Conseguir una buena fertilización de la pradera resulta vital para lograr buenas producciones. En una jornada desarrollada en Castilla por el Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl), Francisco Aranaz Jiménez, gerente de la firma navarra Aguirre Maquinaria Agrícola, uno de los fabricantes más destacados en Europa, incidió en la importancia de conocer bien el funcionamiento de las abonadoras de proyección, muy utilizadas en el campo, para optimizar el abonado.
En los últimos años, las abonadoras han experimentado una evolución destacada, incorporando diferentes elementos de automatización, que contribuyen a una aplicación más precisa y regulada; pero pese a los cambios y la incorporación de nuevos mecanismos para automatizar el abonado, las abonadoras siguen manteniendo elementos básicos como el chasis, la tolva, el grupo distribuidor y los elementos de regulación. Es en estos dos últimos en los que se han implementado las mayores modificaciones.
A pesar de las innovaciones que incorporan los modelos más modernos, el principio por el que se rigen sigue siendo el mismo que se utiliza en las abonadoras de proyección más convencionales. Así, aunque en función del modelo pueda contar con distintos elementos de regulación, para lograr un buen abonado debe tenerse en cuenta la fórmula general que proporciona el caudal, es decir los kilogramos impulsados por minuto, lo que permitirá efectuar un cálculo del abono necesario.
Para conocerlo debe multiplicarse el ancho de trabajo por la velocidad (expresada en kilómetros por hora), por los kilogramos aplicados en una hectárea. El resultado de multiplicar estos valores debe dividirse entre 600.
En las abonadoras las principales mejoras se han implementado en los sistemas de regulación. Se ha pasado de sistemas fijos, en los que se aplicaba la misma dosis de forma constante y regular a sistemas que permiten que todos los factores que intervienen a la hora de calcular el abonado puedan variarse para adaptarse a la finca. El objetivo con estas innovaciones ha sido buscar un abonado más preciso y adaptado a las necesidades del cultivo y a las diferencias que pueda haber en la parcela.
La principal innovación que han incorporado las abonadoras ha sido pasar de sistemas fijos a modelos que permiten regulaciones variables de la dosis para una fertilización de precisión
Las abonadoras más tradicionales cuentan con sistemas de apertura hidráulica y el flujo de kilogramos de abono que proporcionan por minuto es fijo; por ello todos los parámetros que intervienen en la fórmula de cálculo son también fijos, no se pueden modificar durante el trabajo de abonado. Los modelos más innovadores cuentan con sistemas de apertura eléctrica y con dispositivos de pesaje en continuo. Eso permite modular las dosis de modo manual o mediante GPS y trabajar con anchos de trabajo variables (corte de tramos).
Sistemas de regulación
Dado que los sistemas de regulación de las dosis de abonado son los elementos en los que más mejoras se han introducido, abordamos los diferentes tipos de sistemas para conocer las diferencias entre los principales modelos de abonadoras en el mercado.
Abonadora de caudal/ flujo constante
Son los modelos más tradicionales, ya que la regulación de la dosis se realiza mediante índices con varias posiciones, pero sin poder modificarlo durante el trabajo. Su apertura y cierre se lleva a cabo por cilindros hidráulicos de simple efecto. Dan siempre el mismo caudal, por lo que no podemos cambiar ni la velocidad, ni la dosis ni el ancho de trabajo durante las labores de fertilización.
Abonadora con regulación eléctrica
Este tipo de máquinas cuentan con una consola en cabina que permite modificar el caudal del fertilizante. La regulación se realiza mediante índices con varias posiciones. En este caso, la apertura y cierre es con actuadores eléctricos. Es un avance, pero seguimos con sistemas de caudal constante.
Abonadoras con caudal proporcional al avance clásico
Estas abonadoras tienen un caudal ajustado a la velocidad que registra el tractor. El ordenador en cabina permite programar todas las variables. Además, el sistema de apertura y cierre es mediante actuadores eléctricos. La modulación de las dosis es manual y es preciso realizar una calibración previa. El caudal es variable para no tener que circular siempre a la misma velocidad de avance.
Abonadoras con caudal proporcional al avance y pesaje continuo
A diferencia de las abonadoras con caudal proporcional al avance del tractor clásico, en este tipo de máquinas el pesaje se realiza de forma continua y sin ser necesaria una calibración previa. El ordenador de la abonadora detecta la densidad del abono y se ajusta para distribuir siempre la cantidad programada.
Abonadoras con sistema ISO BUS
Bajo este protocolo podemos, desde la pantalla GPS del tractor, controlar todas las funciones de la abonadora.
Es necesario que el modelo de pantalla GPS y tractor estén equipados con estos dispositivos para que la abonadora funcione correctamente.
La abonadora funciona con sistemas de caudal proporcional al avance, versión pesaje en continuo. Las aportaciones sustanciales de este sistema de regulación es se pueden hacer anchos variables (TC en terminología anglosajona) y dosis variable según un mapa de prescripciones (VRC en terminología anglosajona). Evidentemente la consola GPS debe estar habilitada para ello.
Ajustar el abonado en los bordes de las parcelas
Uno de los retos para realizar un correcto abonado de la parcela es conseguir que este sea uniforme y evitando las pérdidas y solapes de abonado en los bordes del predio. En Aguirre apuntan dos tipos de soluciones para estas zonas. Por una parte, se puede optar por sistemas que trabajen justo por el borde, o bien con abonadoras que incluyan mecanismos para regular el abonado y trabajar separado del borde.
En el caso de las abonadoras que trabajan justo por el borde se incluyen sistemas de deflectores de borde, de manera que se reduce la dosis del disco derecho. “Este sistema está pensado para fertilizar el borde del campo hacia el interior de la parcela manteniendo la dosis programada en todo el ancho de trabajo”, explica Aranaz.
En el caso de las abonadoras cuyo sistema se basa en trabajar alejados del borde para reducir las pérdidas de fertilizante, el ajuste debe realizarse o bien manualmente o desde la consola en cabina.
[box style=”0”]
La importancia del manual de instrucciones
Para conocer bien el funcionamiento de los equipos de abonado y lograr una optimización de la fertilización, Aranaz insiste en la importancia de tener presente las indicaciones recogidas en el manual de instrucciones del apero. Además, el manual debe contener información relevante para cada tipo de fertilizante. “Es necesario que el fertilizante que utilizamos tenga su regulación de ancho de trabajo y dosis en el manual, para que se pueda identificar con facilidad”, señala Aranaz.
Además, para que el manual resulte de mayor utilidad también debe incluir una tabla de caudales de cada fertilizante y una tabla de anchos de trabajo en la que se indique el ancho y la posición del dispositivo. “Es importante que tanto la tabla de caudales como el ancho de trabajo sean fácilmente programables”, apunta el experto.
[/box]