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“A nivel interno estamos en un momento óptimo en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras”

Los nuevos vocales electos que conforman el Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras  eligieron recientemente a José Ramón Rodríguez Castellanos como nuevo presidente de la entidad. Hablamos con el sobre los retos que se marca para su mandato en una Denominación de Origen que vive un momento dulce tanto a nivel interno, de gobernanza, como en cuando a ventas y prestigio. Acabas de ser nombrado nuevo presidente del CRDO Valdeorras, ¿como valoras esta elección? Es un orgullo que el pleno pensara en mí para encabezar un organismo tan crucial para la comarca de Valdeorras, que tiene en el vino uno de sus motores principales. Soy consciente de la relevancia económica del sector y de los retos a los que debemos hacer frente, por eso asumo el cargo con responsabilidad. Ilusión y trabajo no van a faltar para poder estar a la altura no sólo de los que me eligieron, sino también de todos los bodegueros, viticultores y cooperativistas a los que representamos desde el Consejo Regulador.
 “José Luis García Pando hizo un gran trabajo al frente del organismo”
-¿Cuáles son los grandes objetivos que te marcas para este mandato? Apostamos por una línea continuista con la del anterior mandato, en tanto en cuanto considero que José Luis García Pando hizo un gran trabajo al frente del organismo. Quiero agradecerle públicamente su dedicación y poner en valor que su gestión va a ser un modelo y una referencia para mí. En este sentido, como líneas de acción u objetivos principales para los próximos cuatro años nos marcamos desde el Pleno intensificar las acciones de promoción para llegar a nuevos mercados para nuestros vinos. Junto a esto, apostaremos por seguir manteniendo los estándares de calidad que confirieron a nuestros vinos fama en todo el territorio nacional e, incluso, internacional. Y también nos preocuparemos siempre de asegurar el control del origen. Todo esto, lo vamos a hacer siempre bajo la premisa de apoyo permanente a los miembros del sector vitivinícola valdeorrés, a los que representamos. Vamos a defender sus derechos ante los organismos y administraciones con competencia en materia agraria en todo momento para lograr el objetivo de que puedan vender el vino al mejor precio posible en el mercado. -¿Como valoras la situación actual de la Denominación de Origen? A nivel interno, de gobernanza, puedo decir que estamos en un momento óptimo. En el pasado, hace años, fuimos motivo de titulares debido a la división interna que había en el Pleno pero en el último mandato se puso fin a esta situación y, hoy por hoy, considero que hay unidad. Es importante que todos rememos en una misma y única dirección por el bien de nuestro producto y de todos aquellos a los que representamos.
“A nivel interno, de gobernanza, puedo decir que estamos en un momento óptimo”
Más allá de la clave interna, considero que nuestra Denominación de Origen creció en prestigio en los últimos años gracias en parte, al éxito del godello, una variedad cada vez más de moda en los mercados. Esto hizo que muchos bodegueros, incluso de fuera de Galicia, apostaqran por Valdeorras para asentarse y producir vinos desde nuestro territorio amparado, lo que incrementó nuestra notoriedad. También fue fundamental la labor de promoción realizada para situar la D.O. en lo que es hoy, una enseña de calidad y buen hacer en el terreno vitivinícola. Sin embargo, los verdaderos protagonistas de este éxito son aquellos que, día a día y a lo largo del año, cuidan las vides, producen y elaboran vino, lo testan y lo comercializan. Los miembros del sector vitivinícola son los que hacen posible el éxito que vivimos. -En los últimos años está habiendo un boom del godello, con nuevas plantaciones y entrada de grandes bodegas. ¿Que se debe hacer desde el Consejo Regulador y la administraciones para no morir de éxito? No soy muy defensor de la expresión morir de éxito. Creo que el éxito, bien gestionado, nunca lleva a la muerte. Y en Valdeorras en los últimos años se hizo un gran trabajo para gestionar el crecimiento del territorio amparado, teniendo en cuenta las sensibilidades de todos: de las pequeñas y grandes bodegas, de las nuevas bodegas que apostaron por introducirse en nuestro territorio y también de las cooperativas. Fue clave, por ejemplo, conseguir la acreditación ENAC para fortalecer procedimientos internos del Consejo Regulador que aseguran la trazabilidad y el control del origen. Se trabajó también en la informatización y en la digitalización del trabajo por parte del Consejo Regulador. Tenemos que seguir en esta línea, en la de la profesionalización. Esto no quiere decir que debamos renunciar a nuestros valores diferenciales, pero es fundamental impulsar el trabajo con las herramientas tecnológicas más avanzadas en la medida de lo posible. Son claves que nos ayudarán a gestionar el éxito porque tendremos mimbres y pilares para sostener nuestro crecimiento. En este sentido, juega un papel clave el respaldo institucional y, por eso, me comprometo siempre a mantener todos los canales de cooperación abiertos con las diferentes administraciones con competencias en materia agraria, de medio rural y promoción económica, entre otras. -Ligar godello y Valdeorras es una de las claves para mantener la buena evolución de la DO. ¿Como lograrlo? Es indudable que el godello es el buque insignia de Valdeorras. Somos la cuna de esta variedad y el único territorio amparado en el que se exige por norma que la botella marque que el godello es el 100%. Tenemos ejemplos de buen hacer magnífico en este ámbito. Muy recientemente, una de las referencias de godello elaboradas en la comarca consiguió algo pocas veces visto: obtener 100 puntos en la Guía Parker, que viene a ser algo así como la Biblia de los vinos. En este sentido, tenemos que seguir apostando por esta variedad y por ligarnos a su auge, como territorio amparado. Pero no vamos a descuidar por eso ni dejar de potenciar otras variedades de uva. También la mencía, en tintas, tiene un peso importante en nuestro territorio amparado y también la vamos a promocionar. Mucha gente descubre nuestros tintos y se maravilla. Y, finalmente, no vamos a dejar de lado variedades más minoritarias, pero que nos están dando grandísimas satisfacciones en los últimos años. Un ejemplo de esto es la garnacha tintorera, cada vez más demandada. -Fuiste en el listado como bodeguero, ¿que les dirías a los viticultores y pequeñas bodegas sobre los objetivos de tu mandato? Sí, soy hijo y neto de viticultores y bodeguero en A Rúa, una labor que compagino con la docencia. Sin embargo, ahora no me considero representante de una única bodega. Lo soy de todas, soy el presidente de todo el sector y, en ese sentido, quiero recordar que tanto las grandes como las pequeñas bodegas de la comarca son imprescindibles para crear marca Valdeorras. Todas suman. Por eso, vamos a trabajar en pro de todas ellas bajo el objetivo común de que nuestro territorio amparado siga siendo sinónimo de buen hacer y calidad vinícola. Para eso, lógicamente, es fundamental el trabajo de todos los viticultores y viticultoras de la comarca, que van a encontrar siempre en el Consejo Regulador su casa. Nuestros técnicos y nuestro personal van a estar siempre dispuestos a atenderlos y a ayudarles a resolver cualquier cuestión en la que le puedan ser útiles, escuchar sus demandas e intentar darle solución, en la medida de nuestras posibilidades. Pleno do Consello Regulador -¿Cuáles son vuestras grandes demandas a la administración Llevamos tiempo insistiendo en que es preciso procurar fórmulas que permitan reorientar las tierras abandonadas hacia nuevas plantaciones y terrenos productivos. También es importantísimo tener siempre actualizados los datos del registro vitícola porque muchas veces la numeración del SIGPAC no coincidía con la del catastro y esto podía afectar, por ejemplo, a la concesión de ayudas o subvenciones determinadas.
“En el 2022 se batió el récord de número de litros de vino calificados desde la D.O. Valdeorras en el que va de milenio”
Y, sobre todo, vamos a seguir demandando que se nos apoye en el campo de la promoción tanto o más de lo que se ha hecho hasta el momento. Se llevaron a cabo acciones magníficas en este sentido por parte de la Xunta de Galicia, por ejemplo. Acciones que desde Valdeorras aplaudimos, como puede ser la apuesta por la promoción conjunta en el exterior de todos los vinos gallegos a través de un organismo que agrupó a los consejos reguladores (Acruaga), sin implicar eso que las marcas de cada territorio amparado se diluyeran. Todas teníamos nuestro protagonismo pero fuimos de la mano a exhibir nuestros productos a ferias y foros internacionales de renombre en París, Londres o Amsterdam. Consideramos que ese es el camino que se debe seguir impulsando: la promoción es fundamental y juntos somos más fuertes porque los vinos gallegos, con sus diferencias y particularidades, son sinómino de calidad en todo el mundo. -¿Como valoras la evolución de las ventas de los vinos de la DO en el 2022 y como se está presentando la campaña 2023? Hace poco conocíamos que en 2022 se batió el récord de número de litros de vino calificados desde la D.O. Valdeorras en lo que va de milenio. Valoro el dato como la evidencia del buen hacer que está acometiendo el sector. El “boom” del godello y las nuevas bodegas que se instalaron en nuestro territorio amparado, junto al constante trabajo de las más antiguas y emblemáticas, y también de las pequeñas bodegas de corte prácticamente familiar, influyeron en este aumento del número de vinos calificados en el mercado y de las ventas. No olvido tampoco el relevante papel de las cooperativas y del amplio abanico de profesionales que conforman el sector. Además de los bodegueros, tenemos enólogos, viticultores, comerciales... Todos ellos hicieron posible que estemos en un momento dulce. Aún es temprano para valorar con plenitud la campaña de 2023, pero considero que vamos por el buen camino y que los datos del año anterior van a poder repetirse.

La D.O. Valdeorras lidera Galivino, una herramienta para certificar el origen de los vinos gallegos

El Consejo Regulador de la D.O. Valdeorras es la entidad encargada de coordinar el grupo operativo autónomico Galivino, que trabaja en el diseño e implementación de herramientas para certificar el origen de los vinos gallegos. Junto al C.R.D.O Valdeorras, participan en el proyecto la Agencia Gallega para la Calidad Alimentaria (AGACAL), a través de la EVEGA, la Universidad de Vigo y la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA). El proyecto cuenta con un presupuesto de 99.923,27 euros, de los que el 75% procede de fondos europeos. "Desarrollar modelos de predicción de origen en vinos de las denominaciones de origen gallegas que permitan evitar el fraude, garantizar la trazabilidad de la producción vitivinícola y poner valor las variedades autóctonas" constituye - según el presidente de la O. Valdeorras, José Luis García Pando, "el propósito final de Galivino".

Una demanda creciente

De hecho, el control de la calidad del vino y la veracidad de su origen representa "una demanda creciente" para muchos consumidores, abunda García Pando. Por este motivo, el proyecto Galivino propondrá nuevas técnicas y metodologías que permitirán certificar el origen de los vinos gallegos y proporcionar claves de diferenciación por denominación de origen, variedad de uva y cosecha. Todo esto contribuirá a "aumentar la competitividad" y "abrir nuevos mercados" para los vinos gallegos, concluye el presidente del Consejo Regulador. En este sentido, los objetivos específicos del proyecto Galivino son los siguientes:  Comprender las diferencias entre las características analizadas en los vinos, ya sean blancos o tintos, teniendo en cuenta la interacción entre las D. O., variedad de uvas y cosecha.  Obtener una base de datos con perfiles (huella dactilar) de vinos gallegos de diferentes denominaciones de origen.  Desarrollar e implementar una metodología rápida y efectiva y protocolos de toma de decisiones para autentificar el origen de los vinos gallegos y preparar un informe de resultados y recomendaciones.  Favorecer los vinos gallegos diferenciados con valor añadido.

Entidades beneficiarias

El proyecto Galivino tendrá en los bodegueros y viticultores a sus grandes beneficiarios. Pero también ayudará a optimizar el trabajo de los consejos reguladores y las denominaciones de origen; de los agricultores, de las empresas de explotación y transformación; de los centros de investigación y de las administraciones públicas relacionadas con la agricultura y el desarrollo rural.

Mil Ríos: El Godello que sabe a Galicia

Adega Terriña es un símbolo de la revolución que está experimentando el sector vitivinícola en la Denominación de Origen Valdeorras, con importantes grupos de capital gallego o foráneo que invierten en esta DO por la creciente demanda que está teniendo el vino Godello en el mercado. En este caso, el Grupo ViniGalicia, una familia bodeguera familiar con origen en Chantada, adquirió esta bodega en el año 2011, junto con 25 hectáreas de viñedo de las variedades Godello y Mencía. Hablamos con Juan Luis Méndez Rojo, gerente de ViniGalicia, que nos revela los secretos de sus vinos y las novedades que prevén sacar al mercado próximamente. El grupo ViniGalicia es uno de los más importantes de capital autóctono, con presencia en este momento en las 5 denominaciones de origen gallegas. En el año 2011 adquiristeis la bodega Terriña, en la DO Valdeorras. ¿Que os atrajo de esta Denominación de Origen? Nosotros, sobre todo con el Proyecto Méndez Rojo, lo que queremos es crecer a nivel nacional, ser una referencia de vinos gallegos en España elaborando en las cinco denominaciones de origen gallegas. Queremos que cuando un distribuidor, un restaurante, piense en vinos gallegos, en una marca de calidad, en definitiva, en una familia bodeguera, piense en nosotros. Queremos desarrollar el Proyecto Méndez-Rojo en ese sentido. Obviamente, queríamos empezar antes con un Godello, porque entendíamos que era más fácil en este momento hacer marca con un Godello que con un Rías Baixas o un Ribeiro, que realmente llevan mucho más tiempo y ya hay un buen número de marcas muy bien posicionadas en el mercado. Sin embargo, aunque de Valdeorras también las hay, no en tanta cantidad como en las otras D.O´s .
 “En Vinigalicia apostamos por la DO Valdeorras porque buscábamos un blanco de calidad como es el Godello”
En este sentido, apostamos más por la zona de blanco Godello justamente por eso, porque nos da un vino de calidad y nos permitía apoyarnos para crear marca en estos tiempos, que no es nada fácil porque realmente hay una competencia enorme en el mundo del vino. ¿Cómo fue la puesta en marcha de Adega Terriña? Bueno, nosotros llevamos desde 1940 en el mundo del vino y nuestra primera actuación dentro de una Denominación de Origen fue en Ribeira Sacra, donde la reina de las variedades es la Mencía. Cuando nos propusimos dar el siguiente paso, teníamos claro que queríamos asociar nuestro tinto a un blanco de gama también alta. Hace años que buscábamos algo en esa zona y tuvimos la suerte de poder comprar una de las bodegas más antiguas de la Denominación de Origen Valdeorras. Le cambiamos el nombre por Terriña y todavía estamos acabando de restaurarla. ¿El motivo? Justamente ese, acompañar a Vía Romana con un Godello de calidad, como es el Mil Ríos. El de Mil Ríos era un nombre que nos gustaba y es que en todo lo que hacemos siempre buscamos una raíz gallega, buscamos transmitir nuestra forma de ver Galicia por el mundo adelante. Somos un grupo muy exportador, estamos en 24 países, y Terriña es justamente para mostrar en España quiénes somos: somos Galicia, esta es nuestra acogedora terriña, y es una forma, -junto con el País de los Mil Ríos, que es el nombre del vino y es como llamaba Cunqueiro a Galicia-, de reivindicar lo nuestro y dedicar a nuestra tierra lo que hacemos. ¿Como son los viñedos en los que tiene su origen el Godello Mil Ríos? Terriña, aunque aún la estamos restaurando, es una de las bodegas más antiguas de la D.O Valdeorras. La bodega, situada en la localidad de Petín, está formada por 25 hectáreas de viñedo, donde se elaboran vinos amparados por la D.O Valdeorras. En los últimos años se ha realizado en la zona un gran esfuerzo para recuperar las variedades autóctonas, especialmente Godello y Mencía, y elaborar vinos de personalidad única. Las edades de los viñedos van desde los 5 a los 40 años. El mercado del Mil Ríos, tanto del Godello, del Mencía como del Mencía Barrica, por ahora es nacional pero poco a poco iremos avanzando en exportación. ¿Que aspectos diferencian a los vinos de Adega Terriña dentro de la DO Valdeorras? Pienso que la característica fundamental son nuestras uvas, ya que los viñedos se encuentran en la zona más occidental de la Denominación, con altitudes de 290 a 750 metros y suelos de muy diferente origen y composición, lo que imprime el mayor carácter diferencial a nuestro vinos. Por otra parte, ponemos en práctica distintos tipos de elaboraciones (maceraciones de uvas y mostos, crianzas,...), adaptadas a las características de cada uva y año, con los que, finalmente, los vinos de Terriña resultan diferentes. Se habla mucho de la incidencia del cambio climático en la viticultura. En ViniGalicia contáis con viñedos repartidos por todo el sur de Galicia. ¿También lo estáis notando? Si el cambio climático no va a más, para Galicia es fantástico. Sin ser enólogo, que soy economista, sí considero que nos ha venido mejor. Por ejemplo, en el caso de Ribeira Sacra, que es la D.O. en la que más tiempo llevamos con nuestra bodega Vía Romana, recuerdo que cuando empezamos las vendimias las hacíamos a principios de septiembre porque sobre el 20 empezaba a llover y en ese momento la madurez era la justa, pero era la lluvia la que nos obligaba a vendimiar en ese momento.
“Si el cambio climático es que haya más sol hasta mediados de octubre, para los vinos gallegos es muy bueno”
Sin embargo, en los últimos cinco años, salvo por alguna excepción, no hemos tenido problema en esperar a finales de septiembre o principios de octubre, con la madurez apropiada. Si esto se queda en donde está, sin problemas de heladas o pedriscos, si el cambio climático es que haya más sol hasta mediados de octubre, para nosotros es muy bueno. Además, creo que eso se ha notado en los vinos y Galicia ha experimentado una revolución que se ve claramente en su posicionamiento a nivel internacional, en la gama media-alta, y es porque estamos ofreciendo vinos que hace más de diez años aquí no se podían hacer.
“Vamos a sacar al mercado un vino rosado en Vía Romana, un mencía barrica en Terriña y nuestro primer albariño en Rías Baixas”
Sois una de las bodegas que más invierte en I+D. ¿En que proyectos estáis trabajando? Seguimos comprando viñedos en las Denominaciones de Origen de Galicia y siempre estamos con la necesidad de seguir creando y creciendo. Por ejemplo, sacaremos próximamente un rosado en Via Romana, nuestros vinos de guarda y en Terriña un Mencía Barrica, un dulce y nuestro primer albariño D.O. Rías Baixas que se llama Mar del norte. ¿Que fortalezas y debilidades detectáis en la DO Valdeorras? La gran fortaleza de la D.O es que ha sido escogida para vinos blancos de alta calidad que se están poniendo de moda y hace que la viticultura sea mucho mas rentable. Si tenemos control de costes y precios puede tener un futuro brillante en el segmento medio-alto. Adega Terriña, que está a restaurar o grupo ViniGalicia

Curso profesional de enoturismo en Valdeorras

La Asociación Empresarial de Valdeorras organiza un “Curso de Enoturismo: Creación, promoción y comercialización de producto enoturístico”. El curso, de 34 horas de duración, se impartirá entre los días 11 y 21 de junio en horario de 16:00 a 20:00 horas, de lunes a jueves. Los destinatarios son promotores, empresarios, empleados del sector enoturístico, personal de bodegas, diplomados en turismo, bloggers, prensa especializada y personas interesadas en iniciarse en el enoturismo. Será impartido por Mercedes González: Sumiller, asesora del proyecto-sumiller. formadora de Formadores y docente en cursos de enoturismo en la Junta de Castilla y León. Además, es gerente de Asesoría Gastronómica Membajadora, directora técnica de la revista “Vinos y Cultura” y presidenta de “Vitislucus-Expertos en Análisis Sensoriales y Enoturismo. El objetivo del curso es generar una bolsa de profesionales capacitados para cubrir los puestos que demanda el sector del enoturismo, que comprendan el funcionamiento de los destinos y estructuras turísticas y que desarrollen estrategias de comunicación con el uso de las nuevas tecnologías.

Contenidos:

- El turismo enológico: Concepto y evolución. - El sector turístico y el turismo enológico en España. - Perfil del turista. - Principales canales de distribución del turismo enológico - La comunicación en enoturismo. Uso de las nuevas tecnologías. Redes sociales como herramientas de comunicación. - El producto enoturístico: Concepto y tipos. Vinoterapia, Talleres de Cata, Talleres de Viticultura, Clubes de Cata, Talleres de Enología, Talleres de Gastronomía y Maridaje, Rutas del Vino.

Lugar de impartición:

Centro de Formación de AEVA Plaza Andrés de Prada, 2-1º 32300 O Barco de Valdeorras

Información e inscripciones:

Asociación Empresarial de Valdeorras Plaza del Ayuntamiento, 2 32300 O Barco de Valdeorras Teléfono: 988 321150 e-mail: aeva@empresariosdevaldeorras.com

Importantes cambios en los controles de la vendimia en Valdeorras

Esta vendimia las propias bodegas de la Denominación de Origen Valdeorras deberán asumir gran parte del control y la inspección del origen de la uva, la trazabilidad del producto y el cumplimiento de las cuotas de producción estimadas. Este trabajo de control lo realizaba hasta ahora el Consello Regulador, en colaboración con el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Ourense, pero las exigencias de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) obligan a estos cambios. La propuesta fue estudiada este viernes en el Pleno del Consello Regulador y es una exigencia de ENAC para lograr la acreditación, un requisito con el que ya cuentan 3 DO´s gallegas (Monterrei, Rías Baixas y Ribeira Sacra) y que Valdeorras persigue desde el año 2014. En este sentido, el presidente del organismo, José Luis García Pando destaca que este nuevo sistema de control no será nuevo en Galicia, ya que "diferentes consejos reguladores gallegos como el de las Rías Baixas o el de la Ribeira Sacra llevan ya a cabo de forma exitosa este nuevo sistema en sus territorios amparados". La filosofía fundamental de los cambios que se acometerán tiene que ver con que pasarán a ser las empresas vinícolas (bodegas) las que se responsabilicen principalmente de controlar e inspeccionar el origen de la uva y el cumplimiento de las cuotas. "Éstas serán también las encargadas de controlar sus proveedores en vendimia" y para eso "el Consello Regulador pondrá a disposición de los operarios los medios precisos para llevarlo a cabo". El nuevo sistema posibilitará a las bodegas "asegurar la trazabilidad del producto desde la uva hasta la botella". Al rematar el Pleno, el presidente de la D.O. afirmó también que próximamente se informará al por menor a todas las bodegas valdeorresas de los cambios en este campo. "La de hoy fue la primera reunión para tratar un asunto que va a ser desarrollado a lo largo de prójimos plenos, pues se trata de modificaciones con cierto grado de complejidad necesarias, en todo caso, para dar cumplimiento a los parámetros de ENAC", afirmó el máximo responsable del Consello Regulador. Actos promocionales Paralelamente, el Pleno del Consello Regulador aprobó la celebración de un acto promocional en A Coruña el próximo 2 de julio, que se desarrollará en el Hotel Finisterre con el objeto de por en valor el territorio amparado y sus productos. El evento incluirá la puesta en marcha de un showroom y la degustación de diferentes referencias de la zona "con el objeto de acercar nuestros vinos a los consumidores finales", segundo precisó García Pando. Junto a esto, en el último Pleno se informó de que entre los próximos 21 y 23 de mayo el Consello Regulador participará en la London Wine Fair de Londres. Serán el presidente y el director técnico del organismo los que viajen a la capital británica para liderar la comitiva de vinos valdeorreses que se darán a conocer en este relevante foro especializado. Finalmente, el Pleno conoció también que en el fin de semana del 26 y 27 de mayo un grupo de bloggers, periodistas especializados e influencers relacionados con el campo vinícola visitará diferentes bodegas valdeorresas en una acción promocional que lidera el Consello Regulador con el objetivo de divulgar los valores diferenciales de sus productos.

Fernando González: el vino del aviador que soñó con hacer el mejor blanco de Valdeorras

Elaborar el mejor blanco de Valdeorras a partir de la que se considera una de las variedades blancas como mayor posibilidades del mundo, como es la Godello. Este es el sueño de Fernando González, un piloto de aviación que, tras participar en Viña Somoza, hace tres años decidió poner en marcha su propia bodega, Viña Valdeiga, en A Rúa, junto al enólogo Manuel Costas. “Mi padre de niño me decía que tenía muy buena mano para el vino, y parece ser que estaba acertado. Fui aviador profesional y ahora me puedo dedicar a mi pasión, que es el vino”, resume Fernando. Y no va desencaminado: a pesar de la corta trayectoria de esta bodega, su Godello Fernando González 2015 sobre lías ya mereció el Baco de Oro a la nueva marca de la Unión Española de Catadores. “Elaboramos solamente Godello 100% y en esta bodega, situada bajo tierra y con una temperatura constante, vinificamos muy bien. Es un vinazo, está muy bien, y hay que beberlo y disfrutarlo”, afirma orgulloso. “El Godello es un blanco longevo, y a partir de los dos años en botella está expectacular” Manuel Costas, su enólogo y compañero en este proyecto, concuerda en que “nuestra marca diferencial es nuestro vino con Godello 100% de Valdeorras, que nos parece la mejor uva blanca del mundo, y con la que se puede llegar a elaborar un gran blanco”. Pero el vino se hace en la viña y las de Viña Valdeiga, con un edad de entre 30 y 40 años, expresan el terroir de Valdeorras: “Buscamos diversidad de terrenos: el granito de los viñedos de Seadur, en Larouco, aporta frescura, la pizarra de las laderas de A Rúa proporcionan más complejidad mineral y la arcilla de las zonas de valle de A Rúa dan matices afrutados”, resume Manuel. En total, las entre 40.000 y 60.000 botellas que están elaborando de su Godello 100% proceden de 3 hectáreas propias de viñedo que cultivan Manuel y Fernando y de otras tantas de viticultores de Valdeorras con las que mantienen una relación comercial de hace años. Tras elegir el momento óptimo de la vendimia y seleccionar las uvas, en Viña Valdeiga elaboran su Fernando González criado sobre lías. Lejos de asociarlo con un vino joven, Manuel Costas subraya que “el Godello es un blanco de larga duración en botella, y es precisamente después de 2 años en botella cuando alcanza mayor redondez en boca y su punto más alto de complejidad”. "El Godello es muy longevo, puedes descorchar botellas de 3 o 4 años y estar expectaculares”, añade. çLos expertos definen al Godello sobre lías de Fernando González como un blanco atípico, dotado de una complejidad inusitada. La nota de cata del portal especializado Vinissimus no deja lugar a dudas: “Combina con elegancia los aromas de manzanilla y de menta, y también los pétalos de flor blanca marchita. Tiene personalidad. En boca es graso, con muy buen volumen, sin pesar en absoluto, y tras una buena decantación muestra toda su complejidad, recreándose en unos sugerentes y a su vez sutiles tonos torrefactos que recuerdan a los frutos secos. Una magnífica acidez, un blanco para saborear y beber con placer”.
Vinissimus: “Es un blanco atípico, dotado de una complejidad inusitada”
Su mercado es principalmente gallego y en el resto de España, aunque con una creciente presencia en los mercados exteriores, que ya representan el 20% de las ventas de Viña Valdeiga. ¿Y en cuanto al futuro? “Nuestro objetivo es mantener la personalidad y calidad de nuestro producto. Seguir creciendo poco a poco y apostando por lo que nos diferencia: elaboramos vino monovarietal 100% Godello y de Valdeorras, que es lo que nos distingue del que se produce en otras denominaciones de origen”.

Cepado, una tradición de cuidado de los viñedos plasmada en el vino

Cepado es una bodega familiar de Rubiá, en la denominación de origen Valdeorras, que surgió en el 2008 tras una larga tradición familiar de cultivo del viñedo para la venta de uvas. Manuel Fernández, impulsor de la bodega junto a su hermano, llevaba una vida de tardes y fines de semana dedicados a la viñas cuando surgió la idea de que la familia creara su propia bodega. "El viñedo siempre había sido muy del gusto de mi padre, él es feliz trabajando allí y un día hablando entre nosotros, nos preguntamos por que no producir nuestro propio vino", recuerda Diego Fernández, hijo de Manuel y también implicado en el trabajo de la bodega. "Era una ilusión que teníamos y nos decidimos a elaborar el vino, en lugar de vender las uvas", cuenta. Cepado Black Edition. La bodega se aprovisiona de uva a partir de los viñedos propios, alrededor de 2,5 hectáreas, principalmente de godello, en un 80%, y también de mencía. Tienen fincas con cepas de godello de más de 30 años y cuando crearon la bodega, apostaron por hacer nuevas plantaciones con esta variedad. "En vinos blancos, el godello es una joya que tenemos", valora Diego. "Tiene prestigio a nivel nacional y posibilidades a nivel internacional". Orientación La producción de Cepado ronda las 11.000 botellas de godello, unas 10.000 de un godello joven y algo más de 1.000 de un godello sobre lías, el Cepado Black Edition, elaborado sólo con uvas de una parcela de cepas viejas y que se caracteriza por una buena orientación y una maduración excepcional. La oferta de la bodega se completa con un mencía joven, del que elaboran alrededor de 2.000 botellas. "La idea es hacer vinos de calidad que mantengan una misma línea a lo largo del tiempo. Al hacerlos siempre con uvas propias, sin comprar, podemos evitar altibajos, pues controlamos todo el proceso de producción y trabajamos siempre con los mismos viñedos", apunta Diego. Las viñas de Cepado se ubican en las laderas de Rubiá, a unos 500 metros de altitud, un enclave, sobre un suelo arcilloso calizo, que permite una "buena maduración" y unas "uvas sanas y ventiladas". El microclima de Rubiá fue clave este año para salvar casi toda la cosecha de las heladas tardías, que sí impactaron de lleno en las zonas de llano de la denominación. "Sólo tenemos una parcela en la zona de llano, que sí se vio afectada, pero el resto del viñedo estaba perfecto", destacan. Mercado Su mercado se orienta a la restauración y a tiendas gourmet, tanto de Galicia como de otras partes de España, caso de Madrid, Barcelona o Bilbao. Han realizado también operaciones puntuales con Japón y están trabajando ahora para posicionar sus vinos en otros mercados del exterior. Las buenas críticas y los premios que están recibiendo sus vinos son un espaldarazo para el trabajo de la bodega. "Este año obtuvimos dos terceros premios en la Feria del Vino de Valdeorras, tanto en blancos como en tintos, y tenemos también buenas valoraciones en la guía de vinos Peñín y en la de vinos gallegos de Luis Paadín", valoran.

“La Administración no se preocupó de ayudar a los viticultores de Valdeorras”

Tras casi dos años y medio fuera del cargo, y con dos presidentes de por medio, José Luis García Pando volvió el pasado mes de julio a ser elegido presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras. Este viticultor y bodeguero -con otros socios posee la bodega “O Casal”- ya ocupó el cargo entre los años 2006 y 2015. Su negativa a retirarle los expedientes sancionadores a más de 150 viticultores que se sobrepasaran en los límites de producción fijados en el reglamento, lo llevó a presentar su dimisión. Ahora vuelve al cargo con el apoyo de los vocales de la Asociación de Empresarios Bodegueros de Valdeorras, el Sindicato Labrego Galego y Viticultores Independientes de Valdeorras. ¿Cómo se presenta esta vendimia 2017 en la Denominación de Origen Valdeorras? Es una vendimia complicada por diversos motivos: porque lleva mucho adelanto con respecto a un año normal, complicada por las heladas de abril, porque hubo una sequía bastante considerable, que no está solucionada porque no llovió lo suficiente. Y también porque el granizo de finales de agosto también afectó a algunas partes de la Denominación de Origen y eso obligó a vendimiar rápido para evitar problemas. Es muy aventurado hacer previsiones de cosecha porque es muy desigual en las distintas zonas. Así, se pueden encontrar zonas donde el viñedo fue quemado por la helada y viñas perfectas y con una producción considerable. Este año si no fuera por la helada sería un año de récord de producción porque en los sitios donde no afectó hay mucha cantidad y calidad. ¿Cómo valoras las medidas de apoyo a los viticultores puestas en marcha por la Consellería de Medio Rural para paliar los daños de las heladas y del granizo? El gobierno de la Xunta de momento en Valdeorras no ha hecho absolutamente nada para apoyar a los viticultores ante las inclemencias meteorológicas. Cuando granizó el año pasado aquí, no le dieron un duro a los viticultores, pero en la Ribeira Sacra sí, a pesar de que afectó menos. Y lo mismo este año cuando heló y granizó, cuando parece que en el Ribeiro sí que van a dar ayudas en los ayuntamientos de Cenlle y de Castrelo de Miño.
“La Administración no se preocupó de buscar fórmulas para ayudar a los viticultores afectados por las heladas y el granizo”
La Administración no se preocupó de buscar fórmulas para ayudar a los viticultores ante una situación muy grave para un número muy importante de productores. Desde que se creó la Denominación de Origen de Valdeorras nunca recibimos una ayuda por un percance meteorológico, cuando el año pasado se pidió la declaración de zona catastrófica y este año también. ¿Te sorprendió tu elección como presidente de la Denominación de Origen? El presidente del Consejo Regulador no es una figura presidencialista que manda a su antojo, sino que fui elegido por la mayoría de los vocales del Consejo Regulador, y representando a un proyecto y a un programa para la Denominación de Origen. Se barajaron distintas personas y en este caso la mayoría del pleno consideró que fuese yo quien represente al conjunto del grupo. ¿Cuáles son los objetivos que te marcas para tu mandato? Los objetivos son claros, potenciar la marca Valdeorras, que se conozca en los más sitios posibles, sobre todo en los mercados potenciales para nuestro vino y seguir con la senda de promoción. Además, una DO es un organismo de control de la producción, de forma que el vino que se elabore aquí y tenga la contraetiqueta del Consejo Regulador sea elaborado únicamente con uvas procedentes de viñas inscritas en la DO. Control del origen, trazabilidad y realizar todo el labor promoción que se poda hacer son los objetivos principales.
 “Es imprescindible lograr la acreditación ENAC”
El otro gran reto es lograr la acreditación de ENAC, que quedó pendiente del anterior mandato y es imprescindible que la consigamos. Haremos todo el posible para que nos acrediten según esa norma de calidad y podamos tener así una seguridad jurídica. Es una norma de calidad a la que nos obliga Europa y la legislación vigente y parece que algunos no se quieren enterar de esta realidad. Hasta ahora las administración no tomaron medidas contra las Denominaciones de Origen sin acreditación ENAC y es evidente que a las pocas que no lo hagan algo les va a pasar. En Valdeorras no queremos estar en ese grupo, que nos puede suponer que incluso nos retiren la capacidad de elaborar vino bajo el amparo de la Denominación de Origen. Su dimisión como presidente del Consejo Regulador en el año 2015 vino motivada por su decisión de no retirar las sanciones a un grupo de viticultores que se habían excedido en el límite de producción fijado en el reglamento. El siguiente equipo directivo de Francisco García consiguió elevar estos rendimientos autorizados. ¿Piensa modificar este cambio en el reglamento? Cuando estuvimos gobernando, entre el año 2006 y el 2015, elaboramos un reglamento vigente hasta ahora, con producciones más limitadas. Sin embargo, sí tuvimos la salvaguarda de poder aumentar de forma excepcional en un año de gran cosecha un 25% los rendimientos máximos autorizados, que son las cantidades que aumentó de forma generalizada la anterior directiva. Creo que en la anterior etapa si se hubiera obrado con cabeza las limitaciones de producción no deberían ser problemáticas y cuando las campañas fuesen buenas en producción se podrían aumentar ese 25% los rendimientos. El problema es que se empezó a utilizar esa excepción de forma arbitraria y a discreción, y ahí comenzaron los problemas.
“Aumentar el límite de rendimientos del viñedo no es bueno a largo plazo”
En estos temas de limitación de los rendimientos debemos estar de acuerdo la inmensa mayoría, por que lo que no vamos a hacer es andar cambiando según quien gobierne. Si no hay ese amplio consenso es mejor dejar las cosas como están hasta que lo tengamos todos claro. Creo que los aumentos de producción no son buenos a la larga. Es cierto que en un momento puntual pueden suponer aumento de ingresos, pero si aumentamos demasiado la oferta bajan los precios. ¿Cuales deberían ser los límites de rendimiento para los viñedos en Valdeorras? El programa con el que nos presentamos a las elecciones tenía un punto muy claro: queremos que el kilo de uva Godello se pague por encima de 1,2 euros y el de Mencía por encima de 1 euro. Esto es clave porque de esta forma sabemos que para el viticultor le es rentable trabajar el viñedo. Queremos que un productor con una superficie relativamente pequeña le sea rentable trabajarla e incluso pueda vivir de ello. También que los precios no suban de forma excesiva pues provocarían que las bodegas tengan dificultades para comercializar el vino.
“Queremos que la uva Godello se pague por encima de 1,2 euros el kilo y de 1 euro en el caso de la Mencía”
En definitiva, que haya una proporcionalidad en el precio. Eso es un punto clave de nuestro programa y buscaremos un consenso, pero ante todo cumpliremos el programa con el que nos presentamos a las elecciones. En estos tres últimos años, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras vivió una situación convulsa, con nada menos que tres presidentes. ¿Cuáles son las razones de fondo de las discrepancias en el seno del Consejo Regulador? Por una parte debido a intereses sindicales y políticos, pero también a visiones encontradas de lo que es la viticultura y una Denominación de Origen. Es decir, hay un sector que piensa que todos somos buenos, que no hay que expedientar a nadie, y otros que pensamos que todos somos buenos pero cuando se demuestra que alguien hace las cosas mal hay que pararlo, porque eso nos perjudica a todos. Si no perjudicara a nadie sí que podríamos ser magnánimos.
“Hay un sector en el Consejo Regulador que no es partidario de expedientar. Yo sí, porque el que hace mal las cosas nos perjudica a todos”
José Luis García Pando, nuevo presidente do Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras. Fotos: Carlos G. Hervella : periódico O SIL ¿Comparte la opinión de algunos bodegueros y viticultores que defienden que los vinos de la zona del Bibei tengan una mayor diferenciación dentro de la DO Valdeorras? La zona del Bibei tiene un enorme potencial y en los últimos años se recuperaron muchos bancales por parte de bodegas que vieron la calidad que se produce en esos terrenos. En cuanto a diferenciar más los vinos de las distintas zonas de Valdeorras, es un debate al que le veo ventajas e inconvenientes y estoy abierto a abordarlo. Pero también hay que recordar que el reglamento del Consejo Regulador ya permite elaborar 6 tipos de vinos. Y la dificultad que se nos presenta al Consejo Regulador es poder controlar eso para ofrecerle al cliente las máximas garantías. Por eso, creo que si abrimos el abanico a subzonas, eso debe ser siempre controlable y controlado.
“Podemos abrir el abanico a subzonas pero siempre que sea controlable”
También quiero recordar que en Valdeorras tenemos una enorme riqueza de suelos, con variaciones importantes incluso cada 200 metros, y eso es algo que se traslada a las uvas y a los vinos. Es decir, en esta comarca tenemos la riqueza de tener suelos graníticos, de pizarra, calizos, de arrastre fluvial y arcillosos. Y la mezcla de uvas producidas en esos distintos tipos de suelos son la clave para la riqueza y la complejidad de los vinos de Valdeorras. Valdeorras está concitando en los últimos años el interés de bodegas de fuera de Galicia que se quieren asentar en esta DO. ¿Puede adelantarnos algún proyecto de implantación de nuevas bodegas? Sí hay bodegas interesadas pero prefiero no hablar mientras no se concreten en la realidad, porque normalmente estos procesos llevan años, hasta que las bodegas deciden comprar viñedos y poner en marcha su propio proyecto. La realidad es que si vinieron empresarios de fuera a interesarse por Valdeorras es porque vieron que los viticultores y los bodegueros de esta D.O ya llevaban años elaborando unos vinazos, haciendo las cosas bien y demostrando que podemos competir con cualquiera. En todo caso, que vengan proyectos de fuera siempre es positivo porque en algunos casos trajeron nuevas formas de elaborar y a veces suelen tener mayor capacidad comercializadora.

“Los vinos del Bibei son muy diferentes del resto de Valdeorras”

Llegamos una soleada mañana del mes de agosto a la aldea de Chandoiro, en las tierras altas de O Bolo, una zona que vive un auténtico boom de la viticultura en los últimos años tras la llegada de Rafael Palacios, que encontró un entorno único para la elaboración de vino en estos suelos graníticos de la subzona del Bibei, con un clima mediterráneo y azotados por el viento. Son las once pasadas y ya pica el sol en un verano donde la sequía no da tregua en esta zona. Encontramos a Juan Macías Prieto cerrando una finca donde el jabalí entró la noche pasada a catar las uvas por adelantado. “Sabe donde está la calidad y va a las de Godello”, bromea este viticultor, uno de los pocos que mantiene la actividad en esta aldea. ¿Cómo llegaste al mundo de la viticultura? Es algo que ya me viene de familia, desde pequeño trabajaba con mis padres en las viñas, unas 3 hectáreas, sobre todo de Garnacha y de Palomino Fino. Eran socios de la cooperativa Virgen de los Remedios de Larouco, y casi toda la uva iba para la cooperativa. Empecé profesionalmente en la actividad con veinte años, pero el salto fue sobre todo hace diez años cuando hice las nuevas plantaciones gracias a las ayudas de reestructuración y aposté por las variedades autóctonas, sobre todo la Godello, pero también la Mencía. Hoy en total cultivo unas 7 hectáreas de viñedo en diversas parcelas de la aldea de Chandoiro, en el ayuntamiento de O Bolo. ¿Viste claro cuando hiciste las nuevas plantaciones que el futuro en la DO Valdeorras estaba en las variedades autóctonas? Efectivamente, y sobre todo en la variedad Godello, que creo que es la que tiene más recorrido en el futuro. A día de hoy tengo plantadas 2 hectáreas de Godello y 1,5 hectáreas de Mencía, con unos diez años de antigüedad. Y luego de mis padres y de otros viñedos viejos cultivo 2 hectáreas de Garnacha, que rondan los 50 años de edad, y algo también de Palomino Fino. Las nuevas plantaciones las tengo en espaldera, lo que facilita el trabajo de aplicar tratamientos fitosanitarios y mejora el estado sanitario de la uva, mientras que las viñas viejas de Garnacha y de Palomino están en el sistema tradicional de vaso. En los últimos años parece que se está revalorizando la Garnacha Vieja, una variedad foránea, pero que antes estaba muy extendida porque era más productiva... Se está revalorizando porque la Garnacha produce una uva muy compensada, de forma que permite elaborar unos vinos con estructura en boca, mucho cuerpo y acidez muy compensada. Además, cuando se trata de cepas viejas la riqueza aromática es mayor, y compensa elaborar vino y no vender la uva. ¿Qué vinos elaboras y donde tienes tu mercado? De mis viñedos aproximadamente el 50% de la uva la vendo a bodegas de la Denominación de Origen Valdeorras y con el 50% restante elaboro mis propios vinos bajo lo marcha “Chan de Ouro”, en honor a esta aldea. Son dos monovarietales: “Chan de Ouro” Godello y “Chan de Ouro” Mencía, de los que en total elaboro unas 20.000 botellas que vendo a partes iguales en Galicia y en el resto de España, fundamentalmente en Madrid y en Barcelona. ¿En que se diferencian los vinos de esta subzona de O Bolo y del Valle del Bibei del resto de la D.O. Valdeorras? Se diferencian en que los vinos de esta zona son producidos fundamentalmente en suelos de tipo granítico, mientras que en el resto de la D.O predomina la pizarra. Pero también hay excepciones, y de hecho aquí en Chandoiro tengo viñedos con suelo de arena negra, de arena blanca, de pizarra, de barro blanco y de arcilla roja. Además, debido a la altura, aquí las maduraciones son mucho más tardías pero también mucho más aromáticas, porque la uva cuanto más tarde en madurar más aromas tiene.
“En O Bolo las maduraciones son más tardías y la uva tiene más riqueza de aromas”
Por lo demás, en esta zona no suele haber muchos problemas fúngicos, al ser parcelas en altitud y ventiladas, y con un máximo de tres tratamientos de cobre es suficiente. Por todo esto creo que los vinos de esta subzona del Bibei deberían diferenciarse más dentro de la D.O. Valdeorras. Antes la uva de esta zona no era valorada, y creo que es una lástima que tuviera que venir alguien de fuera, en este caso Rafael Palacios, para apreciarla y dar lugar a este boom de recuperación de la viticultura en esta comarca. ¿Cómo ves tu futuro como cosechero y el de la Denominación de Origen? Creo que el futuro de Valdeorras es seguir apostando por la variedad Godello. Para este año, en esta zona creo que se va a mantener la cosecha, pues si bien la helada afectó a una parte de los viñedos, en el resto la vendimia se presenta como muy buena tanto en calidad como en cantidad, aunque es cierto que la uva empieza a marchitarse y le falta líquido debido a la sequía. Como viticultor y cosechero, centraré mis esfuerzos en dedicar cada vez más uva a elaborar mi vino propio, porque las grandes bodegas tienen sus propios viñedos y cada vez dependerán menos de los viticultores. Por eso seguiré plantando, y apostando sobre todo por la variedad Godello. También me gustaría plantar alguna parcela de Merenzao, una variedad autóctona que creo que tiene un enorme potencial, tanto para elaborar vinos blancos cómo tintos.
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D’Berna, un siglo de tradición vitícola en Valdeorras

Las laderas de Córgomo, en Vilamartín de Valdeorras, tienen viñedos de la familia de Bernardo Guitián desde hace más de un siglo. Comenzó la tradición vitícola su bisabuelo y ya desde la época de su padre la familia se implicó también en la transformación de sus vinos. Toda esa trayectoria culminó en el 2009 con la creación de la propia bodega familiar, D'Berna, un proyecto centrado en trabajar 12 hectáreas de viñedos propios, cultivados en espaldera. La bodega, que dirigen Bernardo Guitián y su esposa Elena Blanco, produce alrededor de 120.000 botellas anuales, un 60% de godello y el otro 40% de mencía. D'Berna apuesta por el godello joven, un vino que está obteniendo buena acogida en el mercado y que también recibió distinciones en los certámenes vitivínícolas. Fue, por ejemplo, el primer godello de Valdeorras en la Cata de Vinos de Galicia 2016. "El godello es un vino en el que vemos que hay un interés creciente. Tenemos clientes que, después de descubrirlo, nos han dicho que en vinos blancos, consideran el godello el vino del futuro", destaca Elena Blanco. A mayores del godello joven, D'Berna tiene en el mercado un godello sobre lías y en mencía oferta también dos elaboraciones, el joven y un mencía criado en barrica. Este año, la bodega cuenta además con sacar por primera vez un monovarietal de sousón criado en barrica, con una tirada pequeña, a partir de 6 barricas de 350 litros. Viñedos Los viñedos que abastecen a D'Berna son en un 90% propios, de cepas que rondan los 30 años de promedio. Las uvas restantes se seleccionan de parcelas vecinas de Córgomo. El trabajo vitícola de la bodega se centra en buscar una producción equilibrada, apostando por la calidad y beneficiándose de la buena ubicación de sus tierras, situadas en la cara sur de una ladera, con buena exposición solar y brisas frecuentes. Ese buen emplazamiento favoreció que las viñas se hayan salvado este año de la helada, que afectó más a zonas de valle. Viñedos de la bodega. Las laderas de Valdeorras son consideradas por la bodega como una de las mejores ubicaciones posibles para la producción de godello, la uva que más identifica a la denominación. "En Valdeorras tenemos un clima marcado por una escasa humedad, que es algo que precisa la uva godello, con muchas horas de sol y una diferencia de temperaturas a lo largo del año que le aporta a la uva unos aromas y unos azúcares particulares, que no se obtienen en otras tierras", valora Elena Blanco. Mercados En los apenas ocho años que lleva en marcha, la bodega se abrió mercado principalmente a nivel de Galicia y de las grandes zonas de consumo del resto de España, como Madrid, Barcelona y las áreas turísticas de las Baleares, Canarias y del Levante. También cuenta con presencia internacional en países como Estados Unidos o Alemania.

Bodega Sampayolo: crowfunding para recuperar los viñedos centenarios de Valdeorras

Adega Sampayolo es una de las bodegas de referencia de la Denominación de Origen Valdeorras. Situada en el municipio de Petín, una de sus apuestas ha sido poner en valor los vinos elaborados a partir de cepas viejas que transmiten de una forma única el “terroir” de esta comarca. Su “Chaira de Ramiriño”, elaborado a partir de la uva de cepas centenarias de la variedad Garnacha, es fruto de una novedosa iniciativa de crowfunging o micromecenazgo. Las heladas que han arrasado los viñedos de Valdeorras, hacen que proyectos como este de apoyo social a los viticultores cobren si cabe más valor. La bodega fue fundada en el año 2002 por Javier García Arias con el respaldo incondicional de amigos y familiares. “Mi familia, desde mis abuelos a mis padres, llevaban haciendo vino toda la vida. Aquí en Valdeorras la viticultura es una tradición cultural muy arraigada y llegó un momento en que decidí dar el paso de una forma profesional”, explica. De sus 3 hectáreas de viñedos repartidos en más de 15 fincas por los municipios de Petín y A Rúa, así como de los viticultores de la zona que le suministran uvas, sacó al mercado la pasada campaña unas 25.000 botellas. El 20% de las variedades que cultiva son Godello, un 30% Mencía y el 50% restante Garnacha, una variedad foránea pero que, introducida a comienzos del pasado siglo XX, encontró en Valdeorras un entorno ideal por su resistencia a los veranos cálidos y secos y por la calidad de sus vinos. “Tenemos viñedos con cepas de Garnacha centenarias y reconozco que soy un enamorado de esta variedad porque cuando son muy viejas permiten elaborar unos vinos espectaculares, con una graduación alta, por encima de los 13 grados, y con mucha estructura y matices”, destaca Javier García.
“La Garnacha vieja permite elaborar unos vinos con mucha estructura y matices”
Precisamente de estos viñedos centenarios de Garnacha, la mayoría de los cuales se perdieron en los procesos de reestructuración vitícola de las últimas décadas, sale al mercado su edición limitada de “Chaira de Ramiriño”, en honor a la parcela que fue adquirida en 2015 mediante una novedosa iniciativa de micromecenazgo. En cuanto a la variedad reina de Valdeorras, la Godello, esta bodega elabora su “Godello Sampayolo”, un vino fruto de una selección de uvas de las viñas situadas en las laderas más soleadas de Sampaio, Seadur, Vilamartin y A Rúa. Fermentado sobre lías y reposado durante 7 meses en depósitos de acero inoxidable, sus notas de cata lo definen como “limpio y brillante amarillo dorado verdoso, con intensos aromas a fruta madura , marcadas notas vegetales y fondo floral”. También destaca su “Godello Sampayolo Barrica”, envejecido durante 4 meses en barricas de roble francés y americano al 50%, una pequeña obra de arte, de la que solamente salen al mercado unas 1.000 botellas, y en la que se ha logrado que el aporte de madera se integre con los recuerdos frutales propios de la variedad godello. Y en tintos, hay que citar su “Sampayolo Mencía”, envejecido en barrica y elaborado con un 95% de esta variedad autóctona gallega y un 5% de Garnacha, que según Javier García Arias “le aporta estructura y longevidad”. Futuro: incrementar la producción y ampliar la gama de productos a licores, aguardientes y vino ecológico En cuanto al mercado,  Adega Sampayolo vende el 60% de su producción en la Comunidad gallega y el 40% en el resto de España, fundamentalmente en Madrid, Barcelona, Canarias y Bilbao. Los planes de futuro de Bodegas Sampayolo S.L. pasan por conseguir ser cada vez más autosuficientes, produciendo más del 70% de la uva en sus propios viñedos; alcanzar una dimensión mínima, con una producción de 50.000 botellas anuales, y ampliar la gama de productos a licores, aguardientes y vino ecológico. “Lo más difícil es lidiar con la Administración, que para los que vivimos en el campo y de la agricultura nos obliga a dedicar casi la mitad del tiempo a trámites bucocráticos”, lamenta Javier García. “Pero seguiré en esto pues para mi la viticultura es algo vocacional y enormemente satisfactorio porque el vino es un producto vivo, que va evolucionando y que creas tu”, concluye.

Chaira de Ramiriño: una experiencia de micromecenazgo aplicado a la viña

Mecenas clavando una estaca al lado de su vid. En abril de 2015 Javier García lanzó una campaña de micromecenazgo en la plataforma lanzanos para reunir los 9.000 euros que le costaba adquirir una viña de garnacha centenaria en el municipio de Petín, llamada Chaira de Ramiriño. La iniciativa fue todo un éxito con más de 200 personas que decidieron colaborar, con aportaciones que fueron desde los 20 a los 100 euros. Y de ellos, alrededor de 50 se desplazaron hasta el viñedo para poner su nombre a una de las 600 cepas centenarias de la finca; gente procedente de diferentes puntos de la geografía española, pero también de Italia, Francia e incluso Brasil. Todos ellos recibieron en la pasada cosecha 2016 las botellas de garnacha vella “Chaira de Ramiriño”: un total de 1.970 botellas elaboradas a partir de los 1.450 litros recogidos en la pasada cosecha en esta finca emblemática de Adega Sampayolo. Los participantes están invitados a visitar el viñedo para apadrinar una cepa y reciben una botella de vino En la segunda edición, que se celebra este año participaron en la iniciativa de apadrinamiento un total de 214 personas, tanto a título individual como restaurantes, de Galicia y todo el territorio español, así como de Brasil, Francia o de Estados Unidos. “La cosecha de 2016 se vio bastante mermada por los ataques de mildiu en primavera, por lo que el rendimiento fue menor, y en el mes de diciembre, antes de Navidad, les enviaremos a todos los mecenas unas 1.000 botellas”, explica Javier García. «De lo que se trata es de invitar al mecenas o al amigo a continuar el proyecto; con la recompensa de que si siguen confiando en el proyecto, tendrán este vino en exclusiva. Además, todos los mecenas están invitados a visitar la viña de Chaira de Ramiriño y a clavar una estaca al lado de cada cepa con su nombre. Es como apadrinar una vid”, destaca este viticultor.
Las heladas que han arrasado los viñedos de Valdeorras, hacen que proyectos como este de apoyo a los viticultores cobren más valor
Este singular proyecto comenzó en 2015 con la recuperación de la finca, el abonado del terreno, y las podas en verde. «Estaban las cepas prácticamente muertas y ahora tienen bastante vigor», asegura José García. Después, llegó la segunda parte de plantación en 2016. «Allí donde no había cepa vieja, replantamos cepa de garnacha con el mismo clon de la cepa vieja. Está claro que la cepa nueva no va a dar la calidad de la cepa vieja, pero el día de mañana aquí seguirá habiendo garnacha vieja», destaca este viticultor. Las heladas que han arrasado la pasada semana buena parte de los viñedos de Valdeorras, también han afectado seriamente a los de Adega Sampayolo. En este sentido, Javier García relata que “en la zona de valle casi el 100% de los viñedos resultaron dañados, pero en esta parcela de Chaira de Ramiriño, como está en un terreno elevado y en pendiente, fue de las que mejor aguantó y diría que afectó al 50% de las vides”. Las previsiones para este año, son por tanto de un descenso considerable de la uva vendimiada en Valdeorras y también del vino que se repartirá entre los participantes en el mecenazgo de este viñedo. De esta forma, cobra más valor este ejemplo de iniciativa que logra implicar a los consumidores para que valoren todo el trabajo y la tradición que hay detrás de una copa de vino, apoyando a los viticultores en los momentos más difíciles.
 

José Luis Aristegui, un viticultor outsider

“Decidí que mi oficina sería un cielo abierto y pasar todo el tiempo posible en la viña, donde realmente me siento feliz”. Así resume José Luis Aristegui Anido su paso a viticultor profesional después de años trabajando como economista. El viñedo lo lleva en la tradición familiar, que se remonta más allá de su padre y de su abuelo, José Aristegui, viticultores tradicionales que vendían a granel sus vinos para toda la geografía gallega. “En 2011, cuando falleció mi padre, me vi en el dilema de dejar las viñas abandonadas o seguir manteniendo el patrimonio de mis antepasados, y fue lo que hice”, confiesa José Luis. En este proyecto personal empezó sacando al mercado 5.000 botellas y hoy ronda las 9.000 comercializadas, demostrando en estos seis años ser un cosechero fiel a la tradición pero dispuesto a arriesgarse para explorar nuevos caminos, incluso a contracorriente de lo establecido. La Garnacha Tintorera es el emblema identificador de esta bodega Cultiva unas 4 hectáreas repartidas en 15 parcelas, en las que el minifundio se impone con pequeñas fincas de entre mil y cinco mil metros cuadrados, otorgándole a las uvas de cada finca una singularidad propia. Los viñedos se localizan en los lugares de Pedrazais y Tras de Eirelas, en laderas soleadas de pizarra, arcillas y cantos rodados. En ellas cultiva las variedades Godello, la reina de la Denominación de Origen Valdeorras, Mencía, Brancellao, Caíño Longo y cepas casi centenarias de Garnacha Tintorera, “una variedad que cuando empecé los técnicos de la Xunta me recomendaron arrancar, y que hoy, gracias a que no les hice caso, es el emblema de mi bodega”. Como dice, “practico una viticultura sensata y respetuosa, en la que no trabajo con herbicidas ni con productos sistémicos”. Observa las necesidades de cada parcela y de cada planta, para lograr en la vendimia una uva sana, en un punto óptimo de maduración y con un grado de alcohol equilibrado. Y es que el cambio climático cada vez se está notando más en las laderas de Valdeorras, con olas de calor en el verano que pasifican la uva, llegando a los 16 grados alcohólicos en la Garnacha Tintorera.
“Practico una viticultura sensata y respetuosa”
El resultado de esta viticultura son unos vinos de autor originales y diferenciados. Así, bajo el amparo de la D.O. Valdeorras comercializa unas 7.000 botellas de José Aristegui Branco, un Godello fermentado sobre lías; José Aristegui Tinto, con la Mencía como variedad principal, y Traste, elaborado con uvas de cepas viejas de Garnacha Tintorera, la variedad que identifica a la bodega. Pero la inquietud y las ganas de explorar llevaron a José Aristegui a elaborar tres vinos fuera de la Denominación de Origen: Os Mecos Branco, a partir de uvas de Godello fermentadas con los ollejos en depósitos de cerámica; Os Mecos Tinto, con Garnacha, Brancellao y Caíño, y fermentación en depósitos de hormigón al estilo tradicional: con los ollejos y el raspón; y Xeo, un vino dulce elaborado a partir de uva congelada y prensada. “Son vinos rústicos, puros y directos, que me salieron del alma, y de los que el mejor prescriptor será el consumidor final”, subraya este outsider del vino, para quien formularse preguntas y arriesgar forma parte de su forma de entender al arte de la viticultura. “Vendo mi vino a un precio digno y trabajo con un concepto de mínimos gasto” El mercado de los vinos de José Luis Aristegui se sitúa en Galicia, donde vende alrededor del 60% de su cosecha, mientras que el 35% lo comercializa en las principales ciudades de España, y una pequeña parte en Inglaterra. Al miesmo tiempo sigue vendiendo a granel una parte de la producción a clientes particulares de su difunto padre. Una pregunta ineludible es si es rentable vivir como cosechero con pequeñas producciones: “Si. Vendo mi vino a un precio digno y trabajo con un concepto de mínimos gastos para hacer a la bodega viable económicamente, con un objetivo de llegar a un máximo de 13.000 botellas anuales”, explica José Luis. ¿Y cuales son los proyectos de futuro para este viticultor?: “Seguir tiendo inquietudes y pasar el máximo tiempo posible fuera del trabajo: es decir, en la viña”.

La cooperativa del Barco, un referente en la denominación de origen Valdeorras

La denominación de origen Valdeorras tiene uno de sus pilares en las cooperativas vitivinícolas, que concentran alrededor de la mitad de los viticultores y también un 50% de la producción total. Hablamos con una de las cooperativas, la del Barco, que nació hace ya casi 60 años bajo el nombre Bodega Cooperativa Jesús Nazareno, para conocer los vinos que está elaborando. La cooperativa del Barco cuenta en la actualidad con unos 325 socios, que trabajan una superficie de 250 hectáreas. Procesa cada año más de dos millones de kilos de uva, entre las variedades preferentes (godello en blanco y mencía en tinto), y las autorizadas (palomino, garnacha, etc.).
El Menciño, un monovarietal de mencía, se alzó este año con el Acio de Prata de la DO en la Cata Oficial de Viños de Galicia
Su gama de vinos abarca las múltiples posibilidades de Valdeorras. Desde los vinos más tradicionales, los plurivarietales, con marcas como Albar o Mozafresca, a las elaboraciones monovarietales con las dos variedades que más fuerza están cogiendo en la denominación en los últimos años, el godello y el mencía. Premios Su godello blanco, el Viña Abad, se ha alzado este año con el primer premio en blancos de la Cata Oficial de la Feira do Viño de Valdeorras. El premio se suma a la lista de galardones anteriores que ya había recibido la cooperativa, pero tiene un significado especial, pues sitúa a la cooperativa del Barco como una de las referencias de la denominación en calidad, no solo en volumen. Recepción de uvas durante la vendimia. Este fue un año de premios para la Bodega Jesús Nazareno, ya que en la Cata Oficial de los Vinos de Galicia, su Menciño, un monovarietal de mencía, se alzó con el Acio de Prata (segundo puesto) de los vinos de la DO Valdeorras. La bodega comercializa dos versiones premium de sus monovarietales, el Viña Abad Summum y el Menciño Summum, "Son vinos para los que hacemos una selección de uvas en búsqueda de las mejores calidades" -explica Alfredo Vázquez, el gerente de la coooperativa-. "Obtenemos así vinos de más estructura, más cuerpo y más florales", valora. Vinos de barrica Para los amantes de los vinos complejos, Jesús Nazareno ofrece un tinto de crianza, el Valdouro, elaborado a partir de uvas mencía y garnacha y con una permanencia de 12 meses en barrica de roble. Otra línea especial la protagoniza un godello fermentado en barrica, comercializado bajo la marca Aurensis. La cooperativa ultima ahora un nuevo vino que saldrá al mercado en breve, pero por el momento no suelta prenda sobre sus características. En cuanto al mercado, el gerente de la bodega subraya la buena salida que encuentran en general todos los vinos. Las ventas se centran en Galicia (70%), pero también hay demanda del resto de España (20%) y del extranjero (10%). "En Galicia, hay buena demanda para todos los vinos. Fuera, lo que más tira es el godello", destaca Alfredo Vázquez.

Ampliación de la producción

El futuro, desde la perspectiva de la cooperativa, pasa por ampliar producciones, dada la alta demanda que se percibe en el mercado para los vinos de Valdeorras. Para posibilitar la ampliación de la producción, resulta de importancia el aumento de rendimientos en la denominación de origen, un cambio que afronta sus últimos trámites administrativos. El aumento de rendimientos, de 10.000 a 12.000 kilos hectárea en las variedades preferentes, y de 12.000 a 15.000 en las autorizadas, entrará en vigor previsiblemente en los próximos meses. El cambio, que era demandado por viticultores y cooperativas, representa una adaptación de la normativa a las distintas realidades de la denominación: "Hay zonas de Valdeorras y plantaciones en las que será útil el cambio de normativa, ya que tienen potencial para producir esos volúmenes. En otros viñedos o zonas no habrá incrementos de producción", valora Alfredo Vázquez.

Bodega Roandi: vinos rosados y espumosos desde las laderas de Valdeorras

“Mi familia siempre estuvo vinculada con la viticultura y yo sentí esa llamada, porque trabajando en la viña soy una persona feliz”. Quien así habla es Rogelio Moral Calvo, un empresario de éxito en Suiza en los sectores de la construcción y de la hostelería que decidió, con el apoyo de la familia, retornar y seguir su llamada interior: recuperar los viñedos en su aldea natal, en Éntoma, en el ayuntamiento de O Barco de Valdeorras. La intención de Rogelio era plantar unos modernos viñedos y construir una bodega con las últimas innovaciones, inspirándose en las que había visto en sus viajes por Francia, Italia y Suiza. Lo primero, juntar el terreno para conseguir una superficie rentable, fue la tarea más difícil: “Partía de unos viñedos centenarios de mis abuelos Ángel y Delfina y tuve que ir comprando las parcelas a 150 propietarios distintos para poder juntar 18 hectáreas, !te imaginas el trabajo!”. Finalmente, en el 2005 fusionó las plantaciones heredadas con los nuevos viñedos, diseñados aprovechando las curvas de nivel del terreno. Nace así Bodega Roandi, acrónimo de los nombres de sus nietos (Rogelio, Ángel y Diego) que, junto con su hijo, José Luis, están incorporados a la bodega. En los viñedos, situados en bancales, practican una viticultura tradicional, con el mínimo empleo de fitosanitarios y con laboreo mecánico para no utilizar herbicidas. “Estamos en Éntoma, a 525 metros de altura, en unas condiciones óptimas para el cultivo de la viña, lo que reduce la incidencia de enfermedades fúngicas, de forma que como mucho tenemos que aplicar tres tratamientos al año”, destaca Rogelio. Las nuevas parcelas están plantadas al 50% con variedades tintas (Mencía, Sousón, Albarello y Tempranillo) y blancas, principalmente Godello, la variedad reina de la Denominación de Origen Valdeorras. Por encima de la moderna bodega, situada bajo tierra y equipada con las últimas tecnologías, han previsto plantar una nueva parcela de 3 hectáreas con las variedades Godello y Pan de Carne, una variedad tinta autóctona de la comarca y del occidente del Bierzo que en Bodega Roandi están dispuestos a poner en valor.
“Apuestan por la recuperación de la Pan de Carne, una variedad tinta autóctona de la zona”
En el año 2009 Bodega Roandi quitó al mercado sus primeros vinos que, en palabra de Rogelio, se caracterizan por “una marcada mineralidad que le dan los terrenos pizarrosos y arcillosos y con un equilibrio de acidez y alcohol que los hacen frescos y agradables en el paladar, ideales para acompañar una comida”. En total, de sus 18 hectáreas de viñedo producen unos 150.000 kilos de uva anuales, con unas vendimias regulares gracias a las buenas condiciones edafoclimáticas del terreno. De estos frutos salen al mercado algo más de 100.000 botellas anuales. Una amplia oferta de vinos diferenciados Bajo la dirección del enólogo Manuel Losada Arias, Bodegas Roandi destaca por ser una de las más innovadoras de la Denominación de Origen Valdeorras, apostando por la vendimia diferenciada por parcelas y por ediciones limitadas. Su gama más clásica la conforman el “Doña Defina Godello”, un homenaje a la matriarca de la familia, que transmite una rica variedad de sensaciones olfativas y en el paladar. El “Alento de Roandi” es un escalón más en esta diferenciación: vino varietal y expresivo que procede de cepas viejas de uva Godello, criado durante seis meses en barrica de roble y guarda de tres meses en botella antes de salir a la venta. “Bancales” es el vino más emblemático de la bodega: un coupage de un 85% de Mencía, siendo el resto las variedades autóctonas gallegas Sousón y Albarello. La crianza se realiza durante 6 meses en barrica de roble americano y francés, habiendo sido distinguido cómo uno de los mejores tintos de Galicia. “Flavia” es otra de las apuestas de Bodega Roandi por la diferenciación: se elabora con uva Mencía y un toque de Tempranillo, procedente de las nuevas plantaciones. La crianza, en barrica de roble americano, varía de los tres a los cinco meses, y también recibe un período de guarda en botella. El reverso lo encontramos en “Domus”, elaborado con uvas escogidas de Sousón, Albarello y Mencía procedentes de los viñedos más viejos, algunos de ellos ya centenarios. Recibe una crianza de 12 meses en barrica de roble americano y francés. Pioneros en la elaboración de vinos espumosos en Galicia Bodegas Roandi es quizás la bodega gallega que más apostó por los vinos espumosos, tanto en cantidad, como sobre todo en variedad. Este es el quinto año que estarán presentes en el mercado nada menos que con tres variedades: Brinde de Rosas, el primer espumoso rosado de Galicia, elaborado con las variedades Mencía y Albarello; Brinde de Éntoma, un espumoso tinto a partir de uva Mencía y de Sousón, y Brinde de Roandi, un vino espumoso blanco elaborado con uva 100% Godello. “En total, comercializamos 10.000 botellas de blanco, 5.000 de rosado y 2.000 de tinto, que suponen alrededor del 20% de la producción de la bodega”, explica Rogelio Moral.
“Brinde Reserva saldrá esta Navidad por primera vez al mercado”
En estos tres espumosos el proceso de fermentación y reposo dura alrededor de 12 meses. Sin embargo, para este año Bodega Roandi ha previsto sacar al mercado el primer Brinde Reserva, un vino espumoso con 3 años de guarda del que se pondrán a la venta unas 15.000 botellas. La oferta de Bodega Roandi se completa con el Doña Delfina Rosado, un coupage de las variedades Mencía, Sousón y Albarello. En cuanto al mercado, la mayor parte de la producción la comercializan en Galicia y en las principales ciudades españolas, pero también exportan a Italia y a Suiza. “La aceptación es muy buena, sobre todo del Brinde Rosado, y vemos que el de los vinos espumosos de calidad es un mercado en crecimiento, principalmente entre la gente joven, y ya no se limita a Navidad y a servirlo con las sobremesas”, destaca Rogelio. Diferenciación, innovación y tradición se conjugan en esta bodega familiar soñada por Rogelio en la emigración y en la que, a sus 66 años, asegura “espero poder seguir trabajando muchos años porque es donde me siento feliz”.
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Viños e escumosos de Adegas Roandi