Aída Rodríguez García es investigadora y coordinadora de proyectos en el área de gestión de recursos naturales del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor). Lleva más de 10 años trabajando sobre la resina y hoy en día es una de las mayores expertas en el sector.
En los últimos años ha estado inmersa en destacados proyectos como el grupo operativo Resinlab, aún en marcha; así como el proyecto interregional SustForest Plus, que se prolongó durante los últimos 4 años.
Con ella conocemos más detalles sobre estas iniciativas y sobre el sector de la resina en España.
-¿Cómo es el sector de la resina en España?
-El de la resina debería de ser un sector estratégico, es decir con planes y programas específicos, dentro de las políticas forestales tanto a nivel nacional como europeo, ya que se trata de una actividad tradicional, que crea empleo en el medio rural, alineada con las iniciativas de bioeconomía, economía circular y desarrollo rural. Así, tal y como ponen de manifiesto varios trabajos de investigación, la resinación es una actividad que proporciona beneficios socioeconómicos, ambientales y servicios sistémicos y que por tanto interesa promocionar e impulsar. Aunque la actividad resinera tiene menor tamaño que otras actividades forestales, es un sector vivo que crea empleo muy vinculado al territorio, como muy pocas profesiones logran hacerlo.
“La resina puede ser una forma de contribuir a la descarbonización”
-¿Es una actividad con futuro?
-El sector de la resina tiene una proyección interesante, ya que el producto obtenido es natural y renovable y cuyo principal competidor son los hidrocarburos. La resina puede ser una forma de contribuir a la descarbonización.
-¿Qué factores condicionan que el sector de la resina no esté más en auge en España?
-El sector acusa una serie de problemas como la inestabilidad asociada a las fluctuaciones del precio de la resina a nivel mundial y sobre la que no existe control. En años como este, en el que la resina está logrando precios excepcionales, todo el mundo quiere extraer resina, pero hay años en los que el precio de la resina cae y entonces se abandona la actividad. Somos muy dependientes de estas fluctuaciones. A nivel nacional se buscan medidas para estabilizar o amortiguar esas fluctuaciones, para que el sector no sea tan frágil; en especial en lo que a la profesión de resinero se refiere, ya que como es un trabajo relativamente precario, duro y poco reconocido socialmente, en cuanto el precio de la resina baja se abandona la profesión. Aunque España tenga unos montes resinables muy importantes, sin trabajadores que extraigan la resina de nada sirve.
-¿Qué motiva estas fluctuaciones tan importantes de precios?
-Europa representa apenas un 4% de la producción mundial de resina. Los principales productores son China y Brasil y los precios están condicionados por lo que suceda en esos países. El aumento del precio que se produjo en 2010 se debió a un cambio claro en China, ya que pasó de ser exportador a importar resina, lo que provocó un giro del mercado.
-¿Cuáles son los principales usos de la resina en España?
-La primera transformación que se hace de la resina se separa en colofonia y aguarrás. La colofonia se usa principalmente en adhesivos, gomas, colas, barnices, tintas de impresión y también incluso en usos alimenticios. En cuanto al aguarrás, se utiliza en disolventes, perfumería y cosmética, aromas, desinfectantes o pinturas.
“Se necesita incidir en la profesionalización del sector, mejorar la percepción pública que se tiene de esta actividad y aportar transparencia sobre esta actividad y las posibilidades de la resina”
-¿En qué aspectos es preciso incidir para mejorar el aprovechamiento de la resina producida en España?
-Desde el punto de vista del trabajador que extrae la resina habría que incidir mucho en la profesionalización de la actividad y mejorar la percepción pública que se tiene de esta actividad. También es necesario fomentar las agrupaciones, ya que es un sector muy atomizado. Además es preciso fomentar la mecanización para lograr mejorar la rentabilidad de la extracción.
Otro de los aspectos en los que se debe incidir es en aportar transparencia al sector para que se conozcan datos como el número de resineros, la superficie de monte en resinación o las toneladas producidas y transformadas de resina en España. Por otro lado, también es necesaria la puesta en valor del producto, dándolo a conocer al público general, de manera que el consumidor conozca en qué productos hay resina y las propiedades de esta. Falta mucho por hacer en visibilización y valoración del producto.
-¿Esta resina se queda en el mercado nacional?
-Hasta el momento prácticamente el 100% de la resina extraída en España se queda en la Península Ibérica. La industria de transformación española es importadora, compra toda la producida en España además de resina de otros países.
-En la fundación Cesefor estáis trabajando en proyectos nacionales como el grupo operativo Resinlab. ¿En qué líneas de investigación se centra?
-Con el Resinlab tenemos tres objetivos principales: En primer lugar trabajamos sobre la profesionalización del resinero, fomentando el cooperativismo y asociacionismo. También procuramos hacer un diagnóstico del sector en las 3 comunidades autónomas en las que trabajamos (Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura).
Otro de los bloques de trabajo es realizar ensayos en campo para testear las nuevas metodologías de extracción mecanizadas en bolsa cerrada, frente a la tradicional, para ver si se mejora la rentabilidad con la mecanización. Además, se está haciendo un monitoreo de los pinares para asegurarnos que la extracción de la resina no compromete la sostenibilidad de los pinos debido a los condicionantes climáticos.
La tercera parte del proyecto se centra en crear un observatorio de datos para incrementar la transparencia del sector y potenciar la transferencia del conocimiento.
-¿En qué fase del proyecto os encontráis?
-Nos encontramos a mitad de ejecución del proyecto, ya que terminaremos en abril de 2023 y en agosto de 2022 presentaremos los primeros resultados. En la primera parte se ha avanzado bastante, trabajando en las tres comunidades eligiendo poblaciones concretas en cada territorio para poder hacer un trabajo a pequeña escala y ver la realidad territorial, haciendo jornadas de participación con agentes del territorio. Hemos hecho un diagnóstico y ahora estamos implementando mejoras, como el impulso y acompañamiento de asociaciones de resineros en Soria, León y Guadalajara.
En la parte de mecanización ya se hicieron ensayos el año pasado y continúan en esta campaña. Por el momento, las producciones mecanizadas son más bajas que con la tradicional, ya que hay que mejorar el método.
En la tercera parte, aún estamos identificando a los expertos y recopilando la información. En los siguientes meses se creará una web donde volcar toda la información.
“Con el proyecto SustForest Plus se ha creado una Red Europea de Territorios Resineros y de parcelas de experimentación entre España, Francia y Portugal. Ahora falta que comiencen a movilizar al sector”
-A nivel europeo, desde la Fundación Cesefor también habéis estado involucrados en iniciativas como el SustForest Plus, en el que han participado España, Portugal y Francia y que acaba de concluir hace apenas unos meses. ¿Qué resultados habéis logrado en este proyecto?
-Este proyecto estuvo en marcha durante los últimos 4 años y Cesefor ejerció de coordinador. Todos los resultados de las iniciativas desarrolladas pueden consultarse en la web de SustForest Plus, pero entre los más destacados se encuentra la creación de la Red Europea de Territorios Resineros, una asociación con representación de los 3 países y de toda la cadena de valor. Ahora falta que esa red empiece a funcionar fuera del proyecto y comience a movilizar al sector. También se creó una red de parcelas de experimentación, que también es de vital importancia para ir impulsando el I+D+i en el sector. Además se creó una aplicación (ResinApp) para controlar la trazabilidad de la resina desde el monte a la fábrica, lo que será clave para la creación de un certificado de calidad, cuyas bases ya se han establecido dentro del proyecto y pueden consultarse en su propia web.
Proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 con un importe de 561.719,17 €, financiado con fondos FEADER en un 80 % y AGE en un 20 %.