el nacimiento hasta el destete de los terneros. Existen estudios que relacionan los niveles correctos de Selenio de los terneros con un mayor aumento de peso (Guyot et al., 2006).

En los terneros que se alimentaron con el calostro de mejor calidad, proveniente de las vacas que recibieron el selenio en su forma orgánica se constata una mayor inmunidad. Asimismo, los índices de diarrea disminuyeron significativamente. Además de una mejor salud, los terneros presentaron una mayor ganancia de peso y, por tanto, se destetaron en óptimas condiciones. Dicha situación también se vio en el estudio realizado por Davis et al., 2005.

Bisannia Pradera Selenio es un producto distribuido por de Delagro que se comercializa en todas sus cooperativas socias y distribuidores.

Más información:

Alonso López Product Manager Delagro
Teléfono: 608 67 34 83
www.delagro.org

Así está afectando el gusano soldado a las praderas

El Mythimna unipuncta o gusano soldado, una plaga procedente de Estados Unidos, está arrasando las praderas en varios puntos de Galicia, especialmente en la comarca de la Mariña lucense. El gusano, el mismo que ya defolió fincas de maíz este verano, principalmente en las comarcas de la Mariña, Xallas y Costa da Morte, está comiendo ahora tanto las praderas permanentes como las temporales que se sembraron más temprano y que empiezan a nacer. En este época, a comienzos de octubre, con la llegada del frío debería estar hibernando en la tierra en forma de pupa y no causar problemas, pero las temperaturas anormalmente altas de estas semanas favorecieron una nueva generación de la plaga que es la que está provocando estragos. Para poder aplicar un tratamiento insecticida en las praderas debería contarse con la autorización de la Xunta, administración competente en la materia, pero de momento desde la Consellería de Medio Rural no se anunció ninguna medida al respecto. He aquí un vídeo de un ganadero del ayuntamiento lucense de A Pontenova:

Más información:

Claves para controlar el gusano que arrasa las fincas de maíz

PROTEINMASTER, una mezcla específica con leguminosas para praderas para cumplir con la PAC

La nueva PAC, que entró en vigor el pasado 1 de marzo, exige llevar a cabo una serie de buenas prácticas por parte de los agricultores y ganaderos, entre las que se encuentra la rotación de cultivos y la introducción de especies mejorantes en las praderas.

El Grupo Soaga ofrece una amplia gama de soluciones para pradera dentro de su completo catálogo de semillas pratenses y cultivos de invierno, con diferentes combinaciones de raigrases, leguminosas y cereales que se adaptan a las distintas necesidades de las explotaciones agroganaderas.

PROTEINMASTER está específicamente diseñada para cumplir con el ecorregimen de rotación con especies mejorantes de la PAC

Alguna de estas mezclas está específicamente diseñada para cumplir con el ecorregimen de rotación con especies mejorantes, que exige sembrar al menos el 5% de las tierras de cultivo de la explotación con leguminosas, bien solas o en combinaciones donde estas semillas sean mayoritarias.

En concreto, PROTEINMASTER, elaborada por la cooperativa francesa Cérience, que suministra fórmulas de semillas al Grupo Soaga, incluye un 51% de leguminosa (trébol rojo diploide, trébol encarnado y trébol blanco gigante) y un 49% de raigrás (híbrido tetraploide e híbrido diploide). La dosis recomendada de esta mezcla es de 35 kg/ha.

Esta mezcla aporta comodidad a la hora de sembrar y excelentes resultados a la hora de cosechar

Con PROTEINMASTER, además de cumplir las exigencias normativas de la nueva PAC se logra una excelente producción forrajera, tanto en cantidad como en calidad de ensilado, con altos porcentajes de proteína en la ración, lo que sirve para reducir las necesidades de concentrados y abaratar el coste de alimentación del ganado, al mismo tiempo que se está mejorando el suelo para el cultivo siguiente, al fijar nitrógeno atmosférico y airear la tierra.

En el siguiente enlace se puede descargar el catálogo completo de semillas pratenses de Cérience que ofrece Soaga, con indicación de las dosis de siembra recomendadas.

Otras fórmulas tanto para pasto como para ensilado

El cultivo de invierno con diferentes mezclas de raigrás y leguminosas aporta proteína y reduce las necesidades de fertilización del cultivo de verano al fijar nitrógeno ambiental

El Grupo Soaga trabaja a mayores con la empresa de semillas DLF, ofreciendo en su catálogo distintas mezclas de gramíneas, cereales y leguminosas pensadas tanto para el ensilado como para el pastoreo directo. Cuenta también con la marca propia GRAOS, con la que hace fórmulas y combinaciones a medida para sus clientes.

El departamento técnico de Soaga, formado por ingenieros agrónomos, está a disposición de los agricultores y ganaderos para ayudarles a elegir la mezcla que mejor se adapta a sus necesidades, en función de factores como el tipo de suelo o la duración y destino final de la pradera.

Puedes contactar con el Grupo Soaga en el teléfono 986 516 035 o a través de la página web www.gruposoaga.com.

“Hay que apostar por cultivos que el ganadero sepa manejar y sea capaz de rentabilizar”

Manuel Crespo, miembro del equipo técnico de Soaga

Este año la campaña de siembra de praderas estará condicionada por las nuevas reglas de la Política Agraria Común. “Para cumplir con el ecorregimen de rotación de cultivos con especies mejorantes, una ganadería que siembra una superficie de 100 hectáreas de maíz tendría que labrar a hierba en invierno el 50% de sus tierras, es decir, 50 hectáreas, de las que 10 ha tendrían que llevar especies mejorantes y al menos 5 leguminosas como especie predominante”, explica Manuel Crespo, técnico del Grupo Soaga.

Existe un amplio abanico dentro del listado de especies mejorantes aceptadas por Bruselas, pero Manuel Crespo recomienda “labrar cultivos que se sepan manejar y con los que se esté habituado a trabajar”. “Si siembras algo para cumplir con la PAC que no conoces bien y con lo que no estás familiarizado no serás capaz de rentabilizarlo”, asegura.

Por eso, seguir apostando por fórmulas de raigrás con trébol y otras leguminosas como las que distribuye el Grupo Soaga, que se adaptan a la perfección a las condiciones edafoclimáticas de la comunidad y con las que las explotaciones gallegas llevan muchos años trabajando, suponen una garantía a la hora de obtener buenos resultados.

No sembrar praderas monofitas

Entre las recomendaciones a la hora de sembrar praderas, Manuel Crespo hace hincapié en las ventajas de incorporar leguminosas. “Si queremos aprovechar un cultivo de invierno lo rentabilizamos mucho más con las mezclas de gramíneas y leguminosas que usando únicamente una sola variedad de gramínea y la ventaja de los raigrases es que nos permiten hacer combinaciones para aprovechar las mejores características de cada una de las especies”, explica.

La ventaja de los raigrases es que nos permiten hacer mezclas para aprovechar las mejores características de cada una de las especies

“El raigrás hibrido da calidad y producción, pero si le sumamos un raigrás inglés, aumentan los contenidos de proteína y los azúcares estructurales, lo que va a mejorar la calidad de los ensilados”, detalla. Las garantías de producción también son mayores, porque “si falla una de las especies siempre tienes las otras”, evidencia.

Variedades resistentes

Manuel recomienda incluir las leguminosas en las mezclas “no solo para cumplir con la PAC sino también para mejorar los suelos”. “El objetivo de la UE para 2030 es reducir en un 20% de uso de fertilizantes en un 50% la pérdida de nutrientes del suelo sin perder capacidad productiva. Para eso va a ser fundamental el uso especies mejorantes como son las leguminosas, que fijan nitrógeno atmosférico y descompactan el suelo”, recuerda.

Pero a la hora de decantarse por una variedad u otra o por una semilla u otra, aparte de la capacidad productiva que pueda tener la leguminosa hay que tener en cuenta también otros aspectos, como los que tienen que ver con la sanidad vegetal.

En Galicia hay que sembrar raigrases resistentes a la rolla y tréboles a los que no les afecte el oídio

“No debemos usar cualquier tipo de trébol, porque los tréboles son muy sensibles a los hongos, fundamentalmente al oídio, por eso en Galicia debemos emplear especies resistentes al oídio y en el caso de las gramíneas, es fundamental a resistencia a la rolla, una enfermedad que ataca mucho a los raigrases en Galicia”, explica el técnico del Grupo Soaga.

Tipos de suelos

Una de las claves para garantizar una buena implantación de las praderas es la elección de las variedades idóneas para cada tipo de suelo. “Hay que hacer una buena elección de las fincas y de los tipos de suelo donde hacer las praderas para optimizar al máximo el rendimiento”, defiende. «Por ejemplo, los cereales son muy sensibles a los encharcamientos, la producción puede reducirse a la mitad en terrenos muy mojados y que encharquen”, indica.

Es fundamental conocer qué tipos de fincas tienes para decidir qué sembrar en cada caso; en suelos arcillosos que encharquen con facilidad lo mejor es no sembrar cereales

Por eso, en suelos arcillosos que encharquen con facilidad es mejor no sembrar cereales. Además, una buena opción en terrenos húmedos es no hacer la siembra de las mezclas de cereales de invierno y leguminosas en otoño, sino en enero, explica. 

Momento de la siembra

Otra de las recomendaciones tiene que ver con la elección del momento óptimo de la siembra. “Las leguminosas necesitan horas de luz (fotoperiodo) para implantarse bien. Cuanto antes sembremos una pradera de leguminosas mejor se implantarán, al contrario que los cereales de invierno, que necesitan horas de oscuridad”, cuenta Manuel Crespo.

Por eso aconseja sembrar antes las praderas de raigrás con trébol y dejar para las siembras más tardías las mezclas de cereales de invierno con leguminosas.

‘Calcimer’, única enmienda cálcico magnésica extraida directamente del mar

Calcimer T400 es una enmienda cálcico-magnésica granulada que presenta unas características singulares. Es la única caliza extraída directamente del fondo del mar, lo que le aporta una composición y un modo de acción distinto a los carbonatos de cantera. Timac Agro, la empresa que elabora y comercializa Calcimer, comprobó en sus ensayos que el producto se demostraba hasta cuatro veces más eficaz en la corrección del pH del suelo. “Es un paso adelante en la mejora de los suelos ácidos”, valora la empresa.

La eficacia del producto se debe a su alto contenido en Aragonito, un mineral más soluble que la calcita y que aumenta con rapidez el pH del suelo

La eficacia del producto viene definida por su alto contenido (75%) en un mineral calizo, Aragonito, más soluble que la calcita y de estructura más porosa. Esto incrementa considerablemente la rapidez en el aumento del pH del suelo, que se refuerza con la posterior acción de la calcita, que representa el 25% restante del producto.

Calcimer, es extraído en la costa atlántica de la Bretaña francesa. Su origen está en algas coralinas del fondo marino, una particularidad que le proporciona gran riqueza en elementos secundarios, como azufre y sodio, o en oligoelementos, como yodo o boro, con propiedades positivas para los cultivos. Timac Agro destaca que Calcimer es un producto que estimula la actividad microbiana del suelo y mejora la asimilación de nutrientes.

El producto, recomendado para praderas y otros cultivos, es además utilizable en agricultura ecológica.

Más información

Puede consultarse para más información con los siguientes contactos:

  • A Coruña: 646 064 967 / 618 935 499
  • Lugo: 650 681 874 / 609 627 705 / 618 455 418
  • Ourense / Pontevedra: 609 667 591

Caliza magnesiana, doble acción para mejorar la nutrición de los cultivos

La empresa gallega Calfensa apuesta para la campaña de maíz por la caliza magnesiana, bien en formato polvo o granulada, que permite mayor comodidad para las explotaciones. La mayoría de los agricultores continúan aplicando la Caliza Agrícola tradicional, conformada por carbonato cálcico (calcita), pero en los últimos años está creciendo el consumo de la Caliza Magnesiana.

«Las analíticas de suelo en las explotaciones son cada vez más habituales y con frecuencia suelen revelar carencias de magnesio, que es un elemento importante para mejorar la nutrición de los cultivos», explica Alberte Momán, ingeniero técnico agrícola del departamento comercial de Calfensa. «Con la caliza magnesiana, logramos una doble acción. Corregimos el pH del suelo, lo que mejorará la absorción de nutrientes por los cultivos, e incorporamos magnesio».

Calfensa puede aplicar o suministrar la caliza magnesiana en el tradicional formato en polvo o bien granulada, un formato que lanzó al mercado hace tres años. «Con la creación de un granulado de Caliza Magnesiana buscamos un producto de buena calidad que cubra las necesidades en el campo. En el mercado ya hay muchos productos granulados, pero sin magnesio», señala Alberte.

La Caliza magnesiana granulada de Calfensa está compuesta en un 30% por óxido de calcio en forma de carbonato y en un 20% por óxido de magnesio. Su valor neutralizante es de 58 y presenta una granulometría de 2 a 5 milímetros.

«Es nuestra caliza magnesiana en polvo granulada. Es un producto que destaca por su solubilidad y se caracteriza por ser altamente reactivo, es decir, por corregir el pH cuando el cultivo lo necesita. En el mercado existen otros productos a base de dolomitas que reaccionan más lentamente y que necesitan una aplicación con más anticipación», precisa Alberte Momán.

Gama de calizas de Calfensa

Caliza agrícola
El carbonato cálcico, la caliza agrícola tradicional, es un producto muy empleado y no caústico. El grado de finura del producto determinará su tiempo de reacción en suelo.

«Cuanto más fino es un producto, tendrá un mayor número de partículas que se descompondrán antes en el suelo. En el caso de las calizas de Calfensa, estamos hablando de un tiempo de reacción de 3 – 4 semanas, dependiendo de factores como la humedad del suelo o sus características», explica Alberte Momán, ingeniero técnico agrícola del departamento comercial de Calfensa.

«Vale la pena valorar qué tipo de producto se está usando, pues hay en el mercado productos poco reactivos o con un mayor grado de impurezas», valora el técnico.

«Nos centramos en ofrecer productos solubles y que destacan por su alta reactividad. Es decir, corrigen el pH cuando el cultivo lo necesita» (Calfensa)

Otra cuestión a tener en cuenta es la capacidad de la caliza para corregir la acidez del suelo, que se mide por su valor neutralizante. La caliza agrícola de Calfensa presenta un valor neutralizante de 50, por lo que para la mayoría de suelos agrícolas gallegos, caracterizados por su acidez, serán precisas dosis de aplicación de 2.000 – 2.500 Kg. / hectárea. «Esta es la dosis habitual, pero siempre aconsejamos que el productor haga un análisis de tierras para hacer un encalado con mayor precisión», señalan en Calfensa.

En el mercado de las calizas, hay además mensajes que llevan a la confusión, pues existen productos que se presentan en un formato de granulado esférico con dosis de aplicación recomendadas de 400 – 600 Kg. / hectárea. «No hay explicación técnica para aconsejar una dosis tan baja, pues el valor neutralizante de estos productos es igual que el de nuestra caliza, por lo que la cantidad a aplicar tiene que ser la misma» -advierte Alberte Momán.- «Hay que prestarle atención al valor neutralizante del producto», recomienda.

Otra situación confusa puede producirse con calizas procedentes de Portugal, país que tiene un sistema diferente para medir el valor neutralizante. Así, calizas lusas que se presentan en Galicia con un valor neutralizante de 85 son equivalentes a las calizas españolas con un valor neutralizante de 40.

«Es necesario atender al valor neutralizante de la caliza, ya que en el mercado hay mensajes engañosos»

Por último, conviene señalar que en el mercado hay también calizas a base de dolomita, con un tiempo de reacción más largo que el carbonato cálcico, si bien no es un producto con el que trabaje Calfensa.

Caliza magnesiana (Caliza agrícola + óxido de magnesio)
Los suelos agrícolas gallegos suelen presentar carencias de magnesio, por lo que Calfensa ofrece una caliza agrícola que incorpora un 20% de óxido de magnesio. Se corrigen así las deficiencias en calcio y magnesio, dos elementos importantes para mejorar la nutrición de los cultivos.

La incorporación del óxido de magnesio eleva el valor neutralizante del producto a 60, por lo que la dosis será ligeramente inferior a la del carbonato cálcico.

La aplicación de las calizas agrícolas es realizada por Calfensa por medio de equipos con brazos dosificadores, dotados de un sistema de pesado y dosificación programado. La empresa cuenta con tres equipos aplicadores, con los que responder a los picos de demanda de la primavera, y también se mantiene en servicio un aplicador con aire a presión, ya que es más versátil para parcelas que presentan dificultades en el uso de los equipos con brazos aplicadores.

Óxido de calcio y óxido de magnesio
Son los productos que presentan una mayor velocidad de reacción, si bien su costo también es más alto.

El valor neutralizante del óxido de calcio está en 92 y el del óxido magnesiano en 92,8. Esos valores determinan la aplicación de dosis medias en Galicia de 1.200 – 1.600 kg. / hectárea. El producto servido por Calfensa se presenta granulado, a modo de gravilla, y puede ser esparcido por el propio ganadero por medio de abonadoras. «La principal ventaja que ofrece es la comodidad», señalan en la empresa.

Nuevamente hay que tener en cuenta factores como el valor neutralizante del producto o su facilidad para deshacerse en el suelo.

Consejos de aplicación

Incorporación al suelo
Dado que la acción del encalante es por contacto directo, es preciso hacer un esparcido homogéneo en toda la superficie, así como una incorporación inmediata al suelo por medio de un laboreo. De este modo, se garantizará el beneficio del producto en toda la zona que ocuparán las raíces del cultivo.

Subida del pH
Deben usarse dosis que no suban el nivel del pH del suelo más de un punto, ya que una subida repentina mayor tendría efectos negativos en los microorganismos del suelo.

Aplicación de purines y abonos.
Dentro de lo posible, es conveniente esperar a que el producto encalante haya reaccionado en el suelo antes de incorporar purines, estiércoles o abonos. De no hacerlo así, el encalante puede reaccionar con el abono o con abonos nitrogenados amoniacales, desprendiendo amoniaco y, por tanto, reduciendo la capacidad de fertilización del abono o del purín. También puede repercutir de manera negativa en los fosfatos.

Ventajas del encalado

Es conocido el efecto negativo que tiene la acidez del suelo para la nutrición de las plantas. El encalado conbribuye a corregir ese problema, generando una serie de efectos positivos, que podemos resumir de la siguiente manera:

– Evita el bloqueo y fijación de los fosfatos, facilitando su absorción por el cultivo.

– Bloquea parte de los iones de aluminio, hierro y manganeso, que pueden estar en concentraciones muy tóxicas para los cultivos.

– Aumenta la accesibilidad del molibdeno para la planta, un elemento fundamental.

– Mejora la estructura del suelo, estabiliza los humatos y aporta calcio.

– Estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mayor mineralización de la materia orgánica.

– Contribuye a un mejor desarrollo del sistema radicular de las plantas, aumentando la superficie explorada por estas.

Más información

¿Cómo mejorar la cantidad de proteína en praderas forrajeras?

En la actualidad, el ganadero de vacuno está sufriendo día tras día subidas en los costes de los piensos compuestos, motivadas por las altas cotizaciones de las materias primas que las componen, y esta situación dados los acontecimientos internacionales, parece que ha llegado para quedarse y no ser algo puntual.

Es posible compensar este aumento en la factura de los piensos, si se manejan adecuadamente otros factores que influyen de una manera directa sobre el coste del pienso, como es la realización de una fertilización rentable de las praderas.

Con un manejo adecuado del abono nitrogenado, aportado en el momento correcto, a la dosis necesaria, en la forma química más asimilable y preferiblemente acompañado de azufre totalmente asimilable, se puede asegurar un aumento significativo de la producción de proteína por hectárea.

Un abono nitrogenado se puede comprar en tres formas químicas únicas o combinadas entre sí:

  • Ureica o Amídica
  • Amoniacal
  • Nítrica.

El nitrógeno en forma ureica o amidica presenta como característica principal que no puede ser directamente asimilado por el cultivo. Por tanto, necesita de una transformación para pasar a nitrógeno amoniacal. Esta transformación está condicionada por la temperatura y humedad presente en el suelo, si no es la adecuada provoca pérdidas de Nitrógeno en forma de gas amoniaco.

Esto significa que parte del nitrógeno pagado por el ganadero se pierde en la atmosfera. Estas perdidas por volatilización o por lavado dependen del año y de las condiciones, pero pueden llegar a ser muy elevadas.

El nitrógeno en forma amoniacal queda fijado en las arcillas del suelo y apenas tiene perdidas, por esto el cultivo lo irá tomando en función de su transformación a nítrico.

El nitrógeno en forma nítrica es como los cultivos prefieren absorber el nitrógeno, lo hacen rápida y fácilmente, lo que los convierte en los más eficientes por unidad de nitrógeno aportada.

La aplicación de fertilizantes nítricos – amoniacales, combinada con azufre, permite incluso duplicar las cantidades de proteína obtenida

Queda demostrado por ensayos de fertilización realizados en pradera, que se puede llegar a alcanzar techos productivos de hasta el doble de proteína por hectárea, si se aplican fertilizantes combinando las formas nítrico-amoniacales con azufre altamente asimilable.
Estas graficas representan los resultados de una pradera donde se realizaron dos tratamientos de nitrogenados el 28 de mayo con las mismas unidades, segándose el 30 de junio.

  • Tratamiento 1: Fertilizante nitrogenado de importación
  • Tratamiento 2: Nitro sulfato amónico 26% (NSA) de Fertiberia

La gama de fertilizantes con azufre asimilable y nitrógeno nítrico de Fertiberia, NSA 26%, NSA GREEN y Nitramón, le ayuda a conseguir este beneficio por hectárea, que permitirá reducir el coste de la ración para el ganado.

ENTEC®, el abono más eficiente para cubrir todo el ciclo de la pradera

Hablamos con dos granjas de los municipios de Ponteceso y Trazo (A Coruña) que trabajan de forma habitual con ENTEC®, tanto en la pradera como en el maíz. En este vídeo, grabado la pasada primavera, explican el manejo que hacen del abonado en pradera.

Completamos la pieza con dos técnicos que valoran las mejores estrategias de abonado y las ventajas de este fertilizante, que en Galicia tiene como puntos fuertes evitar el lavado de nutrientes por las lluvias y aportarle nutrientes a la hierba durante todo su ciclo productivo.

Repasamos a continuación las ventajas del fertilizante Entec® y las distintas opciones de abonado en pradera y maíz.

Optimiza la eficiencia de los nutrientes

Los fertilizantes ENTEC® están estabilizados y cuentan con la tecnología de fertilizante más avanzada, que permite reducir las pérdidas por lixiviación de nitratos, mitigar la emisión de gases de efecto invernadero (N2O) y garantizar una mayor eficiencia de los nutrientes. Estas ventajas se traducen en una mayor disponibilidad del nitrógeno para los cultivos, incrementando su potencial de rendimiento y calidad.

Excelente calidad de producto

La gama ENTEC® son fertilizantes complejos NPK, NP y N, que aglutinan las excelentes características de los abonos de EuroChem – perfecta granulación, ausencia de polvo, bajo contenido en cadmio (metal pesado), alta solubilidad y sin nitrógeno ureico. El nitrógeno ureico, además de no estar disponible directamente para las plantas, provoca pérdidas por volatilización de amoniaco que es un gas muy perjudicial la atmosfera. ENTEC® cuenta con una de las tecnologías de fertilizantes más eficientes para mejorar la absorción de los nutrientes, especialmente la del nitrógeno.

Los fertilizantes ENTEC® favorecen la nutrición mixta de los cultivos con nitrógeno nítrico y amoniacal, favoreciendo una mejor absorción de macronutrientes, como el fósforo, y micronutrientes.

El nitrógeno siempre disponible

El nitrógeno, igual que el resto de nutrientes aportados con los fertilizantes ENTEC®, está completamente disponible desde el momento de la aplicación. ENTEC® no es un fertilizante de liberación lenta. ENTEC® cuenta con una excelente relación de nitrógeno en forma nítrica, fundamental en los primeros estados de desarrollo de los cultivos, y amoniacal (sin urea), además de la tecnología de fertilizante más avanzada.

Sus características le permiten cubrir las necesidades nutritivas de cultivos forrajeros tan exigentes con el nitrógeno como son el maíz o las praderas durante todo su ciclo. La mayor eficiencia de los fertilizantes ENTEC® también se traduce en beneficios medioambientales, como son la reducción de pérdidas de nitrógeno por lixiviación de nitratos o emisiones de gases de efecto invernadero.

Ideal para cultivos forrajeros

Las formulaciones ENTEC® tienen una relación del nitrógeno en forma nítrica y amoniacal óptima para el correcto desarrollo de los cultivos desde sus fases iniciales. La pequeña parte en forma nítrica, necesaria y fácilmente asimilable, en caso del maíz, aporta unas condiciones óptimas para desarrollarse desde la germinación e inicio del sistema radicular hasta la aparición de las primeras hojas verdaderas.

A la pradera, le permite un empuje importante al desarrollo foliar cuando se aplica en cobertera. La parte del nitrógeno en forma amoniacal (estable en el tiempo por la tecnología ENTEC®) está disponible desde la aplicación del fertilizante, pero también durante un largo periodo de tiempo, permitiendo cubrir las necesidades de este nutriente en etapas de desarrollo posteriores. Esto no ocurre con fertilizantes convencionales, donde sin ENTEC®, el nitrógeno se pierde rápidamente. Sin aplicar la tecnología ENTEC® al nitrógeno, las lluvias pueden provocar grandes pérdidas por lixiviación.

La mejor opción para la pradera

La ventaja de los abonos ENTEC® es que proporcionan al cultivo una mayor cantidad de nitrógeno disponible. Esto permite a la pradera “despertar” más rápido e iniciar en mejores condiciones las etapas que tienen un gran impacto en el rendimiento final como son el desarrollo radicular y vegetativo. Los fertilizantes ENTEC® no solo aportan a la pradera este “empuje” sino que también permiten una nutrición progresiva durante todo el ciclo de cultivo. Este hecho permite al agricultor ser más flexible con la aplicación de coberteras de nitrógeno, pudiendo ajustar mejor la dosis si fuera necesaria una segunda aplicación.

Una buena estrategia para mejorar la eficiencia de la fertilización nitrogenada en cobertera de las praderas es ENTEC® 27. El nuevo fertilizante de la gama ENTEC®, que nos permite ajustar la dosis de nitrógeno en una cobertera, aporta flexibilidad en el momento de aplicación y permite minimizar las pérdidas de nitrógeno.

Con ENTEC® se evita tener que fertilizar pronto con un nitrógeno convencional y en días muy fríos, y, por tanto, permite minimizar las pérdidas de nitrógeno asociadas a dicha práctica. ENTEC® 27 mejora producciones y calidades de forraje a la vez que reduce los encamados debido al exceso de nitrógeno tardío.

ENTEC® 27, al igual que el ENTEC® 25-15 o ENTEC® 24-8-7, garantiza una fertilización totalmente respetuosa con el medio ambiente. Con ENTEC® se puede ajustar mejor la fertilización nitrogenada en cobertera a las condiciones específicas del año.

La mejor opción para el maíz

El maíz es un cultivo muy exigente en lo que a fertilización se refiere, siendo el nitrógeno el nutriente al que normalmente presenta mayor respuesta. Esto se debe a que la gran mayoría de los suelos no son capaces de suministrar las cantidades de este nutriente que necesita el maíz. Por tanto, la fertilización nitrogenada es fundamental para conseguir buenos rendimientos.

Con los fertilizantes ENTEC® se proporciona una mayor cantidad de nitrógeno disponible y durante un mayor periodo de tiempo. Este aspecto es fundamental para evitar momentos puntuales de deficiencia de nitrógeno que puedan causar grandes pérdidas de rendimiento. La gama de productos ENTEC® altos en nitrógeno ENTEC® 24-8-7, 20-10-10, 25-15, permite ser flexible con las aplicaciones de fertilizante en fondo, favoreciendo la organización y el trabajo de campo de los agricultores.

La combinación de nitrógeno nítrico y amoniacal con ENTEC® resulta especialmente interesante para el maíz. La parte nítrica totalmente necesaria en las primeras fases del cultivo, permite una rápida asimilación en fases tempranas, desde la germinación hasta las primeras hojas, y la parte amoniacal con ENTEC® garantiza el suministro continuo de nitrógeno a la vez que reduce el riesgo de pérdidas.

La mejor opción para el medioambiente

El abonado con ENTEC® evita el riesgo de pérdida de nitrógeno que se puede producir por fuertes eventos de lluvia, disminuyendo así la contaminación de las aguas por nitratos. Los abonos convencionales aplicados van a perder una parte muy importante del nitrógeno por lixiviación, contaminando las aguas superficiales y subterráneas con nitratos.

Este hecho también tiene consecuencias en el forraje, que puede sufrir de falta de nitrógeno aumentando el número de aplicaciones de las coberteras nitrogenadas. ENTEC® es un producto especialmente interesante en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, ya que su tecnología de fertilizante contribuye a proteger estas áreas más sensibles a la contaminación.

Con la aplicación de abonos ENTEC® también se disminuye de forma sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global de la atmósfera, con nefastos efectos medioambientales. Igualmente, al ser fertilizantes sin nitrógeno en forma de urea, se minimiza el riesgo de volatilización de amoníaco, otro compuesto nitrogenado proveniente de la aplicación de urea y purines en la agricultura.

Te beneficias tú, se beneficia tu cultivo y se beneficia el medioambiente

Con ENTEC® se aporta resiliencia a los cultivos, proporcionando unas condiciones de producción óptimas incluso con condiciones meteorológicas adversas o fuertes eventos de lluvia. Algunas de los principales beneficios ambientales, agronómicos y económicos:

• Aumentan el rendimiento en un 5% de promedio, y, además, permiten ahorrar entorno a un 10% de fertilizante nitrogenado.

• Tienen una gran flexibilidad de aplicación de los fertilizantes:
◦ Se necesitan menos aplicaciones.
◦ Permiten una aplicación más flexible y ajustada de las coberteras.

• Además, aseguran el suministro de nitrógeno a las plantas ante condiciones climáticas cada vez más cambiantes (y adversas).

• Reducen hasta el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyen considerablemente las pérdidas por lixiviación de nitratos. Además, al no llevar N en forma de urea, se reduce el riesgo de emisiones por volatilización de amoníaco.

• Son muy seguros: no se bioacumulan, no se transporta a aguas subterráneas o superficiales, y no tiene efectos secundarios en las personas ni en la biosfera. Y además presentan un bajo contenido en metales pesados, principalmente cadmio.

Son ideales para el abonado de cultivos forrajeros como las praderas y el maíz ya que aseguran un suministro óptimo de nitrógeno y otros nutrientes durante las fases iniciales del cultivo, y también, cuando empiezan las necesidades importantes de nutrientes que determinan los factores del rendimiento.

Malas hierbas de las praderas….que no lo son tanto

Labaza, lengua de oveja, pico de cigüeña, diente de león o hierba de Santiago son algunos de los nombres populares de hierbas que aparecen en las praderas empleadas por ganaderías de vacuno de leche y que resultan un quebradero de cabeza para muchos ganaderos. Son hierbas inoportunas cuando se procura una producción forrajera específica con otras especies como el raigrás o el trébol. Sin embargo, la presencia de estas plantas proporciona claves sobre el estado del terreno. Conocer los motivos por los que germinan en la pradera estas especies puede ser el camino para conseguir reducir su presencia o eliminarlas. Esas fueron algunas de las conclusiones de la jornada formativa que el ingeniero agrónomo y asesor técnico Xan Pouliquen ofreció recientemente en el Centro de Experimentación y Formación Agraria de Sergude (Boiqueixón, A Coruña).
Las hierbas inoportunas pueden proporcionar un aporte significativo de nutrientes
"Las llamadas 'malas hierbas' no lo son tanto, sino más bien se trata plantas inoportunas. En definitiva, son hierbas que en determinados momentos pueden crear problemas con distintos cultivos por diversas razones", concreta Pouliquen. De hecho, muchas de esas plantas consideradas en las praderas como malas hierbas pueden hacer un aporte significativo de nutrientes, minerales o vitaminas o tienen efectos positivos sobre la fauna del suelo, como es el caso, por ejemplo, del diente de león (Taraxacum officinale) que aporta una significativa cantidad de minerales como hierro, calcio o magnesio. Ejemplar de margarita silvestre recogida durante la sesión formativa. Hay también casos de hierbas que en la actualidad están consideradas como inoportunas pero fueron cultivadas en otras épocas. Algunas de ellas incluso son cultivadas en otros lugares. Así ocurre, por ejemplo, con las distintas variedades de Plantago lanceolata, conocido popularmente como lengua de oveja, y que sirve como cultivo forrajero en distintas partes del mundo. "Mientras aquí los ganaderos no la quieren en la pradera, hay mucha gente que siembra esta variedad en diferentes latitudes", detalla Pouliquen.

¿Por qué aparecen?

Una de las claves para atajar la presencia de estas plantas en las praderas es conocer los motivos por los que brotan. "Es preciso conocer en qué condiciones germinan esas plantas y ver cómo es nuestro terreno, puesto que si no cambiamos ninguno de estos factores vamos a seguir teniendo esas plantas en la pradera", explica. Es habitual pensar que la presencia de estas plantas está ligada a semillas procedentes de forrajes que se adquieren, purines o que vienen incluso mezcladas cuando se realiza la siembra de la pradera. Aunque todas ellas son vías de entrada de semillas a las praderas, Pouliquen compara la gran cantidad de semillas que muchas de estas plantas pueden llegar a producir con la presencia real de estas plantas en los pastos para poder ver la dimensión real que estas acciones pueden suponer. "En el caso de hierbas como el cenizo podemos tener entre 1.000 y 5.000 semillas, pero en el amaranto cada planta produce más de 40.000 semillas. Si al año siguiente no tenemos 40.000 amarantos pequeños en el lugar, algo más ocurre para que eso sea así", detalla.
"Vamos a tener millares de semillas en nuestras praderas, tenemos que gestionar los suelos para conseguir que sólo prosperen las que nos interesan"
Teniendo en cuenta estos datos y echando mano de diversos estudios, Pouliquen señala que en los suelos de las praderas se pueden contabilizar entre 17.000 y 3,4 millones de semillas por metro cuadrado, por lo que recomienda otras estrategias en vez de intentar controlar las semillas presentes en la pradera. "Vamos a tener millares de semillas en nuestras praderas, algunas vendrán de fuera y otras serán las que tengan acumuladas nuestros suelos de prácticas que hicimos en el pasado, así como de la acción de los animales. Lo que tenemos es que gestionar los suelos para conseguir que solo prosperen las que nos interesan. Jugar solo con la cantidad y el control de las semillas no es suficiente", concreta. Pouliquen señala que el manejo que se realiza de los pasteros y las condiciones en las que se encuentran los suelos son determinantes para que estas hierbas germinen, por lo que también será indispensable tener en cuenta esto para reducir su presencia.
Algunas de las plantas inoportunas recogidas para su identificación y clasificación durante la sesión.

Algunas de las hierbas inoportunas más presentes en las praderas gallegas

De la mano del técnico, con experiencia en la evaluación de las praderas, conocemos algunas de las hierbas inoportunas más comunes en Galicia. Su presencia puede ser un indicador del estado de los suelos y conociendo esto puede ser más sencillo adecuar el manejo del pasto. -Rumex spp., conocidas popularmente como labazas. La gran variedad de rumex que existe dificulta su identificación y en función de la especie concreta que brote en las praderas puede ser un indicativo positivo o negativo del estado del prado. Por lo general, evidencian mucha fertilidad y, según la especie, la falta de aire en la tierra debido, en parte, a un exceso de agua. Además, pueden indicar carencias de actividad biológica y un alto contenido de nitritos de origen no natural, así como un exceso de potasio y nitratos. "A veces estas hierbas inoportunas también son verdaderos aperos para trabajar la tierra, es el caso de la labaza, que debido a sus raíces es una planta que contribuye a descompactar los suelos", explica Xan Pouliquen. -Plantago Lanceolata, son las lechugas o lenguas de oveja. Su presencia en la pradera indica la falta de aire en el terreno y la fosilización de la materia orgánica, así como la falta de arcilla y humus. Son además un indicativo de que existe una buena actividad biológica en estas praderas. "Suelen ser un indicador de que se trata de un terreno fértil y bueno", concreta. Lenguas de oveja y hierbas de Santiago en una pradera dedicada al pastoreo de vacuno de leche. -El diente de león, Taraxacum officinale, es una de las plantas que brota en suelos muy ricos, pero que acusan una falta de osigenación de la tierra y un exceso de nitrógeno de origen animal. Suelen ser terrenos con un alto grado de fosilización. La presencia de estas plantas se asocia también a turnos de pastoreo largo. -Conocida como bolsa de pastor, la Capsella bursa-pastoris, es una hierba que crece en suelos muy ricos y que de nuevo tienen una importante falta de aire, por lo que el terreno tiene un problema de compactación. También suele aparecer en tierras con una gran cantidad de nitrógeno de origen animal y revela que se está produciendo un bloqueo del fósforo. "Dado que la presencia de estas plantas está asociada a suelos compactos puede ser recomendable realizar análisis del perfil del suelo para conocer si esta compactación es superficial o más profunda y actuar en consecuencia para atajarla", explica el técnico. -Las margaritas silvestres, Bellis sylvestris, abundan en aquellas praderas que tienen un suelo rico, pero con carencias de calcio y de nitrógeno animal. Son un indicador de una alta fosilización, lixiviación y erosión de estos suelos. Suelen aparecer en prados con ciclos de pastoreo muy cortos. "Es frecuente encontrar en la misma pradera plantas que indican lo contrario, como tener margaritas y bolsa de pastor, por lo que es preciso hacer un análisis pormenorizado de la variedad y cantidad de plantas que hay en la parcela, ya que una sola no basta para dar un diagnóstico del estado del terreno", concreta Pouliquen. -La presencia de garranchuelos, Digitaria sanguinalis, en tierras de cultivos como el maíz evidencia que el terreno acusa la falta de osigenación y un exceso de agua. Además indica una gran cantidad de nitrógeno de origen animal y nitritos derivados de la acción humana. Los garranchuelos también suelen ser un indicador de que esa tierra presenta una salinización provocada por un exceso de potasio. -Los cardos, Cirsium vulgare por ejemplo, suelen crecer en suelos muy ricos y son una señal de compactación del terreno y de una gran cantidad de nitrógeno animal. Su presencia indica también el agotamiento de las especies forrajeras de la pradera. El cardo es una de las especies que aparece en las praderas gallegas. -Las distintas especies de Agrostis son también habituales en pradeiras gallegas y su presencia indica una importante falta de aire en ese terreno y el exceso de agua. También evidencia que se trata de suelos con una gran cantidad de nitritos procedentes de la acción humana, así como la falta de actividad biológica. Estas plantas suelen crecer en praderas con un pastoreo continuo o que acusan un sobrepastoreo, bien sea por la densidad de animales o por el tiempo que estos pasan allí. -Las borrajas, Echium spp., son un indicador de que ese terreno tiene importantes carencias tanto de calcio, como de agua, carbono, nitrógeno y de actividad biológica. En definitiva, crecen en terrenos empobrecidos y que tienen una importante lixiviación y erosión.

Factores que degradan el pasto

A la hora de abordar la presencia de estas hierbas indeseadas en las praderas, Pouliquen incide en que no se trata tanto de una invasión de este tipo de hierbas sino de la desaparición de las especies que queremos y que sembramos. "Estamos teniendo un manejo de la pradera que provoca la desaparición de las hierbas que queremos", explica.
"Estamos haciendo un manejo de la pradera que provoca la desaparición de las hierbas que queremos"
El especialista señala que la compactación del terreno es una de las principales causas de la aparición de estas hierbas inoportunas. En ocasiones esta compactación se debe al empleo excesivo de maquinaria pesada y el laboreo reiterativo. Las condiciones de humedad del terreno también provocan una menor osixenación del suelo y que remate siendo más compacto. Incluso la pisada de los animales contribuye a favorecer ese efecto. Otro de los factores claves es el sobrepastoreo de las parcelas, lo que impide que especies como las gramíneas, los raigrases y las leguminosas lleguen a reproducirse como debieran. "Si no le dejamos reposo, tanto en invierno como en verano, esas plantas se van a ir agotando", concreta el técnico.

El empleo de tréboles en ensilados de hierba y pastoreo aumenta la producción de leche

El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) ha constatado que las vacas alimentadas con leguminosas producen hasta un 8% más de leche y con un perfil graso de mayor calidad nutricional. Son las conclusiones de una investigación llevada a cabo durante tres años que tenía por objetivo analizar cómo influye la introducción de las leguminosas en el pastoreo o ensilado. Así, se realizaron cinco experimentos donde se compararon las tres especies de leguminosas pratenses más usadas en las granjas lecheras gallegas -los tréboles violeta y blanco y la alfalfa- con el raigrás inglés, en dos casos de ensilado con vacas estabuladas y en tres de pastoreo, todos ellos con niveles medios y bajos de piensos, respectivamente. Como conclusiones, la investigación arrojó que aumenta la producción y la calidad de la leche cuando en la alimentación de las vacas abundan las especies leguminosas. Así, la producción se incrementó entre un 6% y un 8% de promedio, tanto en pastoreo como con ensilados, en comparación con pastos de gramíneas puras. Asimismo, se constató una mejora de la calidad del perfil graso de la leche producida con raciones que integran leguminosas, así como un incremento en la concentración de ácidos grasos poliinsaturados totales y de Omega-3 total (beneficiosos para la salud), particularmente cuando se apuesta por el trébol violeta. En esa línea, el estudio también revela que procede refinar la tecnología de ensilado de las leguminosas pratenses, en concreto evitando presecados excesivamente largos que reducen el contenido en ácidos grasos poliinsaturados. Ahorro en fertilizante A mayores, la investigación destaca el ahorro en fertilizante nitrogenado de síntesis que supone la introducción de las leguminosas en los pastos. Además, concluye que utilizando forrajes frescos y ensilados de buena calidad es posible reducir considerablemente el consumo de piensos en las explotaciones lecheras y mejorar su sostenibilidad económica y ambiental. De este modo, la inclusión de especies leguminosas en los pastos no sólo incidiría en el incremento de la productividad animal y en un mejor perfil graso de la leche sino que encajaría con los requerimientos actuales de los consumidores en cuanto a la calidad de la leche producida con un reducido impacto ambiental. En ese sentido, Medio Rural destaca que la introducción de leguminosas en los sistemas forrajeros atiende a las directrices de la Comisión Europea que orientan la próxima PAC. También se alinea con la estrategia del European Green Deal (Acuerdo Verde Europeo), que persigue una economía neutra en carbono y sistemas de provisión de alimentos más justos, más saludables y más orientados al mantenimiento del medio ambiente.