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Hoy se inicia la nueva campaña de vacunación gratuita frente a la lengua azul para el ganado bovino y ovino

Medio Rural ponen en marcha el 2 de enero una nueva campaña de vacunación gratuita a la lengua azul destinada al ganado bovino y ovino de toda Galicia. La campaña arrancará en las explotaciones de las zonas restringidas de esta enfermedad, declaradas en el mes de noviembre. Un mes después se iniciará también la campaña del 2024 en la zona restringida en febrero de 2023, que ya fue vacunada en este año. De este modo, las primeras áreas que recibirán la vacuna corresponden a la provincia de A Coruña y a las comarcas veterinarias de A Mariña Central, A Mariña Oriental, A Mariña Occidental, Terra Chá Guitiriz, Terra Chá Castro, Terra Chá Vilalba, Meira, Lugo, A Ulloa, Os Ancares y A Fonsagrada, en la provincia de Lugo. La campaña comenzará en Santa Comba y Mazaricos, en A Coruña; y en A Pastoriza, Portomarín y Barreiros, en Lugo. En la segunda fase, se revacunarán los animales de las provincias de Ourense y Pontevedra, y de las comarcas Sarria, Chantada y Terra de Lemos-Quiroga, en Lugo. En este caso, además de realizarse la revacunación de los animales, se vacunarán también por primera vez a los animales que estén sin hacerlo, por tener nacido con posterioridad a las visitas efectuados por el personal de vacunación o por ser incorporados desde la zona libre. La Xunta recuerda la importancia de realizar la vacunación, bien a través del servicio público, bien acudiendo a los servicios de personal veterinario libre o de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG), antes de que comience la época del vector. La finalidad es tener protegidos a los animales y evitar la difusión de la enfermedad, por un lado, y que las explotaciones no se vean afectadas en los movimientos de sus animales, por otro. Desde la Consellería indican que las personas ganaderas que lo deseen pueden recurrir a los servicios de personal veterinario libre o a las ADSG, tanto para vacunar la explotación completa como para hacerlo posteriormente con los animales nacidos tras la la vacunación en saba. En este caso, hace falta señalar que la Xunta autorizó para realizar dicha vacunación a todo el personal veterinario que lo solicitó y que a Medio Rural entregará gratuitamente la vacuna la ese personal.

“La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica provoca pérdidas muy elevadas en ganado vacuno y sólo se podrá controlar si conseguimos una vacuna”

La investigadora Eva Calvo Pinilla. Foto: Cedida El virus de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se ha expandido este año por España, provocando importantes pérdidas económicas en las ganaderías de vacuno. De momento las administraciones parecen mirar para otro lado, tanto a la hora de establecer ayudas económicas para paliar los daños como a la hora de destinar fondos a la investigación para lograr una vacuna que permita controlar esta enfermedad. Hablamos con Eva Calvo Pinilla, investigadora del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) INIA-CSIC y una de las mayores expertas en el estudio del virus que provoca la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). -Eres investigadora en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA/CSIC) y en tu carrera investigadora te has ido especializando, entre otras áreas, en vacunas frente a virus en animales. ¿Que te ha atraído de esta línea de investigación? Siempre me ha interesado la microbiología en general y especialmente el mundo de los virus. Existen muchas enfermedades víricas que afectan a animales para las que todavía no existe profilaxis y es fundamental investigar en este sentido para poder diseñar correctamente vacunas recombinantes que sean eficaces y seguras. Además, es de sobra conocido que muchos virus animales pueden evolucionar y convertirse en zoonosis, afectando también a los seres humanos. -Recientemente has participado en una jornada de ANEMBE sobre la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que ha llegado a España y que está afectando especialmente a ganado vacuno. ¿De donde procede esta enfermedad y por qué se ha expandido a tanta velocidad? La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) está causada por un virus, el VEHE, que pertenece al género Orbivirus y se transmite por insectos Culicoides. La distribución del VEHE es global, se aisló por primera vez en EEUU en 1955, y actualmente está presente en regiones del Norte, Centro y Sur de América, así como en Asia, África y Australia. Hace un año apareció por primera vez en Europa, primero en Sicilia y Cerdeña y después en el sur de España. La presencia de este virus en otros países de la cuenca mediterránea hacía sospechar que un día pudiera llegar a Europa. Los primeros focos en España en noviembre de 2022 no se extendieron ampliamente porque estaba terminando el periodo de mayor actividad de estos insectos hematófagos. Pero desde junio de 2023 ha habido una expansión masiva por la península ibérica llegando también a Francia. La rápida expansión del virus se debe principalmente a la gran distribución de los vectores artrópodos ya que diferentes especies de Culicoides son capaces de transmitir el virus y están presentes en Europa. Además, estos insectos pueden viajar largas distancias en muy poco tiempo y su control es muy complicado en las granjas debido a su pequeño tamaño. -Por la información de la que disponemos, tanto en España, como en los países en los que la EHE es más endémica, ¿se trata de una enfermedad grave para la salud del ganado vacuno? ¿Cuál es la tasa de mortalidad y a que animales afecta más? Al inicio de la pandemia se desconocía cuál iba a ser el impacto de este virus, ya que no todos aislados del mismo producen la misma patología. En este caso, VEHE de serotipo 8 (mismo aislado que el de Túnez 2021), está produciendo una enfermedad que puede llegar a ser grave en algunos bovinos, aunque no en todos los animales infectados. Produce signos clínicos similares producidos por el virus de la lengua azul, como fiebre, inapetencia, cianosis y edema de la lengua, conjuntivitis, reducción de leche, cojera entre otros. Suelen durar unas 2-3 semanas, produciendo grandes pérdidas económicas.
“En otras epidemias a nivel global la letalidad en bovinos ha sido en torno al 1-5%, y las pérdidas económicas muy elevadas”
Es muy difícil conocer cual está siendo la mortalidad en ganado vacuno, porque realmente no sé sabe cuántos animales han sido infectados al no hacerse pruebas de diagnóstico a todas las cabañas. Pero lo que sí es seguro es hay un aumento significativo en la mortalidad de los animales en aquellas granjas infectadas, y se están registrando más abortos y malformaciones fetales. En otras epidemias a nivel global la letalidad en bovinos ha sido en torno al 1-5%, y las pérdidas económicas muy elevadas debidas a la morbilidad producida por esta enfermedad vírica. Los ciervos también se ven afectados por esta enfermedad. Lo mismo ocurre con los ciervos, no sé puede asegurar que porcentaje de animales han muerto debido a la enfermedad hasta el momento debido a la falta de datos, aunque el virus si está produciendo mortalidad en algunos casos detectados. Por el contrario, ovejas y cabras son asintomáticas, aunque el virus replica en estas especies por lo que pueden ser un reservorio importante. -¿Como afecta al sistema inmunitario de los animales infectados? ¿Que vías existen para mejorar la respuesta inmune del animal frente al EHE? Este virus infecta a diferentes tipos celulares dentro del organismo. Replica en las células del endotelio vascular por lo que produce muchos síntomas y lesiones relacionadas. Además, el VEHE infecta células dendríticas, macrófagos y linfocitos produciendo una inmunosupresión importante en el animal. Si el virus infecta a un animal cuyo sistema inmune está debilitado por otra condición, los efectos del VEHE van a ser peores. Esto puede ocurrir en vacas preñadas, animales recién nacidos o cualquier otro animal que tenga otra infección. Para mejorar el sistema inmune de los animales lo único que se puede hacer es mantener buenas condiciones de higiene y alimentación, y vacunar frente a patógenos de los que si exista vacuna comercial. -¿Son efectivas las medidas de prevención, cuales? Las medidas de prevención son intentar controlar la población de Culicoides así como el movimiento de animales. A la vista de la expansión de este virus por todo el país, estas medidas no han sido suficientes. De forma similar ha ocurrido a nivel mundial con el virus de la lengua azul, muy cercano al VEHE y que también afecta a rumiantes, cuyo control sólo se ha conseguido mejorar con el empleo de vacunas. -Recientemente ANEMBE emitió un comunicado en el que advertía de la que la única vía efectiva para atajar la EHE en España es, precisamente, a través de una vacuna. ¿No existen en este momento en el mercado vacunas frente a esta patología, por qué? En España o Europa no existe ninguna vacuna comercializada frente a este virus.  Existe vacuna comercial en Japón frente al serotipo que hay allí y vacunas autógenas en EEUU. Ninguna de estas vacunas sería efectiva frente al serotipo 8 del virus que está presente en Europa, ya que existe poca reactividad cruzada entre serotipos. -¿Cual considera que sería el tipo de vacuna más efectivo para hacer frente a esta enfermedad? ¿Cual seria el plazo razonable para disponer de una vacuna en España? Las vacunas más efectivas y seguras son las vacunas recombinantes o de nueva generación, que inducen respuestas humorales y celulares similares a las de una infección natural, pero sin provocar ningún riesgo en el animal. Además, si se diseñan con antígenos conservados, pueden proteger frente a diferentes serotipos. El desarrollo de este tipo de vacuna conlleva más tiempo que una vacuna inactivada, que también puede ser efectiva, aunque no tienen tantas ventajas como las recombinantes y produce una inmunidad a corto plazo. Si hubiera financiación al respecto, el plazo razonable para disponer de una vacuna inactivada en el laboratorio con una producción a pequeña escala sería aproximadamente de un año. Es necesaria la colaboración con una empresa para producir cualquier tipo de vacuna a gran escala. -Cuál debería ser la tasa mínima de efectividad para aprobar la vacuna? Si no me equivoco, no siempre se establece el mismo porcentaje mínimo de efectividad para aprobar una vacuna, depende de cada análisis de riesgo. Pero en rasgos generales, un porcentaje de efectividad del 70% es bastante aceptable. Es importante que la vacuna induzca una protección clínica frente a la enfermedad y que evite la transmisión del virus por los vectores artrópodos. Equipo del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) INIA-CSIC. Foto: Cedida -Como centro de referencia en este campo, ¿desde las Administraciones públicas o desde empresas se han puesto en contacto con el CISA-INIA/CSIC para desarrollar una vacuna? No. Aunque hemos empezado a trabajar con VEHE el año pasado iniciando el diseño de secuencias genómicas para incluir en nuestras vacunas, sólo hemos conseguido una pequeña financiación recientemente de la Unión Europea para desarrollar una vacuna recombinante. Nuestro laboratorio del CISA-INIA-CSIC trabaja en el estudio de orbivirus relacionados y tenemos una amplia experiencia en vacunas recombinantes frente al virus de la lengua azul y el virus de la peste equina. Además, nuestros prototipos están dirigidos a una protección multiserotipo ya que los virus de este género tienen diferentes serotipos de cada uno de ellos. -¿Que estrategias de vacunación consideras que se deberían seguir en el caso de la EHE? Lo más rápido sería desarrollar una vacuna inactivada. Aunque son específicas de serotipo, su comercialización llevaría menos tiempo que una vacuna recombinante. En la actualidad, se emplean vacunas inactivadas para el virus de la lengua azul, siendo varias empresas las que comercializan esas vacunas en España. En mi opinión sería factible que empresas del sector pudieran producir vacunas inactivadas para VEHE. Sería recomendable la vacunación frente a serotipo 8, y no perder de vista la producción de una vacuna frente a serotipo 6, que está presente en el norte de África y podría llegar a la península ibérica en algún momento. Además, sería muy bueno conseguir una vacuna recombinante multiserotipo a medio plazo, de esa manera los animales estarían protegidos frente a todos los serotipos del virus.

“La intención del Ministerio es pasar a un programa nacional obligatorio frente a IBR en 2025”

Un foro celebrado en el CIAM de Mabegondo reunió en junio a especialistas del Ministerio de Agricultura, entre ellos Elena García, y de distintas comunidades autónomas con veterinarios de ADSG y de las oficinas agrarias comarcales La rinotraquis infecciosa bovina (IBR) está ampliamente extendida entre la cabaña ganadera. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, la situación en comunidades como Galicia dista mucho de permitir su erradicación a corto plazo, mientras a nivel europeo países como Alemania han sido ya declarados libres de IBR. Ante esta realidad, el Ministerio de Agricultura pretende dar un paso adelante con un programa obligatorio de control de la enfermedad, lo que implicará un mayor esfuerzo por parte de las ganaderías. Elena García Villacieros, jefa del servicio de Epidemiología del Ministerio de Agricultura, participó recientemente en una jornada técnica organizada en el CIAM de Mabegondo, donde avanzó algunos de los cambios que se avecinan en el control de esta enfermedad.
Mediante el Real Decreto 554/2019 (modificado en 2021) se creó el actual programa voluntario de IBR en España
En este momento en España no existe un plan nacional de control de IBR que especifique las pruebas de diagnóstico a utilizar, los pasos a seguir y objetivos a alcanzar, la certificación de las granjas y las condiciones para la adquisición y mantenimiento de las diferentes calificaciones. Es decir, cada comunidad autónoma puede desarrollar sus propios programas. Unificar esos criterios es el objetivo del Programa Nacional contra IBR que se prevé obligatorio a partir de 2025. De programa voluntario a obligatorio  “La situación epidemiológica de la enfermedad en España es endémica en las zonas de mayor densidad de ganado, con una seroprevalencia en rebaños de carne y leche del 60% y entre el 25 y el 40% de los animales, aunque la situación varía notablemente entre comunidades autónomas”, explica la jefa del servicio de Epidemiología del Ministerio de Agricultura.
La enfermedad es endémica en las zonas de mayor densidad de ganado
“En Europa, países como Alemania, Dinamarca, Suiza, Austria, Suecia, Noruega y Finlandia han sido ya declaradas zonas libres de IBR. En España a día de hoy el 90% de las explotaciones están encuadradas en la categoría IBR0, es decir, no están aplicando un programa de erradicación de la enfermedad, pero queremos avanzar. Es necesario bajar el nivel de prevalencia, porque una vez presentemos el programa a la Comisión Europea sólo hay 6 años para declararse libres”, aclara Elena. 
Una vez presentado el programa nacional a la Comisión Europea hay que lograr declararse libres en 6 años
El Ministerio de Agricultura ha creado un Grupo de Trabajo sobre IBR en el que participan las comunidades autónomas y distintos agentes. “Es muy importante la implicación del sector, porque sin esa implicación el programa no tendría éxito, pero las organizaciones del sector están de acuerdo”, asegura. Distintas velocidades El Ministerio prevé distintas velocidades para la consecución de los objetivos que se fijen en el nuevo Real Decreto en función de la situación de cada comunidad autónoma y del nivel de prevalencia de la enfermedad en cada zona. “El programa voluntario en algunos casos no ha funcionado y tenemos el obligatorio a la vuelta de la esquina. Andalucía, Galicia y País Vasco son las comunidades que van más avanzadas en el programa, pero no hay información en otras comunidades que no han hecho prácticamente nada”, lamenta la responsable del Ministerio.
Algunas comunidades van más avanzadas que otras y podrán declararse libres de IBR antes, igual que ocurre con la tuberculosis
Por eso, se prevé que si una comunidad avanza más rápido que las demás pueda declararse libre de IBR, al igual que está sucediendo ahora con otras enfermedades como la tuberculosis. De las 135.532 explotaciones existentes en España (alta en REGA) hay calificadas 104.883 ganaderías, de las que unas 5.000 serían IBR4 (negativas a gE) e IBR4+ (negativas a gB). De ellas, unas 1.600 están en Galicia. Discrepancias en la clasificación de explotaciones Uno de los aspectos que deberá abordar el Programa nacional contra IBR es la unificación de criterios en la clasificación de las explotaciones, ya que en la actualidad se utilizan clasificaciones diferentes en las distintas comunidades autónomas.
Galicia tiene un gran número de explotaciones calificadas como IBR2 que el Ministerio clasifica como IBR0
“Tenemos que llamar a las cosas todos de la misma manera y para ello habrán de definirse unos requisitos comunes para encuadrar a una ganadería en uno u otro nivel, sin perder la referencia de la reglamentación europea”, indica Elena. Para ser calificada como IBR4 la explotación no puede haber tenido casos positivos en los últimos 12 meses ni haber vacunado a ningún animal en los últimos 2 años. Estar declarada libre de IBR tiene ventajas para las ganaderías a la hora de comercializar sus animales, ya que una explotación IBR0 solo podrá vender a otra explotación IBR0, mientras una explotación IBR4 podrá vender su ganado a ganaderías encuadradas en cualquier categoría, con la ventaja que esto supone a la hora de comercializar animales, que alcanzarán un mayor valor en el mercado. Estrategia de vacunación Prácticamente en todas las comunidades autónomas hay ya implantadas ayudas para control frente a IBR: 14 de ellas dan algún tipo de ayuda para vigilancia de la enfermedad y 6 comunidades subvencionan la vacunación. Sin embargo, existen discrepancias en cuanto a las estrategias de vacunación seguidas.
El Ministerio nunca ha creído en dar ayudas a las vacunas, como hace Andalucía
“En algunas regiones se vacunan todas las explotaciones y en otras, como en Galicia, se vacuna en función de la prevalencia, vacunando sólo las explotaciones con una prevalencia superior al 10% medida en el tanque de leche”, explica Elena, que avanza que “la idea del Ministerio es no subvencionar vacunas, sino la toma de muestras y los kits de diagnóstico”. Restricción de movimientos La jefa del servicio de Epidemiología del MAPA reconoce que se han detectado algunos problemas y dificultades para la implementación de un Programa nacional obligatorio y reconoce que  “quizás haya que flexibilizar algunas medidas en el caso de las explotaciones pequeñas”. “Va a haber problemas en la restricción de movimientos, pero no se ha establecido todavía si se impedirá sólo vender para vida pero no enviar a matadero o cebadero, o si se inmoviliza la explotación para todo tipo de movimientos”, indica.
Puede que sea necesario establecer alguna transitoria para el movimiento de animales, porque sino el impacto puede ser tremendo
“Podrían establecerse algunas medidas con carácter transitorio en cuanto a los movimientos entre explotaciones, porque sino el impacto puede ser tremendo”, admite. Podrían establecerse excepciones en el caso de envío de animales desde ganaderías IBR4 a centros de recría, donde habitualmente se vacuna, y su posterior regreso a la granja de origen, sin que esta pierda la condición de libre de IBR. Es probable que se permitan también los movimientos entre instalaciones del mismo propietario, como ocurre en porcino, donde existe también la figura de las agrupaciones de granjas, una flexibilización pensada en este caso para ganaderías que realizan la recría en otra nave distinta a la de producción, algo cada vez más habitual en explotaciones lácteas a medida que van creciendo.  El ejemplo de Aujeszky en porcino La rinotraquis infecciosa bovina (IBR) tiene semejanzas con la enfermedad de Aujeszky en porcino. Se trata también en este caso de una infección viral altamente contagiosa que afecta al sistema nervioso central y produce afecciones respiratorias en cerdos adultos. Su control ha sido una prioridad en los últimos años para las autoridades sanitarias y a día de hoy la mayoría de granjas de porcino están libres de esta enfermedad, por lo que el ejemplo de Aujeszky podría servir a la hora de adoptar medidas contra IBR.
A través de medidas severas de bloqueo de granjas se ha logrado un control muy rápido de la enfermedad de Aujeszky en cerdos
En Aujeszky, por ejemplo, se ha logrado un control muy rápido de la enfermedad en la cabaña ganadera al implicar el bloqueo de la granja tanto para venta como para compra de animales. Pero en este momento no está decidido si una explotación IBR0, además de no vender, no podrá comprar tampoco animales. Por analogía con Aujeszky en porcino, donde las explotaciones clasificadas como nivel 0 no pueden realizar ningún tipo de movimiento de animales, las granjas no diagnosticadas o con casos positivos a IBR podrían tener restricciones severas.
Debido a la restricción de movimientos será necesaria una mayor autosuficiencia en la recría
De hecho, de aplicarse este mismo criterio al ganado vacuno afectado por IBR, muchas explotaciones se verían gravemente afectadas. En el caso de ganaderías lácteas, por ejemplo, obligaría a una mayor autosuficiencia en la recría e implicaría también cambios en la venta de terneros con destino a cebaderos. Las explotaciones de carne, más reticentes muchas veces a la eliminación de animales positivos, se verían afectadas en sus movimientos de ganado, tanto en la compra de machos para sementales o becerras y novillas de recría como en la venta de animales para vida a otras explotaciones. En principio, en explotaciones positivas se permitiría únicamente la salida con destino a matadero o cebadero. Abordaje conjunto con DVD El Ministerio está estudiando un posible abordaje conjunto dentro del Programa nacional contra IBR con otra enfermedad habitual en las ganaderías: la Diarrea Vírica Bobina. “A lo mejor es una buena oportunidad para trabajar conjuntamente en ambas enfermedades”, opina Elena.  
Puede ser una buena oportunidad para empezar a trabajar también en materia de Diarrea Vírica Bovina
“Aunque lo estipulado en el nuevo Real Decreto para BVD quizás sea más de mínimos que en el caso de IBR, si no empezamos ahora con BVD nos va a pasar lo mismo que con IBR, porque ya hay países que están empezando a aplicar programas oficiales contra BVD”, argumenta la jefa del servicio de Epidemiología del MAPA. 

“El diagnóstico es complicado; hemos tenido problemas de falsos positivos”

Otro de los aspectos que deberá abordar el Programa nacional contra IBR es definir la estrategia de diagnóstico. Como enfoque general se acepta que la infección por el virus IBR queda confirmada por un resultado serológico positivo. “Por tanto, la prueba de Enzimoinmunoanálisis (ELISA) se puede considerar suficiente”, asegura Azucena Sánchez Sánchez, jefa de servicio de Virología del Laboratorio Central de Veterinaria, ubicado en Algete (Madrid), que fue designado en 2019 Laboratorio Nacional de Referencia, tratando con ello de armonizar los métodos diagnósticos y resultados.
La prueba de Seroneutralización (SN) es menos sensible que la ELISA y se usa para confirmación de positivos en animales no vacunados
“Tuvimos un problema de falsos positivos con un determinado kit de diagnóstico (ELISA gE de INGENASA), que es el adquirido por el Ministerio para distribuir entre los laboratorios de referencia de las comunidades autónomas. Por eso, cuando hay dudas se hace un segundo test con otro kit de otra casa comercial”, explica. Mejora de los kits comerciales Estos kits comerciales de diagnóstico facilitados por el Ministerio no convencen a algunas comunidades autónomas, como Galicia o País Vasco, que han optado por el kit de IDEXX. Desde el Laboratorio Central de Veterinaria se ha estado trabajando conjuntamente con la casa fabricante para mejorar la especificidad de estos test, primero con el punto de corte y después con el diluyente y Azucena asegura que “el test actual es mucho mejor que el de hace 3 o 4 años”.
Los kits comerciales de diagnóstico facilitados por el Ministerio no convencen a comunidades autónomas como Galicia o el País Vasco
El protocolo de actuación ante falsos positivos establece que en explotaciones con historial negativo en el que aparece un animal positivo se realiza un segundo test de confirmación con otro kit comercial y en caso de no obtener resultados concluyentes se repite la prueba a los 28 días, ante el temor a posibles reacciones cruzadas con el herpesvirus tipo 2, que podría interferir en los resultados. Entre las funciones del Laboratorio de Algete está precisamente la de confirmar los resultados positivos o dudosos obtenidos por los laboratorios oficiales de las comunidades autónomas. “La toma de muestras adecuada es el primer paso fundamental para hacer un diagnóstico adecuado. Recomendamos congelar y descongelar las muestras, no analizarlas hasta que pasen 24-48 horas tras la recogida  y separar el muestreo de la vacunación de IBR al menos 4 semanas”, explica. 
En caso de duda, lo indicado es realizar una nueva toma de muestras
En determinadas circunstancias es difícil acometer el sangrado de todos los animales. “A veces nos encontramos con problemas para hacer los tests a la bajada de animales de los pastos comunales, porque todos los animales bajan a la vez y se hace inviable poder realizarlos todos. Habrá que flexibilizar fechas”, reconoce.  Prohibición de las vacunas no marcadas El test ELISA es la técnica recomendada para la detección de respuesta inmunitaria porque la técnica de sueroneutralización (SN) no permite diferenciar entre animales vacunados e infectados.
La prueba de Seroneutralización (SN) no permite discriminar entre anticuerpos vacunales y de infección
Por esa razón, desde diciembre de 2019 se han prohibido las vacunas no marcadas y todos los animales vacunados antes de esta fecha con vacuna convencional han tenido una moratoria de 4 años para someterse a las pruebas oficiales, que finaliza este año. “En octubre de 2023 finaliza el plazo para eliminar del muestreo los animales vacunados y pensamos que eso puede suponer un problema”, asegura jefa de servicio de Virología del Laboratorio Central de Veterinaria. Brotes asintomáticos Las vacunas marcadas, utilizadas actualmente, permiten diferenciar en las pruebas realizadas al ganado los casos positivos que se deben al virus de los que se deben a la vacuna. Sin embargo, vacunar no es la solución definitiva, ya que no evita por completo el riesgo de contagio, aunque en caso de que ese animal se infecte y desarrolle la enfermedad excretará menos virus, por lo que el riesgo de diseminación del virus a otros animales de la explotación disminuye.
Sólo la eliminación de los animales positivos garantiza que no se disemine la enfermedad por la explotación
Una vez contagiado el virus, el periodo de incubación es corto, entre 2 y 4 días, y la profilaxis se logra con el sacrificio de los animales positivos y la vacunación de los que hayan estado en contacto con ellos. En muchas granjas se están detectando actualmente brotes asintomáticos, debido a que un animal que es seropositivo cada vez que en él se reactiva el virus responde de forma asintomática, es decir, no existe tos ni lagrimeo, aunque está diseminando igualmente la enfermedad.

Puntos de mejora en la vacunación del ganado vacuno

Todos los seres vivos presentan un sistema inmune de defensa frente a los organismos extraños (virus, bacterias o parásitos) con el objetivo de evitar ser invadido y enfermar, lo que es esencial para sobrevivir. El sistema inmune consta de tres mecanismos principales: 1. Barreras físicas que tratan de evitar la entrada de los patógenos en el organismo (piel, moco, microbiota, etc.) 2. Sistema innato que proporciona una protección rápida inicial inespecífica. La inflamación es uno de los principales mecanismos 3. Sistema adquirido que proporciona una inmunidad específica y única frente a cada patógeno pero que tardaunas semanas en desarrollarse. Cada vez que se expone a un nuevo microorganismo, va aprendiendo y generando memoria a través de anticuerpos y linfocitos. Esto permite que la segunda vez que un mismo patógeno intente invadir el organismo, la respuesta defensiva específica sea mucho más rápida y eficaz. La vacunación es el principal mecanismo que posee la medicina veterinaria para enseñar al sistema inmune adquirido a defenderse frente a enfermedades tan comunes como la diarrea neonatal, la neumonía, el virus BVD o el IBR. Por ello, cada vez es más utilizada en las explotaciones de vacuno lechero. Es un método eficaz que permite preservar mejor la salud, y por tanto, la rentabilidad de las ganaderías. Además, resulta clave para reducir el uso de antibióticos, una exigencia que busca preservar la eficacia de estos medicamentos para su uso futuro tanto en medicina humana como en veterinaria. Cómo manejamos y aplicamos las vacunas es un punto clave de cara a una mayor eficacia de las mismas. Por ello, conocer las buenas prácticas a la hora de vacunar es clave, ya que nos solemos encontrar con frecuentes puntos de mejora. En este sentido, y de cara a concienciar al sector, y especialmente a los ganaderos, el Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa organizó este miércoles una charla sobre buenas prácticas vacunales, impartida por Carlos Carbonell, Técnico de campo de vacuno de leche de MSD. “Seguimos detectando muchos problemas de falta de eficacia de las vacunas debido a fallos en la aplicación, lo que ocurre con mayor frecuencia cuando el veterinario no participa en la vacunación”, reconoce.

Mecanismos en el tiempo del sistema Sistema inmune de un animal: 

Como punto de partida, Carlos Carbonell recordó cómo actúa una vacuna: “En la vacuna incluimos un virus o bacteria muerto (vacuna inactivada) o vivo pero atenuada su patogenicidad (vacuna viva), de forma que el animal es capaz de combatirla de forma exitosa, generando una respuesta de defensa (en la que participan los linfocitos y anticuerpos). Además, generará una memoria inmunológica, de forma que cuando sea atacado en un futuro por ese mismo patógeno, el animal estará ya preparado para responder mejor y más rápido. Cuando se aplica una vacuna por primera vez, el sistema inmune puede tardar entre 10 y 20 días en completar una la respuesta inmune eficaz, aunque los tiempos varían dependiendo del tipo de vacuna y la vía de administración. En algunas vacunas, es necesario realizar un recordatorio a las tres o cuatro semanas de la primera dosis para completar esa inmunidad y que la memoria nos llegue hasta el momento de la revacuna (de forma que tengamos siempre al animal bien protegido).

 Representación gráfica de la respuesta inmune a la vacunación: 

A este respecto, el técnico de MSD A.H explicó que hay tres partes implicadas a tener en cuenta para lograr que los animales desarrollen una buena respuesta inmunológica a la vacunación: 1. La vacuna que se utiliza 2. El animal que la recibe 3. La persona que maneja y aplica la vacuna A este respecto, hizo un breve repaso de los principales errores que se cometen en cada una de estas tres partes a la hora de vacunar ganado vacuno:

-Vacunar animales débiles o en días de estrés por calor:

Cuando vacunamos, el organismo del animal necesita utilizar importantes reservas de energía para que el sistema inmune genere una respuesta de defensa frente a esa bacteria o virus vacunal. “Es por eso por lo que cuando se vacunan a los niños, a veces el primer día después de vacunarlos pueden estar cansados”, comenta. “Por ese motivo -subraya- es muy importante no vacunar animales que no estén sanos, o muy delgados o en días de mucho calor (ya que provoca estrés a las vacas). El animal debe estar sano y bien alimentado, pues el estado del sistema inmune del animal determina que haya o no una buena respuesta a la vacuna”. La vacunación induce protección al animal individual que vacunamos, pero también proporciona una inmunidad al grupo, que se conoce como inmunidad de rebaño, de forma que, si algún animal no responde individualmente por una circunstancia concreta, queda protegido indirectamente por los otros. “En un rebaño de 100 animales, puede haber 5 animales que no tengan una respuesta óptima a la vacuna (triangulo rojo del esquema) porque estaban en celo, tenían cetosis o cojera, pero si en vez de 5 son 20 o 25 (triangulo verde) los animales con mala respuesta vacunal , debido a una situación de estrés por calor o una incorrecta aplicación, la protección del rebaño de la vacunación puede ser bastante menor”, advierte. Representación gráfica de la distribución de la magnitud de la respuesta inmune en un rebaño: 

-No leer el prospecto de la vacuna:

Otro error común es no leer el prospecto de la vacuna. Carlos Carbonell puso como ejemplo un estudio realizado en 2014 en el Reino Unido sobre cómo se vacuna en las ganaderías de vacuno de leche. Las conclusiones del estudio fueron que: -En un 42% de los casos vacuna el encargado o el propietario de la granja; en un 61% lo hace un trabajador y solamente en un 6% vacunaba un veterinario (había opción de respuesta múltiple por eso suma más de 100). -Además, un 23% no leyó las instrucciones y se guio por lo que venía haciendo o le comentó otro ganadero; y solamente un 33% había leído el prospecto. -Eso se tradujo finalmente, en que un 50% de las vacunas contra clostridios se aplicaron de forma incorrecta; mientras que en el caso del BVD el porcentaje fue del 32%. “La recomendación es que vacune el veterinario, y si lo hace el ganadero, que sea asesorado por su veterinario y leyendo siempre previamente las indicaciones del prospecto”, aconseja el técnico de MSD.

Tabla de datos del estudio de aplicación de vacunas en Reino Unido: 

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-Utilizar la misma aguja para varios animales:

Otro error común es utilizar la misma aguja para numerosos animales, lo que puede provocar infecciones y un mayor riesgo de aparición de abscesos en el punto de inyección pasados unos días. “Cuantas más veces reusemos la aguja, a parte de la posibilidad de introducir microbios, la punta se desgasta y provoca un daño mayor en los tejidos del animal. Dependiendo del tipo de vacuna puede ser normal que aparezca un pequeño bulto o reacción de inflamación en el punto donde se ha pinchado, pero si en unos días se transforma en un absceso con pus es que ha habido contaminación cuando se aplicó la vacuna y la respuesta vacunal será menor”, advierte Carlos Carbonell.

-La importancia de la temperatura de la vacuna:

Una vez que sacamos la vacuna del frigorífico -el frío conserva en buen estado la vacuna- debemos: -Atemperarla durante 20 o 30 minutos. -Agitarla y reconstituirla (en el caso de las vacunas vivas). -Aplicar por la vía indicada de administración (que puede ser intramuscular ,subcutánea, intranasal… según la vacuna), poniendo atención a que sea una zona limpia. Además, Carlos Carbonell destacó la importancia de mantener la cadena de frío en las vacunas. “Durante su conservación las vacunas deben estar en un rango de temperatura de entre 2 y 8 grados, ya que las vacunas son muy sensibles tanto a la temperatura elevada (el antígeno puede inactivarse, por ejemplo), como demasiado baja (al congelarse se puede afectar por ejemplo la adecuada combinación de antígeno y adyuvante perdiendo eficacia)”, explica. En este sentido, se refirió a otro estudio realizado en granjas del Reino Unido, en el que se concluyó que “las neveras en las que se guardan las vacunas en las ganaderías presentan muchas deficiencias, pues de 17 granjas en que se analizaron las mediciones de temperatura durante unos meses, casi todas las neveras tenían momentos en que no enfriaban lo suficiente, o por el contrario las congelaban”. “Una situación -advirtió- que también se puede extrapolar a lo que ocurre en España”.

-Cumplir exactamente el protocolo vacunal:

Otro error común, según Carlos Carbonell, es no respetar el protocolo vacunal recomendado. “En muchas vacunas hay que repetir las dosis de la primera dosis vacunal en un plazo establecido (tres o cuatro semanas) para completar la inmunidad adquirida y generar memoria inmunológica (principalmente en las novillas al primovacunar). Otro error frecuente, es que la segunda dosis no se aplica o se aplica varios meses después, lo que provoca que realmente el rebaño no esté bien vacunado pues no se ha generado la suficiente inmunidad, ni la memoria inmunológica”, aseguró.

Representación gráfica de una respuesta vacunal incorrecta por no cumplir el protocolo vacunal: 

En conclusión, cómo vacunemos a los animales tendrá una gran repercusión en el resultado de la vacunación, siendo fundamental realizarlo de la forma más adecuada para optimizar el resultado. Todo ello repercutirá en la salud del rebaño y, consecuentemente en la rentabilidad.

-Representación gráfica de una respuesta vacunal correcta al cumplir el protocolo: 

 Conclusiones para una correcta respuesta vacunal: 

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