La cosecha de manzanas de sidra de este año no tuvo un buen balance de cantidades. La merma de la producción en ciertas zonas de tradición de cultivo como A Estrada, con respeto al año pasado, llegó al 70%. De este modo, la recogida se cerrará progresivamente en muchas zonas de Galicia a partir de la semana que viene, con un número de kilos reducido que trajo como consecuencia una ligera subida de precios. “El año pasado terminamos el 20 de noviembre, pero este año esperamos terminar a partir de la semana que viene”, detalla Miguel Soto, productor del municipio de A Estrada, una de las principales localidades productoras de manzana de sidra de Galicia.
Los fuertes vientos y, sobre todo, las lluvias durante el período de floración motivaron un descenso de la capacidad productora de los manzanos, pero la causa principal “es la coincidencia con el año de descarga de los árboles”, explica el ingeniero agrónomo y presidente de la Cooperativa Cabrinfolla, Francisco Otero. De este modo, “la gran lucha de la fruticultura es regular las producciones, y abandonar estas tendencias bienales”, matiza.
Una cosecha con cantidad reducida
La superficie de explotación de manzana para sidra de la comarca de A Estrada llega a las 100 hectáreas de terreno en producción, aproximadamente. Desde los últimos años hasta ahora “se amplió la plantación de manzanos pero, por el momento, tienen que pasar sobre 3 años para que esos árboles entren en producción, y además inscribirlas en el Craega», explica Soto. Las especies con mayor presencia en esta zona son ‘Raxao’, ‘Regona’ y ‘De la Riega’, acompañadas de la ‘Rabiosa de Callobre’; en cualquiera de los casos trabajadas en ecológico.
“Este año, al igual que el resto de los años pares, mal, y además las lluvias y los vientos en primavera, en el momento del cuajado, acabaron por perjudicar la producción”, amplía el productor estradense. Por este motivo, la producción de este año en la Estrada será “un 60% o 70% más baja que el año anterior; en el 2021, sacamos sobre millón y medio de kilos y este año no superaremos el medio millón en el concello”, detalla.
“La producción de este año en la Estrada será un 60% o 70% más baja que el año anterior” (Miguel Soto)
El caso de A Estrada no es una excepción a la mala cosecha de sidra de este año, sino que se percibe lo mismo a través de otras zonas de Galicia, como en la Cooperativa Cabrinfolla. Actualmente, cuentan con “20-25 hectáreas plantadas pero no están todas en producción, contamos con 15 en plena producción repartidas por diferentes puntos de la geografía gallega, como Portomarín, Aranga, Láncara o Guntín, principalmente entre las provincias de Lugo y A Coruña”, describe Francisco Otero.
En cuanto a las variedades que trabajan en esta cooperativa existen grandes similitudes con las de A Estrada puesto que “a partir de un estudio que se hizo en el 1996, y del cual se obtuvieron los resultados en el 2001, se pusieron 14 variedades asturianas repartidas en diferentes partes del territorio, y se sacaron como variedades principales ‘De la Riega’, ‘Regona’ y ‘Raxao’, y después otras cómo ‘Perico’, ‘Solarina’ y ‘Durona de Tresali’; por eso, lo que normalmente se aconseja es plantar un 75% de las tres primeras y el 25% con otras variedades para completar polinización”, explica Otero. Así se reparte la producción en Cabrinfolla con la mayor parte en ecológico, y en caso alguno en convencional.
Comparativamente al caso de A Estrada, la situación en cuanto a volumen de recogida en estos momentos, con respeto al año pasado, es casi la misma. “Ahora incluso estamos en torno al 30% o el 40% de kilos de manzana recogidos en un año de carga como el pasado; este es año de descarga de los árboles porque así se acostumbró en Galicia la producción, cara los años pares” señala el ingeniero agrónomo.
“Este es año de descarga de los árboles porque así se acostumbró en Galicia la producción cara los años pares” (Francisco Otero)
Asimismo, “no quiere decir que todas sean así, puede haber alguna plantación que no esté influenciada por la zona frutal en la que se situó, como es el caso de un socio que tenemos en Xermade, a quien le afectaron las heladas el año pasado y no hubo apenas flor, y por eso, en esta cosecha tuvo mucha más manzana que el resto”, comenta Otero.
Por otra parte, respeto a enfermedades no se registraron grandes pérdidas. “Fue un año ideal para que no hubiera ataque de hongos ya que no hubo mucha lluvia, y por lo tanto, no hubo humedad, cuestión que permitió evitar el moteado o el oídio”, afirma el miembro de Cabrinfolla. Igualmente, “hubo algunos casos de ataques severos ocasionados por el gusano de la manzana, y eso también facilitó la entrada de monilia en algunos frutos”, apunta.
En consecuencia, la bajada de fruto de la cosecha de este año trajo como una ligera subida de los precios. “En estos momentos nos están pagando el kilo dos céntimos por encima del año pasado, aproximadamente”, concreta Miguel Soto. “Ahora están pagando el kilo en el intervalo de los 0,25€ y los 0,32€”, especifica Otero.
“Ahora están pagando el kilo en el intervalo de los 0,25€ y los 0,32€” (Francisco Otero)
La necesidad de regular la plantación y claves para aplicar
El año de carga y lo de descarga representa un patrón en el cual los árboles frutales, en este caso los manzanos, tienen una tendencia bienal de mayores y menores producciones; “es como un diente de sierra, un año hay mucha producción y al siguiente mucha menos, y por esto, la lucha grande en fruticultura es regular a producción para que no pase esto”, explica Francisco Otero.
Por este motivo, “se está invirtiendo mucho en investigación para ajustar esto, y solo se subsana mediante aclareo; por el momento, puede ser manual o químico, pero independientemente del método, hay que sacar flor o fruto”, señala el ingeniero agrónomo. “La fruta que vamos a tener en 2023, ya está en el árbol desde julio. Lo que sucede en el mes de julio es que las yemas de madera pasan a ser yemas de flor, fenómeno que se conoce como ‘iniciación floral’, explica.
«Si estamos en un año de carga, las semillas de las manzanas inhíben el paso de la yema de madera a yema de flor por medio de las giberelinas (compuestos hormonales), y las yemas de madera que quieren pasar a flor se ven inhibidas por las semillas de las manzanas que se están formando», concreta Otero.
Teniendo en cuenta estas cuestiones, ¿cuáles son las claves de cara el año que viene? “Si pensamos que el próximo año va a ser de carga -hablando en términos generales porque siempre puede haber excepciones, incluso en una misma plantación- recomendaría, en primer lugar, que se haga una poda más fuerte tratando de eliminar más yemas de flor. También restringiría el abonado para la campaña que viene. Después, aclarearía con las herramientas que sean posibles utilizar en función de su metodología de cultivo”, recomienda Francisco Otero.