El precio de la carne de pollo detuvo estas últimas semanas su su caída en la Unión Europea gracias al descenso de la producción que acometió el sector.
Al igual que en otras producciones ganaderas, la crisis del coronavirus, con el consiguiente cierre de la hostelería -que en España representa alrededor del 25% de las ventas- y el parón en el turismo provocó una caída de precios significativa en el sector avícola.
Sin embargo, según el informe que publicó esta semana la Comisión Europea, el descenso de la producción que está acometiendo el sector para hacer frente a la caída de la demanda está permitiendo que se frene el descenso de los precios.
En concreto, la cotización esta semana del broiler se situó en 1,77 euros el kilo de promedio en la Unión Europea, lo que supone un 1,6% de subida respecto a la semana previa, aunque acumula una caída interanual del 7,2%, respecto a los 1,9 euros el kilo de mayo de 2019.
Idéntico comportamiento se observó en los principales exportadores mundiales de carne de pollo, sobre todo en Estados Unidos, donde tras un desplome de los precios en abril y mayo de hasta 0,75 euros el kilo, en las últimas semanas rebotó hasta los 1,26 euros el kilo. En Brasil, el otro gran productor mundial, la evolución es peor, y la carne de pollo se mantiene en los 0,63 euros el kilo.
La recuperación de los precios de la carne de pollo en la Unión Europea se produce gracias al descenso de la producción: en marzo se produjeron alrededor de 650.000 toneladas, frente a las alrededor de 730.000 del mismo mes del pasado año.
La contraparte es que las exportaciones de carne de pollo de la UE pierden competitividad frente a las de Brasil y de Estados Unidos, con un precio notablemente inferior. Así, en los tres primeros meses de este año las ventas al exterior europeas bajaron en alrededor de 100.000 toneladas, mientras que EE.UU y Brasil incrementaron sus exportaciones de enero a marzo en unas 100.000 toneladas cada uno.
Por la parte de las importaciones, China disparó sus compras al exterior de carne de pollo en los tres primeros meses del año: pasando unas 320.000 toneladas el pasado año a casi 450.000 en los tres primeros meses de este 2020.