Lograr que los terneros que salen de las explotaciones de leche gallegas sean terneros de élite. Ese es el objetivo de Éliter, una iniciativa creada por una empresa gallega que busca diferenciar aquellos animales que cumplen con unos parámetros de edad, sanidad y bienestar idóneos para que su valor en el mercado se incremente.
El veterinario Elio López, responsable de la idea, explica que «actualmente los terneros lactantes en Galicia y en el resto de España cada día valen menos y tienen menos venta. Esto se debe a que muchas ganaderías no hacen bien el manejo de los terneros pequeños, a los que no les prestan la atención y los cuidados necesarios (no pertenecen a una ADSG o no llevan los programas sanitarios idóneos, no encalostran bien a los animales o incluso manipulan las fechas de nacimiento para poder mandarlos antes de tiempo). Las consecuencias de estas prácticas acaban pagándolas todas las granjas, tanto las que hacen bien las cosas como las que no, porque hasta ahora no había una certificación que diferenciase a los terneros que hayan sido atendidos adecuadamente de los que no», evidencia.
Con la finalidad de echar una mano a los ganaderos en estos momentos difíciles, hemos decidido dar el servicio gratis en las primeras 100 granjas que nos llamen y se apunten a nuestro sistema de certificación
Esa es precisamente la finalidad de Éliter, distinguir a los terneros de aquellas explotaciones que los cuidan bajo unas condiciones determinadas de salud y bienestar que los predisponen para un mejor crecimiento y desarrollo posterior. «Los cebaderos en la actualidad prefieren importar terneros del norte y centro de Europa a un precio superior porque son animales más homogéneos, de mayor edad y que provocan menos bajas», explica Elio.
El sistema de certificación de Éliter no sólo aporta mayor valor a los machos que salen de la granja a las dos semanas de vida, sino también a las hembras que quedan en la ganadería, ya que los veterinarios de Éliter van a ayudar a los ganaderos a mejorar la recría propia y asegurar de este modo un óptimo reemplazo de vacas en producción. «No sólo vamos a dar este servicio de certificación para los terneros, sino también de asesoramiento a los ganaderos para la mejora de la recría de novillas con recomendaciones relacionadas con el encalostrado y con el cuidado de las terneras», añaden.
No sólo damos más valor a los terneros que se venden, sino que ayudamos a las explotaciones a mejorar la recría propia de la ganadería
Con la finalidad de echar una mano a los ganaderos en estos momentos de dificultades, en Éliter han decidido poner su grano de arena con una oferta de lanzamiento gratuito para ayudar de este modo a los productores en un momento en el que es más necesario que nunca. «Las dificultades para la salida de los terneros de las explotaciones en estas últimas semanas evidencia la necesidad de diferenciación en el mercado, por lo que lo haremos gratis en las primeras 100 granjas que nos llamen y se apunten a nuestro sistema de certificación», anuncian.
Un sistema simple y sencillo
El sistema ideado por esta empresa de certificación de bovino lactante es muy fácil de usar por parte del ganadero, de manera que no le suponga un esfuerzo añadido. Con la App de Éliter descargada en su móvil, únicamente tendría que hacer una foto al ternero en el momento del nacimiento y un pequeño vídeo el día 13 y subirlo a la plataforma de certificación, que no permite modificar las fechas de la toma de las imágenes. De este modo, quedaría demostrado que el ternero llega al mercado con dos semanas de vida.
El ganadero únicamente tendría que hacer una foto al ternero cuando nace y un pequeño vídeo el día 13 para de este modo demostrar que llega al mercado con dos semanas de vida
El personal técnico de Éliter, un equipo formado por dos veterinarios y un informático, se encargaría de comprobar mediante un análisis inicial de la explotación y de revisiones periódicas posteriores que las instalaciones en las que se encuentran los animales y las atenciones que reciben son las idóneas. «Visitamos las granjas para ver las características de sus instalaciones para terneros estudiando distintos aspectos como por ejemplo el bienestar animal o el estatus sanitario de la explotación y comprobamos mediante analíticas a un número determinado de animales, que varía en función del número de cabezas de la explotación, el correcto encalostrado», explica Elio.
«Si la ganadería ya lo hace bien no tendría que cambiar nada, simplemente nosotros lo comprobamos y lo certificamos. En caso de que no se cumplan al 100% todos los requisitos que nosotros establecemos, la asesoraríamos para que lleguen al objetivo fijado», añade. Esto supone que con la certificación no solo se le ayuda a las ganaderías a mejorar la salud y el bienestar de los terneros que van a vender, sino que también reciben asesoramiento para mejorar la recría propia de la explotación.
Si la ganadería ya hace bien el encalostrado no tendría que cambiar nada, simplemente nosotros lo comprobamos y lo certificamos. En caso de que sea necesario hacer algún cambio, la asesoramos para que llegue al objetivo fijado
Se toman muestras tanto del calostro suministrado como del animal, extrayendo suero sanguíneo de los terneros, que se analiza mediante espectofomometría para valorar las proteínas totales de los animales. Los resultados deben contener un nivel de más de 5,2 g/dl de proteínas totales, que se relaciona con un nivel de inmunoglobulinas adecuado para garantizar la transferencia idónea de inmunidad pasiva al ternero.
Crotales diferenciadores con código QR
Todos los terneros pertenecientes a las explotaciones ganaderas inscritas son identificados y certificados de manera individual mediante crotales específicos que tienen un número y un código QR que permite acceder a todos los datos del animal pudiendo comprobar de este modo la trazabilidad individual de cada becerro. «De este modo también le damos un valor para la gestión de los crotales de los terneros en la explotación ya que identificamos a los animales al nacer con una imagen», destaca Elio.
Los técnicos de control de Éliter validan de manera individual todo el proceso de cría y asignan un número de crotal específico. El equipo está formado por dos veterinarios y un informático
El certificado individual que acompaña la cada ternero indica:
– Que procede de una explotación con al menos nivel 1 de ADSG o equivalente frente a Rinotraquítis Infeccionsa Bovina (IBR) y Diarrea Vírica Bovina (BVD), acreditando que se realizan planes de control contra estas enfermedades y que la granja lleva un año sin presentar posivos
– Que el animal fue sometido a un correcto encalostrado y recibió los cuidados neonatales idóneos
– Que tiene más de 14 días de vida reales a la fecha de salida de la explotación
– Que los terneros lactantes de la explotación se encuentran en unas condiciones de alojamiento y encamado idóneas
– Que se garantizan las condiciones generales de bienestar de los animales
El sistema de certificación está ya en funcionamiento y es válido tanto para machos pintos como para machos de cruce, aunque las restricciones a los movimientos impuestas en las últimas semanas a consecuencia del estado de alerta sanitaria por el coronavirus ha retrasado las nuevas altas de explotaciones, que a partir de la entrada hoy de la comunidad gallega en la fase 1 de la desescalada ya se pueden llevar a cabo.
Los terneros son un activo en las explotaciones que hay que aprovechar, pero hoy no se valora a aquellos ganaderos que tratan y cuidan mejor a sus terneros
«Es conveniente que las ganaderías que quieran empezar a certificar sus terneros se pongan en contacto con nosotros para ir preparando toda la documentación y que una vez pasen estas limitaciones del confinamiento puedan beneficiarse ya de las ventajas de la certificación ante una previsible bajada de precios», explica Elio.
Para contactar con el equipo responsable de Éliter puede hacerse a través de la su página web o llamando al teléfono 672620791. Para más información también se puede descargar en este enlace el Pliego de Condiciones del servicio.
El coronavirus agrava la necesidad de diferenciación
La parálisis y ralentización del mercado a consecuencia de la crisis del coronavirus motivará previsiblemente cuando se reactive la actividad con normalidad en los mercados de ganado una acumulación de terneros que hará descender aun más su precio. Esto hará que solo los mejores animales tendrán una salida garantizada. Por eso, considera Elio, «en los próximos meses va a ser muy útil poder distinguir a aquellos terneros que cumplen con los estándares adecuados».
Ya hay cooperativas en Galicia interesadas en acreditar la calidad de sus becerros, como Aira o Xallas, que quieren certificar de este modo los cuidados que reciben terneros de las ganaderías que las integran. El sistema puesto en marcha por Éliter lleva ya también semanas testándose en la SAT Xusto, en el municipio de Cospeito, que actuó como explotación piloto para el desarrollo del proyecto de certificación de becerros lactantes.
Las cooperativas Xallas y Aira ya han mostrado su interés por este sistema de certificación de los terneros, que podría incrementar los ingresos que logran las explotaciones por la venta de machos pintos y de cruce
También son varios los cebaderos que han mostrado su interés por comprar terneros certificados, como una manera evitar bajas y, por lo tanto, las pérdidas que esto les ocasiona. «Hay cebaderos de fuera de Galicia que han dejado de comprar machos en nuestra comunidad porque las condiciones en las que les llegaban no eran las idóneas y está claro que los cebaderos, en el momento en que puedan escoger los mejores becerros, lo van a hacer, prefiriendo comprar los terneros con mejores condiciones», asegura Elio.
Utilidad para los cebaderos
Muchos de los cebaderos catalanes, destino habitual de una parte importante de los terneros de las explotaciones de leche gallegas, han decidido cambiar los becerros gallegos por otros, procedentes por ejemplo de Francia. Fue el caso de Guissona, que era la principal consumidora de terneros gallegos, llevando cerca de 500 animales a la semana, y que dejó de comprar en Galicia.
«El mercado de fuera está aumentando en cantidad y precio mientras aquí los becerros pintos no valen a nada, con precios en mínimos históricos entre 40 y 50 euros por animal. En Francia, por ejemplo, cuidan a los terneros, que vienen con un mes. Aquí cuanto menos valen menos se cuidan y cuanto menos se cuidan menos valen, es un círculo vicioso», razona el creador de Éliter.
En Francia se cuida a los machos y tienen valor. Aquí cuanto menos valen menos se cuidan y cuanto menos se cuidan menos valen, es un círculo vicioso
«Los terneros son un activo en las explotaciones que hay que aprovechar, pero no todos los terneros son iguales y hoy no se valora a aquellos ganaderos que tratan y cuidan mejor a sus becerros machos porque el que compra es incapaz de diferenciar al que lo hace bien del que lo hace mal y se pagan todos los terneros igual, por lo que los malos fijan el precio a la baja también de los buenos», afirma.
Diferencias de entre 40 y 50 euros más por ternero
«Nuestra idea es que el valor de los animales certificados se pueda incrementar hasta poder alcanzar o incluso superar los precios de los terneros que vienen de Europa. De esta manera los ganaderos gallegos entrarían a competir con los franceses pero con la ventaja de que nosotros podemos garantizar cosas que ellos no pueden», explica Elio.
En la actualidad hay diferencias de alrededor de 40-50€ en animales de las mismas condiciones de peso y conformación. Por tanto, poniendo un ejemplo práctico, para una granja de 100 vacas en producción que mande al año 70 becerros machos al mercado supondría unos ingresos a mayores de 3.500 euros con respeto a los actuales. Con todo, el responsable de Éliter es consciente de que este proceso de revalorización no será inmediato, ya que «hasta que no haya oferta suficiente de este tipo de terneros tampoco la demanda lo va a valorar adecuadamente».
Ya hay muchos ganaderos que lo hacen bien, yo calculo que entre un 30 y un 40% de los animales que llegan a la feria están bien cuidados, pero hoy no se ven recompensados
A los tres mercados de referencia gallegos, ahora suspendidos por mor del Covid-19, llegaban cada semana entre 1.500 y 2.000 animales de recría. «Ya hay muchos ganaderos que lo hacen bien, yo calculo que entre un 30 y un 40% de los animales que llegan a la feria están bien cuidados», afirma Elio. A ellos es a los que va dirigido en primer lugar Éliter, porque sin necesidad de hacer ningún cambio, conseguirían un valor añadido de su trabajo.
Para el resto de explotaciones serviría como incentivo para mejorar en la medida en que viesen que compensa económicamente mejorar el manejo de los machos de recría al ver que los precios son superiores cuando se garantiza que el ternero fue bien cuidado.
Válido para machos pintos y de cruce y para hembras de recría
Aunque este sistema de certificación está pensado sobre todo para los machos pintos, los de menor valor a día de hoy, puede aplicarse también a los becerros rubios o de cruces cárnicos. Asimismo, también sería válido para la venta de hembras de recría y de novillas a otras explotaciones, que tendrían una garantía absoluta de los cuidados recibidos desde el momento del nacimiento. «Un buen encalostrado puede suponer un incremento de 1.700 kg extra de producción en la primera lactación, algo que está demostrado con estudios científicos. Por lo tanto, es muy interesante conocer eso de antemano, desde el origen, cuando nace la ternera», insiste Elio.
Este veterinario está convencido de que tanto a los cebaderos, en el caso de los machos pintos y de cruce, como a las explotaciones que compran recría en otras ganaderías, les compensa pagar un poco más por saber que el animal que adquieren y reciben en sus instalaciones y entra en contacto con su ganado es el idóneo y cumple una serie de garantías sanitarias y de manejo.
Hacer bien el encalostrado y seguir unos protocolos correctos de cuidados neonatales reduce en un 50% las probabilidades de enfermedad de ese animal en su primer mes de vida. En el caso de las novillas equivale a 1.700 kilos de leche más en la primera lactación
«Hacer bien el encalostrado y seguir unos protocolos correctos de cuidados neonatales reduce en un 50% las probabilidades de enfermedad de ese animal en su primer mes de vida», explica este veterinario. Del mismo modo, el IBR es el principal causante del síndrome respiratorio y el BVD es un inmunodepresor que hace que en caso de que otra enfermedad patógena entre en la granja cause muchas más bajas.
«Hay explotaciones que son conscientes de esto y están vacunando pero después a la hora de vender sus animales no se diferencian del resto. Tampoco el valor de las ADSG se ve recompensado», concluye Elio.