La Lei do Solo de Galicia (Lei 2/2016) dejó una serie de incógnitas sobre la situación urbanística de las granjas y sobre sus posibilidades de ampliación. El sector entendía en un inicio que la Lei vetaba la ampliación de explotaciones en suelo de núcleo rural, si bien una instrucción publicada esta semana en el Diario Oficial de Galicia (DOG) por la Consellería de Medio Ambiente abre la puerta a que los Concellos con un planeamiento urbanístico en vigor permitan esas ampliaciones.
El sector considera insuficiente la medida. "Nos podemos encontrar con que hay Concellos, en los que la ganadería tenga peso, que sí adaptarán su planeamiento para autorizar ampliaciones de granjas en núcleo rural, en tanto otros que no tengan ese peso ganadero no lo harán" -advierte Óscar Pose, de Unións Agrarias-. "La solución tiene que ser global, no se puede hacer depender de la buena voluntad de un Concello", demanda.
Planes de mejora
La organización agraria cuestiona además la incertidumbre en la que se encuentran las explotaciones ubicadas en núcleo rural que solicitaron este año una ayuda de plan de mejora para ampliar instalaciones. "En septiembre tendrían que tener las licencias municipales de obra, pero si los Concellos tienen antes que adaptar el planeamiento para autorizar las ampliaciones de granjas en núcleo, no llegarán a tiempo", pronostica Óscar Pose.
Unións pide una solución global para las granjas ubicadas en núcleo rural y también demanda la posibilidad de mayores ampliaciones en suelo rústico. De acuerdo con la nueva Lei do Solo, las explotaciones ubicadas en suelo rústico podrán ampliar un 50% sus instalaciones, en tanto que con la anterior normativa no existían esos límites.