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España baja un 10,6% las emisiones de amoniaco, lo que reduce presión sobre el purín

El campo español marcha por el buen camino en el cumplimiento de los compromisos comunitarios de emisiones agrarias. El Ministerio de Agricultura calcula que España redujo un 10,6% sus emisiones de amoniaco con respecto al año 2005, según los datos que se deducen del sistema informático Ecogan, dirigido principalmente a medir las emisiones de las ganaderías intensivas. Agricultura destaca el esfuerzo del campo en la mejora de prácticas en materias como fertilización o alimentación animal, lo que señala que permitió reducir las emisiones. “España no solo cumple por segundo año consecutivo con el compromiso de reducciones fijado en la ‘directiva de techos’, sino que triplica los compromisos de descenso de emisiones que tenía para todo el periodo 2020 – 2030, que se situaban en el 3%”. De cara al futuro, el Ministerio subraya la importancia de continuar desarrollando la herramienta Ecogan, un sistema informatizado que permite estimar las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero de una granja a lo largo de su proceso productivo. La plataforma del sistema Ecogan compila además las mejores tecnologías disponibles (MTD) para contribuir a la reducción de emisiones de las granjas. La información recogida por el sistema contribuye a hacer los cálculos de emisiones agrarias en España en amoniaco, óxido nitroso y otros gases nitrogenados. Flexibilidad para las aplicaciones de purín en la Cornisa Cantábrica Los cálculos que apuntan a un descenso de las emisiones de amoniaco en España le dan más aire a la Cornisa Cantábrica en materia de aplicación de purines, ya que España tiene cierto margen en el cumplimiento de las exigencias comunitarias. Tal y como avanzó el Ministerio recientemente, las granjas podrán seguir aplicando el purín con sistemas como el plato invertido, sin necesidad de emplear inyectores o tubos colgantes, como se había legislado en un principio. https://www.campogalego.es/la-xunta-autorizara-el-uso-del-plato-invertido-como-sistema-de-aplicacion-de-purines-en-galicia/

Ganadería Gallardo SC: producir leche en intensivo cuidando el medio ambiente

Francisco Gallardo y su hijo Adrián, en la explotación familiar en Mazaricos Ganadería Gallardo SC es un ejemplo de explotación láctea con relevo generacional y nuevas instalaciones que está sentando las bases para producir leche cumpliendo con las exigencias medioambientales que desde Bruselas se están imponiendo para el sector. Francisco Gallardo y su hijo Adrián están al frente de esta ganadería familiar situada en el lugar de Outeiro, en Mazaricos. Adrián estudió en Fonteboa y se incorporó hace 4 años a la granja familiar. Fue el momento en el que decidieron construir un nuevo establo que les permitiera trabajar más cómodos y tener la posibilidad de seguir aumentando al número de cabezas sin las limitaciones de espacio, almacenamiento de purín y proximidad a las viviendas que tenían hasta entonces.
En la nave vieja no había más que trozos de galpones y mucho trabajo; era hacer algo nuevo o abandonar
“En la nave vieja, que estaba pegada a la casa, estábamos muy apretados. No había más que trozos de galpones por todos los lados y mucho trabajo. Así que en ese momento o hacíamos una nave nueva o había que abandonar la actividad”, reconoce Francisco. Se separaron del núcleo de viviendas del pueblo y construyeron una instalación nueva con capacidad para unas 110 cabezas y ya pensada para doblar el número de animales. Incluso la sala de ordeño ha quedado dimensionada para eso, por lo que únicamente tendrían que incorporar más puntos de ordeño sin necesidad de cambiar el sistema interno. “Es una sala de 16 puntos en este momento, pero ampliable a 24”, indican. En previsión, crecer La sala de ordeño de la granja ya ha sido construida pensando en la colocación de más puntos en el futuro Adrián tiene un hermano más pequeño, Samuel, que en este momento tiene 12 años. “Si él quiere seguir también con la granja habría que aumentar al número de cabezas para que pudieran vivir los dos de la explotación”, razona Francisco. “Podemos doblar la nave actual tanto para la parte de atrás como para el lado, por lo que podríamos llegar a 300 y pico vacas en producción”, explica. La intención a corto plazo no es ordeñar tantos animales, pero sí traer para la nueva nave toda la recría que tienen en el establo viejo, para tener de este modo todo más a mano y más cómodo a la hora de trabajar. “La nueva nave ya ha sido construida pensando en la comodidad para el día de mañana, teniendo en cuenta la falta de mano de obra”, destaca Adrián. Reunir todo el ganado en la misma instalación también les va a permitir tener más controlados a los animales.
Sigo trabajando de camionero varios días a la semana; contamos con apoyo familiar y el refuerzo de una persona contratada para poder hacerlo
En este momento atienden la explotación Francisco y Adrián, con ayuda de otros miembros de la familia y el refuerzo puntual de una persona contratada los días en los que Francisco mantiene su otro trabajo, de camionero, al que dedica dos o tres días a la semana. “Los domingos cubro las libranzas en un camión de recogida de leche, los lunes llevo vacas para los mataderos de Bandeira y Ribadavia y algunos miércoles voy con terneros al mercado de Amio”, relata. Producción estable con buenas calidades El bienestar animal es otro de los aspectos en los que ponen énfasis en esta ganadería Ganadería Gallardo SC se mueve en estos momentos en unos 32 litros por vaca al día de media, con un 4% de grasa y un 3,50% de proteína. La calidad higiénica se sitúa en menos de 10.000 gérmenes y 133.000 células somáticas. Ponen mucho énfasis en la limpieza de la sala de ordeño y las camas del ganado son de carbonato mezclado con serrín (70% de serrín y 30% de carbonato). Entregan la leche que producen a Leyma desde hace 6 años, después de una mala experiencia previa con Lácteos Pérez Oliveira. “Antes vendíamos la leche a la quesería de A Pereira, pero cuando fue a la quiebra nos dejó con 4 meses sin cobrar, había sido un palo de unos 50.000€ en aquel momento”, lamenta Francisco. 60 ha de superficie Normalmente hacen un único corte de hierba antes de labrar el maíz en casi todas las fincas A pesar de haber aumentado al número de cabezas en los últimos años siguen manteniendo la suficiencia alimentaria de la explotación, gracias a ir incrementando también fincas en paralelo. Ganadería Gallardo se encuentra en una zona en la que hay más explotaciones lecheras, lo que hace que el terreno esté muy buscado. Los precios rondan los 10-12 €/ferrado (en esta zona son de 424 m2), aunque existe variabilidad en función de las características de la parcela y su situación en un abanico que se mueve entre los 8 y los 15€.
La finca que tenemos más lejos está a un cuarto de hora
Disponen de 60 hectáreas de superficie agraria, de las que siembran a maíz 36. “Este año echamos también 3 hectáreas de veza para cumplir con la PAC”, explica Adrián. “Hacemos el ensilado a finales de abril para sembrar el maíz, si se puede, a principios de mayo”, explica. Habitualmente hacen un solo corte de hierba para ensilar, excepto en las fincas en las que la hierba va muy adelantada. “En esos casos hacemos un primer corte por el San José para tener otro igual a finales de abril. Sino la hierba se hace muy vieja y coges fibra pero ese silo no vale para dar leche”, razona.
Normalmente procuramos ir a un corte solo de hierba a finales de abril para sembrar el maíz a principios de mayo
Hacen hincapié en la calidad de los ensilados, tanto de hierba como de maíz, que comparten protagonismo en su ración. La cosecha de maíz de este último año fue muy buena en esta zona, de unos 10.000 kg más por hectárea, hasta llegar a una media de unos 63.000 kg/ha. “Nosotros echamos 6 hectáreas menos de maíz que en la anterior campaña y recollimos mucha más cantidad”, explica Francisco. Aunque llenaron los silos, no tienen previsto reducir la superficie labrada en la próxima siembra. “Nunca puedes bajar la guardia, porque no sabes cómo te va a venir el año”, advierte. Y pone el ejemplo de A Mariña de Lugo, que mantiene habitualmente buenas medias de producción de maíz y sin embargo el último año, debido a la sequía, la cosecha fue muy escasa. “Las ganaderías de allá venían a comprar maíz aquí y también se vendieron en esta zona muchos fardos de hierba para Cataluña, donde también hubo mucha sequía”, cuenta Francisco. Parte de los trabajos agrarios los hacen ellos mismos y otra parte los contratan. “Hemos ido invirtiendo algo en los últimos años en maquinaria y ahora podemos hacer nosotros más cosas”, aclara. Compraron, por ejemplo, una cisterna nueva para sacar el purín. Es una cisterna convencional, pero esperan que no les afecte la nueva normativa de purines que establece restricciones a los sistemas de plato. “Nosotros tenemos casi todas las fincas en pendiente y de menos de 2 hectáreas”, dicen.

Mejora de la calidad del purín y uso de energías renovables

Cisterna comprada por la explotación para la aplicación del purín, con sistema de plato invertido Francisco y Adrián son conscientes de que para poder seguir produciendo leche en los próximos años, además de contar con instalaciones idóneas que favorezcan el bienestar animal, las explotaciones van a tener que cumplir con una serie y exigencias medioambientales. Y en ese aspecto están convencidos de que “las ganaderías familiares gallegas podemos ser un ejemplo de economía circular”. En su caso, están apostando tanto por las energías renovables como por la optimización en la utilización del purín producido en la propia ganadería, buscando reducir las emisiones y la necesidad de insumos químicos. Para mejorar la calidad fertilizante del purín y reducir su olor Ganadería Gallardo SC emplea la solución a base de bacterias que comercializa la empresa gallega Bioprana. “Nosotros echamos en el pozo los restos de la comida y también el maíz podrido y las bacterias se lo comen todo, queda todo líquido y de esa manera podemos echarlo con la cisterna, no tenemos que andar echando estiércol, y el purín tiene más materia orgánica también”, destaca Francisco.
Lo que gastas en estos productos para mejorar el purín lo ahorras después en fertilizante químico, porque tienes que usar muchos menos abonos
A mayores, a la hora de echar el purín en las tierras y praderas le añaden, a través de un sistema de dosificación en la propia cisterna, moléculas fijadoras del nitrógeno de la marca Vizurra, que evitan el efecto lavado y la pérdida de nutrientes. “Te aguantan más las praderas, se mantienen más verdes y cuando hiela no le ataca igual que a las otras. Antes echabas el purín y si te llovía perdías todo lo que habías echado. Lo que gastas en estos productos lo ahorras después en abono, porque tienes que echar mucho menos”, insiste. “Nosotros solo usamos un poco ahora para la hierba y después para el maíz, porque el maíz tiene que comer sino no hay producción”, asegura.
Veo lógico que se controlen más los momentos en los que se echa el purín
“Europa va a exigir ahora este tipo de productos mejorantes para el purín, igual que quería hacer con los inyectores, pero yo pienso que usando este tipo de aditivos no serían necesarios los inyectores, porque las emisiones se reducen mucho. Yo veo bien que se controlen más los momentos en los que se echa el purín, eso sí. Por ejemplo, sería ideal tres veces al año: en las praderas para ensilar, en el momento de sembrar el maíz y cuando levantas el maíz y siembras la hierba”, dice. Pero eso implica “tener fosa con capacidad suficiente, algo que permite después ahorrar mucho dinero, porque de otro modo lo estás tirando continuamente y cuando te hace falta no lo tienes”, reconoce. El pozo de purín de Ganadería Gallardo SC, con capacidad para casi 2 millones de litros de almacenamiento de purín, les permite guardar el abono orgánico generado por el ganado para los momentos en los que es más necesario, reduciendo de este modo las necesidades de fertilizantes químicos de la explotación. “Tenemos capacidad de almacenamiento para 6 meses”, destaca Francisco.
La cisterna ha cumplido ahora un año desde que la compramos; no tiene inyectores pero esperamos no tener que cambiarla y que nos sirva para seguir echando el purín con ella
Hace un año compraron una cisterna de 14.000 litros con la intención de echar ellos mismos el purín. Es una cisterna convencional, sin inyectores, pero esperan poder seguir usándola a pesar de la entrada en vigor del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, por un lado dado que la mayoría de las sus fincas son de pequeño tamaño y tienen más de un 10% de pendiente y, por otro lado, porque cuenta con un sistema de plato invertido, que la Xunta tiene previsto autorizar como método de aplicación en Galicia. Autoproducción de energía Placas solares instaladas en el techo de la sala de ordeño de la explotación Otra de las apuestas de esta ganadería familiar en los últimos años fue la instalación de paneles solares y baterías acumuladoras para autoabastecerse de energía eléctrica sin necesidad de estar conectados a la red, una decisión que también les permite un ahorro económico.
Quieren que echemos al ganado fuera por bienestar animal pero ese bienestar animal se acaba cuando viene el lobo
Francisco y Adrián ven compatible la actividad agroganadera con el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad pero consideran necesario un control de la fauna salvaje. Al lado de la granja disponen de un robledal al lado del río de casi dos hectáreas por lo que, dice Francisco, “si no fuese por el lobo, en verano podríamos tener las vacas secas y las novillas fuera porque tienen sombra y agua disponible”. “Desde Europa quieren que echemos el ganado fuera y cuando vienen los de bienestar animal a hacer las auditorías nos dicen que eso puntúa muchísimo, pero el bienestar animal lo hay mientras no viene el lobo”, razona.
https://www.campogalego.es/granjas-desconectadas-de-la-red-electrica-una-opcion-para-no-depender-del-precio-de-la-luz/

«Un 40% de los suelos agrícolas que analizamos en Galicia tienen contenidos altos o muy altos en fósforo»

Esperanza Álvarez, delante de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus de Lugo Esperanza Álvarez es catedrática del departamento de Edafología y Química Agrícola de la USC en el Campus Terra de Lugo y conoce bien los suelos gallegos, de los que destaca sus aptitudes para la producción con un manejo racional. Ella ha llevado a cabo estudios sobre su degradación y recuperación, sobre la contaminación por metales pesados y antibióticos, sobre la toxicidad del aluminio, la fertilidad en suelos agrícolas y forestales y la dinámica de macro y micronutrientes, así como sobre la utilización de materiales bioadsorbentes para la descontaminación tanto de los suelos como del agua. En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares que ayudan a conocer el estado del suelo para poder corregir de este modo sus carencias y adaptar las dosis de abonado a las necesidades reales de nutrientes de los cultivos.
En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis de suelos para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares
A las puertas de la temporada de abonado de primavera, hablamos con Esperanza para conocer problemas habituales de fertilización de los suelos gallegos y algunos consejos para elevar la productividad de las tierras sin perjudicar el entorno. – ¿Qué características tienen los suelos agrícolas gallegos? – Nosotros tenemos suelos ácidos, todos tienen pH bajo, incluso los que están sobre rocas básicas, puesto que tenemos un clima con una precipitación abundante y con mucho lavado. Por eso llegamos a tener sobre rocas básicas suelos ácidos también. Esa es una característica común y generalizada, aunque en los suelos sobre rocas ácidas (granitos, esquistos de la serie de Vilalba, losas, cuarcitas) el pH es más bajo que los que están sobre rocas básicas (gabros, anfibolitas) o esquistos de la serie de Ordes. En cualquier caso, la mayoría de nuestros suelos necesitan un encalado previo a la fertilización. – ¿Qué efectos produce esta acidez a nivel agronómico? – Como dije, todos los suelos gallegos, por naturaleza, son ácidos, pero los de cultivo, dependiendo del tratamiento histórico previo que hayan recibido y de su manejo, unos los tenemos en mejores condiciones que otros. Tenemos un problema de acidez y en estas condiciones el aluminio puede llegar a ser tóxico. En los suelos de Galicia no ocurre tanto eso porque tenemos mucha materia orgánica y podemos decir que atrapa al aluminio. Por eso en muchos casos este elemento no tiene una toxicidad directa, pero sí que está ocupando sitios en la despensa de suelo formado por la materia orgánica coloidal y las arcillas, donde debería haber nutrientes como calcio, magnesio o potasio y que en el lugar de ellos se sitúa el aluminio, por lo que cuando la planta quiere ir a esa despensa a buscar un nutriente concreto no lo tiene, lo que encuentra es el aluminio.
En muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico, que es el aluminio
Es decir, en muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico. Como tenemos mucha materia orgánica y aniones como flúor o sulfato, compleja en este elemento, no solemos tener un problema de toxicidad por absorción de aluminio por las plantas, pero está ocupando el sitio de otros nutrientes. Por lo tanto, el aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos. Pero también a pH ácido, la despensa del suelo (conocida como capacidad de intercambio catiónico) es más pequeña, es decir, algunos coloides tienen poca carga negativa e incluso la pueden tener positiva. En este medio también hay una baja disponibilidad de macronutrientes como N, P, S, a parte de la señalada de Ca, Mg y K, y de un micronutriente como es el molibdeno.
El aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos
El fósforo, azufre y el molibdeno quedan retenidos sobre esas cargas positivas que presentan los coloides del suelo a pH ácido, o pueden precipitar con el aluminio. En el caso del nitrógeno, la acidez limita las reacciones de mineralización de la materia orgánica y la nitrificación, responsables de que tengamos un nitrógeno en la forma en que la planta lo puede tomar. Por el contrario algunos micronutrientes, que la planta toma en muy pequeñas cantidades, como Mn, Cu o Zn, pueden estar en concentraciones más elevadas que las que necesita la planta. Además de las propiedades químicas, la acidez también afecta a las propiedades físicas como a la porosidad del suelo, y a las biológicas, principalmente a la actividad microbiana que es responsable, entre otras, de la mineralización de la materia orgánica y de la nitrificación. – ¿Cuál es la acidez media que os estáis encontrando en los suelos y cuál la que debería haber? – En los análisis que hacemos en los suelos de cultivo normalmente ya viene corregida por encalados anteriores, pero aun así nos encontramos casi un 50% de los suelos que analizamos con pH por debajo de 5,5. Hablo de ese nivel porque por arriba de él el aluminio precipita, y así eliminamos el principal problema de los suelos ácidos; por lo tanto se debe encalar para precipitar el aluminio. Un 5,8 de pH ya puede ser adecuado, porque tienes el aluminio precipitado y los nutrientes disponibles. Si tú quieres lograr una mayor disponibilidad de nutrientes puedes llegar a un valor de pH de 6, pero no es necesario pasar de ahí, porque por arriba lo que haces también es perjudicar la absorción de los micronutrientes, que la mayoría de ellos, excepto el molibdeno, están disponibles a pH ácido y, aunque los cultivos los necesitan en pequeñas cantidades, son también necesarios. Evidentemente, va a depender también de las exigencias de los cultivos.
Un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable
Si ti te pasas mucho del valor de 6 en el pH y lo llevas hasta 7 o algo más, por ejemplo, que pasa a veces, algunos micronutrientes como el hierro, que es super necesario, no lo puede absorber la planta, porque baja totalmente su solubilidad, y con el manganeso pasa lo mismo. Pero puede pasar además si elevamos el pH por encima de 7 que el fósforo precipite con el calcio y el aluminio puede solubilizarse de nuevo, por lo que lo que conseguimos en estos casos son efectos perjudiciales y contrarios a lo que nosotros pretendemos con el encalado. Es decir, hay que tener mucho cuidado con no pasarte también por arriba porque se pueden provocar efectos no deseados: una clorosis férrica que es muy visible en las plantas.
Si ti te pasas del valor de 7 en el pH podemos provocar efectos perjudiciales en la absorción de hierro o fósforo
En resumen, un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable, porque por un lado estaríamos precipitando el aluminio, que es lo que nos estorba, para sacarlo de la despensa y hacer que no sea soluble y que la planta no lo tome y, al mismo tiempo, lograr que todos los nutrientes estén disponibles, tanto los macronutrientes como los micronutrientes, para que la planta los pueda coger cuando los necesite. Ese pH también es muy adecuado para que los microorganismos del suelo realicen sus funciones y para que haya muchas cargas negativas en el suelo, es decir, para que haya una buena despensa. – ¿Y qué dosis sería necesaria para lograr ese nivel de 5,8-6 de pH? – La dosis es muy variable, porque los suelos tienen una historia previa y una respuesta diferente dependiendo de su capacidad tampón, y además depende del valor neutralizante y del tamaño de partícula del encalante que se use. Cuando se transformaron montes en praderas allá por los años 80, se hicieron ensayos en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo con distintas dosis de caliza (0,75;1; 1,5;3, 4, 5 y 6 t ha-1) y concluyeron que 3 toneladas por hectárea era una dosis suficiente para situar al aluminio en valores por debajo del crítico para las praderas (<10% en la despensa del suelo) y el efecto del encalado permanecía 7 años después. Pero ahora en la mayoría de los casos esas dosis no van a ser necesarias porque normalmente hay un encalado previo y ya no partimos de pHs tan ácidos. Aunque hay mucha gente que fertiliza y no encala, hay muchos otros suelos que ya vienen con un pH de entre un 5 y un 5,2 y en esos casos la dosis es mucho menor. Nosotros no la calculamos en función del pH, sino en función del aluminio que haya y el que queremos que quede después de encalar. Hay que corregir la acidez si quieres plantar especies exigentes o sino buscar cultivos que toleren esa acidez del suelo. Si tú echas centeno te tolera una acidez, si siembras trigo otra y en el caso del maíz una diferente. Dependiendo de los cultivos, los requerimientos de encalado también son unos u otros. – ¿Cuál sería el mejor momento del año para hacer ese encalado y con qué productos? – Quizás el mejor momento sea antes de las primeras lluvias del otoño, que en el caso de Galicia coincide con la siembra de las praderas. Encalar un tiempo antes de echar la pradera sería un momento adecuado para hacer un encalado de fondo, que después podrías corregir más tarde si fuese necesario con uno de cobertera, pero el encalado de fondo es el mejor, porque incorporas el producto al suelo mediante el laboreo. Después habría que dejar un tiempo antes de fertilizar para que no haya pérdida de nutrientes, sobre todo de nitrógeno, porque cuando tu inmediatamente después de encalar echas nitrógeno se crean puntualmente condiciones microalcalinas y con el agua puede dar lugar a que el nitrógeno se volatilice. Debería de pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado, pero depende también del encalante que se use, si es de reacción más rápida (óxido de calcio) o más lenta (carbonato cálcico o carbonato cálcico magnésico). Lo que pasa es que muchas veces se echa todo junto para no tener que llevar a cabo dos operaciones, pero se corre el riesgo de perder el nitrógeno del fertilizante. Esto mismo ocurre cuando se añade purín o estiércol al mismo tiempo que el encalado.
Deberían pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado
Y en cuanto el producto a utilizar, el encalado en Galicia debería hacerse, por lo general, con caliza magnesiana, porque nosotros tenemos suelos pobres en calcio y en magnesio, aunque por ejemplo en la zona de Melide, que tiene mucho magnesio, ahí no se puede echar caliza magnesiana; de nuevo hay que saber dónde estás y lo que echas. También hay subprodutos de la industria alimentaria que funcionan muy bien, como por ejemplo la concha de mejillón, siempre y cuando le des un tamaño adecuado, con una granulometría semejante a la de la propia caliza. Con una concha de mejillón triturada y echada con el mismo tamaño de grano que la caliza los resultados obtenidos son muy similares, porque la concha es carbonato cálcico y puede tener también pequeñas cantidades de magnesio. Era algo que ya se hacía tradicionalmente en las zonas costeras de Galicia. – El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios obliga hacer analíticas. ¿Qué te parece? – Cuando abonamos o encalamos lo que no se puede hacer es echar por echar y hacerlo al tun tun porque eso conlleva problemas ambientales importantes pero también un gasto absurdo, desperdiciando fertilizante y provocando o acentuando desequilibrios en el suelo, lo que se traduce en que no haya una mejora en la producción sino todo lo contrario. Muchas veces la gente fertiliza echando NPK por simple rutina. Es lo que se suele echar en Galicia, pero muchas veces no se ha encalado previamente. Cuando se hace eso estás perdiendo eficiencia en la fertilización, porque el fósforo se retiene fuertemente sobre los componentes de carga positiva que hay en el suelo y que tienen esa carga positiva cuando el pH es ácido, o precipita con el aluminio. Pero si tú encalas cambias el valor del pH y el fósforo estaría disponible para las plantas. Por lo tanto, es muy necesario primero encalar y después corregir las carencias con lo que haga falta, por eso es tan necesaria la analítica.
La gente fertiliza con NPK por simple rutina y nos estamos encontrando suelos con una concentración muy elevada en fósforo
Es como si tú vas al médico y quieres que te recete sin saber antes lo que tienes. Primero hay que hacer un análisis de sangre y las pruebas oportunas; diagnosticar y después medicar. Pues con el suelo pasa lo mismo. E incluso para pacientes con la misma dolencia el tratamiento puede ser diferente. Igual en el suelo, dos suelos ácidos pueden necesitar una dosis de encalado y abonado diferente dependiendo de otras propiedades del propio suelo y del cultivo que vaya a llevar. A partir de las analíticas es cuando nosotros podemos recomendar. Lo general casi siempre es que hay que encalar, pero no en todos los casos. Hay zonas de agricultura muy intensiva donde ya encalan desde hace tiempo y en las que no es necesario encalar todos los años, porque siempre hay un efecto residual de la cal e igual llega con encalar cada dos o tres años; eso hay que verlo en cada caso concreto.
A lo mejor no tienes que fertilizar todos los años. La sobrefertilización es contraproducente porque provoca desequilibrios en el suelo
Lo mismo pasa con la fertilización. A lo mejor no tienes que echar fertilizantes todos los años. Nos están llegando aquí al laboratorio suelos con una concentración de fósforo muy elevada. Recuerdo algunos trabajos hechos hace unos años en la zona de Ordes, por ejemplo. En algunos sitios hay una sobrefertilización increíble y eso no es bueno, ya no solo por el gasto económico innecesario que supone abonar con fósforo cuando no lo necesitamos, sino que es incluso contraproducente para el propio suelo porque después ese fósforo, dependiendo del pH, te precipita el calcio y tú tienes que tener un equilibrio. Cuando tienes déficit de algún nutriente o un desequilibrio en el suelo, la calidad de esa cosecha y su valor nutricional no es bueno, porque lo que hiciste fue bloquear la absorción de algún nutriente. Hablando de forrajes, por ejemplo, pudiste tener una cosecha abundante, pero la calidad igual no es la idónea y aunque lo puedas corregir después a nivel de ración para el ganado, mediante la suplementación, supone un gasto que podías haber ahorrado.
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio, y eso derivar en problemas de tetania en el ganado, que es un desorden metabólico en rumiantes provocado por la falta de magnesio y que se da muchas veces en sistemas de pastoreo. En ocasiones se dan problemas en las explotaciones que no tienen que ver solo con la cantidad que produces, sino con la calidad de lo que produces y que vienen derivados de la nutrición del suelo. Una manera de producir sano y saludable es saber manejar el suelo, porque cuando tú tienes una relación desequilibrada entre calcio y magnesio, porque encalaste con calcio y no echaste magnesio, por ejemplo, igual no se está absorbiendo este último y provocas esa hipomagnesemia o tetania. Muchos agricultores y ganaderos a veces por inercia echan NPK, no miran la necesidad que hay. Y de lo que se trata es de ajustar cada vez más las dosis de abonado a los requerimientos del suelo y el cultivo, porque se trata de satisfacer la demanda de la planta pero sin dañar al medio ambiente. – ¿Hay problemas de exceso de nitrógeno en los suelos en Galicia en algunas zonas? – Nosotros detectamos más problemas de exceso de fósforo. El nitrógeno se suele añadir como nitrato amónico o como una sal amónica o con los purines, pero tiene que pasar a nitrato para que la planta lo pueda absorber. Es decir, tiene que haber una nitrificación (en el caso de los purines primero una mineralización) si las condiciones son adecuadas a nivel de pH, pasando de un amonio a un nitrato, que es como lo toma la planta. Pero el nitrato es muy móvil, por lo que muchas veces no se encuentra en el suelo, sino que el exceso está ya en el agua. Por lo tanto, no es frecuente encontrar en las analíticas un exceso de nitrógeno en el suelo, pero ese riesgo de contaminación por nitratos sí que existe, muchas veces porque se echa mucho purín y después se abona igual con NPK.
Muchas veces se está fertilizando de más, porque cuando se echa mucho purín a veces no sería necesario después fertilizar con nitrógeno
En el caso del purín o del estiércol, esa materia orgánica se mineraliza y ese amonio pasa a nitrato, que puede ir a muchos sitios: puede ir a la planta, puede ser retenido por los microorganismos del suelo, pero al tratarse de un anión muy móvil, parte se va a las aguas, que es lo que hace que haya problemas en algunas cuencas donde se echa mucho purín. Porque muchas veces se está fertilizando de más, ya que con el purín no sería necesario después fertilizar con nitrógeno y se sigue echando igual. De nuevo, esto va a depender de las exigencias del cultivo, porque es cierto que hay cultivos que demandan mucho nitrógeno y no es suficiente lo que aportan los purines.
Un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos en fósforo
En el caso del fósforo, sobre un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos. El exceso que encontramos muchas veces viene de atrás, de adiciones anteriores y no tanto de los purines, que generalmente son pobres en fósforo, pero sí por echar siempre abono mineral con fósforo. El NPK es muy recurrido en Galicia, pero yo siempre digo para qué quieres echar fósforo o nitrógeno si ya lo tienes en el suelo; mira primero lo que tienes y fertiliza solo si es necesario. Hay veces que solo necesitas potasio y otras veces incluso que en esa campaña no necesitas nada. Echando solo lo necesario habría un ahorro económico y los mismos resultados productivos. Teniendo en cuenta, eso sí, que no son los mismos requerimientos para todos los cultivos: hay especies muy demandantes de fósforo y otras más de nitrógeno. El abonado tiene que ser algo racional, sostenible y adaptado a las necesidades de la planta; lo que no puede ser es echar por echar.

La Xunta autorizará el uso del plato invertido como sistema de aplicación de purines en Galicia

La Xunta de Galicia anuncia que, "en próximas fechas" pondrá en marcha "los mecanismos necesarios" para regular la aplicación de purines con plato invertido en la comunidad, una medida que evitará a las explotaciones el uso de sistemas de inyectores o tubos colgantes, dejando de este modo sin efecto una parte del Real Decreto 1051/2022 de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, que prohíbe la utilización, desde el pasado 1 de enero de los sistemas convencionales de plato o abanico. Después de que el Ministerio haya explicado por carta esta semana a la organización agraria UPA que las comunidades autónomas tienen la potestad de proponer medidas alternativas que supongan una reducción de las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes, la Consellería de Medio Rural avanza que "va a tomar todas las medidas que dentro de sus competencias garanticen la sostenibilidad ambiental, social y económica de las explotaciones gallegas".
El uso permitido del plato invertido evita a las explotaciones tener que adaptar las cisternas existentes o comprar una nueva
El departamento que dirige José González asegura que ya ha comunicado a las organizaciones agrarias, en conversaciones mantenidas esta misma semana, que ejercerá la facultad recogida en el artículo 10.4 del Real Decreto, que permite el empleo de métodos de aplicación de purines alternativos a los recogidos en el anexo V siempre que cuenten con el aval técnico y medioambiental. En este sentido, la Xunta aclara que, contando con los informes técnicos favorables del CIAM, su intención es la de regular la aplicación de los purines con plato invertido en Galicia. En el caso de fincas de menos de 2 hectáreas de superficie o con pendientes medias superiores al 10%, el propio Ministerio aclara que el Real Decreto estatal permite seguir empleando el sistema habitual de plato o abanico.

Cambio de postura del Ministerio

Además de insistir en el "evidente cambio de posición del Ministerio", ya que "ahora parece que va a reconocer algo que lleva negando durante todo este tiempo", la Consellería apela a la "lealtad institucional", pues "en asuntos de tanta trascendencia como este, debería informar a todas las comunidades autónomas al mismo tiempo y no contestar, de manera parcial, a una organización profesional agraria", dice, remarcando que "los gobiernos autonómicos somos parte implicada en las tareas de regulación y control en esta materia". "Celebramos que el Ministerio dé ahora marcha atrás en su postura, después de que a lo largo de la tramitación de esta nueva normativa siempre nos habían advertido de que la única solución para cumplir con este Real Decreto era, precisamente, la aplicación de los purines a través de inyectores", afirman desde la Consellería de Medio Rural.
La Consellería siente celos porque el Ministerio anunció su marcha atrás en una carta la UPA
Recuerdan además que pidieron, a través de las alegaciones presentadas, que fueron acordadas con las organizaciones agrarias, que la legislación estatal "tuviera en cuenta los condicionantes del campo gallego", entre otros, factores como la orografía, edafología, clima, minifundismo o tamaño de las explotaciones y su dispersión.
Hay que contemplar la idiosincrasia de cada territorio y este texto legal no tenía en cuenta las peculiaridades de Galicia
"Creemos, y así lo defendimos en su momento con informes del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, que nuestra tierra tiene mucha más capacidad de asunción de purines que otras zonas, por las condiciones edafoclimáticas y de cultivos que tenemos aquí", concluye la Consellería.

El purín podrá seguir esparciéndose como hasta ahora en las fincas de menos de 2 hectáreas

El Ministerio de Agricultura aclara una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza estaban provocando en este inicio de año para los ganaderos, especialmente para las ganaderías de vacuno de leche de Galicia y de la cornisa cantábrica: El purín podrá seguir esparciéndose como hasta ahora en las fincas de menos de 2 hectáreas, además de en las que tienen pendiente, es decir, con sistemas de plato, abanico o cañón. Además, en las fincas de más de 2 hectáreas de superficie, se podrá esparcir con plato invertido, un sistema más económico que los tubos colgantes o los inyectores, siempre y cuando las Comunidades Autónomas, en este caso la Xunta de Galicia, lo soliciten. Así se recoge en una comunicación enviada a Román Santalla, responsable de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) por José Antonio Sobrino Maté, Subdirector General de Medios de Producción Agrícola y Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este es el texto de la misiva: “Durante la tramitación del Real Decreto 1051/2022, de 27 de diciembre, hemos mantenido diversas reuniones e intercambio de impresiones con UPA sobre diversos aspectos de esta norma, además de los trámites formales previstos para aprobarla. Habéis trasladado diversas preocupaciones que hemos tenido en cuenta a la hora de proponer como se regula la aplicación de los purines al suelo y que se dispone en el artículo 10 del real decreto. Por ejemplo, la prohibición del uso de aplicación de purines mediante sistemas de plato, abanico y por cañón (regulada por primera vez en 2017 en el marco de la condicionalidad de la PAC), no afectará a los recintos con pendientes elevadas, ni a los recintos menores de 2 hectáreas con independencia de su pendiente. De esta forma se ha pretendido reflejar una realidad productiva común en amplias zonas de las comunidades autónomas (CC.AA.) del noroeste y norte de España. Obviamente, la norma tampoco prohíbe que en este tipo de recintos se empleen dispositivos de aplicación localizada en vez de plato, abanico o cañón, lo cuál ayudará a reducir las emisiones de amoniaco. En relación con la utilización del llamado plato invertido, lo reivindicáis como alternativa más viable en determinadas zonas de Galicia, apoyándose en los trabajos realizados por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) que indican la reducción de emisiones de amoniaco frente al uso del plato. El real decreto no pretende ser exhaustivo a la hora de regular la aplicación de purines, ni en otros aspectos, y busca que las CC.AA. puedan adaptarlo a la realidad particular de sus modelos productivos y territorios, siempre que se observe el cumplimiento de los objetivos de la norma, como la reducción de emisiones de amoniaco. Por eso, el apartado 4 del artículo 10 obliga a que, cuando se aplique purines, se emplee medidas de mitigación, al menos una de las medidas del Anexo V que tienen eficiencia comprobada en la reducción de emisiones de amoniaco. Pero esta lista tampoco es exhaustiva, por eso, este mismo apartado habilita a las CC.AA. a reconocer el uso de otras técnicas que estén avaladas técnicamente y demuestren una eficiencia similar en la reducción de emisiones de amoniaco cuando se aplique purines. En definitiva, de acuerdo con el artículo 10.4, se interpreta que podéis solicitar a la Xunta de Galicia que reconozca el uso del llamado plato invertido en la aplicación de purines, acompañándose de los trabajos realizados por el CIAM y cuantos otros puedan contribuir a fundamentar la decisión de la Xunta en relación con la solicitud".

UPA pide a la Xunta que reconozca el plato invertido como sistema que recue las emisiones

Por su parte, Román Santalla destaca que “o problema de botar o xurro debería quedar solucionado. Falta agora que a Xunta faga o seu traballo e recoñeza o prato invertido como sistema que reduce as emsións, algo polo que levamos loitando moito no Ministerio de Agricultura por parte de Unións Agrarias-UPA”.

Jornada informativa en Meira sobre fertilización con purín, normas y maquinaria de aplicación

La Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes y la Oficina Agraria de Meira oranizan para el próximo lunes, 18 de marzo, una jornada informativa sobre fertilización con purín, normas y maquinaria de aplicación. La jornada se celebrará en el salón de actos de la casa de la cultura del Ayuntamiento de Meira y cuenta con la colaboración del área de Medio Rural de la Diputación de Lugo. Programa: -11:30h. "Aproximación al estado de la fertilidad de los suelos en las explotaciones de nuesro entorno". Eloi Villada, Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes. -12:00h. "Sistemas de aplicación mecanizados de purín". Marcos Vázquez Marey, Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Agrícolas de Lugo y técnico de la Oficina Agraria de Meira. -12:50h. Preguntas y debate sobre los temas tratados.

Principales cambios que trae este 2024 con las normativas de abonado y cuaderno digital

El nuevo año arranca con cambios normativos importantes para el sector agroganadero. El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas supone modificaciones importantes en el manejo de purines, estiércoles y fertilizantes por parte de las explotaciones agroganaderas en un año en el que, tras su aplazamiento, comenzará a aplicarse también el Real Decreto que regula el uso del Cuaderno Digital. Desde el sector se pide flexibilidad y una implantación progresiva de estas nuevas normativas, pues se consideran imposibles de llevar a cabo en los términos y plazos fijados. Repasamos a continuación los principales aspectos que tienen obligación de cumplir las granjas desde el día 1 de enero. En primer lugar, y con el objetivo de reducir las emisiones de amoniaco, está prohibido desde comienzo de año echar el purín mediante sistemas de plato o abanico, excepto en una serie de excepciones: parcelas con pendientes superiores al 10% (donde solo se podrán aplicar purines producidos en la propia explotación), cuando la explotación tenga menos de 2 hectáreas de base territorial o cuando más de la mitad de la superficie de la explotación tenga una pendiente superior al 10%.
Los períodos de aplicación permitidos con plato o abanico para los casos que entran dentro de las excepciones del Real Decreto deberán ser definidos por la comunidad autónoma
Sin embargo, en estos terrenos tampoco se podrá aplicar purín en situaciones de elevadas temperaturas para evitar la evaporación de nitrógeno a la atmósfera. Esos períodos tienen que ser definidos, en cada caso, por las comunidades autónomas. En el resto de casos, los métodos permitidos para la aplicación del purín son los sistemas de bandas con mangueras flexibles o tubos rígidos, los sistemas de bandas con discos o rejas y los sistemas de inyección en el suelo. Enterrar el purín en las 12 horas siguientes El estiércol y purín sin transformar se podrá aplicar en tierras sin cultivo, pero deberá ser enterrado lo antes posible tras su aplicación (y siempre en las primeras 12 horas), excepto cuando se realice siembra directa, en agricultura de conservación o cuando se aplique en pastos. Tampoco será necesario enterrarlo cuando se aplique en la tierra mediante inyectores o sistemas de aplicación localizada, así como cuando ese purín haya sido previamente compostado.
En praderas, el purín tendrá que ser aplicado, como mínimo, 3 semanas antes del pastoreo o la siega de la hierba
En pastos el purín deberá ser aplicado con un mínimo de 21 días antes del pastoreo o la siega. En el resto de cultivos forrajeros habrá que esperar desde que se aplica un mínimo de 2 meses antes de la cosecha o 21 días si no hay contacto con las partes comestibles del cultivo. Distancias a cauces de agua Con carácter general, se prohíbe aplicar purín o estiércol en terrenos helados, con nieve, encharcados o en períodos de precipitaciones torrenciales. Hasta ahora no existía ningún tipo de limitación, excepto las establecidas para las zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos (en Galicia no hay ninguna por el momento) en cuanto a períodos de aplicación o condiciones meteorológicas. Tampoco había hasta el momento normativa concreta a respecto de las distancias a cauces de agua a la hora de fertilizar, más allá de instrucciones o recomendaciones de buenas prácticas. Pero desde el 1 de enero hay ya una prohibición expresa. No se podrá aplicar purín o estiércol a menos de 5 metros de ríos, riachuelos, lagos, costa marina, playas, captaciones de agua para consumo humano, pozos y fuentes. Tampoco se podrá aplicar purín en aquellos terrenos en los que por sus características puedan producirse arrastres de nutrientes a zonas de humedales. Las comunidades autónomas pueden establecer distancias superiores. Revisión de las abonadoras Se favorecerá el uso de fertilizantes que produzcan menos emisiones de amoniaco, teniendo en cuenta las características de los suelos, clima y cultivo. En el caso de la urea, será obligatorio emplear por lo menos un método para reducir las emisiones: incorporarla al suelo con un sistema de inyección o mezcla con la tierra; enterrarla antes de que transcurran 4 horas de su aplicación; emplear urea recubierta de polímeros u otros sistemas que inhiban la nitrificación o la ureasa.
Si se abona con urea, deberá estar protegida con inhibidores de la nitrificación o de la ureasa o ser enterrada antes de que transcurran 4 horas
La maquinaria de aplicación debe estar calibrada y en buen estado y se prevé el establecimiento de revisiones periódicas a las abonadoras, como las ya existentes para las sulfatadoras. Se fijan también períodos en los que estará prohibido realizar fertilización nitrogenada de determinados cultivos como el viñedo (de noviembre a febrero) o los cultivos de invierno (en verano), excepto que se empleen sistemas de riego localizada o técnicas de agricultura de precisión. Análisis de suelos y de purines Para tratar de ajustar lo más posible las dosis de fertilizantes, se deberá tener en cuenta el contenido en nitrógeno y fósforo del estiércol y purín, de manera que no se superen las necesidades del cultivo en estos nutrientes. Cada explotación deberá disponer de analíticas que determinen la composición NPK de su purín o estiércol. En caso de traerlo de otra granja, se deberá disponer de esta información procedente de la ganadería de origen.
Será necesario contar con una analítica de suelo de cada parcela como mínimo cada 5 años en regadío y cada 10 en secano
Para suplir el ingente número de analíticas que serían necesarias para cubrir la totalidad de granjas de vacuno, porcino, avicultura u otro tipo que producen purín y estiércol en Galicia, así como la totalidad de las fincas que trabajan, se prevé la publicación por parte de la comunidad autónoma de una serie de tablas de referencia sobre la composición media de los distintos tipos de abonos orgánicos en función de la especie, así como mapas de contenido medio de nutrientes del suelo por comarcas y tipos de suelo. Planes de Abonado Para evitar la sobrefertilización y el riesgo de contaminación de las aguas por nitratos, se establece el deber, a partir de 1 de septiembre de 2024, de que todas las granjas cuenten con un plan de abonado, en el que se incluya una estimación de los nutrientes que es preciso emplear, tanto de origen orgánico como mineral, en función de cada cultivo y de las analíticas de suelo. En este plan deberá indicarse el momento previsto de abonado, así como las medidas a adoptar para disminuir las emisiones de amoniaco y de otros gases contaminantes.
Los Planes de Abonado no serán obligatorios para las explotaciones con menos de 10 hectáreas de superficie de secano
El plan de abonado no será obligatorio para las explotaciones con menos de 10 hectáreas de superficie, siempre que sean de secano o estén dedicadas únicamente a pastos o cultivos forrajeros para autoconsumo en la propia granja. Las explotaciones deberán contar con asesoramiento técnico para la elaboración del plan de abonado desde el 1 de septiembre del 2025 (en zonas vulnerables a nitratos, desde un año antes) o basarse para hacer los cálculos de las dosis y fertilizantes a utilizar en una aplicación informática oficial que determine la Administración.

Sin definir los incentivos para la adopción voluntaria del Cuaderno Digital por parte de los agricultores

Las explotaciones deberán anotar las aplicaciones de productos fitosanitarios y abonos (tanto de origen orgánico como químico) realizadas en cada parcela en el Cuaderno Digital de la explotación, que entrará en vigor de manera progresiva durante este año y el próximo. Desde el día 1 de enero puede ser adoptado de manera voluntaria por las explotaciones. Aunque están sin definir qué incentivos se van a proponer, algunas comunidades autónomas, como por ejemplo Aragón, ya han anunciado una partida de 2,5 millones de euros para fomentar esta incorporación de las explotaciones al Cuaderno Digital. Transcurrido este primer período voluntario, a partir de 1 de septiembre será obligatorio ya para aquellas explotaciones que declaren más de 30 ha de tierras de cultivo y cultivos permanentes en la PAC y para las que tengan más de 5 ha de regadío o más de 0,1 ha de invernaderos. El resto tendrán un año más, hasta el 1 de septiembre de 2025, para incorporar el Cuaderno Digital.
Las ganaderías extensivas que no emplean fertilizantes químicos estarán exentas del Cuaderno Digital a no ser que soliciten ayudas de la PAC vinculadas a prácticas de pastoreo
Se establecen una serie de excepciones en este deber de digitalización, pudiendo mantener los registros en papel aquellas explotaciones que dispongan de una superficie de cultivos permanentes y tierras de cultivo (excluidos los pastos temporales) inferior a 5 hectáreas, siempre que no tengan más de una hectárea de regadío, y las ganaderías que dispongan únicamente de superficies de pastos (tanto temporales como permanentes), siempre que no apliquen fertilizantes (excepto el abonado derivado del propio ejercicio de pastoreo de los animales). Con todo, estas explotaciones estarían obligadas a cubrir el Cuaderno Digital en caso de solicitar los ecorregímenes de la PAC, ya que los titulares de explotación que soliciten ayudas por determinadas prácticas ambientales ligadas a superficies de pastos permanentes deben anotar determinadas acciones para beneficiarse de estos pagos (identificación de las parcelas de pastoreo, fechas, actividades en relación con la siega sostenible y las islas de biodiversidad, entre otras).
Las anotaciones de abonos y fitosanitarios deberán realizarse en el plazo de 30 días. Las comunidades volcarán los datos 2 veces al año al SIEX del Ministerio
En el caso de ganaderías extensivas en base a pasto que empleen abonos, deberán hacer solo en el Cuaderno Digital las anotaciones relativas a esas fincas en las que se ha fertilizado. Lo mismo sucede para los productores de huerta, por ejemplo, que cuenten con una superficie de invernadero superior a 0,1 ha y cultivos al aire libre, pues solo estarían obligados a hacer las anotaciones del invernadero siempre que la superficie total de la explotación no supere las 5 ha. Las explotaciones dispondrán de 30 días para anotar las aplicaciones realizadas en cada una de las parcelas, tanto de abonos como de productos fitosanitarios, en su Cuaderno Digital, que estará conectado con la aplicación oficial establecida por la comunidad autónoma. El volcado de datos al SIEX estatal se llevará a cabo dos veces al año.

¿Está Galicia preparada para que desaparezcan las cisternas convencionales del purín?

Cuando se realice siembra tras la aplicación del purín, deberá ser enterrado dentro de las 12 horas posteriores En teoría a partir del próximo 1 de enero ya no se podrá echar el purín con los sistemas actuales de plato o abanico, según establece el Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas. Pero, ¿es esto viable en una comunidad con 5.500 explotaciones de vacuno de leche, 2.500 granjas porcinas y 1.000 avícolas? Tanto los representantes de los ganaderos como los de las cooperativas con parques de maquinaria consideran “imposible de cumplir en el corto plazo”. Aseguran además que se trata de una norma que “no se adapta a la realidad gallega”. La normativa estatal, aprobada hace un año, recoge únicamente determinadas excepciones para poder seguir empleando las cisternas convencionales (fincas con más del 10% de pendiente media, explotaciones con menos de 2 hectáreas de base territorial o con más del 50% de la superficie con pendiente superior al 10%). En el resto de los casos será obligatorio echar el purín con tubos colgantes o mediante sistemas de inyectores. La vigilancia y control sobre el cumplimiento de este Real Decreto estatal corresponde sin embargo a la Xunta, al estar transferidas las competencias en materia agraria a las comunidades autónomas. Los agricultores y ganaderos que incumplan la norma se exponen en teoría a penalizaciones o sanciones.
El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas forma parte del cuerpo normativo de la nueva PAC y puede acarrear penalizaciones en las ayudas
Con un enfoque restrictivo que carga las tintas sobre la granjas de vacas con tierras, desde el sector en Galicia se apuesta por otro tipo de medidas, más “realistas y viables” para reducir la contaminación y las posibles emisiones, como el redimensionamiento y cubrición de las fosas o la elección de momentos más adecuados de aplicación, más que por la exigencia del tipo de cisterna a emplear. Problemas para cobrar la PAC el año que viene A la obligación de echar el purín con tubos colgantes o inyectores se añaden otros deberes: disponer de Planes de Abonado, hacer analíticas de tierras y del purín, contar con un asesor en fertilización o emplear una herramienta de cálculo de nutrientes reconocida a nivel oficial. Para las granjas que trabajan más de 30 hectáreas de tierras de cultivo o solicitan en la PAC el ecorregimen de rotación con especies mejorantes se suma otra obligación: tras cada cisterna, hacer también en el plazo de un mes las anotaciones de las aplicaciones realizadas en las distintas parcelas en el Cuaderno Digital de la explotación.
El trabajo burocrático y administrativo de las granjas aumenta mucho con la aplicación de las nuevas normativas
Para las explotaciones de mayor tamaño las nuevas exigencias normativas van a suponer un incremento de costes “y de tiempo dedicado a cubrir papeles”, pero para las granjas más pequeñas puede ser su sentencia definitiva, advierte el presidente de Agromuralla, José Luis Pérez Barreiro. Alerta además de las posibles consecuencias del incumplimiento normativo: “si se ponen serios puede suponer la pérdida de las ayudas de la PAC porque no estarías cumpliendo con la condicionalidad”, explica, por lo que “hay que tener en cuenta que esto puede ir al bolsillo”, dice.
Muchas explotaciones trabajamos fincas que no podemos declarar en la PAC y eso va a ser un problema a la hora de abonar o aplicar productos fitosanitarios (José Luis Pérez, Agromuralla)
Hay aspectos de la normativa que no está aún definidos, como las cantidades máximas de abonos orgánicos e inorgánicos que se podrán echar por hectárea, pero el presidente de Agromuralla pone sobre la mesa una realidad frecuente en Galicia: “El problema es la gente que solicita la PAC y no trabaja las fincas, porque esas tierras no pueden ser declaradas por la explotación que las lleva ni son tenidas en cuenta a la hora de calcular los abonos o fitosanitarios aplicados. Sería necesario adaptar las solicitudes de la PAC a la realidad, pero el peaje del 30% en la transmisión de los derechos no ayuda, porque no incentiva el traspaso”, asegura.
Si no nos dejan sacar el purín con las cisternas que tenemos y desbordan las fosas el problema de contaminación sería mucho mayor
Desde Agromuralla aseguran que el sector no está preparado para cumplir una normativa que consideran “inviable” y advierten de que “el purín tiene que seguir sacándose de las fosas para evitar que desborden, y más con lo que ha llovido este año en noviembre”. “Si nos impiden usar las cisternas que tenemos y no hay en este momento maquinaria suficiente con la que sacar todo el purín que se produce en las explotaciones el problema puede ser mucho peor, eso sí que podría convertirse en un problema ambiental importante. Sería peor el remedio que la enfermedad”, asegura Pérez Barreiro. ¿Cuánto purín se genera en Galicia? Purín generado por UGM de ganado vacuno según la Xunta (arriba) y según el Ministerio (abajo) Galicia produce anualmente unos 8,5 millones de metros cúbicos de purín (57% procedente de ganado vacuno, 35% de porcino y 9% de avicultura), aunque los cálculos oficiales varían notablemente. Según la Xunta, una vaca lechera estabulada produce al año 26 metros cúbicos de purín; sin embargo, el Ministerio reduce esa cantidad casi a la mitad (14 metros cúbicos).
Según los cálculos de la Xunta, una vaca lechera estabulada produce 26 metros cúbicos de purín al año
Óscar Pose, responsable del sector lechero de la organización Unións Agrarias, pide a la Xunta que corrija sus cálculos, recogidos en las Instrucciones Técnicas para la realización del Plan de Gestión de Deyecciones Ganaderas y Fertilización. “Los cálculos de aporte de nutrientes están mal hechos, la cantidad que se indica es mayor de la real, tanto lo que produce cada animal como la composición del purín y eso deriva en lo que se puede aportar a la tierra. Otras comunidades, como Cataluña, ya lo han corregido. Las granjas de porcino son las más afectadas por eso”, asegura.
Había soluciones técnicas más fáciles, como permitir el plato invertido (Óscar Pose, Unións Agrarias)
En cuanto a la aplicación de la norma a partir del próximo 1 de enero, Óscar Pose afirma que “es un canto a Cartagena”. “Hay que hacer cosas, pero no es viable económicamente para las explotaciones adquirir ese tipo de máquinas, que han triplicado su precio nos últimos dos años”, explica. “Es una reglamentación hecha desde los despachos y que no ve la realidad del sector. Por eso no sirve que se aplace su cumplimiento; es necesario que se revise totalmente la norma porque no tiene ningún sentido. Hay que ver en primer lugar quién contamina, porque las explotaciones de vacuno que tienen tierras no son las responsables de la contaminación”, asegura.
No sirve que se aplace el cumplimiento de la norma, hay que revisarla por completo para ajustarla a la realidad
Desde UUAA proponen otro tipo de medidas, como por ejemplo cubrir las fosas que no están cubiertas, aplicar en las fosas productos que reducen las emisiones de amoniaco, fijar un calendario de aplicación del purín en función de las temperaturas ambientales y autorizar la alternativa del plato invertido como sistema para echar el purín en las tierras y praderas. “Hay que ponerle cabeza y plantear soluciones viables y realistas”, resume. Oposición unánime a las plantas de tratamiento Los productores de vacuno se oponen a la intención de la Xunta de crear una red de plantas de tratamiento de purines en Galicia, donde los ganaderos tendrían que pagar por enviar su purín a tratar y donde sería empleado como materia prima para generar electricidad y biogás. “Nos parecen un despropósito las plantas de tratamiento de purines. Hasta ahora la experiencia de estas plantas es que funcionan solo si hay una inyección de fondos públicos muy elevada para cubrir los gastos de funcionamiento, pero cuando desaparecen esos fuertes incentivos al Kilowatio cierran. Pasó en Cataluña. Y aquí parece que vamos en el camino de repetir ese mismo error”, dice Isabel Vilalba, secretaria general del SLG. “Esa es la consecuencia de apostar por un modelo equivocado. Si nosotros tuviésemos un modelo donde se priorizara lo extensivo y dotar de base territorial a las granjas, ya habría una merma de las emisiones”, añade.
Galicia produce anualmente unos 8,5 millones de metros cúbicos de purín (57% procedente de ganado vacuno, 35% de porcino y 9% de avicultura)
“La materia orgánica es un fertilizante esencial que tienen las granjas cuando se tiene un número de animales adecuado a la superficie. Otra cosa son las granjas que no tienen tierra, que es donde está el problema. En ese caso deja de ser un recurso importantísimo en un equilibrio con el suelo para convertirse en un residuo del que hay que hacer una gestión adecuada. El problema del Real Decreto es que no distingue entre esos dos modelos”, asegura Isabel. El presidente de Agromuralla también defiende que “el purín hay que gestionarlo bien, pero no sobra”. “No hay exceso de nitrógeno en Galicia, solo hay que ver la cantidad de fertilizantes químicos que se compran cada año”, razona José Luis, que propone, en vez de plantas de tratamiento, mejoras en las instalaciones de almacenaje, como ampliar y cubrir las fosas de las explotaciones, y acuerdos entre granjas de pollos y cerdos que no disponen de superficie y ganaderías de vacuno, tanto de leche como de carne, que tengan capacidad para asumir ese purín en sus tierras.
Si sobra el purín, también sobran los lodos de depuradora; son debates que hay que abrir (José Luis Pérez)
"Los ganaderos no nos negamos a cuidar el medio ambiente; al contrario, ya lo hacemos, porque somos los verdaderos gestores del territorio. Pero hay una doble vara de medir, porque a las ciudades no se les está pidiendo la trazabilidad de sus residuos que se nos pide a los ganaderos. Nosotros no tenemos donde echar nuestro purín pero quieren que echemos los lodos de las depuradoras de las ciudades”, se queja el presidente de Agromuralla. Un problema generado por la propia Administración “El problema viene dado por la mala gestión de la Administración a la hora de organizar las granjas. Las explotaciones intensivas sin tierra de pollos y cerdos de zonas como A Limia o Rodeiro son un poco el problema. No les estoy echando la culpa a ellos, pero por unos vamos a pagar todos. Se dieron licencias y autorizaciones donde no se deberían haber dado. El del purín es un problema generado por la Administración que nos traslada ahora a los ganaderos”, se queja José Luis.
No está aún definido cuánto abono se va a poder echar por hectárea
UUAA considera una clara discriminación el hecho de que al vacuno de leche, responsable según los datos oficiales del 8% de las emisiones de amoniaco, se le obligue a una reducción del 40% de sus emisiones; mientras las granjas de porcino, que suponen el 20% de las emisiones totales de amoniaco, únicamente tienen que reducir un 8%. “En Galicia no tenemos un problema general de contaminación y donde lo hay no se debe al vacuno, sino a la contaminación por acumulación de otras especies. Así que con esto no se va a solucionar el problema en esas zonas porque no está causado por las vacas”, afirma Óscar Pose.
Los despachos están cada vez más distantes del campo (Isabel Vilalba, SLG)
“Están poniendo unas condiciones que no son cumplibles. Es una evidencia más de una Administración más burocratizada y más distanciada de la realidad de las propias granjas. Los despachos están cada vez más distantes del campo”, asegura Isabel Vilalba. Inversiones en maquinaria La entrada en vigor de la prohibición de las cisternas de plato y abanico va a obligar a muchas explotaciones a adaptar su maquinaria o la externalizar los trabajos. Pero el problema es que la capacidad con la que cuentan las empresas de servicios y las cooperativas para acoger esa sobrecarga de trabajo con los parques de maquinaria actuales es insuficiente, sobre todo teniendo en cuenta que las épocas de echar el purín coinciden con momentos de cosecha y siembra, donde las empresas de servicio y las cooperativas tienen picos de trabajo importantes.
Las cooperativas no tienen aún una previsión de cuál va a ser la demanda real de los socios
“Desde las cooperativas se ha hecho un esfuerzo para poder ofrecerles a los socios ese servicio, pero no se sabe aún cuál va a ser la demanda real. En todo caso, los medios que en este momento hay para abordar la normativa en toda su dimensión desde el día 1 de enero son claramente insuficientes”, reconoce Higinio Mougán, gerente de la Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias (Agaca), que aboga por una “aplicación paulatina de la norma”. “Entendemos que tiene que haber cierta flexibilidad y producirse una larga implantación de la normativa; no puede ser de un día para otro”, reclama, puesto que “el sector no está aún suficientemente preparado”, dice. “No se ha explicado en detalle la norma a todos los ganaderos y los propios encargados de cumplirla no saben cómo les afecta y hasta dónde les afecta”, asegura.
No hay suficientes aparatos en el mercado y a precio razonable para que se pueda hacer una implantación inmediata
“Hay que ir poniéndole sentido a todo esto y va a llevar su tiempo. No hay suficientes aparatos en el mercado en este momento a precio razonable para que se pueda hacer una implantación inmediata. Pero además se añaden otros problemas que complican la situación, ya que muchas veces no hay tractores con suficiente potencia, esa maquinaria no entra en las fincas porque son muy pequeñas, tenemos caminos estrechos y complicaciones en los accesos a los pozos de purín en explotaciones antiguas. Esto es como exigir la digitalización sin tener ni siquiera cobertura de telefonía y mucho menos banda ancha”, compara Higinio. Sentencia definitiva para las pequeñas granjas Las granjas más grandes llevan años adaptándose a los nuevos deberes en materia de gestión de purines, metiendo en los planes de mejora el aumento de la capacidad de almacenamiento y la cubrición de las fosas, algo ya exigido en el caso de llevar a cabo ampliación del número de cabezas, y muchas cuentan con cisternas de mayor tamaño para echar el purín que sería viable adaptar para colocarles un sistema de tubos colgantes.
Son inversiones inasumibles que no se adaptan a la pequeña propiedad que hay en Galicia
Por eso, el problema se plantea sobre todo en las pequeñas granjas, con tractores de menor potencia y cisternas más pequeñas y antiguas, inservibles para los aplicadores. “Estamos en contra de que se exijan esas grandes máquinas, porque si reduces las emisiones por introducir el purín en el suelo pero produces más emisiones por quemar más gasóleo no has hecho nada”, razona la secretaria general del SLG, que aboga por analizar la medida con una mirada más integral. Desde esa óptica, dice, “la implantación de grandes máquinas para la aplicación del purín mediante grandes cisternas arrastradas no es una solución, porque no se adaptan a la estructura de la propiedad que tenemos en Galicia y porque suponen mayor riesgo de compactación de la tierra y mayor uso de combustibles fósiles, por lo que se amplían las emisiones en vez de reducirlas”, concluye.  

Triplicadas las ventas de cisternas e inyectores

José Ángel Millares, gerente de la empresa de maquinaria lucense Millares Torrón SL, reconoce que se está dando un incremento notable en la compra de cisternas y aplicadores para cumplir con la nueva normativa. “Se está notando incremento de demanda y de ventas. Del 2022 al 2023 el incremento de ventas de inyectores ha sido de un 300% en nuestro caso. Y este año que entra supongo que seguirá aumentando aun más”, prevé. “La gente está muy expectante a ver si es verdad que se pone como obligatorio. Porque se lleva mucho tiempo hablando de lo mismo y los ganaderos no lo creen hasta que lo vean delante”, asegura. Las explotaciones no conocen tampoco las pendientes medias de sus fincas, por lo que no tienen claro el alcance real de la norma en determinadas comarcas, dice.
El incremento de la demanda se ha notado sobre todo hacia final de año, después de la convocatoria de las ayudas de la Xunta para maquinaria 4.0
El incremento de la demanda se ha notado sobre todo hacia final de año, después de la convocatoria de las ayudas de la Xunta para nuevas tecnologías, agricultura de precisión y digitalización de granjas, las conocidas como subvenciones Next Generation para maquinaria 4.0, que exigen la compra de cisternas con inyectores dotadas del sistema NIRS para analítica de nutrientes y composición del purín. “La gente aprovechó para meter la cisterna con el inyector porque las cuantías de la subvención están por encima del 40%, dependiendo de la puntuación del solicitante. Hubo también alguna solicitud a través del Plan Renove del Ministerio e incluso a través de las ayudas de nuevas incorporaciones o planes de mejora, pero fueron las menos”, detalla José Ángel.
Sería algo lógico que de cara a 2024 hubiese una línea de ayudas específica para cumplir con el Real Decreto como la que hubo hace 12 años
Pero más allá de las líneas existentes este año, el gerente de la empresa lucense considera necesario que de cara a 2024 se habiliten ayudas específicas para cumplir con el Real Decreto. “Hace 12 años hubo una subvención específica de medio ambiente para cisternas en la que daban el 75%. La gente aprovechó para cambiar la cisterna y se vendieron inyectores cuando no se sabía lo que eran. Como no se exigía su utilización, después el inyector a veces acababa aparcado en el pajar, pero ahora es diferente. Sería algo lógico que ahora volviera a haber estas ayudas”, argumenta. Cisternas a partir de 80.000 euros Una cisterna nueva puede adquirirse a partir de 80.000 euros, dependiendo de su capacidad y equipación. La situación de los suministros también se ha ido normalizando, con un plazo medio de entrega que se sitúa hoy en los 4-5 meses, cuando esa espera llegó a ser de casi un año.
Hay un plazo medio de entrega en estos momentos de 4-5 meses, cuando antes llegó a casi un año
Una cisterna de 16.000 litros con inyector de 10 metros y medio de largo puede adquirirse por menos de 100.000 euros pero el responsable de Millares Torrón admite que está aumentando la demanda de cubas más grandes. “Estamos notando mucho el incremento de capacidades, se están pidiendo cisternas de 20.000 litros y algunas con 3 ejes incluso”, explica.
Estamos notando mucho incremento en la demanda de cisternas de gran capacidad
El precio para este tipo de máquinas, con inyectores de 15 metros de longitud, se sitúa entre los 170.000 y los 230.000 euros. A mayores, aclara, “estamos hablando de que precisaríamos un tractor de entre 250 y 280 caballos para mover esa cisterna”. En cuanto a la instalación de tubos colgantes en las cisternas ya existentes, la adaptación de una cuba vieja puede situarse entre los 1.200 y los 2.000€ dependiendo “del tipo de cisterna, los enganches de los que disponga detrás y de si lleva brazos para la elevación del inyector o por el contrario va fijo”, indica.
En cisternas de menos de 10.000 litros no es rentable instalar inyectores
José Ángel aclara sin embargo que en buena parte de las cisternas que hay en Galicia, sobre todo de las que disponen las granjas más pequeñas, no es viable la instalación de los inyectores. “En muchas cisternas de 6.000 o 8.000 litros no es rentable porque se produce una descompensación de peso atrás”, explica.  

Cisternas flexibles Labaronne: Una solución económica y sin malos olores para almacenar purines

El almacenamiento del purín es uno de los puntos críticos en las ganaderías en estabulación, especialmente en vacuno de leche y en porcino. La construcción de fosas es costosa, exige numerosas licencias y si no está cubierta reduce considerablemente su eficiencia al recoger también el agua de lluvia. Por no hablar de los malos olores que se generan en la fosa y del nitrógeno que se pierde, y por tanto valor fertilizante del purín, a través de las emisiones de amoníaco.

Estos inconvenientes tienen fácil solución si se opta por los depósitos flexibles Labaronne, una alternativa sencilla, segura y duradera para el almacenamiento del purín. Inventados y fabricados por la empresa francesa Labaronne hace 60 años llegan a España gracias a Nutriset, empresa barcelonesa que los distribuye para toda la península ibérica.

Las cisternas flexibles Labaronne son la MTD (Mejores Técnicas Disponibles) más eficiente para el almacenamiento de purín. Reducen las emisiones de amoníaco el 100% y cumplen con la normativa europea de reducción de emisiones. Además, son perfectas para eliminar riesgos laborales, ya que no dejan escapar vapores y eliminan la posibilidad de caídas al interior.

Estas son las principales ventajas de un producto que cuenta con una garantía de 10 años sobre el tejido y las soldaduras:

-Muy fáciles de instalar:

Las cisternas flexibles de Labaronne son muy fáciles de instalar en tres sencillos pasos: abrir, desenrollar y desdoblar. Una vez hecho esta se conectan a la tubería por la que entrará el purín y ya pueden entrar en funcionamietno. Sin necesidad de obras, son la solución más práctica e inteligente para el almacenamiento de líquidos.

Sin necesidad de permisos de obra, se adapta a cualquier superficie plana y sólida. Bajo coste y sin gastos extras de mantenimiento. Ligero y fácil de transportar, con reparaciones sencillas y montaje rápido. Se puede desmontar con facilidad y reubicar para no afectar el terreno disponible.

-Alta calidad del producto:

Están hechas con un trenzado de poliester ultrarresistente y luego bañadas en PVC flexible. Esta combinación es la que hace que sean flexibles y muy resistentes. Están preparadas para soportar temperaturas de entre -30º y 70º en exteriores y agauntar la radiación solar gracias a su tratamiento anti-UV.

Las cisternas Labaronne están fabricadas cumpliendo la normativa ISO 9001, con tejido adaptado a cada capacidad y soldado por Alta Frecuencia para asegurar resistencia, seguridad y estanqueidad de las uniones, sin roturas por degradación.

Su volumen está garantizado con un coeficiente de seguridad y tiene una larga vida útil (hay cisternas con más de 45 años de servicio).

-Amplio rango de capacidades:

Disponen de una amplia gama de capacidades de cisternas, que van desde unos pocos litros hasta 2 millones de litros. Además, ofrecen la posibilidad de modular volúmenes con varias cisternas interconectadas, todo a medida para adaptarse a las necesidades de cada ganadería.

-Almacenamiento seguro, sin malos olores y sin pérdidas de amoníaco:

Los depósitos Labaronne no contienen aire en su interior, sino que se inflan y desinflan en función de la cantidad de producto que entre y salga. Esto evita los malos olores propios del purín y reduce las emisiones de amoníaco a la atmósfera por completo. Está considerada la mejor solución para esto porque es la única que reduce esta contaminación al 100%.

Además, estas cisternas son seguras, sin riesgo de accidentes por caídas.

-Asesoramiento individual para cada ganadería antes y después de la venta:

En Nutriset, además, acompañan y aconsejan a los responsables de las explotaciones ganaderas para crear proyectos individuales, valorando cada caso independientemente en lugar de vender productos estándar. También disponen de un servicio técnico que ayuda en las instalaciones de grandes proyectos para asegurar la calidad de todo el proceso. En Nutriset nunca dejan al cliente solo, sino que lo acompañan de principio a fin.

Más información:

Teléfono: 93 836 00 62

labaronne@nutriset.com

Página web

Blue Cycle: Aumento del poder fertilizante del purín y reducción de emisiones

La sostenibilidad de las producciones ganaderas es uno de los principales retos a los que se enfrentan nuestras explotaciones. Los compromisos ambientales (European Green Deal) advierten de la necesidad de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). También de reducir las aportaciones de fertilizantes nitrogenados y fosfóricos de síntesis.

Aunque no es un gas de efecto invernadero (GEI), el amoníaco es otro de los gases contaminantes generados como consecuencia de la actividad agroganadera sujeto a limitaciones de emisión (Directiva UE/2016/2284). El informe de proyección de emisiones de amoníaco realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica en marzo de 2019 propone una reducción del 45 % de las emisiones para el sector de vacuno de leche.

Para completar el nuevo marco legal señalaremos la entrada en vigor del RD 1051/2022 sobre Nutrición Sostenible de los Suelos Agrarios que obliga a las granjas a establecer planes de abonado en función de los rendimientos forrajeros esperados teniendo en cuenta las analíticas de suelo y del purín.

Debemos considerar el purín como el recurso principal y prioritario sobre el que debe gravitar la nutrición de nuestros cultivos. Será clave la gestión, el manejo y la valorización de los purines

El desafío que planteamos con Blue Cycle es aumentar el valor fertilizante de nuestros purines al tiempo que nos minimizamos las emisiones nocivas.

Caracterización del valor nitrogenado del purín.

Una UGM genera 20 m3 de purín al año con un contenido medio de MS del 12%, que puede variar si a la fosa llegan aguas pluviales o de limpieza de las instalaciones, o por la adición de material de camas u otros restos vegetales (Castro, 2002).

En cuanto a su valor nitrogenado, el purín contiene dos fuentes repartidas al 50%: una de origen inorgánica, en forma de amoníaco que procede de la fracción líquida; y orgánico en forma de péptidos, aminoácidos o N asociado a lignocelulosa contenidos en la fracción sólida.

El amoníaco se caracteriza por su alta volatilidad. Es en gran medida responsable de los olores, otro de los impactos que más sensibiliza a la población. El nitrógeno orgánico se libera más lentamente después de sufrir procesos de mineralización.

Razones para aditivar el purín con Blue Cycle.

Con respecto al nitrógeno del purín, el desafío está en tratar de evitar las pérdidas por volatilización del amoníaco que contiene. Cubrir las fosas o aplicar el purín con incorporación al terreno son algunas medidas que contribuyen a mitigar sus pérdidas.

Un paso más en esta dirección es aditivar nuestro purín con Blue Cycle. Blue Cycle contiene tecnologías que permiten fijar el amoniaco y retenerlo en el purín de forma estable. Gracias a ello, disponemos de más N disponible para los cultivos y minimizamos los olores en granja o durante su aplicación al suelo.

En pruebas llevadas a cabo en aplicaciones directas de Blue Cycle a la fosa de purín, en este caso de porcino, se han acreditado disminuciones del nivel de amoníaco en el ambiente del 44% con aumentos del valor nitrogenado del purín del 16% frente a control.

En caso de porcino, se han acreditado disminuciones del nivel de amoníaco en el ambiente del 44%

Blue Cycle contiene además tecnologías que contribuyen a acelerar la descomposición de la fracción sólida del purín, facilitando su biodisponibilidad para los cultivos. La consecuencia más inmediata y visible es el aumento en la fluidificación del purín. Gracias a ello, podemos evitar en gran medida tener que batir en la fosa antes de cargar. También se minimizan las obturaciones en los circuitos de aplicación localizada de las cisternas. Desde el punto de vista agronómico, una pradera tratada con un purín más fluidificado nos va a contribuir a obtener mejores rebrotes. También minimizaremos los riesgos de contaminación clostrídica en los ensilados resultantes.

Blue Cycle, modo de empleo

Como hemos anticipado, Blue Cycle es un mix de aditivos tecnológicos para el tratamiento de las deyecciones ganaderas. Se trata de una presentación líquida para diluir en agua.

La dosificación se hará atendiendo al volumen de purín generado y al desafío con el que nos encontremos (costra relevante, fuertes olores, etc). En todo caso, se recomienda que se sigan las prescripciones del proveedor.

Blue Cycle no necesita activación, pudiéndose preparar la dilución justo antes de la aplicación. La cantidad de agua empleada será la adecuada para garantizar un reparto homogéneo por la zona a tratar. Una vez preparada la dilución, puede aplicarse en los pasillos, emparrillados, canales o directamente a la fosa.

Para más información:

Daniel Baizán. Product Manager Blue Cycle Delagro

daniel.baizan@delagro.org / 636264718

“Gracias a las cooperativas, hoy sigue habiendo ganaderías de leche en el Pirineo”

Joan Guitart, con sus vacas en Castellar del Tost, donde la sequía ha hecho mella este año en los pastos Cataluña cuenta a día de hoy con 347 explotaciones lácteas y una producción mensual de 57.858 toneladas, según los últimos datos publicados por el Fondo Español de Garantía Agraria, del pasado mes de octubre. Setenta y tres de esos ganaderos se asientan en las comarcas pirenaicas de Alt Urgell y Cerdanya, con una fuerte implantación del cooperativismo en la zona, lo que ha permitido la supervivencia de la producción láctea en estas áreas de montaña. “Gracias a las cooperativas hoy todavía queda ganadería de leche aquí en el Pirineo”, asegura Joan Guitart, uno de los 6 socios de Granja Castellar, ubicada en Castellar de Tost, en el municipio de Ribera d’Urgellet, un pueblo de solo 20 habitantes y situado a 900 metros de altitud en el Pirineo de Lleida.
A las industrias les es difícil venir a recoger la leche aquí, en granjas pequeñas y dispersas, por eso cuando desaparecen las cooperativas desaparecen las ganaderías
A diferencia de lo que ocurre en Alt Urgell, en todo el vecino valle de Pallars, en las tres comarcas que lindan con el Val d’Aran, ya no quedan granjas lecheras. “Hace 30 años, cuando nosotros empezamos con el unifeed cooperativo, Copirineo tenía más de medio centenar de explotaciones. Pero cuando desaparecen las cooperativas a las industrias les es difícil venir a recoger la leche aquí, en granjas pequeñas y dispersas”, explica Joan. Crecer absorbiendo a otras granjas SAT Granja Castellar es una de las explotaciones más grandes de la zona. Ordeña en estos momentos 420 vacas y produce unos 13.500 litros diarios, que entrega a la cooperativa Cadí para su transformación en queso y mantequilla. De la ración para alimentar a las vacas se encarga otra cooperativa, Pirenaica, que hace 30 años instaló uno de los primeros centros comunitarios de mezcla húmeda unifeed de Europa. Joan está al frente de esta granja junto a dos de sus hermanos, su hija y otros dos vecinos que acabaron cerrando sus granjas familiares para integrarse en la SAT. “En su momento llegamos a ser 8 socios. Eran explotaciones que dejaban de ordeñar pero que en vez de vender la cuota láctea nosotros absorbíamos la granja, comprando el ganado, quedándonos con la cuota, y pasando a integrar a esos ganaderos en la sociedad. De esa forma evitamos que esa cuota se marchara de la comarca hacia otras zonas”, explica.
Integrando a las ganaderías que iban cerrando, evitamos que la cuota se vendiese y se marchara de la comarca
Tras décadas de incremento continuado en el número de cabezas, en estos momentos su objetivo es la estabilización de la granja. “No queremos seguir creciendo, nuestra intención actualmente es mantener el número de vacas en ordeño en torno a las 415-420. Pero tenemos muchas novillas y hemos tenido que mandar al matadero este verano muchas vacas, porque sino estaríamos en estos momentos en 450 vacas en producción”, detalla Joan. Recría en dos ubicaciones diferentes Aunque forma una sola unidad epidemiológica, Granja Castellar tiene 4 libros abiertos, 2 de ellos para reposición en dos granjas cercanas que han dejado de producir leche, y suma en total unas 900 cabezas contando vacas adultas y recría. La unidad de producción se encuentra en Castellar de Tost, donde también se desarrolla la fase de lactación de las terneras. “A los 2 meses y medio hacemos el destete y a partir de ahí, en torno a los 3 o 4 meses, se van a otras granjas”, explica Joan.
Las ganaderías lácteas de las comarcas de Alt Urgell y Cerdanya comparten algunos problemas con las granjas de Galicia, como escasez de base territorial y orografía complicada
Los otros dos establos están situados a 6 y 8 km de distancia. “Vamos mañana y tarde y tenemos a una persona encargada de la recría. A partir de los 12 meses empezamos a poner las primeras dosis si la vaca está en condiciones. Detectamos los celos con collares, con lo que ganamos en tiempo y en fertilidad”, asegura. La inseminación se realiza con personal propio de la granja. Producir leche en una zona de montaña Joan considera que la labor del ganadero es la de “ser capaz de adaptar el modelo productivo de su explotación a la situación concreta de cada lugar”. En la comarca de Alt Urgell la climatología y las características del terreno condicionan el tipo de producción láctea. “La base territorial es muy baja, porque por un lado tenemos el río y por el otro el monte; y todo es pendiente, ya que estamos en una zona de prepirineo”, explica. Granja Castellar cuenta con 200 hectáreas de superficie aprovechada en pastoreo por distintos lotes de animales: por las vacas secas, por las novillas y por una parte de las vacas en producción (aquellas que están en el final de la lactación).
Tenemos un coste de producción alto, hemos llegado a cerca de los 12 euros por vaca y día de coste de alimentación
Para el resto de las vacas en ordeño, la alimentación se basa en ración unifeed que incluye cerca de 20 kg de concentrado. “Logramos medias de 32-33 litros de producción y unas calidades de leche muy buenas; casi todo el año estamos por encima del 4% de grasa”, cuenta Joan. La ración es suministrada diariamente en el establo gracias a un sistema de cátering que, sumado al uso de grandes cantidades de concentrado, dispara el coste de alimentación. “Tenemos un coste de producción alto, hemos llegado a cerca de los 12 euros por vaca y día, mientras el precio de venta de la leche el año pasado se situó en 0,52 euros el litro de media de todo el año”, detalla. Primera planta de unifeed comunitario de Europa La explotación es socia de la Cooperativa Pirenaica, con instalaciones en la Seu d’Urgell y fábrica de pienso y mezcla húmeda en el municipio de Montferrer y Castellbò, a 3 km de la Seu d’Urgell. Desde esta planta salen diariamente los camiones que descargan en las granjas. “Llevamos 30 años funcionando de esta forma. Fuimos pioneros en su momento en Europa en este sistema de unifeed comunitario. Estuvimos dando vueltas por el mundo para aprender, desde Israel a Dinamarca”, recuerda Joan. “Hoy damos comida a 40 explotaciones de leche que sumamos unas 3.500 vacas en total, aunque día a día van desapareciendo granjas”, lamenta. Dentro de Pirenaica, algunos socios gestionan su propia superficie agraria, mientras hay otros que ya han dejado sus tierras en manos de la cooperativa.
No es que seamos más cooperativistas que en otros lugares, es que la necesidad nos hace serlo
La superficie total es de unas 1.000 hectáreas, insuficiente para autoabastecer a la planta. “Es difícil hacerlo mejor con esta sequía. Tenemos que comprar bastantes insumos, por ejemplo maíz para ensilar; maíz grano y soja, que vienen del puerto de Tarragona y cebada que traemos de Francia”, explica. El servicio de cátering que la cooperativa presta a las ganaderías socias es un pilar fundamental para la supervivencia de las granjas de la zona, considera Joan. “En Girona otras iniciativas similares de unifeed comunitario han desaparecido porque allí hay otras alternativas. ¿Por qué funciona aquí? Porque estamos en un sitio apartado y es difícil ser autosuficiente tú solo. Si quieres ser muy individualista tienes que tener más de 450 vacas. Con granjas más pequeñas aquí es difícil. No es que seamos más cooperativistas que en otros lugares, es que la necesidad nos hace serlo”, argumenta. Cadí, primera cooperativa láctea creada en España Camión cisterna de la cooperativa Cadí recogiendo la leche de la explotación Hace más de 70 años que Granja Castellar forma parte también de la cooperativa Cadí, formada por 73 familias ganaderas de Alt Urgell y Cerdanya. Fundada en 1915, Cadí fue la primera cooperativa láctea creada en el Estado español. “Nunca ha sido rescatada en sus casi 110 años de historia”, destaca Joan, que formó parte hasta 2016 del Consejo Rector de la cooperativa. Dentro de Cataluña, Cadí es una referencia. Produce queso y mantequilla, con dos Denominaciones de Origen. Transforma entre 170.000 y 180.000 litros de leche en diversas referencias comerciales, entre ellas varias modalidades de queso, requesón y mantequilla, el verdadero producto estrella de Cadí, que es también socia de Llet Nostra, a través de la cual se dá salida a los excedentes en forma de leche líquida y yogurt.
Urgèlia es un queso con DOP que se produce íntegramente a través de la cooperativa
Cadí vende sus productos por toda Cataluña, además de exportar a distintos países, y cuenta en la actualidad con una plantilla de 130 trabajadores. “Estamos pasando un momento delicado precisamente porque la cooperativa está sobrecargada de mano de obra y no somos capaces de ser competitivos. Tenemos que industrializarnos más, porque los tiempos cambian y creo que han faltado inversiones en modernización y tecnología. No podemos vivir de los 100 años de historia, eso no es suficiente, tenemos que avanzar para pensar en los próximos 100”, reflexiona. Ahorrar costes con el pastoreo Aunque el pastoreo es el sistema tradicional de alimentación del ganado en esta zona del Pirineo, las explotaciones lácteas de la zona han ido abandonando esta práctica a medida que iban creciendo e intensificándose, aunque Granja Castellar sigue manteniendo el pastoreo como una estrategia para reducir costes de producción. “A veces pienso que queremos ser demasiado americanos. Estamos a 900 metros de altitud y tenemos pendientes elevadas; me sale más cómodo llevar a pastar las vacas que cortar la hierba”, argumenta.
Sembramos raigrás y centeno forrajero para el invierno; así alargamos el período de pastoreo
La SAT cuenta con 200 hectáreas de superficie, que se aprovechan en su totalidad en pastoreo y con la recogida de forraje, tanto ensilado como en heno. Disponen de praderas sembradas con diferentes especies para de esta forma poder alargar la duración del pasto. “En otoño empezamos pastando las fincas que tienen festuca y datilo, después pasamos al raigrás y terminamos con el cereal, que es el más resistente, cuando vienen las heladas, en enero y febrero”, explica Joan. Pero la importante sequía que arrastra Cataluña en los dos últimos años ha secado los pastos y encarecido la alimentación del ganado.  El pasto es la base de la alimentación de la recría. “Muchas veces tenemos grupos de 30 novillas sin tomar ni un kilo de heno en la estabulación”, cuenta. Pero también están extendiendo el pastoreo a las vacas adultas.
Al echar al prado el lote de final de lactación reducimos el coste de alimentación de 12 euros diarios a sólo 2
“Una parte de las vacas en ordeño, a partir de 180 días de preñadas (6 meses), cuando bajan de 30 litros, las pasamos al prado. Al hacerlo bajan a 15 litros de media, pero logramos alargar un poco más la lactación a un coste muy bajo mientras se recuperan de los cubículos y se preparan para el parto. Cuando la leche no te la pagan bien, bajar la producción no tiene por que implicar matar a la vaca, esta es una forma de darle otra oportunidad. De los 12 euros por vaca y día que nos cuesta alimentarlas en unifeed, pasan a 2 euros. Bajan a la producción de leche, sí, pero lo ganamos en coste de alimentación y salud”, defiende. Regadío por presión natural En esta zona de la montaña, a 900 metros de altitud, la nieve permanece durante dos meses al año. “A partir del 15 de enero, cuando las horas de luz empiezan a aumentar, la nieve empieza a derretirse. Lo malo es cuando nieva a principios de diciembre, ahí si que no se va ni con el soplete”, bromea Joan. El cambio climático se está dejando notar también en el Pirineo. “Tenemos manantiales para regar que nos proporcionaban un caudal de entre 50.000 y 60.000 litros a la hora que han bajado a menos de 20.000 y no podemos regar cuando queremos, como hacíamos antes”, indica.
Se nota el cambio climático; los manantiales han visto reducido su caudal a la mitad
La zona de regadío de la explotación abarca 30 hectáreas y el sistema funciona por presión natural, sin necesidad de bombeo. “Tenemos el agua canalizada desde el manantial a una balsa, donde alcanza 10 kg de presión dinámica natural, que es suficiente para que funcione el sistema de aspersores”, detalla. Abonar con estiércol y no usar herbicidas Aunque la alimentación de las vacas mediante unifeed no les permite estar en ecológico, el manejo de la tierra dista muy poco de lo exigido para la certificación. “Abonamos con estiércol, que repartimos por todas las fincas, y desde hace 3 años no tiramos ni una gota de herbicida; no vamos a lograr 17.000 kg de materia seca por hectárea de forraje pero vamos a ver si podemos ser competitivos así”, razona.
A veces cuando la paja sube de precio usamos arena caliza con superfosfato en las camas
Las camas del ganado son de paja y de compost, producido en la propia granja. “Lo que hacemos es amontonar el estiércol de los lotes de novillas y vacas que tenemos en cama seca en una pila al aire libre y le damos vueltas para ventilarlo. Por pasteurización natural llega a 70 grados, lo que genera una higienización”, explica.   Planta móvil para tratamiento de purines La cooperativa Pirenaica ha impulsado también la adquisición de una planta móvil de tratamiento de purines para facilitar el cumplimiento de las nuevas normativas en materia de gestión de estiércoles a sus ganaderías socias, volviendo a situarse a la vanguardia de todo el Estado.   Esta planta, la primera de estas características en España, está dotada de un grupo electrógeno propio, una bomba, un separador sólido-líquido, una planta de polielectrolitos y coagulantes y una decantadora centrífuga.
La cooperativa Pirenaica dispone de una planta móvil que se traslada a las explotaciones y realiza la separación de la fracción líquida y sólida del purín
Gracias a su funcionamiento autónomo, se traslada a las explotaciones y realiza la separación mecánica y posterior tratamiento del purín crudo procedente de las fosas de almacenamiento de las granjas, logrando concentrar en la fracción sólida el 45% del nitrógeno y el 70% del fósforo. La parte líquida queda disponible en la explotación para fertirrigación en las fincas más próximas y la parte sólida, con un alto contenido en materia orgánica y nutrientes, puede ser almacenada y transportada para realizar el abonado en las parcelas más alejadas. Siembra directa “Sin el estiércol de las vacas nuestro pueblo no existiría”, asegura Joan. Las características del terreno (“este es un terreno muy calcáreo donde hay mucha piedra”, indica) les obliga a usar técnicas de mínimo laboreo. “Trabajamos siempre con siembra directa. Lo de arar no se toca, es sagrado. Porque si no son todo piedras. Empezamos hace ya 35 años con siembra directa”, cuenta.
Usamos a las vacas secas para hacer limpieza en las fincas y poder resembrar sin usar herbicidas
Para el control de las malas hierbas usan a los propios animales. “En épocas de sequía hacemos pastoreo intensivo en esas parcelas, sin cambiar al ganado cuando queda poco pasto, para obligarles a comer esas malas hierbas. A las vacas secas que no están próximas al parto las forzamos esos últimos tres días en esas fincas, con un buen cierre para que no se escapen. Después vamos rápido detrás con siembra directa, tras sacar al ganado, para no usar herbicidas. No logras una implantación del 100% pero sí vas consiguiendo mejorar la pradera con aquellas especies que más te interesan. En el prado natural, por ejemplo, hacemos resiembras de datilo, que es para mí lo que mejor va, y a veces ponemos también algo de festuca”, indica. Modernización del ordeño En cuanto a la mano de obra, la SAT cuenta con 10 personas empleadas, de las cuales entre 7 y 8, dependiendo del momento, son contratadas y el resto socios trabajadores. Para reducir las necesidades laborales de la granja, han apostado por invertir en mejorar las instalaciones de ordeño. “Hemos tenido que modernizarnos 3 veces en 30 años, primero con ordeño directo, después con sala y hoy con rotativa”, explica Joan. Disponen en la actualidad de una sala rotativa de 40 puntos, que ha sustituido a la sala de espina de pescado 10x2 puntos, con el objetivo de hacer un ordeño más rápido. “No queremos crecer más, sino que los trabajadores tengan tiempo para hacer más cosas. Si no dispones de instalaciones adecuadas, los trabajadores se convierten en robots dentro de una sala de ordeño”, afirma.
Con la rotativa, en poco más de dos horas ordeñamos 420 vacas; en la sala nos llevaba más del doble de tiempo
En la sala rotativa ordeñan cerca de 200 vacas a la hora. Los horarios del ordeño son a las 6 de la mañana y a las 5 de la tarde. “Las vacas que tenemos en pastoreo, que son las de final de lactación, son las últimas que ordeñamos por la mañana y las primeras por la tarde; así ganamos media hora y a las 7 de la tarde los trabajadores ya se pueden ir para casa”, indica.   Los beneficios de ordeñar 4 veces al día al lote de postparto Granja Castellar realizó un estudio entre octubre de 2003 y mayo de 2007 realizando cuatro ordeños en vez de dos en el lote de vacas postparto, en el que tanto las primíparas como las multíparas permanecían durante 3 semanas. “En aquel momento estábamos ordeñando 230 vacas en una sala de 20 puntos. Nos llevaba 3 horas por la mañana y 3 por la tarde hacer el ordeño. Lo que hacíamos era meter primero al lote de postparto y después al resto de animales en producción y al final de todo volvíamos a meter a la sala al lote de postparto”, explica Joan. Esa estrategia de cuatro ordeños arrojó resultados positivos tanto en relación a la mejora de la producción como en salud y reducción de problemas en las vacas postparto. “Hay claras evidencias de la mejora de la salud de la ubre, sobre todo en la disminución de edemas postparto y en la incidencia de mamitis. Se constata una más rápida involución uterina, en consonancia con la mayor frecuencia de liberación de oxitocina, y una mejora del comportamiento de las primíparas, en particular una disminución en las dificultades de la subida de la leche y retención en la ubre”, concluye el estudio.
El ordeño 4 veces al día durante los primeros 21 días es suficiente para aumentar la producción de leche durante toda la lactación
La mejora lograda en la producción era de casi 9 litros en las primeras 3 semanas (de 33,5 kg a dos ordeños a 42,3 kg a cuatro ordeños), pero el incremento productivo se mantenía posteriormente hasta el final de la lactación, con casi 3 litros más por vaca y día (34,8 kg en las vacas a dos ordeños frente a los 37,4 kg de media en las vacas que habían comenzado la lactación a 4 ordeños). En total, la diferencia equivale a una producción de 550 litros más por vaca en toda la lactación. “Hay un mejor arranque de las lactaciones, comparado con el sistema tradicional, lo que se atribuye al estricto control diario de las vacas postparto, lo que permite detectar muy pronto cualquier anomalía y realizar el tratamiento correspondiente”, argumenta el estudio Placas solares y acumulación de la energía en forma de hielo Además de en la modernización del sistema de ordeño, esta SAT catalana ha invertido en los últimos años en energías renovables para reducir la factura eléctrica de la granja, mediante la instalación de placas solares y de un sistema de refrigeración de la leche por medio de bancos de hielo. "Hace un año y medio que lo tenemos en marcha y nos permite en verano lograr que el 75% de la energía que consumimos sea autoconsumo, En invierno bajamos al 40% de media, pero es una inversión fácil y rentable”, asegura Joan.
En verano el 75% de la energía que consume la granja es autoconsumo y en invierno el 40%
“En lugar de tener baterías, la energía que producen las placas fotovoltaicas se almacena en hielo y en el momento de ordeñar se pone en marcha una bomba de agua helada. De esta forma se logra una optimización del consumo de energía, porque logras bajar los mínimos. Nosotros tenemos un término de potencia en hora punta, que es cuando estás ordeñando, de 30 Kw; si no fuese por este sistema necesitaríamos 50”, compara. Otra de las decisiones que han tomado ha sido la de no orientar todas las placas solares, que suman 120 Kw instalados, a la misma posición. “De esta forma las placas no trabajan todas a la vez pero ganamos horas de luz, porque una parte las tenemos orientadas a la salida del sol y a la puesta, no todas al mediodía”, explica.

“En la Administración todos mandan y opinan desde la capital”

Joan Guitart es en la actualidad coordinador territorial de la organización sindical agraria Unió de Pagesos en el Alt Pirineu y se muestra “muy crítico y cabreado" con la Administración. “Todos mandan y opinan desde la capital”, se queja. Eso, dice, lleva consigo la aprobación de normativas alejadas de la realidad y perjudiciales para el sector que provocan abandono y una creciente desconexión de la población con los problemas de los productores. “Hay que hacer mucha pedagogía y muchas jornadas de puertas abiertas para que los consumidores vean cómo hacemos y por qué”, defiende. “Nosotros hemos hecho recuperación de terrenos perdidos, sacando pinos, desbrozando y recuperando pastizales. Tengo terneras en pastoreo a 1.600 metros de altura, evitando que haya incendios. Pero en la sociedad eso nadie lo valora”, se queja.   Fauna salvaje Como en Galicia, en el Pirineo el avance de la fauna salvaje está poniendo también contra las cuerdas a las explotaciones ganaderas. “De momento a nosotros el lobo no nos afecta mucho, estamos en la zona más baja y llega a cuentagotas, pero el oso sí. Está aquí asentado y provoca desbandadas de animales. A veces encuentras el ternero a 2 horas de la vaca o vacas que se van a donde hay nieve, porque se sienten más seguras. El oso les produce pánico”, asegura.
Con la Ley de Bienestar Animal a los ganaderos nos tratan de terroristas
“Pero la sociedad no es consciente del problema. Aquí hay una distancia demasiado grande para que el público urbano entienda lo que pasa y con la Ley de Bienestar Animal nos tratan de terroristas”, denuncia. Relevo generacional en el sector Joan tiene en la actualidad 58 años, y su hija, que es ingeniera agrónoma, se ha incorporado a la granja. Pero aún así, teme por el relevo generacional, tanto en su explotación como en la mayoría de las ganaderías lácteas catalanas. “Los jóvenes no van a aguantar lo que hemos aguantado nosotros. Hay una presión enorme por la falta de mano de obra y aunque tengas trabajadores tienes que estar con ellos. Eso convierte nuestra profesión en un trabajo muy sujeto”, razona. “Descentralizamos las grandes ciudades” Joan dejó de ser funcionario en la Generalitat hace 40 años para trabajar en la granja. “No me gustaba Barcelona”, admite. Pero hoy, dice, “si no me hubiese caducado la excedencia, volvería”, asegura, medio en broma, medio en serio. Castellar de Tost, en el municipio de Ribera d’Urgellet, es un pueblo “de solo 20 habitantes contando a los trabajadores de la granja”. “Descentralizamos las grandes ciudades. Cada 10 vacas en ordeño es un puesto de trabajo, porque cada 10 vacas en ordeño generan entre 30 y 40.000 euros al año de actividad económica, no sólo por la leche y los terneros que dan, sino porque damos vida a veterinarios, cooperativas, talleres, etc. Son números muy importantes”, reflexiona. “Las granjas pequeñas son las que mantienen el paisaje en las zonas de montaña, pero aparte de mantener el territorio, estamos manteniendo la población, sino estaríamos todos hacinados en las ciudades”, concluye.

Buenos índices de nitrato y fósforo en agua: el caso de un arroyo de la cuenca que suministra a Coruña

Dos son las fuentes de contaminación principales que señala Europa sobre los cauces fluviales: las aguas residuales urbanas, que con frecuencia no tienen un tratamiento suficiente, y las fuentes de contaminación difusa, como las agrarias. Sobre la contaminación por motivos agrarios, las noticias suelen centrarse en casos problemáticos, como el de A Limia, que espera su declaración como zona vulnerable a nitratos, pero existen también ejemplos positivos a destacar, como el del arroyo Corbeira. El arroyo Corbeira es un cauce de 10 km. que se ubica entre los ayuntamientos de Oza-Cesuras y Abegondo, en una zona agroforestal. Sus aguas desembocan en el río Mero, que va a dar al embalse de Cecebre, punto de suministro de agua potable para Coruña. Por ese motivo, el monitoreo de las aguas de esta cuenca es de especial interés. Un estudio de las Universidades de Vigo y de A Coruña, que se publicó este año, monitoreó durante 14 años (2004-2018) los niveles de nitratos y fósforo en el arroyo Corbeira, concluyendo que las concentraciones de ambos nutrientes son relativamente bajas, lo que demuestra que ni las prácticas agrícolas ni las forestales ponen en peligro la calidad del agua. El monitoreo continuado comprobó que los niveles de fósforo y nitratos estaban muy por debajo de los límites marcados en la Directiva Marco del agua, así como del umbral propuesto en distintos estudios científicos para proteger las especies de agua dulce más sensibles. Sobre la evolución a lo largo de los años de la investigación en el Corbeira, las tendencias que se observan no son claras, pues la presencia de nutrientes en el agua está muy influenciada por las precipitaciones. Así, los veranos suelen ser la época con menor concentración de nitratos y fósforo. En cuanto a los nitratos, parecen tener una presencia en retroceso, asociada a un menor tránsito en otoño y primavera, quizás en parte por la reducción de la actividad agrícola en la comarca durante los 14 años de monitoreo. En lo que respecta al fosforo, se percibió que su concentración aumenta en invierno, cuando hay más flujo y transferencia de sedimentos. El fósforo llega a los cauces principalmente por las aguas superficiales de escorrentía, en tanto los nitratos suelen estar más ligados a flujos subterráneos. Por ese motivo, la persistencia de los nitratos en los cauces suele ser más difícil de solucionar, incluso décadas después de que hayan cambiado las prácticas que propiciaron su concentración. Lugar de estudio y metodología El Corbeira es un afluente por el margen derecho del río Mero, el principal de la zona que contribuye al embalse de Cecebre -el punto de abastecimiento de agua a la ciudad de A Coruña y aledaños-. El principal uso del suelo que lo rodea es forestal, correspondiendo un 65% de la superficie de la cuenca a plantaciones comerciales de eucalipto y pino. La segunda mayor presencia es la de superficie agrícola, la cual representa un 30%, dominada por pastos y prados (25%). El porcentaje de terreno agrícola restante (5%) está ocupado por cultivos forrajeros principalmente y pequeñas huertas. Se completa la superficie con los caminos y vías forestales distribuidos por toda la cuenca (5%). En cuanto a la metodología sucesiva, este trabajo de investigación parte de un seguimiento de 14 años hidrológicos -entre 2004 y el 2018- que incluye la medición de la precipitación, la descarga y el muestreo automático y manual del agua del riachuelo en la salida de la cuenca.

Convocadas ayudas para gestión de purines y digitalización de granjas

La Consellería de Medio Rural convoca ayudas para adquisición de equipos de tratamiento de purines y ampliación y cubrición de pozos de purín, así como para la compra de maquinaria de precisión e instalación de sistemas de monitorización en las explotaciones. La orden de subvenciones, publicada este viernes en el Diario Oficial de Galicia (DOG), cuenta con un presupuesto de 8,77 millones de euros, con los que se pretende beneficiar a unas 500 explotaciones de la comunidad. Estas aportaciones, están financiadas con fondos Next Generation, que derivan del Plan de recuperación, transformación y resiliencia promovido por el Gobierno central y son resultado del instrumento de recuperación temporal habilitado por la Unión Europea para reducir las consecuencias de la crisis sanitaria por la COVID-19. Las ayudas se dividen en dos líneas diferentes. Una de ellas está dirigida a promover la economía circular en el sector agroganadero mediante la mejora de la gestión de purines y estiércoles en las explotaciones desde el punto de vista medioambiental.
Se financia la construcción, ampliación y cubierta de fosas de purín y estercoleros, así como la instalación de separadores de purín
Está dotada con 2,2 millones de euros y se dirige a actuaciones por importe superior a 10.000 euros, entre las que se incluyen la construcción o ampliación de fosas de purín o estercoleros, su cubrición mediante cubiertas rígidas o cubiertas flexibles de lona, así como la instalación de separadores de purín y equipos de compostaje.
Se subvenciona la adquisición de abonadoras, cosechadoras y sulfatadoras de precisión, así como los robots de ordeño y los collares GPS de geolocalización y toma de datos de los animales
En relación con la línea dirigida a agricultura de precisión, dotada con 6,57 millones de euros, se apoyarán inversiones en agricultura y ganadería de precisión y en tecnologías 4.0, como puede ser la adquisición de maquinaria (sembradoras, cosechadoras y abonadoras por GPS, cisternas de aplicación localizada de purín, carros mezcladores con análisis NIR de la ración, tractores con sistema de autoguiado, robots de ordeño, collares GPS) o de diversas aplicaciones y programas informáticos, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria, la rentabilidad económica y la sostenibilidad ambiental. Concurrencia competitiva Estas ayudas se convocan en régimen de concurrencia competitiva y las posibles beneficiarias son, en la mayoría de los casos, las explotaciones agrarias o sus entidades asociativas. Entre los criterios de ponderación, se conceden 5 puntos cuando la inversión es conjunta entre al menos 5 explotaciones, 2 puntos por ser una explotación de titularidad compartida y 2 por tener el solicitante menos de 41 años. También se prima con 3 puntos que el proyecto sea ejecutado en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos (en Galicia aun no hay ninguna zona declarada) y con otros 3 que el promotor sea un consorcio público-privado.
En el caso de la maquinaria, se prima la compra de cisternas de aplicación localizada de purines
En el caso de la maquinaria, se prima con 3 puntos las inversiones en cisternas con inyectores o tubos colgantes, así como las sulfatadoras de precisión, con 2 puntos las sembradoras y cosechadoras con GPS y con 2 puntos a mayores cuando se trata de una CUMA, empresa de servicios u otra modalidad de uso en común de la maquinaria. Los porcentajes subvencionables variarán entre el 40 y el 85% del proyecto y el plazo de solicitud es de un mes. Las inversiones que pueden recibir subvención abarcan fundamentalmente la obra civil, las instalaciones y equipos fijos, la maquinaria y la digitalización.

Convocado el Plan Renove de maquinaria 2023, con ayudas para adaptar cisternas de purín

Tractor con cisterna con inyectores de purín El Ministerio de Agricultura acaba de convocar las ayudas correspondientes al Plan Renove de Maquinaria para este año 2023. La orden de subvenciones, publicada la semana pasada en el BOE, establece ayudas de hasta 6.000€ para adaptar cisternas de purín a la nueva normativa, que entrará en vigor el próximo 1 de enero. Las ayudas del Plan Renove están destinadas a la adquisición de máquinas nuevas de distintas categorías: tractores agrícolas, máquinas autopropulsadas de recolección, aplicación de fitosanitarios y aplicación localizada de purines y maquinaria arrastrada o suspendida, tales como sembradoras directas, cisternas para purines, abonadoras, sulfatadoras, etc. También se incluyen los accesorios de aplicación localizada de purines (tubos flexibles o rígidos, inyección por rejas e inyección por discos) que se incorporen a cisternas ya existentes, así como su adaptación.
Será necesario achatarrar la maquinaria antigua a la que sustituye la adquirida
Será necesario achatarrar la maquinaria antigua a la que sustituye la adquirida. En caso de adquirir solamente el accesorio de aplicación de purín, será necesario presentar un certificado emitido por el fabricante de retirada del equipo anterior (abanico, plato o cañón). Concesión por orden de presentación El presupuesto total para el Plan Renove de este año es de 9,5 millones de euros, estableciéndose dos líneas diferenciadas de ayudas, una para sembradoras de siembra directa (3,5 millones de euros) y otra para el resto de maquinaria contemplada en la orden (6 millones de euros). De no agotarse el crédito en alguna de las dos líneas, el sobrante podrá destinarse a la otra línea. El plazo de solicitud comienza el día 7 de julio (aunque el período de compra e inscripción en el ROMA está abierto desde el pasado día 26 de junio)  y termina el 15 de septiembre. Las ayudas se concederán por orden de presentación, restando en tiempo real el dinero solicitado del montante total. Una vez agotado el crédito, las solicitudes quedarán en situación de reserva por orden cronológico. Podrá ser beneficiario del Plan Renove cualquier agricultor o ganadero a título individual, CUMAS o empresas de servicios agrícolas.

Adaptación de cisternas existentes

Dentro del Plan Renove de este año no se concederán subvenciones por importe inferior a 1.000 euros, a excepción de que la ayuda se destine a la adquisición de un dispositivo de aplicación localizada para cisternas de purines, en cuyo caso, el límite será de 600 euros (precio del aplicador superior a 2.000€ más IVA). En el caso de adaptación de cisternas, se subvenciona tanto la adquisición del nuevo equipo de aplicación como su instalación en un cisterna ya existente. La cisterna debe estar a nombre del solicitante con fecha anterior al 1 de enero de 2023 o a nombre de un familiar directo (parentesco en primer grado: padres, hijos o hermanos), que se acreditará mediante la presentación del libro de familia. El nuevo sistema instalado debe estar autorizado por el Ministerio de Agricultura. Para solicitar la subvención el agricultor o ganadero debe comprar primerio el aplicador e inscribirlo en el ROMA y, una vez inscrito, entrar en la página web del Ministerio y solicitar la subvención del Plan Renove. El importe de la ayuda es del 30% del valor de adquisición y la subvención máxima es de 6.000€, para un precio de compra subvencionable del aplicador de 20.000€ más IVA.