El alcalde de Curtis, Javier Caínzos, ha ido a ver los destrozos causados por los lobos en algunas zonas del municipio, en donde atacaron al ganado. En la noche del 13 al 14 mataron una oveja en la aldea de O Curro, en Santaia, y en la noche siguiente mataron a otra, sin que casi quedaran restos de ellas. Pudieron observarse huellas de los lobos en las zonas de paso por las fincas de maíz.
Santaia es una de las aldeas más afectadas, donde los ganaderos llevan denunciando esta situación desde hace años, así como la pasividad de la Xunta, según le volvieron a trasladar al alcalde curtiense.
Caínzos se comprometió a enviar este lunes un oficio a la Consellería de Medio Ambiente para que adopten medidas ante la gravedad de los hechos, las pérdidas económicas y la prolongación de los daños en los últimos años.
No es la primera vez que el Concello de Curtis se moviliza por este motivo. En el 2017, Caínzos mantuvo reuniones con la Dirección Xeral de Patrimonio Natural para trasladarle la preocupación del Gobierno local y de los ganaderos por las repercusiones de los ataques de los lobos a las reses, e insistió en la necesidad de buscar medidas que permitan compatibilizar la protección de esta especie con la actividad económica ganadera.
El año pasado, el regidor promovió una reunión con la conselleira de Medio Ambiente con distintos alcaldes de la comarca afectados, Sobrado, Aranga y Toques, donde Ángeles Vázquez les anunció una línea de ayudas económicas para paliar las pérdidas. En esa reunión también se comentó la necesidad de aumentar las batidas en las zonas más afectadas.