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Jornada de puertas abiertas en ganadería Abrita SC, una granja de Portomarín con 4 robots de ordeño Lely

José Manuel Rodríguez xunto cos seus fillos Manuel e Rubén Rodríguez

El 18 de abril a partir de las 10 de la mañana, Lely organiza una jornada de puertas abiertas en la ganadería Abrita SC, una explotación situada en la provincia de Lugo en el concello de Portomarín, en la parroquia de Vilaxuste. La granja cuenta desde el año 2022 con cuatro Lely Astronaut A5 y un arrimador Juno Flex de la firma holandesa.

Esta granja familiar la encabezan José Manuel, Manuel y Rubén Rodríguez, que cuentan además con la ayuda de cuatro empleados para todas las tareas relacionadas con su explotación. Hay que recordar que a sus 500 vacas, entre ordeño, secas y novillas, hay que sumar casi 180 hectáreas de terreno de las cuales se encargan ellos mismos. 

Manuel Rodríguez comenta que “llevamos 25 años en esta nave, ahora mismo tenemos 250 vacas en ordeño con cuatro robots”. José Manuel, su padre, contaba que “empezamos con siete vacas en la granja vieja hace muchos años y hemos ido creciendo hasta lo que tenemos en la actualidad”. 

Para poner los robots de ordeño, Manuel dice que “hicimos una ampliación para meter los robots, llevamos más de dos años y medio y la verdad es que estamos encantados”. De la adaptación de sus animales, este ganadero lucense dice que “desde los primeros meses nos dimos cuenta de que habíamos acertado plenamente, porque el trabajo cambió como del día a la noche”, añadiendo que “el trabajo con robots es mucho más llevadero”.

El número de averías de las máquinas es también una gran ventaja que le ven a las máquinas de Lely. “Si tienes bien los robots, con agua y luz, el robot no para. Las averías son mínimas. La verdad es que estamos muy contentos, porque la máquina funciona a la perfección”, comenta Manuel Rodríguez.

En cuanto a números, Manuel habla de un gran incremento en la producción de sus vacas. “El cambio fue de entre 5 y 6 litros más por vaca y por día, este incremento da de sobra para pagar los robots y ganar dinero”, asegura el ganadero.

Para la adaptación, los primeros meses fue los que más les costaron, ya que pusieron a funcionar las máquinas en dos fases, primero instalaron dos robots, y luego los otros dos. Aunque sí asegura Rodríguez que “en dos meses las vacas estaban acostumbradas y produciendo más litros de leche”. 

José Manuel, el padre, asegura que “nosotros no nos quedamos nunca ninguna noche entera aquí para acostumbrar al ganado, la verdad es que nos llevó dos meses pero lo volveríamos a hacer porque los beneficios son extraordinarios”. 

En la granja, cuenta Manuel que “trabajamos nosotros y tenemos cuatro empleados, porque hacemos todo nosotros, tanto las labores de agricultura como en la granja”. 

Gracias a la instalación de los robots “suprimimos seis horas de trabajo diario de dos personas, que son 12 horas al día”, cuenta Manuel. Ahora “la gente puede atender mejor las cosas, y podemos estar pendientes mucho más de todo”, comenta el ganadero. Para los robots reconoce que “no hace falta una mano de obra tan cualificada, por lo que es más fácil encontrar personal”.

En Abrita SC compaginan el trabajo con los robots Lely Astronaut A5 con la sala de ordeño, con un lote de vacas muy pequeño. “Gracias a esto no tenemos problemas en los robots, lo único que tenemos en sala son las vacas que están enfermas, o que requieren de nuestra intervención. Así las vacas están mucho más aliviadas y los robots con mucho más tiempo libre y sin perder ordeños con leche que no se va a aprovechar”, asegura Manuel Rodríguez. 

La granja está dividida en dos lotes, con dos robots en cada zona. “Tenemos 110 vacas en cada lote, metemos muy pocos atrasos, en torno a 4 vacas por cabina a la mañana y a la tarde, el número es muy llevadero, porque te da muy poco trabajo y mucha flexibilidad”, afirma el ganadero.

Manuel Rodríguez dice además que “gracias a los robots ya no ves leche en las camas, y los animales están mucho mejor”.

Su hermano Rubén es el encargado de hacer el carro de comida para las vacas, y cuenta que “metemos 11 kilos de hierba, 26 de maíz, 2,5 de silo de hierba de invierno, y 8 kilogramos de concentrado en la ración”. A mayores “punteamos en el robot una media de seis kilos por vaca y por día”, comenta.

Las camas son de carbonato y serrín, y Rubén Rodríguez dice que “las camas se gradan siempre a la mañana y se repasan por la tarde”. La mejor cama para ABrita  SC es la arena, “pero para la agricultura es la peor, por lo que nos decidimos por este tipo de cama”, finaliza Rubén.

El diseño en esta granja lucense estaba muy claro, querían poner los robots en forma de L. “Era la única forma que veíamos para que se pudiera compartir área de contención y que quedara muy cómodo para el trabajo diario”. Además, dice Manuel Rodríguez, “puedes pasar de un robot a otro en muy pocos metros, algo que es muy práctico”. 

El buen servicio y la forma de trabajar de Lely “fue lo que nos ayudó a tomar la decisión, nosotros estamos muy contentos con todo”, asegura Manuel. 

José Manuel solo le pone una única pega a las máquinas de ordeño, que es “no haberlas puesto antes, porque la verdad es que estamos encantados, gracias a los robots esto cambió muchísimo”.

Las inseminaciones las hacen siempre a partir de los 60 días, “salvo vacas de 70 litros para arriba”, comenta Manuel Rodríguez. “Trabajamos en exclusiva con ABS el tema de semen y los acoplamientos, llevamos desde enero trabajando 100% con ellos pero aún es pronto para hacer alguna valoración, aunque seguro que la relación va a ser muy positiva, porque nos conocemos de hace muchos años”. Lo que buscan en sus vacas es “velocidad de ordeño y kilos de leche, y como no queremos aumentar mucho más el número de vacas, por eso nos decidimos por el programa que nos propuso ABS”, dice Manuel.

En Abrita SC no externalizan ningún servicio para sus animales, “desde que nace la vaca hasta que se marcha, está en nuestras instalaciones, contamos con más de 500 vacas en total”, asegura Manuel.

Además de los robots de ordeño Lely Astronaut A5, en esta explotación láctea cuentan con un arrimador de comida Lely Juno Flex. “Estamos muy contentos, porque lo vemos muy necesario. El arrimador es completamente esencial, porque al arrimar la comida, las vacas comen más, y por consiguiente, dan más litros de leche y no tenemos restos, algo muy cómodo para nosotros”, finaliza Manuel Rodríguez.

Unos 350 ganaderos asisten a una jornada sobre robots de ordeño de Lely en una ganadería de Val do Dubra

Unos 350 ganaderos y ganaderas procedentes de toda Galicia  , pero también de Asturias, participaron hoy en un encuentro sobre el empleo de robots de ordeño,organizado por la marca holandesa Lely, experta en maquinaria y robótica agrícola. Tuvo lugar en la Ganadería Queirugueira, de Val do Dubra, socia de CLUN.

La Ganadería Queirugueira lleva ya cuatro años empleando esta tecnología, mediante tres robots y un arrimador de comida, todos de la marca Lely. Durante la jornada los asistentes tuvieron la oportunidad conocer su funcionamiento y las principales ventajas que les pueden aportar en su día a día.

«Fue una jornada muy positiva, en la que los ganaderos puderon ver en funcionamiento un robot Lely Astronaut A 3 y dos Lely Astronaut A 5; es decir, el pasado y el presente de Lely. Las impresiones que llevamos fueron muy buenas, porque los visitantes pudieron ver in situ como un matrimonio y una empleada atienden sin ningún problema una granja con 180 vacas en ordeño, logrando una producción media en el día de hoy de 42 litros por vaca. Es decir, gracias a la robotización, logran calidad de vida, consiguen resolver el problema de la falta de mano de obra e incrementan la rentabilidad de la granja», destaca Juan Alonso, responsable márketing de Lely en Galicia. 

Un momento de la comida

La robotización de la ganadería: Unos 370 robots de ordeño ya instalados en Galicia

José Antonio González es uno de los técnicos de CLUN especializado en robots de ordeño. Explica que acompañan a los ganaderos a la hora de valorar en cada caso si incorporar o no esta tecnología, realizando un estudio de costes y rentabilidad. En esta línea, señala que la producción puede incrementarse entre un 8 y un 12% anual por animal. Además, apunta que también se produce una mejora desde el punto de vista higénico-sanitario. Y, a la hora de conseguir personal estable, asegura que los potenciales trabajadores prefieren operar con tecnología frente al sistema manual.

«Hace falta tener en cuenta que cada robot atiende a unos 60 animales y hacen tres ordeños al día, que es lo ideal; las explotaciones ganaderas normalmente sólo realizan dos debido a la falta de mano de obra. Son capaces de llevar a cabo el proceso de forma completamente automatizada, lo que significa que no es necesario que un operador esté presente durante el ordeño, lo que ahorra tiempo y esfuerzo, favoreciendo la flexibilidad horaria y, por lo tanto, la conciliación de la vida familiar y laboral. Además, estas máquinas trabajan las 24 horas, lo que permite mantener o incluso ampliar el número de animales. La falta de mano de obra, unido a que las nuevas generaciones apuestan por actualizar las explotaciones y mejorar su calidad de vida, hace que la implantación de esta tecnología en las ganaderías gallegas sea imparable» -manifiesta el técnico de CLUN-.

Por otro lado, con esta tecnología se favorece el bienestar animal porque los robots están diseñados para proporcionar un entorno confortable y tranquilo para las vacas durante el ordeño Los animales pueden entrar y salir del robot cuando lo deseen, lo que reduce el estrés y mejora su comodidad.

Además, cada vaca es identificada y monitoreada de forma individualizada por el robot. Esto posibilita un seguimiento preciso y en tiempo real de la producción de leche, del estado de salud de la vaca y otros datos relevantes para los ganaderos. Asimismo, el robot puede detectar problemas de salud de manera temprana, lo que ayuda a prevenir enfermedades y mejorar la eficiencia del ordeño.

En la actualidad en Galicia hay instalados unos 370 robots de ordeño. En cuanto a los requisitos para que una ganadería pueda optar a su mecanización, los técnicos señalan que debe disponer de corredores amplios para favorecer el acceso de los robots. Por su parte, las vacas deben tener una determinada morfología tanto de ubres como de patas.

CLUN tiene en marcha varias iniciativas para hacer frente a la falta de personal en las explotaciones ganaderas

CLUN trabaja en varias frentes para resolver uno de los problemas que más preocupan a los ganaderos en la actualidad como es la falta de personal. Así, además del asesoramiento en robots de ordeño, la cooperativa impulsó la primera formación profesional en formato dual de sanidad animal de la enseñanza pública gallega. Desde septiembre catorce alumnos cursan en el IES de Melide esta FP superior, que los habilitará como profesionales calificados para trabajar en el campo de la asistencia a ganaderías. En el mes de marzo comenzarán sus prácticas en explotaciones de la cooperativa.

Asimismo, CLUN participa en iniciativas de formación sobre ganadería y leche dirigidas a inmigrantes, a través de organizaciones como Ecos do Sur y AGACA. El objetivo es que puedan encontrar una salida laboral en el campo.

“Hemos pasado de producir leche desde la excelencia como ganaderos a hacerlo desde el punto de vista de la rentabilidad como empresa”

Hace más de 50 años, cuando su abuelo se asentó en Fisteus, al lado de Curtis, con sus 5 vacas nunca imaginó una granja con más de 1.000 cabezas. “El crecimiento siempre ha estado en el ADN de la familia”, dice Alberto Lamas, que está al frente de una ganadería que ordeña en la actualidad 450 vacas y produce unos 15.000 litros diarios de leche. Ese crecimiento experimentado por SAT A Campa lo ha obligado a tomar en los últimos años decisiones pensando la explotación desde una óptica empresarial. “Pasamos de producir leche desde el punto de vista de la excelencia como ganaderos a hacerlo desde el punto de vista de la rentabilidad como empresa”, asegura. El paso de la mano de obra familiar a depender de trabajadores contratados fue el detonante para cambiar el tipo de ganado y para apostar por la robotización de tareas como el ordeño o la alimentación. “Sin los robots y sin buscar la facilidad de manejo en las vacas no seríamos capaces de llevar esta granja con solo 6 empleados”, dice convencido. Crecimiento constante durante décadas A Campa siempre ha sido, en cierta medida, una ganadería adelantada a su tiempo. Pionera en el sistema de estabulación libre y sala de ordeño, fue de las que apostó en su día por animales de alto valor genético y por la implantación y venta de embriones. En 1995 montaron su propia quesería, Queinaga, dentro de la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, para transformar y valorizar su leche y, necesitados de más materia prima, en el año 2008 compraron otra granja en Cesuras, a 5 km de A Campa, con una capacidad para 150 cabezas, para doblar la producción.
Alberto está hoy al frente de la granja y su padre de la quesería
En 2019, ya con 180 animales en ordeño en A Campa y 200 en Cesuras, hicieron un nuevo establo para concentrar en Curtis toda la producción y destinar la granja de Cesuras a la recría. “Hace 15 años teníamos 150 vacas y hoy estamos ordeñando 450”, destaca Alberto, que no tiene en mente a día de hoy seguir aumentando más. De vacas y toros top a animales funcionales Cuando se incorporó, en el año 2010, lo hizo apostando por animales de alto valor genético. “Llegué a comprar una vaca de 22.000 euros en Silleda y junto con otras dos ganaderías, San Rian y Grilo, tuvimos el toro factor rojo número uno del mundo, nacido aquí en Galicia, en la esquina de Europa, que fue vendido en 40.000€ para ABS Inglaterra”, recuerda.
Cuando me incorporé llegué a comprar una vaca de 22.000 euros en una subasta en Silleda, pero hoy me ha cambiado la mentalidad por completo
Ahora, con 35 años, reconoce que le ha cambiado la mentalidad. “Me sigue gustando la vaca, igual que me gusta el caballo, pero hay que mirar la rentabilidad. Cuando yo me incorporé empecé a tope con la genética, yendo a concursos y comprando animales en todas las subastas, pero me di cuenta de que hay más mundo que eso. Tocar ese extremo me ha servido para ver que no era el camino”, opina. Paso a Procross buscando facilidad de trabajo Hace 5 años comenzó a cruzar las vacas frisonas que tenía en busca de animales más resistentes y fáciles de manejar. “Empecé a cruzar cuando la situación de la granja cambió. A medida que las necesidades de mano de obra contratada se fueron incrementando necesitábamos simplificar el manejo del ganado y buscar facilidad de trabajo diario. Las vacas cruzadas ofrecen eso”, asegura. Hoy ordeñan 450 vacas: 140 jersey y el resto holstein puras y cruzadas, que ya representan el 35% de las vacas en producción y están aumentando día a día, a medida que las frisonas puras van abandonando el establo.
El aumento del volumen y la necesidad de mano de obra externa me llevaron a cruzar
“Estamos ya inseminando todo con Procross”, indica, completamente convencido de la decisión que ha tomado. “Mucha gente que empieza a cruzar para antes de tiempo, porque los primeros cruces son más desiguales y al tenerlas mezcladas con las otras lo primero que notas es una pequeña bajada de producción, pero los resultados se ven a más largo plazo”, afirma. Un lote jersey para lograr diferenciación en la leche Antes de empezar a cruzar, Alberto compró vacas de raza jersey traídas de Dinamarca. “Introducimos la raza jersey para buscar nicho de mercado y diferenciarnos. En esa época la leche valía poco y era toda igual”, dice. De modo que cuando construyó el nuevo establo hizo toda una ala de la nave adaptada al tamaño de esas vacas, con cubículos más pequeños (112 centímetros en las jersey frente a 128 en las frisonas).
Las jersey son ágiles y muy curiosas y van más al robot, pero también son delicadas
Aquella leche con más sólidos le sirvió para acceder a empresas como Inleit o Entrepinares pero las dificultades de manejo eran semejantes a las que tenía en el rebaño frisón. “Es cierto que logré el objetivo de tener una leche diferente, pero me di cuenta de que con la raza jersey tenía los mismos problemas que con la holstein y que si quería ir a más volumen de ganado esa raza tampoco me valía, porque la jersey también es delicada, si la aprietas te da, como la frisona, pero también se rompe”, afirma. De la vaca individual al rebaño Con el cambio de concepto de ganadería familiar a empresa Alberto tuvo que cambiar también el modo de entender y gestionar la granja. “Hoy en día no es la vaca la que condiciona la rentabilidad de cualquier explotación, porque la genética no es ya el principal factor limitante de la producción de leche. Sí lo son, en cambio, aspectos como el grado de cualificación de la mano de obra, la calidad de los forrajes o la comodidad de las instalaciones. Y, sin embargo, muchas veces seguimos mirando para la vaca y no para esas otras cosas”, argumenta.
El 80% de las vacas que se van al matadero en una granja de leche lo hacen porque no empreñan
“En la actualidad, el 80% de las vacas que se van al matadero en una granja de leche lo hacen porque no empreñan. La reproducción es el principal factor de descarte hoy en una explotación. Por lo tanto, yo sabía que tenía que cambiar eso si quería crecer en cabezas y en rentabilidad económica”, razona. “La holstein no es la raza que más me compense. A veces es mejor un todoterreno que un Ferrari, porque no se dan las condiciones para ir a 300 km/h y porque los gastos de mantenimiento son menores; es un poco lo que pasa con la holstein”, compara.
En equipo la vaca cruzada trabaja mucho mejor que la holstein
Desde el punto de vista empresarial y de conjunto, dice, “las vacas procross aportan homogeneidad y uniformidad en una granja, al no destacar una sobre la otra. En equipo las vacas cruzadas trabajan mucho mejor que las frisonas puras; eso lo tengo claro”, afirma. Apuesta por la robotización Junto a los cambios genéticos, la otra gran evolución de SAT A Campa en los últimos años ha sido la de la automatización. En la nave nueva tienen instalados 4 robots de ordeño y un sistema autónomo de alimentación para el ganado. “Gracias a la robotización somos capaces de atender 450 vacas en ordeño entre 6 personas”, asegura Alberto, que piensa que la modernización de las granjas es indispensable para que los jóvenes tomen el relevo en las explotaciones.
Para mí sigue siendo más fácil de trabajar en una sala de ordeño que con los robots, pero aportan otras ventajas
En la nave antigua, donde sigue ordeñando en sala, hace tres ordeños diarios. “Los robots de ordeño tienen ventajas y desventajas a respeto de la sala”, reconoce. “En mi caso una primeriza hace más leche en la sala que en el robot, porque en la sala hace tres ordeños sí o sí, mientras que en el robot tarda 2 meses, mientras no le pierde el miedo, en lograr los tres pases”, afirma. Producción y sólidos En el establo nuevo, donde ordeña 240 animales, el 60% jersey, la media de producción contando las jersey es de 35 litros, al 4,30% de grasa y 3,70% de proteína. “En invierno bajo un par de litros de producción, pero subo al 4,80% de grasa”, explica Alberto. El lote de frisonas y cruzadas están en 44 litros de media diaria y la estrategia de crecimiento de la explotación pasa por seguir apostando por el ganado procross y mantener un núcleo jersey puro con el que contribuir a incrementar las calidades.
Venden la leche a Inleit, Entrepinares y Queinaga
La producción total de SAT A Campa es de unos 15.000 litros diarios y venden la leche a tres compradores distintos: Inleit, Entrepinares y Queinaga, su propia quesería. En los tres casos, los porcentajes de sólidos son fundamentales en los procesos de transformación industrial de la leche que llevan a cabo. 190 hectáreas de superficie SAT A Campa trabaja una superficie agraria de unas 190 hectáreas, de las que sembraron a maíz este año 150 hectáreas, tras ensilar 170 de hierba. “Hacemos dos cortes antes de labrar el maíz y en el resto tres cortes y hierba seca”, explica. “Para nosotros en esta zona es más fácil trabajar el maíz que la hierba. Yo reconozco que la hierba da leche, pero es difícil ensilarla bien, porque no siempre consigues 4 días de buen tiempo en el momento óptimo, muchas veces o se te pasa o la recoges mojada”, dice.
En esta zona es más fácil de trabajar el maíz que la hierba
En el caso del maíz, sin embargo, logran producciones por encima de los 50.000 kg por hectárea. “En esta zona siempre tenemos muy buenas cosechas de maíz, porque siempre llueve algún día en verano y hay humedad por las noches”, explica. Alberto echa mano de una empresa de servicios para hacer los trabajos agrarios, excepto para sacar el purín, que lo hacen ellos directamente. “Cuando estás en campaña hay que hacer muchas hectáreas en poco tiempo y deja de ser factible o rentable hacerlo tú”, afirma. Alimentación diferenciada y camas de compost Robot de alimentación, que realiza una ración para las vacas jersey y otra para las frisonas y cruzadas En este momento la alimentación es diferente en el caso de las vacas jersey, que tienen una menor ingesta aunque un mayor índice de conversión a leche, puesto que sus necesidades de mantenimiento corporal son inferiores debido a su tamaño. En el resto de las vacas en producción la ración es la misma, aunque Alberto reconoce que sus necesidades no son iguales. “El hecho de tener mezcladas en el establo las vacas cruzadas y las holstein puras me impide lograr una mayor eficiencia, porque la energía que necesita la vaca procross es inferior a la holstein, por lo que no estamos optimizando al máximo la alimentación”, admite. “A medida que el número de vacas frisonas vaya reduciéndose iremos ajustando más la ración”, avanza. Para las camas del ganado, siguen manteniendo la arena como material de relleno en el establo antiguo, pero han instalado un separador con célula higienizadora para la fracción sólida del purín, que utilizan en los cubículos de la nave de producción más reciente, construida en 2019.

Ampliación de la quesería para triplicar su capacidad productiva

SAT A Campa fue una de las primeras explotaciones en incorporarse a la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, abriendo su quesería en 1995 como estrategia para valorizar la leche que daban sus vacas. Con el paso de los años, al igual que lo hizo la granja, también a quesería ha ido creciendo, hasta verse obligada en estos momentos a comprar leche de otras explotaciones de la zona. Queinaga transforma en este momento unos 20.000 litros diarios de leche, pero está ampliando sus instalaciones para triplicar su capacidad quesera. Alberto está convencido de que solo transformando la leche se podrá alcanzar un buen precio en el futuro, por lo que no tiene en mente seguir aumentando al número de vacas y a la producción de leche en la granja, sino apostar por la quesería incrementando el volumen de leche convertida en queso en ella.
La industria tiene ventaja porque siempre va a haber leche en abundancia en el mercado
“Las industrias se valen de la abundancia de leche para pagar poco por la materia prima y eso yo no veo que vaya a cambiar a corto plazo, porque hay muchas explotaciones que se han metido en los últimos años en créditos e inversiones para crecer y esos ganaderos están obligados a dar leche, necesitan producir leche a toda costa, aunque sea a base de trabajar día y noche; pero esa no es mi filosofía”, dice. “La quesería es un mundo más difícil pero también multiplica más que la granja. Al principio empiezas por la ganadería porque es el más fácil, pero nuestra intención ahora no es crecer más en número de vacas, sino crecer con la quesería”, explica.
De cara al futuro prefiero seguir creciendo con la quesería; a día de hoy no tengo previsto crecer más con la ganadería
En la quesería, situada enfrente de la granja, elaboran queso Arzúa-Ulloa y Tetilla en diversos formatos, así como manteca cocida para repostería, que se obtiene de la grasa que queda en el suero resultante de hacer los quesos. Producen unos 2.500 kilos diarios de queso, que venden principalmente en Galicia, aunque también exportan a otros países, como Portugal, Reino Unido o incluso China. “Evolucionar y crecer siempre fue un poco el lema de la familia”, reconoce Alberto.
Queinaga y Queizuar (Bama) son hoy las dos grandes queserías de la Denominación de Origen Arzúa Ulloa
Apuestan por la calidad para sus productos y defienden que el crecimiento no está reñido con mantener el sabor y la elaboración tradicional. De hecho, Queinaga ha alcanzado en la última edición de la Cata de los Quesos de Galicia dos medallas de oro, una para su queso tetilla y otra para el Arzúa-Ulloa.
Luis Lamas es en este momento el presidente del Consejo Regulador
Carmen Vázquez, la madre de Alberto, sigue siendo la maestra quesera. Su padre, Luis Lamas, es en este momento el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, después de sustituir este año a Xosé Luis Carrera, de Arqueixal, que presidió la denominación durante 24 años.
Reportaje elaborado con la colaboración comercial de Glogal Genetics

Carioni, la granja ecológica más grande de Italia, con 1.500 vacas y 1.000 hectáreas

Sara Carioni, junto a Adrián Fernández, Antón Chaín, Mateo García y Brais Cajide, alumnos de la EFA Fonteboa que esta primavera hicieron prácticas en esta ganadería italiana En 1920 la familia Carioni empezó a producir leche con 5 vacas en su pequeña granja de Trescore Cremasco, en el límite entre las provincias de Cremona y Bérgamo. Un siglo después y propiedad en la actualidad de Tommaso Carioni y sus hermanos Mario y Tiziana, se ha convertido en la explotación ecológica más grande de Italia. En ella realizaron prácticas esta primavera cuatro alumnos de la EFA Fonteboa dentro del programa de intercambio europeo Erasmus+.  Situada en la zona agrícola de Crema, a 50 minutos de la ciudad de Milán, la granja de la familia Carioni es hoy unha empresa diversificada, que trasforma su producción láctea en quesos y otros productos y que cultiva también hortalizas con las que hace conservas.
La granja de la familia Carioni es hoy un ejemplo de emprendimiento agrícola reconocido en Italia
La importante dimensión alcanzada garantiza todo el ciclo productivo, desde la producción de forrajes y la cría del ganado hasta la transformación y venta directa de sus productos lácteos, un modelo de emprendimiento agrícola reconocido con numerosos premios en Italia. La búsqueda de la autosuficiencia energética les ha llevado a invertir también en placas solares y biodigestores para el aprovechamiento del metano generado por el purín. En ecológico desde 2015 Vista aérea de las instalaciones donde se encuentra el establo de producción de leche ecológica, la quesería y la planta de biogás En su evolución como empresa, han sabido fusionar tradición e inversiones en las tecnologías más avanzadas para abrirse camino en el mercado. Un crecimiento constante iniciado hace más de medio siglo pero que se ha multiplicado en la última década. El padre de Tommaso, Francesco Carioni, incrementó en los años 60 la cría de ganado lechero y el cultivo de la tierra con la producción de hortalizas. Siguiendo su ejemplo de diversificación, en el año 2000 sus hijos montaron una quesería y empezaron a transformar la leche que producían en queso fresco y curado de distintas denominaciones de origen, como Salva Cremasco o Taleggio. Pero es a partir de 2015 cuando se produce el gran salto en la empresa familiar, con la conversión a ecológico y el lanzamiento de Carioni Food & Health, que resume la filosofía actual del grupo: adaptarse a las demandas del consumidor produciendo alimentos de calidad, saludables, y que preserven el medio ambiente. 1.000 hectáreas de terreno Sistema de regadío, con 600 metros de manguera y pivote Desde entonces han duplicado varias veces el tamaño de la granja y extendido su superficie agraria, que suma en la actualidad 1.000 hectáreas repartidas por 3 de las 20 regiones italianas: Lombardía, Emilia Romagna y Marche. “Hacemos dos cultivos al año. Las rotaciones son muy importantes en ecológico para mantener el suelo y evitar las malas hierbas”, asegura Sara Carioni, que se encarga del manejo de datos, la certificación ecológica de las tierras y la ganadería y del sistema automatizado de alimentación, formado por tres robots Triolet. La ración incluye silo de trigo, silo de hierba, pastone de maíz, harina de maíz, torta de soja, harina de guisante y paja o hierba seca. En la actualidad sólo salen al pasto las vacas secas, pero a partir de la próxima primavera saldrán también las vacas en producción. “Para ello tenemos que cambiar de sitio la carretera principal y necesitamos la autorización del Ayuntamiento”, explica Sara.    Cultivos para alimentación humana y animal A cultivo de girasol destinan 150 hectáreas Las vacas se alimentan con forrajes ecológicos producidos en las tierras que gestiona la propia granja y con la importación de suministros procedentes de otras áreas y de otros países, como por ejemplo maíz de Europa del este, que llega cada semana en tráiler por carretera. Cultivan 250 hectáreas de trigo, 150 de maíz, 150 de girasol, 100 de cebada, 100 de hierba para el ganado y, para alimentación humana, 60 hactáreas de colza, 60 de guisante y 50 de soja. Cuentan con tierras en distintos municipios (Trescore Cremasco, Casaletto Vaprio, Crema, Romanengo, Pantigliate, Vignate) de varias provincias (Milán, Lodi, Cremona). Realizan ellos mismos directamente una parte importante de los trabajos agrícolas, para lo que disponen de un amplio parque de maquinaria, aunque también subcontratan algunas labores específicas en momentos concretos. Tres granjas Vacas de producción ecológica, con 600 cabezas en ordeño y previsión de doblar en el plazo de 4 años La ganadería cuenta con 1.500 cabezas totales repartidas en varias ubicaciones. El establo principal alberga a 600 vacas adultas en producción ecológica en Trescore Cremasco, que se complementa con una granja aparte para la recría. A pocos kilómetros, en Casaletto Vaprio, Carioni mantiene otra explotación que produce en convencional con un centenar de vacas en ordeño.
Producen diariamente 18.000 litros de leche ecológica y transforman el 40% de la producción
La media de producción es de unos 30 litros por vaca y día, con un 4,2% de grasa y un 3,5% de proteína. De las granjas de la familia Carioni salen diariamente unos 18.000 litros de leche ecológica y 2.800 de convencional. Transforman el 40% de la producción, a la que dan salida a través de la venta directa en tiendas propias, situadas en Brescia y en la estación central de Milán. Son socios además de la cooperativa Granarolo, a la que suministran leche ecológica con la que elaborar productos de alimentación infantil. “Nos pagan poco, sólo 69 céntimos por litro, unos 12 céntimos más que la convencional”, se queja Sara. Exportación Entre los productos elaborados se encuentran quesos con denominación de origen, leche fresca y distintas conservas La demanda interna italiana está “saturada”, afirma. “Es necesaria una regulación de la producción de leche porque, a falta de normas, el mercado italiano ha sido invadido por materia prima procedente del extranjero, lo que ha provocado una bajada de precio que pone en dificultades a los ganaderos italianos”, asegura. Por eso apuestan por abrir mercados fuera, a través de la exportación e internacionalización de sus productos. Tras convertirse en proveedores oficiales de McDonald’s Italia, han iniciado contactos en destinos lejanos como Australia, Asia o EEUU.

Seguir creciendo con la innovación constante como bandera

Sara Carioni, junto a los alumnos gallegos, en el establo de producción ecológica Sara es la cuarta generación en la ganadería iniciada por su bisabuelo hace más de un siglo y representa el cambio tecnológico por el que está apostando Carioni. “La innovación fue la clave de nuestra evolución y de nuestro crecimiento”, asegura Sara. Pese a haber vivido un crecimiento exponencial en los últimos 10 años, tanto en cabezas de ganado como en hectáreas de terreno, su objetivo a corto plazo es seguir creciendo. “Nuestro objetivo en 4 años es duplicar el número de vacas en producción, pasando de las 600 actuales a 1.200”, detalla.
Aquí no se cuestiona el tamaño de las explotaciones, porque la sostenibilidad no depende de eso sino de cómo se hagan las cosas
“Aquí no se cuestiona el tamaño de las explotaciones, las hay de más de 1.000 vacas y no existe límite legal al respecto y para mi puede ser sostenible una granja de este tamaño, porque no depende del número de vacas sino de cómo se hagan las cosas”, argumenta. Robotización Zona de carga de forrajes y concentrado del robot de alimentación Para acompañar ese crecimiento, la granja de la familia Carioni apuesta por un alto nivel tecnológico en sus procesos de producción, tanto agrícolas como ganaderos. “Tanto el robot de alimentación como los de ordeño que estamos montando están ya pensados y diseñados para llegar a las 1.200 vacas en producción”, explica.
Están sustituyendo el ordeño en sala dos veces al día por 20 robots
Se trata de un sistema pionero, de la marca italiana TDM, en el que los robots no están situados en medio de los distintos lotes de animales, sino en una instalación aparte, a la que se conducen las vacas a ordeñarse, igual que si se llevasen a la sala de ordeño. Los robots están dispuestos en forma de semicírculo alrededor de una sala de espera central para grupos de 150 vacas. “Para nuestra visión de futuro, una sala de ordeño rotativa no cumplía con nuestras expectativas, porque nuestro objetivo es robotizar la granja”, cuenta Sara. Cambio en el rol de los trabajadores Eso no va a eliminar mano de obra, considera, pero sí va a cambiar sus funciones y el perfil de los trabajadores, porque “a partir de ahora necesitaremos menos operarios y más técnicos informáticos”, afirma.
Dan empleo a más de 60 personas
Con todo, matiza, “aunque se trabaje con ordenadores y se manejen datos, las vacas hay que conocerlas igual, y la tierra también”, enfatiza. En total dan empleo a entre 60 y 65 personas en las distintas patas del grupo: agricultura, ganadería, transformación, distribución y comercialización. Agricultura de precisión Cisterna con sistema de inyección para el purín En el cultivo de la tierra, practican la agricultura de precisión, instalando sistemas de riego por goteo capaces de medir las necesidades hídricas específicas de cada parcela y tipo de cultivo. “El clima está cambiando mucho, en esta zona tenemos entre 80 y 100 días de lluvia al año, pero en los dos últimos años ha llovido mucho menos, la cantidad de precipitación ha sido muy inferior, por lo que se hace imprescindible el regadío”, asegura. “Lo hacíamos por turbina y este año hemos incorporado una manguera de 600 metros con pivote”, detalla.
En verano la temperatura alcanza los 35 grados y en invierno las mínimas caen hasta los 5 grados bajo cero
La producción ecológica tiene además otros requerimientos. “No podemos usar nada de abono químico, por lo que únicamente fertilizamos con abonos orgánicos, mediante purín líquido inyectado y estiércol sólido que enterramos al momento para reducir las emisiones”, explica. Este profundo conocimiento de la producción agrícola desde un punto de vista científico, la aplicación de buenas prácticas agronómicas y las inversiones en tecnologías avanzadas les han permitido mejorar la productividad de las tierras. Recría propia Pese a estar en producción ecológica, sólo las vacas secas salen a pastar al exterior de las instalaciones Carioni pretende duplicar en los próximos 4 años el número de cabezas de ganado en base a su propia recría, para lo que están inseminando a todas las vacas con semen holstein, usando sexado en novillas y vacas de primer parto. “Llevamos 2 años haciéndolo para crecer más rápido”, indica. Sin embargo, los problemas de hacinamiento de las terneras están retrasando su crecimiento y dificultando este objetivo. Les suministran 5 litros de calostro a las terneras al nacer, lo que les ayuda a arrancar muy bien en las primeras semanas de vida, pero después su crecimiento se ve frenado a medida que pasan a los lotes grupales, por lo que se ven obligados a ampliar la edad de destete en algunos casos hasta los 4 meses de edad. Bienestar animal Las camas en las nuevas naves son de colchoneta de látex Desde hace 6 años cuentan con certificación de bienestar animal. “Es una demanda de los consumidores que compran nuestros productos y una garantía de buen manejo para nuestros clientes”, argumenta Sara. Las naves de producción construidas hace 5 años disponen de cubículos con colchoneta de látex para el ganado y en las más antiguas la cama es de paja picada.
La certificación no tiene en cuenta la innovación; está un poco desfasada
La certificación tiene en cuenta la comodidad del alojamiento en el que se encuentran los animales, la ausencia de ruidos en el establo, la abundancia de bebederos y plazas de cornadiza, la amplitud de las instalaciones, el rayado de los suelos y otros aspectos constructivos, pero no las innovaciones tecnológicas, por lo que Sara considera que este tipo de certificaciones se han quedado ya “desfasadas”. Autosuficiencia energética Parque de maquinaria, con el tractor que usa el biometano como combustible Otro de los objetivos de Carioni es lograr ser una explotación autosuficiente desde el punto de vista energético. Para ello están instalando paneles solares para autoconsumo en todos los techos de las naves.
Por la noche siguen funcionando los robots de alimentación y mantienen las luces de los establos encendidas para estimular la ingesta
“El precio de la electricidad se ha multiplicado por cuatro el año pasado y el coste de la factura se nos ha disparado, pero cuando instalemos todas las placas seremos autosuficientes energéticamente”, destaca Sara. Además, desde el año 2010 disponen de una planta de biogás de gran tamaño, con dos turbinas de 1 kw/h de potencia cada una, que les permite inyectar a la red eléctrica la energía equivalente al consumo de 3.000 familias.
Disponen de un tractor New Holland que utiliza biometano como combustible
La planta se alimenta de purín de vaca, estiércol de gallina, ensilado de cereal y raigrás, cebada de las fincas que no están en ecológico, avena, harina de maíz, el suero de la quesería y diversos subproductos. El material digestado es utilizado posteriormente en las tierras como abono.   Esta granja italiana es pionera también en la búsqueda de fuentes renovables alternativas para la maquinaria. “Hasta ahora producíamos sólo electricidad, pero vamos a transformar la planta para hacer biometano”, avanza Sara. Disponen ya del primer tractor que utiliza biometano como combustible, de la marca New Holland.

“Las vacas cruzadas van más al robot porque son más vivas”

Jose Rodríguez, al lado de uno de los dos robots de su establo, donde la mitad son ya vacas cruzadas En el lugar de Nogueiras, en la parroquia de Ferroi (Guntín), se encuentra Gallardo SC, una ganadería familiar que creció y se ha profesionalizado nos últimos 20 años, con un nuevo establo, ordeño robotizado y una apuesta clara en la actualidad por los cruces en el ganado. Buscaban animales versátiles y que se adaptaseb bien a los robots de ordeño para reducir la carga de trabajo. Jose Rodríguez atiende la granja con la ayuda de 3 empleados. Cuentan en la actualidad con 210 cabezas totales (110 vacas en ordeño, 20 secas y unas 80 terneras y novillas de recría) tras un importante crecimiento que se aceleró hace 5 años. “Mis padres tenían una ganadería pequeña con 19 vacas; cuando realmente se empezó a crecer fue cuando me incorporé yo en el año 2003. Hicimos un establo nuevo para 32 vacas que fuimos después ampliando a medida que íbamos creciendo”, explica. Nueva nave en 2020 Al ir aumentando de tamaño, Gallardo SC necesitaba unas nuevas instalaciones para la recría. Con esa intención diseñaron una nueva nave en el año 2019 para albergar a novillas preñadas y vacas secas pero un año después decidieron duplicar su capacidad, instalar dos robots de ordeño y pasar para ella a las vacas en producción, llevando los lotes de secas y recría para el establo antiguo.
Hicimos un primer establo en 2003, en el que ahora tenemos la recría y las secas, y en 2020 pasamos a todos los animales en producción a una nueva nave
Con esa decisión lograron tener unas cómodas instalaciones para todo el rebaño, que facilitan el bienestar del ganado y el trabajo diario en la granja. “El establo viejo no era muy antiguo y eso nos permitió lograr muy buenas condiciones para los lotes de recría y vacas secas, equiparables a los de las vacas en producción”, indica Jose. La próxima reforma estará pensada para mejorar el espacio destinado a las terneras más pequeñas, que son las que están en este momento un poco más apretadas, reconoce. Secado y postparto en sala Zona de separación junto a los robots para tener más vigiladas a las vacas recién paridas Siguen disponiendo de la sala de ordeño en el establo construido en el año 2003, lo que les permite utilizarla tanto para vacas recién paridas como para hacer el secado, de manera que minimizan los posibles problemas en los robots, al tener en ellos únicamente animales que ya están fuera de los períodos más críticos de la lactación.
El manejo del lote de producción en los robots se vuelve más sencillo al no meter a las vacas para secar y a las recién paridas
“Cuando tenemos 5 o 6 vacas para secar las llevamos para el otro establo, les cambiamos la alimentación, sustituyendo la ración de leche por la ración de secas, y las ordeñamos en la sala durante unos días hasta ponerles el secado”, explica Jose. Del mismo modo, el postparto también lo hacen habitualmente en la sala, aunque cuentan también con un espacio al lado de los robots en los que separar vacas para poder vigilarlas más exhaustivamente, sobre todo en el caso de las frisonas.
Para que una holstein llegue al cuarto o al quinto parto no puedes dejarla parir y olvidarte de ella, hay que cuidarlas mucho
“Para que una holstein llegue al cuarto o al quinto parto no puedes dejarla parir y olvidarte de ella, hay que cuidarlas mucho. Nosotros los primeros días las tenemos controladas al lado del robot. A las frisonas de más de 3 partos les ponemos calcio y un bolo de Kexxtone. Lo hacemos por sistema porque si una entra en cetosis y acaba en desplazamiento de abomaso supone más gasto”, razona Jose. “A la hora del parto miramos mucho por ellas, y en los primeros días de secado también”, reconoce. El control de la calidad de leche se lo hace Seragro y están haciendo secado selectivo. Venta de recría La longevidad es una de las características destacadas de esta explotación. “Intentamos llevarlas a los 5 partos pero en las frisonas no vamos más allá, porque irse a un sexto parto sería arriesgarse a tener problemas y como disponemos de recría de sobra vamos haciendo relevo de animales a través de descartes voluntarios”, explica.
A través del relevo voluntario vamos metiendo novillas más productoras para elevar la media de la granja
Tienen en la actualidad 210 cabezas totales y están vendiendo el excedente de recría, tanto terneras como novillas. “Con 30 al año ya nos sobraría para cubrir nuestra tasa de reemplazo. Como estamos muy por arriba de esa cantidad podemos permitirnos sustituir vacas por novillas más productoras para incrementar de este modo la media de producción de la granja y vender la recría que nos sobra”, indica. Cruces Empezaron a incorporar vacas cruzadas en el año 2017, en una fase de crecimiento de la granja, y al ver el rendimiento que daban optaron por inseminar con montbeliarde y rojo sueco también los animales de la casa. “Habíamos hecho un viaje a Portugal y habíamos traído 4 novillas a parir aquí. Vimos que eran animales con más fortaleza y a día de hoy ya inseminamos todo con Procross”, cuenta.
A veces invierten el orden de los cruces, poniendo primero rojo sueco para buscar animales de menor tamaño
“Hasta el año pasado estábamos cruzando la mitad de las vacas y la otra mitad no, pero vemos que funciona y ahora ya estamos cruzando todo, en este momento a ninguna frisona pura le estamos poniendo frisón, o bien la inseminamos con montbeliarde o bien con rojo sueco”, detalla. “Me gusta una vaca de tamaño medio, el cruce con rojo sueco a mí me gusta mucho porque es una vaca más pequeña y con muy buenas calidades de ubre”, asegura. La media mensual de células somáticas en esta granja está en las 123.000, con 12.000 gérmenes de bacteriología. Las camas de producción y de las vacas secas son de arena, las novillas están en colchoneta y las terneras en cama caliente de paja. 42 litros de producción por vaca y día Entregan la leche a Entrepinares desde el año 2014. Rondan los 42 litros de producción por vaca y día, con un 4,20% de grasa y 3,55% de proteína. “Son producciones de frisona pero con más calidades. Antes empleábamos esmartamina y ácido palmítico, pero ahora ya no. La producción se está manteniendo y para mí las cruzadas son vacas más resistentes y con más movilidad hacia el robot. Son vacas más activas, que acuden más a ordeñarse”, destaca.
Hay vacas Procross que pican muy alto y son superiores a muchas frisonas
Tienen los animales de producción repartidos en dos lotes, uno por cada robot. En uno están los de primera y segunda lactación, con un máximo de 57 vacas, y en otro las vacas multíparas, con entre 52 y 54 cabezas. No saturar los robots Gallardo SC tiene en este momento 110 animales en los robots. Prefieren no tenerlos saturados para tener en ellos un tráfico más fluido y alcanzar de esta manera medias de 3 ordeños diarios. “No queremos pasar de los 115 animales en los robots, sobre todo si hay muchas vacas con pocos días en leche, porque hemos comprobado que metiendo 120 animales logras a veces menos leche porque bajas en las medias de entrada al robot”, explica.
Procuramos no tener más de 115 animales en los robots, sobre todo si hay muchas vacas con pocos días en leche
En la sala llevaban ya 4 años haciendo tres ordeños al día y logrando altas producciones, por lo que no notaron un incremento importante en los litros por vaca al pasar a los robots, sino que el aumento de la leche en el tanque vino dado por el incremento de la capacidad de la granja en unos 25 animales más en producción. Un manejo diferente Además de destacar la mayor movilidad hacia el robot y el incremento de los porcentajes de sólidos, Jose asegura que las vacas cruzadas “no necesitan tantos cuidados porque son mejores en salud, patas y fertilidad”.
Las vacas cruzadas salen antes en celo y puedes conseguir un parto más en el mismo tiempo que dura una frisona pura
“No es una vaca que haya que manejar igual que una frisona. Las holstein tienen lactancias más largas. Las procross, sin embargo, salen antes en celo y puedes conseguir un parto más en el mismo tiempo porque puedes inseminarlas antes”, explica. Gallardo SC logra una tasa de preñez del 37% en las vacas procross, con 1,97 dosis de media, frente al 29% y 2,13 dosis de las frisonas, que representan el 57% del rebaño total de la ganadería en este momento, frente al 43% de vacas cruzadas.
Quiero vivir de las vacas y no para las vacas; para mí que no haya problemas es muy importante
“Las frisonas necesitan unas instalaciones perfectas y muchas más atenciones; a mismos cuidados, las cruzadas dan muchos menos problemas. En tema de medicamentos no hay que tratarlas tanto, es algo que notamos claramente”, asegura. Incremento de los ingresos de las vacas de desvieje Además de los ingresos por la venta de la recría sobrante, Gallardo SC está obteniendo también un mayor retorno por las vacas que manda al matadero. “El valor del desvieje aumenta. Las vacas cruzadas si les estiras la lactación cogen muchos kilos y con lo que te dejan en el matadero están pagando la novilla que queda en su sitio”, destaca Jose.
La mayoría de los descartes son voluntarios. Este año llevan vendidas 15 vacas, a una media de 1.800 euros
Este año llevan vendidas 15 vacas, a una media de 1.800 euros. La mayoría de los descartes son voluntarios, debido a la presión de las novillas, lo que hace que el porcentaje de primeros partos en el establo esté situado en el 35,5%. El promedio de partos de los animales enviados al matadero es de 3,5, con una producción vitalicia media de 44.886 kilos. Sexado y azul belga Jose tenía miedo cuando empezó a cruzar y prefirió no arriesgar. “Por miedo al cambio probé solo con la mitad del rebaño y no puse los mejores toros; ese fue un error que cometí, pero hoy lo tengo claro: se deben utilizar los mejores toros que se puedan, eso sí que se lo recomendaría a cualquiera”, insiste. “Cuando empezamos nuestra mentalidad era distinta y posiblemente nos equivocamos en eso. Hoy, sin embargo, estamos poniendo los mejores toros de cada raza y estamos usando sexado en las primerizas. De segundo parto para arriba, solo en las mejores vacas; nos sobran muchas terneras sólo con primeros y segundos partos, por lo que en el resto ponemos azul belga”, cuenta.
Destetan entre los dos meses y medio y los tres meses, dependiendo del tamaño de la ternera
Insemina a las terneras al año y logran que la media de edad al primer parto sea ahora de 22,3 meses. “Alguna podríamos inseminarla antes, pero como andamos sobrados no las apuramos, pero siempre paren antes de cumplir los dos años”, asegura. 4 hectáreas de regadío Gallardo SC trabaja 65 hectáreas, de las que echan a maíz 26. Rotan con hierba en casi todas, salvo en 3 bastante mojadas en las que es difícil entrar en invierno. Han aumentado la superficie en estos últimos dos años a medida que incrementaban el número de cabezas. De las 26 hectáreas labradas a maíz, 4 son de regadío. Están al lado del río y las riegan con un aspersor, lo que les permite garantizar en ellas producciones de más de 60.000 kilos por hectárea. Este año, además, sembraron un ciclo más largo. Procuran hacer ellos la mayor parte del trabajo agrícola, aunque en las campañas contratan fuera para agilizar las tareas de siembra y ensilado. “Nosotros aramos y pasamos la rotofresa, pero el purín nos lo vienen a sacar, porque sino a nosotros nos llevaría mucho tiempo hacerlo”, explica Jose.
En esta zona son fincas pequeñas porque no tenemos concentración parcelaria y es difícil trabajar, te lleva todo bastante más tiempo
“En esta zona son fincas pequeñas porque no tenemos concentración parcelaria y es difícil trabajar, por eso te lleva bastante más tiempo todo”, se queja. “Seis hectáreas que tenemos lejos las usamos para hacer un buen corte de hierba para ensilar”, indica. El coste de la alimentación en esta granja se sitúa entre 3,5 y 3,7€ el kilo de materia seca, con un suministro de 20 kg MS en pesebre y 6 más de media en el punteo del robot. Les viene el carro de la cooperativa Aira a hacer la ración todos los días y la están confeccionando en este momento con 24 kg de silo de maíz, 14 de silo de hierba y 8 de concentrado, más 6,5 kilos de concentrado a mayores de punteo del robot de ordeño.
Reportaje elaborado con la colaboración comercial de Global Genetics

Sala, robot o rotativa: ¿cuándo optar por un sistema de ordeño u outro?

El ordeño es una de las tareas diarias esenciales en una explotación de producción de leche. Con distintas opciones disponibles en el mercado, la elección de un sistema u otro va a condicionar el manejo del ganado, los turnos de trabajo o incluso la alimentación de las vacas. Por eso, la elección de la máquina de ordeño es una de las decisiones más importantes a la hora de poner en marcha una granja o reformar una existente. “Antes de decidirse por un sistema u otro, hay que analizar bien una serie de condicionantes: tipo de explotación, disponibilidad de mano de obra, número de vacas a ordeñar, perspectivas de crecimiento, etc”, recomienda Andrés Mejuto, presidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Equipos de Ordeño (AGATEM).
Hay que tener en cuenta el tipo de vaca que hay en la explotación y la persona que la va a ordeñar
“Hay que analizar la máquina, al animal y al ganadero, es decir, lo que da la vaca, las instalaciones que tienes y la persona que va a ordeñar. En función de todo eso es cuando hay que optar por una máquina de ordeñar u otra, pero muchas veces no se tiene nada de eso en cuenta”, dice. Establos de nueva construcción o remodelaciones Otro de los aspectos decisorios tiene que ver con la facilidad de instalación, teniendo en cuenta en este sentido si se trata de un establo de nueva construcción o si es necesario hacer obras de adaptación para el cambio de un sistema de ordeño por otro en una granja ya existente. “Poner robots muchas veces obliga a restar plazas y perder algunos cubículos, pero normalmente es mucho más fácil pasar de una sala a un robot que cambiar o aumentar la sala”, asegura Andrés, porque “hay que seguir ordeñando todos los días durante el tiempo que duran las obras y cambiar la sala puede llevar tranquilamente un mes si se monta una un poco grande”, indica.
Es mucho más fácil pasar de una sala a un robot que sustituir una sala por otra en el mismo sitio
Por eso, dice, si en una explotación sigue funcionando la sala mientras se ponen los robots no supone tanto problema como cambiar una sala por otra en el mismo sitio. “Se convierte muchas veces en un problema gordo, es una cosa que hay que pensar mucho, porque hay que ordeñar todos los días 2 o 3 veces en una sala que va a estar en obras y las vacas se estresan porque acabas variándoles los horarios para aprovechar más tiempo para trabajar”. Para evitar este tipo de inconvenientes, explica, hay ganaderías que optan por construir desde cero la nueva sala de ordeño en otra ubicación o en un edificio aparte, para seguir manteniendo operativa durante ese tiempo a vieja sala. Esta opción la recomienda, siempre que sea posible, sobre todo en casos en los que se va a incrementar mucho la capacidad de la sala pero se cuenta con un espacio reducido o con una sala de espera de escasas dimensiones. Número de cabezas estabilizado o en aumento Una de las disyuntivas que deberían influir en la elección del sistema de ordeño es el tamaño futuro de la explotación a medio o largo plazo. “Si la ganadería está estabilizada escogerá una máquina acorde al número de cabezas que tiene, pero si tienen previsto crecer tiene que tener en cuenta cómo lo va a hacer porque el robot, en ese sentido, te obliga a hacerlo de 50 en 50 vacas y muchas veces con la recría de la propia explotación no llega. La sala te da más flexibilidad en ese sentido”, afirma Andrés.
Influye el tamaño de explotación presente y futuro porque si uno quiere crecer, en función del sistema de ordeño que elija, tiene que pensar cómo hacerlo
Pero incluso en el caso de instalar una sala, las decisiones de crecimiento futuro tienen que ser tenidas en cuenta. “La sala hay que dimensionarla, ya no solo en el número de puntos a instalar, sino en la capacidad de las infraestructuras de conducción de la leche o en la conexión eléctrica”, ejemplifica. Si se piensa crecer ya puede quedar eso previsto, dice. “Lo ideal cuando un establo está evolucionando es meter una sala de ordeñar de línea baja, porque se adapta mucho mejor, y dejar el foso ya preparado. En ese caso solo habría que aumentar la conducción de leche y la bomba de vacío acorde al número de nuevos puntos a instalar”, explica. Distintos tipos de salas de ordeño en función de la producción por vaca Dentro de las salas de ordeño también las hay de varios tipos en función de la colocación de los animales y aunque “es cuestión de gustos o del espacio disponible escoger una u otra”, Andrés recomienda tener en cuenta el número de ordeños diarios que se realizan y el nivel productivo del rebaño. “El ordeño trasero yo lo recomendaría solo para vacas de alta producción, de más de 40 litros diarios. Las vacas con la ubre llena no tienen más remedio que abrir las patas, pero se estás a tres ordeños o tienes vacas con poca producción la vaca cierra las piernas y es difícil muchas veces poner la pezonera por atrás. A mi modo de ver, la sala más cómoda para colocar y que menos problemas da es una sala en espina, aunque muchas veces no es posible por problemas de espacio y se monta una semitrasera”, detalla.
La sala en espina es la que menos problemas tiene; yo una trasera solo la recomendaría para vacas de alta producción, por encima de 40 litros a 2 ordeños
Independientemente del tipo de colocación, Andrés recomienda siempre salas de línea baja para vacas de alta producción. “El ordeño es más rápido y el nivel de vacío menor”, dice. Del mismo modo, añade, “las salas con medición electrónica, que son las que se ponen hoy en día, son mas eficientes porque puedes variar los parámetros y regular la pulsación en función de la producción de la vaca”. Lotes de ordeño en sala y número de animales por robot A la hora de ordeñar, cuando se distribuye el ganado por lotes de producción, se precisa un mayor diámetro para la salida hacia el tanque de frío. “Si metes juntas a las vacas de mucha leche necesitas una sala con diámetros de conducción más fuertes que si el ganado entra mezclado”, explica Andrés. En el caso de los robots, una de las claves para evitar retrasos es calcular bien el número de animales por cabina en función de su producción y de la velocidad de ordeño del ganado. “La vaca cuando tiene sensación de que necesita ordeñarse acude al robot, pero si está ocupado da la vuelta e igual ya no vuelve a entrar”, razona Andrés, que considera que los modelos de tráfico libre tienen “menor complicación” que los de tráfico dirigido.
Muchas veces el problema del robot es que está ordeñando 65 o 70 vacas
Con más de un robot, la distribución en lotes de los animales, al igual que en el caso del ordeño en sala, permite elaborar raciones de alimentación diferenciadas, pero, a mayores, también es posible puntear de manera individualizada el concentrado en función de los litros de leche producidos por cada vaca. Mano de obra Aunque la proliferación actual de robots de ordeño es en gran parte una consecuencia directa de la falta de mano de obra disponible en el sector, Andrés asegura que “un robot exige mucha más mano de obra que una sala, porque hay que estar las 24 horas pendiente de él”. “Muchas veces el problema del robot es que ordeña 65 o 70 vacas. Si tiene poca carga de animales habrá menos retrasos y puedes esperar a por la mañana para meterlos, pero si está saturado no”, aclara.
El robot exige ser un ganadero muy profesional y también es necesaria mano de obra para atenderlo
En cuanto a los problemas de células, dice, “los hay igual en el robot que en la sala”. “Una parte del problema puede ser la máquina, porque actúa 2 o 3 veces al día sobre la ubre y si no está bien calibrada o no funciona adecuadamente puede causar daños, pero otra parte del problema procede habitualmente de la cama, el manejo o la alimentación”, argumenta. Robot vs sala: coste del litro de leche En su opinión, en una explotación de 170 vacas en producción el debate entre poner sala o montar tres robots debe despejarse en términos económicos, más que de mano de obra. “Hay que pensar cuánto va a costar el litro de leche y hoy puede haber tranquilamente entre 4 y 5 céntimos de diferencia a favor de la sala, porque el robot aumenta el consumo de luz y de pienso e incrementa los gastos de mantenimiento”, opina.
El robot te limita más, porque te obliga a crecer de 50 en 50 animales
“Es cierto que las vacas en el robot aumentan a la producción, pero lo hacen al aumentar el consumo de pienso y nunca ha sido rentable producir litros de leche a base de pienso”, afirma. En cuanto a las salas de ordeño, insiste en que “hay que dimensionarlas en función de las necesidades de la granja”. “El ordeño hay que hacerlo rápido, sino la gente que está operando se cansa y pierde la concentración. Ordeñar es un trabajo delicado que exige hacerlo bien, pero si pasas muchas horas lo que quieres al final es acabar, aunque sea de cualquier manera. Lo máximo recomendado serían dos horas más el tiempo de lavado”, indica. ¿Cuándo optar por una rotativa? Aunque cada vez se ven más robots de ordeño instalados en ganaderías de mayor volumen de producción, “los establos muy grandes escapan de los robots”, considera Andrés, que tampoco recomienda las salas rotativas para ganaderías de pequeño tamaño.
Para no tener que reducir la velocidad de giro tiene que haber como mínimo 3 personas ordeñando
“Hay rotativas pequeñas, de 24 o 32 puntos, pero también las hay de 60, pero para rentabilizar una sala rotativa cuantas más vacas ordeñes mejor, pero siempre a partir de 100 vacas en producción”, dice. Entre otros motivos, porque “en una rotativa de colocación exterior hay que tener como mínimo a 3 personas funcionando: una preparando ubres, otra poniendo pezoneras y otra aplicando sellador y atajando los problemas que puedan surgir”, indica. “Si falta mano de obra hay que retrasar la velocidad de giro, pero de esa manera ya no es eficiente una rotativa”, asegura. Lo mismo sucede en una sala convencional: “en una sala de 24 puntos puedes ordeñar con 2 personas o con 1 sola, pero no es rentable, porque puede implicar tener la sala funcionando en vacío la mitad del tiempo y la sala se desgasta igual funcionando sin vacas que con ellas, son horas de funcionamiento igual”, insiste. “Hay que equilibrar el número de operarios con los puntos a atender para no tener a las vacas mucho tiempo en la sala, porque es un lugar en el que no están agusto”, recuerda. Vida útil de las instalaciones “Todas las máquinas de ordeñar, sea cuál sea, se estropean siempre cuando están en funcionamiento”, dice. Por eso, independientemente del sistema de ordeño que uno tenga, es preciso llevar a cabo un idóneo mantenimiento de las instalaciones, la maquinaria y los elementos de reposición, como gomas el pezoneras.
Las averías en las máquinas de ordeñar se producen siempre a la hora de ordeñar
“Depende del ganadero, de lo minucioso que sea, y del mantenimiento que se haga de la instalación, pero la vida útil de una sala puede pasar de los 30 años funcionando perfectamente. Las salas se quedan normalmente anticuadas porque las vacas han aumentado mucho a la producción y las conducciones de leche no tienen el diámetro idóneo y eso puede provocar muchos problemas de células”, explica. Ese aspecto hay que tenerlo en cuenta también antes de ampliar la sala. “Si aumentas a los puntos tienes que tener en cuenta el promedio actual de producción por vaca y día, el número de operarios que hay normalmente en el foso ordeñando a la vez y el número de puntos con los que se cuenta para saber si las conducciones que hay van a ser suficientes para ese flujo de leche que vamos a estar mandando”, recomienda.
Una máquina funcionando mal no es una máquina de ordeñar, sino una máquina de maltratar a las vacas
Ampliar una sala, sobre todo si ya quedó previsto, “es más barato que comprar otro robot”, dice. “El segundo robot es más fácil de montar, pero a veces si se tarda mucho tiempo ya no es posible sin cambiar todo el sistema porque los nuevos modelos puede que no sean compatibles con los más antiguos, a no ser que se instale uno de segunda mano como el que ya tienes”, indica. En cuanto a la vida útil de un robot, afirma: “normalmente cuando lo acabas de pagar ya está él también acabado”. Finalmente, sobre las salas rotativas, dice, “son máquinas caras y complejas porque llevan muchos automatismos”. En caso de avería en el sistema de rotación, suele haber problemas para liberar al ganado. “Si te queda atascada, que no puedas sacar a las vacas, es un follón, porque tienes que tener a esos animales sin comer, beber u ordeñarse mientras no viene el técnico y la repara, y pueden pasar un par de horas”, describe.

“La rotativa te obliga a andar más rápido”

Sala de ordeño rotativa de Ganadería Barbeiro en su establo de Arante (Ribadeo) Ganadería Barbeiro cuenta con dos sistemas de ordeño diferentes en sus establos: sala paralela en Alfoz y sala rotativa interior en Ribadeo. En los dos casos son instalaciones de 20 puntos en las que ordeña un operario solo, por lo que es posible comparar la eficacia de los dos sistemas. “En un rebaño homogéneo en el que no haya retardos es un pelín más rápida la rotativa. La rotativa te obliga a sacar más vacas, hay una diferencia de unos 10 animales por hora”, explica Juanjo Fraga. En Alfoz están ordeñando en la actualidad unas 250 vacas a un ritmo de entre 85 y 90 vacas por hora, mientras en Ribadeo ordeñan 210 a un ritmo de entre 90 y 95 vacas a la hora, detalla.
La paralela va siempre a tu ritmo; en la rotativa tienes que ir tu al ritmo de ella para no retrasarla
“La rotativa es muy práctica, pero hay que estar más atento, porque tienes que atender varios puntos simultáneamente, mientras que en la paralela el sistema es más mecánico porque trabajas en bloque, es decir, entran 10 vacas juntas, haces el predipping a las 10, colocas pezoneras a las 10 y una vez retirado haces el sellado a las 10. La paralela va siempre a tu ritmo, en la rotativa tienes que ir tú al ritmo de ella y si no le das hecho la retardas tú y al final lo que haces es bajarle el rendimiento a la sala”, razona. “Un operario con 20 puntos tiene que andar rápido en cualquiera de las dos para que no haya retrasos, en la paralela lo ideal sería 16 puntos para un operario”, reconoce. Tres ordeños Sala de ordeño paralela de 20 puntos de Ganadería Barbeiro en su establo de Lagoa (Alfoz) En los dos casos, tanto en Alfoz como en Ribadeo, están haciendo tres ordeños diarios a las 7 de la mañana, a las 3 de la tarde y a las 10 de la noche con dos turnos de trabajo de dos personas por turno: una para ordeñar y la otra de apoyo para meter vacas y hacer camas. “Con 4 personas arreglamos el ordeño en las dos granjas pero tenemos siempre otras 4 personas de refuerzo para que haya siempre un mínimo de 2 personas por turno por si hubiera cualquier incidendia”, cuenta. La intención de Juanjo es ampliar a corto plazo la capacidad de los dos establos para acercarse a los 500 animales en producción en cada uno de ellos, doblando la capacidad actual de las instalaciones. “Contando la recría y las secas estaríamos ya prácticamente en la capacidad máxima legal fijada para las explotaciones lecheras, 850 UGM”, calcula.
Aumentando el número de vacas queremos restar tiempos muertos y optimizar las salas sin hacer grandes inversiones en instalaciones de ordeño
En ese momento pasarán a tres turnos de trabajo de 8 horas y aumentarán el tiempo de funcionamiento de las dos salas hasta las 18 horas diarias. “Queremos restar tiempos muertos y optimizar las salas sin hacer grandes inversiones en instalaciones de ordeño, que al final es lo más caro”, dice. Ni robots ni una rotativa exterior Juanjo no ve factibles los robots para un tamaño de granja como el que van a tener las suyas. “Yo el robot lo veo para ordeñar 120 o 180 vacas, más de ahí ya no. Para las 200 vacas más que vamos a tener en Alfoz tendríamos que poner 3 cabinas de robot más, que serían 300.000 euros. Con la sala esa inversión no la tenemos que hacer”, compara.
El robot no lo descarto en el futuro, pero tiene que aparecer una alternativa de robot para este volumen de animales
En cuanto al personal necesario, dice, “en la sala actual de 20 puntos en 6 horas vamos a poder ordeñar casi 500 vacas con una persona sola y no eres capaz de atender esas vacas en robot con el doble de gente”, considera. No descarta incorporar sistemas de ordeño robotizado en el futuro, pero dice que “tiene que aparecer una alternativa de robot para este volumen de animales, porque en la próxima primavera vamos a tener 500 vacas en ordeño en Alfoz y tendríamos que tener 10 robots”, evidencia.
No veo factible una sala rotativa exterior para una granja de tamaño medio
Tampoco ve viable la instalación de una rotativa exterior porque multiplicaría las necesidades de personal. “No la veo factible para una granja de tipo medio porque hacen falta 3 personas para atenderla”, asegura. Ganadería Barbeiro ha hecho inversiones en los últimos años para modernizar sus sistemas de ordeño. En Ribadeo la sala rotativa originaria, del año 2007, era una Gascoigne, pero fue remodelada en 2019 manteniendo únicamente la estructura y cambiando toda la parte de ordeño por el sistema Afimilk. “La tenemos actualizada en la parte electrónica de medición e identificación”, explica Juanjo. En el caso de la sala paralela de Alfoz, de la marca Fullwood, fue montada en el año 2013 y ya le han actualizado la identificación con un sistema más moderno.  

“No concibo nuestra granja hoy sin los robots”

Uno de los tres robots de ordeño que Lebón SC tiene en su establo, en Suñide (Samos) Hace ya casi 20 años que Lebón SC ordeña sus vacas en robot. Esta explotación de Samos fue una de las primeras ganaderías de Galicia en incorporar el sistema de ordeño robotizado. Manuel López había hecho un viaje a Holanda, donde había visto por primera vez los robots, que aún no se vendían en España. Estaba construyendo en ese momento el nuevo establo y ya no montó sala. Hoy su hijo Marcos dice no concebir la explotación sin los robots. “Vista la falta de personal que hay, no me veo ordeñando en una sala. Una granja familiar como la nuestra a 3 ordeños sería inviable y con los robots logro promedios de 3 ordeños y una producción por vaca entre 44 y 45 litros diarios. La media por lactación superó los 14.000 litros en 2022 en el Control Lechero”, detalla. Cuentan en la actualidad con tres Lely A5, después de incorporar el último el pasado mes de enero. El ordeño robotizado, dice Marcos, ha mejorado mucho desde aquel primer Lely A2 montado en el año 2004. Esa evolución del sistema de ordeño ha acompañado el crecimiento de esta ganadería. En el año 2010 montaron el segundo robot, en el 2018 cambiaron los dos por un modelo más moderno y hace 5 meses instalaron el tercero.
No queremos tener más de 55-60 vacas por robot, en función de la época del año
Marcos no se siente condicionado por la capacidad del robot a la hora de ir creciendo. En este momento está ordeñando 145 vacas repartidas en las tres unidades, pero su intención es ir incrementando paulatinamente el número de vacas por cabina hasta las 55-60 como máximo, dependiendo de la época del año. Flexibilidad horaria y calidad de vida De los robots Marcos destaca “la flexibilidad horaria y la calidad de vida que te dan”. “Yo no me veo a las 10 de la noche en un establo todos los días del año. Nosotros, salvo en campaña, en la que las jornadas laborales siempre se alargan, a las 8 de la tarde finalizamos el trabajo. Al día siguiente empezamos a las 7 y media a meter retrasos, que normalmente son muy pocos, pero si un día vas a las 9 tampoco pasa nada. La flexibilidad horaria es otra. Pero pienso que los ganaderos valoran poco tener un horario”, dice. La ganadería la atienden 3 personas, pero ordeñando en una sala tres veces diarias las necesidades de personal serían mucho mayores para poder cubrir los distintos turnos y las libranzas, dice. “Nuestra granja puede atenderla una persona sola. En una sala eso no sería posible. Nosotros tenemos un obrero y se entiende perfectamente con los robots porque el trabajo es mucho más sencillo”, dice.
Aunque te llame una vez al mes, prefiero eso que tener que ordeñar los 30 días
Hay que estar pendiente de los avisos pero asegura que “pocas veces hay que ir porque el robot pare de ordeñar”. “Aunque te llame una vez al mes, prefiero eso a tener que ordeñar los 30 días”, argumenta. Marcos no concibe a día de hoy su explotación con sala de ordeño. “Sería volver atrás”, considera, aunque respeta que otros ganaderos apuesten por otras opciones. “Cada uno tiene que escoger el sistema que mejor se le adapte o en el que se sienta más cómodo”, opina. Con todo, considera imparable la robotización de las ganaderías de leche. “La demanda de robots no para de crecer. Antes se decía que los robots eran para granjas pequeñas pero ahora hay también explotaciones grandes con robots. Por el centro de España hay granjas de 6 y 8 robots”, ejemplifica.

¿Como adaptar los establos para una correcta instalación de un robot de ordeño?

Cada vez es más común en las ganaderías de vacuno de leche hacer inversiones de cara a la automatización del ordeño. Algunas granjas se diseñan desde 0 con una infraestructura adaptada a la robotización pero otras -la mayoría en Galicia- hacen reconversiones de sistemas tradicionales. “Creo que en ambos países, cuando una granja invierte en equipos de ordeño”, entre el 70% y el 80% opta por un modelo automatizado en lugar de sala rotativa”, explica en declaraciones a Campo Galego Jack Rodenburg,  asesor lácteo canadiense y experto en bienestar animal y granjas con ordeño robotizado.. En cualquiera caso, para ambos países “la reconversión puede obtener buenos resultados si el proyecto está bien planteado, pero por el contrario, puede perderse rentabilidad si no hay un espacio adecuado alrededor de los robots”, explica el asesor canadiense. Si la renovación no contempla la separación de las vacas para su manejo puede que no optimice el sistema y necesite una mayor cantidad de mano de obra. De este modo, “las mejores renovaciones suelen consistir en añadir una pequeña sección al final de la granja para los robots con espacio de manejo detrás de ellos”, concreta. Igualmente, antes de proceder a una robotización, el asesor lácteo recomienda atender a otras cuestiones de vital importancia que pasan desapercibidas: “si el ganadero cree que su granja actual provoca cojeras, mastitis o vacas cansadas es necesario que solucione estos problemas antes de automatizar el ordeño; el bienestar animal es fundamental para la obtención de unos buenos índices de producción de leche por vaca”, recalca Rodenburg.
“Si el ganadero cree que su granja actual provoca cojeras, mastitis o vacas cansadas es necesario que solucione estos problemas antes de automatizar el ordeño” (Jack Rodenburg)
Entonces, se existe la posibilidad y la necesidad de ampliar una granja “los establos libres existentes con plazas pequeñas y pasillos estrechos pueden convertirse en una excelente opción para novillas, por lo que, si la ampliación fuera parte del plan, construir una nueva sección para las vacas y renovar el antiguo para las novillas, sería la solución ideal”, especifica el asesor lácteo. En cuanto a la distribución, “grupos de 120 vacas con dos robots por grupo es el ideal en estos momentos porque reduce el estrés cuando uno de los dos cae; los grupos de más de 120 vacas hacen que la recogida sea más difícil, aunque con algunos sistemas de localización de vacas, los grupos de 180 vacas también se lleva bien en las lecherías más grandes de Canadá”, opina Rodenburg. En este sentido, refuerza la idea de que “los robots son una excelente opción para grandes granjas, y asimismo, considera que los rebaños más grandes pierden leche porque las vacas tienen que caminar más lejos y esperar más tiempo bajo más estrés en las zonas de espera abarrotadas”. Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que “los robot pueden acercar el ordeño a los lugares donde viven las vacas y reducir el tiempo de espera así como el tiempo que pasan caminando de una parte a otra; por ejemplo, muchas lecherías estadounidenses en las que la sala de ordeño rotativa está al límite de su capacidad están viendo muy rentable añadir partes robotizadas en el incluso lugar, es decir, comienzan a ordeñar las vacas frescas en las salas y trasladan las vacas de ordeño rápido con buena ubre a los robots”, avanza el experto canadiense.

 Previsiones de futuro: Robos para la gestión de los purines

En el último año, la subida de los costes de producción y el abandono del rural ponen encima de la mesa problemáticas en torno a la mano de obra de granjas. “Después de la Covid, los costes de la mano de obra y los problemas para encontrar ayuda empeoraron por lo que se prevé un rápido crecimiento en la adopción del ordeño robotizado y de los sistemas de alimentación automatizados para vacas y terneros; estos últimos pueden tener una rentabilidad mayor que la de los propios robots de ordeño”, comenta Jack Rodenburg. La adopción de estas tecnologías en las ganaderías basadas en pastos “demostró ser un reto” y aunque su desarrollo fue lento “los robots de ordeño móviles que ordeñan las vacas cerca de donde comen son el siguiente paso lógico para aquellas zonas en las que el ordeño basado en los pastos es rentable”, pronostica el canadiense. Por otra parte, hace falta tener en cuenta que en la actualidad existe un interés creciente en términos de sostenibilidad, por eso en el corto plazo “lo mejor es centrarse en el aumento de producción por vaca mediante un mayor énfasis en la comodidad del animal, especialmente con un mejor control de la calidad del aire y de la temperatura, pero también con estrategias de alimentación más sofisticadas”, afirma el asesor lácteo. En la misma medida hace hincapié en que “entre las formas más directas de minimizar el impacto medioambiental en una granja está la gestión de estiércoles, a través de lo cual se puede reducir las emisiones y la necesidad de fertilizantes comerciales. Por eso, quizás algunas de las nuevas áreas en las que deberíamos buscar oportunidades para la automatización sea en la robótica de manejo de estiércoles, así como en la aplicación de agua sobre los cultivos de una forma más oportuna y precisa”, adelanta.

“El sistema de cuotas en Canadá nos protege de las importaciones y nos da un precio alto de la leche"

O baño de pés no carril de separación á saída do robot é a mellor opción para xestionar este proceso coa mínima man de obra e o máximo control. Fonte: Jack Rodenburg En Canadá existen dos modelos de granjas típicas más marcados: aquellas que ordeñan entre 200 y 500 vacas en granjas modernas con salas rotativas, que son de propiedad familiar, pero cuentan con mano de obra contratada y un promedio de 50 a 70 animales por trabajador; y “aquellas otras muy presentes también, con rebaños más pequeños, que ordeñan entre 40 y 60 vacas, muchos de los cuales siguen alojados en cuadras de corral, utilizando únicamente mano de obra familiar”, describe Jack Rodenburg.  Una de las principales diferencias es el sistema por cuotas que rige el mercado lácteo canadiense con el complemento del programa de control de calidad ‘ProAction’ lanzado en 2011. El sector canadiense está protegido contra la competencia de productos importados mediante uno complejo sistema que controla la producción interior mediante el establecimiento de cuotas, por el cual existen organismos encomendados a su distribución y a su cumplimiento, y que asimismo, establecen un límite para la producción lechera destinada a la comercialización nacional. “Mi sensación es que formato de estabulación para vacuno de leche es similar a España, con una diferencia sustancial sobre el precio de la leche. Nuestro sistema de cuotas nos protege continuamente de las importaciones y nos proporcionan un precio de la leche lo suficientemente alta cómo para que las explotaciones establecidas y razonablemente eficientes sean siempre rentables”, destaca Rodenburg.
“Nuestro sistema de cuotas nos protege continuamente de las importaciones y nos proporciona un precio de la leche lo suficientemente alta” (Jack Rodenburg)
¿Estas diferencias pueden influir en la implantación de robots de ordeño? Aunque el asesor lácteo canadiense afirma no tener cifras para España hace hincapié en que su sensación “es que la adopción del ordeño robotizado es un poco más rápida en Canadá, porque con buenos ingresos, los ganaderos tienen más confianza para adoptar una tecnología más costosa”. Por este motivo, “alrededor del 20% de nuestras granjas tienen robots y ese número está creciendo rápidamente”, apunta.

Jack Rodenburg: «Con el robot de ordeño las vacas tienen que sentirse seguras»

La comodidad de las vacas y la eficacia del trabajo están entre las prioridades de la implementación de un ordeño robotizado en granja del asesor lácteo canadiense Jack Rodenburg. El paso de los años le ha demostrado que “las vacas cómodas producían más leche y que la leche extra costaba muy poco”, afirma. Al respecto, parámetros como los espacios cerca del robot, entre los pesebres y en los pasillos, junto a una buena ventilación y gestión del estrés térmico son cuestiones que favorecen el bienestar animal, y por lo tanto, la producción láctea. Pero ¿a qué más aspectos se debe atender? Nos los explica en esta entrevista.... Usted lleva más de 40 años trabajando en el sector del vacuno de leche, aportando soluciones para un mayor confort de los animales. ¿Qué le llevó a trabajar en este sector? Empecé a trabajar como asesor lácteo en Canadá en 1974, así que ya son 48 años. Crecí en una pequeña explotación lechera de estabulación fija y vi la necesidad crítica de que nuestra industria en Ontario se convirtiera a la estabulación libre tanto por la mejora de la eficiencia del trabajo como por la mejora del confort de las vacas. Asesorar a los productores que estaban cambiando a establos de estabulación libre en aquella época me permitió centrarme en ofrecer el máximo confort a la vaca. También trabajé mucho en nutrición lechera entonces, pero la experiencia pronto demostró que las vacas cómodas producían más leche, y que la leche extra costaba muy poco.
"Las vacas cómodas producen más leche y esa leche extra cuesta muy poco"
Su campo de especialización es el de las soluciones de ingeniería agrícola para mejorar el bienestar de los animales y aumentar la eficacia de su producción. ¿En qué temas se centra? Diseño establos para clientes de todo el mundo, y mis prioridades son la comodidad de las vacas y la eficacia del trabajo. El énfasis en la comodidad de las vacas gira en torno a unos establos cómodos y bien diseñados, con frentes abiertos para que las vacas puedan saltar hacia delante y, preferiblemente, con camas de arena que proporcionen una base limpia y seca que ofrezca un excelente agarre para levantarse y tumbarse, además de un lugar limpio y seco para las ubres con una exposición mínima de los pezones a las bacterias. También me aseguro de que haya suficiente espacio en el pesebre y en los pasillos para que las vacas puedan comer y moverse sin obstáculos. En un establo robotizado, el espacio cerca de los robots también es importante para garantizar que las vacas tímidas se sientan seguras al ir allí a ordeñarse. Otro criterio importante es poder separar fácilmente a las vacas en el robot y ofrecer un lugar donde puedan ser tratadas, examinadas y manipuladas con el mínimo estrés para la vaca y el operario. La ventilación y la gestión del estrés térmico son cuestiones clave para la comodidad de las vacas. Además, un buen diseño para la manipulación del estiércol y el pienso son áreas importantes para el ahorro de mano de obra. Si nos centramos en la vigilancia de las vacas, en el seguimiento de su comportamiento o en las ‘granjas inteligentes’, ¿cuál es el camino a seguir para optimizar el rendimiento de la tecnología en la granja? Creo que las recientes mejoras en la duración de las baterías hacen prever que en los próximos diez años esta tecnología será mucho más práctica. La inversión tiene que basarse en el ahorro de tiempo de gestión y en la mejora del rendimiento, y en una central lechera bien gestionada, a menudo es difícil encontrar la rentabilidad. Por ejemplo, si tiene muy pocos casos de mastitis clínica, los contadores de células somáticas que proporcionan recuentos diarios de células en todas sus vacas no ofrecen ningún beneficio real. Los mejores resultados se obtienen con la pedometría, que reduce el tiempo de observación de los celos, y con la monitorización de la rumia, que puede identificar a las vacas con problemas metabólicos. Así que mi consejo es comprar las cosas que funcionan y que tienen en cuenta aquello en lo que se gasta el tiempo ahora, pero ser cauteloso con las cosas que responden a las preguntas que no es necesario hacer.
"Con el ordeño robotizado, las vacas tienen que sentirse seguras al ir a ordeñar solas"
Una parte de tu trabajo se dedica al diseño y gestión de sistemas de ordeño automatizados y a la creación de explotaciones en consecuencia, entre otros. ¿Qué aspectos tienen que ser diferentes en las instalaciones de una granja robotizada y una tradicional? Con el ordeño robotizado, las vacas tienen que sentirse seguras al ir a ordeñar solas, por lo que es importante un espacio abierto delante de los robots con vías de escape en ambas direcciones. Los establos cómodos para que las vacas se acuesten de 12 a 14 horas al día, dan como resultado más espacio en los pasillos, una mayor frecuencia de ordeño y menos vacas pendientes de ordeñar. Raspar los pasillos de estiércol con los tractores es demasiado molesto, por lo que estos establos deberían tener rascadores de pasillos mecánicos, rascadores robóticos o listones para que las vacas no se distraigan. La separación de las vacas para su manejo se realiza durante todo el día en momentos imprevisibles, por lo que las instalaciones para ello deben estar bien diseñadas y se necesitan diferentes protocolos para realizar este trabajo de forma eficiente; los establos de seis filas con alimentación perimetral, es decir, con pasillos de alimentación en el exterior a ambos lados, funcionan muy bien para esto. Además de una infraestructura adecuada, ¿qué factores favorecen la eficacia del robot? Los piensos granulados de buena calidad y las dietas con alto contenido en forrajes altamente digeribles permiten un ordeño frecuente y una alta producción. Las vacas seleccionadas para una buena colocación de los pezones y una velocidad de ordeño superior a la media reducen el tiempo en el box y mejoran la eficiencia del robot. Mantener las ubres libres de pelo según sea necesario durante la lactancia también mejora el tiempo de acoplamiento y reduce las faltas.
 "El intervalo de tiempo medio desde que una vaca es apta para el ordeño hasta que entra en el box voluntariamente creo que es un carácter altamente heredable"
¿Cómo debe adaptarse la alimentación o la genética a una granja robotizada? Se debería criar para que tengan los pezones bien situados y de un tamaño moderado. Además, una vaca con buenas piernas y pies para que camine con confianza facilita la dinámica de ordeño; en definitiva, se debe seleccionar para tener una velocidad de ordeño media o mejor. Las explotaciones lácteas de todo el mundo necesitan controlar un nuevo dato sobre nuestras vacas, y es el intervalo de tiempo medio desde que una vaca es apta para el ordeño hasta que entra en el box voluntariamente. Creo que esto es altamente heredable y nos ayudará a seleccionar las vacas que van al robot cuando queremos que lo hagan. La alimentación debe incluir un granulado duro que no se deshaga al manipularlo. Las tablas de alimentación en el robot deben reflejar lo que ocurre con la ingesta en el pesebre. ¿Está desarrollando ahora algún proyecto que pueda suponer un avance en el sector lácteo? Aunque no tengo un papel directo en el desarrollo de tecnología, sí hago consultorías con innovadores y de vez en cuando participo en pruebas piloto de nuevos proyectos y equipos. La demanda de productos lácteos sigue aumentando en todo el mundo. A pesar de todos los retos a los que se enfrenta la industria, creo que el futuro es lo suficientemente brillante como para que los emprendedores sigan encontrando nuevas soluciones. Cuando yo era un niño, una hora de trabajo en nuestra granja daba lugar a unos 35 litros de leche. Hoy, algunos de mis clientes producen más de 10 veces esa cantidad por hora con vacas que producen el doble de leche y con una tecnología que les permite manejar 5 veces más vacas que hace 60 años. Confío plenamente en que esto continuará en el futuro.

SAT Sabadelle, una ganadería con robot de ordeño que no da silo de maíz a las vacas

En la parroquia de Sabadelle, en Chantada, se encuentra una ganadería inusual en Galicia, donde el 80% de la leche es producida en base al cultivo de maíz, sobre todo en las explotaciones de mayor tamaño. En SAT Sabadelle están ordeñando en la actualidad alrededor de 120 vacas en dos robots, pero prescinden por completo del silo de maíz en la ración. Son dos decisiones, la de automatizar la granja y la de dejar de cultivar maíz, que han tomado en base a las características propias de la explotación. “La adaptación que nosotros hicimos está motivada por dos factores: por un lado, tenemos ya más de 50 años y uno de los trabajos en los que más se sufre físicamente es en la sala de ordeño, por eso pusimos los robots; y por otro lado, debido a la ubicación y a las condiciones de clima y suelo en las que nosotros estamos, cultivar maíz era problemático. Pero cada granja tiene que hacer su propia evolución, porque las circunstancias en cada una no son las mismas, y evidentemente si estuviésemos en el norte de Lugo la estrategia tendría que ser distinta”, razona Lois Lareu, uno de los tres socios actuales de la SAT. A punto de cumplir 20 años La granja comenzó a funcionar en 2002, por lo que está a punto de cumplir 20 años. Es el resultado de la fusión de tres explotaciones familiares. “En aquel momento hubo un boom de las SATs, pero yo veo que después, con el paso de los años, dejaron de producirse fusiones de este tipo. No sé si es porque las explotaciones familiares crecieron y no se ve necesario juntarse con el vecino o porque las ganaderías han ido desapareciendo y no queda con quien juntarse”, argumenta Lois.
José Manuel Fernández, María Suárez y Lois Lareu son los tres socios actuales de la SAT
De las tres familias iniciales, a día de hoy quedan dos. “En la actualidad somos tres socios y un empleado. En el inicio trabajábamos entre 7 y 8 personas, pero cuando uno de los socios fundadores tuvo que abandonar la SAT (lo hizo por enfermedad hace 12 años), se produjo una reducción tanto en el número de trabajadores como de animales”, explica. 2 robot desde marzo de este año A pesar de haber pasado ya dos décadas desde su construcción, el establo está en buenas condiciones y simplemente hicieron en estos años inversiones en eficiencia energética y obras de adaptación para la instalación del nuevo sistema de ordeño con robot. “La nave que se hizo en el 2002 prácticamente es la misma que tenemos en la actualidad. Hubo un esfuerzo económico importante en el inicio para tener unas instalaciones nuevas y modernas para aquel momento y que están aún en buen uso a día de hoy”, cuenta Lois.
En los últimos años hicieron inversiones en ahorro energético, tanto placas solares como intercambiador de calor
Pero con miras a enfrentar los próximos años, tomaron la decisión de invertir en la automatización del ordeño. “Este año sustituimos la sala, que era rápida y estaba bien, por 2 robots. El motivo principal fue que uno de los socios tiene 60 años, y los otros dos tenemos 54 años y comenzábamos a notar los achaques típicos de la edad a la hora de ordeñar, puesto que las piernas y hombros se resienten teniendo que pasar tres horas en la sala a la mañana y tres a la tarde. Y otra de las razones es la dificultad de encontrar mano de obra cualificada”, reconoce. La adaptación de los animales al robot fue “rápida y fácil”, dice. Para eso, antes de comenzar a ordeñarse en el robot las vacas se fueron acostumbrando a comer en él el pienso durante dos semanas.
La ración de producción lleva 30 kg de silo de hierba, 1,5 de paja, 1,5 de alfalfa y 9,5 de pienso, más el punteo del robot (6 kg máximo)
El paso al robot les supuso un incremento de unos 8 litros de leche por vaca y día. “Antes estábamos en unos 32 litros de media y desde la instalación del robot alcanzamos los 40 litros”, dice. La composición media de la leche es de un 3,6% de grasa y un 3,1% de proteína. “La grasa y proteína nos descendió muchísimo con la implantación del robot”, admite Lois. Lote de ganado en pastoreo para reducir costes Lote de vacas secas y novillas, con salida al pasto La robotización de la granja les llevó a modificar alguna rutina de manejo del ganado, sobre todo en lo relativo al secado. “Con el robot hay un incremento de gasto en concentrado, por lo que nosotros si vemos que una vaca que está en el robot no tiene la producción idónea y no nos compensa tenerla en el lote de producción lo que hacemos es secarla y pasarla al lote de pastoreo, donde el coste de alimentación es bajo”, dice.
Para minimizar el gasto en concentrado adelantan el secado en las vacas que pierden producción
Disponen de unas 20 hectáreas alrededor de la granja que pastorean con las vacas secas y novillas. “Eso nos ayuda a reducir de manera significativa el coste de alimentación de ese gasto”, afirma Lois. “Hacemos un carro mezclador para novillas y vacas secas, que llevan la misma alimentación. Y si en el mes de agosto, cuando no hay pasto, tenemos que hacer un carro diario, cuando hay pasto ese mismo carro dura tres días”, ejemplifica. No es un carro estrictamente seco, porque le echan hierba seca de la que ellos cosechan, más unos kilos de silo de hierba de segundo corte, más el concentrado. Beneficios en la recuperación de las vacas Las vacas recién paridas o con algún tipo de problema están también fuera Lois considera que los periodos de pastoreo, además de ahorrar costes, mejoran la salud de los animales y alargan su vida útil. Antes de ordeñar con el robot las vacas en producción salían a fuera y en este momento siguen manteniendo esta práctica para determinados animales.
Cuando hay una vaca con problemas, al echarla fuera mejora mucho más rápido
“Tenemos un pequeño grupo de vacas adultas que salen fuera, bien sea por problemas de pies o porque están recién paridas y vemos que de este modo mejoran más rápidamente su estado sanitario y podal”, asegura.
El invierno aquí no es extremo, pero el verano sí que es duro para el pastoreo en esta zona
En la zona de Chantada los inviernos no son extremos, pero es habitual que la sequía afecte de lleno en verano. “Nuestros suelos son arenosos y se secan mucho en los meses de julio, agosto y septiembre”, explica Lois. Por eso, la alimentación del ganado en SAT Sabadelle se sustenta a base de ensilados de hierba, una vez que han ido dejando paulatinamente de echar maíz. Abandono del cultivo de maíz Desde hace 13 años apuestan exclusivamente por las praderas para la producción de forraje para la ración “El cultivo de maíz para nosotros era un sufrimiento. Obteníamos unas producciones muy bajas y cuando había buena cosecha teníamos problemas con el jabalí, además del trabajo que nos suponía. Yo no discuto que el maíz sea interesante para la producción lechera, pero cada uno tiene que analizarlo en sus circunstancias”, argumenta Lois. “En la zona en la que nosotros estamos, cuando durante varios días la temperatura pasa de 30 grados, que fue lo que sucedió este año, el maíz ya no era capaz de recuperarse aunque viniese después tiempo húmedo y lluvioso”, dice.
El maíz para nosotros era un sufrimiento, cuando no era la sequía era el jabalí, los cuervos o la rosquilla
Hace 13 años que dejaron definitivamente de echar maíz y apostaron por las praderas permanentes. Son básicamente de raigrás italiano y tréboles que poco a poco se van introduciendo y colonizando de forma espontánea las parcelas de pastoreo. Gestión del minifundio Las fincas son de pequeño tamaño y el suelo es arenoso y se seca en verano SAT Sabadelle choca con una de las dificultades habituales en Galicia, la del minifundio. “Gestionamos una superficie de 120 hectáreas distribuidas catastralmente en 427 parcelas, lo que supone un esfuerzo no solo físico, sino también mental para poder gestionar todas esas fincas”, dice Lois.
Trabajamos 427 parcelas en tres ayuntamientos: Chantada, Taboada y Carballedo. Supone un esfuerzo físico y mental importante
El tamaño real de las parcelas de trabajo se fue incrementando a base de juntar fincas. “Con el paso del tiempo han ido cerrando explotaciones en nuestro entorno y eso nos permitió tener piezas de 5 o 6 hectáreas, pero con una salvedad, por el medio está lleno de marcos que tenemos que respetar en el laboreo para no modificar la estructura de propiedad de la tierra”, indica. La superficie en propiedad es de unas 40 hectáreas y el resto, unas 80, son alquiladas y están muy dispersas, lo que dificulta su gestión. “Manejamos fincas en varios ayuntamientos y teníamos personas que nos pastoreaban esas fincas en invierno y eso nos servía para hacer el corte de limpieza y tenerlas disponibles para el abonado de enero. Pero hoy esas pequeñas explotaciones están cerrando y nos vemos ya obligados a triturar una parte de ellas”, admite.

Manejo de las praderas de siega para lograr la resiembra sin laboreo

SAT Sabadelle hace una gestión forrajera de las praderas enfocada a lograr un corte para silo a finales de abril o principios de mayo y un segundo corte para silo o hierba seca a partir del 15 de julio . Para eso, la estrategia de abonado consiste en la aplicación de purín en el mes de enero en toda la superficie, tras el corte de limpieza del invierno, y una fertilización con NAC del 27% a mediados de marzo. “Abonamos con purín en enero y nitrógeno en marzo. Habitualmente echábamos unos 250 kg/ha de abono químico, pero este año reducimos a 150 kg/ha por el coste del fertilizante y se notó, la producción de las praderas no fue la misma”, admite Lois.
Con el abono de enero-febrero de purín y el nitrógeno de marzo es suficiente para la producción de hierba de todo el año
“En el segundo corte, si el tiempo es propicio, a veces volvemos a fertilizar con purín. Pero si sube la temperatura, como pasó este año, dejamos de echar purín, porque consideramos que hacemos más daño a la pradera que beneficio”, razona. Silo en alpacas Hacen bolas de hierba seca y alpacas para silo con el segundo corte El primer corte coincide normalmente a finales de abril o comienzos de mayo, en función de como venga la climatología. “Ensilamos todo junto a través de una empresa de servicios, de manera que en 3 días tenemos todo el forraje ensilado, lo que nos permite que no haya variaciones en la composición del silo y en la ración durante todo el año”, destaca. El segundo corte se reparte entre hierba seca y silo empacado. “Empezamos a hacerlo en alpacas porque ese segundo corte para ensilarlo en trinchera teníamos problemas de conservación por las bolsas de aire, porque era hierba que era difícil de pisar. Así, al ensilarlo en alpacas no tenemos ningún problema”, dice. Con ese método hacen unas 200 alpacas de silo de hierba, que emplean para el carro de las novillas y vacas secas. Semilla de raigrás Recogen la simiente de raigrás con una cosechadora para resembrar con ella unas 20 hectáreas cada año Pero en el segundo corte la protagonista es la hierba seca, tanto por el tipo de forraje como como método de resiembra natural de las praderas. “Cogemos bolas de hierba seca en unas 100 hectáreas, pero de ellas elegimos siempre un par de hectáreas, las que tienen más calidad, que las recogemos con una cosechadora de cereal para aprovechar la semilla. Con esa semilla resembramos fincas que lo necesitan, bien por estar en buenas condiciones o en las que ensilamos el segundo corte, porque en las que recogemos hierba seca no hace falta, con la semilla que cae ya es suficiente”, dice.
Hacemos el corte de hierba seca con una cosechadora de cereal en unas dos hectáreas y con la semilla que recogemos resembramos el resto de parcelas
Cada año, a principios de septiembre reparten esa semilla que han recogido en unas 20 hectáreas, para ir renovando de este modo de manera natural y sin laboreo las praderas. “Echamos la semilla cuando el terreno está seco, para que no tenga competencia a la hora de salir. No pasamos rulo ni echamos purín hasta que la planta está bien implantada para no pisar ni machacar, únicamente depositamos la semilla en la superficie con una sembradora Amazon pero sin hacer laboreo y cuando vienen las primeras lluvias ya se encargan de hacer que la semilla entre en contacto con el terreno. Es un método barato que nos está dando buenos resultados”, explica Lois.  

Blanco de Lago SC: Una ganadería que apuesta por la calidad de vida que proporcionan los robots de ordeño Lely

“Quiero calidad de vida para mi familia, para mi empleado y que mis padres al jubilarse no se vean en el deber de seguir teniendo que ayudarme en la granja”. Así resume Óscar Blanco Ribeiro el objetivo que se marcó desde que en el 2002 se incorporó a la ganadería familiar, Blanco de Lago SC, situada en el lugar del mismo nombre en el ayuntamiento coruñés de Mazaricos. “Hice los estudios de Formación Profesional Agraria en el Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa entre los años 1996 y 2001 y el paso por esta escuela me marcó positivamente desde el punto de vista personal y profesional, ya que al ser una formación muy práctica, con estadías en granjas de otros países, en mi caso en Francia, te abre la mente de que las cosas en el campo pueden hacerse de otra forma”, explica. La transformación que experimentó la granja en estos 20 años fue muy relevante, duplicando el número de vacas en ordeño y al mismo tiempo mejorando notablemente las condiciones de trabajo del personal de la ganadería: Óscar, su madre a punto de jubilarse y un empleado. Así, Óscar cuenta que “partíamos en el 2002 de un establo viejo de al lado de casa, con unas 60 vacas en ordeño, con cubículos pero la mitad del establo con parrillas y la otra mitad sin ellas. Cuando me incorporé hicimos el nuevo establo, a un kilómetro de la casa, para 120 vacas en ordeño”. Querían un establo con una tercera fila de cubículos, algo infrecuente de aquella, por lo que visitaron varias granjas, pero asegura que “no encontramos un referente y acabamos haciendo los cubículos con nuestras medidas, creo que no lo hicimos muy mal”. Hace 8 años ampliaron el establo con una nueva zona para las vacas secas y el pasado año acometieron una nueva ampliación para las novillas.

Paso de sala a robots de ordeño Lely

La búsqueda de una mayor calidad de vida llevó a Óscar Blanco a apostar también por el ordeñado robotizado de la mano de Lely en el año 2017. “En el establo viejo teníamos una sala en espina con 4 puntos centrales, y cuando pasamos para las nuevas instalaciones pusimos una sala de 10 puntos, que luego ampliamos a 12 y habíamos pensado ampliarla a 16 puntos en el 2017, pero finalmente optamos por los robots”. La razón: “Mis padres estaban a punto de jubilarse y no quería que siguieran trabajando después. Yo quería calidad de vida para ellos y para mí y fue ese el principal motivo”. De este modo, incorporaron dos robots Lely Astronaut A4 y este año van a sumar un tercero, un Lely Astronaut A5, pasando a más de 150 vacas en ordeño. Los robots de ordeño están completamente equipados, báscula, recuento celular y sistema de desinfección por vapor Lely Pura. Además, cuenta con collares de celo y de rumia, para controlar aún más los datos de sus vacas. La adaptación de los animales fue muy buena y de hecho solo tuvieron que vender una vaca porque no se ajustaba al robot. “Como le pasa a todo el mundo, en los primeros 15 días hubo que meter vacas al robot pero luego enseguida se normalizó la situación”, subraya. A nivel productivo el cambio de sala a robot supuso pasar de dos ordeños diarios y una media de 39 litros por animal a 2,7 ordeños por animal y día y una producción de 46 litros (más de 3.000 kg por robot y día) con un 3,66% de grasa y 3,23% de proteína. El número de ordeños buscan mejorarlo con la incorporación del Lely Astronaut A5, así como la producción diaria por vaca. En Recuento de Células Somáticas no hubo variación, con una 180.000 de media anual. Para lograr esta producción les suministran a las vacas una ración diaria compuesta por 36 kg de silo de maíz, 10 kg de silo de hierba y 7,5 kg de pienso en carro y en el robot a mayores 7 kg de pienso. El pienso para el robot se lo suministra Piensos del Sil, mientras que para el carro mezclador se lo compran a la cooperativa Piensos Alborés, de la que son socios, algo que notan mucho en los precios. La base territorial que manejan para su rebaño, que ronda las 300 cabezas, es de tan sólo 55 hectáreas. “Aquí hay mucha demanda de tierra y es el principal factor que nos limita para crecer. A pesar de todo, el terreno que manejamos nos permiten producir forraje suficiente para alimentar las vacas, y solo compramos la paja y el pienso”, destaca Óscar. Siembran unas 40 hectáreas a maíz, con ciclos 400, logrando unas producciones de entre 50 y 55 toneladas de media por hectárea. “Esta es una zona muy buena para la producción de maíz, pues al estar cerca de la costa en verano siempre hay humedad”, aclara. El maíz lo rotan con raigrás italiano y en las 15 hectáreas restantes tienen praderas permanentes. Los trabajos agrícolas, al igual que el servicio de carro mezclador, lo contratan a empresas de servicios agrarios.

Hacen genotipado y inseminan con raza Angus

Siguiendo esa filosofía de simplificar el trabajo y centrarse en el cuidado y en el bienestar de los animales, en Blanco de Lago SC buscan a la hora de los acoplamientos vacas saludables y rentables. “En los toros miro sobre todo que no penalicen ubre, tipo y patas y después primo los rasgos de salud”, explica Óscar. En la misma línea de optimizar el rendimiento del rebaño, hace un año empezaron a hacer genotipado de las terneras con el programa Clarifide® de Zoetis. “De esta forma, estamos inseminando a las novillas solo con semen sexado y en las vacas adultas metemos solo cruces cárnicos, en concreto Angus”, precisa.

Diversificación con un albergue en pleno Camino de Santiago

La estadía de Óscar en granjas de Francia durante su época de estudiante en la EFA Fonteboa lo llevó a valorar la importancia de la diversificación de las fuentes de ingresos en una ganadería de vacuno de leche. Fue así, como en el 2018 abrió junto a su pareja, Tania, el Albergue Monte Aro, un alojamiento con 30 plazas, en una casa que restauraron junto a la vivienda familiar y que se encuentra en la segunda etapa del Camino de Santiago a Fisterra. La granja es un plus de ocio a mayores que ofrece el albergue: “Las personas que se alojan vienen a visitar la granja y, muchas veces, quedan asombrados porque no se corresponde con la imagen que ellos tenían de lo que ven en la televisión sobre las ganaderías. Además de peregrinos, también vienen familias que disfrutan tanto mayores como pequeños de la experiencia”, finaliza.

Souto Frade SC, innovaciones buscando eficiencia energética y calidad de vida

Marcos y José Manuel Feás están al frente de esta explotación, que ordeña 115 vacas y que está creciendo En la parroquia de Santiago de Frade, en el concello de Taboada, Marcos y José Manuel Feás decidieron dar continuidad a la explotación familiar, invirtiendo en los últimos años más de 700.000 euros en innovaciones tecnológicas y aumentando la capacidad productiva de la granja para, de este modo, diluir los costes fijos. Cuentan con tres robots de ordeño y un sistema autónomo de alimentación y, apoyados en el parque de maquinaria de la cooperativa Aira y en la gestión de la recría en conjunto con otras dos ganaderías de la zona, buscan tener calidad de vida. “Lo que queremos con todas estas innovaciones es tener un horario de trabajo razonable, como el que puede haber en cualquier otro sector, poder marchar de la granja a las 8 de la tarde y no tener que volver hasta el día siguiente por la mañana, como en cualquier otro trabajo”, dicen.
En la explotación trabajan tres personas a jornada completa
En la explotación trabajan a jornada completa tres personas: uno de los hermanos, Marcos, y una pareja contratada; mientras que José Manuel compatibiliza su profesión como ingeniero técnico agrícola en una asesoría con labores de apoyo en la granja familiar. De tres ordeños en sala a la instalación de robots Souto Frade SC es una ganadería familiar que pasó de ordeñar 30 vacas a tener hoy 115. “Hasta hace dos años estaba también mi madre en la explotación, pero ahora está jubilada y continuamos en la SC mi hermano y yo. Inicialmente yo no estaba en la granja, sino que estaba mi hermano y mis padres, pero al fallecer mi padre, hace 11 años, mi hermano se vió un poco agobiado al estar él solo, y fue entonces cuando yo decidí incorporarme para apoyarlo”, explica José Manuel.
Pasaron de 30 vacas en producción en el 2010 a 115 a día de hoy
Fue entonces, alrededor del año 2010, cuando comenzaron a crecer, haciendo una primera ampliación del establo para albergar un total de 80 animales en producción. “Empezamos a hacer tres ordeños diarios en sala con esas 80 vacas y fue cuando empezamos a mirar lo de colocar robots, pero para uno íbamos muy pasados de número de animales y para dos muy cortos, por eso fue cuando ya hicimos otra ampliación, hace 5 años, diseñando el establo para 120 vacas en producción”, cuentan. Tener un horario de trabajo “razonable” “Tengo que reconocer que inicialmente yo no era muy partidario de los robots, y no los recomendaba a las explotaciones a las que asesoraba; me parecían una disculpa para escapar del trabajo. Pero me fui dando cuenta de que los robots podían ser útiles; no servían para dejar de trabajar pero sí para trabajar de otro modo, porque a lo mejor requiere estar más encima del ganado pero de una manera más flexible”, admite José Manuel.
Inicialmente yo era antirobot, me parecía una disculpa para escapar del trabajo
Marcos y José Manuel cuentan con un empleado y entre los tres llevan la explotación, que ordeña hoy 115 vacas. Marcos es quien está más en el día a día de la granja y hace el trabajo con la maquinaria, mientras que José Manuel realiza principalmente labores de gestión. “Yo me considero medio empleado”, dice. Mayor volumen para diluir gastos fijos José Manuel es ingeniero técnico agrícola. Trabajó en Icos y en Agaca y en este momento compatibiliza el trabajo en la ganadería familiar con el de asesoramiento y elaboración de proyectos para otras explotaciones dentro de Agroxest, la oficina técnica que montó en Monterroso junto a un compañero de carrera, Eloi Pérez.
José Manuel se formó como ingeniero técnico agrícola y es un entusiasta de las innovaciones tecnológicas
José Manuel es un entusiasta de las innovaciones tecnológicas pero admite: “cada vez me cuesta más ponerme con el ordenador, prefiero venir para aquí para junto de las vacas”. Parte de su trabajo como asesor consiste en analizar las circunstancias concretas de cada explotación y valorar cuál es la dimensión idónea en cada caso para alcanzar una mayor eficiencia productiva, un criterio que también emplea en su ganadería.
En el mes de enero pondrán a funcionar el tercer robot con recría propia y la compra de 30 animales
Por eso este año acaban de acometer una nueva ampliación del establo para instalar un tercer robot. “Vemos que los que somos tenemos capacidad para atenderlo perfectamente y que ganar volumen es también una manera de diluir costes fijos, porque el sistema de alimentación nos valdría igual”, indican. Alimentación automática A finales del 2019 montaron un sistema de alimentación automatizado pionero en aquel momento en Galicia. “Yo ya había visto algunos fuera de Galicia, en Holanda y Alemania, pero aquí no había aun ninguno. De hecho, en aquel momento nos dieron una ayuda de innovación. Ahora ya hay alguno más, como el que montó Finca Asunción o también SAT A Campa”, explica José Manuel. El coste ronda los 180.00 euros, frente a los 150.000 euros que puede valer un carro autopropulsado, pero los gastos de mantenimiento y reparaciones son menores, considera. “El único gasto es el consumo de luz, que pueden ser 5 euros diarios, pero al no llevar motor de combustión pienso que se ahorra en piezas y averías”, dice. A pesar de contar con múliples mecanismos de protección, este año una tormenta entró por el cable de la señal wiffi estropeando una placa base y obligando a tener parado el sistema mientras no era sustituida la pieza, pero solventaron gracias al servicio que les prestó momentáneamente, durante dos días, el carro de la cooperativa Aira. 8 repartos de comida al día Souto Frade optó para automatizar la alimentación por el sistema que oferta la empresa Triolet, una compañía que se dedica a la fabricación de carros mezcladores y que está considerada puntera también en este campo a nivel europeo, aunque su tecnología estaba en ese momento poco introducida en España. “Había varios sistemas pero este era el que mejor se nos adaptaba y pensamos que acertamos”, dicen. Contaban con un hándicap a la hora de instalar el sistema automatizado de alimentación y era el poco espacio disponible para colocar la unidad de almacenamiento de forraje. “En otros sitios cargan cada varios días, pero nosotros tenemos poco sitio y tenemos que desensilar casi todos los días. Cargamos cada día y medio o dos días la unidad de almacenamiento, pero si seguimos creciendo un poco más tendremos que cargar todos los días. Es un trabajo que no lleva mucho tiempo y de este modo tiene la ventaja de que el forraje que reciben las vacas va más fresco. Desde que pusimos en marcha este sistema notamos que perdemos mucha menos comida, antes se estropeaba más la ración, a veces fermentaba en el pesebre, y eso ahora no pasa y eso también es dinero, porque es comida tirada”, razonan.
Desensilan diariamente y la unidad se encarga de hacer 8 repartos de comida entre las 9 de la mañana y la 1 de la madrugada
Una vez depositados los tacos de silo de maíz y de hierba, la propia máquina se encarga de mezclarlos con el resto de ingredientes de la ración y de repartírsela a las vacas en el pesebre a lo largo del día y la noche, con 8 pasadas por jornada. “Por el día repartimos cada 2 horas y por la noche hacemos un último reparto a la 1 de la madrugada y no volvemos a repartir hasta las 9 de la mañana del día siguiente para poder tener el comedero vacío a primera hora y poder limpiarlo”, explican. “Vemos también que aunque hiciésemos más comida no la comerían, quedaría tirada, porque la capacidad de ingesta de las vacas es la que es”, aclara José Manuel. Ahorro energético En paralelo a la automatización de la granja, Souto Frade apostó por incorporar sistemas de producción de energía renovable. “Tenemos 20 Kw de placas solares para venta de energía desde hace 10 años, porque las pusimos en el momento en el que estaba subvencionada la venta de la energía, y otros 15 Kw para autoconsumo. Y también instalamos un molino de viento para autoconsumo”, explica José Manuel. “Tenemos un consumo aproximado de unos 6.000 Kw al mes y con la producción propia que tenemos logramos rebajar en un 30% la factura eléctrica de la granja”, cuenta. Tanto los robots de ordeño como el sistema automático de alimentación provocan un consumo constante, con lo que sacan un mayor partido tanto a las placas solares como al molino de viento.
La subida desde el mes de junio ha sido tremenda, pasamos de pagar 900 euros al mes a 1.800 y si no fuese por las placas solares estaríamos en 2.500
Sin embargo, el cambio tarifario producido en el mes de junio y la escalada de precios de la energía a partir del verano hizo que su factura se haya disparado, duplicando su importe al pasar de unos 900€ mensuales antes del verano a 1.800 en la actualidad. “Es una barbaridad lo que ha subido la luz y si no fuese por las placas solares y el molino de viento que tenemos estaríamos en 2.500 o 3.000 euros al mes de gasto”, se quejan. Objetivo: estabilizar la explotación Al estar creciendo, Souto Frade SC insemina a todas las vacas con frisón pero hace un uso limitado del semen sexado. “Empleamos algo solo en las novillas”, explican. Para poner a andar el tercer robot han previsto comprar un lote de 30 animales en el mes de enero y sumarle una docena de novillas de recría próximas al parto. “La idea no es completarlo de golpe, porque eso supone un desembolso económico importante”, admiten.
Al librarnos de parte del trabajo de recría tenemos capacidad para atender el ganado de un tercer robot y de este modo diluir los costes fijos
En todas las mejoras que han ido acometiendo en los últimos años José Manuel calcula que han invertido entre 700.000 y 800.000 euros. “Es cierto que para dedicarte hoy a producir leche a este nivel necesitas mucha inversión y está claro también que es un sector en el que arriesgas mucho para lograr poco más que un salario normal, pero por lo demás es como cualquier otro negocio”, dice José Manuel, que considera que “como en cualquier otra empresa si esperas a tener el dinero para poder invertir o crecer el ritmo va a ser mucho más lento, las mejoras hay que financiarlas para llegar a ellas antes”, opina. Mejorar la ventilación Souto Frade SC partía de una nave antigua que precisó de sucesivas reformas y ampliaciones para poder acoger las distintas innovaciones tecnológicas incorporadas y aunque el resultado final es una instalación funcional, arrastra ciertos defectos estructurales difíciles de corregir. “Es una nave muy vieja en la que fuimos haciendo obras, pero la mitad inicial fue construida hace 26 años. Como es bastante baja la tenemos abierta para facilitar la ventilación y al retirar el establo antiguo para hacer la última ampliación para el tercer robot pensamos que vamos a lograr mejorar un poco la circulación de aire y reducir el estrés por calor que sufren los animales en verano”, indican.
La poca altura de la nave hace que la efectividad de los ventiladores sea menor, por lo que estudian complementarlos con una línea de aspersores
Disponen además de dos ventiladores grandes para mover el aire que se acumula en el techo de la nave. Los tienen programados para que arranquen a partir de 24 grados. “Este tipo de ventiladores cubren una gran superficie y generan un movimiento continuo del aire pero aquí al ser un establo tan bajo su efecto se nota menos”, reconocen. Por eso están pensando en complementarlos con nebulizadores para pulverizar vapor de agua. Colchoneta de agua con carbonato y serrín por arriba Al igual que sucede con la altura del establo, la dimensión de los cubículos es otro de los hándicaps que arrastran por la antigüedad de las instalaciones. “A mí me gustan las camas vacías y cuando como técnico hago un proyecto de una nave es lo que recomiendo a mis clientes, y luego cada uno que escoja el material que quiera. Pero en nuestro caso aquí las instalaciones no se adaptaban bien a eso. Estuvimos usando arena dos años pero tuvimos que cambiar. La arena sale muy barata como material pero luego tiene otros inconvenientes en los que la gente muchas veces no repara o de los que no echa cuentas, por lo que al final si sumas esos costes lo que ahorras por un lado lo gastas por otro. Porque hay más desgaste en las piezas del robot y en la arrobadera y hay que sacar la arena acumulada de la balsa de purín y de la cisterna”, relata José Manuel.
Al usar por debajo la colchoneta hemos reducido dos tercios del gasto de la mezcla de relleno, pasamos de gastar 1.500 euros de carbonato al mes a 500
Por eso, Souto Frade ha optado por una solución mixta de colchoneta + carbonato para poder eliminar la arena sin disparar el gasto de las camas y han escogido una colchoneta de agua que evita que las vacas se rocen, algo habitual con otro tipo de colchonetas. “En estas colchonetas de agua las vacas están como flotando, no están en contacto con el cemento, y por encima de ellas rellenamos con una mezcla de serrín con carbonato. Al usar la colchoneta reduces mucho el uso de material de relleno y de este modo usamos aproximadamente un tercio del que usaríamos si el cubículo estuviera vacío, sin colchoneta”, calculan.
Aunque no son lo ideal, en este tipo de colchonetas de agua las vacas están como flotando y no se rozan tanto como en las otras
En cuanto al mantenimiento, también ahorran algo de trabajo, porque es más fácil. “Les damos una pasada estirando el material de relleno tanto por la mañana como por la noche”, explican. Con todo, y a pesar de las ventajas económicas y de mano de obra, en la nueva ampliación optaron por hacer cubículos más grandes y camas sin colchoneta. “Al instalar el tercer robot podremos hacer dos lotes. Pienso que para vacas grandes funcionan mejor los cubículos vacíos. Para primerizas, por ejemplo, puede valer este sistema de colchoneta con relleno, están cómodas, aunque no sea el ideal”, insiste. Posibilidad de producir leche A2A2 En esta ganadería de Taboada se mueven a lo largo del año entre los 36 y los 37 litros de media por vaca y día con promedios de 3,1 ordeños diarios por animal. La materia grasa se sitúa en 3,60% y la proteína en 3,45% y les recoge la leche la cooperativa Aira. La puesta en funcionamento a partir de enero del tercer robot les permitirá poder hacer un lote de producción diferenciado, bien por edad o por otras características. “Tendríamos fácil, por ejemplo, seleccionar aquellos animales de la granja que tuvieran un perfil de leche A2A2 y mandar esa leche a un tanque distinto”, ejemplifican.
Se mueven a lo largo del año en una producción media de entre 36 y 37 litros, con un 3,6% de grasa y un 3,45% de proteína
Aunque no tienen genotipada su cabaña, José Manuel considera que un tercio de sus vacas podrían estar produciendo leche con Beta Caseína A2, producida de manera natural por vacas con el gen A2A2, sin que esté siendo valorizada por la industria que les recoge la leche. “Lo de la leche A2A2 fue algo que parecía que iba a arrancar pero ahora veo que está algo parado. La propia cooperativa Aira hizo un estudio previo con 2 o 3 granjas para ver qué porcentaje de animales darían ese perfil y salía que alrededor de un 40% de la cabaña ganadera produciría leche A2A2. De esta manera, al instalar el tercer robot, si finalmente eso sale adelante porque existe demanda, nosotros estaríamos en condiciones de poder ofertar esa materia prima diferenciada sin necesidad de cambiar de vacas”, argumenta.

Recría en conjunto con otras dos explotaciones vecinas para poder seguir creciendo

Instalaciones de Granxa Renota, que comezó a recibir ganado de las tres ganaderías en el mes de julio Tres ganaderías de Taboada –Souto Frade SC, Novoa SC y Luis Miguel Rojo Vázquez (la antigua Millán SC)– han comprado este año una explotación en desuso de la zona y la han habilitado para hacer la recría en conjunto, descongestionando de este modo las instalaciones de las tres ganaderías, lo que les va a permitir a cada una de ellas aumentar el número de animales en producción y reducir los costes de la recría, con una gestión más eficiente que la realizada individualmente. El modelo es semejante al que han implementado ya otras ganaderías gallegas desde hace años, como por ejemplo SAT Xercas en Xermade o Ganxabar en Mazaricos. El estudio técnico de funcionamiento ha sido realizado por los servicios veterinarios de la cooperativa Aira, estableciéndose una cuota fija mensual por compra de la instalación, que fue adquirida a partes iguales (un tercio cada uno) por las tres explotaciones socias, y un pago por animal y día de estancia, fijado en 2,10€/día, con los que hacer frente a los costes de alimentación y otros gastos variables.
Granxa Renota (Recria Novillas Taboada) comenzó a funcionar en el mes de julio
Todos los servicios son externos, tanto los de alimentación como los veterinarios, prestados por la cooperativa Aira y para atender el ganado disponen de un empleado, al que pagan su salario entre las tres ganaderías con la cuota establecida de 2,10 euros diarios por ternera. “Si hay que tomar una decisión estratégica importante en un momento dado la tomaremos nosotros, las tres ganaderías socias, pero nosotros no podemos estar pendientes del día a día del centro de recría si queremos centrarnos en atender las vacas en producción que tenemos en nuestras granjas”, justifica José Manuel.
La nave fue comprada a partes iguales por las tres ganaderías socias y para el funcionamiento tienen una cuota establecida de 2,10 euros por animal y día
La intención de las tres ganaderías es poder hacer el destete de las terneras ya en las instalaciones de recría, aunque para arrancar su puesta en marcha inicialmente han optado por hacer la fase inicial de lactancia en cada granja y enviar luego los animales ya destetados a la nave de recría en conjunto, con entre dos meses y medio y tres meses de vida. “Lo ideal sería llevar para allí a las terneras ya de pequeñas, porque sufrirían menos, pero preferimos empezar de forma más escalonada”, explican. Los primeros animales entraron en el mes de julio en las instalaciones, que acogen en este momento unas 40 terneras de las tres granjas, y todos los meses llevan media docena de becerras una vez destetadas. Tres años en el Rancho Las Nieves Souto Frade hace el destete en sus instalaciones antes de enviar a las terneras a la nave de recría en conjunto En este momento Souto Frade aprovecha el establo de un vecino que se jubiló, situado a 300 metros del suyo , para tener las terneras pequeñas, a la espera de tener plenamente operativas las nuevas instalaciones de recría en conjunto. Anteriormente, durante 3 años esta ganadería hizo la recría en el Rancho Las Nieves de Zaragoza pero pararon de mandarlas por el alto coste. “Empezamos a mandarlas cuando montamos los robots porque no teníamos sitio aquí, pero después coincidió que vino aquella bajada tan grande en el precio de la leche en 2015 y no daba lo que ingresabas por la leche para pagar allí la recría de las novillas, y fue entonces cuando quedó libre el establo de este vecino y decidimos traer todo para aquí y hacer nosotros la recría”, cuentan.
Visto con perspectiva quizás fue un error dejar de mandarlas a Zaragoza, porque en los últimos años hemos frenado un poco la evolución de la explotación, allí adelantabas dos meses y medio en cada novilla
“Esto es algo dinámico y hay que ir adaptándose a las circunstancias. En aquel momento no nos quedaba más remedio, era mejor cerrar la granja que seguir así, por lo que fue una solución, pero visto con perspectiva de 4 o 5 años después, aquella decisión fue un error, porque en centros de recría de este tipo obtienes mejores resultados. Haciendo la recría nosotros aquí perdíamos dos meses y medio de producción de leche en cada novilla con respecto a estar en el Rancho. De estar pariendo las terneras con 23 o 24 meses pasamos a 27 meses”, reconoce José Manuel, que espera poder mejorar esos niveles al pasar a hacer la recría en conjunto en las nuevas instalaciones, “que son mucho mejores que las que tenemos ahora nosotros, un auténtico lujo para las novillas”, dice. Necesidades de mano de obra A mayores de la comodidad y amplitud de la nueva nave de recría, otra de las claves estará en contar con personal específico para atenderla. “Tú puedes saber toda la teoría sobre la recría, pero al final si no dispones del tiempo necesario siempre cometes algún error y esos pequeños errores son los que te penalizan”, considera.
Si una ternera pasa una semana con pneumonía después ya no crece como tenía que crecer, son esas cosas las que te penalizan en la recría
“Muchas veces la diferencia entre una vaca que llega a los 13.000 litros de producción y una que se queda en los 10.000 son cuestiones de ese tipo, porque si una novilla no arranca bien en el primer parto luego nunca va a dar de sí todo lo que debería, o si una vaca enferma y tardas en detectarlo has perdido buena parte de la lactación”, indica José Manuel. “El manejo condiciona en buena medida la producción de los animales”, concluye. Pero para eso, dice, hay que disponer de mano de obra, que es algo de lo que carecen muchas explotaciones. “Yo ya sé que separar las vacas que están en celo evita muchas veces accidentes del ganado en el establo, pero nosotros aquí no lo hacemos”, ejemplifica. 90 hectáreas de superficie De las tareas de siembra y ensilado se encarga el parque de maquinaria de la cooperativa Aira La limitada mano de obra y la necesidad de más inversión en maquinaria que requeriría hace que Souto Frade subcontrate la mayoría de los trabajos agrícolas. Hoy manejan unas 90 hectáreas de superficie, de las que trabajan más intensamente unas 70, mientras que otras 20, de peor calidad, las emplean para recoger forraje seco. “Cultivamos maíz en rotación con raigrás en unas 35 hectáreas y otras 35 las dedicamos la pradera permanente de raigrás”, explica Marcos. “Maquinaria tenemos muy poca, dependemos casi todo de trabajos contratados”, añade, indicando que su ganadería trabaja habitualmente con el parque de maquinaria de la cooperativa Aira.
Del trabajo agrario de la granja se encarga el parque de maquinaria de la cooperativa Aira
“En nuestra explotación, contando con la superficie propia en sí, tendríamos solo para 80 animales, pero nos damos cuenta que en la zona donde estamos cada vez hay más gente que se jubila y cierra la explotación y las que quedamos tenemos posibilidad de hacernos con esa tierra para poder seguir creciendo”, dicen.

Novoa SC, altas producciones fruto de un minucioso cuidado del ganado

David e Diego, cunha das súas vacas en Bandomil (Taboada) Diego y David Novoa heredaron el gusto por las vacas y el cuidado del ganado de su padre Juan Carlos y su madre Trinidad. Los cuatro atienden la explotación familiar y tratan de sacar el máximo rendimiento a unos animales que produjeron en el último año un promedio de 14.239 litros de leche, con el 3,70% de grasa y el 3,30% de proteína, según la última memoria de Africor Lugo. "La clave para lograr estas cifras, que los sitúan como una de las ganaderías con más producción media de Galicia, está en apostar genéticamente por toros que aportan litros de leche, en la frecuencia de ordeño que permiten los robots y en cuidar el manejo, los cubículos y los forrajes", asegura Diego.
Buscamos producción y que la grasa y la proteína no nos penalice en el precio de la leche
Junto a su hermano garantizan el relieve en esta explotación que echa mano de los servicios de la cooperativa Aira, de la que son socios, para lo ensilado, la alimentación del ganado o las revisiones de podología, y que optó por juntarse con otras dos ganaderías de la zona para hacer la recría en conjunto.

Ordeñan 110 vacas con dos robots

Montaron o primeiro robot, da marca Lely, en setembro de 2016 e o segundo en xuño do 2017 Diego tiene 30 años y se incorporó hace 8 a la gandeiría que llevaban sus padres. Ordeñaban en aquel momento 50 vacas dos veces al día en sala y la producción media era de 36 litros. Con su incorporación aumentaron a 70 vacas y pasaron a ordeñar tres veces diarias.
Cuando me incorporé pasé las vacas a tres ordeños como un tránsito hacia el ordeño robotizado
En septiembre de 2016 instalaron el primer robot y un año después, en junio del 2017, el segundo, aumentando el número de animales en producción hasta los 110 actuales. Optaron por el ordeño robotizado por la flexibilidad horaria que permite. "Cuando me incorporé y pasamos las vacas a tres ordeños ya fue con la mentalidad de que era un tránsito hacia los robots, ya lo tenía claro desde el principio", cuenta Diego.
La adaptación al robot fue muy buena. Como estábamos la tres ordeños, las vacas ya estaban acostumbradas a ir a ordeñarse cada 8 horas
"La adaptación al robot aquí fue muy fácil. Como estábamos a tres ordeños, las vacas ya estaban acostumbradas a ir a ser ordeñadas cada 8 horas y lo que hicimos durante una semana fue, al ir saliendo de ordeñar en la sala, pasarlas por el robot para que entraran a comer el pienso y dejarles la puerta abierta para que ya fueran entrando ellas solas por el día. En los últimos días, cuando ya estábamos para pasarlas al robot, había vacas que en 24 horas hacían 100 visitas al pienso en el robot", recuerda.

Tercer robot con más producción de Europa

Unha das áreas de separación ás que os robots derivan ás vacas enfermas ou en celo Arrancaron el primer robot con 58 animales y siguieron ordeñando el resto en la sala, que fueron luego incorporándolos paulatinamente. El máximo que llegamos a meterle fue 67 vacas, con un promedio de tres ordeños y 46 litros de promedio, pero no paraba nada, había días que sólo tenía media hora de tiempo libre en total en 24 horas. Fue en aquel año el tercer robot de Europa que más producción sacó", indica. Los robots están hoy menos saturados. Las 110 vacas que tienen en producción en la actualidad pueden ir a cualquiera de los dos robots y el promedio está hoy entre 3,3 y 3,4 ordeños. No acostumbran a tener muchos retrasos tampoco. "Venimos metiendo 6 o 7 vacas por la mañana y a la noche, pero normalmente son siempre las mismas, bien porque tienen algún problema o por alguna circunstancia de ese tipo, como enfermedad o cojera", reconoce.
Trabajamos con dos áreas de separación a la salida de los robots, considero que es algo muy útil para el manejo de animales enfermos o vacas en celo
Disponen de dos áreas de separación, dispuestas a la salida de cada uno de los robots, una de ellas con cama caliente y pensada para vacas enfermas o que sufrieron algún accidente en los patios y a otra con cubículos, pensada para vacas en celo, para evitar riesgos de caídas o que molesten a las otras. Los animales que están apartados en esas áreas de separación, en las que disponen de comida y agua, pueden ir a ordeñarse cuando quieran al robot, que las vuelve a mandar al área de separación después de ordeñarse hasta que Diego o David levantan esa restricción en el ordenador.

Reparto de tareas

La instalación del ordeño robotizado les permitió reducir mano de obra. "Antes, cuando ordeñábamos en sala, teníamos un empleado, pero se jubiló y de momento no volvemos a coger a nadie, hacemos nosotros el trabajo y nos organizamos entre nosotros para las libranzas", explican. Libran un día a la semana y Diego organiza los descansos con su hermano David, que trabaja a jornada completa en la explotación pero no está aún incorporado a la SC. David tiene sólo 21 años pero es un ganadero vocacional, un joven que entiende muy bien los animales, algo que heredó de su padre Juan. Es el el que se encarga del manejo del ganado y las labores del establo, mientras que Diego hace principalmente el trabajo de campo.
A pesar de tener solo 21 años, David es un ganadero vocacional que entiende muy bien los animales
"Hacemos nosotros todo el trabajo de maquinaria, lo único para lo cual viene la cooperativa es con la cosechadora y dos bañeras para ensilar tanto la hierba como el maíz", explican. Manejan 80 hectáreas, de las que echan a maíz 36, en 12 de ellas rotando con hierba. "El resto quedan libres o simplemente echamos algún tipo de cereal, normalmente veza y avea, pero para enterrar después como abono simplemente", indica Diego.

Autosuficentes en forrajes

Carro mesturador da cooperativa Aira, que acode todos os días á gandería a facer a ración Novoa SC es una explotación autosuficiente en los forrajes para alimentación del ganado. "Eso nos da mucha seguridad y es una garantía en caso de que venga un año malo", reconocen. Trabajar con excedentes de ensilado les permite también no tener que abrirlo al poco tiempo de hacerlo por haber acabado el del año anterior. "El silo de maíz no me gusta abrirlo nunca antes del mes de marzo o abril, porque así siempre tienes reserva si la siguiente campaña viene mala. Nosotros el 80% de las parcelas que tenemos para el maíz son muy buenas y logramos producciones altas aunque un año venga seco, pero si un año viene un pedrisco, por ejemplo, o un fenómeno de ese tipo, al trabajar con cierto stock, reduciendo un poco las cantidades en la ración eres capaz de aguantar ese año sin tener que comprar hasta recuperar en la siguiente cosecha", argumenta.
Seleccionan para el maíz las parcelas más húmedas para no depender tanto de que llueva para obtener buenas cosechas pero eso también los obliga a tener que sembrar más tarde
"Para maíz seleccionamos las fincas más húmedas para no depender tanto del agua para lograr producción, pero eso también hace que a veces no podamos labrar algunas parcelas hasta junio porque no se puede entrar en las tierras y que si viene un final de primavera o principio de verano frío y lluvioso, como fue este año, le coste también mucho nacer y salir al maíz. Pero esas tierras también te garantizan que se después viene sequía la planta aguanta", explica.
Me gusta trabajar con silos de hierba con menos del 15% de proteína, los silos con mucha proteína te permiten abaratar algo en el pienso pero son más complicados de manejar y cuesta más adaptar las vacas al cambio de ración
Además de las 36 hectáreas de maíz, ensilan otras 40 de raigrás. "El silo de hierba no me gusta que tenga mucha proteína, porque abaratas algo en el pienso pero cuesta mucho más adaptar a las vacas al cambio de ración. Los silos con el 17% de proteína son más complicados. Yo procuro que no pasen del 14 o 14,5%. Para eso hacemos un corte solo y luego segamos para hierba seca. Hacemos un buen presecado de la hierba para el silo, pero que vengan 4 o 5 días buenos en la última semana de abril o la primera de mayo, que es cuando ensilamos la hierba, es siempre lo más difícil de conseguir. La hierba es muy complicada de ensilar y de meterla mojada a meterla seca hay una diferencia abismal en la calidad del silo", cuenta Diego.

"Aquí siempre fuimos mucho de apostar por el cooperativismo"

Aira tamén lles presta servizo de podoloxía e lles fai o ensilado co seu parque de maquinaria Novoa SC se encuentra muy cerca de la fábrica de piensos que Aira tiene en Taboada y emplea, en su día a día, muchos de los servicios de la cooperativa, a la que también entregan la leche. "Aquí siempre fuimos mucho de apostar por el cooperativismo, fuimos socios fundadores de Medela en su día y seguimos apoyando el proyecto cuando se unió la Icos y ahora cuando pasó a ser Aira. El recuerdo que yo tengo es que siempre se compró el pienso y se vendió la leche a la cooperativa", dice Diego, que incluso echa una mano a la hora de reforzar el parque de maquinaria de Aira en algún momento puntual para transporte en la campaña de ensilado de hierba.
Aira les suministra el pienso y echan mano de otros servicios como el de podología o el parque de maquinaria de la cooperativa
El carro de la cooperativa Aira acude también diariamente a hacerles la ración. La de producción de leche es única y lleva 32 kilos de silo de maíz, 15 kilos de silo de hierba y 8,5 de pienso, a los que se añaden los 5 kilos de promedio a mayores del punteo del robot.

Camas de carbonato con serrín

La frecuencia de ordeño y la alimentación personalizada que permite el robot también ayuda a lograr altas producciones. De hecho, cuenta Diego, cuando él se incorporó y pasaron de ordeñar 2 veces a hacerlo 3, el promedio subió de manera automática de 36 a 40 litros. "Después cuando pusimos los robots me decían que no me hiciera muchas ilusiones en aumentar producción, porque ya teníamos un promedio muy alto, pero seguimos subiendo porque el robot también te permite ajustar la ingesta de pienso a la producción real de cada vaca. Cuando ordeñábamos en sala estábamos en 12 kilos de concentrado en la ración unifeed, pero había vacas a las que les sobraba mucho pienso para la producción que tenían y otras a las que les haría falta más", dice.
La tabla de alimentación de los robots dispensa cantidades entre 2 y 8 kilos de pienso en función de la producción de cada vaca
Pero tener promedios elevados no está reñido, dicen, con longevidad siempre que los cuidados del ganado sean los idóneos. "Aquí acostumbramos a aprovechar mucho las vacas, nos duran 6 o 7 partos, incluso tenemos alguna de 8 y de 9. Esas vacas arrancan bien, dan leche lo mismo que las primeirizas. Aquí el 80% de las novillas  pican por arriba de los 50 litros, eso también te permite subir el promedio", justifica Diego.

Hacer compatibles altas producciones y longevidad

Contan cunha combinación de ventiladores e pulverizadores de auga para os días de máis calor Uno de los aspectos que más incidente tienen, tanto a nivel productivo, como en la durabilidad de las vacas es contar con unos buenos cubículos. En esta explotación el material de relleno es carbonato con serrín, con una mezcla 70-30% que hacen también ellos mismos. Hasta hace poco utilizaban un carro mezclador pero recientemente incorporaron una encamadora, lo que les facilita el trabajo. Luego, hacen hincapié en el mantenimiento diario. "Llenamos los cubículos una vez a la semana, pero luego las camas se hacen 3 veces al día", explica David.
Las camas se hacen 3 veces al día y rellenamos los cubículos una vez a la semana
Para mejorar el confort del ganado durante los meses del verano y minimizar de este modo la pérdida de producción debido al estrés por calor, disponen de un sistema para el enfriamiento de los animales. "Una parte de la nave fue hecha en el año 2006 y a otra cuando me incorporé yo hace 8 años, pero no cuenta con aislante en el techo. Por eso tenemos ventiladores y pulverizadores en el corredor del comedero que están funcionando en continuo desde las 12 del mediodía hasta las 8 de la tarde en los días de más calor. Así notamos menos bajada de producción y no caen tanto los índices reproductivos", asegura Diego.

Toros que aporten litros de leche

"A la hora de inseminar valoramos que los toros sean positivos en leche, pero yo pienso que la producción está sobre todo en un buen manejo, unos buenos cubículos y, sobre todo, unos buenos forrajes. Lely hizo aquí una jornada de puertas abiertas. Estábamos, igual que ahora, entre 46 y 47 litros de promedio y todo el mundo me preguntaba cuanto pienso comían las vacas y donde comprábamos el pienso, pero nadie se fijaba en los cubículos o me preguntaba por los forrajes, y es en esas cosas donde está la clave para tener altas producciones", aseguran.
Miramos producción más que la grasa y la proteína, y no nos gusta descuidar tampoco el tipo o las patas
De la inseminación se encarga su padre. Trabajan algo con sexado en las novillas, unas 20 dosis al año, pero la mayoría de los animales son inseminados con semen convencional. "No ponemos cruces cárnicos, hasta ahora estábamos creciendo y recriábamos todo para nosotros pero ahora ya llegamos al tope y la intención es vender animales, seguramente primerizas recién paridas en subastas, porque nos van a comenzar a sobrar animales, porque tenemos unas 70 becerras de recría hoy por hoy y no necesitamos ese volumen para cubrir las necesidades propias, sobre todo teniendo en cuenta lo que nos duran a nosotros las vacas", dice.
Nos van a comenzar a sobrar animales y nuestra intención es vender primerizas recién paridas para tener ahí otra fuente más de ingresos
Diego considera que la mejor opción para rentabilizar económicamente los excedentes de recría y vender las novillas paridas. "A las becerras pequeñas se les saca poco y una novilla antes del parto aún está formando la ubre y no dice lo que va a ser. Yo pienso que se venden mejor después, una vez que puedes demostrar los litros que da. Igual ese animal va para una ganadería que no tiene robot y no sigue manteniendo ese nivel de producción de 50 litros, pero los lleva encima y claro está que va a ser una buena vaca", argumenta. Aunque las subastas dejaron de hacerse debido a la covid-19, Diego espera que cuándo pase la pandemia se retome la idea de hacer dos subastas al año en Chantada para dar salida en ellas al excedente de animales que vaya teniendo en la granja.

Recría en conjunto con otras dos ganaderías

Neste momento dispoñen de amamantadora na propia explotación para as becerras lactantes Hasta el momento hacen la recría ellos mismos. Disponen para eso de amamantadora, a la que incorporan las becerras a los 7 días y donde echan 3 meses mamando. Luego del destete las pasan a las intalacións viejas, a un primer espacio donde están otros dos meses y donde tienen patio de hormigón y cama caliente. A partir de los 5 meses de vida van pasando a los distintos lotes por edades, para para que no haya animales muy desfasados unos con los otros en el crecimiento, hasta completar el proceso final.
Hace 4 años ordeñábamos 70 vacas y hoy tenemos 110 sin comprar absolutamente nada, crecemos únicamente a base de recría propia
Pero con la intención de optimizar el trabajo y las instalaciones, Novoa SC viene de constituir junto a otras dos ganaderías de la zona, Souto Frade y Luis Miguel Rojo Vázquez (la antigua Millán SC) una sociedad, Granxa Renota SL, con la idea de hacer en conjunto a recría de las tres explotaciones. La idea se plasmó en la constitución de la sociedad conjunta, bajo el nombre de Recría Novillas Taboada, y en la compra de una nave de nueva construcción diseñada para amarre canadiense pero que no llegó a funcionar.
Nuestra intención en las nuevas instalaciones para recría es hacer un lote en cama caliente hasta los 12 meses y a partir de ahí tres lotes más: hasta la inseminación, en el momento de inseminar y hasta el preparto
"Es una nave en hierro de 80 metros de largo por casi 40 de ancho muy bien diseñada y con una ventilación muy buena que está en Ramil, a 3 kilómetros de aquí. Ya fue hecha para 120 animales en cama caliente para recría con pasillo de alimentación y arrobadera delante, donde vamos a aprovechar para tener las becerras desde el destete hasta los 12 meses y a partir del año las vamos pasam a donde están las plazas canadienses, que tenemos que reformar para hacer estabulación libre. Ahí habrá tres lotes más, uno hasta el momento de la inseminación, otro en el que estarán los animales para inseminar, que será lo más reducido posible para detectar bien los celos, y otro desde que estén confirmadas hasta el preparto, cuando con 8 meses de preñadas vuelvan a las explotaciones", detalla Diego. Vista das instalacións de Novoa SC, que instalou placas solares para reducir a factura eléctrica "A medida que vas creciendo, hacer la recría en las instalaciones viejas te da más trabajo y se nos presentó esta oportunidad y nos pareció una buena opción. Nuestra intención es trabajar allí con empleados y que vaya a hacer el carro la cooperativa. Alquilamos también las fincas que tenía esa explotación para conseguir allí mismo, cerca de la granja los forrajes para alimentación. De este modo nosotros simplemente tendríamos que supervisar, es decir, es cómo externalizar la recría pero controlada por nosotros", añade.
A medida que vas creciendo, hacer la recría en las instalaciones viejas te da más trabajo. Esto es cómo externalizar la recría pero controlada por nosotros
Este paso les va a permitir a las 3 explotaciones que forman la nueva sociedad centrarse más en lo que es el trabajo diario con los animales de producción de cada una de las ganaderías y liberarse un poco del trabajo con las becerras. "Entre las tres juntamos un volumen conjunto de unas 50 novillas cada vez y en poco tiempo estaremos seguramente en 7 robots de ordeño porque aunque nosotros no tenemos intención de seguir creciendo por ahora, las otras dos granjas sí", explican.  

SAT Teixeiro, confort para el ganado y aumento de produción con los robots

Mamoudou, Manolo, Teresa y Javier en la zona de la nave que ampliaron hace dos años para secas y novillas Tres hermanos (Teresa, Manuel y Javier Teijeiro Álvarez) están al frente de SAT Teixeiro, una explotación familiar situada en la parroquia de A Rigueira, en A Pastoriza, que destaca por los índices genéticos y morfológicos de sus animales y fue de las primeras explotaciones en Galicia en hacer la prueba genómica a todo su rebaño. Entregan la leche a Entrepinares, por lo que buscan un equilibrio entre litros y calidades y hacen hincapié en la comodidad de los animales y en el manejo tanto en la etapa de producción como en la recría. La ganadería la heredaron en el año 2001 de sus padres, Félix y Pilar, con unos 40 animales dando leche y fue creciendo hasta contar hoy con unas 125 vacas en producción repartidas en dos robots de ordeño instalados hace dos años. Los tres hermanos optaron en su momento por trasladar la explotación a una zona alejada de las casas, en el lugar conocido como Fontes, lo que les permitió diseñar de nuevo las instalaciones sin toda una serie de limitaciones con las que se encontraban en la ubicación donde comenzaron sus padres, y así poder seguir ampliando y creciendo progresivamente todos estos años, y, al mismo tiempo, aprovechar el establo viejo para la recría.
En nuestro caso nuestros padres cuando se jubilaron, que decidieron hacerlo anticipadamente para que cogiésemos nosotros la explotación, no volvieron aquí a trabajar ni se metieron en nuestras decisiones. En ese sentido, se supieron retirar y siempre nos apoyaron
"Yo y Manolo nos incorporamos en el 2001, yo con 24 años y él con 22 e hicimos la SAT y un año después empezamos las obras. En el año 2003 se unió también Teresa. Miramos de hacer de nuevo en esta finca que ya habíamos comprado unos años antes y aprovechar la cuadra vieja para almacén y recría", cuenta Javier. "En nuestro caso nuestros padres cuando se jubilaron, que decidieron hacerlo anticipadamente para que cogiésemos nosotros la explotación, no volvieron aquí a trabajar. En ese sentido, se supieron retirar. Nuestro padre estaba siempre a nuestro lado apoyándonos pero no se metía en nada, nos dejaba hacer y siempre nos dio para adelante", dice. Félix falleció hace unos años, pero Pilar sigue siendo un apoyo importante y les facilita el trabajo diario. "Cuando paramos a mediodía, por ejemplo, tenemos la comida hecha", ejemplifican. Robots, amamantadora, arrimador y eficiencia energética Un robot ordeña el lote de primerizas y el otro las multíparas, con punteo y ración de alimentación diferenciada Las últimas decisiones que han tomado han consistido en la automatización de la granja, con la incorporación del sistema de ordeño robotizado, un arrimador autónomo para la ración y una amamantadora nodriza para las terneras. Coincidiendo con estos cambios, ampliaron y reconfiguraron la nave para acoger a la recría en su fase inicial y final y a las vacas secas. Aprovecharon también para acometer mejoras en cuanto a la eficiencia energética de la granja, con la instalación de un sistema de generación fotovoltaica para autoconsumo junto con un variador de frecuencia, un enfriador de placas y un cambio de iluminación. Consideran que el paso de la sala de ordeño al robot les ha ayudado a aprovechar mejor el potencial productivo de su ganado. "Aquí teníamos animales que en la sala eran vacas buenas, pero fueron al robot y se convirtieron en otro tipo de vacas mucho más productoras. Fue un cambio positivo para nosotros, hubo vacas que han llegado a los 70 litros y otras que incluso han pasado de ellos y en la sala no lográbamos esas producciones en esos mismos animales. Nosotros una media de 41 litros nunca la tuvimos cuando ordeñábamos en la sala, habíamos llegado alguna vez a 39 litros y medio, pero había mucha leche en las camas, así que habíamos tenido que volver a bajar un par de litros. Y era algo esporádico durante veinte días o un mes pero ahora desde que pusimos los robots es continuo. Y eso que no les estamos dando caña a las vacas, por el tema de llegar a las calidades requeridas por la empresa a la que le entregamos la leche, que sino podíamos tener dos o tres litros más tranquilamente", aseguran. Zona de separación para facilitar el manejo de las vacas en producción Una vaca en la zona de separación, con capacidad para seis animales Los robots cuentan con una zona de separación dotada con seis cubículos, a donde mandan a los animales en celo, los que están enfermos, las vacas recién paridas o también a las que están secando. "Se hacen muchas cosas en esa zona de separación, es algo muy cómodo y muy práctico, por ejemplo alguna que está enferma la mandamos para allí para que cuando venga el veterinario esté ya separada", cuenta Javier.
En el momento de secar, durante tres o cuatro días les hacemos un único ordeño. El secado brusco es cómodo para el ganadero, pero la vaca se adapta mejor así
Ese espacio también les facilita el manejo en muchas otras tareas diarias. "Sobre todo separamos vacas que están muy próximas, para que no anden por el medio de las otras, o cuando secamos ya le marcamos en el ordenador al robot también para que nos las mande para allí, y durante tres o cuatro días les hacemos un único ordeño para que no noten tanto el secado brusco y no les quede todo ese volumen de ubre. El secado brusco es cómodo para el ganadero, pero la vaca se adapta mejor así, a nosotros nos funciona mejor así, porque insuman mejor las ubres y no tenemos problemas", añade Manuel. Recría dividida en 4 lotes hasta el destete Cuando instalaron los robots, en julio del 2019, aprovecharon para hacer una ampliación para las vacas secas y las novillas y reconvirtieron el espacio que ocupaba la sala de ordeño y la zona de espera para la recría, instalando también una amamantadora, lo que les ha permitido mejorar el crecimiento de las terneras. "Notamos un crecimiento más uniforme. Antes teníamos problemas en el cambio del box individual al lote. En esa adaptación paraban de crecer, pero ahora están en grupo desde pequeñitas y lo notan mucho menos", cuenta Manuel. Tienen este espacio de la recría más pequeña parcelado en cuatro zonas, lo que les permite ir haciendo lotes en el periodo de lactancia de los animales. En un grupo están solo los machos, destinados a vender a cebaderos, y en los otros tres van dividiendo las terneras por edades, incorporándolas al lote inicial a medida que van naciendo y rotándolas después por los otros espacios a medida que cumplen semanas de vida. "Eso nos permite que no haya saturación de animales ni competencia en la amamantadora entre terneras mayores y terneras recién nacidas, por eso optamos por poner la amamantadora con cuatro estaciones diferenciadas", explica Javier.
Pusimos una amamantadora con cuatro estaciones y separamos por edades porque así los animales nunca compiten, los pequeños son todos pequeños y los mayores están en otros lotes
Ese sistema les permite una incorporación temprana a la amamantadora. "Como están con animales de su misma edad y están muy holgadas de espacio, desde que acaban el calostro ya pueden ir para la nodriza y no tienen ningún problema, se adaptan perfectamente. Al tener poca carga tampoco tenemos problemas de trasmisión de enfermedades y, en caso de que hubiera un contagio, podrían infectarse 4 o 5, que son las que están en ese lote, pero no las 20", razona Manuel. "Antes ya no teníamos muchas bajas, pero desde que pusimos la amamantadora no nos ha muerto ninguna ternera por el manejo, el año pasado de ochenta y pico partos solo tuvimos dos bajas, dos animales que ya nacieron muertos", añade su hermano.
Les gusta hacer tanto el secado de las vacas como el destete de las terneras progresivo para que los animales noten lo menos posible los cambios
Las terneras van incrementanto la ingesta hasta mamar 10 litros, pero a partir del día 55 les van bajando a la leche progresivamente hasta 85 días, que es cuando hacen el destete. "La curva de lactancia arranca con 5 litros y medio y a los 12 días ya están tomando 7 litros y van subiendo, luego se mantienen entre 20 y 30 días en los 10 litros y después ya va bajando. En los últimos días maman medio litro", explica Teresa. Aprovechan el establo viejo para tener parte de las terneras Tras el destete en la zona adaptada hace dos años para las becerras en el espacio que ocupaba antes la sala de ordeño en la nave de producción, las terneras bajan para las instalaciones viejas de la ganadería, las que usaban sus padres como establo, hasta el momento de ser inseminadas, en el que ya vuelven para la ampliación acometida también hace dos años en la nave nueva. "Cuando van para el establo viejo ya van adaptadas a la comida y a la trabadiza para que no noten el cambio y allí siguen estando en cama de paja hasta los 8 o 9 meses, que pasan a cubículos", indica Manuel.
En las naves que tenían sus padres están las terneras entre el momento del destete y el de la inseminación
Siguen prestando atención a la mejora genética, poniendo embriones y optando por el semen sexado en las novillas, pero inseminando con cruce industrial, sobre todo azul belga, casi el 50% de las vacas adultas. "Con los robots nos hemos limitado y no podemos crecer más, por lo que en este momento estamos poniendo mucha carne porque el mercado de las terneras es muy irregular y nosotros invertimos mucho en genética desde hace muchos años pero para conseguir vender una ternera en 300 o 350 euros era complicado, cuando tú habías gastado 500 o 1.000 euros en embriones. La gente te venía a comprar las terneras y aún te regateaba, así que ahora ponemos mucho cruce. Sacas igual los 300 euros y nadie especula con tus becerras", razona Javier. Más de 20 años invirtiendo en genética Esta ganadería de A Pastoriza destaca por los índices genéticos y morfológicos de sus animales, aunque, asegura Javier, "para que haya un animal bueno en una explotación, a mayores de una buena base genética, tiene que haber también manejo, confort y alimentación". SAT Teixeiro fue además de las primeras explotaciones en hacer la prueba genómica a todo su rebaño. "Nosotros trabajamos mucho con Fontao y ponemos una media de unos 15 embriones al año, siempre ponemos lotes, y como tenemos nuestras terneras todas genotipadas cuando sale una con unos buenos índices y hay demanda de embriones también les sacamos embriones y vendemos", explican.
Nosotros llevamos invertido mucho en genética. Hoy aquí el 80 o 90% de los animales son descendientes de Boss
Cuando Javier y Manuel se incorporaron a la ganadería familiar, su inquietud por mejorar el nivel genético de su ganado los llevó a comprar en los primeros años animales de alto valor genético en el centro de Boss de Guísamo y por apostar de manera decidida por la técnica de transferencia embrionaria. "Hoy aquí el establo el 80 o 90% es descendiente de Boss. Nosotros en el año 2002 compramos vacas de 4.000, 5.000 y 7.000 euros, que era mucho dinero para una vaca, y cuando se deshizo el centro, compramos muchos embriones de las novillas que estaban en cabeza en genómica. Nosotros teníamos claro que había que apostar por eso", asegura Javier.
Tenemos todo el establo genotipado desde hace 4 o 5 años, fuimos de los primeros en hacer aquí la genómica
Con el paso de los años siguieron tratando de mantener y de mejorar aquella base. "Nunca nos oponemos a traer familias de fuera cuando las trae Fontao. Hoy la genética está a precios muy asequibles, pagas 600 o 700 euros por 4 embriones, cuando antes lo pagabas por uno solo", considera Javier. "Está claro que la genómica dio un giro a todo esto, pero los animales buenos genómicamente salieron donde se estaba trabajando la genética desde hacía años", opina Manuel. En el último balance de la Federación Frisona Gallega, relativo al año 2019, fueron la ganadería número 2 en índices genéticos (ICO) en la provincia de Lugo, la número 6 de Galicia y la número 15 de España y cuentan con la vaca número 2 en ubres, la número 5 en patas y la número 18 a tipo. Es el resultado de la constancia, que los hace ocupar puestos de honor desde hace años. "En 2016, durante casi un año, tuvimos la vaca número 1 de España, Teixeiro Suprem Suba FIV ET, que era hija de Suprem y nieta de Barman, dos toros de Fontao", recuerda Javier. Equilibrio entre producción y calidades Pero la estrategia de inseminación de SAT Teixeiro cambió radicalmente desde que hace dos años instalaron los robots. "Nosotros éramos más tiperos pero ahora nos fijamos menos en eso. Ahora estamos condicionados por el robot y buscamos rentabilidad, así que lo que buscamos ahora es velocidad de ordeño, patas y ubres", reconoce Manuel. SAT Teixeiro vende la leche a Entrepinares desde hace 3 años por lo que busca un equilibrio entre litros y sólidos. "Nuestra media actual es de entre 40 y 41 litros por vaca y día con un 3,80-3,85% de grasa y un 3,35% de proteína. Tenemos que estar siempre por encima del 3,80% de grasa, porque nos exigen esas calidades, pero a nosotros también nos interesa tener litros porque hasta ahora aún se sigue pagando la leche en función de los litros, pero más media de producción sería complicado porque no cubriríamos las calidades y nos penalizarían", razona Javier. Están contentos con la empresa a la que entregan y son conscientes de que al tratarse de una quesería, porcentaje de sólidos y calidad de la leche son aspectos esenciales. "Nosotros llevábamos ya muchos años en certificación a través de Irmandiños, que había sido la primera cooperativa que había empezado a certificar la leche, y ya nos valió para Entrepinares. Nosotros antes pertenecíamos a una cooperativa aquí que se llamaba O Caxigo pero cogían el pienso a Irmandiños, así que decidimos ser socios de Irmandiños directamente. Eso fue ya hace más de 20 años", cuenta Manuel. 65 hectáreas de superficie Irmandiños (ahora CLUN) les presta también diariamente el servicio de carro mezclador. Hacen dos raciones de producción, una para las primíparas y otra para las multíparas, que es también como las tienen separadas en los robots, en dos lotes. Las primerizas están con 30 kilos de silo de maíz, 18 de silo de hierba, 2,5 de alfalfa y 8,5 de concentrado, más lo que puntea el robot, que llega, según producción, hasta los 9 kilos. En cuanto las adultas, están con 32 de maíz, 20 de hierba, 2,5 de alfalfa y 8,5 de mezcla de concentrado. "Las multíparas van todas igual pero la gráfica de punteo para las primerizas es diferente, porque llegan más tarde al pico de lactación, lo acaban cogiendo a los 120-130 días", asegura Manuel.
Hacen el ensilado de la hierba y del maíz en la explotación y les viene el carro de la cooperativa Os Irmandiños a hacer la ración
Esta ganadería maneja unas 65 hectáreas de terreno, de las que echan a maíz 37. De ellas 17 quedan solo para maíz y en las otras 20 hacen rotación maíz-raigrás. Aunque A Pastoriza es uno de los ayuntamientos con más producción de leche de Galicia, empieza a haber alguna tierra disponible en la zona. "Era más complicado aumentar superficie hace unos años, ahora empieza a ser posible y sobre todo es más fácil tener las fincas localizadas más cerca de la explotación", considera Manuel. "Nosotros tenemos todo aquí alrededor, excepto 5 hectáreas que tenemos en Pacios y en las que echamos maíz nada más", añade su hermano.
Habitualmente hacemos un solo corte del raigrás porque dos cortes encarece los costes de segar y ensilar y estás sacrificando producción de maíz
En cuanto a los trabajos agrarios, una parte los hacen ellos y otra parte los contratan la una empresa de servicios de la zona, sobre todo en las campañas de ensilado y siembra del maíz. "En la hierba nuestra idea es sacar un corte solo porque para obtener dos en esta zona es complicado y te aumentan mucho los costes de segar y ensilar para poca producción a mayores que coges y estás sacrificando una semana o diez días del maíz por hacer esos dos cortes y muchas veces no compensa porque estás mermando la producción de maíz", asegura Manuel. Este año, sin embargo, han hecho dos cortes. "Aprovechamos que hizo buen tiempo para segar temprano el primer corte y limpiar las fincas pero lo habitual es hacer un solo corte de hierba y después el maíz", aclara.
Los silos de hierba muy pequeña, con mucha proteína y poca fibra, son muy delicados de manejar en el carro
Además, añade, "al ser un corte, el primero, de hierba muy tierna, hace bolas en el carro y eso no se mezcla bien con el maíz ni con el concentrado y aunque tengas un silo de hierba con una analítica de un 20% de proteína y una digestibilidad enorme después realmente lo que comen las vacas no es eso, porque hace mala mezcla y una come las bolas de silo de hierba y la otra el maíz y cuanto más mezclas en el carro más apelmaza y más bolas hace, por lo que esos silos de hierba tan buenos son después muy delicados de manejar en el carro", explica. Inyección del purín La cisterna con el sistema de aplicación localizado del purín les costó 130.000 euros Además de la ampliación de las instalaciones y de la modernización de los sistemas de ordeño y alimentación, al ir creciendo la granja las necesidades de maquinaria también se han ido incrementando. Una de las últimas adquisiciones ha sido una cisterna con inyectores para la aplicación del purín. "Llevamos dos años inyectando el purín y vemos que tiene ventajas claras: es más rápido, desprende menos olor, no dependes de donde venga el viento e incluso si la hierba está más alta no la retrasa, lo puedes echar igual, cuando de la otra manera no. Es mucho más rápido a la hora de echarlo porque descarga antes y llevas más anchura y a la hierba se le nota muchísimo porque nunca la manchas", cuenta Javier, que es normalmente el que se encarga del abonado.
Llevamos dos años inyectando el purín y vemos que tiene ventajas claras: es mucho más cómodo y rápido a la hora de aplicarlo y nunca retrasas el crecimiento de la hierba aunque esté algo alta
La inversión necesaria en adquirir todo el equipo fue de 133.000 euros. "Nosotros teníamos una cisterna de 18.000 litros que tenía solo cuatro años pero preferimos no adaptarla y comprar una cisterna ya fabricada para sistema de inyectores, porque pienso que la adaptación no funciona igual", considera Javier. "La cisterna que teníamos nos la valoraron bien, pero lo malo es que para comprar cisternas nuevas hay poca subvención, no es normal que por comprar una cisterna que vale 130.000 euros te den solo 6.000 euros de subvención cuando además es un cambio obligado por la nueva normativa de fertilización", se queja. Semanas con 4 días de trabajo y 3 de libranza Cuentan con arrimador autónomo y depositan directamente el material de relleno en los cubículos Una vez hechas las principales inversiones y aunque reconocen que "nunca acabas de invertir porque siempre hay cosas que mejorar y si quieres ganar en comodidad seguramente dentro de unos años habrá otros avances que introducir", su objetivo a corto plazo es "estabilizar la explotación", a la espera de saber si alguno de sus hijos o hijas deciden coger el relevo, como hace 20 años hicieron ellos. "La vida da muchas vueltas y nunca se sabe, pero ya no lo maman como lo mamamos nosotros", opina Manuel.
En las explotaciones hay que estar invirtiendo continuamente para modernizarlas y mejorar en comodidad, y seguramente dentro de unos años habrá otros avances
Teresa, Manuel y Javier cuentan con un empleado, Mamoudou, de Mali, que llegó a España en cayuco y después de trabajar en el sector de la fruta de Andalucía acabó recalando en Galicia, donde está teniendo su primera experiencia en ganaderías de leche en SAT Teixeiro. Aunque solo lleva medio año trabajando en A Pastoriza, existe ya una relación de confianza que va más allá de lo laboral. "Mamoudou es muy buena persona y hasta le llama mamá a nuestra madre", dice Javier. Entre los cuatro son capaces de llevar de manera desahogada la carga de trabajo de la explotación, tener las necesidades de mano de obra cubiertas en todo momento y lograr una buena calidad de vida. "Trabajamos una semana completa y después durante dos semanas trabajamos 4 días y libramos 3, incluido el fin de semana y el horario que hacemos es de 8 a 1 por la mañana y de 4 a 8 por la tarde. Siempre quedamos en la explotación dos personas como mínimo. Los martes estamos siempre los 4 y el resto de los días por la semana estamos 3 y los fines de semana siempre hay dos personas. Menos de dos eres capaz de hacer lo básico solamente", explican.
Nosotros también notamos el cambio al robot, sobre todo en los codos y en las manos. Muchas veces andabas con tendinitis por el movimiento de tirar los primeros chorros
La automatización de tareas como el ordeño, la alimentación o el encamado les permite centrar su trabajo del día a día en atender al ganado y sacarle el máximo partido pero también hace que tengan un menor desgaste físico a nivel individual. "Nosotros también notamos el cambio al robot, sobre todo en los codos y en las manos. Muchas veces andabas con tendinitis por el movimiento de tirar los primeros chorros y el trabajo mecánico repetitivo de colocar las pezoneras", asegura Manuel.

"Las vacas es igual que las personas, si tienes la cama ben hecha descansas mejor y rindes más"

El descanso, tanto de los trabajadores como del ganado, es una de las prioridades en SAT Teixeiro. Para lo primero invirtieron en tecnología y para lo segundo confiaron en Galical. Hace año y medio que la empresa lucense especializada en encalado de fincas y mezclas a base de carbonato para las camas, les sirve el material de relleno de los cubículos. Emplean un producto compuesto en un 60% por carbonato cálcico y en el 40% restante por serrín de pino. Aunque la mezcla más habitual en la mayoría de las explotaciones lecheras es 70% carbonato, 25% serrín y 5% cascarilla de arroz, en esta ganadería de A Pastoriza prefieren que lleve más serrín, porque hace la cama más esponjosa. "Las vacas es igual que las personas, si tú tienes la cama bien hecha descansas mejor y rindes más. Pues las vacas lo mismo, ellas también necesitan descansar para poder dar leche", afirma Teresa.
Llenamos los cubículos cada 15 días y gastamos unos 50.000 kilos de material al mes
Por eso en SAT Teixeiro no escatiman material a la hora de rellenar la cama y de llevar a cabo su mantenimiento. "Llenamos los cubículos cada 15 días, una vez a la semana pasamos la gradilla y después rastrillo todos los días a la mañana y a la noche. Nosotros retiramos el material mojado también. Gastamos unos 50.000 kilos de material al mes", detallan. Comodidad para las vacas y para el ganadero Cada dos semanas el camión trae la mezcla para el relleno de las camas desde la planta de Galical en el polígono de As Gándaras de Lugo. Está equipado con un tubo que desde el pasillo de alimentación deposita ya directamente el material en los cubículos. "Este sistema es muy rápido y cómodo. Nosotros antes metíamos la mezcla con el tractor, pero así no tienes que andar abriendo cancillas ni cambiando vacas para un lado y para el otro", explica Javier.
Este sistema es muy rápido y cómodo. Viene el camión con el tubo y ya va descargando la mezcla de carbonato y serrín en los cubículos
Esa fue la principal razón por la que esta explotación se cambió de la mezcla de carbonato y serrín que les servía Irmandiños, que no les encamaba, a la de Galical, que cuenta con tres camiones cisterna equipados con este sistema de tubo que manda el relleno directamente a la zona de los cubículos.
Antes usábamos la mezcla de carbonato y serrín de Irmandiños, pero Irmandiños no nos encamaba y Galical sí
La misma mezcla se sirve también en bañera para ser depositada en un silo, o en big bags para explotaciones de pequeño tamaño, pero de este modo el ganadero se ahorra el trabajo y el tiempo de tener que encamar él. Contando los tres sistemas de entrega, Galical sirve mensualmente unas 5.000 toneladas de material de relleno para las camas a ganaderías de Lugo y A Coruña principalmente. "No hay que encalar las tierras" SAT Teixeiro ha probado ya los tres principales materiales de relleno para cubículos empleados en explotaciones de leche en Galicia, paja, arena y carbonato, con buenos resultados en todos ellos a nivel de mamitis y células. "Nunca tuvimos muchos problemas de ese tipo con ningún tipo de cama. Primero tuvimos paja, después arena y luego ya nos pasamos al carbonato con serrín", dice Teresa. Sin embargo, afirma, a nivel agrícola su comportamiento es muy diferente. "La arena es muy buena para la cama de la vaca pero para nada más. Piensas que tienes purín y lo que tienes es arena y agua. El purín que teníamos antes con la arena no tiene nada que ver con este de ahora a nivel de aporte de nutrientes y además estás llevando cal para las fincas y ya evitas así tener que encalar después", explica.
El purín que teníamos antes con la arena no tiene nada que ver con este, ahora abona
Esa es precisamente otra de las principales ventajas de la utilización de carbonato cálcico en vez de arena en los cubículos. "Es sostenible en el tiempo, pasan los años y no estás deteriorando las tierras, sino al contrario, estás fortaleciéndolas y mejorándolas sin tener que considerar el gasto de encalar, sobre todo teniendo en cuenta los suelos que tenemos en Galicia, que son muy ácidos", aseguran en esta ganadería. Otra de las ventajas es el menor desgaste de las instalaciones, un aspecto importante a tener en cuenta en las explotaciones con sistemas de ordeño robotizado, así como los menores problemas de atascos en los canales del purín y de depósito en las fosas de almacenamiento.

¿Hacia dónde va la ganadería de precisión?: anticipar enfermedades y manejar recría

La actividad diaria de muchas ganaderías de leche no empieza ya delante de sus animales sino delante de una pantalla de ordenador. El robot de ordeño ha sustituido a las salas convencionales en muchas de ellas y las alertas y el análisis de datos a la observación del ganado. Muchas de las decisiones sobre qué hacer en materia de alimentación, ordeño, tratamientos, secado, descartes, etc., vienen dadas ya a día de hoy por algoritmos matemáticos. Es un cambio de paradigma en el sistema de trabajo de muchas granjas donde el manejo en grupo ha dado paso al tratamiento individualizado de las vacas y las terneras. Un reciente webinar organizado por Cajamar bajo el título Hacia la cuarta revolución agraria. Digitalización en ganado vacuno lechero ha analizado el papel de estas nuevas herramientas cada vez más implantadas en las explotaciones lácteas intensivas.
La detección precoz de enfermedades tanto en vacas en producción como en terneras de recría es ahora el gran reto, una vez desarrollados e implantados métodos de automatización productiva
"Es increíble la velocidad de avance en materia de tecnología en el sector, por lo que es aventurado decir a dónde vamos", asegura Fernando Estellés, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universitat Politècnica de València, que considera que la detección precoz de enfermedades tanto en vacas en producción como en terneras de recría es ahora el gran reto, una vez desarrollados e implantados ya en muchas explotaciones métodos de automatización productiva. Por eso, además de los sistemas de ordeño robotizado, los arrimadores automáticos de comida, las unidades autónomas de elaboración de raciones o las amamantadoras nodriza para terneras, existen otros sistemas predictivos novedosos aplicados ya en granjas porcinas o avícolas y que en los próximos años podrían verse también en ganaderías de vacuno de leche.
Sería posible detectar enfermedades respiratorias en terneras lactantes a través de micrófonos que gravan la tos, como ya se hace en cerdos
"Se podrían detectar enfermedades respiratorias en terneras lactantes a través de micrófonos que gravan la tos, como ya se hace en cerdos, saber cómo se distribuyen los animales en las instalaciones a través del control GPS, algo ya probado en pollos y que funciona muy bien, o contar con detectores en continuo de pH en el rumen, que aportaría datos interesantes en materia de alimentación y detección de cambios metabólicos", detalla Fernando. Tratamiento individualizado: el fin del concepto de rebaño La obtención de datos en tiempo real de cada animal permite la toma de decisiones individualizadas y, en ocasiones, adelantarse en la prevención y tratamiento de enfermedades que, de otro modo, tardarían horas o incluso días en ser detectadas y tratadas, permitiendo así lograr mayor eficiencia productiva y una reducción, por ejemplo, en el uso de antibióticos. Esta individualización en el manejo del ganado en cuestiones como alimentación, reproducción o salud conduce a poner en cuestión prácticas estandarizadas aplicadas al conjunto de animales. "Se acabó el rebaño, que pasa a ser una suma de individuos, y las decisiones no son de grupo, sino individuales de cada animal, dando a cada uno una respuesta en función de los datos individuales obtenidos", explica Fernando.
Se acabó el rebaño, que pasa a ser una suma de individuos, y las decisiones no son de grupo, sino individuales de cada animal
Sin embargo, matiza, "ganadería de precisión es conocer una a una cada una de tus vacas y sus necesidades, que es algo que ya se venía haciendo tradicionalmente en las explotaciones, por lo que la tecnología lo único que ha venido es a facilitar que se siga haciendo a pesar del aumento del número de cabezas", destaca. "Mirar al ordenador es complementario a mirar a las vacas del establo", concluye. Toma de datos y monitorización La implantación de sistemas automatizados, tanto de ordeño como de alimentación, permite, al mismo tiempo, implantar tecnologías complementarias de toma de datos y monitorización individualizada de los animales. "Cuando robotizamos no es sólo poner el robot, hay mucho más", asegura David Sánchez, de la empresa DeLaval. El robot de ordeño aporta un sinfín de datos sobre producción (que permiten dar prioridad en los permisos de ordeño a los animales en pico de lactación, tomar decisiones sobre cuando proceder al secado o puntear el concentrado para premiar a las vacas que más producen y evitar la sobrealimentación de las menos productivas) o actividad (muy útiles para la detección de celos y la mejora en los índices reproductivos), que pueden complementarse con otros datos predictivos en materia de salud, a través de cámaras de medición de la condición corporal del animal (cámaras RGB que toman imágenes del animal cuando este se encuentra en el robot) o analíticas de aspectos como la concentración en leche de BHB (que permite detectar cetosis subclínicas para tratar precozmente con propilengilcol) o LDH (útil para la detección de mastitis).
Determinados modelos de robot de ordeño permiten analizar la concentración de BHB, LDH y progesterona en leche, lo que permite diagnósticos precoces de cetosis, mastitis y desórdenes reproductivos
"Se trata de trabajar en preventivo, detectando el mayor número de mastitis subclínicas hasta 36 horas antes de que lo pueda hacer el ganadero", defiende David. El robot tiene la opción de incorporar también un lector de células somáticas para saber en cuánto contribuye cada vaca al conjunto de células del tanque, lo que permite detectar y eliminar vía descartes aquellos animales más problemáticos. A nivel reproductivo, la detección de celos mediante medición de actividad se puede complementar también con analíticas sobre la concentración de progesterona en leche para determinar cuándo la vaca ovula. De esta forma, además de indicar los celos, se puede diagnosticar estado de gestación del animal, los abortos y desórdenes reproductivos como anoestros prolongados, quistes foliculares o cuerpos lúteos persistentes. La recría, el siguiente reto Tras los avances logrados en robotización y monitorización de las vacas en producción, en los próximos años tocará el turno a las terneras, con especial relevancia no solo en su alimentación sino en el aspecto de salud. "Hay mucha tecnología que se está probando a nivel de investigación pero está todavía verde como para llevar a la granja. Estos sistemas no están tan probados como en vacas adultas, donde llevan más tiempo utilizándose, falta afinar en terneras", afirma Fernando Estellés, que lleva dos años trabajando en un proyecto de investigación sobre digitalización y monitorización de recría.
Las nodrizas ahorran mucho tiempo al ganadero pero, a cambio, hay más riesgos sanitarios porque vamos a criar animales en grupo
Los tres objetivos que persigue el proyecto son, en primer lugar, "que no se mueran las terneras y que estén saludables, reduciendo los índices de mortalidad actuales", así como, "automatizar la alimentación controlando su desarrollo" y "detectar los celos para que empiecen a trabajar produciendo leche en la granja cuanto antes", explica. Existen en la actualidad distintas tecnologías disponibles para el manejo de la recría entre las que se encontrarían las amamantadoras nodrizas, presentes ya en muchas explotaciones, los acelerómetros 3D y las cámaras de monitorización física y fisiológica. "Las nodrizas ahorran mucho tiempo al ganadero pero, a cambio, hay más riesgos sanitarios porque vamos a criar animales en grupo. Este tipo de amamantadoras fomentan el consumo de lactoreemplazante hasta el punto de que, si no se controlan las tomas, puede no resultar rentable, porque no está claro que eso permita que los animales crezcan mucho más y mejor, no hay datos concluyentes sobre eso", asegura este investigador.
El coste de recría es el segundo o tercer gasto más importante en las ganaderías y puede suponer hasta 5 céntimos por litro de leche producido
En cuanto a los detectores de actividad en terneras, "su funcionamiento es fantástico para la detección de celo, y eso es dinero", remarca Fernando, aunque su nivel de fiabilidad desciende hasta el 80% en cuanto a la detección de rumia inicial entre las 6 y las 8 semanas de vida del animal, lo que, de perfeccionarse su funcionamiento, "puede servir para tomar decisiones sobre cuándo destetar a cada ternera lactante y no hacerlo a un día fijo, como se hace ahora", considera. Aunque varía considerablemente en función de la tasa de reemplazo de cada granja, la recría supone el segundo o tercer mayor coste de las explotaciones, sólo por detrás de la alimentación de los animales en producción. "Es un coste bastante escondido y que no está bien cuantificado aún en muchos casos, y está también poco valorado su impacto a largo plazo, pero según algunos estudios puede suponer hasta 5 céntimos por litro de leche producido en la ganadería", asegura Fernando. ¿Demasiados datos? Ramiro Fouz, profesor de la USC en el campus de Lugo y exgerente de Africor Lugo, considera que "la recogida de datos siempre es rentable en una explotación", aunque la relación coste-beneficio va a depender del uso que el ganadero dé a esos datos. "Los que buscan en la tecnología soluciones para mejorar son los que le van a sacar mucho más rendimiento frente a los que sólo buscan aliviar su carga de trabajo con la robotización", afirma. Por eso, argumenta: "¿Es rentable poner un podómetro o una cámara de condición corporal? Pues depende. Son herramientas. Si vas a usar esa información a diario es una inversión rentable, pero si no la vas a utilizar es un gasto carísimo. Es como comprar un taladro, por muy barato que sea, es un malgasto si vas a usarlo unicamente para colgar un cuadro al año", compara.
Los que buscan en la tecnología soluciones para mejorar son los que le van a sacar mucho más rendimiento frente a los que sólo buscan aliviar su carga de trabajo con la robotización
"Invertir en tecnología promueve una mejor medición y brinda un mayor acceso a datos, pero no garantiza automáticamente mejoras en la gestión o la eficiencia de la ganadería. La falta de habilidades de interpretación y manejo de datos es una barrera importante para que los ganaderos se den cuenta del valor potencial de información que permite tomar mejores decisiones", asegura.
Los ganaderos tienen una sobredosis de información y de datos. Sólo se hace caso a un 3% de las alertas de mastitis de los programas de gestión
En este sentido, indica, "muchas veces hablas con los ganaderos y te dicen 'tengo datos de más'. Y eso retrae a veces al ganadero para adpotar nuevas herramientas y aplicaciones", asegura. "La tecnología permite la monitorización individual de los animales pero es necesaria una labor de racionalizar esos datos para la toma de decisiones", añade.
Los datos están muy bien, pero la vaca hay que tocarla también, porque si no estamos en la granja de poco nos van a servir los datos
En la misma línea, Fernando Estellés recomienda: "La pregunta inicial es para qué quiero esos datos, si los voy a utilizar o no. No me compro el sistema y luego veo qué hago con los datos, es al revés", opina. Y considera que "los ganaderos tienen una sobredosis de informaicón y de datos que hace que les sean difíciles de digerir". "Estamos siendo atropellados por la tecnología", dice, porque "tenemos una capacidad limitada de absorber alertas y datos y sólo se hace caso a un 3% de las alertas de mastitis en los programas de gestión, según los estudios", evidencia. "Los datos están muy bien, pero la vaca hay que tocarla también. Si no estamos en la granja de poco nos van a servir los datos", matiza por su parte David Sánchez, que explica que "cuanto más grandes se hacen las explotaciones más valor tienen los datos porque cuentan con staff técnico para procesarlos y sacar rendimiento de ellos".

Sólo el 3% de las granjas españolas ordeña con robot

El origen de los robots de ordeño se encuentra en Holanda en torno a los años 80, aunque no fue hasta 1992 cuando se instaló el primer sistema automático de ordeño en una ganadería convencional. La llegada a España tuvo lugar en el año 2000 y en Galicia los primeros robots se instalaron en Arzúa y Samos a finales del año 2004. Desde entonces, sobre todo en los últimos 5 años, su avance ha sido considerable, aunque su implantación sigue estando muy por detrás de otros países. De hecho, Suecia, con el 29% de sus ganaderías robotizadas; Países Bajos, con el 25%; y Dinamarca y Noruega, con el 24%, lideran a nivel mundial el ránking de tecnificación. Les sigue Finlandia (15%), Bielorrusia (13%), Bélgica (11%), Canadá (10%), Francia, Alemania y República Checa (9%) y Reino Unido (8%).
Una de cada cuatro granjas holandesas, suecas o danesas ordeña ya con robot, frente al 9% de Francia y Alemania, al 3% de España o al 2% de EEUU
La robotización del ordeño en España ha llegado al 3% de las granjas, aunque las previsiones de las empresas instaladores son de un crecimiento importante en los próximos años. "Avanzará mucho más, esto es similar a la implantación del tractor", compara David Sánchez. En niveles similares a España se encuentran Rusia (4%), Austria (3%), Japón (3%), Italia (2%), Polonia (2%) o EEUU (2%). La media a nivel mundial se sitúa en el 5% en estos momentos, con importantes países productores, como Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Irlanda, Portugal o China todavía por debajo del 1%.
Muchas ganaderías de los países nórdicos tienen también completamente automatizada la alimentación, una tecnología casi anecdótica todavía en Galica
Los países nórdicos marcan también la tendencia en cuanto a automatización de la alimentación en ganaderías de leche, con instalación de unidades autónomas de confección y reparto de raciones. En Galicia es una tecnología casi anecdótica y se apuesta por soluciones intermedias, con arrimadores de comida en combinación con los robots de ordeño para incentivar a las vacas, sobre todo por la noche, a levantarse de las camas para ir a comer y, de paso, también a ordeñarse. Coste de acceso a la tecnología Entre las de 12.000 granjas que hay trabajando con sistemas DeLaval en todo el mundo hay explotaciones de todo tipo, desde ganaderías familiares a macrogranjas de miles de vacas, como la chilena Ancali Farms, la explotación láctea robotizada más grande del mundo, que cuenta con 64 robots para sus 3.904 vacas en ordeño, con una producción diaria de 160.000 kilogramos de leche. Según David Sánchez, la flexibilidad horaria y la reducción de las horas de trabajo en la granja al eliminar el ordeño son los motivos principales para la introdución de robots en explotaciones familiares, mientras la disminución de los costes en mano de obra y la mejora de la gestión de la granja con nuevas herramientas de diagnóstico estarían entre las razones esgrimidas por las ganaderías de mayor tamaño.
La granja robotizada más grande del mundo se encuentra en Chile, se llama Ancali Farms y cuenta con 64 robots para sus 3.904 vacas en ordeño
Estos sistemas, más pensados en un inicio para ganaderías de pequeño o mediano tamaño, avanzan también en explotaciones más grandes y ya existen salas circulares robotizadas para grandes explotaciones. Ante el tradicional dilema de sala o robot, David defiende que "hay que analizar cada caso, pero la fiabilidad y rutina del robot no la da el operario", asegura. "¿Cuánto dinero le cuesta a Ancali un mal ordeño por una huelga de los empleados?", plantea en relación al mayor coste de acceso a la automatización. El aspecto social, de falta de mano de obra o usado como incentivo para facilitar el relevo generacional en la ganadería, inclina la balanza en muchos casos hacia el robot en explotaciones familiares. "El robot ayuda a fijar población y a atraer a gente joven al sector, ese es un modelo muy nórdico y holandés", defiende. Falta de asesoramiento técnico independiente Detrás del "bajo nivel de tecnificación y de digitalización de las ganaderías de producción de leche de la cornisa cantábrica" se encontrarían, según Ramiro Fouz, diversos factores, entre los que destacan el coste, las reticencias por el miedo a la complejidad de la tecnología y la falta de evidencias sobre el impacto positivo que esta tendrá en la ganadería.
La adopción de cualquier innovación es lenta. Entre innovadores y rezagados transcurre un periodo de más de 20 años en la incorporación de la tecnología en el sector. Lo hemos visto en el caso de los robots
"Son tecnologías caras y hay que demostrar al ganadero el retorno que tendrá porque no son tecnologías que sean fáciles de probar previamente a su adquisición", indica Ramiro. Por eso, dice, "se echa en falta una investigación independiente sobre la eficacia de las distintas herramientas para cuantificar el rendimiento económico potencial de la inversión en tecnología en las granjas". "Se echa de menos un asesoramiento independiente en este campo, dado que la mayoría de los técnicos están vinculados a empresas y casas comerciales", concluye.