Mildiu, oidio, botrytis, armilaria, y polilla, , mosquito verde, son algunas de las enfermedades y plagas más comunes que sufren nuestros cultivos. En ocasiones, pueden ocasionar daños que que redunden en graves pérdidas de cosecha, con el consecuente pérdida de rentabilidad. Cada vez son más habituales los ataques de patógenos como consecuencia del cambio climático, el movimiento de mercancías … Hasta ahora, la forma habitual de combatirlo era con el uso de productos de síntesis química y con cierto impacto ambiental.
En la actualidad, el escenario ha cambiado y muchas de las materias activas que se venían utilizando ya no están disponibles, y de las existentes muchas desaparecerán en un corto plazo de tiempo. Estas materias activas han sido retiradas del mercado debido a su peligrosidad y otras muchas están en entredicho. Esto dificultaría combatir los peligros a los que están expuestos nuestros cultivos en un futuro cercano.
Sin embargo, los agricultores y ganaderos, pueden estar tranquilos. Delagro, como uno de los mayores referentes en el sector, apuesta por productos innovadores y alternativos respetuosos con el medio ambiente y que se adaptan a las nuevas exigencias de carácter medioambiental. Hablamos de las soluciones de biocontrol y bionutrición que complementarán las herramientas actuales, hasta llegar al punto de en algún momento poder sustituirlas.
Una forma diferente de hacer las cosas, con mejores resultados
Cuando hablamos biocontrol y bionutrición no podemos ser escépticos, su uso está altamente contrastado y con resultados espectaculares, pues estas soluciones ya se vienen usando en agricultura intensiva desde hace mucho tiempo. En palabras de Jesús Sánchez, técnico especialista en viñedo de Delagro: “Adaptarse y ser más eficientes y eficaces a la hora de usar las herramientas disponibles, para combatir las plagas y enfermedades de nuestros cultivos, nos permitirá diferenciarnos y añadir valor al producto ofrecido a nuestros consumidores”.
En este sentido, precisa que “actualmente, gracias a la biotecnología y a la I+D+I, ya disponemos de herramientas de biocontrol como los insectos depredadores, micoparásitos que atacan a un amplio espectro de hongos fitopatógenos y oomicetos, , hongos entomopatógenos que se utilizan para el control de plagas de insectos, bacterias entomopatógenas de origen natural que combaten plagas de manera efectiva, etc”.
“Por poner un ejemplo, si tenemos una araña roja, la suelta de ácaros fitoseidos como (Phytoseiulus persimilis, Amblyseius californicus) o de la larva de un mosquito cecidómido (Feltiella acarisuga), todos ellos, totalmente inofensivos para la planta, controlarían la plaga de tetraníquidos para que esta no pudiera perjudicar al cultivo”, explica el técnico de Delagro.
El biocontrol se refiere al uso de organismos vivos para controlar poblaciones de plagas y enfermedades en cultivos. En lugar de depender exclusivamente de pesticidas químicos, el biocontrol utiliza enemigos naturales para mantener el equilibrio en los ecosistemas agrícolas. Este enfoque no solo es más sostenible, sino que también ayuda a prevenir resistencias que disminuyen la eficacia de herramientas convencionales.
Por otro lado, tenemos las soluciones de bionutrición. Buscan aportar a las plantas la nutrición que necesitan en el momento adecuado ayudándolas con sus procesos metabólicos , provocando una mejora en el desarrollo, vigor, rendimiento y calidad de los cultivos, al estimular procesos naturales que benefician el crecimiento y la respuesta al estrés abiótico como altas y bajas temperaturas, o biótico como el ataque de una enfermedad.
Según Jesús Sánchez, “la bionutrición está mucho más extendida de lo que se percibe y lleva mucho tiempo asociada a la agricultura. Los bioestimulantes, tienen un papel muy importante que desempeñar en la agricultura convencional como complemento a la nutrición y a la protección de cultivos. Productos de Innovación sostenible en agricultura y eficacia contrastada de Delagro, como BLUE STAR, BLUE CYCLE O STAR B2 son soluciones que mejoran la salud y el rendimiento de las plantas, ofreciendo complementos de base natural a los productos químicos sintéticos.. Delagro pone a disposición de nuestros agricultores soluciones biológicas exclusivas, innovadoras y sostenibles para afrontar los desafíos agronómicos diarios a los que se enfrenta nuestra agricultura.
A través de la utilización de bioestimulación, microorganismos benéficos y materia orgánica de calidad, se busca mejorar la salud del suelo y optimizar la absorción de nutrientes por las plantas. “La salud del suelo, a lo largo de los tiempos, ha sido la gran olvidada pero cada vez más los agricultores son conscientes de la importancia, y de la necesidad de conservar la riqueza de nuestros suelos únicos e irreemplazables. Las plantas comen a través de las raíces, , es por ello que, un suelo supresivo es un suelo equilibrado y sano, con una amplia diversidad de microorganismos beneficiosos que generan e inducen la protección contra enfermedades, favoreciendo la inmunidad de las plantas. Un suelo sano y vivo permite un mayor aprovechamiento de los nutrientes, mejores producciones y mejores rentabilidades que, en definitiva, es lo que busca todo agricultor y ganadero” comenta Jesús Sánchez.
Existe una gran diversidad de bioestimulantes que contribuyen al futuro de la agricultura sostenible como los bioestimulantes vegetales a base de algas marinas, que modulan la expresión genética e inducen cambios metabólicos en las plantas que conducen a los efectos bioestimulantes que observamos en el campo. O los bioactivadores que permiten estimular y/o desbloquear la actividad nutricional radicular y/o foliar del cultivo, actuando como vigorizantes.
“Aunque existe una gran oferta actualmente en el mercado que dificulta elegir la solución más adecuada, el asesoramiento por parte de los técnicos facilitará la decisión, pero lo que no es discutible son los beneficios que generan en los cultivos. Es por ello que en Delagro somos muy conscientes, dedicando grandes esfuerzos a la investigación y desarrollo de productos de esta naturaleza potenciando su utilización”, destaca el técnico de Delagro.
Ambas prácticas, biocontrol y bionutrición, ofrecen beneficios que van más allá de la acción de producir. Reducen la dependencia de productos químicos, reducen la vulnerabilidad ante la pérdida de materias activas y disminuyen la contaminación del suelo y del agua, preservando y alimentando la biodiversidad para contribuir a su riqueza. La salud a largo plazo de los suelos no es algo que deba hacerse por imperativo legal, sino por responsabilidad.
Desafíos y Futuro del Biocontrol, la bioestimulación y la Bionutrición
El futuro de la agricultura sostenible y la nutrición vegetal depende en gran medida de la integración exitosa de enfoques como el biocontrol y la bionutrición en las estrategias de control actuales. A medida que la demanda de alimentos crece y la presión sobre los recursos naturales aumenta, es crucial avanzar hacia métodos de producción más efectivos y compatibles con el cuidado del medio ambiente.
En conclusión, el biocontrol y la bionutrición representan un paso significativo hacia una agricultura resiliente. Al adoptar estas prácticas, no solo aseguramos la seguridad alimentaria, sino que también iniciamos el camino hacia unos objetivos que nos conciernen a todos: preservar la salud de nuestro planeta para las generaciones futuras, garantizar la salud y el bienestar y el alimento del futuro. La colaboración entre la ciencia, los agricultores y las instituciones es esencial para llevar adelante esta revolución verde.