La pasada semana se habló mucho en los medios de comunicación de los supuestos efectos contaminantes del ganado vacuno a raíz de la publicación del informe sobre el uso de la tierra y el cambio climático del IPCC, el panel internacional de expertos que asesora a la ONU en la materia.
La publicación del informe fue aprovechada de nuevo por grupos animalistas para atacar el consumo de carne y de derivados lácteos y poner el punto de mira especialmente en el vacuno de leche. Sin embargo, y como los propios expertos del IPCC se encargan de aclarar, “las vacas no son las responsables del cambio climático” y la ganadería de vacuno no es de las más contaminantes. Por no hablar de que la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero sigue estando en el transporte, en la generación de energía y en la industria.
La reacción por parte del sector ganadero en las redes tampoco no se hizo esperar a través de memes en las que, con humor, critican la criminalización de la actividad ganadera, lo que no hace más desviar la atención de las principales fuentes de contaminación.
He aquí una antología: