La plaga de la rata topo, detectada en Galicia por primera vez en el 2019, en la comarca de Triacastela, continúa sin estar bajo control. Unións Agrarias considera que hay un “abandono” de la Consellería de Medio Ambiente en la resolución del problema. “Pasaron más de dos años hasta que pusieron en marcha un plan piloto de ensayo, sin ir más allá, porque la fase de erradicación aún está sin concretar”, cuestionan.
La organización agraria considera que los ensayos para probar distintos métodos de control de la plaga llegan tarde. “Más allá de los trampeos experimentales que está haciendo personal de Tragsa, no hay estrategia ni presupuesto. Todo apunta a que la Consellería piensa dejar en manos de los afectados la instalación de trampeos”, critica Unións.
Otro punto de disconformidad está en la falta de ayudas para paliar los daños. Frente a esa situación, Unións pone el ejemplo de Asturias, que en el 2017 habilitó ayudas de 700 hectáreas en las praderas de siega y 380 euros en las de pastoreo para los ganaderos afectados por un brote de rata topo similar al de la montaña lucense.
La expansión del problema preocupa también en Lugo, pues si en el 2019 la plaga afectaba al entorno de Triacastela y de Becerreá, en la actualidad ya llegó a los municipios de As Nogais, Baralla, Cervantes, Folgoso do Courel, Navia de Suarna, Pedrafita do Cebreiro y Samos, según indica la organización agraria, que cifra la superficie afectada en unas 1.600 hectáreas.