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Recomendaciones prácticas para mejorar la calidad del silo de hierba

La nutróloga Ana Rama, durante su intervención en las Jornadas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro La nutróloga e ingeniera agrónoma Ana Rama Andrade asegura que es posible mejorar la calidad del silo de hierba con el que cuentan la mayoría de las explotaciones ganaderas. En las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro dio algunos consejos para lograrlo. Comenzó definiendo que se considera una hierba de calidad, desde tres puntos de vista: calidad nutricional, conservación y calidad higiénica. “Nutricionalmente un silo de hierba busca aportar proteína a la ración; por lo tanto, cuanta más proteína tenga el silo mejor, pero como mínimo un 16%; con niveles de fibra no demasiado altos, de alrededor del 38-44% de fibra neutro detergente (FND), porque a medida que esos porcentajes son más elevados perdemos ingestibilidad y digestibilidad, es decir, capacidad de comer kilos de silo y de digerirlos por parte del animal; y con una materia seca de entre el 24 y el 30%, aunque no hay una materia seca ideal, ya que en función de como sea la hierba va a ser más interesante que vaya más o menos húmeda, porque esa humedad nos va a ayudar a compactar la hierba y un silo bien compactado va a ser mucho más estable una vez abierto, porque ya sabemos que el oxígeno es el enemigo de los silos”, aseguró.
Cuando la hierba se ha pasado  un poco necesitamos que vaya más húmeda para lograr que quede bien compactada en el silo
La humedad define la fermentabilidad de un silo. “Que un silo esté bien fermentado nos lo va a decir el valor de pH que aparece en las analíticas que hacemos habitualmente. Realmente no hay un nivel de pH ideal, porque depende de la materia seca que tenga el silo, pero se movería, en el caso del raigrás, entre un 4 para los silos más húmedos y un 5 para los más secos. En el caso de silos de leguminosas, esos valores deberían ser inferiores ya que fermentan peor”, aclaró Ana.
Cuanto más húmedo es un silo más bajo debe ser el pH para que la fermentación sea correcta
La conservación se ve perjudicada por dos cosas: por un exceso de humedad y por el contenido de cenizas, que define la calidad higiénica de un silo. “Niveles de cenizas superiores al 10% indican que hay contaminación por materiales extraños (restos del maíz, tierra, restos procedentes de la trituración de la hierba en invierno, etc)”, advierte. Además, las cenizas son la principal fuente de clostridium en los silos de hierba. 
Las cenizas deben estar por debajo del 10%, pues son la principal fuente de clostridium en los silos de hierba
Las analíticas realizadas por el Servicio de Alimentación de Seragro durante los años 2022 y 2023 a 1.589 muestras de silo de hierba mostraron niveles medios de cenizas superiores al 10% en 939 muestras, con niveles medios de proteína del 14% y una materia seca del 30%.
Soy nutróloga y por eso sé de primera mano que la calidad de la hierba de la mayoría de las explotaciones es mejorable
“El silo ideal no es el mismo para todas las granjas: unas necesitan un silo de hierba con más fibra para no depender tanto de la paja y otras muchos kilos por necesidades de alimentación, por lo que un silo de hierba pequeña con el 20% de proteína puede que no sea el mejor para todas las explotaciones”, afirma Ana. Pero matiza: “lo que sí que tienen que ser todos los silos son aptos para el consumo, es decir, que no tengan tierra, que no estén demasiado mojados y que no tengan niveles de ácido butírico que los hagan tóxicos para los animales”. La disculpa del mal tiempo A la hora de ensilar, a veces hay circunstancias que no están en la mano del ganadero para hacer un buen silo, como por ejemplo la climatología, aunque Ana recomienda aprovechar los días que vienen buenos para ensilar, aunque la hierba sea algo más pequeña, en vez de esperar y que después se pase por no venir una climatología adecuada para ensilar. “A veces no es que no haya buen tiempo para ensilar, sino que no os gusta la hierba que tenéis cuando hace buen tiempo”, le dijo a los ganaderos presentes en su charla.
Si no tenemos paredes se deben hacer silos anchos y no silos altos tipo pirámide de Egipto
“Este año, de los 61 días de los meses de marzo y abril hubo sitios en los que llovió 35 días pero en otros solo 20. En Santa Comba, por ejemplo, el 2023 fue un mal año para ensilar en marzo pero la primera semana de abril hizo buen tiempo”, aclaró. Recomendaciones para la siembra de la pradera tras el maíz Abonado con purín mediante un sistema de tubos colgantes antes de labrar la pradera En las fincas de rotación con maíz, la nutróloga de Seragro considera imprescindible “deshacerse de los restos de los tallos del maíz de alguna manera antes de sembrar la hierba, porque no van a desaparecer por sí solos en invierno”, asegura. “Hay que eliminarlos, porque son una fuente importante de contaminación en los silos de hierba”, afirma.
Los restos de los tallos del maíz hay que eliminarlos, porque son una fuente importante de contaminación en los silos de hierba
Los tocones del maíz se deben eliminar siempre antes de aplicar la cal o el purín en la parcela. Se puede optar por desbrozarlos o por fresarlos. “Se debe encalar y después echar el purín por arriba, enterrarlo para evitar las pérdidas de nitrógeno por volatilización y labrar la hierba, por este orden”, aclara. En cuanto al laboreo, recomienda emplear un subsolador para romper la suela de labor, facilitando el drenaje de las fincas, y garantizar que se trabajan bien los últimos 15-20 centímetros superficiales para romper y enterrar los tocones del maíz. Encalar en otoño para facilitar la absorción del nitrógeno en primavera “El momento de encalar es este, porque el efecto del cal no es inmediato, como el del abono, puede tardar de 3 a 4 meses en función del producto que utilicemos, y así ya lo dejamos incorporado para cuando abonemos la pradera en primavera y labremos después el maíz”, indica. “Si queremos que el nitrógeno que echemos en marzo para ensilar la hierba haga efecto tenemos que hacer el encalado con antelación porque si no corregimos el pH la planta no va a ser capaz de aprovechar el abono que le echemos”, añade.
El momento idóneo para encalar es este, al labrar la pradera, porque su efecto no es inmediato, como el del abono
“En las fincas en las que labremos leguminosas tenemos que tener en cuenta que no vamos a poder abonar en invierno, por lo que tenemos que ser más generosos con las dosis de purín en el momento de la siembra de la pradera”, propone Ana. Cuando echamos el purín en hierba que está muy grande y después no conseguimos que se lave porque no llueve, tendremos riesgo de que haya enterobacterias (como Escherichia coli, Mycobacterium, Salmonella) en el silo, que dan lugar a una gran pérdida de propiedades y de energía del forraje ensilado. Cuando abonamos con mineral para el segundo corte no es necesario esperar 10 días a que la hierba rebrote para echarlo, como pasa en el abonado para el primer corte, porque ya hay normalmente más temperatura ambiental. Siembra y trituración invernal de la hierba Siembra da pradera mediante el pase de una grada rotativa con sembradora incorporada Para la siembra de la hierba podemos hacer un solo pase o dos, en función de la maquinaria de la que dispongamos, pero teniendo claro que “debemos adaptar la velocidad de trabajo a la máquina que tenemos”. “Si trabajamos la tierra con la fresadora lo ideal son velocidades de trabajo bajas, entre 4 y 6 km por hora si queremos que quede bien, aunque la fresadora tiene un defecto, que es que crea suela de labor, sobre todo las que tienen las cuchillas con un ángulo de 90 grados”, explica.
Debemos adaptar siempre la velocidad de trabajo a la máquina que tengamos
En la grada rotativa también se precisan velocidades de trabajo lentas, mientras que en la grada rápida se puede trabajar a velocidades superiores a 10 km/h. Aconseja siempre pasar un rolete para aplanar la superficie y evitar segar terrones en el momento de ensilar. Una cosa que hay que tener en cuenta a la hora de sembrar la pradera es la humedad que hay en el terreno. “Si la tierra está muy seca la planta no germina, por lo que debemos aprovechar a sembrar después de echar el purín, para aprovechar la humedad que éste aporta a la tierra”, recomienda. Deberíamos triturar siempre la pradera, a no ser que lleve leguminosas. “El triturado no podemos hacerlo con una hierba demasiado grande, porque sino quedan restos que después van para el silo”, advierte.
Si la hierba está muy grande tenemos que segar y tirar, no sirve triturarla, porque después no se pudre y acaba yendo para el silo
La nutróloga de Seragro destaca las ventajas de ese corte de limpieza. “Con el triturado se logra acabar de destruir los restos de los tocones del maíz que quedaron después de la siembra y también nos deshacemos de las malas hierbas que hayan nacido durante el invierno. La hierba después de triturarla rebrota con mucha más vitalidad, incluso encampa, e inicia un nuevo ciclo vegetativo, por lo que la calidad del silo es mucho mejor. Si no trituramos cuando ensilamos en el mes de abril hierba sembrada a comienzos de octubre esa hierba es vieja, tiene ya pie y zonas podridas, por lo que si no queremos ensilar hierba en ese estado tenemos que triturarla”, aclara. ¿Cuándo hacer los ensilados? El momento idóneo para el ensilado es justo antes de que las gramíneas inicien el espigado y en las leguminosas en cuanto empecemos a ver flores en el cultivo. A la hora de ensilar, la altura de corte de la hierba debería estar entre los 7-8 centímetros, porque de este modo aumentamos el nivel de azúcares en la planta y reducimos el riesgo de llevar contaminación para el silo.
El momento idóneo para el ensilado es justo antes de que las gramíneas inicien el espigado y en las leguminosas en cuanto empecemos a ver flores en el cultivo
Ana defiende que las ganaderías deben disponer de un calendario anual que sirva de guía para los distintos trabajos a realizar en las praderas (triturado, aplicación de purín, abonado mineral y ensilado) que debe ser elaborado en función de las características de la finca y de si se trata de una pradera permanente o anual. En el caso de parcelas en rotación con maíz, la fecha de siembra del cultivo de verano condiciona las fechas de ensilado y los trabajos anteriores. "Si queremos labrar el maíz en torno al 15 de mayo  y queremos hacer dos cortes de hierba, el triturado debería hacerse en la primera quincena de febrero y a partir de ahí echar el purín y 10 días después el abono mineral para hacer el primer corte sobre el 20-25 de marzo y el segundo 35 días después, entre el 25 abril y el 1 de mayo", calcula. Esas fechas orientativas pueden ser variadas ligeramente en función del crecimiento de la hierba o de cómo venga la climatología. "Si queremos labrar el maíz el 1 de mayo en vez de el 15 de mayo , tenemos que correr 15 días hacia atrás las fechas de todos los trabajos, aunque corremos el riesgo también de tener peor tiempo para algunas labores. Y se viene un invierno muy frío quizás tengamos que retrasar la siembra del maíz, porque el tiempo no lo podemos cambiar, sino que tenemos que adaptarnos a él. Por el contrario, si viene un invierno cálido y la hierba está grande tendremos que ensilar antes. Lo que casi siempre sale mal es no aprovechar para ensilar si viene buen tiempo", dice.
Si hacemos un solo corte de hierba tenemos menos presión por los plazos
"Si abonamos para el primer corte y viene tiempo frío o lluvioso que haga que la hierba no crezca, cuando se cumplen los 40 días no debemos esperar más, yo aconsejo cortarla igual, aunque tengamos menos kilos, y abonar para el segundo corte, porque lo único que hace esa hierba si le damos más tiempo es espigar", asegura.
Tenemos que adaptarnos a las condiciones climáticas; lo que casi siempre sale mal es no aprovechar para ensilar si viene buen tiempo
Para decidir qué máquinas empleamos debemos diferenciar dos épocas claras de ensilado "porque cuando ensilamos en la segunda quincena de abril o mayo la hierba es muy diferente a cuando ensilamos en abril", argumenta. "Cuando ensilamos a partir del 15 de abril o en mayo cortaremos con una segadora agrupadora y dejaremos menos de 48 horas de presecado antes de picar la hierba con una cosechadora/picadora a un tamaño de corte que debe estar entre 2,5 y 3 cm de largo, porque cuanto más picada vaya la hierba más fácil es de extender y de pisar", explica. Lo ideal es al segar dejar ya la hierba junta para no tener que andar con el hilerador, "que lo único que hace es levantar porquería", dice. Y no deberían pasar más de 48 horas desde que segamos hasta que ensilamos porque sino perdemos los azúcares que necesitamos en el silo para una idónea fermentación. Si transcurridas esas 48 horas la hierba va aun muy húmeda, habrá que aplicar conservante químico. "Es mejor en estos casos no pasarse con el presecado, porque cuando ensilamos en estas fechas tardías la hierba ya no es tierna y precisamos un cierto nivel de humedad para que nos ayude a compactar el silo", indica.
En los ensilados tempranos (finales de marzo y primera quincena de abril) se debe segar y dejar la hierba tendida en el suelo 24 horas para que seque
Por el contrario, cuando ensilamos en marzo o en la primera quincena de abril el problema puede ser el contrario ya que la hierba es muy tierna, tiene mucha humedad y la climatología no suele ayudar a hacer un bueno presecado. "Si hace buen tiempo podemos cortar con una segadora agrupadora con el acondicionador a tope dejando la hierba en hileras igual que si hubiésemos segado en mayo y siguiendo después los mismos pasos: picadora con corte menudo y sin que pasen más de 48 horas entre segado y ensilado y si hay mucha humedad, uso de conservante químico", detalla. "En esos casos no tenemos riesgo de mala compactación aunque la hierba vaya muy seca porque es tierna y las hierbas tiernas compactan igual aunque vayan secas", aclara. Si no vienen días de sol y no sopla viento, tenemos que segar y dejar la hierba extendida en el suelo durante 24 horas para que se seque y luego juntarla con un rastrillo hilerador (cuando la juntamos no debemos llevar las púas del hilerador muy abajo para no levantar cenizas) y ensilar igualmente sin que pasen más de 48 horas desde que segamos. El picado de la hierba debe ser más largo (5 cm), siendo preferible la recogida con un remolque picador en vez de con una cosechadora, que machaca más la hierba, y se hace imprescindible casi siempre en este tipo de ensilados tempranos el uso de conservante químico.
Tenemos que hacer silos de buena calidad pero, sobre todo, silos que no sean tóxicos
Las recomendaciones posteriores cuando la hierba llega al silo pasan por "extender capas finas, de 15 cm como máximo, no superar con la hierba la altura de las paredes del silo y pisar, pisar y pisar", aconseja Ana. Finalmente hay que tapar bien y poner peso en la capa superior. “Tenemos que tratar de hacer silos con buena calidad de forraje, pero, sobre todo, tenemos que hacer silos que no sean tóxicos, es decir, sin tocones que quedaron de la cosecha del maíz, sin tierra, sin hierba podrida mal triturada y sin exceso de humedad”, resume la nutróloga de Seragro.

Elección de las variedades de simiente y del número de cortes en función del aporte que tenga el silo de hierba a la ración en la explotación

Público asistente a las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de este año A la hora de elegir las variedades de semillas a labrar tenemos que tener en cuenta el destino final de la pradera y el objetivo nutricional buscado con esa hierba. Para la elección miraremos cuál es el cultivo principal de la ración en nuestra granja. “Partimos de la base de que siempre es importante hacer silos de hierba buenos, pero si es el elemento principal de la alimentación de nuestras vacas, es imprescindible contar con buenos forrajes de hierba, por lo que en estos casos lo normal es tener praderas permanentes y la variedad que mejor se adapta es el raigrás inglés, optando por variedades diploides y tetraploides en función de las características de la finca”, explica Ana. “Otra opción para las praderas permanentes es el cultivo de la alfalfa, que también es muy persistente”, añade.
En función de los kilos de hierba que necesite para mi ración tomaré una decisión u otra sobre el número de cortes a realizar
Si nuestra ración es mitad maíz y mitad hierba, la cantidad de silo de hierba que lleva sigue siendo elevada, por lo que es importante que tengamos hierba de calidad y estimar cuanta cantidad vamos a precisar. “En este caso podemos tener una parte de nuestra superficie con praderas permanentes y en las parcelas donde rotemos con maíz sembraremos praderas anuales de raigrás híbrido e italiano o una mezcla de leguminosas con raigrás o con cereal. De todas estas posibilidades la que más margen de maniobra nos da es el raigrás híbrido, porque es el que más tarde espiga, por lo que disponemos de más días para ensilarlo en buen estado”, afirma. En función de los kilos de hierba necesarios para la ración, la explotación deberá tomar la decisión de cuántos cortes realizar en la pradera. “Si por ejemplo metemos 20 kg de silo de hierba en la ración y tenemos 100 vacas, necesitaremos 730 toneladas de silo de hierba al año. Si disponemos solo de 36 hectáreas de superficie, precisaremos obtener un rendimiento de 20.000 kg/por hectárea de hierba. Para lograr esos kilos en un solo corte tendremos que esperar a que la hierba sea muy grande, por lo que la calidad sería baja. En este caso habría que descartar el raigrás híbrido y las mezclas de cereales y leguminosas, porque la mayoría de las leguminosas no rebrotan, e irnos a varios cortes de raigrás italiano, por ejemplo. Si por el contrario disponemos de 49 hectáreas, el rendimiento necesario para obtener esas mismas 730 toneladas de silo sería de 15.000 kg/ha, por lo que podríamos irnos a un solo corte. Y lo que menos peligro tiene yendo a un solo corte es el raigrás híbrido, porque tarda más en espigar y tenemos menos riesgo de que se nos pase si no viene buen tiempo para ensilar”, explica Ana.
En zonas frías o muy húmedas, en las que no conseguimos entrar en las fincas, tenemos que irnos a un solo corte y elegir variedades que espiguen lo más tardío posible
Por último, en los casos en los que el silo de maíz constituye la base principal de la ración, la calidad de la hierba condiciona menos la obtención de buenas producciones lecheras. En este caso se optaría por praderas anuales en rotación con el cultivo de maíz y la ganadería podría optar por hacer un solo corte de hierba. "Nos podemos permitir hacer silos de hierba un poco más pasados, para no depender tanto de la paja, pero no ensilar leña", matiza. Diferencias entre los distintos tipos de raigrás Entre las gramíneas, una de las más habituales es el raigrás inglés (Lolium perenne), que tiene una persistencia de entre 4 y 5 años, un crecimiento lento (sobre todo el primer año), un espigado tardío (eso implica que vamos a tener muchos más días para ensilarlo en buen estado) y un mayor porcentaje de hojas que de tallo, por lo que es mucho más fácil conseguir forrajes de buena calidad con raigrás inglés, asegura Por el contrario, el raigrás italiano (Lolium multiflorum) tiene un ciclo anual, crecimiento rápido, espigado precoz (lo que implica que se pasa con más facilidad y tenemos más dificultades para cogerlo en el momento óptimo), y tiene mayor porcentaje de tallo que de hoja, por lo que “para conseguir silos de buena calidad con raigrás italiano hay que ser rápidos”, afirma Ana. En cuanto al raigrás híbrido (Lolium hibridum) seria una mezcla de los dos, pues “pretende tener la persistencia del inglés y el crecimiento rápido del italiano, por lo que en función de lo que busquemos escogeremos raigrases híbridos que se asemejen más a un italiano o a un inglés”, recomienda. Dentro de los raigrases hay que diferenciar también entre los diploides y los tetraploides, que fueron creados artificialmente con la pretensión de tener mayor producción y conseguir hojas más anchas. Tienen mayor vigor de establecimiento pero son menos persistentes y tienen también mayor potencial de producción, aunque son más exigentes tanto en agua como en fertilización frente a las variedades diploides, que tienen mayor rusticidad (resistencia a la sequía y al frío) y son ideales para el pastoreo. “Los raigrases tetraploides tienen mayor palatabilidad pero siempre debemos elegir variedades que sean resistentes a la rolla”, indica la nutróloga de Seragro.
Las calidades del triticale y el westerwold debería condenarlos a la extinción
En cualquier gramínea, leguminosa o cereal el contenido nutricional del kilo de materia seca disminuye a medida que avanza el desarrollo de esa planta pero, por el contrario, obtenemos mayor rendimiento, “pero si esperamos tanto para que el rendimiento sea máximo, el aporte a la ración será bajo”, advierte.

Diferentes estrategias de las ganaderías gallegas para rotar las tierras del maíz y cumplir con la PAC

Los cultivos de invierno se abren paso en Galicia. Dos son las razones principales: por una parte, a medida que las explotaciones van creciendo, sus necesidades de forraje aumentan; por otra, la PAC empuja hacia la implantación de técnicas de mejora y conservación del suelo, como lo es no dejar los suelos vacíos o sembrar especies mejorantes que fijan nitrógeno ambiental al terreno. A la hora de diseñar su estrategia anual de cultivos y rotaciones, cada explotación tiene que tomar sus decisiones en función de sus características y de factores como la zona en la que se encuentra, la climatología, la tipología de las parcelas o el nivel de autosuficiencia forrajera de la ganadería. La disponibilidad de semilla, que está siendo limitada en algunos casos este año, y su precio, que se ha incrementado notablemente debido a la alta demanda, ha hecho subir los costes de siembra en esta campaña, la primera tras la entrada en vigor de la nueva PAC, que apuesta por la rotación de los cultivos.
La climatología condiciona las siembras y también la producción final obtenida con las leguminosas, que son sensibles al encharcamiento y necesitan calor para crecer
La climatología condiciona en ocasiones las siembras y también el rendimiento obtenido cuando se labran leguminosas, pero especies como guisantes, altramuz, veza o tréboles anuales se están abriendo camino en las explotaciones gallegas por los beneficios agronómicos y nutricionales que aportan. Conocemos algunas experiencias concretas:  

“Este año no vamos a echar raigrás; sembraremos en todas las fincas una mezcla de varias leguminosas para enterrar”

La Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña posee dos ganaderías (Granxa O Cancelo en Miño y Granxa A Esperanza en San Sadurniño), además de asesorar a otras explotaciones por toda Galicia. La mayoría de las explotaciones lácteas gallegas intentan sacar el mayor provecho a la producción forrajera, siendo una de las posibilidades la rotación anual de cultivo de invierno y verano con aprovechamiento de las dos cosechas para ensilado, pero “no en todos los casos es posible, pues depende de las condiciones edafoclimáticas o de la superficie total de la explotación”, indican desde el equipo técnico de CAP Coruña.
No sirve para todos lo mismo; las cosas hay que verlas en directo en la explotación y estudiar cada caso
Por eso insisten en que “cada quien tiene que optar por lo mejor para su explotación, estableciendo una estrategia adaptada a las condiciones que uno tiene”, sin que sirvan recomendaciones generalizadas. “El cultivo principal para nosotros es el maíz, por lo que este año ya no vamos a sembrar nada con raigrás, todo va a ir con una mezcla de leguminosas para enterrar. Este año vamos a hacer lo mismo o muy parecido en Miño y en San Sadurniño”, cuentan.
CAP Coruña lleva mucho tiempo trabajando con leguminosas en las fincas que no tienen cultivo en invierno
CAP Coruña lleva mucho tiempo trabajando con leguminosas para abonado en verde las fincas que no tienen cultivo en invierno. “En años anteriores hemos probado con guisantes, con vezas y con altramuces”, explican. La mezcla escogida para esta campaña lleva varias leguminosas, entre ellas trébol y altramuz, no con vistas al aprovechamiento forrajero sino con el objetivo de fijar nitrógeno.
El abonado en verde tiene un coste asociado, el de sembrar, triturar y enterrar, pero fijas nitrógeno, evitas la escorrentía y mejoras la estructura del suelo
“Estamos contentos y pensamos que es lo mejor para la tierra en comparación con dejar el suelo desnudo, porque abonas y mejoras la estructura y fertilización del suelo. Tiene un coste asociado, el de sembrar, triturar y enterrar, pero creemos que tiene más ventajas que costes, siendo a su vez una práctica que encaja en las nuevas medidas regulatorias en cuanto a la condicionalidad y los ecorregímenes de la nueva PAC”, argumentan.
Pradera de raigrás con veza y trébol en SAT O Palomar en la última campaña de ensilado de la hierba

“Sembramos una mezcla de raigrás, veza y trébol donde el 60% son leguminosas”

SAT O Palomar, de Láncara, tiene una superficie agraria de 206 hectáreas, 120 de ellas son de pradera permanente y el resto están enfocadas al cultivo de maíz. “Hacemos rotación en todas, no dejamos ninguna vacía”, destaca Odón Castro. Como cultivo de invierno, llevan ya 9 años apostando por una mezcla de gramíneas con leguminosas, donde el 60% son leguminosas. En concreto, emplean dos tipos de raigrás (un raigrás inglés y un raigrás híbrido muy tardío) y tres leguminosas (dos tipos de tréboles y veza).
Quiero tener más elasticidad en el momento de la siega y no estar tan condicionado por el tiempo
“Quiero más elasticidad en el momento de la siega y no estar tan condicionado por el tiempo”, explica. Hacen un solo corte, entre la segunda quincena de abril y el 5 de mayo, dependiendo de cómo venga el tiempo. “Vamos siempre al límite en producción, con cosechas de entre 16.000 y 18.000 kilos haciendo un buen presecado y alcanzando una media de entre el 14% y el 16% de proteína en el silo”, detalla. Este año, en la campaña de ensilado de hierba en primavera, únicamente hicieron dos cortes en las primeras praderas sembradas, labradas a primeros de septiembre, para preservar la calidad del forraje. “Hicimos un primer corte en marzo con un 18% de proteína y otro en la primera semana de mayo”, cuenta. Fue una excepción, ya que asegura que “no compensa hacer dos cortes, porque estás ensilando todo el tiempo y los gastos son mayores”.

“Para hacer abonado en verde, la semilla de nabo sale más barata porque lleva menos quilos por hectárea”

Ganxabar, la cooperativa formada por 8 explotaciones de las comarcas de O Xallas y A Barcala, sembró este año 850 hectáreas de maíz para ensilar en sus instalaciones de gestión conjunta de forrajes. Una vez levantado el maíz, tienen previsto sembrar la mitad de la superficie con pradera para hacer silo de hierba en primavera y en la otra mitad de las fincas sembrarán una cobertura vegetal para enterrar como abono en verde. “Siempre se echó algo para enterrar, pero no tanto. Cada vez son menos las fincas que quedan vacías”, reconoce Jesús Otero. “Antes sembrabas maíz y dejabas vacío en invierno para volver a echar maíz, pero eso ahora no se va a poder hacer. En esta zona se están dando ciertos cambios en ese sentido”, asegura. E insiste en que la nueva PAC va a obligar a las explotaciones a cambiar algunas prácticas. “Antes trabajabas con mezclas pero no estabas pendiente de que tuviesen más del 50% de leguminosa”, ejemplifica.
El valor del ecorrexime no compensa el coste de la sementeira, pero es una práctica buena para el terreno
En su caso, han optado por el raigrás para las praderas y por introducir mezclas con leguminosa en el 10% de la superficie para cumplir con el ecorregimen de rotación de cultivos de la PAC.  En el resto de las fincas, en las que no han previsto hacer corte de hierba para ensilar, Ganxabar les echará nabos a la mayoría de las parcelas. “La semilla de nabo sale más barata porque lleva muchos menos kilos por hectárea, entre 8 y 10 kilos, cuando otras mezclas de leguminosas para enterrar pueden andar entre 25 y 35 kilos”, compara. El valor del ecorregimen de rotación de cultivos con especies mejorantes, establecido finalmente en 68,64€ para las primeras 30 hectáreas y en 48,05 para las siguientes, “no compensa el coste de la siembra”, dice, pero “es una práctica buena para el terreno, independientemente de la PAC, porque estás abonando y mejorando el suelo”, defiende Jesús. “Si lo quieres hacer bien y trabajar bien la tierra, te tienes que ir a una hectárea por hora, por lo que el coste del laboreo está entre 60 y 80€. A eso hay que añadir el coste de la semilla, que en el caso del nabo son unos 30€. Es decir, por menos de 100€/ha no consigues hacer la siembra”, calcula.
Cultivo de cereal con leguminosa en Casa Barbeiro, que superó el metro de altura la pasada primavera

“Sembramos cereal con veza porque el rendimiento es altísimo y las calidades son buenas”

Ganadería Casa Barbeiro cuenta con dos granjas en la comarca de A Mariña, ubicadas en los ayuntamientos de Alfoz y Ribadeo, y trabaja unas 190 hectáreas de terreno. Excepto 30 hectáreas que labraron a comienzos de septiembre con una mezcla de wester con raigrás híbrido con la intención de hacer un corte de forraje a comienzos de noviembre, en las otras 160 hectáreas repetirán la mezcla por la que llevan años apostando: la de veza con cereal. “El rendimiento es altísimo y las calidades buenas. Lo segamos con cinta, con las mariposas, y va el producto muy limpio, también porque no lo recogemos muy bajo. El año pasado hubo parcelas de muchas toneladas, en las que la hierba tenía más de un metro de alto, con proteínas medias de un 15% y pasando del 17% en alguna muestra puntual”, explica Juanjo Fraga.
Si se sega a principios de mayo es cuando se consiguen producciones extraordinarias, porque el crecimiento de la veza se produce fundamentalmente después de abril
Hacen un solo corte y procuran estirarlo lo máximo posible. “Lo cosechamos lo más tarde posible, para conseguir cantidad de forraje y que la veza esté mucho más desarrollada, porque el crecimiento de la veza se produce fundamentalmente después de abril. Si se deja la siega para finales de abril o principios de mayo es cuando se consiguen producciones extraordinarias”, indica. Sementeira directa Ganadería Barbeiro está apostando también por el mínimo laboreo, después de la compra este año de una máquina compuesta por cuba de purín y equipo de siembra directa, lo que les permite en una misma pasada ir enterrando el purin y labrando con strep-till y grada rotativa detrás. La mezcla de semillas varía en función de la parcela de la que se trate y del tipo de veza, que combinan principalmente con trigo híbrido y algo con cebada híbrida. “Dependiendo de las vezas y del tipo de cereal vamos adaptando la mezcla y jugamos también con la humedad de las parcelas, porque la veza con la humedad no se lleva bien”, explica Juanjo.
La combinación habitual incluye un 60% de veza sativa y un 40% de trigo híbrido
Las combinaciones van desde un 60% de veza y un 40% de cereal en las fincas más secas a una mezcla al 50% en las más mojadas. El tipo de veza tampoco es siempre el mismo. “Si hay sativa, echamos sativa, pero está siendo difícil de conseguir. A mí me gusta más la variedad sativa porque tiene más digestibilidad y se aguanta mejor, aunque el comportamiento depende mucho del año”, reconoce. En años climatológicamente adversos y parcelas muy húmedas acabaron usando el cultivo para abono en verde. “Algún año muy húmedo optamos por enterrar la leguminosa en vez de ensilarla, pasándole la grada de discos, y también vale, porque fija mucho nitrógeno y deja la tierra esponjosa para labrar el maíz”, argumenta. “No hemos tenido que cambiar nada para cumplir con el ecorregimen” Ganadería Barbeiro lleva muchos años apostando por la leguminosa con cereal en invierno frente a las gramíneas. “El raigrás para el manejo de la alternativa con el maíz es mucho más complicado, tienes que hacer varios cortes, requiere más abonado y te deja la tierra en mucho peor estado, porque queda más seca y más dura”, relata. “Nosotros no hemos tenido que hacer ningún cambio para cumplir con la PAC, porque ya estábamos trabajando con leguminosas. Y ahora con el equipo de siembra directa más aún”, dice. A las ventajas ambientales se añaden las económicas, con una reducción en el gasto en abono químico, una de las estrategias que están siguiendo en los últimos años para mejorar la eficiencia de sus dos granjas, junto con el incremento de la producción de forrajes propios.
En invierno usamos el purín en cobertera en vez de abonos minerales
La compra de la nueva máquina para echar el purín persigue el objetivo de adaptarse a la inminente entrada en vigor del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas en el próximo mes de enero y, al mismo tiempo, lograr un mejor aprovechamiento del poder fertilizante del purín. “En los momentos de siembra, tanto ahora como para echar el maíz, lo enterramos, y después en cobertera usamos un aplicador de tubo localizado con ballesta, que hace una hendidura de 3 cm de fondo en la tierra y lo va dejando por ese canal como si fuese con el disco. Es el único abono que le metemos al cultivo de invierno, no usamos abonos químicos”, cuenta.

La subida de las semillas y del gasóleo encarece hasta un 30% la siembra de las praderas

El coste de siembra de praderas está incrementándose considerablemente este año en Galicia, hasta en un 30% en algún caso. Al fuerte encarecimiento de las semillas y a la poca disponibilidad se añade el precio del gasóleo, que ha escalado de nuevo en las últimas semanas hasta 1,3 euros el litro. La obligación de rotar cultivos e introducir especies mejorantes para cumplir con la PAC ha disparado este año la demanda de leguminosas y su precio. Incluso hay problemas de suministro de algunas semillas, como la veza, que está siendo muy difícil conseguir, sobre todo la de la variedad sativa, la preferida en Galicia por ser más rústica y adaptarse mejor al suelo y a la climatología de la comunidad, y que ha escalado su cotización hasta situarse por encima de los 2 euros el kilo.
Está habiendo muchas dificultades para conseguir veza y está cara
Las empresas distribuidoras están priorizando a los clientes habituales en el reparto de las pocas existencias que hay, e incluso ha habido ganaderías que han tenido que retrasar la siembra de las praderas a la espera de que llegara el pedido de leguminosas y otras que tuvieron que variar las mezclas programadas para poder labrar. Con precios por encima de 2.000 euros la tonelada (cuando hace dos años podía estar a 600€), ni las empresas multiplicadoras ni las comercializadoras hicieron un acopio excesivo de semilla, por lo que no estaban preparadas para la avalancha de peticiones.
Las mezclas se están imponiendo este año frente a las praderas monofitas
Aunque es posible labrar una única especie de leguminosa o que las explotaciones hagan sus propias combinaciones, algunas casas comerciales han reaccionado a la nueva PAC haciendo mezclas específicas o modificando fórmulas ya existentes para añadir más leguminosa, hasta lograr sobrepasar el 50% exigido en el ecorregimen. Veza con avena, lo más caro La elección de las semillas varía de manera importante el coste final de siembra, que depende de varios factores, entre ellos el tipo de variedad, las proporciones empleadas en la mezcla, las dosis por hectárea utilizadas y el destino final del cultivo. La subida de precio está afectando sobre todo a la veza dentro de las leguminosas y a la avena en la parte de los cereales, aunque se da un efecto contagio que acaba por provocar un encarecimiento generalizado en el resto de semillas, ya que la falta de una produce una sobredemanda en otra. Por ejemplo, la escasez de veza está derivando en mayor demanda también de guisante como alternativa para las mezclas con cereal. El triticale y el centeno están a precios equiparables y un poco más asequibles, pero la avena es más cara este año que en otras campañas. Con los precios que se están manejando en esta campaña, sembrar una hectárea de veza con avena como cultivo de invierno para ensilar, para lo cual serían necesarios unos 150 kg/ha (80 de veza y 70 de avena), puede llegar a los 300€ solo de semilla. 
Los cultivos de invierno con veza pueden llegar en esta campaña a los 300€/ha sumándole el cereal para acompañarla
Para las explotaciones que labran la veza no como cultivo forrajero, sino para no dejar la tierra vacía, enterrando después la leguminosa como abono en verde, las dosis son más bajas, pero como poco hay que meter entre 40 y 50 kilos por hectárea, lo que supone unos 110 €/ha. Si en vez de echar una única especie (veza, guisante o altramuz solo) se opta por una mezcla de varias leguminosas se logra abaratar algo el coste, que puede situarse en 90€/ha con dosis de 35 kg/ha.
Labrar una pradera de raigrás costaría unos 150€/ha en total entre semilla y trabajo. Si se mezcla con trébol serían 40€ más
La siembra de praderas de hierba solo con gramíneas sale un 40% mas barata que mezclada con trébol, pero por menos de 90€/ha es difícil echar cualquier raigrás. Si se le mezcla trébol y se quiere que sirva para cumplir con el ecorregimen, para lo cual la leguminosa tiene que ser mayoritaria, el importe sube hasta los 120€. En este caso una mezcla habitual podría consistir en 13 kg/ha de trébol violeta y 12 de raigrás italiano, por ejemplo. Entre 60 y 80 euros por hectárea de laboreo A esos costes, solo de la semilla, habría que añadir los de laboreo y siembra. Las empresas de servicios también han subido tarifas, unos 10€ con respecto al año pasado, por lo que el coste del trabajo de siembra se movería entre los 60 y los 80€/hectárea, que sería el coste de una hora de grada rápida o combinada.
Las empresas de servicios están repercutiendo también la subida del gasóleo y de los intereses de los préstamos para comprar la maquinaria
Si se paga por sacar el purín, habría que sumar también esas horas, porque aunque para labrar la leguminosa tras el cultivo de maíz no sería necesario fertilizar, la mayoría de las ganaderías no disponen de capacidad de almacenamiento suficiente para el purín para aguantar todo el año sin sacarlo, hasta volver a labrar de nuevo el maíz la primavera que viene, por lo que aprovechan la siembra de las praderas en otoño para vaciar las fosas de purín de cara a la llegada del invierno. Más proteína en los silos para lograr un abaratamiento de la ración Más allá de los beneficios agronómicos de las leguminosas como cultivos mejorantes de los suelos, una consecuencia directa del incremento de la superficie labrada con este tipo de especies va a ser un aumento del contenido proteico de los ensilados de los que dispondrán las ganaderías gallegas el próximo año, lo que les permitirá ajustar la ración y reducir la compra de insumos como soja o colza.
Cuanta más leguminosa haya en la mezcla, más proteína pero menor cantidad de materia seca
La veza alcanza porcentajes del 20% de proteína, al igual que las mezclas de tréboles, y el guisante incluso supera esos niveles. Al mezclar con una gramínea (el raigrás tiene un 7%) o con un cereal (la avena aporta un 8-9% y el triticale un 13%) se reducen los porcentajes medios, que pueden llegar al 17-18%. Pero estas fórmulas para cumplir con el ecorregimen de la PAC, donde predomina la leguminosa, son mezclas difíciles de ensilar, ya que son combinaciones forrajeras muy altas en proteína y bajas en carbohidratos no exentas de riesgos a la hora de la conservación (es recomendable, por ejemplo, el uso de inoculantes a base de bacterias). Leguminosas como los guisantes contienen proteínas muy solubles, en ocasiones difíciles de trasladar a la ración, y que penalizan la cantidad de forraje en términos de materia seca obtenida.

Piden que, de modo excepcional, no se exija este año el requisito del 5% de la superficie labrada con leguminosas

Ante la carestía y escasez de semillas, en Cataluña la organización de productores Unió de Pagesos, que está integrada a nivel estatal en Unión de Uniones, ha solicitado a la Generalitat de Cataluña que haga una excepción este año dentro del ecorregimen de cultivos mejorantes y no exija que el 5% de la superficie se labre con leguminosas como semilla principal, debido a la caída de la producción de semilla certificada de leguminosas coincidiendo con un año de fuerte demanda. Sin embargo, desde la Asociación de Empresas Productoras de Semillas Selectas (APROSE), rechazan de plano esta petición y aseguran que tendría importantes consecuencias negativas para las empresas multiplicadoras.
En el conjunto de España, están acogidas al ecorregimen de rotación casi 7 millones de hectáreas, lo que obligaría a labrar 350.0000 hectáreas con leguminosas
Los productores de semillas dicen que para garantizar el suministro en esta campaña, y ante la escasa cosecha en España, tuvieron que aprovisionarse a un coste elevado en otros países, por lo que, de no dar salida ahora a esta mercancía, sufrirían pérdidas considerables. Cosecha muy escasa y altísima demanda La situación de falta de semilla de leguminosa se viene arrastrando desde la campaña pasada. La sequía, y después las heladas, mermaron la anterior cosecha de semilla certificada de manera muy considerable. Tanto, que los rendimientos bajaron de 1.200 kg por hectárea a solo 300, insuficientes para cubrir una campaña de siembra normal, y mucho menos esta, donde la demanda se ha disparado.
Debido a la falta de veza, muchas explotaciones han optado por los guisantes para mezclar con los cereales de invierno
A la mala cosecha se añade el hecho de que casi siete de cada 10 hectáreas dedicadas a tierras de cultivo en España se acogieron al ecorregimen de rotación con especie mejorante, lo que equivale a casi siete millones de hectáreas. Habría que echar leguminosas al menos en el 5% de esa superficie, lo que significa que unas 350.000 hectáreas tendrán que ser sembradas con leguminosa en esta campaña en el conjunto de España. Debido a la falta de veza, muchas explotaciones han optado por los guisantes como sustitutos para mezclar con los cereales de invierno. La veza es un cultivo forrajero, por lo que la cantidad de semilla que se cosecha es mucho menor que en el caso de los guisantes. Semillas importadas Para cumplir con lo fijado en la PAC se exige labrar semilla certificada. El problema es que el proceso para su puesta en el mercado requiere de una planificación a largo plazo, por lo que no es fácil incrementar la producción de un año para otro. Por eso, Unión de Uniones también pide que se permita, excepcionalmente, el intercambio entre agricultores, aunque no se trate de semilla certificada, para poder cumplir con la PAC de este año. La veza o cereales como la avena, el centeno o el trigo proceden mayoritariamente de empresas multiplicadoras españolas, pero algunas variedades del trébol utilizado en las siembras de pradera en Galicia proceden de países tan alejados como Australia. En el caso de gramíneas como el raigrás, es frecuente que las semillas vengan de EEUU.

Beneficios de la introducción de especies mejorantes en las praderas

Pradera mixta de raigrás y trébol en la Finca de Cartelos, en Carballedo (Lugo), en un ensayo del CIAM El otoño es el momento idóneo para sembrar nuevas praderas o renovar las existentes. Bien sea para pasto o para ensilado, las leguminosas son una buena opción. La implantación suele ser mejor que en primavera, además de coincidir con la rotación habitual en Galicia con el cultivo del maíz. Este año, después del ensilado del maíz, muchas ganaderías tendrán que variar su estrategia para cumplir con lo exigido en la nueva PAC, lo que supone una oportunidad para mejorar algunas prácticas. “Dejar la tierra sin cultivar en invierno agronómicamente no es recomendable, habría que sembrar un cultivo de invierno cuando se coseche el maíz. Lo recomendable es introducir un cultivo regenerador y mejorante del suelo y cuando te dedicas a la ganadería lo que hay que introducir son leguminosas”, insiste Juan Valladares, investigador del CIAM.
Cuando te dedicas a la ganadería hay que introducir leguminosas en las praderas
En el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo llevan varios años estudiando distintas alternativas para los cultivos de invierno en Galicia, comparando los resultados de las diferentes mezclas de gramíneas y leguminosas. Juan enumera los beneficios de sembrar especies mejorantes en las praderas desde el punto de vista agronómico (el terreno queda mejor preparado y es más fácil de trabajar; salen menos malas hierbas, por lo que son necesarios menos herbicidas; y se logra un aporte extra de nitrógeno para el siguiente cultivo, que redunda en una mayor producción); pero también desde el punto de vista nutricional, al lograr mayor contenido en proteína en la ración.
De los tréboles hay mucho que estudiar aún y es necesario aprender a trabajar con ellos
Pero con las leguminosas, dice, “es necesario aprender a trabajar con ellas”. En los últimos años el CIAM ha estado realizando ensayos con leguminosas anuales en distintas zonas de Galicia, como en la finca de Mabegondo o en la del Pazo de Cartelos (Carballedo), perteneciente a la Fundación José Luis Taboada, donde se probaron distintas mezclas de tréboles para comprobar su implantación y rendimiento: trébol migueliano, también llamado balansa; trébol resupinatum (persa); trébol maral (trifoliun suaveolens o trébol resupinatum de hoja grande) y trébol encarnado. “Según en que zonas de Galicia, se dan mejor unos tréboles que otros. El trébol maral, por ejemplo, tiene capacidad de rebrote, pero es tardío, por lo que se implanta mejor en Mazaricos que en zonas del interior”, asegura Juan. Mezclas de tréboles y gramíneas Independientemente de la variedad escogida, el trébol funciona mejor mezclado con una gramínea, que aporta el contenido de azúcares suficiente para una buena conservación del silo. “Además, en los estudios que hicimos vimos que había que introducir un raigrás porque la implantación de los tréboles es lenta; el que mejor funciona es el raigrás híbrido”, explica. “Si después del maíz siembras solo trébol, como tarda en implantarse, si vienen lluvias se lava el terreno. Mezclado con el raigrás, sin embargo, se evita la escorrentía, porque el raigrás al mes ya tiene el desarrollo suficiente para frenar el efecto de lavado del suelo por la lluvia”, detalla.
Los tréboles funcionan mejor mezclados con raigrás híbrido, porque se evita el lavado del suelo cuando llueve
Además de las diferencias en la implantación, la preparación del terreno debe ser también diferente cuando se siembran solo gramíneas que cuando se aportan mezcladas con leguminosas. “El trébol obliga a preparar mejor el terreno para la siembra y después hay que pasar siempre un rulo. El raigrás, cuando se siembra solo, va creando una especie de fieltro en el suelo que impide la contaminación por piedras y cenizas cuando ensilas la hierba, algo que no sucede en el caso del trébol”, indica.   Cereal con leguminosa Mezcla de veza, raigrás y avena El CIAM también hizo ensayos con veza, una leguminosa cada vez más frecuente en Galicia tras el maíz en combinación con cereal de invierno. “Se probaron mezclas de veza villosa con tréboles y raigrás. La veza villosa es menos digestible que la sativa, pero la sativa tiende la tumbarse y necesita un cereal (triticale, cebada o avena) como tutor”, indica Juan.
La veza sativa es más digerible que la villosa pero tiende a tumbarse y necesita un cereal (triticale, cebada, avena) como tutor
Junto con la veza, otra de las leguminosas empleadas en las mezclas con cereal es el guisante. “La clave está en la proteína. Se ponen estos cultivos porque vas a un solo corte y logras un contenido proteico más elevado. En raigrás si vas a dos cortes puedes igualar la cantidad de proteína, pero los costes se duplican”, razona. Labrar sin abonar De cara a la siembra del cultivo de invierno no es imprescindible abonar las tierras. Es más, puede ser incluso contraproducente. “En los ensayos que realizamos hicimos laboreo y sembramos sin abonar en fondo, aprovechando únicamente los excedentes de la fertilización con purín en el cultivo del maíz (entre 50 y 60 metros cúbicos por hectárea). En el purín una cuarta parte del nitrógeno que aporta quedaría para el año siguiente, porque se corresponde con la mineralización de la materia orgánica. Por la composición habitual del purín en Galicia, unos 25 kg de nitrógeno por hectárea quedan para el siguiente año, que es lo que se necesita para el arranque de las leguminosas. Y no hay que pasarse de 25 kg/ha de nitrógeno porque sinó se perjudica el desarrollo del rizobium”, advierte el investigador del CIAM.
El momento de abonar en cobertera está determinado en función de la temperatura del suelo (entre 8 y 10 grados)
Sería conveniente, eso sí, aplicar una fertilización después en cobertera, de unos 50 kg de nitrógeno por hectárea. “Cuando el cultivo empieza a desarrollarse sería el momento de aplicar esta fertilización con abono químico convencional o incluso purín, pero depositado en el terreno. La leguminosa tiende a crecer cuando la temperatura del suelo está entre 8 y 10 grados. Según las zonas, esto se produce a finales del invierno o comienzos de la primavera; en el interior de Galicia suele coincidir a primeros o mediados de marzo”, ejemplifica. La fecha de abonado marca también el momento de segar, pues habría que cortar dentro de los 40 días posteriores. Sembrar en octubre o en enero? Hay ganaderías que optan por retrasar la siembra del cultivo de invierno al mes de enero, para evitar la presencia de malas hierbas, algo que Juan solo recomienda en determinados casos. “La implantación de las leguminosas es lenta y eso hace que si tenemos en el suelo un banco de malas hierbas salgan y se desarrollen antes. Sembrando el cultivo de invierno en enero evitaríamos esta competencia, pero hay que tener en cuenta que las leguminosas en general son bastantes sensibles al frío. El guisante, por ejemplo, es sensible a la humedad excesiva y al frío”, alerta, de ahí que debamos considerarlo.
Las leguminosas son bastante sensibles al frío, por lo que si en la zona hay heladas es preferible no esperar
Por eso, si en la zona hay heladas en enero y febrero, recomienda sembrar el cultivo antes, en otoño, sin esperar a los meses de invierno. “En zonas donde no hay heladas, puedes sembrarlo más tarde, pero en zonas donde hiela es preferible sembrar en otoño, para que cuando vengan las heladas ya esté implantado. La leguminosa cuando nace es extremadamente sensible, a medida que ya tiene 3 hojas aguanta mejor las heladas”, explica. Un único corte en abril Las mezclas con leguminosa tardan más en desarrollarse que cuando se siembra solo raigrás. El punto de crecimiento lo marca la temperatura del suelo (por encima de 8-10 grados), que es cuando se activan las bacterias (rizobium) y la planta aprovecha el nitrógeno atmosférico y crece más. “Las leguminosas se quedan paradas a la espera del buen tiempo. Los tréboles si hay lluvias, frío o encharcamiento no crecen. Con el guisante pasa algo parecido. Son cultivos de implantación lenta y que dependen de la temperatura del suelo para crecer y desarrollar todo su potencial”, indica Juan.
Las leguminosas se quedan paradas a la espera del buen tiempo. Son de implantación lenta y dependen de la temperatura del suelo para crecer
El ensilado, mediante uno solo corte, depende de la zona y de cómo haya venido el tiempo. “El momento de segar es cuando comienza la floración de las leguminosas, que en un año normal podría estar en torno al 15-20 de abril en zonas como Mazaricos, pero en zonas interiores viene un poco más tarde”, explica. “Si viene mal tiempo y no da crecido tienes que meter nitrógeno extra, mediante abono químico, pero en ese caso no estaríamos aprovechando la función de las leguminosas como fijadoras de nitrógeno ambiental”, dice. Rendimientos En los ensayos realizados en Cartelos en el año 2021 con una mezcla de raigrás híbrido y tres tréboles anuales y una fertilización de 60 metros cúbicos de purín por hectárea previos en el cultivo del maíz más un abonado de cobertera con tres dosis diferentes de abono químico en el mes de marzo, se lograron los siguientes rendimientos:
  • Sin abonado en cobertera = 4,7 toneladas de materia seca por hectárea
  • Con 50 kg de nitrógeno por hectárea = 5,8 toneladas de materia seca por hectárea
  • Con 100 kg de nitrógeno por hectárea = 6,3 toneladas de materia seca por hectárea
“Cuanto más abonas más se incrementa el rendimiento, pero habría que ver si compensa desde el punto de vista económico pasar de una determinada cantidad, porque con 50 kg de nitrógeno por hectárea tenemos unos rendimientos superiores a si metes 0 kg pero similares estadísticamente a si metes 100”, argumenta Juan.
Introduciendo trébol mezclado con el raigrás obtienes un 40% más de proteína por hectárea en el forraje e incrementas un 5% la proteína bruta en la ración
Pero además de la cantidad de forraje obtenido, el investigador del CIAM pone el énfasis en la calidad del ensilado. “En una pradera de raigrás solo, con los mismos 50 kg de nitrógeno por hectárea sacas 400 kg de proteína por hectárea, mientras que con la mezcla con leguminosas obtienes 577 kg por hectárea de proteína, un 40% más”, compara. El porcentaje de incremento depende del nivel de implantación de las leguminosas. “Cuanto mejor se implanten más proteína vas a tener después en el silo, pero hay que tener en cuenta que el raigrás tiene un 6% de proteína frente al 11% de los tréboles. Si vas a más de un corte en el raigrás se incrementaría la proteína, pero los costes de siega, recogida y ensilado también son mayores”, razona. Mejora en el siguiente cultivo La ventaja de introducir una leguminosa de invierno es que el suelo queda más abonado y en mejores condiciones para recibir el siguiente cultivo. “Las raíces y la parte aérea no segada quedan en el terreno, se descomponen y aportan nitrógeno. La cantidad se cuantifica entre 40-100 kg de nitrógeno por hectárea dependiendo de la implantación de leguminosa”, explica Juan.
Las leguminosas pueden llegar a fijar en el suelo a mitad del nitrógeno que necesita el maíz
Esa fijación de nitrógeno supone un ahorro considerable en fertilizante, o bien un extra de cosecha, debido al plus de abonado. “El maíz es vicioso en nitrógeno, cuanto más le aportas más crece, y tener ese nitrógeno almacenado en el suelo supone una gran ventaja a nivel de toma de decisiones”, considera. Por eso, en función de la estrategia que adopte el ganadero (ahorrar en abono o recoger más forraje) se puede variar o no la fertilización del maíz tras el cultivo de invierno con leguminosa.
Con el raigrás solo el terreno queda más compacto y es más difícil de trabajar
Según el tipo de terreno, la disponibilidad de nitrógeno puede ser mayor o menor, pero la dosis recomendada para el maíz puede ser establecida en función de los rendimientos esperados. “En base al rendimiento (proteína) se tienen unas extracciones de nitrógeno u otras. Si espero un rendimiento para el ciclo que he sembrado de 15 toneladas de materia seca por hectárea (7% de proteína), las extracciones serán de 170 kg de nitrógeno por hectárea, por lo que el nitrógeno disponible (en el suelo más el aportado) debe ser superior a esa cantidad”, ejemplifica Juan. En base a ese cálculo, para hacer una correcta fertilización sería necesario conocer el nitrógeno mineral presente en el suelo al inicio del cultivo y el que se genera por mineralización de la materia orgánica. Este nitrógeno mineral puede ser importante cuando se cultiva previamente una leguminosa o cuando se incorpora al terreno un cultivo como abonado en verde. “Además, agronómicamente, de cara al laboreo, al introducir leguminosas el terreno queda más mullido, por lo que es más fácil de trabajar”, concluye el investigador del CIAM.

Vecinos de la Montaña luguesa recogen 700 firmas para la preservación de los banzados en los Ancares

La vecinanza de los Ancares hizo llegar a la sede de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, en Oviedo, su preocupación sobre la amenaza de eliminar los banzados y presas tradicionales de los ríos de los Ancares. “Algunos de estos banzados son infraestructuras de origen medieval, fundamentales para la viabilidad de las explotaciones ganaderas de la zona, ya que permiten el riego y que los prados sigan siendo productivos en verano y en las épocas de sequía como las que estamos sufriendo en la actualidad”, apuntan desde lo C.D.R. Ancares. Impacto medioambiental positivos Además de su impacto directo en la actividad agroganadera, los prados de regadío conforman un paisaje en mosaico, rompiendo con las zonas de monte y evitando en gran medida a propagación de los incendios. También contribuyen a fijar más CO2 en el suelo y forman parte del patrimonio tradicional y agroganadero de este territorio de la montaña. Un miembro del CDR Ancares y un ganadero del territorio, se acercaron a la ciudad de Oviedo en representación del vecindario de la montaña, para reunirse con el Comisario de Aguas Gonzalo Gutiérrez. En esta reunión se hizo entrega de las numerosas firmas que se recogieron en el territorio reivindicando la defensa de los banzados tradicionales. La Confederación está inventariando los banzados Por parte de la Confederación se transmitió en esta reunión un mensaje de calma al vecindario y se manifestó que se está haciendo un inventario en el territorio para ver cuales banzados están en uso y cuales no. A partir de este inventario, se convocará una reunión abierta a la ciudadanía para confirmar si los banzados catalogados como en desuso realmente lo están. Finalmente, los banzados en desuso que supongan un problema para el ecosistema fluvial o para la protección civil, serán derribados. Por otra parte, los banzados que están en uso y que no tengan la correspondiente autorización legal, deberán ser legalizados. “Desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se comprometieron a hacer un acompañamiento técnico para la tramitación de @dito autorizaciones, de forma que se facilite su legalización”, señalan desde lo C.D.R. Ancares. https://www.campogalego.es/compromiso-para-conservar-las-presas-de-riego-de-la-montana-lucense/

Compromiso para conservar las presas de riego de la montaña lucense

Ninguna de las represas de riego que estén en uso en la zona de la montaña lucense será derribada. Es más, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico facilitará el proceso de regularización de todas aquellas que se encuentren en una situación de alegalidad y que estén siendo empleadas. Es el compromiso que Unións Agrarias consiguió este miércoles en la reunión mantenida en Oviedo con el presidente y el comisario de Aguas de este organismo. Un encuentro que la organización agroganadera propició habida cuenta de la preocupación generada por el posible derribo de unas estructuras muy importantes para el mantenimiento de las praderas de las que depende la ganadería de los ayuntamientos de Pedrafita, As Nogais, Becerreá, Cervantes y Navia de Suarna. El secretario general y el responsable de Coordinación Sectorial y Área Externo de Unións Agrarias, Roberto García y Félix Porto, se desplazaron este miércoles hasta Oviedo para defender el mantenimiento de las represas existentes en los municipios de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá. Unas estructuras imprescindibles para las explotaciones de la zona, que gracias a ellas pueden contar con alimento para el ganado en los meses de sequía, desde abril hasta octubre. Reunión de Unións Agrarias y la Confederación Hidrográfica. Los representantes de Unións Agrarias salieron del encuentro con el compromiso explícito de la Confederación de respetar el mantenimiento de todas las represas en uso. Además, ambos organismos colaborarán para facilitar la regularización de todas aquellas que estén siendo empleadas por agricultores y ganaderos pero no cuenten con la necesaria concesión administrativa. Con ese objetivo, se procederá al inicio de un expediente de legalización en el que Unións Agrarias se implicará facilitando a los peticionarios la elaboración de toda la documentación y la ejecución de los trámites precisos. Las represas son elementos fundamentales para la actividad agroganadera en la zona de la montaña lucense. Se trata de sistemas de riego centenarios regidos por turnos de uso establecidos desde más de 200 años atrás que garantizan el mantenimiento de las praderas, fundamentales para la ganadería tradicional en extensivo sobre la que se asienta buena parte de la economía de la zona. Son estructuras de no más de metro y medio de alto construidas en su mayoría en piedra que permiten el tránsito de la fauna acuática y que garantizan un uso sostenible de los recursos naturales, ya que el caudal de agua que suministran permite el mantenimiento de los prados sin que sea preciso emplear ningún tipo de abonado adicional. El número de represas existentes en el área afectada es altísimo y da buena muestra de la importancia de las mismas, pudiendo existir más de 300. Su eliminación supondría la pérdida de superficies de labor y de pasto imprescindibles para las explotaciones ganaderas de la zona e implicaría un importante golpe para la economía de un sector ya muy castigado por los altos costes de producción y los bajos precios.

Jornada técnica este martes en el CIAM sobre mejora en la fertilización de las praderas

El próximo martes, 29 de noviembre, se celebrará en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) una jornada técnica sobre "La fertilización de las praderas". La jornada está dirigida a ganaderos de vacuno o personas con expectativas de incorporación interesados en mejorar la productividad de las praderas para la alimentación de ganado. El programa de la jornada es el siguiente: 10:00-10:15 horas. Presentación de la jornada. 10:15-10:45. Las aplicaciones web RAX de recomendación de abonado con purín en las praderas. Mª Isabel García Pomar. Investigadora CIAM-AGACAL. 10:45-11:15 horas. Fertilización de praderas con purines. Resultados del campo de ensayo (TT2022/075). Dolores Báez Bernal. Investigadora CIAM-AGACAL. 11:15-11:45 horas. Descanso. 11:45-12:15 horas. Estrategias de fertilización de praderas en ecológico. Joan Alibés Biosca. Técnico de Beealia Asesoramiento y Gestión de Ganaderías. 12:15-12:45 horas. roca El uso de la fosfórica como fertilizante ecológico en las praderas. Resultados del campo de ensayo (TT2022/076). Mª Isabel García Pomar. Investigadora CIAM-AGACAL. 12:45-14:00 horas: Demostración de aplicaciones de purines en la finca del CIAM. Mª Isabel García Pomar, Dolores Báez Bernal, Juan Valladares Alonso Las solicitudes de inscripción se pueden descargar de la página web www.ciam.gal y se deberán remitir por correo electrónico a ciam.cmr@xunta.gal Se admitirán solicitudes hasta las 12:00 h del día 14 de noviembre. Jornada realizada en el marco del Plan de transferencia para el apoyo a las actividades de demostración y de información al campo gallego 2022, cofinanciado con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en el marco del PDR de galicia 2014-2020.

 

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Jornada sobre la diversidad de los suelos ligada a las prácticas tradicionales agroganaderas

El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (Agacal-Ciam) organiza mañana sábado, día 26, una jornada sobre la Diversidad Específica del suelo ligada a las prácticas tradicionales agroganaderas. La sesión se celebrará en la Estación Científica del Courel (Lugo). La jornada está dirigida a ganaderos y agricultores, asesores agroambientales, gestores de la PAC, estudiosos en los campos agropecuario y ambiental así como a técnicos y representantes de las Administraciones Públicas y público interesado. Las solicitudes de inscripción deben enviarse a través de este formulario online. Detallamos a continuación el programa de la jornada: 10.00 - 10.15 horas: Apertura de la jornada. Juan Castro (coordinador de la actividad). 10.15 - 10.45 horas: El manejo tradicional de los prados y la conservación de la diversidad botánica. Protocolo de actuación. Eva Martinez Veiga. Bióloga especializada en la restauración y conservación de flora amenazada. Iván Rodríguez Buján. Biólogo especializado en la caracterización, conservación y gestión de flora. 10.45 - 11.45 horas: “Lombrices y otros anélidos en los suelos del Courel: diversidad y evaluación”: Rüdiger Schmelz. Doctor en biología e investigador independiente. 11.45 - 12.15 horas: Pausa 12.15 - 13.45 horas: Práctica de laboratorio del muestreo de lombrices y otros anélidos, como bioindicadores de la calidad del suelo. 13.45 - 14.00 horas: Cierre de la jornada

-TRÍPTICO DE LA JORNADA 

SAT Sabadelle, una ganadería con robot de ordeño que no da silo de maíz a las vacas

En la parroquia de Sabadelle, en Chantada, se encuentra una ganadería inusual en Galicia, donde el 80% de la leche es producida en base al cultivo de maíz, sobre todo en las explotaciones de mayor tamaño. En SAT Sabadelle están ordeñando en la actualidad alrededor de 120 vacas en dos robots, pero prescinden por completo del silo de maíz en la ración. Son dos decisiones, la de automatizar la granja y la de dejar de cultivar maíz, que han tomado en base a las características propias de la explotación. “La adaptación que nosotros hicimos está motivada por dos factores: por un lado, tenemos ya más de 50 años y uno de los trabajos en los que más se sufre físicamente es en la sala de ordeño, por eso pusimos los robots; y por otro lado, debido a la ubicación y a las condiciones de clima y suelo en las que nosotros estamos, cultivar maíz era problemático. Pero cada granja tiene que hacer su propia evolución, porque las circunstancias en cada una no son las mismas, y evidentemente si estuviésemos en el norte de Lugo la estrategia tendría que ser distinta”, razona Lois Lareu, uno de los tres socios actuales de la SAT. A punto de cumplir 20 años La granja comenzó a funcionar en 2002, por lo que está a punto de cumplir 20 años. Es el resultado de la fusión de tres explotaciones familiares. “En aquel momento hubo un boom de las SATs, pero yo veo que después, con el paso de los años, dejaron de producirse fusiones de este tipo. No sé si es porque las explotaciones familiares crecieron y no se ve necesario juntarse con el vecino o porque las ganaderías han ido desapareciendo y no queda con quien juntarse”, argumenta Lois.
José Manuel Fernández, María Suárez y Lois Lareu son los tres socios actuales de la SAT
De las tres familias iniciales, a día de hoy quedan dos. “En la actualidad somos tres socios y un empleado. En el inicio trabajábamos entre 7 y 8 personas, pero cuando uno de los socios fundadores tuvo que abandonar la SAT (lo hizo por enfermedad hace 12 años), se produjo una reducción tanto en el número de trabajadores como de animales”, explica. 2 robot desde marzo de este año A pesar de haber pasado ya dos décadas desde su construcción, el establo está en buenas condiciones y simplemente hicieron en estos años inversiones en eficiencia energética y obras de adaptación para la instalación del nuevo sistema de ordeño con robot. “La nave que se hizo en el 2002 prácticamente es la misma que tenemos en la actualidad. Hubo un esfuerzo económico importante en el inicio para tener unas instalaciones nuevas y modernas para aquel momento y que están aún en buen uso a día de hoy”, cuenta Lois.
En los últimos años hicieron inversiones en ahorro energético, tanto placas solares como intercambiador de calor
Pero con miras a enfrentar los próximos años, tomaron la decisión de invertir en la automatización del ordeño. “Este año sustituimos la sala, que era rápida y estaba bien, por 2 robots. El motivo principal fue que uno de los socios tiene 60 años, y los otros dos tenemos 54 años y comenzábamos a notar los achaques típicos de la edad a la hora de ordeñar, puesto que las piernas y hombros se resienten teniendo que pasar tres horas en la sala a la mañana y tres a la tarde. Y otra de las razones es la dificultad de encontrar mano de obra cualificada”, reconoce. La adaptación de los animales al robot fue “rápida y fácil”, dice. Para eso, antes de comenzar a ordeñarse en el robot las vacas se fueron acostumbrando a comer en él el pienso durante dos semanas.
La ración de producción lleva 30 kg de silo de hierba, 1,5 de paja, 1,5 de alfalfa y 9,5 de pienso, más el punteo del robot (6 kg máximo)
El paso al robot les supuso un incremento de unos 8 litros de leche por vaca y día. “Antes estábamos en unos 32 litros de media y desde la instalación del robot alcanzamos los 40 litros”, dice. La composición media de la leche es de un 3,6% de grasa y un 3,1% de proteína. “La grasa y proteína nos descendió muchísimo con la implantación del robot”, admite Lois. Lote de ganado en pastoreo para reducir costes Lote de vacas secas y novillas, con salida al pasto La robotización de la granja les llevó a modificar alguna rutina de manejo del ganado, sobre todo en lo relativo al secado. “Con el robot hay un incremento de gasto en concentrado, por lo que nosotros si vemos que una vaca que está en el robot no tiene la producción idónea y no nos compensa tenerla en el lote de producción lo que hacemos es secarla y pasarla al lote de pastoreo, donde el coste de alimentación es bajo”, dice.
Para minimizar el gasto en concentrado adelantan el secado en las vacas que pierden producción
Disponen de unas 20 hectáreas alrededor de la granja que pastorean con las vacas secas y novillas. “Eso nos ayuda a reducir de manera significativa el coste de alimentación de ese gasto”, afirma Lois. “Hacemos un carro mezclador para novillas y vacas secas, que llevan la misma alimentación. Y si en el mes de agosto, cuando no hay pasto, tenemos que hacer un carro diario, cuando hay pasto ese mismo carro dura tres días”, ejemplifica. No es un carro estrictamente seco, porque le echan hierba seca de la que ellos cosechan, más unos kilos de silo de hierba de segundo corte, más el concentrado. Beneficios en la recuperación de las vacas Las vacas recién paridas o con algún tipo de problema están también fuera Lois considera que los periodos de pastoreo, además de ahorrar costes, mejoran la salud de los animales y alargan su vida útil. Antes de ordeñar con el robot las vacas en producción salían a fuera y en este momento siguen manteniendo esta práctica para determinados animales.
Cuando hay una vaca con problemas, al echarla fuera mejora mucho más rápido
“Tenemos un pequeño grupo de vacas adultas que salen fuera, bien sea por problemas de pies o porque están recién paridas y vemos que de este modo mejoran más rápidamente su estado sanitario y podal”, asegura.
El invierno aquí no es extremo, pero el verano sí que es duro para el pastoreo en esta zona
En la zona de Chantada los inviernos no son extremos, pero es habitual que la sequía afecte de lleno en verano. “Nuestros suelos son arenosos y se secan mucho en los meses de julio, agosto y septiembre”, explica Lois. Por eso, la alimentación del ganado en SAT Sabadelle se sustenta a base de ensilados de hierba, una vez que han ido dejando paulatinamente de echar maíz. Abandono del cultivo de maíz Desde hace 13 años apuestan exclusivamente por las praderas para la producción de forraje para la ración “El cultivo de maíz para nosotros era un sufrimiento. Obteníamos unas producciones muy bajas y cuando había buena cosecha teníamos problemas con el jabalí, además del trabajo que nos suponía. Yo no discuto que el maíz sea interesante para la producción lechera, pero cada uno tiene que analizarlo en sus circunstancias”, argumenta Lois. “En la zona en la que nosotros estamos, cuando durante varios días la temperatura pasa de 30 grados, que fue lo que sucedió este año, el maíz ya no era capaz de recuperarse aunque viniese después tiempo húmedo y lluvioso”, dice.
El maíz para nosotros era un sufrimiento, cuando no era la sequía era el jabalí, los cuervos o la rosquilla
Hace 13 años que dejaron definitivamente de echar maíz y apostaron por las praderas permanentes. Son básicamente de raigrás italiano y tréboles que poco a poco se van introduciendo y colonizando de forma espontánea las parcelas de pastoreo. Gestión del minifundio Las fincas son de pequeño tamaño y el suelo es arenoso y se seca en verano SAT Sabadelle choca con una de las dificultades habituales en Galicia, la del minifundio. “Gestionamos una superficie de 120 hectáreas distribuidas catastralmente en 427 parcelas, lo que supone un esfuerzo no solo físico, sino también mental para poder gestionar todas esas fincas”, dice Lois.
Trabajamos 427 parcelas en tres ayuntamientos: Chantada, Taboada y Carballedo. Supone un esfuerzo físico y mental importante
El tamaño real de las parcelas de trabajo se fue incrementando a base de juntar fincas. “Con el paso del tiempo han ido cerrando explotaciones en nuestro entorno y eso nos permitió tener piezas de 5 o 6 hectáreas, pero con una salvedad, por el medio está lleno de marcos que tenemos que respetar en el laboreo para no modificar la estructura de propiedad de la tierra”, indica. La superficie en propiedad es de unas 40 hectáreas y el resto, unas 80, son alquiladas y están muy dispersas, lo que dificulta su gestión. “Manejamos fincas en varios ayuntamientos y teníamos personas que nos pastoreaban esas fincas en invierno y eso nos servía para hacer el corte de limpieza y tenerlas disponibles para el abonado de enero. Pero hoy esas pequeñas explotaciones están cerrando y nos vemos ya obligados a triturar una parte de ellas”, admite.

Manejo de las praderas de siega para lograr la resiembra sin laboreo

SAT Sabadelle hace una gestión forrajera de las praderas enfocada a lograr un corte para silo a finales de abril o principios de mayo y un segundo corte para silo o hierba seca a partir del 15 de julio . Para eso, la estrategia de abonado consiste en la aplicación de purín en el mes de enero en toda la superficie, tras el corte de limpieza del invierno, y una fertilización con NAC del 27% a mediados de marzo. “Abonamos con purín en enero y nitrógeno en marzo. Habitualmente echábamos unos 250 kg/ha de abono químico, pero este año reducimos a 150 kg/ha por el coste del fertilizante y se notó, la producción de las praderas no fue la misma”, admite Lois.
Con el abono de enero-febrero de purín y el nitrógeno de marzo es suficiente para la producción de hierba de todo el año
“En el segundo corte, si el tiempo es propicio, a veces volvemos a fertilizar con purín. Pero si sube la temperatura, como pasó este año, dejamos de echar purín, porque consideramos que hacemos más daño a la pradera que beneficio”, razona. Silo en alpacas Hacen bolas de hierba seca y alpacas para silo con el segundo corte El primer corte coincide normalmente a finales de abril o comienzos de mayo, en función de como venga la climatología. “Ensilamos todo junto a través de una empresa de servicios, de manera que en 3 días tenemos todo el forraje ensilado, lo que nos permite que no haya variaciones en la composición del silo y en la ración durante todo el año”, destaca. El segundo corte se reparte entre hierba seca y silo empacado. “Empezamos a hacerlo en alpacas porque ese segundo corte para ensilarlo en trinchera teníamos problemas de conservación por las bolsas de aire, porque era hierba que era difícil de pisar. Así, al ensilarlo en alpacas no tenemos ningún problema”, dice. Con ese método hacen unas 200 alpacas de silo de hierba, que emplean para el carro de las novillas y vacas secas. Semilla de raigrás Recogen la simiente de raigrás con una cosechadora para resembrar con ella unas 20 hectáreas cada año Pero en el segundo corte la protagonista es la hierba seca, tanto por el tipo de forraje como como método de resiembra natural de las praderas. “Cogemos bolas de hierba seca en unas 100 hectáreas, pero de ellas elegimos siempre un par de hectáreas, las que tienen más calidad, que las recogemos con una cosechadora de cereal para aprovechar la semilla. Con esa semilla resembramos fincas que lo necesitan, bien por estar en buenas condiciones o en las que ensilamos el segundo corte, porque en las que recogemos hierba seca no hace falta, con la semilla que cae ya es suficiente”, dice.
Hacemos el corte de hierba seca con una cosechadora de cereal en unas dos hectáreas y con la semilla que recogemos resembramos el resto de parcelas
Cada año, a principios de septiembre reparten esa semilla que han recogido en unas 20 hectáreas, para ir renovando de este modo de manera natural y sin laboreo las praderas. “Echamos la semilla cuando el terreno está seco, para que no tenga competencia a la hora de salir. No pasamos rulo ni echamos purín hasta que la planta está bien implantada para no pisar ni machacar, únicamente depositamos la semilla en la superficie con una sembradora Amazon pero sin hacer laboreo y cuando vienen las primeras lluvias ya se encargan de hacer que la semilla entre en contacto con el terreno. Es un método barato que nos está dando buenos resultados”, explica Lois.  

Las mejores semillas para tus praderas

Como complemento al cultivo del maíz, los cultivos de invierno completan la base de la alimentación del ganado vacuno. Una adecuada selección de la semilla y un buen manejo del cultivo contribuye a la reducción de los costes de producción, teniendo un peso tan importante como el maíz en la explotación.

El catálogo incluye distintas combinaciones:

  • Siega Max es la mezcla de raigrás westerwold y raigrás italiano, una combinación de variedades selectas con alta capacidad de implantación y tolerancia a enfermedades que garantizan la máxima producción en el primer y segundo corte de ensilado, con resistencia al encamado y margen de espigado para que la climatología no condicione la elección del momento de siega.
  • Siega Max-pro es la combinación ideal de raigrás con tréboles anuales de actitud forrajera, que proporcionan alto contenido en proteínas, buena palatabilidad y gran capacidad de rebrote.
  • Siega Max-pro alternativa proporciona mayor contenido en azúcares que otras mezclas para una mejor conservación del silo y una proteína más asimilable gracias a su fórmula de raigrás italiano, raigrás híbrido y tréboles.
  • Siega Max-plus representa el equilibrio perfecto entre proteína y fibra gracias a la combinación de raigrás westerwold con trébol alejandrino, encarnado y persa, lo que proporciona al ganado un excelente equilibrio nutricional.
  • Triti Max es una mezcla de veza, triticale y raigrás italiano que aporta máxima producción sin descuidar la calidad nutritiva. Incluye semilla inoculada de variedades selectas.
  • Hibrid Max es una combinación al 50% de raigrases ingleses e híbridos con doble actitud, apta para rotación con maíz o pradera plurianual, destacando su alto valor nutricional por encima de la media.
  • Pasto Max es la pradera de larga duración para siega y pastoreo. La combinación de raigrás inglés, raigrás híbrido, trébol blanco y trébol rojo aporta alta producción y gran calidad nutritiva en una pradera con buena implantación y resistencia al pisoteo que dura hasta 6 años.

En el siguiente enlace se puede descargar el catálogo completo de semillas pratenses de Soaga con indicación de las dosis de siembra recomendadas. El departamento técnico de la empresa, formado por ingenieros agrónomos, está a disposición de los agricultores y ganaderos para ayudarles a elegir la mezcla que mejor se adapta a sus necesidades, en función de factores como el tipo de suelo o la duración y destino final de la pradera.

Puedes contactar con el Grupo Soaga en el teléfono 986 516 035 o a través de la página web www.gruposoaga.com.

La importancia de la rotación maíz-pradera

El cultivo de invierno con mezclas de raigrás, cereales y leguminosas aporta proteína y reduce las necesidades de fertilización del cultivo de verano al fijar nitrógeno ambiental

Las condiciones edafoclimáticas en las que trabajamos son las idóneas para sacar un alto rendimiento del cultivo de invierno. Otra de las ventajas de no dejar las tierras vacías en invierno es la reducción de la escorrentía, así como la fijación de nitrógeno ambiental por parte de los tréboles, lo que reduce las necesidades de fertilización del cultivo de verano.

La rotación de cultivos es precisamente uno de los aspectos ambientales en los que la nueva PAC hace hincapié, tanto a través de los ecoesquemas como de la condicionalidad reforzada, por lo que a partir de 2023 la siembra de praderas tras la cosecha de maíz será una de las prácticas exigidas a las explotaciones agrícolas y ganaderas.

El jabalí se adelanta a la campaña del maíz

Las altas temperaturas registradas este verano están haciendo que los ciclos del maíz se adelanten en muchas zonas. Con todo, en la mayor parte de las plantaciones aún está por criar la espiga. Pese a eso, ya se están produciendo importantes daños del jabalí en distintos puntos de Galicia. En muchas de las parcelas afectadas, aun estando cerradas con hilos del pastor eléctrico, el cerdo bravo está causando igualmente estragos. La Mariña Lucense es una de las zonas más afectadas por los ataques del jabalí. “El maíz aún casi no tiene espiga con granos y las manadas de jabalís están causando grandes danos”, explican desde la cooperativa Os Irmandiños, integrada en Clun. Precisamente en ayuntamientos como Ribadeo o Trabada están detectándose parcelas arrasadas ya por la fauna salvaje. “Este año los ataques están siendo mucho peores que en otras campañas”, señala José Ramón Loza, responsable del área de cultivos de la cooperativa Os Irmandiños.
“El maíz aún casi no tiene espiga con granos y las manadas de jabalís están causando grandes daños”: José Ramón Loza, de Os Irmandiños
En esta zona ya habían tenido daños del jabalí durante la siembra, aunque puntuales y habían conseguido atajarlos con distintas medidas realizadas por los cotos de caza. Ahora apuntan que están sufriendo daños muy severos. Más hacia el interior de la provincia, en parcelas de Castro de Rei también están acusando daños provocados por la incursión de manadas de jabalís. En algunos casos, los daños se produjeron en fincas que ya acusaban importantes dificultades por la sequía y que ya dan totalmente por perdidas tras pasar los jabalís por ellas. Daños en una finca de maíz en Castro de Rei (Lugo). En la provincia de A Coruña, en ayuntamientos como Lousame, la incidencia del jabalí dejó daños importantes ya en la siembra y ahora vuelven a tenerlos. Es el caso por ejemplo de Henrique Laranga que en esta campaña tuvo que sembrar de nuevo 4 hectáreas de maíz, con el gasto que eso implica. En algunos casos incluso tuvo que resembrar hasta 4 veces el maíz. “El maíz que no me comió en la siembra es el que está viniendo más temprano y el que me está comiendo ahora. Lleva ya más de 1,5 hectáreas de daños”, apunta el ganadero.
Ganaderos de Lousame tuvieron que sembrar varias veces las parcelas y ahora tienen ya más de una hectárea de maíz nuevamente afectado por el jabalí
Aunque están autorizadas batidas para este fin de semana, apuntan que llegan tarde, ya que hay muchas fincas con muchos daños, en una campaña en la que la producción ya está siendo menor por la sequía. Insisten en que las acciones preventivas deberían llevarse a cabo más ajustadas a los calendarios de las cosechas y siembras, para que resulten más efectivas. “El jabalí está siendo una plaga, aunque no quieran reconocerlo”, valora el ganadero. También en el Deza están registrándose ya daños en parcelas de maíz, al que aún le falta tiempo para madurar. En Lalín detectaron daños incluso en fincas que estaban cerradas con el pastor eléctrico. Al igual que los ganaderos de la costa lucense, reclaman acciones para controlar la fauna. Esta zona está siendo muy castigada por la sequía y los daños del cerdo bravo reducen una cosecha que ya se espera muy inferior a la de otros años. Solo por la sequía se estima que la cosecha se reduzca en más del 40% en la comarca, a lo que se añaden ahora los daños causados por el jabalí. Prados con daños por el jabalí en Cervantes.

Arrasa con las praderas en Os Ancares

Aunque en los meses centrales del verano es habitual que casi no haya daños del jabalí, en la zona de Os Ancares están sufriendo importantes daños en las praderas ya en los últimos meses. José Manuel Rodríguez, ganadero de Cervantes, registró importantes pérdidas en sus prados ya desde junio. “Ya no se esconden nada. Estamos cansados de ver los jabalís junto al rebaño, por entre las vacas”, apunta el ganadero. En los prados donde tiene algo de riego los daños se prolongan todo el año.
“Además de los daños que te hace en la hierba, tuve que segar con la máquina pequeña, con lo que me lleva más tiempo y las vacas no pacen allí por mucho tiempo”: José Manuel Rodríguez, ganadero de Cervantes
Esta campaña, José Manuel tuvo importantes daños en las praderas que tenía para seco, lo que le ocasionó recoger menos cantidad de forraje del que contaba, en un año en el que el aprovisionamiento de forraje es fundamental, dados los altos costes que está teniendo el pienso. Al margen de coger menos hierba, los estragos del jabalí en los prados también llevan parejo mayor carga de trabajo para el ganadero. “Además de los daños que te hace en la hierba, tuve que segar con la máquina pequeña, con el que me lleva más tiempo y las vacas no pacen allí por mucho tiempo”, explica. José Manuel ya dio cuenta este año de 20.000 metros cuadrados de praderas afectadas, aunque reconoce que es más superficie la dañada. “Muchas veces son daños pequeños en un prado y en otro, y solo acabas por poner aquellas fincas en las que hay más destrozo, pero al final todo suma. Vas reduciendo de un lado y de otro y cuando te das cuenta te quedas con menos hierba de la que precisas”, argumenta el ganadero, que tiene un rebaño de unas 60 cabezas de ganado de carne. Como él, ganaderos de Os Ancares llevan tiempo reclamando medidas que les ayuden a paliar los daños de la fauna salvaje, dado que muchas acciones de control están limitadas al encontrarse en plena Red Natura y Reserva de caza. “No están haciendo batidas, aunque lleguen a estar autorizadas y los que pagamos siempre somos los ganaderos. Cada vez quedamos menos y de este modo no va a quedar nadie con ganado”, señala.

Instalación de jaulas-trampa

Desde organizaciones como Unións Agrarias apuntan que está habiendo una mayor sensibilidad y entendimiento entre cazadores, ganaderos y agricultores, lo que está dejando una mayor colaboración a la hora de organizar batidas por daños en aquellas zonas afectadas. Con todo, desde Uniones siguen insistiendo en la importancia de contar con más medidas para el control de la fauna salvaje, tal y como habían recogido en la Iniciativa Legislativa Popular que habían presentado al Parlamento Gallego y que fue rechazada por el gobierno autonómico. En este mismo mes, desde Unións remitieron de nuevo a la Consellería de Medio Ambiente una petición para el uso de jaulas-trampa para el control de los jabalís en aquellas zonas con mayor incidencia. Solicitan cambios en la gestión de este método, ya que en la actualidad es el ganadero o agricultor quien debe hacerse cargo del animal que cae en la jaula, lo que está suponiendo un importante gasto para los productores, al tiempo que limita su uso “Mientras obliguen a los ganaderos a asumir la gestión de los animales que caen, no se utilizarán. La tutela de estos animales debe ser de la Xunta y debe haber unos protocolos estrictos del manejo de este método, por lo complejos que son para que resulten efectivos”, señala Jacobo Feijoo, responsable de Desarrollo Rural en Unións. Tal y como señalan desde Unións, el empleo de jaulas-trampa está siendo un método empleado en zonas como Extremadura para reducir los daños en plantaciones y con el que están logrando resultados exitosos al conseguir eliminar las manadas de esa zona. Desde Uniones también temen que la incidencia de los fuegos forestales provoque movimientos de las manadas de jabalís y que puedan incrementarse los daños en zonas que en otras campañas tenían una menor carga de esta fauna.

Calizas Calfensa, beneficios para las praderas

Cuando el suelo tiene un pH ácido, como el habitual en Galicia, los cultivos encuentran mayor dificultad para aprovechar los nutrientes, lo que supone un handicap para su desarrollo. “Con frecuencia, nos encontramos con análisis de suelos que tienen una presencia alta de nutrientes, hasta el punto de estar sobreabonados, pero esos nutrientes están poco disponibles para los cultivos por tener el suelo un pH ácido” -explica Alberte Momán, ingeniero técnico agrícola de Calfensa.- “Para lograr un abonado eficaz, es preciso cuidar la corrección del pH del suelo”, subraya.

En el caso de las praderas, la aplicación de las calizas agrícolas puede hacerse tanto en labores de fondo, aprovechando los trabajos de renovación de la pradera, como en superficie, tras el último corte de hierba o fin del pastoreo de la parcela. “En los encalados de mantenimiento, un efecto claro es que las calizas contribuyen a rejuvenecer el cultivo, con lo que aumenta la producción y la calidad del ensilado”, valora Alberte Momán.

Dado que la acción de los productos encalantes es por contacto directo, deberemos hacer un esparcido homogéneo por toda la superficie, mirando de incorporarlo de inmediato en el caso de trabajos de fondo, para que sus beneficios afecten a la superficie que colonizará el sistema radicular de las plantas.

Beneficios del encalado en suelos ácidos
Las condiciones geológicas y climáticas habituales en Galicia deparan suelos ácidos en los que las plantas suelen tener a disposición grandes concentraciones de aluminio y manganeso, que en porcentajes altos repercuten en un pobre desarrollo de las plantas. El aluminio tiene un impacto directo sobre las raíces, que aparecerán cortas y frágiles, en tanto el manganeso causa un menor crecimiento del tallo.

La acidez del suelo limita además la disponibilidad de los nutrientes principales, nitrógeno, fósforo y potasio. Así las cosas, el encalado le aportará a los cultivos importantes beneficios:

– Bloquea parte de los iones de aluminio, hierro y manganeso, que pueden estar en concentraciones muy tóxicas para algunos cultivos.

– Evita el bloqueo y fijación de los fosfatos.

– En caso de que esté presente en el suelo, aumenta la accesibilidad del Molidbeno, un elemento fundamental.

– Mejora la estructura del suelo. Estabiliza los humatos y aporta calcio.

– Estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mejor humificación y mineralización de la materia orgánica.

– En el caso de las leguminosas en praderas polifitas, el encalado puede aumentar la cantidad de proteína del forraje, al incentivar el crecimiento de las leguminosas.

– Contribuye a un mejor desarrollo del sistema radicular de las plantas, aumentando la superficie explorada por estas, siendo capaces de recoger mejor el agua y los nutrientes.

Gama de productos encalantes

Caliza agrícola
El carbonato cálcico, la caliza agrícola tradicional, es un producto muy empleado y no caústico. El grado de finura del producto determinará su tiempo de reacción en el suelo.

Otra cuestión a tener en cuenta es la capacidad de la caliza para corregir la acidez del suelo, que se mide por su valor neutralizante. La caliza agrícola de Calfensa presenta un valor neutralizante de 50, por lo que para la mayoría de suelos agrícolas gallegos, caracterizados por su acidez, serán precisas dosis de aplicación de 2.000 – 2.500 Kg. / hectárea.

A la hora de consultar el valor neutralizante de un producto, hay que tener también en cuenta que en Portugal cuentan con un sistema de medición diferente, por lo que productos portugueses con un valor neutralizante de 85 son equivalentes a los que en Galicia tienen 40.

Caliza magnesiana (Caliza agrícola + óxido de magnesio)
Los suelos agrícolas gallegos suelen presentar carencias de magnesio, por lo que Calfensa ofrece una caliza agrícola que incorpora un 20% de óxido de magnesio. Así se corrigen las deficiencias en calcio y magnesio, dos elementos importantes para mejorar la nutrición de los cultivos.

La incorporación del óxido de magnesio eleva el valor neutralizante del producto a 60, por lo que la dosis será ligeramente inferior a la del carbonato cálcico. En los últimos años está creciendo el consumo de la caliza magnesiana, pues es una necesidad en muchas zonas de la comunidad.

«Las analíticas de suelo en las explotaciones son cada vez más habituales y con frecuencia suelen revelar carencias de magnesio, que es un elemento importante para mejorar la nutrición de los cultivos», explica Alberte Momán, ingeniero técnico agrícola del departamento comercial de Calfensa.

Caliza Magnesiana Granulada
De forma complementaria a la caliza magnesiana en polvo, Calfensa lanzó una caliza magnesiana granulada, con la misma riqueza pero que puede ser aplicada directamente por el profesional, al presentar un grado esférico como el del abono.

«Con la creación de un granulado de caliza magnesiana, buscamos un producto de buena calidad que cubra las necesidades de clientes específicos, como pequeños productores con huertas y jardines, o áreas verdes públicas», explica Alberte Momán, que precisa que la dosis de aplicación de la caliza granulada tendrá que ser similar a la de la caliza en polvo.

«Con determinados productos granulados, hubo mensajes engañosas en el mercado, pues recomendaban dosis de aplicación muy inferiores a las aconsejadas técnicamente, por lo que carecían del efecto necesario en campo».

Óxido de calcio y óxido de magnesio
Son los productos que presentan una mayor velocidad de reacción, aunque su costo también es más alto.

El valor neutralizante del óxido de calcio está en 92 y el del óxido magnesiano en 92,8. Esos valores determinan la aplicación de dosis medias en Galicia de 1.200 – 1.600 kg. / hectárea. El producto comercializado por Calfensa se presenta granulado, a modo de gravilla, y puede ser aplicado por el propio ganadero por medio de abonadoras.

Jornada técnica sobre «La Fertilización en los cultivos forrajeros ecológicos»

El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) acogerá este jueves, 19 de noviembre, una jornada técnica sobre "La Fertilización en los cultivos forrajeros ecológicos". La jornada está dirigida a ganaderos ecológicos de vacuno de carne y leche o interesados en iniciar o pasarse a la producción ecológica, así como a técnicos y empresas de asesoramiento en ecológico (entidades de asesoramiento y gestión). Las solicitudes de inscripción se pueden descargar de la página web www.ciam.gal y se deberán remitir por correo electrónico a ferecol@ciam.gal Por limitaciones de capacidad por restriccións debido al Covid-19, se habilitará la posibilidad de seguir el día online vía webex, para lo cuál se deberá indicar en el correo electrónico si asistirá presencialmente u online. Aquellos participantes que eligieran la modalidad online recibirán un correo electrónico con el enlace para seguir el día. Se admitirán solicitudes hasta las 12:00 h del día 18 de noviembre. 

Programa:

10:00-10:15 h. Presentación de la jornada. 10:15-11:15 h. Utilización de fertilizantes en los cultivos forrajeros ecológicos. Joan Alibés Biosca.  Técnico de Beealia Asesoramiento y Gestión de Ganaderías. 11:15-11:45 h. Gestión de los purines en ecológico. Utilización de las herramientas de apoyo a la decisión RES y RAX. Mª Isabel García Pomar y Dolores Báez Bernal. Investigadoras CIAM-Agacal. 11:45-12:00 h. Descanso 12:00-12:30 h. Las leguminosas como fuente de nitrógeno natural en los cultivos forrajeros. Dolores Báez Bernal y Mª Isabel García Pomar. Investigadoras CIAM-Agacal. 12:30-12:45 h. Resultados del campo de ensayo sobre el uso de la roca fosfórica como fertilizante ecológico en una pradera. Mª Isabel García Pomar. Investigadora CIAM-Agacal. 12:45-14:30 h. Visita en el predio del CIAM al ensayo de aplicación de roca fosfórica en pradera. Mª Isabel García Pomar, Dolores Báez Bernal y Joan Alibés Biosca.

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Todos los métodos eficaces para luchar contra la rata-topo en praderas y cultivos

Daños provocados por la rata-topo en una ganadería de carne en extensivo en Triacastela La plaga de la rata-topo avanza por ayuntamientos de la montaña de Lugo sin que la Xunta de Galicia haya adoptado hasta el momento medida alguna para frenarla. Por ahora afecta principalmente a praderas, pero podrían verse afectados también otro tipo de cultivos, como patatas y plantaciones de huerta, frutales o incluso repoblaciones forestales, como sucede ya en otros lugares de Europa que conviven con este roedor. Los daños provocados en la agricultura y la ganadería por la Arvícola terrestris llevaron al Ministerio de Agricultura a aprobar hace una década el Real Decreto 409/2008, de 28 de marzo, por el que se establece el programa nacional de control de las plagas del topillo de campo (Microtus arvalis) y otros microtinos. Sin embargo, su aplicación corresponde a las comunidades autónomas, previa declaración de la plaga en su territorio, como hizo por ejemplo el Gobierno del Principado de Asturias hace dos años. Es decir, cualquier programa de actuación contra la rata-topo en los ayuntamientos afectados, más allá de las medidas que puedan llevar a cabo los propios ganaderos con sus propios medios, pasaría por la declaración de la plaga por parte de la Xunta de Galicia. Hablamos con técnicos sobre los métodos disponibles para luchar contra la Arvícola terrestris, de las experiencias llevadas a cabo en otras comunidades españolas y en otros países europeos y de los resultados conseguidos. Fósforo de aluminio: un método efectivo con un coste de 200 euros por hectárea Pablo Menéndez Bada es técnico agrícola en la cooperativa asturiana Campoastur. Llevan varios meses aplicando un método efectivo para luchar contra a rata-topo, que en la comunidad vecina afecta tanto a praderas como a plantaciones de manzana de sidra. Emplean fósforo de aluminio con muy buenos resultados. "Aplicado en una zona y mediante una única aplicación logra matar entre lo 96 y el 98% de los individuos. Los animales que quedan son luego eliminados mediante otros métodos, como el trampeo", explica Pablo.
El fósforo de aluminio no deja residuos y actúa en dos días, logrando eliminar entre un 96 y un 98% de las ratas
El coste de este tratamiento es de unos 200 euros por hectárea. El tratamiento debe ser efectuado por personal calificado con el título de fumigador. "Dos personas pueden tratar una hectárea en un día", indica. El problema, dice, es que "no se puede garantizar cuanto tiempo va a tardar en volver a haber ratas en esa parcela" debido, entre otros factores, la contagios desde otras zonas próximas afectadas. Así sucedió en alguna de las fincas que trataron en estos meses. Y el hecho de tratar, mediante fósforo de aluminio toda la zona afectada en este momento en la montaña de Lugo, unas 2.000 hectáreas, sería " inabarcable", reconoce. El fósforo de aluminio, que comenzó a ser empleado como arma química por el ejército americano en la Segunda Guerra Mundial contra los alemanes, viene en pastillas que en contacto con la humedad de la tierra se descomponen formando un gas llamado fosfina. Este gas ataca a la rata a través de su inhalación mediante la respiración, por lo que el modo de empleo consiste en meter las pastillas en las galerías taponando luego las bocas y dejando actuar el producto durante dos días.
La legislación europea no permite el uso de venenos anticoagulantes al aire libre
Los primeros ensayos con fósforo de aluminio fueron llevados a cabo hace un año por el servicio de Sanidad Vegetal del Principado y varias empresas en Asturias se dedican a aplicar ya este tratamiento, explica Pablo, que cuenta que en la comunidad vecina llevan ya más de 10 años peleando contra la plaga. "Al principio se empleaba veneno convencional, pero el problema del uso de los biocidas es la segunda inyección, porque las ratas salen a la superficie y son comidas por aves rapaces que también se envenenan", dice. La utilización de venenos anticoagulantes en explotaciones agrícolas está prohibida por la legislación europea y por esta razón productos a base de anticoagulantes como la bromadiolona y el difenacum no están incluidos en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura. Por eso, tras la prohibición decretada a los cebos raticidas para uso exterior, quedando estos permitidos exclusivamente para uso en interior, los métodos químicos de control efectivo en praderas quedan prácticamente reducidos al empleo de fósforo de aluminio, que no deja residuos. Cierres con medio metro enterrado y un metro en superficie Pablo Menéndez aporta también otra solución para evitar la entrada de la rata-topo a las fincas de cultivo y praderas: el cierre perimetral. "Nosotros lo estamos recomendando para fincas de manzana de sidra, habas, patatas y otros cultivos de huerta, para tierras de maíz e incluso para plantaciones de pino, que también se están viendo afectadas", explica. La valla tendría que cumplir además una serie de condiciones. "Habría que enterrarla medio metro bajo tierra y tener un metro en superficie y estar formada por una doble malla cinegética más conejera", explica. El coste de estas actuaciones es elevado, por lo que sería factible solo en fincas concretas, pero tiene un doble uso: "para el jabalí también sirve", razona.
El agua es otro de los enemigos de la rata-topo, que muere también por inundación de las praderas
El cierre evita que la rata entre en fincas no afectadas y las colonice, pero también sirve para su erradicación en parcelas ya infectadas. "Se colocan calderos de agua y cuando los individuos tratan de salir de la parcela para irse a otra se ponen muy nerviosos y acaban cayendo en esos baldes donde se ahogan", explica. El agua es otro de los enemigos de la rata-topo, que muere también por inundación de las praderas. Pero la rata- topo no se limita solo a pacer los pastizales bajo tierra , sino que en Asturias está provocando daños también en cultivos de huerta como patatas o habas y afectaciones graves en árboles como manzanos o pinos, a los que muerde la raíz en repoblaciones jóvenes. "Cuando esos árboles crecen ya no los ataca porque no quiere zonas de sombra", indica Pablo.
Colocación de postes para aves rapaces Colocación de postes con nidos para aves rapaces en fincas de la comarca de Tierra de Campos. Foto: GREFA Manuel Calvo, tiene una empresa de control de fauna y de plagas especializada en el rural, Spartana Control Service, y ha conocido de primera mano la experiencia llevada a cabo en la comarca de Tierra de Campos, en Castilla y León, para el control de la plaga del topillo de campo por medio de la lucha biológica con depredadores naturales. A nivel europeo el topillo campesino (Microtus arvalis) está considerado como la plaga más agresiva que existe para la agricultura, provocando importantes pérdidas económicas durante sus explosiones demográficas cíclicas. Eventos de explosiones demográficas de esta especie surgieron en las últimas décadas en las zonas agrícolas de Castilla y León, por culpa de una rápida colonización de la explanada agrícola del valle del Duero desde las zonas montañosas periféricas, que constituían el área de distribución original de esta especie en la década de los 70. Como en el caso de la rata-topo, el problema se deriva de su dinámica poblacional, sujeta a fenómenos demográficos recurrentes, en los cuales expresa su enorme potencial reproductivo pudiendo alcanzar en relativo poco tiempo densidades poblacionales muy altas. El topillo de campo afecta a casi cualquier cultivo, desde cereales, leguminosas, girasol, cultivos plurianuales como la alfalfa, o leñosos como frutales o vid. Como en muchos otros países afectados por este problema, la gestión de los brotes de topillo en el caso español se basó en gran medida en la utilización de rodenticidas anticoagulantes, muchos de los cuales ya fueron prohibidos debido a los riesgos ambientales derivados de su afectación a especies no diana, tanto por consumo directo como por consumo secundario al pasar a través de la cadena trófica hasta los depredadores. La prohibición de la quema de rastrojos, otro de los métodos tradicionales para la lucha contra la plaga, limitó más aún las herramientas disponibles. En este contexto, el proyecto Control Biológico de Plagas de Topillo Campesino en Castilla y León, impulsado por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Salvaje Autóctona y su Hábitat (Grefa), exploró el uso de alternativas no químicas para tratar de prevenir las explosiones demográficas del topillo. Por ejemplo, la incorporación de una gestión agrícola consecuente como el laboreo de terrenos con altas densidades de colonias, la instalación de posaderas en colonias activas para facilitar lugares de caza a depredadores o incluso la inundación de parcelas.
Uno de los ejemplares de aves rapaces reintroducidos por el Gobierno navarro para combatir a la rata-topo Como medida imprescindible integrada en este conjunto de buenas prácticas agroambientales está el control biológico, facilitando la nidificación a depredadores como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) o la lechuza común (Tyto alba), mediante la instalación de cajas nido. En esta experiencia, desarrollada experimentalmente desde el año 2009, se demostró su eficacia como herramienta de gestión en Castilla y León. Todas las zonas de trabajo de este proyecto se encuentran asociadas a la macrocomarca conocida como Tierra de Campos, que engloba parte de las provincias de Palencia, Valladolid y Zamora. Manuel Calvo explica que "las aves rapaces necesitan un punto en el que apoyarse para cazar, por lo que la colocación de postes verticales en el centro de las parcelas facilita su actuación". Indica que en el caso gallego, especies como el cárabo común (Strix espio) o el bastardo ratonero (Buteo buteo) son capaces de cubrir desde un punto de apoyo alrededor de 60-70 metros, por lo que propone colocar un poste cada 100 metros en las fincas afectadas y colocar cajas nido para hacer reintroducción de estas especies en estas zonas. "Habría que articular un plan en este sentido con el beneplácito de la Xunta", indica. En un proyecto similar está trabajando el Gobierno autonómico navarro desde el año 2015. En Inglaterra emplean perros detectores Manuel explica que en Inglaterra, donde también está extendida la plaga de la rata-topo, emplean perros detectores para luchar contra esta especie. "Los terrier o los bodegueros andaluces dan muy buen resultado porque cazan las a ratas y las matan", explica.
Caja trampa Otro método efectivo son las jaulas de captura monitorizadas con un sistema de vigilancia por si cayese otro animal diferente. En este caso, propone colocar una jaula con cebo cada 1.000 metros cuadrados de superficie. En todo caso, Manuel indica que "cualquiera de estas opciones son fórmulas lentas". En el caso de las aves rapaces, explica, "en un periodo de 8 meses o un año se verían ya los resultados". "Son de los pocos métodos que tenemos disponibles en este momento", dice, mientras la Xunta no declare la plaga y se puedan emplear otros sistemas, como el fósforo de aluminio. Otra de las alternativas pasaría por el laboreo y renovación de las parcelas, que eliminaría una parte de los individuos asentados en ellas. Pero el problema en muchas de las fincas afectadas en los ayuntamientos de la montaña lucense es que se trata de praderas permanentes al ser fincas pendientes difíciles de trabajar y donde los arrastres por la lluvia son importantes en el caso de hacer trabajos agrícolas.
Portal específico en Francia y uso justificado de la bromadiolona Mapa da distribucion de la plaga de la rata-topo (en color verde) en Europa El problema de la Arvícola terrestris es nuevo en Galicia, pero al igual que en Asturias, Castilla y León y otras zonas de la cornisa cantábrica, esta especie es una vieja conocida de los agricultores y ganaderos en otros países europeos por los daños y pérdidas que provoca. En Francia, donde cada año 10.000 hectáreas son devastadas por la rata-topo, sobre todo en las regiones de Auvergne y Franche-Comté, disponen de un portal específico con información y recursos para a lucha contra ella. Los organismos públicos que se coordinan a través de esta herramienta calculan que el rendimiento forrajero disminuye en un 50% en las praderas afectadas por la plaga. Dada la gravedad del problema, el Gobierno francés emitió la Orden interministerial del 14 de mayo de 2014 sobre el control de estas poblaciones de animales nocivos para los cultivos y las condiciones de uso de productos fitofarmacéuticos que contienen bromadiolona. En el caso francés, su uso está permitido de forma "razonada" por parte de los organismos regionales encargados del control de plagas y con una serie de limitaciones, como por ejemplo su utilización cerca de los cauces fluviales, para evitar el envenenamiento de un pariente de la rata-topo, la Arvícola sapidus, un pequeño mamífero anfibio que está protegido.

¿Cómo distinguir la Arvícola terrestris del topo ibérico?

La Arvícola terrestris cantabriae comparte territorio con la Talpa occidentalis. Gráfico: SERIDA La rata-topo ha colonizado ya buena parte de Europa y en el caso del Estado español se extiende a través de la cornisa cantábrica. "Viene de Francia, es invasora y encuentra aquí un clima y un suelo que le son propicios. Está ya por toda Asturias, el problema es que la gente la confunde con el topo común y no la identifica hasta que hay mucha y el problema ya es enorme", asegura Pablo Menéndez.
Los montículos de tierra del topo siguen una línea más o menos recta, mientras que los de la rata-topo tienen una distribución mucho más anárquica
En la península ibérica conviven dos especies de topos, el topo europep o común (Talpa europea) y el topo ibérico (Talpa occidentalis), más pequeño. De la rata-topo, la Arvícola terrestris (también conocida como Arvícola scherman), también existen dos especies, la Arvícola terrestris cantabriae en el noroeste peninsular y la Arvícola terrestris monticola en la zona de los Perineos. La distribución geográfica de la Arvícola terrestris cantabriae se solapa con la Talpa occidentalis en lugares como Asturias o Galicia, al igual que la Arvícola terrestris monticola, de mayor tamaño, también coincide con la zona de influencia de la Talpa europaea. Aunque el tamaño de las toperas es similar entre los topos y la rata-topo, existen tres características que permiten diferenciar cuando se trata de uno u otro animal el responsable. En el caso de los topos, la galería de salida a la superficie es perpendicular al suelo mientras que en el caso de la rata-topo es oblicua. Además, los montículos de tierra de los topos suelen distribuirse siguiendo una línea más o menos recta mientras que los de la rata-topo presentan una distribución más anárquica. Los topos suelen además sacar terrones a la superficie, mientras que en los montículos de rata-topo la tierra es más lisa y sin terrones. Otro signo distintivo de los topos son los senderos continuos de tierra en forma de galería superficial, algo que no hace la rata-topo. ¿Cuándo actuar? El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) de Asturias lleva años analizando el comportamiento de la rata-topo, así como aportando recomendaciones para luchar contra ella. El instituto asturiano alerta en uno de sus estudios del "gran potencial reproductivo de la especie", lo que favorece su rápido avance en la colonización de nuevas zonas.
La rata-topo alcanza la madurez sexual a los dos meses de vida y se reproduce de manera continuada en cualquier época del año
"Una recomendación habitual para el manejo de la rata-topo en Asturias era aumentar los esfuerzos de control poblacional durante el invierno con el fin de iniciar la primavera, considerada hasta ahora la principal época de cría, con el menor número posible de ejemplares reproductores. Los resultados obtenidos indican, con todo, que es necesario desestacionalizar el control, puesto que la rata topera se reproduce de manera continuada durante todo el año. Esto implica un crecimiento poblacional regular a través de la incorporación constante de nuevos ejemplares nacidos en una misma parcela o bien llegados de alguna otra próxima", recomiendan los investigadores Aitor Somoano, Marcos Miñarro y Jacint Ventura. La Arvícola terrestris alcanza la madurez sexual a los dos meses de vida y su periodo de gestación es de 21 días, teniendo 5 ó 6 partos en el año y entre 2 y 8 crias por parto, lo que da idea de la explosiva capacidad de reproducción de esta especie. El pico poblacional es cíclico, repitiéndose cada 5-6 años. No le gustan las zonas de sombra La rata topo es una especie cavadora que se alimenta fundamentalmente de las raíces de las plantas. Aunque la mayor parte de su vida la pasa bajo tierra, sale a la superficie para dispersarse y colonizar nuevos territorios. Es en este momento cuando está más expuesta a sus depredadores naturales, como las aves rapaces, a las que identifica por la sombra que proyectan en el suelo.
Pasa a la mayor parte del tiempo bajo tierra pero sale a la superficie para colonizar nuevos territorios
Por eso, la rata-topo prefiere zonas abiertas donde dé el sol y huye de zonas de sombra donde no sería capaz de identificar de este modo a sus predadores. Es por eso que las zonas de más afectación están en muchas ocasiones en medio de las praderas y que la existencia de árboles o cierres vegetales en los lindes de las fincas actúa como un elemento disuasorio para su presencia. "Sale a la superficie cuando hay superpoblación para explorar y colonizar nuevos territorios. Por eso cuando alzanzan su pico máximo en el número de individuos, de manera espontánea su presencia se reduce de manera natural porque abandonan ese lugar para irse a otro", explica Pablo Menéndez.