Español
Víctor y Tino, en el nuevo establo de producción construido en Señoráns (Vimianzo)
El Grupo Lence
Grupo Lence, grupo familiar dedicado a la alimentación desde 1975, es la única empresa gallega entre las 10 productoras lácteas más grandes de España. Este es un dato muy relevante teniendo en cuenta que Galicia produce más del 40% de la leche que se produce en el país. A través de sus marcas Leche Río de Galicia y Leyma, Grupo Lence solo recoge leche en Galicia. Es la segunda empresa que más recoge en Galicia y la única entre las cuatro primeras que recoge el 100% en la comunidad. Además, es la única compañía entre las cuatro primeras lácteas españolas que es gallega.
El activismo por el rural de Grupo Lence con las ganaderías, la economía rural y la lucha por mantener la soberanía alimentaria es total y, por ese motivo, funciona como empresa tractora impulsando diferentes proyectos dirigidos a fomentar la innovación en toda la cadena de valor. Por ejemplo, la compañía encabezó la propuesta del PERTE Agroalimentario del sector en Galicia.
Apoyo a la modernización del sector
En Señoráns, en el ayuntamiento de Vimianzo, una espectacular nave metálica de color negro sobresale por su diseño vanguardista. Es el nuevo establo de la ganadería Os Loureiros, que está ultimando su construcción y equipamiento para poder trasladar el ganado para ella.
Víctor Lavandeira Pereira y Celestino Pose Velasco, los dos socios de esta explotación, se decantaron por este modelo de construcción después de un viaje por Holanda. Buscaban una instalación abierta y ventilada que ofreciese el mayor confort a sus vacas y comodidad también en el trabajo diario para ellos y sus empleados.
La nueva edificación destaca por su estética diferente, pero también representa una apuesta por una ganadería moderna donde la tecnología sea la protagonista junto con el cuidado del medio ambiente, la eficiencia energética y la integración en el entorno en el que se ubica.
La integración en el paisaje, la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental han sido aspectos tenidos en cuenta, pero también la funcionalidad de la granja
Uno de los aspectos que han tenido en cuenta a la hora de construir el nuevo establo ha sido precisamente la sostenibilidad desde el punto de vista ambiental, pero también la funcionalidad de la granja desde un punto de vista práctico, creando un ambiente confortable tanto para los animales como para las personas que trabajan en ella, un total de 13 en este momento contando a los dos socios.
Visión empresarial
“Con las nuevas instalaciones buscamos mayor comodidad para el ganado y poder crecer empresarialmente”, destaca Tino. La nueva nave tiene capacidad para 617 vacas adultas, contando las que están en producción y las secas, el doble de las que están ordeñando hoy en día.
Los objetivos de Tino y Víctor son claros: mejorar la eficiencia de la producción, el bienestar animal, las condiciones de trabajo, así como la rentabilidad de la explotación
Después de más de 40 años en el lugar de Reparada, han optado por cambiar de ubicación, a una finca ubicada a unos dos kilómetros y medio del antiguo establo. En la nueva nave han construido instalaciones para las vacas en producción y para las secas, además de silos y una vez efectivicen el traslado pretenden reformar la nave vieja para albergar a la recría.
“Empezamos con el proceso burocrático en el año 2020 y estamos finalizando la obra y acabando de instalar los distintos sistemas para hacer el cambio este año”, avanzan. En la última campaña ya hicieron el ensilado en la nueva ubicación en previsión precisamente de mudarse para Señoráns.
Una granja como esta no tiene por que ser más contaminante que otra más pequeña pero más antigua, más bien al contrario
Su intención de seguir incrementando el volumen de producción de leche de cara al futuro se ve sin embargo limitado tras la aprobación del tope de 850 UGM fijado en el Real Decreto de Ordenación de Granjas de Vacuno.
“Cuando nosotros comenzamos con este proyecto no se había aprobado esa normativa y el establo está dispuesto en la finca para el día de mañana poder hacer al lado otro establo exactamente igual a este, pero eso en este momento ya no es posible desde el punto de vista legislativo, algo que para mí no es lógico, porque una granja como esta no tiene por que ser más contaminante que otra más pequeña pero más antigua, al contrario”, asegura Tino.
Apoyarse en la tecnología para ser más eficientes
Zona para vacas secas en el nuevo establo
Junto con la modernización del establo, otro de los objetivos que persiguen con la nueva granja es la digitalización de los procesos. Van a cambiar los actuales podómetros por collares de monitorización de las actividades del ganado, como apoyo en la toma de decisiones para la mejora reproductiva y la prevención de enfermedades, gracias a parámetros como la detección de celos o las alertas de caídas de rumia. “Queremos pasar de pensar en el rebaño a hacer un control más individual de cada animal”, indica.
Cuentan con puertas selectoras a la salida de la sala de ordeño para separar animales para inseminar o tratar
Este tipo de tecnologías también les van a permitir hacer más fácil el manejo del ganado, mediante por ejemplo la instalación de puertas selectoras a la salida de la sala de ordeño, lo que les va a facilitar las tareas de separación de animales para realizar inseminaciones, revisiones de gestación o aplicación de tratamientos.
A nivel agrícola, disponen de maquinaria de precisión, con autoguiado por GPS y dosificación variable para la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes, lo que les permite reducir el uso de insumos y de combustible y proteger el medio ambiente al tiempo que mantienen una buena producción forrajera.
Sala rotativa de 50 puntos de ordeño
Sala rotativa de 50 puntos, con la que buscan reducir los tiempos de ordeño
En la actualidad están ordeñando 330 animales tres veces al día en una sala de 16 puntos pero la nueva nave cuenta con una sala rotativa de 50 puntos, con la que pretenden agilizar esta tarea a pesar del aumento en el número de animales en producción.
Nos decidimos a hacer el nuevo establo porque la densidad animal que teníamos ya era desmesurada
«Cuando hicimos la sociedad Víctor y yo, hace ahora 17 años, estrenamos una sala de ordeño trasera ocho doble. Teníamos en aquel momento 72 vacas y desde entonces fuimos creciendo paso a paso hasta llegar a estar ordeñando más de 250 vacas y fue cuando nos decidimos a hacer el nuevo establo, porque la densidad animal que teníamos ya era desmesurada”, reconoce Tino.
Con el diseño de la nueva granja buscábamos una instalación abierta y ventilada que ofreciese mayor confort a las vacas
Junto con la ampliación del número de plazas, tanto de comedero como de camas, una mayor anchura de los pasillos y un mayor tamaño de los cubículos, la ventilación será otro de los aspectos de la nueva nave que va a redundar en un mayor bienestar del ganado.
Las camas de descanso de los animales serán de arena en el nuevo establo, una decisión que tomaron pensando en lo que es mejor para las vacas. “Somos conscientes de los problemas que acarrea la gestión de la arena en el pozo del purín y el mayor desgaste que provoca en las instalaciones pero a nivel higiénico y de salud de ubre y patas en las vacas no hay nada mejor en este momento”, asegura Tino.
Organización del personal
Os Loureiros da empleo a 13 personas para cubrir los turnos necesarios para hacer tres ordeños diarios
En la nueva nave seguirán manteniendo los tres ordeños diarios, algo a lo que Tino le ve ventajas: “Ya no solo es por el aumento de producción, que también, o por aspectos sanitarios relacionados con la reducción de la presión sobre el ubre de las vacas, que también, sino sobre todo por organización del trabajo”, dice.
“Ordeñar tres veces te permite compaginar mejor los turnos del personal, ya que puedes hacer turnos continuos rotativos, algo que ordeñando dos veces al día es más difícil de hacer”, asegura. «Nuestros empleados trabajan de media 4 días y medio a la semana, porque una semana trabajan 3 días, otra 5 días y otra 6 días y después vuelven a empezar y los grupos se van intercambiando en los horarios, o bien están de mañana o bien de tarde”, explica.
La tecnología no ahorra personal y obliga incluso a que esté más formado, pero permite focalizar más los esfuerzos
Ante las dificultades para encontrar mano de obra, habitual en la mayoría de las granjas que necesitan un volumen importante de empleados, como es su caso, Tino no cree que la tecnología sirva para ahorrar personal, obligando además a que esté más formado, pero considera que permite “focalizar más los esfuerzos en aquellos aspectos relevantes en los que el factor humano es clave”.
Defiende además que la modernización de las explotaciones pasa por introducir la robotización en determinadas tareas. Por ejemplo, la alimentación de las terneras de recría la realizan en este momento mediante taximilk pero tienen intención de instalar amamantadoras cuando realicen la reforma del establo viejo para la recría.
Un cuarto de siglo entregando la leche al Grupo Lence
El bienestar animal es una de las prioridades de esta explotación
La estructura actual de Ganadería Os Loureiros surge en el año 2006 de la fusión de las granjas que mantenían las familias de Tino y de Víctor. “La historia de la explotación arranca año 1979, cuando mis padres empezaron a producir leche con 12 vacas”, recuerda Tino. En el año 1988 se hizo un nuevo establo y partir del 2004 empieza a trabajar ya Víctor en la granja, primero como obrero, para dos años después pasar a ser socio.
Desde hace 25 años la leche que producen es entregada al Grupo Lence para su transformación. La media de producción es de 42-43 litros y su objetivo es mejorar los niveles actuales de sólidos, tanto de grasa como de proteína, un aspecto hacia el que están enfocando la selección genética de la granja.
Los socios iniciales de la granja eran los padres de Tino y los de Víctor
Ganaderia Os Loureiros destaca sobre todo por la producción vitalicia de sus vacas. La longevidad de los animales, sumado a una tasa de reposición baja, les ha permitido crecer en número de cabezas en base a la recría propia todos este años.
“La recría la hacemos nosotros también, pero hace dos años, cuando empezamos a emplear mucho semen sexado para incrementar el número de terneras, pensando en llenar la nave nueva, tuvimos que tomar la decisión de externalizar una parte de la recría enviando animales a centros de recría por no contar con instalaciones suficientes para todos ellos, enviando novillas a centros de recría como el de Cowvet en Valencia, donde en este momento tenemos 66 animales”, explica.
Con la selección genética buscamos calidades, longevidad y producción y desde hace cuatro años estamos afinando más el tiro en esos objetivos
Otra de las claves de la rentabilidad de la explotación es su autosuficiencia en la alimentación del ganado. Trabajan 180 hectáreas de terreno, de las que labraron a maíz el año pasado 160. Realizan la mayoría de los trabajos agrícolas con maquinaria propia, excepto la picadora y el transporte del forraje hasta los silos, que es una contratación externa. En cuanto a los concentrados para la alimentación de los animales, se los suministra Agrosoneira, la empresa propiedad de la familia de Tino, que cuenta con fábrica de piensos propia.
