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Proponen pagos por conservación a comunidades de montes para garantizar la biodiversidad de la Red Natura 2000 en Galicia

En el proyecto participa la Diputación de Lugo, las universidades de Santiago y A Coruña, 3edata y Kaizen Eureka “El Pago por Resultados de Conservación a las Comunidades de Montes puede ser el futuro para las personas que desarrollan sus actividades ganaderas en zonas naturales protegidas de Galicia, como la Red Natura 2000, y a las que se les reconoce un papel fundamental en su conservación”.  Esta es una de las conclusiones más destacadas del Informe Layman, un documento recientemente publicado y que pasa revista al proyecto LIFE in Common Land: Gestión en común de la tierra, un modelo sostenible de conservación y desarrollo rural en Zonas Especiales de Conservación. Esta iniciativa, cofinanciada por LIFE Naturaleza y Biodiversidad de la Unión Europea, se desarrolló en once Montes Vecinales en Mano Común del Espacio Red Natura 2000 Serra do Xistral que ocupan unas 11.000 hectáreas. La iniciativa está coordinada por la Deputación de Lugo y participan como socios la Universidade de Santiago de Compostela y la Universidade da Coruña.
Científicos gallegos determinan que el Modelo de Gestión por Resultados de Conservación, ya implementado en montes del norte de Lugo, “puede ser el futuro para los comuneros de los espacios protegidos de Galicia”
El Informe Layman detalla los trabajos y resultados obtenidos a través de la colaboración entre los agentes implicados en la conservación del Espacio Red Natura 2000 Serra do Xistral, ubicada en el norte de Lugo. El trabajo también alerta del riesgo de extinción del ecosistema. Y lanza un urgente SOS: “Conservar para las generaciones futuras hábitats tan importantes como las turberas y brezales húmedos de la Serra do Xistral requiere de una apuesta urgente por la gestión comunal, los sistemas tradicionales de ganadería y los caballos salvajes”. 300.000 euros en pagos efectuados según los resultados de conservación El proyecto LIFE in Common Land desarrollado en Galicia apuesta por el innovador Modelo de Gestión por Resultados de Conservación, que se aplica en el territorio a través de Proyectos de Ordenación Forestal de los Montes y que trata de integrar las actividades ganaderas y el manejo tradicional de los caballos salvajes con la conservación de hábitats. Este modelo incluye la protección y conservación del ecosistema en la gestión que las Comunidades de Montes realizan en sus terrenos. “Y no lo hacen como algo impuesto, sino poniendo en valor y reconociendo la función que los caballos y el ganado vacuno cumplen para mantener estos espacios de montaña en Galicia”, destacan los autores del informe, que estima que en la Serra do Xistral existe una población de entre 1.500 y 2.000 caballos salvajes.
La Serra do Xistral mantiene una población de entre 1.500 y 2.000 caballos salvajes
El novedoso Modelo de Gestión a través de Pago por Resultados de Conservación se ha implementado en las Comunidades de Montes de la Serra do Xistral con una cantidad económica recibida que alcanzó los 300.000 euros y representa “un cambio de cara al futuro”. "Estos pagos pueden ser el futuro para estas personas que desarrollan sus actividades ganaderas en zonas protegidas y a las que se les reconoce un papel fundamental en su conservación”, indica el informe realizado, que incluye 54 encuestas y 32 entrevistas a comuneros y besteiros. El pago se realizó en función de la superficie y estado de conservación de los hábitats objeto del proyecto: turberas de cobertor, turberas altas activas y brezales húmedos atlánticos. Un modelo habitual en Europa El Pago por Resultados de Conservación es un modelo exitoso en otras zonas de Europa. El programa Burren en Irlanda “es sin duda el ejemplo más notable”, comentan los autores del Informe Layman. La filosofía de esta herramienta es clara y sencilla: “Los comuneros no solo producen alimentos, sino que también garantizan la biodiversidad de los hábitats que gestionan y reciben un pago por ello”.
El programa Burren en Irlanda sería uno de los ejemplos más destacados
“De ganaderos a guardianes de la biodiversidad, un nuevo rol valorado por la sociedad y por el cual recibirán un pago”, reiteran los autores del Informe Layman, que consideran que supondría “un cambio en la valoración de la Red Natural 2000, de limitaciones a un patrimonio natural que los propios comuneros conservan a través de su propia actividad”.  La implantación de esta herramienta en otras zonas de Europa generó y desarrolló marcas de bienes y productos de agricultura y ganadería asociados a la conservación de la biodiversidad. Por ejemplo: carne, productos lácteos, miel, vinos o sidra.

Dar continuidad a los pagos a través de la PAC

En la Serra do Xistral los caballos ayudan a mantener limpio el monte y a conservar os hábitats naturales protegidos El Informe Layman cree que está pendiente una última fase que consideran “necesaria” y que, a su vez, que reclaman también las Comunidades de Montes participantes en esta iniciativa que cuenta con el respaldo financiero de la UE: “Dar viabilidad y continuidad a este sistema de pagos por medio de los Planes Estratégicos de la Política Agracia Común (PAC)”.  El Modelo de Gestión por Resultados de Conservación de hábitats de LIFE in Common Land “se convertiría así en una opción de futuro para las personas que van a seguir habitando y conservando la Serra do Xistral y otras zonas de la Red Natural 2000 en Galicia”, aseguran.
El ‘Informe Layman’, que pasa revista al proyecto ‘LIFE in Common Land’, plantea un último reto: implementar nuevas herramientas de gestión y restauración de hábitats que impliquen a la población local
LIFE in Common Land realizó también acciones de mejora y restauración de hábitats. Los técnicos del proyecto destacan con orgullo su actuación estrella: la eliminación de pinares para la restauración de turberas de cobertor. “Lo importante es hacer ver a los ganaderos que trabajan en estos montes que restaurando hábitats ganamos todos”, asegura el equipo de investigadores, que recurrió a técnicas tradicionales para la saca de madera, usando animales de tiro. "Los hábitats sensibles de las turberas tienen la propiedad de capturar el carbono que se libera a la atmósfera, pero actualmente se encuentran en riesgo”, concluye el Informe Layman, que propone “implementar nuevas herramientas de gestión, legislativas y proyectos de restauración” para proteger estos ecosistemas.

Píccolo Rancho SA: La empresa que posee 5.000 hectáreas de tierra en Galicia y 2.000 en Asturias

Aladino Barros Doporto es pianista de profesión, pero lleva 40 años comprando fincas rústicas por toda Galicia. Fue a raíz de su faceta musical como entró en contacto con el Grupo Alba, que opera en varios sectores, entre ellos el de la venta de instrumentos musicales, con una tienda en Pontevedra, o el de la compraventa de fincas rústicas en España y Sudamérica a través de Píccolo Rancho SA. "Yo llevo la zona de Galicia y Asturias y me exigen comprar 150 hectáreas de tierra al año en Galicia y 50 hectáreas en Asturias", explica Aladino sobre el modo de funcionamiento de este grupo de inversores canario nacido en los años 40 y extendido hoy a varios países con distintas ramas de negocio. Tienen oficinas en Madrid, Barcelona y Sevilla y compran en España y en países como Argentina, Uruguay o Irlanda a través de representantes zonales. "Nuestra misión es comprar las fincas y firmar las escrituras y contratos", explica Aladino. Compran solamente suelo rústico, tanto tierras como montes. "En núcleo urbano nuestra empresa no quiere nada", aclara.
En núcleo urbano nuestra empresa no quiere nada
El nombre de la compañía vino de Italia, a donde Aladino viajaba con frecuencia por trabajo. "Iba mucho a Italia a la villa de Castelfidalgo, donde las familias hacen acordeones en las casas, y me hospedaba en un hotel muy grande con sala de fiestas que se llamaba Píccolo Rancho. Cuando se montó la empresa se me ocurrió ese nombre", recuerda. Parece una contradicción para la mayor propietaria de tierras de Galicia. Píccolo Rancho SA, la filial del grupo Alba dedicada a la compra venta de fincas, tiene en este momento más de 5.000 hectáreas en propiedad en las 4 provincias gallegas. En la de Lugo donde más, con presencia importante en ayuntamientos como Vilalba, Xermade, Muras, Abadín, O Saviñao, Chantada, Bóveda, O Incio, Mondoñedo o Ribadeo, al igual que en A Coruña destacan As Pontes y As Somozas. "De los 313 ayuntamientos que hay en Galicia tenemos propiedades en 235, solo nos faltan 78", cuenta Aladino.
Poseemos 5.000 hectáreas en Galicia y 2.000 en Asturias
En Asturias también cuentan con unas 2.000 hectáreas en distintos ayuntamientos. Por ejemplo, en Pola de Allande, cerca del límite con Galicia, Píccolo Rancho posee una finca de 800 hectáreas en una sola pieza que comienza en el Puerto del Palo y llega al pueblo. Se llama la Braña de Braniecha y es muy accidentada pero se dedica a pastoreo por parte de los vecinos que tienen ganado en la zona. Fue comprada a una familia de Argentina en el año 1992 y después atravesada por 4 kilómetros de línea eléctrica de alta tensión, una de las de más capacidad de Red Eléctrica Española, que va desde Boimente, en Viveiro, hasta Pesoz, en Asturias, para evacuar hacia Meseta la energía que generan los parques eólicos gallegos. El pago de la expropiación para el paso del tendido eléctrico ayudó a Píccolo Rancho a rentabilizar la inversión hecha en su momento en la adquisición de la finca.  La compañía comenzó a comprar tierras en Galicia en el año 1981. Desde entonces, Aladino recorre la comunidad en busca de fincas rústicas. Con 40 años de experiencia en este ámbito y un sinfín de anécdotas, Aladino conoce a la perfección cómo se mueve el mercado, cuál es la demanda real y cuáles las motivaciones que llevan a los propietarios a vender y que, a pesar del tradicional apego a la tierra de los gallegos, también han ido cambiando con los años. "La gente nos ofrece, no vamos a buscar fincas a casa de nadie" Aladino tocando el piano. Fue miembro del grupo Los Gales de España, con los que recorrió los cinco continentes Píccolo Rancho tiene un método peculiar para comprar las fincas. "La gente nos ofrece, no vamos a buscar fincas a casa de nadie", cuenta Aladino. "Es raro el día que no llama alguien para ofrecernos sus fincas. Cuando más se compra es en las vacaciones de verano, cuando la gente que está fuera viene. Por suerte la gente no vende las fincas porque necesite el dinero, sino porque las tienen abandonadas, y reparten el dinero entre los hijos o los nietos", dice.
Cuando más se compra es en las vacaciones de verano, cuando vuelve la gente que está fuera. No venden las fincas porque necesiten el dinero, sino porque las tienen abandonadas
En la Feria de Agolada, que se celebra los días 12 de cada mes, la empresa tiene un pendello donde antes de la pandemia recibía a propietarios de toda Galicia que querían vender sus fincas. "Ha ido gente hasta de A Cañiza o Ferrol hasta allí", asegura Aladino. El coronavirus frenó el negocio La media de adquisiciones varía mucho de un mes a otro, explica, pueden ser 10 o 15 hectáreas compradas un mes, 5 otro o 20 el siguiente. El pasado 1 de abril Aladino cumplió 40 años dedicado a este negocio. "Mi media de kilómetros mensuales antes de la pandemia era de 20.000 al mes, tenía algún día de pisar las 4 provincias gallegas. Tenemos un turismo y un todoterreno, porque también compramos monte, y a veces tengo que cambiar el aceite antes del mes", indica.
Tenemos más de 200 compras pendientes en este momento por problemas para ir a las notarías a firmar
Las restricciones de movimientos del último año y medio por culpa de la pandemia sanitaria del coronavirus han frenado las compraventas y aumentado el interés por el rural, lo que también incrementa la competencia para las compras. Aun así, se siguen produciendo movimientos. "Tenemos más de 200 personas esperando. Con esto de la covid hay más problemas para ir a la notaría. Solo en Vilalba tenemos 27 escrituras para firmar", dice. Vilalba es uno de los ayuntamientos donde Píccolo Rancho está más presente. "Poseemos 2.400 hectáreas en total en las 29 parroquias del ayuntamiento. Solo en Vilapedre son 1.200 y en Santaballa 400", detalla. Lograr fincas grandes en el país del minifundio Animales en una de las fincas que Píccolo Rancho tiene alquiladas La empresa tiene un baremo con cinco precios distintos que paga en función de la calidad, ubicación y dimensión del terreno. "Tenemos precios por calidad, en los que pagamos un 258% más la primera calidad que la quinta, y luego también por volumen, de menos de 5.000 metros cuadrados, entre 5.000 metros y una hectárea, hasta 5 hectáreas, hasta 25 hectáreas y de más de 25. De menos de 5.000 metros a una hectárea pagamos un 18% más el metro cuadrado y un 258% más en el caso de las de más de 25 hectáreas. Pero en estos 40 años de las miles y miles de fincas que han pasado por mis manos tan sólo 26 tenían más de 25 hectáreas", reconoce Aladino.
La empresa tiene un baremo con cinco precios distintos en función de la calidad, ubicación y dimensión del terreno
El minifundio es más acentuado en la provincia de Pontevedra, donde "son todo cosas pequeñas". Pero el objetivo de Píccolo Rancho es hacer piezas grandes de 80 o 100 hectáreas, porque "una finca de media hectárea solo sirve para plantar huerta. A partir de 25 hectáreas si quieres meter ganado ya puedes hacer algo", Pero se queja de que cuesta mucho trabajo y dinero lograr parcelas grandes. "Sale a precio de oro porque al tener que comprar a tantos propietarios solo en gastos notariales es un dineral", asegura.
Una finca de media hectárea solo sirve para huerta, pero si quieres meter ganado a partir de 25 hectáreas ya puedes hacer algo
Las piezas más grandes con las que cuentan se encuentran en Vilalba, sobre todo en las parroquias de Vilapedre, San Simón y Santaballa; en As Pontes, donde tienen 80 hectáreas juntas; en Muras, donde poseen 90 hectáreas en O Viveiró; o en Ourol, "donde con calma y paciencia podríamos hacernos también con mucho más terreno", dice Aladino. ¿Cómo hacer una pieza de 1.202 hectáreas? La mayor finca privada de Galicia, con 1.200 hectáreas en una pieza, es propiedad de Píccolo Rancho. Está alquilada a una explotación de vacuno de carne en extensivo regentada por un joven, Finca Enxebreza, y se encuentra en la parroquia de Vilapedre, en Vilalba. ¿Cómo se logran juntar 1.200 hectáreas en Galicia? "Esa finca llevó 30 años conseguir hacerla. Hay más de 12.000 firmas y 4.000 escrituras, entre públicas y privadas. Yo he estado en alguna casa hasta las 4 de la mañana. La gente es muy chantajista, si tienen una parcelita en medio se aprovechan. Algún enclave que quedaba en medio lo pagamos cinco veces lo que valía. Hacer una finca de este tamaño se logra permutando mucho y perdiendo para poder juntar parcelas. Después en el 1992 empezó la concentración parcelaria en la parroquia y llevó 20 años hacerla, pero la concentración ya la teníamos hecha nosotros. Allí la concentración nos perjudicó porque nos hizo perder 74 hectáreas. Ahora tenemos 100 parcelas que forman una pieza y 1.202 hectáreas en total", explica Aladino.
La concentración parcelaria nos perjudicó en Vilapedre porque nos hizo perder 74 hectáreas. La concentración ya la teníamos hecha nosotros después de 30 años comprando fincas
Más allá de dilatarse en el tiempo, "las propias concentraciones parcelarias se hacen muy mal", opina desde su experiencia, porque "dan 20 fincas a una misma persona, o fincas en proindiviso a varios herederos, cuando lo lógico sería dar una sola finca por propietario o dos como mucho en un segundo lugar", considera. "En Sarria recuerdo un caso de un paisano que tenía cuatro fincas de concentración de 800 metros cada una en sitios distintos porque lo pidió él así y he visto incluso fincas sin acceso a pesar de ser de concentración parcelaria, o separadas por riachuelos, nosotros tenemos unas 20 parcelas así", se queja. Clientes: desde ganaderos con poca superficie para la PAC a multinacionales madereras Píccolo Rancho adquiere las fincas a particulares y luego las pone de nuevo en el mercado alquilándolas tanto a ganaderos como a grandes empresas madereras. "Para plantar eucaliptos es una fiebre la demanda que hay. Es raro el día que no llama alguien, pero ahora está muy limitado y es complicado", reconoce Aladino. Las parcelas de monte de mayor tamaño están arrendadas a Navigator y a Norfor, esta última peteneciente al grupo Ence.
Para plantar eucaliptos es una fiebre la demanda que hay. Es raro el día que no llama alguien
En el caso de las fincas agrarias, los clientes son fundamentalmente particulares. "Trabajamos mucho alquilando parcelas a ganaderos que no tienen superficie suficiente para declarar en la PAC porque no les llegan sus fincas para las cabezas de ganado que tienen, tenemos muchísima gente de ese tipo", cuenta.
Además de alquilar, la empresa también vende, pero no hay quien compre y eso que se ponen precios muy razonables
Aladino siente predilección por los jóvenes a la hora de escoger arrendatario. "Procuro alquilarles a ellos y ayudarles en todo lo que podemos para que puedan defenderse en el sector y salir adelante. La finca de Vilapedre se la tenemos alquilada a Xabier, que tiene 23 años, la de San Simón la lleva otro joven de 26 años que también tiene vacas de carne, igual que la de O Viveiró", explica.

"El dinero de la Red Natura va para la Xunta, los Concellos y los ecologistas. Los propietarios no ven un duro de eso"

Galicia cuenta actualmente con 59 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y 16 Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA), que ocupan una superficie total de 389.565,9 hectáreas. Parte de esos terrenos, que constituyen la Red Natura, tienen usos agrarios o forestales que están condicionados por la normativa ambiental. Aladino es muy crítico con la gestión que se hace por parte de la Administración y Píccolo Rancho incluso demandó a la Xunta por las pérdidas que le habría provocado la declaración de Red Natura en sus propiedades, pero en julio del 2019 una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia echó por tierra sus pretensiones. Reclamaban una indemnización de 15,6 millones de euros por los perjuicios sufridos por la inclusión de sus fincas en el listado europeo de áreas protegidas con distintas figuras de protección ambiental, lo que lleva aparejada una merma del valor de los terrenos ante las limitaciones a las actividades permitidas, que afectan por ejemplo a la explotación de ganado en el monte por impedir determinadas prácticas de renovación y mejora de praderas que provocan una merma de la carga ganadera.
Píccolo Rancho pidió una indemnización de 15,6 millones por las pérdidas que le habría provocado la inclusión de sus propiedades en la Red Natura pero en julio del 2019 una sentencia del TSXG echó por tierra sus pretensiones
La empresa reclamó esta indemnización en primer término por la vía administrativa, pero acabó acudiendo a los tribunales tras la negativa del Gobierno gallego a atender sus demandas. En concreto, Píccolo Rancho alegaba que la inclusión en Red Natura de sus propiedades en el ayuntamiento de Muras impedía o restringía actuaciones como los movimientos de tierra para la renovación de praderas o cultivo de cereales, los arrendamientos para la explotación extensiva o intensiva de ganado, así como las plantaciones de eucalipto y las talas de madera. Sin embargo, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia repite los mismos argumentos con los que ya que en el mes de febrero de ese mismo año desestimaba también la solicitud de 370.000 euros de un vecino de Muras con 23 parcelas incluidas en Red Natura. El TSXG no considera probado el daño ni veía cambios a nivel de protección legal con la entrada en vigor del Plan Director: "Cabe deducir que la entrada en vigor del Plan Director de la Red Natura 2000 no supuso ninguna limitación específica y exclusiva para el aprovechamiento de las parcelas propiedad de la empresa reclamante que no hubiesen estado ya contempladas en la legislación vigente con anterioridad", indica la Sala del Contencioso del TSXG en su sentencia. Esperando por la respuesta del Tribunal Supremo Pero Píccolo Rancho no se da por vencida. "Es vergonzoso, hicieron un corta-pega en la sentencia y se ha recurrido en Madrid y estamos esperando la respuesta del Supremo y sino iremos a Europa. La nuestra es una empresa que no se mete con nadie pero que tampoco se deja pisar", avanza Aladino.
La Red Natura constituye un verdadero lastre para el desarrollo económico y social de la zona rural de España y principalmente de Galicia
"La Red Natura constituye un verdadero lastre para el desarrollo económico y social de la zona rural de España y principalmente de Galicia, cada vez más despoblada y falta de oportunidades para los jóvenes, siendo una de las causas que contribuyen a esto las restricciones, limitaciones y prohibiciones que supone la Red Natura y que van en aumento, sin que los gobiernos de las comunidades autónomas dispongan de partidas presupuestarias para compensar e indemnizar a los titulares de derechos previamente consolidados. A una propiedad privada no se le puede meter una carga sin pagar el justiprecio correspondiente. La Administración está cobrando de la UE un dinero por fincas que no son de ella, no se pueden meter las fincas de los propietarios privados sin contar con ellos. El dinero va para la Xunta, los Ayuntamientos y los ecologistas y los propietarios no ven un duro de eso, y aún por encima los acribillan con sanciones por todo. Avasallan a la gente", considera. Ampliación pendiente de la Red Natura La Red Natura 2000 fue establecida por la Comisión Europea el 21 de mayo de 1992 con la aprobación y publicación de la Directiva Hábitat (DC 92/43/CEE) y representa en la actualidad más del 18% de la superficie terrestre de la UE (en el caso de Galicia, el 11,74% de la superficie de la comunidad está considerada LIC), estando configurada en la mayor parte de los casos por propiedades privadas. A comienzos del año pasado la Agencia Europea de Medio Ambiente publicaba su informe con los resultados sobre el tercer periodo de evaluación de la Red Natura, en el que España salía mal parada como uno de los Estados donde más biodiversidad se sigue perdiendo a pesar de ser uno de los países miembros con mayores valores en este sentido. En cuanto a la situación de Galicia, ninguno de los hábitats identificados como prioritarios están en un estado de conservación favorable, según la Comisión Europea, que urge además la ampliación de los espacios con protección ambiental.
Píccolo Rancho alegó contra el Plan Director de la Red Natura, aprobado por la Xunta en el 2014, donde se definían los usos autorizables, permitidos y prohibidos en estos espacios
Sin embargo, el Gobierno gallego no ha ampliado aún a día de hoy la superficie protegida (incumpliendo las reiteradas demandas de la Comisión Europea en este sentido) y desde Píccolo Rancho se arrogan ese logro. "Logramos paralizar la ampliación de la Red Natura prevista. En Santaballa metían toda la finca, casas incluidas, es un despropósito", dice Aladino. "En el 2014 publicaron en el DOG el Decreto 37/2014, de 27 de marzo , por el que se declaran zonas especiales de conservación los lugares de importancia comunitaria de Galicia y se aprueba el Plan Director de la Red Natura 2000 en Galicia, pero el plazo para delimitarla vencía en el 2007 y ellos no pusieron las estacas hasta el 2010. Engañaron a Europa y van a tener que devolver dinero a Bruselas", asegura.

“Nos jugamos el futuro de la ganadería extensiva en la reforma de la PAC”

Las vacas de José Luis Rodríguez, un rebaño de 70 animales cruzados, viven todo el año en el monte vecinal de Quéguas (Entrimo, Ourense), donde pacen principalmente brezos y pastos arbustivos. Es un ecosistema de ganadería extensiva por excelencia, pues en las laderas de Quéguas, en la Serra do Xurés, los prados son una anécdota que apenas rodean unos metros las casas de la aldea. El resto son pinos, tojeras y matorral, que prestan alimento y refugio al ganado. Los animales campean a sus anchas por la montaña, donde se encargan del control del combustible forestal tanto en los altos de la Sierra, a más de mil metros de altitud, como en las laderas que descienden hacia Quéguas, donde dejan el monte limpio por debajo de pinos y retamas. José Luis reivindica la función que prestan sus vacas en la prevención de incendios. "Somos una de las pocas zonas de Entrimo donde no ardió en los últimos años", repasa el ganadero, que aboga por mayores apoyos para la ganadería extensiva. Los animales mantienen el monte limpio bajo el arbolado. "Cuando fue la anterior reforma de la PAC, pusieron el coeficiente de pastos arbustivos (Cap), que fue muy perjudicial. Recuerdo que vinieron a ver el monte los técnicos del Fogga y les pregunté que les había parecido. Me dijeron que teníamos el monte bien, pero después nos pusieron un coeficiente del 25%". recuerda José Luis. Ese coeficiente del 25% se traduce en que cada cuatro hectáreas que gestiona la ganadería sólo cuenta como una hectárea a efectos de las ayudas europeas. Para tener 80 hectáreas inscritas, José Luis maneja más de 300 hectáreas del monte vecinal. El cambio del coeficiente arbustivo de pastos le supuso también la pérdida de las ayudas agroambientales, una paradoja si se tiene en cuenta que su ganado, enclavado en pleno corazón del Parque Natural del Xurés. es un tradicional gestor del ecosistema de montaña. "Nuestro monte lo que más tiene es brezo, pasto arbustivo, que es lo que comen los animales, pero para el coeficiente de pastos descuenta. La Administración lo que quiere es ver el monte todo limpio, pero eso en el monte no puede ser. Hierba puede haberla dos meses en el año, en mayo y junio, así que si estuviese el monte todo limpio, morirían las vacas de hambre", concluye el ganadero. Para mejorar el hábitat del ganado, una posibilidad pasaría por la creación de pastizales en el monte. Hay zonas aptas para ellos, pero en los últimos años no se ha apoyado ningún pastizal en el Xurés. "Lo lógico sería que no se dejase que los montes quedaran abandonados, que se apoye la creación de pastizales o que se obligue a los propietarios a tener cuenta de sus propiedades", valora el productor. Ganado en el monte. Incógnitas Escarmentados tras la última reforma de la PAC, José Luis y el resto de productores de la Sierra temen que la ganadería extensiva vuelva a salir perjudicada en la próxima reforma de la Política Agraria Común, que se acabará de negociar en Europa este otoño - invierno. "O tiramos para adelante o se acabó. Si vuelven a recortar en el coeficiente de pastos o si aumentan las exigencias de carga ganadera, allá vamos todos", valora el productor. El pago básico de la PAC exige que las ganaderías tengan una carga ganadera mínima de 0,2 unidades de ganado mayor (UGM) por hectárea, pero en zonas con limitaciones naturales, esa carga mínima se subió a 0,7 UGMs por hectárea, lo que perjudica a la ganadería extensiva, que se alimenta de pastos arbustivos y que precisa de amplias superficies. Manejo La alimentación del ganado a base de pastoreo en el monte se complementa, en el caso de José Luis, con paja comprada y tacos. "Normalmente, a las vacas paridas les doy tacos y paja, y al resto sólo tacos. En invierno, en épocas duras, también les aporto paja y tacos a todas, pero en general los animales pueden encontrar alimento y agua en el monte todo el año, por lo que no es preciso", valora. Las vacas permanecen en la montaña día y noche, pero están acostumbradas a bajar a la mañana a la nave de los becerros, donde les dan de mamar y donde reciben después la ración de complemento. A la noche, las vacas paridas suelen volver a bajar y el resto queda en el monte, hasta la mañana siguiente. Ganado en uno de los cobertizos a primera hora de la mañana. Los que no salen nunca de las naves son los becerros, puesto que el monte carece de cierres, lo que dificulta la gestión del ganado, y a mayores está el peligro del lobo. "En general no tenemos problemas con el lobo. Algún invierno pueden matar una vaca débil, porque los lobos saben buscar la forma, pero si te das cuenta rápido y avisas, lo normal es que te indemnicen", reconoce José Luis. Los partos son también en el establo, una cuestión sobre la que José Luis lleva cuidado, pues en ocasiones los animales le dan problemas. "El anterior toro que tenía me daba más complicaciones. Ahora compré un toro más pequeño, charolés, que me está yendo mejor", valora. Los becerros maman de las vacas por lo menos hasta los 7 meses y se ceban los últimos meses, hasta los 10. La mayoría se marca en Ternera Gallega Suprema, salvo algún caso que, por motivos excepcionales, quede como Ternera Gallega. "Si no marcas los animales en la Indicación Geográfica, prácticamente en esta zona quedan sin valor", señala José Luis. La pandemia tiró además con los precios, que por el momento no se recuperaron lo necesario. La parte buena para la granja es que antes de que comenzara la crisis firmó un contrato con Nova Frigsa, lo que le permite tener salida garantizada para todo el ganado.
José Luis Rodríguez con su hijo Aarón.

Una ganadería que se recuperó de uno vacío sanitario

José Luis Rodríguez se incorporó a la ganadería familiar a partir del 2004, cogiendo el relevo de su padre, que hasta entonces había tenido cachenas en el monte. Él se decidió en cambio por ganado cruzado de rubia gallega, charolesa y otras razas cárnicas, pues eran animales en los que veía más posibilidades de rentabilidad, al margen de subvenciones. Al incorporarse, José Luis habilitó en la parte baja del monte unas instalaciones compuestas de una nave y de dos cobertizos, uno para los becerros de cebo y otro para echarle los becerros a las vacas. "En instalaciones no es necesario gastar mucho", valora. "La inversión que sí veo necesario es en cierres. Me gustaría hacer por lo menos un cierre en el alto, en la frontera con Portugal, porque el año pasado se me fueron 25 animales para el otro lado y fue un lío dar con ellos y hacerlos regresar", recuerda el productor. En el tiempo que lleva con la ganadería, el peor revés le llegó en el 2013, cuando tuvo que hacer un vacío sanitario a causa de la tuberculosis, lo que supuso la eliminación de 120 animales. Era el mes de junio y en septiembre José Luis bajó a Badajoz para reponer el ganado, decantándose nuevamente por animales cruzados de charolés y limusín. Desde aquella, no volvió a tener ningún problema con el saneamiento ganadero, pero comenzar de cero por segunda vez no fue fácil. La diferencia entre Badajoz y el Xurés fue complicada de asimilar en un principio para el ganado. "Llegaron en otoño y les costó adaptarse. En enero y febrero, en Extremadura los animales comen en el monte lo que quieren y aquí el invierno es de poco alimento en la montaña, hasta abril o mayo", explica. Ahora ya tiene más vacas de recría propia que de las que trajo de Extremadura. Son animales que se adaptan ya mejor a la Sierra y la ganadería comienza a avanzar en la selección genética. "Una ganadería comienzas a tenerla asentada al cabo de unos años. De los animales que traje, hubo que quitar ganado bravo, otras vacas que no parían... Hay mucho trabajo detrás. De seleccionar no acabas nunca", concluye José Luis, uno de los productores que mantiene viva la tradicional ganadería extensiva del Xurés.

Cuatro de cada diez euros de la nueva PAC llegarán a las granjas por aspectos medioambientales

El uso de abonos químicos estará más limitado en los próximos años, igual que los antibióticos y los pesticidas Los alimentos europeos, además de ser seguros, nutritivos y de alta calidad, deberán producirse con un impacto mínimo sobre la naturaleza. Será una exigencia que agricultores y ganaderos tendrán que cumplir si quieren seguir recibiendo fondos de la UE a través de la PAC. Más allá de la constante amenaza de reducción de fondos para agricultura en el próximo marco presupuesto de la UE, la Política Agrícola Común para el nuevo periodo 2021-2027 estará muy condicionada por la aprobación del Pacto Verde europeo y las Estrategias De la granja a la mesa y de Biodiversidad para 2030 presentadas por la Comisión Europea el pasado 20 de mayo. Hasta el punto de que 4 de cada 10 euros de la nueva PAC deberán contribuir a los objetivos medioambientales establecidos en estos documentos, lo que obligará a las explotaciones a modificar prácticas y estrategias actuales de funcionamiento para mantener las ayudas. "La propuesta de reforma de la PAC de la Comisión es compatible con el Pacto Verde y sus Estrategias asociadas de Biodiversidad y De la granja a la mesa. La PAC tiene potencial para acomodarse a las ambiciones del Pacto Verde", avanza la Comisión en un documento de trabajo que vincula la reforma de la PAC y el Pacto Verde. "Está claro que la transición hacia una agricultura y ganadería más sostenibles debe estar respaldada por una PAC que se centre en el Pacto Verde. La nueva PAC, que la Comisión propuso en junio de 2018, tiene como objetivo ayudar a los agricultores a mejorar su desempeño ambiental y climático a través de un modelo más orientado a lograr mejores estándares ambientales obligatorios, nuevas medidas voluntarias y un mayor enfoque sobre inversiones en tecnologías y prácticas verdes y digitales", añade.
La Comisión Europea destaca que los subsidios de la PAC representan el 57% de los ingresos agrícolas netos en la UE
La Comisión Europea destaca que los subsidios de la PAC representan actualmente el 57% de los ingresos agrícolas netos en la UE y defiende el cambio de prioridades: "Se necesitarán inversiones para fomentar la innovación y crear sistemas alimentarios sostenibles. La PAC también debe facilitar cada vez más el apoyo a las inversiones para mejorar la resiliencia y acelerar la transformación verde y digital de las granjas", argumenta el Ejecutivo europeo en el propio documento que incluye las 27 medidas de la Estrategia De la granja a la mesa a aplicar entre 2020 y 2030. Las disposiciones clave de la propuesta de la Comisión, que deben mantenerse en la legislación final de la PAC según lo acordado por el Consejo y el Parlamento Europeo, incluyen:
  • un principio de "no retroceso" que obliga a los Estados miembros en sus planes estratégicos de la PAC a mostrar una mayor ambición que en la actualidad con respecto a los objetivos relacionados con el medio ambiente y el clima
  • un ambicioso sistema de condicionalidad que mantenga estándares clave (en particular para la rotación de cultivos, la cobertura del suelo, el mantenimiento de pastizales permanentes, tierras agrícolas dedicadas a áreas o características no productivas)
  • esquemas ecológicos obligatorios para los Estados
  • gasto mínimo limitado para eco-esquemas e indicaciones adicionales sobre prácticas agrícolas que podrían ser apoyadas por eco-esquemas
  • integración de elementos relevantes de la legislación sobre bienestar animal y resistencia a los antimicrobianos en la PAC
  • gastos de protección ambiental para el medio ambiente y el clima del 30% del presupuesto de desarrollo rural para cada Plan Estratégico de la PAC, excluyendo pagos para áreas con limitaciones naturales, así como la protección de las intervenciones sectoriales
  • requisitos de recopilación de datos y enfoques de datos comunes entre políticas
  • disposiciones para mejorar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos
Mayor poder de decisión de los Estados La Estrategia De la granja a la mesa carece de financiación específica, por lo que la Política Agrícola Común (PAC) seguirá siendo la herramienta clave para apoyar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, acompañando esta transformación de los agricultores y ganaderos con la focalización de los fondos agrícolas hacia soluciones innovadoras y prácticas de producción sostenibles. "Es un error seguir invirtiendo dinero en la economía del siglo XX, los fondos deben ir destinados a digitalización y economía verde y circular. La PAC debe facilitar cada vez más el apoyo a la inversión para acelerar la transformación ecológica y digital de las explotaciones agrícolas", asegura Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde.
Es un error seguir invirtiendo dinero en la economía del siglo XX, los fondos deben ir destinados a digitalización y economía verde y circular (Frans Timmermans)
Una de las modificaciones en la distribución de ayudas que propone Bruselas coincide con las demandas históricas del sector agroganadero gallego, al que beneficiaría el cambio de criterio de reparto de ser confirmado por el Goberno de España en su Plan Estratégico de distribución de fondos: "El requisito de mejorar la eficiencia y la efectividad de los pagos directos al limitar y orientar mejor el apoyo a los ingresos de los agricultores que cumplen con la ambición ecológica, en lugar de a las entidades y empresas meramente propietarias de tierras agrícolas, sigue siendo un elemento esencial de la futura PAC. La capacidad de los Estados Miembros para garantizar esto debe establecerse en los Planes Estratégicos", defiende la Comisión Europea. En este sentido, el Ejecutivo comunitario hará recomendaciones a cada Estado miembro sobre los nueve objetivos específicos de la PAC, antes de que presenten formalmente sus proyectos de Planes Estratégicos. "La Comisión prestará especial atención a la consecución de los objetivos del Pacto Verde y los derivados de la Estrategia De la granja a la mesa y la Estrategia de Biodiversidad para 2030 solicitando a los Estados miembros que establezcan valores nacionales explícitos para esos objetivos, teniendo en cuenta su situación específica. Sobre la base de estos valores, los Estados miembros identificarán las medidas necesarias en sus Planes Estratégicos de la PAC", avanza Bruselas. Aunque es la Comisión la que fijará las prioridades, una de las novedades de la nueva PAC es precisamente el mayor poder de decisión que otorga a los distintos Estados miembros de la UE a la hora de establecer los criterios para el reparto de los fondos, aunque posteriormente las Autoridades comunitarias monitorizarán los resultados y el impacto real de esos fondos para el cumplimiento de los objetivos marcados en el Pacto Verde.

Ecologizar la PAC

"La PAC seguirá siendo un instrumento clave para apoyar a los agricultores en la transición hacia un sistema alimentario sostenible", avanzan desde Bruselas. La propuesta de reforma de la PAC de 2018 ya se centra en la sostenibilidad y vincula estrechamente el apoyo de la PAC a la legislación en materia de medio ambiente, clima e inocuidad de los alimentos. Los Estados miembros deberán utilizar un nuevo medio de financiación del medio ambiente y el clima (“esquemas ecológicos”) a partir de los pagos directos de la PAC, para alentar a los agricultores a adoptar o mantener prácticas que beneficien el medio ambiente y el clima de acuerdo con el Pacto Verde. Esta nueva posibilidad de pagos anuales en lugar de plurianuales (como los compromisos agroambientales y climáticos en vigor en el periodo 2014-2020 bajo los Programas de Desarrollo Rural) "los hará particularmente atractivo para ciertos agricultores", argumenta la Comisión Europea.
Los Estados deberán reservar una parte de los pagos directos para los llamados eco-esquemas, a los que los agricultores y ganaderos podrán acogerse voluntariamente
Estos esco-esquemas, también llamados "regímenes ecológicos", ofrecerán una importante fuente de financiación para impulsar las prácticas sostenibles, como la agricultura de precisión, la agroecología (incluida la agricultura ecológica), la creación de elementos paisajísticos, la captura de carbono en suelos agrícolas y la agrosilvicultura. La diversificación y rotación de cultivos, el mantenimiento de pastizales permanentes y la conservación de zonas agrícolas de valor ecológico son algunas de las prácticas que la Comisión Europea pone como ejemplos en un documento publicado a finales de 2019. Las normas obligatorias dentro del sistema de condicionalidad propuesto establecería una línea de base para hacer que la agricultura sea más sostenible. Las obligaciones clave incluirían (entre otras) aquellas relacionadas con la rotación de cultivos, la protección del suelo, el mantenimiento de pastizales permanentes, la protección de humedales y turberas, las directivas sobre Red Natura 2000 y la necesidad de proteger las características del paisaje existentes o dedicar un área en cada granja a características "no productivas" .
Las compensaciones por zonas desfavorecidas no computarán directamente como fondos para mejorar el medio ambiente y se evitarán las inversiones en sistemas de riego
"La Comisión apoyará la introducción de un presupuesto mínimo compartimentado para estos regímenes ecológicos", avanza, para asegurar que los Estados miembros cuentan con los recursos necesarios en sus Planes Estratégicos para fomentar estas prácticas y formulará recomendaciones en este sentido relativas a los nueve objetivos específicos de la PAC para cada uno de los Estados miembros antes de que presenten oficialmente sus respectivos proyectos de Plan Estratégico (el análisis relativo a España data del pasado mes de septiembre).
Habrá un sistema para rastrear el gasto en los planes de la PAC relacionados únicamente con los objetivos del cambio climático, excluidos otros objetivos ambientales
Asimismo, al menos el 30% del presupuesto de desarrollo rural dentro del segundo pilar de la PAC deberá destinarse a actividades de mayor valor directo para el medio ambiente y el clima, excluyendo la compensación por áreas agrícolas con desventajas naturales ("pago por áreas que enfrentan limitaciones naturales"), ya que, argumenta el Ejecutivo comunitario, "el vínculo de este apoyo con los beneficios ambientales y climáticos no es directo". La propuesta de la Comisión también incluye, por ejemplo, elementos para evitar el apoyo a las inversiones que podrían ser perjudiciales para el medio ambiente (por ejemplo, "las inversiones en riego no son coherentes con los objetivos de la Directiva Marco del Agua", dice). Producir alimentos sanos con una agricultura más sostenible Las dos patas fundamentales de la Estrategia De la granja a la mesa en lo que se refiere a la transformación de la producción agrícola y ganadera de la Unión Europea son la reducción a la mitad en la próxima década del uso de antibióticos y pesticidas, así como un 20% el uso de fertilizantes químicos al tiempo que se multiplica por tres la superficie actual destinada a agricultura ecológica hasta alcanzar en 2030 el 25% de la superficie agraria total. La Comisión desarrollará junto con los Estados miembros un plan de acción de gestión integrada de nutrientes para disminuir en un 50% las pérdidas de nutrientes de los suelos agrícolas, garantizando que no se deteriore su fertilidad, lo que permitiría reducir en al menos un 20% el uso de fertilizantes y prevenir la contaminación por su uso excesivo, aplicando plenamente la legislación vigente sobre contaminación por nutrientes (nitratos y fosfatos), además de fomentar el reciclado de nutrientes procedentes de distintas formas de residuos orgánicos como fertilizantes.
Será necesario disminuir en un 50% las pérdidas de fertilidad del suelo y fomentar el uso de fertilizantes orgánicos evitando la contaminación por nitratos y fosfatos
Para alcanzar el objetivo de triplicar el peso de la agricultura ecológica en la UE, es fundamental fomentar la demanda. Además de las medidas incluidas en la PAC, la Comisión presentará un plan de acción sobre agricultura ecológica. Esto ayudará a los Estados miembros a estimular tanto la oferta como la demanda de productos ecológicos y garantizar la confianza de los consumidores mediante campañas de promoción y gracias a la contratación pública ecológica en la compra de alimentos o contratos de subministro para organismos e instituciones públicas como colegios u hospitales, así como la posibilidad de establecer tasas impositivas diferentes más bajas para los productos ecológicos.
La Comisión presentará un plan de acción sobre agricultura ecológica que incluirá la posibilidad de establecer tasas impositivas más bajas para los productos ecológicos
Además, con el fin de mejorar la resiliencia de los sistemas alimentarios regionales y locales, la Comisión, con la intención de crear cadenas de suministro más cortas, apoyará la reducción de la dependencia del transporte de larga distancia (aproximadamente 1.300 millones de toneladas de productos agrícolas, forestales y pesqueros primarios fueron transportados por carretera en 2017 dentro de la UE, según los datos de Eurostat).

Cultivar carbono

Esta nueva estrategia de la UE tiene por objeto recompensar a los agricultores y otros operadores de la cadena alimentaria que ya hayan superado la transición hacia prácticas sostenibles, facilitar la transición para los demás y crear oportunidades adicionales. "Un ejemplo de nuevo modelo de negocio ecológico es la captura de carbono por agricultores y silvicultores. Las prácticas agrícolas que eliminan el CO2 de la atmósfera contribuyen al objetivo de neutralidad climática y deben ser recompensadas, ya sea mediante la Política Agrícola Común o con otras iniciativas públicas o privadas (mercado del carbono)", propone la Comisión.
Bruselas propone extender el mercado del carbono a la agricultura para hacer de la captura de carbono un nuevo modelo de negocio agrícola
"Disponer de unas reglas de certificación sólidas sobre el secuestro de carbono en la agricultura y la silvicultura son el primer paso para permitir pagos a los agricultores y silvicultores por esas prácticas. Los Estados miembros podrían utilizar estas normas para diseñar pagos de la PAC basados en el carbono secuestrado. Además, las empresas privadas también podrían estar interesadas en comprar dichos certificados para apoyar la acción climática, proporcionando así un incentivo adicional (además de los pagos de la PAC) a los agricultores y selvicultores para el secuestro de carbono", argumenta el Ejecutivo comunitario.
Las prácticas agrícolas de agricultores y silvicultores que eliminan el CO2 de la atmósfera podrán ser recompensadas a través de la PAC
La Comisión Europea sostiene que "la economía circular de base biológica sigue siendo un potencial en gran medida sin explotar para los agricultores. Por ejemplo, las refinerías biológicas avanzadas que producen biofertilizantes o biogás a partir de residuos. Las granjas y los graneros son también a menudo perfectos para colocar paneles de energía solar y los agricultores deben aprovechar las oportunidades para reducir las emisiones de metano del ganado desarrollando la producción de energía renovable e invirtiendo en digestores anaeróbicos para la producción de biogás a partir de residuos agrícolas y ganaderos, como el estiércol. Y estas inversiones deben ser priorizadas en los Planes Estratégicos de la futura PAC", ejemplifica Bruselas. Monitorizar la huella ecológica de las explotaciones La toma de datos también será una nueva condición para el trabajo de las explotaciones en los próximos años. En la propuesta de revisión de la PAC más allá de 2020 se incluye la obligatoriedad de monitorizar a las explotaciones desde el punto de vista medioambiental, cuantificando su huella de carbono, uso de la tierra o utilización de nutrientes, insecticidas, herbicidas y antibióticos. Estos indicadores de sostenibilidad personalizados de las explotaciones permitirán hacer un seguimiento y analizar su evolución en comparación con los promedios regionales y nacionales, ofreciéndose además a los agricultores y ganaderos servizos de asesoramiento personalizados y apoyo a iniciativas y prácticas que permitan, por ejemplo, la captura de carbono por parte de las explotaciones.
La propuesta de revisión de la PAC más allá de 2020 incluye la obligatoriedad de monitorizar a las explotaciones desde el punto de vista medioambiental
Para luchar contra los efectos del exceso de fertilización (sobre todo de nitrógeno y fósforo), la Comisión trabajará asimismo con los Estados miembros para ampliar la aplicación de técnicas precisas de fertilización y prácticas agrícolas sostenibles, especialmente en las zonas críticas de la ganadería intensiva, así como en el reciclaje de residuos orgánicos en fertilizantes renovables. Esto se realizará también mediante medidas que los Estados miembros deberán incluir en sus planes estratégicos de la PAC. Del mismo modo, se revisará la Directiva sobre el uso sostenible de plaguicidas impulsando la gestión integrada de plagas (GIP) y promoviendo un mayor uso de formas alternativas seguras de proteger las cosechas de plagas y enfermedades, fomentando el uso de técnicas de control alternativas, como la rotación de cultivos y o la roturación mecánica de las malas hierbas, que pasarán a ser algunas de las herramientas principales para reducir el uso y la dependencia de pesticidas químicos en general, y el uso de aquellos pesticidas más peligrosos en particular . "Las prácticas agrícolas que reducen el uso de pesticidas a través de la PAC serán de suma importancia y los Planes Estratégicos deben reflejar esta transición y promover el acceso al asesoramiento", indica la Comisión Europea, que avanza que facilitará "la comercialización de plaguicidas que contienen sustancias biológicas activas" en sustitución de productos en entredicho en la actualidad como el glifosato y propondrá cambios en el Reglamento de 2009 sobre estadísticas de plaguicidas para superar la actual falta de datos.

Internet rápida en todas las zonas rurales dentro de cinco años para permitir la digitalización de las granjas

Dentro de la Estrategia De la granja a la mesa también se incluye el objetivo de que todas las zonas rurales tengan acceso a internet de banda ancha rápida para 2025, a fin de permitir la innovación digital. "Los servicios de asesoramiento agrícola de la PAC y la red de datos de sostenibilidad de la granja serán fundamentales para ayudar a los agricultores en la transición", asegura el Ejecutivo comunitario. Pero para eso, admite, "todos los agricultores y todas las áreas rurales necesitan estar conectados a internet rápido y fiable, que es un facilitador clave para empleos, negocios e inversiones en áreas rurales, así como para mejorar la calidad de vida en estas zonas". "El acceso a Internet de banda ancha rápida también permitirá incorporar la agricultura de precisión y el uso de inteligencia artificial, lo que, en última instancia, reducirá los costes para los agricultores, mejorará el manejo del suelo y la calidad del agua, y reducirá el uso de fertilizantes, pesticidas y emisiones", afirma la Comisión Europea, que se marca como objetivo "acelerar el despliegue de Internet de banda ancha rápida en las zonas rurales para lograr el objetivo del 100% de acceso para 2025".
La Comisión Europea pretende que en 2025 el 100% de las zonas rurales de la UE dispongan de internet de banda ancha
La transferencia de conocimiento será esencial, asegura la Comisión Europea. Por eso, con cargo al programa Horizon Europe se invertirán 10.000 millones de euros en investigación e innovación relacionada con alimentos, bioeconomía, recursos naturales, agricultura, pesca, acuicultura y medio ambiente, así como en el uso de tecnologías digitales y soluciones basadas en la naturaleza para el sector agroalimentario. "La investigación y la innovación (I+i) son motores fundamentales para agilizar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y saludables", justifica el Ejecutivo comunitario.
Más información: 

Agilizadas las autorizaciones de tala de madera al lado de ríos, carreteras autonómicas y en Red Natura

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la orden del 25 de marzo de 2020, conjunta entre las consellerías de Medio Rural, de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda y de Infraestructuras y Movilidad, por la que se aprueban los nuevos pliegos de condiciones a los que habrán de someterse los aprovechamientos madereros de una serie de especies maderabeles (pinos, eucaliptos y acacias) en terrenos sujetos a algún régimen de protección o afectados por legislación de protección del dominio público (zonas de protección de carreteras autonómicas, policía de lechos de ríos y riachuelos de competencia gallega y de conservación del patrimonio natural). Así, la aprobación de los citados pliegos permitirá sustituir la exigencia de autorización administrativa por una declaración responsable de la persona interesada en la tala, comprometiéndose al cumplimiento de los requisitos específicos contemplados para las talas en cada uno de estos espacios, eliminando así la necesidad de obtener informe previo del órgano sectorial competente. 15.000 solicitudes De este modo, se amplían los supuestos de declaración responsable, por lo que la Xunta estima que permitirá la presentación de 15.000 declaraciones responsables que antes debían tramitarse como autorización. El objetivo de esta medida es minimizar las gestiones administrativas y que el declarante quede facultado para realizar el aprovechamiento desde el momento de la presentación de esta declaración responsable, sin más trámites. Hasta ahora, la Ley de montes de Galicia, tras la modificación operada a través de la Ley de fomento de la implantación de iniciativas empresariales en Galicia, regulaba la autorización única para la realización de aprovechamientos madereros en terrenos con algún régimen de protección o afectados por legislación de protección del dominio público. Así, la Consellería de Medio Rural tenía que conceder esta autorización tras el informe preceptivo de los órganos u organismos sectoriales, lo que dilataba el proceso en el tiempo. "A través de la publicación de esta orden se agilizará de forma sustancial el proceso de aprovechamientos madereros en estas zonas", asegura la Xunta. Un año de plazo para hacer las talas Las especies afectadas por esta previsión son: el eucalipto (Eucalyptus spp), el pino gallego o del país (Pinus pinaster), el pino de Monterrei (Pinus radiata), el pino de Oregón (Pseudotsuga menziesii) y la acacia negra (Acacia melanoxylon), respetando las peculiaridades establecidas en cada caso. Cabe señalar que el pino del país y el eucalipto son las especies más cortadas en Galicia. Además, esta orden contempla también los condicionantes -en lo tocante a las distancias de plantación recogidas en la Ley de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia- que han de cumplir las talas de las especies señaladas en zonas de protección de carreteras (autonómicas), policía de lechos (Augas de Galicia) y de conservación del patrimonio natural. Los aprovechamientos previstos en la orden publicada hoy en el DOG están supeditados a la presentación de la correspondiente declaración responsable en la sede electrónica de la Xunta de Galicia según el modelo MR604Hy el aprovechamiento se realizará en el plazo máximo de un año desde la presentación de esta declaración. La tala de la madera se llevará a cabo sin abandonar ningún tipo de material que pueda resultar tóxico para las aguas, la flora o la fauna acuática y terrestre, como por ejemplo plásticos, aceites, recambios usados, etc. Se excluyen montes de más de 15 hectáreas sin plan de ordenación En el caso de superficies de aprovechamiento superiores a 15 hectáreas, los propietarios tendrán que solicitar autorización previa del plan de talas mientras el monte no disponga del instrumento de ordenación o gestión forestal obligatorio. Es el caso de los Montes Veciñais en Man Común que carezcan de plan de ordenación. Una vez obtenida la autorización de este plan ya podrá presentarse la oportuna declaración responsable. Tampoco podrán, en ningún caso, ser objeto de una declaración responsable aquellos usos que requieran la realización de una evaluación ambiental. No afecta al dominio público estatal La orden afecta únicamente a montes al lado de carreteras o ríos de competencia autonómica. En el caso de dominio público competencia del Estado (carreteras nacionales, cuencas hidrográficas que afectan más de una comunidad autónoma -en Galicia los ríos que están dentro de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil o el río Eo-, montes afectados por la Ley de Costas, o espacios afectados por la red ferroviaria), en cuyo caso sigue rigiendo la normativa básica de aplicación y los trámites en vigor hasta ahora para la totalidad de las talas de madera.

Condiciones específicas a cumplir

La orden publicada en el DOG detalla mediante tres anexos los requisitos concretos que habrá que seguir a la hora de realizar los trabajos de tala y extracción de madera en cada uno de los espacios autorizados mediante declaración responsable: Carreteras titularidad de la Xunta: - No se autoriza la tala de árboles en la zona de dominio público de la carretera. - Los trabajos no pondrán en riesgo a seguridad viaria y el solicitante deberá cumplir con las condiciones especiales que se puedan imponer por parte de la Agencia Gallega de Infraestructuras para garantizar la seguridad de la carretera y del tráfico. El aprovechamiento maderero se realizará solo en el caso en que no resulten disminuidas las condiciones de visibilidad o de seguridad en la carretera. - El aprovechamiento se efectuará sin interrumpir ni dificultar el tránsito por las carreteras, tanto de vehículos como de peones, y sin ocupar ninguno de sus elementos (calzada, arcenes, zanjas...) con materiales, medios auxiliares, maquinaria o vehículos. - Los árboles y las ramas deberán cortarse de manera que caigan fuera de la plataforma de la carretera. Las ramas y demás productos de la tala o poda se depositarán fuera de la calzada, de los arcenes, de las cunetas y del resto de la zona de dominio público de la carretera. - Si para la ejecución del aprovechamiento maderero fuera necesario construir un acceso a la carretera autonómica, el propietario del monte o la empresa maderera, deberá solicitar previamente la preceptiva autorización para la realización del acceso al Servicio Provincial de la Agencia Gallega de Infraestructuras de la Consellería de Infraestructuras y Movilidad, empleando el procedimiento IF205D. - No se autoriza la ocupación del dominio público para el almacenamiento de materiales, salvo con la autorización previa del Servicio Provincial de la Agencia Gallega de Infraestructuras de la Consellería de Infraestructuras y Movilidad, tramitada según establece la Ley 8/2013, de 28 de junio , de carreteras de Galicia. - Se adoptarán las precauciones oportunas para que en ningún caso se produzca arrastre de tierra o de cualquier otro material a la plataforma o a las cunetas de la carretera, bien adheridos a las ruedas de los vehículos o maquinaria que participe en el aprovechamiento o bien por cualquier otra causa. - Durante los trabajos, se establecerá la señalización adecuada a las actividades que se van a realizar, de acuerdo con las disposiciones vigentes sobre la materia. Para el cumplimiento de esta condición se puede consultar la Norma 8.3- IC de señalización de obras, aprobada por la Orden ministerial de 31 de agosto de 1987. - Los daños y perjuicios ocasionados a la carretera y a su zona de influencia con motivo de la realización de los trabajos son responsabilidad de las personas que realizan el aprovechamiento, estas quedan obligadas a reponer, por su cuenta, los elementos de la carretera que resulten afectados por la ejecución de los trabajos, restituyéndolos a sus anteriores condiciones de seguridad, funcionalidad y aspecto. Espacios naturales protegidos: - Se excluyen del procedimiento de declaración responsable las ZEPAs (Zonas de Especial Protección de Aves) declaradas en parques naturales, reservas naturales o monumentos naturales, hábitats sensibles como complejos dunares litorales o hábitats turberos y áreas críticas de especies incluidas en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas. Estas zonas excluidas pueden consultarse en el visor de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda. - El aprovechamiento se realizará sobre masas puras de eucaliptos, pinos o masas mixtas de pinos y eucaliptos, pudiendo incluir hasta un máximo del 10% de pies de otras especies mezcladas, siempre que no formen parte de un bosquete, de un seto o tengan un diámetro superior a los 15 cm. En caso de que no se cumplan estas condiciones, se deberá someter la solicitud de tala a autorización. - Se emplearán exclusivamente los caminos de servicio, calles de desembosque o vías de saca existentes en la parcela, sin realizar la apertura de nuevas vías de desembosque temporales o permanentes. - La nueva plantación requerirá autorización preceptiva del Servicio de Conservación de la Naturaleza de la provincia correspondiente. - No se realizarán desbroces o siegas de la vegetación herbácea o de los matorrales salvo que sea necesario para prevenir los riesgos laborales de los operarios que efectúen las talas. - En la zona de actuación no se abandonará ningún tipo de material contaminante o impropio del medio natural (plásticos, aceites, recambios de aceites, etc.) y se adoptarán las precauciones necesarias para que no se produzcan vertidos de lubricantes, combustibles, aceites o grasas de maquinaria durante las labores forestales, especialmente, en las zonas próximas a ríos y canales. La maquinaria se mantendrá en perfecto estado de funcionamiento para evitar fugas de combustible y aceite y minimizar la contaminación acústica y atmosférica, así como los medios adecuados que eviten la producción de chispas por fricción de sus mecanismos. Las operaciones de mantenimiento se realizarán en terrenos llanos estableciendo medidas frente a la contaminación del suelo y de las aguas subterráneas. - Si la persona solicitante detecta la presencia en la zona de actuación de alguna especie incluida en el Catálogo español de especies exóticas invasoras (Real decreto 630/2013, de 2 de agosto , por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras), deberá ponerlo en conocimiento inmediato del Servicio de Conservación de la Naturaleza de la provincia correspondiente. Lechos de ríos y riachuelos: - Abarca la zona de policía (distancia entre 5 y 100 metros al cauce). - Se prohíbe el depósito de restos de la tala o de las podas ni en el lecho del curso fluvial ni en sus zonas de servidumbre. - Se prohíbe utilizar los márgenes o riberas de los lechos, así como la zona de servidumbre como depósito de materiales y parques de maquinaria. - Únicamente se podrá acopiar temporalmente la madera en zona de policía, fuera de la zona inundable, cuando no exista otro lugar para su acumulación. En todo caso, no se podrá acopiar madera de una parcela distinta a la solicitada. - Se prohíbe vadear los ríos o riachuelos con la maquinaria de tala y transporte, excepto que se cuente con la preceptiva autorización de Augas de Galicia. - Se instalarán sistemas de retención de sedimentos como por ejemplo balas de paja, barreras de retención o cualquier otro que garantice que no lleguen arrastres al río o riachuelo. Se podrá emplear para este fin la acumulación lineal de parte de los restos de tala, una vez triturados, en sentido contrario al de la pendiente. - En caso de que se precisen ejecutar vías de transporte, explanaciones de viejos caminos o cualquier obra de movimiento de tierras, deberá solicitarse la preceptiva autorización de Augas de Galicia.

Ayudas para titulares de terrenos agrícolas y forestales situados en Red Natura 2000

El Diario Oficial de Galicia publicó este viernes la Orden de la Consellería de Medio Ambiente por la que se convocan las ayudas para la ejecución de actuaciones de mejora y conservación en los espacios incluidos en la Red Natura 2000, por un importe de 2,4 millones de euros. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda convoca estas subvenciones para las que, tal y como recoge en la orden, se establecen dos anualidades para los años 2020 y 2021.

El objetivo de esta línea de subvenciones es conservar y revalorizar el patrimonio natural de Galicia, promover la gestión sostenible de los recursos naturales; al tiempo que se mejora la calidad de vida de la población rural fomentando la prestación de servicios básicos que ayuden a la fijación de la población en el medio rural, la creación de empleo y la reducción del riesgo de pobreza.

Los beneficiarios son las personas titulares de terrenos agrícolas y forestales privados, los ayuntamientos incluidos en la Red Natura 2000 y asociaciones medioambientales y de custodia del territorio. Sólo se admitirá una solicitud por solicitante.

Así podrán ser objeto de estas subvenciones, las actuaciones dirigidas a mejorar el paisaje agrario o actuaciones de desarrollo de los usos recreativos, como la creación o mejora de cercas, setos, vegetación de lindes y bordes no cultivados en las parcelas agrícolas, restauración de muros de cachotería, adecuación de senderos rurales, así como la creación de rutas y áreas recreativas con la correspondiente equipación de información e interpretación.

También se podrán beneficiar de estos incentivos las actuaciones dirigidas a la recuperación de elementos históricos patrimoniales y culturales, como la rehabilitación de hórreos, miradores, cabañas o fuentes; así como las acciones dirigidas a la preservación de los hábitats o ecosistemas, como la creación de cercas en aquellos casos en los que sea recomendable la limitación de acceso a personas, la restauración de humedales, la preservación de la vegetación de ribera y filtros verdes o la eliminación de especies exóticas invasoras.

Plazo de presentación de solicitudes: Hasta el 15 de marzo

Las ayudas -que se convocan en régimen de concurrencia competitiva- podrán concederse por el 100% del coste subvencionable, con un importe máximo de 20.000 en caso de la ayuda concedida a una administración local y hasta 12.000 euros en el casos de los restantes solicitantes. Tal y como establece la orden, los criterios de valoración que se tendrán en cuenta , entre otros, son el tipo de actuación o el porcentaje de superficie del municipio incluida en la Red Natura 2000.

Estas subvenciones son acordes al contenido del fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), que recoge entre sus líneas básicas conservar y revalorizar el patrimonio natural de Galicia, promover la gestión sostenible de los recursos naturales y la lucha contra el cambio climático y mejorar la calidad de vida de la población rural fomentando la prestación de servicios básicos que ayuden a la fijación de la población en el medio rural, a la creación de empleo y a la reducción del riesgo de la pobreza.

El plazo de presentación de solicitudes será de un mes contado a partir del día siguiente al de la publicación de esta orden en el Diario Oficial de Galicia e irán dirigidas a los servicios de Patrimonio Natural de las jefaturas territoriales de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda. Se entenderá cómo último día de plazo el correspondiente al día ordinal del día de la publicación. Si el último día de plazo es inhábil, se entenderá prorrogado al primero día hábil siguiente, y si en el mes de vencimiento no hay día equivalente al inicial del cómputo, se entenderá que el plazo expira el último día del mes.

La Devesa da Rogueira, en O Courel, primer bosque en España en certificar la conservación de la biodiversidad

Si hubiera un concurso para escoger el mejor bosque gallego, la Devesa da Rogueira, el emblema de O Courel, tendría buena parte de las papeletas para hacerse con el premio. Ubicada en la caída del pico Formigueiros hacia la aldea de Moreda, sobre fuertes pendientes que acumulan alrededor de 700 metros de desnivel, la Devesa es un paradigma de la biodiversidad que caracteriza a los bosques atlánticos gallegos. En sus más de 400 hectáreas, se encuentran desde los tejos y las hayas de la parte superior hasta un sinfín de caducifolias en las laderas que descienden hacia los prados de montaña de Moreira. Abedules, serbales avellanos, rebollos o castaños se suceden y se entrecruzan en un terreno que se convertió en los últimos años en zona de campeo del oso pardo, un hito que demuestra el buen estado de conservación del bosque. Límite altitutidinal al que llegan los árboles de la Devesa. // Imágenes y vídeo: Asefor. Los propietarios de todo este patrimonio natural son los vecinos de la comunidad de montes de Rogueira y Cabana, que hicieron de siempre un aprovechamiento tradicional del bosque y de los prados próximos para leñas, pastos y castañas. Cuando O Courel conservaba más población que la actual, en el monte vecinal eran habituales las podas de los árboles para leñas e incluso cultivos en las zonas más aptas, como se aprecia en la cartografía aérea de los años 50, pero la Devesa siempre mantuvo una sostenibilidad que le permitió llegar a los niveles actuales de biodiversidad. Prados de montaña en el entorno del bosque. Certificación de servicios ecosistémicos La comunidad de montes ha dado ahora un paso más en su compromiso por conservar su bosque, protegido además desde hace años en el marco de la Red Natura. El monte vecinal diseñó un plan de ordenación enfocado en el cuidado ambiental de la masa y acaba de certificar a través del sello FSC su apuesta por mantener y mejorar la biodiversidad de la Devesa, una certificación que incluirá periódicas auditorías ambientales. Este es el primer bosque de España y el segundo de Europa, tras un italiano, que logra la certificación de FSC en servicios ecosistémicos, un proceso que estuvo pilotado por la empresa Asefor, ligada al Grupo de Certificación Alvariza. Reunión de los comuneros con el equipo que impulsó la certificación de la Devesa en servicios ecosistémicos. Manuel Beiro, de Asefor, subraya la importancia que la certificación en servicios ecosistémicos puede tener para los propietarios de la Devesa da Rogueira: “La comunidad de montes es consciente del valor de la Devesa y desde hace tiempo practica una gestión compatible con la conservación de la biodiversidad del bosque. Esa gestión ahora queda refrendada por una certificación, que avala por medio de una serie de indicadores que el monte mantiene o mejora su biodiversidad. Es una certificación que abre la puerta a que la comunidad obtenga financiación externa de empresas o fundaciones que quieran apoyar ese labor, pues es fundamental para el cuidado del medio”, destaca Manuel Beiro. La lógica del proceso de certificación se orienta a que la sociedad compense a los propietarios por los servicios que presta la Devesa, que está sometida a las lógicas restricciones de manejo. “El plan de gestión de la comunidad de montes busca la conservación, en la Devesa no hay perspectivas de aprovechamientos productivos. Las únicas intervenciones previstas a corto plazo consisten en un clareo de una masa de castaños, que es una medida aconsejada por la Fundación Oso Pardo para favorecer el asentamiento del oso, y en facilitar el pastoreo de las vacas en un bosquete de rebollos que está a un lado de un prado de riego de la montaña”, explican en Alvariza. La Devesa se encuadra en pleno Courel, rodeada de las principales cumbres de la sierra. Como la Administración por el momento no ofrece apoyos públicos para este tipo de iniciativas, la comunidad de montes se enfoca a la captación de apoyos privados, bien de empresas, bien de instituciones o fundaciones que se quieran implicar en el cuidado de un bosque emblemático de Galicia. Marca de un sendero en el bosque. Turismo de naturaleza El atractivo natural de la Devesa da Rogueira la convirtió en un punto de destino frecuente del turismo de naturaleza, una actividad que se podrá mantener, aunque evitando cualquier posible masificación futura. “Para la economía de un área con un creciente abandono poblacional, es muy positivo que se reconozca el servicio que le está prestando su bosque al conjunto de la sociedad. Certificar los servicios ecosistémicos que presta la Devesa da Rogueira tiene el sentido de que los propietarios tengan acceso a apoyos económicos que compensen su compromiso y que apoyen los cuidados silvícolas y ambientales que hacen”, concluyen desde Asefor, una firma que de manera habitual trabaja en la certificación forestal de montes orientados a la producción de madera. Con la Devesa da Rogueira, Asefor se introduce ahora también en la certificación de servicios ecosistémicos, una línea que cuentan de seguir trabajando con otros montes en Galicia. Vista de la Devesa da Rogueira.

Ancares, la naturaleza ganadera

Segundo es la estampa de un atleta maratoniano. Delgado, espigado y todo fibra. Cada vez que sale de su casa, en el pueblo de Deva (Cervantes), en la alta montaña de los Ancares lucenses, es para subir y bajar cuestas. No le queda otra. Deva está enclavado a media ladera de la sierra del Pando, a unos mil metros de altitud. Por debajo, un bosque de rebollos y castaños, salteado por un mosaico de pequeños prados, cae en fuertes pendientes hasta el río de Brego. Por encima, uces, brezos y carrascos, pasto de un rebaño de cabras, acompañan el camino en ascenso hasta la Campa de Brego, el pastizal en el que pasan el verano parte de las vacas de Segundo Núñez. Segundo Núñez. El manejo de ganado y prados en las cuestas que rodean a Deva se ha convertido en el particular gimnasio de Segundo. Como no hay maquinaria capaz de trabajar en prados con pendientes a veces casi verticales, cuando toca segar, cada mes de julio, Segundo recorre prado a prado con una ‘Bertolini’, una segadora manual que guía a pie para cortar la hierba. Después la volteará y cuando esté seca, la rastrillará hacia la parte baja del prado, donde la cargará a pulso en el tractor. El último paso es subir o bajar con el tractor por los senderos de la montaña hasta el pueblo, donde se alpaca y guarda el heno para el invierno. La última campaña Segundo hizo así más de 1.000 alpacas. En pleno verano, el sol cayendo a plomo, con jornadas de trabajo que comienzan y acaban con la luz del sol. “Si echo cuentas del trabajo que se pasa segando, me saldría más barato comprar la comida para los animales para el invierno. Eso ya lo pensé alguna vez, pero el problema está en que si dejas sin segar los prados, los echas a perder” -explica el ganadero-. “No habría renovación del prado por las semillas que quedan en el cuando lo guadañas y enseguida comenzarían a crecer uces, helechos o rebollos. Un prado aprovechado sólo a diente por las vacas se deterioraría mucho a partir del segundo año”, razona.
"Los pastos son pura naturaleza, con el acompañamiento del ganado. Son paisajes de postal" (Segundo Núñez)
Los prados de Segundo, 9 hectáreas dispersas en muchas pequeñas parcelas, a los que hay que sumar pastizales de un monte de varas vecinal, se mantienen de manera natural con la única actividad del pastoreo de las vacas y de la siega manual. “Son pura naturaleza, con el acompañamiento de la ganadería”, define Segundo, que a sus 61 años recuerda de siempre los pastos naturales de Deva, que antes de él ya trabajaron sus padres. Son pastos de montaña que nunca se renuevan, por lo que presentan la particularidad de acumular hasta 50 especies de hierbas distintas. “Los prados enclavados en el fondo de los valles, entre bosques, son imágenes de postal” -valora Segundo-. “Es algo que gusta, de lo que disfrutar”. La Campa de Brego, donde el ganadero mantiene parte de su ganado en verano, al pie del imponente Penarrubia, es uno de los paisajes singulares de los Ancares, cruzado cada año por miles de montañeros y senderistas que suben al Penarrubia o que bajan del Tres Bispos, dos de las principales cumbres de la sierra. Segundo y un vecino en los trabajos de siega de un prado próximo a Deva. / Imágenes de siega: David López. Los valores naturales de la montaña llevaron a que los Ancares se hayan catalogado como espacio natural protegido en la Red Natura y como Reserva de la Biosfera, figuras de protección que no siempre encajan con la manera de pensar de los habitantes de la sierra. Segundo analiza la cuestión: “Yo veo lógico que los Ancares se protejan, claro que sí, pero la Administración se equivoca por completo. La manera de proteger no es prohibiendo todo. Así no se protege, al contrario, se echa a perder el territorio. Hay que dejar que los pueblos organicen sus tierras de una forma razonable, como se venía haciendo de siempre”, defiende Segundo.
"Veo lógico que los Ancares se protejan, pero la Administración se equivoca. La forma de proteger no es prohibir todo" (Segundo Núñez)
Las consecuencias de restricciones inapropiadas las explica el ganadero con un par de ejemplos. Segundo recuerda como hace años un vecino recibió una multa por segar un prado hasta la orilla de un riachuelo, una práctica entonces perseguida. “¿Cómo tenemos ahora las orillas de los riachuelos?. Llenas de árboles. El agua queda muy asombrada y eso influye en que haya muchas menos truchas. Además, cuando viene una crecida, se forman tapones con los árboles que caen y en cuanto eso rompe, el agua lleva todo por delante”, explica. Incendios El fuego, el gran enemigo de la sierra, que en otoño del 2017 llevó por delante más de 3.000 hectáreas, es otro elemento que aconseja un manejo activo del paisaje. “Como aquel incendio no vi en la vida nada igual. Se juntaron varias cosas. Había mucho viento, estaba el monte muy seco y teníamos mucho matorral en el monte”, expone Segundo. Sobre el viento, el calor y la sequía no se puede actuar. Con el matorral, el combustible que alimenta el fuego, sí. “Cuando yo era niño, en Deva teníamos más de 500 cabras y ovejas, 55 vacas y caballos en el monte. Había árboles pero el matorral estaba bajo, controlado. Ahora somos pocas las ganaderías que quedamos y no podemos controlar el matorral” -razona Segundo-. “Se tienen pedido más cortafuegos y quemas controladas en invierno, cuando comienza el deshielo de la nieve y se pueden hacer sin peligro, pero se hace poco o nada”, cuestiona. Deva, donde vive Segundo, se vio rodeada por el fuego del 2017. Sólo los prados, que actuaron como cortafuegos naturales, y la defensa activa de los vecinos, que regaron viviendas, leñas y todo aquello que podía prender, salvaron la aldea hasta la llegada de los servicios de extinción.
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Segundo y un vecino cargando un tractor de heno.
Perspectivas ¿Podría la ganadería convertirse en una herramienta para la prevención de incendios en los Ancares?. “Ancares ofrece oportunidades para el ganado y el ganado ofrece oportunidades para los Ancares, pero se necesitan mayores apoyos públicos para las ganaderías de montaña”, señala David López, técnico de la cooperativa A Carqueixa (Cervantes), en la que participa Segundo y que agrupa a alrededor de 120 granjas de la comarca, todas de vacuno de carne.
"Ancares ofrece oportunidades para la ganadería, pero se precisan mayores apoyos para las granjas de montaña" (David López, técnico de A Carqueixa)
“Si analizamos las ayudas agroambientales de la PAC, es ilógico que cobre lo mismo un ganadero de un municipio sin dificultades orográficas especiales, donde puede hacer todos los trabajos mecanizados, que los ganaderos que mantienen a mano los prados de siega de montaña, como es el caso de Segundo. ¿Quién va a hacer este trabajo, que es un servicio ambiental para la sociedad, cuando ellos falten?”, se pregunta David. La montaña lucense se desangra de gente con el paso de los años, con pérdidas de alrededor de un 25% de su censo en la última década. El despoblamiento retroalimenta a su vez la marcha de la gente, pues se pierden servicios y redes sociales, lo que lleva a nuevas migraciones. “Me gustaría que esto tire y que la gente emprenda en los Ancares, pero lo cierto es que la gente joven arranca y lo veo normal”, señala Segundo. Ancares se enfrenta a la paradoja de ser una de las zonas más buscadas por el turismo de montaña en Galicia, en tanto la población que vive allí va a la baja año a año. La situación la describió con una polémica frase una conselleira de Medio Rural hace pocos años: “Es un sitio bonito para visitar, pero no tanto para vivir y trabajar”. Al poco tiempo de aquellas declaraciones, los vecinos aprovecharon una manifestación por la sequía para replicar con una pancarta bien clara: “Os Ancares, para visitar y trabajar”, un lema que expresaba tanto un deseo como una realidad.
Una conselleira de Medio Rural formuló un polémico diagnóstico de la sierra: "Es un sitio bonito para visitar, pero no tanto para vivir y trabajar"
Os Ancares son valles de bosques infinitos atravesados por los torrentes que bajan de la montaña, son kilómetros de cumbres cubiertas por la nieve en invierno, territorios de campeo del lobo y del oso, aullidos y gritos de lechuzas en noches estrelladas, pero también son Ancares las personas que cortan leñas para el invierno en los bosques, que mantienen las campas de la montaña y que cuidan el ganado, en convivencia no siempre fácil con el oso y con el lobo. Lobos y osos La presencia cotidiana del lobo obliga a los ganaderos a extremar las precauciones. Segundo sólo sube a la montaña, a la Campa de Brego, las vacas sin crías. Las que tienen terneros quedan el verano entre el establo, una palloza tradicional en la que permanecen con sus crías, y los prados que circundan el pueblo de Deva. “Si dejara los terneros en la montaña, sería como tirar caramelos a la puerta de una escuela”, compara Segundo. Sus vacas son 12 ejemplares de la raza Asturiana de los Valles, adaptada a las condiciones de la montaña y con buenos cuernos, que les proporcionan capacidad de defensa frente a los lobos. “Si una manada de lobos va a por una vaca, está claro que la res no va a poder hacer nada, pero las vacas saben defenderse de un lobo o dos. Lo mejor para ellas es quedar quietas y separadas, esperando que el lobo se acerque y entonces tratarlo de enganchar. Para el lobo, es un peligro ir a por una vaca”, explica Segundo. Con el oso, el ganadero tampoco tuvo problemas nunca, aunque lo prefiere a distancia. “Lo vi muchas veces. Cuando más me preocupo es cuando me encuentro una osa con crías porque puedes estar en problemas si el animal se siente amenazado. Una vez que estaba en lo alto de la montaña, vi venir una osa con dos crías que tenía que pasar por donde yo tenía que pasar. Quedé quieto, pienso que ni pestañeaba. Cruzó a unos 60 metros de donde yo estaba. Cuando la vi irse, me dije, tú por tu lado y yo por el mío”. - Da respeto el oso. - Da respeto. Quien diga que no es que no lo vio delante. El oso, que se volvió a asentar en los Ancares en las últimas décadas, se aprovechó en territorios vecinos, como Somiedo (Asturias), para convertirlo en un emblema turístico, pues es un animal que ocupa solo espacios bien conservados, caracterizados por su alta biodiversidad. El otro emblema de Somiedo, una de sus imágenes de promoción habituales, es el ganado pastando en los verdes prados que rodean los lagos, al pie de los circos de montaña. El Parque Natural de Somiedo puede considerarse de hecho también un ‘parque ganadero’, pues las granjas de la montaña ubicadas en el espacio protegido reciben una serie de pagos suplementarios que premian su actividad y que las compensan de las condiciones y limitaciones a las que están sujetas. En Somiedo, se protege el medioambiente y se protege la ganadería. ¿Podrían los Ancares tener apoyos para convertirse en un Somiedo gallego?. ¿O quedarán como un sitio bonito para pasear, pero no para vivir y trabajar?.

Cultura ganadera de montaña contra el abandono en los Ancares

La montaña lucense experimenta desde hace tiempo un fuerte descenso poblacional, con pérdidas que rondan el 25% del censo en la última década. Concellos como Cervantes o Navia de Suarna, en los Ancares, conservan sin embargo una importante actividad ganadera, sobre todo de vacas de carne, con más de 300 explotaciones en activo. Son la principal actividad en el territorio, mantienen economía y paisaje, pero se encuentran con problemas frecuentes por la falta de pastos o por su pérdida de calidad. La cooperativa A Carqueixa (Cervantes) está ahora buscando apoyos para un plan de recuperación de prados de siega, pastizales y pastos arbustivos. "El fortalecimiento de la ganadería de montaña mejoraría el atractivo de la actividad para las personas jóvenes, contribuyendo a su incorporación o a potenciar su retorno", valoran desde la cooperativa. Ese es uno de los objetivos de un proyecto que tiene otro foco de interés principal, la reducción del peligro de grandes incendios forestales, como el del pasado otoño. "Se está invirtiendo en estructuras pasivas contra incendios, como cortafuegos, cuando la conservación de los prados de siega se demostró clave para frenar el avance de los incendios:", explica David López, de A Carqueixa. Los prados salvaron a la aldea de Vilar de Donís de los incendios del pasado otoño. Pastizales implantados y prados naturales La cooperativa defiende la necesidad de apoyos para mejorar y aumentar los prados y pastizales de montaña. Las vías posibles de trabajo son múltiples. En los años 90, los técnicos de Extensión Agraria ya habían impulsado la creación de pastizales artificiales en los montes vecinales de la comarca, una acción que fue decisiva para el desarrollo de la ganadería extensiva que hay hoy en día en la sierra. Es un ejemplo, destacan en A Carqueixa, de cómo medidas concretas contribuyen a potenciar la ganadería. Aquellos pastizales creados hace décadas se mantienen en buena medida, si bien en algunos casos se fueron deteriorando y precisan de mejoras. "Una cuestión importante a trabajar sería el aumento de la biodiversidad de los pastizales. Las praderas artificiales son muy productivas, pero tienen unas exigencias de fertilización y de lluvias que a veces no se dan, por lo que sería conveniente propiciar su naturalización con especies de la zona, como las habituales en los prados de siega naturales, que en principio se adaptan mejor a la comarca y al cambio climático", valora David López. Los prados de siega de montaña constituyen un hábitat medioambiental prioritario a nivel europeo, pues se caracterizan por su biodiversidad, llegando a contarse en ellos hasta 30-50 especies vegetales en espacios reducidos de 100 metros cuadrados. "Son prados que en muchas ocasiones se ven invadidos por el matorral, perdiendo su valor medioambiental y ganadero, y que en los Ancares se están manteniendo por el esfuerzo personal de muchos ganaderos. Es precisa una línea de ayudas agroambientales que potencie la conservación de los prados de siega de montaña", destaca David López. Árnica en un prado natural en Piornedo. / Imagen: R. Hermida (AGCT). Pastos arbustivos y bajo arbolado Otro de los puntos donde habría que actuar es en los pastos arbustivos, pues en los últimos años hubo en la montaña una expansión del matorral, incluso invadiendo antiguos prados. Ese aumento del matorral, que suele encontrarse denso y y ya en formaciones viejas, poco aprovechables por el ganado, deriva además en una mayor carga combustible en el monte, lo que incrementa las dificultades en caso de incendios. "El uso combinado de desbroces y del pastoreo permitiría controlar la expansión del matorral" -subraya David López-. "Se podrían además vincular esos desbroces y ese pastoreo a áreas de defensa contra incendios, como ya se hace en otras comunidades autónomas". Ganado en pastos arbustivos de los Ancares. La cooperativa también ve posibilidades en la creación de pastos en zonas arboladas con masas de pino silvestre, en las que podrían aplicarse fuertes claras para establecer sistemas silvopastorales bajo arbolado. Son todas acciones propuestas por A Carqueixa en un plan de apoyo a la cultura ganadera para el que está buscando financiación a través de distintas vías. La cooperativa, ligada al Centro de Desarrollo Rural de Ancares, trabaja también en la línea de recuperar elementos patrimoniales de las ganaderías a través de las ayudas para inversiones no productivas en Red Natura 2000, con las que se pueden restaurar setos, alvares -para defensa de las colmenas contra el oso-, hórreos o estructuras de riego. Estructuras de riego La recuperación o nueva construcción de estructuras de riego, como balsas, fuentes o pozos en los prados de siega, es además una cuestión que en los Ancares se ve importante ante la amenaza del cambio climático. Ya hubo veranos difíciles, como el del 2017, y desde la cooperativa consideran que es preciso valorar la instalación de estaciones de bombeo alimentadas con energía solar para suministrar agua a abrevaderos y balsas de agua.

Los alcornoques del Arnego, un aprovechamiento forestal singular

La extracción del corcho en el Sobreiral do Arnego (Deza, Pontevedra) es una práctica que continúa realizándose al modo tradicional, sin apenas medios mecanizados y que no ha sufrido variaciones a lo largo de los años. En la actualidad, el corcho se contempla como "un aporte extra y puntual", puesto que su extracción no puede hacerse cada año, sino que hay que esperar al menos nueve años entre cada cata para garantizar que el árbol no se vea afectado. La producción de corcho en la comarca del Deza ronda las 2.000 toneladas por década. El Sobreiral do Arnego, bajo la protección de la Red Natura 2000, se expande en los concellos dezanos de Agolada, Lalín y Vila de Cruces. La concentración de los alcornoques en las tierras próximas al río que le da nombre, afluente del Ulla, fue mermando, por diferentes motivos, según indican tanto expertos como los propios vecinos de la zona. La declaración de espacio protegido consiguió frenar en parte su sustitución por otros cultivos forestales como el eucalipto o el pino.

Descorchado manual

El descorchado no precisa de maquinaria mecanizada, solo un machete, una palanca de madera resistente, una navaja, una regla y una escalera bastan para desprender la corteza. En un proceso ágil a base de cortes precisos en la cáscara, sin marcar el tronco, que permite obtener las placas de corcho.
Cada verano llegan cuadrillas de Extremadura y Portugal para sacar el corcho a los alcornoques
Distintos expertos en la materia y los vecinos fijan a principios de los años 70 el comienzo del aprovechamiento del corcho con fines comerciales en este área. En estos primeros años fueron madereros de la zona los que se encargaban de realizar la labor, pero poco a poco fueron llegando cuadrillas procedentes de Extremadura y Portugal, que son en la actualidad los que principalmente se encargan de la extracción en la zona. La extracción del corcho tiene también un proceso de venta tradicional, donde suele ser frecuente un trato directo entre el propietario y la persona que se encarga de sacar la corteza. "Tienen gente de la zona que conoce a los propietarios y que se encargan de localizar los árboles que sirven para cada campaña", explica Marcial Barral, propietario de una de las parcelas que concentra mayor cantidad de alcornoques en esta zona. Es frecuente que el precio se fije por número de ejemplares a descorchar, valorando la calidad del mismo, y puede oscilar entre los 10 y los 40 euros. También hay cuadrillas que fijan el precio por kilo, aunque esto es más frecuente en las grandes producciones.

Los requisitos para la extracción del corcho

"Es como desnudar el alcornoque, por lo que debe estar buen tiempo, para que no le afecten los hongos"
La extracción del corcho es una tarea que en esta zona del interior de Galicia se realiza entre el 15 de junio y el 15 de agosto. "Lo más importante es que haga calor, que no llueva ni haya niebla, se precisa buen tiempo", explica el maderero Yago Tato, que aprendió el oficio directamente de su abuelo, sacando el corcho a alcornoques en la zona de Agolada, y aunque en la actualidad está centrado en otros trabajos forestales, conoce y recuerda con demostraciones y talleres el proceso de obtención de la corteza. "Es como desnudar el alcornoque, se debe esperar a que esté buen tiempo para que no se debilite el árbol, ya que es más propensa a los hongos", señala el maderero. El maderero Yago Tato durante la extracción del corcho. En la saca de corcho, al margen de espaciar las extracciones, es también preciso esperar a que el árbol cuente con un perímetro mínimo de 60 centímetros a una altura 1,30 metros, al que el alcornoque llega con 25 o 30 años, como detalla la ingeniera de montes Cristina Gende, quien se encargó de elaborar un estudio sobre la producción de corcho en la comarca del Deza, con el afán de "contar con una herramienta con una metodología rigurosa sobre la extracción del corcho", destaca. La vida productiva del alcornoque admite de 8 a 16 sacas sucesivas, aunque esto reduce la vida del árbol de los 300-500 años que puede durar si nunca fue descorchada a los 110 - 170 años cuando se emplean para producir corcho". Afecciones de los alcornoques A lo largo de estos años los alcornoques "fueron muy maltratados, poco cuidados", valora Barral. Y es que a la par de resistir frente al avance de otras especies más valoradas en el aprovechamiento forestal, los alcornoques también sufrieron distintas afecciones. Una de las más conocidas es la "Culebrilla" provocada por una larva de un insecto coleóptero, Coroebus undatus, que devalúa las planchas en las que aparece. También el "Chancro carbonoso", producido en este caso por un hongo que ocasiona daños en la corteza fueron dos de los principales problemas del alcornocal. "El déficit hídrico o el exceso de agua, las heridas de descorchamiento o la acción del fuego son vectores de entrada de esta dolencia", explica Gende en sus trabajos. Por eso son muchos los que relacionan las malas praxis, la falta de profesionales o realizar la extracción con condiciones meteorológicas inadecuadas con la proliferación de este hongo. Precisamente, la presencia de este hongo hizo secar muchos ejemplares en la zona. Así, en el 2002 incluso se llevó a cabo un intento por hacer frente a la expansión de este hongo por parte del Distrito Forestal de Deza - Tabeirós, que impulsó un plan para profesionalizar el aprovechamiento del corcho en la zona, con la creación de un catastro y una asociación de productores. El proyecto finalmente no se llevó a cabo y a día de hoy está paralizado, según informan desde el propio Distrito. Sin embargo, sí establecieron un control sobre la extracción del corcho, obligando a la obtención de un permiso, con un seguimiento de unas normas, como recoge la ingeniera de montes Ascensión Castro. Los alcornoques también están presentes en los prados de la zona.

Convivencia con otros usos del terreno

El Sobreiral do Arnego no es una masa homogénea solo de alcornoques, sino que conviven también otras especies como los robles, los castaños o los pinos. En las márgenes de los ríos, predomina el bosque de ribera, en las fajas intermedias aparecen los sotos y castaños y es en las zonas más altas donde predominan tanto las sobreiras como los pinos. "Las condiciones edafoclimáticas permitieron que de una manera natural el alcornoque creciese en esta zona", explica Gende. Pero a la par de conservarse masas boscosas, los alcornoques también se localizan en praderas, donde el aprovechamiento del corcho sirve como complemento de actividades ganaderas.

Mercado del corcho

En esta zona, el corcho se destinó inicialmente a la obtención de colmenas para las abejas. Antiguamente también se hacían colchones o almohadas, tal y como documenta la ingeniera de montes Cristina Gende. Pero actualmente, el principal destino es la fabricación de tapones (de corteza natural, los de mayor exigencias en cuanto a dimensiones y calidad del corcho) o tapones técnicos. También se destina para la fabricación de artículos deportivos y domésticos, flotadores, así como aislantes térmicos y acústicos, revestimiento y decoración. "Estuvo muy ligado también a la construcción, por eso cuando la crisis el corcho también se resintió", puntualiza el maderero Yago Tato.

Producción en la zona

Una de las pocas estimaciones sobre la producción de corcho en la zona es la proporcionada por la ingeniera de montes Cristina Gende, aunque su trabajo abarca también los alcornocales del ayuntamiento dezano de Silleda en este cómputo. Sus tasaciones revelan una producción de alrededor de 1.871 toneladas de corteza cada diez años. Su estudio de campo le permitió constatar que las zonas de explotación se concentran en las riberas de los ríos Ulla, Deza y Arnego y sus afluentes. Son cerca de 600 hectáreas en las que se distribuyen los alcornoques de manera irregular y en pequeñas fincas. Las sobreiras se mezclan con otros árboles autóctonos como los robles y castaños. "El corcho es un aporte mínimo que llega cada diez años. La mayoría de la gente pocos alcornoques tenemos. No hay muchos grandes propietarios con fincas de alcornoques, ni están distribuidos como las plantaciones de pinos, sino que se tienen como van naciendo y le sacas el corcho a los que van valiendo", explican pequeños propietarios de la zona.

La Zarra da Pena

Una de las parcelas con mayor concentración de alcornoques y superficie se encuentra en el corazón del Sobreiral do Arnego, en Carmoega (Agolada). Bautizada como la Zarra da Pena, cuenta con 24 hectáreas, que pertenecen a varios propietarios. Los alcornoques ocupan cerca de la mitad de la finca, mezclados con otras especies y vegetación, sobre todo autóctonas. "En su momento, cuando me hice un poco cargo de la gestión de la finca, muchos me preguntaban porque no plantaba todo con eucalipto o pino. "Los alcornoques no valen nada", me decían, pero quise apostar por una producción sostenible y preservar la riqueza natural que tiene el espacio. Y no me arrepiento", explica Marcial Barral, uno de los propietarios y gestor. Los alcornoques sufrieron en esta finca tanto el azote de los hongos, que dejaron muchos ejemplares dañados, como distintos fuegos, tal y como recoge la ingeniera de montes Ascensión Castro y confirma Barral. El aprovechamiento de la corteza en la finca puede suponer en torno a 15.000 euros cada 10 años, pero el rendimiento de este espacio va más allá, ya que según Barral "tiene un valor sentimental y una gran riqueza en cuanto a biodiversidad de fauna y floral".

Custodia del Territorio

La puesta en valor de la Zarra da Pena de Barral se tradujo en un acuerdo de Custodia del Territorio que comenzaría en el 2005 con las Fundaciones Comarcales Deza-Ulloa. Fue una etapa en la que se llevarían a cabo construcciones de cierres para introducir caballos que mantuvieran desbrozado el monte, pero la alternativa no resultó. Distintos árboles del sobreiral acogen cajas nido para murciélagos. Recientemente, en el 2016 se firmó otro acuerdo de estas características con la asociación ecologista Adega, con la que se contemplan actuaciones de divulgación, estudio de fauna y flora. El proyecto cuenta con una aportación de la Fundación Biodiversidad de 20.000 euros. En este marco, ya se llevaron a cabo actuaciones como la colocación de casas-nidos para los murciélagos, la plantación de medio centenar de nuevos alcornoques por alumnos de un colegio de Lalín o jornadas de identificación de la fauna y de la flora del Sobreiral do Arnego. Además, también se contempla la recuperación de una charca de riego, que facilite la supervivencia de anfibios, o la eliminación de especies invasoras como el eucalipto, según explican desde Adega.

Nace en Galicia una plataforma por la sostenibilidad del rural

La legislación medioambiental que se está impulsando en Galicia genera una preocupación común entre colectivos agrarios, forestales y mineros, pues perciben que la Administración obstaculiza las actividades productivas en el rural. Catorce entidades del ámbito ganadero, forestal y de las canteras anuncian la constitución de un frente común en demanda de políticas ambientales que sean compatibles con el manejo del territorio. La iniciativa, que se pone en marcha a modo de plataforma, cuenta con la participación de colectivos como Unións Agrarias, la Asociación Forestal de Galicia, el Clúster da Madeira, la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga) o la Cámara Minera de Galicia. Son todas ellas entidades que en ocasiones chocan sobre el territorio, por intereses enfrentados, pero que comparten una inquietud común en torno a la “proliferación de nuevas normas ambientales en Galicia”, que perciben como una amenaza.
"A menos actividad, menos población en el rural, menor gestión del territorio y más incendios catastróficos", pronostican
La plataforma entiende que la actividad productiva es compatible con la protección ambiental, por lo que demanda políticas ambientales que tengan en cuenta a los vecinos, a los propietarios forestales y las actividades económicas que se desarrollan en el rural. “Trabajamos en sectores que generan empleo, riqueza y que son indispensables para combatir el abandono del rural. Representamos el 7,1 % del Producto Interior Bruto gallego y proporcionamos alimentación y materiales para la industria y la construcción”, declara la plataforma en una nota de prensa. Los colectivos que constituyen la plataforma advierten de que se está creando una “tela de araña de legislación ambiental que limita innecesariamente todo tipo de actividades”. Consideran además que las limitaciones originan un riesgo en cadena contraproducente para la propia protección del medio: “A menos actividad en el territorio, menos población rural, menor gestión humana y más riesgo de incendios catastróficos que destruyen lo que se pretende proteger, como se ha comprobado recientemente tanto en Portugal como en Galicia”. La plataforma se pronuncia en defensa de un desarrollo sostenible del rural, con políticas ambientales que permitan el mantenimiento de actividades productivas. El conjunto de los sectores representados en la iniciativa manifiestan su preocupación por nuevas legislaciones en desarrollo en Galicia, como las directrices del paisaje, el plan director de la Red Natura o la Lei de Patrimonio Natural. Demandan que se tengan en cuenta las necesidades de los diversos sectores productivos, que hagan del rural un sitio para “vivir y trabajar, no sólo para ir de paseo”. Integrantes En la iniciativa figuran Unións Agrarias, por parte del sector agroganadero; en tanto el sector forestal está representado por la Asociación de Empresarios de la Primera Transformación de la Madera de Lugo; la Asociación Forestal de Galicia (AFG), la Asociación Sectorial Forestal Galega (ASEFOGA), la Asociación de Viveros Forestales de Galicia (VIFOGA), el Clúster da Madeira e Deseño de Galicia (CMD), la Federación Empresarial de Aserraderos y Rematantes de Madera de Galicia y la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE). Por parte del sector minero, forman parte del grupo la Cámara Oficial Minera de Galicia, el Clúster de la Pizarra de Galicia, el Clúster del Granito, la Asociación Gallega de Áridos (ARIGAL) y la Confederación Española de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales (COMINROC).

El caso de los brezales atlánticos, cuando la mejor protección es la actividad humana

Pinar con brezo. / Archivo. En espacios protegidos de Red Natura del interior gallego, como la Serra do Xistral (Lugo), Medio Ambiente ha marcado como prioritaria la conservación de brezales húmedos, a los que considera un hábitat natural prioritario. Esa preocupación por preservar los brezales llevó a vetar sobre ellos la actividad forestal, una decisión que desde la Asociación Forestal de Galicia creen que contribuirá a la desaparición de la mayoría de los brezales en el medio plazo. La Asociación Forestal de Galicia (AFG) argumenta, en un informe elaborado por Fernando Molina, que las actuales formaciones de brezo y tojo están vinculadas directamente a la actividad agraria, ganadera y forestal. "No son una evolución natural de series de vegetación, como se dice en algunos estudios, sino el resultado de la actividad ganadera y humana, consecuencia de siglos de manejo del monte con estivadas de cereal y ganadería extensiva caballar, de ovino, caprino y de vacuno".
"Lo importante es proteger la actividad agroforestal tradicional en montaña, que es lo que ha favorecido la presencia de brezales"
Si desapareciera toda la actividad sobre el monte, la consecuencia sería la expansión de los abedules, que llevarían a la desaparición de la mayoría de los brezales, valora la AFG: "Debe destacarse que los brezales conviven mejor con un sotobosque de pino, especie habitual en las repoblaciones forestales, que con las frondosas caducifolias allí presentes, abedul y roble. La razón es que con el pino disponen de más luz y soportan mejor la competencia del arbolado". El informe reconoce que si se repoblaran las laderas con pinares, también se alteraría la presencia de brezo, "pero si dejamos la naturaleza por sí sola, esos brezales también desaparecerán, transformándose en abedulares", remata. "Creemos que lo importante sería proteger la actividad agroforestal tradicional de las zonas de montaña, que es la que favorece la presencia del brezal, y no poner limitaciones a su desarrollo", concluía el informe, emitido en el 2012. Estos días trascendió en la prensa otro caso que desde la plataforma citan como ejemplo de lo que sucede cuando se veta la actividad humana para proteger un enclave. La prohibición de andar sobre la duna de Corrubedo provocó que se haya desarrollado sobre ella la vegetación, lo que, de continuar así, llevará en un corto plazo a la creación en el lugar de una pequeña colina y a la desaparición de la duna móvil como tal.

Ocho días de plazo para la ejecución de ayudas ligadas a la Red Natura

La resolución de las ayudas orientadas a la Red Natura 2000 está dejando a los beneficiarios entre la espada y la pared. Quince colectivos de la Serra do Xurés (Ourense) advierten en nota de prensa de que la Consellería de Medio Ambiente sólo les concede 8 días laborables para la ejecución de los trabajos correspondientes a la anualidad del 2016, lo que, en la práctica, los obligará a renunciar a buena parte de los proyectos para los que tenían financiación concedida. Las subvenciones para inversiones no productivas en Red Natura en los años 2016 y 2017 se habían convocado el 8 de julio, pero las resoluciones de las solicitudes no comenzaron a recibirse en el Xurés hasta el 30 de noviembre. El problema radica en que Medio Ambiente exige que los trabajos correspondientes a la anualidad 2016 estén ejecutados a 13 de diciembre, a penas dos semanas después de recibidas las resoluciones de las ayudas. Quince colectivos del Xurés que cuentan con proyectos aprobados están iniciando acciones para mostrar su malestar por los "irrisorios" plazos de ejecución que les ha concedido Medio Ambiente. "Ese plazo tan ajustado hace prácticamente imposible cumplir con las obligaciones marcadas por la resolución, ya que habría que realizar y justificar el 50% de los trabajos en sólo 8 días laborables, cuando para el resto de acciones, que se derivaron a la anualidad 2017, se estableció un plazo hasta el 15 de junio del 2017", critican en nota de prensa colectivos de los concellos de Lobios, Muiños y Entrimo, encuadrados en el Parque Natural Baixa Limia - Serra do Xurés. Esta situación, critican los afectados, contradice los compromisos a los que llegó Medio Ambiente con ellos en una reunión celebrada en el Xurés en la que se acordó solucionar las deficiencias que se venían detectando en las convocatorias de ayudas. Los vecinos del Parque ya habían advertido de aquella a la Consellería de los problemas que llevaban consigo los reducidos plazos de ejecución que se concedían. Recogida de firmas En vista de que los problemas no sólo continúan sino que se agravan, los colectivos afectados, entre los que hay asociaciones de cazadores, de pescadores, de regantes y comunidades de montes, barajan iniciar una recogida de firmas para emplazar a la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, a dar explicaciones en una reunión pública. Entre las asociaciones perjudicadas en el Xurés por la resolución de las ayudas de la Red Natura, la nota de prensa cita la Asociación de Tecores del Xurés (Xurestec), la Asociación de Xurexianos " Gerexianos (Axuge), la Asociación de Pescadores del Xurés (Xurespesca), la Asociación de usuarios de aguas de Bouzas, la Asociación Foxo do Lobo, la Asociación Santa María de Cela, la Asociación de Vecinos de San Paio, la Asociación Rural de Pereira y la Asociación de Vecinos de Quintela. También figuran las comunidades de montes de Bouzas, Briñidelo, Esperanzo y San Paio, la de Riocaldo, la de la Serra de Lobios y Nichos, la de Quintela y Buscalque, la de Requias y Guntumil y la de Pereira.