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Ágata Tubio: ”La salud de la planta empieza por tener un suelo supresivo”

Ágata Tubío, Técnica de Produción Vexetal de Arvum (Delagro)

Los suelos supresivos de patógenos se han identificado en todo el mundo durante casi 60 años y se atribuyen principalmente a microorganismos supresivos o antagonistas. Su estudio se remonta a los años 70, cuando los profesores Baker y Cook los definieron como “aquellos suelos en los que la incidencia o severidad de una enfermedad sigue siendo baja, a pesar de que exista la presencia de un patógeno, el hospedero susceptible y las condiciones ambientales que favorecen su infección y posterior desarrollo de la enfermedad”.

Ágata Tubío, Técnica de Producción Vegetal de Arvum (Delagro) nos explica que “la investigación sobre suelos supresivos ha intentado comprender cómo los microorganismos pueden reducir las enfermedades, incluso en presencia de patógenos. Los avances recientes en el estudio de microorganismos han proporcionado nuevas herramientas para reexaminar y caracterizar aún más la naturaleza de estos suelos”.

“La productividad de los suelos se ha visto afectada negativamente debido a prácticas convencionales de agricultura que se basan en monocultivos y el uso de fertilizantes químicos convencionales que crean suelos conductivos, donde la presencia de enfermedades es importante. Por este motivo, es necesario un cambio en las prácticas tradicionales que se centran en la fertilización química con producto de bajo valor añadido o dudosa calidad. La salud de las plantas empieza en el suelo y canto mejor se trabaje éste, mayor probabilidad de tener menos enfermedades”, continúa Ágata.

 Los suelos supresivos tienen la capacidad e reducir el desarrollo de patógenos que afecten negativamente al desarrollo de la planta

Un suelo supresivo es aquel que tiene la capacidad natural de reprimir el desarrollo de patógenos que causan enfermedades en las plantas. Esta capacidad se debe a la presencia de una comunidad microbiana diversa y equilibrada, que actúa como una barrera natural contra las plagas y enfermedades.

Entre los beneficios de la supresividad podemos destacar la reducción del uso de fitosanitarios, mejoramos la salud de las plantas y su productividad al mismo que tiempo que inducimos a los cultivos a aumentar su resiliencia en términos de estrés ambientaL, muy en relación con el cambio climático.

Tubío nos explica que “la supresividad de un suelo frente a patógenos se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo. La rapidez con la que se manifiesta esta supresividad está influenciada por factores ambientales y prácticas agrícolas, siendo la adición de materia orgánica una medida clave. En Delagro llevamos tiempo trabajando en potencia esta línea de trabajo, ya que la salud de las plantas empieza por donde comen, en el suelo y por las raíces”.

De cara a mejorar la supresividad de los suelos es fundamental contar con un buen asesoramiento. Contar con una estrategia de manejo que ayude al agricultor a realizar una óptima gestión del suelo es clave para conseguir buenos resultados.

Los suelos supresivos son una herramienta poderosa para promover una agricultura más sostenible. Al cuidar el suelo y fomentar la supresividad, podemos lograr mejorar la productividad de nuestros cultivos, lo que se traduce en una mejora de la rentabilidad para el agricultor o ganadero.

Si deseas saber más sobre cómo gestionar los suelos o realizar estrategias de supresión de suelos, puedes ponerte en contacto con Delagro:

981 519 920
info@arvum.org

El Campus de Lugo estudia la contaminación de los suelos derivada del uso de antibióticos en el ganado

Investigadores del grupo Unidad Gestión Ambiental y Forestal Sostenible (UXAFORES) pertenecientes al Dpto. de Edafología de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus Terra de la USC estudian los efectos ambientales que puede provocar la contaminación derivada del uso de antibióticos ionóforos (monesina, narasina, salinomicina y lasalocid) utilizados como anticoccidios, a través de un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. "Estos fármacos son muy tóxicos para los humanos y solo se usan en veterinaria, llegando a liberarse por heces y orina hasta un 90% del compuesto administrado, lo cual acaba en la fosa de los purines y llega el suelo mediante la aplicación como fertilizantes, pudiendo alcanzar posteriormente las aguas y cultivos. Al igual que sucede con los fármacos empleados en salud humana que acaban en los lodos de depuradora de aguas residuales y pueden incorporarse a los suelos a través de la aplicación de estos residuos, los antibióticos ionóforos usados en producción animal acaban concentrados en los purines, que luego se emplean en áreas de cultivo", relata Álvarez. El proyecto "Problemas ambientales del uso de antibióticos ionoforos en producción animal: Diagnóstico adsorción-desorción, efectos sobre los microorganismos y control con bioadsorbentes", cuenta con más de 200.000 euros de financiación del Plan Estatal de Proyectos de Generación del Conocimiento (Ministerio de Ciencia e Innovación) y tiene un período de ejecución de tres años, según indica la coordinadora del grupo de investigación Uxafores e investigadora principal del proyecto, Esperanza Álvarez. El equipo de investigación que está desarrollando este proyecto está compuesto, además de los dos investigadores principales ya nominados, por las doctoras María Fernández Sanjurjo, Ana Barreiro Buján, Carolina Nebot, las estudiante predoctorales Raquel Cea y Ainoa Míguez y la Técnica de laboratorio María Jesús Vázquez Celeiro. Además están colaborando en este proyecto investigadores de las Universidades de Granada y Jaén y dos universidades de Marruecos. El objetivo de este trabajo pasa por hacer un diagnóstico sobre la presencia de estos contaminantes emergentes en purines, suelos y cultivo, estudiar su comportamiento en el suelo (degradación, retención), el efecto sobre los microgroorganismos y proponer medidas de control para evitar su paso a la cadena trófica utilizando subproductos de la industria forestal (cenizas de combustión de madera, corteza de pino) y agroalimentaria (concha de mejillón) que actúen como bioadsorbentes de estos fármacos. "El análisis de los efectos ambientales provocados por este tipo de contaminantes emergentes y de sus potenciales riesgos para la salud humana y animal justifica esta investigación", asegura Álvarez, quien indicó que la primera fase de este proyecto se centrará en el análisis de purines, suelos y diferentes cultivos de diferentes comarcas de Galicia de ganadería y agricultura intensiva para conocer el grado de concentración por este tipo de substancias, así como para determinar la capacidad de adsorción y desorción (retención o liberación) de los suelos respecto de los antibióticos ionóforos usados como anticoccidios, así como los efectos negativos sobre la actividad microbiana del suelo.

Segunda fase: Estudio de bioadsorbentes como la ceniza de madera, la corteza de pino o la concha de mejillón

Una vez recopilados estos datos respecto de las propiedades y del comportamiento de los suelos frente a este tipo de contaminantes emergentes, los investigadores implicados en este proyecto del Ministerio de Ciencia e Innovación comprobarán si algunos materiales residuales/subproductos tales como concha de mejillón, corteza de pino o cenizas de biomasa, pueden actuar como bioadsorbentes y controlar la contaminación derivada de los antibióticos ionóforos. "La elección de estos tres bioadsorbentes como potenciales inhibidores o mitigadores de la contaminación relacionada con antibióticos ionóforos se apoya en resultados de experimentación ya realizados con otros antibióticos empleados en salud humana", dijo Álvarez, quien destacó el efecto bioadsorbente de la corteza de pino y de las cenizas de biomasa. La catedrática del Departamento de Edafología y Química Agrícola de la USC Esperanza Álvarez señaló en este sentido que, el éxito de estos compuestos bioadsorbentes naturales frente a los efectos nocivos de los antibióticos ionóforos, abriría múltiples posibilidades para eliminar este tipo de agentes contaminantes en sus focos de origen, tal y como pueden ser las plantas de tratamiento de lodos de depuradora, fosas de purín o también añadiéndolos al suelo para potenciar su capacidad de retenerlos y evitar que pasan a las aguas y los cultivos. Esta es una línea de trabajo que el equipo de Edafología de la EPSE desarrolla desde hace años en colaboración con un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias de Ourense liderazgo por el catedrático Manuel Arias Estévez, centrada en la contaminación por distintos antibióticos usados en medicina humana y veterinaria, de la que ya tienen publicados varios artículos y capítulos de libro.

Nuevas estrategias en el cultivo de patatas para atajar a los nematodos y reducir los fertilizantes fosfatados

El proyecto europeo SoildiverAgro, en el que participa la Universidad de Vigo y el Instituto Ourensano de Desarrollo Económico (Inorde) presentó en Xinzo de Limia (Ourense) los primeros resultados de varias líneas de investigación que procuran una producción de patata más sostenible y reducir los costes. Las tres líneas de investigación que se están siguiendo son el uso de sistemas de alerta para optimizar la aplicación de tratamientos contra el mildiu, la búsqueda de alternativas para combatir los nematodos de la raíz del tubérculo y el empleo de hongos micorrízicos para reducir el aporte de fertilizantes. La investigación sobre los nematodos del quiste (Globodera spp) se centra en el uso de plantas trampa, es decir, el cultivo de especies que causan la salida de los nematodos de los quistes, pero de las que no pueden alimentarse, por lo que acaban muriendo de inanición. Los nematodos del quiste son uno de los desafíos actuales para la producción de la patata en Galicia, ya que su presencia provoca daños en el sistema radicular de la patata, de manera que se reducen en gran medida las cosechas y su eliminación resulta compleja. Además, la presencia de altas concentraciones de quistes puede causar la puesta de las fincas en cuarentena impidiendo el cultivo de la patata por largos períodos.
Con el uso de especies como el tumba caballos consiguieron reducir la presencia de nematodos a más del 80% en algunas fincas
La investigación se centró en el Solanum sisymbriifolium, una especie de la familia de las patatas y conocida popularmente como tumba caballos. Los primeros resultados, de la primera cosecha, muestran que el empleo de estas plantas consiguió reducir la presencia de nematodos a más del 80% en algunas fincas. “Por el momento son los resultados solo de un año, pero observamos una reducción importante en dos de las parcelas en las que se emplearon”, explica el investigador y director del Inorde Servando Álvarez Pousa.

Los resultados de la primera cosecha

Trabajaron en tres parcelas en la comarca de A Limia. Dos de ellas se localizan en Piñeira Seca y otra en Bustelo. Estos predios se dividieron a su vez en subparcelas en las que había una presencia irregular de nematodos. Así, en algunas de ellas se contabilizaba una incidencia de 13 o 30 quistes por cada 100 gramos de tierra, mientras que en otras se alcanzaban cifras de más de 200 quistes, lo que se acerca ya a los valores de 350 quistes, donde la producción de patata se ve prácticamente imposibilitada. En una de las parcelas de Piñeira Seca y en la de Bustelo con las plantas de tumba caballos se consiguió reducir la incidencia de los quistes en un 87% en el caso de la primera y de un 77% en la otra parcela. En algunos casos, incluso se eliminó totalmente la presencia de quistes. En parcelas en las que apenas se contabilizaba una incidencia de 15, 47 o 52 quistes por cada 100 gramos la presencia se redujo a 0. Resultados del empleo de tumba caballos procurando la reducción de los nematodos. En rojo a presencia de quistes antes del cultivo. En verde el recuento de quistes tras cultivar esta planta. En este primer año de investigación también se observaron resultados menos favorecedores en una de las fincas de Piñeira Seca, donde la incidencia solo se redujo en un 26% y en algunas subparcelas incluso se incrementó puntualmente la presencia de los quistes del nematodo, de 71 a 84 quistes por 100 gramos. Aunque como apunta el investigador, el manejo que se hizo del cultivo de la planta trampa puede ser el motivo para no lograr los resultados favorables que se obtuvieron en las otras fincas, ya que un nacimiento deficiente del Solanum implica un descenso de su efectividad. Planta de tumba caballos.

Recomendaciones en el cultivo del tumba caballos

En base a la experiencia y a la documentación manejada, se recogen las siguientes pautas para el manejo del cultivo del tumba caballos: -Es preciso lograr un nacimiento regular, lo que resulta complejo al tratarse de una semilla con poco peso. Los investigadores emplearon una abonadora pendular o una sembradora de las que se utilizan para el cereal en la comarca. -Es recomendable hacer plantaciones superficiales, de 5 centímetros de profundidad. -Es necesario sembrar cada campaña, ya que en las condiciones de A Limia no se comporta como una especie invasiva. Recomiendan sembrar una dosis de 20 kilos por hectárea, lo que elevaría el coste a unos 400 euros por hectárea. -Se aconseja hacer una ligera compactación superficial del terreno tras la plantación, para evitar que las semillas se desplacen, al tratarse de semillas ligeras. -Debe haber temperaturas diarias por encima de los 25 grados. También resulta interesante que haya una humedad de entre el 25 y el 40%. “Si las temperaturas son frescas y el suelo está muy seco entonces las siembren no brotarán hasta que se den las condiciones idóneas”, detalla Álvarez.

Estrategia integrada para lograr el éxito

A pesar de los buenos resultados que se alcanzaron, Servando Álvarez incide en la importancia de emplear una estrategia integrada, en la que se asocien diferentes métodos para el control de los nematodos. Así, junto con el uso del tumba caballos pueden emplearse otras plantas nematicidas, así como aplicar nematicidas químicos o procurar rotación de cultivos.
“A día de hoy la lucha debe ser integrada, hay que asociar métodos como el cultivo de plantas y el uso de nematicidas químicos”: Servando Álvarez, director del Inorde
En A Limia ya se había trabajado con plantas nematicidas como los tagetes o crucíferas como la mostaza, los nabos o las coles. “En los últimos 10 años en A Limia se llevan plantado muchas alternativas para luchar contra los nematodos. Con los tagetes se tenía grandes esperanzas, pero casi no se consiguieron resultados. Lo mismo ocurrió con las crucíferas, ya que con especies como la mostaza apenas se consigue reducir la presencia de nematodos en un 35%, si se emplea esta especia como único método de control”, señala el investigador. Sin embargo, el empleo combinado de las mostaza nematicidas, con otras medidas pueden aumentar la eficacia del control hasta superar el 50 % de reducción en el número de quistes. Los investigadores Paula Pérez y Servando Álvarez durante la presentación de sus investigaciones en el Inorde.

El uso de hongos micorrízicos en las fincas de patatas

El uso de hongos micorrícicos en el cultivo de las patatas es otra de las investigaciones llevadas a cabo en el marco del proyecto SoildiverAgro y que también fue presentado en estas jornadas celebradas en el Inorde con productores y empresas del sector. La investigadora principal, Paula Pérez Rodríguez, de la Universidad de Vigo, destaca la contribución de los hongos micorrícicos en la producción de patatas, al conseguir movilizar nutrientes y poder reducir la cantidad de fertilizantes químicos a aportar. “El uso de hongos micorrícicos que se añaden al suelo cuando se planta la patata conforman una red amplia y le ayudan a las plantas a captar más nutrientes en zonas más allá de la superficie que abarcan sus raíces”, explica la investigadora.
“Reduciendo la dosis de fósforo a la mitad o en algunos casos, sin necesidad de echar fósforo, la producción de patatas con los hongos micorrícicos fue superior o se mantuvo”: Paula Pérez, investigadora
Además, los hongos micorrícicos pueden ser una alternativa a los fertilizantes convencionales de fósforo a la hora de incrementar la producción. “Reduciendo la dosis de fósforo a la mitad o en algunos casos, sin necesidad de echar fósforo, la producción de patatas con los hongos micorrícicos fue superior o se mantuvo”, explica la investigadora. La investigación permitió constatar además, que buena parte de los suelos de la comarca de A Limia son ricos en fósforo, lo que podría permitir reducir el uso de estos fertilizantes químicos al combinar el fósforo presente en los suelos con los hongos micorrícicos aportados en la línea de plantación. Pese a los prometedores datos obtenidos, la investigadora se mantiene cauta y apunta que se trata de los primeros resultados obtenidos de un único año de ensayo, con unas condiciones climáticas y carácterísticas del suelo muy concretas. En futuros ensayos se pretende testar esta técnica en un número grande de parcelas con distintas características del suelo.

Ventajas que puede aportar un manejo regenerativo del viñedo

Uno de los desafíos actuales de la viticultura es el impacto que puede tener el cambio climático en los viñedos, tanto por las variaciones de temperatura, como la disponibilidad de agua necesaria para la producción o las alteraciones que puede provocar en las especies. Un manejo regenerativo del viñedo, centrado en la conservación de la vida de los suelos y a medio camino entre una producción intensiva y una producción basada en la mínima intervención, puede ser la alternativa de futuro para la viticultura, tal y como argumenta la ecóloga Pilar Andrés, una de las mayores expertas en analizar los impactos de la producción agrícola en los suelos y en la biota que los integra. En su participación en la jornada virtual “Regeneración y conservación del suelo vitícola” organizada por la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) recientemente, Andrés ha incidido en recordar los efectos que la propia actividad agraria tiene sobre el clima, por la disrupción del ciclo de carbono que provoca. “La agricultura distorsiona el ciclo del carbono al pretender maximizar la biomasa vegetal aprovechable, que se exporta fuera del agroecosistema, reduciendo la cantidad de carbono que las plantas entregan al suelo”, explica. Así, dependiendo del manejo que se haga del suelo, este se comportará como un sumidero o fuente de carbono. Los viñedos provocan también un empobrecimiento del suelo en carbono. “Se degradan la base nutritiva, la estructura y el clima edáfico que soportan a la biota del suelo”, detalla. En la viticultura intensiva, al igual que otras prácticas agrícolas intensivas, se produce una quiebra de los servicios ambientales. “El suelo solo puede entregar un servicio: la producción, pero además, este servicio será subvencionado, por el aporte que se precisa proporcionarle al suelo”, concreta Andrés.
“Los viñedos son la forma de uso agrícola que causa mayores tasas de erosión en el Mediterráneo. Además, la viticultura provoca un empobrecimiento del suelo en carbono”
La viticultura es una de las actividades agrícolas que provoca un desgaste importante de los suelos debido a los efectos de la erosión. “Los viñedos son la forma de uso agrícola que causa mayores tasas de erosión en el Mediterráneo, con medias de erosión de la tierra de 2,4 a 9,3 toneladas por hectárea al año, cuando lo tolerable, según los baremos fijados por la Comisión Europa, es una pérdida de entre 0,3 y 1,4 toneladas por hectárea en un año”, explica la ecóloga.

La importancia de conservar el suelo

Además de conocer el impacto que la viticultura tiene sobre los suelos, Pilar Andrés recuerda los servicios ambientales que ofrece la biota del suelo para poder comprender su importancia. “Los suelos aportan servicios ecosistémicos que permiten la vida en la Tierra”, señala. Así, los suelos son el hábitat de un gran número de organismos fundamentales. Un gramo de suelo puede llegar a contener varios miles de especies, 200 millones de hijas fúngicas y 1 billón de células bacterianas.
Un gramo de suelo puede llegar a contener varios miles de especies, 200 millones de hijas fúngicas y 1 billón de células bacterianas
El suelo actúa también como regulador del clima y de las inundaciones y contribuye a la purificación del agua y la reducción de contaminantes. Los suelos son también fundamentales en el ciclo de nutrientes y una fuente de alimento, fibras y combustibles, así como de productos farmacéuticos y recursos genéticos. Dada la contribución de los suelos, la nueva PAC recomienda adoptar prácticas y estrategias integradas que orienten la restauración de los suelos agrícolas, de cara a facilitar no solo el secuestro de carbono sino también la salud integral del suelo y el cumplimiento de los servicios ambientales. Medidas como el Pacto Verde Europeo, adoptan medidas para proteger el suelo, buscando una reducción del 55% de las emisiones del gases de efecto invernadero para el 2030, así como la neutralidad climática de cara a 2050. Con todo, como señala la ecóloga, la agricultura emite aproximadamente el 10% de los gases de efecto invernadero en la Unión Europea, con lo que existe poco potencial para la reducción de emisiones en este sector.

Tres modelos de producción vitícola ...

La ecóloga Pilar Andrés ha llevado a cabo, junto con otros profesionales, un caso práctico en el Ampurdán en la provincia de Gerona, para comparar el impacto y los beneficios que aportan a la conservación de la biota del suelo y a la producción vitícola tres modelos diferentes de manejo de los viñedos: intensivo, regenerativo y mínimo. Conocemos los detalles de cada uno de ellos:

-Manejo intensivo

En este caso se trata de un viñedo de 30 años, que se ara a 20 centímetros 5 veces al año para evitar la competencia de la cubierta. También se procede a la eliminación de las malas hierbas mediante el uso de glifosato. En materia de fertilización, emplean 150 kilos de NPK por hectárea. El control químico de las plagas se realiza optando por fungicidas sistémicos, así como herbicidas de preemergencia.

- Manejo regenerativo

El manejo regenerativo de la tierra es una práctica que potencia el poder de la fotosíntesis en las plantas para cerrar el ciclo del carbono, producir salud en el suelo, resiliencia de los cultivos y densidad nutricional. Como detalla Pilar Andrés, son prácticas de agricultura regenerativa aquellas que contribuyen a regenerar o crear suelos sanos y fértiles, incrementan la infiltración, retención y escorrentía limpia y segura del agua. Además de incrementar la biodiversidad, salud y resiliencia de los ecosistemas e invierten las emisiones de carbono de la agricultura actual y logran secuestrar carbono. “La agricultura regenerativa cumple totalmente las demandas de la crisis climática en la que nos encontramos hoy en día”, valora la ecóloga. Al igual que en caso del viñedo intensivo, en esta parcela las viñas tienen 30 años. Se trata de un viñedo que ha sido manejado de manera intensiva hasta el 2015, por lo que los resultados obtenidos han sido logrados en 4 años. Actualmente en este manejo regenerativo no están arando el suelo y la fertilización es a base de estiércol de vaca. Aplican tés de microorganismos y proceden a la regulación de cationes para mantener bajo control el pH de la tierra. Este viñedo cuenta con cobertera permanente a base de una mezcla de luminosas y gramíneas. En primavera y verano, para el control de la cubierta, las hierbas de los corredores las aplastan con un crop roller, y el espacio entre dos viñas se deshierba a mano. En invierno proceden a descompactar el suelo con la inyección de ácido húmicos. En cuanto a los ataques por hongos, los combaten utilizando azufre y cobre. En las plagas de insectos, las previenen utilizando feromonas.

- Manejo mínimo

En este viñedo, las cepas tienen 50 años y hasta el 2007 se gestionaron mediante un manejo intensivo. En la actualidad, se ha optado por suspender por completo el arado de la tierra y dejan que se produzca un desarrollo espontáneo de la cubierta herbácea en las calles. Realizan un desherbado anual con cortadora manual y los restos de poda los retiran del campo y los queman.

… Distintos resultados

A la hora de evaluar los efectos conseguidos en la salud del suelo con los tres modelos de manejo, la experta atiende a parámetros físicos, químicos y biológicos. Los mejores resultados se alcanzan con un manejo regenerativo, que logra un impacto más positivo en los suelos. Las prácticas regenerativas resultan incluso mejores que cuando se deja la tierra y el cultivo, en este caso el viñedo, casi sin intervención y, sobre todo, frente al “desastre fisicoquímico y biológico” que proporciona el manejo intensivo. En cuestiones como densidad aparente, el pH o el carbono orgánico, el manejo regenerativo logra resultados muy positivos en solo 4 años, muy similares y en proporción mejores que los alcanzados en 12 años de un manejo mínimo. “En 4 años hemos pasado de un 0,54% de carbono orgánico en el suelo a 1,27% y en 12 años a 1,84%. Es brutal la rapidez a la que se logra este secuestro de carbono en un modelo regenerativo en 4 años”, valora la ecóloga. Uno de los aspectos en los que se aprecia más el impacto positivo de las prácticas regenerativas es en la presencia de seres vivos. Con el manejo regenerativo han contabilizado 973 millones de flagelados por metro cuadrado en 15 centímetros de profundidad frente a los 117 millones que se contabilizan con un manejo mínimo y los poco más de 61 millones presentes en un modelo intensivo. “La comparativa nos ha permitido ver la tremenda riqueza de controladores que se logra con un manejo regenerativo, seguido a corta distancia en algunos grupos en el manejo mínimo” señala Pilar Andrés. Parámetros físicos, químicos y biológicos de los tres modelos de manejo. En verde los mejores resultados. La gran diferencia en un manejo regenerativo está en todos aquellos parámetros biológicos, que de esta forma se potencian y preservan, mientras que con un modelo intensivo acaban destruidos. También cabe señalar que, en aspectos como la estructura física del suelo un manejo mínimo tiene una importante ventaja frente al modelo regenerativo. Espacio de calidad que generan los tres sistemas de manejo.

¿Es rentable económicamente apostar por la conservación del suelo?

En cuanto al impacto económico, la comparativa ha permitido determinar que el manejo regenerativo además de las ventajas que proporciona para el suelo es también rentable económicamente. En el manejo regenerativo se apreció una caída de la producción en los 2 primeros años, pero en estos momentos han logrado una rentabilidad económica superior a la que se lograba con una producción intensiva debido a una mezcla derivada no solo de la recuperación de producción sino también por la revalorización del producto, ya que ahora está siendo comercializado como ecológico, con un precio más elevado. En este sentido, el manejo mínimo está siendo el menos rentable, ya que pese a que los gastos son muy reducidos apenas se está logrando producción, en parte porque las viñas son viejas, pero también por los efectos de este tipo de manejo.

“El sector del vino gallego cojea en viticultura, en conocer y cuidar los suelos de la viña”

José Manuel García Queijeiro es quizás una de las personas que mejor conocen los suelos de Galicia, y en concreto los de los viñedos, caracterizados por su gran diversidad. Con él hablamos sobre cómo mejorar la salud de los suelos de las viñas para así lograr también mejores rendimientos vitícolas, tanto en cantidad como en calidad. -¿Como surgió tu interés por la investigación en viticultura en general, y de los suelos de los viñedos en particular? Mi interés por los suelos viene de cuando en los últimos años de carrera cursé las materias que impartían los profesores del Departamento de Edafología dirigidos por D. Francisco Guitián, que fue capaz de reunir alrededor de su cátedra a un montón de excelentes maestros e investigadores que nos contagiaron a mí y a muchos compañeros de un interés por el estudio de los suelos, que terminaría por originar una de las mejores escuelas -sino la mejor- de edafólogos (especialistas en el estudio de los suelos) que dio este país. Hice mi tesis de doctorado investigando sobre la fertilidad de los suelos agrícolas de la comarca de Bergantiños en la década de los ochenta, y después seguí trabajando en el campo de los suelos y los problemas de fertilidad en otras zonas de Galicia, hasta que al comenzar este siglo llegué a los suelos de viñedo y su problemática específica. -¿En que proyectos de investigación estás trabajando ahora mismo? En este momento estoy participando en el proyecto VITICAST en el que colaboramos equipos de investigación de las universidades de Vigo y de Santiago, con otras instituciones como la EVEGA, FEUGA y la Diputación de Pontevedra, junto con bodegas como Viña Costeira, Matorromera y la Hacienda Monasterio, y también con la empresa Monet de servicios tecnológicos a la viticultura. El objetivo de esta colaboración es desarrollar algoritmos y aplicaciones que se puedan utilizar en los móviles para ayudar a los viticultores a mejorar la eficacia y rebajar los costes económicos y para el medio ambiente, de los tratamientos contra algunas de las plagas que causan más estragos en los viñedos de las DO´s gallegas y de Castilla-León. -En líneas generales, ¿como está la salud de los suelos de los viñedos gallegos? Hay de todo, desde suelos que están muy bien desde el punto de su capacidad para seguir abasteciendo a las viñas de lo que precisan para seguir produciendo muchos años cosechas abundantes y de calidad, hasta otros que tienen más problemas como no podía ser de otro modo en una zona como Galicia, tan diversa en muchos aspectos y también en cuanto a la salud del suelo.
 “Los suelos de las venías gallegas no andan mal de salud”
Pero en líneas generales podemos decir que los suelos de las viñas gallegas no andan mal de salud, ya que si no fuera así no seguirían dando cosechas año tras año, aunque si nos paramos un poco más, también podríamos añadir que su salud es razonable para la edad que tienen y ahí ya habría que diferenciar o hacer una primera distinción entre los suelos de las zonas vitícolas de la costa, que en los más de los casos llevan poco tiempo con viñas y los suelos de los viñedos del interior de Galicia, que en muchos casos llevan con viñas desde hace muchos siglos. Unos y otros presentan un estado de salud razonable (sino, no habría vendimias), pero también tienen sus achaques, que serán diferentes dependiendo del tiempo que lleven proporcionándole a las cepas lo que los suelos tienen que darle: soporte para que se afinquen sus raíces y el agua y los nutrientes que las vides precisan para crecer y que se logre la cosecha. Ademáis de esos problemas genéricos, los suelos de nuestros viñedos también pueden tener también otros problemas concretos, que en algunos casos son comunes a todos ellos y que otras veces afectan únicamente a los suelos de una zona concreta o a alguna viña en particular. La más de las veces esos problemas no son de gravedad y tienen solución a un coste razonable ...... si tenemos un poco de paciencia. -¿Cuáles son los parámetros más relevantes para evaluar el buen estado del suelo en un viñedo? Los más relevantes son los que afectan al suministro de agua y nutrientes que pueden ser de muy distintos tipos, aunque pocas veces tienen mucha gravedad: sequías, acidez del suelo, contenido en materia orgánica excesivo (en la costa o en las nuevas plantaciones en terrenos a monte al amparo de las políticas de reestructuración) o muy pobre (viñas tradicionales de las DO del interior), desequilibrios entre los nutrientes más importantes (calcio, magnesio y potasio), carencias porque algún nutriente no es capaz de atender toda la demanda de las vides de forma puntual o durante más tiempo, alguna toxicidad por exceso de ciertos metales y poca cosa más. Lo mejor para hacerse una idea cabal del estado del suelo es mirar bien las vides: ver cómo van creciendo, si lo hacen en su tiempo o van atrasando, si presentan síntomas de carencias (manchas amarillas o de otros colores en las hojas o racimos que secan y se marchitan), en que momento aparecen los síntomas y por donde empiezan a verse (en las hojas nuevas o en las viejas), donde aparecen en las hojas (en los lados, en la punta, entre las nervaduras, etc.) y hacia donde avanzan (dentro de las hojas), etc. Si anotamos todos esos síntomas o les hacemos unas fotos ahora que todo el mundo tiene un móvil, podremos comenzar a hacer un diagnóstico como hacen los médicos. Hoy en internet hay muchas páginas que se pueden emplear como referencia para hacerse una idea de que nutriente puede ser el que falta o sobra, pero como en el caso de los médicos lo mejor es acudir a los que saben, que normalmente para confirmar el diagnóstico nos van a aconsejar que mandemos a analizar los suelos y las hojas (por ejemplo a los laboratorios de la Estación Fitopatológica de Lourizán), que en poco tiempo nos dará los resultados para completar el diagnóstico y una recomendación de fertilización y/o un diagnóstico de los problemas que pueda haber.
 “Para conocer como está el suelo de un viñedo hay que analizar el suelo pero también las hojas de las vides”
Es necesario combinar los dos tipos de análisis (suelos unos 20 euros y hojas unos 40 euros en Lourizán), porque para saber como están algunos nutrientes no valen los análisis de suelos y son mejores los análisis foliares. Con esa información completaremos el diagnóstico de la salud del suelo de las viñas y tendremos identificados los problemas si los hubiera, para buscarles remedio diseñando un programa de fertilización a medida de las necesidades de nuestras viñas. Lo aconsejable es hacer esos análisis cada 3 o 4 años o. de ser el caso, si vemos que un año los síntomas de carencias abundan. Si comparamos con lo que se gasta en los tratamientos contra los hongos, vemos que son poco dinero y aún podríamos añadir que compensa, porque muchas veces los problemas en el suelo son porque nos pasamos con algún tipo concreto de fertilizante, que podríamos ahorrar reduciendo las dosis para que no surjan desequilibrios con los otros nutrientes que están en el origen de muchos problemas. -¿Como podemos ayudar mediante el manejo de la viña a que un suelo sea más resistente a la sequía? Una de las formas más sencillas de mejorar la resistencia a la sequía es desparramando paja para que actúe como un acolchado que ademáis de su efecto físico conservando la humedad del suelo también aumenta el contenido en materia orgánica, que falta le hace a muchos de los suelos de las viñas del interior de Galicia.
“Cubrir el suelo de las viñas con paja o con cubiertas vegetales es una buena técnica para reducir los efectos de la sequía y mejorar la estructura del suelo”
Esta práctica cada vez es más común en la Ribeira Sacra donde llevan ya muchos años esparciendo paja en las viñas con buenos resultados. Los efectos del acolchado con paja son de varios tipos: la paja se va transformando en materia orgánica, que ayuda a aumentar la capacidad de los suelos para reservar agua, pero también limita la evaporación del agua desde el suelo, como hemos comprobado muchas veces cuando medimos la humedad del suelo a distintas profundidades, con resultados espectaculares y que llamaban la atención de los bodegueros que se adelantaron a utilizar este recurso ya hace muchos años. También están las cubiertas vegetales, que tienen alguna pega (consumen agua, sobre todo si no se ajustan los cortes al paso del tiempo) pero también ventajas (dan sombra y limitan algo la evaporación) que hay que considerar con calma en cada caso. Y algo parecido podemos decir de reducir los pases de labor: cavando se airea el suelo y se arrancan las malas hierbas, pero también aumenta la porosidade de la capa superficial del suelo y la aireación, con lo que escapa la humedad. -¿Y a que mejore la producción y calidad de la uva sin penalizar su equilibrio biológico? Para esa mejora al llave es -cómo casi siempre en el caso de los suelos gallegos- una gestión adecuada de la materia orgánica, imprescindible para limitar los efectos de los excesos de acidez, aumentar las reservas de agua del suelo o el volumen de nutrientes importantes a disposición de las plantas a corto y medio plazo, pero también para limitar los problemas de toxicidad ocasionados por metales como el cobre o el aluminio. Esa materia orgánica también es la que sustenta a numerosas comunidades de organismos de muy diversos tipos, que participan activamente en diferentes momentos y etapas de su reciclaje y también, que esos organismos, esa vida del suelo, pasan también a ser materia orgánica cuando mueren. Los problemas con la materia orgánica pueden ser por pasarse (más frecuentes en la costa, en las nuevas viñas plantadas en tierras a monte gracias a las ayudas a la reestructuración o en las viñas de las vegas) porque los excesos de materia orgánica pueden disparar el vigor, que retrasa y empeora la maduración o porque llegue para atender las necesidades de la viña, como pasa en muchas viñas del interior, donde los suelos son pobres en materia orgánica y no pueden contar con su efecto protector frente a la acidez, a la pobreza en nutrientes, etc.
 “La fertilización debe ser adecuada y proporcionada a las características del suelo de las nuestras viñas y de la cosecha que vendimamos”
El segundo aspecto a considerar es la fertilización: las vendimias exportan nutrientes todos los años que también escapan de la viña al podar y con las hojas que caen. Si sacamos sin reponer llegará un momento en que no quedarán reservas y aunque las vides no precisan muchos nutrientes, eso dependerá de la cosecha: una vendimia de 18.000 kg/ha exporta tres veces más que una de 6.500 kg y que cada uno eche sus cuentas. Una fertilización idónea y proporcionada a las características del suelo de las nuestras viñas y de la cosecha que vendimamos, es el mejor camino (y el más barato) para conseguir un compromiso adecuado entre producción y calidad. -¿Como influyen los tratamientos a base de cobre en el suelo? ¿Son una ameza para la fertilidad de algunas zonas vitícolas? Se ha dicho que los éxitos que de un tiempo para aquí están consiguiendo los vinos ecológicos, biodinámicos, etc, en muchas catas y concursos internacionales, tendrían como posible explicación, que el cambio a este tipo de prácticas no convencionales, permitieron recuperar la vida de los suelos de unas viñas que llevaban siglo y medio arrasadas por los tratamientos contras las plagas. Sabemos que los suelos de los viñedos están entre los que tienen menos actividad biológica y que los tratamientos que llevan cobre, aumentan la acidez del suelo y hacen que cambien los tipos de organismos que hay en esos suelos.
 “Los tratamientos que llevan cobre aumentan la acidez del suelo y hacen que cambien los tipos de organismos que hay en esos suelos”
Hoy la cantidad de cobre que llevan productos activos que se emplean en los tratamientos es cada vez más baja y el limite máximo autorizado es muy bajo y el margen de seguridad muy grande, por lo que podemos estar bastante confiados en que no tienen efectos sobre la fertilidad del suelo, como vienen demostrando desde hace algún tiempo los trabajos de algunos de nuestros compañeros que son de referencia en este campo. -¿Y en el caso de los herbicidas? Es un tema complejo y yo no me atrevo a ser muy concluyente porque no tengo una opinión formada sobre el tema, aunque en los viajes y congresos se ve que en muchas de las zonas vitícolas de gran fama y tradición, hay una tendencia a prescindir de los herbicidas, a plantar hierba o a dejar que crezca la vegetación natural. En las publicaciones y tratados de viticultura también hay diversidad de opiniones porque cómo pasa muchas veces el empleo de herbicidas tiene ventajas e inconvenientes que son sabidos y no vamos a desgranar ahora, entre otras razones porque no siempre pesan lo mismo: allí donde llueve mucho mantener la hierba es mas fácil y compite menos con las cepas, a las que puede favorecer porque limitan el vigor, pero en las zonas más secas del interior ya son otros los factores que hay que valorar. En muchas zonas vitícolas de tradición y en las explotaciones más pequeñas , también hay que contar con un componente sociológico que puede ser de peso: si no limpiamos la viña........ podemos pasar por vagos, y al fin y al cabo, dar una mano de herbicida no cuesta tanto y hay que ver que lucida queda la viña, pero....no cabe duda de que las limitaciones para que no se usen van a seguir creciendo y con el tiempo se van a prohibir. -¿Cuáles son los principales errores que detectas en el manejo del suelo en los viñedos en Galicia? ¿Que recomendarías para mejorar su fertilidad? Para mí el error es que por mucho que lo digan y aunque en el sector son muchos lo que lo dicen, no terminamos de convencernos de que la calidad del vino se hace en la viña. Y a mí no me deja de llamar la atención, porque el sector vitivinícola gallego se puede decir que está a la última en cuanto a la tecnología enológica, que dio un salto de gigante desde hace unos cuarenta años y fue capaz de situarse en la vanguardia de la enología. Pero es un sector que cojea, porque tiene la otra pierna (la viticultura) mucho más corta, y cojeando es difícil competir en esa primera división donde debería estar el sector vitivinícola gallego. Hoy no se concibe una bodega sin enólogo y es normal, al fin al cabo es lo que se vende es el vino y tiene que salir bien, pero ..... una buena parte de esa calidad y del volumen de la cosecha depende de una fertilización adecuada a las necesidades de cada venía.
“El sector vitivinícola gallego avanzó mucho en enología pero cojea en viticultura”
Los motivos son muchos y muy diferentes y puede que las universidades gallegas que a estas alturas aún no fueron quien de articular unos estudios superiores en Viticultura y Enología tengan parte de la culpa, pero no es el único ni mucho menos. Muchos viticultores aunque pasan muchas horas trabajando en sus viñas no saben que las variaciones de la producción y de la calidad de sus vendimias, no son cosa únicamente de las variaciones del clima o de la intensidad con que resulten afectadas por las plagas y enfermedades y no reparan en comprar fitosanitarios para dar tratamientos, gastando mucho dinero que estaría mejor invertido en pagar unos análisis, para ahorrar o equilibrar el aporte de fertilizantes. Deberíamos mirar más para las plantas y aprender cómo van creciendo y a reconocer los síntomas de los problemas, porque si no aprendemos a reconocer los problemas no les buscaremos remedio. -A la hora de añadir abonos, ¿que recomendarías? ¿Cuales consideras que contribuyen a mejorar más la estructura del suelo? Comenzaré por la segunda parte de la pregunta: para mejorar la estructura del suelo no hay nada mejor que la materia orgánica: abono, compost, paja, tojo, gabiar....etc, es el mejor. También podemos mejorar la estructura del suelo encalando, pero cuidado, no se debe añadir materia orgánica y encalar en el mismo año: si encalamos dejaremos para los años siguientes la aportación de las materias orgánicas.
“Para mejorar la estructura del suelo no hay nada como la materia orgánica”
En cuanto a los fertilizantes químicos, inorgánicos o como se quieran llamar, lo más importante es el balance entre los niveles de calcio, magnesio y potasio, que son nutrientes que influyen de muchas maneras en la calidad del vino y de los mostos, así como en la marcha de la fermentación. Sin embargo, interfiren unos con los otros para entrar en las raíces y también en muchos de los procesos que tienen lugar en las hojas y en los racimos. Conocemos bastante bien en que proporciones deben aparecer en los suelos o en las hojas, pero como las cantidades en que aparecen en los suelos gallegos y las proporciones entre ellos son muy variables, lo mejor es no fiarse de recetas generales o de la internet y acudir al especialista, que pedirá unos análisis y recetará el abono más aconsejable para cada caso concreto. A veces pueden faltar otros nutrientes pero es muy raro y también en esos casos lo mejor es no hacer nada hasta que tengamos los análisis, porque puede que empeoremos la cosa en vez de mejorarla y tiremos el dinero que estaría mejor invertido en otra cosa. ¿Existe relación entre enfermedades fúngicas y de la madera y el cuidado del suelo en  viñedo? No soy especialista en las plagas y enfermedades de la vid (en nuestro mundo tendemos a especializarnos en temas concretos y lo mejor es no meterse en lo que no sabemos) pero es sabido que las enfermedades fúngicas y de la madera atacan más cuando aumenta la humedad del aire y también del suelo, por lo que hace falta no pasarse con el riego en caso de que lo tengamos instalada. En un tiempo se habló bastante de los suelos supresivos, que por lo visto eran aquellos que evitaban o limitaban la proliferación y los ataques de los microorganismos responsables de algunas plagas. Sin llegar a esos extremos pienso que se puede admitir que un suelo saludable, con un contenido adecuado de materia orgánica y sin problemas de desequilibrios o carencias entre los nutrientes, estará mejor preparado para defenderse o resistir los ataques de los organismos que provocan las enfermedades criptogámicas o de la madera.
“Cuando se hace una nueva plantación en terreno de monte es muy importante el encalado”
-En el caso de realizar nuevas plantaciones de viñedo en terrenos a matorral y/ o forestados, ¿que recomendaciones darías para mejorar la fertilidad del suelo? En esos casos la clave es hacer un abonado de fondo y concretamente encalar en el momento en que preparamos el suelo antes de plantar. Las más de las veces llega con encalar pero hay quien dice que también se puede aprovechar para añadir los fosfatos. Yo no sy muy partidario de añadir fósforo con el abonado de fondo, porque es un nutriente que tiene un comportamiento muy complejo en el suelo y porque casi no hay referencias a viñas con problemas por falta de fósforo. Pero con el encalado es otra cosa: en esos casos el encalado es muy necesario y hay que aplicarse para hacerlo bien, porque en esos suelos el contenido en materia orgánica es excesivo casi siempre y el encalado favorece su mineralización para que baje a niveles más normales y no se dispare el vigor para cuando las viñas entren en producción. Hay que mezclar bien las calizas por todo el volumen del suelo y calcular bien las dosis que se añaden, partiendo de los resultados de un análisis de suelo completo que tenga en cuenta (enviando a analizar por separado) las diferencias entre los contenidos en nutrientes de la capa superficial del suelo (los 25 cm superficiales) y el suelo que hay más abajo (hasta 75 cm). Los análisis también servirán para decidir el tipo (calizas normales o magnesianas) y las dosis, porque no hay que pasarse, ya que si encalamos de más produce un efecto rebote que es preciso evitar, porque las variaciones bruscas en los niveles de acidez afectan mucho a la actividad biológica y a la salud del suelo. -Eres conocedor del sector vitícola en muchas regiones del mundo. ¿Como estamos respeto a ellos en el manejo del suelo? ¿Cuáles serían las principales enseñanzas que podríamos aplicar aquí? Para mí estamos en cabeza en Enología y más retrasados en lo que toca a la Viticultura, sobre todo cuando nos comparamos con países del nuevo mundo vitícola (Australia, California, Chile, Argentina, etc) que llevan mucho tiempo aplicando los avances que van llegando en ese campo, pera conciliar altas producciones y calidad. -¿Como consideras que las nuevas tecnologías y la llamada viticultura de precisión va a mejorar el cuidado del suelo en los viñedos? Fui uno de los primeros en trabajar en Galicia y en España en ese campo allá por el año 2008 porque pensaba que tenían futuro en nuestra tierra, pero probablemente aún era muy temprano porque llegó la crisis y las prioridades mudaron. También había pocas viñas de tamaño grande que son las que tienen mas potencial para aplicar estas tecnologías, pero estoy bastante seguro de que, andando el tiempo, las explotaciones y las bodegas que quieran ser competitivas tendrán que ir por ese camino.
“Con el cambio climático, dentro de 25 años el mapa de las zonas vitícolas gallegas tendrá poco que ver con el que hoy conocemos”
-¿Algo más que quieras añadir? Insistir en la importancia del cambio climático que trae muchos desafíos para la viticultura (pensad que las viñas que hoy plantamos estarán produciendo dentro de 20 o 30 años, en unas condiciones que van a ser muy diferente de las que hoy tenemos), pero también oportunidades porque plantaremos viñedos en muchos lugares (O Valadouro, por ejemplo donde desaparecieron hace 3 siglos) en los que hoy no se dan. Estoy convencido de que dentro de 25 años cuando las viñas que plantamos ahora sigan produciendo, el mapa de las zonas vitícolas gallegas tendrá poco que ver con el que hoy conocemos.

Una catedrática gallega participa en el informe internacional más completo sobre la salud del suelo

La catedrática del Departamento de Ecología y Biología Animal de la Universidad de Vigo, María Jesús Iglesias Briones, es la única representantes de una institución académica y de investigación gallega que participó en la elaboración del informe de la FAO "State of Knowledge of Soil Biodiversity", que contó con la participación de más de 300 científicos y científicas de todo el mundo. El estudio de la agencia especializada de la ONU, que presenta de manera escueta el estado actual del conocimiento sobre la biodiversidad del suelo, las amenazas y soluciones que esta biodiversidad puede aportar a los diferentes problemas ambientales, está dirigido a todo tipo de público, para lo cual, aunque tiene contenidos específicos, estos no son demasiado complejos. "De hecho, desde la página de la FAO se puede descargar el informe completo, pero también un resumen para los gestores políticos", señala Iglesias Briones, que coordinó la sección "Servicios sistémicos de regulación que proporciona la biodiversidad en el suelo para mitigar el cambio climático", para lo cual empleó estudios que había realizado previamente, aunque también tuvo que revisar información publicada al respecto. "A este tipo de organizaciones les gusta los datos cuantitativos", explica la autora de la sección, en la que también participan dos investigadores estadounidenses y que se incluye en el capítulo 3 del informe, "Contributions of soil biodiversity to ecosystem functions and services".

Un reconocimiento a los héroes silenciosos del suelo

La participación de Iglesias Briones en el informe tiene su origen en el año 2012 cuando es invitada a formar parte del comité Global Soil Biodiversity Assessment (GSBA) cuya primera misión fue a elaborar el "Atlas Global de Biodiversidad del Suelo". "Fue en junio de 2019 cuanto supimos que la FAO estaba buscando expertos para elaborar este informe y acordamos que los componentes de este comité deberían formar parte", detalla la catedrática de la Uvigo. La organización de la ONU abrió entonces una petición pública a la que concurrieron cientos de investigadoras e investigadores, de los que la FAO, a partir de sus currículos, seleccionó a los algo más de 300 que figuran en State of Knowledge of Soil Biodiversity. "Como mencionó el director general de la FAO, los organismos del suelo son héroes silenciosos que ahora reciben reconocimiento a través del informe. Ya era hora de que organizaciones internacionales como esta pusieran la biodiversidad edáfica en su agenda y ahora solo falta que la UE implemente en sus políticas el proteger también la biodiversidad del suelo", demanda Iglesias Briones, que destaca que el informe también pretende proporcionar una guía útil para apoyar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

Advierten de la degradación de los suelos agrarios y fértiles de Galicia

Este sábado, 5 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Suelo. En este sentido, el Sindicato Labrego Galego (SLG) recuerda que "nuestros suelos desempeñan un papel esencial en los ciclos naturales, en la regulación de los flujos del agua, en la captura de carbono y, por supuesto, en la generación de paisajes de gran valor cultural, social, ambiental y productivo, siendo los garantes de una producción agraria sostenible, suficiente y de calidad". Sin embargo, alertan de que "hoy en día, como el resto de nuestro entorno, los suelos se encuentran amenazados (....) por la expansión de grandes infraestructuras y del urbanismo, por la cantidad de productos químicos que vertimos en él, por la sobreprodución, por la enorme densidad ganadera en zonas muy concretas y pequeñas que no son capaces de gestionar los residuos producidos, por su sequía y muerte". En el caso de Galicia, el Sindicato Labrego añade otra amenaza: ?"problema de la eucaliptización, con el que se está colonizando a propósito nuestro territorio con una especie exótica invasora enormemente perjudicial para la salud de los suelos y de las aguas". Además, la organización agraria advierte de que "con la connivencia cómplice del Gobierno de la Xunta, se están  forestando tierras agrarias, siendo hoy Galicia uno de los territorios de Europa con menor superficie agraria útil, encontrándose en el último puesto en el Estado Español con tan sólo el 21% de sus tierras dedicadas a fines agropecuarios". "Hoy, los suelos agrarios y fértiles de la Galicia están más amenazados que nunca por las políticas suicidas de la Consellaría de Medio Rural, que ahora, además de servirle nuestro territorio en bandeja a Ence y Greenalia para plantar eucalipto con fines industriales no alimentarias, pretende hacer otro tanto con Inditex para producir viscosa", denuncian.

Plataformaa para reclamar la protección de los suelos

Ante esta situación, el Sindicato Labrador recuerda que "desde la Plataforma Estatal Intervegas (https://intervegas.org), cientos de colectivos y personas reclamamos la protección disteis suelos y estos espacios agrícolas históricos que demostraron ser sostenibles y resilientes, que nos ofrecen numerosos servicios y que son garantía de nuestra propia soberanía alimentaria en un contexto lleno de incertidumbres". Intervegas promueve un proyecto de "Ley para la protección de los suelos de alto valor agrolóxico y de suelos de interés agraria" que espera sea debatido en el Congreso lo antes posible y seguirá trabajando para que salga adelante con el mayor consenso posible, junto con nuevas medidas que favorezcan la dignificación del trabajo agrario y una producción más sostenible en armonía con la naturaleza. El Sindicato Labrego Galego colaboró esta misma semana en dos acciones formativas organizadas por la Asociación Herbamoura y orientadas, precisamente, a recuperar la fertilidad natural de los suelos agrarios. La primera, celebrada el miércoles 3 de diciembre en Curtis, fue una "Jornada para mantener vivos los suelos para pasto", impartida por el técnico Andrés Castro; y la segunda, al día siguiente, fue una introducción a la ganadería rexenerativa en Ordes, en la que se contó con el biólogo Antonio Tucci  y con el gerente de Ganadería Josmar SC, José Manuel Santín Caloto.

El suelo resulta esencial también para combatir el cambio climático

Los organismos del suelo desempeñan una función esencial para impulsar la producción de alimentos, mejorar las dietas nutritivas, preservar la salud humana, recuperar los lugares contaminados y combatir el cambio climático, pero su contribución permanece en su mayor parte subestimada, señaló hoy la FAO en su primer informe titulado "State of Knowledge of Soil Biodiversity" (Estado de los conocimientos sobre la biodiversidad del suelo). El informe se presentó hoy con ocasión del Día Mundial del Suelo. A pesar de que la pérdida de biodiversidad figura entre las principales preocupaciones mundiales, no se otorga a la biodiversidad subterránea la importancia que merece, y debe tenerse plenamente en cuenta al planificar las intervenciones para el desarrollo sostenible, según el informe. "La biodiversidad del suelo y la gestión sostenible de los suelos constituyen un requisito previo para el logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", afirmó la Directora General Adjunta de la FAO, Sra. Maria Helena Semedo. "Por lo tanto, los datos y la información sobre la biodiversidad del suelo, desde el plano nacional al mundial, son necesarios para planificar con eficiencia las estrategias de gestión de un tema del que todavía se conoce poco". "Esperamos que los conocimientos incluidos en este informe faciliten la evaluación del estado de la biodiversidad del suelo como parte integrante de la presentación de informes nacionales y regionales en materia de biodiversidad y de los reconocimientos edafológicos", añadió. Los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad y albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Asimismo, más del 40 % de los organismos vivos en los ecosistemas terrestres están asociados a los suelos durante su ciclo biológico. En el informe la biodiversidad del suelo se define como la variedad de vida subterránea, desde los genes y las especies hasta las comunidades que forman, así como los complejos ecológicos a los que contribuyen y a los que pertenecen, desde los microhábitats de los suelos hasta los paisajes. Estos incluyen una gran variedad de organismos, incluidas formas unicelulares y microscópicas e invertebrados tales como nematodos, lombrices, artrópodos y sus fases larvales, así como mamíferos, reptiles y anfibios que pasan una gran parte de su vida bajo tierra, y una amplia diversidad de algas y hongos.

Las amenazas a la biodiversidad del suelo

La función de la biodiversidad del suelo mediante los servicios ecosistémicos que proporcionan es fundamental para la agricultura y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, los microorganismos del suelo transforman los compuestos orgánicos e inorgánicos que liberan nutrientes de manera tal que las plantas pueden alimentarse. Estas transformaciones también son vitales para la filtración, la degradación y la inmovilización de los contaminantes en el agua y el suelo. Además, la diversidad de los suelos contribuye a mejorar el control, la prevención y la eliminación de plagas y patógenos. No obstante, la importante función de la biodiversidad del suelo para asegurar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios puede verse amenazada por las actividades humanas, el cambio climático y los desastres naturales. El uso excesivo e indebido de productos químicos agrícolas sigue siendo uno de los principales factores de pérdida de biodiversidad del suelo y, por tanto, reduce el potencial de esta biodiversidad para lograr una agricultura sostenible y la seguridad alimentaria. Entre otros ejemplos figuran la deforestación, la urbanización, la intensificación agrícola, la pérdida de materia orgánica y carbono del suelo, la degradación de la estructura del suelo, la obturación del suelo, la acidificación del suelo, la contaminación, la salinización, la sodización, los incendios forestales, la erosión y los corrimientos de tierras.

El potencial de los suelos para mitigar el cambio climático

Las soluciones basadas en la naturaleza que implican el uso de microorganismos del suelo tienen un potencial considerable para mitigar el cambio climático. Desempeñan un papel clave en la fijación de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte de las emisiones de dióxido de carbono antropógenas puede ser absorbida por las plantas y almacenarse en los suelos gracias a la descomposición microbiana, lo que puede permitir la retención de carbono en el suelo durante períodos de tiempo prolongados. En el informe se constata que las actividades agrícolas constituyen la mayor fuente de gases de dióxido de carbono y óxido nitroso emitidos por los suelos, como consecuencia del uso excesivo e indebido de fertilizantes que contienen nitrógenos.

La biodiversidad del suelo y el bienestar humano

La biodiversidad del suelo respalda la salud humana, de forma tanto directa como indirecta, a través de la regulación de enfermedades y la producción de alimentos. Varias bacterias y hongos del suelo se utilizan tradicionalmente en la producción de salsa de soja, queso, vino y otros alimentos y bebidas fermentados. La relación entre las raíces de las plantas y la biodiversidad del suelo permite que las plantas produzcan sustancias químicas como los antioxidantes que las protegen de las plagas y otros factores de estrés. Cuando consumimos estas plantas, los antioxidantes nos benefician al estimular nuestro sistema inmunológico y contribuir a la regulación hormonal. Los microorganismos del suelo también pueden ayudar a prevenir las enfermedades inflamatorias, entre ellas la alergia, el asma, las enfermedades autoinmunes, la enfermedad inflamatoria intestinal y la depresión. Asimismo, desde principios de la década de 1900, se han obtenido de los organismos del suelo numerosos medicamentos y vacunas, desde antibióticos conocidos como la penicilina hasta la bleomicina que se utiliza para tratar el cáncer y la anfotericina para las infecciones por hongos. En el contexto del aumento de las enfermedades causadas por microorganismos resistentes, la biodiversidad del suelo tiene enormes posibilidades de ofrecer nuevos medicamentos para combatirlas.

Medidas futuras

Por lo general, existe una falta de datos detallados, políticas y medidas sobre la biodiversidad del suelo a nivel local, nacional, regional y mundial. En el informe se pone de relieve la necesidad de promover el cambio necesario para incluir indicadores biológicos de la salud del suelo, junto con indicadores químicos y físicos. A fin de comprender mejor las amenazas a la biodiversidad del suelo y aplicar políticas y reglamentos pertinentes, es crucial invertir en evaluaciones de la biodiversidad del suelo armonizadas en todo el mundo, normalizar los protocolos de muestreo y análisis para permitir la recolección de grandes conjuntos de datos comparables y promover la utilización de herramientas de seguimiento eficientes con vistas a registrar los cambios en la biodiversidad del suelo. Según el informe, la adopción de prácticas de gestión sostenible de suelos por parte de los agricultores, como premisa básica para preservar la biodiversidad del suelo, sigue siendo baja debido a la falta de apoyo técnico, provisión de incentivos y entornos propicios y debe intensificarse. La publicación también subraya la necesidad de promover las tecnologías innovadoras en la gestión de suelos. Por ejemplo, las nuevas técnicas moleculares que utilizan la secuenciación molecular de próxima generación permiten una mejor comprensión de los organismos del suelo y los efectos que estos pueden tener en los sistemas de cultivo asociados. Por consiguiente, sigue siendo de suma importancia reforzar la educación y el fomento de la capacidad en la adopción de instrumentos innovadores con vistas a contribuir a la salud de los seres humanos, las plantas y los suelos. Las principales conclusiones del informe se presentaron hoy en la ceremonia virtual del Día Mundial del Suelo. Durante la ceremonia, se concedió el Premio Mundial del Suelo Glinka 2020 a un científico agrícola italiano, líder de acción en materia de suelos, el Sr. Luca Montanarella, y se otorgó el Premio del Día Mundial del Suelo Rey Bhumibol al Consejo de Investigaciones Agrarias de la India (ICAR). Además, conscientes de que no podemos gestionar de manera adecuada lo que no conocemos, durante el acto se presentó el Sistema armenio de información sobre los suelos.

Cursos sobre control de plagas y manejo del suelo en agricultura ecológica

La Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo organiza una formación en producción ecológica, en colaboración con la Oficina Agraria Comarcal de Betanzos (A Coruña). Las iniciativas se desarrollarán durante septiembre y octubre en dos cursos que tienen como objeto impulsar la competitividad en el sector agrario de Galicia.

El primer curso versará sobre lucha y control de plagas y enfermedades en la horticultura ecológica. Se desarrollará los días 23, 24 y 28 de septiembre en varios puntos de Oza-Cesuras.

Abordará contenidos como el papel de los microorganismos en la salud del suelo, la cría de insectos útiles, las técnicas de control de plagas, o las estrategias de control biológico.

El segundo curso abordará el manejo del suelo en la horticultura ecológica. Tendrá lugar los días 1, 9 y 14 de octubre. Se desarrollará en locales y explotaciones de Miño, Oza-Cesuras y Paderne.

Entre las materias a impartir se encuentra la planificación del laboreo, la biología del suelo, el compostaje o las labores básicas para el cultivo ecológico.

Están dirigidos a agricultores en activo o personas con expectativas de incorporación a la actividad agraria. La inscripción en los cursos se puede realizar en la sede electrónica de la Xunta. La formación se incluye en el Plan de Formación ao Agro Galego 2020, organizado por la Consellería de Medio Rural.

-Consulta aquí el programa del curso sobre control de plagas

 

-Más información sobre el curso de manejo del suelo en la horticultura ecológica.

 

Sanavid, un plan para disminuir la podredumbre blanca de las raíces del viñedo

La bodega Pazo de Señoráns, en Meis (Pontevedra), y la empresa Hifas da Terra han llevado a cabo en los últimos tres años el proyecto Sanavid, con el que procuraron reducir la incidencia y prevalencia de la podredumbre blanca de las raíces del viñedo. Buscaban soluciones para los daños causados por los hongos del género Armillaria del viñedo, principalmente por la especie Armillaria mellea. A día de hoy no existen métodos de lucha efectivos contra el patógeno, que supone un grave problema para el sector vitivinícola gallego, ya que reduce el crecimiento y la producción y finalmente acaba por causar la muerte de las plantas. En el proyecto Sanavid optaron por la lucha biológica contra el patógeno mediante el uso de hongos antagonistas autóctonos, es decir, que entraban en competencia directa con la Armillaria. En el 2017, la firma Hifas da Terra comenzó a lograr los primeros resultados favorables en el laboratorio con los que frenar el desarrollo del parásito.
Desarrollaron una solución a base de hongos antagonistas autóctonos y un tecnosol específico
La aplicación del producto en el campo lo hicieron mediante micotecnosoles, un producto en el que se combinan diferentes hongos y tecnosoles, suelos diseñados a la carta en función de su finalidad. Se trata de una solución edáfica sostenible en la que también participó la firma Edafotec. Así, desarrollaron un micotecnosol específico en el que, además de incluirse tratamientos contra el patógeno mediante la incorporación de hongos antagonistas, ofrece la oportunidad de mejorar las condiciones de fertilidad y estructura del suelo.

Resultados

Segundo indican las firmas promotoras, los primeros resultados evidencian que los hongos antagonistas a la Armillaria sobreviven en el campo y son capaces de crecer y colonizar en las plantas. Durante el 2019 recogieron datos de crecimiento de las plantas tratadas y de aquellas que no recibieron tratamiento para comparar la incidencia y continúan haciendo muestreos para estudiar la evolución de las cepas. Estas pruebas las hicieron tanto en macetas como en parcelas de la bodega Pazo de Señoráns, donde la Armillaria lleva años causando problemas. El ataque de los patógenos de Armillaria no sólo afecta a las cepas infectadas, que acaban por morir, sino que tras su reposición, las nuevas vides también se ven afectadas. Estas nuevas plantas se desarrollan con normalidad hasta que entran en producción, y a partir de los 4 o 5 años es cuando comienzan a verse los primeros síntomas y a decaer las plantas. Los ensayos hechos hasta el momento mostraron que el Micotecnosol funciona como una barrera fúngica y protege las nuevas plantas que fueron repuestas. Toma de datos de cepas de vid infectadas con el patógeno y tratadas con Micotecnosoles. Además, los promotores del Micotecnosol indican que los formulados que se desarrollaron para proporcionar el crecimiento de hongos antagonistas presentan componentes orgánicos y una serie de nutrientes que funcionan como fertilizante para el viñedo. El plan cuenta con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con fondos FEDER de la Unión Europea a través del Programa Operativo plurirregional de Crecimiento Inteligente 2014-2020. El proyecto recibió una ayuda parcialmente reembolsable de 346.674 euros.

Monterrei organiza un curso sobre los suelos vitícolas

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Monterrei organiza un curso sobre los suelos vitícolas en el que tratar la importancia del suelo y el terroir, así como su manejo. En las jornadas se abordarán cuestiones referentes a los suelos vitícolas y a los factores de calidad que pueden transmitir a los vinos. Se tratarán las diferencias entre el suelo y el terroir y se reflexionará sobre la utilización del terroir como una unidad de análisis de la viticultura. También se incluyen en el programa cuestiones como la variabilidad vertical y horizontal, los mapas de gestión y de ejecución, así como, el manejo del perfil o las propiedades químicas y físico-químicas de los suelos. “En el curso nos centraremos en los distintos tipos de suelo y ver cómo influyen en el producto final. Sin duda, conocer nuestra tierra y las distintas posibilidades nos ayudará en la búsqueda de una mayor singularidad de nuestros vinos”, apunta la presidenta del Consejo Regulador, Lara Da Silva. El curso es gratuito y está destinado a un máximo de 20 alumnos. La formación se desarrollará en la tarde del viernes 26 de abril, (en horario de 18.00 a 21.00 horas) y durante la mañana del sábado 27 (de 10.00 a 13:00 horas). Se celebrará en la sede del consejo regulador de Monterrei, situada en la Avenida Luis Espada, a la altura del número 73, en Verín. La sesión formativa será impartida por Vicente D. Gómez Miguel, doctor ingeniero agrónomo y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, que cuenta con numerosas publicaciones sobre los suelos vitícolas. Gómez dirigió más de un centenar de congresos y seminarios sobre esta materia. Para poder asistir al curso es preciso inscribirse previamente en la sede del Consejo Regulador, en el teléfono 988 590 007 o enviando un email a info@domonterrei.com. La inscripción se realizará por orden de presentación de las solicitudes.

“Es un mito que la agricultura ecológica sea menos productiva”

Juan Manuel Martínez Valdez es presidente de la asociación sin ánimo de lucro mexicana Ecología y Población (ECOPOL) y un experto internacional en el método biointensivo de cultivo de alimentos. Este divulgador mexicano estará del 5 al 8 de abril en Galicia, impartiendo un curso sobre este método, una actividad organizada por la organización ecologista Amigos da Terra. ¿De dónde viene tu vinculación con el sector agrario y con la agricultura ecológica? Mi trabajo en Salud Publica me mantuvo en contacto con los principales problemas de salud de la población mexicana, y uno de los más importantes antes y ahora es la desnutrición. Concluí que una solución sería que las madres produjeran alimentos para sus hijos; por esa razón ensaye 5 métodos de producción de traspatio y así conocí el Método Biointensivo de cultivo. Al usarlo comprobé sus bondades, me conecte con John Jeavons, su creador, me capacite con él y desde 1983 somos socios en la difusión de este método ¿En qué consiste el método de cultivo biointensivo y que lo diferencia de otros métodos ecológicos (Biodinámico, permacultura, etc)? Simplificándolo mucho podemos decir que las diferentes corrientes de la agricultura orgánica transitan básicamente hacia el mismo propósito: la producción de alimentos limpios sin agredir al suelo. En este sentido, el Método Biointensivo puede definirse como Agricultura Orgánica Sustentable a Escala Humana. Destaco aquí dos términos_ el primero a Escala Humana, es decir que todo en este método es manual, no usamos ningún tipo de maquinaria y por tanto de combustibles fósiles y eso nos lleva al segundo: Sustentabilidad. Hasta donde yo sé este método es el único que trabaja en ese sentido.
“Nuestra meta es producir en un espacio cerrado el máximo de alimentos de forma sostenible”
Nuestra meta es producir en un espacio cerrado el máximo de alimentos para nosotros y el suelo sin importar insumos; es decir produciendo al mismo tiempo alimentos para nosotros y materiales para la composta. Para ello contamos con una formula muy simple que llamamos 60-30-10 y que hemos probado y perfeccionado por años. Gracias a lo anterior el Método produce de 2 a 6 veces más que la agricultura convencional con hasta el 88% menos agua pues sabemos que la cantidad de agua que se pone en el suelo no es lo más importante pero si lo es la capacidad de los suelos para filtrarla (doble excavación), retenerla (materia Orgánica) e impedir su evaporación (siembra cercana o mulch viviente), con menos abonos, menos energía. Usamos los insumos naturalmente existentes en toda comunidad rural, produciendo suelos 60 veces más rápido que la naturaleza Para lograr lo anterior el Método se basa en 8 principios: Uso de composta, excavación profunda del suelo, siembra cercana, asociación y rotación de cultivos, uso de semillas de polinización libre, producción de calorías, producción de carbón e integralidad. ¿Cómo se abordan en este método el abonado de los cultivos? Nuestro abono principal es la composta Biointensiva que es vegetariana, es decir que no contiene ningún insumo de origen animal y aun así tiene una muy buena proporción carbono-nitrógeno de 25-35 a 1. Cuando el análisis de suelo o la observación de bioindicadores nos hacen saber deficiencias de micronutrientes, usamos preferentemente los accesibles en el entorno y si se indican sulfatos los aplicamos pero una sola vez, por esa razón en algunos países llaman a nuestro método agricultura ABC (Agricultura de Bajo Costo).
“Este método logra producir de 2 a 6 veces más que la agricultura convencional con hasta el 88% menos agua”
¿Y cómo se realiza el control de las "malas hierbas"? La alta productividad del método y la mejora constante del suelo se deben a que los 8 principios del método están pensados para lograr una alta producción y a la vez una mejora constante del suelo, no tener “malas hierbas”, prevenir la aparición de plagas, etc. Por ejemplo, tenemos pocas malas hierbas porque no usamos estiércol que es una fuente constante de “voluntarios”. Por otra parte, la siembra cercana conforma un “mulch viviente” que las limita. ¿Que carencias de formación suele detectar en la formación de los agricultores o ganaderos que apuestan por la agroecología? ¿Falta conocimiento científico? Yo no diría que a nuestros amigos agricultores y ganaderos que apuestan por la agroecología les falte conocimiento o práctica, sencillamente están en búsqueda de soluciones por vías distintas. Muchos destacados agroecologistas son mis amigos y tenemos más coincidencias que diferencias. En este sentido, mi sueño es que en algún momento todas las corrientes de la agricultura orgánica coincidamos y conformemos una sola línea de trabajo, robusta y universal. Se suele criticar de la agricultura ecológica que es menos productiva que la convencional y que los precios de estos productos son inalcanzables para una gran mayoría de la humanidad. ¿El método biointensivo contribuiría a solucionar estos inconvenientes? El Método Biointensivo puede producir hasta 24 kilos de lechuga o 34 de papas por metro cuadrado y cantidades también muy altas de los demás cultivos en base a la mejora constante del suelo y de las habilidades del horticultor.
 “Lo de la baja productividad de la agricultura orgánica es un mito”
Por tanto, lo de la baja productividad de la agricultura orgánica es un mito, un falso paradigma y aquí sí falta de conocimiento. En respuesta a quienes creen que solo la agricultura a gran escala es productiva, John Jeavons dice que en América Latina y África el 75% de los alimentos que consumimos provienen de pequeñas fincas agrícolas, pues la agricultura industrial produce para alimentar al ganado. Cultivo bioinensivo en Syafalla, en Perú, a 4.500 metros de altitude. Los “altos” costos de los productos orgánicos se deben en parte a que ha prevalecido un tipo de agricultura orgánica de exportación, para elites y entrecomillo altos porque en los productos no orgánicos hay costos ocultos, las externalidades, que si tuvieran que contemplarse inclinarían la balanza al lado contrario. En otras palabras, si a la cebolla o al tomate convencional se le sumaran los costos de los daños al ambiente y a nuestra salud, su precio sería muy superior al de los productos orgánicos ¿Podría la agricultura ecológica con el método biointensivo garantizar el subministro de alimentos a una humanidad que en su mayoría ya vive en ciudades y que está desligada de la producción de alimentos? La respuesta es compleja como cada una de las variables que concurren en la producción. Cierto que la tendencia de la población mundial es concentrarse en las ciudades pero los que quedan en el campo podrían producir mucho más en pequeños espacios y hay una creciente corriente para producir en las mismas ciudades, en cualquier espacio disponible, pero es improbable que cualquier método de agricultura pueda asumir esa responsabilidad que es tarea de todos. El Método Biointensivo puede aportar soluciones pero seriamos arrogantes si afirmáramos ser “la Solución”.
 “Los “altos” costos de los productos orgánicos se deben en parte a que ha prevalecido un tipo de agricultura orgánica de exportación, para elites”
¿Que espera del curso que va a impartir en Galicia? Hacer muchos amigos dispuestos a cuestionar sus paradigmas y probar que todo lo anterior es posible con una pequeña inversión, no financiera sino de voluntad y trabajo inteligente. ¿Algo más que quiera añadir? Para mí la agricultura orgánica es un estado de consciencia, no basta con saber cómo producir alimentos sin dañar al ambiente, sino que es tanto o más importante tener una consciencia clara tanto del cómo, del porqué y paraqué. Las consecuencias de no tener eso claro son evidentes pues la humanidad nunca había estado más colonizada y enferma que ahora y en mi opinión esto se debe entre otros muchos a tres factores: 1. La pérdida de valores en la agricultura, la perdida de cultura agrícola y alimentaria, la globalización de los hábitos alimentarios y la indiferencia de las autoridades locales por mantener nuestra soberanía cultural e intelectual. 2. Los suelos del mundo están degradados, contaminados, desnutridos y maltratados, la salud del suelo está ligada a la nuestra, a la de nuestros cultivos y ganado. 3. La industrialización de los alimentos es actualmente el negocio más grande y conforma una red mundial de intereses y flujo de recursos en el que lo más importante es el beneficio económico para las transnacionales de los alimentos, nuestra salud y la del suelo no son parte de la ecuación. El Método Biointensivo es una alternativa viable de producción orgánica que permite a nuestras familias romper la dependencia, el acceso a alimentos sanos y nutritivos, una mejor salud y a la vez contribuir a un mejor ambiente. El método se usa actualmente en 153 países por más de 3 millones de personas y ha mostrado ser adaptable a cada ecosistema, tipo de suelo y cultura.

Consejos para seleccionar y recoger correctamente las muestras de suelo

Realizar una análisis del suelo cada entre 3 y 5 años es una recomendación básica para realizar un correcto abonado y detectar los excesos o carencias tanto de macronutrientes como de micronutrientes. Este paso previo es imprescindible para realizar posteriormente un abonado racional que cubra las necesidades de los cultivos, evitando así contaminación al medioambiente y sobrecostes innecesarios en fertilizantes. Sin embargo, ningún análisis ofrece información válida si la toma de muestras en las parcelas no ha sido cuidadosamente realizada. En este sentido, la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, ofrece las siguientes recomendaciones para una correcta selección y recogida de las muestras de suelo que se enviarán al laboratorio:

Definición de parcelas uniformes donde muestrear

El análisis de tierras e interpretación de resultados ha de ser realizado sobre parcelas con características semejantes. En este sentido, si se producen diferencias claras: - En el aspecto de los cultivos: color o desarrollo diferentes, síntomas visibles de carencias. - En el tipo de suelo: color, profundidad, facilidad de laboreo (suelos pesados/ligeros). - En las labores agrícolas realizadas en años anteriores: encalado, abonado orgánico intenso, subsolado. - En la pendiente del terreno: transición acusada de suelo llano a inclinado. En estos casos, se dividirá el área en parcelas con las mismas características sobre las que se tomará la “muestra” correspondiente.

Técnica de muestreo

Una vez definida la parcela con características uniformes, se toman “8-15-muestras parciales” de tierra que se mezclan muy bien en un contenedor limpio, para después tomar la cantidad de “muestra” que se envía al laboratorio: entre 500 y 1.000 gr. ¿Como tomar las muestras parciales? En todos los casos las muestras deben estar alejadas de obras, caminos, etc... Las normas que se dan son resultado de aplicar la lógica: que la pequeña parte de tierra que se analiza se parezca lo más posible a la superficie-terreno que se quiere conocer. A.- En praderas, cultivos anuales (maíz, trigo, cebada...) y hortalizas: Las submuestras deben estar uniformemente distribuidas, por ejemplo en zig-zag. En praderas, cultivos anuales (maíz, trigo, cebada...) y hortalizas B.- En frutales y viñedos: En el área de sombra de la copa del árbol (ni muy próximo al tronco ni muy alejado). Se distinguen dos profundidades, y por tanto dos muestras diferentes, (la zona superior es, en general, más oscura). En frutales y viñedos Resulta práctico hacer una calicata para después tomar con pala la muestra a dos niveles, sobre todo si el muestreo es para una nueva plantación. Si ya se ha realizado un muestreo en profundidad en años anteriores, puede ser suficiente la evolución de la capa superficial y muestrear sólo los 30 cm superiores. B.- En suelos de invernaderos: En suelos de invernaderos Distribución al azar, y si se práctica fertirrigación, que las submuestras procedan de puntos próximos a los goteros y entre los mismos. Si se trata de un muestreo previo a la instalación del invernadero, este sería similar al apartado A. Profundidad del muestreo: Se trata de tomar tierra en contacto con el mayor volumen de raíces. Retirando siempre la cubierta vegetal, se dan como valores orientativos los siguientes: - Praderas: 10-20 cm de profundidad - Suelos de invernadero: 15-25 cm. - Cultivos anuales y hortalizas: 20-30 cm. - Frutales y viñedos: hasta 50-60 cm (distinguiendo los 25 cm superiores). Cantidad de muestreo y etiquetado: Entre 500 y 1.000 gr en bolsa de plástico cerrada contenida en otra, y entre ambas una etiqueta con el nombre del remitente, nombre de la parcela, profundidad de muestreo y fecha; en el laboratorio se cumplimentará la correspondiente ficha informativa. La muestra debe estar lo más seca posible para una mayor rapidez del análisis.

Momento del muestreo y frecuencia:

La toma de muestra debe ser realizada después de la recolección y antes del abonado. Si no fuera posible, dejar transcurrir un mes desde la última labor. En general, es suficiente como mínimo una evaluación de la fertilidad cada 3-5 años; si se practica encalado la frecuencia será de 2-3 años. En cultivos intensivos puede ser aumentada a 1 vez/año. Estudios particulares de salinidad, toxicidad, etc...., requieren un tratamiento específico. Es recomendable una cierta previsión. La mayor parte de las correcciones al suelo deben ser realizadas, como mínimo un mes antes de la plantación, e incluso el otoño anterior. Sin embargo, si se envía justo cuando se va a plantar, posiblemente el laboratorio estará sobrecargado. 

¿Donde realizar analíticas de suelo en Galicia?

-Estación Fitopatolóxica do Areeiro Tlf.: 986 84 14 91 - 986 85 36 34; Fax: 986 86 42 91. Subida a la Robleda d/n. 36153 Pontevedra E-mail: efa@efa-dp.org Página Web: www.efa-dip-org Precios y tasas -Laboratorio Agrario e Fitopatolóxico de Galicia. Carretera AC-542 pk 7,5 Mabegondo. Abegondo 15318 A Coruña. Telf.: 881 881 366 Fax: 881 881 373 Hoja de solicitud de análisis: http://mediorural.xunta.gal/fileadmin/arquivos/investigacion/laboratorios/Analise_solos.pdf Tarifas -Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro de Xinzo da Limia, dependiente de la Diputación de Ourense. Explanada del Pabellón de Deportes s/n 32630 - Xinzo da Limia . Tlf.: 988 317 946 Fax: 988 317 947 E-mail: centroagrogandeiro@inorde.com
 

El Día Mundial del Suelo destaca la importancia de las legumbres

El suelo y las legumbres pueden ser de gran ayuda para conseguir alimentar a una creciente población mundial y combatir el cambio climático, en especial cuando ambos se combinan, según afirma Suelos y legumbres: simbiosis para la vida, un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado con ocasión del Día Mundial del Suelo. "Los suelos y las legumbres encarnan una simbiosis única que protege al medio ambiente, incrementa la productividad, contribuye a la adaptación al cambio climático y aporta nutrientes fundamentales al suelo y a los cultivos siguientes", aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. Los legumbres son cultivos resilientes a nivel ambiental que ofrecen alimentos muy nutritivos a las personas y nutrientes esenciales a los ecosistemas biológicos. El suelo -un recurso no renovable-, es esencial para la vida vegetal y para el 95 por ciento del suministro mundial de alimentos. Los legumbres -como las lentejas, frijoles secos y garbanzos- son plantas que fijan nitrógeno que beneficia a la salud del suelo, lo que conduce a mejores condiciones de crecimiento para ellas y para otras plantas. En promedio, los cereales que se cultivan de forma posterior a las legumbres producen 1,5 toneladas más por hectárea que los no precedidos por legumbres, lo que equivale al uso de 100 kilogramos de fertilizante nitrogenado. El nuevo estudio ilustra gran variedad de formas en que las legumbres y los suelos pueden ser "aliados estratégicos" para forjar sistemas alimentarios y agrícolas más sostenibles. También en la jornada de hoy el Consejo de la FAO -que representa a los Estados miembros de la Organización- aprobó las Directrices voluntarias para el manejo sostenible de los suelos, un conjunto de recomendaciones técnicas y de políticas para proteger la mayor reserva terrestre de carbono del planeta. Estas directrices -que se implementarán a todos los niveles-, constituyen un instrumento principal para fomentar la ordenación sostenible de los suelos y mejorar su salud. En los esfuerzos por promover y sensibilizar sobre el manejo sostenible del suelo, hoy se otorgó el primer Premio Mundial del Suelo "Glinka” al Instituto Geográfico Agustín Codazzi de Colombia. Esta entidad tiene una larga tradición en promover el manejo sostenible del suelo en Colombia y en el desarrollo de capacidad de los científicos latinoamericanos. En la actualidad, desempeña un papel vital en el país en la etapa post-conflicto, ya que orienta la asignación de suelos en el programa de restitución de tierras. Legumbres en la granja Hoy en día, un tercio de los suelos del mundo están considerados degradados -debido a una serie de causas, entre ellas la acidificación, salinización, erosión y urbanización-, cuestión cada vez más preocupante debido a la intrincada gama de servicios ecosistémicos que nos proporcionan. Introducir las legumbres como cultivo intercalado, cultivo de cobertura y en la rotación de cultivos puede ayudar a restaurar la salud del suelo. Las leguminosas -la familia de plantas de las que forman parte las legumbres-, pueden crecer con menos nutrientes, aportando nitrógeno, fosfatos solubles y otros compuestos necesarios para los suelos.
 "Las legumbres son los arquitectos de la salud del suelo"
También se recuerda que hospedan bacterias especiales del suelo que permiten la fijación biológica del nitrógeno, un proceso natural que costaría 10 000 millones de dólares EEUU adicionales al año en fertilizantes sintéticos. Igualmente, fomentan el secuestro de carbono del suelo y la filtración del agua para hacerla más limpia. El mundo pierde actualmente suelo de 10 a 20 veces más rápido de lo que lo repone, una tendencia que las legumbres pueden ayudar a compensar. Los expertos citan un estudio de caso en la India, que muestra cómo cultivar garbanzos redujo la escorrentía del suelo y la erosión hasta en un 59 por ciento. Además, las legumbres, cuyos sistemas radiculares profundos incrementan su resiliencia a la sequía, son intrínsecamente "inteligentes con el clima, ya que de forma simultánea se adaptan al cambio climático y contribuyen a mitigar sus efectos" al aumentar la capacidad de secuestro de carbono del suelo. En los vastos campos de trigo del oeste de Canadá -segundo productor mundial de legumbres y el principal exportador-, la introducción de legumbres en la rotación de cultivos ha reducido la necesidad de nitrógeno sintético en dos tercios, subrayando el papel fundamental que pueden desempeñar en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Legumbres en el plato Las legumbres son un aliado de enorme importancia frente al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición y para fomentar los ingresos rurales, todos ellos objetivos básicos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Poseen mayor contenido de proteínas -a menudo tres veces más que el arroz o la yuca- que los cereales básicos. También son una fuente importante de minerales beneficiosos para la salud, entre ellos hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc. Otras ventajas de la dieta a base de legumbres incluyen un alto contenido de vitamina B, reducido contenido en grasa, ausencia de colesterol y un bajo índice glucémico. Aunque bajas en calorías, poseen una elevada cantidad de carbohidratos complejos y fibras alimentarias. El forraje a base de plantas leguminosas es igualmente beneficioso para el ganado. La adición de heno de caupí al pienso a base de arroz hace crecer a las vacas en África occidental hasta un 50 por ciento más rápido. Usar de forma estratégica y adaptada las sinergias más positivas entre las legumbres y los suelos requerirá contar con más información sobre estos últimos. A través de la Alianza Mundial por el Suelo, la FAO lidera los esfuerzos internacionales encaminados a mejorar la cantidad y calidad de datos sobre el suelo, a través del Sistema Mundial de Información sobre los suelos, que resulta además esencial para orientar el seguimiento de su gestión sostenible.

Cuatro jornadas técnicas en el Centro de Formación Agroforestal de Lourizán

El Centro de Experimentación y Formación Agroforestal de Lourizán, también conocido como Escuela de Capataces Forestales, acogerá este mes un total de cuatro jornadas técnicas. La asistencia a cualquiera de los cursos es gratuita, pero requiere de inscripción previa, bien a través del e-mail cfea.lourizan@edu.xunta.es, bien en el teléfono 986-80.50.88. La oferta de formación para este mes de octubre será la siguiente: - La apicutura como parte de la gestión forestal sostenible El curso se desarrollará entre el 10 y el 13 de octubre en sesiones de tarde (lunes de 16 a 19 horas, y de martes a jueves de 15.30 a 20.30 horas). El programa del curso incluye cuestiones sobre ecología y lenguaje de las abejas, requisitos legales para la producción, la organización del trabajo en la alvariza o la trashumancia como estrategia de manejo. - Manejo de la aplicación Oruxmaps para hacer del móvil un GPS a nivel forestal El seminario, que impartirá Juan Carlos Lemos, se celebrará entre el 13 y el 19 de octubre en horario de 16 a 20 horas. La formación incluirá una primera parte teórica sobre la aplicación Oruxmaps y sobre Gps Status, con explicaciones sobre cuestiones como la toma de puntos o la creación de líneas y superficies. El cuarto día se hará una práctica de campo y el último día se descargará y se manejará la información captada en el ordenador. - Jornada sobre micología El curso se desarrollará entre el 18 y el 25 de octubre en horario de tarde (16 a 20 horas). Estará impartido por Jaime Blanco Dios y se centrará en abordar conocimientos básicos sobre los hongos y sobre el reconocimiento de las principales especies comestibles y velenosas. - Conceptos básicos de Lidar forestal La jornada técnica se impartirá entre el 19 y el 28 de octubre, en horario de 16 a 20 horas. El programa abordará, entre otras cuestiones, las siguientes: - Funcionamiento básico de la tecnología Lidar - Software libre de sistemas de información geográfica y Lidar - Disponibilidad de información Lidar: datos existentes y características. - Generar modelos de elevación, superficies y alturas de vegetación. - Rodalizar los tipos de masa forestal con información de base: ortofotografía aérea, cartografía, servicios WMS e información Lidar. Durante el curso, se emplearán las herramientas informáticas Qgis, Fusion y LasTools.