AIRA cumple estos días casi 9 meses de su andadura oficial como cooperativa de primer grado, agrupando a un conjunto de cooperativas ( Icos, Agris, Cogasar o Coelplan) cuyos socios decidieron dar el paso de integrarse en una sola entidad.
En este momento esta cooperativa de primer grado, la más grande de Galicia, agrupa a 2.537 socios, de los que tienen un volumen de actividad significativo 2.100 y a algo más de 1.200 explotaciones de leche como actividad principal.
Su director general es Daniel Ferreiro, ya conocido previamente por muchos de los socios por dirigir desde sus comienzos la fábrica de piensos de AIRA en Taboada, uno de los referentes de éxito del cooperativismo gallego, y que como él mismo reconoce, facilitó el proceso de integración posterior.
Hablamos con Daniel Ferreiro de aquellos aspectos que le preocupan al socio: desde cómo se está valorizando la leche a través de Dayrilac, la planta de Melide en la que AIRA posee el 70% del accionariado, de las previsiones de precios del pienso o de si se van a incorporar nuvas cooperativas.
AIRA cumple ahora algo más de un año del proceso de integración. ¿Qué balance hace de estos primeros pasos?
Es cierto que las asambleas de las cooperativas integrantes aprobaron la integración el 30 de junio del pasado año, pero en realidad el proceso de confluencia oficialmente se produjo a partir de 1 de enero de este año, cuando ya figuramos como una sola sociedad. Por lo tanto, llevamos 8 meses y medio empujando en una realidad.
Se está produciendo el proceso de integración en AIRA a la velocidad que se preveía. Hubo cosas que se resolvieron mejor y más rápido de lo que creíamos. Soy una persona muy exigente conmigo mismo y me parece que quizás deberíamos haber hecho más cosas. Pero objetivamente, a nivel societario hicimos las cosas bien, todos los servicios funcionan correctamente y, entre comillas, no rompimos nada.
Desde el punto de vista de volumen de actividad y económico crecemos, y eso refleja que las cosas las vamos haciendo bien. Desde el punto de vista de comunicación, tanto de presencia en los medios generales, de nuevas redes sociales, como comunicación interna con los socios, estamos avanzando más lentamente. Estuvimos muy inmersos en el trabajo de confluencia, de gestión y de reordenación y no estuvimos explicando a los socios todo lo que estábamos haciendo. Tenemos que seguir mejorando la comunicación interna y externa.
“Tenemos que seguir mejorando la comunicación interna y externa”
Fue un proceso de integración real, donde desaparecieron las sociedades cooperativas que participaban en AIRA y quedó una sola. Sin lugar a dudas el primer año es complicado, pero tenemos que tener en cuenta que partíamos de cooperativas, como Agris o Icos, con un gran volumen de negocio y de servicios, y muchos de ellos muy bien desarrollados. En este proceso intentamos coger lo mejor de cada una de ellas y seguir mejorando, nos juntamos para hacer más cosas y mejor y creo que lo estamos consiguiendo.
Ahora que estamos asentados, en esta última fase del año vamos a hacer cambios y empezaremos a avanzar en nuestra línea estratégica.
¿En que se concretarán esos cambios?
A nivel sobre todo de herramientas que le permitan a los socios recibir mucha más información de AIRA, e incluso de interactuar. Es una manera de tener esa relación directa que nos falta.
Por ejemplo, en temas de reproducción, de calidad de la leche, de piensos..etc. También implantaremos herramientas informáticas que le permitan a los socios hacer los pedidos online, seguir el pedido, descargar las facturas desde el teléfono…etc. En definitiva, vamos a mejorar la comunicación con el socio y la calidad de todos los servicios.
Por otra parte, estamos avanzando en la reducción de costes, uno de los más importantes es la factura de la electricidad y para eso estamos instalando placas fotovoltaicas en la planta de producción de Taboada.
Además, vamos a revisar e implementar antes de final de año los programas de campo, de mejora de la calidad de la leche, reproducción y gestión. Es estratégico para el futuro de las explotaciones socias de AIRA que estas puedan estar en condiciones de conseguir y acreditar los niveles más altos de trazabilidad y calidad de la leche que el mercado vaya demandando, y que esa mayor valorización se pueda repercutir en un mayor precio.
“Vamos a avanzar en certificación de las ganaderías de vacuno de leche de AIRA para que responder de manera rápida y segura a lo que nos pida el mercado”
Para eso vamos a hacer una completa evaluación de las distintas explotaciones socias de AIRA, de forma que habrá granjas que están ya en condiciones de conseguir y acreditar alguno de los diferentes modelos de calidad de la leche y en otras habrá que hacer un trabajo previo. Para eso vamos a apoyar al socio desde el punto de vista técnico y de servicios.
Tenemos el 54% de nuestro personal trabajando a pie de campo y tenemos que ser capaces de ofrecer un completo servicio a los socios.
Estos procesos de integración cooperativa pueden resultar problemáticos, sobre todo cuando implican reestructuración de puestos de trabajo, de responsabilidades e incluso cierre de centros de producción. ¿Se superaron estos obstáculos en el caso de la integración de AIRA?
Todo estaba ya previsto y en el proyecto previo se contemplaba el mantenimiento de los 230 puestos de trabajo tanto desde el punto de vista geográfico como de funciones, como así fue, salvo algunas excepciones, unas 15 personas, que se movieron geográficamente.
Se mantuvieron también los 15 centros de trabajo previo, y no hay previsión de cerrar ninguno. Ahora estamos en proceso de elaboración de un convenio para todo el personal de AIRA.
Hay que destacar que fue muy importante que ya hubiéramos hecho una integración previa de las fábricas de piensos en AIRA. En estos meses hicimos también un gran trabajo interno previo a nivel de gestión, centralizando los procesos a nivel informático y trabajando de forma coordinada, algo que es posible gracias a las nuevas tecnologías.
La estrategia de AIRA es ir haciendo las cosas bien, conforme a un plan estratégico y sin precipitarnos.
¿Os sorprendió que la cooperativa Leira se descolgara del proyecto de AIRA y su asamblea de socios votase por no integrarse?
El hecho de incorporarse el proceso en la fase final de su elaboración probablemente no permitió explicar bien el mismo y esto pudo ser decisivo en la decisión de los socios de la cooperativa Leira.
No veo ninguna incompatibilidad, pero es una decisión de Leira. Seguimos abiertos a la integración en AIRA de otras cooperativas, tanto de la provincia de Lugo como de toda Galicia, con las que podemos tener sinergias y seamos compatibles.
“Seguimos abiertos a estudiar la integración de nuevas cooperativas en AIRA, tanto de la provincia de Lugo como del resto de Galicia”
¿Cuáles son vuestros objetivos para este 2018 en cuanto a facturación?
Hicimos un plan de negocio para 2017, 2018 y 2019. En el 2017 ya trabajábamos en un proyecto común y planteábamos crecer entre un 3 y un 3,5% anual en facturación; es decir, un 10% en total en estos tres años.
Los datos de 2017 fueron de un volumen de negocio de 98 millones y de euros y el objetivo era llegar a los 100 millones en 2019. La realidad es que pulverizamos los objetivos que nos habíamos marcado en el plan de negocio: en el 2017 crecemos por encima del 5% y este año estamos creciendo por encima del 6%.
Todas las áreas aumentaron el nivel de actividad y el volumen de facturación. Las previsiones de inversiones para cada uno de estos años eran de 2,5 millones de euros, pero la realidad es que en este 2018 invertimos 4 millones de euros, gracias a ese mejor comportamiento del volumen de facturación. Este año llegaremos a los 105 millones de euros de facturación.
¿En que se van a concretar los 4 millones de euros de inversiones de este año?
1,2 millones se invirtieron en maquinaria, tanto en lo que es parque de maquinaria propio como carros mezcladores, con 3 carros más que incorporamos. Es un proceso normal y necesario de mejora y renovación del parque para mantener los niveles de calidad y eficiencia.DESTACADO: “La facturación de AIRA crecerá este año un 6%, el doble de lo previsto, e invertiremos 4 millones de euros”
Además, destinamos recursos a una mejora de la fábrica de piensos, tanto en la planta de Taboada como en la de Sarria, y adecuación de las oficinas de Taboada. También destinamos 1,5 millones de euros a ampliación de capital en Dayrilac y realizamos mejoras en las tiendas Mercarural. Y a eso tenemos que sumar la recompra de los activos de las cooperativas que decidieron no integrarse en AIRA.
Esto nos sitúa en los 4 millones y algo de euros en inversiones en este año.
¿Como creció la facturación en las distintas áreas? En general aumentó en todas, y la fabricación de piensos es una de las que más crecimiento e incluso se refuerza y este año crecerá en torno al 7%. Elaboramos pienso tanto para nuestros socios como para cooperativas socias y para otros clientes, y estamos hablando de un volumen de negocio de unos 40 millones de euros. Es el capítulo más importante por volumen de facturación, seguido muy de cerca por la comercialización de leche y unos 30 millones vendrían por los servicios de maquinaria, veterinaria, gasolineras, seguros, tiendas agrarias…etc.
Una pregunta que haría cualquier socio es ¿cómo va a estar el precio del pienso en los próximos meses?
Llevábamos sin modificar el precio del pienso desde el 2015, se modificó un poco al alza este año y la intención es no tocarlo en los próximos meses, hasta finales de año seguro.
Y si las circunstancias del mercado de cereales no empeoran, es muy probable que AIRA no tocará el precio del pienso en el primer trimestre e incluso en el primero semestre de 2019. Más allá es muy difícil hacer previsiones. Este año la subida del pienso a principios de abril fue de un promedio de entre 3 y 4 euros por tonelada.
“Es muy probable que el precio del pienso se mantenga estable hasta marzo e incluso hasta mediados de 2019”
¿Cuánto leche recoge AIRA de sus ganaderos y como la comercializa?
Las 1.200 ganaderías profesionales de AIRA producen unos 330 millones de litros. En este sentido, AIRA finalizará este año recogiéndoles y comercializando unos 100 millones de litros. De esa parte transformamos a través de Clesa y Dayrilac, las empresas en las que participamos, aproximadamente el 50%, sobre todo en Dairylac, donde transformamos alrededor del 45% de esa leche que recogemos.
A este respecto, nos queda mucho campo de trabajo, tanto en el aspecto de producción, como de segmentación de la producción, y mucho de nuestro esfuerzo en los próximos meses se va a centrar en eso.
En Dayrilac somos el accionista mayoritario, ya que Aira cuenta con el 70% del accionariado. Los socios hicieron un gran esfuerzo inversor y se están cumpliendo los objetivos y los tiempos que nos marcamos para la planta de Melide. Así, este año hemos previsto finalizar transformando allí unos 50 millones de litros de nuestros socios, lo que supone un incremento muy notable respecto al año 2017.
Tenemos que tener en cuenta que en el 2016 Dairylac transformó 22 millones y este año vamos a finalizar con 50 millones de litros, solamente con la parte industrial que compramos ya hecha.
Sin embargo, en la medida que se activen productivamente las inversiones que estamos haciendo en la planta de Melide se modificará nuestra posición a nivel de comercialización, tanto en volumen como en reparto.
¿Como se está traduciendo este esfuerzo de AIRA en industrializar la leche de los socios en el precio que reciben? Nuestra situación de precios viene marcada en una parte muy importante por el tipo de transformación industrial que estamos haciendo y por los precios de los productos industriales que elaboramos.
En este sentido, en la primera parte del año los precios suelen ir a peor que en el segundo semestre, cuando suele bajar la producción, los precios de mercado mejoran. A pesar del importante esfuerzo inversor que se está haciendo, estamos trasladando a los socios toda la mejora de precios que la mejora de los precios de la transformación nos permite.
“Estamos mejorando vía precios en la transformación en Dairylac y eso lo trasladamos al ganadero socio”
Pero mejoramos los precios ya en julio, los mejoramos en agosto y tengo el convencimiento de que también la subiremos en septiembre.
“La torre de secado de Dairylac empezará a trabajar en el primer semestre del próximo año y supondrá un cambio diametral en cuanto al valor de lo que elaboramos y en cuanto a volumen”
¿Como va la puesta en marcha de la torre de secado de leche que construyó Dairylac?
Está en fase de pruebas de funcionamiento y en semanas ya estaremos en pruebas con leche. Es un proceso complejo, que requiere un tiempo para que los productos sean de la calidad requerida por el mercado, pero seguimos los tiempos que preveíamos en el plan de negocio. Se invirtieron en esa torre 17,5 millones de euros.
En el primer semestre de 2019 debería ya estar en funcionamiento para elaborar componentes para la alimentación infantil, logradas ya todas las certificaciones.
Va a suponer un cambio diametral para AIRA tanto en volumen de leche que transformamos como, sobre todo, en cuanto a valor de los productos que elaboramos, y eso se va a trasladar al ganadero socio. Es decir, no es lo mismo hacer nata y leche desnatada, como estamos haciendo ahora, donde el margen de valor es menor, que elaborar componentes para alimentación infantil, donde pienso que vamos a ser los primeros en España en producirlos.
Las perspectivas de Dairylac, donde los socios de AIRA entraron como accionistas en diciembre de 2016, son muy positivas en este sentido, con posibilidades de exportación al mercado internacional.
En todo caso, vamos a seguir creciendo en cuanto a la elaboración de nata y de leche desnatada, también en leche pasteurizada, donde vemos que nuestra marca Deleitar crece mes a mes, pero siguen siendo cantidades modestas.
Y en breve añadiremos alguna referencia más de productos elaborados por Dairylac. De todos modos, tenemos que centrar los esfuerzos en los productos que aportan valor, como quesos, donde seguiremos mejorando nuestra marca Tres Viajeros.
“Las expectativas que se abren para el sector lácteo de Galicia son muy prometedoras, sobre todo de cara a la exportación de derivados lácteos de mayor valor añadido”
¿Finalizará Dairylac este año con resultados positivos? Tenemos que tener en cuenta que estamos en un plan inversor que lastra lógicamente los resultados, y por ejemplo la fase de pruebas de la torre de secado va a suponer también un esfuerzo económico.
En el momento en el que estamos no lo sé, tenemos por delante una puesta en marcha que puede hacer variar los resultados significativamente. Lo que es seguro seguro es que van a ser mejores de lo previsto en el plan de negocio de Dairylac, como también fueron los del 2017.
Algunas cooperativas en Galicia diversificaron en los últimos años su actividad hacia apertura de gasolineras, áreas comerciales. ¿No se está desvirtuando el fin de estas entidades, de darle valor añadido a la leche y a la carne?
Yo sé que muchos socios hacen esa reflexión. Pero insisto, el objetivo principal de una cooperativa, y en este caso de AIRA, es generar valor para los socios. Y para eso tenemos que hacer sostenible económicamente el conjunto de actividades y servicios, para poder liberar recursos para comercializar y transformar la leche. La mayoría de los socios entiende esta estrategia. Y las gasolineras y otras actividades complementarias aportan beneficios, recursos para invertir en la parte de industrialización y de generar valor para los socios. ¿
¿Os preocupa en AIRA a falta de relieve generacional en el sector? ¿Tenéis alguna iniciativa prevista en este sentido?
En esas 1.200 explotaciones de leche socias de AIRA la gran mayoría tienen vocación de permanencia. De todos maneras, antes o después llegará el relevo generacional y sí que hemos reflexionado, sin concluir, sobre las posibilidades de que la propia cooperativa gestione explotaciones que no tienen continuidad y que son viables. Creo que antes o después terminará sucediendo.
Ya estamos arrendando hincas y gestionándolas directamente para producción y también tenemos una planta de mezcla húmeda en Sarria en la que gestionamos el forraje para 40 explotaciones.
En lo que no hemos dado el paso es en la posibilidad de gestionar fincas o explotaciones que vayan quedando sin sucesión, entre otras cosas porque en la mayor parte de los casos de momento esa superficie y esos animales pasan a ser gestionados por granjas cercanas, y no creo que Aira deba entrar en esa competencia por arrendar superficie y gestionar explotaciones.
El último proceso de concentración cooperativa en Galicia finalizó con dos grandes, AIRA y CLUN, y otras quedaron de momento sin integrarse como Cobideza, Cusoviame, Xallas o Leira. ¿Queda aún mucho por hacer para una integración de las cooperativas gallegas o a partir de ahora primarán otras dinámicas de integración supraautonómica?
Para ser procesos de integración que no obedecen a un plan estratégico diseñado para Galicia el proceso creo que fue bastante bien. Seguramente que seguirá avanzando la integración cooperativa, aunque no sé como serán los tiempos. Lo que si es seguro que en el marco de Clun y de AIRA seguirá habiendo integraciones.
En AIRA hicimos un trabajo muy intenso y en silencio de integración a nivel de gestión y eso está facilitando mucho ahora las cosas de cara a no sólo mantener, sino mejorar la calidad de los servicios que le ofertamos a los socios.
“Para no tener un plan estratégico para el sector lácteo gallego, el proceso de integración de las cooperativas creo que fue bastante bien”
Y por el camino creo que habrá procesos que facilitarán una integración regional e incluso a nivel suprautonómico. Al menos se darán pasos en áreas concretas para entenderse, para coincidir, y esos elementos facilitarán un proceso de integración mayor entre las cooperativas actuales. Lo que no creo es que haya que forzar este proceso.
Delagro puede ser el ejemplo de cooperación entre las cooperativas…
Delagro es un buen ejemplo de confluencia en un marco común: planta de fabricación de abonos, central de compras, centro logístico…etc. Eso facilita el proceso de integración cooperativa.
Un ejemplo también fue AIRA, donde el hecho de que en su momento se decidiera hacer una fábrica de piensos en común, facilitó el proceso que se dio el año pasado.
Seguramente estos procesos podrían ir más rápido, pero las bases están puestas.
¿Qué mensaje te gustaría enviar a los socios?
Seguimos necesitando que los socios sean capaces de visualizar los proyecto en los que estamos inmersos y que mantengan el sentido de ver un poco más allá de lo inmediato, porque darle más valor a la leche y al resto de producciones de los socios no se resuelve en 6 meses ni en un año, pero lo que es seguro es que estamos en la dirección correcta.
El principal objetivo de AIRA es aportarle valor a lo que producen los socios.
¿Cómo ves la situación actual del sector lácteo gallego?
Creo que con los proyectos industriales que están en marcha estamos en mucha mejor posición de la que estábamos hace 5 años y las expectativas que se abren son muy prometedoras, sobre todo de cara a la exportación de derivados lácteos de mayor valor añadido. Y lógicamente, esa mayor industrialización de la leche en Galicia deberá abrirle a los ganaderos mejores posibilidades tanto en cuestión de precio como de volumen de producción.
Y en la parte de los ganaderos, creo que cada vez iremos avanzando en unas mayores exigencias de calidad de la leche, vinculado a estos proyectos industriales, y hacia una mayor segmentación de la leche que se produce.