La carne gallega certificada con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vaca e Boi podrá estar en el mercado español a mediados del próximo año si se cumplen las previsiones en cuanto a su tramitación. Así lo anunció la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, en una reciente visita al matadero de Bandeira (Silleda), donde mantuvo una reunión de trabajo con los responsables de Ternera Gallega, promotores de esta IGP.
La obtención del sello a nivel nacional está prevista para inicios de la primavera del 2017, si bien los productores interesados ya podrán inscribirse en el sello a partir de octubre de este año. La tramitación a nivel europeo se demorará aproximadamente un año.
Con la puesta en marcha de este indicativo se va a mejorar la transparencia comercial y las garantías que se les ofrecen a los consumidores en cuanto a la calidad y al origen del producto. A medio plazo se prevé que se acojan a esta IGP alrededor de 10.000 explotaciones ganaderas. Las perspectivas de certificación se sitúan en las 30.000 canales y se espera que se comercialicen más de 10.000 toneladas de carne de vacuno mayor de calidad.
La reunión entre los responsables de Ternera Gallega y Medio Rural, el pasado viernes, ha servido para avanzar en la tramitación de la nueva IGP, que tiene por finalidad preservar y poner en valor la carne fresca procedente de las vacas y bueyes de Galicia. Este producto se obtiene de las principales razas existentes, que son la Rubia Gallega, Morena Gallega, Asturiana de los Valles, Limusina, Rubia de Aquitania y Frisona.
Carne refrigerada
Esta carne deberá presentarse refrigerada para cumplir con las normas de la IGP, sin que pueda ser congelada en ningún momento a lo largo del proceso de obtención y comercialización. La vaca se caracteriza por ser una hembra con al menos una gestación antes del sacrificio. El buey debe ser un macho castrado antes del año de vida y que supera los 48 meses de edad antes de ir al matadero.
Los animales deben nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y despiezarse en Galicia con el objetivo de preservar la especificidad y controlar las condiciones de obtención del producto. Cada fase constará de un etiquetado concreto.
Se establecerá un consejo regulador único para la indicación geográfica protegida Ternera Gallega y de la carne de Vaca e Boi, con el fin de mantener una relación entre estas dos IGP.