La producción y consumo de productos lácteos es uno de los principales pilares agroganaderos dentro de la Unión Europea. De ahí que los productores e industriales ligados a la leche definan líneas conjuntas para seguir apuntando el beneficio que supone el consumo lácteo. Por otra parte, el propio sector es consciente del descarte de alimentos en la UE en todo el proceso que va desde lo campo al súper. Esto último hace que el sector lácteo, con todo el peso que tiene dentro de la UE, insista en su compromiso de reducción en la pérdida de productos alimentarios en la Unión Europea.
Expertos de referencia han participado este martes en el II Foro Lácteo bajo el lema «Nutrición, desperdicio cero y sostenibilidad en el sector lácteo», convocados por la Organización Interprofesional Láctea (InLac) en el Instituto Cervantes de Bruselas, en el marco de la campaña “Cuenta con los productos lácteos europeos”, cofinanciada por la Unión Europea.
Este año, el encuentro estuvo centrado en la prevención del desperdicio alimentario y los buenos usos en la cocina, sin olvidar las bondades nutricionales y saludables de leche, yogur y queso. El presidente de InLac, Daniel Ferreiro, ha abogado por la información veraz sobre el sector y sobre los alimentos lácteos, con el objetivo de que “la sociedad en su conjunto pueda conocer de primera mano, con total honestidad y transparencia, todo lo que hay detrás de un vaso de leche, un yogur, una porción de queso…. Porque hablamos de alimentos nutritivos y saludables. Y también con efectos positivos para el medioambiente y para la dinamización del medio rural en su conjunto”.
“El sector lácteo puede presumir de unos métodos de producción que cumplen con la normativa más estricta del mundo en lo que se refiere a calidad, trazabilidad, seguridad alimentaria, bienestar de los animales y compromiso con la sostenibilidad de la actividad y con la lucha contra el desperdicio alimentario”, ha remarcado Ferreiro.
A su juicio, “las ganaderías europeas, en su inmensa mayoría de carácter familiar, son un motor de desarrollo y de revitalización para las zonas rurales. Y las industrias lácteas, las principales fábricas con las que cuentan muchos de nuestros pueblos”. “Su presencia contribuye a mantener vivas las zonas rurales fijando población y creando empleo”, ha concretado el presidente.
La directora gerente de InLac, Nuria María Arribas, ha incidido en que la sostenibilidad del sector “es un compromiso que hemos asumido y nuestra hoja de ruta, nuestros trabajos diarios, convergen hacia ese objetivo de producir más con menos, siendo cada día más respetuosos con el medio ambiente y asegurando la soberanía alimentaria”. “Porque no olvidemos -ha apostillado Arribas- que la población mundial crece exponencialmente y tendremos problemas de producción de todo tipo de alimentos con recursos cada vez más escasos, como agua, pastos y tierras”.
En su opinión, “hablar de sostenibilidad es hacerlo de la lucha contra el cambio climático implica y, asimismo, de la prevención del desperdicio alimentario”. Según datos de la FAO, “si aprovecháramos la comida que actualmente se desperdicia, podríamos alimentar a más de dos mil millones de personas y combatir los problemas de acceso a la comida a nivel global”.