En la nave vieja no había más que trozos de galpones y mucho trabajo; era hacer algo nuevo o abandonar“En la nave vieja, que estaba pegada a la casa, estábamos muy apretados. No había más que trozos de galpones por todos los lados y mucho trabajo. Así que en ese momento o hacíamos una nave nueva o había que abandonar la actividad”, reconoce Francisco. Se separaron del núcleo de viviendas del pueblo y construyeron una instalación nueva con capacidad para unas 110 cabezas y ya pensada para doblar el número de animales. Incluso la sala de ordeño ha quedado dimensionada para eso, por lo que únicamente tendrían que incorporar más puntos de ordeño sin necesidad de cambiar el sistema interno. “Es una sala de 16 puntos en este momento, pero ampliable a 24”, indican. En previsión, crecer
Sigo trabajando de camionero varios días a la semana; contamos con apoyo familiar y el refuerzo de una persona contratada para poder hacerloEn este momento atienden la explotación Francisco y Adrián, con ayuda de otros miembros de la familia y el refuerzo puntual de una persona contratada los días en los que Francisco mantiene su otro trabajo, de camionero, al que dedica dos o tres días a la semana. “Los domingos cubro las libranzas en un camión de recogida de leche, los lunes llevo vacas para los mataderos de Bandeira y Ribadavia y algunos miércoles voy con terneros al mercado de Amio”, relata. Producción estable con buenas calidades
La finca que tenemos más lejos está a un cuarto de horaDisponen de 60 hectáreas de superficie agraria, de las que siembran a maíz 36. “Este año echamos también 3 hectáreas de veza para cumplir con la PAC”, explica Adrián. “Hacemos el ensilado a finales de abril para sembrar el maíz, si se puede, a principios de mayo”, explica. Habitualmente hacen un solo corte de hierba para ensilar, excepto en las fincas en las que la hierba va muy adelantada. “En esos casos hacemos un primer corte por el San José para tener otro igual a finales de abril. Sino la hierba se hace muy vieja y coges fibra pero ese silo no vale para dar leche”, razona.
Normalmente procuramos ir a un corte solo de hierba a finales de abril para sembrar el maíz a principios de mayoHacen hincapié en la calidad de los ensilados, tanto de hierba como de maíz, que comparten protagonismo en su ración. La cosecha de maíz de este último año fue muy buena en esta zona, de unos 10.000 kg más por hectárea, hasta llegar a una media de unos 63.000 kg/ha. “Nosotros echamos 6 hectáreas menos de maíz que en la anterior campaña y recollimos mucha más cantidad”, explica Francisco.
Lo que gastas en estos productos para mejorar el purín lo ahorras después en fertilizante químico, porque tienes que usar muchos menos abonosA mayores, a la hora de echar el purín en las tierras y praderas le añaden, a través de un sistema de dosificación en la propia cisterna, moléculas fijadoras del nitrógeno de la marca Vizurra, que evitan el efecto lavado y la pérdida de nutrientes. “Te aguantan más las praderas, se mantienen más verdes y cuando hiela no le ataca igual que a las otras. Antes echabas el purín y si te llovía perdías todo lo que habías echado. Lo que gastas en estos productos lo ahorras después en abono, porque tienes que echar mucho menos”, insiste. “Nosotros solo usamos un poco ahora para la hierba y después para el maíz, porque el maíz tiene que comer sino no hay producción”, asegura.
Veo lógico que se controlen más los momentos en los que se echa el purín“Europa va a exigir ahora este tipo de productos mejorantes para el purín, igual que quería hacer con los inyectores, pero yo pienso que usando este tipo de aditivos no serían necesarios los inyectores, porque las emisiones se reducen mucho. Yo veo bien que se controlen más los momentos en los que se echa el purín, eso sí. Por ejemplo, sería ideal tres veces al año: en las praderas para ensilar, en el momento de sembrar el maíz y cuando levantas el maíz y siembras la hierba”, dice. Pero eso implica “tener fosa con capacidad suficiente, algo que permite después ahorrar mucho dinero, porque de otro modo lo estás tirando continuamente y cuando te hace falta no lo tienes”, reconoce. El pozo de purín de Ganadería Gallardo SC, con capacidad para casi 2 millones de litros de almacenamiento de purín, les permite guardar el abono orgánico generado por el ganado para los momentos en los que es más necesario, reduciendo de este modo las necesidades de fertilizantes químicos de la explotación. “Tenemos capacidad de almacenamiento para 6 meses”, destaca Francisco.
La cisterna ha cumplido ahora un año desde que la compramos; no tiene inyectores pero esperamos no tener que cambiarla y que nos sirva para seguir echando el purín con ellaHace un año compraron una cisterna de 14.000 litros con la intención de echar ellos mismos el purín. Es una cisterna convencional, sin inyectores, pero esperan poder seguir usándola a pesar de la entrada en vigor del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, por un lado dado que la mayoría de las sus fincas son de pequeño tamaño y tienen más de un 10% de pendiente y, por otro lado, porque cuenta con un sistema de plato invertido, que la Xunta tiene previsto autorizar como método de aplicación en Galicia. Autoproducción de energía
Quieren que echemos al ganado fuera por bienestar animal pero ese bienestar animal se acaba cuando viene el loboFrancisco y Adrián ven compatible la actividad agroganadera con el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad pero consideran necesario un control de la fauna salvaje. Al lado de la granja disponen de un robledal al lado del río de casi dos hectáreas por lo que, dice Francisco, “si no fuese por el lobo, en verano podríamos tener las vacas secas y las novillas fuera porque tienen sombra y agua disponible”. “Desde Europa quieren que echemos el ganado fuera y cuando vienen los de bienestar animal a hacer las auditorías nos dicen que eso puntúa muchísimo, pero el bienestar animal lo hay mientras no viene el lobo”, razona.
El establo viejo tenía 33 años; teníamos que modernizarnos y aumentar el número de cabezas para poder quedarnos con las vacasElla representa ya la tercera generación de ganaderos en casa. “Empezó mi abuelo con vacas de carne. Después, cuando mi padre se quiso quedar, se pasaron a la leche, ya con vacas holstein”, cuenta. Su marido también procede de familia ganadera. Miguel es de Cantabria, pero ya lleva 15 años en Galicia. Buenas calidades
Venir para aquí ha supuesto un cambio muy grande de manejo, de alimentación y de instalaciones, al que las vacas aún se están acostumbrandoEl cambio para el establo nuevo también coincidió con la campaña de vacunación de la lengua azul en esta zona del sur de Lugo. “Vinimos para aquí con la vacuna recién puesta”, recuerda Águeda, que espera que la llegada de la primavera y la salida del ganado a pastar se note de manera importante en el tanque de la leche. Llevan entregando la leche a Danone “toda la vida”. “Yo no recuerdo otra empresa”, dice Águeda, y de cara a la próxima renovación de contratos espera “que los precios al menos se mantengan”. “Es necesario para que las explotaciones podamos hacer inversiones”, asegura. En su caso, el nuevo establo les ha costado más de 360.000 euros. Mejora en la recría
Al pasar a hacer la recría dentro las novillas llegan mucho mejor al momento del parto y eso se nota después en la leche que dan“Antes la recría la hacíamos toda en el prado porque no teníamos instalaciones, lo único que teníamos para ellas era una cornadiza que usábamos solo para inseminar. Ahora las terneras y novillas están todas dentro y creo que eso se va a notar mucho”, augura Águeda. Las vacas secas siguen estando un mes fuera, lo que favorece su recuperación, y las novillas de recría cuando empreñan también pasan 2 o 3 meses, en función de la época del año, en la pradera, pero después vuelven para el establo para tener un mayor control sobre ellas a medida que se acerca el momento del parto. Mantener el pastoreo En los planes de Capón Holstein no entra prescindir del pastoreo, pero contar con unas buenas instalaciones, que permiten mayor confort a los animales y que están dimensionadas para el número actual de cabezas que tienen, les ha permitido variar el sistema de manejo que hacían del ganado, pasando de un sistema totalmente extensivo “por necesidad” a un sistema semiextensivo que tiene en cuenta las condiciones meteorológicas y la calidad del pasto a la hora de salir las vacas a pastar. “Antes teníamos todo fuera, tanto las terneras como las vacas de leche, que solo venían a ordeñarse y a comer el pienso y el silo en las épocas en las que no había pasto fuera, pero después pasaban tanto todo el día como la noche en el prado. No teníamos nada estabulado porque no teníamos otra alternativa. Ahora las vacas en producción salen a pastar solo por el día y en las épocas en las que hay pasto”, explica Águeda.
Manejan unas 115 hectáreas de superficie pero en la zona no hay concentración parcelariaLa alimentación de las vacas en producción se suplementa ahora todo el año con silo de hierba y concentrado, mientras que para la recría emplean hierba seca y pienso. Manejan unas 115 hectáreas, concentradas en dos localizaciones principalmente, en Andemil y en Xedive. En las fincas que están en el entorno del nuevo establo hacen pastoreo con las vacas que están dando leche, mientras que en las parcelas más alejadas tienen el lote de novillas preñadas y vacas secas. El resto de los prados los reservan para la producción forrajera. Lo malo es, reconocen Águeda y Miguel, el pequeño tamaño de las fincas en esta zona, en la que no hay concentración parcelaria, lo que dificulta el manejo del ganado y encarece los trabajos de ensilado o abonado. “Eso es ahora lo que nos faltaba a nosotros para poder trabajar cómodos, la concentración”, piden. Socios de Aira
Tanto Águeda como su hermano Roi son veterinariosLa formación representa hoy en día un valor básico para estar al frente de una explotación lechera, aseguran. Águeda hizo Veterinaria y Miguel estudió un ciclo medio de FP en la rama agraria, lo que les permite tener conocimientos suficientes y capacidad técnica para adaptarse a las nuevas normativas que están llegando, como la del veterinario de explotación o la relativa al SIEX y al cuaderno digital.
Capón Holstein era una de las explotaciones habituales en los concursos de ganado“En este momento hemos parado un poco de ir por todos los cambios pero esperamos reanudar”, adelantan. Han obtenido premios destacados tanto en el certamen autonómico como en el Concurso de la Moexmu. En este momento atienden la granja entre los tres (Águeda, su padre y su marido), pero Manuel está ya próximo a la jubilación, por lo que no tienen en mente seguir creciendo. “Para nosotros los dos solos las 72 vacas en ordeño que nos caben en el establo son suficientes”, dicen.
Mi padre siempre ha sido un entusiasta del pastoreo y de las buenas vacas desde el punto de vista morfológicoTener que llevar y traer las vacas al pasto todos los días les supone un trabajo extra, aunque hayan reducido bastante la distancia que recorren, que antes llegaba a los 2 km, y encontrar mano de obra “formal y preparada” no es fácil, dice Miguel. Venta de recría
Nosotros no buscamos vacas de concurso, pero una vaca buena morfológicamente es una vaca que va a durar muchos años dando lecheEmplean semen sexado en las novillas y también en algunas vacas adultas y buscan “animales funcionales”. “Nosotros no buscamos vacas de concurso, sino una combinación de todo, pero yo pienso que una vaca buena morfológicamente es una vaca que va a durar muchos años dando leche, va todo un poco de la mano”, asegura Águeda. “Seleccionamos bastante y en las primerizas que no nos convencen ponemos carne para seguir manteniendo un nivel morfológico alto en el conjunto del rebaño”, explica. Aunque en este momento, por la necesidad de crecer para llenar la capacidad del establo nuevo, la mitad del rebaño son primerizas, la media de lactaciones en el conjunto de las vacas en producción se sitúa en los tres partos, lo que da una idea de la longevidad que alcanzan.
En Curros, perteneciente a la parroquia de Santa María Maior (Mondoñedo), los terrenos son pendientes, lo que limita su uso para los cultivos agrícolas y la mecanización. Pero son aptos para el pastoreo, que es la base del manejo y la alimentación que hacen en la ganadería Xan das Bouzas.
Esta explotación, que combina ganado vacuno de leche y de carne, caballos de monte y ganado ovino y caprino, está regentada en la actualidad por Alba Recalde y Moisés García, dos jóvenes que cuentan aún con la ayuda de los padres de Moisés, María José y Luciano.
Trabajan 200 hectáreas de terreno, el 65% en propiedad y el 35% en alquiler y la superficie de pastoreo está repartida por hasta 5 ayuntamientos diferentes: Mondoñedo, Lourenzá, Riotorto, Abadín y Trabada.
Muchas fincas tienen una pendiente pronunciada y solo nos valen para pastar con el ganado
La mayor parte de las fincas tienen una pendiente pronunciada, que condiciona su manejo. “Muchas fincas no nos valen para siega, porque no valen para andar con los tractores; lo que hacemos es pastarlas con el ganado que tenemos: vacas, yeguas, cabras y ovejas. Tenemos un poco de todo”, aclara Alba.
“Lo que come el caballo no lo come la vaca”
Una de las características de esta explotación es precisamente esa, su diversidad de animales. Además de ser una ganadería mixta de vacuno, con 30 vacas de leche (más 12 novillas de recría) y 160 vacas de carne (más los terneros y 25 novillas de recría) en un CEA y en otro, de modo monte, otras 90 vacas; tienen también a mayores 35 ovejas, 30 cabras y 300 yeguas y caballos.
Manejar tanto ganado en una superficie tan dispersa es bastante complejo y trabajoso, reconocen. “Estás pendiente del ganado todos los días a todas horas. Somos 4 personas trabajando a tiempo completo para la explotación”, cuenta Alba.
Somos 4 personas trabajando a tiempo completo para la explotación
Para facilitar los movimientos entre las diferentes parcelas, cuando se trata de fincas distantes, disponen de un camión para el transporte del ganado. “Intentamos no concentrar muchas cabezas en la misma finca para que no precisen tanto manejo, pero aun así necesitan manejo igual”, asegura.
Ganado en el monte abertal
Parte del ganado (alrededor del 50% del censo) pasta en el monte abertal. Son vacas y yeguas adaptadas a la climatología de estas zonas altas y también a este tipo de pasto y que manejan en conjunto.
En invierno las yeguas y las vacas castigan mucho el monte y hacen que el pasto vaya mejorando
“Las yeguas abren el monte para las vacas. La vaca no come lo que come la yegua, comen hierbas más blandas. Los caballos de monte solo comen tojo y hierbas duras; ayudan a tener el monte limpio, porque ningún otro animal come lo que ellos comen, y de este modo hacen que ese pasto vaya mejorando”, explica.
Una parte del monte abertal es propio de la ganadería (unas 100 hectáreas) y otra parte comunal, aunque de los cuarenta y pocos comuneros de la parroquia solo cuatro o cinco casas tienen ganado en el monte. “Somos pocos los vecinos que aprovechamos el monte, pero de cara a hacer la PAC nosotros solo podemos declarar 4 hectáreas”, aclara.
Petición de quemas controladas
La alimentación de las vacas y caballos del monte consiste en el pastoreo de la vegetación espontánea, tanto tojo como herbáceas, pero en la medida en que el tojo envejece su digestibilidad y aprovechamiento disminuye y la proporción de herbáceas también.
“Solicitamos en el mes de diciembre para poder hacer quemas controladas en las zonas de monte con más vegetación, que no son tractorables, aunque no tenemos aún ninguna respuesta. Si en otros lugares se hacen, no vemos el motivo por el que aquí no se podrían hacer también. Nosotros intentamos hacer desbroces donde se puede, pero hay sitios donde con el tractor no entras y corres mucho riesgo. Hay zonas en las que si no nos dan las quemas como alternativa es imposible entrar allí y se acaban volviendo improductivas, porque hay tojos que ahora ya no los comen las yeguas”, relata.
Intentamos hacer desbroces, pero hay sitios donde con el tractor no entras y corres mucho riesgo
“Por culpa de la maleza perdemos zonas productivas y con el tamaño de explotación y número de cabezas que tenemos necesitamos superficie que produzca. Además, de este modo hay más riesgo de incendios», dice Alba, que defiende la utilidad de las quemas controladas para la regeneración del monte para lograr un control efectivo del matorral en combinación con el ganado.
Ataques del lobo
El principal depredador del ganado del monte es el lobo. “El 45% de las bajas que tenemos hoy son por causa del lobo. En los últimos tiempos en esta zona ha aumentado mucho la presencia del lobo y sus ataques. Si no fuese por el lobo una yegua puede vivir entre 18 y 20 años”, cuenta Alba.
A mayores de las bajas directas, los ataques también provocan abortos y otros problemas reproductivos. “La yegua que pierde a su cría tiene más dificultades para empreñar por el estrés que le provoca el enfrentarse al lobo para intentar defenderla. Además, una yegua que pare hoy a los 9 días puede volver a empreñar si está con el garañón. Pero durante esa gestación si hay un ataque del lobo al grupo lo más probable es que aborte”, dice.
Si no se toman medidas con el lobo las yeguas, y el ganado del monte en general, corren mucho peligro de desaparición
“Las potras casi todas las criamos, porque con tanta baja las necesitamos para reposición. Si no se toman medidas con el lobo las yeguas corren mucho peligro de desaparición, al igual que el resto del ganado del monte. Y cuando se den cuenta y tomen medidas puede que ya sea tarde”, alerta Alba.
El lobo nos mata el 45% de las yeguas y el 40% de las ovejas. No es un problema menor
El rebaño de ovejas es también otro de los afectados por los frecuentes ataques del lobo. “En el último ataque de lobo que tuvimos nos mató 15 cabezas de ovino en dos días. Y eso que teníamos cierre de malla”, relata.
Entre 400 y 600 euros por potro
Para el lobo, los potros son una presa más fácil que los terneros, por lo que la presencia de caballos en el monte reduce los ataques al ganado vacuno. “Mientras hay potros no comen a los terneros y es cierto que el valor de los potros es menor que el de los terneros, pero cuando acaban los potros después comen también a los terneros”, matiza Alba.
“Los potros que sobreviven los vendemos a través de Puraga, los que son de pura raza galega, y el resto los llevan tratantes”, cuenta. Los precios dependen de la calidad de los animales y de su peso y oscilan entre los 3 y los 4 euros el kg canal. “El precio mejoró mucho, aunque en la actualidad haya bajado algo, pero podía ser una carne mucho más valorada”, defiende.
El precio ha mejorado mucho en los últimos años, aunque ahora haya bajado algo, pero falta que la carne de caballo sea más valorada
El peso de los potros oscila entre los 80 kg de los del monte a los 300 kg de las razas de mayor tamaño, que tienen cerradas en fincas más bajas. La edad oscila entre los 9 meses y el año, mientras que en los de pura raza gallega está entre los 7 y los 8 meses.
“A los caballos del monte nunca les damos suplemento, solo controlamos que tengan agua. Desde mi punto de vista si les damos suplemento no nos rendiría tenerlos, no me parece viable”, detalla. Este año tuvimos un verano duro, apretó la sequía y no había mucha agua. Tenemos unas balsas hechas y llevamos agua para ellas con cisterna para que puedan beber”, explica.
«El ganado del monte es difícil de controlar, ya que el monte abertal es una extensión grande y sin cierre. Cuando hacemos movimientos necesitamos tener caballos de montura para dirigir y guiar el ganado”, cuenta.
Aumento de superficie y mantenimiento de las vacas de leche
Hace 8 años, cuando Moisés y Alba comenzaron a trabajar en la ganadería familiar, era más pequeña. Al ir aumentando las cabezas de ganado fueron incrementando también la superficie. “Con nuestro sistema de manejo, si aumentas los animales tienes que aumentar también el terreno”, dice Alba.
Trataron de buscar zonas más bajas, como el valle de Lourenzá, donde los inviernos son más suaves. “Las vacas de leche, cuando las secamos, las llevamos para allí”, explica.
A pesar de aumentar al número de cabezas sobre todo en las vacas de carne, no quisieron abandonar la producción de leche. Las 30 vacas que ordeñan les garantizan unos ingresos estables todos los meses, mientras que en las de carne “si se muere la cría perdiste la ganancia de todo el año”, razona.
Las vacas lecheras están día y noche fuera; sólo entran al establo para ordeñarse y comer el silo y el pienso
De las vacas de leche se encargan sobre todo Alba y María José. La alimentación es a base de pastoreo, suplementado con silo de hierba y concentrado. “Están fuera día y noche, solo entran para ordeñarse y comer el pienso y el silo”, indica. Están certificados en pastoreo y bienestar animal y entregan la leche en este momento a Lactalis.
En las vacas lecheras trabajan con las razas frisona y con la montbeliard y en las de carne con rubia gallega, asturiana, limusín o angus. En cuanto a los toros, la mayoría son limusín, buscando sobre todo facilidad de parto.
Además de la vertiente productiva, el manejo del ganado caballar tiene en Galicia una parte cultural, vinculada a labores como la rapa o a ferias anuales como As San Lucas.
“Si las San Lucas siguen manteniendo su esencia tradicional con los caballos como protagonistas es por gente como nosotros. Si los ganaderos no bajásemos los caballos del monte habría las orquestas y los puestos ambulantes, pero no habría la feria. Se perdería igual que se fue perdiendo en muchos otros sitios”, razona Alba.
Lo que da vida a las San Lucas es el caballo, pero solo tres explotaciones bajamos ya ganado del monte para la feria
Solo tres ganaderías hacen a día de hoy la bajada del ganado desde el monte hasta el campo de la feria. El domingo anterior juntan el ganado. Es un trabajo complicado y muchas veces dificultado por la niebla densa habitual en el alto de O Fiouco o en Campo do Oso. “Tienes que estar adaptado a andar en el monte con los caballos para juntar el ganado. Nos ayuda mucha gente, porque una manada de 300 animales no se guían entre cuatro”, cuenta.
“La bajada del ganado para As San Lucas es muy bonito de ver, pero da mucho trabajo. Nos dan una pequeña ayuda por bajar el ganado, se estableció en los últimos 5 años, pero la bajada a nosotros nos supone mucho trabajo. Además, tenemos pérdidas, porque hay abortos, ya que las yeguas sufren”, explica.
Mantener las tradiciones
“Trataremos de seguir luchando para que nos valoren”, dice Alba. “Si todos tiramos la toalla y no hubiese gente como nosotros no se mantendrían las tradiciones. Somos una de las explotaciones más grandes de esta zona, nadie aquí tiene tantos caballos como nosotros. Hacemos dos rapas, una en Campo do Oso y otra privada en la manga que tenemos nosotros”, cuenta.
Relevo asegurado
Xan das Bouzas es a día de hoy una de las ganaderías más grandes de la comarca de A Mariña y Moisés y Alba destilan pasión por lo que hacen, un entusiasmo que supieron trasmitir a sus hijos. Porque a pesar de su juventud (él tiene 34 años y ella 27), esta pareja de ganaderos vislumbra ya el relevo generacional que está por venir, el de su hijo Íker, que tiene ahora 11 años y es un apasionado del ganado.
“O mucho me engaño o va a seguir con la ganadería”, dice orgullosa su madre. Sofía, su hermana, tiene ahora 4 años, la misma edad con la que Íker comenzó a bajar a caballo a As San Lucas.
Lo único que pretenden es dar a entender que se ayuda a todo el mundo cuando no es ciertoEn la teoría, al tratarse de dos personas menores de 40 años, una de ellas mujer, deberían tener garantizados los apoyos existentes destinados a facilitar el asentamiento de jóvenes en el rural, así como aquellas otras líneas de ayuda destinadas a garantizar la rentabilidad de la explotación, más teniendo la consideración de prioritaria, como es su caso. Pero en la práctica, dice, la realidad es otra bien distinta. “Lo único que se pretende aquí es dar a entender que se ayuda a todo el mundo, cuando a la hora de la verdad son todo trabas, impedimentos y burocracia”, se queja Jónathan. Un tercio menos en el Plan de Mejora Después de incorporarse, Jónathan y Silvia pidieron un Plan de Mejora para hacer un nuevo establo con capacidad para 600 animales. En enero de 2021 presentaron la solicitud de la ayuda, sobre un presupuesto total de 358.000€. En el mes de julio les vino aprobada, con una subvención concedida de 161.000€. Se pusieron manos a la obra e hicieron la nueva nave, en la que acabaron gastando más de lo presupuestado inicialmente por la subida de los materiales. "Todo lo que se hizo en 2022 fue mucho más caro. De hecho, la Xunta al año siguiente subió los importes de los distintos módulos, pero a mí me cogió antes de eso", se queja. Cuando la obra ya estaba finalizada y certificada le vino una inspección. Había un problema, pero no con el objeto de la subvención y el destino del dinero, ni con la construcción realizada, sino con el mantenimiento del empleo declarado en la solicitud.
De los 161.000€ que nos habían concedido acabamos cobrando al final 107.000€ un año despuésEl trabajador que había contratado se marchó en el mes de febrero y no fue capaz de reemplazarlo hasta el mes de agosto. "Es complicado encontrar mano de obra para trabajar en una granja", justifica Jónathan, que sigue manteniendo esa UTA a día de hoy (la obligación era conservarla al menos 5 años después de la certificación de la obra). Pero en las bases de la convocatoria se establecía que no podían pasar más de 3 meses en caso de sustitución del trabajador y al final el resultado de aquel expediente fue que perdieron 53.000 euros, un tercio del importe total concedido. “De los 161.000€ que nos habían concedido acabamos cobrando al final 107.000€ un año después y mientras no nos ingresaban el dinero cada 3 meses teníamos que pagar 800 euros de intereses”, recuerdan. Denegación de las ayudas PEL Después de finalizar la obra de la nueva nave, Melenas SC precisaba incorporar algunas mejoras en cuanto a equipamientos, entre otras un taximilk para dar la leche a los terneros y unas arrobaderas que facilitasen la limpieza automática del establo y el bienestar de los animales. Para eso, quisieron aprovechar las ayudas PEL para autónomos de la Diputación de A Coruña, con varias líneas, entre ellas una para inversiones en bienes inventariables y otra para contratación de personal. “El año pasado, cuando salió la convocatoria de subvención para maquinaria, la solicitamos, pero nos vino denegada porque la empresa no podía tener más de 5 años de antigüedad y aunque yo la heredé de mi madre hace 3 años, como ya existía antes nos dijeron que no cumplíamos con las bases”, denuncia Jónathan. Pero no fue el único “chasco” que se llevó con las ayudas PEL. El año pasado pidieron también la línea de contratación de personal y les concedieron 15.700€, pero les vino aprobada en el mes de septiembre, sin tiempo material para gastar ese dinero en solo tres meses, por lo que renunciaron a la subvención.
No es lógico que a las granjas nos pongan un límite de 20.000 euros y para el resto de empresas sea de 100.000Pero contrataron igualmente a un trabajador y cuando salió la convocatoria de este año volvieron a solicitar la ayuda de la Diputación destinada a fomento del empleo, con la "sorpresa" de que en esta ocasión solo les concedieron 4.300€, alegando la existencia de un tope máximo por beneficiario de 20.000€ en 3 ejercicios y computando en este cálculo los 15.700€ a los que renunciaron en el año anterior. “Es un absurdo”, dice Jónathan, porque esa ayuda no la cobramos. Además, se queja de que para ganadería el límite esté fijado en los 20.000 euros cuando para el resto de empresas el tope máximo está establecido en 100.000, “cuando muchas granjas hemos hecho inversiones mucho más elevadas que cualquier comercio y afrontamos gastos muy superiores en la mayoría de los casos”.
Engañan a la gente, si es una ayuda extraordinaria por ternero sacrificado para compensar el bajo precio de la carne no debería estar sometida a la normativa 'de mínimis'“Engañan a la gente, porque la Consellería anunció esta ayuda justo antes de las elecciones para ganar votos, pero a la hora de la verdad muchos ganaderos no la vamos a poder cobrar; la mayoría de productores están contando con ese dinero pero no saben aún lo que implica una subvención de mínimis. Si has hecho alguna obra en el establo con subvención, ya no la cobras por que te pasas”, dice Jónathan, que considera que esta ayuda excepcional para compensar los bajos precios de la carne en origen, que se da por el número de animales sacrificados por cada explotación, “debía estar fuera de todo esto”. Tras su experiencia con el Plan de Mejora, una ayuda que convoca la Xunta pero que se financia a través de los fondos de la PAC, así como con el resto de subvenciones dependientes de otras Administraciones y que también se financian en buena parte con fondos comunitarios, Jónathan redefine el concepto de burocracia como “burrocracia”. “Al final prefieren mandar el dinero de vuelta a Bruselas antes que dárselo a un ganadero de aquí que produce alimentos, crea empleo y cuida el territorio”, concluye.
Leche Río inicia esta semana, con motivo del 8-M, una campaña publicitaria en las principales cadenas de televisión donde las ganaderas son las protagonistas“Es muy importante estar con otras mujeres que comparten las mismas vivencias que tú y que están pasando por lo mismo. Cada una tenemos nuestra situación personal, pero de este modo nos sentimos más apoyadas y arropadas”, aseguraban algunas de las participantes. Aprovechamos la última de estas jornadas, que ha tenido lugar este martes en Lugo, para hablar con tres de estas mujeres, que representan en algunos casos un cambio generacional y de mentalidad en el sector.
Tuvimos una oferta de compra, pero fui yo la que no quiso venderA pesar de su edad, habla con la naturalidad de quien siempre ha estado ahí, con la misma con la que decidió dar continuidad a la ganadería familiar. “A fin de cuentas siempre he estado involucrada de una forma u otra en la granja, aunque ahora se haya oficializado”, evidencia. Seguir creciendo y modernizando las instalaciones Entre Leticia y su padre hay 42 años de diferencia y un gran salto generacional que ella percibe. “Nos parecemos mucho, pero al mismo tiempo tenemos visiones ya muy diferentes. La suya es una visión más conservadora en relación a los avances que están viniendo. Yo también procuro ser cauta, porque a veces no se sabe muy bien qué es lo que viene”, matiza.
Son en este momento la mayor explotación lechera del ayuntamiento de Forcarei pero quieren seguir creciendo “con calma y con cabeza”Están ordeñando a día de hoy 128 vacas y son ya la mayor ganadería de leche del ayuntamiento de Forcarei pero tanto Leticia como sus hermanos quieren seguir creciendo. “Queremos seguir aumentando a las vacas, no nos marcamos límites, pero queremos crecer con calma y con cabeza”, asegura. Al mismo tiempo que aumentan su tamaño para ganar volumen, están tratando también de modernizar la explotación. Leticia estudió ingeniería mecánica y trata de aplicar su formación a la ganadería. “Pedimos un Plan de Mejora para meter un segundo robot de ordeño y vamos a poner una amamantadora para la recría”, cuenta. Reconoce que su presencia, por su edad pero también por ser mujer, aporta una nueva visión a la granja familiar. “Quiero introducir nuevos métodos de trabajo y tratar de innovar”, avanza. Hasta ahora ayudaba sobre todo con el papeleo, pero a raíz de un accidente que tuvo su madre se involucró más en el trabajo diario de la explotación, donde aún ve diferencias entre hombres y mujeres.
Dicen que la digitalización es para acabar con el papeleo pero cada vez tenemos más. El único cambio es que te los mandan por email pero después tú los tienes que imprimir“Se relega mucho a las mujeres al cuidado del ganado, mientras que el campo es para los hombres. Eso está como muy diferenciado; veo en la mayoría de las granjas esos roles. De hecho, cuando yo me incorporé fue porque mi madre se había roto un pie y tuve que dar yo un paso al frente y ponerme a atender a las terneras y al cuidado de los animales. Esa labor de vigilancia en las explotaciones yo pienso que la hacen sobre todo las mujeres”, afirma Leticia.
Yo y mi hermano crecimos en medio de las vacas y siempre nos gustó esto; yo tenía muy claro que fuera de una forma o de otra me quedaría en el ruralDespués de algún momento de duda, Nerea y Alejandro decidieron meterse de lleno en el proyecto, para lo cual contaron con el apoyo entusiasta de sus padres, Francisco Javier y Ana Belén, que siempre incentivaron que sus hijos continuasen en la explotación. Tradición y formación Junto a ese origen de familia ganadera, tanto Nerea como su hermano representan una nueva generación con formación técnica. Alejandro es ingeniero agrónomo y Nerea estudió en Fonteboa y ahora está haciendo Veterinaria en Lugo. Después de una etapa "rebelde" en la que decía no querer saber nada de la granja, Nerea decidió estudiar el ciclo superior de FP de la rama agraria en la EFA Fonteboa de Coristanco, que le devolvió "la ilusión y las ganas". Su formación en Fonteboa le dio además la oportunidad de visitar otros países, con una estancia en Irlanda donde aprendió que "en Galicia hacemos las cosas igual o mejor que en otros sitios pero en otros países ser ganadero tiene un prestigio y una consideración social que no tenemos aún aquí", afirma. Pasar de 40 a 200 vacas El ambicioso proyecto que están llevando a cabo, con una inversión próxima al millón de euros, les permitirá pasar de las 40 vacas actuales a casi 200, y también dar un salto tecnológico con la incorporación de cuatro robots de ordeño. “Aún estamos con la obra pero no falta mucho y contamos poder cambiar las vacas ya en verano”, explica Nerea. Es consciente de que el cambio para la nueva nave va a suponer cambiar por completo la manera de trabajar y va a incrementar también las necesidades de superficie agraria.
Con una fuerte inversión, de alrededor de un millón de euros, están construyendo un nuevo establo en Moeche con dos robots dobles para cerca de 200 vacas en producciónEn la zona en la que se encuentran, la ganadería de leche ha ido desapareciendo en los últimos años. Eso es también una ventaja, pues les facilita el acceso a base territorial. “Estamos cerca de Ortigueira, que era una zona ganadera muy importante pero a día de hoy quedan pocas granjas y las que quedan no están creciendo porque no tienen relevo, así que el día de mañana va a haber menos granjas aún”, asegura. “Sin gente joven no hay futuro en el sector”, dice, y aunque reconoce que la situación y la consideración de la mujer en las explotaciones está mejorando, es consciente de que aún están en minoría en la toma de decisiones en muchas granjas. No sucede así en la suya, pues sus padres tienen muy en cuenta tanto la opinión de ella como la de su hermano Alejandro. “Ellos tienen la voz de la experiencia y nosotros la formación técnica. Hacemos muy buen equipo”, concluye.
El proyecto consistía en la unión de 5 granjas; juntábamos más de 300 cabezasRosa defiende que solo las granjas viables y de un cierto tamaño podrán encontrar relevo generacional. Por eso, su decisión de sumarse a una iniciativa conjunta de este tipo respondía al objetivo de dar continuidad a la ganadería que antes habían tenido sus padres. “Yo no lo hacía solo con la idea de labrarme un futuro para mí, sino también para mi hija, que tiene ahora 12 años”, asegura. “A mí no me da miedo seguir adelante yo sola, pero mejor íbamos los 5 vecinos juntos. Seríamos de inicio 6 o 7 trabajadores y aunque después alguno se fuese jubilando, era una buena manera de seguir”, defiende. Obstáculos legales De las 5 explotaciones que estaban de acuerdo en fusionarse, tres de ellas eran granjas pequeñas, como la suya, y dos ganaderías un poco más grandes. Pero el hecho de que alguna de ellas fuese ya una sociedad complicaba las cosas, ya que les obligaban a la disolución previa de todas las fórmulas jurídicas existentes para poder juntarse de nuevo.
Nos obligaban a la disolución previa de todas las sociedades para poder juntarnos“Las ganas las teníamos todas, pero desde la Xunta no nos ayudaron en nada; fueron tantas las trabas que nos pusieron que al final ellos mismos echaron para atrás el proyecto”, se queja. “Para mí era una meta importante y no entiendo como cada vez que nos reuníamos con los funcionarios de la Consellería todo eran problemas”, reitera. Era un proyecto en el que ella estaba muy ilusionada y que no da aún por perdido, pero por el que no puede esperar mucho más tiempo. “Tengo 47 años y si tardamos mucho igual luego ya no me interesa meterme como socia y me compensa más trabajar de empleada y alquilarles las fincas”, razona.
Acaba de publicarse la convocatoria del 2024 cuando aun están pendientes de resolución de las solicitudes de planes de mejora y ayudas de incorporación del 2023Este hecho implica consecuencias negativas directas para las granjas solicitantes, ya que, por una parte, "aquellas personas que iniciaron durante el año 2023 el proceso de instalación inicial contando con obtener esta ayuda, perderán la posibilidad de solicitarla, al ser ya titulares de granjas, precisamente por haberse tomado el trabajo de ir arrancando ya el proyecto", denuncia Ana Rodríguez. Además, las personas que tengan posibilidades de obtener la ayuda en la nueva convocatoria publicada, perderán varios días o semanas del plazo establecido para la misma, abierto desde el pasado 22 de enero, al notificársele la denegación del 2023 con la nueva convocatoria ya en marcha.
Es necesario que el plazo para solicitar las ayudas de incorporación a la actividad agraria esté abierto todo el año"Queremos llamar la atención sobre la irresponsabilidad de la Consellería al reincidir en una cuestión que perjudica un aspecto socialmente tan sensible como es la incorporación de nuevas personas a la producción de alimentos. La tendencia a la despoblación del medio rural es patente, y se prevé que 6 de cada 10 personas que se dedican ahora a la producción de alimentos estén jubiladas en el año 2030", alerta el SLG. Para dinamizar la incorporación de personas jóvenes a la actividad agraria, desde el Sindicato Labrego reiteran a la Xunta de Galicia la demanda de que el plazo de solicitudes de ayudas de incorporación esté abierto durante todo el año, no únicamente durante dos meses, tal como está establecido en este momento.
“Sus problemáticos son bien diferentes a las de los hijos de los agricultores que cogen explotaciones familiares”¿Qué se entiende por nuevo entrante y que características y necesidades presentan? Es una persona que se incorpora a la agricultura por primera vez, sin experiencia previa en la agricultura, frecuentemente con experiencia en otros campos y procedente de la ciudad. En la reforma de la PAC del 2023 ya se habla explícitamente de este concepto de nuevos entrantes y de la necesidad de apoyarlos. Tradicionalmente existían dos líneas de ayudas: subvenciones para agricultores jóvenes, diseñadas para hijos de agricultores, y las de mejora de explotaciones agrarias. En esta nueva reforma se reconoce la importancia de tenerlos en cuenta, considerando que las ayudas clásicas estaban pensadas en un modelo de relevo familiar y aparece una nueva línea de ayudas para mayores de 40 años que no cumplen los requisitos de agricultores chicos y que se incorporan por primera vez al sector primario. Una cosa destacable de nuestros estudios es que de los casi 100 nuevos entrantes que localizamos en los últimos 10 años, la mitad está adoptando modelos de producción agroecológica, lo que pulveriza los registros generales de Galicia donde no llega ni al 10% del sector. Estos modelos de producción priorizan mucho la conservación del suelo, la biodiversidad y buena gestión del agua y de los recursos naturales, lo que significa que está entrando en el sector gente con interés en la gestión sostenible que apuestan por un modelo de producción principalmente ecológico, sea con certificado o sin él. De los 100 casos analizados en Galicia, 64 eran hombres siendo el rango de edad más común de los 26 a los 35 años. Poco más de la mitad optan por producción vegetal, poco más de un cuarto por la producción animal y menos de un cuarto por la producción mixta. Dentro de los hombres, el 65% optó por la explotación animal. En cuanto a las problemáticas ya se hicieron estudios en otros sitios, pero este fenómeno es relativamente reciente. Hay líneas comuns que encontramos, como el tema del acceso a la tierra, formación, acceso a financiación, el integrarse en un sector y en un lugar nuevos, la falta de contactos y de conocimientos, la relación con los diferentes agentes y sus dificultades, especialmente para la gente que viene del mundo urbano. En estos casos puede haber problemas de integración social pero lo más normal es que los nuevos entrantes acaben siendo agentes dinamizadores del territorio, especialmente en las zonas más deprimidas demográficamente, ya que muchas veces son familias con posibilidades de relevo generacional. Otra dificultad que no pensamos que sería tan problemática y acabó siendo el principal problema mencionado por los nuevos entrantes fueron las dificultades con la burocracia.
“Más de la mitad de los nuevos entrantes optan por producción vegetal”¿Por qué existe tanta crítica a la burocracia? Es un problema tan grande? Cuando hablamos de agricultura, la realidad administrativa y burocrática es muy compleja porque es una actividad que abarca muchas áreas, por lo que es muy difícil conocer todas las normativas y nos obliga a pasar por un montón de sitios diferentes para obtener informaciones sesgadas porque hay cuestiones que tienen que ver con la actividad económica y la fiscalidad, otras con normativas medio ambientales y de manejo de la tierra, del agua, de los recursos naturales, con cuestiones urbanísticas, de bienestar y salud animal, trazabilidad, comercialización, laborales… A veces parece que hay una mala intención de los que mandan que lo quieren poner difícil pero pienso que tiene que ver con que es una actividad que toca muchos ámbitos. Es una consecuencia inmediata y intrínseca de la propia actividad. Precisamente las administraciones deberían esforzarse en plantear un ámbito administrativo sensato, porque a veces nos pasamos de rosca y los propios ganaderos no ven las normas sensatas y salen a la calle a protestar, como es lógico. Como la actividad agraria toca tantas áreas, las Administraciones públicas deberían hacer un esfuerzo mucho mayor en ordenar y darle coherencia a la normativa. Por el contrario, recurren al DOGA o al BOE prácticamente para todo. Además, el sector agrario es tan diverso que es difícil hacer una norma que tenga en cuenta esa diversidad, lo cual complica también su aplicación real (para ejemplo, el Decreto de los purines). Para alguien que empieza de cero y que no es consciente de toda la normativa y aspectos administrativos que tiene que aprender a cumplir cuando va a comenzar su explotación, no hay quien el informe de forma simultánea e integral, tiene que ir a muchos sitios y se entera tarde de muchas normas. El primer tema es enterarse de todo lo que nos afecta y después valorarlo. Esto no es nada fácil. Tú haces un plan pero no eres consciente de los límites legales o los descubres tarde y ya tienes que cambiarlo y a lo mejor ya invertiste dinero. Teniendo en cuenta lo que se va sabiendo, este colectivo es más probable que apoye las iniciativas de protección ambiental. Es decir, de partida muestran sensibilización por una gestión responsable de los recursos naturales. Que apoye una norma en concreto, también va a depender de cómo esté planteada. Esto no significa que en el sector “tradicional” no haya sensibilidad, pero sí es cierto que es más difícil cambiar prácticas ya establecidas.
El principal problema mencionado por los nuevos entrantes fueron las dificultades con la burocracia.¿Cuál es la situación demográfica de Galicia respeto a las explotaciones agrarias y por qué son importante las ayudas a los nuevos entrantes? Salvo pequeñas excepciones, la situación a nivel autonómico, estatal y europeo es muy delicada, y va la peor. En Galicia, tenemos algunos datos que son preocupantes aunque encontramos grandes diferencias según la zona. En el 2020 sólo el 8% de los jefes de explotación tenían menos de 40 años a nivel gallego y a nivel español el dato es muy similar. Unas 230.000 hectáreas son gestionadas por mayores de 60 años y solo 100.000 gestionadas por menores de 40 años. La agricultora europea, y especialmente la gallega, es familiar, lo que significa que el relevo en las explotaciones es intrafamiliar. Continúan las explotaciones que ya había, pero no se abren nuevas, en el mejor de los casos. Si el jefe de una explotación es mayor de 55 años y no tiene relevo, lo más probable es que ya no lo vaya a tener. Es decir, no llega con convencer a los hijos de los agricultores y ganaderos a que continúen, tenemos que centrarnos también en que aparezcan nuevos agricultores que no vengan del sector, sea cogiendo explotaciones ya en marcha o creando nuevas explotaciones. O se empieza a incentivar más la creación de muchas más explotaciones de las que ya hay o quedarán muchas hectáreas abandoadas en poco tiempo. Es cierto que el impacto cuantitativo de los nuevos entrantes es muy modesto de momento, pero tiene un gran potencial cualitativo, además de ser una vía indispensable para garantizar el relevo en la agricultura gallega y europea, y una oportunidad de empleo para personas que busquen alternativas laborales. Esto pasa en toda Europa salvo algunas excepciones como Polonia o Austria, donde los jefes de explotaciones menores de 40 años supera el 20%. Seguimos con la idea de que Galicia es un país agrario, ¿que explotaciones quedan realmente? Muy pocas y localizadas en cada vez menos árelas. La relativa concentración geográfica es muy relevante. El sector lácteo, por ejemplo, se va concentrando cada vez más en menos áreas muy especializadas. Según el IGE, en el 2022 el 75% de las vacas lecheras estaban en 44 municipios (14% del total). Algo parecido pasa con el vino, que se concentra en la zona de DO y más de la mitad de la SAU censada por el Censo Agrario se concentraría en poco más de 40 municipios. El sector intensivo tiene otras dinámicas, no gestiona tanta tierra para el cultivo, pero necesita de tierra para gestionar los purines. El objetivo político a nivel UE en la década de los 80 o de los 90 era tener menos explotacions pero más grandes y competitivas, pero de alguna manera nos pasamos de rosca. Se asumía que el ajuste estructural era la vía para la “modernización” del sector agrario. El sector agrario europeo es muy diverso como para aplicar las mismas políticas por igual, y en zonas como Galicia, el ajuste significó en buena medida abandono y despoblación. Para buscar posibles soluciones sería interesante analizar las políticas que se están adoptando en otros países europeos, pero esto daría para hacer otro artículo a parte.
Nuestra granja hoy es un relax. Cuando estábamos en intensivo no era así, era un estrés continuo, había que estar todo el día pendiente de las vacasBuscando un punto de equilibrio entre litros y horas de trabajo, en un primer momento decidieron extensificar la producción a través del pastoreo en convencional pero luego ya optaron por pasarse a ecológico. “Hace unos 15 años que estamos en ecológico, pero antes de pasarnos a ecológico ya llevábamos 7 o 8 años haciendo pastoreo”, recuerda. Con el cambio de sistema de producción cambió también el nivel de dedicación necesario. “Hoy nuestra granja es un relax. Nos levantamos a las 9 de la mañana, a las 9 y media de la mañana llegamos a la granja y a las 11 y media ya tenemos todo listo. Luego echamos las vacas al pasto y hasta las 7 de la tarde no volvemos a venir por aquí”, cuenta José Antonio. La clave, la gestión del pasto Pero a pesar de lo sencillo que parece el sistema productivo que han adoptado, es necesario hacer una gestión idónea de las praderas. “Lo ecológico es mucho más complicado de lo que parece; no consiste solo en echar a las vacas a pacer”, dice.
Producir en ecológico es mucho más complicado de lo que parece; no consiste solo en echar a las vacas a pacerPara lograr un mejor aprovechamiento del pasto, lo racionan en función de su calidad y de los suplementos forrajeros aportados en el pesebre. “Abro a las vacas en función de la hierba que haya en la parcela, a veces les abro dos veces al día para que tengan pasto fresco y no pisen tanto”, explica. Dificultades para aumentar a la superficie Disponen en total de 54 hectáreas, por lo que necesitan alcanzar altas producciones tanto de pasto como de forraje para depender lo menos posible de las compras externas fuera de la explotación. “De superficie estamos muy justos, pero aquí no hay más terreno disponible”, admiten.
En esta zona se plantó mucho eucalipto y no hay ya muchas más fincas para coger“Por esta zona se plantó mucho eucalipto y casi todo lo que queda a prado ya lo llevamos nosotros”, añaden, por lo que la falta de superficie agraria disponible limita la capacidad de esta explotación para seguir creciendo. Entre terneras de recría, novillas, vacas secas y vacas en producción, As Pontellas tiene en este momento unas 100 cabezas, de las que la mitad son animales en lactación. “Para tener más vacas tendríamos que tener más terreno y no hay”, lamenta José Antonio. Resiembras sin arar la tierra
Llevamos con Campoastur desde que nos pasamos a ecológico. Solo con pasto llegar a 20 litros es difícilLa producción media de leche de la granja se sitúa en los 15 litros por vaca y día en los meses de verano e invierno, subiendo a 18-19 litros en primavera. José Antonio reconoce que “solo con pasto y silo de hierba es difícil llegar a 20 litros”. Pero está convencido de que la rentabilidad de una explotación como la suya viene por el ahorro de costes. “Se trata de tener los menos gastos posibles, dar el menos pienso posible y usar la maquinaria también lo menos posible para que la mayor parte de lo que se ingresa quede libre”, justifica.
Este año hicieron unas 800 bolas de silo de hierba y unas 200 de hierba secaLa estrategia de alimentación en épocas de poco pasto pasa por suplementar con forrajes propios y una pequeña cantidad de concentrado. “Por la mañana les damos entre 2 y 3 kilos de pienso y después, antes de sacarlas al pasto, intentamos meterles bastante comida, tanto hierba seca como silo de hierba, para que cuando llegan al prado lleven ya comida en el estómago y no necesiten pacer tanto, porque yo notaba que en invierno si salían muy vacías echaban todo el día paciendo y eso hacía que bajasen a la producción porque no se acostaban en todo el tiempo y las vacas para producir leche necesitan descanso”, afirma. Tienen también un autocargador con segadora incorporada con el que traen a veces hierba de las fincas que están más alejadas para que las vacas la coman en pesebre.
Estamos en un 4,10% de grasa y un 3,35% de proteína y en 110.000 células somáticasLa media de calidades se mueve alrededor de un 4,10% de grasa y un 3,35% de proteína. Desde que se pasaron a ecológico entregan la leche a Lactalis; antes, durante los años que hicieron pastoreo en convencional, se la vendieron tanto a Larsa como a Leyma. En este momento el precio final ya con IVA y sumando las primas por calidades y por bienestar (nivel excelente), se sitúa en los 73 céntimos. Tienen contrato hasta marzo, firmado en el mes de septiembre y José Antonio confía en que los precios se mantengan de cara a la renovación. “Europa está apostando por este modelo de producción, si quieren fomentar esto y animar a más gente a pasarse a ecológico no tendría sentido que nos bajaran el precio”, razona. Proteger a las vacas de las inclemencias meteorológicas
Ni lloviendo ni con mucho sol tenemos a las vacas fuera. Yo miro por su bienestar porque también es el míoPor eso en verano, los días que hace mucho calor, echan las vacas a pacer por la mañana y las recogen en las horas centrales del día, para que estén a cubierto en el establo cuando el sol aprieta, para volver de nuevo a echarlas por la tarde otra vez a pacer. “Da más trabajo, pero pienso que las vacas están mejor. Por un lado les evitas las horas de más calor y por otro minimizas los riesgos de mamitis transmitido por la mosca”, asegura. Para llevarlas y traerlas al pasto maneja él solo el rebaño, con la ayuda de su perro. En el entorno de la granja tienen 10 hectáreas de terreno y para el resto de las fincas, algunas de ellas a kilómetro y medio de distancia, van por caminos de tierra sin asfaltar.
Para ir al pasto las llevamos por caminos de tierra, nuestras vacas casi no pisan el asfalto“Muchos de ellos eran caminos que estaban cerrados de maleza, pero desde que echamos las vacas fuera se han vuelto a abrir”, explica. Estos viejos caminos de servicio evitan que el rebaño tenga que ir por las pistas. “El alquitrán a las vacas no les hace nada bien, muchas cojeras se dan por culpa de las arenas”, dice José Antonio.
No quiero doblar el número de cabezas; quiero calidad de vida“Eso supondría hacer una nave nueva, tener que comprar un tractor más grande, buscar más tierras, contratar uno o dos empleados, en definitiva, mucho más trabajo para ganar lo mismo a fin de mes y perder calidad de vida”, razona. “Lo que queremos es bajar al trabajo manteniendo los ingresos y la viabilidad de la granja; no aumentar el trabajo. No quiero doblar al número de cabezas; quiero calidad de vida”, dice convencido. Trabajo familiar En esta ganadería familiar se reparten las distintas tareas a realizar para atender tanto el ganado como el trabajo agrario sin necesidad de mano de obra externa. “Lo hacemos nosotros todo, desde abonar o ensilar hasta atender a los animales”, explican. La recría es una de las tareas que les roba tiempo. Destetan a los tres meses y completan el proceso en otro establo, donde tienen a las novillas. En el caso de las vacas secas, cuentan con una instalación con cama caliente en la que tienen además acceso libre al pasto.
Nosotros con recriar media docena de terneras al año arreglamos; tenemos vacas con 12 años dando leche perfectamenteAs Pontellas dispone de animales muy rústicos que se adaptan bien al pastoreo. Comenzaron cruzando las vacas holstein puras que tenían con toros de razas como la roja sueca, la jersey, la montbeliard o la parda alpina, en función de las características de la vaca. Para el segundo cruce usaron semen fleckvieh en todas las novillas y en la actualidad están volviendo a poner frisón para incrementar la capacidad productiva. “Para mí la vaca que mejor nos funciona es el cruce de frisón con rojo sueco; es una vaca que tiene cuerpo, que da leche y que es muy resistente”, asegura José Antonio.
Cuando nací aquí ya había vacas; yo cogí la granja de mi abueloEn su mente está seguir creciendo, si los precios de la leche siguen compensando. “A ver como sigue esto, si pagan la leche como deben nos animaríamos a ampliar”, dice pensando en la incorporación, dentro de dos años, de su hijo Aarón. Una explotación con relevo
Las vacas me gustan; es un trabajo más continuo y más tranquilo que el de la maquinariaAunque la ganadería O Campo no acude a concursos, a Aarón le gusta ayudar a preparar vacas, y lleva dos años asistiendo a las reuniones del Club de Jóvenes Ganaderos. A su madre le gusta que vaya, pero ella es más práctica: “Aquí estamos para buscar la máxima rentabilidad; yo quiero una vaca que dé mucha leche y buenas calidades, no me importa el cuerpo que tenga porque no la quiero para mirar para ella, aunque hay aspectos de la morfología que evidentemente son importantes, como por ejemplo que tenga unas buenas patas o una buena ubre. Si lo puede tener todo mejor, pero sino priorizo la producción y los sólidos”, aclara. Apuesta por los sólidos y 38 litros de media
Entregan a Queserías Sarrianas, que les ha bajado dos céntimos el precio de la leche en el último contratoDisponen de carro mezclador propio para hacer diariamente las distintas raciones de alimentación del ganado. Hace una para vacas de leche, otra para las secas y una tercera para las novillas de recría. Maricarmen es quien se encarga de hacer el carro según las indicaciones que le marca el nutrólogo. En este momento en la ración de producción están metiendo 37 kilos de silo de maíz, 12 de silo de hierba y 10,5 de concentrado. La incógnita de los robots
Es difícil encontrar gente para trabajar; nosotros tuvimos una época en la que paraban poco tiempoEn previsión a la posible colocación de los robots en el futuro han instalado paneles fotovoltaicos, mediante una subvención del INEGA. “Ordeñando en sala no se les saca el mismo rendimiento, pero con los robots son imprescindibles para que no se dispare la factura de la luz”, considera Maricarmen.
Yo preferir prefiero la sala, porque en ella lo ves todo: vacas cojas, vacas enfermas. Es un sitio donde puedes detectar muchas cosasAl contrario de lo que suele suceder en estos casos, Aarón prefiere la sala a los robots. “Me dice que si pongo los 4 robots no se incorpora”, cuenta su madre. “Habiendo gente para trabajar es mucho mejor la sala, porque acabas de ordeñar y sabes que has acabado hasta el día siguiente. Yo en condiciones normales prefiero la sala, pero lo malo es encontrar gente y cada vez va a ser peor”, justifica Maricarmen. Aarón prefiere las salas robotizadas o el sistema de batch milking a los robots convencionales. “Llevas a las vacas a una sala de espera, igual que para la sala de ordeño convencional, y van entrando a ordeñarse solas, así también te aseguras que todas las vacas pasan y que no queda ninguna, porque uno o dos robots aún los atiendes, pero desde que tienes tres o cuatro, o un volumen importante de animales, la cosa se complica bastante y, o estás siempre en la granja, o es imposible”, dice. “Como el ordeño robotizado está cambiando y evolucionando mucho cuando él se incorpore y tenga que tomar decisiones en este sentido puede que ya haya cosas nuevas”, añade su madre. Recría propia
La amamantadora, cuando vas a mucho volumen, la tienes que tener, porque las terneras dan mucho trabajoDestetan a partir de los dos meses. “Si una ternera la vemos muy pequeñita la dejamos unos días más”, explica Maricarmen. Después van pasando por los distintos lotes hasta el momento de la inseminación, que hacen entre los 13 y los 14 meses, nuevamente en función de su crecimiento. “Miramos más el cuerpo que la edad”, explica. “Las llevamos para inseminar ya en la otra granja y después vuelven a parir aquí, las traemos un mes antes y las metemos en un espacio donde tenemos la paridera, donde paren antes de pasar a los cubículos”, indica. Las camas de la nave principal son de arena y las hacen dos veces al día, coincidiendo con los ordeños. Trabajan con dos lotes de producción (primerizas y multíparas) y las vacas les duran una media de tres partos. Nuevas normativas y más burocracia
Producir hoy es muy complicado; no quieren que curemos ni nos dejan prevenir“Para mí poner un calcio en un parto es muy importante para no tener que curar después, pero si por cada vaca que pare en la granja tienes que llamar al veterinario, deja de ser viable”, afirma. Lo mismo, dice, va a pasar con otras normativas de reciente aplicación, en materia de bienestar animal o fertilización, y ante la próxima entrada en vigor del Cuaderno Digital utiliza una frase expresiva y que resume el sentir del conjunto del sector: “menudo lío”.
Priorizamos el trabajo para nosotros y a veces es difícil de compatibilizar con el de fueraOptan por priorizar sus siembras y ensilados para que la calidad de la ración sea la idónea. “La ventaja de tener tú mismo la maquinaria es que haces los trabajos cuando quieres y como quieres y nunca se te pasa o se te moja la hierba ni se te seca demasiado el maíz y si hay una plaga la coges a tiempo, porque no esperas por nadie”, argumenta Maricarmen. 95 hectáreas en las que hacen doble cultivo
En esta zona se da bien el maíz; sacamos buenas produccionesEn los últimos años han ido modernizando su parque de maquinaria y cuentan con tecnología de última generación, como tractores con sistema de autoguiado y aperos para hacer agricultura de precisión (siembra variable, dosificación de fitosanitarios), con lo que reducen costes e insumos. “Es positivo para los cultivos porque al no haber solapes los cultivos no llevan más sulfato en esas zonas y no se retrasa su crecimiento”, cuenta Aarón. Especializados en sacar la arena de los pozos del purín
Cuentan con un parque de maquinaria amplio, con el que hacen todos los trabajos de la explotación, excepto picar el maízCuentan con un parque de maquinaria amplio (tractores, segadoras, remolques para transporte de forraje, cisterna de purín con tubos colgantes, repartidor de estiércol), con el que hacen todos los trabajos de la explotación, excepto picar el maíz, y también están especializados en sacar la arena de los pozos del purín y distribuirla en fincas con mucha arcilla, donde ayuda a mejorar la capacidad de drenaje del suelo.
Javier Lombao se incorporó en el año 2019 a la ganadería de vacuno de carne que tenía su suegra en el lugar de Bocacarreira, en el ayuntamiento de Begonte (Lugo). Hoy cuenta con 19 reproductoras y 32 hectáreas de terreno, en las que hace pastoreo con su ganado.
Javier no se dedica a tiempo completo a atender a sus vacas, ya que trabaja como empleado en otra explotación láctea, por lo que para él contar con un sistema de monitorización que le permitiese tener controlados a sus animales en todo momento era algo imprescindible.
O estás todo el día mirando para las vacas o si no fuese por estos dispositivos habría problemas que no detectarías a tiempo
Hace un año se decidió a instalar los dispositivos Rumi, que fabrica la empresa Innogando, y está muy satisfecho con el resultado. Ahora puede conocer a distancia y en tiempo real, a través del teléfono móvil, lo que está sucediendo en el prado, algo que le da “mucha tranquilidad”.
Alertas al móvil
La ganadería O Neno tiene a su ganado dividido en dos lotes y repartido por las distintas fincas de las que disponen. Si sucede cualquier imprevisto, por ejemplo que una vaca se escape (los collares están provistos de localización GPS), recibe una alerta para avisarle.
Javier tiene el ganado en dos lotes y en distintas fincas
Pero la monitorización continua e individualizada de cada uno de sus animales le permite además tener un conocimiento exhaustivo y pormenorizado del estado reproductivo y de salud de cada vaca. “Gracias a la aplicación ves cosas que de otra manera no verías, a no ser que pasaras las 24 horas del día con las vacas mirando para ellas”, dice.
Avisador de partos
El control de los celos es un aspecto esencial para mejorar la rentabilidad de una explotación de vacuno de carne y cuando se hace un manejo en extensivo, con las vacas siempre fuera, a veces no es fácil verlos. Por eso Rumi es de gran ayuda, asegura Javier, “porque no se te pasa ni uno”.
Junto con la detección de celos, otra de las funciones que este ganadero más valora de los dispositivos de Innogando es el avisador de partos. “Se lo colocas en el rabo a la vaca cuando ves que está próxima al parto y en el momento en que se pone a parir te llaman por teléfono para avisarte de que la cría va a nacer. Llegas y normalmente ya está con los pies de fuera; es efectivo al 100%”, describe.
Es efectivo al 100%; llegas y normalmente el ternero ya tiene los pies de fuera
De esta manera, el ganadero puede acudir al lugar en el que está la vaca en el momento justo para presenciar el proceso y supervisar que todo vaya bien, pudiendo actuar en caso de ser necesario para salvar al ternero o ayudar a la vaca. “Todos los que tenemos vacas sabemos lo que es tener que levantarte 4 o 5 veces por la noche para vigilar si se pone de parto; de esta manera te evitas todo eso”, asegura.
La tecnología, clave para que la gente joven siga en el rural
Por eso, dice convencido, “instalar los Rumis ha sido algo fantástico”. “Es una inversión que merece mucho la pena hacer, porque mejora mi bienestar y el de mi ganado”, argumenta. “Facilitar las cosas al ganadero”, dice, es clave para que la gente joven se incorpore al sector y siga habiendo explotaciones en el rural.
“En esta parroquia, Bóveda, solo quedamos dos ganaderías de carne y una de leche y en la parroquia de al lado, O Castro, ya no queda ninguna, ni de leche ni de carne”, describe.