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Los daños del jabalí en la agricultura son un problema social en Galicia, que precisa para su solución de la implicación leal de cazadores y de la Administración. En el caso del jabalí hay que actuar para compatibilizar el derecho de los cazadores con los derechos de los productores que están sufriendo los estragos de las manadas de jabalís que campan a sus anchas por prados y sembrados.
Para ello es fundamental actuar cuando hay daños, en las épocas sensibles de los cultivos, sea o no época de caza, pues una cosa es la caza deportiva y otra la caza por gestión de daños, que se debe de practicar bajo criterios de prevención y de eficacia.
El caso es que desde hace 5 años las organizaciones agrarias, cazadores y Administración establecieron un protocolo de actuación para que se pueda actuar con esa eficacia cuando hay daños en la época de veda, que coincide con la etapa más sensible de la campaña productiva anual en nuestro campo, como es la siembra de los cereales (maíz forrajero fundamentalmente). Para que se aplique el protocolo hace falta la buena voluntad de la Administración y de los cazadores de cada zona.
“Primero la gente, sus vidas y su trabajo, y después los animales”
Porque si los acuerdos pactados con buena fe no son para aplicarse, sino para escudarse detrás de ellos para no hacer nada, o para hacer que se hace, o para hacer gestos pero no tomar decisiones, tendremos que pensar en otras formas de afrontar el problema de la gestión de los daños del jabalí hacia el nmediato futuro.
A corto plazo esa vía es pasar por los juzgados y reclamar los daños. A medio plazo está en que los vecinos se planteen si vale la pena ceder los derechos cinegéticos de sus propiedades a los TECOR y Sociedades de Caza, que no muestran el interés debido en gestionar con diligencia aquello que por ley les corresponde.
“Tecorexit: donde los derechos de caza se gestionan mal deben salir del Tecor y volver a la Xunta”
Se trataría de un “Tecorexit”, donde los derechos de caza en las zonas con gestión negligente deberían salir de los Tecor y volver a ser responsabilidad y tutela de la Xunta de Galicia. ¿Arreglaríamos así el problema? Visto el mejorable interés que se pone desde la Administración, donde parece que priman más unos animales que son una plaga, que los problemas que le generan a la gente del campo, evidentemente no lo iban a hacer mucho mejor. Pero por lo menos, de momento, la Xunta no es insolvente, y cuando se pasase por el Juzgado tendrían que abonar hasta el último céntimo por los daños que, con la leal colaboración de todos, podríamos gestionar y mantener a raya. Pero hay que querer y ponerse manos a la obra con buena voluntad y con las prioridades de las actuaciones claras: Primero la gente, sus vidas y su trabajo, y después los animales y sus daños.
