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Rotación de cultivos: el caso de la patata de siembra en la Bretaña francesa

La rotación de cultivos es una técnica agronómica realizada de forma habitual en Galicia. En las ganaderías de leche es habitual que en la misma parcela se alterne pradera con el cultivo de maíz o en zonas productoras de patata que se combine el cereal con el tubérculo u otros cultivos. Si bien, estas rotaciones suelen ser anuales o bianuales, mientras en otras regiones como la Bretaña francesa, uno de los territorios galos especializados en la producción de patata de siembra, esta rotación de cultivos puede llegar incluso a los 7 años. En la cooperativa francesa Bretagne Plants, especializada en el cultivo y comercialización de la patata de siembra, los productores optan por la rotación de cultivos, con un sistema de producción variado. “Hay un sistema multivarietal, donde se asocia la producción animal con la agraria, y en esta última se opta por una gran variedad de cereales y vegetales”, explica Philippe Dolo, responsable de investigación de Bretagne Plants.
Es obligatorio realizar una rotación de 4 años entre cultivos de patata y algunos productores llegan a esperar 7 años para volver a producir el tubérculo
En la producción de patata de siembra en esta región gala es obligatorio realizar una rotación entre cultivos de patata de 4 años, aunque como apuntan desde Bretagne Plants, lo más habitual entre los productores de la cooperativa es que aguarden 5 años entre campañas de patata, pero hay agricultores que realizan rotaciones de 6 y 7 años. “Para realizar estas rotaciones es muy frecuente que los productores se intercambien las parcelas, es un concepto que está muy desenvuelto y arraigado”, apunta Dolo. El maíz y el trigo son los cultivos que más suelen alternarse con la producción de patata, seguidos de guisante y praderas temporales. Aunque, el abanico de cultivos que utilizan en estas rotaciones es amplio, la mayoría son gramíneas. Así, por ejemplo, en una explotación agrícola con una rotación de 5 años, tras el cultivo de patata el segundo año suelen cultivar en su mayoría algún cereal, para al tercer año optar por maíz y en el cuarto año sembrar una pradera temporal y terminar al quinto año con un cultivo como la colza. En el caso de los productores que optan por rotaciones de 6 años es habitual que en los últimos tres años cultiven legumbres como las judías o los guisantes e incluso intercalar con chalotas. Rotación de patata de 5 años. Se ha rotado la patata con cereal, maíz, pradera y colza.

La preparación del terreno

En base al cultivo que vayan a producir en cada campaña también realizan una preparación del suelo acorde. Por una parte llevan a cabo acciones mecánicas, lo que implica la labranza en invierno o primavera. Además, acometen un trabajo profundo con herramientas de dientes, así como trabajos superficiales con herramientas articuladas. Por otra parte, para la preparación de los terrenos también efectúan labores agronómicas, como la gestión de cubiertas vegetales, que en ocasiones son multiespecies, y que cultivan durante los meses de otoño e invierno. En este caso, en los meses de febrero y marzo destruyen esta cubierta y realizan un trabajo profundo con herramientas de dientes.
Suelen utilizar cubiertas vegetales intermedias que cultivan entre dos cultivos principales y que les proporcionan nitrógeno para la siguiente cosecha
“Trabajamos mucho con estas cubiertas, que se cultivan entre dos cultivos principales. Llevamos con estas prácticas casi 30 años y son estas cubiertas las que nos permiten recuperar el nitrógeno en nuestras tierras para la próxima cosecha”, explica Philippe Dolo. En las cubiertas vegetales que cultivan antes de volver a sembrar patata, lo más frecuente es que realicen una destrucción mecánica de las misma, aunque algunos productores optan por emplear métodos químicos y hay quien combina ambas técnicas. En este tipo de cubiertas suelen cultivar unas dos especies. Entre las más utilizadas se encuentra la avena, facelias, rábanos, mostaza y en menor medida tréboles y veza. Especies como las facelias, la mostaza o la veza las utilizan principalmente con el objetivo de aportar nitrógeno a la tierra, por lo que las emplean como abono verde. Lo más habitual es que el cultivo anterior a la patata sea avena, facelias, rábanos, mostaza y en menor medida veza y tréboles. En el caso concreto de la campaña que siembran patata, la preparación de la tierra la realizan en tres etapas. El primer paso es arar la tierra con un arado ancho después de haber labrado o realizado un trabajo superficial, en función del cultivo previo que tuviesen en el terreno. Suelen emplear arados especiales que permiten hacer un surco ancho y con una profundidad de 30 centímetros. La segunda etapa es la tamizado, en la que recuperan el surco con la tamizadora de cadenas de bares o con rollos estrellas. Así consiguen un tamizado de la tierra fina y que los terrones de tierra se desprendan gracias a las cadenas o rollos. Además proceden a la eliminación de las piedras de los laterales y los terrones entre los montículos. Tras ello, pasan con un contenedor para recuperar las piedras de mayor tamaño que fueran quedando atrás. “Se busca obtener entre 25 a 30 centímetros de tierra tamizada”, concreta el técnico. Por último, acostumbran realizar la plantación de la patata, que puede ser en surcos o en montículos. En el caso de los surcos, tienen una mayor anchura (entre 160 y 180 centímetros) por lo que se plantan en cada uno de ellos 3 tubérculos a una distancia de 40-45 centímetros. Mientras, en el caso de las plantaciones realizadas en montículo, en 150 centímetros pueden situarse dos montículos y en cada uno de ellos se siembra una patata, de tal manera que los tubérculos quedan separados por unos 75 centímetros.

Cubiertas vegetales: aliadas de la rotación

En un modelo con rotación intensiva de cultivos como el que aplican en las tierras galas, también apuestan por prácticas arraigadas en la agricultura de conservación como es la utilización de cubiertas vegetales intermedias entre los cultivos principales. Estas cubiertas tienen como objetivo proporcionar un aporte de materia orgánica, fomentar la biodiversidad y la actividad biológica, así como incrementar la fertilidad de la tierra. En la actualidad, la mayor parte de los productores optan por mantener estas cubiertas durante varios meses, sobre todo en otoño e invierno (desde mediados de septiembre hasta enero), pero dejan varios meses el terreno desnudo entre cultivo y cultivo. Así, en una rotación con trigo, patata y maíz de 4 años, el suelo permanece desnudo un total de 7 meses y con una media del 68% de días con raíces.
Emplean cubiertas vegetales entre cultivos para conseguir un aporte de materia orgánica, fomentar la biodiversidad e incrementar la fertilidad de la tierra
El objetivo es reducir ese tiempo en que el suelo permanezca desnudo poco más de 5 meses en el mismo período, de manera que el 90% de los días el suelo tenga raíces. “Es un gran paso entre un modelo y otro. Es la diferencia de pasar a tener un suelo más vivo”, reconoce Dolo. De esta manera, con un manejo más apegado a la agricultura de conservación y tal y como demuestran algunos estudios realizados, se logra una mayor recuperación de nitrógeno. El estudio realizado comienza manteniendo la cubierta de larga duración hasta el mes de marzo, dejando la tierra desnuda apenas un mes, justo antes de la siembra de la patata. En agosto, tras la cosecha, volverá a permanecer un mes sin cultivo y en septiembre se siembra una cubierta corta que permanece hasta noviembre, cuando se procede a la siembra del cereal que permanecerá hasta el mes de julio del año siguiente. En ese momento, el terreno se queda descubierto poco más de 15 días y a mediados de agosto siembran ya una cubierta larga que se retirará en marzo para luego dejar solo al descubierto un mes antes de volver a sembrar cultivos como el maíz. “Son las raíces las que hacen buena parte del trabajo. Cuando miras el suelo ya ves que la tierra tiene una buena estructura”, valora Dolo.
Con estas cubiertas vegetales pueden recuperarse hasta 160 unidades de nitrógeno para el próximo cultivo
Contar con este tipo de cubiertas les permite combatir riesgo de lixiviación así como recuperar la estructura de la tierra y ganar en nitrógeno. En función del tipo de cobertura que utilicen pueden llegar a recuperar entre 60 y 100 unidades de nitrógeno, con variaciones entre las distintas campañas. Con el empleo de leguminosas pueden llegarse a recuperar 160 unidades de nitrógeno. “El nitrógeno que se recupera se transfiere a la patata al año siguiente”, apunta el técnico. Síntesis de la absorción del nitrógeno por las cubiertas vegetales. Entre las claves para conseguir que estas cubiertas vegetales sean más efectivas y conseguir una mayor producción de biomasa recomiendan: -Asociar varias especies con perfil de raíz mixta. La diversidad de cultivo y cobertera proporciona una barrera a los patógenos de manera que se consigue que el suelo tenga una mayor inmunidad durante varios años”, explica Dolo. -Sembrar rápidamente y asegurar un buen levantamiento. Con una siembra más temprana se aprovecha aún la humedad residual. -Destrucción de la cubierta lo más tarde posible, solo un mes antes del próximo cultivo.

Claves para una correcta fertilización del viñedo

Para lograr una fertilización adecuada del viñedo, el control de los nutrientes presentes en los suelos sigue siendo prioritario. “Puede parecer muy básico, pero sigue siendo imprescindible prestar atención a los nutrientes esenciales, tanto a los macronutrientes como a los micronutrientes, y a veces no se hace”, apuntaba el viticultor e ingeniero agrónomo Julián Palacios, durante unas jornadas sobre prácticas sostenibles celebradas recientemente en Ribadavia (Ourense) y organizadas por la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega). Así, es preciso tener controlados los nutrientes esenciales para un normal crecimiento y desarrollo del viñedo. Por un lado, los macronutrientes (Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, Calcio y Azufre) y por otro los micronutrientes (Hierro, Manganeso, Cobre, Zinc, Molibdeno, Boro). A la hora de evaluar la presencia de estos nutrientes en los suelos hay factores que afectan directamente a la disponibilidad. La cantidad de materia orgánica presente en el suelo, los nutrientes aportados, la capacidad de retención de los mismos, la cantidad de lluvia, el lavado, la lixiviación y la infiltración son determinantes para contar con estos nutrientes. “Se necesita saber en qué medida están acumulados en el suelo estos nutrientes, cómo se mueven por el suelo y si están disponibles o no para la planta”, explica Palacios, promotor de la empresa de asesoría agrónoma Viticultura Viva.
La presencia de nutrientes en el suelo, la disponibilidad de agua y la distribución del sistema radicular de la planta son condicionantes a tener en cuenta para cubrir las necesidades nutricionales del viñedo
Aún estando presente los nutrientes necesarios en los suelos, también hay que tener en cuenta que dicha capacidad de absorción está ligada al agua. “La planta es capaz de absorber nutrientes en función de la disponibilidad de agua”, apunta. Otro de los condicionantes a la hora de aplicar fertilizante a las viñas es el sistema radicular de la propia planta, de manera que si sus raíces se encuentran a mayor profundidad o en la superficie será preciso escoger diferentes métodos para la fertilización. “A todos nos gustaría tener plantas con las raíces muy profundas, ya que eso permite que tengan una mayor resistencia a la sequía en verano, pero no siempre es así, por eso es importante tenerlo presente”, indica.

Diagnóstico previo a la fertilización

A la hora de fertilizar el viñedo, la ingeniera agrónoma Bárbara Sebastián, integrante también del equipo técnico de Viticultura Viva, recoge varios métodos a tener en cuenta para realizar un diagnóstico previo del estado del viñedo para después proporcionar una fertilización adecuada y ajustada a sus necesidades. -Diagnóstico visual. Es importante prestar atención a distintos aspectos del viñedo que pueden ser indicativos de las carencias de nutrientes o excesos que presentan los suelos y la planta. • desarrollo vegetativo • vigor • producción • número de racimos por pámpano • tamaño de los racimos • nivel de cuajado • síntomas de carencias o toxicidad -Análisis de suelo. Las analíticas resultan herramientas básicas para mejorar la fertilización al proporcionar información sobre la presencia de nutrientes. Las variaciones que puede haber de suelo en base a la profundidad o en una misma parcela son claves a la hora de toma de decisiones no solo de fertilización sino también para escoger el portainjerto a emplear. Conocer parámetros como el pH del suelo es determinante para la disponibilidad de nutrientes en el suelo. Así, una mayor acidez reduce la presencia de Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Azufre, Calcio y Magnesio. “Es fundamental no subir el pH del suelo muy de golpe, ha de hacerse de forma gradual”, recomienda Sebastián. -Análisis foliar. Muestran lo que realmente toma la planta. Proporcionan valores de referencia en momentos concretos y claves para el desarrollo de la viña, como el cuajado o envero. “Es recomendable realizarlo siempre sobre las mismas plantas, sin mezclar diferentes sitios para poder tener un histórico y ver la evolución”, explica la ingeniera agrónoma Bárbara Sebastián.

Respuestas de fertilización a síntomas del viñedo

Tal y como recogía en su presentación Sebastián, la fertilización del viñedo permite solucionar problemas de bajo rendimiento y cualitativos. Al mismo tiempo, proporcionar una adecuada fertilización también ayuda a asegurar una nutrición correcta y equilibrada de la planta. El aporte de nutrientes contribuye a compensar las pérdidas del viñedo derivadas de las extracciones, como la recogida de uva o la poda. “De media, un viñedo extrae al año 30 unidades fertilizantes de Nitrógeno, 15 de Fósforo y 45 de Potasio”, señalan desde Viticultura Viva. En función del grosor de los brotes anuales, Sebastián propone diferentes estrategias de manejo del suelo y fertilización en un modelo de viticultura sostenible atendiendo a algunos indicadores que se pueden encontrar en el propio viñedo: -Si en el momento de la poda, predominan los sarmientos muy finos será necesario proporcionar un aporte de materia orgánica al viñedo. También debe controlarse el pH de los suelos y la relación de Calcio y Magnesio. Sería recomendable realizar un laboreo de la tierra para reducir la competencia en la cubierta y mineralizar la materia orgánica. “Hay que tener en cuenta que en la Cornisa Cantábrica predominan los sarmientos más finos que en el Mediterráneo o la zona centro de España, debido a las condiciones climáticas”, apunta Palacios. -El desarrollo de sarmientos largos y de un grosor en su base superior a 1,2 centímetros indica que el viñedo tiene un gran vigor por lo que no será necesario aportar materia orgánica. En la fertilización deberán incluirse nutrientes específicos si se detecta carencia de ellos en las analíticas. También es recomendable realizar un control del pH y supervisar la relación del Calcio y el Magnesio. “Puede resultar interesante disponer de una cubierta vegetal para fomentar la competencia, es decir no labrar la tierra para favorecer la humificación”, detalla Sebastián en su presentación. -Si aparecen síntomas de carencias en hojas y el comportamiento del viñedo no es correcto, los expertos recomiendan realizar un análisis foliar para concretar de qué nutriente se trata además de controlar el pH del suelo, así como el nivel de materia orgánica y los niveles de Calcio y Magnesio. -También puede darse que el viñedo quede sin racimos y el pH del suelo sea adecuado, en este caso habrá que prestar atención a los niveles de macronutrientes en hoja, como el Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio. En concreto, el Potasio puede ser determinante para esto. -Detectar problemas en el cuajado es un indicativo de que los niveles de micronutrientes en hoja no son los adecuados. En este caso habrá que prestar atención al Zinc, Molibdeno y Boro. “En la Garnacha, que es muy sensible a problemas de corrimiento, por lo que hacemos siempre aplicaciones dos semanas antes de floración de micronutrientes, para fomentar que haya un buen nivel de ellos y que cuaje lo mejor posible”, detalla Palacios.

La aplicación de purines en plato o abanico se prohíbe a partir del 1 de enero de 2024

El Real Decreto 1051/2022, de 27 de diciembre, por el que se establecen normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios consolida los cambios que se venían anunciando para la gestión de purines y fertilizantes. La nueva norma busca reducir las emisiones de gases, en especial del amoniaco, así como evitar la contaminación de aguas y suelo. El nuevo decreto entra en vigor el próximo 1 de enero pero no tendrá efecto hasta el 1 de enero de 2024. Para entonces, estará prohibido aplicar purines con plato, en abanico o cañón, y las explotaciones tendrán que acreditar además que emplean métodos para reducir las emisiones de amoniaco. Otra novedad será la obligatoriedad de un plan de abonado a partir de septiembre de 2024. Hacemos un repaso por los principales cambios que introduce la noticia normativa: -Será obligatorio que todas las explotaciones dispongan de un plan de abonado, en el que se incluya una estimación de los nutrientes que es preciso emplear, tanto de origen orgánico como mineral, en función de cada cultivo y de las analíticas de suelo. En este plan deberá indicarse el momento en el que se ha previsto realizar el abonado, así como las medidas que se adoptaron para disminuir las emisiones de amoniaco y de otros gases contaminantes. Las explotaciones deberán contar con este plan a partir de 1 de septiembre del 2024. El plan de abonado no será obligatorio para las explotaciones de menos de 10 hectáreas de superficie, siempre que sean de secano o estén dedicadas únicamente a pastos o cultivos forrajeros para autoconsumo. Todas las explotaciones deberán contar con asesoramiento técnico para el plan de abonado a partir del 1 de septiembre de 2025 (En zonas vulnerables a nitratos, desde un año antes). -Las explotaciones deberán dotarse de un cuaderno digital que incluya una nueva sección de Fertilización. En este apartado debe figurar: • El plan de abonado • Los datos del suelo y la composición analítica de los purines y estiércoles aplicados en las parcelas. • La fecha y dosis en las que se realiza el abonado -Se prohíbe aplicar purín o estiércol en terrenos helados, con nieve, encharcados o en períodos de precipitaciones torrenciales. Tampoco se podrá aplicar en aquellos terrenos en los que por la distancia o las características puedan producirse arrastres de nutrientes a humedais o barrancos. -Se establecen períodos en los que estará prohibido realizar fertilización nitrogenada de determinados cultivos como el viñedo (noviembre -febrero) o los cereales de invierno (verano), excepto que se empleen sistemas de riego localizado o técnicas de agricultura de precisión. -La maquinaria de aplicación debe estar calibrada y en buen estado. Se contempla que en un futuro puedan realizarse revisiones periódicas por parte del Ministerio de Agricultura. -Se prohíbe aplicar el purín con plato, abanico o cañón, excepto en los terrenos con pendientes superiores al 10%, donde solo se podrán aplicar purines producidos en la propia explotación. Esta norma, igual que el resto de disposiciones del decreto, surtirá efecto a partir del 1 de enero de 2024. -Tampoco habrá limitaciones a la aplicación del purín con sistema de plato o abanico cuando más de la mitad de la superficie de la explotación tenga más del 10% de pendiente o tenga menos de 2 hectáreas de base territorial. -En estos terrenos tampoco se podrá aplicar purín en situaciones de elevadas temperaturas -para evitar la evaporación de nitrógeno a la atmósfera-, períodos que tienen que ser definidos por las Comunidades Autónomas. -Tampoco se podrá emplear el plato, abanico o el cañón para aplicar otros materiales orgánicos u orgánico-minerales cuando tengan una humedad superior al 90%. -El purín o estiércol deberá ser enterrado lo antes posible tras su aplicación y siempre en las primeras 12 horas, excepto cuando se realice siembra directa, en agricultura de conservación o cuando se aplique en pastos. Tampoco será preciso enterrarlo cuando se aplique por inyectores o sistemas de aplicación localizada, así como cuando ese purín fuese compostado o digerido previamente. -El estiércol y purín sin transformar se podrá aplicar en tierras sin cultivo, en pastos con un mínimo de 21 días antes del pastoreo o siega. En el resto de cultivos forrajeros habrá que esperar desde que se aplica un mínimo de 2 meses antes de la cosecha o 21 días si no hay contacto con las partes comestibles del cultivo. -Se deberá tener en cuenta el contenido en Nitrógeno y Fósforo del estiércol y purín de manera que no se superen las necesidades del cultivo en estos nutrientes. -No se podrá aplicar purín o estiércol a menos de 5 metros de ríos, riachuelos, lagos, costa marina, playas, captación de agua para consumo humano, pozos y fuentes. Las CCAA pueden establecer distancias superiores. -Se deberá emplear como mínimo una de las siguientes medidas de mitigación de emisiones: . Sistema de bandas con mangueras o tubos rixidos . Sistemas de bandas con discos o firmes . Inyección . Estiércol sólido enterrado en menos de 4 horas desde su aplicación . Aplicar productos que inhíban la nitrificacion . Acidificación del purín. . Cualquier medida avalada técnicamente y reconocida por las CCAA -Se controlará la concentración de metales pesado y de otros contaminantes y impurezas en los suelos. -Se prohíbe el uso de fertilizantes a base de carbonato de amonio.. En el caso de la urea, será obligatorio emplear por lo menos un método para reducir las emisiones (Incorporar la urea al suelo con un sistema de inyección o mediante mezcla de los granos fertilizantes con el suelo; enterrarla en el momento de la aplicación o antes de 4 horas, o emplear urea recubierta de polímeros, entre otras posibilidades). -Se favorecerá el uso de fertilizantes que produzcan menos emisiones de amoniaco, teniendo en cuenta las características de los suelos, clima y cultivo. -Se crea un registro de fabricantes y otros agentes económicos de productos fertilizantes en el que deberán inscribirse para operar en el sector.

-Consulta aquí el nuevo decreto en detalle: Real Decreto por el que se establecen normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios

“La concha de mejillón podría emplearse para encalar las tierras y los montes”

Vertedero de conchas de mejillón (www.iPacuicultura.com) Los suelos en Galicia son ácidos, lo que provoca un menor aprovechamiento de los nutrientes por parte de las plantas y cultivos. Para corregir la acidez, se utilizan habitualmente distintos productos comerciales existentes en el mercado elaborados a base de calizas. Pero en las fincas de las zonas de costa gallegas se utilizaban tradicionalmente conchas de moluscos y crustáceos para subir el pH del suelo. Por eso, la catedrática del departamento de Edafología y Química Agrícola de la USC y coordinadora de la unidad de gestión ambiental y forestal sostenible UXAFORES propuso en unas recientes jornadas organizadas por SEIAF en la Escuela Politécnica de Lugo la utilización de conchas de mejillón como enmienda agrícola.
A principios del siglo XX las calizas comerciales empezaron la substituir a las conchas y a las cenizas como productos encalantes tradicionales
Galicia es la segunda productora mundial de mejillón, después de China. Es, por tanto, un residuo marino abundante que es rico en carbonato de calcio y, por lo tanto, con propiedades beneficiosas tanto para los suelos agrícolas como forestales. Economía circular En las 3.300 bateas distribuidas por el litoral gallego se producen unas 270.000 toneladas de mejillón al año y su procesado en la industria conservera genera unos residuos de cerca de 90.000 toneladas de conchas. El mejillón cultivado desde los años 70 en las costas gallegas pertenece a la especie Mutilus Galloprovincialis y la concha representa aproximadamente un tercio del peso del molusco.
La composición de la concha de mejillón está formada en más de un 95% por carbonato cálcico
En ocasiones, estos residuos se acumulan en zonas poco acondicionadas y crean un efecto visual y olfativo indeseado, con graves prejuicios desde el punto de vista ambiental, por lo que su valorización agrícola entraría dentro de las actuales estrategias de economía circular fomentadas desde Europa. Desde el punto de vista normativo, las conchas de mejillón se catalogan como subprodutos animales no destinados al consumo humano (SANDACH), lo que plantea ciertas dificultades y limitaciones legales para la llegada al mercado de productos derivados. Uso en praderas, viñedos y montes La profesora de la Politécnica Esperanza Álvarez Un equipo universitario de la Escuela Politécnica Superior de Lugo (EPS) dirigido por la profesora Esperanza Álvarez Rodríguez, analizó hace ya 15 años el potencial de las conchas de mejillón como enmienda en suelos tanto agrícolas como forestales. “Podrían emplearse para encalar”, asegura. Es un material de bajo coste, pero requiere de un procesamiento previo para su utilización en las tierras. “Hicimos ensayos con distintas mezclas en parcelas de raigrás de A Pastoriza con concha molida en tamaño de 0,25 a 0,30, ya que la que se comercializaba machacada genera problemas en las fosas de purín”, explica Esperanza.
Se analizó la producción tanto en pratenses como en maíz tres años después del encalado
Además de este uso agroganadero, también tendría utilidades en parcelas de viñedo que están recibiendo sulfatos de cobre para el tratamiento de enfermedades fúngicas, indica. La concha de mejillón es un material compuesto, con una fase mineral constituida por carbonato cálcico (95 a 99% del peso de la concha) y pequeñas cantidades de otros elementos, tales como nitrógeno, azufre, fósforo, potasio o magnesio. En el proceso de valorización se utilizaron también otros materiales, como lodos de depuradoras o cenizas de biomasa, que mejoran las propiedades físicas de la mezcla final con las conchas.
Existen ya en el mercado diversos abonos que incluyen concha de mejillón
Existen ya diversos productos en el mercado elaborados a partir de conchas de mejillón, desde un abono a base de algas y conchas de mejillón (Celtacal), fabricado por Ecocelta, a pastillas fertilizantes y un complemento alimenticio para aves producido por Abonomar. La acidez, un factor limitante de la productividad forestal Otro de los posibles usos de este subproducto de la industria mejillonera sería a nivel forestal. Aunque los montes gallegos tienen una elevada productividad, uno de los factores limitantes para algunas especies es la acidez del suelo y las altas concentraciones de aluminio. “Son suelos ácidos, por lo que van a tener baja disponibilidad de nutrientes básicos y de molibdeno, con un aluminio que puede estar saturado y en niveles de toxicidad. Sin embargo, no existe tradición de encalado de suelos forestales”, explica Esperanza.
En ocasiones hay problemas de crecimiento por la saturación de aluminio
En un ensayo llevado a cabo en 128 parcelas forestales distribuidas por toda Galicia, con distintos tipos de suelo, se analizó la producción de pinus pinaster. “El granito tiene una saturación de aluminio muy alta y el más tóxico es el Al3+. Las especies forestales, como el pino, a veces pueden tolerar altas saturaciones de aluminio sin sufrir toxicidad, pero otras veces hay problemas de crecimiento por la saturación de aluminio. Si queremos cultivar esos suelos tenemos que recurrir al encalado para reducir la toxicidad por aluminio y aumentar la disponibilidad de nutrientes”, argumenta.

“Hay que conocer bien el suelo para poder manejarlo correctamente y evitar así su pérdida”

Las características del suelo dependen, en primer lugar, de la roca de la que procede. “En función de la roca que tengamos vamos a tener un tipo de suelo u otro. Por eso los suelos que tenemos en Galicia son diferentes, aunque fundamentalmente ácidos”, indica Esperanza. Echando un vistazo al mapa de las propiedades del suelo de Galicia, se observa que la fachada atlántica está dominada por el granito, seguida de una franja interior donde los esquistos son predominantes, mientras en la provincia de Lugo las protagonistas son las pizarras. En Ourense, se mezclan zonas graníticas con zonas de pizarra y esquistos.
Tan sólo tenemos pequeñas zonas de rocas calizas de sedimentación en Meira, Mondoñedo, Triacastela u Ourense; en Galicia son una excepción
"Los materiales de partida van a influir mucho en el suelo y en su fertilidad", afirma Esperanza, que hace hincapié en un correcto manejo y laboreo a la hora de trabajar las tierras. Las rocas ácidas, a partir de granito, por ejemplo, van a dar texturas más permeables, con menos retención de agua y más riesgo de sequía, con saturación de aluminio y poca retención de nutrientes.
Los suelos graníticos son más propensos a la sequía mientras las tierras con arcilla y limo sufren problemas de encharcamiento
Por el contrario, las rocas básicas de la zona de A Capelada, Bergantiños, Santiago, Melide, Lalín, Arzúa o As Mariñas son suelos profundos con alto contenido en arcilla y facilidad de encharcamiento. Las pizarras y cuarcita de A Fonsagrada dan suelos limosos y en zonas como Monforte, A Limia, Verín, Sarria, Quiroga o As Pontes son habituales también los encharcamientos. Las enseñanzas del 'Dust Bowl' de los años 30 en EEUU “Hay que conocer bien el suelo para poder manejarlo correctamente y evitar así su pérdida”, concluyó Esperanza, y puso el ejemplo de las grandes tormentas de polvo de los años 30 en los Estados del centro de EEUU, un periodo conocido como Dust Bowl. Entre 1930 y 1939 se sucedieron tormentas de polvo que convirtieron las Grandes Llanuras estadounidenses en un desierto. Fue el desastre ecológico más peligroso de la historia de Estados Unidos y se debió en su mayor parte a la acción del hombre, debido a la transformación de las praderas en tierras de cultivo de cereal, que la prolongada sequía y la acción del viento se encargaron de erosionar.  El Dust Bowl afectó a 400.000 km cuadrados en Estados como Oklahoma, Colorado, Kansas, Texas o Nuevo México. Se calcula que tres millones de personas abandonaron sus granjas y más de medio millón emigró a otros estados. Las tormentas de polvo acrecentaron los efectos de la Gran Depresión en la zona, provocando 5 millones de muertos a consecuencia de la hambruna.

El Grupo Soaga inaugura en Vilanova de Arousa un laboratorio para análisis de suelos y cultivos

Begoña Palmás y Rafael Gago, en el nuevo laboratorio de la empresa en Vilanova de Arousa

Soaga, la empresa gallega que fabrica y comercializa la conocida marca de abonos Fertimón, reafirma su apuesta por prestar servicios a sus clientes, agricultores y ganaderos, con la puesta en marcha, en sus instalaciones de Vilanova de Arousa (Pontevedra), de un laboratorio de análisis de suelos y cultivos pionero dentro de las empresas del sector.

Este laboratorio, dotado con tecnología puntera, permitirá a la compañía gallega seguir apostando por sacar al mercado nuevos productos tecnológicos, avanzando en nuevas líneas de negocio centradas en la agricultura de precisión a través de su departamento de I+D+i, en el que se desarrollan nuevas soluciones de última generación pensadas para la optimización de los cultivos y el cuidado del medio ambiente.  

“Este laboratorio es una muestra del compromiso de Soaga con la innovación y la sostenibilidad”, destaca Rafael Gago Otero, responsable del departamento de Innovación y Desarrollo de Producto de Soaga.

Dotado de tecnología de última generación

Al frente del nuevo laboratorio estará Begoña Palmás Ruibal. Esta especialista en Química analítica destaca la dotación con tecnología de última generación, muchas veces al alcance únicamente de grandes centros de investigación.

Entre otros medios destacables, Soaga contará con un equipo Kjeldahl, para determinar las diferentes fuentes de nitrógeno; con un equipo HPLC, para determinar multirresiduos en cultivos, parámetros nutricionales de los ensilados forrajeros, aminoácidos de todo tipo, etc; un espectofotómetro de última generación, para determinar elementos como fosforo, azufre, boro o calcio, fundamentales para el desarrollo de los cultivos; un equipo NIR, útil para medir distintos parámetros en cereales y forrajes, desde fibra a proteína o contenido en aceites; y un espectómetro ICP de emisión óptica de plasma acoplado inductivamente, para determinar micronutrientes.

Todas estas herramientas nos permitirán formular productos novedosos y tecnológicamente avanzados

“Todas estas herramientas nos permitirán formular productos novedosos de última generación, garantizar la calidad de las materias primas que utilizamos para estas formulaciones y ajustar las dosis a las necesidades concretas de los suelos mediante su análisis, adelantándonos de esta forma a la nueva normativa de nutrición de suelos agrícolas procedente de la UE”, explica la responsable del laboratorio.

Permitirá ahorrar dinero a los agricultores

Desde su creación en 1976, Soaga se ha caracterizado por “estar al lado del agricultor”, buscando la mejora de rendimientos y calidad sanitaria de los cultivos. Con el objetivo de seguir ayudando al productor, Soaga abrirá su nuevo laboratorio para que sus clientes puedan realizar en él análisis específicos de suelos, cosechas y deficiencias en cultivos.

En la actual situación mundial de precios elevados de los productos fertilizantes, se hace imprescindible conocer previamente las carencias del suelo para ajustar las dosis a esas necesidades

“Aportamos valor al sector agrícola y ganadero”, destaca el responsable del departamento de innovación de Soaga, que explica que este nuevo servicio “permitirá a los productores ser más eficientes y ahorrar dinero”.

“Un ejemplo claro sería el abonado. En la actual situación mundial de precios elevados de los productos fertilizantes, se hace imprescindible conocer previamente las carencias del suelo para ajustar las dosis a esas necesidades concretas”, detalla Rafael Gago.

Análisis de purines, cereales y viñedo

La versatilidad de las instalaciones inauguradas esta semana permitirán dar servicio a los ganaderos de Galicia y la cornisa cantábrica mediante el análisis del purín, que pasará a ser obligatorio en el nuevo Real Decreto de Nutrición Sostenible Suelos Agrícolas que prepara el Ministerio de Agricultura.

La empresa cuenta con la única enmienda líquida del mercado, Calcimag Flow, que mejora el poder nutricional del purín, ayudando a reducir los malos olores y la contaminación por amoniaco y óxido nitroso en su aplicación, permitiendo a los ganaderos adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales impulsadas desde la UE.

El laboratorio también tendrá disponibilidad para la realización de análisis foliares en cultivos como la viña, que permitan actuar con los productos más adecuados frente a determinadas carencias nutricionales

Del mismo, en zonas productoras de cereal como Castilla y León, los agricultores dispondrán de una herramienta fundamental para analizar cultivos, conocer las carencias nutricionales de las plantas en las distintas fases de crecimiento y detectar posibles problemas sanitarios para poder atajarlos a tiempo.

El laboratorio también tendrá disponibilidad para la realización de análisis foliares en cultivos como la viña, que permitan actuar con los productos más adecuados frente a determinadas carencias nutricionales que vayan a perjudicar una buena cosecha.

A la vanguardia en la investigación agrícola

“Contamos con un importante departamento de I+D+i, en cuyo laboratorio se podrán realizar análisis de piensos, materias primas, forrajes, además de análisis de tierra, hojas, agua, etc.  De ahí extraemos conclusiones y las incorporamos al mercado a través de soluciones que se adaptan a las nuevas necesidades de agricultores y ganaderos”, explica Rafael Gago.

Fruto de la apuesta por la investigación agrícola, Soaga acaba de lanzar al mercado en este año 2022 Fertimón Tech, una nueva gama de abonos líquidos

Fruto de esta apuesta por la investigación agrícola, Soaga acaba de lanzar al mercado en este año 2022 Fertimón Tech, una nueva gama de abonos líquidos que incluye bioestimulantes y correctores en base a productos naturales como algas o ácidos fúlvicos y húmicos, con importantes aplicaciones en agricultura ecológica.

“Dedicamos importantes recursos a la investigación y al desarrollo, creando continuamente nuevos productos adaptados a las necesidades del agricultor. Nos caracterizamos por ofrecer siempre fertilizantes de la máxima calidad y el mejor servicio a nuestros clientes”, enfatiza Rafael Gago.

Asesoramiento técnico especializado

Con la inauguración de su nuevo laboratorio, Soaga pone a disposición de los productores uno de los principales patrimonios de la organización: el conocimiento. “Nuestro verdadero valor añadido es la información que ponemos al alcance de los agricultores y ganaderos. Ponemos a su disposición un Servicio de Asesoramiento Técnico Agronómico respaldado por un equipo de profesionales altamente cualificado, especializado en diferentes áreas, que tienen como objetivo primordial ayudarle a optimizar sus recursos”, afirma Rafael Gago.

Con el objetivo de seguir ayudando al productor, Soaga abrirá su nuevo laboratorio para que sus clientes puedan realizar en él análisis específicos de suelos, cosechas y deficiencias en cultivos

El equipo de asesoramiento de la compañía está formado por 65 técnicos comerciales especializados, entre los que se encuentran veterinarios e ingenieros agrónomos, que trabajan diariamente codo con codo con los agricultores y ganaderos en sus explotaciones para ayudarles a obtener el mejor resultado.

Campos de ensayo

Soaga complementa en su día a día sus investigaciones a nivel de laboratorio con muestras en explotaciones y tierras de cultivo, de modo que sus soluciones agronómicas se adaptan de manera óptima a las necesidades de sus clientes.

El equipo de asesoramiento de Soaga está formado por 65 técnicos comerciales especializados, entre los que se encuentran veterinarios e ingenieros agrónomos

En el caso concreto de cultivos, la empresa realiza anualmente ensayos de las diferentes variedades de semillas con el fin de someterlas a condiciones específicas que determinen su comportamiento en el campo.

“Así comprobamos cuál de ellas aportará más, tanto en rendimiento como en calidad, en relación a la mejor adaptación a las condiciones agroclimáticas de cada zona, para que los agricultores puedan elegir la variedad más idónea para sus condiciones de cultivo”, indican desde el grupo gallego, propietario desde hace años de importantes empresas en Castilla y León y Portugal.

Galicia participa en dos proyectos europeos para estudiar la importancia de los microorganismos en la fertilidad de los suelos agrícolas

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa, a través de la sede en Santiago de Compostela de la Misión Biológica de Galicia (MBG), en dos proyectos de investigación europeos. Ambos están financiados con más de cuatro millones de euros por la convocatoria del EJP Soil (Programa Marco Horizonte Europa 2020), que incluye a 24 países y persigue incrementar el conocimiento sobre el manejo del suelo agrario y su relación con los más importantes retos sociales, incluyendo el cambio climático, la seguridad alimentaria, los servicios ecosistémicos y la educación de la sociedad sobre los problemas del suelo. Se trata de los proyectos “Modeling and mapping soil biodiversity patterns and functions across Europe” (MINOTAUR), liderado por CREA (Italia) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos), y “AGROECOlogical strategies for an efficient functioning of plant - soil biota interactions to increase SOC sequestration (AGROECOseqC), liderado por CREA (Italia) e INRAE (Francia). En “ MINOTAUR” por España participa el CSIC a través de la MBG, el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria de España (INIA). Además, cuenta con socios de nueve países europeos (Francia, Irlanda, Países Bajos, Suecia, Suiza, Austria, República Checa, Eslovenia e Italia). “Esta investigación tiene un gran interés dada la elevada susceptibilidad de los suelos al cambio global y las importantes funciones que llevan a cabo los organismos que habitan el suelo. Sabemos desde hace años que las prácticas agrarias y el propio cambio climático inciden en la fertilidad y biodiversidad de los suelos. En este sentido, el proyecto MINOTAUR busca armonizar y consensuar ese conocimiento dentro de una perspectiva continental”, destacan desde el grupo Interacciones Microbioma- Suelo-Planta de la sede en Santiago de la MBG del CSIC, que se encargará, junto con el CEBAS, del trabajo de cuantificación y caracterización funcional de la microbiota y de la determinación de su papel en los ciclos del carbono y otros macro y micro- nutrientes. En “AGROECOseqC” por España participa el CSIC a través de la MBG, el CEBAS y el INIA. Ademas, cuenta con socios de ocho países, entre los que figuran Dinamarca, Turquía, Lituania, Holanda, Bélgica o Austria. El proyecto se llevará a cabo en una red de nueve fincas experimentales distribuidas por toda Europa, incluyendo la Estación Experimental Finca La Canaleja (INIA-CSIC), en las que se llevan a cabo experimentos a largo plazo en los que se investiga cómo el aumento de la agrobiodiversidad y la reducción de los insumos externos promueven una mayor sincronía entre las demandas de los cultivos y la disponibilidad de nutrientes, mediados por la actividad de la microbiota edáfica. La composición y actividad de la microbiota, la absorción de nutrientes por las plantas, las simbiosis microbianas y las cascadas tróficas se estudiarán en profundidad, como principales factores en los ciclos de C y nutrientes del suelo. En concreto, se investigará de forma holística la diversidad funcional del complejo planta-fauna-microbiota del suelo en nueve em plazamientos en la UE, para identificar estrategias agroecológicas (agricultura de conservación, agricultura ecológica) que frenen la pérdida de carbono edáfico de los suelos agrarios a largo plazo. La sede en Santiago de la MBG en colaboración con el CEBAS liderará el trabajo de cuantificación y caracterización funcional de la microbiota y la determinación de su papel en el ciclo del carbono . El INIA, por su parte, que liderará el trabajo sobre fauna edáfica, con el objetivo de dilucidar el papel que juega la diversidad de invertebrados del suelo en el secuestro de carbono y el ciclo de nutrientes, junto con el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA- CSIC) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).

Seminario en línea sobre la regeneración y conservación del suelo vitícola

La Interprofesional del Vino de España (Oive) con la colaboración de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) organizan el seminario en línea y gratuito "Regeneración y conservación del suelo vitícola". La jornada se celebrará el próximo 29 de marzo en horario de 11:00 a 12:30 horas. En la sesión participarán dos de los investigadores destacados en la regeneración de los suelos de los viñedos. Así, intervendrá Pilar Andrés Pastor, doctora en biología y experta en ecología del suelo y restauración de los suelos degradados. Además, también participará David Fernández Calviño, investigador Ramón y Cajal, del Departamento de Biología Vegetal y Ciencias del Suelo de la Universidad de Vigo. Las personas interesadas en seguir la jornada podrán formalizar su inscripción en este enlace. La iniciativa se enmarca dentro del convenio de colaboración de las dos entidades para el desarrollo de un plan conjunto de actuación cuyo objetivo es el fomento de la I+D+i del sector vitivinícola. Además, contarán con la colaboración de Agrobank.

Magnesio y corrección de pH en el viñedo

Llega el momento de comenzar con los trabajos de mantenimiento del suelo en el cultivo de viñedo, para los que el encalado es una tarea imprescindible en nuestras superficies, dadas las ya conocidas condiciones en Galicia de pH bajo y altas concentraciones de aluminio tóxico.

En el proceso de encalado, juegan un papel muy importante los aportes que podamos realizar de calcio como elemento, pero en la misma medida de magnesio, ya que, en las condiciones normales de nuestros suelos, este es un nutriente que, a pesar de ser esencial como veremos, está poco presente y asimilable para las plantas.

Los aportes de magnesio que podamos realizar en el proceso de encalado serán los que cubran las necesidades del cultivo de la vid durante el período productivo.

Debemos recordar que el magnesio forma parte de la clorofila, actuando consecuentemente en la actividad fotosintética de la planta. Es esencial para el metabolismo de los glícidos y tiene una función clave como vehículo del fósforo, aumentando su asimilación. Estamos hablando de un macronutriente que actúa en la formación de las grasas, proteínas y vitaminas; y que ayuda al mantenimiento, junto con el potasio, de la turgescencia de las células.

Consecuencias de la falta de magnesio
Con niveles de pH inferiores a 5, se pueden detectar carencias de magnesio, lo que produce una debilitación general de la cepa, reducción del nacimiento de pámpanos, lento desarrollo del tronco y limitación del crecimiento radicular, así como la reducción en la frutificación.

En este sentido, Calfensa pone a vuestra disposición la Caliza Magnesiana, producto con un 20% de óxido de magnesio, muy soluble y rápidamente asimilable por la planta, capaz de cubrir las necesidades que de este elemento pueda tener. Calfensa también tiene la Caliza Magnesiana de siempre pero Granulada, con las mismas características del producto en polvo, pero con la comodidad que proporciona el grano para su distribución.

Contacto

  • info@calfensa.com
  • Teléfono: 982 305 902

Abierta la matrícula para los talleres en Monforte sobre gestión de suelos agrícolas

La Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal), organiza dos talleres sobre gestión de suelos agrícolas en Monforte de Lemos. Ambos están programados para el próximo lunes, día 6 de septiembre, y se desarrollarán en el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal (CFEA) de Monforte de Lemos. El primero de los talleres se realizará en horario de mañana (entre las 10:00 y las 14:00 horas) y tratará sobre la determinación de textura y pH del suelo de labor. Mediante este taller se pretende que el alumno sea capaz de conocer e interpretar las características básicas del suelo, con el fin de optimizar o enfocar adecuadamente los trabajos profesionales desarrollados sobre ellos. Tiene especial importancia para conocer la solubilidad de los nutrientes y que puedan estar disponibles para el cultivo. El segundo taller se desarrollará por la tarde, en horario de 16:00 a 20:00 horas. Tratará alrededor de la determinación de la erosión, escorrendía y lixiviación en suelos labrados. Su objetivo es representar diferentes suelos agrícolas y simular su comportamiento ante las precipitaciones en función de aspectos como la textura del suelo, la presencia o ausencia de cobertura vegetal y la inclinación del terreno. También se pretende exemplificar los procesos de lixiviación de contaminantes a través de diferentes perfiles de suelo, haciendo simulaciones de suelos de diversas texturas y horizontes. Ambas acciones formativas están dirigidas a cualquier persona vinculada profesionalmente con los sectores productivos relacionados con la agricultura, ganadería, industria agroalimentaria y cadena forestal-madera, así como jóvenes del medio rural gallego y personas con expectativas de incorporación al sector.

Inscripción en los talleres

Todos los interesados podrán inscribirse en estos talleres cubriendo la solicitud disponible en la página web de la Consellería de Medio Rural. Esta deberá remitirse al correo electrónico A ceca.monforte@edu.xunta.gal o maria.lourdes.diaz.fernandez@edu.xunta.gal. También pueden llamar al número 982 889 103 para más información.

“El sector del vino gallego cojea en viticultura, en conocer y cuidar los suelos de la viña”

José Manuel García Queijeiro es quizás una de las personas que mejor conocen los suelos de Galicia, y en concreto los de los viñedos, caracterizados por su gran diversidad. Con él hablamos sobre cómo mejorar la salud de los suelos de las viñas para así lograr también mejores rendimientos vitícolas, tanto en cantidad como en calidad. -¿Como surgió tu interés por la investigación en viticultura en general, y de los suelos de los viñedos en particular? Mi interés por los suelos viene de cuando en los últimos años de carrera cursé las materias que impartían los profesores del Departamento de Edafología dirigidos por D. Francisco Guitián, que fue capaz de reunir alrededor de su cátedra a un montón de excelentes maestros e investigadores que nos contagiaron a mí y a muchos compañeros de un interés por el estudio de los suelos, que terminaría por originar una de las mejores escuelas -sino la mejor- de edafólogos (especialistas en el estudio de los suelos) que dio este país. Hice mi tesis de doctorado investigando sobre la fertilidad de los suelos agrícolas de la comarca de Bergantiños en la década de los ochenta, y después seguí trabajando en el campo de los suelos y los problemas de fertilidad en otras zonas de Galicia, hasta que al comenzar este siglo llegué a los suelos de viñedo y su problemática específica. -¿En que proyectos de investigación estás trabajando ahora mismo? En este momento estoy participando en el proyecto VITICAST en el que colaboramos equipos de investigación de las universidades de Vigo y de Santiago, con otras instituciones como la EVEGA, FEUGA y la Diputación de Pontevedra, junto con bodegas como Viña Costeira, Matorromera y la Hacienda Monasterio, y también con la empresa Monet de servicios tecnológicos a la viticultura. El objetivo de esta colaboración es desarrollar algoritmos y aplicaciones que se puedan utilizar en los móviles para ayudar a los viticultores a mejorar la eficacia y rebajar los costes económicos y para el medio ambiente, de los tratamientos contra algunas de las plagas que causan más estragos en los viñedos de las DO´s gallegas y de Castilla-León. -En líneas generales, ¿como está la salud de los suelos de los viñedos gallegos? Hay de todo, desde suelos que están muy bien desde el punto de su capacidad para seguir abasteciendo a las viñas de lo que precisan para seguir produciendo muchos años cosechas abundantes y de calidad, hasta otros que tienen más problemas como no podía ser de otro modo en una zona como Galicia, tan diversa en muchos aspectos y también en cuanto a la salud del suelo.
 “Los suelos de las venías gallegas no andan mal de salud”
Pero en líneas generales podemos decir que los suelos de las viñas gallegas no andan mal de salud, ya que si no fuera así no seguirían dando cosechas año tras año, aunque si nos paramos un poco más, también podríamos añadir que su salud es razonable para la edad que tienen y ahí ya habría que diferenciar o hacer una primera distinción entre los suelos de las zonas vitícolas de la costa, que en los más de los casos llevan poco tiempo con viñas y los suelos de los viñedos del interior de Galicia, que en muchos casos llevan con viñas desde hace muchos siglos. Unos y otros presentan un estado de salud razonable (sino, no habría vendimias), pero también tienen sus achaques, que serán diferentes dependiendo del tiempo que lleven proporcionándole a las cepas lo que los suelos tienen que darle: soporte para que se afinquen sus raíces y el agua y los nutrientes que las vides precisan para crecer y que se logre la cosecha. Ademáis de esos problemas genéricos, los suelos de nuestros viñedos también pueden tener también otros problemas concretos, que en algunos casos son comunes a todos ellos y que otras veces afectan únicamente a los suelos de una zona concreta o a alguna viña en particular. La más de las veces esos problemas no son de gravedad y tienen solución a un coste razonable ...... si tenemos un poco de paciencia. -¿Cuáles son los parámetros más relevantes para evaluar el buen estado del suelo en un viñedo? Los más relevantes son los que afectan al suministro de agua y nutrientes que pueden ser de muy distintos tipos, aunque pocas veces tienen mucha gravedad: sequías, acidez del suelo, contenido en materia orgánica excesivo (en la costa o en las nuevas plantaciones en terrenos a monte al amparo de las políticas de reestructuración) o muy pobre (viñas tradicionales de las DO del interior), desequilibrios entre los nutrientes más importantes (calcio, magnesio y potasio), carencias porque algún nutriente no es capaz de atender toda la demanda de las vides de forma puntual o durante más tiempo, alguna toxicidad por exceso de ciertos metales y poca cosa más. Lo mejor para hacerse una idea cabal del estado del suelo es mirar bien las vides: ver cómo van creciendo, si lo hacen en su tiempo o van atrasando, si presentan síntomas de carencias (manchas amarillas o de otros colores en las hojas o racimos que secan y se marchitan), en que momento aparecen los síntomas y por donde empiezan a verse (en las hojas nuevas o en las viejas), donde aparecen en las hojas (en los lados, en la punta, entre las nervaduras, etc.) y hacia donde avanzan (dentro de las hojas), etc. Si anotamos todos esos síntomas o les hacemos unas fotos ahora que todo el mundo tiene un móvil, podremos comenzar a hacer un diagnóstico como hacen los médicos. Hoy en internet hay muchas páginas que se pueden emplear como referencia para hacerse una idea de que nutriente puede ser el que falta o sobra, pero como en el caso de los médicos lo mejor es acudir a los que saben, que normalmente para confirmar el diagnóstico nos van a aconsejar que mandemos a analizar los suelos y las hojas (por ejemplo a los laboratorios de la Estación Fitopatológica de Lourizán), que en poco tiempo nos dará los resultados para completar el diagnóstico y una recomendación de fertilización y/o un diagnóstico de los problemas que pueda haber.
 “Para conocer como está el suelo de un viñedo hay que analizar el suelo pero también las hojas de las vides”
Es necesario combinar los dos tipos de análisis (suelos unos 20 euros y hojas unos 40 euros en Lourizán), porque para saber como están algunos nutrientes no valen los análisis de suelos y son mejores los análisis foliares. Con esa información completaremos el diagnóstico de la salud del suelo de las viñas y tendremos identificados los problemas si los hubiera, para buscarles remedio diseñando un programa de fertilización a medida de las necesidades de nuestras viñas. Lo aconsejable es hacer esos análisis cada 3 o 4 años o. de ser el caso, si vemos que un año los síntomas de carencias abundan. Si comparamos con lo que se gasta en los tratamientos contra los hongos, vemos que son poco dinero y aún podríamos añadir que compensa, porque muchas veces los problemas en el suelo son porque nos pasamos con algún tipo concreto de fertilizante, que podríamos ahorrar reduciendo las dosis para que no surjan desequilibrios con los otros nutrientes que están en el origen de muchos problemas. -¿Como podemos ayudar mediante el manejo de la viña a que un suelo sea más resistente a la sequía? Una de las formas más sencillas de mejorar la resistencia a la sequía es desparramando paja para que actúe como un acolchado que ademáis de su efecto físico conservando la humedad del suelo también aumenta el contenido en materia orgánica, que falta le hace a muchos de los suelos de las viñas del interior de Galicia.
“Cubrir el suelo de las viñas con paja o con cubiertas vegetales es una buena técnica para reducir los efectos de la sequía y mejorar la estructura del suelo”
Esta práctica cada vez es más común en la Ribeira Sacra donde llevan ya muchos años esparciendo paja en las viñas con buenos resultados. Los efectos del acolchado con paja son de varios tipos: la paja se va transformando en materia orgánica, que ayuda a aumentar la capacidad de los suelos para reservar agua, pero también limita la evaporación del agua desde el suelo, como hemos comprobado muchas veces cuando medimos la humedad del suelo a distintas profundidades, con resultados espectaculares y que llamaban la atención de los bodegueros que se adelantaron a utilizar este recurso ya hace muchos años. También están las cubiertas vegetales, que tienen alguna pega (consumen agua, sobre todo si no se ajustan los cortes al paso del tiempo) pero también ventajas (dan sombra y limitan algo la evaporación) que hay que considerar con calma en cada caso. Y algo parecido podemos decir de reducir los pases de labor: cavando se airea el suelo y se arrancan las malas hierbas, pero también aumenta la porosidade de la capa superficial del suelo y la aireación, con lo que escapa la humedad. -¿Y a que mejore la producción y calidad de la uva sin penalizar su equilibrio biológico? Para esa mejora al llave es -cómo casi siempre en el caso de los suelos gallegos- una gestión adecuada de la materia orgánica, imprescindible para limitar los efectos de los excesos de acidez, aumentar las reservas de agua del suelo o el volumen de nutrientes importantes a disposición de las plantas a corto y medio plazo, pero también para limitar los problemas de toxicidad ocasionados por metales como el cobre o el aluminio. Esa materia orgánica también es la que sustenta a numerosas comunidades de organismos de muy diversos tipos, que participan activamente en diferentes momentos y etapas de su reciclaje y también, que esos organismos, esa vida del suelo, pasan también a ser materia orgánica cuando mueren. Los problemas con la materia orgánica pueden ser por pasarse (más frecuentes en la costa, en las nuevas viñas plantadas en tierras a monte gracias a las ayudas a la reestructuración o en las viñas de las vegas) porque los excesos de materia orgánica pueden disparar el vigor, que retrasa y empeora la maduración o porque llegue para atender las necesidades de la viña, como pasa en muchas viñas del interior, donde los suelos son pobres en materia orgánica y no pueden contar con su efecto protector frente a la acidez, a la pobreza en nutrientes, etc.
 “La fertilización debe ser adecuada y proporcionada a las características del suelo de las nuestras viñas y de la cosecha que vendimamos”
El segundo aspecto a considerar es la fertilización: las vendimias exportan nutrientes todos los años que también escapan de la viña al podar y con las hojas que caen. Si sacamos sin reponer llegará un momento en que no quedarán reservas y aunque las vides no precisan muchos nutrientes, eso dependerá de la cosecha: una vendimia de 18.000 kg/ha exporta tres veces más que una de 6.500 kg y que cada uno eche sus cuentas. Una fertilización idónea y proporcionada a las características del suelo de las nuestras viñas y de la cosecha que vendimamos, es el mejor camino (y el más barato) para conseguir un compromiso adecuado entre producción y calidad. -¿Como influyen los tratamientos a base de cobre en el suelo? ¿Son una ameza para la fertilidad de algunas zonas vitícolas? Se ha dicho que los éxitos que de un tiempo para aquí están consiguiendo los vinos ecológicos, biodinámicos, etc, en muchas catas y concursos internacionales, tendrían como posible explicación, que el cambio a este tipo de prácticas no convencionales, permitieron recuperar la vida de los suelos de unas viñas que llevaban siglo y medio arrasadas por los tratamientos contras las plagas. Sabemos que los suelos de los viñedos están entre los que tienen menos actividad biológica y que los tratamientos que llevan cobre, aumentan la acidez del suelo y hacen que cambien los tipos de organismos que hay en esos suelos.
 “Los tratamientos que llevan cobre aumentan la acidez del suelo y hacen que cambien los tipos de organismos que hay en esos suelos”
Hoy la cantidad de cobre que llevan productos activos que se emplean en los tratamientos es cada vez más baja y el limite máximo autorizado es muy bajo y el margen de seguridad muy grande, por lo que podemos estar bastante confiados en que no tienen efectos sobre la fertilidad del suelo, como vienen demostrando desde hace algún tiempo los trabajos de algunos de nuestros compañeros que son de referencia en este campo. -¿Y en el caso de los herbicidas? Es un tema complejo y yo no me atrevo a ser muy concluyente porque no tengo una opinión formada sobre el tema, aunque en los viajes y congresos se ve que en muchas de las zonas vitícolas de gran fama y tradición, hay una tendencia a prescindir de los herbicidas, a plantar hierba o a dejar que crezca la vegetación natural. En las publicaciones y tratados de viticultura también hay diversidad de opiniones porque cómo pasa muchas veces el empleo de herbicidas tiene ventajas e inconvenientes que son sabidos y no vamos a desgranar ahora, entre otras razones porque no siempre pesan lo mismo: allí donde llueve mucho mantener la hierba es mas fácil y compite menos con las cepas, a las que puede favorecer porque limitan el vigor, pero en las zonas más secas del interior ya son otros los factores que hay que valorar. En muchas zonas vitícolas de tradición y en las explotaciones más pequeñas , también hay que contar con un componente sociológico que puede ser de peso: si no limpiamos la viña........ podemos pasar por vagos, y al fin y al cabo, dar una mano de herbicida no cuesta tanto y hay que ver que lucida queda la viña, pero....no cabe duda de que las limitaciones para que no se usen van a seguir creciendo y con el tiempo se van a prohibir. -¿Cuáles son los principales errores que detectas en el manejo del suelo en los viñedos en Galicia? ¿Que recomendarías para mejorar su fertilidad? Para mí el error es que por mucho que lo digan y aunque en el sector son muchos lo que lo dicen, no terminamos de convencernos de que la calidad del vino se hace en la viña. Y a mí no me deja de llamar la atención, porque el sector vitivinícola gallego se puede decir que está a la última en cuanto a la tecnología enológica, que dio un salto de gigante desde hace unos cuarenta años y fue capaz de situarse en la vanguardia de la enología. Pero es un sector que cojea, porque tiene la otra pierna (la viticultura) mucho más corta, y cojeando es difícil competir en esa primera división donde debería estar el sector vitivinícola gallego. Hoy no se concibe una bodega sin enólogo y es normal, al fin al cabo es lo que se vende es el vino y tiene que salir bien, pero ..... una buena parte de esa calidad y del volumen de la cosecha depende de una fertilización adecuada a las necesidades de cada venía.
“El sector vitivinícola gallego avanzó mucho en enología pero cojea en viticultura”
Los motivos son muchos y muy diferentes y puede que las universidades gallegas que a estas alturas aún no fueron quien de articular unos estudios superiores en Viticultura y Enología tengan parte de la culpa, pero no es el único ni mucho menos. Muchos viticultores aunque pasan muchas horas trabajando en sus viñas no saben que las variaciones de la producción y de la calidad de sus vendimias, no son cosa únicamente de las variaciones del clima o de la intensidad con que resulten afectadas por las plagas y enfermedades y no reparan en comprar fitosanitarios para dar tratamientos, gastando mucho dinero que estaría mejor invertido en pagar unos análisis, para ahorrar o equilibrar el aporte de fertilizantes. Deberíamos mirar más para las plantas y aprender cómo van creciendo y a reconocer los síntomas de los problemas, porque si no aprendemos a reconocer los problemas no les buscaremos remedio. -A la hora de añadir abonos, ¿que recomendarías? ¿Cuales consideras que contribuyen a mejorar más la estructura del suelo? Comenzaré por la segunda parte de la pregunta: para mejorar la estructura del suelo no hay nada mejor que la materia orgánica: abono, compost, paja, tojo, gabiar....etc, es el mejor. También podemos mejorar la estructura del suelo encalando, pero cuidado, no se debe añadir materia orgánica y encalar en el mismo año: si encalamos dejaremos para los años siguientes la aportación de las materias orgánicas.
“Para mejorar la estructura del suelo no hay nada como la materia orgánica”
En cuanto a los fertilizantes químicos, inorgánicos o como se quieran llamar, lo más importante es el balance entre los niveles de calcio, magnesio y potasio, que son nutrientes que influyen de muchas maneras en la calidad del vino y de los mostos, así como en la marcha de la fermentación. Sin embargo, interfiren unos con los otros para entrar en las raíces y también en muchos de los procesos que tienen lugar en las hojas y en los racimos. Conocemos bastante bien en que proporciones deben aparecer en los suelos o en las hojas, pero como las cantidades en que aparecen en los suelos gallegos y las proporciones entre ellos son muy variables, lo mejor es no fiarse de recetas generales o de la internet y acudir al especialista, que pedirá unos análisis y recetará el abono más aconsejable para cada caso concreto. A veces pueden faltar otros nutrientes pero es muy raro y también en esos casos lo mejor es no hacer nada hasta que tengamos los análisis, porque puede que empeoremos la cosa en vez de mejorarla y tiremos el dinero que estaría mejor invertido en otra cosa. ¿Existe relación entre enfermedades fúngicas y de la madera y el cuidado del suelo en  viñedo? No soy especialista en las plagas y enfermedades de la vid (en nuestro mundo tendemos a especializarnos en temas concretos y lo mejor es no meterse en lo que no sabemos) pero es sabido que las enfermedades fúngicas y de la madera atacan más cuando aumenta la humedad del aire y también del suelo, por lo que hace falta no pasarse con el riego en caso de que lo tengamos instalada. En un tiempo se habló bastante de los suelos supresivos, que por lo visto eran aquellos que evitaban o limitaban la proliferación y los ataques de los microorganismos responsables de algunas plagas. Sin llegar a esos extremos pienso que se puede admitir que un suelo saludable, con un contenido adecuado de materia orgánica y sin problemas de desequilibrios o carencias entre los nutrientes, estará mejor preparado para defenderse o resistir los ataques de los organismos que provocan las enfermedades criptogámicas o de la madera.
“Cuando se hace una nueva plantación en terreno de monte es muy importante el encalado”
-En el caso de realizar nuevas plantaciones de viñedo en terrenos a matorral y/ o forestados, ¿que recomendaciones darías para mejorar la fertilidad del suelo? En esos casos la clave es hacer un abonado de fondo y concretamente encalar en el momento en que preparamos el suelo antes de plantar. Las más de las veces llega con encalar pero hay quien dice que también se puede aprovechar para añadir los fosfatos. Yo no sy muy partidario de añadir fósforo con el abonado de fondo, porque es un nutriente que tiene un comportamiento muy complejo en el suelo y porque casi no hay referencias a viñas con problemas por falta de fósforo. Pero con el encalado es otra cosa: en esos casos el encalado es muy necesario y hay que aplicarse para hacerlo bien, porque en esos suelos el contenido en materia orgánica es excesivo casi siempre y el encalado favorece su mineralización para que baje a niveles más normales y no se dispare el vigor para cuando las viñas entren en producción. Hay que mezclar bien las calizas por todo el volumen del suelo y calcular bien las dosis que se añaden, partiendo de los resultados de un análisis de suelo completo que tenga en cuenta (enviando a analizar por separado) las diferencias entre los contenidos en nutrientes de la capa superficial del suelo (los 25 cm superficiales) y el suelo que hay más abajo (hasta 75 cm). Los análisis también servirán para decidir el tipo (calizas normales o magnesianas) y las dosis, porque no hay que pasarse, ya que si encalamos de más produce un efecto rebote que es preciso evitar, porque las variaciones bruscas en los niveles de acidez afectan mucho a la actividad biológica y a la salud del suelo. -Eres conocedor del sector vitícola en muchas regiones del mundo. ¿Como estamos respeto a ellos en el manejo del suelo? ¿Cuáles serían las principales enseñanzas que podríamos aplicar aquí? Para mí estamos en cabeza en Enología y más retrasados en lo que toca a la Viticultura, sobre todo cuando nos comparamos con países del nuevo mundo vitícola (Australia, California, Chile, Argentina, etc) que llevan mucho tiempo aplicando los avances que van llegando en ese campo, pera conciliar altas producciones y calidad. -¿Como consideras que las nuevas tecnologías y la llamada viticultura de precisión va a mejorar el cuidado del suelo en los viñedos? Fui uno de los primeros en trabajar en Galicia y en España en ese campo allá por el año 2008 porque pensaba que tenían futuro en nuestra tierra, pero probablemente aún era muy temprano porque llegó la crisis y las prioridades mudaron. También había pocas viñas de tamaño grande que son las que tienen mas potencial para aplicar estas tecnologías, pero estoy bastante seguro de que, andando el tiempo, las explotaciones y las bodegas que quieran ser competitivas tendrán que ir por ese camino.
“Con el cambio climático, dentro de 25 años el mapa de las zonas vitícolas gallegas tendrá poco que ver con el que hoy conocemos”
-¿Algo más que quieras añadir? Insistir en la importancia del cambio climático que trae muchos desafíos para la viticultura (pensad que las viñas que hoy plantamos estarán produciendo dentro de 20 o 30 años, en unas condiciones que van a ser muy diferente de las que hoy tenemos), pero también oportunidades porque plantaremos viñedos en muchos lugares (O Valadouro, por ejemplo donde desaparecieron hace 3 siglos) en los que hoy no se dan. Estoy convencido de que dentro de 25 años cuando las viñas que plantamos ahora sigan produciendo, el mapa de las zonas vitícolas gallegas tendrá poco que ver con el que hoy conocemos.

Advierten de la degradación de los suelos agrarios y fértiles de Galicia

Este sábado, 5 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Suelo. En este sentido, el Sindicato Labrego Galego (SLG) recuerda que "nuestros suelos desempeñan un papel esencial en los ciclos naturales, en la regulación de los flujos del agua, en la captura de carbono y, por supuesto, en la generación de paisajes de gran valor cultural, social, ambiental y productivo, siendo los garantes de una producción agraria sostenible, suficiente y de calidad". Sin embargo, alertan de que "hoy en día, como el resto de nuestro entorno, los suelos se encuentran amenazados (....) por la expansión de grandes infraestructuras y del urbanismo, por la cantidad de productos químicos que vertimos en él, por la sobreprodución, por la enorme densidad ganadera en zonas muy concretas y pequeñas que no son capaces de gestionar los residuos producidos, por su sequía y muerte". En el caso de Galicia, el Sindicato Labrego añade otra amenaza: ?"problema de la eucaliptización, con el que se está colonizando a propósito nuestro territorio con una especie exótica invasora enormemente perjudicial para la salud de los suelos y de las aguas". Además, la organización agraria advierte de que "con la connivencia cómplice del Gobierno de la Xunta, se están  forestando tierras agrarias, siendo hoy Galicia uno de los territorios de Europa con menor superficie agraria útil, encontrándose en el último puesto en el Estado Español con tan sólo el 21% de sus tierras dedicadas a fines agropecuarios". "Hoy, los suelos agrarios y fértiles de la Galicia están más amenazados que nunca por las políticas suicidas de la Consellaría de Medio Rural, que ahora, además de servirle nuestro territorio en bandeja a Ence y Greenalia para plantar eucalipto con fines industriales no alimentarias, pretende hacer otro tanto con Inditex para producir viscosa", denuncian.

Plataformaa para reclamar la protección de los suelos

Ante esta situación, el Sindicato Labrador recuerda que "desde la Plataforma Estatal Intervegas (https://intervegas.org), cientos de colectivos y personas reclamamos la protección disteis suelos y estos espacios agrícolas históricos que demostraron ser sostenibles y resilientes, que nos ofrecen numerosos servicios y que son garantía de nuestra propia soberanía alimentaria en un contexto lleno de incertidumbres". Intervegas promueve un proyecto de "Ley para la protección de los suelos de alto valor agrolóxico y de suelos de interés agraria" que espera sea debatido en el Congreso lo antes posible y seguirá trabajando para que salga adelante con el mayor consenso posible, junto con nuevas medidas que favorezcan la dignificación del trabajo agrario y una producción más sostenible en armonía con la naturaleza. El Sindicato Labrego Galego colaboró esta misma semana en dos acciones formativas organizadas por la Asociación Herbamoura y orientadas, precisamente, a recuperar la fertilidad natural de los suelos agrarios. La primera, celebrada el miércoles 3 de diciembre en Curtis, fue una "Jornada para mantener vivos los suelos para pasto", impartida por el técnico Andrés Castro; y la segunda, al día siguiente, fue una introducción a la ganadería rexenerativa en Ordes, en la que se contó con el biólogo Antonio Tucci  y con el gerente de Ganadería Josmar SC, José Manuel Santín Caloto.

El suelo resulta esencial también para combatir el cambio climático

Los organismos del suelo desempeñan una función esencial para impulsar la producción de alimentos, mejorar las dietas nutritivas, preservar la salud humana, recuperar los lugares contaminados y combatir el cambio climático, pero su contribución permanece en su mayor parte subestimada, señaló hoy la FAO en su primer informe titulado "State of Knowledge of Soil Biodiversity" (Estado de los conocimientos sobre la biodiversidad del suelo). El informe se presentó hoy con ocasión del Día Mundial del Suelo. A pesar de que la pérdida de biodiversidad figura entre las principales preocupaciones mundiales, no se otorga a la biodiversidad subterránea la importancia que merece, y debe tenerse plenamente en cuenta al planificar las intervenciones para el desarrollo sostenible, según el informe. "La biodiversidad del suelo y la gestión sostenible de los suelos constituyen un requisito previo para el logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", afirmó la Directora General Adjunta de la FAO, Sra. Maria Helena Semedo. "Por lo tanto, los datos y la información sobre la biodiversidad del suelo, desde el plano nacional al mundial, son necesarios para planificar con eficiencia las estrategias de gestión de un tema del que todavía se conoce poco". "Esperamos que los conocimientos incluidos en este informe faciliten la evaluación del estado de la biodiversidad del suelo como parte integrante de la presentación de informes nacionales y regionales en materia de biodiversidad y de los reconocimientos edafológicos", añadió. Los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad y albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Asimismo, más del 40 % de los organismos vivos en los ecosistemas terrestres están asociados a los suelos durante su ciclo biológico. En el informe la biodiversidad del suelo se define como la variedad de vida subterránea, desde los genes y las especies hasta las comunidades que forman, así como los complejos ecológicos a los que contribuyen y a los que pertenecen, desde los microhábitats de los suelos hasta los paisajes. Estos incluyen una gran variedad de organismos, incluidas formas unicelulares y microscópicas e invertebrados tales como nematodos, lombrices, artrópodos y sus fases larvales, así como mamíferos, reptiles y anfibios que pasan una gran parte de su vida bajo tierra, y una amplia diversidad de algas y hongos.

Las amenazas a la biodiversidad del suelo

La función de la biodiversidad del suelo mediante los servicios ecosistémicos que proporcionan es fundamental para la agricultura y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, los microorganismos del suelo transforman los compuestos orgánicos e inorgánicos que liberan nutrientes de manera tal que las plantas pueden alimentarse. Estas transformaciones también son vitales para la filtración, la degradación y la inmovilización de los contaminantes en el agua y el suelo. Además, la diversidad de los suelos contribuye a mejorar el control, la prevención y la eliminación de plagas y patógenos. No obstante, la importante función de la biodiversidad del suelo para asegurar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios puede verse amenazada por las actividades humanas, el cambio climático y los desastres naturales. El uso excesivo e indebido de productos químicos agrícolas sigue siendo uno de los principales factores de pérdida de biodiversidad del suelo y, por tanto, reduce el potencial de esta biodiversidad para lograr una agricultura sostenible y la seguridad alimentaria. Entre otros ejemplos figuran la deforestación, la urbanización, la intensificación agrícola, la pérdida de materia orgánica y carbono del suelo, la degradación de la estructura del suelo, la obturación del suelo, la acidificación del suelo, la contaminación, la salinización, la sodización, los incendios forestales, la erosión y los corrimientos de tierras.

El potencial de los suelos para mitigar el cambio climático

Las soluciones basadas en la naturaleza que implican el uso de microorganismos del suelo tienen un potencial considerable para mitigar el cambio climático. Desempeñan un papel clave en la fijación de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte de las emisiones de dióxido de carbono antropógenas puede ser absorbida por las plantas y almacenarse en los suelos gracias a la descomposición microbiana, lo que puede permitir la retención de carbono en el suelo durante períodos de tiempo prolongados. En el informe se constata que las actividades agrícolas constituyen la mayor fuente de gases de dióxido de carbono y óxido nitroso emitidos por los suelos, como consecuencia del uso excesivo e indebido de fertilizantes que contienen nitrógenos.

La biodiversidad del suelo y el bienestar humano

La biodiversidad del suelo respalda la salud humana, de forma tanto directa como indirecta, a través de la regulación de enfermedades y la producción de alimentos. Varias bacterias y hongos del suelo se utilizan tradicionalmente en la producción de salsa de soja, queso, vino y otros alimentos y bebidas fermentados. La relación entre las raíces de las plantas y la biodiversidad del suelo permite que las plantas produzcan sustancias químicas como los antioxidantes que las protegen de las plagas y otros factores de estrés. Cuando consumimos estas plantas, los antioxidantes nos benefician al estimular nuestro sistema inmunológico y contribuir a la regulación hormonal. Los microorganismos del suelo también pueden ayudar a prevenir las enfermedades inflamatorias, entre ellas la alergia, el asma, las enfermedades autoinmunes, la enfermedad inflamatoria intestinal y la depresión. Asimismo, desde principios de la década de 1900, se han obtenido de los organismos del suelo numerosos medicamentos y vacunas, desde antibióticos conocidos como la penicilina hasta la bleomicina que se utiliza para tratar el cáncer y la anfotericina para las infecciones por hongos. En el contexto del aumento de las enfermedades causadas por microorganismos resistentes, la biodiversidad del suelo tiene enormes posibilidades de ofrecer nuevos medicamentos para combatirlas.

Medidas futuras

Por lo general, existe una falta de datos detallados, políticas y medidas sobre la biodiversidad del suelo a nivel local, nacional, regional y mundial. En el informe se pone de relieve la necesidad de promover el cambio necesario para incluir indicadores biológicos de la salud del suelo, junto con indicadores químicos y físicos. A fin de comprender mejor las amenazas a la biodiversidad del suelo y aplicar políticas y reglamentos pertinentes, es crucial invertir en evaluaciones de la biodiversidad del suelo armonizadas en todo el mundo, normalizar los protocolos de muestreo y análisis para permitir la recolección de grandes conjuntos de datos comparables y promover la utilización de herramientas de seguimiento eficientes con vistas a registrar los cambios en la biodiversidad del suelo. Según el informe, la adopción de prácticas de gestión sostenible de suelos por parte de los agricultores, como premisa básica para preservar la biodiversidad del suelo, sigue siendo baja debido a la falta de apoyo técnico, provisión de incentivos y entornos propicios y debe intensificarse. La publicación también subraya la necesidad de promover las tecnologías innovadoras en la gestión de suelos. Por ejemplo, las nuevas técnicas moleculares que utilizan la secuenciación molecular de próxima generación permiten una mejor comprensión de los organismos del suelo y los efectos que estos pueden tener en los sistemas de cultivo asociados. Por consiguiente, sigue siendo de suma importancia reforzar la educación y el fomento de la capacidad en la adopción de instrumentos innovadores con vistas a contribuir a la salud de los seres humanos, las plantas y los suelos. Las principales conclusiones del informe se presentaron hoy en la ceremonia virtual del Día Mundial del Suelo. Durante la ceremonia, se concedió el Premio Mundial del Suelo Glinka 2020 a un científico agrícola italiano, líder de acción en materia de suelos, el Sr. Luca Montanarella, y se otorgó el Premio del Día Mundial del Suelo Rey Bhumibol al Consejo de Investigaciones Agrarias de la India (ICAR). Además, conscientes de que no podemos gestionar de manera adecuada lo que no conocemos, durante el acto se presentó el Sistema armenio de información sobre los suelos.

“Combatir la despoblación rural es de lo más eficiente para luchar contra el cambio climático”

El último informe sobre el uso de la tierra y el cambio climático elaborado por el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU se ha fijado en el uso que se hace de los suelos. En este análisis, se ha puesto la vista en sectores como la agricultura y ganadería y su contribución al cambio climático. Abordamos las claves del informe con la investigadora española Marta Rivera Ferre, una de los 103 científicos de 52 países que han participado en este estudio. - Los ganaderos han visto en este informe un ataque directo contra su medio de vida y les resulta complicado comprender que se incida en su culpabilidad en el calentamiento global, cuando hay otros sectores mucho más contaminantes como la industria, el transporte o la vivienda sobre los que no hay tanto revuelo mediático. ¿Cómo se entiende? - Este no es el informe global que se elabora cada 6 o 7 años sobre el impacto de la actividad humana y de todos los sectores. Este estudio se ha centrado en el análisis del suelo y las actividades vinculadas a él, así como en seguridad alimentaria, por eso la agricultura y la ganadería tienen un peso importante ya que usan mayoritariamente el suelo. -Frente a las industrias y a los carburantes fósiles, ¿es realmente significativa la contaminación de la agricultura y la ganadería? - Entre el 21 y el 37% de las emisiones de efecto invernadero están vinculadas a los sistemas alimentarios, de ellas el 23% pertenecen a la agricultura, la ganadería y el cambio de usos del suelo destinados a fines agrarios. Para hacernos una idea, el 3,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero en forma de CO2 por deforestación están relacionados a cambios del suelo relacionados con el cultivo de soja, para producción de forrajes; y palma de aceite, como biocombustible. Es un porcentaje bastante alto solo para dos cultivos a nivel mundial. Hay que pensar que países como Indonesia, debido precisamente a la deforestación para la producción de palma de aceite, se ha situado en el tercer puesto de emisión de gases de efecto invernadero a nivel mundial durante muchos años, pese a que no es un país industrializado.
“Hay margen para volver a modelos más tradicionales de producción agrícola y ganadera que capturen carbono”
Pero, esto nos dice también que hay margen para hacer ajustes que permitan un cambio de estos sistemas alimentarios para volver a esos modelos más tradicionales que permitían capturar carbono más que ser ellos emisores. -Hay quienes ven en la agricultura y la ganadería la clave para combatir la desertización que ya se está haciendo notar o prevenir los incendios forestales, así como para fijar población en el rural ¿qué valoración tiene al respecto? - Aunque pueda parecer que no está relacionado, combatir la despoblación rural es una de las formas más eficientes de luchar contra el cambio climático. Conseguir que la gente pueda vivir de la agricultura con prácticas agrarias sostenibles ayuda en gran medida a frenar la contaminación. -¿Qué acciones debe contemplar el sector agro ganadero para contribuir a la reducción de las emisiones? - Una de las cosas que se plantean en el informe es que se necesitan prácticas agrarias sostenibles, aquellas que están vinculadas a la agroecología y a los saberes tradicionales. En el informe se recoge que estas prácticas tradicionales aportan una serie de estrategias que favorecen la mitigación del cambio climático. Estas prácticas están basadas en la conservación y el incremento de la materia orgánica del suelo, ya que eso implica capturar carbono de la atmósfera. Prácticas como la rotación de cultivos o el acolchado del suelo permiten manejar los suelos de una forma sostenible en la que se mantiene la fertilidad de los suelos y se reduce la erosión al tiempo que se incrementa la productividad.
“Las administraciones tendrían que fomentar la ganadería extensiva que permite obtener proteína de calidad y gestionar el territorio”
-¿Qué sistema de manejo emite más gases contaminantes: las grandes granjas con ganado estabulado y alimentado con cereales o las pequeñas y medianas granjas que producen sus propios forrajes y que realizan pastoreo? - Hay varios temas a tener en cuenta a la hora de analizar el peso de la cabaña ganadera ya que la ganadería es muy diversa. En el caso de la ganadería asociada a rumiantes, los distintos modelo de producción que existen (extensiva e intensiva) contribuyen de forma diferente al cambio climático. Precisamente la contribución al cambio climático puede venir por las emisiones de CO2, óxido nitroso y el metano. La ganadería industrial contribuye fundamentalmente a través del CO2 y del óxido nitroso, mientras que, la ganadería extensiva se centra en el metano. Cada uno de estos gases se comporta de diferente manera con respecto al cambio climático por lo que la contribución de un tipo de ganadería u otra es diferente. Así, el CO2 es un gas de efecto inverno de larga duración que está durante cientos de años en la atmósfera, al igual que el óxido nitroso, mientras que el metano está solo 10 años. Pero también hay que tener en cuenta que el potencial del calentamiento global del metano es 28 veces mayor que el del CO2, al igual que el óxido nitroso donde una unidad calienta casi 300 veces más que el CO2. Así es que, la contribución de cada tipo de ganadería es aún un tema que debe ser tratado de forma diferencial. En el informe figura que la ganadería extensiva tiene una contribución más allá de la provisión de proteína animal sino que, además, tienen una serie de servicios ecosistémicos ya que es el medio de vida de millones de personas en el mundo, por lo que en la ecuación hay que tener en cuenta diferentes factores. -¿La reducción de la cabaña ganadera puede contribuir a aliviar el problema del cambio climático? - La cabaña ganadera es a día de hoy muy elevada. Realmente el número de animales a nivel mundial ha crecido de forma alarmante, sobre todo en lo que a pollo y cerdo se refiere, ya que el 77% de la carne que se consume a nivel mundial es de este tipo mientras que el 22% es de vacuno. Nosotros en España teníamos una importante cabaña ganadera de ovino y caprino que permitía utilizar recursos marginales en territorios donde es imposible cultivar, lo que supone una ganancia tanto para el ecosistema como para la producción de alimento para el ser humano. Sin embargo, esta ganadería se ha ido reduciendo, motivada por factores como el estancamiento de los precios, frente a otros sistemas más intensivos. Pero, bajo mi punto de vista, esta ganadería extensiva es la que habría que fomentar desde la administración pública ya que es la que permite obtener una proteína de buena calidad, a la vez que está realmente gestionando el territorio y contribuyendo a la reducción de incendios, además de mantener una genética animal vinculada al territorio, mediante las razas autóctonas. - Dentro del sector ganadero, ¿hay diferencias entre los niveles de emisiones de la cabaña de vacuno comparada con el porcino y la avicultura cuya producción es principalmente intensiva y con alimentación importada? - La principal diferencia es que las emisiones del vacuno son en forma de metano mientras que el pollo y el cerdo es de óxido nitroso. Es cierto que el volumen de emisiones es importante pero, al final, lo realmente importante es saber qué objetivo y necesidad tiene una sociedad concreta. Así, a la hora de medir las emisiones de gases de efecto invernadero se miden en base a una metodología llamada análisis de ciclo de vida, en la que se analizan todos los factores, desde las emisiones indirectas, derivadas de la fabricación de piensos, a las directas procedentes de los animales. Estas mediciones pueden ofrecerse como kg/CO2 por kilo de carne o litro de leche producida, lo que siempre beneficia a la ganadería intensiva, ya que hay menos emisiones por kilogramo de carne o leche producida, dado que es una ganadería más productiva. Mientras, la ganadería extensiva se ve beneficiada por las métricas que valoran el uso de recursos. Así, es muy importante conocer la necesidad real que tienen las sociedades para valorar el efecto que tiene la ganadería.
“Reducir las emisiones es un tema muy importante pero también se deben tener en cuenta las necesidades de la sociedad”
En el caso de España, tenemos un exceso de producción de proteína animal, no tenemos que centrarnos en un enfoque basado en la producción y en la productividad y tenemos un problema de deficiencia en nuestros ecosistemas con lo que debiéramos de utilizar un sistema de medición que valorase la calidad de nuestros ecosistemas. No puede utilizarse para todos el mismo sistema, ya que hay países con una inseguridad alimentaria derivada de una deficiencia de proteína, con sistemas con una baja productividad, donde es recomendable fijarse en las emisiones por proteína producida. Reducir las emisiones es un tema muy importante pero también se deben tener en cuenta las necesidades de la sociedad. A nivel global el consumo de proteína animal crece de una forma alarmante ya que si todos los países del mundo consumiéramos lo que en Europa no tendríamos planeta suficiente para abastecer esta demanda. Por eso, es necesario que aquellos países en los que se consume mucha proteína animal se reduzca, sin embargo, en otros territorios es preciso incrementarla. -En el caso del metano emitido por los rumiantes (vacas, ovejas, cabras…) varias investigaciones concluyen que su efecto contaminante es mucho menor del que se propaga, ya que el metano eructado por los rumiantes permanece en la atmósfera durante 10 años antes de convertirse en CO2 y ser absorbido de nuevo por las plantas, como maíz forrajero o praderas, que se cultivan para alimentar el ganado, estableciendo un ciclo continuo de equilibrio. ¿Qué opina al respecto? - Esto no se ha tenido en cuenta en este informe, ya que es todavía bastante reciente y supongo que se incluirá en el próximo. Estas investigaciones lo que vienen a decir es que, si redujésemos a cero -aunque eso sea inviable- las emisiones ganaderas de rumiantes tendría un efecto inmediato en la reducción de la temperatura, ya que el metano es un gas con un potencial de calentamiento alto. Pero, no sería un efecto que se mantendría en el tiempo porque una parte importante de los efectos que estamos sintiendo ahora se derivan de los gases acumulados de CO2 y óxido nitroso, que duran cientos de años. Así, aunque se consiga un equilibrio en cuanto al metano, no deja de ser un aporte de metano que suma en una atmósfera que ya está saturada de gases de efecto invernadero, derivados de las combustiones fósiles. -Desde el sector ven que este tipo de informaciones están generando un rechazo en la opinión pública hacia el consumo de carne, se plantea un cambio en el consumo, ¿basta un consumo más responsable o es preciso reducir la ingesta de proteína? -Personalmente creo que es preciso reducir el consumo de carne por muchos motivos, tal como se recoge en el informe, no solo por motivos ambientales sino también relacionados con la salud. Nosotros en España estamos en torno a los 42 kilos de carne por persona al año, y aunque se está produciendo una reducción continuada del consumo de carne, la Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de entorno a los 26 kilos por persona al año, por lo que aún hay margen para reducir. También es cierto que, el informe concluye que la dieta más eficiente en equilibrar la emisión de gases de efecto invernadero, atendiendo también a la salud, no es una dieta solo vegetariana, sino que recomienda una dieta equilibrada en la que hay un consumo moderado de carne.

Jornada sobre el uso sostenible de produtos fitosanitarios en el viñedo

El Servicio de Explotaciones Agrarias organiza una jornada técnica sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios en el viñedo. El objetivo de la sesión es mostrar la problemática del uso irracional de estos productos empleados en la viticultura y de las consecuencias que tienen tanto para el medio como para la elaboración del vino. La jornada se celebra el próximo día 21 de noviembre en el Edificio Administrativo de la Xunta en Pontevedra. La actividad está dirigida a las personas que desarrollan su trabajo en el sector vitivinícola. En ella se abordarán temas como el uso del sulfato de cobre, la presencia de residuos fitosanitarios en el vino o el desarrollo de aplicaciones orientadas a facilitar información sobre estos tratamientos en el viñedo. La inscripción es obligatoria y gratuita mediante la solicitud que podrá descargarse en este enlace y que deberá enviarse a la dirección de correo electrónico: explotacionsagrarias.cmr.pontevedra@xunta.gal. Los interesados pueden solicitar más información en el teléfono 886 206 586 y consultar aquí el cartel de la jornada. Detallamos el programa de la jornada: 9.00 horas. Registro de asistencia. 9.30 horas. Acto de apertura. 9.45 horas. Antecedentes y evolución del empleo de fitosanitarios en los viñedos: desarrollo agrícola vs. contaminación ambiental. Raquel Chaves, doctora en Medio Ambiente y Recursos Naturales por la Universidad de Santiago de Compostela. 10.45 horas. El uso del cobre en los viñedos: potenciales peligros y su relación con el manejo del suelo. David Fernández, departamento de Biología Vegetal y Ciencia del Suelo de la Universidad de Vigo. 11.30 horas. Reglamentos 1107/2009. Aprobación de materias activas en la Unión Europea. José Luis Alonso, director de la Unidad de Productos Fitosanitarios. INIA. 12.15 horas. Descanso - café. 12.45 horas. Influencia de planteamientos comerciales en la composición aromática de los vinos. Beatriz Cancho del departamento de Química Analítica y Alimentaria de la Universidad de Vigo. 13.30 horas. Residuos de fitosanitarios en vinos y suelos de viñedos. Estudio analítico. Isaac Rodríguez, departamento de Química Analítica de la Universidad de Santiago de Compostela. 14.15 horas. Fin de la jornada de la mañana. 16.00 horas. Exposición laboral durante la realización de actividades en viñas tratadas con productos fitosanitarios. Francisco Días del Centro Nacional de Medios de Protección (Cnmp). INSST. 16.45 horas. AppFitovit. Proyecto piloto de desarrollo de una App para el servicio de información fitosanitaria del viñedo gallego. Juan Carlos Vázquez de la Estación Experimental de Viticultura y Enología de Ribadumia (Agacal - Evega). 17.30 horas. Clausura de la jornada.