Alan de Val: Vinos de Valdeorras que apuestan por la exclusividad

Entrevista a José Luis Sánchez Rodríguez, de Bodega Alan de Val, pionera en la apuesta por las variedades minoritarias de la Denominación de Origen Valdeorras. Fueron los primeros en elaborar un vino 100% de Brancellao, el famoso “A Costiña”, y para el próximo año prevén sacar un monovarietal de Caíño tinto e iniciar una plantación de Sousón

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Alan de Val: Vinos de Valdeorras que apuestan por la exclusividad

José Luis Sánchez Rodríguez, de Bodega Alan de Val, pionera en la apuesta por las variedades minoritarias de la Denominación de Origen Valdeorras

Alan de Val es una de las bodegas emblemáticas de la Denominación de Origen Valdeorras gracias a su apuesta por la diferenciación, en especial por las c variedades minoritarias gallegas como son la Brancellao y el Caíño Tinto, a la que próximamente unirán la Sousón.

Fundada en A Rúa en el año 1993 por los hermanos Sánchez Rodríguez (Joaquín, Manuel y José Luis) hoy gestionan unas 19 hectáreas de viñedo en diferentes ayuntamientos de la comarca. Junto a sus vinos más conocidos, como el “Alan de Val Godello” y “Alan de Val Mencía”, en los últimos años fueron apostando por vinos más diferenciadas, tanto de parcela, como el “Pedrazais” o el “Escada”, y también por el carácter único que aportan las variedades gallegas minoritarias. Así, su “Costiña”, un monovarietal de Brancellao, es uno de los vinos gallegos más buscados. Una línea que pretenden continuar elaborando el próximo año un vino 100% Caíño tinto y realizando una plantación de Sousón.

Hablamos con José Luis Sánchez Rodríguez, uno de los hermanos socios, que nos explica el valor que está a aportar a Alan de Val estas variedades gallegas minoritarias.

¿Como es a día de hoy la bodega Alan de Val?
Gestionamos cerca de 20 hectáreas de viñedo, tanto en propiedad como en alquiler, repartidas en muchas pequeñas parcelas. Únicamente elaboramos vino con uva de nuestros viñedos, y nos situamos en un promedio de 70.000 botellas al año, principalmente de “Alan de Val Godello” y “Alan de Val Mencía”.

Esta bodega da empleo a 4 personas asalariadas a tiempo completo, y a dos socios que nos dedicamos a tiempo completo a la viña y a la bodega.

La mayor parte de la superficie que tenemos es de Godello y de Mencía, pero también tenemos mucha parcela vieja, de fincas pequeñitas de Garnacha, o parcelas de Godello arrendadas con vides plantadas en el año 1975. Esta riqueza de vides, de suelos y de microclimas nos llevó a elaborar los vinos por parcelas, como son “Pedrazais” o “Costiña”.

¿Que os llevó a apostar por variedades minoritarias en su momento?
Fuimos de los pioneros en Valdeorras en plantar vides de Godello. De hecho, una viña de Garnacha ya la injertamos con Godello en el año 1983 y en el 1985 plantamos otra finca.

Antes mi padre producía aquí en A Rúa planta para vid, en su empresa, Viveros Sánchez, que ya venía de mi bisabuelo. Y la raíz de dedicarnos a eso teníamos acceso a estas variedades minoritarias que nos traían los viticultores para hacer planta. Nosotros injertábamos las llemas que nos mandaban los viticultores y siempre nos quedábamos con algunas (de caiño, de ferrol, lado…), para ir experimentando.

En el caso del Brancellao vimos que aquí en Valdeorras producía unas uvas muy finas. Fue así como el año 1992 plantamos unas 150 vides de esta variedad en el llano de A Rúa, pero no consiguió el objetivo porque el lugar no era el idóneo. Eso sí, logramos hacer un víño rosado excelente pero no era la ubicación que necesitaba: en costa, orientada al sur, de suelo de pizarra profunda y descompuesta. Con mucho trabajo logramos reunir una finca apartir de comprar muchas fincas pequeñitas y fue así como en el año 2000 plantamos unos 6.000 metros de Brancellao en una ubicación más idónea.

Las primeras cosechas, de muy poca cantidad, las enviamos a la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA), pero en el año 2007 logramos sacar al mercado nuestra primera cosecha 100% de Brancellao bajo el nombre de “A Costiña”, como se llama el viñedo.

Vimos que es un vino totalmente distinto e incluso algún entendido del sector nos dijo que hasta es complicado enviarlo a catas porque es un vino muy diferenciado. Hasta el 2009 casI toda la producción, no más de 1000 botellas, se destinaba al Reino Unido, donde teníamos un mercado muy interesante. Se llegaba a vender allí a más de 100 euros La botella, cuando en España se vendía a unos 30 euros. Es un vino muy exclusivo.

Ahora buena parte de la producción del Costiña se destina a Estados Unidos y a la Costa del Sol, sobre todo a Málaga. Hoy elaboramos unas 700 botellas; es una producción limitada que nos da muchas satisfacciones.

“La botella de Costiña la vendemos a 30 euros, pero en el Reino Unido se llegó a pagar más de 100 euros”

También os animasteis a plantar caíño tinto. ¿Por qué esta variedad?
En el año 2013 plantamos una finca pequeña de Caíño en el llano de A Rúa, en un terreno que da una acidez muy buena, y que combina muy bien con el vino de las laderas, que aporta más grado. Nos dimos cuenta que el Caíño es mucho más resistente que el Godello y la Mencía, tanto a las enfermedades fúngicas cómo a las inclemencias del tiempo.

Por el contrario, al Brancellao le ataca más el oídio, y precisa más tratamientos de azufre y más podas en verde, ese fue el motivo por el que se abandonó su cultivo en Galicia. Pero el Caíño lo hemos plantado en varias fincas y va muy bien, tanto en laderas como en el llano. En total tenemos plantados de esta variedad cerca de 4000 metros cuadrados. Y para el año que viene vamos a plantar Sousón, probando con una parcela de unos 900 metros.

“Para el año vamos a plantar una pequeña parcela con Sousón”

Ya sabemos que el Caíño tinto funciona muy bien y vamos a probar con otras variedades. Eso sí, no sabemos la variedad específica de Caíño que es, tendríamos que llamar a Paco Rego para que nos echara una mano.

Con el Brancellao llegasteis a elaborar un rosado que dio mucho que hablar…
La primera cosecha propia que sacamos al mercado fue en el año 1993 y hasta el 1996 sólo quitamos godello y luego empezamos con el mencía en el 1996. En el año 2006 construimos la nueva bodega, donde llegamos a elaborar 11 tipos de vinos, incluso un rosado de Brancellao, que estaba espectacular. De hecho en el año 2013 llegamos a elaborar 1000 litros de este rosado. Sin embargo, después llegaron varios años encadenados de heladas, granizos y mildiu que nos llevó a abandonar esa elaboración.

Del Caiño tenemos previsto para el año elaborar un vino 100% de esta variedad. Tenemos que tener más información sobre cómo elaborarlo, el tipo de barrica idónea…etc.

¿Como se comporta el Brancellao en la parcela?
El Brancellao es una variedad, que injertamos en un patrón Richard 110. Es una variedad laboriosa, porque tiene más vegetación y vigor que el Godello, por lo que tienes que tener una espaldera preparada.

Es la última uva que vendimiamos: en un año normal la recogemos entre el 10 y el 14 de octubre. Una vez que el oídio no le atacó, el Brancellao es una uva que se conserva muy sana y es bastante productiva. De hecho, hay que hacer poda en verde sí o sí, y además es una variedad constante en las producciones de un año para otro.

Como tiene tanto vigor, ve mejor plantarla en terrenos pobres. Nosotros la tenemos en A Costiña, que es un terreno con poca profundidad y con pocos nutrientes y sin embargo se adapta bien. Además, es una variedad que en nuestra parcela tiene muy buen equilibrio entre alcohol y acidez.

¿Como definirías el Costiña 100% Brancellao?
El Costiña en cata es un vino de corte atlántico, con unos toques balsámicos, un vino ligero, muy limpio y que se bebe muy bien. Lo que sí comprobamos es que es un vino que se conserva muy bien en guarda, de largo recorrido, y de hecho hemos abierto botellas del 2007 y estaban expectaculares. Al probarlo salta su diferencia que le aporta la variedad.

Y en el caso del Caíño, ¿que tal se comporta en las vuestras fincas en Valdeorras?
El Caíño es una variedad resistente a casi todas las enfermedades y luego produce un vino muy atlántico, muy diferenciado. El año que lo elaboramos sólo me gustó mucho y aquí en Valdeorras mezclado con la Mencía puede proporcionarle un toque muy singular. En todo caso, nuestra intención es sacar un vino 100% Caíño.

El Brancellao brota vertical pero el Caíño cae por todos los lados, por lo que es más difícil de trabajar. En nuestro caso, lo plantamos sobre patrón Richard 110, con muy buenos resultados.

alan de val viñedos valdeorras 8

¿Como valoráis en Alan de Val vuestra experiencia con variedades minoritarias gallegas?
Estamos convencidos que el futuro del vino en toda Galicia, no solo en Valdeorras, pasa por todas estas variedades minoritarias. Es lo que nos va a permitir seguir diferenciándonos y competir en un mercado tan saturado de marcas.

¿Algún nuevo proyecto que tengáis en mente con estas variedades?
Para el año que viene vamos a plantar Sousón, que ya tenemos algo plantado, pero queremos ver cómo se comporta esta variedad tinta en nuestros suelos y elaborar un vino monovarietal. A priori produce un vino con mucho cuerpo y mucha tinta.

Nuestra apuesta en Alan de Val es por el Caíño, el Sousón y por el Brancellao, lo que no implica que no descartemos otras, pero estas tres son de interior, no de la costa, y por lo tanto se comportan y se adaptan bien al clima de Valdeorras. Hemos experimentado con otras variedades minoritarias como el Lado, Ferrol, Loureira y también con el Albariño, pero se notaba que son de zona de costa, de clima más húmedo y sin tanta variación de temperaturas.

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