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Faílde, una ganadería que compagina la granja de vacas de leche, la de cerdos y la de pollos

En la ganadería Faílde, en Rodeiro (Pontevedra), se compagina el cuidado de las vacas, con el de los cerdos y los pollos. Carlos Faílde y Rocío Fernández decidieron diversificar su actividad ganadera y junto con el rebaño de las vacas frisonas de producción de leche incluyeron varias granjas de cebo de cerdos. Cuando su hijo Carlos se incorporó a la ganadería familiar lo hizo apostando por los pollos y construyeron una nueva granja. Hoy compatibilizan las 3 actividades, aunque con la vista puesta en centrarse solo en las granjas avícola y de porcino. "Precisaríamos hacer más inversiones en las instalaciones para continuar con la producción de leche, por lo que ya estamos pensando en ir cambiando hacia un rebaño de carne en extensivo", explica el joven. En su día a día, cada uno de los miembros de la familia está centrado en una de las actividades y los tres colaboran en momentos puntuales o en las campañas de más trabajo. Así mientras, el joven se encarga de la granja de los pollos, el padre atiende las cuatro naves de cebo de cerdos y la madre gestiona la ganadería de vacuno de leche en pastoreo.

La granja de pollos

Hace 7 años que Carlos se incorporó a la ganadería y desde el 2016 atiende la nueva nave que construyeron para los pollos en la aldea de sus abuelos, en Paredes de Álceme. "Yo quería tirar por una rama diferente a lo que ya teníamos en casa, por eso me decidí a construir la nave de los pollos", comenta. Con la instalación de la nave en estas tierras, a pocos kilómetros del lugar de A Portela, donde reside la familia y tienen el resto de la ganadería, continúan aprovechando las tierras familiares. "Hubo un tiempo en que tuvimos aquí también la recría de las vacas, pero no resultaba cómodo para eso y nos decidimos a construir aquí la granja de los pollos", apunta.
"Yo quería tirar por una rama diferente a lo que ya teníamos, por eso me decidí a construir la nave de los pollos"
Las nuevas instalaciones, dotadas con sistemas automatizados de alimentación y controles de los animales, tienen capacidad para unos 22.000 pollos. En un convenio con la integradora Coren, Carlos sacó adelante un promedio de 6 camadas anuales, en estos tres años que lleva funcionando. "Por el momento estamos muy contentos. Ellos se encargan de poner los animales, el pienso, los consumibles de las camas y de buscar soluciones cuando surge algún problema en estos ámbitos. Yo reviso y controlo los animales en el día a día y gestiono el mantenimiento de las instalaciones", detalla. Estado de las instalaciones antes de la entrada de una nueva camada de pollos. De este modo, cada día a primera hora, controla el estado de los animales así como la limpieza y los comederos para asegurarse que tengan disponible el alimento. La revisión se repite a última hora de la jornada, aunque también cuenta con sistemas de alarma que detectan incidentes tanto en la alimentación, como en la ventilación o en el sistema de calefacción, que son determinantes para la supervivencia de los animales. Una vez a la semana, renueva la cama de los pollos. La construcción de las nuevas instalaciones supuso una inversión de unos 340.000 euros, para lo cual obtuvieron financiación a través de las ayudas de incorporación y del plan de mejora de la consellería de Medio Rural.

El cebo de los cerdos

El padre de Carlos es quien se encarga de atender las cuatro granjas de cerdo de cebo que gestionan. En ellas tienen capacidad para unos 2.000 cerdos cebados. Hay ya más de 20 años que construyeron la primera de estas granjas y en estos años fueron ampliando y remodelándolas de manera que ahora tienen las 4 operativas. Tienen capacidad para unos 2.000 cerdos de cebo. En la ganadería de porcino trabajan en un sistema de integración con la firma Nutriporc, que le suministra los animales con 20 días y ellos los atienden hasta que alcanzan los 4 meses. Cuando hace falta desinfectar las instalaciones, sobre todo entre camada y camada, en la ganadería emplean productos como el Virufín, un potente desinfectante que elaboran en la empresa lalinense Proquideza, y que le suministran directamente. El tratamiento del agua en la granja es también fundamental, por lo que suelen emplear una solución de peróxido, que también le proporciona Proquideza, y con la que garantizan la desinfección del agua y reducen los riesgos de infecciones durante el cebo de los animales. "Llevamos ya más de 4 años trabajando sólo con los productos de Proquideza por los buenos resultados que nos están dando", afirma el ganadero. Es también esta firma dezana la que le abastece el tratamiento para los purines, el Purifín. "Este tratamiento licúa, elimina los olores y mejora el poder fertilizante de los purines", explica Adrián Rielo, técnico de la firma Proquideza, que se encarga del reparto de los productos a la ganadería. Tanto el purín de las granjas de cerdos como el de los pollos lo emplean para la fertilización de las 35 hectáreas de terreno, la mitad de ellas en propiedad, que manejan con la ganadería de vacuno. Todas ellas las tienen a pradera, que van renovando periódicamente con Raigrás inglés. Una de las vacas que más aprecia Carlos en la ganadería es un ejemplar de la raza Montbeliarde.

Las vacas, en pastoreo

El tercer eje de la Ganadería Faílde lo constituye la granja de vacuno de leche en extensivo, que gestiona directamente Rocío Fernández, aunque para aquellas labores que requieren de maquinaria agrícola suele colaborar también Carlos. Cuentan con un rebaño de 30 cabezas de vacas frisonas y pasiegas en su mayoría, y de las que tienen unas 24 en ordeño. Tienen una producción anual de unos 200.000 litros, con unas calidades de proteína de 3,4% y de grasa de 3,9%. Las vacas pasan en el prado buena parte del día, desde media mañana hasta que hace falta volver a traerlas para la granja para el ordeño, del que se encarga Rocio, en un sistema de circuito de cinco puntos. "Tenemos unas instalaciones antiguas, que fuimos reformando y ampliando para poder tener capacidad para 30 vacas", apunta el ganadero. Junto con el pasto, la ración de las vacas en producción la complementan con silo de hierba y unos 8 kilos de pienso, cantidad que varían manualmente en función del aporte que le proporcione la hierba de la pradera. La hierba, bien sea fresca o en el silo, es el ingrediente principal de la alimentación de estas vacas, ya que en la ganadería no cultivan maíz ni el compran. "Llevamos muchos años sin sembrar maíz para las vacas, nos funciona bien con el silo de hierba y con el pasto", valora. Buena parte de los trabajos de laboreo y mantenimiento de la tierra de la ganadería los realizan con su propia maquinaria, aunque para la campaña de ensilado suelen contratar algunos de las labores a la Cooperativa O Rodo, de Rodeiro, de la que son socios. En la ganadería de vacuno, Proquideza es también un aliado para garantizar la limpieza de las instalaciones. Así es que acostumbran a emplear soluciones como el detergente Bactoclor, un desinfectante alcalino clorado, y el desincrustante Decalcid. No sólo en el lavado de las instalaciones echan mano de estos productos, sino que la firma dezana también les proporciona soluciones para garantizar la higiene de los animales como el sellador Lactovac-n, un baño de pezones con una elevada capacidad dermoprotectora, gracias a su alto contenido en suavizantes. Por el momento aún tienen previsto continuar con la ganadería de vacuno de leche, pero ya están barajando ir dando el cambio hacia la producción de carne en extensivo. De hecho, llevan ya varios años sin contar con recría propia. "Las instalaciones que tenemos no nos permiten criarlas con comodidad, por lo que cuando precisamos, preferimos comprar una novilla", explica el ganadero. Hace unos años tuvieron una mala experiencia con las moscas en la recría y fue uno de los detonantes para que se hayan decidido por dejarla. Ahora todos los ejemplares que le nacen en la ganadería se los venden directamente a Ganados José Manuel Cambeiro. Así es que ya inseminan para tener becerros de cruces industriales. "Si echas cuenta de las horas que precisas para atender las vacas, en comparación con lo que te requieren las granjas de cerdos y de pollos, nunca te va a compensar", valora Carlos.

Agroxaqui, una ganadería donde priman las rutinas de higiene y la calidad del agua

En la Ganadería Agroxaqui, situada en la parroquia de Pedroso (Rodeiro), una zona con una gran actividad agroganadera, Luis Fernández tiene claro que las rutinas de limpieza y higiene en una granja de vacuno de leche en intensivo son uno de los aspectos que hay que cuidar en el día a día, ya que contribuyen tanto al bienestar de los animales como de los ganaderos. "Es preferible esmerarse y hacerlo bien todos los días a irlo dejando pasar", apunta. Bajo esta filosofía también optó hace ya casi 2 años por prevenir problemas derivados de la contaminación puntual del agua que registraba en la granja, dada la importancia que tiene disponer de un caudal de agua con garantías sanitarias para el ganado. "Cada cierto tiempo alguna de las analíticas que se venían haciendo salían contaminadas y decidimos atajar esos problemas", comenta el ganadero. Decidieron comenzar a potabilizar el auga con Acuadex C para garantizar un suministro estable. Para potabilizar el agua emplean una solución propuesta por la empresa Proquideza, Acuadex C, un tratamiento de agua a base de cloro con el que reducen la posible contaminación y garantizan un suministro potable. "Es un tratamiento preventivo con el que además ahorras gastos y problemas. Son muchas las ventajas que proporciona con un costo muy asumible en la ganadería", concreta. Además de garantizar el suministro de agua potable para el ganado, Luis detalla que esta medida fue una de las claves para reducir el incidente de mamitis en la ganadería. Luis también utiliza en la granja otros productos de la firma lalinense como el limpiador Derman, con el que consigue garantizar la limpieza y la higiene en la sala de ordeño. "Me gusta trabajar en un ambiente limpio para mí y para los animales, por eso la sala de ordeño es uno de los espacios que más cuidamos", explica. Con las 50 vacas que tiene en producción, consigue un promedio de entre 35 y 40 litros por vaca, con unas calidades de 3,6% de grasa y 3,20% de proteína. En la limpieza de la sala de ordeño utilizan Derman, una solución para la higiene en superficies. En la rutina de ordeño, es otro de los ámbitos en los que el ganadero opta por utilizar productos de Proquideza como la espuma higienizante Hygi-Foam, previa al ordeño, o el baño de pezones Lactox, a base de dióxido de cloro, dermoprotectores y aloe vera. En los meses de invierno suele utilizar el selador de pezones Yodesp, elaborado principalmente de yodo y con el que consigue una prolongada protección contra los gérmenes entre cada ordeño. "Los productos de Proquideza nos ofrecen unos buenos resultados con precios módicos, por eso estamos trabajando con ellos", reconoce el ganadero, que además valora el hecho de que sea una empresa local, que crea puestos de empleo en la zona. Otro de los aspectos que Luis tiene en cuenta para garantizar el confort de los animales es la limpieza diaria de las camas del ganado, que tienen en colchoneta con una capa a base de carbonato cálcico y serrín. "Somos muy conscientes de la importancia de que las camas estén limpias y secas, aunque con la colchoneta es difícil conseguirlo", comenta. En las camas del ganado cuentan con colchonetas con una mezcla de carbonato cálcico y serrín. En la granja también intentan cuidar al máximo las condiciones del pasillo de alimentación. "Siempre procuramos tener esta zona lo más limpia posible, para garantizar las condiciones de la alimentación de las vacas", concreta. En su caso, este mantenimiento diario cobra vital importancia en invierno, ya que esta zona está en la entrada principal de la granja y cuenta con un amplio espacio abierto en todo el lateral de la granja. "Cuando construimos la granja teníamos claro que queríamos un espacio abierto, pero también tiene sus inconvenientes", reconoce.

Bagazo en vez de maíz

En la alimentación del ganado, Luis dispone, desde hace 4 años, de carro mezclador propio. "Ya llevábamos 11 años trabajando con un carro comunitario, pero adquirir un carro propio marcó un antes y un después en la granja", apunta. Ahora la ración la preparan por las tardes, antes de ordeñar y la echan por la noche. "Procuramos hacer bastantes arrimados de la comida por el día para que esté en las mejores condiciones para el ganado", concreta. La granja dispone de amplios espacios abiertos en los laterales para permitir una mayor ventilación y la entrada de luz. La ración para las vacas en producción está compuesta a base de 30 kilos de silo de hierba, 11 kilos de bagazo, 12 kilos de pienso y 1,2 kilos de paja. "La ración la complementamos punteando para aquellas vacas con mayor producción", indica el ganadero. Tanto el silo como la hierba seca la producen en las fincas de la granja, mientras que el bagazo lo compran procedente de Oporto (Portugal).
Decidieron abandonar la producción de forraje de maíz y centrar la ración en el silo de hierba, el bagazo y el pienso
Hace años que optaron por abandonar la producción de forraje de maíz. "En esta zona es difícil conseguir buenas producciones de maíz, estábamos en los 25.000 kilos por hectárea, y echamos cuenta que nos salía más rentable optar por el pienso y el bagazo", concreta el ganadero. En las 35 hectáreas que gestiona la ganadería, la mitad de ellas alquiladas, producen tanto los forrajes para el rebaño como excedentes de hierba seca que acaban vendiendo a otras ganaderías de la zona. Han sembrado Ray Grass inglés por los buenos resultados que les ofrece este tipo de hierba, en vez de otras variedades con las que trabajaron hace años como Westerwold. "Renovamos mucho menos las praderas y conseguimos forrajes de calidad", indica el ganadero. Precisamente para garantizar la calidad de los silos, Luis emplea Aciensil S, un conservante específico para mantener las condiciones del frontal del silo.

La recría siempre fuera

Junto a las vacas en producción, tienen alrededor de unas 10 vacas secas y otras 40 novillas. La recría la tienen en las antiguas instalaciones, situadas a unos 2 kilómetros, con lo que durante los 3 primeros días las alimentan con calostro pero luego pasan a leche en polvo. La recría está en una parcela próxima a las antiguas instalaciones. Cuando las terneras consiguen entre 110 y 115 kilos, alrededor de los 90 días, las destetan y pasan a alimentarlas a base de pienso y paja hasta los 9 meses. En este tiempo ya están todo el día fuera, en una parcela colindante con la antigua granja y que tiene una superficie de unas 2 hectáreas, con zonas de pasto y arbolado. La novillas comienzan a inseminalas cuando alcanzan los 400 kilos, alrededor de los 14 meses, y dependiendo de la disponibilidad que tengan en la granja las trasladan ya para esas instalaciones o esperan a los días previos al parto.

El porcino como garantía

Al margen de la ganadería de vacuno de leche, Luis tiene varias granjas de cebo de porcino, una actividad que ya realizaban sus padres junto con la ganadería de vacuno de leche, pero que nos últimos años fue transformando. Antes las granjas estaban dedicadas a la cría de madres y ahora las tres están dispuestas como cebaderos con unas 2.200 plazas. Además de la ganadería de vacuno, tienen 3 naves dedicadas al cebo de cerdos. En el último año afrontó la renovación de una de las granjas de porcino, que ahora cuenta con techos de madera, mayor ventilación y entradas de luz, entre otras mejoras, para proporcionar un mayor confort a los animales. En estas granjas uno de los aspectos que cuidan es la calidad del agua, para lo cual emplean una solución de peróxido, que también le proporciona Proquideza, y con la que garantizar la desinfección del agua y evitar percances en la cría de los animales.
"Para nosotros el porcino es fundamental, porque la granja de las vacas sola no da"
"Para nosotros el porcino es fundamental, porque la granja de vacas sola no da. Tal y como está el precio de la leche y los costos de producción yo no creo que pueda llegar a jubilarme con la granja de las vacas", recrimina el ganadero. Junto con los bajos precios de la leche y las estrategias abusivas de las industrias, Luis responsabiliza también a la administración de la situación de abandono que atraviesa el campo gallego. "Son muchas las trabas que te ponen las distintas administraciones en vez de brindar apoyo a las pequeñas explotaciones que son las que fijamos población y mantenemos vivo el rural", reivindica el ganadero.

Investigan nuevos usos de extractos forestales para productos ganaderos más naturales

Cada vez más, a los productos ganaderos se le exige que, a la par de ser eficaces, tengan el menor impacto posible en elmedio ambiente. En esta línea, el proyecto Extractus, desarrollado por varias empresas gallegas, abordó el uso que se puede hacer de extractos agroforestales de los montes gallegos en productos para la higiene animal o para la conservación de forrajes. El objetivo de la investigación es doble: por una parte procuran conseguir productos más naturales y menos contaminantes; y por otra, pretenden valorizar los recursos del monte gallego. En la investigación se evaluaron extractos procedentes de diferentes árboles con una gran presencia en el monte gallego como el castaño, el eucalipto, el pino, el nogal, o incluso de sus frutos, como la castaña.

Capacidad de desinfección

Los aceites de pino y eucalipto mostraron una capacidad de desinfección para ser empleados en productos de limpieza y en el sellado de la ubre del ganado. Su eficacia como desinfectante se probó en una muestra compuesta, principalmente, a base de agua y cada uno de estos extractos. Además, también le añadieron mínimos porcentajes de otros modificadores químicos para adaptar el producto al uso propuesto (cambios de color, densidad, viscosidad, pH, etc.).
Los aceites de pino y eucalipto resultan eficientes contra algunos de los patógenos ambientales que causan la mamitis
En estas pruebas, los extractos tanto de pino como de eucalipto resultaron ser efectivos contra algunos de los patógenos ambientales más comunes, en las ganaderías. También mostraron propiedades interesantes como complemento alimentario y como promotor de separación de sólidos en suspensión en aguas. A parte de emplearse específicamente como desinfectantes, también se hicieron pruebas para usarlos en los selladores en la ubre, luego del ordeño, en lugar de emplear otros productos como el yodado o la clorhexidina. Otra de las utilidades que se contemplan para este tipo de extractos es su uso en tratamientos contra los casos de dermatitis en las patas de las vacas. En este caso, estudiaron la eficacia de extractos de castaña, nogal y de eucalipto globulus.
Emplearon la cáscara del pino y la castaña para tratamientos contra hongos de la madera
Junto con los extractos, en el estudio también emplearon tanto la cáscara del pino como la de la castaña para el tratamiento frente a distintos hongos de la madera. El empleo de estas cáscaras limita el ataque, aunque la vehiculización del compuesto es compleja.

Conservante para forrajes

Al margen de emplear los extractos en productos de desinfección, el proyecto Extractus abre también la puerta a utilizar algunos de estos recursos como aditivo en la alimentación de animales. En concreto, llevaron a cabo investigaciones para emplear el extracto de la cáscara de la castaña como un complemento en la alimentación dado que sirve como un conservante para los forrajes y modula la ingesta del animal. En la investigación también se comprobó el efecto beneficioso de la alimentación de terneros aditivada con ciertas cantidades de taninos. El efecto astringente hace que el animal module la ingesta y siga una curva de desarrollo más estable y saludable.

Recuperación de suelos y nuevos productos

Además de emplear la cáscara de la castaña como un conservante por su capacidad antioxidante, las investigaciones también posibilitaron encontrar nuevos aprovechamientos para este residuo. Incluso contemplan que se pueda comercializar el tanino de castaña de manera independiente y que se emplee en la propia industria alimentaria de la castaña. El tanino de castaña se utilizaría para controlar el sabor y para la conservación de varios productos transformados de castaña como puede ser la pasta de castaña o las conservas.
Contemplan que se pueda comercializar el tanino de castaña y que se emplee en la industria alimentaria de la castaña
Como consecuencia de la extracción del tanino se obtiene un residuo natural libre de estos compuestos, y por lo tanto más accesible a la degradación biológica. Estos restos forestales que podrían emplearse para la recuperación de suelos dañados, después de convertirse en tecnosolos, o para los cultivos forestales en viveros, dado el aporte que proporcionan a los suelos. En el proyecto se mostró su adecuación a este uso como aporte orgánico, drenante y osigenante de terrenos. De hecho, en el marco de esta investigación, después de comprobar las posibilidades que ofrecen tanto los taninos de los restos forestales como los de la castaña, estudiaron diferentes estrategias para la industrialización del aprovechamiento de distintos taninos. La integración y recuperación conjunta con la cadena de valor agraria es la principal ventaja de estas estrategias.

Descartar el uso para camas del ganado

En un primero momento, también se propuso el empleo de distintos restos forestales como absorbentes para camas del ganado, especialmente para las de vacuno. Sin embargo, las pruebas que se llevaron a cabo en el proyecto descartaron este aprovechamiento por las dificultades que presentaron frente a otras alternativas presentes ya en el mercado como el serrín.
Barajaron usar los restos forestales como camas para el ganado pero terminaban encharcadas y causando molestias a los animales
Las pruebas realizadas mostraron una baja capacidad de drenaje de este tipo de cama a base de residuos forestales cuando el tamaño de partícula era reducido. Las camas terminaban encharcadas e incluso formando barro o lodo, pegándose a los animales. Por el contrario, con tamaños de partícula mayores, causaban molestias en las pezuñas al quedar atrancados en medio de los cascos. Otro de los usos que se contemplaba inicialmente, que luego de las pruebas quedó descartado, fue la utilización de algunos de los extractos acuosos como repelente de insectos. Sin embargo, las pruebas con aceites esenciales comparando con una referencia comercial de citronella, una planta que ya se emplea en la actualidad con este fin, mostró aptitud para el desarrollo de este tipo de productos.

Los socios del proyecto

El proyecto, que se inició ya en el 2016, fue subvencionado por la Agencia Gallega de Innovacion (GAIN) y apoyado por la Consellería de Economía e Industria. También contó con una ayuda de 440.000 euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). En el proyecto estuvieron colaborando varias empresas gallegas implicadas en distintos ámbitos. La firma lalinense Proquideza, con una amplia trayectoria en el desarrollo de productos de limpieza y higiene para el ganado, se encargó de comprobar las posibilidades que ofrecían los extractos naturales. La empresa ya lleva tiempo incorporando distintos extractos naturales en sus productos para reducir el impacto ambiental e incrementar su eficacia. Como resultado del proyecto, Proquideza consiguió dar una respuesta personalizada a clientes en Francia y la India, incrementando las ventas en el exterior.
Las investigaciones permitieron que a los socios del proyecto incrementar su presencia en mercados internacionales
Otro de los socios del proyecto fue la firma Posada Marrón Glacé, empresa especializada en la elaboración de productos a base de castaña. Esta empresa se centró en el aprovechamiento y valorización de la cáscara de la castaña tanto para la reducción de residuos, extracción de compuestos de alto valor añadido o su valorización energética, entre otros. En el ámbito de los extractos desarrolló nuevos usos como conservantes aplicados a productos transformados de la castaña. Bosque Naturales, gestiona 450 hectáreas de nogales, cerezos y otras especies autóctonas, para producción de madera de calidad, en los ayuntamientos coruñeses de Arzúa y de Boimorto, y se encargó de aportar los restos forestales sobre los que llevar a cabo las investigaciones. La empresa Gefico diseñó un proceso de secado energéticamente eficiente para los concentrados de tanino presentes en la madera y en la cáscara de castaña, facilitando de esa manera su posterior valorización por el resto de los socios del proyecto. La colaboración de esta firma no se limitó a un diseño teórico, sino que, tomando como base de referencia su experiencia en procesos de evaporación, también fabricó la maquinaria y estableció los procedimientos precisos para llevar a cabo el proceso. Paralelamente, también evaluó la aplicación de los extractos de tanino como agentes coagulantes en procesos de tratamiento de agua, ámbito en el que la empresa tiene una larga trayectoria.

Presentan un proyecto para conseguir maderas más resistentes a los hongos

  La firma Proquideza, especializada en ofrecer soluciones de limpieza para diferentes ámbitos como la ganadería o la industria, acogió esta mañana en su sede en Lalín la presentación de dos nuevos proyectos de I+D en los que está inmersa junto a otras empresas gallegas. Una de estas iniciativas es el proyecto TIM-RES centrado en mejorar las prestaciones de la madera a base de modificaciones química. En concreto, la propuesta, liderada por la empresa de comercialización de madera Seistag, con aserradero en Vila de Cruces (Pontevedra), busca desarrollar productos para que la madera resulte más resistente a los hongos y así poder destinarse a mercados más lejanos garantizando que llegue al cliente con la mejor calidad.
Con estas modificaciones químicas buscan destinar la madera a mercados más lejanos garantizando que llegue con la mejor calidad
En este proyecto, Proquideza se encargará de desarrollar los aditivos para garantizar la conservación de la madera. Estos productos estarán destinados al sector de la transformación de madera en Galicia. Pero, además, en el proyecto participan otras dos empresas que también persiguen mejorar las prestaciones de la madera. En el caso de la lucense Carronza, con un centro de aprovechamiento de biomasa y restos forestales en Baralla, busca nuevas funciones a la astilla en los procesos de depuración de gases y aguas. Mientras, la carpintería naval de Bueu (Pontevedra) Nauteka, pretende sustituir la materia prima con la que trabaja en la cubierta de los barcos, la teca, por maderas nacionales con resistencia y estabilidad equivalentes gracias a las mejoras químicas. La empresa busca aprovechar un recurso cercano y abaratar así costes. Al mismo tiempo, al optar por maderas gallegas evita la explotación de un recurso en peligro como es la teca de Birmania. Este proyecto implica un presupuesto de más de 600.000 euros en los próximos dos años y en el están inmersos una docena de investigadores de las cuatro empresas. Además, también participará como subcontratistas la Universidad de Santiago de Compostela. EL proyecto cuenta con una subvención del 80% del presupuesto de la Axencia Galega de Innovación, además de estar cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del programa operativo FEDER Galicia 2014-2020.

Reducir el impacto en el medio ambiente

Además de esta iniciativa centrada en la madera, la firma Proquideza lidera el proyecto de investigación INNOCLEAN para reducir el impacto que los productos de limpieza tienen en el medio ambiente. El proyecto busca también aumentar la eficacia de los limpiadores. En definitiva, con esta investigación pretenden desarrollar nuevos sistemas para facilitar los procesos de higiene tanto en la industria, como en la restauración o en el ámbito doméstico.
Buscan reducir la toxicidad de los limpiadores, mejorar la eficiencia de la desinfección y crear superficies fáciles de limpiar
Para conseguir reducir el impacto que generan los productos de limpieza en el medio ambiente, la investigación se centrará en la toxicidad de los limpiadores, así como en mejorar la eficiencia de los procesos de desinfección y la obtención de productos especializados. El proyecto también contempla desarrollar superficies que resulten más fáciles de limpiar. Así, en este proyecto, que ha recibido una subvención del 80% de su presupuesto por parte de la Axencia Galega de Innovación dentro del programa Conecta PEME 2018, participan otras tres empresas gallegas. Por un lado Horbesa, de Carballo (A Coruña), referente en la producción de hormigones para ingeniería civil, así como la sociedad agraria de transformación Ladeira, de O Páramo (Lugo), una de las principales explotaciones ganaderas de Galicia, y Geriolveira de Teo (A Coruña), especializada en geriatría. En total, una docena de investigadores de las cuatro empresas participan en este proyecto.

De residuos agroforestales a extractos naturales

Proquideza, inmersa ahora en estos dos proyectos, acaba además de concluir otra investigación en colaboración con otras tres pymes. En esta ocasión el proyecto EXTRACTUS, que se desarrolló en los últimos tres años, estaba centrado en el aprovechamiento de extractos naturales procedentes de residuos agroforestales como la cáscara de castaña, la corteza de pino, restos de poda y mantenimiento de cerezos y nogales u hoja de eucalipto. En esta investigación, al margen de Proquideza, participaron la empresa orensana Posada Marrón Glacé, la cercedense Gefico y Bosques Naturales, de Madrid, pero con importantes propiedades en Arzúa.
Utilizaron los restos de cáscara de castaña, corteza de pino y restos de poda para obtener extractos naturales
Este proyecto, que ahora concluye, dio origen a nuevos productos de cuidado animal que incorporaban estos extractos naturales, así como la obtención de sustratos naturales para cultivos agroforestales o el desarrollo de conservantes naturales para alimentos. Está previsto que estas mejoras lleguen al mercado poco a poco de mano de las empresas participantes. Biopesticidas a partir del nogal La investigación ha revelado el gran potencial de muchos árboles para la obtención de extractos, muchos de ellos con una gran capacidad antioxidante. Pero además, algunos, como el caso del nogal, tienen otras propiedades que permitirían su empleo como biopesticidas, como explica la firma Bosques Naturales. Tradicionalmente existía una gran dificultad a la hora de acumular estas materias primas lo que limitaba poder realizar extracciones a gran escala de una especie como el nogal, cuyas cortas se realizaban de manera aislada, sin embargo, las plantaciones de producción de esta madera solucionarían ese problema y permitirían su aprovechamiento.

Proquideza, productos que cuidan de la higiene en la industria alimentaria y buscan reducir costes y vertidos

Una higiene escrupulosa es fundamental en la industria alimentaria y siendo muy conscientes de esto, la firma Proquideza, asentada en Lalín, lleva casi 20 años trabajando en productos que garantizan una limpieza y desinfección excelente en todas las fases del proceso. Un amplio abanico de detergentes y desinfectantes se adaptan a las necesidades más exigentes de este sector atendiendo al tipo de limpieza que precisen. Esta empresa, que es un referente nacional en el desarrollo de productos de higiene tanto para la industria alimentaria como para la ganadera, procura además reducir los residuos que estos procesos de limpieza implican. La clave está en conseguir la eficiencia máxima de sus productos, con lo que además se logra un ahorro de costes. "Al igual que en la línea de ganadería, buscamos trabajar con productos de alta concentración con los que obtener la máxima eficacia y al mismo tiempo reducir los vertidos a la depuradora, apostando además por las materias primas menos perjudiciales para el medio", concreta Javier Polo, socio y administrador de Proquideza.
Emplean materias primas de calidad alimentaria que generan un menor impacto en el medio ambiente
Proquideza atiende al tipo de limpieza requerida para ofrecer soluciones especializadas. Así, desarrolla desde productos pensados para superficies abiertas como suelos o paredes que suelen hacerse con productos espumantes, hasta desinfectantes o limpiadores específicos pensados para circuitos C.I.P. y túneles de lavado, con una gama que abarca desde detergentes neutros, alcalinos, alcalino-clorados y desinfectantes o ácidos.

Menos residuos y costes

Una de las líneas de productos con las que cuentan está pensada para la limpieza de circuitos C.I.P., sobre todo para las industrias lácteas. Sus esfuerzos se centraron en ofrecer unos productos concentrados que consiguen reducir la cantidad de detergente preciso para lograr una higiene excelente, esto se traduce en un menor coste de la limpieza, que lleva parejo además menos vertidos a la depuradora. Nombres como Alcalinet BS o Alcalinet Las, su versión más concentrada, permiten estos resultados. "Es una línea que está muy estudiada y los clientes que deciden apostar por emplearlos siempre encuentran un beneficio económico aunque inicialmente puedan pensar que son más caros que otras alternativas", comenta Polo. Uno de sus productos pensados para la industria alimentaria. En Proquideza, la merma de los residuos no procede sólo por productos eficientes que impliquen una reducción de su uso, sino que las materias primas con las que elaboran los limpiadores buscan también ese menor impacto al medio. La selección de estas materias primas es fundamental para obtener productos respetuosos con el entorno. "En lugar de emplear una sosa cualquiera optamos por una sosa alimentaria que genera menos residuos y como esa tenemos muchas materias primas que escogemos en base a ese criterio", especifica Polo. En esta misma línea respetuosa con el medio ambiente, también están investigando en incorporar extractos vegetales a sus productos. Un proceso que es lento pero en el que ya cuentan con experiencia puesto que algunos de sus productos pensados para el ganado incorporan extractos naturales de varias especies vegetales o dermoprotectores como la aloe vera.
Trabajan en productos para limpiezas específicas como las de membranas de ultrafiltración
Una limpieza idónea es también la clave para el mantenimiento adecuado de los sistemas de los que echa mano la industria alimentaria, y en Proquideza lo tienen muy presente. Precisamente, cuentan con una gama de limpiadores ácidos, alcalinos y neutros, pensados para la limpieza de membranas de ultrafiltración, piezas claves y que precisan de productos muy específicos (Alcalinet M25 y M40, Decalcid M o Alcadit M). "Llevamos alrededor de año y medio con esta gama de productos y en las instalaciones que llevan este tiempo empleándolos los resultados están siendo muy buenos", explica el responsable de la firma.

Adaptarse a las exigencias europeas

Europa marca también algunas de las líneas en las que está trabajando esta firma gallega. Uno de los procesos en los que lleva tiempo inmersa es la adaptación de sus desinfectantes al nuevo reglamento europeo BPR, que regula la comercialización y uso de biocidas para extremar la protección tanto para las personas como para el medio ambiente.

Asesoramiento directo

Las industrias cárnicas, lácteas y las conserveras son algunos de sus principales clientes en un mercado que se concentra sobre todo en Galicia y en las comunidades autónomas más próximas aunque cuentan también con distribuidores en el Levante. También comienzan a exportar a Portugal, donde notaron una incipiente demanda de productos desinfectantes. "La industria alimentaria requiere un trato directo de asesoramiento por eso, a diferencia de los productos de ganadería donde estamos exportando incluso para la India, en este caso nos centramos más en el mercado de cercanías", explica Javier.

La investigación de vanguardia, un aliado en la limpieza

En Proquideza la investigación en nuevos productos y en la mejora de los existentes es una constante que llevan aplicando a lo largo de estos años. Algunos de sus productos no sólo buscan ofrecer soluciones a necesidades específicas de las industrias alimentarias sino que van a la raíz de éstas e incluso ayudan a detectar focos de suciedad que pueden llegar a convertirse en un problema para las industrias. Es el caso, por ejemplo, de los llamados biofilms, acumulaciones de bacterias que se adhieren a distintos tipos de superficies, y dado que se trata de microorganismos pueden pasar desapercibidos, pero además son capaces de formar una especie de coraza resistente a los detergentes clásicos. Sólo se pueden eliminar con detergentes enzimáticos que en esta firma llevan tiempo desarrollando.
Desenvuelven soluciones para combatir focos de suciedad como los biofilms, con gran resistencia y que pasan desapercibidos
"A La gente le cuesta ser consciente de que es preciso emplear productos específicos porque estos biofilms pasan muy desapercibidos", matiza Polo. Por este motivo desarrollaron también un producto específico para detectarlos si ya están formados. "Muchas veces problemáticas de Listeria o de Salmonellas que aparentemente no hay una causa que las provocara vienen dadas por estos biofilms, de ahí la importancia de detectarlos y eliminarlos. Mientras no se opte por este tipo de limpiezas específicas no se consiguen atajar por mucho detergente y desinfectante que utilicemos", apunta Polo. Junto a este tipo de productos pensados para nuevas necesidades de las industrias alimentarias que ya comercializan, en Proquideza trabajan ya en otras líneas de investigación para atajar nuevos retos. En la actualidad están desarrollando nuevos productos para garantizar la limpieza precisa de las latas de conserva después de que se llenen. Otra de las líneas de investigación actual está centrada en encontrar un limpiador idóneo para los bidones de agua de los dispensadores que se colocan en multitud de empresas o locales. Son sólo dos ejemplos de una investigación que abarca también soluciones para hostelería o automoción, otros sectores para los que también cuentan con productos específicos.

Casa Paulos: «Estábamos produciendo leche en ecológico pero sin cobrar por ello»

Casa Paulos es una ganadería de la parroquia de Refoxos, en Silleda, que dio el paso a la producción en ecológico. Estos son los primeros meses en los que su leche tiene ya esta catalogación después de un período de dos años de conversión en el que se fueron forjando los ajustes precisos para encajar en esta producción más respetuosa con el medio. En su caso, como explica María Isabel Rozas Taboda, su propietaria, los cambios fueron mínimos. Sin percibirlo como tal, llevaban años con un manejo propio de la producción ecológica "pero sin cobrar por ello", reconoce Taboada. Con una explotación de cerca de 50 cabezas, con 29 vacas en ordeño, María Isabel optó por cambiar a la producción ecológica ante los precios que la leche estuvo registrando en años pasados. "Llegaron a pagarnos a 18 céntimos y no podíamos seguir así", explica esta ganadera. Aunque los primeros dos años en el período de conversión, en los que ya comenzaron a cobrar algo mejor la leche, tampoco fueron fáciles, sobre todo los últimos seis meses, cuando debe hacerse el cambio de pienso que implica importantes gastos. "Las cuentas estos meses son difíciles de cuadrar porque pagabas 48 céntimos por kilo de pienso y apenas cobras 5 céntimos más que en convencional", explica María Isabel. El cambio comenzarán a notarlo ya en estos próximos meses, con la transición ya rematada esperan que al precio base se le sumen 20 céntimos, y se sitúe en torno a los 53 céntimos, más calidades.

El pienso ecológico, uno de los mayores cambios

Uno de los mayores cambios que implicó el paso hacia producción ecológica para esta explotación fue a comenzar a alimentar sus vacas también con piensos con esta distinción. "Seguimos con los mismos animales y el resto se mantiene igual pero en la leche se nota el cambio. En esta casa somos grandes consumidores de leche, la producimos pero también la comemos. Se ve ya cuando hierves la leche que es mejor, tiene mucha más nata", explica María Isabel. La producción apenas notó variaciones, y se sitúa alrededor de los 1.300 litros aunque no programan los ciclos y experimenta las flutuacións acordes a ellos. Lo que sí cambió fue de comprador. Antes se la recogía una quesería y ahora se lo vende a Leche Celta. "Aquí solo teníamos dos alternativa que recogieran la leche ecológica", apunta. Achacan al cambio en la alimentación también otras mejoras que percibieron en los últimos meses. "Pasar a darle algo totalmente natural al animal es como el día y la noche", sentencia María Isabel. Con este cambio dejaron de tener problemas en las patas. "Antes también teníamos muchos problemas de acetona que se eliminaron completamente", reafirma la ganadera. María Isabel lo tiene claro: "la gente que está en convencional gana dinero si opta por dar pienso ecológico por lo que mejora el animal", ratifica. María Isabel con una de las novillas del rebaño. Junto con el pienso, otra de las modificaciones más significativas, no por el cambio en sí que suponga sino porque fue una de las únicas variaciones que se introdujeron en el manejo, fue con respeto a las novillas. "Antes esperábamos más tiempo para llevarlas al prado, y ahora obligan a que a los 4 meses estén ya en pastoreo. Y no es mal sistema", reconoce María Isabel, conforme con el cambio. Tampoco diferencian por lotes. Una vez que salen a pastar al prado el rebaño lo componen tanto novillas como vacas secas y las que están en plena producción.
"Hace más de 6 años que no echamos química ni sulfatos en los prados", recalca la ganadera

Pastos sin química

Una de las principales restricciones a la hora de optar por la producción ecológica es el empleo de fertilizantes y abonos químicos en los cultivos. En Casa Paulos ya habían desterrado hace años el empleo de buena parte de ellos. "Hace más de 7 años que no echamos química en los prados, ¿para qué emplearla si están produciendo igual?", recalca la ganadera. Tampoco optan por renovarlos anualmente. "Aquí nadie lo hace, hay muchas piedras y si trabajas la tierra al final tienes que sacarlas", explica. Solo siembran puntualmente. Cuentan con unas 23 hectáreas de praderas. A esta superficie se suman alrededor de 10 hectáreas más con arbolado que actualmente no emplean para el ganado pero que podían destinar también de verse obligados, pero tampoco entra en sus planes aumentar el número de cabezas. Las novillas comienzan a ir al prado a los 4 meses, después de unos días de adaptación en las fincas más próximas a la granja. Tampoco siembran maíz desde hace 14 años, por lo que no les afectan a las restricciones de los herbicidas. La base de la alimentación de esta cabaña está en las praderas, donde pasan buena parte del día, el pienso que incluye entre otros ingredientes guisante forrajero, y el silo de hierba. "Lo ecológico y los antibióticos no se llevan bien", elude la ganadera con referencia al incremento de las restricciones en el empleo de estos tratamientos. Por el momento tampoco creen que vayan a ser un problema estas limitaciones.  

Un control exhaustivo

La gestión de los purines también tuvo que adaptarse al modelo ecológico. Hace años que solo abonan con el purín de la explotación y abono procedente de granjas de pollos con el que complementan una vez al año. Ahora este abono que compran debe contar con el sello ecológico. Además, se realiza un control exhaustivo del nitrógeno por parcela. "Tenemos una finca que sabemos que no puede llevar más de cinco cubas al año para no sobrepasar el límite de nitrógeno", puntualiza. Como con el purín, el control exhaustivo es parte de la clave del éxito de la producción ecológica. Así llevan un registro minucioso de todas las actividades de la ganadería. Anotan desde los prados donde van a pastar cada día las vacas, los purines que emplean, la producción de hierba de cada parcela, la producción de los animales o el pienso que consume.

El jabalí y el lobo

En una explotación de vacuno con los montes del Candán como ubicación, parece de esperar que tuvieran más de una amenaza por parte de la fauna salvaje. El jabalí es su quebradero de cabeza. "Revuelven mucho las praderas, hay muchos y hacen muchos estragos", explica María Isabel. Su presencia es muy habitual. Por el contrario, hasta el momento no tuvieron ningún problema con el lobo. "Nuestras vacas tampoco quedan fuera por las noches, y por el día, de momento, nunca tuvimos problemas con los lobos", apunta. Con las vacas en el prado no quedan ni tan siquiera los dos perros que tienen y que sí colaboran en el manejo. "He visto el lobo pasar cerca de las vacas pero de momento nunca ocurrió nada", recuerda Carmen Liñares, que fue junto con su difunto marido Manuel Álvarez, quien comenzaron con una explotación de 9 vacas. Como para la ganadería Casa Paulos, la producción en ecológico resulta una alternativa cada vez más factible para explotaciones de extensivo y son muchos los que deciden dar el paso. Así, en Tixoa, donde son todas explotaciones de pastoreo, también otra ganadería optó recientemente por cambiar a ecológico y aún se encuentra en el período de conversión lo que provocó que "este mes estén viniendo dos lecheros de Celta a la aldea, para recoger la leche separada", apunta Isabel.

"Ya estábamos usando productos que nos funcionaban muy bien y que se adaptan para la producción en ecológico"

(Noticia de empresa) La transformación a la producción en ecológico no hizo que Casa Paulos tuviera que mudar los productos que empleaba para la limpieza de sus instalaciones ni de sus animales, puesto que eran ya adecuados para un manejo respetuoso. Son los productos que llevaban años adquiriendo a la firma Proquideza, una industria con fábrica en Lalín y que es un referente en España por la calidad de sus productos de higiene ganadera. En el establo no tuvieron que hacer cambios para producir en ecológico. La gandeiría Casa Paulos utiliza el jabón de lavado Bactoclor, un detergente alcalino clorado en base a hidróxido sódico con 5% de cloro activo. También emplean para la limpieza Decalcid, un desincrustante en base a ácido nítrico. " La limpieza en la explotación es una de las cosas más importantes", explica Isabel. Junto a esos productos también emplean el sellador Phytodip, un baño de pezones desinfectante compuesto de ácido láctico, extractos naturales de plantas y colorantes naturales. Un sellador a base exclusivamente con materias primas de carácter alimentario que se comercializa tanto para ganaderías en ecológico como en convencional, de ahí que Casa Paulos siga ahora utilizándolo.