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Teixeiro acogerá una planta para producir biogás a partir de purín

El polígono de Teixeiro (Curtis) contará en menos de dos años con una planta de biogás que tendrá capacidad de procesar cerca de 100.000 toneladas al año de purines y residuos agrícolas. Para montar la instalación, se prevé una inversión de 12 millones de euros y la creación de 25 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, según anunció hoy la Consellería de Economía. La conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, subrayó hoy que la iniciativa, impulsada por la firma Vertex Bioenergy, se incluye en un plan de aceleración de proyectos industriales de la Xunta, a fin de acompañar el proceso administrativo y agilizar los trámites. El objetivo es que la planta esté en funcionamiento a finales del 2025 y que produzca casi 6 millones de metros cúbicos de biogás, que equivalen al consumo de gas de 8.500 viviendas al año. Así lo explicó Lorenzana durante una visita a Bioetanol Galicia (Curtis), una industria que forma parte de Vertex Bioenergy, la compañía promotora de la planta de biometano. Bioetanol Galicia, que lleva en marcha desde el año 2022 , se dedica a la producción de biocombustibles a partir de maíz importado. Es previsible, por tanto, que parte de los residuos de la producción de biocombustibles puedan también ser usados como materia prima en la planta de biogás, que precisará de sustratos vegetales para sumar a la incorporación de purines. Durante 2023, Bioetanol Galicia produjo más de 188.000 metros cúbicos de biocombustibles, comercializado con las principales petroleras de la Península y del resto de Europa, que los emplean en las formulaciones de las gasolinas de automoción. María Jesús Lorenzana, visitará as instalacións de Bioetanol Galicia Segundo proyecto en curso La instalación proyectada en Curtis se suma a la que se ejecutará en Lugo, impulsada principalmente por el Grupo Lence, Agroamb y Norvento, con la participación de la consultora Medrar. La planta de biometano lucense tratará los residuos lácteos de las industrias del Grupo Lence (Río, Leyma) y a mayores ofrecerá un servicio para procesar purines de las explotaciones ganaderas que le entregan la leche a Lence. A finales del 2023, trascendió que el proyecto tenía un apoyo europeo de 4,5 millones de euros, con un presupuesto total de 7,5 millones. Red de plantas con participación pública Previsiblemente, las iniciativas de Lugo y Curtis contarán en breve con nuevos proyectos en marcha en distintas partes de Galicia. Ya hace un par de años, la Xunta había anunciado su participación en un proyecto de plantas de biogás, conjuntamente con Repsol, Naturgy y y Reganosa, que incluía la construcción de una gran planta de biogás en Cerceda (A Coruña), acompañada de una red de plantas comarcales. Está por ver qué instalaciones se van a poner en marcha finalmente a través de esta iniciativa, si bien se espera que las comarcas ganaderas con más problemas de purín, como A Limia o el Deza cuenten con instalaciones comarcales de tratamiento.
La gestión de purines en Galicia representaba un modelo de economía circular de kilómetro 0, con sólo dos comarcas con excedentes
Escepticismo en el sector Los proyectos de plantas de biogás para la producción de energía a partir de purín son mirados con escepticismo por el sector ganadero, pues el purín es apreciado como abono, ya que reduce los gastos en abonos químicos. En el sector se considera que el aprovechamiento de los purines en Galicia constituye un modelo de economía circular de kilómetro cero, por lo que señalan que sólo en el caso de excedentes comarcales -como en A Limia-, son comprensibles las plantas de biogás.

Críticas unánimes del sector de vacuno de leche a las nuevas exigencias del Ministerio: “No se adaptan a Galicia ni a la realidad del sector”

La gestión del purín cambia, prohibiendo las cisternas convencionales y exigiendo Planes de Abonado El 2023 se presenta como un año de cambios en las explotaciones lecheras. A la entrada en vigor de la nueva PAC se suman una serie de normativas en materia de abonado, ordenación de granjas y digitalización que obligarán a las ganaderías a modificar rutinas y hacer inversiones y que suponen una amenaza para las más antiguas. Trala su aprobación a finales de diciembre, el calendario de aplicación de estas nuevas normativas es inminente. A partir de septiembre las ganaderías que trabajen más de 30 hectáreas de terreno deberán contar con un Cuaderno de Explotación digital en el que deberán ir apuntando los trabajos realizados en cada parcela, así como las aplicaciones de abonos y tratamientos fitosanitarios efectuadas. Para el resto de explotaciones entrará en vigor el 1 de julio de 2024. Las ganaderías tendrán de plazo un mes para hacer esas anotaciones y a partir de 1 de enero del 2024 los sistemas informáticos deberán incluir la herramienta de sostenibilidad agraria para nutrientes. Además, no se podrá echar el purín con los sistemas actuales de plato o abanico, excepto en fincas de menos de 2 hectáreas o con una pendiente superior al 10%, en virtud del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas.
Las nuevas normativas han sido aprobadas en plenas Navidades, en la última semana de diciembre, y son por el momento desconocidas para la mayoría de los ganaderos
A mayores, habrá una serie de exigencias en lo relativo a las instalaciones con las que cuentan las explotaciones y el bienestar de los animales, en función del Real Decreto de Ordenación de las granjas de vacuno. Según establece la normativa, desde el 1 de enero de 2025 las ganaderías de más de 180 UGM deberán disponer de un patio exterior al que puedan salir los animales, una obligación que se extenderá a las ganaderías de más de 20 UGM tres años más tarde. A partir de 2026 los establos ya existentes deberán contar con elementos que permitan minimizar el estrés térmico de los animales, los comederos y bebederos deberán ser suficientes para evitar situaciones de competencia y el número de vacas por lote no podrá superar el número de cubículos y plazas de alimentación disponibles.
Algunos aspectos quedan a expensas de la regulación por parte de las comunidades autónomas
Son todos cambios normativos aprobados en la última semana de diciembre, en plenas fiestas navideñas y, aunque anunciados durante meses, desconocidos por buena parte del sector. Las nuevas exigencias cogen en muchos casos a los ganaderos desinformados y a las ganaderías sin estar adaptadas o con escaso margen para hacerlo. Hablamos con organizaciones agrarias y cooperativas para evaluar el grado de adaptación a la realidad gallega de algunas de las medidas y la capacidad de cumplirlas por parte de las explotaciones.
José Luis Pérez, Agromuralla

“Ou cuidas de los animales y las tierras o cubres papeles, para todo no da el tiempo”

Desde la asociación de ganaderos y ganaderas Agromuralla se incide en la carga de burocracia y trabajo que las nuevas normas van a llevar aparejadas. “En cada granja casi va a tener que haber un secretario para que te lleve los papeles, porque o cuidas de los animales y las tierras o cubres papeles, para todo no da el tiempo”, afirma su presidente, José Luis Pérez Barreiro. “El cuaderno digital es más burocracia, supone cumplimentar más formularios. Y el problema es que cada vez que se burocratiza algo es un gasto a mayores para el ganadero que no se ve repercutido en el valor de nuestro producto”, se queja. “Ahora la mayoría de granjas van a tener que contratar un técnico más para que les haga el Plan de Abonado, que es imprescindible en el Cuaderno de Explotación dependiendo de las características de la granja, pero las granjas que quedamos produciendo leche en Galicia ya tenemos todas más de 10 ha y estamos obligadas”, dice.
El Cuaderno Digital te come muchas horas si quieres llevarlo al día
En su explotación, Caseiro SAT, ubicada en A Pastoriza, llevan dos años trabajando ya con un cuaderno digital. De esa experiencia José Luis destaca que es necesario dedicarle tiempo. “Te come muchas horas y tenerlo que llevar al día. En las campañas hay que meter muchos datos porque se convierte casi en un parte de trabajo diario y hay que tener unos conocimientos de informática que mucha gente no tiene”, insiste. Hacer inversiones a corto plazo En cuanto a las nuevas normas de gestión de purines, el presidente de Agromuralla considera que “viene dado por la mala gestión de la Administración a la hora de organizar las granjas”. “Las explotaciones intensivas sin tierra de pollos y cerdos de zonas como A Limia o Rodeiro son un poco el problema. No les estoy echando la culpa a ellos, pero por unos vamos a pagar todos. Se dieron licencias y autorizaciones donde no se deberían haber dado. Lo del purín es un problema generado por la Administración que nos traslada ahora a los ganaderos”, se queja José Luis.
Lo del purín es un problema generado por la Administración que nos traslada ahora a los ganaderos
Ahora, una vez creado el problema, dice, “aprueban una norma que va a repercutir en inversiones a corto plazo, porque la normativa está ahí”. “Durante muchos años se dieron ayudas para maquinaria pero no se priorizó la ampliación y cubrición de las fosas”, lamenta.
Se dieron ayudas para maquinaria pero no se priorizó la ampliación y cubrición de las fosas
Desde Agromuralla se insiste en que “no hay exceso de nitrógeno en Galicia” y proponen acuerdos entre granjas de pollos y cerdos que no disponen de superficie y ganaderías de vacuno, tanto de leche como de carne, que tengan capacidad para asumir ese purín en sus tierras. “El purín hay que gestionarlo bien, no es tirarlo de cualquier manera, pero no sobra. Solo hay que ver la cantidad de fertilizantes químicos que se compran cada año”, razona José Luis.
A las ciudades no se les está pidiendo la trazabilidad de sus residuos que se nos pide a los ganaderos
“Los ganaderos no nos negamos a cuidar el medio ambiente; al contrario, ya lo hacemos, porque somos los verdaderos gestores del territorio. Pero hay una doble vara de medir, porque a las ciudades no se les está pidiendo la trazabilidad de sus residuos que se nos pide a los ganaderos. Nosotros no tenemos donde echar nuestro purín pero quieren que echemos los lodos de las depuradoras de las ciudades”, se queja. Flexibilización a nivel autonómico Sobre el Real Decreto de ordenación de granjas, Agromuralla considera que “hay muchas exigencias que no son adaptables a las condiciones de Galicia”. “Hay que poner normativas que sean cumplibles y que se adapten a la realidad. Regular es necesario, pero lo que se regla tiene que ser realista y cumplible y para eso a la hora de poner las normas hay que contar con los que las vamos a sufrir y tener que aplicar”, razona José Luis.
Falta la adaptación de las directrices generales a la comunidad autónoma y le pedimos a la Xunta que flexibilice a nivel autonómico la norma
El presidente de Agromuralla le reprocha al Gobierno central “su desconocimiento de la realidad” y le pide a la Xunta “que ya que no hizo la presión suficiente en Madrid para que las directrices generales se hayan adaptado a la situación de Galicia, por lo menos que no aprieten más a nivel autonómico la norma y la flexibilicen lo más posible”. “Con todo esto van a obligar a las pequeñas granjas a cerrar” José Luis considera que para las explotaciones de mayor tamaño las nuevas exigencias normativas van a suponer un incremento de costes, pero para las granjas más pequeñas puede ser su sentencia definitiva. “En 5 años muchas de estas explotaciones se van a ver obligadas a cerrar. Sobre todo en el caso de ganaderías sin un relevo que están esperando la jubilación y a las que no les es viable hacer inversiones. En esos casos todas estas normas suponen su cierre prematuro”, lamenta. Además de la necesidad de adaptar sus infraestructuras y maquinaria, la propia configuración de muchas explotaciones ya existentes hace inviable la aplicación de determinadas soluciones alternativas. “Las épocas de echar el purín coinciden con momentos de cosecha y siembra, por lo que el parque de maquinaria actual del que disponen tanto las cooperativas como las empresas de servicio no va a dar abasto. Y está el problema añadido de que en muchos casos las grandes máquinas no entran al estercolero o a cargar a la fosa de purín, sobre todo cuando no son establos nuevos y fueron creciendo y ampliando las instalaciones existentes”, dice.
Óscar Pose, UUAA

“Aplicar el decreto de purines es tanto como decirle a la gente que no va a cobrar la PAC”

El sindicato Unións Agrarias es muy crítico con la decisión final de los Ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente de no permitir la aplicación de purines por los sistemas convencionales y anuncia que “dará la batalla” para que el Decreto no se aplique tal y como está aprobado. “Yo esperaba que hubiese algo de cordura y que finalmente se permitiese el plato invertido. Eso sería lo viable, porque el planteamiento que hay ahora no es viable para las explotaciones, ni tampoco es posible que se fabriquen todas esas máquinas que serían necesarias para cumplir con el Decreto para enero de 2024”, asegura Óscar Pose, responsable del sector de leche.
El Decreto de purines aprobado es una medida para lavarse la cara ante Europa pero que técnicamente no se sostiene
En su opinión, el Real Decreto aprobado “es una medida para cubrirse frente a Europa pero que técnicamente no se sostiene, porque hay otras medidas mucho más efectivas para reducir las emisiones”. Propone hacer “lo mismo que se hace en otros países”, con soluciones como ampliar y cubrir las fosas de purín, mejorar la formación de los productores a la hora de aplicar el purín o fijar condiciones para que a partir de una determinada temperatura ambiental no se pueda echar. Implicará perder las ayudas de la PAC “Vamos a dar una batalla dura para que no se llegue a aplicar el Real Decreto, porque eso es tanto como decirle a la gente que no va a cobrar la PAC. Lo único que van a hacer es llevarse por delante a muchas explotaciones, y a las que no, suponerles un coste añadido”, argumenta Óscar. Es partidario de que “se persiga a quién gestione mal el purín” pero pide “que no se criminalice a todo el sector”. “El purín no vacuno no es un residuo, es un abono. Si compramos abono químico para el maíz o para las praderas es porque no nos llega el purín que tenemos en las explotaciones. Y, si sobra el purín, también sobran los lodos de depuradora. Son debates que hay que abrir”, dice. El responsable del sector lechero de UUAA ve “presiones del lobby del sector de los fertilizantes y del porcino” y considera una clara discriminación el hecho de que al vacuno de leche, responsable según los datos oficiales del 8% de las emisiones de amoniaco, si le obligue a una reducción del 40%; mientras las de porcino, que suponen el 20%, únicamente se tengan que reducir en un 8%.
En Galicia no tenemos un problema y donde lo hay no se debe al vacuno, por lo que no se va a solucionar con esta norma
“No queremos generar un enfrentamiento entre sectores, porque somos todos ganaderos, pero es una realidad que hay que contar, porque por mucho que se insista en Galicia no tenemos un problema y donde lo hay no se debe al vacuno, sino a la contaminación por acumulación de otras especies. Así que con esto no se va a solucionar el problema en esas zonas porque no está causado por las vacas”, afirma. Los patios exteriores carecen de toda lógica En cuanto al Decreto de Ordenación de granjas, “no supone cambios muy importantes para las explotaciones, pero sí una vuelta de tuerca más con exigencias, muchas de ellas ridículas, como cierres o registros, que no tienen mucha efectividad desde el punto de vista sanitario”, opina Óscar.
No tiene sentido ninguno obligar al vacuno a tener un patio exterior y no hacerlo con otras especies que están más acinadas. Carece de toda lógica
A respecto de los borradores iniciales ha habido una cierta “flexibilización”, dice, en cuestiones como las distancias a núcleos de población, pero quedan aspectos de la norma aún por pulir, considera. “Entendemos que en el caso de la exigencia de patios exteriores, se podrá adaptar a los períodos en los que las vacas estén secas. No tiene sentido en un establo en el que las vacas andan libres, tienen un espacio adecuado y un volumen de aire de buena calidad, exigir un patio exterior, sobre todo cuando en otras especies donde los animales están mucho más acinados no se pide”, compara. “Eso está puesto ahí por desconocimiento”, asegura. En cuanto a la limitación del tamaño máximo de las granjas, considera que el tope fijado en 850 UGM “en Galicia prácticamente no nos afecta y sirve para proteger a las explotaciones pequeñas y medianas, que son las que tenemos aquí, las que manejan el territorio y hacen que tenga vida el rural”, afirma. Para la aplicación del Cuaderno digital, Óscar ve “muy apurados los plazos” y espera “cierto margen de flexibilidad” para permitir a las explotaciones irse adaptando porque, dice, “hay que ser conscientes de la realidad que tenemos en el sector”. “Estamos cargando a las explotaciones de burocracia que incide en más costes de producción. Con esto vamos a obligar a las explotaciones a tener más técnicos contratados”, asegura.
Isabel Vilalba, SLG

“El número de cabezas tiene que guardar una relación equilibrada con la tierra que se trabaja”

El Sindicato Labrego Galego hace hincapié en la reducción de la carga ganadera como solución para cumplir tanto con la nueva normativa de purines como con distintos aspectos de la ordenación de granjas. “El modelo que nosotros defendemos es en el que el número de cabezas guarda relación equilibrada con la tierra que se trabaja, por varios aspectos: por alimentación, para una menor compra de insumos, y para una gestión adecuada del medio”, argumenta su secretaria general, Isabel Vilalba.
Nos parece exagerado el número máximo de 850UGM; harían falta 400 ha de base territorial y en Galicia no hay ninguna granja que las tenga
“Por eso, nos parece exagerado el número máximo de 850UGM. Desde ese criterio de lograr un equilibrio entre tierra y número de animales, con 2UGM/ha haría falta mucha más base territorial porque estaríamos hablando de granjas de 400 ha, que no hay ninguna en Galicia”, dice. El “despropósito” de las plantas de tratamiento de purines “Es necesario apostar por un modelo sostenible y la base territorial es un parámetro necesario para eso. Lo contrario nos lleva a disfunciones como la concentración de cebaderos y el consecuente problema para las aguas”, afirma Isabel, que critica la intención de la Xunta de llenar Galicia de plantas de biogás. “Otra cosa que nos parece un despropósito es el anuncio de las plantas de tratamiento de purines, esa es la consecuencia de apostar por un modelo equivocado. Si nosotros tenemos un modelo donde se prioriza el extensivo y dotar de base territorial a las granjas, ya habría una merma de las emisiones”, dice.
Los sistemas de inyección al suelo no funcionan bien con el tipo de purín que se genera en las granjas
El SLG tampoco está de acuerdo con los nuevos condicionantes impuestos para la aplicación del purín. “Estamos muy en contra de que se exijan esas grandes máquinas, cuando hablamos de inyección al suelo. Debe analizarse la medida con una mirada integral, porque la máquina tractora tiene que ser de gran potencia y si reduces las emisiones por meter el purín en el suelo pero tienes más emisiones por quemar gasóleo no has hecho nada”, razona.
Nos parece bien reducir las emisiones, pero hay otros métodos para hacerlo. La solución no son grandes máquinas sino medidas que estén al alcance de los ganaderos
Además, dice, “en cooperativas y en ensayos que se están haciendo estamos viendo que los primeros sistemas de inyección tienen múltiples problemas. Se atas can y no funcionan bien con el tipo de residuo que se genera en las granjas y lleva más tiempo echar el purín. Hay máquinas de ese tipo aparcadas en las cooperativas”, asegura Isabel.
El hecho de eximir a aquellas superficies de menos de 2 ha o con pendiente superior al 10% es un respiro
El SLG apuesta por el dimensionamiento de las fosas y por tiempos más adecuados de aplicación. “En esto es básico apostar por la investigación y desde el CIAM están apostando por modelos sostenibles sin tener grandes máquinas ni tener que hacer grandes inversiones que muchas veces no son sostenibles. La solución no tiene que venir por grandes máquinas y sí por un modelo sostenible y medidas de reducción más en las manos de los ganaderos”, concluye. “El Cuaderno digital implica una complicación enorme” “El Cuaderno digital para las granjas nos parece una barbaridad porque no añade nada nuevo, pero sí implica una complicación enorme y un gasto para muchas explotaciones”, se queja Isabel Vilalba. “Sabemos la media de edad que tenemos en el sector, bastante elevada, y una cosa es hacer un trámite online concreto, que ya supone una complejidad, pero otra cosa es el día a día, y hacer estas anotaciones casi diarias van a obligar a muchas granjas a tener que recurrir a un gabinete externo”, asegura.
En otros países se optó por que estos cuadernos digitales fuesen una opción voluntaria
“En otros países se optó por que estos cuadernos digitales fuesen una opción voluntaria pero aquí se decidió hacerlo obligatorio. Eso es no conocer el sector que tienes y pensar que todas las granjas son grandes empresas que tienen una oficina para eso. El sector tiene una sobrecarga de trabajo enorme para meterle esta complejidad a mayores”, argumenta. Además, dice, “el cuaderno digital no añade nada a nivel de trazabilidad y seguridad alimentaria porque ya existen esos libros donde se anotan los tratamientos y los animales que entran y salen de la explotación”. “Queríamos que la digitalización fuese una herramienta de mejora para las granjas y no un problema, y tal como está planteado en este momento es un problema”, concluye. Ausencia de modelos oficiales A pesar de la publicación del Real Decreto que lo regula y su entrada en vigor inminente ya en el mes de septiembre no existen aún cuadernos digitales oficiales a disposición de las explotaciones, ni de la Xunta ni del Gobierno central, algo de lo que se queja el SLG.
Yo recomiendo a la gente cautela, no vaya a ser que ahora compren un paquete tecnológico que después no esté homologado
“El sistema no está preparado aún. Debería estar disponible el modelo oficial exigido en el momento de aprobación del Real Decreto. Lo que tenemos ahora en el campo son empresas que están pensando en hacer su agosto con esto, pero los oficiales no han salido. Yo recomiendo a la gente cautela, no vaya a ser que ahora compren un paquete tecnológico que después no esté homologado o no se adapte a los modelos exigidos. La obligación es verdad que es próxima, pero yo recomendaría esperar a que salgan los modelos de la Administración”, recomienda Isabel.
Román Santalla, Cobideza

“El 50% de los socios se verán afectados y no podrán echar el purín con su cisterna actual”

La entrada en vigor dentro de un año de la prohibición de echar el purín con los sistemas de plato o abanico va a obligar a muchas explotaciones a adaptar su maquinaria o a externalizar los trabajos. Pero el problema es la capacidad con la que cuentan las empresas y cooperativas para acoger esa sobrecarga de trabajo con los parques de maquinaria actuales. “En nuestro caso, el 50% de los socios se verían afectados por la normativa y no podrían echar el purín con su cisterna actual. Tendríamos un problema serio, porque no tendríamos capacidad para echar el purín a ese 50% de socios. E igual que nosotros, el resto de cooperativas y empresas de servicios”, reconoce Román Santalla, presidente de Cobideza.
La gestión del purín es algo muy complicado, porque cuando viene la campaña todo el mundo quiere en los mismos días y no hay forma de hacerlo
La cooperativa cuenta con dos cisternas con sistemas de tubos colgantes pero admiten que “el trabajo está siempre al límite y en el momento oportuno harían falta 20 cisternas”. Por eso, dice, “es necesario tener una cisterna en casa, porque la colectiva está bien, pero por servicio hay que tener la otra también”, asegura.
Hay un problema de acceso a la maquinaria; quieres comprar una cisterna y tienes que esperar un año por ella
Por eso, Román lamenta que el Ministerio no haya autorizado finalmente esparcir el purín con el sistema de plato invertido, mucho más fácil de incorporar a las cisternas actuales que hay en las explotaciones que los inyectores. “Con el plato invertido las emisiones son menores y cuando se saca el purín en invierno o en días de llovizna hay incluso emisiones negativas”, dice.
El de cerdo es un purín más fácil de gestionar porque es más líquido pero el de vaca atasca y causa problemas en los inyectores
“Eso hay que tenerlo en cuenta y ajustar el modelo un poco más antes de culpabilizarnos. No es legislar en un salón. Todos tenemos la mejor voluntad de hacer nuestros deberes en la reducción de las emisiones, pero tienen que hacernos algún caso”, pide. A pesar de que en la versión definitiva del Real Decreto se redujo la dimensión requerida para las fosas de 6 a 3 meses, Román defiende que en las explotaciones hace falta capacidad de almacenamiento. “La comunidad autónoma tiene que olvidarse de las plantas de tratamiento y de andar transportando el purín para ellas; el purín hace falta para la tierra. Ese fertilizante es un valor añadido y la mayoría de explotaciones andamos justas”, reconoce. Distancia de las granjas a las viviendas En cuanto al Decreto de Ordenación de granjas, Román asegura que tiene “luces y sombras”. Defiende, por ejemplo, la utilidad de “poner techo a las granjas de gran tamaño”. “Había que buscar una fórmula legal para que ese tipo de granjas no proliferen, que para Galicia iban a ser un problema, pero al mismo tiempo que permitiese el establecimiento de granjas comunitarias, donde varios socios se unen para reducir costes y ganar en calidad de vida y yo pienso que el techo establecido, 850 UGM, es suficiente para eso porque para vivir de las vacas lo que hay que tener es una rentabilidad”, argumenta.
Necesitamos granjas de tipo medio donde puedan agruparse distintas personas para recudir costes y ganar calidad de vida, pero no necesitamos Noviercas
“Lo que me preocupa más es el sistema de gestión que hay que hacer en materia urbanística, como cierres perimetrales y control de accesos, aunque es positivo que no se fijen distancias, como estaba al principio, porque en Galicia no tenemos territorio para que una granja tenga que ponerse a medio kilómetro de las casas”, razona. La normativa aprobada finalmente recoge que el establecimiento de nuevas explotaciones debe adaptarse a las regulaciones autonómicas y a los planes urbanísticos de los Ayuntamientos. “En Lalín, por ejemplo, tenemos que separarnos 50 metros del núcleo de población, a partir de esa distancia podemos hacer un establo”, ejemplifica Román. “No es lo mismo una ganadería de 20 vacas que una de 180” Para el presidente de Cobideza, lo que “no tiene sentido” del Real Decreto aprobado es “que se meta en el mismo saco las granjas de 20 vacas y las de 180”. “En ese baremo es en el que se mueve el 90% de las ganaderías gallegas y obliga a pequeñas explotaciones de 25 vacas a hacer lo mismo que una de 180 vacas. Para las pequeñas granjas puede ser el acicate para que desaparezcan antes”, asegura.
Hay que limar algunas cosas y estamos a tiempo de hacerlo aunque el decreto esté ya publicado
Por eso propone establecer el corte en 100 UGM, de manera que se adapte mejor a la realidad de Galicia. También en lo relativo a otras medidas como la exigencia de patio exterior para los animales para que, debido a las condiciones climatológicas gallegas, no se convierta en un “patio de castigo”. Considera que, con la nueva regulación, “el modelo canadiense con el pastor eléctrico por encima lleva camino de desaparecer” pero, sin embargo, “la eliminación del emparrillado se aplaza bastantes años y si cuenta con una zona de cubículos no tendría problemas”, dice.
La gente oye rumores y poco más; lo primero que hay es una falta de información tremenda
El Cuaderno digital pide que se aplace su entrada en vigor porque “septiembre ya está ahí”. “Es una preocupación tremenda para las granjas porque lleva mucho tiempo y la gente no está preparada para eso y los sistemas informáticos muchas veces no funcionan bien. Se está queriendo pasar el mundo ganadero a tecnología punta y eso lleva consigo dificultades, no es todo tan fácil”, afirma.
Rosa Otero, CLUN

“La obligación de tener un patio exterior no es una medida que se adapte a Galicia”

Rosa Otero trabaja en el servicio de gestión técnico-económica que Clun presta a sus granjas socias y es la responsable de la Entidad de Asesoramiento de la cooperativa. Asegura que muchas de las normas aprobadas “no han cogido por sorpresa a los ganaderos porque llevaban años anunciándose”. Desde la cooperativa han realizado ya 17 jornadas informativas en las distintas comarcas para informar a las ganaderías y pondrán su equipo de ingenieros agrícolas y veterinarios a disposición de los socios para asesorarlos en la aplicación de estas nuevas normativas. Rosa pone el énfasis en que muchos de los cambios suponen para las granjas tener que hacer algún tipo de inversión, bien sea en materia de bienestar animal y reforma de las instalaciones, bien en adquisición de maquinaria o digitalización, y dice que “dependiendo de la situación financiera de cada granja, puede ser difícil acometer esas inversiones en los plazos que se establecen”.
Llevamos años incidiendo en estas materias e informando a los socios
También detecta que cuestiones como el Cuaderno digital o la obligación de elaborar Planes de Abonado “los ganaderos las ven como un requisito burocrático más”. “Y el problema grave de las explotaciones es la falta de mano de obra; tienen tanto trabajo que la documentación la dejan para el final”, reconoce. Aspectos difíciles de cumplir Las cuestiones que afectan al bienestar animal, dice, “son aspectos que desde la cooperativa ya estábamos recomendando porque son medidas que benefician a la producción, como dimensionar el número de animales a las instalaciones que tienes y que no haya superpoblación en los cubículos”, indica.
Las explotaciones que están diseñadas con 3 filas de cubículos tienen normalmente un 30% más de plazas de descanso que de alimentación
Un problema puede estar, cuenta Rosa, en la aplicación en las explotaciones que están diseñadas con 3 filas de cubículos “porque tienen normalmente un 30% más de cubículos que plazas de alimentación”, aunque Rosa espera que puedan acogerse a una salvedad recogida en la norma, que lo permite so se garantiza que todos los animales acceden, aunque sea por turnos, al pasillo de alimentación.
En invierno el patio exterior se convertirá inevitablemente en un lodazal
Otro requisito difícil de cumplir puede estar en el deber de contar con patios exteriores, “tanto si obligan a tenerlo cementado como si es una finca”. “Si es de cemento tienes que recoger el líquido y mandarlo para la fosa de purín, con lo que son cantidades muy grandes de agua que irían para el purín, restando capacidad de almacenaje. Y si está en tierra, en invierno se convertirá inevitablemente en un lodazal, que penalizaría en materia de bienestar animal. Por lo tanto, para Galicia no va a ser una medida muy adaptada, porque el bienestar que ganas por un lado, porque los animales salen fuera, lo pierdes por otro, porque van a estar encharcados en ese patio”, asegura.
Los ganaderos son profesionales de élite y quieren el mejor bienestar para sus animales
En cuanto a las medidas frente al estrés térmico, dice, “la mayoría de las granjas se han ido adaptando y este pasado año con la ola de calor en verano se colocaron muchos ventiladores y aspersores porque son cambios beneficiosos que suponen mayor producción”. Fondos para adquisición de maquinaria Las granjas más grandes llevan también años adaptándose a los nuevos deberes en materia de gestión y aplicación de purines. “Llevamos dos años metiendo en los planes de mejora tanto cisternas como ampliación de fosas, pero sobre todo aplicadores, porque la mayoría de las fosas se estaban dimensionando ya para 6 meses porque lo exigía Medio Ambiente y con lo que llueve aquí compensa tener las fosas cubiertas y, de hecho, la mayoría ya se han ido cubriendo”, explica.
Se esperan ayudas Next Generation para poner al día las cisternas
Las explotaciones tienen hasta enero de 2024 para eliminar el plato y abanico, por lo que se espera que el número de solicitudes aumenten dentro de los planes de mejora de este año. Es una inversión que se financia en un 35% con estas subvenciones, pero que requiere afrontar la otra parte al ganadero. “Se esperan también ayudas de los fondos Next Generation para ponerse al día en el tema de la maquinaria”, indica Rosa. En el parque de maquinaria de Os Irmandiños en la Devesa, en Ribadeo, se van a adaptar las cisternas para hacer las aplicaciones de purines conforme a la nueva normativa y en caso de no ser suficientes está prevista la compra de alguna más. “El deber de Clun es darle servicio al socio que lo requiera. Si es muy grande la demanda hay prevista la adquisición de más equipos para tratar de cubrir esa demanda”, anuncia.

Métha-Ferchaud, un ejemplo de una planta de una planta de biogás que si beneficia a los ganaderos

Producción de electricidad Km0 a partir del metano contenido en el purín generado por el ganado. Esa es la filosofía de Métha-Ferchaud, una planta de biogás colectiva, propiedad de tres granjas, dos lecheras y una de cerdos, ubicada en la localidad de Martigné-Ferchaud, en la Bretaña francesa. “Asociarme a ese proyecto colectivo era una manera de diversificar mi actividad agrícola. En mi granja ya teníamos paneles fotovoltaicos y queríamos continuar produciendo energías verdes”, explica Guénaël Hamelin, titular de una explotación de leche en Retiers, GAEC Ker Laezh, formada por 150 vacas en producción y 170 hectáreas de terreno.
En Francia hay 500 granjas que hacen aprovechamiento energético del metano y la mayor parte de ellas se encuentran en la región de la Bretaña
En Francia hay 500 granjas que hacen aprovechamiento del metano generado por las deyecciones de su ganado. Están integradas en la Asociación de Agricultores Metanizadores de Francia. La mayor parte de las plantas se encuentran en la región de la Bretaña y son instalaciones de pequeño tamaño. Un proyecto colectivo que empezó a funcionar en 2016 Guénaël explicando el funcionamiento de la tolva de residuos sólidos que alimenta al digestor Tres explotaciones ganaderas próximas pusieron en funcionamiento en el año 2016 esta planta de metano para tratar sus puríns y estiércoles. Hoy suministran electricidad a 1.000 hogares y aprovechan el calor para secar la alfalfa que producen en sus tierras. Guénaël destaca precisamente el hecho de que Métha-Ferchaud sea un proyecto colectivo y autogestionado por varias granjas. “Emprender entre varios es algo importante para mí, porque permite intercambiar y dinamizar nuestro día a día. Trabajar en un proyecto colectivo es algo muy enriquecedor”, asegura.
El asociacionismo agrario está mucho más desarrollado en Bretaña que en Galicia
Además de la ganadería lechera de Guénaël, también es socio de la planta de biogás Stéphane Boudet, que tiene una explotación porcina en Fercé. Su granja, EARL du Jahan, está formada por 230 madres reproductoras y 86 hectáreas de cultivos, dedicados mayoritariamente la cereales con los que alimentar a los cerdos. Participan también en el proyecto Frédéric Brizard y Stéphane Choquet, socios en una granja de vacas en Martigné-Ferchaud, EARL de la Voie Lactée, con 150 vacas en producción y 240 hectáreas de superficie agraria. Reducir los desprazamientos necesarios La planta de biogás se ubica en un lugar intermedio entre las tres granjas para así facilitar el transporte del purín y reducir los desplazamientos. Cuentan con un trabajador a tiempo completo en el biodigestor y otro a media jornada, encargado del transporte del purín desde las explotaciones y de llevar de vuelta el material digestado, que aprovechan como materia orgánica fertilizante para las tierras de cultivo.
La ubicación del biodigestor, en un lugar intermedio a las tres granjas, facilita el transporte del purín
Las tres explotaciones cuentan con dos fosas de purín, una de menor tamaño para el purín fresco que produce el ganado y otra con mayor capacidad que es en la que almacenan el producto digestado que es devuelto a las ganaderías.
Un metro cúbico del material digestado equivale a 5 unidades de nitrógeno
“Uno de nuestros objetivos era también valorizar agronómicamente los puríns para su mejor aprovechamiento a la hora de aportalos al suelo”, explica Guénaël. “Hay que tratar los nitratos. No lo digo para ir contra la agricultura de España ni para generar alarmas, sino por convencimiento y para llamar la atención sobre un problema real”, remarca. Problemas de contaminación por nitratos “En Bretaña en los años 90 teníamos serios problemas de contaminación del suelo debido a la carga ganadera, porque los suelos aquí son muy arenosos, de origen granítico, y por lo tanto muy permeables, lo que favorece la contaminación de las aguas subterráneas”, reconoce.
100.000 hectáreas de superficie agrícola y 1.500 productores se vieron afectados en Francia por la declaración de zonas vulnerables a raíz de la aplicación de la Directiva de Nitratos europea
La presión social, con una población cada vez más concienciada por la ecología, llevó a la aprobación de normas restrictivas por parte de las autoridades, en virtud de la Directiva europea de Nitratos, que en Francia afectó a 1.500 productores y 100.000 hectáreas de superficie agraria declaradas zonas vulnerables. “Había realmente un problema y una preocupación social por todo ello, pero hoy ese problema de contaminación ha disminuido y está controlado”, asegura Guénaël. Aun así, el nivel de nitratos en los suelos y acuíferos es evaluado de manera permanente por parte de técnicos de la administración.
Los planes de abonado y los cuadernos de explotación ya son obligatorios en Francia y el purín no se puede echar en los meses de verano ni en los fines de semana
“Los ganaderos tenemos que hacer una declaración anual de cuantas vacas tenemos y, por lo tanto, cuantas unidades de nitrógeno producimos. A eso se añade el abono químico que compramos y el resultado de esa suma se divide entre la superficie que tienes. Si no cumples con las ratios establecidas, la Administración viene a inspeccionarte. Van parcela por parcela realizando analíticas”, cuenta. El doble de vacas lecheras que Galicia y tres veces más superficie agraria El tractor de la CUMA encargada del transporte del purín a la planta cargando en una de las explotaciones Bretaña cuenta con 2 millones de cabezas de ganado bovino, de las que 740.000 (el 37%) son vacas lecheras, que producen 5,3 millones de toneladas anuales de leche (el 40% de la producción francesa). La región produce además carne de vacuno (150 toneladas anuales), 8,6 millones de pollos (el 33% de la producción francesa) y 13,7 millones de cerdos (el 54% de la carne de cerdo francesa).
Uno de cada tres pollos y uno de cada 2 cerdos franceses se produce en la Bretaña
Con esta carga ganadera, y a pesar de disponer de tres veces más superficie agraria que Galicia (1,6 millones de hectáreas de SAU), Bretaña lleva años sufriendo problemas de contaminación por nitratos, lo que llevó a la aprobación de normativas medioambientales estrictas que limitan la aplicación de purines.
El límite máximo en la Bretaña son 70 unidades de nitrógeno de origen orgánico por hectárea
El límite máximo permitido a la hora de fertilizar suelos agrícolas son 220 unidades de nitrógeno por hectárea, de las que 70 pueden proceder de orígenes orgánicos. A la hora de realizar la aplicación, están prohibidos los sistemas de plato o abanico, al igual que pasará en España a partir de 2024. Producen 500kw/h Imagen del interior del digestor, que produce el biogás que es después transformado en electricidad “Es muy importante explicar a la sociedad civil que los agricultores no solo no contaminamos sino que cuidamos del medio ambiente y contribuimos a la economía circular con proyectos como este. En esta planta recibimos muchísimas visitas. Las escuelas vienen todos los años, y también personas particulares. Cuando la pusimos en marcha, en solo dos días de puertas abiertas visitaron la instalación 1.200 personas. Esa parte de comunicación es muy importante”, dice Guénaël.
Suministran electricidad a 1.000 hogares y 2.500 habitantes del entorno
Un panel explicativo en la sala donde reciben las visitas trata de explicar el funcionamiento del complejo bajo un esquema de economía circular. “El purín que producen nuestros animales contiene metano, que extraemos en el biodigestor, que produce gas, que va a dos motores que producen energía eléctrica para la sociedad civil y calor que empleamos para un secadero de alfalfa con la que después alimentamos el ganado que produce el purín. Pero la planta de metano no hace ecología, somos nosotros, los ganaderos los que hacemos ecología a través de la planta de metano”, remarca.
La energía producida es vertida a la red, a través de la compañía estatal francesa EDF, que se la paga a 23 céntimos el Kw/h
En 2016 la planta de Métha-Ferchaud comenzó a funcionar con un motor de 200 KW/h y en el 2022 añadieron un segundo motor, con una capacidad de producción de energía eléctrica total actual de 500Kw/h, lo que permite suministrar de electricidad a 1.000 hogares y unos 2.500 habitantes. La energía es vertida a la red, a través de la compañía estatal francesa EDF, que se la paga a 23 céntimos el Kw/h. Aprovechamiento del calor generado para secar alfalfa y otros productos Secadero de la planta, empleado para alfalfa, raigrás, grano de maíz y péllets y astillas de madera Además de valorizar el purín producido por las tres explotaciones ganaderas para generar electricidad, con el calor producido en el proceso secan la alfalfa que también producen sus granjas para lograr ser autónomos en insumos proteicos.
Los restos del digestor van a los campos de cultivo, en los que producen cereales y alfalfa para alimentar el ganado
Hasta el año 2015 la normativa francesa obligaba a aprovechar el calor generado por los digestores, lo mismo que el generado en las ganaderías en el proceso de enfriamiento de la leche, por ejemplo. Por eso inicialmente los impulsores de Métha-Ferchaud pretendían vender el calor producido tras el proceso de fermentación anaeróbica del purín a la industria local y a las comunidades de vecinos de la localidad más próxima, Martigné-Ferchaud, en forma de agua caliente a través de una red comunitaria, pero en la actualidad lo aprovechan en la propia instalación para el secado de forrajes (alfalfa y raigrás) y otros materiales como cereales (granos de maíz o trigo) o madera (péllets y astillas).
El secadero supone una fuente de ingresos a mayores
Cuentan para eso con un secadero de grandes dimensiones, dentro de las instalaciones de la propia planta de biogás. El calor generado es conducido por unas tuberías y sale través de unos agujeros que hay en el suelo del secadero, donde son descargados los distintos materiales a secar. El secadero es empleado tanto por las ganaderías socias de la planta, como por otras empresas y es una fuente de ingresos más. Financiación pública Los seis socios de SAS Métha-Ferchaud La inversión total realizada para la puesta en marcha de Métha-Ferchaud fue de 1,6 millones de euros. El 83% fue para la construcción de la planta de biogás y el 17% para la zona de almacenaje de residuos y productos empleados y el resto de instalaciones.
En Francia se apuesta por pequeñas instalaciones locales; la Xunta por megaproyectos
Los 6 socios aportaron el 4% del capital necesario, unos 15.000€ cada uno. El 30% procedió de subvenciones tanto regionales como departamentales y el 65% restante se financió mediante un crédito bancario. Las cifras contrastan con las que maneja la Xunta para su proyecto de construir en Galicia 5 plantas de biodigestión y 19 de transferencia de purines, con un coste estimado total de 600 millones de euros.

Cultivos intermedios con vocación energética

Un grupo de 4 amigos que se conocían de organizar un festival de música folk bretona en la localidad de Martigné-Ferchaud (Festival Les Mines d’Or), dos de ellos ganaderos, decidieron montar este proyecto para tratar los purines de sus explotaciones y producir electricidad a partir de él. Métha-Ferchaud es hoy una planta de producción de metano modélica desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
La idea surge en el año 2010 pero no echa a andar hasta el 2016
Este proyecto colectivo de tres granjas surge con varias motivaciones y objetivos: producción de energía renovable, valorización de los purines ganaderos y mejora en el aprovechamiento del nitrógeno orgánico como fertilizante, diversificación de los ingresos de las explotaciones y contribuir a mejorar la imagen de la agricultura y los agricultores. No solo de purín vive el digestor Almacenaje de distintos residuos sólidos dentro de la planta El 60% de los aportes al digestor son purines y estiércoles procedentes de las tres explotaciones ganaderas y el 40% restante cereales, cultivos energéticos, lodos de depuradora y restos de la industria alimentaria. Los ciudadanos también pueden llevar los restos de poda u otro tipo de material vegetal.
El 60% de lo que entra al digestor es purín y el 40% restante, restos de cultivos, lodos de depuradora, cereales y subproductos de la industria alimentaria
“Lo más importante para un buen funcionamiento del digestor es tener siempre purín fresco”, explica Guénaël. Dos días a la semana transportan el purín de las granjas para la planta de metano, que consume cada día 25 metros cúbicos. La mezcla que hacen lleva un 80% purín de vaca y un 20% de cerdo. Además de la fosa de almacenaje de purines, en las instalaciones de la planta disponen de otras zonas de depósito para el resto de productos empleados en la mezcla: 5 metros cúbicos al día de lactosuero y 20 toneladas diarias de centeno, restos de paja o maíz en grano. “El digestor es como el intestino de una vaca y un especialista nos hace una ración equilibrada para él”, compara. Rotación de cultivos para alimentar la fermentación En unas 15 hectáreas de superficie Guénaël hace cultivo de centeno para alimentar al digestor, dentro de una rotación bianual con trigo y maíz. “Recojo el trigo a 31 de julio y abono con 125 unidades de nitrógeno procedentes del digestor. El 15 de septiembre meto el centeno, que recojo el 20 de abril, aporto 30 metros cúbicos del digestor (150 unidades de nitrógeno) y a continuación labro el maíz. Hacemos una producción agrícola muy intensiva”, reconoce.
Hacemos una producción agrícola muy intensiva
Las otras dos explotaciones socias, EARL du Jahan y EARL de la Voie Lactée, también siembran cultivos energéticos para aportar al digestor, como maíz en grano, de las que consumen entre 30 y 40 hectáreas al año. “Es la gran pega que los ecologistas le ponen a la planta, ya que no entienden que se cultive maíz para producir energía”, afirma. Mayor capacidad fertilizante que el purín Carga de material ya digestado El digestor es un pozo en forma de tubo de 6 metros de profundidad donde se mezclan los aportes sólidos y líquidos, que fermentan alcanzando los 42 grados de temperatura. El biometano generado sale por una tubería colocada en la parte superior y la parte liquida, que es más pesada, queda abajo. A continuación el gas es enfriado y va a dos motores, de 200 y 300 kw de potencia, que son los que transforman el biogás en electricidad.
Empleando el material digestado como abono estamos ahorrando dinero, porque su poder fertilizante es mayor y evitamos utilizar abonos químicos
Las tres explotaciones hacen el abonando de sus tierras con el material digestado, con mayor poder fertilizante que el purín a partir del cual se produce. “Por ejemplo, si cogemos el purín de vacas lecheras tiene 2,5 unidades de nitrógeno mientras que un metro cúbico de digestato contiene 5,5 unidades de nitrógeno. Es un abono más concentrado y más asimilable por las plantas que el purín en estado puro. Al aportar esas unidades de nitrógeno extra sobre los cultivos de trigo y maíz economizo, porque antes utilizaba fertilizantes químicos que ahora no necesito con el digestato. En ese aspecto, estoy ahorrando dinero”, asegura Guénaël.

La Xunta apurará los plazos para la declaración de zonas vulnerables por contaminación en A Limia

Reunión de la llamada Mesa da Limia, donde están representados los ayuntamientos y los sectores afectados La contaminación por nitratos en la comarca de A Limia es un problema ambiental en el que urge tomar medidas, pero el posible coste electoral que traerían aparejadas estas decisiones hace que la Xunta prefiera apurar los plazos, como ha hecho hasta ahora. A mediados de mayo de 2022 el Ministerio de Transición Ecológica hizo pública en el BOE la actualización del mapa de las aguas afectadas por la contaminación ocasionada por nitratos y fosfatos de origen agroganadero. Incluye también las aguas que podrían verse afectadas en caso de no tomar medidas.
El Gobierno gallego tiene de plazo hasta 2025 para hacer la declaración de zonas vulnerables
Es el paso previo necesario para la declaración de A Limia como Zona Vulnerable y el establecimiento de topes de fertilización (170 kg. de nitrógeno por hectárea y año, con una flexibilidad inicial mayor) y limitaciones en los períodos de abonado. La declaración compete a la Xunta, que tiene tres años para hacerla, según admitió este viernes en la Comisión de Agricultura del Parlamento gallego el diputado popular José Antonio Armada, quien avanzó que se estirará el plazo hasta el 2025. Mapa de aguas contaminadas El Gobierno gallego trató hasta ahora de evitar la declaración de zona vulnerable de A Limia presentando alegaciones contra el mapa de aguas contaminadas del Ministerio. En concreto, el informe del MiTECO indica una serie de recomendaciones a aplicar por parte de las explotaciones en Galicia y la cartografía señala tres masas de aguas superficiales situadas en el río Limia en Porto Alto, en el río Nocedo en Rebordechá, las dos en el ayuntamiento de Xinzo, y en el canal de la Lagoa en Vilar de Santos. Del mismo modo, también identifica dos masas de aguas subterráneas en San Pedro de Laroá (Xinzo) y Cardeita (Sandiás), y dos puntos en el pantano de las Conchas, uno en el curso del río Limia, más o menos a la altura de Güimil y otro en la zona de Porto Quintela y Mugueimes.
El Gobierno gallego trató hasta ahora de evitar la declaración alegando contra el mapa de aguas contaminadas del Ministerio
Según la normativa vigente, una vez que el Ministerio fija el mapa de aguas contaminadas, las comunidades autónomas deberán designar como zonas vulnerables aquellas en las que las escorrentías fluyan hacia las aguas incluidas en el mapa de contaminación. Problema ambiental, debate político El plazo para la declaración por parte de la Xunta es de tres años y el PP es consciente de que este es un tema sensible que podría tener consecuencias electorales en la comarca. “Estamos trabajando con los 12 ayuntamientos de la comarca para buscar soluciones”, afirmó Armada.
Retrasar la declaración de zona vulnerable a 2025 permitiría salvar el ciclo electoral de las próximas municipales, generales y autonómicas
La Xunta puso en marcha el llamado Plan Estratégico de A Limia, del que no se conocen por ahora medidas concretas. “Estamos trabajando en medidas como el establecimiento de limitaciones a la fertilización nitrogenada o prohibiciones de abonado en determinadas épocas del año”, avanzó el diputado popular, que una vez más echó la pelota sobre el tejado del Gobierno central, alegando que el Gobierno gallego está esperando por el Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, que prepara el Ministerio de Transición Ecológica, para concretarlas.
La inmensa mayoría de las explotaciones que están generando este problema a día de hoy las autorizó el BNG cuando gobernó (José Antonio Armada, PP)
José Antonio Armada trató de repartir culpas y responsabilidades entre la oposición. “El BNG autorizó durante el bipartito (2005-2009) un total de 107 granjas en A Limia. La inmensa mayoría de las explotaciones que están generando este problema a día de hoy las autorizó el BNG cuando gobernó”, le espetó al diputado nacionalista Xosé Luís Rivas, Mini, que defendió en la Comisión de Agricultura a proposición no de Ley del BNG sobre este asunto. “Ocultación, inacción y dejadez” Para el diputado del BNG, la situación de la contaminación por nitratos en A Limia “es el resultado de un proceso dilatado de ocultación y mala gestión que es responsabilidad del Gobierno autonómico, por su inacción y dejadez interesada”. “La contaminación difusa de la comarca de A Limia por exceso de purines y fertilizantes fue escondida año tras año hasta que reventó en el año 2018”, aseguró Xosé Luis Rivas. Desde entonces, dijo, comenzó “un carnaval que dura ya 4 años, porque a la Xunta lo que menos le interesa es la saturación de las tierras agrícolas de nitratos y fosfatos, las cianobacterias y los peligros para la salud humana a través de las aguas”, afirmó.
Hasta el 2018 siempre se negó el problema por parte de la Xunta, hasta que las evidencias fueron claras y el problema reventó; han sido 12 años de permisividad (Xosé Luis Rivas, BNG)
“Son ustedes cobardes políticamente, están esperando a que los alcaldes suyos de la zona dejen de presionar, a que pasen las municipales”, insistió el diputado nacionalista, que acusó a la Xunta de “no hacer caso a los informes de los expertos” y propuso medidas como “una moratoria a las ampliaciones de las granjas, un plan de reducción de la carga ganadera y el compostaje de la gallinaza en terrenos adecuados”. El Gobierno gallego aporta “soluciones al tuntún”, denunció Xosé Luís Rivas, en vez de buscar “una solución sostenible y compatible con la actividad agraria en la comarca”. En este sentido, el diputado del BNG criticó la intención de la Xunta de tratar 25 millones de metros cúbicos de purines, aquellos que no sea posible usar a las propias granjas mediante autoaplicación, a través de 4 plantas de tratamiento ubicadas en las comarcas con más carga ganadera (A Limia, A Terra Chá, Xallas y O Deza).
Están en entredicho el buen nombre de la comarca de A Limia, su actividad agrícola y ganadera y su futuro inmediato y a largo plazo
“Nada sabemos de la Ley gallega de purines ni del Plan Estratégico de A Limia , el tiempo corre y la carga ganadera continúa. Han sido cuatro años perdidos en sacudir responsabilidades; demasiados intereses comerciales y electorales, que vienen siendo lo mismo”, concluyó. El control de la contaminación compete a la Confederación Miño-Sil Desde el PSOE apoyaron la proposición no de Ley presentada por el BNG, en la que se pedía informar tanto a la Mesa de A Limia como a la sociedad de las medidas a adoptar. “Los problemas de contaminación por nitratos en Galicia son consecuencia del abandono de la superficie agraria y la apuesta por el modelo de ganadería intensiva”, afirmó el diputado socialista Martín Seco. Para el PSOE, la contaminación por nitratos que sufren los suelos y los acuíferos en A Limia presenta “datos preocupantes”. “Galicia y Cataluña eran las comunidades que tenían más problemas de contaminación en el informe relativo a los años 2016 a 2019, pero mientras Cataluña adoptó medidas, la Xunta no hizo nada”, denunció.
Los problemas de contaminación por nitratos en Galicia son consecuencia del abandono de la superficie agraria y la apuesta por el modelo de ganadería intensiva (Martín Seco, PSOE)
José Antonio Armada le respondió que hasta el pasado mes de mayo “Galicia era de las pocas comunidades autónomas que no tenía una determinación de masas afectadas, por lo que la ganadería gallega es de las que menos afecta al medio ambiente de toda España”. El diputado popular insistió en que “la cuenca del río Limia pertenece al territorio de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y, de acuerdo con esto, el control de la contaminación por nitratos de las aguas de esta zona corresponde a la Administración del Estado”. “La responsabilidad del control de contaminación por nitratos de las aguas de A Limia corresponde a la Administración estatal, que dispone de puntos de toma de agua que analiza periódicamente. También le corresponde la publicación y comunicación de estos datos, sin que ninguna de estas responsabilidades corresponda a la Xunta, que no tiene capacidad alguna de ocultación”, argumentó.

Así es la hoja de ruta para reducir las emisiones de gases en el agro

El campo tiene un escaso papel en la emisión de gases de efecto invernadero, que se puede cuantificar en alrededor de un 12% del total de las emisiones españolas. Tampoco es una actividad a la que se le pueda achacar una gran responsabilidad en la contaminación atmosférica, pero en cualquier caso, el campo, igual que el resto de sectores productivos, se verá en la obligación en los próximos años de adoptar medidas para reducir las emisiones. Es un compromiso político a nivel europeo que parece no tener vuelta de hoja. Analizamos las restricciones ambientales que llegarán a las granjas en los próximos años de la mano de Juan Sagarna, técnico de Cooperativas Agroalimentarias de España, que ha abordado estas cuestiones en una jornada de la Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca). “Podemos hablar de las medidas que aparecen recogidas en el Plan Nacional de Energía y Clima y en el Plan Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica, pero probablemente pasen años antes de que estas medidas se plasmen en decretos o órdenes ministeriales. Por el momento, son tendencias, un compromiso de que en el futuro se regularán estos aspectos”, explica Juan Sagarna.

Medidas propuestas a Europa para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

La actividad ganadera produce emisiones de metano y óxido nitroso, dos de los gases responsables del cambio climático. Para disminuirlas, el plan nacional de Energía y Clima propone, entre otras, las siguientes medidas: - Establecimiento de planes de fertilización por cada productor y registro de todas las aplicaciones en un cuaderno de explotación. - Vaciado frecuente de purín en las granjas de porcino. - Cobertura de las balsas de purines en las nuevas instalaciones de vacuno y porcino. - Separación sólido-líquido de los purines en zonas con alta concentración de porcino y bovino. Elaboración de compost a partir de la fracción sólida de los purines en esas zonas.

Medidas propuestas a Europa para reducir las emisiones de amoniaco

El amoniaco es otro de los gases producidos por la ganadería que preocupa a nivel europeo, pues se considera que tiene impacto en la salud humana. A pesar de que el porcino es el gran responsable de las emisiones ganaderas de amoniaco (40%), el vacuno de leche, que sólo produce el 10%, y el vacuno de carne (20%) tendrán también que afrontar medidas de reducción con toda probabilidad. Las que se proponen en el plan nacional de control de la contaminación atmosférica son las siguientes: Gestión de purines - Ampliar la prohibición de repartir purines en abanico a los fertilizantes orgánicos con más de un 40% de humedad. - Limitar la aplicación de nitrógeno ureico a un 30% del total de las unidades de nitrógeno aportadas. - Evacuar dos veces por semana el abono en explotaciones de ganado bovino y porcino. - Incorporar las mejores técnicas disponibles (MTDs). Alimentación animal - Implementar la alimentación multifase en vacuno, aves de carne y porcino. Es decir, la ración se deberá realizar por lotes, en función de las necesidades del animal en cada momento, evitando los excesos de nutrientes en la dieta. - Reducir la proteína en la alimentación del ganado. A menos proteína, menos nitrógeno y menos amoniaco en las deyecciones.

¿Qué pasará con la aplicación de purines en abanico?

El Plan Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica, que fue aprobado por el Gobierno y remitido a Bruselas este otoño, aspira a que en el 2030 el 80% de los purines se apliquen con la tecnología de tubos colgantes y a que sean enterrados antes de las 24 horas. Por tanto, a medio plazo el reparto de purines en abanico parece sentenciado. Para el 2020, todo apunta a que se permitirá la continuación de las excepciones de los últimos años, pero Juan Sagarna es escéptico sobre lo que sucederá en años próximos. “Es complicado que se puedan mantener las excepciones, pues previsiblemente habrá presiones de la Comisión Europea”, valora. Papel de las ayudas de la PAC El nuevo periodo de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), que no arrancará antes del 2022, incluirá líneas de ayudas para mejorar las prácticas ambientales en el campo. Serán los llamados ecoesquemas, que previsiblemente apoyarán a las ganaderías que adopten medidas para reducir las emisiones. Cómo se legislarán las restricciones y los incentivos para mejorar las prácticas ganaderas es la gran incertidumbre que pende sobre el sector. La esperanza de las organizaciones del campo es que las medidas sean consensuadas con el sector antes de su publicación.

SAT O Liñar, una explotación preocupada por el confort de las vacas

Miguel López, en su explotación de San Martiño de Fontao, en Sarria SAT O Liñar es una explotación familiar con relevo generacional que mira hacia el futuro. Miguel López se incorporó hace 5 años e invirtió desde entonces sobre todo en el bienestar de las vacas. Ya dobló el número de cabezas que antes atendía su madre, Belén, y pretende dimensionar la granja para que sea viable contar con mano de obra externa que le permita también a él tener la calidad de vida de la que ahora disfrutan sus vacas. Miguel, como muchos otros jóvenes hijos de ganaderos, no se formó pensando en seguir con la explotación. Él hizo un Ciclo Superior de Mantenimiento Industrial y trabajó como empleado fuera del sector agrario. "Pero a mí las vacas me gustan y me fastidiaba mucho dejar esto, por lo que tanto lucharon mis padres, sin relevo. Es cierto que inviertes mucho para ganar poco, así que tiene que gustarte. Y yo estuve debajo de jefes y prefiero trabajar para mí", dice Miguel.
"Cuando llegue a las 100 vacas en producción pararé, no quiero perder el control del establo"
Así que se animó en el 2014 a seguir con la ganadería y desde entonces no paró de hacer cambios, unas mejoras que quiere seguir acometiendo de manera progresiva, para no hipotecar la viabilidad de la explotación, y en paralelo al aumento en el número de vacas con el que financiar las inversiones. Pasó ya de las 60 cabezas que había cuando tomó el relevo a 125. Está ordeñando en este momento 67 vacas y quiere que sean 80 en menos de un año. Su intención y llegar, cuando complete las mejoras y ampliaciones previstas, a entre 90 y 100 vacas en producción. "Tendremos que meter entonces una persona a trabajar, pero no quiero crecer más porque sino pierdes el control del establo y yo soy de la idea de hacer yo las cosas y si aumentas mucho y metes mucha mano de obra pierdes ese control", razona. Mejora de las instalaciones O Liñar aumentó la zona para las vacas en producción con más cubículos y más amplios De momento la explotación la atienden él y su madre. "Mi padre los echan una mano cuando sale de trabajar y los fines de semana, o también en campaña, cuando yo me dedico más al trabajo agrario", explica. Con los cambios que fueron haciendo en la granja en estos últimos años también fueron ganando en comodidad a la hora de trabajar y ahora "con el mismo trabajo que antes tenemos el doble de animales y el doble de producción y también más beneficios", afirma Miguel. "Hoy una explotación para que sea algo rentable tienes que tenerla cómoda y ordenada, que haya confort tanto para las vacas como para el ganadero. Fue en lo que me centré en los últimos tres años. Le di una vuelta a lo que había buscando sobre todo mayor confort tanto para las vacas como para mí", dice.
"Hoy una explotación para que sea algo rentable tienes que tenerla cómoda y ordenada, que haya confort tanto para las vacas como para el ganadero"
Lo primero que hizo fue a reformar los cubículos y aumentar el número de plazas disponibles con las que contaba. "Amplié los cubículos, las camas y los pasos y puse panel sándwich en esa zona. Las vacas están ahí todo el tiempo, eso quiere decir que están más cómodas en esa zona, así que quiero cambiar el resto del techo y poner panel sandwich al resto de la nave también", explica. Más espacio para la recría Las terneras y novillas están muy apretadas, por lo que necesitan una zona nueva para ellas La prioridad para Miguel en el momento de incorporarse fue mejorar antes de nada y en primer lugar las instalaciones de las vacas en producción, con lo que notó ya un incremento inmediato en la rentabilidad. Pero ahora, en segundo lugar, le tocará el turno a la recría, algo que también tendrá efectos sobre la producción en las primeras y sucesivas lactaciones de los animales. Tiene ya solicitado un plan de mejora para hacer una nueva nave de 12x18 metros destinada a las terneras y novillas. Su intención es tener toda la recría en cama fría de compost separada en lotes por edades. "Echaré 40 centímetros de compost de inicio y luego lo moveré cada 3 días en invierno y cada más tiempo en verano porque cuando hace buen tiempo seca más y no es necesario moverlo tanto", calcula.
"Al final gastas en genética y no le sacas todo el rendimiento, porque al tener las terneras apelotonadas por mucho que las mimes no logras resultados. Me están pariendo a los 26 meses, por lo que estoy perdiendo 3 meses de leche en cada una por no tener instalaciones idóneas"
"Las terneras las tenemos muy mal de espacio y están bastante apretadas. Paren a los 26 meses, estoy perdiendo 3 meses en cada una por no tener instalaciones idóneas", reconoce. "Es muy raro que tengamos una ternera con neumonía o con descomposición. Hasta el destete, que hacemos con 2 meses o 2 meses y medio, van muy bien, porque mi madre es un fenómeno para las terneras porque tiene mucha paciencia y las trata muy bien, pero todo ese trabajo se va al traste después por no tener sitio", indica. "Al final gastas en genética y no le sacas todo el rendimiento, porque al tenerlas apelotonadas por mucho que las mimes no logras resultados", concluye. En la SAT O Liñar ponen semen sexado en las novillas con la intención de crecer en el número de cabezas. En el trabajo que hace en genética, tanto en las primerizas como en las vacas con más de un parto, Miguel lo que prioriza son calidades y litros. Está entregando en este momento a Naturleite. La sala quedó también pequeña La sala de ordeño se le quedó también pequeña. "Tenemos 6 horas diarias de sala entre ordeñar y lavar", cuenta. Tiene solo 6 puntos por lo que el tiempo en ella se alarga cuándo a las 7 y media de la mañana y a las 7 y cuarto de la tarde se ponen a ordeñar. Miguel se decanta por una nueva sala en vez de poner robots. "Meteré sala otra vez, porque un robot no me llega y para dos no tengo ganado suficiente", argumenta.
"Notamos mucho aumento de producción al mejorar la comodidad de las vacas y en tres años pasamos de 27 litros de media a 32"
Pero su substitución tendrá que esperar. "Lo primero es finalizar la ampliación para las vacas en producción y hacer la nueva zona para la recría y después cambiar la sala, los cambios tienen que ser escalonados e ir por fases, y tengo claro que lo primero es la comodidad de las vacas y después la mía a la hora de ordeñar", razona. Esos cambios que fue haciendo ya dieron resultados. "Por mejorar el manejo aumenté en tres años la producción de 27 litros de media a 32 y seguimos subiendo", explica. "Notamos mucho aumento de producción al mejorar el confort de las vacas. Al ampliar los cubículos las vacas están más cómodas y eso se notó también en la leche", dice. "Soy un esclavo de los forrajes" En la ración reducen el uso de concentrado En ese programa de mejora escalonado que Miguel ha previsto, después de acabar con la ampliación de las instalaciones y con el cambio de la sala de ordeño, le tocará el turno a comprar un carro mezclador propio. Ahora mismo está en una CUMA. El ensilado lo realiza en la propia explotación y la ración es única: 21 kilos de silo de maíz, 19 de hierba y 10 de pienso. "No es tampoco una ración de alta producción. Yo soy un esclavo de los forrajes pero limito mucho el concentrado porque nosotros no queremos salir en revistas, queremos tener rentabilidad a final de mes y si no superas el 50% del cheque de la leche en piensos, un promedio de 32 litros es tan rentable como uno de 40 con más pienso", dice.
"Nosotros queremos tener rentabilidad a final de mes y un promedio de 32 litros con menos pienso es tan rentable como uno de 40 litros con más concentrado"
Disponen de 26 hectáreas de terreno, de las que siembran a maíz 16 y el resto están a hierba. Pero la intención de Miguel es aumentar más superficie para no tener que hacer rotación anual de maíz y raigrass en tantas fincas. "El maíz quiere ir temprano y bien trabajado y rotando te pegas un tute grande pero no abonas ni haces los trabajos igual y el rendimiento no es el mismo. Yo saco de media entre 40 y 42 toneladas por hectárea. Con menos de 30 no compensa echar maíz porque te sale en 1.300 ó 1.400 euros por hectárea, que es mucho dinero", afirma. En la zona en la que se encuentra esta SAT hay varios ganaderos sin relevo, pero San Martiño de Fontao está pegado a Sarria y eso encarece mucho los precios. "Compré 3 hectáreas pero pagamos a 4 y a 4,50 euros el metro cuadrado", cuenta Miguel. "Tuve que ir a coger tierras a 10 kilómetros porque aquí están carísimas", añade.

Separador de purín y cama de compost

El separador funciona 2 días a la semana, en 6 horas logra 14 metros cúbicos de compost Lo primero que hizo Miguel al incorporarse a la granja de los padres fue comprar un separador para el purín. "No me llegaba la balsa y así reduje la necesidad de tener más balsa", explica. Otra razón fue mejorar el confort de las vacas en las camas. "Tenía cascarrilla y cal y hacía yo la mezcla en casa porque comprada era insostenible. Tenía 700 euros de coste al mes pero las vacas se dañaban mucho porque reponía cada 10 días y se vaciaban mucho los cubículos", recuerda.
Redujo las células casi a la mitad al empezar a mover el compost de las camas todos los días
Así que no se lo pensó mucho. "Fui a ver dos separadores a Navarra en el mes de julio del año pasado y a los dos días lo compré. Vine convencido porque estaba aburrido de las camas vacías y arena no podía poner porque tengo emparrillado y balsa de lona", explica. Compró una gradilla para mover el compost y en 20 minutos tiene todas las camas hechas "Me decanté por este por el precio, porque ahorraba algo en comparación con otros separadores que hay en el mercado y tienes el mismo producto", considera. Aun así la inversión es grande. "Mucha gente me pregunta si me compensa para una explotación pequeña como esta y yo digo que sí, porque solo por ver a las vacas bien, limpias y cómodas, ya me merece la pena. Tardaré 2 años más en pagarlo seguramente con respecto a una explotación más grande pero pienso que es rentable igual la inversión", justifica. El modelo que Miguel instaló lo distribuye la empresa de Sarria Corbar Maquinaria y comenzó a funcionar en su explotación hace ahora un año. Junto al instalado en la SAT Ladeira de O Páramo fue de los primeros en ponerse en Galicia. Así que empezó todo "un poco a la aventura", dice Miguel. "Cuando comencé tenía recuentos de 240.000 células y eché así meses. Cuando empecé a mover todos los días el compost y a tenerlo seco bajé hasta las 130.000", cuenta.
"A 70ºC no matas todas las bacterias, matas las malas, como el E-coli, pero llevas las bacterias buenas para la cama de las vacas"
Defiende que la utilización de compost en las camas tiene importantes beneficios para la salud de los animales. "A 70ºC, que es la temperatura a la que subes el compost, no matas todas las bacterias, matas solo las malas, como el E-coli, pero llevas las bacterias buenas para la cama de las vacas", argumenta. Como el coste del material es inferior a sistemas como la arena, el carbonato o la cascarilla, las camas están siempre más llenas, con la ventaja de que el sobrante vuelve al pozo del purín y no se pierde, ya que vuelve al circuito y es reciclado y reutilizado. Cubrir la balsa y fertirregar Pretenden separar toda la parte sólida del purín para echar en las tierras del maíz y fertirregar con la parte líquida Con la dimensión que tiene SAT O Liñar el separador no tiene que funcionar todos los días para disponer de la cantidad de compost necesaria para llenar los cubículos. "Separo dos días a la semana, cada día 6 horas y logro 14 metros cúbicos de compost. Encamo cada 5 días y lo muevo todos los días, que es lo ideal", dice. Compró una gradilla para mover el compost en los cubículos diariamente para que de este modo no se apelmace para que las vacas estén más cómodas y al airearse seque mejor también, sobre todo en invierno. "Con la gradilla ahorras trabajo, porque con 20 minutos al día tienes las camas arregladas", explica. Miguel ha solicitado también cubrir la balsa del purín para emplearlo para echar en los segundos cortes y en un futuro fertirregar con ella y pasar a separar todo el purín en compost para echar al maíz. "Siembro 10 hectáreas de maíz que están a 4 kilómetros y cuando llevas el purín la mitad es agua, así que no optimizas el transporte. Si en vez de purín llevase compost todo lo que va en el viaje sería abono", argumenta. Poca potencia de luz Miguel instaló placas solares y no notó incremento en la factura por el uso del separador Esta explotación tiene un problema con la potencia de luz de la que dispone, una situación que se repite en muchas granjas que deciden ampliar. "Tengo 8 Kw y ando muy justo, gracias a que no tengo arrobaderas, sino no me llegaría. Y el separador tengo que ponerlo en las horas en las que no ordeño", cuenta. Como muchos otros ganaderos en su misma situación, se encuentra con el problema de que para ampliar la potencia que tiene contratada es necesario reforzar antes la línea eléctrica que llega hasta su establo, pero la compañía suministradora lo obliga a tener que pagar él el coste que esto supone. Los problemas de suministro eléctrico y la falta de potencia es una situación que viene de viejo y que trató de mitigar con la instalación de placas solares. "Puse solo 8 Kw porque era a potencia máxima que tenía contratada. Instalé las placas cuando puse el separador y no noté aumento en la factura de la luz a consecuencia de su funcionamiento", asegura.
   

Las granjas tendrán que medir sus emisiones y comprometerse a reducirlas

El sector ganadero analiza con preocupación algunas de las exigencias que recaerán sobre las granjas en pocos años. La orientación que Europa le está dando a la nueva Política Agraria Común (PAC), que se espera para el 2022, elevará los requisitos que tendrán que cumplir las granjas para contribuir a mitigar el cambio climático y para colaborar en la conservación de la biodiversidad. Una de las exigencias claras será la medición de las emisiones de cada granja y la adopción de compromisos para reducirlas. ¿Qué aspectos cambiarán para las granjas a la hora de cobrar las ayudas de la PAC?. Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta es que lo que hoy son requisitos ambientales voluntarios pasarán a ser obligatorios. Es decir, pagos adicionales de hoy como el ‘greening’ (pago verde), que exige una diversificación de cultivos o el mantenimiento de superficies de interés ecológico, se convertirán en parte del pago básico. “Habrá una condicionalidad reforzada. Si no se cumplen unos requisitos mínimos medioambientales, no se cobrarán las ayudas de la PAC”, explica Concha Gafo, de la Subdirección de Productos Ganaderos del Ministerio, que viene de explicar las regulaciones que se avecinan en una jornada en Santiago organizada por la Interprofesional Láctea. Ecoesquemas de clima y medioambiente Otra cuestión que preocupa en el sector es la de las exigencias que se marcarán para reducir emisiones, tanto de gases de efecto invernadero, caso del CO2 o del metano, como de otros gases que afectan a la salud, como el amoniaco. “Se está trabajando en una herramienta informática, Ecogan, que permitirá calcular las emisiones de cada granja, y se tendrán que regular y valorar las medidas de mitigación que podrán adaptar las ganaderías”, señala Concha Gafo. La medición de las emisiones por granja y el establecimiento de compromisos de reducción es una de las cuestiones que se premiarán en la próxima PAC a través de ecoesquemas, unos pagos adicionales con los que se quiere incentivar al sector a implicarse en la mitigación del cambio climático y en la conservación de la biodiversidad. Entre el sector ganadero, se espera a que por parte del Ministerio haya una consulta activa al sector antes de regular nuevas exigencias. El Ministerio, por su parte, está actuando en estos momentos en dos frentes normativos. Plan Estratégico de la PAC Un primer pilar de cara al futuro es la elaboración del Plan Estratégico Nacional para la PAC post-2021, un apartado en el que Agricultura está trabajando con reuniones separadas a tres bandas con las comunidades autónomas, organizaciones agrarias y cooperativas, y ONGs ambientalistas. El Plan Estratégico que se está elaborando en España tendrá que ser después validado por la Comisión Europea, antes de su aplicación en la práctica. Decreto de ordenación del vacuno Un segundo frente es la elaboración de una normativa de ordenación sectorial para el vacuno, un proceso que arrancó en junio del 2017. El objetivo de Agricultura es la publicación de un decreto básico que regule aspectos como el bienestar animal, la bioseguridad o cuestiones medioambientales. El nuevo decreto podría abarcar tanto la granjas de leche como a productores de vacuno de carne (granjas de vacas nodrizas y cebaderos), si bien también existe la posibilidad de publicar decretos específicos para ordenar cada sector. La idea del Ministerio es lograr un consenso con las organizaciones agrarias y cooperativas para regular cuestiones mínimas a cumplir por las granjas en funcionamiento y por las nuevas ganaderías. También se definirán las responsabilidades de titulares de las granjas y de los veterinarios, así como los controles y sanciones que se podrán aplicar. El objetivo del Ministerio es que esta normativa ya esté adaptada a los requisitos de la próxima PAC, a fin de evitar exigencias divergentes en ambos reglamentos. Para la elaboración de la normativa de ordenación sectorial, el Ministerio mantuvo abierto un periodo de consulta pública el invierno pasado. Una de las pocas aportaciones llegó de la organización agraria Coag, que pidió que se regulase en el decreto el tamaño máximo de las granjas, a fin de evitar la creación de macrogranjas en España.

El agro busca una salida al ‘laberinto’ de purines de A Limia

El alto volumen de purines que generan las ganaderías intensivas de A Limia tiene complicado encaje en la comarca, una situación que se fue capeando hasta que el problema saltó a Bruselas, donde la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea recibió a finales del 2018 una denuncia por la contaminación por nitratos en A Limia. El sector ganadero e industrial de la comarca apura desde entonces reuniones con la Administración, la última en la mañana de hoy, para buscar soluciones que no vayan en perxuicio de ganaderos y agricultores. Las alternativas que la Xunta pone sobre la mesa pasan por el tratamiento de parte de los purines generados en una nueva planta que quiere poner en marcha en A Limia. Esta planta vendría a complementar a la que Coren tiene en Sarreaus, en proceso de reapertura, tras años cerrada. Coren informó hoy en la reunión de la Mesa de A Limia que antes de Navidad cuenta con reabrir la planta, que tiene capacidad para tratar alrededor de 100.000 toneladas de purines al año. Primas para las granjas La nueva planta propuesta por la Xunta para A Limia se complementaría con otras tres en el resto de Galicia (Deza, Mazaricos y A Pastoriza). El conselleiro de Medio Rural, José González, anunció hoy en A Limia que el objetivo de la Administración es abonarle a los ganaderos primas por metro cúbico de purín que entreguen en las futuras plantas de tratamiento. La Xunta proyecta que esas primas se financien con los fondos del nuevo ciclo de ayudas de la Política Agraria Común (PAC 2021-2027). Otra de las iniciativas medioambientales anunciadas por la Xunta es la elaboración de una Ley de Deyecciones Ganaderas. Con estas medidas, la Xunta considera que podrá esquivar la declaración de una Zona Vulnerable a Nitratos en A Limia.

Zona Vulnerable a Nitratos, ‘patata caliente’

La declaración de una Zona Vulnerable a Nitratos, que no desean ni Coren ni la mayoría de granjas de la comarca, obligaría a establecer medidas de obligado cumplimiento para ganaderías y agricultores. Entre ellas, la limitación de los periodos en los que se puede fertilizar la tierra o aplicar purines, la cantidad máxima de fertilizantes a aplicar (170 kilos de nitrógeno por hectárea y año) o un registro de abonado y de parcelas en las que se aplicaron los purines.
La Xunta se opone a que el Ministerio identifique el embalse de As Conchas como zona afectada por nitratos agrarios
El problema evidente de contaminación por nitratos que atraviesa el embalse de As Conchas, aguas abajo de A Limia, llevó al Ministerio para la Transición Ecológica a identificarlo este verano como zona afectada por nitratos agrarios en un proyecto de orden que prepara sobre la materia. Esa catalogación es un paso previo a la declaración de una Zona Vulnerable a Nitratos en la comarca, una declaración que sería competencia de la Xunta. La Administración gallega trata de esquivar ese paso. Por el momento, Medio Rural alegó contra el proyecto de orden del Ministerio para la Transición Ecológica. Argumenta la Xunta que ningún punto de muestreo de aguas subterráneas refleja valores medios anuales superiores a los 50 miligramos de nitratos por litro de agua -el límite legal-, si bien también es cierto que la Confederación Hidrográfica tiene detectados incumplimientos puntuales en un 24% de sus puntos de muestreo. El problema de los purines en A Limia es doble. Por un lado, las posibles limitaciones afectan a granjas y agricultores. Por otro lado, la contaminación de las aguas es un asunto que le preocupa a todos los vecinos.
La Plataforma Auga Limpa Xa demanda medidas eficaces para atajar la contaminación de aguas
Debate La Plataforma Auga Limpa Xa, que aglutina a vecinos sensibilizados con el problema de la contaminación de las aguas, analiza la cuestión con prudencia. “Estamos viendo que en los últimos meses hay interés de todas las partes por buscar soluciones, pero también es cierto que son precisos hechos, no sólo palabras. Por nuestra parte, pedimos medidas eficaces de regulación de los residuos ganaderos”, explica Carmen Rodríguez, que participó hoy en la Mesa de A Limia como una de las integrantes de la Plataforma Auga Limpa Xa. Desde el colectivo vecinal advierten también de que hay análisis de pozos particulares que reflejan valores más altos de nitratos que los recogidos por los muestreos de la Confederación Hidrográfica: “Hay un problema de valores altos de nitratos, de los que los vecinos deben estar informados, y hay que buscar soluciones antes de que el problema crezca”. El aumento de la gestión de los purines en plantas de tratamiento es una cuestión que la Plataforma vería cómo positiva. Otra opción que sugiere es la extensificación de parte de la ganadería intensiva de la Limia. “Coren está trabajando en proyectos de porcino ecológico o semiextensivo y sería interesante que alguno de esos proyectos, con menor carga ganadera, sustituyese a granjas intensivas en la comarca”, valora Carmen Rodríguez.
-- Actualización: Información modificada el 21-IX por petición de la Plataforma Auga Limpa Xa, que quiso rectificar declaraciones realizadas el día anterior.

Los condicionantes ambientales que se avecinan en las ganaderías

La ganadería se verá afectada en los próximos años por una serie de restricciones ambientales que se están comenzando a perfilar. La cuestión de fondo es que la Comisión Europea se embarcó en un ambicioso plan para reducir tanto las emisiones de efecto invernadero como las de gases que afectan a la salud humana, caso del amoniaco o el óxido nítrico. Son dos cuestiones que impactarán de lleno en la ganadería. El borrador del plan estatal 2019-2022 para el control de la contaminación atmosférica prevé una serie de restricciones ambientales en la ganadería, una cuestión que preocupa mucho al sector. La inquietud por los condicionantes ambientales que se avecinan se puso de manifiesto en una jornada sobre el sector lácteo organizada por la Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca), en la que el director gerente de Agaca, Higinio Mougán, enumeró algunas cuestiones previstas, como la prohibición de la aplicación de purines en abanico, cambios en las naves ganaderas y en las fosas de purín, la limitación de la fertilización con urea o la modificación de la dieta de las vacas para reducir la ingesta de proteína.
El Gobierno está elaborando normativas sectoriales en porcino y avicultura y prevé también una regulación específica para vacuno
Para el director de Agaca, que echó en falta una clase política más comprometida con el campo, es preciso que al menos todos los condicionantes que se avecinan sean consensuados con el sector, de forma que se puedan aplicar de manera gradual y con el menor impacto posible sobre las ganaderías. Lo que sucedió hace dos años con la normativa que en un principio prohibía las aplicaciones de purín en plato o cañón es para Higinio Mougán un ejemplo de lo que no debe volver a pasar. Medidas sin lógica no abordadas previamente con el sector. En Galicia, existe también un malestar claro por la propuesta gubernamental de penalizar la ganadería de vacuno en el plan de reducción de emisiones, en tanto al porcino, principal actividad emisora de amoniaco en España, se le permitiría seguir creciendo en emisiones. El director de Agaca, Higinio Mougán, en la jornada sobre el sector lácteo. El borrador del plan nacional de control de la contaminación atmosférica 2019-2022, que estuvo recientemente a exposición, se marca el objetivo de reducir las emisiones de amoniaco en la ganadería en un 22% en el 2025 y en un 45% en el 2030. Para ello, se prevén las siguientes limitaciones para la ganadería: Establecimiento de planes de abonado y fertilización Los planes de abonado por explotación serán obligatorios en el campo a partir de una determinada superficie, que se definirá en función del tipo de cultivo. Ese plan calculará las necesidades totales de nitrógeno y limitará la parte que se podrá aportar en forma de nitrógeno ureico, pues este tiene mayores pérdidas de amoniaco a la atmósfera. En el cuaderno de explotación ya habilitado para registrar las aplicaciones de fitosanitarios, está previsto que los productores tengan que consignar también las aplicaciones que hacen de fertilizantes y purines. Limitación del uso de urea El etiquetado de los fertilizantes obliga a declarar y garantizar los contenidos en nitrógeno en sus distintas formas (ureica, amoniacal y nítrica). Se restringirá la aplicación de nitrógeno en forma de urea, tanto en soluciones nitrogenadas como en compuestos NPK. También se prevé un impulso a buenas prácticas, como la aplicación de un riego inmediato tras la distribución de fertilizantes químicos, lo que contribuye a la incorporación del nitrógeno al suelo. Se espera además que aumente el uso en los fertilizantes de tecnologías como inhibidores de la ureasa o recubrimientos. Prohibición de aplicar en abanico purines, abonos orgánicos con humedad superior al 40% y lodos El escenario dibujado para el futuro es que en el 2030 un 80% de los purines se estén repartiendo con un sistema de tubos colgantes hasta el suelo, quedando en el mínimo la distribución habitual hoy en día, con un sistema de abanico. De manera complementaria, el plan aspira a que un 80% de los purines sean enterrados antes de 24 horas, a fin de reducir las emisiones de gases a la atmósfera. Reducción de la proteína en la ración de los animales La Administración busca fomentar una alimentación que limite la proteína bruta en función de las necesidades de los animales, pues por ejemplo, en vacuno de leche, no son iguales las necesidades proteícas de una vaca en la primera fase de la lactación que en su última fase o en una vaca seca. A menor proteína, menos ingesta de nitrógeno y menores emisiones de amoniaco en las deyecciones ganaderas. El objetivo es fijar unas pautas de alimentación en las normas sectoriales que se están desarrollando en la actualidad para porcino y avicultura, así como en la normativa de ordenación que se prevé desarrollar para las ganaderías bovinas. Esa normativa, a parte de cuestiones ambientales, abordará cuestiones de bienestar animal y bioseguridad, entre otras. Manejo de los estiércoles en las ganaderías En las instalaciones de ganado porcino y bovino, se deberá retirar el abono de las instalaciones al menos dos veces a la semana, lo que reducirá las emisiones de metano y amoniaco. Cambios en las instalaciones del ganado y en las fosas de purines El plan de control de la contaminación atmosférica prevé que se establezcan medidas que contribuyan a reducir las emisiones tanto en las naves ganaderas y fosas de purín existentes como en las de nueva creación. Estas últimas tendrán que cumplir con nuevos condicionantes, una vez que se aprueben las correspondientes normativas. La normativa europea ya enumera una serie de técnicas que contribuyen a reducir las emisiones, pero está por ver qué obligaciones se fijan en la regulación estatal. Cuestiones como la cobertura de las fosas de purín o la reducción del viento en su superficie por medio de barreras naturales como árboles son algunas de las posibilidades para limitar emisiones. Jornada sobre el sector lácteo desarrollada ayer por Agaca en Santiago.

El complicado ‘puzle’ de purines y estiércoles de A Limia

A Limia cuenta con alrededor de 400 granjas intensivas de porcino, pollos y terneros. En conjunto, estas explotaciones suman unas 75.000 unidades de ganado mayor y generan unos residuos que equivalen a una población de 1,4 millones de personas. La gestión de tal volumen de purines y estiércoles se ha convertido en los últimos años en un problema para las aguas de la comarca, en las que se detectan episodios de contaminación por nitratos. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil reconoce que el embalse de As Conchas, en el río Limia, presenta un “problema evidente” de contaminación por nitratos, que lleva a episodios estivales de eutrofización y proliferación de cianobacterias. Otro dato negativo es que un 24% de los puntos de control de aguas subterráneas, 5 de 21, presentan incumplimientos puntuales del valor límite para los nitratos. La buena noticia es que los valores medios anuales de todos los puntos de control de aguas subterráneas y de aguas superficiales cumplen con las normas de calidad aplicables a los nitratos. Con todo, la Confederación concluye que es preciso reducir la concentración de nutrientes en las masas de agua, que actualmente están implicando que en el embalse de As Conchas se produzcan episodios de cianobacterias. “Esta contaminación es difusa y no tiene un origen puntual, por lo que es necesario que toda A Limia en su conjunto reduzca estos aportes de nutrientes”, valora la Confederación Hidrográfica. La Xunta mantuvo un encuentro con el sector agrario de A Limia y con ecologistas.

Reunión de la Mesa de A Limia

Los problemas generados por los purines y estiércoles han llegado en los últimos meses a la Dirección General de Medioambiente de la Comisión Europea, ante la que presentaron una denuncia el Movimiento Ecoloxista da Limia y la Sociedad Gallega de Historia Natural. El aumento de la presión ecologista y vecinal, con la también reciente constitución de la plataforma Auga Limpa Xa, llevaron a la Xunta a convocar una primera reunión de la Mesa de A Limia, un foro de diálogo al que asistieron representantes de la Xunta, Deputación, de colectivos de ganaderos y agricultores, y movimientos ecologistas. Esta primera reunión, celebrada ayer, fue presidida por el director xeral de Gandería José Balseiros. El encuentro, en el que se abordaron también demandas del sector agrario como la mejora de los regadíos y de los canales de drenaje, dejó sobre la mesa la necesidad de regular la gestión de los residuos ganaderos. La Xunta busca un acuerdo conjunto con ganaderos, agricultores y ecologistas que aporte soluciones al territorio. Desde el Movimiento Ecoloxista da Limia (MEL) señalan que en la próxima reunión, la Xunta presentará una propuesta de regulación de los residuos animales. Este colectivo pidió que al siguiente encuentro de la Mesa de A Limia sean invitadas la empresa Coren, que tiene en un sistema de integración a la mayoría de granjas de la comarca, y más las organizaciones agrarias. La MEL también destaca que la Xunta advirtió de que otra comarca en la que habrá que tomar medidas es la del Deza.

‘Zona Vulnerable a Nitratos’, la pelota que se pasan las Administraciones

La legislación española prevé desde hace más de dos décadas la posibilidad de que las comarcas afectadas por contaminación de nitratos se declaren como Zonas Vulnerables a Nitratos ( ZVN). Es una declaración que disgusta al sector agrario, pues obliga a un estricto registro de los movimientos y aplicaciones de purines, y también limita las cantidades máximas de nitrógeno por hectárea a 170 kilos al año.
Augas de Galicia había anunciado hace dos años la declaración de zonas vulnerables a nitratos, pero la Xunta dio marcha atrás
El actual mapa de Zonas Vulnerables a Nitratos recoge multitud de áreas en comunidades como Cataluña, Castilla La Mancha o Andalucía, pero en Galicia no se declaró por el momento ninguna. Hace dos años, el de aquella director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, anunció en el Parlamento de Galicia que le trasladaría la información pertinente a Medio Rural para que procediera a la declaración en Galicia de zonas vulnerables a nitratos. Dos años después, consultada la Consellería de Medio Rural sobre la cuestión, asegura no tener constancia de dicha información ni tener prevista la declaración en Galicia de zonas vulnerables a nitratos. El caso de A Limia Medio Rural puntualiza además que la posibilidad de declarar a Limia como Zona Vulnerable de Nitratos correspondería en realidad al Ministerio de Agricultura, previa propuesta de la Confederación Hidrográfica, pues se trata de una comarca -argumenta- que a nivel fluvial está gestionada por la Confederación Hidrográfica Miño Sil, no por Augas de Galicia.
Unións Agrarias advierte contra medidas que pongan en riesgo a las explotaciones agrarias, "el motor económico de la comarca"
Desde la Confederación Hidrográfica Miño Sil recuerdan, sin embargo, que tal y como figura en la normativa vigente, la declaración de una Zona Vulnerable a Nitratos corresponde a la Comunidad Autónoma. “Este Organismo -señala la Confederación en alusión a sí misma- no es competente para la declaración de zona vulnerable por nitratos en la comarca de A Limia, siendo la Administración autonómica competente a la que le corresponde dicha declaración. De todas formas, previamente a la declaración de zona vulnerable, debe designarse la figura de “aguas afectadas” por contaminación de nitratos, en la que podría entrar dentro de dicha consideración el embalse de As Conchas, de acuerdo con la normativa aplicable a la contaminación por nitratos”. Desde el sector agrario, colectivos como Unións Agrarias valoran que, en general, los productores de A Limia cumplen con la normativa medioambiental vigente y destacan que el campo es el “motor económico” de A Limia, con 1.100 productores, entre agricultores y ganaderos, por lo que consideran contraproducente cualquier medida que pueda afectar a la viabilidad de las explotaciones agrarias.

SAT Ladeira, como convertir el purín en compost para usarlo en las camas del ganado

El confort y comodidad de las vacas es un factor básico que determina la producción. Concienciados de este hecho, los ganaderos gallegos ponen cada vez más el foco en la cama en la que descansan los animales. Paja, serrín, carbonato, arena… distintos sistemas con sus ventajas y inconvenientes pero, en todo caso, siempre un importante gasto para las explotaciones. En SAT Ladera empleaban arena hasta hace tres meses. Les suponía un desembolso de 1.000 euros al mes, más otros 4.000 euros para sacar la arena que se iba acumulando en la fosa del purín. En total, unos 15.000 euros al año. Era un material que les daba buen resultado desde el punto de vista productivo e higiénico-sanitario, pero decidieron cambiarlo y probar una alternativa habitual en explotaciones de Inglaterra, Francia u Holanda pero inusual en Galicia. El sistema consiste básicamente en usar en las camas a propia bosta de las vacas después de un proceso que separa, seca y fermenta la parte sólida del purín para convertirlo en un compost orgánico con el que cubrir los cubículos. El proceso arranca con la separación de la parte sólida y líquida del purín. Se coloca un depósito intermedio antes del pozo de purín, de 25.000 litros, que dispone de un sinfín que separa la bosta de la orina. La parte sólida es bombeada a un silo de fermentación y la parte líquida continúa camino hacia el pozo de purín, con capacidad para 4 millones de litros. En el silo de fermentación la materia orgánica se somete la un proceso de secado mediante una turbina de aire caliente a 70 grados que esteriliza los excrementos matando microbios y bacterias al someterlas a un proceso semejante a la pasteurización. Tres días después, convertido ya en un producto inerte, el compost está listo para usarse en los cubículos, donde se reparte con la encamadora, de igual forma que la arena. Al tratarse de un material orgánico, el resultante de hacer las camas o el que los animales arrastran vuelve a los canales de limpieza para reiniciar el proceso que permite su reutilización continua. El material sobrante puede esparcirse en las tierras como abono.
Gastaban 15.000 euros al año en arena
Con este material evitan el uso de las 27 toneladas de arena que necesitaban a la semana y con ello los problemas derivados de su utilización en las explotaciones: desgaste en las instalaciones y en los cascos de los animales, acumulación en el pozo de purín y depósito final en las tierras. Factores medioambientales Pero las ventajas van más allá de aspectos como la durabilidad de las instalaciones o el ahorro económico. “Vemos que en poco tiempo el tema del purín se va a poner muy restrictivo y que los aspectos medioambientales van a limitar el crecimiento de las explotaciones y condicionar su rentabilidad, como ya sucede en otros lugares de Europa, por ejemplo en Holanda, donde desaparecieron las cuotas lácteas, como en el resto de la UE, pero las granjas tienen cuotas de emisiones que acaban siendo igualmente límites a la producción. Aquí acabará pasando lo mismo, por lo menos para las explotaciones más grandes, porque a las pequeñas tendrán que dejarlas al margen de estas normativas, sino acabarán de hundirlas y les harán cerrar irremediablemente”, argumenta Toño López Mouronte, uno de los tres socios de SAT Ladera.
"Dentro de muy poco los factores ambientales van a condicionar el crecimiento de las explotaciones y con esta solución reducimos metano al purín"
Convertir un desecho en recurso es precisamente la base de la llamada economía circular y con el sistema aplicado en esta explotación logran reutilizar el principal residuo de las explotaciones lecheras y reducir su contenido contaminante. “De este modo, al eliminar la parte sólida, se retira metano del purín y se facilita su inyección en la tierra en caso de que acaben obligando a inyectarlo”, explica. 200.000 euros de inversión Paneis solares instalados para reducir a factura eléctica da granxa Aunque el ahorro económico en un producto como la arena es importante, el sistema adoptado en esta explotación de O Páramo requiere de una inversión elevada y no está tampoco exento de gastos para su funcionamiento. La tecnología que permite la reutilización de la bosta de las vacas ronda los 200.000 euros. Lo más caro es el silo de fermentación, que supone casi la mitad de la inversión total. Además, el funcionamiento de todo el sistema requiere de un consumo elevado de energía, unos 500 euros al mes, necesario principalmente para el secado de la materia orgánica. Para reducir este coste, en SAT Ladera instalaron paneles solares con una potencia de 24 Kw con los que ahorrar en un tercio la factura eléctrica de la explotación. “Gastamos 23.000 euros en la instalación, de los que nosotros pusimos 7.000. El resto, 16.000 euros, los recibimos a través de una subvención del INEGA”, explica José Manuel Rodríguez, otro de los socios de la SAT.
Se separa la parte sólida del purín y se pasteuriza con aire caliente a 70 grados para convertir la bosta en un material inerte
Como esta, el resto de las decisiones que toman en esta explotación son con miras a largo plazo. “Aunque es una inversión fuerte, pensamos que el sistema de compost va a resultarnos muy rentable a largo plazo”, considera. Hasta ahora, en los tres meses que llevan con el, los resultados son satisfactorios. Inovación constante Para a recría empregan cama fría de compost SAT Ladera se constituyó en el año 2005 de la unión de tres ganaderos del ayuntamiento de O Páramo, de las parroquias de Vileiriz y San Vicente. Al año siguiente ya recibieron un premio en la Semana Verde de Silleda por la manera de constituir la SAT. “Arrendamos las fincas y las naves a nuestras propias explotaciones y no invertimos en las instalaciones, invertimos en dos robots y en el tanque de leche”, explica Toño. “A continuación fuimos poco a poco ampliando las naves, pero siguen siendo instalaciones simples, aquí no se gastó en una sola ventana de aluminio”, ejemplifica. Poco a poco acabaron por concentrar todo el ganado en las actuales instalaciones, en la parroquia de San Vicente. Las últimas en llegar fueron las novillas. La nave que acoge a la recría la hicieron ellos mismos. “Empezamos en febrero del año pasado y acabamos en mayo”, explican. Fue ahí donde comenzaron a probar las camas de compost, aunque con un sistema diferente, la llamada cama fría de compost, en la que se mezcla serrín con la bosta, que se grada todos los días. Los animales no están en cubículos, sino en un patio abierto. En esta SAT usan este sistema, que también emplean otras explotaciones de la provincia de Lugo, como Ganadería Varela, en las vacas secas y en la recría. Todo automatizado para ganar calidad de vida Un dos 4 robots de ordeño instalados SAT Ladera es la explotación más grande que hay en esta zona. Cuenta con 400 cabezas, de las que 230 son vacas en ordeño. La producción anual se sitúa en 3,2 millones de litros. La granja está toda automatizada, con cuatro robots de ordeño, acercador de comida y amamantadora. “En lo que más ganamos al juntarnos y apostar por la robotización fue en calidad de vida”, asegura Toño, que dice que “no es un trabajo físico, es más bien estar pendientes” y asegura que “la explotación la atienden perfectamente dos personas solas”. Tienen un empleado, Mohamed, de nacionalidad marroquí, que lleva dos años en la explotación, y los tres socios se van turnando. “Somos tres socios, pero aquí solo trabaja uno por semana. Trabajamos por semanas completas, de martes a martes, y después libramos 15 días seguidos”.
Los tres socios se van turnando en la explotación: trabajan una semana completa y después libran 15 días seguidos
Cuentan con 4 robots de ordeño que logran medias de entre 3,1 y 3,2 ordeños diarios por animal y 40 litros de leche de producción. Para sacarle el máximo partido posible a la inversión realizada, están intentando crecer hasta las 260-270 vacas en producción porque “los robots una vez que los tienes hay que exprimirlos”, dice Toño. Pretenden llegar al límite máximo recomendado de las 65 vacas por robot dentro de un año. En SAT Ladeira contan con achegador de comida automático Para eso apostaron por poner semen sexado a las primerizas y también en las de segundo parto a las que le detectan celo natural. “Tiramos de semen sexado para crecer pero no lo usamos en las que sincronizamos los celos”, cuentan. El 90% del semen que compraron el año pasado era A2 A2 y después de tres intentos inseminan con limusin. Hacen control reproductivo una vez cada quince días y aprovechan una vez al mes para hacer también el control de mamitis porque ya tienen a las vacas presas. Además de la podología periódica, dos veces al año, en el final del otoño y en el comienzo de la primavera, les esquílan el rabo y les queman los pelos de la ubre a las vacas en producción para que estén más limpias y den menos fallos los robots. No es habitual que den muchos problemas si están las puestas a punto bien hechas y el mantenimiento al día, dicen, aunque “a veces tenemos que venir por tonterías”, reconocen, por lo que decidieron poner cámaras en la explotación para hacer el seguimiento a distancia y valorar de este modo si es urgente o no acudir en función de la gravedad del problema.
“La báscula es como un perro grande, la uses o no ya asusta, y debería haberla en todas las explotaciones porque se amortiza ella sola y muy rápido”
Hace cuatro años decidieron también instalar una báscula. “La báscula es como un perro grande, cuando te acercas piensas si te morderá o no, pero ya mete miedo. Pues la báscula igual, la uses o no, ya asusta”, compara Toño. Por eso dice que “es una de las cosas que se amortiza rápido”, y asegura que “debería haberla en todas las explotaciones que tienen un cierto tamaño y que mueven grandes cantidades”. “En nuestro caso, es una herramienta imprescindible, todo lo que entra y sale de la granja pasa por ella: el pienso, el abono, el maíz, incluso la leche”, relata. Primera CUMA de Galicia Tan só contan cun carro mesturador propio Para los trabajos agrícolas, la explotación no cuenta con maquinaria propia. Forman parte de una CUMA, la primera que se constituyó en Galicia. “Nacimos a partir de un parque de maquinaria, éramos 13 ganaderos y la propuesta inicial era juntarnos todos, a continuación hicimos la SAT”, explica José Manuel. La CUMA está compuesta en este momento por dos SATs y 5 ganaderos individuales. Les hace todo la CUMA, incluida la siembra, la siega o echar el purín, pero decidieron comprar un carro mezclador para uso de la propia explotación para poder adaptar mejor la ración a los distintos lotes. “Hacemos cuatro raciones diarias: dos para vacas en producción, una para secas y otra para la recría. El carro de la CUMA nos costaba 500 euros al mes por ración, así que serían 2.000 euros mensuales, por eso decidimos hacer la inversión necesaria para comprar un carro propio. Nos es más rentable porque a partir de cierto volumen compensa, para pocas vacas no, es mejor alquilar”, dice José Manuel. Sin contar el carro, que es suyo, pagan 7.300 euros al mes por las tareas que realiza la maquinaria de la CUMA en su explotación. La cuota está fijada en función de las horas de trabajo realizadas.

“El mayor handicap que tenemos es el minifundio”

Vista desde a explotación da parroquia de San Vicente, afectada por un problema de minifundio SAT Ladera dispone de unas 100 hectáreas de superficie, entre las que pertenecen a los tres socios (70 hectáreas) y otras alquiladas (unas 30 hectáreas). Pero se encuentra con un problema gravísimo que incluso pone en riesgo la viabilidad de la explotación: el minifundio. “Estamos mirando de diversificar en otros sectores en vez de aumentar en este porque en estas condiciones nos parece inviable”, alerta José Manuel. Pone un ejemplo: “Para la PAC tenemos declaradas 64 hectáreas, formadas por 370 parcelas. Tenemos que trabajar unas 500 parcelas para sumar las 100 hectáreas actuales de la explotación”, relata.
Para reunir 100 hectáreas tienen que trabajar unas 500 parcelas
Este fue uno de los motivos que hizo que hayan disminuido considerablemente la superficie dedicada a maíz. “Antes dedicábamos a maíz la mitad de la superficie que tenemos, echábamos unas 50 hectáreas. Pero desde el año pasado sólo echamos 20 hectáreas. Dedicamos más a raigrass y el maíz para ensilar lo compramos porque aquí son todo parcelas pequeñas, fincas de poco tamaño y así no compensa echar maíz”, dice José Manuel.
Gastan un 30% más en horas de trabajo de la maquinaria por culpa del minifundio
“Si las fincas fuesen grandes podríamos incluso poner sistema de riego y tener maíz, pero para un ferrado no puedes poner el riego”, se queja. “En esta zona terreno hay, pero aunque te dejen trabajar las fincas gratuitamente no merece la pena trabajarlas. En la CUMA gastamos un 30% más por el problema del minifundio que tenemos en esta zona”, calcula. Solicitud conjunta de 5 parroquias para pedir la concentración parcelaria El ayuntamiento de O Páramo supera las 5.000 cabezas de ganado concentradas en las parroquias de Friolfe, Grallás, Vileiriz, Gondrame y San Vicente fundamentalmente. Es una zona llana de unas 3.000 hectáreas de superficie. “Tenemos pedida la concentración desde el año 2001. En el año 2002, cuando Diz Guedes era conselleiro de Medio Rural y vino a inaugurar el parque de maquinaria nos dijo que recogiésemos firmas. Pasamos el trabajo de ir casa por casa, las presentamos y no valió para nada. Ya van más de 15 años, presentamos la solicitud las cinco parroquias juntas y la única que tiene algo hecho a día de hoy es Friolfe”, se queja José Manuel, que recuerda que “en esta parroquia, en San Vicente, no hubo un solo vecino que no firmara, así que no sería conflictiva”. “Si simplemente facilitasen y simplificasen las permutas y los cambios entre los vecinos ya estaba medio hecha la concentración”, asegura.
“Hace 15 años recogimos firmas para la concentración parcelaria y no volvimos a saber más nada”
“Las concentraciones parcelarias eran facilísimas de hacer si hubiera voluntad política, habría que tocar la fiscalidad de los que se niegan”, añade Toño. “Dieron dinero para cierres, si en vez de dar ayudas para eso las hubiesen dado para permutas, para juntar tierras y para pagar los gastos de notario y te hubiesen mandado un técnico para hacer el proceso, ya estaba”, dice. Más información - Gestión de la fracción sólida del purín para la cama de las vacas.

Gestión de la fracción sólida del purín para la cama de vacas

La fracción sólida de los purines sometida a un proceso de higienización es un material válido para la cama de las vacas, como están demostrando en los últimos meses las primeras explotaciones gallegas que comenzaron a incorporar el sistema. Una jornada abordó en Cimag Gandagro el proceso a seguir en el manejo de los purines para camas y las posibilidades que tiene el sistema en Galicia.

La reutilización de la parte sólida de los purines para la cama de las vacas ofrece dos ventajas claras para las granjas. Por un lado, al separar la parte sólida de la líquida, se reduce la carga de nutrientes de la fracción líquida, lo que permite el reparto de más cisternas en tierras próximas a la explotación. La segunda cuestión es el ahorro de gastos en arena o en otros materiales empleados para las camas.

“Una explotación de 200 vacas que decida sustituir la arena de la cama de las vacas por la fracción solida del purín, previamente higienizada, puede ahorrar al año alrededor de 12.000 euros”, calcula Ramón Gea, de Segalés, una firma catalana que impulsa este sistema y que cuenta con Maquinaria Agrícola Corbar como distribuidor en Galicia, Asturias y norte de Portugal.

Proceso
El manejo de los purines almacenados en la balsa comienza por su separación en una fracción líquida y una sólida, para lo cual se emplea un separador de purines. El siguiente paso consiste en el depósito de la fracción sólida en una balsa con una base de cemento y acondicionada con unos tubos a través de los que se insufla aire, por medio de unos ventiladores.

La aireación intermitente de la fracción sólida del purín provocará su compostaje e higienización. El proceso, en el que se consiguen temperaturas superiores a los 50º centígrados, se debe mantener un mínimo de 5 días. El resultado es un compost esponjoso que presentará al menos un 40% de materia seca y con un bajo recuento de microorganismos. “Los indicadores de fecalidade y las enterobacterias se reducen en más de un 99%”, explica Josep Turet, microbiólogo de la Universidad de Vic, que participó ayer en la jornada sobre purines organizada en la feria Cimag – Gandagro.

Experiencia
La jornada contó también con la participación de uno de los primeros ganaderos gallegos que instaló el sistema, Miguel López, de Sat O Liñar (Sarria), que confirmó su satisfacción con el cambio a las camas elaboradas con la fracción sólida de los purines. “El principal miedo que teníamos era que nos subiesen las mamitis. En nuestra explotación nunca tuvimos problemas especiales de mamitis, algún caso esporádico, y pensábamos que igual comenzábamos a tener más problemas, pero seguimos como siempre. No detectamos ningún incidente” -valora Miguel, que instaló el sistema este otoño-. “Queremos ver cómo funciona en verano, pero por el momento la experiencia es buena”, concluye.

La explotación hace un acondicionamiento diario de las camas y las sustituya en la actualidad cada siete días, aunque su objetivo es pasar a cambiarlas cada cuatro días.

Ramón Gea, Josep Turet y Miguel López, de izquierda a derecha.

Plantas de nitrificación – desnitrificación

Otra alternativa de manejo de purines abordada en la jornada, de especial interés para granjas intensivas, como las de porcino, fue la de las plantas de nitrificación – desnitrificación. Estas plantas, que tienen un coste que ronda los 140.000 euros, son capaces de reducir los nitratos del purín en un promedio del 58%.

El proceso comienza con la separación de los purines, tratándose la fracción líquida por medio de un digestor, en el que las bacterias transforman el nitrógeno amoniacal en nitratos. Esos nitratos son a su vez modificados por otras bacterías, que los convierten en nitrógeno atmosférico, que puede ser liberado al aire. “Solo hay un 3% de emisiones incorrectas, con lo cual la rebaja de la contaminación es muy alta”, explicó Josep Turet, de la Universidad de Vic.

El efluente resultante del sistema puede ser usado en fertirrigación, presentando bajos porcentajes de nitratos.