Los ministros de agricultura de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo sobre la nueva regulación de la agricultura ecológica. Las delegaciones lograron cerrar los dos puntos que seguían abiertos: la manera de actuar ante la presencia de sustancias no autorizadas en un producto ecológico y los controles periódicos a realizar en las explotaciones.
Sobre los residuos de fitosanitarios, finalmente se rechazó la idea propuesta por la Comisión Europea de fijar umbrales o límites máximos, para desclasificar de los orgánicos a los productos por encima de esos márgenes y dificultar la coexistencia en una misma explotación de producción ecológica y producción convencional.
El texto aprobado acepta la eventual presencia de esas sustancias en los productos ecológicos cuando sea fruto de una contaminación involuntaria -sobre todo por la existencia de parcelas cercanas cultivas en convencional-, algo que debe determinarse tras una investigación por parte de las autoridades competentes.
Sin embargo, las contaminaciones evitables impedirán que esos productos sean etiquetados como orgánicos.
Los estados con límites de pesticidas podrán mantenerlos hasta el 2020
El texto contempla, no obstante, la posibilidad de que los Estados miembros que cuenten ahora con umbrales puedan mantenerlos hasta diciembre de 2020, siempre que con ello no se prohíba, limite o impida la puesta en el mercado como orgánicos de productos de otros países.
Sobre los controles, se prevé que tengan lugar cada año sobre el terreno, pero que se puedan espaciar hasta los tres años en el caso de aquellas explotaciones para las que las evaluaciones de riesgo concluyan que no es necesaria una mayor frecuencia.
El siguiente paso para la aprobación definitiva del nuevo reglamento es el visto bueno del Parlamento Europeo, que todavía no se ha pronunciado, por el alto número de enmiendas (más de 350) introducidas al informe, que obligarán a retrasar su votación a septiembre.
La superficie dedicada a la agricultura ecológica en la UE se duplicó en los últimos diez años
En los últimos diez años se ha duplicado la superficie de la UE dedicada a producciones bio, que en 2012 alcanzaba los 10 millones de hectáreas. Según datos de la CE, los países con más extensión de producciones orgánicas son España (1,8 millones de hectáreas), Italia (1,1 millones), Alemania (1 millón) y Francia (970.000 hectáreas).
En Europa hay más de 186.000 producciones ecológicas, que ocupan unas 9,6 millones de hectáreas, es decir, el 5,4 % de la superficie agrícola.
El Gobierno español se muestra satisfecho con el acuerdo
Por su parte, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha señalado que España ha visto satisfechas la mayor parte de sus expectativas sobre la nueva normativa de producción ecológica,
La ministra ha indicado que el acuerdo avanza en algo tan importante para España como es que “las importaciones de productos ecológicos cumplan con requisitos similares a los que nos exigimos dentro de la Unión Europea”. García Tejerina ha incidido en la importancia de que las exigencias a terceros países sean similares a las de los productores europeos, ya que eso ofrece garantías a los consumidores de productos ecológicos y, al mismo tiempo, protege a los productores frente a la competencia desleal de terceros países.
Por otra parte, García Tejerina ha asegurado que “la sanidad en la agricultura resulta fundamental”. Por eso, la ministra ha defendido en el Consejo el mantenimiento de un buen estatus sanitario, tanto para la sanidad animal como vegetal. Para la ministra, esta cuestión es muy importante para países como España, que tiene una riqueza productiva fundamental.
“Es importante tener una cabaña y unos cultivos sanos para poder abrir nuevos mercados y para proteger nuestras producciones de la posible entrada de enfermedades”, ha recalcado.