Presidente de la Asociación Nacional de Defensa del sector resinero, la única que abarca a todo el sector tanto en España como a nivel europeo, Juan Carlos Álvarez ha sido uno de los impulsores de la recuperación de la actividad resinera. Es también uno de los colaboradores del grupo operativo Go Acrema, centrado en optimizar la actividad resinera.
Con Juan Carlos conocemos la evolución y perspectivas que se presentan para la resina. Además analizamos como lograron recuperar el aprovechamiento de la resina en la localidad segoviana de Coca, uno de los bastiones del resinado en España en los últimos años, un proceso en el que Álvarez ha estado muy implicado.
-¿Cómo se encuentra el sector de la resina en la actualidad?
-La resina vegetal, extraída de los pinos, vive un muy buen momento, debido a que se han disparado los precios de su principal competidor, la resina sintética, elaborada a partir de los derivados del petróleo. Las previsiones de los mercados del petróleo ya eran muy altas el año pasado y se ha mantenido esa tendencia, lo que ha provocado que tanto los precios de la resina sintética como de la resina vegetal estén al alza. Además, la resina vegetal es un producto natural, ecológico y renovable. Con estas características de origen las perspectivas son muy buenas para su desarrollo y aprovechamiento.
“La resina vegetal es un producto natural, ecológico y renovable. Con estas características de origen las perspectivas son muy buenas para su desarrollo y aprovechamiento”
-¿Estamos entonces ante un muy buen momento para el aprovechamiento de la resina vegetal?
-Desde luego hay muy buenas expectativas sobre la resina vegetal y la tendencia es al alza. Sin ninguna duda, estamos ante un momento muy bueno. Los precios son elevados en el mercado internacional, aunque si es cierto que este es un mercado en dientes de sierra, con lo que pueden bajar en breve, aunque si bajan sabes que volverá a subir.
-¿No se resiente este producto como otros a la crisis que se está viviendo, derivada tanto de la pandemia como de la guerra de Ucrania?
-Desgraciadamente, uno de los usos para los que se destina la resina es la industria armamentística, como se vio durante la primera y segunda guerra mundial en el siglo XX, por lo que en este contexto actual, con una guerra en Europa, la resina vegetal está teniendo, al igual que la sintética, mucha demanda. De la resina se extraen por un lado, una parte líquida (el aguarrás vegetal) y por otro el sólido, conocido como colofonia, que supone un 75% de la resina. La balística lleva colofonia, bien sea natural o sintética, por lo que aunque se consuma para ese uso sintética incrementará la demanda de natural para otros fines que echaban mano de la sintética.
-¿Qué factores, al margen del aprovechamiento para balística ya comentado, han favorecido tanto la evolución como el buen momento que vive la resina?
-Es verdad que desde que se comenzó con su extracción y aprovechamiento ha habido muy buenos momentos para la resina. Año tras año se están abriendo nuevos mercados y la investigación está avanzando mucho. Cuando se empezó a utilizar la resina vegetal para las antivirales del VHI fue un paso importante, ya que se ha usado también para la fabricación de vacunas. Además ha habido otros factores que contribuyen a este buen momento de la resina vegetal como el éxodo del campo a las ciudades que ha producido en China en los últimos años, lo que ha convertido al gigante asiático en un importador de resina, mientras que durante años fueron exportadores de resina, ya que no la transformaban. Hoy China es uno de los principales compradores.
“En 1987 llegó a pararse toda la extracción de resina en montes públicos, llegó a estar totalmente prohibido dar licencias de resinación”
-¿Siempre se ha realizado resinado de los pinares en España?
-La industria española nunca dejó de trabajar, pero hubo un tiempo en que la colofonia llegaba de China, Brasil y Portugal. En estos países se pagaba muy poco a los trabajadores y se producía una resina muy barata con la que era muy difícil competir. En España hubo un parón de la extracción de la resina en los pinares públicos con la entrada en vigor del Estatuto del Trabajador en 1985, ya que la extracción de la resina en España pasó a no poder competir con los precios que tenía la resina llegada desde Brasil o China. En 1987 llegó a pararse toda la extracción de resina en montes públicos, llegó a estar totalmente prohibido dar licencias de resinación.
-¿Cómo se consigue volver a activar el sector de la resina?
-Hubo varios factores determinantes para lograr el éxito. Por un lado conseguir que un fabricante creyera en nosotros, eso lo hizo el Banco Santander con la fábrica que tenía en Coca. Por otro lado, yo actuaba como propietario forestal, durante mi etapa como alcalde, ya que aquí en Coca contábamos con una superficie de 7.000 hectáreas de monte resinero. Además, tenía la intuición de que el mercado chino iba a invertirse, debido a un éxodo del campo a las ciudades, de modo que China dejaría de ser un gigante en materia de venta de resina. Para conseguir resineros que volviesen a trabajar en los pinares hablamos con la comunidad de resineros. En aquel momento la Dirección General de Castilla y León no quería que se reactivase en los montes públicos esta actividad. Fue una lucha política dura, pero al final se consiguió y se abrieron 7.000 hectáreas de monte para resinar y la cooperativa tenía más de 60 empleados. Ahí empezó todo. Fue entonces cuando tanto otros ayuntamientos como resineros particulares comenzaron a pedir licencias para resinar y se fue reactivando la actividad.
-¿Qué cifras de resinado se manejaron en Coca?
-De manera industrial, en Coca comenzó a resinarse a finales de los 90. En aquel momento se resinaron 180.000 pinos y hemos llegado a resinar 420.000 pinos. Hemos sido el lugar en el que más pinos se han resinado de todo Europa.
-¿Ha seguido esa tendencia al alza de la actividad desde entonces?
-Hubo un boom inmediato, pero se volvió a producir una bajada de la actividad alrededor del año 2000 cuando buena parte de esos resineros se jubiló, ya que no hubo jóvenes interesados en la actividad.
“La base de nuestro proyecto para recuperar el interés por el resinado se centró en que el resinero no fuera empleado de fábrica, sino que fuera autónomo”
-¿Qué acciones llevaron a cabo para conseguir revertir la tendencia y que los jóvenes se interesasen por la actividad?
-Antes el resinero era siempre trabajador por cuenta ajena de las fábricas, eran fijos discontinuos que trabajaban de marzo a noviembre. La fábrica los contrataba por un salario base al que después se le añadía un extra por los kilos de resina que el resinero extrajera, a modo de plus de productividad. Este modelo se fue a pique cuando la resina importada de Brasil y China llegaba más barata. La base de nuestro proyecto para recuperar el interés por el resinado se centró en que el resinero no fuera empleado de fábrica, sino que fuera autónomo.
Los primeros resineros debían declarar el 21% de IVA, hoy en día ha pasado no solo a ser de un 12%, sino que además el fabricante asume un 10% y el resinero se queda con un 2%. Fue una negociación muy dura, pero al final logramos la modalidad que solicitábamos, ya que la resina llegó a ser el primer sector en exportaciones en Segovia durante algunos años.
-¿La evolución en los métodos de extracción ha contribuido a sumar interés?
-El sistema de pica de corteza, ahora conocido como el método tradicional, se comenzó a utilizar de manera efectiva en el año 1998. Hasta ese momento se empleaba el sistema Hugues, que arrancaba madera del árbol. Había tratados teóricos sobre el sistema de pica, pero no se había empleado de forma generalizada antes.
“En Acrema están trabajando en la investigación sobre la resina como no se había hecho hasta el momento. Es fundamental seguir trabajando tanto en la investigación sobre los derivados como sobre la metodología de extracción”
Los sistemas mecanizados de extracción también están favoreciendo que esta actividad sea más atractiva para el resinero. Proyectos como Acrema están trabajando en la investigación sobre la resina como no había hecho ningún otro hasta el momento. Es fundamental seguir trabajando tanto en la investigación sobre los derivados como sobre la metodología de extracción.
-Uno de los hándicap de la actividad resinera es su estacionalidad, ¿De qué manera han superado esta dificultad?
-Estamos en esa lucha. Ahora mismo el precio de la resina es muy bueno, pero es un mercado globalizado y bajo la influencia de internacional. Se busca que esos meses en los que el resinero no está resinado pueda tener actividad en el monte. En la Junta de Castilla y León hemos negociado el Contrato Territorial, de manera que la Administración firme un contrato específico con el resinero para que realicen actividades de silvicultura en los meses en que la resina está en parada vegetativa. Queremos que el resinero que resina en un monte tenga la garantía de que esos trabajos ineludibles y previos al resinado realizados durante años le sirven para tener titularidad de explotación. La clave es conseguir que el resinero trabaje como autónomo todo el año en el monte, ya que trabajo hay.
-Más allá de la repercusión económica que supone la resina, ¿Qué beneficios tiene apostar por la extracción de la resina?
– La resina es una oportunidad en la lucha contra los incendios forestales, ya que los montes tienen que estar limpios para poder resinar en ellos. Además, el resinero permanece en el monte en la época de mayor riesgo de incendio, lo que contribuye a tener los montes limpios y más vigilados. El aprovechamiento de la resina es también una vía para fijar población en el rural. Se ha demostrado que en el sector forestal es la actividad que más población consigue fijar.
-Para las regiones donde la actividad resinera está aún iniciándose o retomándose, ¿qué estrategias considera importantes para favorecer el éxito de la actividad?
-La resina son tres actores: fábricas, resinero y propietario (bien sea montes públicos o privados). Lo más importante es que el resinero se integre en la gestión forestal de los montes resineros. El resinero será clave en la lucha contra los incendios forestales y de producirse estos fuegos contribuirá a que tengan menor virulencia al reducir la acumulación de biomasa en los montes.
-¿Qué recomendaciones le haría a Galicia para lograr un mayor aprovechamiento de la resina?
-Lo primero es creer en las oportunidades que ofrece la resina vegetal, ya que es el origen de infinidad de productos que hay en nuestro día a día. Por otro lado, es preciso tener presente que la resina es una de las estrategias para conseguir mitigar los incendios. Los montes gestionados fijan C02.
Galicia es la región que mayor proyección de futuro tiene en estos momentos para el resinado. Por ahora no tendrá muchos resineros, pero se están dando pasos muy importantes. Se están creando empresas de resinación y ya hay alguna industria de resina y se prevé que vayan sumándose más. En base a un estudio que realicé hace ya unos años sobres las perspectivas del resinado, si llegaran a resinarse todos los pinares españoles, un 50% de la resina procedería de Galicia. El potencial de Galicia es realmente brutal.
Proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 con un importe de 558.710,55 euros. El importe del proyecto es cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y al 20% por fondos de la Administración General del Estado (AGE), tal como se establece en el Real Decreto 169/2018, de 23 de marzo.
El organismo responsable del contenido es el GO-ACREMA y la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA) como autoridad de gestión encargada de la aplicación de la ayuda FEADER y nacional correspondiente.